Plumas mantélicas y puntos calientes: causa-efecto
Fundamentos
                                                                                                                                               	 Conceptuales y
                                                                                                                                                     Didácticos
                  Mantle Plumes and hotspots: Cause and effect
                  Meritxell Aulinas Juncà1, Alejandro Rodriguez-Gonzalez2,
                  José Luis Fernandez-Turiel3, Francisco José Perez-Torrado2 y  
                  Juan Carlos Carracedo2
                  1
                     pt. Mineralogia, Petrologia i Geologia Aplicada, Universitat de Barcelona, Marti Franquès s/n, 08028 Barcelona.
                    D
                                                                                                                                               	
                    E-mail: meritxellaulinas@ub.edu
                  2
                    Instituto de Estudios Ambientales y Recursos Naturales (i-UNAT), Universidad de Las Palmas de Gran Canaria,
                    35017 Las Palmas de Gran Canaria. E-mail: alejandro.rodriguezgonzalez@ulpgc.es; franciscojose.perez@ulpgc.es;
                    jcarracedo@proyinves.ulpgc.es
                  3
                     Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera, ICTJA, CSIC, c/ Solé Sabarís s/n, 08028 Barcelona;
                    E-mail: jlfernandez@ictja.csic.es
 	    Resumen	 Los puntos calientes hotspots son la manifestación en superficie de plumas mantélicas
               cuyo origen es el manto profundo. Éstas parecen estar formadas por grandes columnas
               de material sólido, caliente y de menor densidad que asciende a través del manto hasta la
               base de la litosfera. La interacción de la pluma con la litosfera favorece su ensanchamiento
               y fusión por descompresión. Los magmas que se generan pueden dar lugar a la formación
               de grandes provincias ígneas (LIPs) y en un segundo estadio cadenas de volcanes tanto en
               corteza continental como oceánica. Los puntos calientes se distribuyen a lo largo de todo
               el planeta, si bien se concentran en dos grandes áreas, una en África y otra en el Océano
               Pacífico, que se asocian con grandes superplumas en profundidad. Aunque los conceptos de
               punto caliente y pluma mantélica se conocen desde hace más de cinco décadas, el debate en
               torno a la movilidad de los puntos calientes, a la morfología y características de las plumas
               mantélicas, o incluso a la misma existencia de estas plumas, sigue de plena actualidad.
 	Palabras clave: 	Grandes provincias ígneas, islas volcánicas, punto caliente, pluma mantélica, volcanismo
                   de intraplaca.
 	     Abstract	 Hotspots are the surface manifestation of mantle plumes whose origin is the deep mantle.
                 These seem to be formed by large columns of solid, hot material of lower density that
                 ascends through the mantle to the base of the lithosphere. The interaction of the plumes
                 with the lithosphere favors its expansion and melting by decompression. The resulting
                 magmas can lead to the formation of Large Igneous Provinces (LIPs) and, in a second
                 stage, volcanic chains in both continental and oceanic crust. Hotspots are distributed
                 throughout the entire planet. Some of them are concentrated in two large areas, in
                 Africa and the Pacific Ocean, and are associated in-depth with the pre ence of large
                 superplumes. Although the concepts of hotspot and mantle plume have been known for
                 more than five decades, the debate around the mobility of hotspots, the morphology and
                 characteristics of plumes, or even their existence is still ongoing.
 	   Keywords:	 Hotspots, mantle plume, large igneous provinces, volcanic chains, intraplate volcanism.
INTRODUCCIÓN                                                        archipiélagos volcánicos, como Madeira, Canarias o
                                                                    Cabo Verde en el Océano Atlántico, o Reunión en el
    Gran parte de los volcanes de nuestro plane-                    Océano Índico también forman parte de este grupo.
ta están ubicados cerca de los límites de las placas                En el contexto continental, destacan los volcanes de
tectónicas y se asocian básicamente a zonas de sub-                 Yellowstone o Snake River Plane en Estados Unidos
ducción y a dorsales oceánicas. Sin embargo, existen                y Camerún o Darfur en el continente africano, entre
otros volcanes localizados a miles de kilómetros de                 otros. Aunque pueda parecer paradójico, la actividad
los márgenes activos, en zonas de intraplaca conti-                 volcánica de intraplaca en los océanos resulta ser
nental u oceánica. Las Islas Hawaii, por ejemplo, se                mucho mayor que en los continentes, probablemen-
sitúan en medio de la Placa Pacífica, a más de 3200                 te debido a que la corteza oceánica es más delgada,
kilómetros del límite de placa más cercano. Otros                   más caliente y, en consecuencia, más plástica, de
                                                                                                          Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 2019 (27.3) –   267
                                                                                  ISSN (edición impresa): 1132-9157 - (edición electrónica): 2385-3484 – Pags. 267-277
                              modo que ofrece menos resistencia a los magmas              básica sobre plumas mantélicas está bien cimentada
                              para atravesarla. En zonas oceánicas es muy frecuen-        y existe un gran número de evidencias que la apoyan.
                              te la formación de volcanes submarinos y cadenas de         Quizás la mejor evidencia que respalda la hipótesis
                              islas asísmicas que en su conjunto siguen la trayec-        clásica de pluma mantélica procede de la interpreta-
                              toria del movimiento de la placa en la que se forman.       ción sísmica del manto bajo las zonas de puntos ca-
                                   Todos estos volcanes se asocian a la actividad de      lientes. Los trabajos de Ritsema y Allen (2003), Mon-
                              un punto caliente (hotspot) que se define como una          telli et al. (2004) y, más recientemente, Zhao (2007,
                              zona local en la corteza anormalmente caliente, rela-       2015) o French y Romanowicz (2015), entre otros,
                              tivamente fija y que representa una fuente de mag-          muestran zonas de baja velocidad sísmica en el man-
                              ma persistente. Este modelo, introducido por Wilson         to que se extienden hasta su límite inferior, y que son
                              (1963), postulaba que las Islas Hawaii, así como otras      compatibles con la presencia de plumas mantélicas.
                              islas del Pacífico eran el resultado del movimiento              Hay que puntualizar que a pesar de que los tér-
                              de la placa Pacífica a lo largo de una región con una       minos pluma mantélica (mantle plume) y punto ca-
                              alta energía térmica bajo la superficie. Morgan (1971)      liente (hotspot) se usan indistintamente, se refieren
                              completó el modelo de Wilson afirmando que los              a conceptos significativamente distintos. Una pluma
                              puntos calientes son la expresión superficial de una        del manto está formada por material a una tempera-
                              pluma o penacho de material mantélico atípicamente          tura mucho más elevada que su entorno (entre 100
                              caliente y térmicamente boyante a partir de la cual el      y 300 °C de diferencia, Campbell y Davies 2006), de
                              magma se forma por descompresión. El modelo de              modo que es menos densa y por tanto más boyante,
                              pluma mantélica, que en su momento eliminó una              de manera que asciende en condiciones casi adia-
                              aparente contradicción de la Teoría de la Tectónica         báticas (es decir, sin casi pérdida de calor) en forma
                              de Placas –la presencia de volcanes activos localiza-       de penacho o diapiro. Se trata de una de las formas
                              dos a miles de kilómetros de los límites de placa– es       de disipación del calor interno de la Tierra. Un punto
                              hoy en día objeto de discusión científica. Si bien la       caliente, en cambio, es la expresión superficial de la
                              corriente principal respalda la fusión parcial cerca        pluma. La pluma es pues la causa, mientras que el
                              de la litosfera del material englobado en las plumas        hotspot es el efecto (Carracedo, 2011).
