TEMA IV
Teoría Jurídica del Dominio Público
4.1 Los primeros principios del dominio público
Es una masa de bienes inmuebles que deben estar permanentes a disposición del público o
de ciertos servicios públicos.
De esta definición podemos sacar en claro que el dominio publico es un figura jurídica
excepcional, sus traído al comercio de los hombres y de la prescriptibilidad de la
propiedad.
El dominio público no es un concepto moderno. En el Derecho Romano Se establecía que
las cosas del dominio público están fuera del comercio.
4.2 Doctrina y normativa dominicana relativa al dominio público (código civil,
constitución del 2010, entre otras).-
Como decíamos anteriormente, es en el siglo XIX que la teoría del dominio público
comenzó a tomar cuerpo, en el sentido jurídico, pues como es bien sabido ya la mayoría de
los países importantes habían hecho sus revoluciones democrático-burguesas. Y es bien
sabido también, que en toda la Edad Media, la propiedad publica, tendió a confundirse con
la propiedad de los señores feudales, todo lo cual significa que no fue un periodo propicio
para el desarrollo del dominio publico.
El código Civil en sus artículos 538 al 541, contiene una serie de disposiciones relativas al
dominio público. Al tener de Art. 538 se consideran como dependencias del dominio
público, los caminos, vías y calles que están a cargo del Estado, los ríos, navegables o
flotables, radas, y en general, todas las porciones del territorio dominicano, que no son
susceptibles de propiedad particular.
Asimismo el Art. 539 del mismo Código considera que todos los bienes vacantes y sin
dueños, y los de las personas que mueren sin herederos o cuyas herencias se abandonen.
Pertenecen al dominio público.
La doctrina dominicana sobre el dominio publico esta unificada en criticar las disposiciones
del Código Civil, así como también de la constitución, en torno a los que en ellas se
expone. Entienden- De la Concha y Amaina, que la enumeración que hace el Código Civil,
no solamente es inexacta, sino que carece de todo lógico; pues el Código Civil incluye
como bienes del dominio publico algunos que no los son, como los de las personas
fallecidas sin heredaron y las fortificaciones que han dejado de serlo.
4.3 Características de los bienes del dominio público
Las características más notables de los bienes del dominio público son la inajenabilidad y la
imprescriptibilidad. Es decir, no se pueden vender como tampoco adquirir por
prescripción, ya que esas cosas los sacarían de si status.
El dominio público se caracteriza, además, no solo por la utilidad común, sino por el
destino, por la afección.
4.3.1 Diferencia entre bienes de derecho público y bienes de derecho privado.-
Anteriormente habíamos señalado que los bienes del dominio público como masa
pertenecen a la colectividad, al Estado, y no pueden ser objeto de enajenación ni tampoco
de prescripción, ni de embargos ni de hipotecas,
Convienen señalar que tanto los bienes del dominio público como los bienes del dominio
privado forman lo que el lenguaje jurídico administrativo se denomina Dominio
Administrativo.
Los bienes del dominio publico pueden ser: terrestre, marítimo o fluvial, y esos bienes son,
como hemos dicho, inajenables, imprescriptibles, inembargables y no hipotecables. Pues
son bienes de utilidad publica, que dan servicios públicos, mientras que los bienes del
dominio privado son susceptibles de venta, hipoteca, arrendamiento, embargo y en fin,
están dentro de lícito comercio.
4.4 Distinción entre el dominio público y el dominio privado del Estado.-
El fundamento legal del dominio público lo es la inalienabilidad y la imprescriptibilidad,
consagrada por el Código Civil en su artículo 2226, el cual establece que “no puede
prescribir el dominio de las cosas que no están en el comercio”.
Para el profesor Amiama, en su Prontuario de referencia, la cuestión de saber la verdadera
naturaleza jurídica de la relación entre el Estado y el dominio publico es importantísimo
apela a la llamada teoría de la guarda, la cual postula que el dominio publico no es una
propiedad del Estad, sino un bien sui generis, sin propietario alguno, cuyo disfrute
corresponde a todo el mundo y del cual el Estado es sólo administrador y guardián.
Nosotros consideramos que el fundamento al servicio público, es decir, que las cosas que
siendo propiedades administrativas han sido objeto de una afectación formal a la utilidad
pública, son bienes del dominio público. Por lo tanto, hay que tomar en cuenta la utilización
pública, el interés público y, en fin, el servicio público.
