Universidad Abierta Para Adultos
Nombre del Participante
       Magdalena A. Parra Cabrera
      Nombre del Facilitador/a
         Gregoria Trinidad Suero
        Nombre de la Escuela
       Ciencias Jurídicas y Políticas
                Matricula
                100045785
               Asignatura
         Derecho Penal General
                 Carrera
                 Derecho
                 Unidad
                     7
                  Tema
          Autoría y Participación
                  Fecha
                03/03/2023
                                    Introducción
El concepto de autor y de quien participa en el hecho, ha variado según sea el criterio
sobre el cual se erija la teoría general del delito. De tal manera que, se han presentado
teorías y posturas tanto que defienden, como que discrepan sobre el tema. Leer
detenidamente estos planteamientos y teorías sobre la autoría, analizar los factores
característicos de la misma, no sólo al aprendizaje de estos contenidos, sino también al
propio conocimiento de sus habilidades y limitaciones para aprender.
La problemática de la autoría y participación, ha sido planteada desde varias doctrinas
jurídico penales, las cuales han hecho una clara distinción entre el sujeto que domina
objetiva y subjetivamente la realización de un hecho punible, y aquel que coopera en la
comisión de dicho hecho, considerado entonces como partícipe.
Sin embargo, al analizar algunos criterios sobre la teoría del delito, puede verse
amplias diferencias y variaciones en cuanto al concepto de autor de un hecho punible y
el que junto a este participa, de tal forma que históricamente se han presentado varias
teorías que definen la forma de concurrencia en el delito.
El concepto unitario de autor no hace distinción entre el autor propiamente dicho y la
participación de personas que concurren en un mismo hecho punible, es decir, que
considera el aporte de cada uno de los sujetos que concurren ante un mismo hecho,
considerándolas como causas equivalentes de dicho hecho, ya que sin dichas causas
el hecho no hubiera acontecido.
Distinguido Participante:
Consulte la bibliografía básica de la unidad y demás fuentes
complementarias del curso; luego realice la actividad que se describe
a continuación:
   1- A partir de la lectura del material colgado en este espacio,
      realice un ensayo acerca de la autoría y la participación, como
      formas de intervenir en la comisión de un delito.
En derecho penal se llama autor al que ejecuta personalmente, con la conciencia y la
voluntad exigida por la ley, los actos materiales constitutivos de la infracción; como
excepción, “quien da la orden de cometer el delito”.
De acuerdo a Cuello Calon (1960) “el autor se define como, persona que realiza el
delito”. “El cometer un delito requiere siempre una voluntad y una inteligencia que solo
el hombre posee”. Por otra parte, el Diccionario Jurídico Espasa (2010) expresa lo
siguiente: “el autor es el sujeto activo del delito”, el que causa algún hecho, el causante
o persona de quien procede el derecho de otro.
El autor propiamente dicho es el que tiene la responsabilidad criminal por el hecho
punible, mientras que el sujeto activo es la persona que realiza la conducta típica, y
que puede o no ser clasificada como autor en el sentido estricto.
La conformación del hecho mediante la voluntad de realización que dirige en forma
planificada, es lo que transforma al autor en señor del hecho, por esta razón, la
voluntad final de realización es el momento general del dominio sobre el hecho.
tenemos las características especiales del autor, que se subdividen en;
a) Por una parte, las características subjetivo-personales de autor, que no son más que
las intenciones especiales, tendencias y formas de ánimo, como por ejemplo la
intención de apropiación, la tendencia lasciva, el ánimo cruel, etc.
b) Por la otra, están las características objetivo-personales del autor, que no son más
que las posiciones de deber del autor, como por ejemplo el médico, el abogado, el
deudor embargado, empresario, funcionario público, etc.
Autor individual
El autor individual, o como también se llama inmediato, es aquel que realiza el hecho
sin compartir con otros el dominio o determinación del mismo, de modo que actúa por
sí solo, y sin hacerlo a través de otro que actúa como instrumento. En este sentido
Maurach expresa que, es “autor individual el que actúa directamente.” En muchas
legislaciones se ha aceptado el concepto de autor material, como otra forma de autoría
en la comisión de los delitos, entendiéndose por autor material el que perpetra
efectivamente un delito, con la ejecución de los actos externos que concretan el ataque
a una persona o un bien u otra lesión jurídica punible. En especial, se habla de autor
material en los casos de desdoblamiento o dualidad por existir un autor intelectual.
