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Etica 3power

Este documento presenta las normas de ética profesional para el ejercicio de la abogacía en la provincia de Buenos Aires, incluyendo deberes como la independencia, el desinterés, el respeto a la ley y la veracidad.

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Este documento presenta las normas de ética profesional para el ejercicio de la abogacía en la provincia de Buenos Aires, incluyendo deberes como la independencia, el desinterés, el respeto a la ley y la veracidad.

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ETICA 3

Normas de Ética Profesional para el ejercicio abogadil en la Provincia de


Buenos Aires: orígenes.

 Art. 1º.- ESENCIA DEL DEBER PROFESIONAL. CONDUCTA DEL ABOGADO. El abogado
debe tener presente que es un servidor de la justicia y un colaborador de su
administración; que su conducta ha de estar caracterizada por la probidad y la lealtad,
y por el desempeño con dignidad de su ministerio; y que la esencia de su deber
profesional es consagrarse enteramente a los intereses de su cliente, y poner en la
defensa de los derechos del mismo su celo, saber y habilidad, siempre con estricta
sujeción a las normas morales. -

 La conducta profesional supone, a la vez, buen concepto público de la vida privada del
abogado

 Art. 2º.- DEFENSA DEL HONOR PROFESIONAL. - El abogado debe mantener el honor y
la dignidad profesional. No solamente es un derecho, sino un deber, combatir por
todos los medios lícitos, la conducta moralmente censurable de jueces y colegas y
denunciarla a las autoridades competentes o a los Colegios de Abogados. –

 Son normas de conducta que también, con algunas variantes se desprenden de los
textos legales (por ej.: artículo 45 y 52 de los Códigos Procesales, 6° y 10° y otros de la
ley n° 23.187; 25, 59 y 62 de la ley n° 5177) y de las Normas de Ética en vigencia.

 Art.3º.- INDEPENDENCIA. - El Abogado debe guardar celosamente su independencia


frente a los clientes, los poderes públicos, los magistrados y demás autoridades ante
las cuales ejerza habitualmente; y en el cumplimiento de su cometido profesional,
debe actuar con independencia de toda situación de interés que no sea coincidente
con el interés de la justicia y con el de la libre defensa de su cliente; si así no pudiera
conducirse debe rehusar su intervención.

Esta regla deontológica aparece, también, configurada en el Código de Ética del Colegio
Público de Abogados de la Capital Federal (doc. artículos 8°, 9°, 20 y concordantes), y en forma
expresa en los artículos 3° y 10 de las Normas de Ética Profesional de los abogados
bonaerenses

 Su actitud independiente debe manifestarse:

 a) Ante quien requiere sus servicios profesionales: diciendo con libertad si acepta o
rechaza el asunto en el que se solicita su intervención, sin necesidad de expresar los
motivos de su resolución, salvo designación judicial o del Colegio a que pertenece, en
cuyo caso la declinación debe ser con justa causa.

 b) Ante sus propios clientes: poniendo de manifiesto que, si ha aceptado libremente la


atención de su caso, no lo compromete y no asume otro interés que, en defensa del
problema confiado, lograr que se haga justicia, si asegurar resultados.

c) Frente a los poderes públicos: con los cuales solamente se sentirá obligado a acatar el orden
jurídico, sin que ello implique sumisión ni haber perdido el derecho a expresar libremente su
pensamiento, señalando los errores y denunciando los excesos o violaciones en que aquellos
pudieran incurrir, ejerciendo además la facultad de criticar o peticionar la rectificación o
modificación de leyes injustas o inconstitucionales

 d) Frente a los magistrados y demás autoridades ante los cuales ejercite su profesión:
exigiendo se respete su investidura y su augusta función. No ha de aceptar ningún tipo
de presión, y con seriedad y ponderación, sin temor alguno, con libertad de expresión
sin agravios, cumplirá con su deber.

 e) Ante sus colegas: sin dejar de observar los deberes de fraternidad, confianza y
lealtad recíproca, no debe sentirse obligado ni comprometido, cuando se trata de
defender intereses contrapuestos, por el conocimiento, relación o amistad que tenga
con el colega.

 f) Ante la opinión pública: cuando el abogado tiene el convencimiento de actuar


correctamente en el ejercicio de funciones no debe arredrarse ante la opinión pública
adversa expresada por los medios manejados sea por particulares o por el Estado, y en
tal caso le asiste el derecho a réplica, de defender y explicar su posición, señalar los
errores o equívocos en que hubieran podido incurrir los medios, denunciar, si las
hubiere, las desviaciones, y, en su caso, promover las acciones judiciales que considere
procedentes.

