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Civilización Incaica

El documento proporciona información sobre la civilización inca. Los incas crearon un gran imperio en los Andes centrales entre los siglos XII y XVI que abarcaba partes de Perú, Bolivia, Ecuador, Chile y Argentina. Alcanzaron logros notables en agricultura, arquitectura e ingeniería civil. Su capital era Cusco y algunos de sus asentamientos más importantes incluían Machu Picchu y Ollantaytambo.
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Civilización Incaica

El documento proporciona información sobre la civilización inca. Los incas crearon un gran imperio en los Andes centrales entre los siglos XII y XVI que abarcaba partes de Perú, Bolivia, Ecuador, Chile y Argentina. Alcanzaron logros notables en agricultura, arquitectura e ingeniería civil. Su capital era Cusco y algunos de sus asentamientos más importantes incluían Machu Picchu y Ollantaytambo.
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Civilización incaica

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Civilización incaica

Machu Picchu, actualmente la obra arquitectónica más famosa de la civilización incaica.


Reconstrucción aproximada de parte de la antigua ciudad del Cusco, capital del

curacazgo e imperio incaico.

Información histórica

Period América precolombina


o

Prime Curacazgo incaico: 1197-1438

ros Imperio incaico: 1438-1533

registr
os

Decad Estado neoincaico: 1533-1572

encia

Causa Conquista por parte de otros pueblos centro andinos en


alianza con los españoles

Información geográfica

Área Sudamérica
cultur
al

Sub Andes centrales


área
cultur
al
Equiv Perú, Bolivia, Ecuador, norte de Chile y Argentina, y sur
alenci de Colombia.
a
actual

Información antropológica

Idiom Quechua clásico, aimara, puquina, otras lenguas


a quechuas, quingnam, chacha, cacán, aranqui, pasto, esmerald
eño, tallan, culli, muchik, chipaya, uru, kunza, cañari,
otras lenguas preincaicas

Religi Religión incaica


ón

Asentamientos importantes

 Cajamarca
 Cuzco
 Choquequirao
 Huánuco Pampa
 Hatun Xauxa
 Incallajta
 Ingapirca
 Machu Picchu
 Ollantaytambo
 Písac
 Quito
 Racchi
 Tomebamba
 Vilcashuamán
 Los Huacos-Hualmay
[editar datos en Wikidata]

«Pueblo inca» redirige aquí. Para el grupo étnico colombiano contemporáneo,


véase Pueblo inga.
La civilización incaica, también llamada civilización inca o civilización
quechua,[cita requerida] fue la última de las grandes civilizaciones precolombinas que
conservó su Estado independiente durante la conquista de América. Esta pasó por
tres etapas históricas, siendo la primera el Curacazgo incaico (1197-1438), a
través de la cual los quechuas consolidaron un Estado que logró sintetizar los
conocimientos artísticos, científicos y tecnológicos de sus antecesores tomando
como centro la ciudad del Cuzco. Posterior a ello, se da la segunda etapa,
conocida como Imperio incaico o Tahuantinsuyo (1438-1533), la cual recogió
aquellos conocimientos heredados y los potenció. Conforme se dio la expansión
del imperio, este fue absorbiendo nuevas expresiones culturales de los pueblos
incorporados, llegando abarcar los actuales territorios
de: Perú, Bolivia, Ecuador, Chile, Argentina y Colombia, constituyéndose así en el
Imperio más grande de la América precolombina. La conquista del Tahuantinsuyo,
realizada entre 1532 y 1540 por los españoles encabezados por Francisco Pizarro,
puso fin al imperio y con ello a la etapa de apogeo de la civilización incaica, dando
lugar al nacimiento del Virreinato del Perú. Sin embargo, focos de resistencia
incaicos se mantendrían organizados en un Estado denominado Incario de
Vilcabamba (1533-1572), siendo esta última etapa de la civilización.
El desarrollo de la civilización incaica se basó en la agricultura, que desarrollaron
mediante tecnologías avanzadas, como las terrazas de cultivo
llamados andenes para aprovechar las laderas de los cerros, así como sistemas
de riego heredados de las culturas pre-incas. Los incas
cultivaron maíz, maní, yuca, papa, frijoles, algodón, tabaco y coca, entre otras. Las
tierras eran propiedad comunal y se trabajaban en forma colectiva. Desarrollaron
también una ganadería de camélidos sudamericanos (llama y alpaca). Por los
excelentes caminos incas (Cápac Ñan) transitaban todo tipo de mercancías:
desde pescado y conchas spondylus hasta sal y artesanías del interior. Las
expresiones artísticas más impresionantes de la civilización inca se edificaron
durante el Imperio incaico o Tahuantinsuyo (1438-1533) e incluyen templos
(Sacsayhuamán y Coricancha), palacios y complejos estratégicamente
emplazados (Machu Picchu, Ollantaytambo y Písac). En la actualidad, algunas
costumbres y tradiciones de la desaparecida civilización incaica prevalecen aun en
los países que formaron parte del Imperio incaico: Perú, Bolivia, Ecuador, norte
de Chile y Argentina, y sur de Colombia.
Etimología[editar]
Artículo principal: Inca#Etimología
Véase también: wikt:inca
Véase también: Lenguas quechuas#Glotonimia
Si bien los principales diccionarios contemporáneos del español
definen inca primariamente como etnónimo, hablando de "los incas" como todos
los miembros de esta civilización,12 es claro que se trata de un uso moderno.
Originalmente el término inca (ynga en las fuentes del siglo XVI) refería únicamente
al sapa inca, o a un grupo social o una etnia muy específicas dentro
del Tahuantinsuyo.3
Del mismo modo, el uso de quechuas para referir a todos los miembros del
Tahuantinsuyo es moderno, ligado a su uso como glotónimo para la lengua
quechua, y puede resultar confuso. En la lengua general del inga, el término se
usaba como etnónimo para ciertos grupos muy específicos, como uno ubicado en
el actual departamento peruano de Apurímac. En la actualidad, "los quechuas" son
diversos grupos étnicos sudamericanos distintos entre sí.
Organización política[editar]

Detalle de una galería de retratos de los soberanos


incas que fue publicada en 1744 en la obra Relación del Viaje a a la América
Meridional en la que Jorge Juan y Antonio de Ulloa fueron sus autores.
La organización política incaica fue una de las más avanzadas de América
precolombina. A decir del historiador peruano Luis E. Valcárcel, el propósito del
Estado inca era garantizar el bienestar de todos sus súbditos, a diferencia de otras
monarquías históricas que buscaban solo defender los privilegios de grupos
reducidos. El imperio incaico «garantizó a la totalidad de seres humanos, bajo su
jurisdicción, el derecho a la vida mediante la satisfacción plena de las necesidades
físicas primordiales de alimentación, vestido, vivienda, salud y sexo.» Ello se logró
organizando de manera meticulosa a los pobladores, considerados ante todo
como actores del proceso de la producción económica, de modo que pudieran
evitar las hambrunas y estar siempre prevenidos ante los embates destructivos de
la naturaleza. El Estado inca tuvo, pues, un alto sentido de previsión social.4
La jerarquía[editar]
Los cronistas españoles, cuyos escritos constituyen la fuente primaria de la
historia inca, interpretaron el sistema político de los incas según su concepción
europeísta y occidental. Es por eso que describieron al gobierno inca como una
monarquía absolutista, a la cabeza del cual se hallaba un solo soberano absoluto,
el Inca. Sin embargo, los modernos estudios nos dejan entrever que existieron dos
gobernantes que ostentaron al mismo tiempo el mando.56 Uno pertenecía a la
parcialidad del Hanan Cuzco (Cuzco alto) y el otro a la del Hurin Cuzco (Cuzco
bajo). Esta dualidad del Hanan y del Hurin se daba también en los curacazgos, y
se remonta a la época preincaica; es pues, típica de la cosmovisión andina.7
Según el historiador peruano Waldemar Espinoza Soriano, los dos gobernantes,
administradores o jefes máximos tenían sus bienes y posesiones de manera
equivalente, aunque era el de Hanan el que reunía más rango por ser el que
manejaba la vida cívica, política, económica, social y militar; por eso se le llamaba
el Sapa Inca. El otro gobernante, el de Hurin, ostentaba el poder sacerdotal: era
el Willaq Umu, y aunque era de menos rango, no por ello dejaba de tener enorme
influencia en las decisiones imperiales. Ello no significa que existiesen dos
monarquías paralelas, sino que solo había una, debidamente unificada.8
La jerarquía imperial[editar]
El Sapa Inca o, simplemente, el Inca, era el máximo gobernante, que compartía el
poder con el sumo sacerdote o Willaq Umu. Todos sus súbditos debían acatar con
sumisión sus órdenes. El símbolo de su poder era la mascapaicha, una especie de
borla de lana roja que ceñía en la cabeza. Ejercía las funciones de su gobierno
desde el palacio particular que cada uno se hacía construir en el Cuzco. Allí
concedía audiencia todo el día y administraba justicia. Pero también viajaba con
frecuencia por todo su imperio, llevado en andas sobre hombros de cargadores,
para atender personalmente las necesidades de su pueblo.9
Al Inca le seguían en jerarquía:

 El Auqui o príncipe heredero. En vida de su padre, ejercía el cogobierno, para


ejercitarse en las funciones imperiales. Se lo escogía de entre todos los hijos
del Inca, recayendo el honor sobre quien tuviera las mejores cualidades para
desempeñar tan alta función.1011
 El Tahuantinsuyo Camachic o Consejo Imperial, integrado por cuatro
personajes o apus, que tenía a su cargo el gobierno de cada uno de los suyos
o regiones. Algunos autores lo denominan Suyuyuc Apu. A esos 4 apus habría
que agregar, según Guaman Poma de Ayala, otros 12 consejeros: cuatro por
cada uno de los suyos grandes (Chinchaysuyo y Collasuyo) y dos por cada
uno de los de menor tamaño (Antisuyo y Contisuyo). De modo que el Consejo
Imperial estaba representado por 16 consejeros: 4 principales y 12
secundarios.12
 Los gobernadores o Apunchic, con atribuciones político-militares. Su labor
consistía en mantener en orden las provincias. Residía en fortalezas ubicadas
en puntos estratégicos y rendía cuentas directamente al Inca y a su Consejo.12
 El Tucuirícuc o tocricoc, «el que todo lo ve», una especie de supervisor o
veedor imperial, que controlaba a los funcionarios de provincias, y en caso
necesario, ejercía las funciones de gobierno. Se encargaba además de
recoger los tributos y remitirlos al Cuzco, de casar a las parejas y de ejercer la
justicia.13 Como símbolo del poder que le otorgaba el Inca, llevaba siempre un
hilo de la mascapaicha, que era inconfundible para la gente.
 El curaca, era el jefe del aillu o comunidad. Equivalente a cacique. Solía ser el
más anciano y sabio de su pueblo, aunque a veces los incas imponían sus
propios curacas en las poblaciones recalcitrantes a su dominio. Vigilaba por el
orden y aplicaba justicia; también se encargaba de recolectar el tributo para el
Inca. Tenía como privilegios el poder entrevistarse con el Inca, de tener como
esposa principal a una aclla cusqueña, además de numerosas esposas
secundarias. Debía enviar a sus hijos al Cuzco, para ser educados junto con la
élite inca; con ello, el Estado inca buscaba quechuizar a la clase dirigencial de
las provincias.13
Organización administrativa[editar]
División territorial: Suyos o regiones[editar]
Artículo principal: Suyos del Imperio incaico

Mapa del imperio incaico: Chinchaysuyo (en


rojo), Collasuyo (en azul), Antisuyo (en verde) y Contisuyo (en amarillo).
Los cronistas afirmaron que el imperio incaico estuvo dividido en cuatro grandes
distritos conocidos como suyos (del quechua suyu, que significa
surco): Chinchaysuyo, Antisuyo, Collasuyo y Contisuyo. El centro de esta división
era el propio Cuzco. Debido a ello, el imperio adoptó el nombre
de Tahuantinsuyo, es decir, los cuatro suyos o regiones, concordantes con los
cuatro puntos cardinales. El concepto del suyo era más que nada demarcativo. No
equivalía a una denominación política ni étnica, tan así que nunca los pobladores
del imperio se autodenominaron tahuantinsuyanos. Los suyos se dividían a la vez
en huamanis o grandes provincias, los cuales solían coincidir con las fronteras de
los territorios de los pueblos o etnias sometidas al imperio. Los huamanis se
dividían a su vez en sayas o sectores, que eran dos: Hanansaya o parte alta, y
Hurinsaya o parte baja. En cada saya vivía un número variable de ayllus o grupos
familiares.14
La creación de este sistema de organización del territorio ha sido atribuida al
inca Pachacútec (r. 1438-1478); sin embargo sabemos que se trataba de una
práctica mucho más antigua.
La base decimal de la administración[editar]
Para la mejor administración del imperio, era necesario asegurar que todos
trabajaran y cumplieran lo que se les imponía. Con esta finalidad, los incas
crearon una organización decimal que consistía en una escuela de funcionarios,
cada uno de los cuales controlaba el trabajo de diez que estaban bajo su
inmediata autoridad:1516

 El Purec o jefe de familia (la base de la sociedad).


 El Chunca-camayoc, encargado de una Chunca, es decir, el conjunto de diez
familias. Mandaba a diez purecs y estaba encargado del censo de las
personas correspondientes a su jurisdicción, distribuirles tierras y dirigirlos en
el trabajo.
 El Pachaca-camayoc, funcionario al parecer equivalente al curaca, que
controlaba una Pachaca o conjunto de cien familias. Estaba encargado de
vigilar a los chunca-camayocs en el cumplimiento de sus obligaciones y revisar
las decisiones que hubiesen tomado en asuntos de su jurisdicción.
 El Huaranga-camayoc, a cargo de una Huaranga o conjunto de mil familias.
Supervigilaba a los pachaca-camayocs; especialmente debía cuidar la
exactitud de los registros censales y la equidad de la distribución de tierras,
para evitar que aquellos aprovechasen su autoridad en perjuicio del bienestar
del pueblo.
 El Huno-camayoc, al mando de un Huno o conjunto de diez mil familias,
amplitud que hace pensar en una confederación tribal estabilizada por la
autoridad del Inca. Supervigilaba a los huaranga-camayocs. Conservaba los
registros censales y de acuerdo con ellos dirigía la política agraria y los
trabajos artesanales. Se hallaba subordinado al Tucuirícuc y al Suyuyuc Apu.
El sistema vial y el transporte[editar]
Los Incas se preocuparon por tener buenas vías de comunicación y por ello
construyeron a lo largo y ancho de sus dominios una vasta y compleja red de
caminos. Estos tenían la función de integrar y unificar el Imperio.17
Qhapaq Ñan o camino real[editar]
Artículo principal: Red vial del Tahuantinsuyo

Sistema de caminos del imperio incaico.


El Qhapaq Ñan o Camino Real es el más imponente ejemplo de la ingeniería civil
incaica. Tiene una longitud de 5200 km y servía de enlace a una red articulada de
caminos e infraestructuras de más de 20 000 km, construidas a lo largo de dos
milenios de culturas andinas precedentes a los incas. Todo este sistema de
caminos recorría, superando los potenciales obstáculos de los candentes
desiertos, de la escabrosidad de las montañas, los zigzag de las quebradas, las
correntadas de los ríos, vinculando diversos núcleos productivos, administrativos y
ceremoniales cuyo centro era la ciudad del Cuzco, donde, como en la Roma
antigua, todos los caminos confluían.18
El Qhapaq Ñan se dividía en dos ramales longitudinales: el camino de la costa y el
camino de la sierra. Comunicaba localidades tan distantes como Quito, al norte,
y Tucumán, al sur. Los cronistas españoles alabaron su extensión, trazado,
anchura y calidad, sobre todo por el esfuerzo que significó su construcción en
medios tan agrestes como los Andes y los desiertos costeros; tanto así que lo
compararon con la red vial del Imperio romano.19 La red vial incaica facilitó la
conquista española, según lo aseveran los entendidos.
En el 2014, la Unesco proclamó al Qhapaq Ñan como Patrimonio de la
Humanidad.20
Los puentes[editar]

Puente colgante de Q'eswachaca construido según


la antigua técnica inca.
Para cruzar ríos, salvar quebradas o desfiladeros, los incas construyeron
ingeniosos puentes. Existieron tres clases de estos:21

 Los puentes de piedra o puentes fijos, que se construían en medio de ríos de


poco caudal o quebradas angostas.
 Los puentes colgantes, fabricados de resistentes fibras de maguey, que
soportaban el peso de hombres y animales de carga.
 Los puentes flotantes o de oroyas, constituidos por grandes cestos o balsas
sujetas con gruesas sogas, que se extendían de una orilla a otra, donde los
cabos se sujetaban a peñascos o pilares. Para cruzar el río el viajante se subía
a la balsa y tiraba de la soga, hasta llegar a la otra orilla.
Los tambos[editar]
Un tambo era una construcción que servía de depósito de alimentos, vestidos,
herramientas y armas, que los incas hicieron construir a lo largo de los caminos
que cruzaban el imperio, a fin de que allí pudiesen descansar y reparar sus
fuerzas los funcionarios, los ejércitos en campaña y aun el mismo Inca con su
séquito. Los viajeros particulares no podían participar de estos beneficios pues
estos estaban obligados a llevar alimentos de su propia tierra. Había tambos aún
en los lugares desiertos y cuando estaban cerca de algún pueblo tenían por objeto
evitar que el paso del ejército y los funcionarios no aumentara la carga tributaria al
mismo. Los españoles admiraron este sistema y lo aprovecharon.2223
Los chasquis[editar]
Para llevar las órdenes y disposiciones del Inca a todos los confines del Imperio en
la menor brevedad posible, existió un sistema de correo de postas denominado de
los chasquis. Estos eran jóvenes corredores apostados en los caminos y que se
cobijaban en chozas. Cada puesto estaba a unos 1.5 km del otro, pues decían que
aquello era lo que un joven podía correr con ligereza, sin cansarse. Cuando el
encargado de llevar el mensaje llegaba al puesto en donde terminaba, anunciaba
su llegada por medio de un pututo (trompeta hecha de concha marina), saliendo a
su encuentro otro mozo, que escuchaba el mensaje dos y tres veces, hasta
memorizarlo exactamente y, a su turno, salía a la carrera para transmitirlo al
próximo puesto. Por ello el mensaje debía ser corto, concreto y muy simple para
evitar que se olvidasen. Otras noticias se transmitían por quipus o hilos con nudos,
sistema mnemotécnico cuyo significado solo lo podían descifrar las personas
entendidas. De ese modo, se llevaba a cabo una gigantesca carrera de postas que
permitía que las órdenes, noticias, mercaderías, etc., llegara a su destino con
bastante rapidez. Se asegura que así se conocían en Cuzco las noticias de Chile o
Quito solo en el término de 15 días y aún menos; y que el Inca recibía en su
palacio cuzqueño pescado fresco desde la costa.2223
Organización militar[editar]
Véase también: Ejército del Imperio incaico