Autor mediato
Según la doctrina actual, “es autor mediato quien comete el hecho por medio de otro, o
dicho de otro modo más preciso, quien para la ejecución de un hecho punible que se
pueda cometer con dolo, se sirva de otro ser humano como instrumento”. Como se
presenta en el esquema anterior, en la autoría mediata, concepto que fue creado para
llenar vacíos de punibilidad, que se había originado en parte por el estado de la
legislación y en parte a través de la dogmática, el autor no necesita cumplir por sus
propias manos el hecho en cada una de sus fases, sino que se puede servir para ello
no solo de instrumentos mecánicos. También sirve para sus fines el actuar de otro; en
cuanto sólo él posee el dominio del hecho respecto de la realización del tipo.
Otras Formas de Participación en los Delitos
La coautoría
Para tratar los problemas de la intervención en el delito hay fundamentalmente dos
posibilidades de solución. Cabe, en primer lugar, reducir todas las clases de
intervención al común denominador de un concepto de autor que las abarque en
general, o bien, en segundo lugar, distinguir entre varias formas de intervención según
la importancia material de las contribuciones al hecho.
La participación en sentido estricto sólo comprende la instigación y la complicidad, y en
su sentido más amplio, comprende también la coautoría, manifestándose estas figuras
como tipos de participación en la acción criminal.
La coautoría no es más que la comisión de un hecho punible, estando las personas
que lo cometieron asociados con esa finalidad, bajo la colaboración consciente y
voluntaria de cada uno de los asociados. En otras palabras, el coautor no es más que
un autor que coopera con otro u otros autores. El Código Penal Español y muchos de
los hispanoamericanos se refieren a esta figura como la de los cooperadores
necesarios.
Tipos de coautoría
Según la doctrina y la jurisprudencia de otros países en donde sí se contempla esta
figura, se puede decir que la coautoría, en principio, adopta dos formas esenciales.
Una de ellas es cuando en la comisión de la infracción concurren los coautores, con
contribuciones de tipo material, y la otra cundo los mismos concurren uno en calidad de
autor material y el otro en calidad de autor intelectual.
Por otro lado, una parte de la doctrina enumera otras situaciones por la que se puede
establecer coautoría, tales como: la coautoría accesoria, la cual se presenta cuando
dos o más personas, sin que exista acuerdo previo, coinciden en la realización común
del mismo hecho típico. Como ejemplo se podría atender al caso del linchamiento de
un ladrón, por parte de los vecinos que lo sorprenden en la acción. También está la
coautoría concertada, que es la intervención de varios autores en la comisión del
hecho, caracterizada por acuerdo tácito entre ellos. La coautoría concomitante, como
actuación conjunta de dos o más personas que sin acuerdo previo producen el
resultado lesivo.
Esta forma de participación se caracteriza por que uno o varios de los intervinientes
aprovecha un plan delictivo ajeno para obtener sus propias finalidades.
Elementos constitutivos de la coautoría
La coautoría está compuesta básicamente por dos elementos constitutivos: el acuerdo
común y la ejecución de dicho hecho en común con más personas.
Acuerdo Común
En cuanto al común acuerdo, se dice que este constituye la única justificación de la
posibilidad de imputar recíprocamente las contribuciones al hecho, y se entiende que
no debe bastar con un conocimiento unilateral, sino que los participantes deben
accionar de acuerdo a una voluntad consciente.
Ejecución del hecho en común
En cuanto a la ejecución del hecho en común, es necesario que se realice una
contribución objetiva al hecho, para que una persona pueda considerarse como
coautora. En cuanto al caso de la coautoría material, puesto que, existe otro tipo de
autoría, la cual se da en el caso donde concurre, tanto el coautor material, como
cuando también concurre un coautor intelectual. En este sentido, el de la ejecución
común del hecho, existen dos teorías según explica Hans Welzel, de un lado está la
teoría objetiva, según la cual, la voz “ejecución hay que entenderla en el sentido
técnico de la adecuación típica, esto es, como realización de una acción típica”.
Por parte de la teoría subjetiva, no hay que entender ejecución de manera técnica. Es
suficiente cualquier actividad que realice un partícipe, para llevar a cabo el delito sobre
la base del plan delictivo común.
