Lección 1.
El viejo y el nuevo hombre
Pasaje bíblico: Colosenses 3:1-2
Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la
diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
Objetivos:
▪ Asumir ante Dios el compromiso de vivir dignamente conforme al espíritu, una vez que hemos
recibido la gracia de la salvación.
1.1 Introducción
La Gracia de Dios es maravillosa. Sin duda que el hermoso himno Sublime Gracia refleja la manera
extraordinaria en que Dios nos ama y nos da de su Gracia. Su Gracia nos busca (gracia preveniente).
Su Gracia nos salva. Pero no se queda allí, aun Su Gracia nos santifica. Luego, continua de forma
permanente en forma tal que nos sustenta y nos ayuda a resistirnos a pecar. También está allí cuando
experimentamos los momentos más difíciles en la vida y Dios nos sorprende dándonos una cantidad
tal de Gracia, de forma que podemos resistir la prueba, y aun salir más fortalecidos.
En Colosenses 1:10 Pablo nos exhorta a “andar como es digno del Señor, haciendo en todo, lo que je
agrada, dando fruto en toda buena obra y creciendo en el conocimiento de Dios”. Sin embargo, en
ocasiones, por diversas causas como ataques del enemigo, descuido espiritual u otras, empezamos a
olvidar que somos parte del Reino de Dios y que debemos vivir conforme a sus estándares.
En esta lección recordaremos cual era la forma en que nos comportábamos cuando no teníamos a
Cristo como Salvador. Pero a la vez, veremos cuales son las demandas para cada uno de nosotros
como hijos de Dios y que podemos
1.2 Desarrollo
1.2.1 La naturaleza del viejo hombre (Colosenses 3:5-9)
Después de mostrar que en Cristo habita la deidad, y que por lo tanto es el único camino al Padre,
ahora Pablo se concentra en el capítulo 3 de la carta a los Colosenses, en que, si ya han resucitado en
Cristo:
3:1
buscar las cosas de arriba.
3:2
deben poner su mira en las cosas de arriba.
Con ello Jesús les está pidiendo que se enfoquen en las cosas espirituales, más que en lo carnal.
Pablo da por hecho que ellos han nacido de nuevo en Cristo. Por eso a partir de Col. 3:5 hasta el
3:17 hará un contraste entre la vida vieja y la vida nueva.
Les pide entre otras cosas que no digan mentiras, pues ellos ya han nacido a la vida espiritual. Así
que Pablo enumera una lista de pecados asociados a la vida carnal tales como:
1
Fornicación (en griego pornéia): en la Biblia, el término hace referencia al acto sexual fuera del
matrimonio. Incluye todas las clases de relaciones sexuales ilícitas, es decir, las que tienen lugar
fuera del marco de un matrimonio válido a los ojos de Dios. El termino impureza es un término más
amplio que el anterior pues abarca diversas formas de perversión moral.
Respecto a la fornicación, Pablo nos recuerda en 1 Cor. 9 Por carta ya les he dicho que no se
relacionen con personas inmorales. 10 Por supuesto, no me refería a la gente inmoral de este
mundo, ni a los avaros, estafadores o idólatras. En tal caso, tendrían ustedes que salirse de este
mundo. 11 Pero en esta carta quiero aclararles que no deben relacionarse con nadie que,
llamándose hermano, sea inmoral o avaro, idólatra, calumniador, borracho o estafador. Con tal
persona ni siquiera deben juntarse para comer.
Mientras el mundo nos “invita” a dar rienda suelta a nuestros deseos carnales, Jesús nos pide un
guardarnos de todo pecado, de los cuales la fornicación es uno con el cual el mundo ha seducido y
ha hecho que muchos dejen el Camino de Vida, en Cristo. Así que debemos siempre tener un
sistema de alarma, accionado por el Espíritu Santo, para que nos alerte de cualquier riesgo en que
estemos incurriendo. Por ejemplo, la pornografía puede ser el inicio de un camino de perdición que
te lleve a fornicar.
