“TEORÍA DEL
ACTO ADMINISTRATIVO”
JORGE RUIZ AGUILAR
Mg en Derecho, Mención Derecho Público
Postgrado Derecho Administrativo Sancionador Universidad de Valladolid
• CONCEPTOS DOCTRINARIOS
Enrique Silva Cimma:
“Declaración    de    voluntad  general     o
particular de un órgano administrativo
emitida en función de una potestad
administrativa, y por la cual se deciden o
emiten juicios sobre derechos, deberes o
intereses de las entidades administrativas, o
de particulares frente a éstas”
Eduardo Soto Kloss:
“Ordenación racional unilateral dictada por
un órgano estatal en ejercicio de una función
administrativa, que destinada a satisfacer
una necesidad pública concreta, produce
efectos jurídicos directos”
•CONCEPTOS JURISPRUDENCIALES
Corte Suprema:
“Declaración jurídica, unilateral y ejecutiva, en
virtud de la cual la Administración tiende a crear,
reconocer, modificar o extinguir situaciones
jurídicas subjetivas.” (7 abril 1977. FM 221 p. 59)
Contraloría General de la República:
“ Declaración de voluntad general o particular de
un órgano administrativo en función de una
potestad administrativa y cuyo fin es decidir o
emitir juicios sobre derechos, deberes o intereses de
los entes administrativos o de particulares frente a
él”. (Dicts. Nº s 29.549 y 5.380, de 2000)
•CONCEPTO LEGAL
Artículo 3º Ley 19.880:
“Decisiones formales que emitan los órganos de la
Administración del Estado en las cuales se
contienen declaraciones de voluntad, realizadas
en el ejercicio de una potestad pública.”
“Los actos administrativos tomarán la forma de
decretos supremos y resoluciones”.
“Constituyen también actos administrativos los
dictámenes o declaraciones de juicio, constancia o
conocimiento que realicen los órganos de la
Administración del Estado en el ejercicio de sus
competencias”.
• CLASIFICACIÓN DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS
a). Según el número de voluntades necesarios para
su perfeccionamiento.
- Actos administrativos unilaterales: para producir
sus efectos no requiere el consentimiento del
destinatario.
- Actos administrativos bilaterales: requieren del
consentimiento del destinatario para producir sus
efectos.
b).  Según   el   grado    de   determinación     o
indeterminación de los destinatarios del acto.
- Actos administrativos singulares: se dirigen a
personas claramente identificadas.
- Actos administrativos generales: tienen por objeto
un número indeterminado de personas.
c). Según el número de órganos administrativos que
intervienen en su creación.
-Actos administrativos simples: interviene sólo un
órgano de la Administración para su creación.
- Actos administrativos complejos: intervienen más
de uno en su creación.
d). Según constituyan o amplíen          situaciones
jurídicas de carácter activo o pasivo.
- Actos administrativos de efectos favorables o
declarativos de derechos.
- Actos administrativos ablatorios o de gravamen.
Los actos favorables no pueden ser revocados por la
Administración mediante el procedimiento de
revisión regulado en el artículo 61 de la Ley Nº
19.880.
En su caso sólo es posible la invalidación (art. 53
Ley 19.880).
e). Según su efecto    dentro   del   procedimiento
administrativo.
- Actos administrativos terminales: aquellos que
ponen término al procedimiento.
- Actos administrativos de trámite: los que no
ponen término al procedimiento.
Por regla general, sólo pueden impugnarse los
actos terminales y no los de trámite.
Sin embargo, los actos de trámite pueden
impugnarse:
-Cuando pongan término al procedimiento.
-Cuando el acto de trámite provoca la indefensión.
• ELEMENTOS DEL ACTO ADMINISTRATIVO
       ELEMENTOS SUBJETIVOS
       ELEMENTOS OBJETIVOS
       ELEMENTOS FORMALES
      ELEMENTOS SUBJETIVOS
Investidura
                     Competencia
  regular
a). Investidura regular.
El acto debe emanar de un agente, autoridad o
funcionario público que, en el ejercicio de la
actividad administrativa, se encuentre investido en
su cargo de manera regular, tal como lo exige la
Constitución en su artículo 7º.
b). Competencia.
