Anécdotas Reflexivas de Fe y Vida
Anécdotas Reflexivas de Fe y Vida
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Esta va a ser una secuela del libro 200 ilustraciones y anecdotas de D.L. MOODY.
Pequeñas historias que te dejaran algo para recordar. Subiré frecuentemente esta seria de
historias. Dios te bendiga
Una mujer fue presentada un día a un predicador, con las siguientes palabras: – Esta es la Señora
X, una mujer de mucha fe.
La señora inmediatamente dijo: – Se equivoca usted. Soy una mujer de poca fe, pero que tengo un
gran Señor.
2. EL ECO
Quizás ustedes hayan oído el cuento del muchacho que vivía en un bosque. Un día creyó escuchar
la voz de otro chico, allá a lo lejos. Gritó – ¡Hola! ¡Hola! – y la voz le respondió – ¡Hola! ¡Hola! –
El niño no sabía que se trataba del eco de su propia voz, y entonces comenzó a gritar insultos que
eran contestados inmediatamente.
Después de un rato, entró a su casa y le contó a la madre que había un muchacho muy malo en el
bosque. La madre, que comprendió el caso, le dijo que le hablara bondadosamente al muchacho
para ver si le respondía del mismo modo.
El chico salió de nuevo, hizo la experiencia, y encontró que sus palabras de cariño eran
contestadas de la misma manera.
Este cuento es bastante ilustrativo. Algunos de ustedes piensan que tienen vecinos malos y
desagradables. Es probable que la dificultad esté en ustedes mismos. Si ustedes aman a sus
prójimos, ellos han de amarles a ustedes.
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Cuando Wesley recibía en su casa a los jóvenes que habían sido enviados a prueba a predicar, les
hacía dos preguntas: – ¿Se ha convertido alguien? ¿Se ha enojado alguien?
Si la respuesta era negativa, les decía que no creía que el Señor les hubiese llamado a predicar el
evangelio, y les enviaba a hacer otras cosas. Cuando el Espíritu Santo redarguye de pecado, o la
gente se convierte, o se enoja.
Cuenta la historia que un hombre fue condenado a muerte. Cuando ya iba a ser decapitado, el
príncipe que era el encargado de la ejecución le preguntó si tenía algo que pedir. Todo lo que el
reo pidió fue un vaso de agua. Cuando se lo trajeron, temblaba tanto que no pudo acercar el agua
a sus labios. Entonces el príncipe le dijo que se tranquilizara, pues nada le sucedería hasta que
hubiese terminado de beber esa agua.
El hombre confió en la palabra del príncipe, y arrojó el vaso al suelo. No pudieron recoger el agua
derramada, y así el reo se salvó. Mi amigo, tú puedes ser salvo ahora, creyendo en la Palabra de
Dios. El agua de vida se ofrece ahora a todo el que quiera tomarla. Toma de ella y vivirás.
Mi esposa estaba enseñándole a mi hijito una lección de Escuela Dominical. Le estaba explicando
la forma en que un pecado se convierte en un hábito. El chico creyó que ya la cosa se le estaba
acercando demasiado, y entonces medio ruborizado le dijo a la madre:
Un pastor que viajaba por el Sur de los Estados Unidos, consiguió permiso para predicar en la
cárcel local. El hijo de un amigo lo acompañó. Después de la predicación, el joven, que no era
cristiano, le dijo al predicador:
– Espero que su sermón haya impresionado a los criminales. Una predicación de esa clase debe
hacerles mucho bien. – ¿Te hizo bien a ti? – Pero ¡Es que usted estaba predicando a los
presidiarios! El pastor meneó la cabeza y dijo: – Yo estaba predicando el evangelio de Cristo, y
usted lo necesita tanto como ellos.
Una vez oí contar al Reverendo Guillermo Arnot acerca del perro de un amigo suyo. El animal
entraba al comedor, cuando la familia estaba sentada a la mesa, y se quedaba quieto, mirando a
su amo. Si el amo le tiraba algunas migajas de pan, el perro saltaba y las tomaba en el aire antes
de que tocaran el suelo. Pero si ponía un pedazo de carne en el piso, el perro la miraba y no la
tocaba, como si fuese algo demasiado bueno para él. – Así son muchos cristianos – decía el señor
Arnot-, están satisfechos con comer migajas, cuando Dios quiere darles comida abundante. Venid
sin temor al trono de la gracia, y obtened la ayuda que precisáis. Hay abundancia para todos.
– Dos – fue la respuesta. – ¿Dos? ¿Cómo es posible? ¿No hizo acaso Dios toda la obra? – El
Todopoderoso y yo me convirtieron. Yo hice todo lo que pude en contra, y el Todopoderoso hizo
todo lo que pudo en favor, y triunfó El, alabado sea su Nombre.
Actualmente oímos mucho acerca de la necesidad de cultivar el espíritu. Cuando hay algo que
cultivar, eso está muy bien. Si yo planto un reloj, no creo que pueda cosechar relojitos, ¿verdad?
