Código Ético del Psicólogo en Colombia
Código Ético del Psicólogo en Colombia
CIENCIAS DE LA SALUD
PSICOLOGÍA CLÍNICA
ÉTICA Y DEONTOLOGÍA
CAPITULO 1. FUNDAMENTOS
1.1. El psicólogo en el ejercicio de su profesión actúa dentro de una sociedad que posee
normas éticas explícitas e implícitas, hacia las cuales muestra respecto y aprecio, y reconoce que
cualquier violación de la moral y normas existentes en la comunidad puede involucrar a sus
consultantes, colegas, estudiantes y/o al público en general.
1.3. El Código de Ética del Psicólogo tiene como finalidad proporcionar principios
generales que ayuden a tomar decisiones informadas en la mayor parte de las situaciones con las
cuales se enfrentan los psicólogos. Su objetivo es la protección y el bienestar del individuo y de los
grupos con los cuales trabaja el psicólogo y guiar y proteger a éste en el ejercicio de su profesión.
Es responsabilidad personal de cada psicólogo el logro de los estándares de conducta profesional
más altos, en el estado actual de nuestros conocimientos. Para el logro de dichos objetivos es
preciso que el profesional desarrolle un compromiso a lo largo de toda su vida a actuar éticamente,
que aliente la conducta ética en estudiantes, colegas y en el público con el cual trabaja y que
mantenga una actitud abierta al cambio y a los nuevos conocimientos.
1.4. Los psicólogos se comprometen a respetar y adherir a los principios establecidos en la
Declaración Universal de los Derechos Humanos. Buscan que su actividad profesional se
caracterice por la responsabilidad, la competencia, la integridad y la imparcialidad. Los psicólogos
respetan las diferencias individuales, culturales, de género, orientación sexual, condición
socioeconómica, etnia, ideología y no deben incurrir en prácticas discriminatorias de ningún tipo.
2.1. El presente Código de Ética se refiere a todas las áreas de ejercicio profesional del
psicólogo, investigación y docencia.
2.2. Para fines del presente Código se considera Psicólogo toda persona que posea un título
que lo acredite como tal, expedido por una Universidad colombiana cuyo programa de psicología
esté reconocido por las leyes del país, o por una Universidad extranjera después de haber sido
legalizado el título ante las autoridades colombianas respectivas.
2.3. Estas normas éticas se aplican tanto a Psicólogos graduados como a estudiantes de
psicología.
2.4. Para ejercer la profesión de psicología en Colombia se requiere: (1) Poseer el título de
Psicólogo expedido por una Universidad cuyo programa de psicología esté debidamente aprobado,
y (2) poseer tarjeta profesional o su equivalente expedida por el Ministerio de Salud Pública.
3.1. Corresponde al psicólogo poseer un alto nivel de competencia profesional. Para ello
debe mantenerse debidamente informado de los desarrollos más recientes de la ciencia psicológica.
Debe reconocer los límites de sus conocimientos y habilidades específicas y proporcionar servicios
únicamente en aquellas áreas en las cuales posea adecuada formación profesional, justificada por su
entrenamiento y educación.
CAPITULO 4. INTEGRIDAD
4.1. Al actuar dentro de una sociedad que posee normas éticas y jurídicas, el psicólogo
debe cumplir dichas normas. El psicólogo debe además ser honesto, justo y respetuoso de las demás
personas. El psicólogo debe conocer sus sistemas de creencia, sus valores, necesidades y
limitaciones y la forma como ellos influyen en su actividad profesional.
4.4. El psicólogo tiene la obligación de informar a los usuarios de sus servicios acerca del
tipo de contribución que va a prestar, las expectativas, los costos, los alcances y limitaciones del
trabajo, lo mismo que la utilización que se dará a los resultados del mismo.
• Llevar a cabo una práctica profesional con base en los estándares aquí acordados.
• Contribuir a lograr una mejor calidad de vida para todas las personas, con ayuda de los
conocimientos y técnicas de la psicología científica.
• Cuando sea necesario, consultar con otros psicólogos o con otros profesionales, a fin de
lograr los objetivos del trabajo psicológico en la mejor forma posible.
6.1. El psicólogo debe actuar con base en el respeto por los derechos fundamentales, la
dignidad y el valor de las personas y de la sociedad.
7.1. Los psicólogos están en la obligación de respetar el derecho de las demás personas a
poseer valores, actitudes y pautas de comportamiento que sean diferentes de las propias. Su
ejercicio profesional debe tener presente el respeto mutuo en las relaciones humanas. Por lo tanto no
deben participar en prácticas contrarias a la integridad física y/o psicológica de las personas con las
cuales actúan profesionalmente.
8.1. El psicólogo está obligado a guardar el secreto profesional en todo aquello que por
razón del ejercicio de su profesión haya recibido información.
d. Puede revelarse la parte de información que sea requerida por las autoridades legales, en
aquellos casos previstos por la ley.
8.3. Los informes escritos, la descripción de casos clínicos, etc., deben incluir únicamente
los datos necesarios para propósitos de evaluación. Debe hacerse el máximo esfuerzo para evitar
invadir la vida privada de las personas involucradas. Al describir casos públicamente (por ejemplo
en los medios masivos de comunicación) se deben proteger los nombres de las personas
involucradas y evitar divulgar aquella información que pueda llevar a la identificación de los
participantes. Los materiales clínicos sólo podrán utilizarse con fines didácticos previo
consentimiento escrito de las personas involucradas.
8.4. La confidencialidad de los documentos se debe garantizar, incluyendo informes de test,
evaluaciones diagnósticas, documentos de asesoría y consejería, sesiones de terapia, etc. Estos
documentos deben conservarse en las condiciones adecuadas de seguridad y confidencialidad. El
psicólogo velará siempre para que sus colaboradores y/o asistentes guarden el secreto profesional.
8.5. El psicólogo no será responsable de las revelaciones del secreto profesional que hagan
sus auxiliares o cualquier otra persona de su equipo de trabajo, a menos que el hecho sea imputable
al psicólogo.
9.1. Los juicios del psicólogo y sus acciones profesionales pueden afectar la vida de otras
personas, y por lo tanto es preciso dar los pasos necesarios para evitar el daño a pacientes o
consultantes, a participantes en investigaciones, a estudiantes, a organizaciones, a comunidades, etc.
9.2. Si el daño es previsible o evitable se deben tomar las precauciones para reducirlo al
mínimo posible. El psicólogo debe evitar que se haga mal uso de su trabajo profesional debido a
factores institucionales, políticos, sociales o personales. Los psicólogos no deben participar en
actividades en las cuales es probable que sus capacidades o la información producida sean usadas
indebidamente por otras personas. Si esto ha ocurrido, el psicólogo debe dar los pasos necesarios,
para informar, corregir o atenuar esta situación.
10.1. El psicólogo conoce que los problemas personales pueden afectar sus relaciones
profesionales. Por lo tanto no realiza actividades profesionales si éstas pueden perjudicar a un
consultante, colega, estudiante, participante en una investigación o a cualquier otra persona. Si se
presentan estas interferencias debido a problemas personales, el psicólogo debe suspender su
actividad profesional, terminar la relación que es causa del problema, derivar (remitir) el
consultante o paciente a otro profesional, o llevar a cabo cualquier acción que ayude a solucionar el
problema existente.
10.3. No debe establecer relaciones afectivas y/o de pareja con un(a) consultante, hasta dos
años después de haber terminado la relación terapéutica.
10.5. El psicólogo no debe explotar a las personas con las cuales posee una relación de
autoridad, de supervisión o evaluación, tal como es el caso con consultantes, supervisados,
empleados, estudiantes, participantes en una investigación y otros.
10.6. Es conveniente que el psicólogo evite aceptar regalos, servicios u otra remuneración
no monetaria por parte de pacientes o clientes. Esto puede crear conflictos potenciales, explotación
y distorsión de las relaciones profesionales.