Pasiones desbordadas. Hoy en día el mundo nos ofrece de forma abierta muchas cosas que pueden
provocar en nosotros pasiones desbordadas. A través del Internet, las series y películas, o incluso
hasta a través de nuestros celulares, podemos tener acceso a material que nos despierte este tipo de
pasiones. Pablo alienta al joven Timoteo (2Tim. 2:22) Huye, pues, de las pasiones juveniles y sigue
la justicia, la fe, el amor (y) la paz, con los que invocan al Señor con un corazón puro. También
Pablo nos advierte que, “mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas {despertadas}
por la ley, actuaban en los miembros de nuestro cuerpo a fin de llevar fruto para muerte” (Rom. 7:5).
Una pasión insana se puede traducir en la atracción y el deseo hacia otra persona o personas.
Cuando se trata de este deseo, puede haber un montón de fantasías, pensamientos e ideas impuras
que bombardean la mente.
El apóstol Santiago nos advierte de todo esto en Stg. 1:14b cada uno es tentado cuando sus propios
malos deseos lo arrastran y seducen. 15 Luego, cuando el deseo ha concebido, engendra el pecado; y
el pecado, una vez que ha sido consumado, da a luz la muerte. Así que, seamos honestos con
nosotros mismos y estemos alertas, para que cuando un deseo quiera tomar control de nosotros,
podamos evitarlo inmediatamente, evitando el camino que lleva a la muerte por causa del pecado.
Matthew Henry nos hace la advertencia de que tolerar un pecado, conduce a otro. Luego Pablo
retoma la lista en 3:8 para describir estas conductas de la vida carnal: Ira, Enojo, Malicia, Blasfemia,
Palabras deshonestas
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1.2.2 Llamado a revestirnos del nuevo hombre (Col 3:10-11)
Luego en Col. 3:10 describe la forma en que deben andar dada la
nueva forma de vida a la que han sido llamados. Pablo usa la
metáfora de vestirse, para indicar que, de manera similar, ya
debemos cambiar en nuestra forma de ser como resultado de la
obra del Espíritu Santo. En Gal. 3:27 también usa la figura de
revestirse. Pablo habla de ser renovados totalmente como en
Romanos 12:2 …transformaos por medio de la renovación de
vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y
perfecta.
Pablo ahora procede a hacerles ver que en Cristo somos iguales: “donde no hay griego ni judío,
circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en
todos”. De manera semejante lo establece en Gal. 3:28. De esta forma Pablo les explica que en su
precioso plan de salvación nos hace iguales a todos teniendo igual valor. Ya no debe hablarse de
divisiones sociales o económicas, ni de si eran parte originalmente del pueblo de Dios o no. “Ni
Griego ni Judío” nos muestra un ejemplo en el que “griego” es sinónimo de “gentil”. Ahora el plan
de salvación en Cristo incluye a todos.
Con la expresión “circuncisión ni incircuncisión” Pablo nos da otra forma de decir judío y gentil.
En la tradición judía, todo varón debería ser circuncidado al octavo día después de haber nacido
como parte del pacto de Dios con Israel (Lev. 12:3). Cuando expresa que no existe “bárbaro ni
escita” realmente no está usando opuestos. Ambos, al no ser judíos eran referidos como gentiles.
Con la afirmación “Sino que Cristo es el todo, y en todos” (v. 11b), Pablo vuelve a resaltar la
plenitud de la deidad de Cristo. A pesar de que todos hemos pecado, tenemos acceso a la vida eterna
en Cristo, cuando hemos sido perdonados.
1.2.3 La vida de un hombre nuevo (Col 3:12-17)
Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad,
de humildad, de mansedumbre, de paciencia;
Pablo pasa ahora a listar cualidades que se debe reflejar en la vida del cristiano espiritual. Si se pone
atención, podremos observar que básicamente está describiendo, aunque con diverso orden el Fruto
del Espíritu Santo (Gal. 5:22-23). Observe que se van a mencionar la paciencia, la benignidad, la
mansedumbre, el amor y la paz. Si procuramos la llenura del E.S., podremos ser semejantes a Cristo.
Todas ellas son cualidades que necesitamos para nuestra interrelación con los demás, destacando el
amor como el vínculo perfecto. Esto a su vez será fundamental para poder cumplir Su Misión.
Analicemos lo que ellas implican:
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Amor (ágape). Es el amor que proviene de Dios.
