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Significado del Adviento y su Corona

El documento explica el significado del Adviento y la Corona de Adviento en la Iglesia Católica. El Adviento marca las cuatro semanas antes de Navidad y es un tiempo de preparación espiritual para recibir a Jesús. La Corona de Adviento, que data de tradiciones alemanas, tiene cuatro o cinco velas que se encienden semanalmente y simbolizan la esperanza, fe, gozo y paz. Cada elemento de la corona, como las ramas y velas, tiene un significado espiritual relacionado a la venida de Cristo
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Significado del Adviento y su Corona

El documento explica el significado del Adviento y la Corona de Adviento en la Iglesia Católica. El Adviento marca las cuatro semanas antes de Navidad y es un tiempo de preparación espiritual para recibir a Jesús. La Corona de Adviento, que data de tradiciones alemanas, tiene cuatro o cinco velas que se encienden semanalmente y simbolizan la esperanza, fe, gozo y paz. Cada elemento de la corona, como las ramas y velas, tiene un significado espiritual relacionado a la venida de Cristo
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¿Qué es el Adviento? ¿Cuál es el significado de la Corona de Adviento?

Según se acerca la navidad, el ambiente cambia, los colores cambian y hasta la


liturgia cambia, cambiamos de lo que el año litúrgico llama el tiempo ordinario a lo
que es el tiempo de adviento.  El año litúrgico es el calendario de la iglesia de todo
el año, el consiste en diferente épocas o tiempos los cuales tienen diferentes
colores, ambientes y significados.  El tiempo y antes del día de navidad se llama el
tiempo del adviento.

¿Qué es adviento? ¿Qué significa?

El adviento es el principio del año litúrgico de la iglesia, marca las cuatro semanas
antes del día de navidad. El termino adviento en sí, es derivado del latín adventus,
que significa venida o llegada.  Por lo cual el adviento es la preparación de la iglesia
de la comunidad para recibir la llegada o venida de su salvador, para recibir la
llegada o venida del nacimiento de Jesús. El color que se usa durante el tiempo del
adviento en la liturgia es el color morado, el color que simboliza preparación,
penitencia y reflexión. El sentido principal del tiempo de adviento es que la iglesia y
la comunidad (los creyentes) se preparen para esperar al señor.

La corona de adviento

Uno de los símbolos principales, que distingue el tiempo de adviento en las iglesias
y en muchas casas es la corona de adviento.  La corona usualmente tiene cuatro o
cinco velas, tres moradas y una rosada o tres moradas, una rosada y una blanca. 
La corona en si es verde de ramas o de pino y puede estar decorada con manzanas
o listones rojos.

¿Pero de donde comenzó esta tradición?

La corona de adviento tiene inicios en las costumbres de los pueblos en Alemania


durante siglos IV y VI. En diciembre siempre hacía mucho frío y estaba muy oscuro,
los peregrinos colectaban coronas de ramas verdes y encendían fuegos como señal
de espera, de esperanza en la llegada de la primavera. En el siglo XVI católicos y
alemanes comenzaron a utilizar este símbolo durante el Adviento: aquellas
costumbres fueron adoptadas a las enseñanzas de Jesús, el mensaje principal que
Jesús es la Luz que ha venido, que está con nosotros y que vendrá con gloria.

¿Cuál es el significado de la corona de adviento?

La corona de adviento tiene varios elementos y cada uno tiene un significado


espiritual:

 La forma circular: el círculo no tiene principio ni fin, es señal de eternidad;


 Las ramas verdes: simbolizan la esperanza y la vida;

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 Las cuatro velas: Las velas simbolizan la luz en medio de las tinieblas: la
salvación que vino a traer Jesucristo es luz para la vida de cada persona.
 El color rojo significa el amor de Dios.
 Las manzanas rojas que adornan la corona: Representan los frutos del jardín
del Edén con Adán y Eva.

Tradicionalmente las semanas tienen este significado:

Primera semana – vela morada – la semana de ESPERANZA – la vela se considera


la vela de los profetas, no recuerda que Jesús viene.

Segunda semana – vela morada – la semana de la FE – la vela se considera la vela


de Belén, y nos recuerda la jornada de José y María hacia Belén.

Tercera semana – vela rosada – la semana del REGOCIJO – la vela se considera


la vela de los pastores, y nos recuerda la alegría del mundo al recibir a Jesús.

Cuarta semana – vela morada- la semana de la PAZ – la vela se considera la vela


de los ángeles, y nos recuerda el mensaje de los ángeles “Paz en la tierra”.

Las ramas de la corona nos recuerdan la vida eterna, pero la corona también nos
puede recordarla corona de espinas, que le colocaron a Jesús durante su pasión.
Las manzanas rojas (si la usan) son símbolos de los frutos del jardín, pero también
de los frutos de nuestra vida, los frutos de nuestro trabajo, nuestros sacrificios que
le ofrecemos a Dios y a nuestros prójimos. El color rojo también tiene un
simbolismo de la sangre de cristo que derramo por nosotros.