Es que la semilla de la vida no está allí. Pero si planto porotos o patatas, he de tener una cosecha.
Que nadie se quede sin estar seguro de que haya nacido del Espíritu de Dios. Primero asegúrate de
que posees la naturaleza divina, y luego cultívala.
Hace muchos años, me dirigía a mi casa en Chicago, cuando vi a un hombre que estaba apoyado
contra un farol. Me acerqué y poniéndole la mano en el hombro le dije: – ¿Es usted cristiano?
Se puso furioso, me amenazó, y yo creía que me iba a pegar.
Le dije: – Siento mucho si le he ofendido, pero me parecía que yo le estaba haciendo una pregunta
importante.
– ¡No se meta en lo que no le importa! – me dijo, rugiendo de ira. – Es que sí me importa – le dije,
al retirarme del 1ugar.
Unos tres meses más tarde, una mañana muy fría, poco después del amanecer, llamaron a mi
puerta.
Abrí la puerta, y con gran sorpresa vi que estaba allí el hombre que me había maldecido porque le
había esa noche junto al farol.
Me dijo: – Le ruego que me perdone. No he tenido paz desde esa noche. Sus palabras me han
perseguido desde entonces. Anoche no pude dormir, y resolví venir para que usted orara conmigo.
Ese hombre aceptó a Cristo, y el momento mismo en que lo había hecho, preguntó: – ¿Qué puedo
hacer para el Señor?
Enseñó en la escuela dominical hasta que estalló la guerra. Entró al ejército, y fue uno de los
primeros en morir, pero dejó un elocuente testimonio para Dios.
¿Qué es el culto? Es ponerse en «comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor». 1 Cor. 1:9
¿Los adoradores? «Los que tienen hambre y sed de justicia». Mat. 5:6
¿Los ministros? «Hombres santos de Dios, llenos de fe y del Espíritu Santo». Hch. 11:24
¿El texto? «Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo». Jn. 12:32
¿El cántico? «Himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor». Ef. 5:19
¿La bendición? «La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo
sean con todos vosotros. Amén». 2 Cor. 13:14
«Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos». Hch. 2:47
Pasó una persona objetiva y dijo: “Es lógico que alguien caiga allá dentro”.
Pasó una persona autocompasiva y dijo: “¡Usted no ha visto nada hasta que vea mi pozo!”
Pasó un psicólogo y dijo: “A lo mejor es culpa de tus padres, que estés ahí”.
Pasó un moralista y dijo: “Ahora que te has manchado en ese pozo ¿Quién te va a querer?”
Pasó un matemático y dijo: “Quiero calcular como caíste en el pozo”.
Pasó un periodista y dijo: “Quiero una entrevista exclusiva sobre tu experiencia en el pozo”.
“Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y
enderezó mis pasos”.
El zoológico en la iglesia
Algunos son como insectos – buscan las tinieblas porque sus obras son malas.
Algunos son como puercoespines – siempre metiendo una espina en los demás.
Algunos son como gatos y perros – no pueden llevarse bien con los demás.
Algunos son como elefantes – con una memoria larga que se acuerda del mal que otro le hizo años
atrás.
Algunos son como leopardos – con manchas en sus vidas que impiden crecimiento espiritual.
Algunos son como águilas – vuelan por encima de las nubes de las circunstancias.
Algunos son como ovejas – siguen al Buen Pastor donde sea que los guía.
Números telefónicos de ayuda de emergencia
Cuando has permitido que la ira y la crítica te controlen, llama a I Corintios 13.
Cuando pareciera que el mundo es más grande que Dios, llama a Salmos 90.
Cuando pareciera que alguien ha sido áspero contigo, llama a Juan 15.
Para tener acceso a estos números de emergencia no se necesita operador, pueden ser marcados
directamente y todas las líneas están abiertas las 24 horas al día.
Positivamente Negativo
Tomamos para hacer la conversación más amena — y las palabras salieron incoherentes.
¿Quién Dice?
El Pastor
Él es el blanco de todos los caprichos e imaginaciones; (Aunque nada hay escrito sobre los gustos)
Si es generoso – Es un malgastador
Si es moderado – Es un avaro
No acepte nunca un cargo en la iglesia; vale más seguir criticando a los demás.
Visite a las otras iglesias a cada rato para enseñarle al pastor que él no es quién manda.
Haga que el pastor gane su dinero. Deje que él haga todo el trabajo.
No ayude a la iglesia económicamente; espere por lo menos hasta haber recibido lo que su dinero
vale.
No anime al pastor. Si le gusta el sermón, cállese, pues muchos pastores se perjudican por causa
del orgullo. No permita que la sangre de él esté sobre sus manos.
Cuénteles las faltas que comete su pastor a todos los que visiten la iglesia, ¿quién sabe si de otra
manera ellos lo vayan a descubrir?
No traiga nunca consigo a nadie a la iglesia. No haga nada para ganar a otros miembros nuevos;
por lo menos mientras la congregación tiene tal pastor.