Ágape describe el amor que es de Dios y
No se basa en recibir algo a cambio, en ser atraído que viene de Él, cuya naturaleza misma es
por alguna cualidad del otro, en sentir una el amor: “Dios es amor” (1 Juan 4:8). Dios
emoción, o si lo merece o no. Se ama porque no solo ama, Él es amor. Todo lo que Dios
Cristo nos amó primero. Las diversas cualidades hace brota de Su amor.
de este tipo de amor se estudiarán en el siguiente
capítulo. Solo se puede amar con este tipo de amor
cuando se tiene a Dios en el corazón.
Paz (Shalom en hebreo, eirene en griego). Se refiere a tener prosperidad espiritual que descansa en
Dios. Esta paz trae serenidad a nuestra vida. La paz de Cristo sobrepasa a la paz que el mundo nos
ofrezca. No se trata de que no haya conflictos, pruebas, luchas, etc.
Se trata de estar siempre confiados en que Jesús está con nosotros todos los días hasta el fin del
mundo. Sin duda que requiere una relación constante con Cristo. Es importante destacar que no
estamos exentos de tener dificultades, pero en medio de ello podemos descansar en Jesús (Juan
16:33). Pablo en Romanos nos enseña a tener paz, en medio de las circunstancias más difíciles,
estando convencido de que todo lo que Dios permita que venga a nuestra vida, será para nuestro
bien (Rom. 8:28). Así que debemos enfocarnos en cultivar la paz para con Dios, para con uno
mismo y para con los demás.
Paciencia (makrothumia). Es la capacidad de perdonar a nuestros enemigos por amor, sin guardar
rencor por el daño que nos hayan hecho. También alude a esperar la respuesta de Dios sabiendo que
sus tiempos son perfectos. El cristiano paciente no buscará la venganza contra aquellos que le han
dañado. Debemos procurar ser como pacientes como Dios, que nos ha perdonado nuestras faltas y
pecados, buscando que seamos salvos a través del sacrificio de Jesús.
Benignidad (chrestotes). Es la actitud que nos ayuda a responder con buen trato aun a aquellos que
nos maltratan. Incluye hacer lo recto para con Dios y los demás. Es tener una tendencia a ser afable
con los demás. En Efesios 4:32 se nos demanda ser benignos unos con otros. Para ser genuinamente
benignos es necesario interesarse en las demás personas. Ello implica conocer sus necesidades, sus
sentimientos, su forma de pensar, etc. La persona benigna no espera que alguien le exprese una
necesidad para actuar. El benigno piensa en hacer el bien de forma anticipada (Fil. 4:8).
Mansedumbre (prautes). Es la capacidad de ser humildes, sobre todo por la sumisión hacia Dios.
Significa aceptar su corrección sin resistir o pelear. Así que debemos estar siempre con la actitud de
aprender de la Palabra, aun en aquellas ocasiones en que tengamos alguna falsa creencia, que haya
sido puesta por el enemigo para desenfocarnos.
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Es con esta virtud que Dios nos pide ayudar a quien se desvía y comete pecado. Hermanos, si alguno
fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de
mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. (Gal.6:1)
Ser manso no significa ser cobarde. La mansedumbre no se contrapone con el liderazgo. Por el
contrario, para ser un líder cristiano se requiere ser manso. Pablo le dice a Timoteo que uno de los
requisitos para servir en la iglesia es ser mansos (1 Tim. 6:11). Jesús mismo nos pide que seamos
mansos y humildes de corazón como Él (Mateo 11:29). En Tito 3:2 se nos pide ser manos para con
los demás.
Templanza (egkrateia). Es el control o dominio propio sobre sí mismo, que lo hacen disciplinado y
le dan convicción de no ceder ante la tentación. Para poder gobernar su propio espíritu. En
Proverbios 25:28 se nos dice que “Como ciudad derribada y sin muro es el hombre cuyo espíritu no
tiene rienda”. El dominio propio también implica ser una persona disciplinada para lograr lo que se
propone. Un ejemplo sencillo es que, si deseo tener mejor relación con Cristo y necesito levantarme
más temprano para pasar tiempo con Él, debo ser lo suficientemente disciplinado para lograrlo.
También se resalta el perdonarnos unos. De la manera Debemos amar a los demás con amor
que Cristo nos perdonó, así también se nos demanda ágape, sean creyentes (Juan 13:34) o
hacerlo. El valorar correctamente la forma en que enemigos (Mateo 5:44).
