SANTIAGO MENDOZA ESPITIA
EL HUMANISMO
El humanismo fue un movimiento cultural que surgió en Europa a finales del siglo XIV y
principios del siglo XV. Se caracterizó por una mayor preocupación por el individuo y por la
vida terrenal, en contraste con la visión teocéntrica de la Edad Media. Los humanistas defendían
la idea de que era posible mejorar el mundo a través del estudio de las antiguas culturas griegas y
latina, y de la utilización de la razón humana. Este movimiento tuvo un gran impacto en la forma
en que se concebía el conocimiento, la educación y la cultura en general.
Este se desarrolló en un contexto histórico en el que se daban importantes cambios sociales,
políticos y religiosos. La mayoría de los estudiosos sitúan el inicio del humanismo en el año
1350, aunque algunos autores lo ubican un poco antes, en el siglo XIV. En el año 1453, el
Imperio Romano de Oriente cayó ante el ataque de los turcos otomanos, lo que supuso un golpe
muy duro para la cristiandad. A partir de este momento, el papa y el emperador se disputaron el
control de la Iglesia, lo que dio lugar a la Reforma y a la Contrarreforma. En este contexto de
cambios, el humanismo tuvo un papel importante en la redefinición de los valores y el modo de
entender el mundo.
Las principales características del humanismo son:
1. se caracterizó por una mayor preocupación por el individuo y por la vida terrenal, en contraste
con la visión teocéntrica de la Edad Media. Los humanistas defendían la idea de que era posible
mejorar el mundo a través del estudio de las antiguas culturas griegas y latina, y de la utilización
de la razón humana.
2. Este movimiento tuvo un gran impacto en la forma en que se concebía el conocimiento, la
educación y la cultura en general.
3. El humanismo se desarrolló en un contexto histórico en el que se daban importantes cambios
sociales, políticos y religiosos.
4. Los principales representantes del humanismo fueron Francesco Petrarca, Giovanni
Boccaccio, Leon Battista Alberti, Niccolò Machiavelli y Desiderius Erasmus.
Nace en un momento de crisis cultural, en el que el pensamiento medieval se encuentra dividido
entre dos polos: uno que apela al conocimiento racional y abstracto y otro, que apela al
conocimiento experiencial, concreto y práctico.
El humanismo es una visión del mundo y una manera de entender la vida que se centra en el ser
humano y en sus capacidades. Los seres humanos, según esta perspectiva, son seres racionales y
capaces de vivir de acuerdo a su propia naturaleza, sin necesidad de la intervención de una
divinidad.
En el primero, el mundo es concebido como una realidad abstracta, de la que desaparecen todas
las diferencias entre lo real y lo ideal, entre lo que es y lo que debería ser. El mundo medieval es
un mundo de relativización de todo conocimiento y de desestructuración de la totalidad. La
filosofía se convierte en un estudio especulativo que apela a los principios generales y por tanto
abstractos. Promueve la búsqueda del conocimiento, la autonomía personal, la solidaridad y la
justicia social. Se trata de una ideología laica, que se opone al dogma religioso y defiende la
libertad de pensamiento.
Este se ha manifestado de diversas maneras a lo largo de la historia. En el mundo occidental, a
partir de la redescubrimiento de las ideas de la Antigüedad Clásica. En el siglo XX, el
humanismo se reinventó a partir del socialismo y el Marxismo, y se manifestó de maneras muy
diversas en el mundo entero.
En su sentido más amplio, es una forma de vida y una manera de entender el mundo. Se centra
en el ser humano y en sus capacidades, y defiende la búsqueda del conocimiento, la autonomía
personal, la solidaridad y la justicia social.
La corriente humanista supuso un aporte significativo a la formación de la cultura occidental. De
esta forma, el humanismo marcó un antes y un después en la historia de la filosofía, la literatura,
la educación y el arte.
Su visión antropocéntrica cambió la forma de concebir el mundo, dejó de ser teocéntrico para
pasar a concebirse como un lugar en el que el hombre es el centro de todo.
También contribuyó al desarrollo de las ciencias y las artes. Se destaca el aporte de grandes
figuras del Renacimiento como Leonardo da Vinci, Miguel Ángel y Rafael, quienes pusieron el
foco en la búsqueda de la perfección y el realismo.
En cuanto a la educación, el humanismo impulsó el estudio de la literatura y las artes en las
escuelas, lo que contribuyó a la formación de una cultura más sofisticada y elitista.
Por otro lado, también tuvo un impacto en la formación de la sociedad occidental. De esta
forma, se promovieron valores como la tolerancia, la independencia y el libre albedrío.
Hoy en día este movimiento nos ayudó a ser más cocientes con nosotros mismos esto causo un
gran cambio en la política y en el ámbito jurídico, al fijar normas más humanistas más
aterrizadas a lo que se vive en el mundo terrenal y dejar de lado las leyes impuestas por la iglesia
que era meramente injustas.