La competencia debe entenderse en este contexto,
como la aptitud o facultad de obrar de los
diferentes órganos de la Administración.
Así, un órgano actuará dentro de su competencia
cuando esté facultado para obrar por la ley en
ejercicio de determinados actos administrativos y
cumpliendo ciertas atribuciones.
Es la ley la que determina la competencia de los
órganos administrativos, de manera que al
excederse la ley, exorbitándose el ámbito de la
competencia legal, el acto administrativo emitido
carecerá de valor jurídico.
Los factores que determinan la competencia son el
territorio, la materia, el grado y la potestad
jurídica.
         ELEMENTOS OBJETIVOS
Motivo          Objeto         Fin
a). El Motivo del Acto Administrativo.
Está determinado por las circunstancias de hecho y de
derecho que justifican o sirven de fundamento para la
emisión del acto administrativo y que se expresan en su
texto.
En la práctica estos antecedentes se expresan en los
“Vistos”   y   en   los   “Considerandos”  del  acto
administrativo. Ej: de una resolución que aprueba un
contrato, o designa a un funcionario.
A través de estos antecedentes es posible conocer la
causa del acto administrativo así como el derecho con
que se pretende legitimar la decisión administrativa.
El motivo en los actos administrativos se consideró un
gran logro del “Estado de Derecho”.
El Motivo de Hecho:
Se refiere a las circunstancias materiales o fácticas
que anteceden y justifican la emisión       del acto
administrativo. Ej: la irregularidad cometida por el
funcionario al ausentarse injustificadamente de sus
labores.
La motivación de hecho debe cumplir 2 requisitos:
-Debe existir:
El motivo de hecho debe ser real y efectivo, es decir,
concreto y cierto. Si no es concreto o incierto habría
una “falsedad” del motivo.
-Estar jurídicamente calificado:
Esto significa que las circunstancias fácticas que
describe y le sirven de fundamento tipifiquen la causal
que contemple la ley para dictar el acto administrativo.
Ej: que las ausencias del funcionario sean por más de 3
días consecutivos.
Debe existir concordancia y armonía entre la causa
legal que se invoca y las circunstancias de hecho que
mueven a dictar el acto.
Se da como otro ejemplo de este requisito que existan
las situaciones de “calamidad pública”, “conmoción
interna” o “agresión exterior” que justifique la
dictación del “decreto constitucional de emergencia”
El Motivo de Derecho:
Son los fundamentos jurídicos que anteceden y
justifican la emisión del acto administrativo.
Es la fuente legal que fija la competencia del órgano
emisor y por ende, autoriza la dictación del acto de que
se trate.
Este motivo debe cumplir los siguientes requisitos:
-Ser idóneo:
Deben invocarse como fundamento        legal   del   acto
normas vigentes y no derogadas.
-Debe ser concreto:
Debe individualizarse la fuente legal específica que
sirve de fundamento al acto.
-Debe ser preciso:
La individualización debe ser en términos idénticos,
con exactitud en cuanto a la norma que se invoca como
fundamento del acto.
El Motivo de Derecho:
Artículo 11, inc. segundo, de la LBPA:
 «Los hechos y fundamentos deberán siempre expresarse
en aquellos actos que afectaren los derechos de los
particulares, sean que los limiten , restrinjan, priven de
ellos, perturben o amenacen su legítimo ejercicio….»
La inexistencia o error en los hechos, especialmente en
los motivos de hecho implicará que el acto
administrativo adolezca del vicio de abuso o exceso de
poder.
b). El Objeto del Acto Administrativo.
Es el conjunto de prestaciones que nacen del acto
administrativo, las que pueden tener el carácter de
favorables o desfavorables para los administrados.
Son favorables cuando otorgan una franquicia o
beneficio al administrado. Ej: acto administrativo que
establece un subsidio habitacional.
Son desfavorables cuando imponen una carga o
gravamen al administrado. Ej: acto administrativo que
ordena el pago de una multa.
El objeto es, por tanto, la prestación que se pretende
alcanzar mediante el acto administrativo.
c). El Fin del Acto Administrativo.
Es la materialización del objeto, de la prestación. Es lo
que se persigue con el acto.