                              mantélicas procedentes del manto profundo para                   Asimismo, aunque el material del manto en las
                              explicar el magmatismo de intraplaca (p. ej., Mor-          plumas esté a mayor temperatura que el manto cir-
                              gan, 1971; Campbell y Griffiths, 1990; Hill et al., 1992;   cundante, la presión litostática es tan elevada en
                              Courtillot et al., 2003; DePaolo y Manga, 2003), hay        esas regiones del interior del planeta que impide su
                              otra corriente menor que pone en duda la existencia         fusión parcial1. Ésta solo ocurrirá cuando la pluma
                              de las plumas mantélicas e invoca procesos tectóni-         alcance la base de la litosfera, se frene y comience a
                              cos y procesos convectivos poco profundos (ver por          abombarla mecánica y térmicamente, lo que permi-
                              ejemplo el volumen especial nº 388 del año 2005 de          tirá la descompresión de la pluma, comenzando su
                              la Geological Society of América “Plates, Plumes and        fusión parcial y, en consecuencia, la producción de
                              Paradigms” y los trabajos de Foulger, 2007, 2012). A        magmas (López-Ruiz y Cebriá, 2015). Son esos mag-
                              pesar de que muchos detalles sobre el modelo de plu-        mas los que al alcanzar la superficie dan lugar a los
                              mas y sus efectos son todavía controvertidos, la teoría     puntos calientes.
                                                                                          ORIGEN Y EVOLUCIÓN DE LAS PLUMAS
                                                                                          MANTÉLICAS
                                                                                              Si bien las plumas mantélicas no se han observa-
                                                                                          do directamente, los estudios experimentales (p. ej.,
                                                                                          Griffiths y Campbell, 1990) realizados con fluidos de
                                                                                          distinta viscosidad y temperatura sugieren que un
                                                                                          penacho mantélico consiste en una cabeza alimen-
                                                                                          tada por un tallo (de unos 200 km de diámetro como
                                                                                          máximo) que se extiende a una gran profundidad
                                                                                          (Fig. 1). A medida que la pluma asciende a través del
                                                                                          manto su geometría va evolucionando, dando lugar
                                                                                          a una cabeza cada vez más agrandada que puede
                                                                                          llegar a alcanzar un diámetro máximo de 1500-2500
                                                                                          km en la base de la litosfera. Este agrandamiento se
                                                                                          debe a la incorporación tanto de material profundo
Fig. 1. Modelo clásico
de plumas mantélicas
ilustrando la formación
de la pluma en la capa                                                                    1 T odas las rocas al aumentar la presión litostática sobre
D” (1), su ascenso                                                                           ellas necesitan aumentar sustancialmente su temperatu-
e interacción con la                                                                         ra para poder fundir. Por ejemplo, las peridotitas (rocas
                                                                                             silicatadas ultrabásicas consideradas representativas
base de la litosfera
                                                                                             de la composición media del manto) necesitan una tem-
(2) según Griffiths y                                                                        peratura de 1100 °C para fundir parcialmente a presión
Campbell (1990). Figura                                                                      ambiental, mientras que a 100 km de profundidad, con
modificada de López                                                                          una presión litostática equivalente de unos 3 GPa, ya ne-
Ruiz y Cebriá (2015).                                                                        cesitan una temperatura de unos 1500 °C.
268 – Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 2019 (27.3)
                                                                                                                             Fig. 2. Distintos tipos
                                                                                                                             de morfologías de las
                                                                                                                             plumas mantélicas.
                                                                                                                             Tipo I de Morgan (1971),
                                                                                                                             Tipo II (Torsvik et al.
                                                                                                                             2006), Tipo III (French
                                                                                                                             y Romanowicz, 2015) y
                                                                                                                             Tipo IV (Tsekhmistrenko
                                                                                                                             et al., 2018). Figura
                                                                                                                             modificada de
                                                                                                                             Duncombe (2019).
que fluye a través del tallo como de material del             las ondas sísmicas (Large Low Velocity Provinces,
manto más frío que rodea la pluma durante su as-              LLVPs). El modelo propuesto por Torsvick et al. (2006)
censo. Dado que la formación de grandes cabezas               correlaciona las grandes provincias ígneas (LIPs, ver
solo es posible si la distancia recorrida es significat -     sección siguiente) con los bordes de las LLVPs en la
va, se estima que las plumas pueden ascender pro-             base del manto. Según estos autores, la mayoría de
bablemente desde el límite manto inferior-núcleo              los LIPs se han generado por plumas que ascienden
externo, más concretamente desde la zona conocida             desde la capa D”, en los márgenes de las LLVPs.
como capa D”, entre 2700 y 2900 km de profundi-                    Tipo III: Plumas detectadas por French y Roma-
dad. La inestabilidad que caracteriza esta capa D”,           nowicz (2015) a partir de un modelo de velocidad de
como respuesta de la convección térmica del núcleo            las ondas sísmicas de cizalla (ondas S) en el conjun-
externo metálico fluido, es la que favorece la forma-         to del manto. Estas plumas son mucho más gruesas
ción de plumas mantélicas con temperaturas supe-              que las descritas en el modelo clásico de Morgan
riores al manto que las rodea, con menor viscosidad           (1971) y representan conductos prácticamente ver-
y densidad, lo que las hace más ligeras y boyantes.           ticales que se extienden desde la base del manto in-
Sin embargo, algunos estudios (p. ej., Zhao, 2007)            ferior (capa D”) hasta profundidades en torno a los
también sugieren la formación de plumas mantéli-              1000 km. A esta profundidad el comportamiento de
cas en la región localizada a unos 670 km de pro-             la pluma cambia: en algunos casos se adelgaza (Sa-
fundidad, conocida como zona de transición entre el           moa y Tahití), mientras que en otros se desplaza ho-
manto superior y el manto inferior.                           rizontalmente (p. ej., Pitcairn y Santa Helena). Existe
    Los avances en el conocimiento de las plumas              un tercer caso, cuyo ejemplo sería el archipiélago de
mantélicas se han producido en gran medida gracias            Cabo Verde, en el que la continuidad de la pluma a
al uso de la tomografía sísmica y modelización aso-           profundidades más someras no es evidente, proba-
ciada. Ésta es una técnica que permite reconstruir            blemente debido a que la pluma se ha dividido en
una imagen del interior de la Tierra a partir de los          conductos mucho más estrechos que no son detec-
tiempos de llegada de las ondas que se propagan               tables debido a la resolución del modelo utilizado.
durante la actividad sísmica. De hecho, los estudios               Tipo IV: Propuesta de plumas ramificadas de
tomográficos recientes han confirmado la existencia           Tsekhmistrenko et al. (2018) a partir de un modelo
de masas amorfas (“blobs”) en la base del manto               3D de velocidad de las ondas sísmicas en la zona
inferior compatibles con plumas mantélicas. Ahora             de Reunión y Madagascar (Océano Índico). En este
bien, hasta ahora la tomografía no ha sido capaz de           modelo se detecta una gran provincia de baja velo-
detectar la existencia de los clásicos tallos de las          cidad sísmica (LLVP) correspondiente a la superplu-
plumas, básicamente por presentar diámetros que               ma africana que se eleva unos 800 km por encima
están por debajo de la resolución actual de unos 600          del límite manto inferior – núcleo externo, formando
km de la tomografía global (French y Romanowicz,              una cúspide bajo África. A partir de esta cúspide se
2015; Montelli et al., 2006). En consecuencia, aún no         desarrolla una morfología ramificada de conductos
se conoce con certeza el aspecto real de las plumas           que se propagan hasta la superficie. Este modelo es
mantélicas. De hecho, las propuestas más recientes            más complejo que los previstos anteriormente, ya
(p. ej., Torsvik et al. 2006, 2010; French y Romanowi-        que se evidencia que las plumas no son conductos
cz, 2015 o Tsekhmistrenko et al., 2018) apuntan a             verticales y delgados, y tampoco se proyectan a par-
morfologías y características más complejas que las           tir de los bordes de las superplumas.
descritas en el modelo clásico de Morgan (1971).