Si hay algunos miembros animados que sirven en su iglesia y que trabajan por ella, no deje de
protestar contra esa asociación exclusivista.
Si su iglesia por mala fortuna, es una iglesia feliz y armoniosa, condénela por su tibieza,
indiferencia y falta de celo.
Un Ganador
Cuando un perdedor comete un error, dice: “No fue mi culpa” y se la echa a otros.
Un perdedor está siempre “muy ocupado” y no tiene tiempo ni para los suyos.
Un perdedor dice: “Yo no soy tan malo como lo es mucha otra gente”.
Un ganador respeta a aquellos que saben más que él y trata de aprender algo de ellos.
Un perdedor resiste a aquellos que saben más que él y sólo se fija en sus defectos.
Hace algunos años, el redactor de un periódico recibió una carta: “Estimado redactor, he notado
que los predicadores dan mucha importancia a sus sermones y pasan horas preparándolos. Hace
30 años que voy con regularidad a la iglesia y durante esos años, si mis cálculos son correctos, he
escuchado por lo menos como 3,000 sermones. Pero he descubierto que no recuerdo ninguno de
ellos. Me pregunto si los predicadores no podrían gastar su tiempo con más provecho en alguna
otra cosa. Sinceramente…”
El redactor recibió muchas cartas respondiendo a esta carta. Hubo un debate en cuanto a los
sermones. Por fin, una carta puso fin al debate; ésta leía de la siguiente manera: “Estimado
redactor, llevo 30 años casado. Durante estos años he comido 32,850 comidas, la mayoría de ellas
preparadas por mi esposa. Pero he descubierto que no recuerdo ninguno de sus menús; sin
embargo, he recibido fortaleza de cada una de esas comidas. Tengo la impresión que sin ellas, me
habría muerto de hambre hace muchos años. Sinceramente…”
Mi ausencia en la iglesia
Hizo que otros consideraran mi bienestar espiritual y el de los demás como un asunto sin
importancia.
Hizo que me fuera más difícil enfrentarme a las tentaciones del maligno.
“No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto
más, cuanto veis que aquel día se acerca.” Hebreos 10:25
Ahora le llamamos…
“Arte” a la pornografía.
“Bendecido” al que predica y tiene éxito, aunque para Dios su condición no es la mejor.
“Compensación” al robo.
“Detalle” a la amante.
“Franqueza” a la grosería.
“Habilidad” al engaño.
“Sincero” al irrespetuoso.
“Para adultos” a espectáculos inmorales.
“Prudencia” a la cobardía.
NOTICIA DE MUERTE
La Sra. Reunión de Oración falleció recientemente en la Primera Iglesia Negligente, ubicada en la
Av. del Mundo. Ella nació hace muchos años atrás en medio de un gran avivamiento, ella fue una
niña muy fuerte y saludable, alimentada con la Palabra de Dios, con abundante testimonios y
santidad, creció rápidamente en prominencia y fue uno de los miembros más influyentes en la
famosa familia de iglesias de Cristo.
Algunos años antes la hermana Reunión de Oración fue menguando su salud gradualmente hasta
ser desahuciada por rigidez en las rodillas, enfriamiento del corazón, inactividad, falta de propósito
y fuerza de voluntad; por último ella terminó sólo siendo una sombra de su formación feliz. Sus
últimas y susurrantes palabras fueron para preguntar por la ausencia extraña de sus amados,
ahora ausentes de su presencia, ocupados en sus negocios y en los lugares de diversión del
mundo. Su hermano mayor el Sr. Reunión de Estudio Bíblico murió hace muchos años también.
Algunos expertos, incluyendo al Dr. Trabajo, el Dr. Reforma y Dra. Unión discrepaban en las causas
de su enfermedad fatal, administrándole grandes dosis de reuniones sociales, competencias,
deportes y entretenimiento, pero todo fue inútil. La autopsia reveló que la deficiente alimentación
espiritual, la falta de fe, sincera consagración y la deserción de sus miembros, fueron la causa que
contribuyeron a su muerte.
Sólo unos pocos estuvieron en su funeral, sollozando en los recuerdos de su bello pasado y poder.
Plañideras cuidadosamente escogidas fueron buscadas para llorar sus recuerdos, pero no
aparecieron. No hubo flores, sus himnos favoritos «Maravillosa Gracia» y «Roca de la Eternidad»
no fueron cantados; en vez de eso la Srta. Imaginación Moderna interpretó «Bella Isla en Algún
Lugar», pero nadie tenía idea dónde podría estar esa isla.
Su cuerpo descansa ahora en el cementerio de «Glorias Pasadas» esperando ser llamada arriba. En
honor a su partida, las puertas de la Iglesia estarán cerradas por mucho tiempo, salvo cuando la
Sociedad de Damas de la Limonada Rosada programa alguna actividad para servir refrescos al
equipo de fútbol.