 En el orden internacional podemos citar las Conclusiones del XX Congreso de la U.I.A.


celebrado en Bonn en abril de 1964, que al referirse a los Principios Fundamentales de
la profesión de abogado, se declara:

 La libertad del abogado es imprescriptible. Su deber fundamental es mantenerla en


toda su plenitud.

 Él sólo debe juzgar sobre la aceptación y dirección de su caso.

 Esta libertad excluye la toma en consideración de intereses contrarios y el


cumplimiento de funciones o de misiones incompatibles absolutamente con su
conciencia.

 El abogado es independiente del Estado y de toda jerarquía, dentro del Estado.

 Él es autónomo, sometido a un derecho profesional y a disciplinas propias, y libre


guardián de sus reglas.

 Art. 4º.- DESINTERÉS. - El espíritu de lucro es extraño fundamentalmente a la actividad


de la abogacía. –

 El abogado, aunque debe defender su derecho a la digna retribución de su trabajo,


debe tener presente que el provecho es sólo un accesorio del fin esencial de la
profesión, y no puede constituir decorosamente el móvil determinante de su ejercicio.

 Art.5º.- RESPETO A LA LEY: Es deber primordial del abogado respetar y hacer respetar
la ley y las autoridades legítimas.

 Comentario: a) Cooperar al perfeccionamiento del Derecho y sus instituciones (artículo


18).
 Estos deberes han sido también explicitados en los artículos 6° a 9° del Código de Ética
capitalino, y 5°, 21, 23 y afines de las normas de Ética Profesional de los Abogados de
la Provincia de Buenos Aires.

 b) Prevenir litigios, facilitar la conciliación, actuar con espíritu fraterno. Con sujeción a
las normas y costumbres locales, el abogado debe prestar asesoramiento a toda
persona urgida o necesitada (artículos 19 y 20), son deberes inherentes a la profesión y
que, en definitiva, no hacen más que a la dignidad de la abogacía.

 c) El abogado debe respetar y cumplir las normas que establecen las


incompatibilidades de la profesión, no ejercer influencias de ninguna especie (artículo
21), y cumplir con las cargas públicas generales y propias de la profesión (art. 22), cuyo
contenido coincide con las reglas deontológicas establecidas en los artículos 10 inciso
g) del Código para los abogados de la Capital Federal, y 15 de las Normas para los de la
Provincia de Buenos Aires.

 d) La instalación de un estudio en la jurisdicción y su comunicación al Colegio, y la


posibilidad de asociarse con sujeción a las normas legales y colegiales locales (artículo
23), son disposiciones que han sido consignadas tanto en las leyes que reglan el
ejercicio profesional como en las normas de ética, tanto nacionales como provinciales
(artículo 6° incisos c) y d) de la ley n° 23.187; y artículo 10 incisos b) y c) del Código de
Ética; y artículo 59 incisos 4 y 5, de la ley n° 5177; y 17 de las Normas de Ética
Profesional, respectivamente).

 e) La inviolabilidad del Estudio y de los documentos que le han sido confiados (artículo
24), más que un derecho como ha sido establecido, por ejemplo, en el artículo 7°
inciso e) de la ley n°23.187, se lo ha concebido en este proyecto como un deber del
abogado. f) Procurarse clientela por medios dignos y la moderación en la publicidad
(artículos 25 y 26), son deberes que hacen al decoro que debe exigirse a la abogacía,
pero que también han sido impuestos en las leyes que establecen los requisitos para
ejercer la profesión (artículos 10 incisos e) y f) de la ley n° 23.187; y 10 inciso

 f) del Código de Ética; y artículos 62 inciso 7 de la ley n° 5177 y 18 de las Normas de


Ética Profesional).