    En la figura 2 se ilustran cuatro tipos de morfolo-
gías (aquí clasificadas como Tipo I, II, III y IV) a partir   PLUMAS MANTÉLICAS Y LA FORMACIÓN DE
de los ejemplos que aparecen en la literatura y que           GRANDES PROVINCIAS ÍGNEAS
ilustran la evolución del concepto de pluma mantéli-
ca a lo largo del tiempo.                                          El ascenso de las plumas mantélicas hasta pro-
    Tipo I: Plumas formadas por una cabeza de en-             fundidades más someras y su llegada a la base de
tre 1500 – 2500 km de diámetro en la base de la li-           la litosfera puede provocar efectos sustanciales en
tosfera, alimentadas por un tallo que no supera los           la litosfera suprayacente. Una de las principales
200 km de diámetro. Éstas representan las clásicas            consecuencias es la fusión por descompresión de la
plumas térmicas definidas por Morgan (1971). Tal y            cabeza de la pluma mantélica y la formación y emi-
como se ha mencionado anteriormente, su presen-               sión de grandes volúmenes de magma que en super-
cia es difícil de detectar mediante técnicas más mo-          ficie forman extensas provincias magmáticas. Estas
dernas como es la tomografía sísmica.                         Grandes Provincias Ígneas, conocidas como LIPs en
    Tipo II: Plumas desarrolladas en los márgenes             la literatura inglesa (Large Igneous Provinces), sue-
de las grandes provincias de baja velocidad de                len presentar extensiones superiores a 100.000 km2
                                                                                             Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 2019 (27.3) –   269
Tabla I. Recopilación de
                                                                                                                           Área       Volumen
las principales Grandes         Id                 LIPs              Edad (ga)   Tipo            Localización
                                                                                                                        (x106 km2)   (x106 km3)
Províncias Ígneas (LIPs,
Large Igneous Provinces)         A   Río Columbia                      0,02       C     Norteamérica                      0,24            -
de nuestro planeta. Las
                                 B   Afro-Arábiga (Afar)               0,03       C     Península Arábiga y África        2,00            -
letras en la columna
ID hacen referencia                  Provincia Ígnea del Atlántico                      Groenlandia/Norte Canadá y
                                 C                                     0,06       C                                        1,30           -
a su localización en                 Norte (NAIP)                                       Europa
el mapa de la figura
                                 D   Deccan                            0,07       C     India                              1,80           -
3. La columna Edad
representada en Giga-            E   Caribeña-Colombiana               0,09      O/C    Centro y Sudamérica                1,10           -
años (GA). La columna
Tipo hace referencia al          F   Madagascar                        0,09       C     África                             1,60         4,50
modelo de ambiente de            G   HALIP                           0,13-0,09    C     Ártico                             0,5            -
las LIPs, oceánico (O) y
continental (C).                 H   Kerguelen                         0,12       O     Océano Índico                      1,25         9,10
                                     Suroeste de África (Agulhas,
                                 J                                   0,12–0,10   O/C    África                            3,50            -
                                     Maud, Georgia)
                                 K   Ontong Java                       0,12       O     Océano Pacífic                    4,27          58,0
                                 L   Manihiki                          0,12       O     Océano Pacífic                    0,80          8,80
                                M    Hikurangi                         0,12       O     Océano Pacífic                    2,70          0,70
                                 N   Paraná-Etendeka                   0,13       C     Sudamérica y África               2,00            -
                                 P   Margen NO Australia             0,16–0,14    O     Australia                          0,16           -
                                 R   Karoo                             0,18       C     África, Sudamérica, Antártida       -           5,00
                                 S   Siberia                           0,25       C     Asia                              7,00          4,00
Fig. 3. Mapa de
distribución de las
grandes provincias
ígneas (LIPs, Large
Igneous Provinces) y
de los puntos calientes
(hotspots). Estos últimos
se diferencian en función
de su clasificación según
Courtillot et al. (2003).
Se recomienda consultar
la versión digital.
                              y volúmenes por encima de 100.000 km3. Además,             Mesetas basálticas continentales (continental floo
                              más del 75% de los magmas asociados se suelen              basalts, CFBs)
                              emplazar en tiempos geológicos relativamente cor-               La interacción de grandes plumas con la litosfera
                              tos, entre 1 y 5 millones de años (Ma) (p. ej., Bryan      continental suele provocar un abombamiento y pos-
                              y Ernst, 2008), pudiendo desencadenar cambios cli-         terior ruptura y separación continental o rifting (p.
                              máticos a escala mundial y extinciones masivas (p.         ej., el Valle del Rift en el este de África). La fusión
                              ej., Sobolev et al., 2011). Las LIPs mejor conservadas     parcial de estas enormes plumas genera grandes
                              son aquellas de edad Mesozoica y Cenozoica que             volúmenes de magmas basálticos que penetran la
                              básicamente se formaron por emisión masiva de              litosfera y extruyen formando extensas mesetas
                              voluminosos flujos basálticos que se conocen como          continentales, también conocidas como plateaus
                              “basaltos de inundación”. Estos dieron lugar a ex-         continentales (p. ej., Columbia River, Deccan o Si-
                              tensas mesetas tanto en ambientes continentales            beria, Tabla II). Si el rifting de la corteza continental
                              como oceánicos. (Tabla I y Fig. 3).                        prosigue, puede generarse un nuevo límite de placa
270 – Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 2019 (27.3)
                                                                                                                              Tabla II. Selección de
                                            Progresión    Conexión con          Flujo      3
 Id     Punto caliente      Localización                                                   He/4He             Tipo            los principales puntos
                                               edad           LIPs           ascensional
                                                                                                                              calientes y clasificación
  1   Afar                 África                no       Etiopia              bueno           alto         primario          de acuerdo con Courtillot
                                                                                                                              et al. (2003). Los
  2   Carolinas            O. Pacífic             si      no                    pobre          alto         primario
                                                                                                                              números en la columna
  3   Isla de Pascua       O. Pacífic            Si       Pacífico central    suficient        alto         primario          ID hacen referencia a su
                                                                                                                              localización en el mapa
  4   Hawaii               O. Pacífic             si      ¿Subducida?          bueno           alto         primario          de la figura 3
  5   Islandia             O. Atlántico           si      Groenlandia          bueno           alto         primario
  6   Lousville            O. Pacífic             si      Ontong-Java           pobre            -          primario
  7   Reunión              O. Índico              si      Deccan                Pobre          alto         primario
  8   Samoa                O. Pacífic             si      ¿No?                  Pobre          alto         primario
  9   Tristán              O. Atlántico           si      Paraná                pobre          bajo         primario
 10   Bowie                O. Pacífic             si      no                    pobre            -        secundario
 11   Canarias             O. Atlántico           si      no                  suficient        bajo       secundario
 12   Cabo Verde           O. Atlántico                   no                    pobre          alto       secundario
 13   Galápagos            O. Pacífic             si      Caribe              suficient        alto       secundario
 14   Juan de Fuca, Cobb   O. Pacífic             si      no                  suficient          -        secundario
 15   Juan Fernández       O. Pacífic             si      no                    pobre          alto       secundario
 16   Kerguelen            O. Índico              si      Rajmahal              pobre          alto       secundario
      Macdonald
 17                        O. Pacífic             si      ¿si?                suficient        alto       secundario
      (Cook-Austral)
 18   Marquesas            O. Pacífic             si      Shatski                 -            bajo       secundario
 19   Madeira              O. Atlántico
 20   Pitcairn             O. Pacífic             si      no                  suficient        alto       secundario
 21   Tahití/Sociedad      O. Pacífic             si      no                  suficient        alto       secundario
 22   Tasmania             Australia              si      no                    pobre            -        secundario
 23   Yellowstone          Norte América          si      ¿Columbia?          suficient        alto       secundario
 24   Australia E          Australia              si      no                  suficient          -          terciario
 25   Azores               O. Atlántico         ¿no?      no                  suficient        alto         terciario
 26   Bouvet               O. Atlántico          no       no                  suficient        alto         terciario
 27   Hoggar               África                no       no                    pobre            -          terciario
 28   Jan Mayen            O. Atlántico         ¿no?      ¿sí?                  pobre            -          terciario
 29   Marion               O. Índico              si      Madagascar?             -              -          terciario
 30   Raton                Norte América          si      no                      -              -          terciario
 31   Sta Helena           O. Atlántico           si      no                    pobre          bajo         terciario
 32   San Félix            O. Pacífic            ¿si?     no                    pobre            -          terciario
divergente llegando a formarse una nueva litosfera         las grandes provincias ígneas asociadas con inicios
oceánica entre las dos masas continentales que se          de rifting continental normalmente se preservan a
han separado. En este estadio, la pluma y el borde         lo largo de los márgenes de cuencas oceánicas que
divergente coincidirán hasta que el último migre           actualmente representan márgenes pasivos (Fig. 3).
