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Desarrollo Sostenible

El documento describe el origen y evolución del concepto de desarrollo sostenible desde finales del siglo XX, cuando se empezó a considerar los efectos del desarrollo económico y social en el medio ambiente. Explica que en 1987 la ONU introdujo el concepto en su informe "Nuestro futuro común" y que en 1992 se adoptó como objetivo político en la Cumbre de la Tierra. También resume los criterios, métodos e indicadores para evaluar el desarrollo sostenible de un país.
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Desarrollo Sostenible

El documento describe el origen y evolución del concepto de desarrollo sostenible desde finales del siglo XX, cuando se empezó a considerar los efectos del desarrollo económico y social en el medio ambiente. Explica que en 1987 la ONU introdujo el concepto en su informe "Nuestro futuro común" y que en 1992 se adoptó como objetivo político en la Cumbre de la Tierra. También resume los criterios, métodos e indicadores para evaluar el desarrollo sostenible de un país.
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Resumen elaborado por: Pérez-Godoy Cameo, Johanna Mikol | 16150386

EL DESARROLLO SOSTENIBLE: CONCEPTOS BÁSICOS, ALCANCE Y CRITERIOS PARA SU EVALUACIÓN

El origen del concepto del término “desarrollo sostenible” se da a finales del siglo XX, debido a la consideración
de los efectos del desarrollo económico y social en el medio natural. Esta dinámica no es nueva, sin embargo,
la preocupación es mayor debido a la magnitud y extensión del alcance, por lo que se toma conciencia de las
consecuencias futuras y el valor que tienen para la supervivencia humana.

En el año 1983 las Naciones Unidas creó la Comisión de Desarrollo y Medio Ambiente, publicando su informe
“Nuestro futuro común” (1987), en el cuál se introduce el concepto de desarrollo sostenible, expresado en
estos términos: “Está en manos de la humanidad asegurar que el desarrollo sea sostenible, es decir, asegurar
que satisfaga las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para
satisfacer las propias”. Para 1992 en la “Primera Cumbre de la Tierra” se adoptó como objetivo político el
concepto de desarrollo sostenible, dando paso a un conjunto de acuerdos internacionales. Así, su alcance se
extendió a numerosos países, creando ministerios, agencias o institutos que promuevan este propósito. La
agenda ambiental ahora es parte del flujo de recursos financieros y acciones de divulgación; los temas
ambientales son frecuentes en los medios de comunicación masiva y en el público común existe una mayor
percepción acerca de la importancia de los recursos naturales y las consecuencias derivadas de los problemas
ambientales; de igual manera, el sector empresarial ha manifestado cambios en cuando a su imagen,
adoptando políticas respetuosas con el medio ambiente.

El autor menciona una serie de antecedentes considerando que las acciones del ser humano utilizando recursos
del medio natural y generando residuos que afectaban a la calidad ambiental, comenzaron incluso antes de
que surgiera la actividad económica (Gómez Gutiérrez, C., 2009). Sin embargo, es a partir de la revolución
industrial del siglo XVIII que se aceleró el consumo de energía, el agotamiento de algunos recursos, la
concentración de la población y la expansión de un sistema económico cuyo objetivo era la búsqueda y
acumulación de beneficios en forma de dinero, agudizando la contradicción entre el desarrollo económico y el
medio ambiente.

Se toman en cuenta antecedentes como la obra del científico Thomas Malthus (S. XIX) “Ensayo sobre el
principio de la población” que formula preocupaciones catastróficas sobre el tema de la alimentación humana;
también el trabajo clásico de Federico Engels (1876) que habla del dominio del hombre sobre la naturaleza, a
diferencia de otros animales que solo la utilizan para su subsistencia. Ya en el siglo XX un antecedente
importante fue la constitución por la UNESCO del programa “El hombre y la biosfera”, mostrando la realidad
de que el planeta Tierra se comporta como un todo único y existe un estrecho vínculo entre la actividad
económica y sus efectos sobre el medio natural. Otro antecedente fue la creación del “Club de Roma”
integrado por destacados científicos, políticos, empresarios y economistas que en 1971 publicaron “Los límites
del crecimiento”, presentando proyecciones de crecimiento económicos y poblacionales, así como pronósticos
severos sobre contaminación, pérdida de tierras, escasez de recursos, etc.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano (1971) marca el inicio del movimiento
medioambientalista mundial, recomendando la creación del Programa de Naciones Unidas para el Medio
Ambiente e institucionalizar el 5 de junio como Día Mundial del Medio Ambiente. Finalmente, tanto la primera
y segunda crisis energética (1973 y 1979) como varios libros publicados en las décadas de los 60 y 70,
impactaron la opinión pública mundial, constituyendo así los antecedentes que abonaron el camino para crear
la Comisión de Medio Ambiente y Desarrollo.

