Manual para la
construcción del horno
ahorrador de leña
Manual para la construcción
del horno ahorrador de leña
Primera edición 2015.
Este manual es una recopilación
del conocimiento común que se
ha acumulado de las experiencias
comunitarias de los talleristas del Centro
de Formación Forestal de la Comisión
Nacional Forestal. La CONAFOR no se
atribuye la autoría del mismo.
Comisión Nacional Forestal
Periférico Poniente No. 5360
Col. San Juan de Ocotán
C.P. 45019, Zapopan Jalisco, México
01 800 - 7370 000
www.conafor.gob.mx
2
Índice
Presentación 5
Introducción 7
Objetivo general y específicos 9
Antecedentes 10
Concepto e importancia del horno ahorrador
de leña 13
Tipos de hornos 14
Caracterización y uso del suelo en la construcción
del horno 16
Aprovechamiento de materiales locales
para la construcción de la base 19
Proceso de construcción 23
Construcción, colocación del tambo
y la chimenea 27
Enjarre del horno 32
Manejo y funcionamiento del horno 34
Efectividad y porcentaje de ahorro de leña 38
Recomendaciones generales 40
Referencias bibliográficas 43
Manual para la construcción del horno ahorrador de leña 3
Figura 1. Horno ahorrador de leña
Figura 2. Productos elaborados en el horno ahorrador de leña
4
PRESENTACIÓN
México cuenta con 138 millones de hectáreas con vegeta-
ción forestal, equivalentes al 70% del territorio nacional. Los
principales ecosistemas que componen esta superficie son
los matorrales xerófilos (41.2%), los bosques templados
(24.24%), las selvas (21.7%), manglares y otros tipos de
asociaciones de vegetación forestal (1.06%) y otras áreas
forestales (11.8%).
Las áreas forestales están habitadas en la actualidad por
11 millones de personas, para quienes los recursos forestales
representan un capital natural que debería contribuir a satis-
facer sus necesidades básicas y a mejorar su calidad de vida,
sin embargo, lo anterior no se ha podido concretar y es en las
zonas forestales donde se presentan los mayores niveles de
marginación y pobreza.
En el 20% de los ejidos y comunidades que cuentan con te-
rrenos con vegetación forestal, el aprovechamiento forestal
representa la actividad económica central, los bosques sig-
nifican en todas ellas un recurso fundamental: son fuente
de una variedad de bienes que se destinan directamente al
consumo familiar (alimentos, medicina, leña y materiales de
construcción, entre otros) o que se comercializan generando
ingresos para el autoconsumo. Gracias a la presencia de los
bosques, estas poblaciones atienden muchas de sus necesi-
dades de subsistencia que no son consideradas adecuada-
mente por la economía nacional.
Además de la madera, los bosques proporcionan otros recursos
que pueden aprovecharse y generar ingresos constantes para la
población. Es el caso de la materia prima disponible, que provie-
ne de la vegetación forestal para producir bioenergía.
Manual para la construcción del horno ahorrador de leña 5
La leña representa la principal fuente de energía en las áreas
rurales del país y anualmente se utiliza un total aproximado
de 18 millones de toneladas de materia seca de leña (Masera
et al., 2010) que se usa como combustible.
Por ello la Comisión Nacional Forestal, dentro de sus estrate-
gias operativas, impulsa la transferencia de tecnologías que
son alternativas fáciles de implementar por los productores
para aprovechar eficientemente los recursos naturales y ma-
teriales locales que permiten la elaboración y construcción
de proyectos ecotecnológicos y productivos.
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INTRODUCCIÓN
En 2005 la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) creó el pro-
grama de ecotecnias, para elevar el nivel de vida de los pobla-
dores de comunidades forestales, con tecnologías amigables
al medio ambiente. Las ecotecnias que se promueven son:
farmacia viviente, cultivo de hongo comestible, lombricom-
postaje, construcción de cabañas con pacas de paja, cons-
trucción de hornos para la producción de carbón vegetal,
baños ecológicos secos, captación de agua de lluvia, des-
hidratadores solares, estufas ahorradoras de leña y hornos
ahorradores de leña.
Sin lugar a duda, el uso de la leña en la cocción de alimentos
es tradicional en los hogares campesinos y en las regiones
apartadas de zonas forestales de los diferentes ecosistemas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que más
de 3 mil millones de personas utilizan biomasa como com-
bustible para satisfacer sus necesidades básicas de energía,
tales como cocinar, conservar alimentos, calentar sus vivien-
das, ahuyentar insectos y calentar agua (OMS, 2007).