La complicidad
El cómplice es la persona cuyo acto no tiene carácter delictuoso, sino en relación con
el delito de otra, que aquella provoca o facilita con conocimiento de causa. Persona
que, sin ser autor de un delito, coopera a su perpetración por actos anteriores o
simultáneos. A veces también posteriores, si ellos se ejecutan en cumplimiento de
promesas anteriores. Claro es que, para la complicidad delictiva se requiere que el
cómplice conozca que sus actos tienen como finalidad la comisión de un delito de que
se trate.
La participación del cómplice en el hecho delictivo es accesoria, secundaria; la
complicidad exige participación de un delito, pero no cometido por el cómplice, sino por
otra persona, además de un conocimiento de causa. Como establece Guillermo
Cabanellas:
No es cómplice quien presencia la comisión de un delito, cuando en nada ayuda al
autor o autores, y se abstiene de asistir o amparar a la víctima, aunque en casos
extremos, de no haber peligro alguno para el espectador, cabría encontrar algún
género de culpa por omisión.
Los cómplices son penados en todos los delitos, excepto en los cometidos por los
medios de publicidad. Se les impondrá la pena señalada para los autores, pero en el
grado inmediatamente inferior, tanto en el delito consumado como en el frustrado o la
tentativa.
En cuanto a los elementos constitutivo de la complicidad existen algunas condiciones,
la cual pueden ser la existencia de un hecho principal; que el hecho por parte del
cómplice, debe de estar previsto y sancionado por la ley; que el cómplice debe haber
participado en la comisión del hecho determinado; que dicha participación debe de ser
prestada de forma voluntaria y consciente. Por último, que dicha participación debe
haber sido prestada en la modalidad establecida en la ley.
   o   Hecho principal punible.
   o   Hecho previsto y sancionados por la Ley.
   o   Participación en la comisión del hecho.
   o   Participación consciente y voluntaria.
   o   Participación del modo indicado en la Ley.
                                     Conclusión
En nuestra legislación, los autores y los coautores son sancionados de la misma
naturaleza, con las sanciones establecidas por cada infracción; mientras que los
cómplices de un crimen o de un delito se les impone la pena inmediatamente inferior a
la que corresponda a los autores, salvo los casos en los que las leyes dispongan otra
cosa; siendo preciso establecer que cuando se habla de la pena inmediatamente
inferior se trata de aquella que correspondería, no de la que el juez haya impuesto al
autor del hecho.
Las causas de eximentes de responsabilidad del autor, no se comunican a los
cómplices, del mismo modo, las excusas atenuantes, que por ser personales o reales
concurren en la persona de que se trata. Las causas de justificación representan el
género de eximentes más importante, las eximentes por antonomasia. Su eficacia
consiste en suprimir el carácter antijurídico de una conducta descrita en la ley como
delito, eximiendo así a su autor de toda responsabilidad penal o extra-penal. Jiménez
(2010) las define como: Las que excluyen la antijuricidad de una conducta que puede
subsumirse en un tipo legal; esto es, aquellos actos u omisiones que revisten aspecto
de delito, figura delictiva, pero en los que falta, sin embargo, el carácter de ser
antijurídicos, de contrarios al derecho, que es el elemento más importante del crimen.
Las circunstancias reales, o sea, aquellos actos externos que acompañan la infracción,
producen su efecto con respecto del cómplice, así como el autor principal. Si por el
contrario existen circunstancias agravantes, de atenuación o de impunidad que son
personales al autor principal, sus efectos no se comunican al cómplice.
Las causas de la imposibilidad es absoluta cuando no existe ninguna esperanza de
que se realice o suceda, por ejemplo: “Es imposible que el paciente pueda caminar,
luego del severo accidente que sufrió” o “Es imposible que pueda planificarse un viaje
espacial con personas hacia el Sol”, o relativa, si no se puede realizar en su integridad,
pero sí parcialmente: “Es imposible rendir el examen preparándolo en tres días, solo
aprenderé la mitad de los contenidos” o “El enfermo tendrá una imposibilidad parcial de
hablar, lo hará, pero con dificultad”.
                                  Bibliografía
   Ambos, Kai. Christoph Grammer, Dominio del hecho por organización. La
    responsabilidad de la conducción militar argentina por la muerte de Elisabeth
    Käsemann.                               Disponible                             en:
    www.unifr.ch/ddp1/derechopenal/articulos/a_20080521_12.pdf.
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