Jesús nos perdonó siempre nos hará más generosos con
el perdón, y nunca menos generosos.
1.3 Conclusiones
El mucho actual ha multiplicado las formas de hacernos tropezar. Sin embargo, la decisión es de
cada uno de nosotros. Podemos escuchar la dulce invitación de Jesús cada día: Mat. 7:13 Entren por
la puerta estrecha. Porque es ancha la puerta y espacioso el camino que conduce a la destrucción, y
muchos entran por ella. 14 Pero estrecha es la puerta y angosto el camino que conduce a la vida, y
son pocos los que la encuentran.
No tomemos a la ligera la exhortación a andar como es digno de Cristo. La corona de vida está por
delante. Cuidemos la tan valiosa salvación que nos ha sido dada por gracia, a través del sacrifico de
Jesús y de su posterior resurrección.
No olvide que nuestras decisiones afectarán no solo nuestra vida en lo personas, sino a nuestra
familia, amigos, seres queridos y a todos aquellos que se encuentran en nuestra área de influencia.
En este Camino en la Gracia Jesús va con nosotros y los demás cristianos debemos alentarnos unos a
otros.
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Mi compromiso para con Dios.
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Ejercicios de aplicación
1. ¿Qué pensamientos, actitudes y acciones debes erradicar de tu vida, con ayuda del Espíritu Santo,
para andar como es digno de quien nos llamó, Cristo Jesús?
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2. ¿Hay alguna área de tu vida con la que has luchado por largo tiempo y no has podido vencerla?
Te animo a acercarte al pastor o pastora i a un hermano en la fe más maduro en busca de un consejo.
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3. Compartan entre el grupo cuales han sido las formas que les han funcionado mejor para estar
alertas en contra de los malos deseos que nos pueden llevar a pecar y con ello a la muerte.
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Referencias bibliográficas
Bible study Tools. (s/f). Colosenses 3.
https://www.biblestudytools.com/commentaries/utley/colosenses/colosenses3.html
Compelling Truth. (s.f.). ¿Qué es el fruto del Espíritu?
https://www.compellingtruth.org/Espanol/El-fruto-del-Espiritu.html
Enduring Word. Comentario bíblico a Colosenses 3. https://enduringword.com/comentario-
biblico/colosenses-3/
Escuela bíblica. (s/f). Estudio bíblico de Colosenses 3:12-25.
https://www.escuelabiblica.com/estudio-biblico.php?id=785
Owens, Nelli (s.f.). ¿Qué significa "huir de las pasiones juveniles"? Cristianismo activo.
https://cristianismoactivo.org/que-significa-huir-de-las-pasiones-juveniles
Padilla, Carlos. (2017). Resumen de Colosenses. https://www.jesucristo.net/Resumen-de-
Colosenses.htm
Rodríguez, Ángel. (2020). Manual Construyendo relaciones saludables en la familia. MIEDD.
Iglesia del Nazareno.
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Lección 2. Cristianos que no viven de manera victoriosa. ¿Cómo se explica?
Pasaje bíblico: Hebreos 2
1 Por eso es necesario que prestemos más atención a lo que hemos oído, no sea que perdamos el
rumbo. 2 Porque, si el mensaje anunciado por los ángeles tuvo validez, y toda transgresión y
desobediencia recibió su justo castigo, 3 ¿cómo escaparemos nosotros si descuidamos una
salvación tan grande? Esta salvación fue anunciada primeramente por el Señor, y los que la oyeron
nos la confirmaron.
Objetivos:
▪ Evaluar el estado espiritual en que nos encontramos y tomar las decisiones necesarias para tener
una vida victoriosa en Cristo
2.1 Introducción
Las promesas de Dios son maravillosas. Muchas de ellas se cumplen día con día en nuestra vida. Sin
embargo, en ocasiones parece que dichas promesas no llegan a nuestra vida o en ocasiones sentimos
un distanciamiento de Dios para con nosotros.
En ocasiones, lo que está pasando en nuestra vida es que hemos sido salvos por la Gracia de Dios a
través de Cristo. Hemos llegado incluso a ser santificados por esa Gracia. Pero llegó un punto donde
nos descuidamos y empezamos a vivir no conforme al espíritu, sino conforme a la carne.