Manco Inca fue el primer guerrero inca en adoptar


la técnica militar de los hispanos (espadas, corazas de hierro y caballos de
guerra).
Los incas formaron un ejército fuerte acorde con las necesidades de su Estado
expansionista. Se dividía en grupos de guerreros profesionales y soldados
reclutados especialmente para cada campaña, y basaba su poder en la cantidad
de hombres, la eficiente logística, la férrea disciplina y moral de combate, y la
construcción de fortalezas militares. Las acciones bélicas guardaban un carácter
religioso.
El Estado Incaico planificó tanto las conquistas de pueblos vecinos como la
defensa del territorio propio. Su base fue un ejército bien dotado, una red de
caminos que facilitaban su desplazamiento y la construcción de grandes fortalezas
que cumplían como principal función la disuasión de posibles ataques y su
contención, si se producían.
Instrucción premilitar[editar]
Todos los hombres eran preparados para la guerra desde muy jóvenes. Entre los
10 y 18 años eran entrenados en el manejo de las armas y la lucha cuerpo a
cuerpo. Todo ello se complementaba con otras actividades físicas, como trepar
cerros y cruzar ríos. Aprendían también a espiar al enemigo, a imitar el grito de los
animales y enviar mensajes con señales de humo y el sonido de un tambor.24
Toda esta instrucción la recibían los muchachos como parte de su educación
tradicional; en períodos de conflicto, la preparación se realizaba en las fortalezas
militares.
El ejército[editar]
Todos los hombres entre los 25 y los 50 años estaban obligados a servir en
el ejército. Cada provincia del imperio debía aportar una cuota de reclutas según
su población, los que servían por riguroso turno e iban comandados por sus
respectivos jefes, no siendo mezclados, sino que permanecían bajo el mismo
comando.
La mayor parte de los soldados eran campesinos (solo la guardia del Inca reinante
estaba compuesta por combatientes de oficio, casi todos de origen noble).
El servicio de armas, uniforme y rancho, estaba admirablemente organizado. De
trecho en trecho en los principales caminos que recorrían, se aprovisionaban en
los tambos que hacían las veces de verdaderos cuarteles de abastecimiento y
nada tenían que sacar de los pueblos ni exigir provisiones a sus habitantes.
La jerarquía[editar]
Las tropas estaban divididos en grupos de 10, 100 y 1000 soldados o aucarunas,
cada una de las cuales estaban mandada por el chuncacamayoc,
el pachacacamayoc y el huarangacamayoc, respectivamente. El jefe supremo del
ejército era el Inca, pero el jefe ejecutivo era un pariente más cercano de su entera
confianza, su príncipe heredero o cualquier otro príncipe; era llamado
el Apuquispay, cuyo nombre sugiere el modo de impartir órdenes mediante una
trompeta. También eran altos jefes los hermanos, tíos y otros parientes cercanos
del Inca que tuviesen grandes condiciones guerreras, incluidas la valentía y la
habilidad.25
Armas ofensivas y defensivas[editar]
 Armas ofensivas: Preferentemente utilizaron la maza o huactana, hecha de
madera o metal de una sola pieza; y la porra o champi, confeccionada con una
piedra o metal en forma de estrella encajada en un palo. También usaron el
hacha o chictana, la lanza o chuqui, la honda o huaraca, la estólica (propulsor,
lanzadardos o átlatl), el arco y flecha, entre otras. Usaron también las galgas,
que eran grandes piedras que colocaban en el borde de una ladera, y que
echaban a rodar para que causara estragos a los que pasaban por la parte
baja.26
 Armas defensivas: Los guerreros vestían túnicas de algodón reforzado y
cascos de madera o de cañas entretejidas con hilos de lana. También se
cubrían la espalda con placas de madera, y llevaban escudos del mismo
material, a veces reforzados con piel de venado.27
Fortalezas[editar]
En sitios estratégicos, los incas hicieron construir grandes fortalezas. Dichas
fortalezas eran de diversos tipos, pero por lo general se alzaban sobre eminencias
de terreno, salvando las gradientes por rampas y muros defensivos, siendo
coronadas por torreones. Casi siempre ocupaban lugares inexpugnables por sus
tres lados, siendo el lado de acceso defendido por muros y almenas.28
Métodos de lucha[editar]
Pese a contar con un ejército formidable, los incas intentaban primeramente el
sometimiento voluntario y pacífico del pueblo que querían conquistar. Previamente
enviaban embajadas con ricos presentes, con lo que buscaban demostrar a dicho
pueblo todas las ventajas que sacarían si aceptaban la dominación inca. Si este
ofrecimiento era rechazado, entonces entraba en acción el ejército. Para tal efecto,
aislaban al enemigo y luego procedían al ataque. Lo iniciaban lanzando proyectiles
con sus hondas, estólicas y arcos; luego venía el combate cuerpo a cuerpo, en el
cual los incas eran expertos. Estos entraban en batalla dando terribles alaridos y
usaban con destreza sus mazas, hachas, lanzas y porras.29
Organización social[editar]
El Aillu[editar]
Artículo principal: Aillu
La base de la organización social del Tahuantinsuyo estuvo en el Aillu, palabra de
origen quechua y aimara que significa, entre otras cosas: comunidad, linaje,
genealogía, casta, género, parentesco. Puede definirse al aillu como el conjunto
de descendientes de un antepasado común, real o supuesto que trabajan la tierra
en forma colectiva y con un espíritu solidario.
En el Imperio todo se hacía por ayllus: el trabajo comunal de las tierras (tanto las
del pueblo mismo como las del Estado); las grandes obras públicas (caminos,
puentes, templos); el servicio militar y otras actividades.
El jefe del aillu o curaca era el anciano más recto y sabio, asesorado por un grupo
de ancianos. Sin embargo, cuando el peligro amenazaba, el mando militar lo
ejercía un sinchi, guerrero aguerrido y prudente, elegido entre los más fuertes del
aillu.
Clases sociales[editar]
El Inca Pachacútec y su hijo, el príncipe
heredero Túpac Yupanqui (dibujo de Martín de Murúa).
La sociedad en el Incanato estuvo organizada a base de clases sociales. Existían
dos clases muy diferenciadas: la Nobleza y el Pueblo. En cada una de estas
clases había diversos niveles.30

 Nobleza:
o La realeza o la corte imperial, conformada por el Inca (el monarca o rey),
la Coya (esposa principal del Inca) y los príncipes legítimos o auquis.31
o Nobleza de Sangre, conformada por los descendientes de cada Inca,
quienes integraban los ayllus reales o panacas. Ejercían las más altas
funciones, como funcionarios imperiales, gobernadores, generales, sumos
sacerdotes, etc.32
o Nobleza de Privilegio, cuyos miembros no pertenecían a la familia real,
sino que eran nacidos del pueblo, pero que por sus grandes servicios
prestados al Estado (en las guerras, en el culto religioso, en las obras
públicas, etc.) habían alcanzado tal jerarquía. Tal era el caso de los jefes
militares, los sacerdotes y las acllas o escogidas.32
o Nobleza de las nacionalidades derrotadas, es decir, los curacas y sus
parentelas que conformaban la aristocracia regional y local.33

 Pueblo:
o Los artesanos, es decir, los que hacían trabajos artesanales: los orfebres,
plateros, tejedores, olleros, chicheros, carpinteros, ojoteros. Los más
reputados eran los orfebres y plateros de la costa (como los chimúes), así
como los tejedores de tejidos finos de la región del Collao
(cumbicamayocs).34
o Los mercaderes, que era una clase muy especial dentro las poblaciones
costeras, que se ocupaban del trueque y del intercambio. Tal es el caso de
los tratantes o comerciantes chinchanos y los del extremo norte del imperio
(costa del actual Ecuador), donde eran conocidos como mindalás. Fueron
los españoles quienes le dieron el nombre de “mercaderes”, concepto
ajeno a la mentalidad indígena, que desconocía el uso de la moneda.35
Controlaban el comercio del spondylus, estaban exonerados de los
trabajos comunales y públicos, aunque tributaban en especie tanto a su
curaca como al Estado imperial.36
o Los hatunrunas, que quiere decir hombres grandes, conformaban la gran
masa del pueblo que se dedicaba a las labores agrícolas y pastoriles,
aunque también prestaban su trabajo en las obras públicas. Vivían
agrupados formando parte de los ayllus. De entre ellos se elegían a los
soldados, a los mitmas y a los yanas. Eran los verdaderos sustentadores
del imperio.37
o Los pescadores, vivían a lo largo del litoral, en pueblos separados de las
aldeas campesinas y sin poseer tierras de cultivo, formando una clase
social distinta. No solo pescaban, sino que cazaban aves y cosechaban
eneas que usaban como materia prima para sus embarcaciones y chozas.
Salaban los pescados y los intercambiaban con otros productos.38
o Los mitmas o mitmaqkunas, llamados también mitimaes, eran aquellos
pobladores quechuas enviados a colonizar los nuevos territorios
conquistados y formar así una barrera contra las poblaciones fronterizas
todavía no dominadas por los Incas. Había otro tipo de mitmas, los de las
etnias sometidas, que como castigo a su rebeldía, eran enviados a zonas
distantes de su lugar de origen, para ser sometidos a vigilancia. Este último
tipo de mitimaes aumentó en los años inmediatamente anteriores a la
conquista española.3940
o Los yanas, eran prisioneros de guerra o bien solo simples individuos
desarraigados de sus ayllus por capricho del Inca o del curaca para ejercer
como siervos, en tareas domésticas, agrarias y pastoriles. El Inca solía
donar yanacunas a los altos dignatarios, a los jefes guerreros y a los
curacas. El estatus del yanacuna era de por vida y lo transmitía a sus
descendientes. De acuerdo a quien sirviera recibía diversos nombres.
Cuando lo hacían en beneficio de personas o familias, se los llamaba
yanas o yanacunas; cuando estaban al servicio del Inca y del Estados, se
los denominaba yanayacos o yanayacocunas.41
o Las mamaconas o acllas, mujeres que desde temprana edad eran
reclutadas de todo el imperio para ser internadas en los acllahuasis. Allí se
dedicaban a la fabricación de textiles, la preparación de bebidas para los
ritos, y otras labores; algunas eran seleccionadas para convertirse en las
esposas secundarias del Inca o para ser entregadas como premio a los
curacas y jefes principales.42
o Las pampayrunas o mitahuarmis eran mujeres que por mandato del
Estado estaban obligadas a ejercer la prostitución, pero fuera de las
poblaciones, en el campo. Se trataba de mujeres prisioneras, capturadas
en las guerras. Así se pretendía evitar que hubieran violaciones u otro tipo
de acoso de parte de los jóvenes solteros hacia las muchachas o las
mujeres casadas.4344
o Los piñas o pinas, eran prisioneros de guerra, que estaban en el último
escalón de la pirámide social del Imperio. De acuerdo a Waldemar
Espinoza, estaban sometidos a la esclavitud, pero solo al servicio del Inca
y del Estado imperial; no había piñas al servicio de particulares. Se los
destinaba a las plantaciones de coca (cocales) en la ceja de selva, donde
el trabajo era muy extenuante.36 Sin embargo, no se puede considerar
esclavista al Estado inca, pues el número de esos piñas era ínfimo en
comparación con el número total de la población.
Economía[editar]
La economía incaica estaba basada en la previsión y planificación de todas las
etapas del proceso productivo. En el Tahuantinsuyo, nada estaba fuera del control
permanente y directo del Estado, que, haciendo suyas las experiencias
tecnológicas y culturales desarrolladas por las culturas preincas, organizó un
aparato productivo, fundamentalmente agrícola, que dio solución a los problemas
de alimentación, vestido, vivienda y seguridad social de una población cada vez
más numerosa.4
No hay consenso en cuanto al cálculo sobre el número de pobladores que
albergaba el imperio inca a la llegada de los españoles. John Rowe lo calculó en
seis millones; por su parte, Noble David Cook (1981) lo elevó a nueve millones.
Otros investigadores dan cifras menores.45
El trabajo[editar]

