Universidad Autónoma del Estado de México
Facultad de Humanidades
     La educación en la cultura nahua
                 Ensayo
       Luis Ángel Araujo González
    Materia: Pensamiento Prehispánico
     Profra. Rosío Gardeazabal Islas
Vamos primero a hablar un poco a grosso modo de la manera en que las antiguas
culturas del México prehispánico tenían con respecto a la educación. En primera
hay que recordar que tenían los niños una clara y muy concisa separación social.
Lo cual conlleva a que tenía a su vez que haber dos sistemas educativos en la
cultura nahua. Estaba el Calmécac y el Telpochcalli. Vamos también a recordar
que la ideología colectiva de la cultura nahua era de una “suerte” determinista. Los
aztecas eran en demasía supersticiosos así que gran parte del rumbo de su vida
según desde su percepción estaba dado por fuerzas terceras e ideas como la
autosuperación o escalamiento social estaban a mí parecer trilladas y fuera de
contexto (para aquella época, aclaro). Pues según como lo rescatan los estudios,
a esta suerte que les era dada los mexicas sólo tenían de dos. Ser buenos y llevar
su vida de acorde al designio o destino que ellos ya veían previsto. O la segunda
era echar a perder el augurio y ser peor o no corresponder a lo que la suerte les
dio. (Jamás se habló de que los aztecas podrían sobrellevar y superar el destino
que les era dado).
Así que después de ese antecedente dado era impensable que algún día algún
egresado del Telpochcalli llegase a ser el tlatoani del imperio mexica. El objetivo
básico de la educación nahua era sólo a mí parecer, el enseñar o instruir a la
juventud nahua de acorde a su situación y destino que llevaban. Era de suma
importancia también instruir a su vez que jamás podrían liberarse del destino que
se sobrepone a ellos. Así que por ende la sumisión, la parsimonia, (recuerden que
ellos veían como un alto elogio ver que su habla fuese homologada con la
tranquilidad del trino de las aves) y demás caracteres que aseguren la auto-
represión o auto-amonestación        eran los valores más apreciados para la
enseñanza y aprendizaje nahua. El modo en que ellos veían la educación, mejor
dicho el poder gozar de ella, lejos de ser lo que ahora a nosotros nos parece ser
un DERECHO para las antiguas culturas era un PRIVILEGIO. Así que creo que
antes tengo que hacer un breve paréntesis para recabar algunas reflexiones
personales de lo que creo que es DERECHO y PRIVILEGIO.
En el primero lo escatimo como un beneficio que la persona que goza de aquel lo
ve como un algo “terrenal” ósea a su alcance, a su fácil accesibilidad, a su
proliferación común. Por ende la apreciación que se tiene de un derecho es
moderada pues de alguna forma se tiene la seguridad de que el derecho ya es
algo por default propio y ganado. Ahora bien el PRIVILEGIO es aquel bien que de
alguna manera goza de un rango superior al que uno tiene o cree tener, uno ve al
privilegio como algo que en primer lugar no es muy común, por ende su
procuramiento y apreciación son demasiado elevados. Lo segundo, visto desde la
moral religiosa (Y digo “religiosa” para tratar de abarcar muchas religiones que a
mí parecer comparten esta ideología) el recibir un privilegio se hace sinónimo de
retribuimiento y muchas veces ese retribuimiento es tormentoso y sinuoso.
En la cultura nahua era muy raro que alguien recibiese un privilegio con la
conciencia de que el privilegiado tuviese noción de que él tenía ya un merito para
recibir tal gracia. No, ocurre lo contrario, a aquel que se le daba un merito tenía ya
una deuda, una deuda con los que otorgaban al privilegiado el honor, una deuda
que tenía que sanar el privilegiado con un trabajo arduo, y podría agregar también
yo que tormentoso y a veces no muy grato. Para sustentar lo antes dicho no hace
más que revisar los parlamentos del aquel nahua que era designado como líder de
un grupo de personas de esta cultura. Me refiero al libro sexto de la Historia
General de las cosas de la Nueva España, capítulos 9 a 12. Y verán que las
palabras frecuentes del privilegiado son “indigno” “humilde” “pequeño hombre” etc,
etc.
