Romancero Gitano
Romancero Gitano
AUTOR
Federico García Lorca es el segundo autor español más traducido en el mundo después
de Miguel de Cervantes.
Nace en Fuentevaqueros el 5 de junio de 1898. Con su muerte se convirtió en un mito
y tuvo el peligro de que el mito se comiera al escritor, con los años ese mito
(representante de la España democrática derrotada por el fascismo) se fue rebajando.
Era un niño rico, pero el barrio en el que nació había muchas personas de raza gitana y
siempre se relacionó con ellos. Jamás se curó de la ingenuidad infantil, hizo uso de la
imaginación para transformar la realidad. Cuando maduró, la muerte del niño le quedó
marcada para siempre (Poeta en Nueva York: “Infancia y muerte”).
El padre, Federico García Rodríguez, era terrateniente e industrial azucarero. Se casó
en segundas nupcias con Vicenta Lorca Romero, procedía de una familia humilde y era
maestra de la escuela de niñas del pueblo, fue una mujer muy preocupada por la
cultura y la educación de sus 5 hijos. Siempre dirá de su madre “le debo todo lo que
soy y lo que seré”. Fue la mujer que más amó en toda su vida. Tuvo una infancia feliz.
Aunque Lorca nunca fue un buen estudiante, tocaba el piano de niño, tenía mucha
habilidad para la música. Tenía una imaginación desbordante con un fondo lúdico,
capacidad de liderazgo en los juegos infantiles (presente en su poesía y teatro).
Escenificaba pequeñas obras teatrales con títeres en la buhardilla de su casa.
Le fascinaba todo el ritual que envolvía la religiosidad.
Mantuvo contacto con niños de su pueblo, desfavorecidos en su mayoría. Ello le
provoca una mala conciencia de clase que le hará ver la realidad con ojos críticos y
reivindicar una mejora de las condiciones de la clase obrera. Niño rico, pero consciente
de la clase humilde y de sus necesidades.
1908 marca el fin de la edad dorada de la infancia. La familia se instala en Granada.
“Toda mi infancia es pueblo, pastores, campos, cielo, soledad, sencillez…”
En 1915 obligado por su familia entra en la universidad, donde cursa Letras y Derecho,
solo concluye la segunda carrera. Recibe clases de Francisco Giner de los Ríos,
fundador de la ILE (Institución Libre de Enseñanza), con ideología regeneracionista que
pretendía modernizar el método de enseñanza.
En 1916 realiza viajes por España y se forja en él una auténtica vocación literaria.
Conoce a Antonio Machado y Miguel de Unamuno (bastante mayores). Uno de esos
viajes es la base de su libro Impresiones y paisajes.
Amor, pasión amorosa, frustración es uno de los temas que mejor se verá reflejado en
su obra. La frustración amorosa se convertirá en tema principal. Sus textos reflejan una
crisis religiosa que acompaña los conflictos personales motivados por su identidad
sexual. Lorca se rebela contra el Dios inflexible del Antiguo Testamento, al tiempo que
se proyecta a sí mismo en la figura de Cristo.
En 1919 la familia lo envía a Madrid (Residencia de Estudiantes). Lorca deslumbra con
su personalidad. En 1920 se estrena la primera obra teatral de Lorca El maleficio de las
mariposas, pieza en verso sobre el amor entre una mariposa y una cucaracha que
muere de pena cuando su amada huye volando. La obra es criticada y no gusta al
público.
De vuelta en Granada conoce y entabla amistad con Manuel de Falla con el que se
prepara un concurso de cante jondo que se celebra en verano de 1922. Este concurso
le inspirará Poema del Cante Jondo (1931).
En 1921 publica su primer libro lírico Libro de poemas. En 1923 retorna a la Residencia
de Estudiantes. Es en ese momento cuando conoce a Salvador Dalí, se fascinan
mutuamente. Dalí fue una de sus grandes pasiones. Al principio se les une Luís Buñuel.
