Libro Pedro de Casso.
Gestalt: terapia de autenticidad
Punto C (Pág. 84 a 94)
Proyección e introyección. Ego como "carácter".
Desgranando el libro de Perls "Yo, hambre y agresión".
La verdadera dificultad es saber cuáles son en cada situación mis límites reales o auténticos. Este problema no lo
tienen los animales. Esa sensación de "no saber qué hacer" al tomar decisiones.
3 formas de neurosis o mecanismo neurótico en este sentido.
  1. Cuando soy propenso a la duda y ésta es angustiosa (duda crónica).
  2. Lo contrario: si tengo todo claro siempre, tan claro que me precipito y arraso, y generalmente invado a los
     demás, extiendo mis propios límites.
     Ejemplos:
      - delincuencia
      - Proyección: emito juicios acusatorios hacia los demás, sin correspondencia con la realidad y actúo en
     consecuencia, con agresión. Pongo en el otro lo que es mío.
     *Es el mecanismo de defensa más difícil de concienciar y corregir. Inconscientemente. Aquello a lo que no me
     quiero identificar interiormente lo pongo en el exterior. Veo fuera partes no aceptadas de mi propia
     personalidad.
     Ejemplo es la proyección de los sentimientos de culpa (aportan alivio temporal, pero me privan de las
     funciones del ego de contacto con la realidad, identificación y responsabilidad: el niño que culpa a la perversa
     silla del golpe q le ocasión dolor, ruina económica culpa de una mala época o al destino).
  3. Cuando estoy pendiente de las necesidades del otro y me olvido de mí. Me dejo arrasar o arrastrar por
     principio. "filántropos" o ¨tímidos". Escapan del conflicto con el "ambiente" (el/los otro/s).
     No puedo reconocer mi propio interés (lo alieno). Hacerlo es egoísta. La frontera entre yo y el otro se traslada
     a mi interior y se ve el interés del otro como propio. La causa en por introyectos de los padres (pensar en mí es
     egoísta)
Alienar: hacer perder la personalidad o la identidad.
Todo mecanismo neurótico supone una apreciación equivocada de los límites reales del propio ego.
Caso especial de mecanismo proyectivo (combinado con la introyección: paranoia.
Proceso: recibo (introyectos de padres o personas significativas) en la infancia juicios → me convenzo de que soy
poco agraciado o agresivo (lo incorporo) → pero no lo asimilo, lo rechazo → lo proyecto sobre otro → que se
convierte en mi perseguidor.
Para Perls Introyección y Proyección son contrarios de este juego entre ambas surge la moral.
Hay q distinguir 2 situaciones en este sentido:
 1. No tengo claro los Límites entre lo propio y lo ajeno.
 2. Lo tengo claro y actúo en consecuencia, pero esos límites no son los adecuados para esa situación. Es
      inadecuada si supone sacrificar parte de la personalidad.
Por esta época, Perls aún no se limita únicamente a los "cuatro clásicos" mecanismos neuróticos dentro de su lista
de 22 "medios de evitación". Las 4 son: proyección, introyección, retroflexión y confluencia.
2 preguntas importantes: ambas nos llevan a lo fundamental, al tema de la autenticidad según Perls: ¿quién soy yo,
quién no soy yo?.
Autenticidad :
  1. ¿porqué es difícil funcionar de acuerdo con mis límites reales en ciertas situaciones?
     ¿qué me hace alienar partes de nuestra personalidad, inconscientemente además?
     ¿qué me hace interrumpir el ciclo orgánico que me ayuda a recuperar mi homeostasis?
      La homeostasis (del griego hómoios, ‘igual’, ‘similar’, y stásis, ‘estado’, ‘estabilidad’) es una propiedad de los organismos que consiste
      en su capacidad de mantener una condición interna estable compensando los cambios en su entorno.
      ¿qué me convierte en neurótico?
      (las 4 son la misma pregunta)
  2. ¿cómo puedo saber en cada situación si la gestalt que se forma de ella, o el patrón de
     identificación/alienación que le aplico es el correcto?
Literal del libro: la respuesta a la 2ª pregunta es:
en la medida en que subsista esa identificación del ego con sus introyectos -lo cual le hace separarse de "sí mismo"-
le falta, por definición, el único criterio por el cual puede guiarse para saber que su pauta de
"identificación/alienación", esto es, su pauta de comportamiento en una situación dada, es la correcta. Ese criterio
es la "sensación de sí mismo", el "sentido de uno mismo", el "sentimiento de ser uno mismo". Por tanto, la única
posibilidad es recuperar esa sensación o ese sentimiento y eso es lo que él pretende con su nueva forma de terapia:
[…] su objetivo es volver a lograr el "sentimiento de nosotros mismos".
Respuesta a la 1ª
Nos remite claramente a la biografía, al pasado. Pero Perls ridiculizaba el pasado y se distanciaba así de Freud
(combate la interpretación causalista y retrospectiva del psicoanálisis). Se centraba en el presente, con claro sabor
fenomenológico (le interesa la situación en sí, no sus causas).