como resultado de los procesos litosféricos. Uno de        Así, por ejemplo, las conocidas mesetas de Paraná
los ejemplos más evidentes es la isla de Islandia, ac-     (Brasil) y Etendeka (Namibia) se formaron hace unos
tualmente localizada en la dorsal medioatlántica y         130 Ma durante el rifting que dio lugar a la formación
con evidencias claras de la presencia de una pluma         del Océano Atlántico Sur. En el caso de la provincia
mantélica interaccionando con la dorsal oceánica.          ígnea de Deccan (India), su formación se asocia con
Se cree que esta pluma es la misma responsable             el rifting y separación de África e India hace unos 64
del inicio del rifting de la región del Atlántico Norte    Ma (Courtillot y Renneb, 2003; Ernst, 2014).
hace unos 60 Ma, que dio lugar a la formación de la             Si bien es cierto que las plumas mantélicas pue-
meseta basáltica del este de Groenlandia. De hecho,        den iniciar los procesos de rifting de la litosfera con-
                                                                                               Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 2019 (27.3) –   271
                                                                                        extensas mesetas oceánicas (Fig. 4A). El grosor anó-
                                                                                        malo de la corteza oceánica implica que no será fácil-
                                                                                        mente subducida, de modo que cuando una meseta
                                                                                        (o plateau) oceánica llega a una zona de subducción,
                                                                                        parte de esta se añade por acreción al continente o
                                                                                        arco de isla. De esta forma, fragmentos de plateaus
                                                                                        oceánicos son incorporados en los márgenes conti-
                                                                                        nentales y preservados en el registro geológico (Kerr,
                                                                                        2014). Algunas de las mesetas oceánicas de mayor
                                                                                        envergadura se formaron durante el Cretácico y bá-
                                                                                        sicamente en los actuales océanos Pacífico (Ontong
                                                                                        Java y Caribe) e Índico (Kerguelen) (Tabla I).
                                                                                             El modelo clásico de fusión de una pluma man-
                                                                                        télica predice que posteriormente a la formación
                                                                                        de una gran provincia ígnea, la fusión parcial del
                                                                                        tallo de la pluma, combinada con el movimiento
                                                                                        de la litosfera, da lugar a la formación de una ali-
                                                                                        neación de volcanes con progresión en edades (Fig.
                                                                                        4B). Estas alineaciones existen en gran número en
                                                                                        zonas oceánicas (por ejemplo, Hawaii – Emperador,
                                                                                        Galápagos o la Polinesia Francesa en el Océano Pa-
                                                                                        cífico; Reunión o Kerguelen en el Océano Índico y
                                                                                        Tristán-Gough, Canarias o Cabo Verde en el Océano
                                                                                        Atlántico) y son menos numerosas en zonas conti-
                                                                                        nentales, destacando principalmente Yellowstone-
Fig. 4. Estadios de                                                                     Snake River. A pesar de la asociación de mesetas
evolución de una              tinental, hay que puntualizar que no todos los rifts      basálticas y alineaciones volcánicas posteriores que
pluma mantélica. A)           continentales están relacionados con la presencia de      predice el modelo clásico, lo cierto es que muchos
Inicialmente la fusión        plumas mantélicas. En algunos casos, los magmas           de los hotspots definidos en nuestro planeta o no
por descompresión de          asociados son el resultado de otros mecanismos            se han relacionado con grandes provincias ígneas
la cabeza de la pluma         como la delaminación, indentación o hundimiento           o no presentan alineaciones volcánicas evidentes.
da lugar a la formación       convectivo (ver López-Ruiz y Cebriá, 2015). Por otra      Entonces, ¿estos últimos casos pueden no ser con-
de grandes provincias         parte, no todas las plumas mantélicas implican la         siderados puntos calientes? Courtillot et al. (2003)
ígneas (LIPs, Large                                                                     propuso una categorización de los puntos calientes
                              rotura de un continente. Así, por ejemplo, la mese-
Igneous Provinces).
                              ta basáltica de Siberia, de finales del Paleozoico, no    documentados con el fin de solventar estas aparen-
B) La fusión parcial
                              presenta signos de rifting (ver Sobolev et al., 2011).    tes contradicciones.
del tallo da lugar a la
formación de cadenas de       De forma similar, la pluma de Yellowstone proba-
volcanes, normalmente         blemente ha contribuido a la extensión del oeste de
con progresión de             Norte América, pero no ha causado ni un rifting com-      CLASIFICACIÓN Y DISTRIBUCIÓN
edades acorde con el          pleto, ni la formación de un fondo oceánico (Fig. 3).     DE LOS PUNTOS CALIENTES
desplazamiento de                  Los sistemas magmáticos en plumas continenta-
la placa en la que se         les son distintos que los que tienen lugar en puntos          A lo largo de los años, el número estimado de
localizan.                    calientes oceánicos tanto por lo que se refiere a la      puntos calientes ha variado de los 20 de Morgan
                              composición del magma, como a los estilos de intru-       (1971) a un máximo de 117 en la década de los años 80
                              sión y erupción y la naturaleza de los depósitos vol-     del siglo XX, si bien estudios más recientes sugieren
                              cánicos. Todas estas diferencias se deben a que (1) la    un número entre 45 y 70 (Farnetani y Hofmann, 2011).
                              litosfera continental es mucho más gruesa y menos             Courtillot et al. (2003) definieron cinco rasgos
                              densa que la oceánica, (2) las rocas continentales        característicos que debería tener un punto calien-
                              más ricas en sílice pueden ser asimiladas, modifica -     te asociado con la actividad de una pluma origi-
                              do la composición inicial de los magmas mantélicos        nada en el manto profundo: (1) existencia de una
                              y (3) la corteza continental responde a los esfuerzos     alineación de volcanes con progresión de edades,
                              de distinta manera que la corteza oceánica.               indicativo de una pluma persistente en el tiempo,
                                                                                        (2) abundante volcanismo basáltico al comienzo
                              Mesetas basálticas oceánicas (oceanic plateaus)           de la alineación (basaltos de plateau) compatible
                                   En el caso de litosfera oceánica, la llegada de la   con la interacción de la pluma con la litosfera, (3)
                              pluma comporta una elevación del suelo oceánico y         importante flujo ascensional capaz de generar una
                              erosión tanto térmica como mecánica de la base de         anomalía topográfica, (4) elevadas relaciones de
                              la litosfera (López-Ruiz y Cebriá, 2015). Los magmas      los isótopos de helio indicativas de un reservorio
                              se forman por descompresión de la pluma mantélica         mantélico profundo y (5) baja velocidad de propa-
                              y se transfieren tanto en forma de intrusiones como       gación de las ondas sísmicas en el manto subya-
                              en forma de extrusiones en superficie dando lugar a       cente, indicando las presencia de material caliente
                              una corteza oceánica anómalamente gruesa (hasta           y parcialmente fundido.