La amistad del pintor determina el acercamiento de Lorca a las Vanguardias. Su
homosexualidad pugna por liberarse en medio de una sociedad tradicional, pacata,
religiosa y homófoba, mientras mantiene una apasionada, tormentosa e insatisfactoria
relación con Salvador Dalí.
En junio de 1927 Margarita Xirgu estrena en Barcelona María Pineda (obra de Lorca),
obra teatral que fue bien recibida por la crítica y el público, con escenografía de
Salvador Dalí.
En diciembre de ese mismo año tiene lugar el tricentenario de la muerte de Luís de
Góngora. El Ateneo de Sevilla invitó a un grupo de poetas jóvenes a participar en actos
de homenaje. Los jóvenes vanguardistas reivindican al complejo Góngora por
considerarlo un precursor de la poesía pura, limpia de sentimentalidad y cimentada en
metáforas sorprendentes y brillantes. Fue el acto de nacimiento de la llamada
Generación del 27.
Lorca tuvo un éxito arrollador con la lectura de algunos poemas del Romancero gitano.
Ya se le consideraba el poeta más prometedor de su generación.
En 1928 ultima la edición del Primer Romancero Gitano, muy célebre ya a través de los
poemas difundidos en revistas y recitales. El libro triunfa. Tiene un éxito de ventas
impensable para el poeta, aunque su temática no satisface al autor. A Lorca le disgusta
que la mayoría de público lea su obra en clave folclórica, andalucista y tópica; cuando
en él se da una fusión de elementos tradicionales y vanguardistas y profundidad de
mensaje.
Conoce al escultor Emilio Aladrén, con quien entabla una de sus relaciones amorosas
más intensas y tortuosas.
En 1929 viaja a Nueva York donde vivirá nueve meses, período de tiempo que lo
transformará radicalmente. Dejará esa vertiente más folclórica y se inicia en las
Vanguardias. Crisis estética (no aceptó nunca el Surrealismo, defendía el control de la
mente) y vital (amores desdichados). Nueva York le genera sentimientos
contradictorios, queda deslumbrado por la moderna belleza y por las diversiones
frenéticas de las multitudes, pero le disgusta el sistema capitalista, la explotación
indiscriminada de la naturaleza, la marginación social de los negros, tan parecida a la
de los gitanos (“yo siempre soy y seré partidario de los pobres”). En medio de esta crisis
escribe Poeta en Nueva York.
En marzo de 1930 (no vuelve directamente a España) llega a la Habana, invitado a
impartir una serie de conferencias y recitales que son un rotundo éxito de público. Ese
mismo año vuelve a España y en 1931 funda “La Barraca”, mítica compañía teatral
ambulante fundada por estudiantes de la Universidad de Madrid. Lorca es el director
artístico. Representa obras de los clásicos españoles por los pueblos de España.
En el verano de 1932, Lorca escribe un drama destinado al gran público titulado Bodas
de sangre, tragedia de ambiente rural en prosa y verso que se inspira en un crimen real
ocurrido en Níjar y fue éxito en España e Hispanoamérica.
Rafael Rodríguez Rapún fue el gran amor de su vida. Lorca lo presenta como su
secretario particular. Le dedica los póstumos Sonetos del amor oscuro.
En 1934 escribe Yerma, una nueva tragedia rural, que tuvo también un éxito
apoteósico.
En España cada vez se radicaliza más la política. En julio de 1936 suenan tambores de
guerra en España y Lorca huye a Granada, donde parece sentirse más seguro. Granada
cae rápidamente en manos de los rebeldes franquistas. Lorca es agredido en su casa y
pide refugio en casa del joven poeta falangista Luís Rosales. García Lorca tenía muchos
enemigos en Granada. Fue detenido el 16 de agosto y conducido a una cárcel
improvisada en el barranco de Viznar. Allí es fusilado junto a un maestro republicano y
dos banderilleros anarquistas. Lo asesinaron por envidia, por ser homosexual, por
haber criticado el fascismo y ser de izquierdas. La noticia tarda en conocerse varias
semanas.
