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Silogismo

El silogismo es una forma de razonamiento deductivo que consta de dos premisas y una conclusión que se deduce lógicamente de las premisas. Fue desarrollado por primera vez por Aristóteles y consiste en comparar dos términos en las premisas con un tercer término para inferir la relación entre los dos primeros términos en la conclusión. Existen cuatro figuras y 19 modos silogísticos válidos según la disposición de los términos y la cantidad y cualidad de los juicios en las premisas y conclusión.

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Silogismo

El silogismo es una forma de razonamiento deductivo que consta de dos premisas y una conclusión que se deduce lógicamente de las premisas. Fue desarrollado por primera vez por Aristóteles y consiste en comparar dos términos en las premisas con un tercer término para inferir la relación entre los dos primeros términos en la conclusión. Existen cuatro figuras y 19 modos silogísticos válidos según la disposición de los términos y la cantidad y cualidad de los juicios en las premisas y conclusión.

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Silogismo

Razonamiento que está formado por dos premisas y una conclusión que es el resultado
lógico que se deduce de las dos premisas.

El silogismo es una forma de razonamiento deductivo que consta de


dos proposiciones como premisas y otra como conclusión, siendo la última
una inferencia necesariamentedeductiva de las otras dos. Fue formulado por primera vez
por Aristóteles, en su obra lógica recopilada como El Organon, de sus libros conocidos
como Primeros Analíticos, (engriego Proto Analytika, en latín –idioma en el que se conoció la
obra en Europa Occidental-, Analytica Priora).

Aristóteles consideraba la lógica como lógica de relación de términos. Los términos se unen o


separan en los juicios. Los juicios aristotélicos son considerados desde el punto de vista de
unión o separación de dos términos, un sujeto y un predicado. Hoy se hablaría de proposición.

La diferencia entre juicio y proposición es importante. La proposición afirma un hecho como un


todo, que es o no es, como contenido lógico del conocimiento. El juicio, en cambio,atribuye un
predicado a un sujeto lógico del conocimiento otorgando a los términos al mismo tiempo una
función lingüística de significado (semántica) y una función formal lógica (sintáctica). Esto
tiene su importancia en el concepto mismo del contenido de uno, el juicio, y la otra, la
proposición, especialmente en los casos de negación, como se considera, más adelante, en la
problemática de la lógica silogística.

Mantenemos aquí la denominación de juicio por ser lo más acorde con lo tradicional, teniendo
en cuenta que este tipo de lógica, como tal, está en claro desuso, sustituida por la lógica
simbólica en la que esta lógica es interpretada como lógica de clases. Ver cálculo lógico.

La relación entre los términos de un juicio, al ser comparado con un tercero que hace de
"término medio", hace posible la aparición de las posibles conclusiones. Así pues, el silogismo
consta de dos juicios, premisa mayor y premisa menor, en los que se comparan tres términos,
de cuya comparación se obtiene un nuevo juicio como conclusión.

La lógica trata de establecer las leyes que garantizan que, de la verdad de los juicios
comparados (premisas), se pueda obtener con garantía de verdad un nuevo juicio verdadero
(conclusión).

Juicio de términos[editar]
El juicio de términos es la comparación de dos conceptos, bien sea de forma lógica o extraída
de la experiencia, mediante la cual creemos o afirmamos la relación de uno con respecto al
otro como verdad objetiva.

Así se justificaba la creencia verdadera en los juicios aristotélicos de la lógica clásica.

Por ejemplo: en la nieve es blanca, la mente se afirma en que la blancura es


1
una propiedad que se puede predicar con verdad de la nieve.  Tal ha sido la consideración de
los juicios aristotélicos en el silogismo de la lógica tradicional.

Hoy día la lógica formal y simbólica no acepta tales juicios que se interpretan


como creencia pues no requiere su formulación lingüística o conceptual, como ya
consideraron losescolásticos y por otro lado la posibilidad de un categórico, como
pensaba Aristóteles, está seriamente cuestionada.

Actualmente, en la lógica tal relación se considera formalmente:

 Como resultado de dominio de discurso de la relación de dos clases lógicas.


 Como la atribución de un predicado a una variable lógica individual cuantificada.

Los juicios aristotélicos: Definición y elementos del


silogismo[editar]
El juicio aristotélico considera la relación entre dos términos: un sujeto, S, y un predicado, P.

Los términos pueden ser tomados en su extensión universal: abarca a todos


2 3
los posibles individuos, el dominio de discurso, a los cuales pueda referirse el concepto.  

O en su extensión particular: cuando sólo se refiere a algunos. 4

Los juicios por la extensión en la que es tomado el término sujeto, como criterio de cantidad,
pueden ser:

UNIVERSALES: Todo S es P5

PARTICULARES: Algunos S son P6

Nota: Los nombres propios tienen extensión universal; pues el uno, como único, equivale a


un individuo que siendo único es, por eso, todos los posibles.7

La relación entre los términos puede ser asimismo:

AFIRMATIVOS: De unión: S es P.

NEGATIVOS: De separación: S no es P.8

El predicado de una afirmación siempre tiene extensión particular, y el predicado de una


negación está tomado en su extensión universal. Cuando un concepto, sujeto o predicado,
está tomado en toda su extensión se dice que está distribuido; cuando no, se dice que está no
distribuido.

Según el criterio de cantidad y cualidad, resulta la siguiente clasificación de los juicios:

CLASE DENOMINACIÓN ESQUEMA EXPRESIÓN-EJEMPLO Extensión de lo

A Universal Afirmativo Todo S es P Todos los hombres son mortales S: Universal P:

E Universal Negativo Todos los S no son P Ningún hombre es mortal S: Universal P:

I Particular Afirmativo Algún S es P Algún hombre es mortal S: Particular P:

O Particular Negativo Algún S no es P Algún hombre no es mortal S: Particular P:

Los juicios se relacionan unos con otros en lo que constituye un argumento.

El silogismo argumenta estableciendo la conclusión como una relación entre dos términos,
establecida como resultado de la comparación de ambos términos con un tercero (tertium
comparationis). Por eso se define:

Silogismo es la argumentación en la que a partir de un antecedente, (dos juicios como premisas), que


términos, (sujeto y predicado de la conclusión), con un tercero, (término medio), se infiere o deduce un con
juicio como conclusión), que une, (afirma), o separa, (niega), la relación de estos términos, (sujeto y predicad

ANTECEDENTE = Dos premisas:

Premisa mayor, en la que se encuentra el término mayor, que es el predicado de la


conclusión, que se representa como P.

Premisa menor, en la que se encuentra el término menor, que es el sujeto de la conclusión,


que se representa como S.

Entre ambas se realiza la comparación del término sujeto y el término predicado con respecto
al término medio, que se representa como M.

CONSECUENTE = Una conclusión:

En la que se establece la relación entre el término sujeto S, y el término predicado P.

TÉRMINOS:

Término mayor: Es el predicado de la conclusión. La premisa en la que se encuentra se llama


premisa mayor. Se representa como P.

Término menor: Es el sujeto de la conclusión. La premisa en la que se encuentra se llama


Premisa menor. Se representa como S.
Término medio: Que sirve de comparación (tertium comparationis) y no puede estar en la
conclusión. Se representa como M.

Figuras y modos silogísticos[editar]


Teniendo en cuenta la disposición de los términos en las premisas y en la conclusión se
pueden dar las siguientes FIGURAS SILOGÍSTICAS, que se denominan:

1ª FIGURA 2ª FIGURA 3ª FIGURA 4ª FIGURA

MP PM MP PM Premisa mayor

SM SM MS MS Premisa menor

SP SP SP SP Conclusión

Los modos son las distintas combinaciones que se pueden hacer con los juicios que entran a
formar parte de las premisas y la conclusión. Como estos juicios tienen cuatro tipos distintos
(A,E,I,O), y en cada caso se toman de tres en tres —dos premisas y una conclusión— hay 64
combinaciones posibles.

Estas 64 combinaciones posibles quedan reducidas a 19 modos válidos, al aplicar las reglas
del silogismo.

Reglas del silogismo[editar]


Reglas para los términos[editar]

 El silogismo no puede tener más de tres términos.

Esta ley se limita a cumplir la estructura misma del silogismo: La comparación de dos términos
con un tercero. Aunque la regla es clara, su aplicación no siempre lo es. Es lo que algunos
llaman silogismo de cuatro patas. Ver quaternio terminorum.

Consideremos el siguiente silogismo:

Los hombres son esencialmente libres.

Las mujeres no son hombres.

Las mujeres no son libres.

Los términos que aparecen como evidentes son las palabras hombre, libre, mujer. Pero, a
modo de un non sequitur en la supuesta premisa mayor se utiliza la palabra hombre en su
acepción de especie (Homo sapiens) mientras que en la supuesta premisa menor del
quaternio terminorum se ha trocado el significado de la palabra hombre utilizando la acepción
de [sexo] (hombre como sinónimo de varón), es decir se ha incluido subrepticiamente un
cuarto término, de allí que la conclusión del quaternio terminorum es errónea, un sofisma. Si
se observa bien, en el ejemplo dado de quaternio terminorum se ha expresado de un modo
entimemático.

