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Kamapa, El Monstruo Tragador

El documento presenta un cuento titulado "Kamapa, el monstruo tragador". Narra la historia de Kamapa, un monstruo que devora a los habitantes de una comunidad africana. Con el tiempo, Kamapa crece en tamaño y fuerza, lo que genera temor en la comunidad. Al final, el héroe Ditaolane enfrenta y derrota a Kamapa, salvando a la gente. Sin embargo, la gente luego se siente ingrata con Ditaolane por sus acciones.

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Kamapa, El Monstruo Tragador

El documento presenta un cuento titulado "Kamapa, el monstruo tragador". Narra la historia de Kamapa, un monstruo que devora a los habitantes de una comunidad africana. Con el tiempo, Kamapa crece en tamaño y fuerza, lo que genera temor en la comunidad. Al final, el héroe Ditaolane enfrenta y derrota a Kamapa, salvando a la gente. Sin embargo, la gente luego se siente ingrata con Ditaolane por sus acciones.

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Kamapa, el monstruo tragador

Guía de trabajo
1. ¿Qué podemos inferir de la vida en la comunidad africana en la que transcurre la
historia? ¿Có mo era?
2. Contá un día completo en la vida de algú n poblador de aquel lugar.
3. ¿Por qué el narrador utiliza el adjetivo “atrevidos” para señ alar el par de ojos que
observa a las muchachas?
4. ¿Qué significa la siguiente frase del cuento? ¿Qué querrá decirnos sobre el
comportamiento de los jó venes? ¿Está n de acuerdo? ¿Por qué?
“…estaba enamorado de la preciosa muchacha y todavía era demasiado joven para
darse cuenta de que hay maneras má s sutiles de hacerse querer por una chica que
robarle la ropa cuando se bañ a.”
5. ¿Qué opiná s del final? ¿por qué crees que Ditaolane siente que son ingratos con él?
¿está s de acuerdo con la decisió n final del héroe? Justificá tu respuesta.

Leemos el cuento “El zapallo que se hizo cosmos” escrito por Macedonio
Ferná ndez.

Dedicado al señ or Decano de una Facultad de Agronomía.

¿Le pondré "doctor"? A lo mejor es abogado.

É rase un Zapallo creciendo solitario en ricas tierras del Chaco. Favorecido por una zona
excepcional que le daba de todo, criado con libertad y sin remedios fue desarrollá ndose
con el agua natural y la luz solar en condiciones ó ptimas, como una verdadera esperanza
de la Vida. Su historia íntima nos cuenta que iba alimentá ndose a expensas de las plantas
má s débiles de su contorno, darwinianamente; siento tener que decirlo, haciéndolo
antipá tico. Pero la historia externa es la que nos interesa, ésa que só lo podrían relatar los
azorados habitantes del Chaco que iban a verse envueltos en la pulpa zapallar, absorbidos
por sus poderosas raíces.
La primera noticia que se tuvo de su existencia fue la de los sonoros crujidos del simple
natural crecimiento. Los primeros colonos que lo vieron habrían de espantarse, pues ya
entonces pesaría varias toneladas y aumentaba de volumen instante a instante. Ya medía
una legua de diámetro cuando llegaron los primeros hacheros mandados por las
autoridades para seccionarle el tronco, ya de doscientos metros de circunferencia; los
obreros desistían má s que por la fatiga de la labor por los ruidos espeluznantes de ciertos
movimientos de equilibració n, impuestos por la inestabilidad de su volumen que crecía
por saltos.

Cundía el pavor. Es imposible ahora aproximá rsele porque se hace el vacío en su entorno,
mientras las raíces imposibles de cortar siguen creciendo. En la desesperació n de vérselo
venir encima, se piensa en sujetarlo con cables. En vano. Comienza a divisarse desde
Montevideo, desde donde se divisa pronto lo irregular nuestro, como nosotros desde aquí
observamos lo inestable de Europa. Ya se apresta a sorberse el Río de la Plata.

Como no hay tiempo de reunir una conferencia panamericana -Ginebra y las cancillerías
europeas está advertidas- cada uno discurre y propone lo eficaz. ¿Lucha, conciliació n,
suscitació n de un sentimiento piadoso en el Zapallo, sú plica, armisticio? Se piensa en hacer
crecer otro Zapallo en el Japó n, mimá ndolo para apresurar al má ximo su prosperació n,
hasta que se encuentren y se entredestruyan, sin que, empero, ninguno sobrezapalle al
otro. ¿Y el ejército?

Opiniones de los científicos; qué pensaron los niñ os, encantados seguramente; emociones
de las señ oras; indignació n de un procurador; entusiasmo de un agrimensor y de un toma-
medidas de sastrería; indumentaria para el zapallo; una cocinera que se le planta delante y
lo examina, retirá ndose una legua por día; un serrucho que siente su nada; ¿y Einstein?;
frente a la facultad de medicina alguien que insinú a: ¿purgarlo? Todas esas primeras
chanzas habían cesado. Llegaba demasiado urgente el momento en que lo que má s
convenía era mudarse adentro. Bastante ridículo y humillante es el meterse en él con
precipitació n, aunque se olvide el reloj o el sombrero en alguna parte y apagando
previamente el cigarrillo, porque ya no va quedando mundo fuera del Zapallo.