Personalidad compleja y contradictoria, fue vitalista y atormentado, fue una persona
luminosa y con una profunda oscuridad interior.
Un lector llamado Federico García Lorca (Luís García Montero)
Describir la experiencia de lectura del joven Lorca supone ir descubriendo las
obsesiones que marcaron después su trabajo como creador. Fue un lector omnívoro
(Bécquer, Rubén Darío, Machado, Verlaine, Ibsen, Rousseau, Descartes, Menéndez
Pelayo, Goethe, Balzac, Larra, Dostoievski, Clarín, Góngora, Cervantes, Lope,
Shakespeare, Francisco de Asís, Platón, Filosofía de Krause (panteísmo todos
formamos parte del mundo) que aflora en su poesía, su sentido de solidaridad con el
sufrimiento de cualquier ser viviente.
Fascinación por el mundo clásico (Las Metamorfosis de Ovidio, la mitología, Platón,
Lucio, Apuleyo…). El grito de rebeldía lo aprendió en el Romanticismo. También tiene
un fondo espiritual (admiraba a San Juan de la Cruz). La lectura se convierte para Lorca
en una de las más profundas e intensas experiencias vitales
OBRA
ROMANCERO GITANO
Se publica en 1928. Libro oscuro, que provoca angustia. Se canta a la pena, pero no se
proponen soluciones. Participación de los cinco sentidos (luz, sonido, tacto)
Condensación expresiva, elipsis, complicado entender el significado (ej. “barandales de
la luna/ por donde retumba el agua”, la gitana está muerta en el aljibe y se refleja por
la luz de la luna la baranda).
Hace de la metáfora un formidable instrumento de conexión con los planos más
opuestos de la realidad, mezcla elementos muy dispares (lo terrestre y lo celeste, lo
alto y lo bajo, lo próximo y lo remoto, lo material y lo inmaterial se unen en la poesía).
Sin abstracciones filosóficas, este mundo visible, tangible, audible… es capaz de
acogerlo todo. Visión de un mundo en permanente
tensión, contradictorio, inestable, insatisfecho,
frustrado.
Según el contexto van cambiando los símbolos,
alejado del costumbrismo. En Romancero gitano
prácticamente todos los versos son octosilábicos.
TÍTULO Y PORTADA
Figura un dibujo hecho por el propio Federico García
Lorca: un mapa de España (la poesía pertenece a
España) y tres girasoles en un búcaro (simboliza la
belleza). El primer título que le dio a la obra fue Primer Romancero gitano, a
continuación, pasó a llamarse Romancero gitano
INTENCIÓN
“Yo quise fundir el romance narrativo con el lírico sin que perdieran ninguna
cualidad y esta esperanza se ve conseguida en algunos poemas como Romance
sonámbulo…”.
Ningún poeta había escrito un libro íntegro que tuviera como protagonistas a esta raza
perseguida. Los gitanos reales no son los que aparecen en el Romancero, en el
Romancero aparece el guapo Camborio. El libro es un retablo de Andalucía con
gitanos, caballos, arcángeles, brisa judía, brisa romana, ríos, crímenes…
Compuesto por 18 poemas, todos ellos dedicados a familiares y amigos de Granada o
Madrid. Se reeditó en vida del poeta cuatro veces. Lorca creó un conjunto de poemas
en los que su voz se mostraba personal mediante la fusión de la tragedia popular y la
poesía culta. Con la presencia de imágenes surrealistas, cubistas…, influencia de Freud
(subconsciente, mundo onírico).
ESTRUCTURA
La obra se compone de un total de 18 poemas, con una media de 50 versos, el más
breve (“La monja gitana”, vv.36), el más extenso (“Romance a la guardia civil”, vv.124).
En líneas generales, el romance lorquiano se amolda al esquema métrico del
romancero tradicional: lo forman una serie indefinida de versos octosílabos con rima
asonante en los pares. Aunque con alguna excepción (en dos de ellos hace que rimen
los versos impares: “La casada infiel” y “Romance del emplazado”).