 Los términos no deben tener mayor extensión en la conclusión que en las


premisas.

Por la misma estructura del silogismo; únicamente podremos obtener conclusiones acerca de
lo que hemos comparado en las premisas.

 El término medio no puede entrar en la conclusión.

Por la misma estructura del silogismo la función del término medio es servir de intermediario,
como término de la comparación.

 El término medio ha de tomarse en su extensión universal por lo menos en una


de las premisas.

Para que la comparación sea tal, es necesario que el término medio sea comparado en su
totalidad. De otra forma, podría ser comparado un término con una parte y el otro con la otra,
constituyéndose en realidad entonces un silogismo de cuatro términos.

Todos los andaluces son españoles.

Algunos españoles son gallegos.

Por tanto, algunos gallegos son andaluces

Lo que evidentemente no es un modo válido, puesto que "españoles" en la premisa mayor al


ser predicado de una afirmativa está tomado en su extensión particular.

Reglas de las premisas[editar]

 De 2 premisas negativas no puede obtenerse conclusión alguna.

Dos premisas negativas no se adaptan a la estructura del silogismo, ya que si negamos S de


M, y P de M, no sabemos qué relación puede haber entre S y P. Para establecer la relación,
por lo menos uno de los términos tiene que identificarse con M. Por tanto una de las dos
premisas tiene que ser afirmativa.

 De dos premisas afirmativas no puede sacarse una conclusión negativa.

En efecto, si S se identifica con M, y P también se identifica con M, no tiene sentido establecer


una relación negativa con entre S y P. La conclusión será afirmativa.
 La conclusión siempre sigue la peor parte. Entendiendo por peor parte, la
negativa respecto a la afirmativa y lo particular respecto a lo universal.

Veamos los dos casos separadamente:

a) Conclusión negativa de una premisa afirmativa y la otra negativa.

Si se afirma una relación entre dos términos (X, M), pero se niega la de uno de ellos con otro
(Y, M), siendo M el término medio, no puede haber más conclusión que negar la relación que
pueda haber entre el primero (X) y el último (Y) siendo uno sujeto y el otro predicado de la
conclusión.

b) Conclusión particular de una premisa universal y otra particular (teniendo en cuenta que
dos premisas particulares no puede ser, como veremos en la regla siguiente).

Pueden darse dos casos: Que una sea afirmativa y la otra negativa, o que las dos sean
afirmativas.

1º) Dos afirmativas. (Tenemos que recordar que el predicado de una afirmativa está tomado
en su extensión particular, y el predicado de una negativa en su extensión universal).

Al ser las dos afirmativas sus predicados son particulares. El término de la universal tiene
necesariamente que ser el término medio, la conclusión tiene que tener un sujeto particular.

2º) Una afirmativa y otra negativa: Tiene que haber dos términos universales. Uno de ellos
tiene que ser el término medio, el otro tiene que ser el predicado de la conclusión, pues la
conclusión tendrá que ser negativa, (caso a) de esta misma regla). Por tanto el término que
queda será el sujeto de la conclusión con extensión particular.

 De dos premisas particulares no se saca conclusión.

También tiene dos casos posibles: que una sea afirmativa y la otra negativa o que las dos
sean afirmativas.

a) Afirmativa y negativa: Algún A es B - Algún A no es C.

Sólo hay un término universal que es el predicado de la negativa, que por tanto tiene que ser
el término medio. La conclusión tendrá que ser negativa (caso a) de la regla anterior), y por
tanto el predicado tendrá que ser universal, y no puede ser el término medio por tanto no
puede haber conclusión.

b) Dos afirmativas: Algún A es B - Algún A es C.

Los tres términos son particulares, y por tanto no puede haber término medio con extensión
universal, y por tanto no hay conclusión posible.

Los modos válidos[editar]


Modo del silogismo es la forma que toma éste de acuerdo con la cantidad y la cualidad de las
premisas y la conclusión. De la aplicación de las leyes de los silogismos a los 64 modos
posibles resultan válidos solamente 19 y son los que tradicionalmente se memorizan
atendiendo a los modos válidos de cada figura con sus premisas y conclusión.

Así los modos válidos Se memorizaban cantando

De la primera
AAA, EAE, AII, EIO BARBARA, CELARENT, DARII, FERIO
figura

De la segunda
EAE, AEE, EIO, AOO CESARE, CAMESTRES, FESTINO, BAROCO
figura

De la tercera AAI, IAI, AII, EAO, DARAPTI, DISAMIS, DATISI, FELAPTON,


figura OAO, EIO BOCARDO, FERISON

De la cuarta AAI, AEE, IAI, EAO, BAMALIP, CAMENES, DIMATIS, FESAPO,


figura EIO FRESISON

Nota bene: También son válidos para la primera figura los modos subalternos BARBARI,
CELARONT; para la segunda: CESARO, CAMESTROP; y para la cuarta: CAMENOP. 9

Resolución de los modos mediante un algoritmo


mecánico: Las cartas silogísticas[editar]

cartas silogísticas

Consiste en un juego de dieciséis cartas, ocho mayores y ocho menores. En cada carta mayor
figura en primera línea una posible premisa mayor y debajo posibles conclusiones. La primera
línea de las cartas menores llevan una posible premisa menor, y en sus partes medias unas
aberturas.

Colocando una carta menor sobre una mayor como si fuera una combinación de premisas,
aparece en la abertura correspondiente una conclusión si es modo válido, o ninguna si no lo
es (carta 8 menor).

Representación gráfica de los modos como lógica de


clases mediante diagramas de Venn[editar]
Convención para la representación gráfica del juicio tipo A.

Se pueden representar estos modos mediante diagramas de Venn con las siguientes


convenciones:

 Cada término del silogismo está representado por S, P, M, por un círculo incoloro que
representa a todos los miembros posibles de una clase.
 La conclusión aparece como resultado de la relación de los términos S y P en su
relación con M.
 La inexistencia se muestra como zona rellena de color.
 La existencia individual se afirma mediante una X: Al menos uno, o algunos.
 La relación de los términos se constituye como pertenencia o no pertenencia a la
clase.
 La relación de inclusión, Todo S es P, se representa como “No hay ningún S que no
sea P” según muestra la imagen que se muestra al margen.

Representación gráfica de los modos válidos en diagramas de Venn.

Teniendo en cuenta la problemática de la lógica aristotélica, de la que se habla más adelante,


el problema del "compromiso existencial" afecta a los modos Darapti, Felapton, Bramalip, y
Fesapo que no se muestran en las gráficas, al no ser admitidos como válidos por algunos y,
sobre todo, la representación gráfica no hace plausible la conclusión, debido a la falta de
"compromiso existencial", como se comenta más adelante.

La problemática de la lógica silogística[editar]


La exposición anterior es la forma más simple y esquemática tradicionalmente presentada
como lógica aristotélica.10

Sin embargo, la problemática que trata Aristóteles es bastante más compleja. Aristóteles
define:
Silogismo es un  argumento en el cual, establecidas ciertas cosas, resulta necesariamente de
ellas, por ser lo que son, otra cosa diferente.
Aristóteles An. Pr. I 24 b 18-23

Dos aspectos a destacar en su definición:

 La necesidad, que considera el silogismo como categórico, por considerar que los


juicios que lo integran son asimismo categóricos.

 El fundamento de dicha necesidad, por "ser las cosas lo que son".

Hablar del silogismo categórico supone hablar de lo necesario e incondicionado. Y


precisamente incondicionado por estar basado en el “ser de las cosas”.

Aristóteles está pensando en un predicado aprehendido a partir de la experiencia y atribuido


por el entendimiento a un sujeto. En el lenguaje apofántico11 el silogismo manifiesta la verdad,
porque el entendimiento humano (entendimiento agente, según Aristóteles) es capaz de llegar
a la intuición directa de lo real12 aunque sea a través de un proceso deabstracción.13

Se parte del supuesto de que P es predicado “verdadero” de S (en el sentido de que P


manifiesta la "identidad" del ser de S), lo que plantea una cuestión metalógica. Véaseverdad.

Aristóteles piensa que el juicio manifiesta “lo que es” como verdadero. El problema entonces
es ¿y cómo se predica de un sujeto lo que “no-es”?14 (V.:aporética).

La lógica aristotélica se encuentra con el problema de los juicios negativos que resuelve no


del todo bien.

De hecho en el cuadro de oposición de los juicios Aristóteles estudió con todo detalle


problemas que posteriormente no se han tenido en cuenta; en realidad consideró tres figuras y
no todos los 19 modos válidos.15 Aristóteles considera modos perfectos aquellos
cuya validez aparece como evidente, siendo los demás imperfectos por cuanto deben ser
probados por medio de los modos perfectos, que son los correspondientes a la primera figura:
BÁRBARA, CELARENT, DARII, FERIO.16
Incluso llegó a considerar tales modos como los axiomas de todo el sistema lógico.

El juicio como “atribución” de un predicado verdadero a un sujeto, (en el sentido de que P


manifiesta la "identidad" como "ser del sujeto",17 en tanto que realidad conocida), plantea el
problema de un predicado falso, es decir un no-predicado. ¿Cómo conocemos un no-
predicado?...