Sin embargo, con el paso del tiempo, esta actividad domés-
tica provoca cambios en los ecosistemas del país. La tala in-
discriminada de árboles y de bosques conlleva a la erosión
del suelo, la sequía de ríos y arroyos, así como la pérdida de
biodiversidad y problemas de salud por las malas prácticas
del uso de la leña como combustible.
Lo anterior provoca un incremento en el deterioro ambiental
y vulnera el espacio físico sobre el que durante siglos, se ha
sustentado y reproducido la vida cotidiana y la identidad cul-
tural de comunidades indígenas del país.
Manual para la construcción del horno ahorrador de leña 7
Por ello es importante extender las acciones de cultura y ca-
pacitación e implementar proyectos sustentables en ecotec-
nias que incluyan todas aquéllas tecnologías que garantizan
una operación limpia, económica y ecológica en la generación
de bienes y servicios inmediatos necesarios para el desarrollo
de la vida diaria. Esto mientras se desarrolla e implementan
planes de manejo forestal en sus territorios forestales para
una mejor calidad de los productos forestales que logren una
competitividad en el mercado interno y externo.
Es importante resaltar que para lograr un fortalecimiento en
la producción y productividad los procesos de organización,
capacitación y transferencia de tecnología; son fundamenta-
les para el avance de ejidos, comunidades y pequeños pro-
pietarios. Por ello la Comisión Nacional Forestal trabaja en
el fortalecimiento del desarrollo comunitario mediante su
programa técnico de capacitación enfocando sus acciones a
las diferentes áreas del sector forestal (maderable, no ma-
derable y de servicios) que contribuyan al mejoramiento de
calidad en la producción diversificando el valor agregado.
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OBJETIVO GENERAL
Proporcionar una herramienta didáctica que permita la di-
fusión, divulgación y adopción del horno ahorrador de leña,
como alternativa eficiente para el aprovechamiento de la
leña de forma sustentable en las comunidades forestales.
Objetivos específicos
• Crear una herramienta didáctica de consulta de informa-
ción a través de la edición del manual.
• Proporcionar información detallada acerca de este horno,
su importancia y los procesos de construcción.
• Brindar listado de materiales que se requieren para su im-
plementación en las comunidades forestales.
• Fomentar alternativas ecológicas y sustentables para
generar conciencia ambiental en los diferentes sectores,
ejidos y comunidades, a través de la divulgación de las
ecotecnologías.
Manual para la construcción del horno ahorrador de leña 9
ANTECEDENTES
La posibilidad de hornear los alimentos se remonta a los pri-
meros pasos evolutivos de la humanidad. La técnica fue ad-
quiriendo diversas formas que se materializaron en fogatas,
pozos bajo la tierra y vasijas precalentadas, entre otras, has-
ta llegar a los sofisticados modelos actuales.
En esta historia, el horno de barro logró trascender a su
época, a tal punto que hoy se ha transformado en una ten-
dencia, más allá de su habitual uso en zonas rurales y está
cada vez más presente, tanto en restaurantes, como en
viviendas particulares.
Según algunas versiones, los primeros prototipos que per-
mitían calentar los alimentos con leña surgieron del antiguo
Egipto, donde se descubrieron formas troncocónicas fabrica-
das con ladrillos y tierra arcillosa del río Nilo. Más tarde, los
griegos, herederos de la civilización egipcia, aportaron deta-
lles de forma y funcionalidad, especialmente en el encendido
de fuego.
Por su parte, los romanos, que asimilaron una gran parte de la
cultura griega, emplearon el horno para transformar el trigo
en alimento básico de la población y de su ejército. Tanta era
la importancia de esta pieza, que bajo el mandato de Numa
Pompilio (segundo rey de Roma, que gobernó de 715 a 674
a.c.) se creó la fiesta popular Fornacalia, que duraba 15 días
durante el mes de febrero y se realizaba en honor a la diosa
Fornax, encargada del buen funcionamiento del horno y del
perfecto horneado del pan.