                              35 km). La consecuencia de dicho engrosamiento                Aplicando estos criterios a una selección de 49
                              litosférico es que se compensa isostáticamente, de        hotspots que han sido activos en el último millón de
                              modo que su superficie sobresale mucho más que el         años, estos autores llegaron a la conclusión de que
                              fondo marino circundante. De esta manera se forman        únicamente siete hotspots podían definirse como
272 – Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 2019 (27.3)
puntos calientes primarios ya que cumplen con gran
parte de las características definidas (Tabla II). Su
origen se relaciona con plumas formadas en el man-
to profundo, en la capa D”. Estos hotspots incluyen:
Hawaii-Emperador, Pascua y Louisville en el Océano
Pacífico, e Islandia, Afar, Reunión y Tristán en la re-
gión Indo-Atlántica (Fig. 3).
     Alrededor de 20 hotspots cumplen con al menos
dos de los rasgos establecidos y se les atribuye un
origen de pluma formada en la zona de transición
mantélica, a unos 670 km de profundidad. En este
grupo de puntos calientes, denominados secunda-
rios por los mismos autores, se incluyen Canarias,
Cabo Verde y Madeira en el Océano Atlántico, y
Bowie, Cobb y Samoa en el Océano Pacífico (Fig. 3 y
Tabla II). Cuatro hotspots considerados secundarios
(y que aparecen como tales en la figura 3 y Tabla II),
que incluyen Marquesas, Galápagos y MacDonald
en el Océano Pacífico y Kerguelen en el Océano Índi-
co, pueden ser reclasificados como primarios según
apuntan nuevos estudios.
     Finalmente, al resto de hotspots que Courtillot et
al. (2003) analizaron les atribuyeron un origen en el
manto superior y los clasificaron como puntos calien-
tes terciarios. Se cree que pueden ser debidos a per-
turbaciones térmicas en la astenosfera o a procesos
de ruptura de la litosfera. Ejemplos de estos puntos        sidad, y aquellos con edades superiores a 150 Ma              Fig. 5. Corte esquemático
calientes terciarios son Azores en el Océano Atlánti-       se consideran ya inactivos (Courtillot et al., 2003).         del interior de la Tierra
co o San Félix en el Océano Pacífico (Fig. 3 y Tabla II).   La gran mayoría se localiza en los océanos, siendo            mostrando los tres
                                                            Yellowstone una de las pocas excepciones. La dis-             tipos de plumas/puntos
                                                            crepancia en el número de puntos calientes conti-             calientes propuestos
SUPERPLUMAS                                                 nentales versus oceánicos puede ser debido (1) al             por Courtillot et al.
                                                            distinto grosor entre la litosfera continental y oceá-        (2003). Se observan las
                                                                                                                          dos superplumas bajo
     La mayoría de los puntos calientes en nuestro          nica (entre 100-150 km más gruesa la primera), (2) al
                                                                                                                          África y Pacífico. Figura
planeta se concentran en dos grandes regiones en            hecho de que la llegada de una pluma mantélica a              modificada de Courtillot
África y el Pacífico (Fig. 5). Los datos sísmicos indican   la base de la litosfera continental implica procesos          et al. (2003).
que el manto profundo bajo estas dos zonas se ca-           más complejos como la ruptura y rifting continental
racteriza por presentar bajas velocidades de ondas          y en última instancia puede modificar los límites de
sísmicas. A estas regiones, conocidas como grandes          placa, (3) a una mayor distribución de los continen-
provincias de baja velocidad (LLVPs), se les suele          tes en zonas en las que las plumas no ascienden por
asociar la presencia de superplumas cuyo origen se          coincidir con zonas de un manto “frío” descendente
relaciona directamente con la convección en el man-         (downwelling zones) (Farnetani y Hofmann, 2011).
to inferior. Estas dos provincias, de miles de kilóme-
tros de extensión, ocupan aproximadamente un 25%
del límite manto-núcleo y se extienden de cientos a         ¿PUNTOS CALIENTES FIJOS O MÓVILES?
miles de kilómetros por encima de este límite. Hoy en
día no hay consenso sobre el origen ni la naturaleza            En el modelo clásico, los puntos calientes aso-
térmica o termoquímica de estas superplumas. En el          ciados a plumas se consideran relativamente fijos
primer caso, la convección es impulsada únicamente          en relación con el manto. De hecho, sus movimien-
por la flotabilidad debida a la diferencia de tempe-        tos de 1-2 cm/año son muy inferiores a la velocidad
ratura y, aunque la heterogeneidad composicional            a la que se mueven las placas, cosa que los aproxi-
no se excluye, no representa una fuerza motriz para         ma a puntos de referencia fijos. Con la obtención de
la convección. En cambio, la hipótesis termoquímica         nuevos resultados, parece que los puntos calientes
implica que tanto la flotabilidad térmica como com-         no son tan fijos como se predecía clásicamente. A
posicional impulsan la convección en el manto infe-         partir de datos radiométricos y paleomagnéticos,
rior (McNamara, 2018).                                      Tarduno et al. (2003) demostró que el punto ca-
                                                            liente de Hawaii se ha ido desplazando intermiten-
                                                            temente unos 10° hacia el sur (1° 111 km) desde fi-
CARACTERÍSTICAS DE LOS PUNTOS                               nales del Cretácico, con un máximo desplazamiento
CALIENTES                                                   de 4-5 cm/año durante un período entre 80-47 Ma,
                                                            manteniéndose relativamente fijo (<2cm/año) des-
     Como ya se comentó anteriormente, el número            de entonces. El caso de Hawaii no es único, otro
de puntos calientes identificados ha ido variando a         punto caliente como Kerguelen parece haberse des-
lo largo de los años. Los hotspots con edad inferior        plazado entre 3 y 10° durante el mismo período, y
a los 100 Ma son en general activos, aquellos entre         en el caso de Reunión se habría desplazado unos 5°
100 y 150 Ma son menguantes o de menor inten-               hacia el norte desde sus inicios hace unos 65 Ma.
                                                                                           Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 2019 (27.3) –   273
Fig. 6. Vulnerabilidad                                                                             Los estudios actuales para mejorar el conoci-
de las placas oceánicas                                                                        miento sobre la movilidad de los puntos calientes se
considerando el                                                                                centran en el desarrollo de modelos de circulación
espesor y la velocidad                                                                         del manto (MCM) que permitan entender este fenó-
de la deriva. Espesores                                                                        meno a escala global (p. ej. Torsvik et al., 2002; Bun-
pequeños y velocidades
                                                                                               ge, H-P, 2005; Tarduno et al., 2009) y su continuidad
rápidas (A), así como
espesores grandes
                                                                                               como marco de referencia en el movimiento de las
y velocidades lentas                                                                           placas tectónicas. Hay que tener en cuenta que el
(B), dan lugar a la                                                                            progreso que ha representado el descubrimiento
formación de islas                                                                             de la movilidad de los puntos calientes, no implica
oceánicas. En cambio,                                                                          que todo el conocimiento geológico adquirido has-
espesores grandes                                                                              ta ahora sobre este tema quede anulado. El hecho
y desplazamientos                                                                              de que la mayoría de los puntos calientes presenten
de placa rápidos no                                                                            una progresión de edad y generen grandes volúme-
favorecen su desarrollo                                                                        nes de magma todavía nos acerca al modelo ideal de
(C). Figura modificada de                                                                      Wilson y Morgan (Tarduno, 2008).
Carracedo (2011).