El fin debe ser coincidente con la potestad de la cual
emana el acto, para que exista armonía entre el acto y
la norma que posibilitó su dictación.
En el mismo sentido, el fin del acto debe armonizar con
el fin del organismo o servicio público del cual emana,
ello por cuanto conforme al principio de legalidad, el
fin del acto será legítimo si se ajusta a la competencia
del órgano que lo dicta.
Se dice que todo acto tiene una finalidad “genérica”: el
interés público.
La inexistencia o error de este elemento conlleva el
vicio de la desviación de poder: el acto administrativo
persigue una finalidad distinta de la establecida en la
ley.
Cuando el funcionario actúa con una finalidad
personal. Ej: movido por la venganza o en un afán
partidista o por lucro personal.
Cuando el funcionario actúa con la finalidad de
beneficiar a un tercero. Ej: cuando contrata la empresa
de un amigo en una licitación pública o hace con esa
empresa un trato directo.
Cuando actúa con la finalidad de beneficiar a la propia
Administración Pública, vulnerando el principio de la
objetividad. Ej: cuando se impone una sanción (multa)
sólo por obtener recursos para el Fisco.
                ELEMENTOS FORMALES
Las  formalidades    son   esenciales  en   el  acto
administrativo y constituyen una protección para los
administrados.
El acto administrativo -como toda declaración- necesita
una forma a través de la cual manifestarse, para nacer
a la vida del derecho y es una manifestación expresa y
formal de voluntad del órgano administrativo.
Dice relación con el procedimiento del acto y con la
forma de exteriorizar el acto.
La forma de producción se da a través de un
procedimiento administrativo, cumpliendo las formas
de cada acto, su publicidad, entre otras.
Motivación: exteriorización de las razones que han
llevado a la Administración Pública a dictar el acto.
Impugnación (art. 41 inciso cuarto):
Las resoluciones «expresarán, además, los recursos que
contra la misma procedan, órgano administrativo o
judicial ante el que hubiera y plazo para interponerlos,
sin perjuicio de que los interesados puedan ejercitar
cualquier otro que estimen oportuno».
«Una particular   forma   procedimental      y   expresiva»
(MORAGA).
Los   actos     administrativos   no   son       libremente
«deducibles», sino que deben expresarse.
El ámbito de aplicación de una supuesta voluntad
tácita de la Administración prácticamente no tiene
cabida.
Concurso público con varios postulantes, se elige a uno,
al dictarse resolución que lo nombra tácitamente se
desprende la voluntad de rechazar a los otros.
En el caso de la libertad condicional, sólo existirá
pronunciamiento respecto de los que se acoge el citado
beneficio, no hay acto denegatorio.
Acto soportado en medios electrónicos.
DS Nº 81, de 1999, de Secretaría General de la
Presidencia fue el primer texto oficial que autorizó y
reguló la firma digital y los documentos electrónicos.
Ley Nº 19.799 y su Reglamento, DS Nº 181, de 2002,
Economía: Firma electrónica avanzada.
Ley Nº 20.766, sobre procedimiento de toma de razón y
registro electrónicos.
Actos administrativos digitales o electrónicos producen
los mismos efectos que los en soporte de papel.
Principio de la equivalencia de soportes: art. 7º Ley Nº
19.799.
Acto verbales y gestuales.
Verbales:
Orden de agentes de policía.
Instrucciones administrativas (en caso de catástrofes)
Instrucción presidencial.
Gestuales:
Carabinero que dirige el tránsito.
Banderillero en corte de camino en el que se hacen
trabajos o descargas de material.
Guarda cruce de ferrocarriles.
                                       Suma
                 Encabezamiento       Número
                                       Fecha
                     Parte        Consideraciones
                   Expositiva         Hecho
Formalidades         Parte        Consideraciones
    Acto          Considerativa      Derecho
administrativo
                      Parte          Contenido o
                    Resolutiva        Decisión
                     Parte           Imperativos
                   Conclusiva          del acto
Imperativos del Acto Administrativo.
Consisten en fórmulas que se consignan al final de un
acto administrativo y mediante los cuales se indican
los trámites que debe cumplir con posterioridad a su
emisión y cuya debida observancia es indispensable
para la validez de dicho acto.