 Art. 6º.- VERACIDAD Y BUENA FE: La conducta del abogado debe estar garantizada por
la veracidad y la buena fe. No ha de realizar o aconsejar actos fraudulentos, afirmar o
negar con falsedad, hacer citas inexactas o tendenciosas, ni realizar acto alguno que
estorbe la buena y expedita administración de justicia o que importe engaño o traición
a la confianza pública o privada.

 Tampoco debe permitir ni silenciar las irregularidades en que incurran las personas
que ejerzan funciones públicas o cargos privados.

 Art.7º.- ABUSOS DE PROCEDIMIENTO PERJUICIOS INNECESARIOS. - El abogado debe


abstenerse del empleo de recursos o medios que, aunque legales, importen una
violación a las presentes normas y sean perjudiciales al normal desarrollo del
procedimiento; de toda gestión puramente dilatoria que, sin ningún propósito justo de
defensa, entorpezca dicho desarrollo; y de causar aflicciones o perjuicios innecesarios.

 Art.8º.- ACUSACIONES PENALES. - El abogado que tenga a su cargo una acusación
criminal, ha de considerar que su deber primordial es conseguir que se haga justicia y
no obtener la condenación del acusado.

 Art.9º.- CALIDAD DE LAS CAUSAS. DEFENSA DE ACUSADOS. - El abogado no debe


abogar o aconsejar en causa manifiestamente inmoral, injusta o contra disposición
literal de la ley, sin perjuicio de asumir las defensas criminales con abstracción de la
propia opinión sobre la culpabilidad del acusado. –

 No puede aconsejar ni aceptar causa contraria a la validez de un acto jurídico, en cuya


formación haya intervenido profesionalmente.

 Art. 10º.- ACEPTACIÓN O RECHAZO DE ASUNTOS. Dentro de las normas del artículo
precedente, el abogado tiene libertad para aceptar o rechazar los asuntos en que se
solicite su patrocinio, sin necesidad de expresar los motivos de su resolución, salvo el
caso de nombramiento judicial o del Colegio de Abogados, en que la declinación debe
ser justificada. Cuando voluntaria o necesariamente manifieste los motivos de su
resolución, debe hacerlo en forma de no causar agravio o perjuicio a la defensa cuyo
patrocinio rehúsa.

 Al resolver sobre la aceptación o rechazo, el abogado debe prescindir de su interés


personal y cuidar que no influyan en su decisión el monto pecuniario del asunto, ni el
poder o la fortuna del adversario. No debe aceptar asuntos en que haya de sostener
tesis contrarias a sus convicciones, aunque, excepcionalmente, podrá aducir una tesis
contraria a su opinión, dejando claramente a salvo ésta, si aquella fuere ineludible por
virtud de ley o de la jurisprudencia aplicable. Debe, asimismo, abstenerse de
intervenir, cuando no esté de acuerdo con el cliente en la forma de realizar la defensa,
o cuando una circunstancia de parentesco, amistad u otra cualquiera, pudiera afectar
su independencia. En suma, el abogado no debe hacerse cargo de un asunto sino
cuando tenga libertad moral para dirigirlo o atenderlo.

 Art. 11º.- SECRETO PROFESIONAL. SU EXTENSIÓN Y ALCANCE. El abogado debe guardar


rigurosamente el secreto profesional.

 I) La obligación de la reserva comprende las confidencias recibidas del cliente, las


recibidas del adversario, las de los colegas, las que resulten de entrevistas para
conciliar o realizar una transacción, y las hechas por terceros al abogado en razón de
su ministerio. En la misma situación se encuentran los documentos confidenciales o
íntimos entregados al abogado.

 II) La obligación de guardar secreto es absoluta. El abogado no debe admitir que se le


exima de ella por ninguna autoridad o persona, ni por los mismos confidentes. Ella da
al abogado el derecho ante los jueces, de oponer el secreto profesional y de negarse a
contestar las preguntas que lo expongan a violarlo.

 III) Ningún asunto relativo a un secreto que se le confíe con motivo de su profesión,
puede ser aceptado por el abogado sin consentimiento previo del confidente.