MORBUS SABBATICUS es una enfermedad muy común en los miembros de la Iglesia y ataca
repentinamente el domingo por la mañana y los días que hay estudio bíblico por la tarde, el
hermano o hermana no siente ningún síntoma, hace sus tareas, cumple con su trabajo, va al
mercado a hacer sus compras, va de visita o de paseo, no importa si está lloviendo, come bien,
duerme bien, pero cerca de la hora de ir a la Iglesia le ataca el virus, su ánimo decae, se siente mal,
le duele el cuerpo, cree que tiene fiebre y que necesita descansar y continúa hasta que el servicio
ha terminado o un poco antes. Cuando su familia regresa de la Iglesia ya le encuentran mejor.
¡Grande Milagro!
Esto se repite cada semana, el paciente puede hacer de todo durante toda la semana, se siente en
forma para hacer de todo, no siente ningún malestar, su espíritu se siente alegre, ríe, goza,
disfruta de la vida, ve la televisión, lee el periódico o alguna revista, nada hace presagiar que esté
enfermo. Pero cuando llega las 9.00 a.m. del Domingo o las 6.00 p.m. de los demás días, el virus
empieza a atacar y el ciclo de la enfermedad se repite.
3.- Los síntomas pueden variar en cada caso, pero no quitan el apetito ni el sueño.
5.- Generalmente empieza a atacar al jefe de la familia o a la esposa y contagia a toda la familia si
no se cura a tiempo.
7.- Es grave y fatal para el alma, todas sus víctimas están en el infierno.
8.- No hay remedio humano para este mal, lo único recomendado por Dios es un sincero
arrepentimiento, confesar los pecados y humillarnos ante Dios. Suplicar su gracia.
10.- Es una plaga peligrosa y barre con miles cada año, llevándoles prematuramente a la
destrucción.
1. La iglesia viva está llena de personas con la Biblia en su mano. En la muerta nadie lleva su Biblia.
2. La iglesia viva tiene un culto intenso y una alabanza profunda. La muera lo tiene rutinario.
5. La iglesia viva tiene una visión de fe. La muerta no tiene ningún tipo de programa.
6. La iglesia viva tiene como meta su proyección misionera. La muerta solo piensa en sus
«necesidades».
7. La iglesia viva enfoca su ministerio en la gente. La muerta sólo se mira a ella misma.
9. La iglesia viva está llena de aire fresco de amor. En la muerta las rencillas son la única
motivación.
El miembro suele esperar panes y peces; el discípulo es pescador. El miembro lucha por crecer; el
miembro por reproducirse. El miembro se gana; el discípulo se hace. El miembro gusta del halago;
el discípulo del servicio y del sacrificio vivo. El miembro entrega parte de sus ganancias; el
discípulo entrega su vida. El miembro puede caer en la rutina; el discípulo es un revolucionario. El
miembro espera que le asignen tareas; el discípulo es solícito en tomar responsabilidad. Uno
murmura y reclama; el otro obedece y se niega a sí mismo. El miembro es condicionado por las
circunstancias; el discípulo aprovecha para ejercitar su fe. El miembro reclama que le visiten; el
discípulo visita. El miembro vale para sumar; el discípulo para multiplicar. Hacer miembro de un
discípulo es poner cepo al que anda en el camino, hacer discípulo a un miembro es dar alas a la
evangelización. Los discípulos de la iglesia primitiva trastornaron al mundo; los miembros del siglo
XX están siendo trastornados por el mundo. Los miembros suelen ser fuertes como soldados de
trinchera; los discípulos son soldados invasores. El miembro cuida de las estacas de su tienda; el
discípulo ensancha el sitio de su cabaña. El miembro hace hábito; el discípulo rompe los moldes. El
miembro sueña con la iglesia ideal, el discípulo se entrega para lograr la iglesia real. La meta del
miembro es llegar al cielo; la meta del discípulo es ganar almas para el cielo. El miembro maduro
se hace discípulo; el discípulo maduro asume los ministerios. El miembro es «ojalá», y el discípulo
«¡Heme aquí!»
–Rodolfo Loyola
No es fácil
No resulta fácil…
Admitir un error,
Si un niño…
Date tiempo para mirar a tu alrededor; es muy corto el día para ser egoísta.
Nació en una oscura aldea, hijo de una mujer campesina. Creció en otra idea, donde trabajó como
carpintero, hasta la edad de treinta años. Entonces enseñó, predicó el evangelio, y sanó toda
enfermedad y toda dolencia.
No fue a la universidad.
Nunca hizo ninguna de las cosas que se asocian usualmente con la grandeza.
Había llegado apenas a los 30 años cuando la corriente de la opinión pública se volvió en su contra.
Mientras agonizaba, sus verdugos echaban suertes sobre sus ropas, única propiedad que tuvo en
este mundo.
Cuando murió, fue depositado en una tumba prestada, gracias a la piedad de un amigo.
Casi 20 siglos han pasado, y ahora es la figura central de la raza humana, y guía del progreso del
hombre.
Ni todos los ejércitos que han marchado, ni todos las escuadras que hayan navegado, ni todos los
parlamentos que hayan sesionado, ni todos los reyes que hayan reinado, puestos juntos, habrán
afectado la existencia del hombre sobre esta tierra, como lo ha hecho esa única vida central de
todos los siglos.