Las fórmulas o imperativos más frecuentes son el
Anótese, Refréndese,     Regístrese,  Tómese Razón,
Comuníquese y Publíquese, algunos de los cuales son de
aplicación general, otros -en cambio- sólo se incluirán
dependiendo de la naturaleza del acto de que se trate.
-Anótese:
Significa que el acto debe numerarse y fecharse en el
Ministerio o Servicio Público de origen. Es un trámite
que se cumple al interior del órgano emisor del acto.
-Refréndese:
Es un trámite que se cumple sólo respecto de los actos
terminales que ordenan gastos con cargo al ítem de
variables o al rendimiento de leyes especiales y
significa verificar la existencia de recursos para
atender el egreso que se dispone. Si el gasto se imputa
a un ítem de la Ley de Presupuesto, en reemplazo de la
refrendación se exige en ciertas ocasiones la visación
previa por parte del Ministerio de Hacienda.
-Regístrese:
Es un trámite que se cumple respecto de dos tipos de
actos administrativos terminales: los que se refieren a
la carrera funcionaria de los agentes públicos y los que
afectan a bienes raíces que tienen la calidad de bienes
fiscales o bienes del Estado.
En ambos casos el registro consiste en anotar en la hoja
de vida que se les lleva a los funcionarios públicos y a
los bienes raíces del Estado, respectivamente, las
medidas que a su respecto se ordenen, tales como los
nombramientos y ascensos, en el caso de los primeros, y
las destinaciones o cambio de destinatarios, respecto
de los segundos.
En todo caso la diferencia entre uno y otro registro
consiste en que el registro de los funcionarios públicos
está a cargo de la Contraloría General de la República
y el de los bienes raíces fiscales lo lleva el Ministerio de
Bienes Nacionales.
-Tómese Razón:
Significa que por regla general el acto administrativo
debe ser sometido, previo a su cumplimiento, al examen
de constitucionalidad y legalidad de sus disposiciones
por parte de la Contraloría General de la República.
La Toma de Razón es sólo un requisito de validez para
el acto administrativo y que su observancia únicamente
constituye una regla general, pero no absoluta, porque
existen situaciones de excepción en que por disposición
del     Contralor    General     determinados     actos
administrativos que dicha autoridad califique de no
esenciales quedan exentos de dicho trámite sujetándose
a controles de reemplazo y a posteriori, que en cada
caso se señalan.
-Comuníquese:
Presenta dos acepciones: por una parte la de
notificación, es decir, poner en conocimiento de un
administrado específico el contenido de un acto
administrativo, y ello se ordenará, obviamente, respecto
de los actos administrativos de efectos particulares, y
por otra, la de informar al Servicio de Tesorerías de la
dictación de un acto que importa un egreso fiscal que
deberá ser satisfecho por esa repartición estatal.
-Publíquese:
Significa que el acto administrativo debe ponerse en
conocimiento de los administrados mediante su
inserción en el Diario Oficial, y ello en virtud de su
especial naturaleza o por la naturaleza especial de la
medida que ordena.
• CARACTERÍSTICAS DEL ACTO ADMINISTRATIVO.
a) TIPICIDAD:
Los actos administrativos están sujetos a formalidades
y no pueden dictarse si no concurren los supuestos de
hecho y de derecho que permiten el ejercicio de la
potestad en que se funda el acto.
Los actos administrativos están configurados en el
ordenamiento jurídico en sus aspectos esenciales, por
eso se dice que son “figuras típicas”, que adoptan
distintas formas y clases.
Ej: un decreto necesita la firma de un Ministro de
Estado, cumplir con el trámite de toma de razón y
publicación (si es de efectos generales) o notificación (si
es de efectos particulares).
b). IMPERATIVIDAD U OBLIGATORIEDAD:
Significa que los actos administrativos tienen la
capacidad para imponerse a los administrados de
forma unilateral y obligatoria.
Esta característica significa que por la relevancia y
poder que expresa la decisión administrativa en sí
misma, faculta a la autoridad a obtener su
cumplimiento incluso por la fuerza.