La obra se divide en dos partes muy evidentes:
1. 15 poemas (orden: 1-5-3-5-1)
- 1er poema (“Romance de la luna, luna”): claves líricas de todo el conjunto
- 5 poemas: protagonistas femeninas, que representan la pena, la angustia y el
sufrimiento.
- 3 poemas: En el centro del libro 3 poemas que forman una sección, un tríptico, que
nos revela esa Andalucía espiritual y mítica que Lorca centra en las tres ciudades:
Granada, Córdoba y Sevilla, cada una con sus arcángeles respectivos: San Miguel, San
Rafael y San Gabriel.
- 5 poemas: protagonista masculino (entre los cuales hay dos dedicados al personaje
de Antoñito el Camborio forman un díptico). Todos los protagonistas gitanos de estos
poemas están marcados por un destino trágico.
- Último poema: En él se nos narra líricamente la destrucción de la ciudad gitana,
“Romance de la Guardia Civil española”. Hace las veces de epílogo.
TEMAS
Serán los mismos comentados a la hora de abordar el análisis del Lorca poeta. Como
sucede con los símbolos, todo lo expuesto anteriormente sobre la poesía de Lorca en
el nivel temático sirve para nuestro Romancero gitano.
Tema por excelencia: la frustración humana. Es el tema de “Preciosa y el aire”,
“Romance sonámbulo”, “La monja gitana”, “Muerte de Antoñito el Camborio” y
“Romance de la pena negra”. Obviamente, esta frustración nace de la ausencia de
alguna circunstancia determinada, la falta de libertad en “La monja gitana”, la falta de
amor en “Romance de la pena negra” o en “Romance sonámbulo”.
La frustración que nace de la certeza de que todos abandonamos la infancia y
tomamos conciencia de que nuestro tiempo de vida es limitado, de que tenemos que
morir, está presente en «Romance de la luna, luna» o en «Romance del emplazado». Y
esta frustración lleva a la cosmovisión trágica del poeta. Se haga lo que se haga, se viva
como se viva, el ser humano está condenado trágicamente a desaparecer, tiene un
destino trágico contra el que no puede luchar
Otro tema esencial, así en el Romancero gitano como en la obra lorquiana, es el
amor. Lo podemos encontrar en forma de frustración, como ya hemos visto, pero lo
habitual es encontrarlo unido a la muerte (Eros y Thanatos). Así sucede en poemas
como «Reyerta», «Muerto de amor», «Burla de don Pedro a caballo» o «Martirio de
Santa Olalla», donde el amor de la joven Olalla por Dios provoca su martirio y
ejecución. Lorca entiende el amor en sus dos vertientes, la meramente sexual («La
casada infiel») y la espiritual («Romance sonámbulo»). El amor como fuerza
destructora, que arrolla a los amantes en su vorágine de deseo, y que fatalmente los
lleva a la muerte.
El erotismo no es solo placer y comunión con el otro, Lorca lo envuelve en
frustración, dolor, culpa, denuncia de la sociedad represora, obsesión, soledad,
marginación…Erotismo hay en varios de los poemas del libro. Erotismo homosexual
encontramos en «San Miguel», «San Rafael», «San Gabriel» y en «Prendimiento de
Antoñito el Camborio en el camino de Sevilla», erotismo carnal en «La casada infiel»,
«Thamar y Amnón», y en “La monja gitana”. Y erotismo mítico en “Romance de la luna,
luna”.
El deseo sexual como fuerza que rompe con las leyes sociales lo encontramos en
«La casada infiel» (adulterio) y en «Thamar y Amnón» (incesto). Y como insatisfacción
en “Preciosa y el aire” y “Romance de la pena negra”.
Relacionado con el tema del amor encontramos el tema de la esterilidad. Otra vez
se vive el amor como tragedia: es un amor en el presente, que no dejará huella en
forma de descendencia.