11.2. Se delegan (derivan) consultantes con base en el mejor interés de dichos consultantes
y con su consentimiento informado, teniendo además en cuenta las leyes respectivas y las
obligaciones contractuales.
11.3. Cuando es profesionalmente adecuado, el psicólogo debe cooperar con otros
profesionales para servir mejor a los consultantes o clientes.
12.1. Los honorarios son parte de la relación contractual y el psicólogo está en su derecho a
cobrar por el trabajo profesional que realiza. El monto de dichos honorarios y la forma de pago se
deben definir desde el comienzo de la relación profesional.
12.2. La cantidad de dinero que se acuerda como honorarios se basa en las costumbres del
país y de la región, en las funciones a realizar, en la duración del trabajo, en las exigencias
relacionadas con la dificultad de las actividades, en la formación profesional y en la capacitación
del psicólogo, etc. También puede tenerse en cuenta la capacidad económica del cliente o
consultante y hacer los ajustes respectivos.
12.3. Es preciso evitar la explotación económica del consultante. El pago de honorarios no
debe ser fuente de conflictos en la relación profesional. Es conveniente evitar recibir regalos o
servicios por parte del consultante, como parte de pago.
12.4. En algunas situaciones es posible que el psicólogo comparta honorarios con otro
profesional, por ejemplo un psicólogo de una especialidad diferente a la suya. En ese caso la
proporción de honorarios que recibe cada uno debe ser proporcional a los servicios prestados.
12.5. El psicólogo no debe recibir pago alguno por remitir (derivar) pacientes. Tampoco
debe pagar a quien se los remitió en primer término.
13.1. El psicólogo debe ser objetivo y veraz en la promoción de sus servicios. Debe evitar
la exageración, el sensacionalismo y la superficialidad. Al anunciar sus servicios profesionales en
directorios telefónicos, tarjetas personales, redes, páginas web en internet, periódicos y otros medios
de publicidad, debe presentar información veraz sobre los títulos académicos obtenidos,
especializaciones, formación, habilidades, procedimientos que maneja, destrezas especiales que
posee, etc.
13.2. El psicólogo no debe participar con fines de lucro en anuncios comerciales que
promocionen productos o servicios. Podría hacerlo a nivel individual, pero no como psicólogo, o
sea que no debe presentarse como tal en el anuncio comercial.
13.6. En ningún caso podrá realizarse psicoterapia por teléfono, por correo, por internet ni
por otro medio semejante. Se podrá dar información a las personas interesadas, pero no terapia.
14.1. El psicólogo debe respetar la integridad física y moral del consultante y cuidar el
bienestar de las personas, grupos, instituciones y comunidades con los cuales trabaja. La relación
terapéutica se basa en la libre elección del psicólogo por parte del paciente o consultante. En las
instituciones psicoterapéuticas se debe respetar en lo posible ese derecho.
14.2. Lo más pronto posible se deben discutir con el paciente o cliente todos los aspectos
relevantes de la relación terapéutica a saber: el probable curso de la terapia, los honorarios, la
confidencialidad, los resultados esperables, las tareas a cumplir, y otros temas similares.
14.3. Cuando el psicólogo que va a hacerse cargo del caso trabaja bajo la supervisión de
otra persona, debe comunicárselo al paciente. Lo mismo en el caso de estudiantes en proceso de
entrenamiento clínico. El paciente debe conocer el nombre del supervisor.
14.4. El psicólogo debe tratar de contestar todas las preguntas razonables del consultante,
utilizando el lenguaje apropiado y con el mínimo de tecnicismos que sea posible.
14.5. El psicólogo debe elegir los métodos y procedimientos terapéuticos que hayan
demostrado su efectividad para esa problemática particular. Tales métodos y técnicas se deben
elegir teniendo en cuenta el bienestar del consultante y la eficacia esperable del tratamiento.
14.6. El paciente debe dar un consentimiento informado para la terapia, después de conocer
en detalle los procedimientos y técnicas que se van a utilizar. Para mayor información, el psicólogo
le puede proporcionar materiales escritos y/o descripciones orales de las técnicas y procedimientos.
Cuando el paciente no esté en condiciones de dar dicho consentimiento informado, lo debe dar el
representante legal del paciente.
14.7. El psicólogo debe evitar tratar miembros de su familia y amigos cercanos. No debe
tener relaciones no profesionales con los pacientes que puedan alterar su juicio profesional o que
sean incompatibles con su rol como psicólogo clínico. En ningún caso podrá tener relaciones
sexuales con sus pacientes, ni propiciar el acoso sexual ni de otra índole.
14.8. El psicólogo debe conocer la influencia que ejerce sobre sus consultantes y evitar
explotar dicha confianza y dependencia. Bajo ninguna circunstancia debe propiciar la obtención de
beneficios personales con excepción de los honorarios previamente pactados.
14.10. En los casos de terapia de pareja y/o de familia, el psicólogo debe definir desde el
comienzo del proceso terapéutico quién es el paciente o los pacientes, y la relación que el psicólogo
va a tener con cada uno de ellos. Es preciso evitar conflictos y alianzas inapropiadas con uno de los
miembros de la familia y/o pareja. Esto es especialmente importante en los casos de divorcio, abuso
infantil o conyugal, problemas jurídicos o económicos, etc.
15.3. El psicólogo considera que aunque los instrumentos de evaluación (test psicológicos,
entrevistas, observaciones de campo, registro de conductas) son herramientas básicas para su
trabajo profesional, por sí solos no son suficientes para formular un diagnóstico o hacer una
evaluación psicológica integral.
15.5. Los test psicológicos que se encuentran en su fase experimental deben utilizarse con
las debidas precauciones. Es preciso hacer conocer a los usuarios los alcances y limitaciones de esos
test.
16.2. Las leyes y los códigos éticos deben respetarse. En último término el investigador es
el juez definitivo de su propia conducta. La responsabilidad recae siempre sobre el investigador.
16.3. Es preciso ser honestos. Esto incluye describir los hallazgos científicos tal como se
encontraron. Evitar el fraude, la descripción sesgada de los hallazgos y ocultar información
científica que contradiga los resultados.
16.4. Hay que reconocer la fuente y el origen de las ideas. Se toman de otros
investigadores, de estudiantes y/o de colegas y se debe reconocer dicho origen. No se debe
proclamar prioridad sobre una idea científica que no le pertenece al investigador. A los coautores,
colaboradores y asistentes se les debe dar el debido reconocimiento.
16.8. El participante humano tiene derecho al anonimato cuando se reporten los resultados
y a que se protejan los registros obtenidos.
16.12. Es preciso evitar en lo posible el uso del engaño. Este solo se usará cuando se
cumplan estas tres condiciones: (1) que el problema a investigar sea importante, (2) que sólo pueda
investigarse utilizando el engaño, y (3) que se garantice que al terminar la investigación se va a
brindar a los participantes la información correcta sobre las variables utilizadas y los objetivos de la
investigación.
16.14. Los datos originales (protocolos de investigación) se deben conservar por lo menos
durante dos años.
El psicólogo deberá:
Art. 1.Tener presente que por el solo hecho de ingresar a la comunidad de psicólogos, se
compromete a respetar estas normas y a promover una buena imagen de su profesión.
Art. 2. Ejercer su profesión en condiciones éticas y materiales que garanticen la calidad científica y
profesional de la misma y los eminentes fines humanos que deben caracterizarla.
Art. 3. Respetar la integridad de la persona humana en los distintos ámbitos donde actúe
profesionalmente, y velar siempre por el bienestar individual y social en la prestación de servicios
de toda índole.
Art. 5. Mantener dentro y fuera del ejercicio de la profesión, y aun en el ámbito de la vida privada,
su dignidad personal y profesional.