Ello ha provocado entonces ese distanciamiento para con Dios. Pero, alguien se podrá preguntar ¿es
posible que aun siendo santificados podamos pecar? De ser esto posible ¿Qué podemos entonces
para estar siempre en comunión con Dios? De esto hablaremos en nuestra lección de hoy.
2.2 Desarrollo
2.2.1 Cristianos que no viven de manera victoriosa. ¿Cómo se explica?
El apóstol Pablo tuvo que enfrentar situaciones pecaminosas dentro de algunas iglesias, como
sucedió con la iglesia en Corinto. Pero entonces surge una pregunta central:
¿Puede un cristiano que es salvo, pero que no ha sido santificado aún, tener una vida victoriosa?
Algunos pasajes hacen referencia a personas que ya habían aceptado a Cristo y estaban siendo
dominadas por el pecado:
o 1ª. Cor. 3:1-4,
o 1ª. Cor. 5:1-12;
o 1ª. Cor. 6:1-11.
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El escritor de los Hebreos nos dice en 5:12 Porque debiendo ser maestros… Por su parte en 2ª.
Pedro 2:2 vemos que dice que al ser solo salvos somos como el perro que vuelve a su vómito cuando
volvemos a pecar. Por eso la urgencia de buscar la gracia santificadora. Al no ser santificados no
poseemos el amor perfecto.
Podríamos preguntarnos ¿Qué pasa con los cristianos de hoy en día? Richard Taylor (s/f.: 41-42)
nos menciona algunas características de personas que no tienen una vida de santidad:
• No crecen en la gracia. Siguen tropezando ante lo mismo por años.
• No mantienen un propósito firme de seguir a Dios a toda costa.
• Pierden su ímpetu espiritual cayendo en un aletargamiento espiritual.
• Se dejan llevar por lo material
• Los mueven intereses egoístas
• Falta de espíritu humilde y perdonador.
• No son profundamente espirituales.
• No testifican ni mantienen interés por los inconversos.
“Todos hemos luchado con la integridad tratando de cumplir nuestras intenciones. La mayoría de
nosotros hemos prometido que nuestra vida espiritual será victoriosa, que tendremos
devocionales con regularidad. Cuidaremos de las necesidades de otros, haremos lo necesario para
mejorar nuestra vida matrimonial, escucharemos más cuidadosamente a nuestros hijos, les
testificaremos de Cristo a nuestro vecino, todo con la mejor intención. Sin embargo, hemos
fallado en parte o por completo. Si somos sinceros sabemos lo imposible que es cumplir todo esto
sin la ayuda de Dios”. David Kendall y Everett Leadingham (2002: 27)
2.2.2 Explicación de esta vida del cristiano derrotado y apático. La mente carnal.
Si entrevistáramos a algunos de los cristianos que no están viviendo una vida victoriosa tal vez
escuchemos algunas respuestas que intenten explicar su vida no victoriosa. La realidad es que
buscamos pretextos para justificar nuestras fallas, argumentando cosas tales como:
• Somos nuevos en el evangelio. No tenemos mucha experiencia en la vida cristiana
• Por causa del temperamento natural que poseemos…
• Por mi condición física: cansancio, estrés, etc.
El pecado en la vida del cristiano tiene tres resultados La experiencia más triste en la vida de
terribles: un cristiano es estar bajo el poder del
• Trae deshonra al nombre del Señor Jesús, a quien pecado.
representamos.
• Te roba tu gozo y tu poder. Mientras que cedas al
pecado, Dios difícilmente te usará.
• Destruye tu testimonio cristiano.
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Podemos decir que ellos están viviendo una lucha contra la carne y resultan generalmente vencidos.
El apóstol Pablo nos describe esta situación en Romanos 7. Particularmente en Romanos 7:24 se ve
a sí mismo como un ser miserable al no poder vencer lo que llama la “Ley del pecado”.
Esto tiene una razón que debemos explicar para evitar que los cristianos se estacionen en este estado
de carnalidad. En el ser humano existe una propensión heredada al mal en la naturaleza moral de la
persona, que la regeneración (efectuada por la gracia salvadora) no remedia. Pablo nos habla de la
mente carnal en Rom. 8:5-7 refiriéndose a la disposición, la tendencia o la inclinación del alma a
buscar la norma carnal de vida. 1ª. Cor. 7:14 Más yo soy carnal vendido al pecado.