 La tutela del secreto profesional puede provenir de una norma legal o de una regla de
ética de la profesión, o puede no existir, por lo que la doctrina ha distinguido tres
sistemas distintos:
 a) El que ignora la protección legal del secreto profesional u organiza una represión
muy limitada de la divulgación, como ocurre en Inglaterra, Grecia y Noruega;

 b) El que otorga una protección relativa o limitada al secreto profesional, ya que la


subordina a la acción de la víctima y se admite con amplitud la posibilidad de justificar
la relación (Alemania, Polonia, Italia, Suiza, Finlandia, Argentina etc.);

 c) Sistemas que conceden una protección absoluta del secreto profesional y la persona
obligada a guardarlo no lo puede revelar, excepto en los casos que la ley lo autoriza,
tales como el artículo 378 del Código Penal de Francia, y artículos 498 y 499 del de
Austria de 1852 (Adolfo E. Parry, El Secreto Profesional del Abogado. El Derecho, T. 2
págs. 184 y siguientes; Mario Alberto Godfrid, El Delito de Revelación de Secreto
Profesional, La Ley, T. 127, julioseptiembre 1977, págs. 1252 y ss.).

Secreto Profesional

 DEFINICIÓN: Según el Diccionario de la Real Academia Española, vigésima segunda


edición, secreto, en una de sus acepciones, es el “deber que tienen los miembros de
ciertas profesiones, como los médicos, los abogados, los notarios, etc., de no descubrir
a tercero los hechos que han conocido en el ejercicio de su profesión.” En otras
palabras, y llevado a nuestra profesión, secreto es todo aquello que se mantiene
reservado y oculto, sea porque el titular del mismo así se lo confía a un tercero -en
nuestro caso el profesional-, o bien porque éste entra en conocimiento de ese secreto,
a través del ejercicio de su profesión. Tal, el concepto de secreto que se ha plasmado
en numerosos ordenamientos positivos, diferenciándose y estableciéndose matices en
cuanto a la forma en que se aprehende el secreto

DESARROLLO, EXTENSIÓN y LÍMITES

 La protección jurídica del secreto profesional, que comienza en el siglo XIII con las
partidas del célebre rey Alfonso el Sabio, ha evolucionado al punto que hoy día, su
resguardo es también la protección del derecho a la intimidad.

 El secreto es necesario al abogado tanto como al periodista o al médico o al escribano,


e incluso al eclesiástico, ya que, sin esta garantía de confidencialidad que posee el
tercero al entrevistarse con aquellos, difícilmente podrían desenvolver
adecuadamente en su profesión. Esa garantía conduce, a su vez, al deber en que se
encuentra todo profesional de no revelar el secreto, lo cual constituye el resguardo del
tercero para confiarle al profesional una determinada cuestión que, sabe, no será
divulgada por aquél.

EL CASO DEL DEFENSOR PENAL y LA ACTUACION DEL ABOGADO ANTE LA OBLIGACIÓN DE


PRESTAR DECLARACIÓN TESTIMONIAL MEDIANDO SECRETO PROFESIONAL

 Sin la garantía de confidencialidad no podría haber confianza entre cliente y abogado,


y esa confianza es la sustancia que permite mejor diseñar su defensa por parte del
profesional, cosa que no ocurriría si el cliente fuese advertido de antemano que no
podría garantizársele discreción absoluta, respecto de todo aquello que le manifieste
al profesional

RESEÑA NORMATIVA COLEGIADA


 La ley 23.187, que rige el ejercicio de la abogacía en la Capital Federal, impone a los
abogados el deber de “observar con fidelidad el secreto profesional, salvo autorización
fehaciente del interesado” (art. 6, inc. f). A su vez, el Código de Ética del Colegio
Público (art. 10, inc. h), permite al abogado revelar el secreto profesional cuando así lo
autoriza su cliente, o si se tratare de su propia defensa.

 El Código de Ética de la Provincia de Buenos Aires, es mucho más imperativo y rígido,


ya que en su regla 11º establece: “La obligación de guardar secreto es absoluta. El
abogado no debe admitir que se le exima de ella por ninguna autoridad o persona, ni
por los mismos confidentes. Ella da derecho ante los jueces de oponer el secreto
profesional y de negarse a contestar las preguntas que lo expongan a violarlo”.