                                                                                               FORMACIÓN Y EVOLUCIÓN DE LAS
                                                                                               ISLAS VOLCÁNICAS
                                                                                                   La formación de islas volcánicas de intraplaca
                                                                                               a partir del modelo de punto caliente depende en
                                                                                               gran medida de la vulnerabilidad de la placa. Este
                                                                                               parámetro, definido por Gass et al. (1978) relaciona
                                                                                               la velocidad de desplazamiento de la placa litosféri-
                                                                                               ca con su espesor. Así pues, la vulnerabilidad de la
                                                                                               placa será baja si la corteza es gruesa y la velocidad
                                                                                               de desplazamiento es relativamente alta (Fig. 6).
                                                                                               En cambio, si la velocidad de la placa es lenta o la
                                                                                               corteza es delgada, la vulnerabilidad aumenta hasta
                                                                                               el punto de poder ser atravesada y dar lugar a vol-
                                                                                               canismo (Carracedo, 2011). Las Islas Hawaii repre-
                                                                                               sentan el típico ejemplo de volcanismo generado en
                                                                                               una placa de alta vulnerabilidad ya que se asientan
                                                                                               sobre una litosfera oceánica joven (delgada, Fig. 6A)
                                                                                               de edad Cretácica (en torno a 70 Ma) y que se mue-
                                                                                               ve muy rápido (10-12 cm/año) en el seno de la Placa
                                                                                               Pacífica. Las Islas Canarias representan igualmente
                                                                                               un caso de alta vulnerabilidad debida a la baja velo-
                                                                                               cidad de desplazamiento de la Placa Africana (1,2 a
                                                                                               2,5 cm/año) y a un espesor de la placa de hasta 15
                              Así pues, ¿por qué se producen estas migraciones?                km, siendo de edad Jurásica (150-180 Ma) (Fig. 6B).
                              Parece que este comportamiento complejo se debe                      El nacimiento de una isla oceánica de intraplaca
                              probablemente a la interacción dinámica entre las                asociada a un punto caliente pasa por siete etapas
                              plumas ascendentes y la convección en el manto. A                diferentes (Fig. 7): submarina (fase I), submarina
                              medida que la pluma asciende a través del manto,                 (fase II), emergente, juvenil, inactividad volcáni-
                              esta se desplaza por la convección mantélica mo-                 ca, rejuvenecimiento y formación de atolón-guyot.
                              viéndose hasta interaccionar con la litosfera. Ello              Walker (1990) fue el artífice de este modelo basán-
                              da lugar a la deriva que se observa en superficie. En            dose en las numerosas observaciones realizadas en
                              algunos casos, la migración del punto caliente no es             las Islas Hawaii y otros archipiélagos del Pacífico.
                              tan evidente. Así, por ejemplo, los datos paleomag-              Este modelo ha sido adaptado para explicar otros
                              néticos indican que el punto caliente Marion, en la              archipiélagos volcánicos intraplaca, como el canario
                              placa Antártica, se ha mantenido fijo en los últimos             (Carracedo et al., 2007).
                              90 Ma. Esta aparente fijación se explica por una                     La formación del volcán submarino (etapa sub-
                              combinación del movimiento del punto caliente y la               marina I) se inicia con la intrusión de diques y sills
                              deriva polar real2 (true polar wander) actuando en               en los sedimentos de los fondos oceánicos (sedi-
                              direcciones opuestas (O’Neill et al., 2003).                     mentos pelágicos) o directamente en la corteza
                                                                                               oceánica, creando un complejo de cuerpos intru-
                                                                                               sivos interestratificados con sedimentos. El edifi-
                              2 L a deriva polar real es una rotación de un planeta res-      cio volcánico continúa creciendo internamente por
                                 pecto a su eje de giro, lo que provoca cambios en las         nuevas inyecciones de magma y externamente por
                                 localizaciones geográficas de sus polos de rotación N y       apilamiento de lavas submarinas sobre el fondo
                                 S. Hay planteadas numerosas causas para esta verdade-
                                                                                               oceánico (etapa submarina II). Cuando el volcán sub-
                                 ra deriva polar, entre ellas, las diferentes distribuciones
                                 entre las masas de agua líquida y hielo que ocurren en        marino alcanza profundidades someras bajo el nivel
                                 las épocas glaciares e interglaciares.                        del mar (alrededor de 30 m) tienen lugar erupciones
274 – Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 2019 (27.3)
hidromagmáticas muy explosivas (etapa emergen-           venil (tasas eruptivas inferiores a 0,5 km3/100 años)
te) formadoras de depósitos piroclásticos (Perez-        y muy dispersas tanto espacial como temporalmente,
Torrado y Rodriguez-Gonzalez, 2015). Si la tasa de       se limitarán a cubrir parcialmente los relieves erosi-
construcción es mayor que la de erosión, el volcán       vos previos. Debido a las menores tasas de fusión
submarino continuará creciendo, dando lugar a una        parcial en esta fase, el quimismo de los magmas será
isla oceánica emergente. Al cesar la interacción ex-     fuertemente alcalino y subsaturado.
plosiva del agua marina con el magma, las erupcio-            Cuando la actividad volcánica ha cesado, em-
nes pasan a ser efusivas, características de los mag-    pieza la etapa de erosión y subsidencia de la isla.
mas básicos, poco viscosos y con bajos contenidos        La actividad volcánica en las islas cesa totalmente
en volátiles (Perez-Torrado y Rodriguez-Gonzalez,        cuando la distancia a la vertical del punto calien-
2015). Se formarán apilamientos de capas de lavas        te obliga a la formación de conductos con ángulos
muy resistentes a la erosión marina que crearán una      mayores de 45° (Menard, 1986). Asimismo, la isla
base estable sobre la que la recién nacida isla volcá-   va hundiéndose progresivamente a medida que lo
nica de intraplaca podrá seguir creciendo.               hace la litosfera sobre la que viaja, transformándose
     La etapa juvenil descrita representa el 95% en      en atolones (si la temperatura del agua permite el
volumen del edificio subaéreo y al final de la misma     desarrollo de arrecifes) y, posteriormente, en gu-
prácticamente toda la superficie insular ha sido ya      yots (a modo de conos truncados). Finalmente, el
construida. Está caracterizada por un crecimiento        hundimiento es total, desapareciendo la isla y con-
muy rápido, continuación del submarino, con tasas        virtiéndose de nuevo en un monte submarino. En el
eruptivas del orden de unos 5 a 10 km3/100 años, y       caso de islas oceánicas como Hawaii, situadas sobre
la conformación de un complejo edificio poligénico       una placa joven, delgada y flexible, la subsidencia
en forma de escudo (gran diámetro basal y suaves         será rápida y la formación de atolones será muy
pendientes). Los mecanismos eruptivos dominantes         común. En cambio, las islas situadas sobre placas
son de baja explosividad, hawaianos a estrombo-          viejas, gruesas y rígidas (por ejemplo, las Canarias)
                                                                                                                        Fig. 7. Etapas de
lianos. Asociados a este rápido crecimiento tienen       no sufrirán subsidencia, siendo la erosión el princi-          crecimiento y evolución
lugar deslizamientos gravitacionales en los flancos      pal agente destructivo de la isla (Carracedo y Tilling,        de una isla volcánica
del edificio (Carracedo et al., 2007). Hacia el final    2003; Carracedo et al., 2007; Carracedo, 2011).                de intraplaca (basadas
de esta fase es habitual la creación de calderas de           Los productos volcánicos relacionados con el              en Walker, 1990). Se
colapso vertical en sus cimas, conformando cáma-         volcanismo de intraplaca son en general alcalinos,             recomienda consultar la
ras magmáticas mucho más reducidas y con una                                                                            versión digital.
alimentación escasa, lo que provoca la aparición de
una elevada variedad petrológica relacionada con
procesos de diferenciación en cámaras superfici -
les.