En Italiano fornace indica una cavidad donde arde fuego,
mientras que fornacella se refiere a la parte inferior de dicha
fogata donde cae la brasa. En Italia se bautizó así el artefacto
para cocinar que consta de un conjunto cilíndrico con cuatro
10
patas con hierros atravesados a modo de parrilla donde se
coloca la leña, uno de los antecedentes más gráficos del hor-
no de barro.
Primitivo y actual
El horno de barro ha subsistido, por un lado como una de
las únicas posibilidades para cocinar de la gente de campo o
para quienes no les llega la red de gas o eléctrica. Pero, por
otro lado, en los últimos años se instaló como una tendencia
en las mejores cocinas del país, así como también una pieza
de lujo en viviendas particulares.
“Hoy, el ingenio, la disminución de su envergadura, el rápido
tiempo de ejecución y el bajo costo que implica construir un
horno de barro los han vuelto a invitar a las casas, sobre todo
para aquellos que tienen la intención de recuperar el sabor
de la vieja cocina. Tendencia que se ha convertido en una
excusa ideal para cocinar entre amigos, en familia, y también
mostrarles a nuestros hijos cómo cocinaban sus anteceso-
res” (Brenner C. 2014).
“Planear y decidir la construcción de un horno de barro nos
acerca al comienzo de la historia de la humanidad, al ata-
vismo con que el hombre primitivo intentaba transformar en
sabrosos bocados los alimentos cosechados de la tierra, el
mar o aguas dulces. Además, con el horneado de masas de
cereales molidos en harina, nos permite realizar el alimento
primario y necesario más difundido en nuestras primeras civi-
lizaciones; el pan o las tortas”. (Marchese, p. 2013).
“El horno de barro es una pieza muy tradicional del aparato
de cocción, muy popular en el medio y en el lejano oriente,
especialmente donde es muy aceptado el asado de carne
marinado como India, Pakistán, Birmania, Irán y Afganistán.
En estos días la compra de un horno de barro o un tandoor,
Manual para la construcción del horno ahorrador de leña 11
como también se le conoce, es más fácil que nunca, por lo
que ya no es un privilegio ni está restringido a los restauran-
tes étnicos”, (Hornos El Cardal. 2015)
12
CONCEPTO E IMPORTANCIA
DEL HORNO AHORRADOR DE LEÑA
¿Qué es un horno?
Es un dispositivo que genera calor y que lo mantiene dentro
de un compartimento cerrado. Se utiliza generalmente en
la cocina para calentar, cocer o secar alimentos. La energía
calorífica utilizada para alimentar un horno puede ser supli-
da directamente por combustión (leña o gas), radiación (luz
solar), o indirectamente por medio de electricidad (horno
eléctrico).
Mientras la tecnología avanza en el diseño y efectividad de
cocinas a gas o eléctricas, el creciente uso del horno de barro
en la actualidad es atribuido, en una gran proporción, a los
sabores y aromas que se obtienen a partir de esta cocción.
Una combinación entre lo místico, lo ritual y lo rústico.
“El horno también conocido como de campo es utilizado para
cocinar los más diversos alimentos como carnes, panes y
empanadas. Sus principales ventajas son de tipo culinarias,
a partir de lo cual se logran resultados únicos y deliciosos”,
comentó Lijstenstein (Brenner C. 2014).
Como el interior del horno es calentado previamente y el fue-
go se mantiene aislado, en la cocción no intervienen humos
propios de la leña o el carbón que afecten el sabor de los
alimentos. Son los materiales naturales utilizados en la cons-
trucción del horno los que devuelven de manera progresiva el
calor que han absorbido, logrando una cocción pareja.
Por otro lado, al cocinarse con su propia humedad, los ali-
mentos conservan todos sus sabores, hasta los más sutiles.
Manual para la construcción del horno ahorrador de leña 13
TIPOS DE HORNOS
Horno de barro tradicional
Figura 3. Horno de barro tradicional
Los primeros hornos se los debemos a egipcios y babilonios,
que empezaron a usarlos hace más de 5.000 años. En esen-
cia consistían en una especie de tapa de adobe en forma de
campana que, por primera vez, permitía que los alimentos se
cocinasen tanto por arriba como por abajo. En otras cultu-
ras de la antigüedad se usaban hornos abiertos, para lo que
se hacía un hueco o zanja que se forraba de piedras y por
dentro era una mezcla de paja alargada con barro y luego se
calentaban con fuego antes de colocar los alimentos, que se
cubrían con ramas y tierra (Röper R. 2009).