Art. 9. Evitar que repercutan en su actividad profesional sus estados de ánimo derivados de
problemas personales y abstenerse de intervenir en los casos en que los mismos puedan afectar su
objetividad.
Art.11. Colaborar en las actividades que puedan contribuir al desarrollo de la psicología como
ciencia y como profesión.
Art.12. Respetar, sin discriminación, las ideas políticas y religiosas y la vida privada, con
independencia de la nacionalidad, sexo, edad, posición social o cualquiera otra característica
personal de sus consultantes.
Art.13. Abstenerse de utilizar cargos políticos, administrativas o gremiales para obtener ventajas y
privilegios personales ilegítimos.
Art.14. Evitar atribuirse o sugerir que tiene calificaciones profesionales, méritos científicos o títulos
académicos que no posee.
Art.15. Negarse a expedir certificados e informes basados sólo en la observación directa y personal,
es decir, sin un estudio previo.
Art.16.
Art.18. Renunciar a diagnosticar, prescribir, tratar o aconsejar a un cliente, cuya problemática esté
fuera del ámbito de su competencia.
Art.19. Administrar las intervenciones que juzgue más seguras y menos onerosas, tanto en lo que se
refiere a la carga económica como a los efectos secundarios o colaterales que impliquen, y
proporcionar sólo los servicios profesionales necesarios.
Art.20. Rehusar guiarse solamente por el interés pecuniario o personal en la prestación de sus
servicios profesionales, y evitar la aceptación de casos que impliquen sostener principios contrarios
a sus convicciones personales o científicas, o que puedan comprometer o limitar su independencia.
Art.21. Ajustar la remuneración de sus servicios profesionales a los recursos económicos de quien
lo solicite.
Art.22. Combatir la charlatanería y falta de profesionalismo en todos sus aspectos y denunciar los
intentos de explotar la credibilidad y la buena fe del público.
b) aquellos en que se trate de menores de edad, y sus padres, representantes legales, escuela o
tribunal, requieran un informe cuyo fin evidente y comprobable sea brindarles ayuda;
c) en caso de que el psicólogo fuere acusado legalmente, podrá revelar el secreto profesional sólo
dentro de los límites indispensables para su propia defensa;
d) aquellos en que se actúe para evitar la comisión de un delito y prevenir daños morales o
materiales que de él se deriven;
e) aquellos en que el que consulta dé su consentimiento por escrito, para que los resultados sean
conocidos por quien él autorice.
Art.27.Abstenerse de intervenir en asuntos que lo conduzcan a revelar el secreto profesional, o a
utilizar las confidencias recibidas en el ejercicio de su profesión, salvo que obtenga el conocimiento
previo y formal del consultante.
Art.28.Observar, cuando se trate de un trabajo profesional conjunto de dos más psicólogos, que la
obligación de guardar el secreto es igualmente proporcional en todos. La infracción a este principio
acarreará una sanción sólo a los responsables directos o indirectos y no al grupo profesional, ni a la
institución donde actúen.
CAP.III. DE LA INVESTIGACIÓN.
A. Principios generales
Art.29. Deberá decidirse sobre la conveniencia de una investigación, de acuerdo con su utilidad
para el progreso de la psicología y el fomento del bienestar humano. Toda investigación deberá
calificarse en función de su necesidad, de sus posibles logros y de los riesgos que implique.
Art.30. La investigación deberá ser realizada y supervisada por personas técnicamente entrenadas y
científicamente calificadas.
a) ser precedida por una evaluación cuidadosa de los riesgos y los beneficios que el estudio pueda
aportar, considerando que debe prevalecer tanto el interés del individuo y el de la sociedad por
encima del de la ciencia;
c) poner en claro que la responsabilidad por el sujeto participante reside en el investigador, aun
cuando aquél haya dado su consentimiento;
d) realizarse, cuando se empleen sustancias, únicamente en clínicas, hospitales o instalaciones de
investigación que ofrezcan garantías adecuadas a los sujetos;
c) recibir, tan pronto como sea posible, la explicación y la justificación de los procedimientos
empleados cuando, debido a los requerimientos metodológicos de un estudio, haya sido necesario
recurrir al encubrimiento y al engaño;
Art.33. En caso de incapacidad legal, física o mental del sujeto de investigación, o cuando el sujeto
sea menor de edad, se solicitará el permiso del responsable jurídico.
Art.34. Cuando puedan producirse consecuencias mediatas o inmediatas indeseables para el sujeto,
el investigador tiene la responsabilidad de detectarlas, eliminarlas o corregirlas. El investigador
protegerá a los sujetos de toda incomodidad, daño o peligro físico y mental, y les informará
verazmente en caso de existir estos riesgos para obtener su consentimiento.
Art.35. Deberá respetarse el derecho del individuo a su intimidad, para lo que se tomarán las
debidas precauciones. Por tanto, se garantizará el anonimato de los sujetos y la confidencialidad de
la información obtenida de ellos, a menos que previamente se haya llegado a un acuerdo diferente.
C. Con sujetos animales.
Art.36. Se respetarán los dictados razonables de una sensibilidad media y las recomendaciones
usuales de conocimiento público y aceptación general.
Art.38. El investigador deberá supervisar cuidadosamente todos los procedimientos realizados con
los animales, responsabilizándose de su bienestar, salud y trato por parte de sus ayudantes.
Art.39. El responsable de la investigación deberá asegurarse de que todos sus colaboradores reciban
instrucciones explícitas sobre los métodos experimentales y los procedimientos de cuidado de los
animales empleados. Cada colaborador deberá realizar únicamente las labores que son de su
competencia.
Art.41. Cuando se requiera terminar con la vida del animal de investigación, el procedimiento
deberá ser rápido y sin dolor.
D. De la comunicación.
Art. 42. Para las comunicaciones en materia de investigación, se tendrá en cuenta lo siguiente:
a) el desacuerdo con los resultados de una investigación o estudio no es razón admisible para
silenciar su publicación.
d) antes de permitir que se divulguen los resultados sobre los cuales haya desacuerdo entre los
investigadores, el psicólogo deberá considerar cuidadosamente las consecuencias de la
interpretación que el público pudiera hacer de las cuestiones relacionadas con esos hallazgos, y
tomará las medidas necesarias para aclarar que no existe un acuerdo al respecto;
e) la modestia y la discreción deben caracterizar las publicaciones del psicólogo, y éste no debe
autorizar que se publiquen resultados sin tener la seguridad de que obtendrán una interpretación
seria, imparcial y adecuada;
Art.43. Al utilizar material o información perteneciente a instituciones deberá cumplir con los
convenios hechos con éstas, y respetar los principios básicos de este código.
Art.44. Reconocer que, como profesor, el psicólogo tiene la obligación primordial de ayudar a otros
a que adquieran conocimientos y habilidades, a mantener altos niveles académicos y a proceder con
objetividad al presentar la información.
Art.48. Presentar en sus programas los temas de sus cursos en términos claros y concretos, de forma
que ilustren su naturaleza y características.
Art.49. Aclarar en los anuncios o folletos que describan talleres, seminarios u otros programas
educativos, sus alcances y limitaciones, sus objetivos, duración, requisitos, material requerido y
honorarios.
Art.50. Estimular a los estudiantes en su búsqueda del conocimiento, prestándoles apoyo para la
libre investigación dentro de los cánones del presente código. Promover a lo largo de sus cursos el
conocimiento y observancia de la ética profesional para garantizar su mayor difusión.
Art.51. Adoptar siempre una actitud de respeto y atención a los puntos de vista de sus alumnos.
Tener presentes los diversos antecedentes de los estudiantes y, cuando se manejen temas
potencialmente ofensivos para alguno, tratarlos objetivamente y presentarlos de manera que el
estudiante los comprenda.