El hogar
El hogar: un sitio donde los pequeños son grandes, y los grandes son pequeños.
El hogar: el lugar donde nos quejamos más, y donde se nos trata mejor.
El hogar: el centro de nuestros afectos, alrededor del cual nacen los mejores deseos de nuestro
corazón.
El hogar: el lugar donde nuestro estómago recibe tres comidas al día, y nuestro corazón amor y
estímulo.
El hogar: el único lugar en la tierra donde las fallas y las flaquezas de la humanidad quedan
cubiertas bajo el dulce manto del amor.
El asiento vacío habla con elocuencia. A pesar de que su mensaje no es agradable, todos lo pueden
oír.
Al nuevo que busca una iglesia donde asistir: «Vale más esperar a ver lo que pasa aquí».
A los miembros presentes les aconseja: «Ustedes también pueden ausentarse el domingo
próximo».
A los verdaderos fieles les aconseja: «Trabajad, invitad, orad, llenad esos asientos vacíos».
El asiento vacío testifica contra los cultos. Mata la inspiración, ahoga la esperanza. Aleja el celo y
es un peso desanimador para toda la iglesia.
Por otro lado, el asiento ocupado es un ala, es un estímulo, es un incentivo y una inspiración al
predicador y a toda persona que ama al Señor Jesús.
Incendio en un manicomio
Algunos se rieron al oír la mención de fuego. Solo los necios pueden reirse de una calamidad como
esta. Los necios se mofan del pecado. Solo los que son moralmente insensatos se atreverían a
tomar en leve la lumbre del pecado.
Algunos dijeron que no querían dejar su cama en la noche para salir. No querían abandonar su
estado cómodo presente, aun para salvar sus propias vidas. Hay muchos así, que prefieren los
placeres de un estado condenado que el gozo de la salvación. Su demencia es evidente en la
decisión que han hecho.
Algunos se escondieron del fuego debajo de su cama. En su refugio de mentiras, decían, «Paz, paz,
cuando no había paz». Solo un necio puede suponer que un lecho de comodidad e indiferencia es
una protección contra un fuego consumidor. Esté seguro, tal como el fuego, que su pecado le
alcanzará.
Algunos culpaban al grupo de rescate por el fuego. Se les culpó de intentar quemarlos vivos. Uno
pensaría, de la forma en que la gente habla, que los predicadores son los creadores del infierno,
los que perturban la paz, por intentar convencer a los hombres de su pecado e intentar rescatarlos
de su condición perdida.
Muchos pelearon con el grupo de rescate, mordiéndoles y arrancando pelos. ¡Qué figura tan
insólita! ¡Que prueba tan triste de su locura–peleando contra ellos que se sacrificaban a sí mismo
por su liberación!
Algunos tocaban una puerta cerrada deseando escapar, pero ya era tarde. Que forma tan terrible
para despertar y llegar a sus sentidos encontrándose prisioneros en un fuego consumidor. Los que
rehusan ser arrebatados del fuego perecerán en ella. ¿Cómo escaparemos nosotros, si
descuidamos una salvación tan grande? (Heb. 2:3).
Cada hombre y mujer sano fue rescatado. El tiempo es corto; la condenación del inconverso es
cierto; la obra es grande y urgente; cualquier otro interes es de poco valor; lo prinicpal es la
salvación de las almas. Todo cristiano sano se asegura que su obra principal consiste en arrebatar
las almas del fuego. ¿Lo estás haciendo?
Pertenezco a la comunión de los no-avergonzados. Tengo poder del Espíritu Santo. La suerte ha
sido echada. He cruzado la línea. La decisión ha sido hecha. Soy un discípulo de Él. No miraré hacia
atrás, aflojaré, retrasaré ni retrocederé. Mi pasado está redimido. Mi presente tiene sentido y mi
futuro está seguro. He terminado y concluido con el vivir inferior. El caminar por vista, el planear
pequeñamente, el tener rodillas lisas, sueños descoloridos, visiones insípidas, hablar mundano,
dar barato y metas pequeñas. Ya no necesito preeminencia, prosperidad, posición, promociones o
popularidad. No tengo que tener la razón, ser primero, reconocido, considerado o recompensado.
Ahora vivo por fe, me apoyo en su presencia, camino con paciencia, vivo mediante oración y
trabajo con poder. Mi mirada está fija, mi tramo es rápido, mi meta es el cielo, mi camino es
estrecho, mi senda es áspera, mis compañeros pocos, mi Guía de confianza, y mi misión es clara.
No puedo ser comprado, comprometido, desviado, atraído, retrocedido, diluido, o retrasado. No
pestañearé frente al sacrificio, dudaré en presencia del enemigo, meditaré ante la fuente de la
popularidad, o divagaré en el laberinto de la mediocridad. No me rendiré. Callaré. Hasta que me
haya quedado levantado, abastecido, orado, pagado, predicado por la causa de Cristo. Soy un
discípulo de Jesús. Debo de seguir hasta que Él venga. Dar hasta caer, predicar hasta que todos
sepan, y trabajar hasta que Él me pare. Y cuando venga a buscar a los suyos, no tendrá ningún
problema en reconocerme–Mi bandera se verá claramente.