Esta es una de tantas oraciones como familia para la corona de adviento,


puedes usarla si no tienes una, para las cuatro semanas:

+Primer domingo

Todos: Hacen la Señal de la Cruz.

Ambientación: No dejemos que los acontecimientos que padece el mundo y la


crisis que vive nuestro país nos hagan adormecer y perder conciencia de lo que
sucede. Jesús viene a nuestro encuentro y nos dice: ¡permanezcan despiertos!

Oración inicial: “Señor Jesús, queremos hoy armar la Corona de Adviento y


encender la primera vela morada, para reconocerte como la luz del mundo que ha
triunfado sobre las tinieblas y la muerte. Amén”.

Bendición de la corona: “Señor, te pedimos que derrames tu bendición sobre esta


corona, para que nos recuerde domingo a domingo que debemos estar despiertos
esperando a Cristo que nos trae la salvación. No dejes que los males que nos

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rodean nos impidan comprometernos con la realidad para cambiarla. Te lo pedimos
por Cristo Nuestro Señor. Amén.”

Oración frente a la corona: (algún integrante de la familia enciende la primera vela


morada). “Encendemos Señor esta luz, como aquel que enciende su lámpara para
salir en la noche al encuentro del amigo que ya viene. En esta primera semana de
Adviento queremos levantarnos para esperarte preparados, para recibirte con
alegría. Muchas sombras nos envuelven. Muchos halagos nos adormecen.
Queremos estar despiertos y vigilantes, porque tú nos traes la luz más clara, la paz
más profunda y la alegría más verdadera. ¡Ven, Señor Jesús. Ven, Señor Jesús!”

Guía: Palabra de Dios

Todos: Te alabamos, Señor

Meditación: Se puede hacer un momento de silencio para meditar la Palabra de


Dios y dialogar en familia con esta pregunta: ¿Qué propósito nos puede ayudar a
tener un corazón mejor dispuesto para recibir a Jesús en esta Navidad?

Peticiones: A cada petición respondemos: ¡Ven, Señor, te esperamos!

-Para que tu luz nos haga salir de la oscuridad.

-Para que tu presencia nos quite los temores.

-Para que tus enseñanzas orienten nuestra vida.

Se pueden agregar otras peticiones/intenciones de la familia.

Oración final: “Querida Madre, se te ha encomendado la misión de estar siempre


despierta para atender a todas nuestras necesidades, particularmente cuando el
peso de las responsabilidades nos agobian. Camina junto a nosotros en este
Adviento. Amén”.

+Segundo domingo

Todos: Hacen la Señal de la Cruz.

Ambientación: Al iniciar este segundo domingo de Adviento nos hemos reunido


alrededor de la corona para dejarnos iluminar por la Palabra de Dios y rezar en
familia, esperando con alegría que Jesús nazca en nuestro corazón.

Oración inicial: “Señor Jesús, estamos cerca de vivir un gran acontecimiento: tu


nacimiento en medio de nosotros. Juan el Bautista anunció tu llegada pidiendo a los
hombres que se arrepintieran de corazón. Hoy, nosotros, arrepentidos, te pedimos
perdón a Ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén”.

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Oración frente a la corona: (algún integrante de la familia enciende la segunda
vela morada, además de la semana anterior). “Los profetas mantenían encendida la
esperanza de Israel. Nosotros, como un símbolo, encendemos estas dos velas. El
viejo tronco está rebrotando, florece el desierto. La humildad entera se estremece
porque Dios se ha sembrado en nuestra carne. Que cada uno de nosotros, Señor,
te abra su vida para que brotes, para que florezcas, para que nazcas y mantengas
en nuestro corazón encendida la esperanza. ¡Ven pronto, Señor. Ven, Salvador!”

Guía: Palabra de Dios

Todos: Te alabamos, Señor

Meditación: Meditamos en silencio las palabras de Juan el Bautista y dialogamos


en familia con esta pregunta: ¿Qué piedras encontramos en el camino a nuestro
corazón que le impiden llegar a Jesús? ¿Por qué es necesaria la conversión para el
perdón de los pecados?

Peticiones: A cada petición respondemos: ¡Señor, cambia nuestro corazón!

-Porque somos egoístas y orgullosos.

-Porque nos cuesta perdonar las ofensas.

-Porque somos envidiosos y celosos.

Se pueden agregar otras peticiones/intenciones de la familia.

Oración final: “Querida Virgen María, Tú sabes que nuestro camino al corazón


está lleno de piedras, que no dejan que tu Hijo Jesús pueda venir a nosotros. Te
pedimos tu ayuda para sacar estos obstáculos del camino y permitir que El pueda
nacer en nosotros esta Navidad. Amén”.