La Administración detenta el poder de imponer
unilateralmente –conforme a la ley- derechos y
obligaciones a los miembros de la colectividad.
c). ESTABILIDAD:
Significa que los efectos del acto administrativo no se
alteran con el transcurso del tiempo, es decir, se
mantienen inmutables hasta la extinción del acto que
los origina.
Considerando que con los actos administrativos se
están    creando,    reconociendo,    modificando     o
extinguiendo situaciones de hecho y de derecho, resulta
necesario que estas situaciones jurídicas tengan
permanencia para no vulnerar la seguridad jurídica.
Esto no significa que la Administración no pueda
revocar sus propios actos, sino que los actos
administrativos no se alteran mientras la autoridad no
los modifique o deje sin efecto.
d). IMPUGNABILIDAD:
Significa que el acto administrativo se puede siempre
impugnar por causa de ilegalidad.
Se consagra como una garantía en favor de los
administrados y funcionarios que sufran perjuicio o
agravio por un acto administrativo.
El acto administrativo puede impugnarse ante la
Administración a través de recursos o ante los
Tribunales de Justicia.
Se fundamenta en los artículos 6 y 7 de la CPR y en el
artículo 10 de la Ley Nº 18.575.
e). EJECUTORIEDAD:
Significa que el acto administrativo puede ser puesto
en ejecución de inmediato y por la propia
Administración, sin necesidad de recurrir a otro poder
del Estado.
f). IRRETROACTIVIDAD:
El acto administrativo sólo puede regir para el futuro,
es decir, con posterioridad a su dictación, a menos que
una norma expresa permita lo contrario. Con ello se
pretende dar seguridad a las relaciones jurídicas
inherentes a la Administración Pública.
g). PRESUNCIÓN DE LEGALIDAD:
Significa que por el origen mismo de los órganos
administrativos, depositarios de una parte de la
soberanía nacional, les confiere legitimidad suficiente
para estimar que –en principio- su accionar se realiza
conforme a la ley.
De tal manera que los actos administrativos gozan de
una “presunción de legalidad”, entendiéndose que por
emanar de un órgano público se ajustan a derecho.
Un sector de la doctrina supedita esta presunción de
legalidad al trámite de toma de razón. En efecto, según
Iván Aróstica, la presunción de legalidad de un acto
administrativo depende del trámite de toma de razón,
sólo a partir de ese momento se “presume” que se
ajusta a derecho, por lo que según este autor, tal
presunción no existe.
EFICACIA DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS.
Los actos administrativos producen sus efectos
obligatorios desde que se entienden perfeccionados.
Asimismo,     perderán    su   eficacia   cuando    son
enteramente cumplidos o se produce su revocación,
invalidación, anulación, caducidad o decaimiento, que
suponen la desaparición del mismo, su pérdida
absoluta de eficacia.
Lo anterior se distingue de la «suspensión» del acto
administrativo que puede ser decretada por la propia
Administración en conocimiento de un recurso
administrativo o por el juez ante el cual se ha
interpuesto una acción contencioso administrativa.
Ello constituye una garantía para el ciudadano pero a
la vez una pérdida de efectividad en la actuación de la
Administración.
 Eficacia Jurídica del acto.
El acto es obligatorio para aquellos que se encuentran
comprendidos     en    el  mismo:    órganos    de  la
Administración, funcionarios públicos o los ciudadanos
particulares destinatarios del mismo.
Esta eficacia es independiente del carácter válido o
inválido del acto: se presume legal y deberá cumplirse
mientras no sea anulado por el juez o invalidado por la
propia Administración.
Decretos y resoluciones producen efecto desde su
notificación o publicación (art. 51 LBPA), pero ¿y los
demás         actos       administrativos?:dictámenes,
declaraciones de juicio, constancia, conocimiento,
certificaciones (?)
Bermúdez sostiene que producen efecto desde su
emisión.
 Eficacia Subjetiva del acto.
Alcanzará al destinatario del acto administrativo.
Dicha eficacia alcanza un espacio o territorio
determinado, que dependerá del acto administrativo en
particular y de su contenido.
En algunos casos, de hecho puede tener un ámbito
territorial indeterminado. Ej: si está adscrito a un bien
mueble, como en el caso de un permiso de circulación
de vehículo motorizado que le permite desplazarse por
todo el territorio nacional.