Lingüísticamente, el problema se disfraza negando el verbo en lugar del predicado


como atributo (gramática). De esta forma en vez de decir "Antonio es un no-caballo", (¿qué es
un no-caballo?),18 decimos "Antonio no es un caballo". Pero esto segundo sólo es inteligible
bajo el punto de vista extensional de los conceptos, 19 es decir bajo el punto de vista de ser un
elemento de un conjunto definido por una propiedad, o lo que es lo mismo por su pertenencia
o no-pertenencia a una determinada clase; lo que nos lleva a la lógica de clases.

La lógica moderna simbólica, meramente lógica formal, no tiene conexión con contenido de


verdad alguno y supera con claridad estas dificultades; sobre todo con la ventaja de poder
tratar proposiciones poliádicas, llamadas así porque tienen más de dos términos (por ejemplo:
"Júpiter es mayor que la Tierra y menor que el Sol"), 20 y facilitar enormemente el cálculo
lógico, por lo que, de hecho, la lógica aristotélica, como tal, está en claro desuso.21

Hans Reichenbach estudia el cuadro de oposición de los juicios considerando los juicios A, E,


I, O, como relación de clases y considera que pueden eliminarse los juicios negativos E, O,
que son los problemáticos, mediante la anotación de la negación de la clase
complementaria.22

La notación se hace estableciendo entre el sujeto S y el predicado P, la letra minúscula


correspondiente al tipo de juicio. Así tenemos que:

Así no sólo se simplifica la notación sino que de modos que tradicionalmente han sido
considerados inválidos, se puede obtener conclusión válida, que la notación clásica hacía
imposible.23

Por todo ello la interpretación actual de la lógica aristotélica como silogismo es su


interpretación como lógica de clases. Tal es el mérito de la obra de Lukasiewicz.

Pero considerar los conceptos universales, como clases plantea el problema de la existencia


del individuo como instanciación o compromiso existencial. Pues la clase como propiedad
independiente puede considerarse como abstracto universal.24 Pero los predicados,
como atributos, no tienen sentido sin un sujeto gramatical del cual se prediquen porque posea
dicha propiedad.25
La lógica tradicional no consideraba el problema de la existencia o no existencia del individuo
respecto a los conceptos universales, pues se supone que éstos han surgido de la abstracción
a partir del conocimiento de los singulares o individuos existentes.26

El silogismo considerado en la lógica formal[editar]


La lógica formal actual considera la relación S y P como una relación meramente sintáctica sin
contenido material alguno, bien sea en una relación de clases o una función proposicional de
predicados. Aristóteles considera dicha formalidad, desde luego, bajo el punto de vista de la
relación entre dos términos S (sujeto) y P (predicado) que al mismo tiempo tienen una función
lingüístico-gramatical, pues para Aristóteles los términos representan aspectos del ser y por
tanto de la realidad.

Pero la formalidad de la lógica actual convierte la deducción en una inferencia, como


consecuencia lógica, en lugar de una implicación con transmisión de contenido en unlenguaje
apofántico transmisor de la verdad como pretendía Aristóteles para el lenguaje de la ciencia.

En la nueva forma de relación sintáctica se pierde toda relación de los términos con la
gramática del lenguaje y posible "significación". El silogismo pierde así su formalidad de
sercategórico, transmisor de la verdad necesaria, "por ser las cosas como son", para adquirir
una formalidad hipotética.

Siendo S el sujeto, P el predicado y M el término medio, el silogismo es ahora interpretado


como lógica de clases, y su esquema lógico sería del tipo siguiente:

Si la clase S está (o no está) contenida en la clase M, y la clase M está (o no está) contenida


en la clase P, entonces la clase S está o (no está) contenida en la clase P.

O, en su interpretación con respecto a los individuos, cuando haya conocimiento de


instanciación existencial:27

Si todos (o algunos) los individuos que pertenecen (o no pertenecen) a la clase S pertenecen


(o no pertenecen) a la clase M, y todos (o algunos) los individuos que pertenecen (o no
pertenecen) a la clase M pertenecen (o no pertenecen) a la clase P, entonces todos (o
algunos) los individuos que pertenecen (o no pertenecen) a la clase S pertenecen (o no
pertenecen) a la clase P.

Así el silogismo en Bárbara se convierte formalmente en lógica de clases como:

Que expresa una fórmula de relación hipotética y al no haber afirmación de verdad alguna en
las premisas, la conclusión es condicionada y no implicada.
De la misma forma el silogismo puede interpretarse como una función proposicional de un
predicado P que se predica de uno, alguno o todos los individuos x, que a su vez pueden ser o
no ser sujeto de otro predicado S como resultado de la relación que ambos tienen o no tienen
con otro predicado M, siendo S, P y M los términos del silogismo.

Mx simboliza "Ser mortal", siendo M=ser mortal que se puede predicar respecto a una variable
x cuyo compromiso de existencia vendría dado por la cuantificación existencial de la
referencia de dicha función, bien sea un cuantificador universal, todo x:  ;
un cuantificador particular, un o algún x:  ; o una constante individual determinada: a, b, c…

La lógica de predicados resuelve así el problema de la instanciación existencial, pero


nuevamente convierte el silogismo en un esquema formal de inferencia, donde no
hayafirmación sino una inferencia hipotética, a partir del hecho de que la proposición puede
ser verdadera o falsa y no una afirmación categórica.

Así el silogismo por antonomasia en AAA, de la primera figura se interpretaría de la siguiente


manera siendo S, M y P sus términos:

Es decir un silogismo hipotético de la lógica de predicados.

En ambos casos, como relación de clases o como lógica de predicados, el clásico silogismo
categórico:

Todos los hombres son mortales. Todos los griegos son hombres. Por tanto todos los griegos
son mortales.

Se convierte en un silogismo hipotético:

Si todos los hombres son mortales y todos los griegos son hombres, entonces, todos los
griegos son mortales.

Lo que, no cabe duda, es una transformación no menor de la lógica aristotélica.

Véase también[editar]
 Entimema  Razonamiento
 Sorites  Razonamiento abductivo
 Silogismo hipotético  Razonamiento circular
 Modus ponendo ponens  Razonamiento deductivo
 Modus tollendo tollens  Razonamiento inductivo
 Modus ponendo tollens  Conversión lógica
 Modus tollendo ponens  Obversión lógica
 Nyāya  Contraposición lógica
 Regla de inferencia  Inversión lógica
 Proposición
 Quaternio terminorum

DEFINICIÓN DE
SILOGISMO
Se conoce como silogismo a un argumento compuesto por tres proposiciones; de ellas, la última es
la que se deduce siempre de las anteriores. El vocablo deriva del concepto latino syllogĭsmus que,
a su vez, halla su origen en una palabra griega.

Silogismo

Hay que subrayar que el padre de silogismo es el gran pensador y filósofo griego Aristóteles. Así,
este fue el primero en utilizar dicho término partiendo o estableciendo lo que se conoce con el
nombre de juicios aristotélicos. En concreto, bajo esa denominación se encuentra una serie de
términos que se unen y que dan lugar a la llamada lógica.

Más exactamente, según dicho autor, esos términos no son más que la unión de un sujeto y de un
predicado. Todo ello puede contemplarse y estudiarse a través de algunas de las obras más
importantes de aquel entre las que se encuentran, por ejemplo, Primeros Analíticos o El Organon
que es un compendio de una serie de sus mejores trabajos.

Puede considerarse como una modalidad de razonamiento deductivo, donde dos de las
proposiciones son premisas y la restante funciona como conclusión. El silogismo es una
argumentación en la que, en base a un antecedente que compara dos conceptos con un tercero,
permite inferir o deducir un consecuente.

En otras palabras, se puede decir que el modelo de silogismo está compuesto por tres
proposiciones que incluyen un término medio (el cual es común a la dos premisas y se descarta en
la conclusión) y dos extremos. Uno de los ejemplos más usuales es el siguiente:
“Todos los seres humanos son mortales”

“Aristóteles es un ser humano”

“Por lo tanto, Aristóteles es mortal”.

Hay que tener en cuenta que un silogismo no siempre impulsa conclusiones verdaderas, más allá
de que siga una forma válida de razonamiento. Por ejemplo:

“Todos los perros fueron cachorros”

“Snoopy es un perro”

“Por lo tanto, Snoopy fue cachorro”

Aunque el silogismo es válido desde un punto de vista lógico, la conclusión tiene un carácter falso,
ya que Snoopy es un perro ficticio y nunca fue cachorro.

Cabe destacar que los silogismos suponen que, de dos premisas negativas, nunca puede obtenerse
una conclusión. Por otra parte, de dos premisas afirmativas, no puede obtenerse una conclusión
negativa.

Los tipos de silogismo pueden clasificarse en cuatro figuras distintas con tres términos, que
totalizan 256 tipos de silogismo: de ellos, sólo 19 son legítimos.

Entre los diferentes tipos de silogismos que existen podemos destacar tres fundamentalmente. El
primero de ellos es el llamado silogismo compuesto que se caracteriza por el hecho de que la
premisa mayor es una proposición compuesta y porque la premisa menor afirma o niega una parte
de la anterior.