+Tercer domingo

Todos: Hacen la Señal de la Cruz.

Ambientación: La razón más grande de nuestra alegría es Jesús que ya está entre
nosotros y esperamos su segunda venida. Este domingo nos recuerda que la
Navidad que festejamos todos los años nos trae a la memoria, que Jesús vino al
mundo a través de María.

Oración inicial: “Señor Jesús, no dejes que la alegría de tu presencia se borre de


nuestro corazón, a pesar de los acontecimientos dolorosos que estamos viviendo
en nuestra patria. Que la razón de nuestra alegría sea siempre el sentirnos amados
por Ti. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén”.

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Oración: “Señor Jesús, nosotros queremos ser portadores de alegría, llevando en
nosotros mismos una profunda alegría, una alegría que tenga su fuente en la fey en
el amor que nos tiene el Padre Celestial. Oscuridades e inseguridades no nos
pueden quitar la alegría. Señor, te pedimos que seas la causa de nuestra alegría.
Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.”

Oración frente a la corona: (algún integrante de la familia enciende la vela rosa,


además de las que ya se encendieron los otros dos domingos). “En las tinieblas se
encendió una luz, en el desierto clamó una voz. Se anuncia la buena noticia: el
Señor va a llegar. Preparad sus caminos, porque ya se acerca. Adornad vuestra
alma como una novia se engalana el día de su boda. Ya llega el mensajero. Juan
Bautista no es la luz, sino el que nos anuncia la luz. Cuando encendemos estas tres
velas cada uno de nosotros quiere ser antorcha tuya para que brilles, llama para
que calientes. ¡Ven, Señor, a salvarnos, envuélvenos en tu luz, caliéntanos en tu
amor”.

Guía: Palabra de Dios

Todos: Te alabamos, Señor

Meditación: Meditar en silencio las palabras de Juan el Bautista y dialogamos en


familia con esta pregunta ¿Qué actitudes y gestos son las que alegran nuestro
corazón?

Peticiones: A cada petición respondemos: ¡Señor, que no perdamos la alegría!

-Cuando el dolor nos golpea y nos cuesta levantarnos.

-Cuando sentimos que somos despreciados y maltratados.

-Cuando nos falta el trabajo y el pan de cada día.

Se pueden agregar otras peticiones/intenciones de la familia.

Oración final: “Querida Madre de Dios, que viviste con alegría los nueve meses de
tu Adviento llevando al Niño Dios en tu seno, ayúdanos con tu oración para que no
se borre nunca de nuestro corazón la alegría que nos trae Jesús. Amén”.

+Cuarto domingo

Todos: Hacen la Señal de la Cruz.

Ambientación: En el cuarto domingo de Adviento nuestros ojos miran a María, ya


que se aproxima el momento en que dará a luz al Hijo de Dios. Por eso al lado de la
corona vamos a poner una imagen de la Virgen con una vela encendida (que no
sea ninguna de las velas de la corona).

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Oración inicial: “Señor Jesús, hoy la liturgia nos invita a mirar a María
embarazada, que te ha llevado en su seno durante nueve meses y que pronto te
dará a luz. Ayúdanos a vivir con fe este misterio llamado “Encarnación”. Tú, que
vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén”.

Oración: “Señor Jesús, nuestros corazones y también nuestro hogar te abren las


puertas, para que así como entraste en el seno de María, puedas entrar en nuestra
vida personal y familiar. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén”.

Oración frente a la corona: (algún integrante de la familia enciende las cuatro


velas de la corona tomando luz de la vela que está delante de la Virgen).“Al
encender estas cuatro velas, en el último domingo de Adviento, pensamos en ella,
la Virgen, tu madre y nuestra madre. Nadie te esperó con más ansia, con más
ternura, con más amor. Nadie te recibió con más alegría. Te sembraste en ella
como el grano de trigo se siembra en el surco. En sus brazos encontraste la cuna
más hermosa. También nosotros queremos prepararnos así: en la fe, en el amor y
en el trabajo de cada día. ¡Ven pronto, Señor. Ven a salvarnos!”

Guía: Palabra de Dios

Todos: Te alabamos, Señor

Meditación: Meditamos en silencio y dialogamos en familia con esta pregunta:


¿Cuáles son los motivos por los que Isabel se alegra ante la visita de María?

Peticiones: A cada petición respondemos: ¡Virgen María, danos a Jesús!

-En este momento de dolor y angustia que vive nuestra patria.

-En esta Navidad que hemos venido preparando en familia.

-En los momentos en que sentimos la tentación de abandonar todo.

Se pueden agregar otras peticiones/intenciones de la familia.

Oración final: “Querida Madre de Dios, te pedimos que nos hagas sentir aquella
misma alegría y gozo que sentiste al dar la vida humana a Jesús. Nuestra familia
quiere llevar esta felicidad a todas las personas que más sufren. Amén”.

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