Existía una obligación entre la población


circundante de dar mantenimiento a la infraestructura vial del imperio. En la foto,
pobladores en el ritual de renovación del Puente Q'eswachaca, ritual que se
mantiene desde la época incaica hasta la actualidad.
El trabajo era considerado como una función social de la que no podía eximirse
ningún individuo; era pues obligatorio. Todos los habitantes del Imperio, hombres y
mujeres, debían trabajar, pero no era igual para todos sino que se asignaba a
cada individuo según sus capacidades. A nadie se le exigía más de lo que podía
dar; así, el niño trabajaba mucho menos que el joven y este menos que el adulto,
edad en la que se exigía el máximo esfuerzo, descendiendo después la exigencia
a medida que iba ascendiendo la edad.46
El trabajo era colectivo, pues siempre lo hacían con la intervención de todos los
miembros de la comunidad o aillu, los mismos que se ayudaban mutuamente unos
a otros. Modalidades de trabajo comunitario eran la mita, el ayni y la minca.47

 El ayni.- Consistía en la ayuda mutua o recíproca que se prestaban las


familias que componían el aillu, principalmente en las labores del campo.
Cuando un miembro del aillu no podía labrar su parcela, venía otro a ayudarle
en esa labor; luego aquel devolvía el favor de similar manera.
 La minca.- Consistía en el trabajo en masa que realizaban los ayllus para
cultivar las tierras del Inca y del Sol o cuidar sus rebaños. El Inca y los
sacerdotes les proporcionaban todo lo necesario: herramientas, vestidos,
bebidas, etc.
 La mita.- Era el trabajo obligatorio y por turno que debían prestar por tres
meses al año los varones de 25 a 50 años de edad en las grandes obras
públicas: caminos, puentes, templos, palacios, fortalezas, el laboreo de las
minas, el cultivo de la coca, el servicio militar, y también servicios como el de
los chasquis y el de la guardianía de los puentes.
Agricultura[editar]
Artículo principal: Agricultura incaica

Fueron más de 200 las variedades de papas


cultivadas, que constituyen el mayor aporte de los pueblos andinos a la
alimentación mundial.
Los incas se valieron de varias técnicas para ganar terrenos de cultivo
(andenes, camellones, hoyas, pozas secas), así como usaron y ampliaron los
sistemas de riego heredados de las culturas preincaicas (acueductos y canales).
Todo ello se amplía en la sección de Tecnología agrícola.
Se estima que los incas cultivaron más de ochenta especies vegetales, entre ellas
especies alimenticias como la papa, el camote, el maíz, el olluco, la oca, la quinua,
el ají, el tomate, el maní, el pallar, la palta, la yuca y el frijol. Es de destacar la
papa, cuya domesticación ha sido el gran aporte de la civilización andina para la
alimentación mundial. Cultivaron más de 200 variedades de papa. Se las
consumía sancochadas, con cáscara y todo, y también se las sometía a procesos
de conservación, obteniendo la papaseca y el chuño.48
El maíz, domesticado en el Antiguo Perú de manera independiente con respecto a
México, fue también la base de la alimentación y era comido en muy variadas
formas: tostado (cancha), sancochado (mote) y en una especie de pan
llamado tanta. Sus hojas eran consumidas como legumbres y de sus granos
hacían también la famosa chicha o acja, la bebida preferida del Imperio.49
Cultivaron también plantas industriales como el algodón y el magüey. Del algodón
hicieron tejidos. Del maguey aprovecharon sus fibras para hacer sogas resistentes
y calzados. Otras plantas cultivadas fueron la tabaco (sairi) y coca (cuca) para uso
ritual y medicinal.
De acuerdo a los cronistas, las tierras del Imperio se dividían en tres sectores:50

 Tierras del Sol, destinadas a la obtención del alimento necesario para la


ofrenda de los dioses y para el sustento de la clase sacerdotal encargada del
culto.
 Tierras del Inca o del Estado, destinadas a proporcionar alimento al Inca, su
familia, la nobleza y los funcionarios. De estas tierras se sacaba también
alimento para la gente que trabajaba al servicio del Inca, para los ejércitos en
campaña y para ayudar a los pueblos que por alguna catástrofe perdían sus
cosechas. Estos alimentos se guardaban en los graneros. Tanto las tierras del
Sol como las del Inca eran trabajadas en comunidad por el pueblo.
 Tierras de las comunidades, eran de mayor extensión destinadas a
los ayllus para que obtuvieran su sustento. Cada año se hacía el reparto de
estas tierras entre los hombres y mujeres aptos para realizar las labores
agrícolas. Cada hombre casado recibía un tupu (o topo), otro por cada hijo
varón y medio tupu por cada hija mujer. De acuerdo a las informaciones del
Inca Garcilaso, un tupu era igual a una fanegada y media (2880 m²) y
representaba una extensión de tierra donde se podía sembrar un quintal de
maíz (46 kg).51 En realidad, según la opinión de Baudin, un tupu era el lote de
terreno necesario para cultivar lo suficiente para una familia sin niños. Su
extensión debía variar según la clase de tierra.
Sin embargo, el sistema de propiedad de la tierra era mucho más complejo. Había
también tierras que eran de propiedad de los ayllus reales y de las panacas; otras
que eran destinadas para sustentar a las huacas en el mantenimiento de su culto;
otras que estaban en posesión de los curacas regionales o locales.5253
Ganadería[editar]
Artículo principal: Ganadería incaica

Los camélidos fueron un recurso esencial del


Tahuantinsuyu. El Estado inca se preocupó de abastecerse tanto de la carne
como de la fibra de estos animales.
La ganadería, a diferencia de la agricultura, fue menos favorecida. Esto se debió a
la escasa fauna andina. Aun así, constituyó la única ganadería existente en la
América precolombina, constituida por los dos camélidos sudamericanos
domesticados: la llama y la alpaca, de los que aprovechaban tanto su carne para
alimento, como su fibra o lana para sus vestimentas. La llama también fue
utilizada como medio de transporte de carga. Aprovecharon también la carne y la
lana de la vicuña y el guanaco (camélidos salvajes), para lo cual organizaban
cacerías llamadas chacos o chakus.54 A los camélidos sudamericanos se les llama
también auquénidos, término erróneo que no debe usarse,
pues auchenia corresponde científicamente a un grupo de insectos de la familia de
los Curculiónidos (gorgojos).
Criaron también el cuy, roedor andino que hasta hoy es la base de muchos potajes
de la gastronomía andina. Se los alimentaba con las hojas de las mazorcas de
maíz (panca) y hierbas. Se aprovechaba también una especie de cuy silvestre,
llamado cari.55 En la costa se criaba una especie de pato, hoy ya extinguido;
también se consumía la carne de perro, especialmente entre los huancas.56
La ganadería se relacionaba estrechamente con la agricultura. Los incas no
concebían una sin la existencia de otra. Al igual que la agricultura, la ganadería
estaba distribuida entre el Sol, el Inca, la nobleza y el pueblo.
Pesca[editar]
Los habitantes de las costas del Pacífico y de las riberas del lago Titicaca se
dedicaban a la pesca. De ella obtenían alimento, material para fabricar objetos
como peines, agujas y abono para la tierra. Para pescar usaban anzuelos, redes,
canastas y arpones. En la costa usaban desde remotos tiempos el
famoso caballito de totora, que era un haz de juncos dispuestos en forma de
cigarro, sobre el cual montaba el pescador, que para impulsarse usaba un
pequeño remo. Se dice que esta peculiar embarcación fue trasplantada por orden
del inca Pachacútec a las orillas del lago Titicaca, donde a partir de entonces se
usan las ya tradicionales balsas de totora.
Para la pesca más prolongada usaban balsas de madera impulsadas por una vela
de fibra de algodón, con las que se atrevían a incursionar más adentro del mar.
Comercio y navegación[editar]

La balsa Kon-tiki, expuesta en un museo. Es similar


a las embarcaciones usadas por los incas.
Entre los incas, y en general en todas las culturas andinas, se empleó el comercio
de trueque y el intercambio, que consiste en el cambio que hace un individuo de
los productos que le sobran por otros que, a su vez, necesita. Así, por ejemplo, los
habitantes de la costa intercambiaban sus productos (pescado seco, conchas,
etc.) con el de los habitantes de la sierra (alimentos, lana, etc.).
Había en la costa una clase dedicada exclusivamente al trueque y el intercambio a
larga distancia, a cuyos miembros los españoles les dieron el nombre de
“mercaderes”, concepto ajeno a la mentalidad indígena, que desconocía el uso de
la moneda. Se ha investigado el caso específico de los “mercaderes” o tratantes
de Chincha: sabemos que la administración inca, al conocer que el valle de
Chincha se hallaba tan poblado al punto que no podía satisfacer la alimentación
de todos sus habitantes, decidió dividir a su población económicamente activa en
tres grupos: agricultores, pescadores y “comerciantes”. Estos últimos ascendían a
seis mil. Otros tratantes o “mercaderes” de importancia eran los de la costa del
actual Ecuador. Uno de los productos más preciados del intercambio comercial era
la concha spondylus.57
En sus viajes marítimos, dichos “mercaderes” llegaron a regiones costeras tan
alejadas como Panamá y Costa Rica, y posiblemente hasta las costas del sur de
México.58 Para cubrir esas rutas usaban resistentes balsas de madera impulsadas
a vela; se afirma también que, hacia 1460, el entonces príncipe Túpac
Yupanqui organizó una nutrida expedición de balsas que descubrió unas
misteriosas islas llamadas Auachumbi y Ninachumbi, que se ha querido identificar
con las islas Galápagos, la isla de Pascua e incluso con la lejana Polinesia.59
No existía la moneda; sin embargo, se tiene evidencia de que algunos productos
hacían las veces de moneda, como por ejemplo, el ají, la sal, el maíz, el algodón,
la coca, plumas de aves y conchas marinas. Se mencionan también hachas
pequeñas o tumis. El que vendía recibía en pago cualquiera de estos productos.
Cuando compraba, pagaba a su vez con los referidos productos.
Artes[editar]
Arquitectura y urbanismo[editar]
Artículo principal: Arquitectura incaica