14
Horno tandoor de piedra
Figura 4. Horno tandoor de piedra.
Hace más de 2 mil años, los griegos decidieron acostar el
horno tandoor, pusieron la puerta en la parte frontal y aña-
dieron una solera. Los hornos con la puerta delantera eran
más eficientes. Se construían de piedra o de ladrillo refracta-
rio, materiales que acumulan el calor durante un largo tiem-
po, con lo que era posible retirar el fuego antes de introducir
los alimentos. Así se han conservado los hornos de leña hasta
nuestros días. Estos se calientan mediante la combustión de
madera en su interior. Los humos salen por la puerta, donde
suele haber una chimenea. Cuando el horno está caliente, las
brasas se apartan hacia la periferia de la estructura; a veces,
se deja viva una llama para así poder ver el interior de la mis-
ma (Röper R. 2009).
Manual para la construcción del horno ahorrador de leña 15
CARACTERIZACIÓN Y USO DEL SUELO
EN LA CONSTRUCCIÓN DEL HORNO
Es muy importante reconocer el tipo de suelo antes de ini-
ciar cualquier construcción sustentable que implique el uso
de barro, con la finalidad de lograr resultados favorables. De
acuerdo con las clasificaciones y características físicoquími-
cas del suelo y para el objetivo que se quiere lograr, se reco-
mienda en este caso el aprovechamiento de los suelos agru-
pados dentro de los vertisoles, principalmente por la textura
que presenta.
En México existe una gran diversidad edáfica representada
por 26 grupos de suelo. Sin embargo, solo seis de ellos, en
conjunto ocupan el 81.7% del territorio. (INEGI 2007). Algu-
nas de las características de estos grupos principales se pre-
sentan a continuación:
Los Leptosoles (del griego leptos, delgado), que se conocen
en otras clasificaciones como Litosoles y Redzinas, son sue-
los muy delgados, pedregosos y poco desarrollados que pue-
den contener una gran cantidad de material calcáreo. Es un
agregado natural de partículas poco cohesivas, no cementa-
das entre sí. (IUSS, 2007).
Los Regosoles (del griego reghos, manto) se agrupa a los
suelos que no pueden ser clasificados dentro de los grupos
reconocidos por el Sistema Internacional Base Referencial
Mundial del Recurso Suelo (IUSS, 2007). En otras clasifica-
ciones se reconocen como Entisoles. En general, son suelos
muy jóvenes que se desarrollan sobre material no consoli-
dado, de colores claros y pobres en materia orgánica. (IUSS,
2007).
Los Phaeozem (del griego phaios, oscuro y del ruso zemlja,
tierra) también se forman sobre material no consolidado. Se
16
encuentran en climas templados y húmedos con vegetación
natural de pastos altos o bosques. Son suelos oscuros y ricos
en materia orgánica. (IUSS, 2007).
Los Calcisoles (del latín calx, cal) son suelos propios de las
zonas áridas y semiáridas, frecuentemente asociados a ma-
teriales parentales ricos en bases (depósitos aluviales, colu-
viales y eólicos). (IUSS, 2007).
Los Luvisoles (del latín luere, lavar) son suelos que se encuen-
tran sobre una gran variedad de materiales no consolidados,
tales como las terrazas aluviales o los depósitos glaciales,
eólicos, aluviales y coluviales. Son muy comunes en climas
templados y fríos o cálidos húmedos con estacionalidad de
lluvia y sequía. Son comunes en bosques de coníferas y sel-
vas caducifolias del sur del país. (IUSS, 2007).
Los Vertisoles (del latín vertere, invertir) son suelos de climas
semiáridos a subhúmedos y de tipo mediterráneo, con mar-
cada estacionalidad de sequía y lluvias. La vegetación natural
que se desarrolla en ellos incluye sabanas, pastizales y ma-
torrales. Se pueden encontrar en los lechos lacustres, en las
riberas de los ríos o en sitios con inundaciones periódicas. Se
caracterizan por su alto contenido de arcillas que se expan-
den con la humedad y se contraen con la sequía, lo que puede
ocasionar grietas en esta última temporada. Esta propiedad
hace que aunque son muy fértiles, también sean difíciles de
trabajar debido a su dureza durante el estiaje y a que son
muy pegajosos en las lluvias (IUSS, 2007).