Imagínate que existe un banco, que cada mañana acredita en tu cuenta, la suma de $86,400. No
arrastra tu saldo día a día. Cada noche borra cualquier cantidad de tu saldo que no usaste durante
el día. ¿Qué harías? Retirar hasta el último centavo, ¡por supuesto! Cada uno de nosotros tiene ese
banco. Su nombre es tiempo. Cada noche, este banco te acredita 86,400 segundos. Cada noche,
este banco borra, y da como perdido, cualquier cantidad de ese crédito que no has invertido en un
buen propósito. Este banco no arrastra saldos. Ni permite sobregiros. Cada día te abre una nueva
cuenta. Cada noche elimina los saldos del día. Si no usas tus depósitos del día, la perdida es tuya.
No se puede dar marcha atrás. No existen los giros a cuenta del depósito de mañana. Debes vivir
en el presente con los depósitos de hoy. Invierte de tal manera, de conseguir lo mejor en salud,
felicidad y éxito. El reloj sigue su marcha. Consigue lo máximo en el día.
Para entender el valor de un año, pregúntale a algún estudiante que perdió el año de estudios.
Para entender el valor de un mes, pregúntale a una madre que alumbró a un bebé prematuro.
Para entender el valor de una semana, pregúntale al editor de un semanario. Para entender el
valor de una hora, pregúntale a los amantes que esperan a encontrarse. Para entender el valor de
un minuto, pregúntale a una persona que perdió el tren. Para entender el valor de un segundo,
pregúntale a una persona que con las justas evitó un accidente. Para entender el valor de una
milésima de segundo, pregúntale a la persona que ganó una medalla de plata en las olimpiadas.
Atesora cada momento que vivas. Y atesóralo más si los compartiste con alguien especial, lo
suficientemente especial como para dedicarle tu tiempo. Y recuerda que el tiempo no espera por
nadie.
Observe
tiendas?
¿No te parece extraño cuan larga parece una hora cuando servimos a
Dios, pero muy corta cuando un equipo juega baloncesto por 60 minutos?
¿No te parece extraño que largas parecen dos horas cuando estás en la
iglesia, pero que cortas son cuando estás viendo una película?
¿No te parece extraño que no puedes pensar en algo que decir cuando
¿No te parece extraño como las personas desean los asientos del frente en
¿No te parece extraño lo difícil que es aprender una verdad simple del
evangelio para compartirla con otros, pero que fácil es para las
¿No te parece extraño como creemos lo que dicen los periódicos, pero
¿No te parece extraño como podemos enviar miles de chistes por correo
NO EN EL DINERO. Jay Gould, el millonario norteamericano, al morir dijo: «Supongo que soy el
hombre más miserable sobre la tierra.»
NO EN EL PLACER. Lord Byron, quien vivió una vida de placeres y comodidad, escribió: «El gusano,
la carcoma y el dolor son míos únicamente.»
NO EN LA POSICIÓN Y EN LA FAMA. Lord Baconsfield disfrutó de las dos cosas en muy buena
proporción, pero escribió: «La juventud es un error; la virilidad es una lucha; la vejez es un pesar.»
¿DÓNDE ESTÁ LA FELICIDAD? La respuesta es sencilla: Solamente en Cristo. Él dijo: «…y se gozará
vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo.» Juan 16:22
¿Cuáles son las probabilidades matemáticas de que todas las profecías de la Biblia se cumplieran
en todos sus detalles? La contestación a esta pregunta es un número más grande que la cantidad
estimada de todas las estrellas.
El profesor Pedro Stoner y sus colaboradores hicieron el cálculo tomando sólo ocho profecías. Su
conclusión fue que sólo existía una probabilidad en un número con 26 ceros de que se cumplieran
(La ciencia habla, Moody). La verdad es que no podemos imaginarnos un número tan grande. A ver
si lo podemos ilustrar. Visualicemos toda la superficie del estado de Texas cubierta con monedas
de dólar de plata a una profundidad de casi un metro. Ese estado tiene una superficie total de casi
419.414 kilómetros cuadrados. Ahora imaginemos que una de esas monedas está pintada de rojo.
Pongamos a una persona con los ojos vendados para que seleccione una moneda de cualquier
punto del estado. ¿Cuáles serían las probabilidades de que atinara en el primer intento y
encontrara
la moneda roja? Serían iguales a las del cumplimiento exacto de las ocho profecías bíblicas.
LA BIBLIA
Este libro revela la mente de Dios, el estado moral y espiritual del hombre, el camino de salvación,
el castigo del pecador no redimido y la bienaventuranza del creyente. Sus doctrinas son
santas, sus preceptos obligatorios, sus historias verdaderas y sus decisiones inmutables.