El segundo tipo es el conocido como silogismo condicional. Como su propio nombre indica,
establece que la premisa mayor es una proposición de clase condicional y la premisa menor es
categórica. De la misma forma hay que subrayar que en aquel existe un antecedente y después un
consecuente.

El tercer tipo de silogismo es el llamado disyuntivo. En este caso concreto la premisa mayor es
disyuntiva y la menor lo que hace es afirmar o negar una de las alternativas planteadas. Un
ejemplo sería el siguiente: O el dos es un número par o es un número impar. El dos es un número
par, por tanto no es impar.
Lee todo en: Definición de silogismo - Qué es, Significado y Concepto
http://definicion.de/silogismo/#ixzz3A7v6IS00

Silogismos
es.wikipedia.org
El silogismo es una forma de razonamiento lógico que consta de dos
proposiciones como premisas y otra como conclusión, siendo la última
una inferencia necesariamente deductiva de las otras dos. El silogismo
fue formulado por primera vez por Aristóteles, en su obra lógica
recopilada como El Organon, de sus libros conocidos como Primeros
Analíticos.
Aristóteles consideraba la lógica como lógica de relación de términos.
Los términos se unen o separan en los juicios. Los juicios aristotélicos
son considerados bajo el punto de vista de unión o separación de dos
términos, un sujeto y un predicado. Hoy hablaríamos de proposiciones.
La diferencia entre juicio y proposición es importante. La proposición
afirma un hecho como un todo, que es o no es, como contenido lógico
del conocimiento. El juicio, en cambio, atribuye un predicado a un sujeto
lógico del conocimiento.
La relación entre los términos de un juicio, al ser comparado con un
tercero que hace de "término medio", hace posible la aparición de las
posibles conclusiones.
Así pues, el silogismo consta de dos juicios, premisas (premisa mayor y
premisa menor), en los que se comparan tres términos, de cuya
comparación se obtiene un nuevo juicio como conclusión.
La Lógica trata de establecer las leyes lógicas que garantizan que, de la
verdad de los juicios comparados (premisas) podamos obtener con
garantía de verdad un nuevo juicio verdadero (conclusión).
Por ejemplo:
Premisa Mayor: Todos hombre es mortal.
Premisa Menor: Todo científico es hombre.
Conclusión: Todo científico es mortal.
Errores Silogísticos
La gente a menudo comete errores al hacer ciertos razonamientos. Por
ejemplo, dados los siguientes parámetros: Algunos A son B, Algunos B
son C; la gente tiende a llegar a la conclusión definitiva que por
consiguiente Algunos A son C.
Sin embargo, esto es incorrecto. Por ejemplo, mientras que
Algunos gatos (A) son Negros (B), y
Algunas cosas Negras (B) son Televisores (C),
es falso que Algunos gatos(A) son Televisores (C).
Esto se debe a que, primero, el modo del silogismo invocado es ilícito, y
segundo, la suposición del término medio es variable entre ese del
término medio en la premisa principal y ese del término medio en la
premisa menor (no todos los "Algunos" gatos son por necesidad lógica
las mismas "Algunas" cosas negras).
Silogismos con Humor
Silogismos con errores, pero llenos de humor:
Número 2
Yo no soy nadie.
Nadie es perfecto.
Dios es Perfecto.
Entonces, yo soy Dios.
Si Steve Wonder es Dios,
yo soy Steve Wonder.
Oh Dios!...Soy ciego !
Número 1
Dios es amor.
El amor es ciego.
Steve Wonder es ciego.
Conclusión: Steve Wonder es Dios.

Número 4
El diablo es feo.
Mi mujer es fea.
Si ve, mi mujer es el diablo!!.
Número 3
Mi nombre es Carlos.
Carlos es un sustantivo.
Dios es Verbo, no Sustantivo.
Conclusión: Yo no soy Dios.

Tipos de Silogismos
pucpr .edu
El Silogismo Compuesto
En el silogismo compuesto, la premisa mayor es una proposición
compuesta, mientras que la premisa menor es una proposición
categórica (el tipo más sencillo de proposición).
La premisa menor o afirma (pone) o niega (destruye) una de las partes
de la premisa mayor.
Ejemplo:
Si hoy es miércoles, entonces tenemos clase.
Hoy es miércoles.
Entonces, tenemos clase.
El Silogismo Condicional
Tiene una proposición condicional como premisa mayor, y una
proposición categórica como premisa menor. Además, su premisa menor
es una proposición categórica. Tiene, como toda argumentación, un
antecedente y un consecuente.
Ejemplos:
1. Si veinte es divisible por dos, entonces veinte es un número par.
2. Si un hombre camina, entonces se mueve.
Un hombre camina.
Entonces, se mueve.
El Silogismo Disyuntivo
En el silogismo disyuntivo, la premisa mayor es una proposición
disyuntiva. La premisa menor o afirma o niega una de las dos alternativas
expuestas en la proposición disyuntiva.
Ejemplo:
O veinte es un número par, o es un número impar.
Veinte es un número par.
Entonces, veinte no es un número impar.
Otras Clasificaciones
Según Kathleen Sauder, tanto el silogismo condicional, como el silogismo
disyuntivo, forman parte del silogismo compuesto.
Así mismo define otros tipos de silogismos:
El silogismo categórico: establece un vínculo (o separación) entre el
término menor y el término mayor mediante el término medio.
El silogismo abreviado: este tipo de argumentación es utilizado en la vida
diaria y conviene saber cómo expandirlo para analizar si la premisa que
es omitida es realmente verdadera.
Silogismos expandidos (tres clases):
a. Con una premisa causal: contiene una premisa que propone una razón
para sostener su verdad.
Ejemplo:
Toda prepa es ignorante, porque ninguna prepa ha estudiado Lógica.
Algunas prepas son ponceñas.
Por tanto, algunas ponceñas son ignorantes.
b. El sorites: es una serie de silogismos en cadena. El sorites es válido si
todos los silogismos categóricos son verdaderos.
Ejemplo:
Todo estudiante es inteligente.
Todo el que es inteligente trabaja.
Todo el que trabaja se cansa.
Todo el que se cansa debe dormir.
Por tanto, todo estudiante debe dormir.
c. El dilema: Se emplea como arma en contra de un adversario, a quien
se intenta poner en la obligación de admitir una de dos alternativas,
ambas de las cuales le obligaría a aceptar una conclusión que no quiere
admitir.
Ejemplo:
Un judío debe pagar el tributo al César, o no debe pagarlo.
Si lo paga, admite la justicia del dominio romano, que es injusto.
Si no lo paga, no cumple la ley romana.
Por tanto, si lo paga o no, obra mal.

Ejercicio 1 usando Silogismos.


Prueba de Silogismos: Ejercicio 1
ink pen publishing .com
Trad. Español: Omar Castaño P.

Selección Múltiple
Cuál de las letras (a, b, c, d) corresponde a la mejor respuesta:

3. Todas las flores son muy bonitas.


Todas las rosas son flores.
Entonces,
a. Algunas rosas son muy bonitas.
b. Todas las rosas son muy bonitas.
c. Todas las flores son muy bonitas.
d. Ninguna de las anteriores.

 a     b     c     d


4. Lo que no es animal, es planta.
Todas las ovejas son animales.
Entonces,
a. Todas las ovejas son plantas.
b. Todos los animales son ovejas.
c. Algunas ovejas son plantas.
d. Ninguna de las anteriores.

 a     b     c     d


1. Todas las cosas frágiles,
se rompen fácilmente.
Algunos vasos son cosas frágiles.
Entonces,
a. Algunos vasos se romperán.
b. Algunos vasos se rompen fácilmente.
c. Algunas cosas se rompen fácilmente.
d. Ninguna de las anteriores.

 a     b     c     d

2. Todos los mamíferos


son animales de sangre caliente.
Todas las ballenas son mamíferos.
Entonces,
a. Todas las ballenas
son animales de sangre caliente.
b. Todos los animales son ballenas.
c. Todas las ballenas
de sangre caliente son animales.
d. Ninguna de las anteriores.

 a     b     c   

OTROS DOCUMENTOS ACERCA DE


SILOGISMO
INTRODUCCIÓN
No solo por obtener una investigación se hace interesante realizarla, sino que su contenido
amplia los horizontes y la cultura de quienes la realizan.

Conocer sobre la vida y obra de pensadores como: Kant, Bacon, Descartes, Comte, Hegel,
Engels y Marx, nos hace saber que mucho antes de la aparición de grandes tecnologías
mecanizadas hombres como estos ya tenían en sus manos grandes metodologías,
pensamientos y sistemas del conocimiento, comportamiento y actividad del ser humano.
Además muchas de las doctrinas propuestas por estos se utilizan a diario en muchos ámbitos.

Para finalizar esta investigación entramos la teoría y práctica del silogismo como argumento
que consta de tres proposiciones, la última de las cuales se deduce necesariamente de las
otras dos, las dos primeras se llaman premisas y la tercera conclusión, para que sobre esta
base se conozca el método deductivo.

