Buenos días, estamos reunidos hoy y damos gracias a Dios por este hermoso momento
que nos permite vivir. Varios de nuestros hermanos han profesado su fe y hoy dan
testimonio público de esta fe mediante la práctica del bautismo.
Primeramente, me gustaría que me acompañaran a leer un pasaje conocido acerca del
bautizo en agua que menciona el apóstol pablo en la carta a los Romanos 6:3-8 3 ¿O no
sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados
en su muerte? 4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el
bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así
también nosotros andemos en vida nueva.
5
Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así
también lo seremos en la de su resurrección; 6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre
fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de
que no sirvamos más al pecado. 7 Porque el que ha muerto, ha sido justificado del
pecado. 8 Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él…
Cristianos alrededor del mundo regularmente practican el bautismo. Pero, ¿qué significa?
¿Quién debe ser bautizado? ¿Existen maneras correctas e incorrectas de ser bautizados?
¿Hay algo especial o mágico con el agua? ¿Requiere Dios el bautismo o es sólo una
tradición humana?
RAÍCES HISTÓRICAS
La práctica cristiana del bautismo tiene raíces en el JUDAISMO. La ley hebrea ofreció
muchas prescripciones para que los israelitas se purificaran a través de rituales de
lavados regulares. El propósito principal de estos rituales era la purificación. La gente
pensaba que debido a que Dios es santo y puro, uno debería estar limpio de cualquier
cosa que fuera impura para poder adorarlo y servirle. 1 Incluso los sacerdotes debían
lavarse con agua con el fin de consagrarse para sus funciones.2
Para los tiempos de Jesús, los judíos habían desarrollado una práctica adicional—el
bautismo—PARA LOS GENTILES (los que no eran judíos) que querían convertirse al
judaísmo.3 Cuando se asoció con la circuncisión (para hombres) y la ofrenda de un
sacrificio, el bautismo señaló la conversión a la fe judía y la entrada a la comunidad judía.
Mientras que el acto del bautizo hacía eco de los temas del ritual del lavado y la
purificación de los pecados, el propósito principal fue significar la adopción de una nueva
identidad.
JUAN EL BAUTISTA
Un conocido dirigente judío en tiempos de Jesús utilizaba la práctica del bautismo de una
manera similar, pero PARA EL PUEBLO JUDÍO. El profeta Juan el Bautista (como se le
conoció) alentó a los judíos a buscar el reino de Dios, arrepentirse de sus pecados y
comprometerse a una nueva vida de obediencia. El bautismo se convirtió en el medio
para demostrar públicamente estos actos. Él bautizó a muchos judíos en el Río Jordán.4
Incluso Jesús vino con Juan para ser bautizado. Al principio asombró a Juan, porque no
creía que Jesús necesitaba arrepentirse o ser bautizado. Sin embargo, Jesús lo convenció
para “cumplir con lo que es justo.” 5 Se convirtió en un acontecimiento importante en el
comienzo del Ministerio público de Jesús.6
A través de su bautismo, Jesús no sólo estaba siendo consagrado para el ministerio (en la
tradición de los sacerdotes hebreos) sino también identificándose a sí mismo con el
mensaje de Juan acerca del reino de Dios.7
Colosenses 3
La vida antigua y la nueva
5
Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones
desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; 6 cosas por las cuales la ira
de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, 7 en las cuales vosotros también
anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. 8 Pero ahora dejad también
vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de
vuestra boca. 9 No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo
hombre con sus hechos, 10 y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del
que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno,
3 Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está
Cristo sentado a la diestra de Dios. 2 Poned la mira en las cosas de arriba, no en las
de la tierra. 3 Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en
Dios. 4 Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis
manifestados con él en gloria.
EL BAUTISMO EN LA IGLESIA PRIMITIVA
El libro de Mateo registra que después de que Jesús fue crucificado y resucitado, mandó
a sus seguidores a una misión: “Vayan y hagan discípulos de todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.”8
En otras palabras, Jesús instruyó a sus seguidores a llevar su mensaje
de salvación alrededor del mundo, para que otras personas se convirtieran en discípulos
—seguidores de Cristo. Cuando lo hicieron, Jesús quería que estos nuevos creyentes se
identificaran con él públicamente. Al participar en el acto del bautismo, un nuevo seguidor
de Jesús simbólicamente se alineó con las nuevas creencias y una nueva comunidad.
