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Novena A María Reina de La Paz - Día 9

Este documento es una novena a María Reina de la Paz. Contiene oraciones de apertura y cierre, así como un texto sobre María como Reina de los Profetas y las apariciones de Medjugorje. El mensaje principal es la invitación de María a la conversión, la oración y el ayuno para construir la paz en el mundo.

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Novena A María Reina de La Paz - Día 9

Este documento es una novena a María Reina de la Paz. Contiene oraciones de apertura y cierre, así como un texto sobre María como Reina de los Profetas y las apariciones de Medjugorje. El mensaje principal es la invitación de María a la conversión, la oración y el ayuno para construir la paz en el mundo.

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ASSOCIACIÓ CULTURAL AMOR DE DÉU

NOVENA A
MARÍA REINA
DE LA PAZ

DÍA 9

TEMA: MARÍA, REINA DE LOS


PROFETAS

ORACIÓN INICIAL

Oración al Espíritu Santo

Ven, Espíritu Santo,

y envía desde el cielo un

rayo de tu luz.

Ven, Padre de los pobres,

ven, dador de los dones,

ven, luz de los corazones.

Consolador magnífico,

dulce huésped del alma,

suave alivio.

Descanso en la fatiga,

brisa en el ardiente estío,

consuelo en el llanto.

¡Oh, luz santísima,

llena lo más íntimo

de los corazones de tus fieles!

Sin tu ayuda

nada hay en el hombre,

nada que sea bueno.

Lava lo que está sucio,

riega lo que está seco,

sana lo que está enfermo.

Doblega lo que está rígido,

calienta lo que está frío,

endereza lo que está desviado.

Concede a tus fieles

que en Ti confían,

Tus sagrados dones.

Dales el premio de la virtud,

dales el puerto de la salvación,

dales la felicidad eterna.

Amén. Aleluya, Aleluya.

V. Envía Tu Espíritu Señor

y será una nueva creación.

R. Y renovarás la faz de la tierra.

Oremos

Oh Dios, que has instruido los corazones de tus

fieles con la luz de tu Espíritu Santo, concédenos

por este mismo Espíritu, gozar siempre de su

consuelo. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

ORACIÓN FINAL

Magníficat
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra

mi espíritu en Dios mi salvador porque ha mirado

la humillación de su esclava. Desde ahora me

felicitarán todas las generaciones, porque el

Poderoso ha hecho obras grandes por mí, su

nombre es santo y su misericordia llega a sus

fieles de generación en generación. El hace

proezas con su brazo, dispersa a los soberbios de

corazón, derriba del trono a los poderosos y

enaltece a los humildes, a los hambrientos los

colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de su

misericordia, como lo había prometido a nuestros

padres, en favor de Abraham y su descendencia

por siempre. Lc 1:46-55.

(Gloria al Padre)
DÍA 9

El día que la Virgen escogió para aparecer en

Medjugorje por primera vez, fue el día de la

Solemnidad del Nacimiento de San Juan Bautista,

el más grande de los profetas. Tal día

conmemoramos el alumbramiento de santa

Isabel, pariente cercana de la Madre de Dios. Y

María, como la tradición indica, asistió a la venida

al mundo del Precursor (Cf. Lc 1,56). Entonces, la

Solemnidad del nacimiento de Juan el Bautista

tiene, además, una clara dimensión mariana.

María es la Reina de los Profetas y Ella nos invita

ahora a construir la paz en el día del nacimiento

del más grande de los profetas; a quien Ella

asistió en su nacimiento.

La paz que la Virgen espera que construyamos, no

tiene nada que ver con negociaciones políticas

sino con la conversión, la oración y el ayuno. La

Reina de los Profetas, como Precursora, hoy nos

muestra el camino seguro para la reconciliación,

la armonía y la paz entre los hombres.