LA DEDUCCIÓN: MÉTODO DEDUCTIVO

La argumentación deductiva, llamada también Silogística, procede partiendo de una premisa


universal para llegar a una conclusión particular, o menos universal.

Esta argumentación parte de verdades ciertas y necesarias, para llegar a conclusiones


también ciertas y necesarias.

LA SILOGÍSTICA Ó SILOGISMO:

El Silogismo es el modelo de raciocinio más importante en lógica. Aristóteles hace valer la


misma definición para el raciocinio que para el silogismo. Sin embargo, la tradición ecolástica,
fundándose en el mismo Aristóteles, elaboró una definición que Balmes formula de la
siguiente manera:
“ Silogismo es la Argumentación en que se comparan dos extremos con un tercero para
descubrir la relación que tienen entre sí.”

Haremos valer, para sucesivas ilustraciones, el siguiente ejemplo:

Toda Ley Positiva fue promulgada;

La ley de Fuga es Positiva,

Luego, la Ley de Fuga fue promulgada.

Simbólicamente:

M----P

S----M

S----P

En este ejemplo, los dos extremos comparados son: promulgada y ley de fuga (P-S) y el
tercero con el que se comparan es: ley positiva (M).

Al comparar dos términos con un tercero, percibe el entendimiento si esos dos términos
convienen o no entre sí. Si ambos convienen con un tercero, también convendrán entre sí. No
convendrán, en cambio, si los dos no convienen con un tercero.

Materia Remota al Silogismo:


La materia remota del silogismo son los términos que en él hay, en número de tres: medio,
mayor y menor.

El término medio es el que hace de enlace entre los dos extremos. El mayor es el que tiene
más extensión, y el menor, el que tiene menos. En el ejemplo que sirve de modelo, ley
positiva es el término medio (M), promulgada es el mayor (P), y la ley de fuga es el menor (S).

Los términos se pueden identificar también visualmente. El medio es el que se halla repetido
en el antecedente (M-M), pero no se encuentra en el consecuente. En la primera premisa
hace de sujeto y en la segunda de predicado. En cambio, los términos extremos se
encuentran uno en cada premisa y los dos juntos con e consecuente. El término mayor es el
predicado de la primera premisa (promulgada -P) y el menor es el sujeto en la segunda (ley de
fuga). Al fin, se encuentran de nuevo con el consecuente los dos: el mayor como predicado y
el menor como sujeto.
Materia Próxima al Silogismo:

La materia próxima del Silogismo son las tres proposiciones que lo componen. Las dos
primeras, las que se hallan en el antecedente, se llaman premisas. Son el ejemplo visto:

Toda ley positiva fue promulgada (M-P), y la ley de fuga es positiva (S-M).

La proposición del consecuente se llama conclusión:

(La ley de fuga (S-P) fue promulgada).

La premisa mayor es Universal o de mayor extensión, mientras que la mayor es la particular o


de menor extensión, en el caso de que también sea Universal. La conclusión será siempre
una proposición particular; y si es Universal, tendrá siempre menor extensión que la premisa
mayor.

La misión de las premisas consiste en comparar los dos mencionados términos con un medio,
a fin de establecer, en la conclusión, si ambos extremos convienen o no entre sí. Atendiendo
al mismo ejemplo, en las premisas M-P y S-M se comparan los dos extremos M y S para
concluir, en el consecuente, que dichos extremos convienen entre sí (S-M).

Dicho más concisamente: Las premisas unen los extremos con el medio, y la conclusión une
los extremos entre sí.

Pero, en el caso de que una de las premisas sea negativa, su misión ya no consistiría en unir,
sino en separar, expresándose en la conclusión la repugnancia entre los dos extremos.
Modifiquemos , para este caso, el ejemplo anterior y digamos:

Toda ley es obligatoria;

La compasión no es ley,

Luego la compasión no es obligatoria.

Aquí, las premisas separan los dos extremos, obligatoria y compasión, del medio ley, para
concluir que dichos extremos no convienen entre sí.

Si consideramos atentamente la materia remota y próxima del silogismo, veremos que el


espíritu silogístico subyace en multitud de procesosmentales. Donde con mayor evidencia se
manifiesta en las sentencias de los jueces. Toda sentencia judicial contiene, al menos
virtualmente, una premisa mayor con un enunciado de contenido legal, y una mayor cuyo
sujeto puede ser, por ejemplo: el indiciado x. Estos dos extremos se unen con un medio,
pongamos por caso el delito y. Finalmente, la sentencia del juez viene a ser la conclusión en
que se afirma la conveniencia entre el sujeto, el indiciado x, y el predicado del enunciado
legal. Sea, por ejemplo:
Todo encubridor será castigado con prisión;

Juan ha sido encubridor,

Luego Juan será castigado con prisión.

FORMA DEL SILOGISMO:

La forma constituye el alma del Silogismo. Consiste en una disposición tal de los términos y
proposiciones, que, en virtud de su causalidadlógica, se pueda producir una conclusión
legítima. La conclusión se seguirá legítimamente de las premisas, si éstas han sido colocadas
debidamente, es decir, según requisito formal. Independientemente de la verdad o falsedad de
las proposiciones que sirvan de premisas, lo importante es que se observe la forma
Silogística.
Observada la verdadera forma Silogística, necesariamente se produce la consecuencia, que
algunos autores modernos consideran como la auténtica forma del Silogismo.

PRINCIPIOS GENERALES DEL SILOGISMO:

El Silogismo en general se apoya en los siguiente principios:

 Principio de Igualdad con un Tercero: Dos cosas iguales a una tercera son iguales entre sí; si dos
cosas, de las que una es igual a una tercera y otra no, no son iguales entre sí.

Efectivamente , volviendo al ejemplo que colocamos de modelo, hallamos que los términos P-
S, al ser iguales a M, son iguales entre sí. En cambio, si proponemos un Silogismo con una
premisa negativa, tendremos en la conclusión una manifestación de desigualdad o no
conveniencia con un tercero. Pongamos por ejemplo:

Toda ley obliga;

La amistad no es una ley,

Luego la amistas no obliga.

En esta conclusión se niega la conveniencia entre los términos obliga y amistad, porque no
convienen con el tercer término, ley.

 Principio del Dictum de Omni: Todo lo que se afirma de un sujeto en cuanto que perteneciente a
un género o especie, se afirma también de todos los individuos pertenecientes al mismo género o
especie... Y el Dictum de Nullo: Todo lo que se niega de un sujeto en cuanto que perteneciente a un
determinado género o especie, se niega también de todos los individuos pertenecientes al mismo género
o especie.

Fácilmente se ve la verdad de ambos aspectos de este segundo principio, si nos fijamos en


cualquier Silogismo afirmativo o negativo. En el afirmativo hallaremos cumplido el Dictum de
Omni y en el negativo, el Dictum de Nullo.

LEYES DE LA MATERIA REMOTA DEL SILOGIMO:


Ocho son la leyes del Silogismo, distribuidas en dos grupos: cuatro para la materia remota y
otras cuatro para la próxima. He aquí la de la materia remota:

 Los términos deben ser tres; medio, mayor y menor (Terminus esto triplex: medius, maiore,
minorque). Esta primera ley estatuye que los términos no pueden ser ni más ni menos que tres. Para ello
es necesario que sean unívocos o, de no serlo, que conserven cada uno el mismo sentido en todo el
Silogismo. La razón de esta ley se desprende de la misma naturaleza del Silogismo, en que se comparan
dos extremos con un medio. Lo cual resultaría imposible si se introdujera un cuarto término, y quedaría
inválido el Silogismo. Comprobémoslo con el siguiente ejemplo:

Toda ley debe sancionarse;

La gravitación es una ley,

Luego la gravitación debe sancionarse.

El error de este silogismo radica en que el término medio ley se toma en cada premisa en
sentido diferente, lo que hace que se introduzca un cuarto término, es decir, el de la ley en
sentido físico. Veámoslo con otro ejemplo:

Todo animal estuvo en el Arca;

Tu perro es un animal,

Luego tu perro estuvo en el arca.

Aquí el defecto está en tomar el término animal, con suposición distinta en cada premisa.

 Los términos de la conclusión no pueden ser más extensos que los de las premisas (Lathius hos
quam praemissae conclusio non vult). Aquí se estatuye que, si un término ha sido tomado en las
premisas en sentido particular, no puede serlo en la conclusión en sentido universal. La razón de ello es
porque no es lícito inferir, en una conclusión, una conveniencia o discrepancia que no esté virtualmente
contenida en las premisas, pues las premisas son la causa lógica de la conclusión, y ningún efecto puede
exceder su causa. Peca contra esta regla el siguiente silogismo:

Todos los jueces administran justicia;

Todos los jueces son hombres,

Luego todos los hombres administran justicia.

Como puede verse, el término hombres está tomado en sentido particular en la premisa menor
y universal en la conclusión. Por consiguiente, se toma el mismo término en dos sentidos, con
lo que se peca también contra la primera regla.