 Las Normas de Ética Profesional del Abogado de la Federación Argentina de Colegios


de Abogados, se prevé: “El secreto profesional constituye a la vez un deber y un
derecho del abogado. Es hacia los clientes un deber de cuyo cumplimiento ni ellos
mismos pueden eximirlo; es un derecho del abogado hacia los jueces, pues no podría
escuchar expresiones confidenciales si supiese que podía ser obligado a revelarlas…”

 Por justa causa debe entenderse que proviene exclusivamente del artículo 156 del
Código Penal. La doctrina nacional concurre en afirmar que existe justa causa cuando
la revelación suponga la prevención de peligro de contagio a parientes del enfermo, o
cuando se trate de la comunicación al padre o guardador, de la enfermedad de un
menor de edad; también cuando medió el consentimiento del titular o la existencia de
un deber legal positivo.

 ART. 12º.- EXTINCIÓN DE LA OBLIGACIÓN DE GUARDAR EL SECRETO PROFESIONAL.

 1) La obligación del secreto profesional cede a las necesidades de la defensa personal


del abogado, cuando es objeto de acusaciones por su cliente. Puede, entonces, revelar
tan sólo lo que sea indispensable para su defensa y exhibir los documentos que aquel
le haya confiado.

 2) Cuando un cliente comunica a su abogado la intención de cometer delito, la reserva


de la confidencia queda librada a la conciencia del abogado, quien, en extremo
ineludible, agotados otros medios, puede hacer las revelaciones necesarias para
prevenir el acto delictuoso o proteger a las persona en peligro.

 ART. 13º.- INCITACIÓN A LITIGAR. AVENIMIENTOS Y TRANSACCIONES. PASIONES DE


LOS CLIENTES.

 I) Es contrario a la dignidad del abogado, fomentar conflictos o pleitos. También


lo sería ofrecer espontáneamente sus servicios o aconsejar oficiosamente, con objeto
de procurarse un cliente o provocar se instaure un pleito, excepto los casos en que
vínculos de parentesco o de íntima confianza lo justifiquen.

 II) Es deber del abogado favorecer las posibilidades de avenimiento y conciliación


o de una justa transacción. Tal deber es más imperioso en los conflictos de familia y en
general entre parientes, en los cuales la intervención del abogado debe inspirarse en el
propósito de allanar o suavizar las diferencias.

 III) El abogado no debe estimular las pasiones de sus clientes y se abstendrá de


compartirlas. Comentario: nos remitimos al del artículo 7.
 ART. 14º.- CUIDADO Y HONOR DE LA RESPONSABILIDAD.

 El abogado debe cuidar su responsabilidad y hacer honor a la misma.

 I) No debe permitir que se usen sus servicios profesionales o su nombre, para


facilitar o hacer posible el ejercicio de la profesión por quienes no están legalmente
autorizados para ejercerla.

 II) Afecta el decoro del abogado la firma de escritos en cuya preparación o


redacción no ha intervenido.

 III) No es aceptable que el abogado se esculpe de los errores y omisiones en que


incurra en su actuación pretendiendo descargarlos en otras personas, ni de actos
ilícitos atribuyéndolos a instrucciones de su cliente.

 IV) El abogado debe adelantarse a reconocer la responsabilidad derivada de su


negligencia o actuación inexcusable, allanándose a resarcir los daños y perjuicios
causados al cliente. Comentario: nos remitimos al del artículo 1°, y concordantes.

 ART. 15º.- INCOMPATIBILIDADES.

 I) El abogado debe respetar las disposiciones legales que establecen las


incompatibilidades de la profesión, absteniéndose de ejercerla cuando se encuentre
en algunos de los casos previstos.

 II) Debe evitar, en lo posible, la acumulación al ejercicio de la profesión, de cargos


o tareas susceptibles de comprometer su independencia, insumirle demasiado tiempo
o resultar inconciliable con el espíritu de la abogacía, tales como el ejercicio del
comercio o la industria, las funciones públicas absorbentes y los empleos en
dependencias que no requieran título del abogado.

 III) Es recomendable que el abogado evite, en lo posible, los mandatos sin afinidad
con la profesión, los depósitos de fondos y administraciones, y en general las gestiones
que puedan dar lugar a acciones de responsabilidad y rendiciones de cuenta.