La Virgen recuerda, que ha venido, «a invitarnos a

alguna renuncia para que, con nuestra ayuda se

cumpla todo lo que quiere realizar según los

secretos que comenzó en Fátima.» (Cf. 25-8-9 1).

Por tanto, las apariciones actuales de

Medjugorje: son la continuidad y la conclusión de

las de Fátima. Afirma, además, que «son las

últimas apariciones suyas para la humanidad».

Quizá por ello, son tan largas y continuas.

Como en Fátima, el mensaje de María en

Medjugorje, construye la paz del mundo. La

Virgen ha prometido: «que cuando se realicen los

10 secretos que les ha confiado a los videntes, la

vida del mundo cambiará y la humanidad volverá a

Dios». «Muchos – sostiene- se tirarán hasta de los

cabellos y maldecirán los días que vivieron sin

Dios». Sin embargo, cabe destacar, que, su

presencia prolongada intenta anticipar en cierta

manera, el Triunfo final de su Corazón

Inmaculado. Por tal razón, continúa invitándonos

a la conversión, a fin de conquistar para Dios

cuántos más corazones sea posible.

El mensaje, más relevante, por tanto, no es otro

que: la presencia prolongada de Nuestra Señora.

Si acogemos de corazón su invitación, podremos

esperar para el futuro «un jardín». De lo

contrario, como advertiría Juan Pablo II, en el acto

de Consagración a María del Nuevo Milenio, en el

año del Gran Jubileo: «la humanidad podrá

perecer en un cúmulo de escombros.» Por eso, a

María, aurora de la Salvación, confiemos nuestro

camino en el nuevo milenio, para que bajo su guía

todos los hombres descubran a Cristo, Luz del

mundo y único Salvador, que reina con el Padre y

el Espíritu Santo por los siglos de los siglos».

Ella nos dice:

«¡Queridos hijos!: Hoy os invito a que os hagáis

misioneros de los mensajes que os doy aquí, a

través de este lugar tan querido por mí. Dios me

ha permitido permanecer de esta manera durante

tanto tiempo con vosotros. Y por eso hijos míos,

os invito a vivir con amor los mensajes que os doy

y a transmitirlos en todo el mundo; para que así

un río de amor fluya entre la gente llena de odio y

sin paz. Os invito, hijos míos, a que sean paz

donde no hay paz, y luz donde hay tinieblas; de

manera que cada corazón acepte la luz y el

camino de la salvación. ¡Gracias por haber

respondido a mi llamada!» Mensaje de la Virgen

25-2-95

PRECES

Oremos, hermanos, al que hizo obras grandes en

María, y pidámosle que haga también proezas con

su brazo realizando nuestras peticiones:

Para que el Señor que quiso que la perfección

de la Iglesia se prefigurara y culminara en la

Madre de su Hijo, conceda a todos los fieles

ser reflejo de la santidad que brilla en María.

Roguemos al Señor.

Para que el Todopoderoso, que en su reino ha

colmado a María de felicidad, ponga sus ojos

en la familia humana y le conceda la esperanza

de aquella vida eternamente feliz por la que,

aun sin saberlo, suspiran todos los hombres.

Roguemos al Señor.
Para que el Padre del cielo, que dispuso que

en la realeza de María se anunciara en la

Iglesia un signo seguro de la felicidad de los

bienaventurados, se compadezca de quienes

lloran y miran este mundo únicamente como

un valle de lágrimas. Roguemos al Señor.

Para que el Rey de la gloria, que hizo de

María la Virgen fidelísima, otorgue a los que

hoy recordamos a la Madre de su Hijo ser

plenamente fieles a la vocación a la que

hemos sido llamados. Roguemos al Señor.

Oración

Por la gloria de tu nombre y por la intercesión

de Santa María Reina de todos los Santos,

compadécete, Señor, de nosotros y concédenos

lo que te hemos pedido. Por Jesucristo nuestro

Señor. Amén.

Associació Cultural Amor de Déu

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