A. Normas generales
El psicólogo se compromete a:
Art.52. Vigilar que el uso de las pruebas e instrumentos psicológicos sea reservado exclusivamente
a quienes tengan la preparación profesional adecuada y hayan aceptado las obligaciones y
consecuencias inherentes a su empleo.
Art.53. Considerar que las pruebas psicológicas son instrumentos auxiliares de trabajo y que por sí
solas no bastan para formular un diagnóstico.
Art.55. Usar las pruebas e instrumentos en proceso de validación sólo con fines de investigación o
docencia, previa aclaración al respecto y con las debidas reservas.
Art.57. Elaborar las pruebas disponibles para uso profesional, incluyendo manuales o información
que expresen sus motivos o fines, su desarrollo, su validez, y el nivel de entrenamiento necesario
para usarlas e interpretarlas.
Art.58. Los consultantes tienen el derecho a conocer los resultados y sus interpretaciones y, en su
caso, los datos originales sobre los que se basan los juicios.
Art.59. El cliente tiene el derecho de obtener una explicación sobre la naturaleza, propósitos y
resultados de la prueba en lenguaje comprensible salvaguardándolo de cualquier situación que
ponga en riesgo su estabilidad emocional.
Art.60. El psicólogo que ofrece servicios de clasificación e interpretación de pruebas será capaz de
demostrar que la validez de los programas y los procedimientos usados está debidamente probada.
El ofrecimiento al público de un servicio automático de pruebas debe considerarse como una
consulta entre profesionales, y el psicólogo hará todo lo posible para evitar el mal uso de los
informes de las pruebas.
Art.62. El psicólogo empleará la cortesía con sus colegas y les ayudará cuando no puedan atender
sus tareas profesionales por causas de fuerza mayor.
Art.63. Cuando el psicólogo reciba consultantes enviados por otro colega, deberá informarle por
escrito todo lo relativo al estudio del caso y a los resultados a que llegue, a petición expresa del
colega que lo envíe.
Art.64. El psicólogo al que se le ofrezca un caso deberá asegurarse antes de que ningún profesional
está en ese momento a cargo del mismo. Si sustituye a otro colega deberá cerciorarse de que éste se
ha desatendido ya del asunto, que el cliente así lo solicita explícitamente. Si el asunto es urgente,
podrá hacerse cargo, con la condición de que informe enseguida al profesional o profesionales
interesados.
Art.66. El psicólogo, su esposa(o), hijos y padres dependientes, tienen opción a ciertos servicios
gratuitos de sus colegas, con la condición de reciprocidad. Se excluye la psicoterapia.
CODIGO ÉTICO DEL PSICOLOGO (ARGENTINA)
DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS
Los Psicólogos se comprometen a hacer propios los principios establecidos por la Declaración
Universal de los Derechos Humanos. Asimismo, guardaran el debido respeto a los derechos
fundamentales, la dignidad y el valor de todas las personas, y no participarán en prácticas
discriminatorias. Respetarán el derecho de los individuos a la privacidad, confidencialidad,
autodeterminación y autonomía.
9. Competencia
D. Integridad
En su accionar científico profesional clarificarán a las partes acerca de los roles que están
desempeñando y funcionarán según esos mismos roles.
E. Responsabilidad social
Los psicólogos ejercen su compromiso social a través del estudio de la realidad y promueven y lo
facilitan el desarrollo de leyes y políticas sociales que apunten, desde su especificidad profesional, a
crear condiciones que contribuyan al bienestar y desarrollo del individuo y de la comunidad.
NORMAS DEONTOLÓGICAS
La mayoría de las reglas fueron redactadas en términos generales, de manera que puedan adecuarse
a las distintas situaciones regionales y ser aplicadas a todos los psicólogos, independientemente del
ámbito profesional en que desempeñen su labor, pudiendo la aplicación de una regla variar según el
contexto. Las reglas que se establecen en el presente Código deben ser consideradas como
directivas generales; en tanto que no son exhaustivas; no implican la negación de otras no
expresadas que puedan resultar del ejercicio profesional consciente y digno. La ausencia de
disposiciones expresas no debe interpretarse como admisión de prácticas y actos incompatibles con
la vigencia de los principios enunciados; por el contrario, confrontados con tal situación, los
psicólogos deben conducirse de manera coherente con el espíritu de este Código.
Las siguientes son reglas que los psicólogos deberán observar en relación con:
1.1. - Los psicólogos deben obtener consentimiento válido tanto de las personas que participan
como sujetos voluntarios en proyectos de investigación como de aquellas con las que trabajan en su
práctica profesional. La obligación de obtener el consentimiento da sustento al respeto por la
autonomía de las personas, entendiendo que dicho consentimiento es válido cuando la persona que
lo brinda lo hace voluntariamente y con capacidad para comprender los alcances de su acto; lo que
implica capacidad legal para consentir, libertad de decisión e información suficiente sobre la
práctica de la que participará, incluyendo datos sobre naturaleza, duración, objetivos, métodos,
alternativas posibles y riesgos potenciales de tal participación. Se entiende que dicho
consentimiento podrá ser retirado si considera que median razones para hacerlo.
1.4. - Aún con el consentimiento de los responsables legales, los psicólogos procurarán igualmente
el acuerdo que las personas involucradas puedan dar dentro de los márgenes que su capacidad legal,
intelectual o emocional permita y cuidarán que su intervención profesional respete al máximo
posible el derecho a la intimidad.
1.5.- En los casos en los que la práctica profesional deba ser efectuada sin el consentimiento de la
persona involucrada, como puede ser el caso de algunas intervenciones periciales o internaciones
compulsivas, los psicólogos se asegurarán de obtener la autorización legal pertinente y restringirán
la información al mínimo necesario.
2 1.- Los psicólogos tienen el deber de guardar secreto de todo conocimiento obtenido en el
ejercicio de su profesión. Este deber hace a la esencia misma de la profesión, responde al bien
común, protege la seguridad y honra de los consultantes y sus familias y es garantía de la
respetabilidad del profesional; cualquiera sea el ámbito profesional de desempeño.
2.2- Los informes escritos o verbales sobre personas, instituciones o grupos deberán excluir
aquellos antecedentes entregados al amparo del secreto profesional y ellos se proporcionarán sólo
en los casos necesarios cuando, según estricto criterio del profesional interviniente constituyan
elementos ineludibles para configurar el informe; en el caso de que puedan trascender a organismos
donde no sea posible cautelar la privacidad, deberán adoptarse las precauciones necesarias para no
generar perjuicios a las personas involucradas.
2.3- La información que se da a padres y/o demás responsables de menores de edad o incapaces y a
las instituciones que la hubieran requerido, debe realizarse de manera que no condicione el futuro
de los mismos y que no pueda ser utilizada en su perjuicio.
2.4. - Los psicólogos no deben intervenir en asuntos que puedan obligarlos a revelar conocimientos
amparados por el secreto profesional. Tampoco les está permitido usar en provecho propio las
confidencias recibidas en el ejercicio de su profesión.
2.5.- La obligación de guardar secreto subsiste aún después de concluida la relación profesional. La
muerte de los consultantes no exime a los psicólogos de su obligación frente a la confidencialidad.
2.6.- Cuando los psicólogos comparten información confidencial como resultado del trabajo en
equipo o por características de la Institución en que se desempeñan, la obligación de guardar secreto
se extiende a todos los profesionales participantes.
2.7- Los psicólogos garantizarán una apropiada confidencialidad al crear, almacenar, acceder,
transferir y eliminar registros bajo su control, con los recaudos apropiados a si son impresos,
digitalizados, videograbador, etc. Los psicólogos mantienen y eliminan los registros de acuerdo con
las reglamentaciones vigentes y en un modo que permita cumplir con los requisitos de este Código
de Ética.
2.8.1.- Los psicólogos podrán comunicar información obtenida a través de su ejercicio profesional
sin incurrir en violación del secreto profesional:
2.8.1.1.- cuando así lo exija el bien del propio consultante, debido a que este, por causas de su
estado, presumiblemente haya de causarse un daño o causarlo a otros.