En México, sus colores más comunes son el negro o gris os-
curo en las zonas centro y oriente del país y el café rojizo
hacia el norte. Ocupan gran parte de los principales distritos
de riego en Sinaloa, Sonora, Guanajuato, Jalisco, Tamaulipas
y Veracruz. (IUSS, 2007).
Manual para la construcción del horno ahorrador de leña 17
Esta última clasificación del suelo posee una textura blanda
y son más compactos que los arenosos, son menos permea-
bles y retienen más la humedad, por lo que se recomienda
utilizarla para la construcción del horno, la proporción reco-
mendada es del 70% arcilla y 30% arenosa. Además para lo-
grar una mejor consistencia del barro se recomienda cribar el
material para facilitar el pegado de los ladrillos y al momento
de hacer el enjarre.
18
APROVECHAMIENTO DE MATERIALES
LOCALES PARA LA CONSTRUCCIÓN
DE LA BASE
Uno de los principios de las ecotecnologías es el aprovecha-
miento de los materiales locales disponibles en las zonas
donde se pretenden establecer. Existen diversas alternativas
para llevar a cabo esta construcción, tomando en cuenta los
usos y costumbres de cada región, la disposición de los recur-
sos económicos y recursos humanos. Para los que se pueden
usar los siguientes materiales:
Madera
Se puede utilizar residuos de aprovechamientos forestales o
en su caso un aprovechamiento para uso doméstico, con las
autorizaciones correspondientes por SEMARNAT. Es una buena
alternativa en los lugares en donde hay mucha disposición de
este recurso por lo que el costo es mínimo y se aprovecha los
materiales de la región. Se puede realizar con los denomina-
dos horcones en cuatro puntos que servirán de soporte, al fi-
nal se acondiciona una plancha del mismo material en donde
se asienta la estructura del horno. (Fig. 5).
Tiene la ventaja de que su construcción es rápida y económi-
ca por el tipo de material. Aunque la desventaja que puede
tener es la durabilidad, de entre 5 y 10 años, dependiendo
del cuidado y el tipo de madera. Se recomienda usar maderas
duras.
Manual para la construcción del horno ahorrador de leña 19
Figura 5. Pretil con material de madera. Unión 20 de Junio,
Municipio Calakmul, Campeche.
Piedra
La piedra es un material muy sólido que se puede edificar con
la forma y medida deseada con la combinación de tierra arci-
llosa, comúnmente denominado barro que permitirá adherir
una a otra. Dependiendo de las necesidades y comodidades
del usuario se puede realizar a medidas diferentes, donde al
final puede ser rellenado con tierra compactada o colado con
material convencional. (Fig. 6).
20
Figura 6. Pretil con material de piedra. San Antonio Palo Seco, San
José del Rincón, Estado de México.
Este material tiene la ventaja de ser muy duradero (80 a 200
años, según el tipo de piedra y mantenimiento), su posible
autoconstrucción y el bajo costo al disponer del material (Es-
bert., et, al. 2009).
Ladrillo o block
Son materiales convencionales que para su elaboración im-
plica un cierto proceso de cocimiento a referirse del ladrillo, o
la combinación de cemento, arena y gravilla en los materiales
de block. Su adquisición implica un alto costo por su valor
comercial en las tiendas de materiales de construcción. Es
necesario considerar la disposición de dicho material al lugar
donde va ser utilizado, ya que entre más lejos se encuentre,
se incrementará el costo de adquisición.
Tiene la ventaja de ser más duradera, con una vida útil de
50 a 150 años, según mantenimiento, similar al material de
piedra. (Fig.7).
Manual para la construcción del horno ahorrador de leña 21
Figura 7. Pretil con material de block. CRECADESU, Sayula,
Jalisco.
22
PROCESO DE CONSTRUCCIÓN
Pretil del horno ahorrador de leña
El pretil o también denominado base, es el área en donde
se asienta el horno, las medidas recomendadas son de 1.50
metros de largo x 1.20 metros de ancho x 60 centímetros
de altura, aunque hay una mínima variación de acuerdo con
el usuario. Se puede construir en diferente forma de acuer-
do con las posibilidades económicas, el recurso humano y el
gusto.
Forma de cubo
La construcción se realiza con las mismas medidas indicadas
con anterioridad y al final se rellena con tierra y se compacta,
se nivela con barro y una plancha de ladrillo. (Fig. 8).
Figura 8. Pretil en forma de cubo con tierra compactada. Ejido El
Rebalse, Cihuatlán, Jalisco.
