REPUBLICA DE MÉXICO
UNIVERSIDAD XXX
TEORIAS Y SISTEMAS EN PSICOLOGÍA
        (TRABAJO FINAL)
      ALUMNA: GÉNESIS XXX
 XXXXX, ESTADO DE XXXX, MEXICO,
                         ORIENTACION HUMANISTA
La orientación humanista es una visión del desarrollo de la personalidad que
considera que las personas tienen la capacidad de propiciar su propio
desarrollo sano y positivo, por medio de habilidades característicamente
humanas como la elección, la creatividad y la autorrealización.
Esta orientación humanista se desarrolló en las décadas de 1950 y 1960 en
respuesta de lo que algunos psicólogos consideraron como creencias
negativas respecto a la naturaleza humana que fundamentan las teorías
psicoanalíticas y del aprendizaje. Los seguidores de la corriente humanística,
los más representativos autores contemporáneos: Abraham Maslow y Carl
Rogers, sostienen que las personas poseen la capacidad para ejercer control y
regulación de sus propias vidas sin importar la edad que tengan.
Prestan mayor atención a los factores internos de la personalidad como los
sentimientos, los valores y las esperanzas e intentan ayudar a los individuos a
propiciar su propio desarrollo por medio de las capacidades
característicamente humanas como la selección, la creatividad y el
autodesarrollo. Destacan el potencial para un desarrollo sano y positivo.
Cualquier característica negativa es resultado de un daño causado sobre la
persona en desarrollo.
La preocupación principal de los psicólogos debería ser el servicio y no
solamente recopilar conocimientos, por ello, los humanistas pretenden expandir
y enriquecer vidas humanas ayudando a la gente a entenderse y desarrollarse
al máximo. El supuesto básico de la teoría humanista es que básicamente los
individuos son buenos.
Estudiar la vida de los seres humanos en su totalidad ayudaría a comprenderla
mejor para el diseño de estrategias y actividades orientadas hacia el logro de
todas las facultades de un individuo. Para la teoría humanista resulta
innecesario clasificar a la gente en subgrupos de acuerdo con sus funciones, el
etiquetar a un alumno por lo que puede o no hacer en lugar de motivarlo lo
perjudica, las etiquetas contribuyen a que conformar una percepción
inadecuada de un alumno y además condiciona a los demás a expresar
actitudes y conductas relacionadas con tal percepción conductual
La instrucción especial debe considerar no sólo el aprendizaje de contenido,
sino el incremento en la motivación para la permanencia en la escuela y el
progreso académico. La motivación involucra a los estudiantes, no sólo en las
actividades, sino también en cada paso del proceso de instrucción. Para que el
derecho de todas las personas a ser tratados de manera igualitaria se cumpla,
en la mayoría de los países industrializados se han realizado políticas de
integración. La integración escolar se entiende como el proceso de educar a los
sujetos con y sin necesidades educativas especiales de manera conjunta,
durante una parte o en la totalidad del tiempo que dura el proceso educativo. El
aspecto integrador compromete a todas aquellas instituciones y centros en
general, así como a todos aquellos sectores sociales en los que se
desenvuelven los individuos.
Desde el punto de vista de la teoría humanista todos las personas tenemos la
oportunidad, y necesidad, de autorrealizarnos y para lograr tal objetivo es
necesario utilizar todos los recursos que sea posible. Uno de esos recursos es
la educación; el maestro deberá adaptar los programas educativos para que los
contenidos sean accesibles a todos sus alumnos con el fin de que alcancen
aprendizajes más complejos, pero además, significativos, atendiendo cada una
de las necesidades que expresen y respetando las particularidades de cada
sujeto. Si consideramos que las personas son excepcionales, la educación
escolar deberá serlo también. Los programas educativos deben considerar las
particularidades de cada individuo y atender sus necesidades adaptando para
esto contenidos de enseñanza.
La psicología humanista tiene como principal característica considerar al ser
humano como un todo, sabiendo que existen múltiples factores que intervienen
en la salud mental, en su crecimiento personal y en su autorrealización. Entre
ellas convergen e interrelacionan aspectos como las emociones, el cuerpo, los
sentimientos, la conducta, los pensamientos, etc.
No nos equivocamos si decimos que este enfoque, esta perspectiva teórica y
práctica se alza a día de hoy como una de las corrientes psicológicas más
destacables. Es un legado que vale la pena conocer y que nos puede dotar sin
duda de valiosas herramientas: el autoconocimiento y autodescubrimiento,
competencias para el cambio, relaciones sociales, fortalecimiento de la
autoestima…
“Me doy cuenta que si fuera estable, prudente y estático viviría en la muerte.
Por consiguiente, acepto la confusión, la incertidumbre, el miedo y los altibajos
emocionales, porque ese es el precio que estoy dispuesto a pagar por una vida
fluida, perpleja y excitante”.
-Carl Rogers–
Pocos enfoques de la psicología ponen de forma directa su mirada en los
rasgos y comportamientos positivos del ser humano. Es a partir de estas
dimensiones desde donde debemos partir para favorecer la curación, el
crecimiento y el cambio. Dentro de nosotros mismos hay una capacidad
altamente valiosa que puede garantizar nuestro bienestar y equilibrio.
¿Cómo surge la psicología humanista?
Kirk J. Schneider psicólogo, psicoterapeuta y uno de los exponentes más
renombrados de la psicología humanista nos explica en un estudio publicado
en la revista American Psychologist que a día de hoy este enfoque junto al de
la psicología positiva, configuran un avance dentro del campo de las ciencias
del comportamiento y la propia psicoterapia.