Cuando Pablo dice: “Porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo” (Romanos 7.18). Se
refiere a la incapacidad de poder amar y obedecer a Dios con todo su corazón, por nuestras propias
fuerzas. Cada uno somos, esclavos del “yo” que siempre quiere salirse con las suyas. (Busic, 2020;
83). Esto lo vemos también en Marcos 7:21-22, que nos enseña que en el corazón hay una tendencia
al mal. Por ello, necesitamos una segunda obra de gracia, que es la santificación.
2.2.3 La Gracia de Cristo en el Espíritu Santo en todas las etapas de nuestra vida.
Hemos visto ya que hay una propensión hacia el mal, que caracteriza a la raza humana. El hombre la
descubre dentro de sí, es decir no es que él la genere. También nos dice que ocuparse de la carne nos
conduce a la muerte. La Escritura señala a la depravación interior como la fuente de los males.
Pero ¿Por qué ocurre esto si la persona ya aceptó a Cristo en su corazón, por fe?
Bueno, es de suma importancia dejar en claro que como hijos de Dios necesitamos de Su Gracia de
forma permanente. Veamos cómo está ha ido actuando en la vida del creyente hasta ahora.
2.2.4 La Gracia Preveniente.
Pablo reconoce cual es el estado de las personas sin Cristo. Como seres humanos caídos, estamos
“muertos en nuestras transgresiones y pecados” (Efesios 2.1), somos incapaces de venir a Dios por
nuestras propias fuerzas. Por lo tanto, Dios, como siempre, toma la iniciativa y nos busca a través de
su gracia preveniente.
La gracia preveniente es aquella que actúan en nosotros cuando aún no hemos reconocido a Cristo
como Salvador. Esa Gracia preveniente está actuando ya en nuestra vida de tal forma que cuando
alguien nos comparte del evangelio o nos ocurre alguna experiencia, nosotros podemos reconocer de
forma personal que Cristo s el medio que Dios nos dio para el perdón de nuestros pecados. Ello nos
lleva a un arrepentimiento de la vida pecaminosa que llevamos. Pablo declara que estábamos
muertos en nuestros delitos y pecados (Efesios 2:1-5).
2.2.5 La Gracia Salvadora.
El apóstol Pablo nos declara en Romanos:
9
“Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (3:23).
Al arrepentirnos de nuestros pecados, movidos por el Espíritu Santo (E.S.), reconocemos el
sacrificio redentor de Cristo Jesús y su resurrección de entre los muertos. Luego, le reconocemos
como Señor y Salvador personal por fe en Cristo.
Pablo nos muestra como la Gracia de Dios es tan grande que:
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que, siendo aún pecadores, Cristo murió por
nosotros” (Romanos 5.8).
Pablo mismo experimentó esa gracia salvadora en su camino a Damasco. Él no estaba buscando a
Dios, pero Dios si lo estaba buscando a él, como lo hace con cada uno de nosotros iniciando por su
gracia preveniente y la gracia salvadora. Hechos 9:1-19
N. T. Wright se refiere al gran amor de Dios así: “En todo el Nuevo Testamento, esta muerte es vista
como un acto de amor, tanto del amor de Jesús (Gálatas 2.20) así como del amor del Dios quien lo
envió y cuya expresión corporal es en Cristo mismo” (Juan 3.16; 13.1, Romanos 5.6-11; 8.31-39; 1
Juan 4.9-10)
Pablo nos recuerda que somos salvos por gracia en Efesios 2:8-10; Romanos 6:23. Luego declara:
“Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta
el día de Jesucristo” (Filipenses 1.6)
Esto está en congruencia con lo que Jesús declaró en Juan 14:6:
“Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí.”
Es importante señalar que Jesús nos ha dejado a su Espíritu Santo en su representación. El E.S. se
encarga de revelarnos a Jesús. A través del E.S. opera la Gracia del Señor Jesucristo en nosotros.