 El término medio debe entrar en la conclusión (Nequaquam medium capiat conclusio fas est). Así
debe ser, porque la misión del término medio se limita a facilitar la comparación entre los extremos, lo
cual sólo puede cumplirlo en las premisas. En la conclusión sería un término sobrante, y en el Silogismo
no puede sobrar ni faltar nada. Veámoslo en el siguiente ejemplo:

Todo contrato se firma;

La compraventa es un contrato,

Luego la compraventa es un contrato que se firma.

Es evidente la superfluidad del término contrato en la conclusión.


 El término medio debe ser tomado, al menos una vez, en sentido universal (Aut semel aut
medius generaliter esto). Quiere decir esta regla que el término medio debe necesariamente ser universal
al menos en una de las premisas, sin perjuicio de lo que pueda ser en ambas. Si en ambas premisas fuese
particular o singular, podría tener en cada una de ellas un sujeto distinto; o bien referirse en cada una a
un aspecto distinto de la peculiaridad. De esta manera se pecaría también contra la primera regla, pues se
introducirían más de tres términos, con lo que la comparación de dos cosas son una tercera resultaría
imposible. Así se evidencia en este ejemplo:

Algunos jueces son corruptos;

Algunos honestos son jueces,

Luego algunos honestos son corruptos

No hay que dejarse desorientar por algunos casos en que un silogismo de premisas
singulares concluya correctamente, como éste:

El autor de Quijote fue Manco;

Cervantes fue el autor del Quijote

Luego Cervantes fue Manco.

Aquí se trata del conocimiento de un singular, cuyos datos sólo pueden referirse a este
determinado singular. Además hay que observar dos cosas: que del singular en cuanto que tal
no puede darse ciencia alguna, ni lógica ni de otra clase, y que un silogismo con premisas
singulares o particulares deja eo ipso de ser silogismo, que hemos definido como un
razonamiento deductivo, que va de lo universal a lo particular. Por otra parte, ningún tipo de
razonamiento puede partir de observaciones particulares o singulares para concluir algo
también particular.

LEYES DE LA MATERIA PRÓXIMA DEL SILOGISMO:

Las restantes cuatro reglas son las que se refieren a las proposiciones, o materia próxima.

 De dos premisas afirmativas no se puede inferir una conclusión negativa (Ambae affirmantes
nequeunt generare negantem). De no ser así, no se podría cumplir en el silogismo el dictum de omni,
además de que se quebrantaría el principio de contradicción. Igualmente, se pasaría por alto el principio
de igualdad de dos cosas con una tercera. Esta regla es tan evidente de sí, que apenas es posible hallar
ejemplos aceptables que lo contradigan, a menos que se acuda a expresiones negativas equivalentes a
una afirmativa, como ocurre en este ejemplo:

Todos los jueces deben ser veraces;

Pedro es juez,

Luego Pedro no puede dejar de ser veraz.

No es necesario demostrar que esta conclusión es afirmativa.

 De dos premisas negativas no se sigue nada (Ultraque si praemissa neget, nihil inde sequetur).
Efectivamente, ante una doble negación queda bloqueada cualquier salida lógica, tanto para una
afirmación como para una negación. Cualquier silogismo con doble premisa negativa que pongamos a
prueba nos manifestará la verdad de esta regla, a no ser que, como antes, disfracemos de negativa una
proposición afirmativa. Es lo que ocurre en el siguiente silogismo negativo:

Lo que nada es no existe;


Los fantasmas nada son,

Luego los fantasmas no existen.

Este silogismo realmente concluye bien porque la premisa menor no es negativa en realidad,
sino sólo aparentemente. Y seguirá siendo negativa aunque dijéramos: los fantasmas NO son
nada, pues la negación antepuesta al término nada, o es superflua, o sirve para expresar lo
contrario de la nada, según la ley que dice que dos negaciones afirman.

 De dos premisas particulares no se infiere nada (Nihil sequitur geminis ex particularibus


unquam). Se reduce a la cuarta. Si en ella decíamos que, al menos una vez el término medio debe ser
universal, la misma suerte deben correr las premisas, ya que éstas sirven de instrumento para la
comparación de dos términos extremos con un medio. Además, en un silogismo que falte contra esta
regla pueden darse tres casos: que ambas premisas particulares sean afirmativas, que sean negativas, o
que sea una afirmativa y otra negativa. En el primer caso se peca contra la regla n° 4 (el medio debe ser,
al menos una vez, universal); en el segundo se quebranta la regla n°5 (de dos premisas negativas nada se
infiere); finalmente, si una premisa es afirmativa y otra negativa, el silogismo peca de nuevo contra la
regla n°4.

 La conclusión sigue siempre la peor parte (Peiorem semper sequitur conclusio partem). Esta regla
establece que, si una de las premisas es particular, la conclusión debe ser particular, y que si una es
negativa, la conclusión debe serlo también. En lógica ha sido tradición decir que la premisa particular y
negativa es “la peor parte” del silogismo, porque la particularidad se ve como una debilidad de la
cantidad y la negación como una debilidad de la cualidad. Veamos la razón de estos dos aspectos.

 Si una premisa es particular, debe serlo también la conclusión, porque en el silogismo se quiere
mostrar que los términos de la conclusión forman parte, es decir, son particularidad, del todo universal o
general que se antepone en la premisa mayor. Y por esto mismo, si las dos premisas son universales, la
conclusión seguirá la suerte de la que sea menos universal.

 Si una de las premisas es negativa, deberá serlo también la conclusión, porque en un silogismo de
esta característica hay una premisa afirmativa que afirma la conveniencia de un extremo con un medio, y
otra negativa que la niega; ahora bien, sabemos que de dos cosas, una de las cuales conviene con una
tercera y otra no, no pueden convenir entre sí, y esta repugnancia es precisamente lo que se manifiesta en
la conclusión negativa. Explicado de otra manera, la conclusión debe seguir la suerte de las premisas, la
igualdad que se niega en las premisas no puede resultar afirmada en la conclusión.
Esta regla nos advierte, en fin, que todos los errores de las premisas se recogen en la
conclusión.

Como corolario general, podemos decir que estas ocho reglas se encaminan a preservar los
principios de la conveniencia y de la discrepancia en que se funda el silogismo; y cada una de
ellas nos indica que es lo que hay que hacer o evitar para que tales principios no se
quebranten.

EL SILOGISMO COMPUESTO

Silogismo compuesto, en general, es aquel en cuyas premisas figuran una o más


proposiciones compuestas. Dejando aparte los varios silogismos formados por proposiciones
exponibles, haremos aquí un breve resumen de las dos principales clases: los silogismos
condicionales y los disyuntos.

Es natural que en este caso, además de observar las reglas generales del silogismo ya
estudiadas, haya que tener en cuenta las concernientes a la verdad de las proposiciones
condicionales y disyuntivas, que también hemos expuestos y razonado en su lugar.
EL SILOGISMO CONDICIONAL

Silogismo condicional, es aquel en que la premisa mayor es una proposición condicional y la


menor una categórica. Por ejemplo:

Si Pedro es mayor de edad, puede emanciparse;

Pedro es mayor de edad,

Luego Pedro puede emanciparse.

Recordando la regla de verdad de las proposiciones condicionales, sucederá en este


silogismo que de la verdad de la condición se seguirá la del condicionado. Efectivamente, un
silogismo condicional no es más que una proposición condicional más desarrollada. En ambas
operaciones mentales la conexión entre el antecedente y el consecuente debe ser necesaria.
Las conclusiones deben venir por causalidad lógica.

Si bien el silogismo condicional es hipotético, hay que tener en cuenta que, por lo general,
sólo es una de sus premisas, siendo la conclusión necesariamente categórica. De hecho, lo
más usual es que se construyan silogismos hipotéticos con la intención de obtener
conclusiones categóricas.

Cuando el silogismo es hipotético en su totalidad, incluyendo la conclusión, recibe el nombre


de hipotético total, como en el siguiente ejemplo:

Si hubiese plena justicia, habría paz;

Es así que, si la política fuese perfecta,

Habría plena justicia,

Luego si la política fuese perfecta, habría paz.

EL SILOGISMO DISYUNTIVO:

El silogismo disyuntivo es el que consta de una premisa mayor disyuntiva. Por ejemplo:

O hay leyes o hay caos;

Es así que hay leyes,

Luego no hay caos.

Valen aquí las observaciones hechas por el parágrafo anterior, en cuanto a relacionar las
reglas del silogismo con la leyes de verdad de las proposiciones hipotéticas. En los silogismos
disyuntivos llamados propios, en que los dos miembros de la disyunción no pueden ser ambos
verdaderos ni ambos falsos, vale esta ley: DE UNA PREMISA MENOR AFIRMATIVA SE
SIGUE UNA CONCLUSIÓN NEGATIVA; DE UNA PREMISA MENOR NEGATIVA SE SIGUE
UNA CONCLUSIÓN AFIRMATIVA. La razón de ello es porque el silogismo disyuntivo se basa
en la ley de la discrepancia.

El los silogismos condicionales y disyuntivos vale aplicar la doctrina lógica de las


proposiciones modales, con los cuatro modelos propios de las hipotéticas. Véase en estos
ejemplos:

MODUS PONENDI PONENS: Si reina la ley, reina el orden;


es así que reina la ley,

luego reina el orden.