Léalo para ser sabio, créalo para estar seguro, practíquelo para ser santo. Es luz que dirige, pan
que sostiene y consuelo que alegra. Es mapa del viajero, báculo del peregrino, brújula del
navegante, espada del soldado y la carta magna del cristiano.
En la Biblia está el paraíso restaurado, el cielo abierto y las puertas del infierno descubiertas. Cristo
es su gran tema, nuestra salvación su buen propósito y la gloria de Dios su meta.
Debe ocupar la mente, gobernar el corazón y guiar los pies. Léalo con lentitud, con frecuencia y
con oración.
Es mina de prosperidad, un paraíso de gloria y un río de placer. Nos es dado en esta vida, será
abierto en el juicio y será recordado eternamente. Trata del deber más grande,
recompensará la labor más excelente y condenará a todo aquél que juega con su sagrado
contenido.
Este libro es la mente de Dios, la condición del hombre, el camino a la salvación, el fin horrendo de
los pecadores y la felicidad del creyente. Sus doctrinas son santas, sus preceptos son permanentes,
sus historias son verídicas y sus decisiones inmutables. Léalo para ser sabio, créalo para estar
seguro y practíquelo para ser santo.
Este libro contiene luz para guiarle, alimento para sostenerle y consuelo para alentarle. Es el mapa
del viajero, la vara del peregrino, el compás del piloto, la espada del soldado y el carácter del
cristiano. Jesucristo es su centro, nuestro bienestar su designio y su meta es la gloria de Dios. Debe
llenar nuestra mente, gobernar nuestro corazón y guiar nuestros pasos. Léala despacio,
frecuentemente y en oración. Se nos dio para esta vida, será abierta en el día del juicio y se
recordará para siempre. Envuelve una alta responsabilidad, galardona la labor grande en fidelidad
y condena a todos los que cambian sus santos preceptos.
Una nación gobernada por las leyes de este libro sería realmente una nación dichosa, pues es un
sistema de gobierno tan completo que no se le puede agregar ni quitar nada. Contiene todo el
conocimiento necesario para el hombre de estudio o el hombre de vida activa. Ofrece un modelo
para el rey y una reglamentación para el súbdito, instrucción y consejo para el senado, autoridad y
dirección al magistrado y advertencia al testigo; requiere del jurado imparcialidad y da al juez la
sentencia. Prescribe y limita el poder del soberano, el gobierno del regente y la autoridad del
dueño. Manda que los súbditos rindan honor a su rey los siervos obediencia a su amo, y promete
la bendición y la protección de su Autor para todos los que andan según sus mandamientos.
Pone al marido como señor en la casa y a su mujer como dueña de la mesa; a ésta enseña a
desenvolverse en el hogar y a aquél aconseja en su modo de dirigir. Impone que se honren a los
padres, y a los hijos que obedezcan. Da indicaciones para casamientos y entierros, promete
alimento y vestido y limita el uso de ambos. Para el marido que se aleja es el tutor en quien sus
hijos encontrarán guía y protección y su mujer consuelo (Jer. 49:11), y promete ser padre a los
huérfanos y marido a la viuda. Enseña al hombre a ordenar su casa y hacer su testamento; fija la
dote para su mujer, asigna el derecho del primogénito y determina la condición de los hijos
menores. Defiende el derecho de todos: revela que habrá venganza contra el defraudador, el
aprovechador y el opresor.
Es el primer libro, el libro mejor y el más antiguo del mundo. Contiene la mejor materia de estudio,
da la mejor instrucción, y ofrece el mayor placer y satisfacción. Contiene la más completa
legislación y a la vez los más profundos misterios que jamás se hayan formulado. Trae las mejores
noticias y el mayor consuelo al desconsolado. Expone la vida y la inmortalidad y señala tanto el
camino que lleva a la gloria eterna como el que lleva a la destrucción.
Es un breve resumen de todo lo que ha pasado, y predice lo que ha de venir. Resuelve los asuntos
debatibles, disipa las dudas, y quita de la mente y la conciencia todos sus temores. Revela al único
Dios viviente, indica el camino que se ha de tomar para llegar a él y desecha todo otro dios. Habla
de la vanidad de los ídolos y de todos los que en ellos confían. En una palabra es un código que
enseña a distinguir entre el bien y el mal, un libro de sabiduría que condena toda necedad, un
diccionario de verdad que descubre toda mentira y refuta todo error; un libro de vida que aparta
de la muerte eterna.
Es el compendio más completo del mundo, la historia más antigua y más interesante jamás
publicada: relata las antigüedades más remotas, los hechos más extraños, los incidentes más
maravillosos, las hazañas más heroicas, las guerras más despiadadas. Describe el mundo celeste, el
terrestre y el infernal, el origen de las huestes angelicales, de las tribus humanas y de las legiones
diabólicas. Instruye al mecánico más adiestrado y al artista acabado. Puede enseñar al orador más
perfecto y desafía al matemático más ilustre (Apoc. 13:18), al anatomista más sabio y al crítico más
exacto. Corrige al filósofo que se vanagloria y guía al astrónomo sagaz; descubre al sofista sutil y
enfurece a los adivinadores. Es una narración inigualable, una colección de biografías, un
compendio de viajes para el turista y el viajero.