  La psicología humanista aparece a mediados del siglo XX como una
alternativa a las dos fuerzas principales: el conductismo y el psicoanálisis. Su
finalidad era dar una respuesta diferente, abordando los problemas del ser
humano y ofreciendo una perspectiva desde el ámbito de la salud, más que de
la enfermedad.
La libertad del individuo y el existencialismo
Esta perspectiva apostó por una visión más holística y menos centrada en lo
patológico, en las influencias del pasado o del entorno para potenciar el lado
positivo de la naturaleza humana. Así, teorías como la de Abraham Maslow
sobre las necesidades y motivaciones asentaron una base donde dar forma a
otro tipo de filosofía. A ella, se le unieron nombres tan relevantes como el de
Carl Rogers, quien enfatizaba por ejemplo la libertad de los individuos a la hora
de tomar el rumbo de sus vidas.
De este modo, los terapeutas humanistas de este época creían firmemente que
las personas están intrínsecamente motivadas para autorealizarse, para
avanzar hacia sus propias metas y alcanzar así la sanación, la sabiduría o esa
cumbre personal a la que cada uno aspire.
Se considera además a la persona como un ser individual, al que es preciso
atender de forma multidimensional y personalizada. Las raíces de la psicología
humanista se encuentran a su vez dentro de la corriente filosófica del
existencialismo europeo, un enfoque liderados por nombres tan relevantes
como: Jean Paul Sartre: “El hombre nace libre, responsable y sin excusas”.
Jean Jacques Rousseau: “El hombre es bueno por naturaleza, es la sociedad
la que lo corrompe”.
Erich Fromm: “Si soy lo que tengo y lo que tengo lo pierdo, entonces ¿Quién
soy?”.
Viktor Frankl: “El hombre se autorrealiza en la misma medida en que se
compromete al cumplimiento del sentido d e su vida” Principales precursores de
la psicología humanista
Hablábamos de ellos hace un momento: se puede considerar a Abraham
Maslow y Carl Rogers como los principales precursores de la psicología
humanista.
Abraham Maslow
La mayoría conocemos a Abraham Maslow por su famosa pirámide de
necesidades humanas. En ella establece una jerarquía con distintos niveles de
las necesidades y motivaciones, partiendo de las más básicas (fisiológicas),
hasta llegar a la cúspide donde se encontraría la autorrealización: concepto
creado por Maslow al considerar que cuando el ser humano ha satisfecho
todas sus necesidades es cuando llega a un estado de desarrollo de su
impulso vital.
El elemento básico del campo del conocimiento es la experiencia íntima y
directa. (…) No existe ningún substituto de la experiencia”.
–Abraham Maslow–
La contribución a la psicología de Maslow es inmensa, en especial en lo que se
refiere al campo del crecimiento personal. De hecho, a día de hoy se sigue
revisando y actualizando conceptos como el de la autorrealización. Y un
ejemplo de ello es el estudio realizado por el profesor Willard Mittelman, de la
Universidad de Georgia, donde propone sustituir este término por el de
“apertura experiencial”.
Carl Rogers
Carl Rogers apostó por una visión novedosa de hacer terapia, esa donde
facilitar una relación más directa con el “cliente” (término que acuñó dentro de
la psicología, por considerarlo más adecuado que “paciente”). En su libro
Terapia centrada en el cliente muestra cómo en su experiencia clínica rechaza
las técnicas directivas, mostrando una relación más cercana con sus clientes,
para favoreciendo así un encuentro más significativo con ellos mismos.
Para Rogers, las personas que pasan por un momento es porque están
“dormidas” y es necesario que despierten a través de su sabiduría interior. El
terapeuta les sirve como guía para que encuentren sus propias respuestas,
puesto que confía en la capacidad autosanadora de cada individuo.
Características de la psicología humanista:
Contempla una perspectiva amplia y holística
Se caracteriza por ver a la persona en su conjunto, de forma global. Teniendo
cada uno de los aspectos la misma relevancia: los pensamientos, el cuerpo, las
emociones y el ámbito espiritual. Estos aspectos se interrelacionan y confluyen
mutuamente. Son la principal vía para que el individuo se encuentre a sí
mismo.
La existencia humana ocurre en un contexto interpersonal
Por ello consideran que es muy importante y necesaria la relación con los
demás, teniendo en cuenta el contexto en el que se produce para el desarrollo
individual del ser humano.
La capacidad de decisión y desarrollo personal
Las personas poseen la capacidad de tomar sus propias decisiones, de
responsabilizarse de sí mismas y de emprender un desarrollo y despliegue de
sus propias potencialidades.
Además de ello, se promueve y facilita el desarrollo personal. El psicólogo sirve
de herramienta para la persona, para que ella misma, mediante sus propias
capacidades, pueda llegar a comprenderse y desarrollarse.
El valor de la sabiduría interior
Las personas tienen una tendencia innata a la autorrealización. El ser humano
puede confiar en la sabiduría que parte de su interior, puesto que toda
sanación se encuentra en sus propias respuestas. Para ello, es preciso
entender que no es necesario controlar el entorno ni controlar las propias
emociones hasta reprimirlas.
Para concluir, la psicología humanista se centra en el individuo desde una
visión global, entendiendo que todos los aspectos que componen al ser
humano son importantes. Se le considera un ser único, responsable de su
propia experiencia, capaz de tomar conciencia de sus propios recursos para
desarrollarse, llegar a la autorrealización y descubrir sus potencialidades.
EJEMPLOS DE LA PSICOLOGIA HUMANISTA