2.8.1.2- cuando se trate de evitar la comisión de un delito o prevenir los daños que pudieran derivar
del mismo.
En todos los casos la información que comunique debe ser la estrictamente necesaria, procurando
que sea recibida por personas competentes y capaces de preservar la confidencialidad dentro de
límites deseables.
3.1.1.- Los psicólogos deberán ser conscientes de la posición asimétrica que ocupan frente a sus
consultantes y no podrán hacer uso de su influencia más que con fines benéficos para estos.
3.1.2.- Siempre establecerán las relaciones profesionales sobre la base de los principios éticos y la
responsabilidad profesional., absteniéndose de satisfacer intereses personales en detrimento de los
objetivos por los cuales han sido requeridos sus servicios.
3.1.3.- Los psicólogos evitarán establecer relaciones que desvíen o interfieran los objetivos por los
que fueran requeridos sus servicios.
3.1.4.- Los psicólogos no recibirán otra retribución por su práctica más que sus honorarios. No
buscarán otras gratificaciones de índole material o afectiva, ni deberán hacer uso de la relación
profesional para el logro de fines ajenos a la misma.
3.1.5.- Los psicólogos no iniciarán ninguna relación profesional con sus familiares, amigos,
colaboradores cercanos u otros cuando esto pudiera evitarse. Si por razones especiales (como las
que pudieran resultar de la urgencia o de que no hubiera otros psicólogos en la región) la
intervención profesional no pudiera delegarse, se reducirá al mínimo necesario y sólo hasta poder
efectuar la derivación conveniente.
3.1.6.- Los psicólogos no se involucrarán sexualmente con consultantes actuales de sus prácticas
profesionales.
3.1.7.- Los psicólogos no aceptarán como consultantes a personas con las cuales han mantenido
vínculos sexuales, afectivos, comerciales, laborales o de otra índole que pudieran afectar de manera
negativa el objetivo primordial de su práctica.
3.1.8.- Si no obstante los recaudos tomados surgiera una relación afectiva importante entre
consultante y psicólogo, que obstaculizara el alcance de las metas profesionales, el psicólogo deberá
realizar una derivación del consultante a otros profesionales.
3.2.1.- Los psicólogos mantendrán sus vínculos con colegas siempre dentro del respeto mutuo y sin
intromisión en los límites de la especialidad ajena. Las divergencias que pudieran surgir deberán ser
tratadas por medios coherentes con la competencia científica y la responsabilidad profesional.
3.2.2.- Los psicólogos tendrán la obligación de cobrar honorarios que estén de acuerdo con la
dignidad profesional y que no constituyan un factor de competencia desleal.
3.2.4.- Propenderán a que la selección de profesionales para cargos públicos y privados sea a través
de concurso y no remplazaran a colegas que fueran cesanteados, suspendidos o disminuidos en
categoría sin los requisitos del sumario previo, cesantía justificada o exoneración ajustada a la ley.
3.2.5- Son actos contrarios a la Ética desplazar o pretender hacerlo a un colega de un puesto público
o privado por cualquier medio que no sea el concurso.
3.2.6.- Está vedado a los psicólogos difamar a un colega, calumniarlo o tratar de perjudicarlo por
cualquier medio en el ejercicio profesional, incluidas las formulaciones de denuncias calumniosas o
infundadas y cualquier referencia a su vida privada.
3.2.7.- Los psicólogos no colaborarán con colegas que resulten sancionados por los órganos
disciplinarios colegiales (con suspensión o cese de matrícula); mientras se mantenga dicha
situación.
3.2.8.- Los psicólogos deberán abstenerse de efectuar comentarios respecto del trabajo profesional
de sus colegas, salvo cuando estos lo soliciten como interconsulta o cuando la acción profesional
del colega le merezca reparos fundados ética o científicamente. En este último caso intentará
razonar con él sobre el punto. O, si fuera lo indicado, efectuará la denuncia pertinente. En todos los
supuestos la crítica deberá ser constructiva, comprobable y de entera responsabilidad de su autor.
3.2.9.- Cuando los psicólogos reciben la responsabilidad de un trabajo que anteriormente fue
atendido por un colega, éste deberá colaborar proporcionando la información que se le solicite y
considere pertinente.
3.2.11.- Los psicólogos no se vincularán con personas asistidas por colegas salvo en los siguientes
casos.
3.2.11.1.- cuando sea una respuesta a la solicitud del profesional que conduce la intervención.
3.2.11.2.- cuando la urgencia así lo requiera, tras lo cual dará inmediato conocimiento al profesional
responsable.
3.3.1.- En tanto que profesionales los psicólogos deberán armonizar los intereses propios con el
bien común, reconocer a la comunidad como destinataria legítima de sus servicios profesionales,
propender al desarrollo científico y profesional de la psicología y conducirse siempre de manera
coherente con los Principios que este código indica.
3.3.3.- Los psicólogos deberán conducirse de forma proba, con firme sentido del honor en el
ejercicio de su profesión. Cooperarán con su formación y actualización continua en el avance de su
práctica profesional y en el beneficio de la comunidad.
3.3.4.- No aplicarán o indicarán técnicas psicológicas que no sean avaladas en ámbitos científicos,
académicos o profesionales reconocidos.
3.3.5.- Los psicólogos prestarán sus servicios profesionales eficientemente, con sumo cuidado de no
incurrir en negligencia o impericia.
3.3.6.- Los psicólogos evitarán emprender actividades profesionales cuando sepan o debieran saber
que sus problemas o conflictos personales puedan interferir con su eficacia.
3.3.7.- Los psicólogos tienen la obligación de estar alertas para detectar tempranamente si sus
problemas personales afectan su desempeño. Si ello sucede, tomarán medidas adecuadas, tales
como consultar u obtener ayuda profesional y determinar si deben limitar, suspender o concluir su
actividad.
3.3.8.2.- la práctica profesional de los psicólogos que no se efectúe en el plano y nivel científico
propios de la psicología.
3.3.8.3.- el curanderismo y cualquier otra práctica carente de fundamento científico, cualquiera sea
su forma.
3.3.9.- Los psicólogos no usarán su posición profesional o sus relaciones, ni permitirán que sus
conocimientos y que sus servicios sean usados por otros, con fines que no concuerden con los
valores que se desprenden de este Código de Ética.
3.3.10.- Los psicólogos respetarán siempre el derecho de los consultantes a la libre elección del
profesional, tanto en el ejercicio particular como en los servicios brindados en instituciones,
públicas o privadas.
3.3.11.- Los psicólogos prestarán la colaboración que le sea requerida por las autoridades en caso de
epidemia, desastres y otras emergencias.
4.- Investigación
4.2.- La investigación psicológica se efectuará en acuerdo con las normas éticas reconocidas para la
investigación y con las leyes nacionales y provinciales pertinentes; se planificará y realizará
enmarcada en proyectos de investigación de instituciones reconocidas; respetará las pautas de
diseño, desarrollo y validación propias del conocimiento científico; será coherente con las
valoraciones propias del paradigma utilizado; estará abierta a control de instituciones públicas
dedicadas a (o relacionadas con) la investigación científica.
4.5.- Cuando las características de una investigación hagan desaconsejable brindar una información
completa a los sujetos al comienzo de la misma, el psicólogo responsable del proyecto brindará lo
antes posible a los sujetos una información acabada y explicará también las razones por las que no
se brindó información completa al comienzo de la experiencia. De cualquier modo, el psicólogo no
incurrirá en omisión de información ni recurrirá a técnicas de engaño sin asegurarse previamente de
que: a) no existan procedimientos alternativos que no impliquen engaño y b) el uso esté justificado
por el valor científico o profesional de la investigación proyectada.