MODUS PONENDI TOLLENS: Si reina la ley, no impera el caos;

es así que aquí reina la ley,

Luego aquí no impera el caos

MODUS TOLLENDI PONENS: Donde no hay ley hay caos,

es así que aquí hay ley,

luego aquí no hay caos.

MODUS TOLLENDI TOLLENS: Donde no hay ley no hay orden;

es así que en Jauja no hay ley,

luego, en Jauja no hay orden.

FORMAS ESPECIALES DE SILOGISMO

La forma más corriente de expresar el silogismo en esquema lógico es la que acabamos de


conocer, es decir, colocando primero las dos premisas para sacar de ellas la conclusión.

Hemos dicho, además, que el razonamiento silogístico es muy común en el discurso y en


cualquier operación mental compleja. Como principal muestra de ello aludíamos a las
sentencias emanadas de los jueces, susceptibles de esquematizarse en silogismos. En
definitiva, la forma silogística se encuentra implícita en todo discurso correcto, hablado o
escrito.

Pero a veces puede ocurrir que, al formular un silogismo siguiendo el esquema lógico, lo
hagamos, o en forma abreviada omitiendo alguna premisa que se da por sobreentendida, o, al
contrario, aumentándolas en número, con el fin de dar mayor fuerza dialéctica a la
argumentación. Por esto, esta clase de silogismos suele usarse con mayor frecuencia en los
discursos retóricos y , en general, siempre que se desea, además de convencer, impresionar
al auditorio o a los lectores.

Esta formas que hemos llamado especiales de silogismo son cuatro (04): Entimema,
Epiquerema, Sorites y Dilema.

ENTIMEMA:

El entimema (enthymema=pensamiento, reflexión) es un silogismo abreviado en que,


prescindiendo de una de las premisas, se va directamente a la conclusión. Por ejemplo: Pedro
cometió un delito en Venezuela, luego debe ser castigado según la ley Venezolana.

Esta forma de argumentación suele caracterizar los discursos dirigidos a grandes masas, y es
empleada en los momentos en que es necesario impresionar. Por esto también suelen
utilizarla los oradores políticos y forenses.

El silogismo abreviado es de gran fuerza persuasiva, ya que presenta de un solo trazo todo un
conjunto de proposiciones tácitas y evidentes en sí mismas.
En unas ocasiones se omite la premisa menor, como en el ejemplo dado, y en otras la mayor,
como lo es el caso del clásico entimema de Descartes: cogito, ergo sum (“pienso, luego
existo”).

EPIQUEREMA

Epiquerema (epicheírema= breve argumentación) es el silogismo en que una o ambas


premisas justifican su verdad por medio de una prueba causal. Ejemplo:

Todo término medio es óptimo porque conduce a la virtud;

La Justicia es un término medio,

Luego la justicia es óptima.

Es digno de notar que cada una de las premisas seguidas de prueba causal es, a su vez,
convertible en un silogismo completo. Con la primera premisa del ejemplo dado lo haríamos
así:

Todo término medio es óptimo;

La Justicia es un término medio,

Luego la justicia es óptima.

Igualmente con la segunda premisa:

Toda Justicia está en un término medio;

Dar a cada uno lo suyo es justicia,

Luego, dar a cada uno lo suyo está en un término medio.

SORITES

Sorites (soreítes= puesto en montón), también llamado “argumento del montón”, es una
argumentación que consta de proposiciones concatenadas de tal manera, que siempre el
predicado de la precedente pasa a ser sujeto de la siguiente, hasta formar una conclusión en
que el sujeto es el de la primera premisa y el predicado el de la última. Valga el siguiente
ejemplo:

La virtud está en el término medio;

El término medio es un equilibrio,

Un equilibrio es una perfección,

Una perfección es un ideal cumplido,

Luego la virtud es un ideal cumplido.

Es característico de este tipo de argumentación que cada una de las premisas puede
constituirse en un silogismo completo. Por ejemplo, en la primera premisa:

Toda virtud es un término medio,

El término medio es un equilibrio,


Un equilibrio es una perfección,

Una perfección es un ideal cumplido,

Luego la virtud es un ideal cumplido.

Y en la segunda premisa:

El término medio es un equilibrio;

La virtud es un término medio,

Luego, la virtud es un equilibrio.

Y así en las restantes premisas.

Conviene advertir a propósito del Sorite que, dad su brillantez y artificiosidad, es aconsejable
usarlo con mucha parsimonia. Es una argumentación destinada a producir efectos muy
especiales en el discurso, y prodigarla en demasiada sería caer en la impertinencia y en la
pedantería.

DILEMA

El dilema (dis= dos veces + lemma= ganancia 0 doble ganancia), es un silogismo hipotético en
que la premisa mayor es una proposición disyuntiva, y la menor son dos condicionales, a
través de las cuales, de las dos partes de la disyuntiva se deduce la misma conclusión. En
consecuencia, el adversario dialéctico, atacado con este silogismo, quedará doblemente
vencido por ambas partes algunos casos históricos.

El emperador Trajano publicó un decreto en que se prohibía interrogar a los cristianos, pero se
mandaba a condenarlos tan sólo si aparecían ante el tribunal; a cuyo decreto respondió
Tertuliano con este dilema:

O son culpables los cristianos o son inocentes;

Si son culpables, ¿Por qué prohíbes interrogarles?

Y si son inocentes, ¿Por qué mandas a condenarlos?

Luego el decreto es injusto.

Cuando el califa Omar hubo tomado la ciudad de Alejandría, mandó a quemar su biblioteca
aduciendo el siguiente dilema:

El contenido de esos libros, o está en el Corán o no está;

Si está en el Corán son inútiles, pues el Corán basta;

Y si no está, son nocivos, pues no hay salvación fuera del Corán;

Luego todos esos libros deben ser quemados.

Este silogismo es de gran fuerza dialéctica en la disputa. San Jerónimo lo llamaba syllogismus
cornatus (silogismo cornudo), por tener la virtud de atacar por dos puntas, como los cuernos
de un toro.
Para que el dilema valga como argumentación, es necesario, que se cumplan dos reglas:
1era., que la disyunción sea perfecta, no permitiendo la introducción de un tercer término;
2da., que la conclusión que se sigue no solamente sea legítima, sino también exclusiva, de tal
manera que el argumento no pueda volverse contra el mismo que lo emplea. Así ocurre en
este ejemplo:

El juez, o debe condenar a este homicida a 30 años de cárcel o debe absolverlo;

Si hace lo primero, es cruel, y si hace lo segundo, injusto;

Luego, en ambos casos procede mal.

El dilema no concluye nada, porque entre la pena máxima y la absolución hay otros grados de
condena.

Célebre es el dilema que pronunció Sócrates antes de morir:

O al morir nos dormimos eternamente; o el alma emigra da un estado más feliz;

Si ocurre lo primero, descansaré eternamente, si ocurre lo segundo, seré eternamente feliz,

Luego, lo mejor es morir.

Erró Sócrates, pues no tuvo en cuenta que cabe pensar otros destinos después de la muerte,
como emigrar a estados más infelices, o simplemente dejar de ser.

Para que el dilema sea estrictamente tal, deben existir sólo dos términos de disyunción. Pero
cabría la posibilidad de construir trilemas, tretalemas, etc.., aunque estos casos, sumamente
raros, no son aconsejables por su artificiosidad.

A menudo en la expresión más corriente se da el nombre de dilema a lo que realmente es una


disyuntiva. Conviene evitar esta confusión. La diferencia está en que el dilema no ofrece
alternativa, mientras que la disyuntiva, sí. En la disyuntiva hay una “salida” que se puede o
debe aceptar. En el dilema, en cambio, amabas “salidas” de la disyuntiva son inaceptables; y
en caso de tener que optar necesariamente por una, ambas son igualmente perjudiciales para
el sujeto. En la vida práctica, unas veces nos encontramos con dilemas y otras con
disyuntivas. Por ejemplo, casarse o no casarse es una disyuntiva, porque en ambos estados
hay aspectos aceptables. Pero un parto en el que debe morir la madre o el hijo es un gran
dilema, sobre todo si median convicciones morales.

ARGUMENTACIONES CONTRA LA ARGUMENTACIÓN SILOGISTICA

Abundan en la Historia de la Filosofía los adversarios de la argumentación silogística. Todos


ellos arguyen que es un razonamiento inútil para la ciencia, porque, siendo la finalidad del
razonamiento encontrar verdades desconocidas por medio de otras conocidas, en la forma
silogística todas las proposiciones son ya verdades evidentes, por lo que la conclusión
silogística no viene a enseñarnos nada nuevo; la verdad de la conclusión se halla ya
contenida en la verdad de las premisas.

