TEORIA DEL SER
El ser es aquello, en lo que los diferentes objetos coinciden y en lo
que, a su vez, se distinguen. Este enfoque del ser es la base de una
metafísica dialéctica del ser. El concepto opuesto a ser, es la nada, ya que
nada puede estar fuera del ser.
La filosofía del ser se aparta claramente de este totalitarismo
dialéctico, porque está anclada en la realidad y abierta a lo inesperado que
hay en el ser y en la vida, con su novedad emergente. La realidad, el ser, son
siempre superiores a las ideas que podemos elaborar a priori.
Se llama “ser” a lo que hace que los entes sean. Es decir, los entes
son porque participan del ser tal. Un ente es todo aquello que “es”, por
ejemplo: un árbol, un perro, un avión, un policía o un elefante, etc.
El ser es uno de los conceptos más generales y, por lo tanto,
fundamentales de la filosofía. Esto significa que es uno de los más complejos
de definir. Generalmente, con la palabra “ser” nos referimos a todo aquello
que existe, o sea, la realidad ontológica de las cosas. Por “realidad
ontológica” debemos entender a todo lo que es. La ontología es una
disciplina filosófica que estudia al ser en tanto ente.
Conforme a la tradición filosófica, existen dos conceptos de ser:
Concepto unívoco de “ser”: Es la característica más general de todas las
entidades o cosas, es decir, aquello que permanece y es común a todas
sin distinción, una vez que se les han quitado todas sus características
particulares e individuales. Es lo opuesto de la esencia.
Concepto analógico de “ser”: Es aquello que todas las cosas poseen,
pero en distinta manera; de modo que en ello todo coincide y todo se
diferencia. Lo único que puede estar fuera del ser, en este sentido, es la
nada.
Es así como desde la teoría crítica y en discusión con el psicoanálisis, se
encontrará una posibilidad de comprender el ser en articulación con la
historia, lo social y la subjetividad, de manera tal que se reavivan por un lado,
las discusiones en torno a este problema filosófico por excelencia, por el otro,
indagar por la esencia de lo humano en un momento histórico atravesado por
una política neoliberal y una economía consumista en la que resultan en el
cierre tanto el sujeto como el ser. Se encuentra, finalmente, que en
dimensiones propiamente humanas como el trabajo y el lenguaje, es posible
trazar un camino que permita comprender el ser en relación con la
subjetividad y las dinámicas propias de la época actual.