4.9.- Los psicólogos no tergiversarán ni omitirán datos, aunque pudieran contrariar sus expectativas.
Del mismo modo, no fabricarán ni falsearán los resultados y/o conclusiones.
5.- Docencia
5.1.1.- No delegarán ninguna de sus funciones como docente en personas no capacitadas para
cumplirlas.
5.1.3.- Serán cuidadosos en el empleo de la influencia que, por la asimetría de los roles, pueden
tener sobre sus estudiantes y supervisados.
5.1.5.- Mantendrán buenas relaciones con los alumnos sobre la base de un nivel adecuado de
exigencia y del respeto mutuo.
5.1.7.- Cuando en la formación de grado se requiera que los alumnos administren, empleen o
evalúen técnicas y procedimientos psicológicos se arbitrarán los medios para asegurar que los
sujetos implicados hayan brindado su consentimiento en forma directa o de manera implícita por
haber sido informados de que la institución en la que se los atiende tiene convenios para la
formación de alumnos de grado.
5.1.8.- En el empleo que los psicólogos hacen de casos como material ilustrativo se extremarán los
cuidados necesarios para mantener la reserva sobre los datos que pudieran identificar a los
involucrados...
6.1.- Publicidad
6.1.1- En la promoción de sus servicios profesionales, lo que incluye anuncios pagos o gratuitos,
gráficos, radiales y audiovisuales y curricular, los psicólogos respetarán las siguientes pautas:
6.1.1.1- Los psicólogos que publicitan sus servicios deberán anteponer siempre las normas
profesionales a sus intereses comerciales. Cuando en la creación o colocación de esa publicidad
participen otras personas, los psicólogos asumirán la responsabilidad por los mismos.
6.1.1.2.- La publicidad deberá hacerse en forma mesurada, incluyendo los datos indispensables para
la información útil; en ningún caso deberá ser exagerada de modo que tergiverse en algún sentido la
índole y eficacia de los servicios.
6.1.1.3.- Los psicólogos no ofrecerán recursos o actividades relativas a técnicas psicológicas que no
estén reconocidas por la comunidad profesional. Tampoco utilizarán el precio o gratuidad del
servicio como forma de propaganda.
6.1.1.4.- La participación que los psicólogos pudieran tener en medios de comunicación masiva será
con fines educativos y divulgativos. Los psicólogos no participarán, como tales, en avisos que
recomienden la adquisición o uso de un determinado producto.
6.2.- Divulgación
6.2.1.- Las declaraciones u opiniones profesionales que los psicólogos deban formular con fines de
información al público deberán plantearse siempre con rigor científico, sin perjuicio de adecuarse al
nivel de comunicación que corresponda.
6.2.2.- Los psicólogos deberán abstenerse de hacer declaraciones públicas que sean falsas,
engañosas, desorientadoras o fraudulentas, ya sea por lo que ellos establecen, transmiten o sugieren,
o por lo que omiten, en relación con su investigación, práctica u otras actividades laborales o
referidas a personas u organizaciones con las que están asociados.
6.2.3.- Cuando los psicólogos expresen opiniones o comentarios a través de cualquier medio,
directo o indirecto, de divulgación tomarán precauciones razonables para asegurar que las
declaraciones estén basadas en la práctica y la bibliografía psicológica apropiada.
6.2.4.- La divulgación de los trabajos científicos que se haga por medio de publicaciones en la
prensa, televisión u otros medios de índole no científica deberá realizarse en forma que no se
tergiverse su verdadero sentido y alcance.
6.2.6.- Cuando los psicólogos dan información acerca de procedimientos y técnicas psicológicas,
deberán establecer con claridad que sólo pueden ser indicados y/o aplicados por profesionales
competentes para ello.
6.2.7.- Los psicólogos cuidarán que su aparición, personal o referida, en actos públicos y/o en
medios de difusión, sea dentro del máximo respeto por su calidad profesional, por su propio
prestigio y el de su profesión.
6.3.- Publicaciones
6.3.3.- Toda discrepancia científica o profesional deberán discutirla en los ámbitos apropiados,
evitando que su difusión al público pueda provocar errores de interpretación, confusión de ideas o
desconfianza.
6.3.4.- En las publicaciones que sean producto de un trabajo compartido deberán incluirse los
nombres de todos los participantes y precisar su grado de responsabilidad, participación y
colaboración.
6.3.5.- Los Psicólogos deberán obtener autorización expresa de los autores cuando se utiliza
información de fuentes particulares que no han sido publicadas.
6.3.6.- En todas sus publicaciones los psicólogos omitirán y/o alterarán cualquier dato que pueda
conducir a la identificación de las personas y/o instituciones involucradas.
6.3.7.- Los psicólogos que recopilen el material de otros para su publicación deberán reconocer y
mencionar todas las fuentes de origen y las contribuciones recibidas e incluirán su propio nombre
como editor.
Es responsabilidad del psicólogo/a tener un nivel de competencia idóneo, proveyendo solo aquellos
servicios y técnicas para las que está capacitado por su formación profesional, al igual que
reconocer las fronteras de su disciplina. Es también su responsabilidad la actualización permanente
de sus conocimientos e información científica y profesional relevante a los servicios que brinda.
Asimismo, tener presente que las competencias que se requieren en la asistencia, enseñanza y/o
estudio de personas o grupos humanos, varían según las características diversas de estos.
El psicólogo/a ser guiará por principios de probidad, honestidad, justicia y respeto por los otros en
su ejercicio profesional. En este contexto, el psicólogo/a tendrá́ en cuenta sus propios sistemas de
creencias, valores, necesidades y limites y del efecto que estos tienen en su trabajo. Del mismo
modo, el psicólogo/a evitará comportamientos en su vida privada que puedan generar dudas
públicas sobre su honestidad o conformación ética que afecten la imagen de la profesión.
Las Normas del Código de Ética son aplicables a los psicólogos/as colegiados y a los colegas que
acepten la jurisdicción del Colegio de la Orden.
Las actividades personales o conductas privadas del psicólogo/a quedan dentro de la jurisdicción
del Código de Ética, solo cuando trascienden al ámbito público y ponen en riesgo el prestigio de la
profesión.
Cuando las responsabilidades profesionales del psicólogo/a impliquen un conflicto con el sistema
institucional y/o legal vigente, este debe hacer saber su compromiso con el Código de Ética
Profesional, y dar los pasos necesarios para resolver responsablemente el conflicto.
El psicólogo/a debe respetar el derecho de los otros de tener valores, actitudes, conductas y
opiniones que difieran de las propias, y procurar el respeto mutuo en sus relaciones interpersonales.
Por tanto, no debe participar en prácticas que atenten contra la libertad, la integridad física y
psíquica de las personas con quienes interactúa profesionalmente.
Del mismo modo, el psicólogo/a no debe involucrarse en situaciones que impliquen relaciones
superpuestas o múltiples incompatibles, teniendo presente los perjuicios que conlleva el establecer
contactos sociales que puedan producir daño en su trabajo o en las personas con quienes trata. Así́,
no deberá́ establecer relaciones personales, científicas, profesionales, financieras o de otro tipo, que
pudieran debilitar su objetividad, interferir en el desempeño efectivo de sus funciones como
psicólogo/a, o dañar o abusar a la otra parte.
1. Aspectos Generales
La prestación de servicios por parte del psicólogo/a (diagnostico, terapia, docencia, asesoría,
supervisión, investigación u otros) debe enmarcarse exclusivamente en una relación profesional, y
dentro de los límites de su competencia y especialidad.
El psicólogo/a debe transmitir oportuna y verazmente los resultados de los servicios contratados y
emitir sus conclusiones, de un modo claro, científico y profesional, utilizando un lenguaje
comprensible para con los receptores de sus servicios. Al mismo tiempo debe comunicar los
alcances y limites de los procedimientos y técnicas empleadas.