Esta objeción se remonta a los primeros escéptico. Sexto Empírico criticaba el silogismo
categórico de los Peripatéticos, achacándole petición de principio, porque en él se parte de
una proposición que se toma por verdadera, cuando en realidad es dudosa, como lo son todas
las proposiciones categóricas. En la era moderna, tras las deformaciones silogísticas de los
últimos escolásticos medievales, se reanudaron los ataques por parte de personalidades tan
notorias como Francis Bacon, Descartes, Ramus, Lutero y muchos otros. Por lo que respecta
a Bacon, su posición es decisiva para los filósofos posteriores. Toda la intención del Novum
Organon está centrada en la controversia sobre la deducción silogística, que se concibe como
un juego mental a veces brillante, pero carente de interés para la ciencia, puesto que tras él
no puede descubrirse ninguna verdad nueva, descartes, por su parte, se ensaña contra el
silogismo con estas palabras: “Para que se nos haga más evidente que aquel arte de discurrir
de nada sirve para el conocimiento de la verdad, hay que tener en cuenta que los dialécticos
no pueden construir ningún arte del silogismo que concluya algo verdadero, si primero no han
encontrado la verdad que debe deducirse del silogismo; de ahí resulta evidente que nada
nuevo pueden ellos percibir, y que esa vulgar dialéctica es completamente inútil para
investigar la verdad de las cosas; antes bien hay que entender que sólo sirve para exponer
con mayor facilidad las verdades ya conocidas, por consiguiente hay que transferir la
dialéctica al campo de la Retórica”.

En épocas más cercanas, los ataques contra el silogismo han venido, sobre todo, de las
distintas escuelas positivistas, lo que no es de extrañar si consideramos que el positivismo
siempre ha preferido el método inductivo.

Stuart Mill observa lo siguiente: “ Es incontestable que en cada silogismo hay una petición de
principio: para que establezcamos silogísticamente que Sócrates es mortal, se necesita que
pidamos que se nos conceda que todos los hombres son mortales, y que Sócrates es
hombre”. Por otra parte, Mill estima que el silogismo no es más que un compendio de un
determinado proceso inductivo, pues “la premisa mayor es una proposición universal que
brevemente compendia todos los casos particulares observados”. En menos palabras, el
silogismo es como una inducción abreviada. Y puede tener “gran importancia” en un momento
dado, en vistas a justificar “la inferencia de los particular a lo particular”.

JUSTIPRECIACIÓN DEL SILOGISMO

La tradición escolástica se ha esforzado en refutar, con débiles argumentos, las mentadas


objeciones contra el silogismo. A fuer de sinceros, no podemos negar que se trata de
objeciones demasiado convincentes, cuya verdad es de tan clara evidencia como las que
puede emanar del mismo silogismo. Ahora bien, por más que válidas, esta objeciones no
bastan, ni siquiera son parte, para confirmar la inutilidad total del silogismo. Sólo deben
convencernos de que es imposible que de un silogismo categórico se infieran verdades
nuevas o desconocidas. Efectivamente, un silogismo categórico, al no constar más que de
tres proposiciones de evidencia inmediata, no puede demostrarnos nada, ya que las verdades
evidentes no necesitan demostración.

De ahí se sigue el más grave de los inconvenientes prácticos del silogismo. Es a saber, que, a
pesar de que percibimos con toda evidencia la verdad de este instrumento lógico y de todos
sus principios y reglas, sentimos que en la práctica no nos ha de servir para sostener ni para
refutar nada. Sentimos que no nos movemos del área tautológica. Nada encontraremos, por
cierto, en la vida práctica que se pueda probar o refutar con silogismos. La experiencia
histórica y actual nos manifiestan que ni juristas, ni filósofos ni teólogos han podido nunca
demostrar nada a base de silogismos categóricos. Lo más que con ellos han podido ha sido
ratificar el ilustrar sus tesis o proposiciones.

Cuando algún silogismo se presenta problemático, toda la cuestión está en probar la premisa
menor. Una vez probada, está de más proseguir el silogismo.
Vista estas objeciones ¿En qué queda la utilidad del silogismo?. La respuesta parece clara: no
se trata de negar su utilidad, en la forma como muchos han pretendido, sino de señalar sus
límites y dificultades. Por otra parte, las objeciones contra el silogismo no han surgido de la
estructura silogística en sí, sino del abuso dialéctico que de ella se ha hecho. Tanto la
deducción como la inducción tienen sus problemas y límites propios; y uno de los problemas
de la deducción está en que se haga el uso justo y mesurado del silogismo.

El silogismo se halla implícito en todo discurso coherente, pero no se encuentra, salvo raras
veces, explícitamente, es decir, tal como nos lo muestra el esquema lógico: premisa mayor,
premisa menor y conclusión. Esto significa que la forma silogística debe, por así decirse, estar
diluida en todo el discurso, de tal manera que todo él pueda resolverse con silogismos, sin que
se note repugnancia o falsedad en ninguna de las proposiciones en que lo resolvamos. El
silogismo debe ser un instrumento de prueba de la legitimidad del razonamiento. No es
necesario y hasta puede ser torpe a veces, discurrir silogísticamente, pero todo razonamiento
que se tenga por legítimo debe poder pasar la prueba silogística.

Pedagógicamente, el estudio del silogismo y de sus reglas y figuras es de gran utilidad para la
claridad del razonamiento; tanto para descubrir esa claridad en otros como para realizarla en
el discurso propio. Es una buena disciplina para todos, pero muy en especial para aquellas
mentes que, debido a sobrecarga de imaginación, tienden a divagar y a dispersarse en su
discurrir.

Por lo que se refiere al ejercicio de la dialéctica y a todo tipo de discurso, hay una forma
especial del silogismo que puede producir buenos efectos, es el entimema. Es un buen
recurso para optimizar el silogismo categórico, eliminándole el exceso de formalismo.

Los oradores de buena calidad supieron siempre apreciar este razonamiento abreviado,
porque la experiencia les enseñó que la concisión tiene más fuerza persuasiva que la
extensión. Si se quiere ganar a una masa a favor del liberalismo económico, de poso servirá
proponerle un largo raciocinio a partir del concepto de libertad e iniciativa propia; en cambio, el
efecto del razonamiento será mucho más impactante si se dice así: “¿Queréis un sistema
económico próspero?” Elegidlo vosotros mismos”.

CONCLUSIÓN

Para concluir tenemos que:

 Kant distingue tres grandes grupos de juicios: los juicios analíticos, cuya legitimidad viene del
principio de identidad; los juicios sintéticos, cuya legitimidad proviene de la experiencia; y los juicios
sintéticos a priori, que, como los analíticos, son universales y necesarios, pero no provienen de la
experiencia, y que al tiempo son sintéticos, porque aumentan nuestro conocimiento de las cosas. Estos
juicios sintéticos a priori constituyen las en las matemáticas, mediante las cuales se intuye o conoce el
espacio y el tiempo, y las o en la física. Kant sostiene que el hombre es libre e inmortal y que existe un
ser supremo, Dios, que garantiza que el cumplimiento de esta ley moral recibirá la suprema recompensa.

 Francis Bacon con su obra filosófica trató de construir una nueva lógica que sustituyera a la
antigua lógica deductiva. Mantiene que la verdad no surge del razonamiento silogístico, sino a través del
experimento y de la experiencia guiada por el razonamiento inductivo.

 Descartes hizo sus mayores aportes en el campo de la filosofía. Sirviéndose del método de
análisis de las matemáticas, intentó construir una filosofía en la que no hubiera posibilidad de error, para
lo cual adoptó como método la duda permanente. Rechazó, así, todo aquello que podía considerarse
dudoso para al final advertir que la única verdad irrefutable era el propio hecho de dudar («Cogito ergo
sum», pienso luego existo), construyendo sobre este axioma todo su pensamiento. El método de
Descartes, o método cartesiano, ha tenido una gran repercusión en el desarrollo del pensamiento
humano.

 Para A. Comte objetivo de su obra fue promover una reforma de la sociedad mediante la
creación de una ciencia nueva, la sociología, que estudie los fenómenos sociales hasta llegar a unas
conclusiones científicas que tengan que ser admitidas por todos los hombres.

 El sistema de Hegel parte de la existencia de una única realidad, el absoluto, y de que todo lo
demás no son sino momentos del absoluto. Estos momentos son tres: el absoluto en sí, momento de
ausencia de conciencia; el absoluto fuera de sí, momento de la negatividad, y el absoluto en sí o para sí,
momento de la síntesis o negación de la negación.

 Engels elaboró, en colaboración con Marx, la doctrina filosófica del materialismo histórico y
dialéctico.

 Marx manifiesta que la historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases, surgidas con
la aparición de la propiedad privada. Su obra contiene elementos de filosofía, historia, economía,
derecho y política.

 El silogismo esta constituido por proposiciones enunciativas, llamadas también categóricas, el


sujeto y el predicado de la conclusión son términos que aparecen también cada uno de ellos en una de las
premisas, el predicado o término mayor en la llamada premisa mayor y el sujeto o término menor en la
menor. El otro término del silogismo, el término medio, se encuentra en ambas premisas y no en la
conclusión. Según el lugar que el término medio ocupa en las premisas, se originan las diversas figuras
de silogismo, y según que cada proposición sea afirmativa o negativa, universal o particular. Las tres
proposiciones son universales y afirmativas, por lo que constituye el llamado silogismo categórico,
elaborado por Aristóteles y desarrollado por la tradición medieval, que lo consideró como la forma más
perfecta de argumentar.

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