Muros incas del Kusicancha, palacio


de Pachacútec.
Tres fueron las grandes características de la arquitectura inca: solidez, sencillez y
simetría.60 Las construcciones del pueblo fueron rústicas; en cambio, las
realizadas por el Estado inca para las funciones de la administración, la defensa y
el culto fueron complejas y monumentales. Esta arquitectura pública tiene un estilo
altamente funcional que se distingue principalmente por sus técnicas avanzadas
de planificación territorial, y el refinado uso de la piedra. En la costa el material
preferente era el adobe. Se mencionan tres momentos en esta arquitectura: el
ciclópeo o el de las grandes piedras; el poligonal o de las piedras de muchos
ángulos; y el imperial, con sus piedras en forma de sillares rectangulares o
cuadrados. Hasta hoy causa asombro el tamaño de las piedras en algunos
edificios, y el ensamblado de piedras de diferente forma y tamaño (alguna de
hasta de doce ángulos), sin usar argamasa y que encajan tan perfectamente que
entre sus junturas no pasa ni una hoja de papel.61 En cuanto al plano, los edificios
son de base rectangular y de un solo piso; característica netamente inca son los
vanos de forma trapezoidal.62
Los ejemplos más típicos de esta arquitectura se encuentran en la ciudad que fue
la capital de los incas, Cuzco, donde destacan Sacsayhuamán y el Coricancha.
Otros complejos importantes fueron las de Písac, Ollantaytambo y Machu Picchu.
Machu Picchu fue descubierto científicamente en 1911 por el
estadounidense Hiram Bingham; sin embargo, el peruano Agustín Lizárraga ya
había llegado al sitio en 1902, 9 años antes que Bingham. Está ubicada a casi
2400 metros de altura, en la provincia de Urubamba, departamento del Cusco, en
pleno Andes Amazónicos. Se trata de un conjunto de edificaciones, palacios,
torreones (sunturhuasis), miradores, depósitos, lavaderos y terrazas agrícolas, que
se elevan entre las montañas Machu Picchu (sabio que come coca) y Huayna
Picchu (joven que come coca). Es sin duda una de las realizaciones más
impresionantes de la arquitectura e ingeniería a nivel mundial. Pocas obras como
esta muestran tanta armonía con el entorno natural. Fue construido, según
algunas hipótesis en el gobierno del Cápac Inca Pachacútec y Mama Anahuarque,
en el siglo XV.63 Actualmente es uno de los sitios antiguos más importantes del
mundo y el principal destino turístico del Perú. En 1983, fue incluida por
la Unesco en la lista del Patrimonio de la Humanidad.64
Sacsayhuamán, es un extenso complejo arquitectónico situado a menos de un
kilómetro del Cuzco, conformado por tres murallas en zigzag, levantadas
con bloques ciclópeos de granito, que se conservan en muy buen estado.
Actualmente está constituido por tres baluartes de mampostería de piedras
enormes, pero en su momento de esplendor tenía edificaciones mayores y otras
construcciones menores en su cima, que fueron destruidas por los españoles.
Estos desconocían su verdadera función y la llamaron “fortaleza”, es decir, le
atribuyeron una función militar; sabemos ahora que lo más probable es que haya
tenido una función religiosa (templo del Sol) y científica (observatorio
astronómico), y/o administrativa.65
El Coricancha, que significa recinto de oro, era el principal templo del Sol situado
en el Cuzco, que está construida con mampostería de piedra encajada
cuidadosamente sin argamasa (simulando una mazorca de maíz). Interiormente se
dividía en varias habitaciones con hornacinas destinadas a las ofrendas o las
imágenes: la principal estaba dedicada al Sol, con paredes recubiertas con
planchas de oro; y la segunda, dedicada a la Luna, cubierta con planchas de plata;
y otras había para Huiracocha, el trueno y el relámpago, y los dioses de las
provincias sometidas por los incas, aparte de las habitaciones de los sacerdotes y
las mamaconas.66 Sobre sus muros se eleva actualmente el Convento de Santo
Domingo.67
Entre otros templos importantes que se conservan, cabe citar la de la Casa del
Sol en la isla del lago Titicaca; y el templo de las Tres Ventanas en Machu Picchu.
En cuanto a los palacios, se destaca el de las Ñustas, también localizado en
Machu Picchu; el Amarucancha y el Colcampata, en el Cuzco.
También es representativa de la arquitectura inca el complejo de Tambo
Colorado en Pisco y el sector Inca de la Huaca "La Centinela" centro
administrativo de los chinchas en Chincha, ambas en departamento de Ica.
Es de destacar el sentido urbanista que dieron los incas a sus obras públicas. El
plano de sus ciudades estaba basado en un sistema de avenidas que convergían
en una plaza abierta rodeada de edificios administrativos y religiosos. Además,
supieron convertir en habitables terrenos naturalmente inhóspitos, cuando en
Europa no existía nada que se le equiparara, pues la geografía europea es
benigna para la habitabilidad del hombre (ni las montañas, ni los bosques, ni la
altitud de los terrenos alcanzan las dimensiones que el antiguo hombre peruano
tuvo que vencer para realizar sus proezas de arquitectura y urbanismo). El
ordenamiento territorial y urbano obedecían a una planificación y a un
razonamiento lógico que hasta el día de hoy puede observarse en los restos
arqueológicos. Mientras tanto en la España de su apogeo mundial (siglo XVI) no
era posible ver el final de una calle, sin que se atravesaran otras. El ordenamiento
urbano llamado "moderno" no llegaría a Europa sino varios siglos después.
Otros logros destacables incluyen la construcción de puentes colgantes a base de
sogas (algunos de casi cien metros de longitud), los extensos caminos
empedrados que comunican la variada geografía andina, los canales de regadío y
acueductos.
Vista panorámica de Machu Picchu, obra arquitectónica más famosa de la
civilización incaica.
Escultura[editar]
Artículo principal: Escultura incaica

Piedra de Saywite.
Conopa incaica, con figura de camélido.
En escultura, los incas hicieron muchos trabajos bien elaborados. En su mayoría
fueron hechos en piedra, pero también lo hicieron en metales como el oro y plata,
así como en madera. Representaron figuras antropomorfas (humanas), zoomorfas
(animales) y fitomorfas (vegetales), de diversos tamaños, desde miniaturas hasta
representaciones en tamaño real. Existe también alguna representación
monumental, como la del felino de Qenko.68
Algunas representaciones escultóricas están talladas sobre la roca madre (como
en Machu Picchu) o sobre grandes piedras (Saywite); es decir se hallan asociadas
a las grandes construcciones arquitectónicas. En algunos casos se ven
representaciones de cerros, escalas y acueductos, de posible simbolismo ritual.69
En estatuaria, se mencionan estatuas de los incas de tamaño natural,
llamadas guaoquis; así como una presumible representación del dios Viracocha,
hecha en piedra, que se hallaba en el templo de Cacha, de la cual se conserva su
cabeza en el Museo de América (Madrid), mientras que el resto del cuerpo está en
el Cuzco.70 De hecho, no existen más estatuas conservadas, pues sin duda fueron
destruidas por los españoles al considerarlas ligadas a la idolatría.
Otras piezas escultóricas son de pequeño tamaño, de uso ritual:69

 Los ulltis, representaciones de camélidos, algunas de las cuales son figuras de


alpacas lanudas con un receptáculo para colocar sebo.
 Los illas o conopas, piezas que representan heredades, ganados y
sementeras.
Cerámica[editar]
Artículo principal: Cerámica incaica

Aríbalos incaicos. Museo Arqueológico Rafael

Larco Herrera. Quero escultórico, representando


una cabeza felínica. Museo de América.
Se pueden distinguir dos tipos de cerámicas, la utilitaria y la ceremonial. La
cerámica utilitaria era la de uso doméstico, por lo general hecho de manera simple
y tosca. La cerámica ceremonial, mucho más elaborada y decorada, era enterrada
con los difuntos, rebosantes de alimentos o bebidas que, de acuerdo a la creencia
inca, debían servir a los muertos en su camino hacia el otro mundo. Son estos
ejemplares ceremoniales los que se conservan en los museos y por eso lucen en
perfecto estado.71
La cerámica inca se caracteriza por sus superficies pulidas, su fina decoración
pictórica de tendencia geométrica y el uso de los colores amarillo, negro, blanco,
rojo y anaranjado. Solían pintar rombos, líneas, círculos, animales y frutos
estilizados, así como plantas y flores.72
Ejemplares típicos de la cerámica inca son el aríbalo o puyñun (cántaro), el pucu
(plato de asa) y el quero (vaso).73 El más conocido es el aríbalo, nombre que le
dieron los españoles por su lejano parecido con las ánforas griegas. Era usado
para guardar chicha o agua. Su tamaño variaba; había algunos que medían metro
y medio de altura, y otros mucho más pequeños, para uso personal. Su superficie
estaba decorada con motivos geométricos.72
Especial mención requiere el quero o vaso ceremonial, que si bien los había de
cerámica, por lo general eran de madera de chonta. Se distinguen dos formas de
quero: el de forma campanular (como la de un vaso típico, con la boca más ancha
que la base) y el de forma escultórica (que por lo general adopta la forma de una
cabeza humana o la de un felino).74 Existen queros que tienen decoraciones
labradas, como aquel que representa una serpiente enroscada. Otros queros
están decorados con dibujos y diseños pintados con variedad de colores, pero por
su estilo se considera que son de la época colonial. Los propiamente de la época
inca serían los queros escultóricos o labrados.75
El prestigio alcanzado por la cerámica inca hizo que en muchos lugares
conquistados se copiara sus formas y decoraciones. Generalmente se producía
una mezcla de los estilos locales con el estilo inca, y se encuentran piezas chimú-
inca, chancay-inca, etc. Cuando llegaron los españoles, la alfarería inca perdió su
función mágica y ceremonial y se volvió utilitaria.
Pintura[editar]
Artículo principal: Pintura incaica
La pintura como arte fue ampliamente practicada por los incas, aunque sin
alcanzar los niveles de las culturas preincaicas, como la nasca y la moche.
Esta expresión artística fue realizada principalmente sobre murales y mantos, de
los cuales solo se conservan algunas trazas.