Ahora trataré de explicar mi conclusión de porqué los nahuas veían como un
PRIVILEGIO a la educación. Cuando los niños tenían la edad para ser ofrecidos a
los brazos académicos del Calmécac y el Telpochcalli los padres les ofrecían un
banquete a los que serían los maestros de sus niños. Recordemos que el
Calmécac era la escuela para aquellos que de X o Y forma iban a jerarquizar al
resto del imperio así que la sumisión principal que ellos tenían era con los dioses.
De ahí egresaban los que serían nobles, sacerdotes, guerreros de alto rango,
escribas y funcionarios del imperio. En cambio del Telpochacalli salían los
hombres que eran jerarquizados, los hombres de los trabajos manuales y
artesanales, los hombres del comercio y los guerreros de bajo rango. Era ante
todo a mí perspectiva enseñarles a los del Telpochacalli sus dos tipos de
jerarquerización: la que debían de tener con los dioses y la que debían de tener
con sus gobernantes. Reitero en ningún momento hubo el espíritu educativo de
superación. Pero vamos, no digo que aquella metodología fue mala, hasta donde
sabemos a los NAHUAS les fue efectiva pero hay varios aspectos que hacen a
que no podamos llegar a concluir si la metodología educacional nahua haya sido
de las más efectivas hechas por la humanidad. La primera es porque la
metodología fue interrumpida con la llegada de los españoles, la segunda es que a
su vez ellos trataron de destruir todo rastro del pueblo al que ellos lograron vencer,
la tercera es que al momento de tratar de rescatar el cómo era la cultura nahua y
el resto de las culturas que España sometió (incluyo ahí el trabajo de Sahagún y
demás compiladores) hubo una perversión debido a que la perspectiva y enfoqué
compilador de los europeos en nada coincidían con el eje epistemológico, moral y
ético de los americanos. Así que en su recopilación hubo una entremezcla de
elementos europeos e indígenas haciendo que dicha compilación a mí parecer no
sea de lo más fidedigna. El último aspecto que hace a mí parecer imposible el
poder estimar si la metodología educativa de los antiguos pobladores fue una de
las más eficientes es tratar de hacer una “valoración” o “estudio” teniendo de base
al grupo que en la actualidad le llamamos “grupos indígenas” pues aquel sector
poblacional poco tiene que ver a mí punto de vista con los indígenas de América
de aquel entonces. Empezando tal vez por lo más claro: de que se me hace
imposible que en 500 años la sangre de aquellos sectores permanezca tan pura
como en el momento en que Europa y América eran desconocidas la una de la
otra. El mestizaje en América fue y es inevitable, aunque muchos no lo
reconozcan hay parte de sangre europea en las venas de aquel sector poblacional
que el resto de nosotros aventuramos a decir erróneamente “grupos indígenas”.
Lo segundo que el modelo social y cultural de aquellos que les hacemos ver por
grupos indígenas es tan diferente de los que originalmente lo fueron. Es cierto que
hay o que ellos rescatan más elementos prehispánicos de los que muchos de
nosotros hemos “olvidado” (prefiero yo decir que hemos trascendido). Pero en sí,
ello a mi razonamiento no conlleva a que se les siga considerando indígenas pues
aquellos elementos prehispánicos sufrieron una alteración fruto de la imposición
de la cosmología europea y entre estas visiones la que mayor impacto y fusión
causo fue la religión. Pues las llamados “grupos indígenas” son un muy ejemplo
del catolicismo y dogmatismo cristiano. Un muy, pero muy buen ejemplo son las
tradiciones que muchos de este sector poblacional tiene en las ocasiones o días
festivos del anuario cristiano. (Semana santa, Navidad, Corpus Christi, y las
innumerables ferias patronales).