Manual para la construcción del horno ahorrador de leña 23
Forma de mesa
Se levantan los muros laterales y la parte posterior a la me-
dida mencionada, al final se hace una cimbra para colar, en la
parte inferior queda un vacío que es útil para almacenar leña.
(Fig. 9).
Figura 9. Pretil en forma de mesa con dos apartamentos para alma-
cenamiento de leña. Ejido Emiliano Zapata, Sayula, Jalisco.
En este manual se considera el uso del siguiente material
convencional:
Material Cantidad Costo aprox.
Block de 10 x 14 x 28 cm 80 piezas 242.00
Cemento 2 bultos 260.00
Arena ½ m³ 140.00
Grava ½ m³ 163.00
Mortero 2 piezas 210.00
Varilla de 3/8 3 tiras 264.00
Alambre recocido 3 kg 48.00
Total 1,327.00 pesos
Tabla 1. Materiales para la construcción de pretil tipo mesa de 1.50 x
1.20 m.
24
Material Cantidad Costo aprox.
Ladrillo de 5 x 14 x 28 cm 250 piezas 435.00
Tambo de metal de 200 l acon- 1 pieza 928.00
dicionado con parrilla y puerta.
Tierra de arcilla cernida 8 carretilladas
Varilla de 3/8 x 40 cm de largo 2 tramos 88.00
(se vende por tramos de 12 m)
Tubo galvanizado de 4” 2 tramos 60.00
Codo galvanizado de 4” 1 pieza 40.00
Gorrito galvanizado de 4” 1 pieza 40.00
Total 1591.00 pesos
Tabla 2. Materiales para la construcción del horno ahorrador de leña.
Como se mencionó con anterioridad, se pueden aprovechar
los materiales locales disponibles en la comunidad.
Habilitación del tambo
Para este tipo de horno se utiliza un tambo de metal de 200
litros de volumen, con la ayuda de un herrero se acondicio-
nan dos parrillas en el interior del tambo, tratando que pueda
deslizarse al momento de extraer el alimento. La tapa del
horno se puede diseñar de diferente forma, circular o con
corte en forma de arco. (Fig. 10 y 11).
Manual para la construcción del horno ahorrador de leña 25
Figura 10. Tambo acondicionado con tapa circular. Ejido El Sitio,
Zacualpan, Estado de México.
Figura 11. Tambo acondicionado con tapa en forma de arco. Cen-
tro de Formación Forestal, Cuidad Guzmán Jalisco.
26
Construcción, colocación
del tambo y la chimenea
Antes de iniciar con la construcción del horno, se determina
inicialmente la medida del tambo a lo largo y ancho (diáme-
tro). Esta nos facilitará centrar el tambo en el pretil, dejando
un espacio adicional de 10 centímetros que permitirá la cir-
culación del calor durante la combustión. (Fig. 12 y 13).
Figura 12 y 13. Determinación de medidas transversal y longitudinal,
respectivamente.
Se levantan cuatro hiladas de ladrillo, dejando una entrada
de leña de 30 centímetros de largo por 25 centímetros de
altura. Para dar forma a la puerta. La última hilada de ladrillo
es colocado por encima de dos tramos de varilla. (Fig.14).
Manual para la construcción del horno ahorrador de leña 27
Figura 14. Puerta de la cámara de combustión de 30 x 25cm, apo-
yado con dos tramos de varilla.
Se rellenan los laterales de la cámara de combustión, dejando
un vacío que aparenta una figura de prisma irregular donde la
base mide aproximadamente 60 cm y la base mayor 80 cm.
Se aprovechan pedazos de ladrillo o piedra volcánica, con la
finalidad de conservar más tiempo el calor y facilitar el ascen-
so de la lumbre. (Fig.15).
28
Figura 15. Relleno lateral de la cámara de combustión a forma de
prisma irregular.
Se coloca la chimenea con un codo de lámina galvanizada de
90° para conducir el humo a la parte exterior. Asimismo se
colocan dos ladrillos en forma vertical para asentar el tambo
apoyado en la parte posterior (Fig. 16 y 17).
Figura 16. Colocación del codo para chimenea.
Manual para la construcción del horno ahorrador de leña 29
Figura 17. Base del tambo con dos ladrillos verticales.