Algunas frases de Perls:
   No hay otra realidad más que el presente.
   No niego que todo tiene su inicio en el pasado y tiende a un desarrollo ulterior […]. El pasado y futuro, sin la
      referencia con el presente carecen de sentido.
   Descubrir una causa en el pasado rara vez es factor decisivo de curación.
   La persona retrospectiva evita asumir la responsabilidad de su vida y de sus acciones. Culpa al pasado.
Por tanto, le interesa la persona que tiene delante con sus problemas concretos y su historia concreta, pero vivida
desde el presente.
Lo que traigo ya constituido a partir de lo introyectado en el pasado (y fuente de mis dificultades de hoy) es mi
carácter, mi ego. →→ ego y carácter son conceptos semejantes y al fenómeno, inseparable, de Introyección.
Conclusión: lo que me hace separarme de mis límites reales, alienar partes "propias" en determinadas situaciones es
el hecho de que mi ego o carácter me mantiene identificado con mis introyectos.
Introyectos🤥: material ajeno (pensamientos, normas éticas, ideas, comportamientos sociales, hábitos, etc.) que trago
sin masticar y con los que me identifico como si fuera propio, y opera en mí inconscientemente como un cuerpo
extraño me genera una sensación de malestar y lucha interna. Ausencia de sentimiento de "mi mismo", de "ser yo
mismo".
Sin masticar: sin desestructurar orgánicamente para distinguir lo asimilable de lo desechable. (símil alimentario:
como si todo lo que como lo asimilara mi cuerpo y no expulsara lo desechable).
Al enfrentarme a situaciones concretas, ese material ajeno entra en juego y provoca la interrupción del ciclo
orgánico y acumularé situaciones inconclusas.
¿Cómo recuperar la sensación de "mi mismo"?: masticar y desestructurar todo ese material ajeno, asimilar lo que
sienta como "propio" y desechar (cagar💩: aportación mía😉) el resto.
Perls, por su infalible sentido práctico, no entra en estas ni en otras sutilezas conceptuales ni en un análisis sobre el
papel de las identificaciones, las introyecciones, etc., en la infancia y en el afianzamiento evolutivo del yo del
individuo- necesidad de desmarcarse de Freud. Sencillamente, esto no le interesa. A él le interesaba el sujeto adulto
que busca ayuda por no saber como manejarse con sus conflictos, en los que pierde toda su energía.
Recuperar al ego, yo, carácter como una función orgánica será objetivo de la "nueva técnica" de Perls. El ego no
debe ser un conglomerado de introyecciones sino una función del organismo que permita el funcionamiento
apropiado de la personalidad.
Perls emplea algunos términos del psicoanálisis como ego, identificación, introyección. Pero lo hace en un sentido
puramente pragmático. Les da un sentido diferente:
-"Identificación": contrapuesta a "alienación", y que delimita el campo de lo que la persona considera aceptable o
propio frente a lo que considera rechazable o ajeno.
-"Ego": para Perls es ego freudiano es "substancial", como un conglomerado de introyecciones que es preciso
disolver y analizar, darle un sentido más "orgánico" y verdadero para que ser una función del organismo.
Punto D (Pág. 94 a 100)
Ego como función del organismo. El poder elástico de identificación/alienación.
Desgranando el libro de Perls "Yo, hambre y agresión".
La visión de Freud del ego es substancialista. Su función tiene que ver con la identificación(el sentimiento de que
algo es parte de él o de que él es parte de algo).
Perls se diferencia y entiende el ego como "función del organismo". El analista debe tratar el ego y no el
inconsciente.
En la personalidad sana la identificación es una función del ego, y el ego patológico está construido de introyecciones
(identificaciones substanciales, es decir, permanentes, rígidas ) que condicionan y determinan las acciones y limitan
su alcance por pérdida de su poder elástico de identificación (llega a funcionar como ejecutor de un conglomerado
de principios y conducta fijada).
Ejemplo: necesidad de ser como otra persona, actuar según criterios aprendidos (convenciones sociales, ideologías
políticas, religiones, instituciones). Somos autómatas, robots.
Símil: los artículos hechos a máquina han reemplazado a la artesanía individual.
El ego se hace patológico cuando sus identificaciones son permanentes en vez de funcionar según los requerimientos
de situaciones diferentes y de desaparecer con el restablecimiento del equilibrio orgánico.
Es decir, el ego sano o personalidad sana ejerce adecuadamente la función de identificación.
Para Perls el superego representa el ideal del yo ( o conciencia moral) el almacén simbólico de los introyectos del
individuo.
El poder elástico de identificación:
Situación → generación de una estructura (gestalt) figura-fondo → este patrón no queda fijo o rígido → facultad de
escoger otras estructuraciones (gestalten) y → escoger otras identificaciones/alienaciones (ver las cosas de otra
manera) → el ego/yo sano no es esclavo de la formación figura-fondo que puede venir dictada por los introyectos.