Por el contrario, un certificado de informaciones
previas en materia urbanística fija condiciones de
edificación para un lugar específico en la comuna.
Lo mismo la restricción vehicular por razones
medioambientales, rige para toda una región o en parte
de ella.
• EXTINCIÓN DEL ACTO ADMINISTRATIVO.
Consiste en el cese total , completo y definitivo del acto
mismo y, de sus efectos.
Se puede producir por causas naturales o provocadas.
Causas naturales: extinguen el acto sin que sea
necesario que la Administración intervenga.
Acá encontramos las siguientes causales:
a). Por producción de sus efectos.
b). Por cumplimiento del plazo.
c). Por caducidad (verifica condición resolutoria o el
plazo). Ej: concesión de obra pública cuando no se
suscribe un ejemplar del contrato dentro del plazo
establecido en el mismo acto.
d). Por decaimiento (desaparición de los supuestos del
acto)
Desaparición de supuestos de hecho (objeto): cuando
desaparece la playa cuya concesión se había otorgado.
Desaparición de supuesto de derecho: derogación de
una norma en la que se funda el acto administrativo.
Desaparición del sujeto: En caso de muerte del
beneficiario cuando se trate de actos que confieran
derechos intransferibles.
Causas     provocadas:    hacen     perecer    un    acto
administrativo a través de un nuevo acto de la
Administración (invalidación, revocación o que acoge
recurso) o por sentencia judicial del acto que lo declara
nulo.
Acá encontramos las siguientes causales:
a). Por recursos administrativos.
b). Por revocación.
c). Por invalidación.
d). Por nulidad.
• Revocación del Acto Administrativo.
Es la medida adoptada por la propia Administración
tendiente a dejar sin efecto un acto administrativo por
causa de mérito, oportunidad o conveniencia, es decir,
cuando la ponderación del bien común así lo hace
aconsejable. (E. Silva Cimma).
Su fundamento doctrinario radica en la llamada
potestad    revocatoria    que   posee    la   autoridad
administrativa y que se conceptualiza como el poder
jurídico que tiene el órgano emisor del acto para “volver
sobre su decisión” , extinguiéndolo. Atributo que es
denominado por la doctrina como “acto de contrario
imperio”.
Requisitos de la Revocación:
-El acto debe ser válido, perfecto y estar produciendo
efectos.
-Que la autoridad, al apreciar el acto, estime que dicho
acto o sus fundamentos son contrarios al interés
general, razón por la cual decida hacer cesar sus
efectos.
-El órgano administrativo debe tener potestad para
revocar el acto administrativo.
-Se debe dictar un nuevo acto administrativo (acto
revocatorio), en el cual ejercita la potestad revocatoria.
Se discutía mucho por la doctrina administrativista
(antes de la Ley N° 19.880) si los actos administrativos
son esencialmente revocables o si lo son en términos
generales o excepcionales. Incluso algunos plantean
derechamente     la   irrevocabilidad   de   los   actos
administrativos por parte de la autoridad.
En otras palabras ¿se pueden revocar todos los actos
administrativos?
Al respecto se han establecido diversos criterios para
responder       esta    interrogante,      principalmente
considerando el tipo de acto de que se trate, la
naturaleza de sus efectos (de efectos generales o de
efectos particulares), el carácter jurídico de los mismos
(si son actos discrecionales o reglados), entre otros.
Revocación del acto administrativo en la Ley N° 19.880.
Más allá de las discusiones doctrinarias –que se
mantienen hasta los días de hoy- el artículo 61 de la
Ley 19.880 establece, como regla general, que los actos
administrativos podrán ser revocados por el órgano que
los hubiere dictado.
Sin embargo, agrega que la revocación no procederá en
los siguientes casos:
a) Cuando se trate de actos declarativos o creadores de
derechos adquiridos legítimamente.
b) Cuando la ley haya determinado expresamente otra
forma de extinción de los actos.
c) Cuando, por su naturaleza, la regulación legal del
acto impida que sean dejados sin efecto.
•Invalidación del Acto Administrativo.
Es la declaración que formula la Administración por
cuyo intermedio deja sin efecto un acto administrativo
por causa de ilegalidad.