Se determinan las bases para lograr un desarrollo sostenible, así se consideran una serie de objetivos: revivir
el crecimiento económico (precisa que un desarrollo sostenible debe abordar el tema de las personas que
Resumen elaborado por: Pérez-Godoy Cameo, Johanna Mikol | 16150386

viven por debajo del nivel de pobreza, es decir, se requiere un incremento de los ingresos per cápita en los
países del tercer mundo); cambiar cualitativamente el crecimiento (el desarrollo económico debe estar
sólidamente fundamentado en los stocks de recursos naturales de cada país, y cuando se consuma un stock
renovable deben contemplarse los costos asociados a su reposición); satisfacer las necesidades humanas
elementales (objetivo central del desarrollo sostenible, busca el trabajo digno, alimentación, salud, educación,
sanidad y vivienda); establecer un nivel sostenible de población (el desarrollo sostenible podrá asegurarse
sólo si se estabiliza un nivel de población acorde con la capacidad productiva de los ecosistemas); conservar y
reforzar la base propia de recursos naturales (asentarse en las capacidades y recursos naturales existentes en
un territorio, en su vocación natura); reorientar la tecnología y el manejo de riesgos (reducir el consumo
material y energético, la emisión de residuos nocivos al ambiente, y las condiciones de trabajo propensas a
generar riesgos para la salud humana y el ecosistema o daños irreversibles en los recursos naturales); y unir
los aspectos económicos y ambientales en la toma de decisiones (valorar de modo conjunto las implicaciones
económicas y ambientales de aquellas decisiones que determinan el desarrollo)

Se mencionan también los métodos, indicadores y criterios de evaluación del desarrollo sostenible. A nivel de
país el método más utilizado es el de informes valorativos donde se considera el avance o retroceso de
indicadores seleccionados en las esferas económica, social y ambiental. Otro método intentado ha sido lograr
un indicador único, o varios indicadores generales que permitan expresar de modo integrado un valor
numérico o cuantitativo del grado de sostenibilidad de un país o región, lo cual facilita la comparación con
otros países o regiones.

Existen dos criterios de evaluación: la sostenibilidad fuerte, parte de la posición de que no es posible el
remplazo del capital natural por una cantidad equivalente de capital construido por el hombre; Y la
sostenibilidad débil, que asegura la sostenibilidad si se les entrega a las futuras generaciones una cantidad
total de capital similar a la recibida, fuera en capital natural o en capital construido por el hombre.

Para la sostenibilidad se utilizan 3 reglas:

• La tasa de consumo de los recursos renovables no debe exceder su tasa de renovación.


• La emisión de residuos no debe superar la capacidad de absorción de los ecosistemas
• Los recursos no renovables deben ser utilizados a una velocidad tal que permita sustituirlos con la
creación de un recurso renovable equivalente, a partir de los ingresos generados.

Los principales indicadores de evaluación del desarrollo sostenible son la huella ecológica, que es la superficie
de tierra productiva y agua necesaria para producir los recursos que consume una sociedad y asimilar los
residuos que esta produce; el “Índice de desarrollo Humano” (IDH), definido como un proceso de ampliación
de oportunidades de las personas; y el “Indicador de Sostenibilidad Ambiental” (Environmental Sustainability
Index, ESI), indicador multicriterio de sostenibilidad fuerte diseñado para comparar la capacidad de proteger
el medio ambiente.

El autor finalmente brinda información sobre la situación de Cuba en el tema de desarrollo sostenible y lo
compara con otros países según indicadores internaciones. Al analizar las dimensiones del desarrollo
sostenible, saltan a la vista las fortalezas y debilidades del país en este propósito. Aunque se ha logrado un
avance respecto al desarrollo sostenible en Cuba, resta un largo camino por recorrer, y varios problemas por
resolver como fueron acotados antes. Lograr un dominio más amplio por las jóvenes generaciones de
estudiantes de los escollos existentes en el empeño de lograr la sostenibilidad, es una contribución necesaria
en esta dirección. Si este trabajo contribuye a dicho objetivo, habrá logrado su propósito inicial.

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