Ahora bien, conviene dejar bien claro que no todos los bienes de la Administración son
públicos, pues los bienes de la Administración pueden ser públicos y privados estos últimos
son capaces de obtener rendimiento económico, por eso se califican también bajo el nombre
de patrimoniales.
4.5 El usufructo de los bienes del dominio público.-
Siendo el concepto de dominio público esencialmente de construcción doctrinal, una de las
definiciones que pueden darse del mismo, sería el de aquellas propiedades administrativas
afectadas a la utilidad pública y que, por consecuencia, de esta afectación resultan
sometidas a un régimen especial de utilización y protección, amen de que la demanialidad
de tales bienes actúa como mecanismo de intervención administrativas sobre las actividades
de los particulares.
El hecho de que los bienes de dominio público son de titularidad de las administraciones
públicas, aunque tal titularidad no empecé para que aquellas otras administraciones
públicas no titulares ejerzan sobre tales bienes sus respectivas competencias; segundo, que
los bienes demaniales se encuentran afectos al uso, servicio público, o el fomento de la
riqueza nacional en los términos del viejo Código Civil-, afectación que debe entenderse de
un modo amplio al incorporar hoy nuevos intereses públicos, como, por ejemplo, la
protección ambiental; y, tercero, que la determinación de su carácter demanial les atribuye
un régimen jurídico exorbitante, es decir, ajeno al de la propiedad de derecho común,
basado esencialmente en su extra comercialidad (inalienabilidad, imprescriptibilidad e
inembargabilidad) y su especial protección a través del sistema de inventarios y catálogos,
la presunción posesoria, la acción administrativa de investigación, la facultad de deslinde,
la recuperación de oficio, potestad sancionadora, etc. Sin perjuicio de lo cual, corresponde a
la administración titular del bien de dominio público cuidar de su adecuado estado de
conservación, y consiguientemente responder de las consecuencias de su falta de
mantenimiento.
4.6 La desafectación de los bienes del dominio público.-
La desafectación es la técnica por la que decae o se suprime el sometimiento de un bien o
un derecho al régimen de dominio público, incorporándose tal bien o derecho al régimen
patrimonial; este hecho es muy significativo en nuestro campo en cuanto a la situación en
que se encuentran los bienes provenientes de los excedentes de aprovechamiento en favor
de la administración y su necesaria adscripción a la ejecución de viviendas sujetas a algún
régimen de protección, entre otros miles de supuestos.
Recordar que la desafectación es un acto administrativo general que puede verse afectado
por las disposiciones normativas autonómicas, por lo que este esquema responde a la
Comunidad autónoma de Canarias, aunque refiere de carácter general a otros actos como
la adscripción de bienes, la mutación demanial o las diferencias entre bienes patrimoniales
y demaniales.
4.7 La inembargabilidad de los bienes del Estado.-
Con la modernización del Estado y la creación de diversas entidades de derecho publico, la
estructura estatal es bastante compleja y a las del Gobierno Central, se han agregado todo
un grupo de entidades para cumplir fines específicos, temporales o permanentes y, en
general, necesidades de la población. Nuestra legislación en materia administrativa no es
extensa, ni establece clasificaciones de los entes estatales de la manera que el derecho
moderno requiere.
De ahí que la confusión es constante en derecho administrativo en nuestro país: pues
existen, organismos autónomos creados por Leyes especiales, Direcciones Generales,
Comisiones de Reforma Oficinas, Departamentos, otras que se denominan simplemente
“entidades de derecho publico” como por ejemplo, el Banco Central y, todo un
conglomerado de entidades, algunas de las cuales tienen su régimen jurídico claramente
establecido pudiendo deducir fácilmente si sus bienes son o no embargables, pero otras no.
Es interesante examinar en los tiempos modernos la vieja teoría de la inembargabilidad del
Estado, al expandirse este para la consecución de sus finalidades y, ejercer su rol de Estado
empresario, con sus diferentes entidades firmando contratos con proveedores, contratistas
y, en general empresas privadas. Es necesario determinar la calidad crediticia y las
posibilidades de cobro al Estado, basados en el principio de “inembargabilidad de los
bienes del Estado Dominicano”.
OPINION PERSONAL
Es de entender que el dominio público no es un concepto moderno ya que en derecho
romano se establecida que los casos del dominio público están fuera del comercio y según
entendí el dominio público ha existido siempre, o sea, el comercio no se involucra en nada
que tiene que ver con hospitales militares, carreteras, etc., que son de dominio público y por
ende los cosas del dominio público es inolvidable, no son susceptibles de propiedad
provocada como podrá ocurrir en el comercio.