Debido a que los juicios y acciones científicas y profesionales del psicólogo/a pueden afectar la
vida de otros, este debe adoptar medidas que permitan evitar daño a sus pacientes o clientes,
participantes de investigación, estudiantes u otros. Si dicho daño es previsible, debe informarlo y
tomar las precauciones necesarias para evitarlo o reducirlo al mínimo.
El psicólogo/a no debe participar en actividades en las que sea razonablemente presumible que sus
capacidades o datos pudieran ser mal usados por otros, y si esto ocurre, debe dar los pasos
necesarios para informar, corregir y/o atenuar esta situación.
Constituye una transgresión aun más grave utilizar la información en perjuicio del propio cliente.
Cuando a pedido de terceros el psicólogo/a acuerde prestar servicios, deberá́ clarificar inicialmente
la naturaleza de su relación con cada parte, el rol a desempeñar, los usos probables de los servicios
prestados o de la información obtenida, y los posibles límites de la confidencialidad.
El psicólogo/a debe solicitar supervisión y realizar las consultas, interconsultas y derivaciones que
estime pertinentes, en función de los intereses de sus clientes, pacientes o usuarios en general. Debe
cooperar además con otros profesionales y promover el trabajo de equipo inter y/o
multidisciplinario, cuando esté indicado y sea profesionalmente adecuado.
El psicólogo/a debe evitar que factores personales, sociales, políticos, religiosos, institucionales u
otros puedan sesgar su ejercicio profesional.
Asimismo, el psicólogo/a debe tener en cuenta que su ejercicio profesional puede verse interferido
por sus problemas y conflictos personales, afectando la excelencia de sus prestaciones y el bienestar
de los usuarios. Si esto ocurre, debe buscar ayuda oportuna para prevenir o resolver esta situación
y/o suspender la tarea emprendida, y derivar el servicio a otros profesionales, con el objetivo de
evitar daños.
7. Delegación y Responsabilidad
Los psicólogo/as deben delegar a otros solo aquellas responsabilidades que estos puedan
desempeñar competentemente, tomando en cuenta su nivel educacional, capacitación y experiencia.
Los psicólogo/as deben capacitar y supervisar de manera adecuada a sus empleados, colaboradores
o ayudantes, y procurar que realicen sus servicios de manera ética, responsable, y competente: El
psicólogo/a es responsable por el resultado total del proceso, incluido el comportamiento de sus
colaboradores.
No se debe delegar en personas que no sean psicólogo/as actividades propias de la profesión, tales
como procedimientos o instrumentos de diagnostico, asesoría o tratamiento.
Las posibles limitaciones de los servicios originados en Sistemas de Financiamiento deben ser
consideradas al inicio de la relación profesional o en el momento de presentarse estas.
La derivación de un cliente de un psicólogo/a a otro, debe estar regida exclusivamente por criterios
profesionales y no dar lugar a retribución económica.
El psicólogo/a debe formar, mantener, difundir, guardar y eliminar los registros y datos
relacionados con su investigación, práctica, y otros trabajos, de acuerdo con la ley y con este
Código de Ética. Asimismo debe registrar adecuadamente su trabajo, de modo de facilitar más tarde
sus propios servicios, así́ como los de otros profesionales, y cumplir con los requisitos legales o
institucionales.
Debe evitar cualquier situación y/o acción que, sin una razón plenamente justificada, pueda
inmiscuirse en el tiempo y atención a que su cliente tiene derecho o que pueda distraerle de un buen
desempeño.
El psicólogo/a solo tomará aquellos casos que pueda atender personalmente, no delegando en
terceras personas la responsabilidad que tiene por su cliente. Cuando el psicólogo/a asigna ciertas
tareas a sus colaboradores, debe preocuparse que estén debidamente calificados para ello, y
supervisarlos cuidadosamente, manteniendo la responsabilidad del proceso.
El psicólogo/a debe atender con igual dedicación a todas aquellas personas que requieran de sus
servicios, no permitiendo que intereses o prejuicios externos afecten sus decisiones profesionales.
Por este motivo no atenderá́ profesionalmente amistades, familiares y/o personas con las cuales está
involucrado en otros roles (por ejemplo, jefe- subalterno, profesor-alumno). Constituyen
inconductas éticas las relaciones duales como involucramiento sexual o sentimental, el acoso sexual
y toda superposición de roles, especialmente cuando el psicólogo/a está claramente en una posición
de poder y autoridad respecto a sus clientes o pacientes.
4. Honestidad y Sinceridad
El psicólogo/a deberá́ respetar el derecho del usuario a ser informado plenamente en todo lo relativo
a la prestación: características de la misma, apreciación inicial, alcances y limitaciones, resultados o
consecuencias posibles.
El psicólogo/a deberá́ tener presente para sí mismo y ante el usuario el alcance de sus capacidades,
recursos y limitaciones profesionales en relación con la prestación solicitada. También informará a
su cliente -cuando sea el caso- las implicaciones de una atención institucional en términos del
manejo o exposición de la información, como asimismo el uso de la misma para fines de
investigación o estudio. Requerirá́ la aprobación del cliente cuando corresponda.
5. Secreto profesional
5.1. El secreto profesional constituye un deber del psicólogo/a que perdura en forma indefinida y
que alcanza incluso el nombre del paciente o cliente.
El secreto profesional es un derecho del paciente o cliente establecido en su beneficio.
5.2. El psicólogo/a no podrá́ , en caso alguno, revelar directa, ni indirectamente los hechos, datos o
informaciones que haya conocido o le hayan sido revelados en el ejercicio de su profesión, salvo
orden judicial expresa, o autorización por escrito del cliente o paciente mayor de edad, que obre con
discernimiento e informada mente.
5.3. El psicólogo/a estará́ eximido del secreto solo y exclusivamente cuando sea requerido por
Orden Judicial expresa. Aun así́, el psicólogo/a debe procurar mantener en la más estricta reserva
aquellos antecedentes no relacionados directamente en el asunto judicial. Asimismo, el psicólogo/a
estará́ liberado del secreto profesional cuando su paciente o cliente por escrito lo releve
expresamente del mismo; siempre cuando tenga pleno discernimiento y haya sido debidamente
informado por el profesional.
5.4. En el caso de disputa judicial del psicólogo/a con su paciente o cliente, el profesional podrá́
revelar lo indispensable en su legítima defensa, procurando no abusar jamás de su información
privilegiada sobre el paciente o cliente.
5.5. La violación al secreto profesional por parte del psicólogo/a se estimará como una grave
infracción ética.
6. Confidencialidad
6.1. La confidencialidad de los antecedentes del paciente constituye un deber para el psicólogo/a en
cuanto deberá́ preocuparse de manejarlos mediante procedimientos y métodos que los resguarden
del conocimiento de personas no autorizadas.
6.2. Los antecedentes del paciente institucional o que por hacer uso de beneficios previsionales o
subsidiados a derechos de salud deban ser manejados o conocidos por personas autorizadas, tendrán
siempre de parte del psicólogo/a que atiende profesionalmente una especial preocupación de
confidencialidad.
6.3. El psicólogo/a procurará que los antecedentes del paciente sean confeccionados de una forma
tal que se restrinja al máximo el conocimiento por terceros, de datos o información, que por su
naturaleza, le pueda procurar un desmedro personal.
El cliente es libre de elegir al psicólogo/a tratante o consultante, así́ como es deber de este respetar
el deseo de su cliente de cambiar de profesional. En este caso, el psicólogo/a entregar á la
información necesaria para la continuación de la atención profesional con base en su opinión
técnica, informes elaborados y exámenes realizados, si así́ lo solicitare el profesional actualmente a
cargo.
Por otra parte, el psicólogo/a puede aceptar o rechazar a los clientes con entera libertad. En las
atenciones que realice en las instituciones de las que sea funcionario, deberá́ tener en cuenta las
disposiciones estipuladas en el Articulo 9o.
