¿Qué significa amar a Dios?
Parte 2
INTRODUCCION
Nuestro vocabulario Cristiano está lleno de la palabra amor. Decimos
amar a Dios, cantamos que lo amamos, cuando oramos se lo decimos
también… pero, ¿realmente le amamos? ¿Ocupa Dios verdaderamente
el primer lugar en nuestra vida? En estos tiempos de crisis, ¿Realmente
amamos a Dios?
Los fariseos y los escribas muchas veces trataron de tentar a Jesús con
varias preguntas. Sin embargo otros le hacían preguntas genuinas porque
buscaban respuestas. Hay una pregunta la cual fue hecha dos veces por
dos personas diferentes, una que quería aprender y otra que quería
tentarle. Se trata de la pregunta de que cuál mandamiento es el más
grande de todos. Vamos a leer los pasajes relacionados:
Mateo 22:35-38
34 Los fariseos se reunieron al oír que Jesús había hecho callar a los
saduceos. 35 Uno de ellos, experto en la ley, le tendió una trampa con esta
pregunta: 36 —Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la
ley? 37 —“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con
toda tu mente” —le respondió Jesús—. 38 Éste es el primero y el más
importante de los mandamientos.
Marcos 12:28-30
28 Uno de los maestros de la ley se acercó y los oyó discutiendo. Al ver lo
bien que Jesús les había contestado, le preguntó: —De todos los
mandamientos, ¿cuál es el más importante? 29 —El más importante es:
“Oye, Israel. El Señor nuestro Dios es el único Señor —contestó Jesús—.
30 Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda
tu mente y con todas tus fuerzas.”
1. EL que ama a Dios, ama a su prójimo.
1Juan 4:19-21
19 Nosotros amamos a Dios porque él nos amó primero. 20 Si
alguien afirma: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es un
mentiroso; pues el que no ama a su hermano, a quien ha visto,
no puede amar a Dios, a quien no ha visto. 21 Y él nos ha dado
este mandamiento: el que ama a Dios, ame también a su
hermano.
1 Juan 5: 2-3
2 Así, cuando amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos,
sabemos que amamos a los hijos de Dios. 3 En esto consiste el
amor a Dios: en que obedezcamos sus mandamientos. Y éstos no
son difíciles de cumplir,
1 Juan 3:22-23
22 y recibimos todo lo que le pedimos porque obedecemos sus
mandamientos y hacemos lo que le agrada. 23 Y éste es su
mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y
que nos amemos los unos a los otros, pues así lo ha dispuesto.
2. Las promesas de Dios son para aquellos que le aman y cumplen sus
mandamientos.
Existe la falsa idea de que a Dios no le importa si cumplimos o no sus
mandamientos, su voluntad. De acuerdo con esta idea, todo lo que
a Dios le importa ese único momento cuando comenzamos en la fe.
Pero fe y amar a Dios se han separado y parecen ser más un asunto
teórico que un tema práctico. Pero el que verdaderamente tiene fe
en Dios es porque le conoce, le ama y le obedece.
Pareciera que podemos vivir como queramos y hacer lo que
queramos y de todos modos contaremos con las bendiciones de
Dios. Hemos separado la vida Cristiana de las bendiciones.
1a Juan 33:22
22 y recibimos todo lo que le pedimos porque obedecemos sus
mandamientos y hacemos lo que le agrada.
Deuteronomio 5:9-10
9 No te inclines delante de ellos ni los adores. Yo, el Señor tu Dios, soy
un Dios celoso. Cuando los padres son malvados y me odian, yo
castigo a sus hijos hasta la tercera y cuarta generación. 10 Por el
contrario, cuando me aman y cumplen mis mandamientos, les
muestro mi amor por mil generaciones.
Deuteronomio 28
Aquí es claro, hay una condición para contar con la bendición de
Dios. Si obedeces… En cambio, si no obedeces hay otro tipo de
consecuencias.
CONCLUSION
Dejemos de jugar a ser cristianos y esforcémonos por amar a Dios
verdaderamente. Démosle el primer lugar en nuestra vida y
dediquémonos a obedecerle y servirle.