Se acomoda el tambo apoyándose en los dos ladrillos previa-
mente colocados en la parte posterior. Asimismo se deja al
perfil en la parte anterior, apoyándose en la cuarta hilada de
ladrillo. (Fig. 18).
Figura 18. Acomodo del tambo sobre la cámara de combustión.
30
Se continúa colocando los ladrillos, aproximadamente a las
8 hiladas se le da una pequeña inclinación, las demás hiladas
se va cerrando hasta formar un arco. (Fig. 19). Para dar resis-
tencia y amarre a los dos muros se coloca los últimos ladrillos
en sección de canto. (Fig.20).
Figura 19. Formación de arco a ocho hiladas de ladrillo.
Figura 20. Ladrillo en sección de canto para cierre de arco.
Manual para la construcción del horno ahorrador de leña 31
Enjarre del horno
El enjarre es el proceso de recubrimiento del horno con barro,
esto para sellar y evitar fugas. Además de darle una mejor
vista y buena apariencia. Se enjarra en la parte interna y ex-
terna. (Fig. 21 y 22).
Figura 21. Enjarre en interior del horno.
32
Figura 22. Enjarre exterior del horno.
Es importante resaltar que el barro para el enjarrado del hor-
no, debe estar cernido y con una textura que contenga un
70% de arcilla y 30% de arena para una mayor consistencia
y evitar grietas.
Manual para la construcción del horno ahorrador de leña 33
MANEJO Y FUNCIONAMIENTO
DEL HORNO
Algunas experiencias en el uso y manejo del horno ahorra-
dor de leña en ejidos y comunidades forestales (regiones
indígenas).
De acuerdo con las experiencias obtenidas en campo para
la implementación de los hornos ahorradores de leña se ha
tenido muy buena adopción por parte de las personas bene-
ficiarias, con gran impacto en el ámbito social, ambiental y
económico.
Han sido adoptados por su eficacia y por su fácil manejo, se
ha comprobado que quienes poseen las experiencias en la
elaboración de pan en su mayoría son personas mayores,
quienes narran lo difícil que es acarrear la leña requerida por
los hornos de barro tradicionales, a comparación con los hor-
nos ahorradores de leña, es más fácil abastecerlos de dicho
recurso en menor distancia. (Fig. 23).
Figura 23. Personas beneficiarias del proyecto de horno de pan.
Comunidad San Antonio Palo Seco, San. José del Rincón, Estado de
México.
34
Figura 24. Diferentes tipos y tamaños de leña utilizada en el horno
ahorrador de leña.
El horno ahorrador de leña también contribuye a disminuir
la deforestación y la extracción masiva de la leña, ya que
utiliza ramas más delgadas que pueden ser producto de la
aplicación de la silvicultura intermedia, podas y aclareos, y su
funcionamiento es excelente (Fig. 24). En cambio, el horno
tradicional requiere de trozos gruesos que por su gran volu-
men implica más trabajo y esfuerzo físico. (Fig. 25).
Manual para la construcción del horno ahorrador de leña 35
Figura 25. Horno de barro tradicional, demanda mayor cantidad de
leña. Centro de Formación Forestal, Ciudad Guzmán, Jalisco.
En la economía ha tenido impacto para las comunidades be-
neficiadas en la elaboración de alimentos de consumo coti-
diano; ya que forma parte de una actividad complementaria,
además de una alternativa de comercialización del producto
a nivel local. (Fig. 26).
36
Figura 26. Elaboración de pan en horno ahorrador de leña. Comuni-
dad San Antonio Palo Seco, San José del Rincón, Estado de México.
Se puede resumir que el horno ahorrador de leña tiene las
siguientes ventajas:
• Ahorra tiempo: porque el horno no se enfría, el fuego
está permanentemente mientras se cocina.
• Ahorra energía: una vez que se calentó, es fácil man-
tener la temperatura necesaria para cocinar con un pe-
queño fuego. En cambio, los hornos de barro necesitan
mucha leña para calentarlo cada vez que se enfría.
• Combustible variable: como el fuego no está dentro
del tambo, se puede utilizar otras cosas además de leña
como combustible. Se pueden usar papeles, cartones,
pasto seco, cáscaras de algunas frutas, arroz cocido seco,
cáscara de papa seca, cajones para verdura, tarimas, ho-
jas secas y pastos secos.