Ejemplo: un organismo desarrolla hambre, el alimento se convierte en gestalt, el ego se identifica con el hambre (yo
tengo hambre) y responde a la gestalt (yo quiero un alimento). En el caso de la persona que preferiría morir a robar
el pan, el ego aliena el tomar alimento. Sin embargo, sin la formación figura-fondo ni vería ni imaginaría el pan y no
habría posibilidad de que el ego alienara el impulso de tomar el pan y se identificara con la ley.
El ego conserva sus funciones, su poder elástico de identificación, no es esclavo de la formación figura-fondo que
puede ser dictada por los introyectos. Si lo fuera y tuviera q seguir necesariamente la formación figura-fondo, esas
funciones serían inútiles.
Las funciones del ego son indispensables para la tarea de administrar mis energías al servicio de esa necesidad
orgánica q se hace figura.
Para separarse de Freud, a Perls le ilumina su idea de vincular los conceptos de "yo" y "responsabilidad".
Así, la responsabilidad principal (el auténtico sentido) del ego sano es la de determinar cuál es la "gestalt correcta o
propia" o "necesidad más urgente" de la situación y, por tanto, cuál es la pauta de identificación/alienación
adecuada, que ordenará y administrará las energías del organismo en orden a su satisfacción.
Rechaza (las aliena) al mismo tiempo otras gestalten identificándolas como incorrectas o ajenas: responsabilidad de
marcar la frontera entre lo correcto y lo incorrecto (selector y censor).
Perls habla del ego como "frontera de contacto".
Ejemplo del juego identificación/alienación:
Un hombre, J, está con su mujer, A, en una reunión social con otros amigos, entre ellos una mujer, muy amiga de la suya, y su marido, L. en un
momento dado, L, hace un comentario bastante poco educado, relativo a A. J se siente muy molesto con L, Y está apunto de levantarse y darle
una bofetada o, al menos, de manifestarle abiertamente su enfado. Digamos que ésta es su respuesta "orgánica", la que su impulso le dicta en
ese momento. Pero de pronto se frena pensando que su actuación podría ser vista como una incorrección por los otros y que, además, siendo
L, el marido de la amiga de A, su mujer, a lo mejor ésta se va a sentir molesta con su reacción y luego se lo va a recriminar. Al final, J se acaba
tragando su sensación y limitándose a poner una cara un poco seria y mirar para otro lado. Por supuesto, va a marcharse de la reunión un
tanto enfadado consigo mismo, en lo sucesivo va a seguir sintiéndose muy molesto con L cada vez que se tropiece con él, y probablemente
también va a quedarse incómodo con A, ya que puede pensar que en el fondo ella es quien la culpa de que él se haya reprimido. Es el caso
típico de una gestalt inconclusa, con las situaciones repetitivas que lleva aparejadas. Seguramente, de haberse permitido mostrar su enfado,
no habría pasado nada. Los demás podrían haberlo visto como una reacción normal; A podría haberle quedado agradecida, Y sobre todo, no
habría quedado nada pendiente.
Su respuesta orgánica es alienada y se identifica o toma como propia o correcta la que es incorrecta. Ha proyectado
sobre su mujer su propio introyecto de necesidad de quedar bien y ha retroflectado contra sí mismo la expresión de
su justo enfado.
Ha interrumpido el ciclo de satisfacción de la necesidad, impidiéndose hacer el contacto adecuado con la misma.
Consecuencia: estrechamiento delos límites de su ego, de su yo.
Pedro Casso deduce del libro de Perls la distinción entre:
   "ego rígido", "ego patológico", "yo falso" concebido como "carácter" (conglomerado de introyectos)
   "ego sano o elástico", "yo auténtico"* concebido como "función orgánica" (con su poder elástico de
     identificación, su responsabilidad, su margen de libertad).
*de aquí el título del libro de Pedro de Casso: "Gestalt: terapia de autenticidad".
Aportación personal no sacada del libro de Pedro de Casso.
"Yo, hambre y agresión".
Yo, porque el libro contiene una teoría del yo no como una entidad incluso material, como la concebía Federn, sino como un símbolo de
identificación; para él, el ego es una función del organismo, y el organismo responde siempre a una situación concreta.
Hambre, porque el instinto de hambre le parecía a Perls un elemento fundamental para la auto conservación del organismo como tal, el cual,
además, se autorregula.
Agresión, sobre todo la agresión dental que nos sirve para transformar el alimento en algo digerible, en vez de introyectarlo sin
descomponerlo previamente. La agresividad es una descarga esencial del organismo. La ansiedad se origina en la represión de la agresividad, y
de ahí la necesidad de “encauzarla” adecuadamente, y, para ello, nada mejor que relacionarla con ese “instinto de hambre”.