 Los murales pintados.- Las decoraciones pictóricas se hacían sobre paredes


enlucidas empleando pintura al temple. Se daba especialmente en las
edificaciones de adobe de la costa, como
en Paramonga, Pachacámac y Tambo Colorado. Hay que distinguir entre
paredes pintadas de uno o varios colores y los murales con diseños o motivos
representando escenas diversas.76 El Inca Garcilaso de la Vega menciona
también una antigua pintura mural incaica que representaba a dos cóndores y
que en sus días todavía se podía ver en una peña altísima en las afueras del
Cuzco. Según el mismo cronista, su ejecución habría sido ordenada por el
inca Viracocha, en conmemoración de su victoria sobre los chancas.77
 Los mantos pintados.- Esta técnica aplicada sobre telas de algodón era
propia de toda la costa, con mayor énfasis en el norte. Todavía por los años de
1570 a 1577 existían artistas especializados en el arte de pintar mantos que
ejercían su oficio trasladándose de un lugar u otro; estos artesanos pedían
licencia ante el oidor para usar de su arte e ir libremente por los valles sin ser
estorbados. En los museos y colecciones privadas se pueden apreciar estos
mantos, empleados quizá para cubrir paredes desnudas o servir de vestimenta
a los señores importantes.
Otras muestras de este arte serían las tablas y telas pintadas con escenas
históricas y guardadas en Puquincancha (Cuzco), según testimonio del
cronista Pedro Sarmiento de Gamboa, pero de las que ya no quedan ningún
ejemplo conservado.76
También es de destacar la pintura como complemento ornamental de las piezas
de cerámica y de otras artesanías, como la realizada sobre los aríbalos (cántaros)
y los queros (vasos ceremoniales). En un segundo plano estarían la decoración de
los escudos militares, a manera de figuras heráldicas, según la información de
algunos cronistas.78
Otro renglón dentro del arte pictórico fue la realización de una suerte de mapas
pintados que representaban un lugar o una región. El cronista Juan de
Betanzos cuenta que después de la victoria sobre los chancas obtenida por el
príncipe Cusi Yupanqui, los dignatarios cusqueños fueron al encuentro de este
para ofrecerle la borla y lo encontraron pintando los cambios que pensaba
introducir en el Cuzco. Esta práctica estaría confirmada por una afirmación en un
juicio sostenido por las etnias de Canta y de Chaclla en 1558-1570. Uno de los
litigantes presentó ante la Real Audiencia de Lima los dibujos de su valle
indicando sus reclamos territoriales, mientras los segundos exhibieron una
maqueta de barro de todo el valle. Pedro Sarmiento de Gamboa decía que al
conquistar un valle se hacía una maqueta y se le presentaba al Inca.
Orfebrería y platería[editar]

Estatuillas de oro y plata.


Los incas utilizaron los metales preciosos (oro y plata) para labrar bellos objetos
de orfebrería y platería. En realidad, quienes realizaban estas obras artísticas eran
los pueblos sometidos, como los chimúes y los ichmas, cuyos orfebres fueron
trasladados al Cuzco para ejercitar su arte al servicio del Inca. Producían aretes,
orejeras, brazaletes, ajorcas, collares, sortijas, prendedores, tumis rituales, placas,
planchas, efigies de plantas, animales y seres humanos para adornar los templos
y palacios del Cuzco y otras ciudades importantes.79
Los orfebres y plateros formaban una casta especial y tenían ciertos privilegios. El
orfebre era llamado cori camayoc; el platero, collque camayoc.80
Es fama que los conquistadores españoles encontraron cantidades ingentes de
objetos artísticos labrados en oro y plata, como aquellos que fueron ofrecidos para
el rescate del inca Atahualpa y los hallados en el Coricancha; en este último se
hizo famoso un gigantesco disco de oro que era imagen del dios Sol
o Inti (punchau). Sin embargo, todos esos objetos fueron fundidos y transformados
en lingotes para ser repartido entre los captores del Inca y la Corona española.78
Textilería[editar]
Artículo principal: Textilería incaica

Arte textil inca con tocapus. Túnica.


La textilería estuvo muy desarrollada, aunque sin llegar a la belleza desplegada
por algunas culturas preincas costeñas, como la nazca y la paracas.
Los incas conocieron los telares verticales y horizontales con los que crearon
variados tejidos de lana y algodón. Los tejidos finos que se han conservado son
motivo de admiración por su colorido y finura en la confección. Este tejido,
llamado cumbi o cumpi, estaba hecho de lana de vicuña, y cuando se le quería dar
calidad especial o aspecto vistoso, se le mezclaba con hilos de oro, pelos de lana
y murciélago, o se le recubría con plumas multicolores, o se adornaban con
cuentas. Estaba decorado con hermosos dibujos geométricos y naturales
(tocapus). Los elementos decorativos y el color realzaban la fineza y suavidad del
tejido.
También crearon tejidos decorados con plumas de colores vivos, de los que se
conservan bastantes muestras en el ajuar de sus momias.
Debido a la organización clasista de la sociedad inca, los trajes finísimos
estuvieron destinados al Inca y a la nobleza, mientras que las gentes del pueblo
vestían trajes simples y burdos. Pese a ello, los habitantes del Perú antiguo fueron
los mejores vestidos de la América precolombina.
Música y danza[editar]
Los incas conocieron solo los instrumentos musicales de viento. Usaron flautas en
diversas variedades, como las quenas, antaras y otras, así como
los pututos (trompetas hechas de conchas marinas). También instrumentos de
percusión como las tinyas o tambores. La música incaica era de cinco notas
fundamentales, es decir, era pentatónica, en vez de la música de siete notas que
hoy usamos.
Las labores agrícolas se hacían generalmente al son de la música y canto para
darles ritmo y compás. La danza era ejecutada por grandes masas humanas y
tenía preferentemente un carácter religioso. Había danzas totémicas destinadas a
dar culto a los tótems u antepasados epónimos; danzas solemnes como las
realizadas en las grandes fiestas religiosas como el Inti Raymi; danzas dedicadas
a los muertos; danzas en conmemoración de hechos históricos; danzas guerreras
y danzas de alegría (Kashua).
Momificación[editar]
Según Del Busto, se considera a la momificación como un arte porque buscó la
belleza de los reyes incas y de los nobles fallecidos, ya que los incas
consideraban necesaria la conservación de sus cuerpos para asegurar la buena
fortuna a su linaje.81
Cuando el Inca moría, su cuerpo era embalsamado de acuerdo a determinados
ritos. Se usaba una sustancia llamada isura, que se extraía de una planta de la
selva. El cadáver momificado, llamado mallqui, permanecía sentado en el mismo
trono en el que había gobernado, conservando todos los atributos de su dignidad y
recibiendo el homenaje conmovido de sus súbditos, que los consideraban “vivos”.
Cada panaca se encargaba de cuidar a su momia respectiva, dándole los honores
y servicios que habían recibido en vida, y perpetuando su historia. Los mallquis,
trasladados en literas, concurrían a todas las ceremonias que se celebraban en la
plaza del Cuzco y recibían la reverencia del pueblo.82
Cuando llegaron los españoles, todas esas momias reales fueron escondidas.
Según el Inca Garcilaso, Juan Polo de Ondegardo descubrió cinco de ellas, “tres
de reyes y dos de reinas.” Algunas se hallaban en buen estado de conservación.83
Literatura[editar]
Artículo principal: Literatura incaica
Véase también: Poesía incaica
Los cronistas de la conquista y de la colonia han dado fe de la existencia de una
literatura quechua o incaica, que se transmitió de manera oral, siendo su principal
vehículo de transmisión el idioma quechua o runa simi, que los incas impusieron
como lengua oficial en todo el imperio. Se suele dividir en literatura cortesana y
literatura popular.
Literatura cortesana[editar]
Llamada así por haberse realizado en la corte de los Incas, era la literatura oficial y
su ejecución estaba encargada a los amautas o profesores y a
los quipucamayocs o bibliotecarios, que usaban el sistema mnemotécnico de
los quipus o cordones anudados. Tres fueron los géneros principales que
cultivaron: el épico, el didáctico y el dramático.
 El género épico está representada por los poemas que expresaban la
cosmología del mundo andino (mitos de la creación, el diluvio, etc.), así como
las que relataban el origen de los incas (leyendas de los hermanos Ayar, de
Manco Cápac y Mama Ocllo, etc.).
 El género didáctico abarcaba fábulas, apólogos, proverbios y cuentos,
ejemplares de los cuales han sido recogidos modernamente por diversos
estudiosos.
 El género dramático, que a decir del Inca Garcilaso, abarcaba comedias y
tragedias, buscando similes con la cultura occidental.84 En realidad, se trataban
de representaciones teatrales en donde se mezclaban danza, canto y liturgia.
Se afirma que el famoso drama Ollantay, cuya versión escrita data de la época
colonial, tendría un núcleo fundamental de origen incaico y una serie de
interpolaciones posteriores enderezadas a amoldarla al teatro hispano.
Literatura popular[editar]
Es la que surgió espontáneamente en el pueblo y en el campo. Abarca
masivamente el género lírico, es decir, composiciones poéticas que estaban
unidas a la música y la danza, y que por lo general eran entonadas en grandes
masas corales, alternándose hombres y mujeres. Estas manifestaciones formaban
parte del quehacer cotidiano. Funerales, fiestas, nupcias, peleas, guerras, etc.
estaban enmarcados en una ritualización expresada a través del arte. Son dos sus
manifestaciones principales:

 El harawi, canción de diversos tipos (de amor, de arrepentimiento, de alegría,


etc.). Tenía un carácter intimista y estaba a cargo de un aedo,
denominado harawec o haravicu. En la época colonial derivó en el huayno y en
el yaraví.
 El haylli, himno de alegría, se entonaba en las fiestas religiosas o en
celebraciones de triunfos.
Muchas de estas creaciones han llegado a nuestros días de forma diferida,
plasmadas en los trabajos de los primeros cronistas: por ejemplo, el Inca Garcilaso
de la Vega recupera poesía quechua,85 mientras que Felipe Guaman Poma de
Ayala relata el mito de las cinco edades del mundo.
Ciencia y tecnología[editar]
La etnia inca, al igual que otras culturas andinas contemporáneas, no hicieron
grandes aportes a las ciencias y tecnologías. Lo que hicieron fue recoger y
aprovechar todo el legado cultural de civilización andina, que se remonta a Caral,
es decir al 3000 a. C. Al momento de fundarse el imperio inca, las diversas ramas
de las ciencias como la astronomía, las matemáticas y la medicina, así como las
variadas tecnologías aplicadas en la agricultura, la hidráulica y la arquitectura, ya
estaban inventadas, experimentadas y desarrolladas hasta su máxima perfección.
El mérito de los incas fue aprovechar costumbres, conocimientos y técnicas
milenarias, haciendo alguna que otra contribución, y luego, con ese sustento, crear
un Estado imperial cuyo fin era la unificación del mundo andino, pero cuya
consolidación definitiva se vio truncada por la invasión española.86
Hay que señalar además que lo que llamamos conocimientos científicos en el
Perú antiguo corresponden en realidad a una etapa precientífica, por la que
también pasaron otras grandes civilizaciones del mundo. Se trataba de saberes
empíricos, que se consolidaron a través de milenios de experiencia, y que tuvieron
un carácter eminentemente práctico. No hay evidencia que alguna vez el hombre
del Perú prehispánico haya hecho reflexiones teóricas ni formulaciones
matemáticas. Es de destacar también que en todos los dominios de la ciencia y
técnica se inmiscuía la magia y la religión. Es solo con la revolución científica
ocurrida en Europa a partir del siglo XVII que se puede hablar con propiedad de un
desarrollo científico en el mundo.87
Medicina[editar]

Cráneos incas con señales evidentes de


trepanación. Obsérvese el crecimiento del tejido óseo alrededor del corte, lo que
indica que el paciente sobrevivió a la operación.
La medicina que se practicó en el incanato, estaba íntimamente ligada a la
religión. El doctor Hermilio Valdizán ha determinado una serie de enfermedades
que conocieron los incas y los tratamientos que aplicaron a cada una de ellas. Los
curanderos o médicos incaicos se llamaban hampi camayocs.88
Los incas llegaron a realizar intervenciones quirúrgicas, como trepanaciones, con
el propósito de eliminar fragmentos de huesos o armas, que quedaban incrustadas
en el cráneo, luego de accidentes o enfrentamientos bélicos. Algo que ya hacían,
siglos atrás, los paracas. Uno de los instrumentos utilizados en la cirugía incaica,
fue el tumi o cuchillo de metal en forma de "T". Se desconoce que es lo que
utilizaban como anestesia, aunque algunos suponen que se usaba la coca.
También usaron gasas y vendas.
El Inca Garcilaso de la Vega asegura que efectuaban la sangría para curar
diversas dolencias, así como que usaban purgantes y vomitivos para la expulsión
de parásitos y otros humores.89
Su farmacopea contaba con numerosas hierbas medicinales y plantas
alucinógenas, de la costa, sierra y selva.90 Particularmente muy estimadas fueron
las hojas de la coca y el tabaco. También usaron medicinas de origen animal
(como el sebo) y mineral.
En muchos lugares del Perú todavía existe la figura del curandero y el hierbero,
que siguen utilizando los tratamientos heredados de la época prehispánica, a base
de hierbas y otros productos, lo que constituye la llamada medicina folklórica.
Lamentablemente, en la mayoría de los casos se trata de una herencia ya borrosa
y lejana de los grandes conocimientos del pasado, atenuados y mermados por la
Conquista española, la llamada "extirpación de idolatrías" católica. Las épocas
colonial y republicana continuaron este desarrollo de la destrucción cultural y
progresiva eliminación de los conocimientos ancestrales.
Matemáticas[editar]
Conocieron el sistema decimal, que lo aplicaron a la estadística de los quipus y a
la organización. También tuvieron grandes conocimientos de agrimensura, es
decir, la medición de tierras. En el arte de construir debieron también aplicarse
conocimientos científicos, si se tiene en cuenta los imponentes y bien
ensamblados que son algunos edificios, como Sacsayhuamán y Machu Picchu,
que indudablemente requirieron de una cuidadosa programación y cálculos físicos
y matemáticos.
Astronomía[editar]

Intihuatana en Machu Picchu.


La astronomía mereció especial atención porque se relacionaba con las labores
agrícolas y su división se marcaba con una fiesta especial. Observaron
pacientemente al Sol y determinaron los solsticios y los equinoccios. Para tal
efecto utilizaron columnas de piedra levantadas en las partes altas del Cuzco. Al
observatorio solar llamaron Intihuatana (quechua: inti watana, “donde se amarra al
Sol”), que consistía en una columna de piedra levantada sobre un círculo de este
material, que se hallaba en algunos lugares destacados, tales como los patios de
los templos o edificios religiosos, y siempre expuestos a la proyección de la luz
solar.
El año estaba dividido en 12 lunas de 30 días cada una, más una serie de días
complementarios. A cada luna o mes le correspondían festividades religiosas
acompañadas de ceremonias específicas. Según Guaman Poma de Ayala,
el calendario de ceremonias y festividades se dividía de la siguiente manera:
 Enero: Huchuy Pocoy
 Febrero: Hatun Pocoy
 Marzo: Pachapucuy
 Abril: Inca Raymi Quilla
 Mayo: Amoray Quilla
 Junio: Inti Raymi
 Julio: Chacraconacuy
 Agosto: Chacrayapuy Quilla
 Septiembre: Coya Raymi
 Octubre: Uma Raymi Quilla
 Noviembre: Aya Marcay Quilla
 Diciembre: Cápac Inti Raymi
Geografía[editar]
Tuvieron amplios conocimientos de geografía y a base de ellos dividieron el
Imperio en cuatro suyos.91 Sabían perfectamente cuál era la naturaleza física del
territorio que dominaban y lo plasmaron en mapas en relieve, elaborados de
arcilla, marcando todos los accidentes geográficos.92
Diferenciaron las diversas regiones naturales y la clasificaron según la altitud. A la
costa la llamaron Yunga. A la sierra la dividieron en cuatro
altitudes: Quechua, Suni, Puna y Jalca. A la selva Rupa rupa y Omagua. Todos
estos conceptos los aprovechó el geógrafo Javier Pulgar Vidal para hacer su
célebre clasificación de las regiones naturales del Perú.92
Historia[editar]
El que hacía de historiador entre los incas era el amauta, un funcionario adscrito a
la corte del Inca, cuyo papel era equivalente al de un maestro y cronista. Este
amauta conservaba la memoria de los hechos gloriosos del Inca y de sus
antepasados (que figuraban en la lista del Cápac cuna). Todo lo registraba, tanto
las ordenanzas y prohibiciones imperiales, como las guerras y victorias de los
reyes incas. Al no contar los incas con escritura, estas tradiciones se trasmitían de
manera oral. Pero algunos cronistas afirman que esta memoria se guardaba
también a través del sistema de los quipus, cuerdas de algodón de colores
diversos y con nudos desplegados a intervalos, de los que si se tiene certeza que
se usaban en la contabilidad. El experto en estos quipus se
llamaba quipucamayoc.92
Metalurgia[editar]
Bases de huayras u hornos metalúrgicos en viña
del Cerro, Copiapó.
En el campo de la metalurgia, los incas se colocaron a la cabeza de los pueblos
precolombinos, perfeccionando las técnicas heredadas de las culturas preincas.
Conocieron y trabajaron el oro, la plata y el cobre, y aún obtuvieron la aleación del
bronce (cobre y estaño). No conocieron el hierro.
Los metales los obtenían de los botines de las conquistas y de las explotaciones
mineras organizadas, que pertenecían tanto al Inca como a las comunidades,
obteniéndolas sin cavar muy profundamente la tierra. El oro lo sacaban
mayormente de las arenas de los ríos.
Los minerales los fundían en huayras o crisoles de tierra cocida, que colocaban en
las altas cumbres y cuyo fuego se avivaba con los vientos, o bien lo atizaban
soplando con canutos de cobre.
Los metales de mayor dureza lo utilizaban en las puntas de sus instrumentos de
labranza, en sus armas, y en instrumentos para tallar piedras durísimas como el
granito.
Tecnología agrícola[editar]

Andenes en el Valle Sagrado de los Incas (Písac).

Camellón o waru waru moderno.