     En todas las islas oceánicas de intraplaca, entre
las etapas juvenil y de rejuvenecimiento se da una
etapa de inactividad volcánica en el que la exclusiva
actividad de los agentes geológicos exógenos va a
generar grandes cambios en la morfología volcánica
original (Carracedo et al., 2007). Esta etapa de inac-
tividad volcánica presenta grandes variaciones tem-
porales dependiendo de cada archipiélago e incluso
de isla en isla dentro de un mismo archipiélago. En
las Islas Canarias llegan a ser de entre 3 y 5 Ma de
duración. El origen de esta etapa tiene lugar cuan-
do la isla se aleja de la vertical del punto caliente
mantélico, desconectándose de su zona principal
de alimentación magmática, a la vez que penetra en
un área de esfuerzos compresivos creados por los
reajustes isostáticos que su crecimiento provocó
(p. ej., Menard, 1986). Al ser los agentes geológicos
externos los únicos encargados del modelado del
relieve en esta etapa, se van a generar típicos pai-
sajes erosivos tanto en el interior de las islas (con
la creación de una densa red radial de profundos
barrancos) como en sus costas (con la formación
de amplias plataformas de abrasión marina, playas
arenosas, etc.).
     Pasado este tiempo, la actividad volcánica se
reactiva durante la etapa de rejuvenecimiento. Esto
sucede cuando la isla, siguiendo el movimiento de la
placa tectónica en la que se ubica, penetra en campos
de esfuerzos distensivos y aún presenta conexión con
los márgenes del punto caliente (ver p. ej. Menard,
1986). Las nuevas erupciones volcánicas, volumétri-
camente menos importantes respecto a la etapa ju-
                                                                                         Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 2019 (27.3) –   275
 Páginas web
 Mantle Plumes                       www.mantleplumes.org                                Web de referencia creada en 2003 para el debate sobre la
                                                                                         existencia o no de las plumas mantélicas.
 IRIS Incorporated Research          www.iris.edu/hq                                     Página web con numerosos recursos didácticos sobre
 Institutions for Seismology                                                             Ciencias de la Tierra.
 Teach the Earth                     https://serc.carleton.edu/NAGTWorkshops/            Página web del Science Education Resource Center
                                     deepearth/plumes.html                               (Carleton College, Minnesota) con numerosas actividades,
                                                                                         animaciones y referencias sobre puntos calientes y plumas
                                                                                         mantélicas.
 Ed Garnero’s ASU webpage            http://garnero.asu.edu/research_images/index.html   Página web de Ed Granero profesor de la Arizona State
                                                                                         Univerity que incluye numerosas imágenes sísmicas sobre
                                                                                         el interior de nuestro planeta.
 Large Igneous Provinces             http://www.largeigneousprovinces.org/               Página web dedicada a las Grandes Provincias Ígneas.
                                                                                         Pertenece a la IAVCEI (International Association of
                                                                                         Volcanology and Chemistry of the Earth’s Interior).
 Revistas
 Scientific American Magazin         www.scientificamerican.com                          Revista científica editada por Springer Nature Group.
                                                                                         Existen varios artículos relacionados con puntos calientes
                                                                                         y plumas mantélicas
 Investigación y Ciencia             www.investigacionyciencia.es                        Edición española del Scientific American Magazine
 Animaciones y audiovisuales
 How Did Hawaii Form? (con           www.youtube.com/watch?v=LdlEufZop-                  Animación de 2min 23s de duración sobre la formación de
 subtítulos)                         Y&feature=youtu.be                                  las Islas Hawaii. Editado por Scientific America
 Hotspot Volcanic Island: Stages     www.iris.edu/hq/inclass/animation/                  Animación de IRIS sobre los estadios de formación de
 in the Life                         hotspot_volcanic_island_stages_in_the_life          una isla oceánica asociada a puntos calientes. 3min 2s de
                                                                                         duración.
 Hotspot Volcanism: Thermal          https://www.iris.edu/hq/inclass/animation/          Animación de IRIS sobre qué son y como se forman los
 Plume                               hotspot_volcanism_thermal_plume                     puntos calientes. 2min 14s de duración.
 Documentales
 The Geological Formation of         https://www.youtube.com/watch?v=upRv3ZXnEs8         Documental de 43min 28s de duración sobre la formación
 Hawaii Documentary History                                                              de las islas Hawaii. Publicado en el canal Planet Kaos
                                                                                         Documentaries de Youtube.
Tabla III. Algunos de
los recursos educativos        si bien dependiendo de la tasa de fusión parcial,          RECURSOS SOBRE PUNTOS CALIENTES Y
más interesantes sobre         pueden presentar un quimismo transicional o inclu-         PLUMAS MANTÉLICAS
puntos calientes y             so fuertemente toleítico. De hecho, no es rara la co-
plumas mantélicas que          existencia entre magmas toleíticos y alcalinos en un           Internet es, sin duda alguna, una de las herra-
pueden encontrarse en          mismo archipiélago (p. ej., Carracedo y Tilling, 2003;     mientas didácticas y de comunicación más potentes
la red.                        Carracedo, 2011; López-Ruiz y Cebriá, 2015). Normal-       para la educación. Los recursos en la red sobre te-
                               mente la generación de magmas toleíticos se asocia         mas geológicos son comunes, si bien es cierto que
                               con una alta tasa de fusión por descompresión en la        no todas las disciplinas geológicas resultan estar
                               zona axial y más caliente de la pluma, mientras que        representadas por igual. En el caso de los puntos
                               los magmas alcalinos se relacionan con una menor           calientes y plumas mantélicas los recursos son fá-
                               tasa de fusión de las partes periféricas de la pluma       cilmente localizables, aunque no extremadamente
                               y con una mayor profundidad de fusión (López-Ruiz          numerosos y variados. En cualquier caso, la utiliza-
                               y Cebriá, 2015). En este sentido, los magmas toleíti-      ción de estos recursos requiere una valoración crí-
                               cos suelen generarse en las etapas iniciales de cre-       tica previa a su elección por parte del profesor. En
                               cimiento, tanto submarino como subaéreo, de una            la Tabla III se aporta una recopilación de recursos
                               isla, dando paso a magmas alcalinos en los estadios        en distintos formatos (páginas web, audiovisuales,
                               finales de la etapa juvenil de crecimiento subaéreo        animaciones, etc.), algunos de ellos destinados a la
                               y, en especial, durante la etapa de rejuvenecimien-        formación en este tema del colectivo de profesores
                               to. Esta dicotomía, típica del Archipiélago Hawaia-        y otros pensados para estudiantes.
                               no, apenas se observa en el resto de islas volcánicas
                               intraplaca en las que, incluso en las etapas subma-        AGRADECIMIENTOS
                               rinas y juvenil, predominan los magmas alcalinos
                               sobre los toleíticos. Este hecho puede deberse a                Agradecemos las sugerencias y comentarios de
                               que los magmas se han formado en una litosfera             Cristina de Ignacio San José y un revisor anónimo
                               gruesa o que la pluma implicada es poco vigorosa.          que han contribuido a mejorar el manuscrito origi-
                               En ambos casos se favorece un bajo grado de fusión         nal. Este trabajo se enmarca en el Proyecto LAJIAL
                               parcial y la generación de magmas alcalinos (p. ej.        (Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades,
                               Carracedo y Tilling, 2003; Carracedo, 2011).               ref. PGC2018-101027-B-I00, MCIU/AEI/FEDER, EU).
276 – Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 2019 (27.3)
BIBLOGRAFÍA                                                            McNamara, A.K. 2018. A review of large low shear ve-
                                                                  locity provinces and ultra-low velocity zones. Tectonophy-
     Bryan, S.E. y Ernst, R.E. (2008). Revised definition of      sics, 760, 199-220.
Large Igneous Provinces (LIPs). Earth-Science Reviews, 86             Menard, H.W. (1986). Islands. Ed. Scientific American
(1-4), 175-202.                                                   Library, 230 p.