Juan 16:13-15. David Busic (2021: 18) declara:
En Jesús, encontramos el Camino al Padre; Él es el camino a casa. En Jesús, encontramos la
Verdad. Él encarna la verdad inmutable, certera y firme del carácter y la naturaleza del Padre. En
Jesús, encontramos Vida, la vida abundante, tanto ahora como en la nueva creación que Dios
prometió que habría de venir. Este es el sendero en la gracia.
El propio David Busic (2021;26) nos describe cómo Pablo ve esto: A través
de la experiencia de un encuentro íntimo con Cristo, Pablo descubrió una
justicia que no era la suya. Pablo creía que la relación del creyente con
Cristo (la Persona) podría llegar a ser tan íntima que se refiere a ella como
la “unidad en Cristo”, lo que indica una unión total. 1ª. Corintios 15:1-8
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Ahora bien, Pablo ha explicado que la ley del pecado es ocuparse de la carne, lo cual lleva al camino
de muerte. Pero el cristiano no puede hacer lo que quiera hacer. Pablo mismo lo declara en Gálatas
5:17 “Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos
se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis”.
Pero Pablo sabe que el cristiano regenerado aún es una persona dominada por la rebeldía. El orgullo
y la incredulidad van de la mano en el viejo hombre. ¿Qué haremos para remediar esto? ¿Cuál es la
provisión de Dios para nosotros al respecto?
2.2.6 La Gracia Santificadora.
Una vez que hemos sido salvos por fe, Pablo nos urge a buscar la llenura del Espíritu Santo, para
que se erradique esa tendencia al mal. Lo vemos en:
Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en
sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. 2 No os conforméis a este
siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis
cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Romanos 12:1
Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo
en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. Gálatas
2:20
“Necesitamos la gracia de Dios para crucificar la carne que quiere depender de nosotros
mismos; es decir, matar la parte carnal de nosotros que quiere manejar el rumbo de nuestras
propias vidas a fin de que el Espíritu de Jesús pueda tomar completamente el control.” David
Busic (2021;88)
Si procuramos la llenura del E.S., podremos ser semejantes a Cristo. Lo necesitamos para nuestra
interrelación con los demás, destacando el amor como el vínculo perfecto. Esto solo es posible
después de aceptar a Cristo como Salvador. Su sacrificio es suficiente; nos ha traído de muerte a
vida.
La vida victoriosa es una vida de paz y gozo en el Señor. Es una vida de comunión constante con el
Señor. Es una vida de victoria sobre el pecado. Como advertencia debemos decir que, si hay
descuido en nuestra vida espiritual, podemos regresar a la vida de pecado.
Esa vida victoriosa en Cristo demanda fidelidad, obediencia, oración, disciplina entre otras cosas.
Pero lo esencial es pedir la llenura del Espíritu Santo y cuidar nuestra relación con Dios cada día
2.3 Conclusiones
11
El sacrificio y resurrección de Jesús trae vida a los que estábamos en pecado. Su Gracia salvadora es
para todo aquel que la acepte (Juan 3:16). Pero una vez que somos parte de los hijos de Dios a través
de la salvación en Cristo, se nos demanda que vivamos en santidad.
Gracias a Dios que Jesús nos conoce muy bien. Antes de regresar a la diestra del Padre nos dejó al
Consolador, que es el Espíritu Santo. A través de Él, que es la tercera persona del Dios Trino,
podemos recibir la limpieza de nuestro corazón que tiende a ser dominado por la carne.
Así que, si Dios nos pide un estándar de vida, El nos da los medios para lograrla. De nosotros
depende si lo estamos pidiendo y una vez que la hemos obtenido, cuidamos de tener una íntima
relación con Dios día con día.
Mi compromiso para con Dios.
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Ejercicios de aplicación
1. Haz un análisis sincero y reconoce en qué estado espiritual te encuentras. ¿Aun no eres salvo?
¿Aun no has sudo santificado? ¿Fuiste santificado, pero descuidaste tu vida espiritual? ¿Qué vas a
hacer para tener una vida victoriosa en Cristo?
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Referencias bibliográficas
Busic, David. (2021). Camino, verdad, vida. El discipulado: el sendero en la Gracia. CNP.
David & Jonhatan Inc. (s.f.) Victoria en Cristo. http://ubdavid.org/espanol/nueva-vida3/nueva-
vida24.html
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