Manual para la construcción del horno ahorrador de leña 37
Efectividad y porcentaje
de ahorro de leña
Para su correcto funcionamiento, el horno tradicional de ba-
rro requiere de grandes cantidades y mayor volumen de leña
ya que el interior del horno debe calentarse para conservar el
calor por un largo tiempo. Esto se logra cuando se consume
toda la leña y se forman brasas, posteriormente se coloca el
alimento a cocinar y se sella completamente.
El horno ahorrador de leña consiste de un tambo de metal de
200 litros de capacidad envuelto por una pared de ladrillos y
con una puerta y parrilla acondicionada en donde se coloca el
alimento para su cocción; los ladrillos permiten que el calor se
mantenga constante. Para su funcionamiento utiliza residuos
de maderas delgadas, ramas, entre otros, en menor cantidad.
Con base a estudios comparativos entre el horno de barro
tradicional y el horno ahorrador de leña en la cocción de ali-
mento durante 2 horas, utilizando leña de encino, en prome-
dio se ahorra un 50% de leña. En la tabla siguiente se espe-
cifican los datos:
Núm. de Tipo de Cantidad en Tiempo de
ejemplares horno peso (kg) evaluación
Horno
1 20.292 2 horas
tradicional
Horno
2 ahorrador 11.134 2 horas
de leña
Cuadro comparativo en peso de leña utilizada para la cocción de
alimentos durante 2 horas.
38
Figura 27. Cantidad en peso de leña utilizada para el horno
tradicional.
Figura 28. Cantidad en peso de leña utilizada para el horno ahorrador.
Manual para la construcción del horno ahorrador de leña 39
RECOMENDACIONES GENERALES
Secado del horno: al concluir el horno, es recomendable
dejarlo secar una semana como mínimo para lograr que al
momento de estar en contacto con la lumbre quede más re-
sistente. Esto además permite verificar las fugas que pudiera
tener sobre algunas grietas.
Selección y esterilización del tambo: los tambos se pue-
den adquirir en algunas ferreterías, comercializadoras de
alimentos y forrajes o tiendas que se dedican a la venta de
bandejas de plásticos y de acero. En su mayoría contienen
algunas sustancias por lo que se deben lavar antes de acon-
dicionarlos con sus parrillas y puertas. Para agilizar y evitar
doble trabajo, hay que elegir el tambo que se encuentre en
buen estado y limpio de sustancias en su caso.
Si contienen aceite o pegamento, se recomienda esterilizar,
quemando el interior del tambo ya hecho el horno, para eli-
minar los contaminantes. Se realiza dos veces colocando
lumbre adentro del tambo, este proceso de quemado ayuda
a eliminar todas las sustancias que puede contener. Poste-
riormente se puede cocinar el alimento con mayor seguridad,
libre de cualquier emisión de sustancias toxicas para nuestra
salud.
Limpieza de hornillas: cada vez que el horno vaya a ser utili-
zado, es recomendable retirar todas las cenizas que se hayan
acumulado para facilitar la combustión de la leña. Se puede
realizar con la ayuda de una pala recta o cualquier otra herra-
mienta que pueda caber en la entrada de la cámara de com-
bustión. Esta recomendación es muy importante para evitar
que la lumbre se ahogue y se pueda lograr una eficiencia en
el funcionamiento durante la combustión, para la cocción de
alimentos.
40
Limpieza de chimeneas: con el uso del horno se acumula
hollín sobre las chimeneas, que hace que se vayan tapando
los ductos y provoca la regresión del humo en la puerta de la
cámara de combustión o también conocida como la entrada
de leña.
Se recomienda limpiar el hollín acumulado en las chimeneas
al menos una vez al mes, quitando las piezas de la chimenea
y golpeando ligeramente con pedazos de madera para que
se desprenda.
Resanado de grietas: para mantener el horno con un buen
aspecto y funcional, se debe realizar mantenimiento cada vez
que lo requiera. Consiste en resanar las grietas que pudieran
generarse durante su uso prolongado, se realiza mediante el
enjarre con barro, se puede mezclar con baba de nopal que
funciona como impermeabilizante.
Figura 29. Horno ahorrador de leña instalado en el CEFOFOR,
Ciudad Guzmán, Jalisco.
Manual para la construcción del horno ahorrador de leña 41
Figura 30. Elaboración de pan en un horno ahorrador de leña.
Figura 31. Horno ahorrador de leña instalado en Puerto Piñones, municipio
de Aramberry, Nuevo León.
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