La muerte se nos presenta en los poemas del Romancero gitano, sobre todo, como
violencia («Reyerta», «Muerte de Antoñito el Camborio», «Romance de la Guardia Civil
española», «Romance del emplazado», «Martirio de Santa Olalla», «Thamar y
Amnón»). Lorca se convierte en un poeta pensador, en un poeta metafísico, que se
enfrenta con sus poemas, con su arte, a los grandes enigmas del ser humano. Tanta
violencia concluirá en la muerte colectiva, en la destrucción arbitraria y cruel de la
ciudad gitana en «Romance de la Guardia Civil española», como todos los seres
humanos tendremos que desaparecer.
Mención aparte merece el tratamiento del tema de la religión. Lorca emplea el
sentimiento religioso, que es predominante en el libro, desde una perspectiva estética
y cristológica. La vertiente estética de la religión la observamos claramente en los tres
poemas que dedica a los arcángeles. Lorca utiliza la figura de Cristo como símbolo de
sacrificio y de muerte en varios poemas (por ejemplo, en «Reyerta»).
Todos los romances inciden, en mayor o menor medida, en el tema que para el
poeta era el único del Romancero gitano, la pena. Pena por el amor vivido como
pasión trágica, pena por las injusticias, pena por las muertes violentas, pena por la
soledad, pena por la injusticia social contra los gitanos, pena que Lorca ve como la
esencia de esa Andalucía más espiritual que real que nos recrea en todo el poemario.
Analizando la pena de un grupo muy determinado de seres humanos, los gitanos, con
los que el poeta, por sus circunstancias personales, se identifica, y a los que idealiza,
Lorca reflexiona sobre la vida del ser humano, de cualquier ser humano de cualquier
tiempo histórico, y universaliza su mensaje.
SÍMBOLOS
ESTILO
El lenguaje de Lorca, así, es original, directo, muy sugerente, imaginativo.
Con la utilización de recursos estilísticos, Lorca presenta un mundo poético subjetivo,
partiendo de la realidad, de lo objetivo. Trabaja con la intuición, la imaginación, la
sensibilidad, sin prescindir nunca del intelecto que controla y ordena la expresión.
El ritmo está trabajado en cada poema magistralmente. Cuando la acción es rápida, el
ritmo se acrecienta mediante frases declarativas, sin verbo, propias de la descripción.
Se condensan elementos por yuxtaposición, hay enumeraciones e incisos explicativos
(“La monja gitana”).
Encontramos frases imperativas, desiderativas, preguntas retóricas y apóstrofes que
dan un carácter afectivo al verso y manifiestan el sentimiento que, aunque aparece en
los personajes, es el reflejo de la emoción personal del poeta (“Preciosa y el aire”).Los
sentimientos que intenta plasmar en los poemas son sentimientos del propio autor.
Hay imágenes creadas a partir de la sensación del tacto, del sabor, del oído, sobre que
aluden a elementos de percusión
Abundan las figuras retóricas: metáforas, alegorías, personificaciones, hipérboles,
epítetos, metonimias, comparaciones…
Un último recurso retórico que cabría destacar presenta mayor dificultad de
elaboración que los anteriores. El desplazamiento calificativo consiste en desplazar la
cualidad de un objeto a otro que está situado cerca de este. Se produce así una
contigüidad espacial. Porque los pechos de Soledad Montoya son redondos, Lorca
puede escribir que «gimen canciones redondas», trasladando la forma de los pechos a
las quejas de la mujer.
TRASCENDENCIA
En el Romancero gitano, García Lorca recreó subjetivamente Andalucía, quiso
transmitir su alma oculta, hecha de un cruce de civilizaciones orientales y occidentales,
alma que descansaba, para él, a la altura del siglo XX, en la raza gitana como grupo
humano privilegiado, conectado con la esencia verdadera de las fuerzas misteriosas
que rigen nuestro destino. Si el libro solo hubiera sido eso, ya sería mucho, pero
gracias al arte poético lorquiano, superó esa fase inicial para elevar su mensaje y hacer
que englobara a todo ser humano. Esto lo consiguió mediante el empleo de un
lenguaje simbólico y la incursión en el mito de toda la materia lírica.
Se trata de un libro muy cruel y crítico donde opone el primitivismo a la civilización.