El Apóstol Pablo subrayó el carácter simbólico del agua involucrada en el bautizo. Sugirió
que el bautismo representa la identificación de una persona con la muerte, entierro y
resurrección de Cristo. Cuando los participantes se sumergen bocarriba en el agua,
significa la muerte de su naturaleza pecaminosa. Cuando salen del agua, ilustra su nueva
vida en Cristo.9
El libro de Hechos y otros libros del Nuevo Testamento describen los bautismos de miles
de personas.10 La mayoría eran adultos que profesaban la fe en Jesús y se unieron al
movimiento cristiano. Existen algunas referencias a los miembros de algunos hogares que
fueron bautizados, pero no está claro si esto incluye bebés o niños pequeños.11
EL BAUTISMO HOY: DIVERSIDAD DE OPINIONES
La tradición del bautismo ha continuado a través de los siglos y sigue siendo una parte
importante de la iglesia cristiana hoy. Sin embargo, diversas denominaciones difieren en
los detalles de sus puntos de vista sobre el bautismo.
Las iglesias Católica Romana y Ortodoxa Oriental entienden el bautismo como un
sacramento o “santo misterio.” Los sacramentos son las ceremonias religiosas que
transmiten una clase especial de la gracia de Dios. Por ejemplo, en la teología católica, el
acto del bautizo es único y esencial: Es “la base de la vida cristiana entera.” 12 El bautismo
no sólo significa la identificación con Cristo, sino que también “realmente trae” la nueva
posición con Dios.13 En este entendimiento, el bautismo es “necesario para la salvación.”14
Sin embargo, la mayoría de los protestantes—incluyendo los cristianos evangélicos,
pentecostales y cristianos sin denominación—se refieren al bautismo como una práctica u
ordenanza. Mientras que sirve como un momento importante en el camino de fe de una
persona y una celebración para la comunidad de la iglesia, el bautismo es principalmente
simbólico. No hay nada mágico en el agua o en el acto.
Tampoco, dentro de la teología protestante, el ser bautizado lo convierte a uno en
cristiano; No es un medio para un fin. Después de todo, no hay ningún indicio de que los
ladrones crucificados junto a Jesús hayan sido bautizados. Pero después de que uno de
ellos reconociera quién era Jesús y pidiera misericordia, Jesús le respondió, “Te aseguro
que hoy estarás conmigo en el paraíso.”15 El bautismo no parecía ser esencial para su
salvación.
Algunos grupos de cristianos también difieren en el método del bautismo. Algunas iglesias
mantienen la práctica de la inmersión completa en agua, como parece ser el caso en la
iglesia primitiva. Otros han adoptado la forma de aspersión o el verter agua sobre la
cabeza de un individuo.
Finalmente, el tema del bautismo de infantes ha planteado algunas preguntas. Algunos
opinan que el bautismo en la iglesia cristiana funciona de en una forma similar a la
circuncisión en Israel en el Antiguo Testamento. Como tal, sirve como un marcador de
participación en la comunidad de fe. Por lo tanto, los infantes son bautizados para indicar
su inclusión como hijos o hijas en la familia de Dios. La esperanza es que cuando sean
mayores, confirmen su compromiso con Cristo con su propia decisión de fe. Mientras que
la Biblia no articula explícitamente este punto de vista, muchos a lo largo de la historia de
la iglesia han practicado el bautismo de esta manera.
Otros sostienen firmemente la idea de que el bautismo es ante todo un cambio deliberado
de lealtad—abandonando la vida antigua de pecado y aceptando el camino de Jesús. Se
cree que, aunque es importante incluir a los niños en las bendiciones de la comunidad de
fe, bautizarlos pierde el punto más importante de la manifestación pública de la fe
personal de una persona.
UNA NUEVA IDENTIDAD
Independientemente de cómo se sienta uno acerca de las implicaciones teológicas del
bautismo o exactamente cómo se deba practicar, su significado más simple es el más
importante. El bautismo es el signo de una nueva identidad y de la gracia de Dios que
allana el camino para esa nueva identidad. Como tal, todos los cristianos, al final, ven el
bautismo como una celebración del movimiento de Dios en nuestras vidas.