    Bunge, H-P. (2005). Low plume excess temperatu-                   Montelli, R., Nolet, G., Dahlen, F.A., Masters, G., Eng-
re and high core heat flux inferred from non-adiabatic            dahl, E.R. y Hung, S.H. (2004). Finite-frequency tomogra-
geotherms in internally heated mantle circulation models.         phy reveals a variety of plumes in the mantle. Science, 303,
Physics of the Earth and Planetary Interior, 153, 3-10.           338-343.
    Campbell, I.H. y Griffiths, R.W. (1990). Implications of           Montelli, R., Nolet, G., Dahlen, F.A. y Masters, G.
mantle plume structure for the evolution of flood basalts.        (2006). A catalogue of deep mantle plumes: New results
Earth and Planetary Science Letters, 99 (1-2), 79-93.             from finite-frequency tomography. Geochemistry, Geophy-
    Campbell, I.H. y Davies, G. (2006). Do mantle plumes          sics, Geosystems, 7 (11), Q11007.
exist. Episodes, 29 (3), 162-168.                                    Morgan, W.J. (1971). Convection plumes in the lower
    Carracedo, J.C. (2011). Geología de Canarias I: Origen,       mantle. Nature, 230, 42-43.
evolución, edad y volcanismo. Ed. Rueda, S.L., p. 398.                O’Neill, C., Müller, D. y Steinberger, B. (2003). Geody-
    Carracedo, J.C. y Tilling, R.I. (2003). Geología y volca-     namic implications of moving Indian Ocean hotspots. Earth
nología de islas volcánicas oceánicas. Canarias-Hawaii. Ed.       and Planetary Science Letters, 215 (1–2), 151-168.
Servicio de Publicaciones de la Caja General de Ahorros de             Perez-Torrado, F.J. y Rodriguez-Gonzalez, A. (2015).
Canarias, 73 p.                                                   ¿Cómo se miden las erupciones volcánicas? El índice de
     Carracedo, J.C., Perez-Torrado, F.J. y Hansen, A. (2007).    explosividad volcánica. Enseñanza de las Ciencias de la
El relieve de las Islas Canarias. Enseñanza de las Ciencias       Tierra, 23.1, 24-32.
de la Tierra, 15.2, 196-205.                                          Ritsema, J. y Allen, R.M. (2003). The elusive mantle
    Courtillot, V.E. y Renneb, P.R. (2003). Sur l’âge des         plume. Earth and Planetary Science Letters, 207 (1-4), 1-12.
trapps basaltiques (On the ages of flood basalt events).              Sobolev, S.V., Sobolev, A.V., Kuzmin, D.V., Krivolutska-
Comptes Rendus Geoscience, 335 (1), 113-140.                      ya, N.A., Petrunin, A.G., Arndt, N.T., Radko, V.A. y Vasiliev,
    Courtillot, V., Davaille, A., Besse, J. y Stock, J. (2003).   Y.R. (2011). Linking mantle plumes, large igneous provin-
Three distinct types of hotspots in the Earth’s mantle. Earth     ces and environmental catastrophes. Nature, 477, 312-316.
and Planetary Science Letters, 205 (3–4), 295-308.                   Tarduno, J.A. (2008). Hot Spots Unplugged. Scientific
    DePaolo, D.J. y Manga, M. (2003). Deep Origin of              American Magazine, 298, 88-93.
Hotspots-the Mantle Plume Model. Science, 300 (5621),                  Tarduno, J.A., Duncan, R.A., Scholl, D.W., Cottrell, R.D.,
920-921.                                                          Steinberger, B., Thordarson, T., Kerr, B.C., Neal, C.R., Frey,
     Duncombe, J. (2019). The unsolved mystery of the Ear-        F.A., Torii, M. y Carvallo, C. (2003). The Emperor Seamou-
th blobs, Eos, 100, https://doi.org/10.1029/2019EO117193.         nts: southward motion of the Hawaiian hotspot plume in
Publicado en 27 febrero de 2019.                                  Earth’s mantle. Science, 301 (5636), 1064-1069.
   Ernst, R. (2014). Large Igneous Provinces. Ed.                      Tarduno, J.A., Bunge, H-P., Sleep, N. y Hansen, U.
Cambridge University Press, 653 p. doi:10.1017/                   (2009). The Bent Hawaiian-Emperor Hotspot Track: Inheri-
CBO9781139025300                                                  ting the Mantle Wind. Science, 324, 50-53.
     Farnetani, C.G. y Hofmann, A.W. (2011). Mantle Plu-              Torsvik, T.H., Van der Voo, R. y Redfield, T.B. (2002).
mes. En: Encyclopedia of Solid Earth Geophysics (Ed. Gup-         Relative hotspot motions versus true polar wander. Earth
ta, H.K.). Encyclopedia of Earth Sciences Series. Springer.       and Planetary Science Letters, 202.2, 185-200.
     Foulger, G.R. (2007). The “plate model” for the gene-            Torsvik, T.H., Smethurst, M.A., Burke, K. y Steinber-
sis of mantle anomalies. En: Plates, Plumes and Planetary         ger, B. (2006). Large Igneous Provinces generated from
Processes (Eds: Foulger, G.R. y Jurdy, D.M.), The Geological      the margins of the large low-velocity provinces in the deep
Society of America, Special Paper, 430, 1-13.                     mantle. Geophysical Journal International, 167, 1447-1460.
    Foulger, G.R. (2012). Are “hot spots” hot spots? Journal          Torsvik T.H., Burke K., Steinberger B., Webb S.J. y As-
of Geodynamics, 58, 1-28.                                         hwal L.D. (2010). Diamonds sampled by plumes from the
                                                                  core-mantle boundary. Nature, 466, 352–355. 2197
    French, S.W. y Romanowicz, B. 2015. Broad plumes
rooted at the base of the Earth’s mantle beneath major                 Tsekhmistrenko, M., Sigloch, K., Hosseini, K. y Jones,
hotspots. Nature, 525, 95–99.                                     R. (2018). An Indian Ocean cluster of mantle plumes ima-
                                                                  ged by multifrequency P-wave tomography — a match to
    Gass, l.G., Chapman, D.S., Pollack, H.N. y Thorpe, R.S.       geochemical correlations? AGU Meeting Abstract DI51A-03.
(1978). Geological and geophysical parameters of mid-
plate volcanism. Philosophical Transactions of the Royal             Walker, G.P.L. (1990). Geology and volcanology of the
Society of London, Series A, 288, 581-597.                        Hawaiian Islands. Pacific Scienc , 44 (4), 315-347.
    Griffiths, R.W. y Campbell, H. (1990). Stirring and struc-        Wilson, J.T. (1963). A possible origin if the Hawaiian Is-
ture in mantle starting plumes. Earth and Planetary Science       lands. Canadian Journal of Physics, 41, 863-870.
Letters, 99 (1-2), 66-78.                                             Zhao, D. (2007). Seismic images under 60 hotspots:
    Hill, R.I., Campbell, H., Davies, G.F., y Griffiths, R.W.     Search for mantle plumes. Gondwana Research, 12(4),
(1992). Mantle plumes and continental tectonics. Science,         335-355.
256, 186-192.                                                          Zhao,D. (2015). Multiscale seismic tomography. Sprin-
    Kerr, A.C., 2014. Oceanic plateaus. En: Treatise on           ger, p. 304. n
Geochemistry (Eds.: Holland, H.D. y Turekian, K.K.), vol. 4,
Elsevier, 631–667.
    López-Ruiz, J. y Cebria, J.M. (2015). Volcanismo y Tec-       Este artículo fue recibido el día 17 de marzo de 2019 y acep-
tónica de placas.  Enseñanza de las Ciencias de la Tierra,        tado definitivamente para su publicación el 23 de julio de
23.1, 12-23.                                                      2019.
                                                                                                      Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 2019 (27.3) –   277