A medida que crece es má s rá pido su ritmo de dilatació n; no bien es una cosa ya es otra:
no ha alcanzado la figura de un buque que ya parece una isla. Sus poros ya tienen cinco
metros de diámetro, ya veinte, ya cincuenta. Parece presentir que todavía el Cosmos
podría producir un cataclismo para perderlo, un maremoto o una hendidura de América.
¿No preferirá , por amor propio, estallar, astillarse, antes de ser metido dentro de un
Zapallo? Para verlo crecer volamos en avió n; es una cordillera flotando sobre el mar. Los
hombres son absorbidos como moscas; los coreanos, en la antípoda, se santiguan y saben
que su suerte es cuestió n de horas.

El Cosmos desata, en el paroxismo, el combate final. Despeñ a formidables tempestades,


radiaciones insospechadas, temblores de tierra quizá reservados desde su origen por si
tuviera que luchar con otro mundo.

"¡Cuidaos de toda célula que ande cerca de vosotros! ¡Basta que una de ellas encuentre su
todocomodidad de vivir!" ¿Por qué no se nos advirtió ? El alma de cada célula dice
despacito: "yo quiero apoderarme de todo el 'stock', de toda la 'existencia en plaza' de
Materia, llenar el espacio y, tal vez, los espacios siderales; yo puedo ser el Individuo-
Universo, la Persona Inmortal del Mundo, el latido ú nico". Nosotros no la escuchamos ¡y
nos hallamos en la inminencia de un Mundo de Zapallo, con los hombres, ciudades y las
almas dentro!

¿Qué puede herirlo ya? Es cuestió n de que el Zapallo se sirva sus ú ltimos apetitos, para su
sosiego final. Apenas le falta Australia y Polinesia.

Perros que no vivían má s de quince añ os, zapallos que apenas resistían uno y hombres que
rara vez llegaban a los cien... ¡Así es la sorpresa! Decíamos: es un monstruo que no puede
durar. Y aquí nos tenéis adentro. ¿Nacer y morir para nacer y morir...? se habrá dicho el
Zapallo: ¡oh, ya no! El escorpió n, que cuando se siente inhá bil o en inferioridad se pica a sí
mismo y se aniquila, parte al instante al depó sito de uniformes de la vida escorpió nica
para su nueva esperanza de perduració n; se envenena só lo para que le den vida nueva.
¿Por qué no configurar el Escorpió n, el Pino, la Lombriz, el Hombre, la Cigü eñ a, el
Ruiseñ or, la Hiedra, inmortales? Y por sobre todos el Zapallo, Personació n del Cosmos; con
los jugadores de pó ker viviendo adentro y altercando los enamorados, todo en el espacio
diá fano y unitario del Zapallo.

Practicamos sinceramente la Metafísica Cucurbitá cea. Nos convencimos de que, dada la


relatividad de las magnitudes todas, nadie de nosotros sabrá nunca si vive o no dentro de
un zapallo y hasta dentro de un ataú d y si no seremos células del Plasma Inmortal. Tenía
que suceder: Totalidad todo Interna, Limitada, Inmó vil (sin Traslació n), sin Relació n; por
ello Sin Muerte. Historia externa del zapallo que sorbiéndose entero el Cosmos hizo cesar
la Externalidad, de donde nos viene la Muerte.

Parece que en estos ú ltimos momentos, segú n coincidencia de signos, el Zapallo se alista
para conquistar no ya la pobre Tierra, sino la Creació n. Al parecer, prepara su desafío
contra la Vía Lá ctea. Días má s, y el Zapallo será el Ser, la Realidad y su Cá scara.
(El Zapallo me ha permitido que para vosotros -queridos cofrades de la Zapallería- yo
escriba mal y pobre su leyenda y su historia. Vivimos en ese mundo que todos sabíamos,
pero todo en cá scara ahora, con relaciones só lo internas y, así, sin muerte. Esto es mejor
que antes.)

(1944)

1. Seguramente te encontraste con muchas palabras e ideas difíciles en este cuento,


pero ¿podrías contar en unas pocas líneas de qué se trata?
2. Marcá toda la oració n en la que aparecen palabras desconocidas para vos.
¿Entendés de todos modos lo que quiere decir la frase o es necesario reponer el
significado de la palabra desconocida?
3. ¿Qué te parece el argumento de esta historia? ¿Se parece en algo al cuento de
Kamapa?
4. ¿Cuá l es la idea que podría unir los cuentos?
5. ¿Qué pasa con el final de esta historia? ¿por qué pensá s que termina diciendo que
esto es mejor que antes? ¿qué habría antes del zapallo?

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