Después de todos estos elementos que rescate con anterioridad a mí se me hace
una locura que se quiera tratar de investigar el pasado prehispánico de una
manera fidedigna si se basa en un estudio social sobre aquellos que les hemos
hecho llamarse “grupos indígenas”. Además como bien dice Heriberto Yépez en
su obra “La increíble hazaña de ser mexicano” en su primer capítulo titulado “Los
secretos del y/o mexicano” esto de volver a retomar y homologarse a las antiguas
culturas que habitaron este territorio viene siendo apenas desde que terminó la
revolución, pues México después de tal terrible periodo de crisis en todos nuestros
aspectos. Trató de buscar una unidad nacional y entre ello era la búsqueda de
elementos para hacer un sumario de aquello que significa ser mexicano. Se optó
por retomar el pasado aunque erróneamente ha habido los quienes se creen aún
totalmente descendientes de los aztecas, de los mayas y en sí de las demás
civilizaciones que tuvieron un gran auge en el México precolombino. Se
vanaglorian de un pasado en el que creen que aún se puede retomar. Y sí no
discuto que hay algo que aún se puede retomar de lo que antiguamente se
practicó pero que se rescaté todo tal cual es una utopía pues tiempo, espacio,
moral, MEZTIZAJE hacen ya de esto algo descabellado.
Nótese también que hubo un cierto cuidado en elegir a los pueblos con los cuales
erróneamente algunos mexicanos se “sienten” más identificados, que con el resto
de las culturas que han hecho la estirpe actual que somos (no ando hablando de
los grupos indígenas, pues su suerte no fue de elección sino de tradición).
Aztecas,   Mayas,   Toltecas   (las   más   magnificados   y   populares).   Y   su
“contextualización” actual que se tiene de ellos grandeza y glorias malentendidas y
homologadas en cosas tales como: Estadio azteca, profecías mayas del 2012,
cemento tolteca. ¿Por qué no se tomó a los débiles? ¿Por qué no hay Estadio
Chinanteco, profecías seri 2012, o cemento chontal? Decir que en el antes
estuvimos mejor decir que tal o tal cosa si se hiciese INTEGRAMENTE como tal o
cual civilización la hizo en su tiempo. Es a mí parecer algo descabellado pues
aunque se trate de negar y rezongar somos ya una cultura, y una especie que en
nada tiene que ver ni con lo indígena de aquel entonces, ni con lo europeo, ni con
lo árabe, ni con lo africano, judío, chino y demás civilizaciones con las cuales se
hizo el inmenso mestizaje que actualmente uno goza. Ahora bien no estoy a favor
del tontamente vanagloriase del pasado. Pues hay que decir también que entre
ello hubo errores, en el educacional considerar que la educación era sólo para ser
sólo lo que tocaba en la vida ser se me hace algo poco favorable y que tal vez de
seguir así hubiese podido desatar un descontento poblacional como en muchas
otras culturas que determinaban así de cruel a su sociedad. Lo que sí considero
que fue bueno es que ellos tenían en su percepción una clara idea de
multiconciencias, y de varias formas de entrar en reflexión, pero de nuevo lo malo
es que aún se pervertía mucho este aspecto con los dogmas mágicos-religiosos.
Hubo disciplina, sí, ello es bueno, es algo que actualmente se requiere pero
tampoco en la demasía que ellos practicaban. Para resumir creo que sólo
podemos rescatar en ciertos valores el modelo educacional nahua, aquellos que
den templanza al ser pero que NO le hagan un sujeto permisivo al determinismo y
al sometimiento.
      Bibliografía
    De Sahagún, Bernardino, Historia General de las cosas de la Nueva
       España I, ed. Promo libro, España, 2000.
    Yépez, Heriberto, La increíble hazaña de ser mexicano, ed. temas de hoy,
       México, 2010.
    De Sahagún, Bernardino, El México antiguo, ed. arte, Venezuela, 1981.