SALMO DE LA TELEVISIÓN
responsabilidades cristianas,
me infundirán aliento.
en presencia de mi mundanalidad.
Unges mi cabeza con humanismo y
SI ALGUIEN DICE…
Le preguntaron al gran evangelista Moody si había en la Biblia algún versículo que prohibiera
fumar. –No –dijo él–, pero conozco uno que ordena fumar. –¡Cómo! –exclamó el interrogador. Y
repuso Moody –sí, en Apocalipsis 22:11: «El que es inmundo, sea inmundo todavía.»
LA OBRA DE CRISTO
Un niño construyó un botecito con mucho cuidado. Al llevarlo a un río para probarlo, se lo llevó la
corriente. El niño triste se fue a su casa. Poco tiempo después lo vio en la vitrina de una tienda.
Entró y lo reclamó como suyo, pero el vendedor le explicó que lo había comprado y que por eso no
se lo podía dar a menos que le pagara el precio que le había costado. El niño no tenía dinero y
entonces se puso a trabajar duramente hasta conseguir el dinero. Entonces fue a la tienda y
compró el botecito.
Entonces le dijo: «Querido botecito ahora te amo doblemente, primero, porque te hize, y segundo
porque te compré.»
EL VALOR DE UN ALMA
Mientras que un anciano caminaba por la playa al amanecer, vio que un joven, unos pasos
adelante, iba recogiendo de la arena estrellas de mar, que luego arrojaba al mar. Por último, al
llegar hasta el joven, el viejo le preguntó por qué hacía eso. La respuesta fue: Las estrellas de mar
extraviadas en la arena morirían si las dejaba allí hasta que el sol calentara la playa. – Pero hay
muchos kilómetros de playa, y hay allí millares de estrellas de mar. ¿Habrá alguna diferencia
después de ese esfuerzo tuyo? – Objetó el anciano. El joven miró la estrella de mar que tenía en
ese momento en la mano, la lanzó al mar, y replicó: – Para esta sí habrá diferencia
El libro más largo en el Antiguo Testamento es Salmos, que tarda 4 horas y 28 minutos.
El libro más largo en el Nuevo Testamento es Lucas, que tarda 2 horas y 43 minutos.
Lucas 21:2
Si los dos centavos de la viuda pobre hubieran sido depositados en el Primer Banco Nacional de
Jerusalén con cuatro porciento de interés anual, se calcula que hoy en día tendría un valor de
$4,800,000,000,000,000,000,000 dolares. Si un banco aquí en la tierra puede multiplicar dos
centavos a una cifra tan astronómica, piense por un momento del tesoro que esta viuda tendrá en
el cielo, “donde ni la polilla ni el orín corrompen.” (Mat. 6:20)
LA EDAD DE SALVACIÓN DISMINUIDA
Harold Duncan estaba cortando el césped. Su esposa y sus dos hijos miraban. De repente Duncan
se agarró de su costado izquierdo, tomó unos pasos, tambaleó, y cayó muerto. Un pequeño
alambre, no más grande que la mina de un lápiz, fue lanzado a su corazón por medio de la
maquina de cortar césped. Su muerte fue repentina.
Una pequeña niña, llamada Teresa, estaba jugando con su perro. Ella arrojó una pelota sobre una
mesa y esperaba que su perro la encontrara. El perro grande brincó sobre la mesa para recoger la
pelota. En el proceso, la mesa metálica se cayó y le pegó a Teresa sobre la cabeza. Ella fue
pronunciada muerta al llegar al hospital.
Carlos Umbos estaba pescando en Pampanga, Las Filipinas. La policía informó que abrió su boca
para bostear. Un pez brincó adentro y se clavó en su garganta. Él sofocó antes que pudieran
quitarle el pez.
Mario Cianca entró en una sala fúnebre y vio a un hombre levantarse de un féretro con una
sonrisa. Él murió de un ataque de corazón producido por el susto. Pedro Fernández, dueño de la
sala fúnebre, estaba haciendo medidas para el féretro de un hombre de su tamaño. El susto de lo
que él pensó haber visto era demasiado para Mario Cianca.
EL PECADO
La Biblia te apartará del pecado,
EL DINERO COMPRARÁ:
87% de adultos dicen que su fe es importante. 67% dicen que han hecho una profesión de fe en
Jesús pero sólo 41% de ellos dicen que son firmes en su cristianismo. De ellos, 18% se llaman a sí
mismo “evangélicos”; 29% dicen que son “fundamentalistas”; 39% dicen que han “nacido de
nuevo”. 67% dicen que pueden confiar en Dios para una crisis, pero sólo 41% creen que el
cristianismo es “relevante” para sus vidas hoy. 68% dicen que el cristianismo tiene respuestas para
la vida, pero 58% dicen que otras religiones son igualmente válidas.