El psicólogo/a debe permitir que el cliente o usuario tome sus propias decisiones. Orientará al
cliente para que este pueda ejercer su propio juicio e iniciativa cuando sea factible. Le entregará las
pautas que permitan tomar una decisión informada y realista, aclarándole las diversas opciones de
que dispone, como asimismo las consecuencias que pudieran ser anticipadas.
Cuando esté en duda la capacidad de discernir del cliente, el psicólogo/a -si lo estima necesario-
deberá́ hacer las consultas, interconsultas y/o solicitar la supervisión para enfrentar la situación
adecuadamente. Asimismo dará́ los pasos necesarios para que la familia o responsables legales del
cliente se hagan cargo de lo que les compete. En cualquier caso se tratará de proteger la relación
con el cliente o paciente y en lo posible mantener la confidencialidad de los contenidos.
En el caso que para una gestión o atención profesional integral el psicólogo/a estime beneficioso
para el individuo o grupo la intervención de otros profesionales o especialistas, deberá́ hacer las
interconsultas, asesorías o trabajo en equipo aconsejables por el tiempo que la acción profesional lo
haga necesario. Así́ mismo hará́ las derivaciones pertinentes cuando se determine que el trabajo
profesional corresponde en su totalidad a otro especialista.
Cuando los servicios psicológicos se ven interrumpidos por parte del profesional o cliente por
factores tales como enfermedad, traslado u otras limitaciones, el psicólogo/a debe hacer esfuerzos
razonables para planificar la continuación de los servicios, poniendo la mayor consideración en el
bienestar del cliente.
El psicólogo/a pondrá́ termino a una relación profesional cuando considere, desde su rol, que se han
cumplido los objetivos. Asimismo cualquiera de las partes puede poner término a la relación
profesional al estimarse innecesario el servicio, o que la prolongación no beneficia al cliente, o que
este quiere hacer uso de su derecho a cambiar de profesional. Ante esta situación, el psicólogo/a
proporcionará información acerca de servicios alternativos y dará́ los pasos necesarios para facilitar
la transferencia de responsabilidad a otro profesional cuando corresponda.
Las relaciones entre psicólogos/as deben basarse en principios de lealtad, colaboración, honestidad,
rectitud, decoro y respeto mutuo.
En los casos en que existan diferencias o discrepancias entre colegas en áreas tales como
diagnósticos, procedimientos, intervenciones o tratamientos, deberán tratarse y resolverse en una
relación de mutuo respeto y consideración. Del mismo modo, deberán observarse tales conductas en
todos los ámbitos de relación entre colegas.
Si en el ejercicio profesional se percibe que la actuación viola alguna de las normativas estipuladas
en este Código, se recomienda intentar una solución informal (internares) al conflicto, por medio de
una conversación clara y respetuosa. Si dicha alternativa no es efectiva o es poco viable,
corresponde informar al Comité́ de Ética.
Es imperativo para los psicólogos/as, agotar las instancias disponibles en el Colegio de la Orden
para la resolución de sus controversias, antes de recurrir a la justicia ordinaria. Así́ también
corresponderá́ consultar previamente al Colegio de Psicólogos frente a situaciones que no estén
claramente incorporadas en este Código o tengan dificultades de interpretación; asimismo cuando
las controversias profesionales entre colegas no se resuelvan y afecten a clientes o pacientes, o
puedan trascender al ámbito público.
En aquellos casos en que sea necesario, por razones de interés del cliente o atendida la naturaleza
del problema, el psicólogo/a deberá́ considerar el trabajo interdisciplinario y en equipo. Se
considera deseable la colaboración entre colegas y con profesionales afines. En particular, compartir
conocimientos e información que propendan al mejoramiento y mantención de las relaciones y
acciones profesionales.
Artículo 13o: Aspectos relativos a las relaciones de los psicólogos/as con el Colegio de la Orden
Asimismo, tiene el derecho de ejercer con la mayor plenitud que lo estime, todas las prerrogativas
que conceda la ley, los Reglamentos y los Estatutos, y para ello el Colegio debe velar
permanentemente su cumplimiento.
El psicólogo/a está obligado a acatar los acuerdos y resoluciones de las Asambleas Generales y de
las instancias directivas establecidas en los Estatutos, del mismo modo las resoluciones del Tribunal
de Ética de la Orden.
5. En la construcción de tests, los psicólogos/as deberán utilizar métodos científicos a fin de que el
uso y resultados de los mismos cumplan con las normas propias de la construcción de instrumentos,
estandarización, validez y confiabilidad.
6. Cuando el psicólogo/a estime necesario el uso de técnicas, instrumentos y/o procedimientos que
se encuentren en fase experimental o etapa de validación, deberá́ informar expresamente al cliente
la naturaleza experimental del procedimiento, junto con explicar los alcances y límites de su uso.
Asimismo, el psicólogo/a requerirá́ del cliente o del representante legal, cuando corresponda, su
consentimiento por escrito.
7. El psicólogo/a deberá́ considerar que, aun cuando los instrumentos y/o procedimientos técnicos
empleados son una herramienta fundamental de su trabajo profesional, no bastan por sí́ solos, para
formular un diagnostico.
10. Se considera una transgresión grave a las normas éticas, la alteración de los criterios de
validación de los instrumentos psicológicos.
11. El psicólogo/a deberá́ poner en conocimiento del Colegio de la Orden del mal uso o manejo
indebido, por parte de terceros, de los instrumentos o procedimientos técnicos de su profesión.
12. El plagio total o parcial de instrumentos técnicos profesionales constituirá́ una falta grave al
presente Código de Ética.
Artículo 16o: Aspectos relativos a las relaciones del psicólogo/a con la Comunidad o Sociedad
1.1. Que su participación tenga fundamento científico, un buen respaldo de especialidad y sus
contenidos sean apropiados para los receptores a quienes van dirigidos.
1.2. Que su participación cumpla con objetivos educativos, divulgativos o de aportar opinión
calificada frente a temas de interés público.
1.5. Que la totalidad de sus declaraciones sea consistente con este Código Ético.
2.1. Los psicólogo/as pueden exhibir como credenciales de pregrado únicamente títulos o grados
académicos obtenidos o validados por universidades reconocidas por el Estado.
2.2. Certificación de Post-Titulo. Los psicólogos/as deben ser cuidadosos en que su certificación de
post-titulo corresponda a estudios sistemáticos efectuados, de preferencia en Centros o Instituciones
orientados al perfeccionamiento o especialización de psicólogos y cuyos cursos tengan como pre-
requisito el titulo de psicólogo/a.
3.2. La captación de clientes por medios que excedan los límites establecidos por este Código de
Ética del Colegio del Psicólogos constituye transgresión tanto si son ejercidos por un psicólogo/a
individualmente como por una institución de atención psicológica.
3.3. Los psicólogos/as que deleguen en otras personas la creación o colocación de declaraciones
públicas que promocionan su práctica, productos o actividades profesionales, conservan la
responsabilidad profesional por tales declaraciones.
3.5. Los psicólogos/as no deben permitir que se vincule su identidad profesional a la publicidad de
productos o servicios comerciales.
3.6. Los psicólogos/as no pueden retribuir a funcionarios de los medios de comunicación a cambio
de publicidad en los espacios de noticias, crónicas u otros que induzcan a engaño a la comunidad.
3.7. La publicidad pagada, relativas a las actividades del psicólogo/a debe estar identificada como
tal, a menos que ello se desprenda del contexto.
BIBLIOGRAFÍA
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http://www.psicoanalitica.org/c%C3%B3digo_etico_del_psic%C3%B3logo
http://bvs.psi.uba.ar/php/level.php?lang=es&component=17&item=117
http://colegiopsicologos.cl/web_cpc/quienes-somos/codigo-de-etica-profesional/