DEFINICION DE HISTORIA Y MITO
Historia:
La historia es la ciencia que tiene como objeto de estudio el pasado de la humanidad y como método el
propio de las ciencias sociales.1 Se denomina también historia al periodo histórico que transcurre desde la
aparición de la escritura hasta la actualidad.
Más allá de las acepciones propias de la ciencia histórica, historia en el lenguaje usual es la narración de
cualquier suceso, incluso de sucesos imaginarios y dementiras.2 3 En medicina se utiliza el concepto
de historia clínica para el registro de datos sanitarios significativos de un paciente, que se remontan hasta
su nacimiento o incluso a su herencia genética.
A su vez, llamamos historia al pasado mismo, e, incluso, puede hablarse de una historia natural en que la
humanidad no estaba presente (término clásico ya en desuso, que se utilizaba para referirse no sólo a
la geología y la paleontología sino también a muchas otras ciencias naturales; las fronteras entre el
campo al que se refiere este término y el de la prehistoria y la arqueología son imprecisas, a través de
la paleoantropología).
Ese uso del término historia lo hace equivalente a cambio en el tiempo.4 En ese sentido se contrapone al
concepto de filosofía, equivalente a esencia o permanencia (lo que permite hablar de una filosofía
natural en textos clásicos y en la actualidad, sobre todo en medios académicos anglosajones, como
equivalente a la física). Para cualquier campo del conocimiento, se puede tener una perspectiva histórica -
el cambio- o bien filosófica -su esencia-. De hecho, puede hacerse eso para la historia misma
(véase tiempo histórico) y para el tiempo mismo (véase Historia del Tiempo de Stephen Hawking, libro de
divulgación sobre cosmología).
Mito
El término griego mythos (μῦθος) significa aproximadamente ‘discurso’, ‘palabras' (por oposición a actos;
así en Esquilo: «ἔργῳ κοὐκέτι μύθῳ», ‘Ya no son meros dichos, sino hechos’)1 y, por extensión, un ‘acto
de habla ritualizado’, como el de un jefe en una asamblea, o el de un poeta o sacerdote2 o un relato
(Esquilo: «Ἀκούσει μῦθον ἐν βραχεῖ λόγῳ», ‘oirás la historia en poco tiempo’).3
Los mitos forman parte del sistema religioso de una cultura, la cual los considera historias verdaderas. Su
función es otorgar un respaldo narrativo a las creencias fundamentales de la comunidad. Diversos mitos
de una cultura pueden integrarse en una mitología que sustenta la cosmovisión de un pueblo.
Según Mircea Eliade, el mito es una historia sagrada que narra un acontecimiento sucedido durante un
tiempo primigenio, en el que el mundo no tenía aún su forma actual. Los acontecimientos de la naturaleza
que se repiten periódicamente se explican como consecuencia de los sucesos narrados en el mito (por
ejemplo, en la mitología griega el ciclo de las estaciones se explica a partir del rapto de Perséfone).
Según la visión de Lévi-Strauss, uno de los estudiosos más influyentes del mito, a todo mito lo
caracterizan tres atributos:
■ trata de una pregunta existencial, referente a la creación de la Tierra, la muerte, el nacimiento y
similares.
■ está constituido por contrarios irreconciliables: creación contra destrucción, vida frente
a muerte, dioses contra hombres.
■ proporciona la reconciliación de esos polos a fin de conjurar nuestra angustia.
Como los demás géneros tradicionales, el mito es en origen un relato oral, cuyos detalles varían en el
curso de su trasmisión, dando lugar a diferentes versiones. En las sociedades que conocen la escritura, el
mito ha sido objeto de reelaboración literaria, ampliando así su arco de versiones y variantes.
Desde que en la Antigüedad grecolatina las explicaciones filosóficas y científicas entraron en competencia
con las míticas, la palabra mito se cargó en ciertos contextos de un valor peyorativo, llegando a utilizarse
de forma laxa como sinónimo de patraña, creencia extendida pero falsa: p.ej., la sociedad sin clases es
un mito comunista, o la mano invisible del mercado es un mito liberal. También es común el uso un tanto
laxo de mito y mítico (o leyenda y legendario) para referirse a personajes históricos o contemporáneos (o
incluso a productos comerciales) cargados de prestigio y glamour: Charlot es un mito del cine mudo; los
Beatles son un grupo mítico.
Se distinguen varias clases de mitos:
■ Mitos cosmogónicos: intentan explicar la creación del mundo. Son los más universalmente
extendidos y de los que existe mayor cantidad. A menudo, se sitúa el origen de la tierra en un océano
primigenio. A veces, una raza de gigantes, como los titanes, desempeña una función determinante en
esta creación; en este caso, tales gigantes, que suelen ser semidioses, constituyen la primera
población de la tierra.
■ Mitos teogónicos: relatan el origen de los dioses. Por ejemplo, Atenea surge armada de la cabeza
de Zeus.
■ Mitos antropogónicos: narran la aparición del ser humano, quien puede ser creado a partir de
cualquier materia, viva (un árbol, un animal) o inerte (polvo, lodo, arcilla, etc.). Los dioses le enseñan
a vivir sobre la tierra. Normalmente están vinculados a los mitos cosmogónicos.
■ Mitos etiológicos: explican el origen de los seres, las cosas, las técnicas y las instituciones.
■ Mitos morales: explican la existencia del bien y del mal.
■ Mitos fundacionales: cuentan cómo se fundaron las ciudades por voluntad de dioses. Un ejemplo es
el de la fundación de Roma por dos gemelos, Rómulo y Remo, que fueron amamantados por una
loba.
■ Mitos escatológicos: anuncian el futuro, el fin del mundo. Siguen teniendo amplia audiencia. Estos
mitos comprenden dos clases principales, según el elemento que provoque la destrucción del mundo:
el agua o el fuego. A menudo están vinculados a la astrología. La inminencia del fin se anuncia por
una mayor frecuencia de eclipses, terremotos, y toda clase de catástrofes naturales que aterrorizan a
los humanos.