Se fundamenta en el deber que le asiste a la autoridad
de ajustar sus actos a la observancia del principio de
legalidad contenido en los artículos 6° y 7° de la CPR.
El artículo 2° de la Ley 18.575 contempla como figuras
que contravienen al principio de legalidad “todo abuso
o exceso de potestades”, entendiendo al primero como
el mal uso o uso impropio o indebido de las potestades
administrativas, y al exceso como sobrepasar o
extralimitarse en las atribuciones conferidas.
La Ley 19.880 regula la invalidación en su artículo 53.
La autoridad administrativa podrá de oficio o a
petición de parte invalidar los actos contrarios a
derecho, siempre y cuando se haga dentro de los dos
años contados desde la notificación o publicación del
acto.
Antes de resolver sobre la invalidación de un acto
administrativo se deberá citar al interesado a una
audiencia.
La invalidación puede ser total o parcial.
El acto invalidatorio siempre será susceptible de
impugnación ante los Tribunales de Justicia, en
procedimiento breve y sumario.
• Nulidad del Acto Administrativo.
Es la declaración que formula un Tribunal de Justicia
por cuyo intermedio deja sin efecto un acto
administrativo por causa de ilegalidad.
Se fundamenta en el deber que le asiste a la autoridad
de ajustar sus actos a la observancia del principio de
legalidad contenido en los artículos 6° y 7° de la
Constitución Política de la República.
TEORÍA CLÁSICA      DE   LA   NULIDAD    DE   DERECHO
PÚBLICO.
A partir de la entrada en vigencia de la Constitución de
1980 y, más claramente desde la reforma constitucional
de la Ley Nº 18.825 (1989), se limpió el camino para el
reconocimiento de una acción de nulidad, tendiente a
superar la ausencia histórica de una ley reguladora de la
jurisdicción contencioso administrativa.
Además, el reconocimiento de un amplio derecho a la
acción a favor de toda persona (art. 19 Nº 3 CPR)
llevaría a la configuración de esta       acción general
anulatoria aun ante la falta de disposiciones específicas
de rango legal que la regularan.
El desarrollo de esta teoría se estructuró bajo el imperio
de la Constitución Política de 1925, por parte de
Bernaschina, retomada con posterioridad por Eduardo
Soto Kloss y Gustavo Fiamma Olivares y se basa en el
artículo 7º de la Constitución Política.
Esta teoría concibe a la nulidad de derecho público
como un mecanismo jurídico sancionador fundamental
del Derecho Público.
Consistiría en la ineficacia de los actos estatales
dictados en contravención al principio de juridicidad
contemplado en los artículos 6º y 7º de la Constitución
Política de la República.
Sus sostenedores interpretan literalmente la primera
parte del precepto contenido en el inciso 3º del artículo
7º de la Constitución Política, dotándolo de un
contenido conceptual estricto y absoluto.
Conforme a esta teoría, la nulidad se caracteriza:
a). Es una nulidad que opera de pleno derecho (ipso iure).
b). Es una nulidad insanable, no          susceptible   de
convalidación o subsanación alguna.
c). Es una nulidad perpetua e imprescriptible.
d). Es una nulidad que en sus efectos se equipara a una
verdadera inexistencia del respectivo acto.
En cuanto a la prescriptibilidad o imprescriptibilidad:
Materia discutible y que ha experimentado cambios
jurisprudenciales.
Existen 3 claras posturas:
Imprescriptibilidad.
Prescriptibilidad.
Distinción entre acción de nulidad y acciones
patrimoniales relacionadas. Caso emblemático: “Aedo
con Fisco” (2000)
Causales de Nulidad:
a). Investidura irregular.
b). Incompetencia.
c). Ausencia o ilegalidad de los motivos.
d) Ilegalidad del objeto.
e). Desviación de poder.
f). Vicio de forma.
Procedimiento y tribunal competente:
Al no tener, en estricto rigor, un procedimiento ni
normas de competencia especiales, las demandas de
nulidad de derecho público deben ser conocidas por los
Juzgados de Letras y tramitarse conforme a las reglas
del juicio ordinario.
(Aun cuando hay ciertas posturas doctrinarias que
sostienen que perfectamente podría tramitarse conforme
a las reglas del procedimiento sumario).
FIN