Los incas fueron un pueblo esencialmente agrícola; sin embargo, tuvo su asiento
en un territorio falto de tierras cultivables. Para superar tal deficiencia aplicaron
técnicas agrícolas, las principales de las cuales fueron las siguientes:93

 Andenes o terrazas, para evitar la erosión y aprovechar las laderas de los


cerros. Estaban constituidos por plataformas con superficies cultivables,
reforzadas con muros de contención de piedras, que iban escalando las
laderas, adaptándose a las sinuosidades del terreno. Viéndolas de lejos
simulan enormes escalinatas.94
 Acueductos o canales, en los valles costeños, herencia de las culturas
preincaicas, aunque otros fueron ejecutados bajo administración inca. También
en la sierra se construyeron canales.95
 Waru waru o camellones, técnica heredada de las poblaciones del altiplano. Se
trataba de montículos artificiales de tierra, hechos para elevar las zonas de
cultivo por encima de la superficie natural del terreno; en torno a ellos
circulaban canales de agua. La idea era permitir un mejor drenaje en lugares
donde la tierra era poco permeable y estaba sujeta a frecuentes inundaciones,
como en la región del lago Titicaca. Los camellones hacían posible aprovechar
mejor el agua, evitando su rápida circulación.96
 Huachaques u hoyas, realizadas en la costa, que consistían en excavaciones
hondas y muy anchas en zonas totalmente áridas, hasta alcanzar las capas
húmedas del subsuelo, donde se sembraba.97
 Cochas o pozas secas que se llenaban en época de lluvias y que luego se
usaban en el riego. Eran muy empleadas en las tierras altas vecinas al lago
Titicaca.98
También utilizaron abonos o fertilizantes, que consistían en excrementos de
camélidos y de cuyes, el pescado y, especialmente, el afamado guano de islas.
Como instrumentos agrícolas se usaron la chaquitaclla o arado de pie, y las
azadas.97
Se debe resaltar además la técnica de mejoramiento de especies, como al parecer
lo atestigua el sitio de Moray, conformado por una serie de andenes circulares,
que simula un anfiteatro, sitio que posiblemente fue un centro de investigación
agrícola, donde se llevaron a cabo experimentos de cultivos a diferentes alturas.
La disposición de sus andenes produce un gradiente de microclimas teniendo el
centro de los andenes circulares concéntricos una temperatura más alta y
reduciéndose gradualmente hacia el exterior a temperaturas más bajas, pudiendo
de esta forma simular hasta 20 diferentes tipos de microclimas.99
Tecnología de la conservación de alimentos[editar]
Los incas conocieron la técnica de la conservación de alimentos, lo que les
permitía evitar su deterioro durante mucho tiempo. Uno de los alimentos mejor
conservados fue la papa, pero no cualquier papa, sino la amarga, y solo en casos
de faltar esta se tomaba la negra o la blanca. A dichos tubérculos se les sometía a
un proceso para que eliminara el agua; al efecto tendían en el suelo las papas y
durante algunos días se las dejaba bajo los rayos solares y la helada nocturna;
luego se le sometía a presión para que expulsara la poca humedad que aún
conservaba, y ya secas, perdían los dos tercios de su peso original. Luego la
molían hasta convertirla en harina de chuño, que lo guardaban en los depósitos.
Otro tubérculo empleado para hacer chuño era la oca; mas no lo hacían con el
olluco, por ser demasiado pequeño.100
También supieron conservar la carne, deshidratándola y convirtiéndola
en charqui (chalonas o cecinas). Para tal fin, solo bastaba colgar la carne cortada
en pedazos, hasta que perdiese toda su humedad que tuviese, y no le echaban sal
ni otro preservativo. Una vez seca podía durar por mucho tiempo. Las carnes
preferidas eran la de llama, y de vez en cuando, la del venado.101
En el litoral marítimo y en las riberas de los lagos, los pueblos pescadores
secaban y salaban el pescado, tanto para el consumo propio como para el
intercambio.
Trabajo de la piedra[editar]

La piedra de los doce ángulos.


En la sección de arquitectura ya mencionamos la impresionante técnica del trabajo
de la piedra para las edificaciones. Contrasta los resultados soberbios con la
humildad de los instrumentos usados. En esta técnica lítica se puede distinguir
tres momentos: la extracción de la piedra, el traslado y su asentamiento. En el
trabajo en las canteras usaban las mismas técnicas que han usado otras grandes
civilizaciones: se introducían cuñas de madera en incisiones hechas en la roca,
que luego mojaban, de modo que cuando se dilataba la madera se quebrantaba la
roca. Luego se cortaba y labraba la piedra por sus cuatro lados. Otro problema
complicado era el traslado del bloque. Se debieron usar rodillos de madera y
sogas, bajo exclusiva tracción humana, pues no contaban con animales de tiro.
Pudieron así mover bloques de hasta 100 toneladas. Un vestigio del esfuerzo
realizado es la célebre piedra cansada, que se quedó a medio camino.
Finalmente, venía la colocación de las piedras en la edificación, para lo cual
debieron usar planos inclinados y terraplenes. Los instrumentos usados eran
palancas de madera resistente (como de chonta) y sogas de magüey. Lo
asombroso es que lograban que las piedras talladas encajaran a la perfección
unas con otras, pese a que eran de distintos tamaños y con varios ángulos.102
Los quipus y otras formas de comunicación[editar]
Quipu incaico
Los incas contaron con un ingenioso registro numérico a base de cuerdas y nudos
llamado quipus. Los nudos indicaban los números, del uno al diez, y el color del
cordón u otros detalles indicarían el tipo de bienes registrados, aunque hay que
destacar que esto último no era una regla común sino que tendía a variar. El
encargado de elaborar e interpretar el quipu era el quipucamayoc. El quipu es una
herencia cultural milenaria, pues en Caral se descubrieron quipus de 5000 años de
antigüedad.103
Dos probables formas de comunicación ideográfica fueron los tocapus y
los quillcas:

 Los tocapus o tocapos son recuadros en sucesión, cada uno de los cuales
tienen un diseño particular, a manera de figuras heráldicas. Suelen aparecer
pintados en los vasos o queros y en los tejidos incas. Se ha postulado que se
traten de signos de una escritura fonética, aunque otros consideran que son de
la época colonial, y por tanto, serían solo diseños artísticos influenciados por la
cultura occidental.104
 Quillca es una palabra quechua que indicaría un diseño pintado. Los
españoles lo tradujeron como escritura, aunque en realidad se tratarían de
diseños pictográficos realizados sobre peñas (petroglifos), pero no de símbolos
fonéticos.104
Religión[editar]
Artículos principales: Religión incaica y Mitología incaica.
Los incas adoraban al dios sol al que llamaban Inti, así como a la luna y a los
fenómenos naturales.
La cosmovisión andina fue de carácter politeísta, animista y totémica. En los
andes vivieron gran cantidad de creencias, cada cual con un componente étnico.
Se creía en la existencia de tres mundos: superior (Hanan Pacha), medio (Kay
Pacha) e inferior (Uku Pacha); y en un dios creador Viracocha.
El culto quechua, era presidido por el Inca, considerado hijo del sol y asistido por
los siguientes personajes:

 El Sumo sacerdote inca, llamado Willaq-Uma o Huíllac-Uma (en quechua:


«cabeza de los presagiadores o adivinos»), tenía entre sus funciones: presidir
las ceremonias religiosas, velar por la ortodoxia del culto, aconsejar al Inca,
etc.
 Las acllas: fueron mujeres separadas de sus familias y dadas como tributo por
las diversas regiones del Tahuantisuyo. Por lo general realizaban labores al
servicio del Estado y la religión. Vivían en los Acllahuasis, edificios ubicados en
diferentes regiones del Perú. Destacan los acllahuasis del Cuzco
y Pachacámac.
Divinidades[editar]
Cabeza inca de piedra con llauto y mascapaicha. Representa probablemente al
dios Viracocha.

 Wiracocha: fue una divinidad panandina, de origen preinca. Era un dios


adorado por la nobleza cusqueña.
 El Sol (Inti): fue el dios oficial en el Tawantinsuyo, difundido por el
inca Pachacútec.
 La Luna (Mama Killa). Diosa del cielo y las estrellas, protectora de las mujeres
(coyas y acllas) y esposa del dios Inti.
 Pachacámac: fue el dios más importante de la costa central.
 Illapa: dios del rayo.
 Pachamama: madre tierra.
 Mama Cocha: madre de los lagos.
 Coyllur: diosa de las estrellas.
 Apus: dioses de las montañas, los montes tutelares.
Festividades[editar]

Fiesta del Inti Raymi en la actualidad, en la


explanada del Sacsayhuamán.

 Inti Raymi (en quechua, fiesta del Sol), la fiesta más solemne, que se
efectuaba durante el solsticio de invierno, en homenaje al Sol, dios y padre de
los fundadores del imperio. A ella acudían los dignatarios de todo el país,
ataviados con el mayor lujo que le fuera posible. El Inca presidía la ceremonia
en una explanada de la plaza del Cuzco, esperando la aparición del Sol. El
inca elevaba dos grandes vasos de oro con chicha, y mientras invitaba al Sol
con el de la mano derecha, del otro vertía pequeñas cantidades en los vasos
de sus parientes.105
 Cápac Raymi, la fiesta principal del Sol, que se realizaba en el mes de
diciembre. Se sacaban en procesión las imágenes del Sol guardadas en el
Coricancha, así como a las momias de los incas. Se hacían muchas ofrendas
de oro, plata y spondylus, así como sacrificios de niños y de camélidos. Se
realizaba también la ceremonia del Warachikuy.106
 Capac cocha, que podría traducirse como «obligación real», se realizaba entre
abril y julio, en honor al dios Viracocha. La ceremonia incluía fiestas y ofrendas
de reconocimiento y de gratitud. Desde las cuatro direcciones del
Tahuantinsuyo los poblados enviaban uno o más niños al Cusco, para, luego
de las ceremonias allí oficiadas, regresar y ser ofrendados a huacas o
santuarios locales.
 Citua, era la fiesta solemne celebrada el primer día de la luna después del
equinoccio. Era considerada como un sacrificio de expiación general. El pueblo
se preparaba con un ayuno de 24 horas y con una continencia escrupulosa.
Hacían una especie de pasta mezclada con sangre, sacada de entre la nariz y
las cejas de los niños con la que se frotaban el cuerpo, previamente lavado,
operación con la cual creían precaverse de toda clase de enfermedades.
Frotaban igualmente con la misma pasta los umbrales de las casas. El sumo
sacerdote hacía la misma operación en el Coricancha y en los palacios.107
Véase también[editar]
 Quechuas
 Imperio incaico
 Mitología incaica
 Cápac Ñan
 Literatura incaica
Referencias[editar]
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Colegio de México. Consultado el 26 de febrero de 2024.
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Bibliografía[editar]
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Editora El Comercio S.A. ISBN 978-612-306-034-3.
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