 IV) El abogado legislador o político, debe caracterizarse por una cautela especial,
preocupándose en todo momento de evitar que cualquier actitud o expresión suya
pueda ser interpretada como tendiente a aprovechar su influencia política o su
situación excepcional. No aceptará designaciones de oficio que no se hagan por sorteo.

 ART. 16º.- El abogado no debe procurarse clientela por medios incompatibles con la
dignidad profesional ni recurrir directamente o por terceras personas o intermediarias
remunerados, para obtener asuntos. Tampoco debe celebrar contratos de sociedad
profesional con personas que no sean abogados o procuradores. Comentario: nos
remitimos al artículo 1 ° y concordante de este trabajo.

 ART. 17º.- ESTUDIO. DECORO EN LA ATENCIÓN DE LA CLIENTELA. Debe estimarse que


el Estudio es indispensable para la debida actuación del abogado en el ejercicio de su
profesión.

 I) El abogado debe cumplir la obligación de tener Estudio, manteniendo dentro


de la jurisdicción departamental una oficina digna de la calificación de tal. En ella debe
concentrar la atención personal y predominante de sus asuntos y de los clientes, de
modo que sirva para determinar el asiento principal de su actividad profesional. El
mismo Estudio puede serlo de dos o más abogados, siempre que estén asociados o
compartan la actividad profesional, lo que se hará saber al respectivo Colegio.

 II) El abogado que teniendo el siento principal de su profesión fuera de la


Provincia, actúe en ésta y no establezca y atienda el Estudio en las condiciones
expresadas, debe fijarlo a los efectos de la ley y de la presente disposición en el
Estudio de otro abogado, vinculado a su actividad en la Provincia, lo que se hará saber
el respectivo Colegio. El abogado vinculado contrae la obligación de atender en su
Estudio los asuntos y los clientes del otro abogado.

 III) Cuando el abogado interviene accidentalmente en otro Departamento, debe


constituir domicilio y atender a sus clientes en Estudio de colegas de la jurisdicción,
que solicitará le sea facilitado a ese objeto en la medida más discreta posible.

 IV) Sólo en casos justificados, puede el abogado atender consultas y entrevistar a


los clientes fuera de su Estudio o del otro colega. Afecta al decoro del abogado hacerlo
en lugares públicos o concurridos, inadecuados a tal objeto.

 V) El abogado no deberá dar su nombre para denominar un Estudio, sin estar


vinculado al mismo.

 ART. 18º.- PUBLICIDAD. El abogado debe reducir su publicidad a avisar la dirección de


su Estudio, sus nombres, títulos científicos y horas de atención al público. No debe
publicar ni inducir a que se hagan públicas noticias o comentarios vinculados a los
asuntos en que intervenga, a la manera de conducirlos, la importancia de los intereses
comprometidos y cualquier ponderación de sí mismo. Debe abstenerse de publicar
escritos judiciales o las discusiones mantenidas con relación a los mismos asuntos. Si
circunstancias extremas o causas particulares muy graves justifican una exposición al
público, no debe hacerse anónimamente; y en ese caso, que es mejor evitarlo, no
deben incluirse referencias a hechos extraños al proceso, más allá de las citas y
documentos de los autos. Concluido el proceso, puede publicar en forma ponderada y
respetuosa sus escritos y las sentencias y dictámenes del expediente; pero no los
escritos del adversario sin autorización de su letrado.

 ART. 19º.- ESTILO. En sus expresiones verbales o escritas, el abogado debe usar la
moderación y energía adecuadas, tratando de decir nada más que lo necesario al
patrocinio que se le ha confiado. En la crítica del fallo o de los actos de un magistrado,
y en las contestaciones y réplicas dirigidas al colega adversario, debe mantener el
máximo respeto, absteniéndose de toda expresión violenta o agraviante. Debe tratar a
los litigantes, testigos y peritos del juicio con la consideración debida. La severidad en
el trato que puedan imponer las exigencias de la defensa, no autoriza ninguna vejación
inútil o violencia impropia. El cliente no tiene derecho a pedir a su abogado que falte a
la parte contraria o que incurra en personalismos ofensivos.

 ART. 20º.- PUNTUALIDAD. Es deber del abogado ser puntual con los tribunales y sus
colegas, con los clientes y con las partes contrarias, y ser preciso y directo en todo
cuanto se expida.

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