PLIEGO Vida Nueva
2.989. 21-27
mayo de 2016
Tres miradas sobre
el diaconado femenino
Fernando Rivas Rebaque · Carmen Peña García · Isabel Gómez-Acebo
¿Quiere abrir Francisco la puerta al diaconado femenino?,
¿qué precedentes encontramos en la Iglesia primitiva?,
¿por dónde pasa la institucionalización canónica de este
ministerio?, ¿por qué ahora?, ¿cuál debe ser el siguiente
paso?… Tres destacadas firmas comparten sus respectivos
puntos de vista (histórico, canónico y eclesial) acerca
de una cuestión compleja, cuyo debate despierta tantas
expectativas como recelos.
diaconado femenino
Diaconado de las diáconos de 1 Tim 3, 113. Una opinión
mujeres en la Iglesia. que viene a ser corroborada poco más
Perspectiva histórica adelante por otro autor alejandrino,
Fernando Rivas Rebaque Orígenes, el cual, comentando Rom
Profesor de Historia Antigua de la Iglesia 16, 1-2, afirma que las “mujeres
también están constituidas en
y Patrología. Facultad de Teología
el ministerio de la Iglesia”4.
Universidad Pontificia Comillas
A inicios del s. III, pero en la zona
siria, la Didascalia de los apóstoles (DA)
A pesar de que el diaconado de
las mujeres ha sido una de las
formas más permanentes (más de mil
habla de algunas de las funciones
de las mujeres diácono, como
encargarse del orden y el lugar de las
años), transversales (ámbito litúrgico, mujeres en las asambleas (DA 12), la
caritativo, catequético) y ecuménicas obediencia al obispo (DA 15), la visita
(en Oriente y Occidente) del ser y domiciliaria a otras mujeres, sobre
participar de la mujer en la Iglesia, no todo en caso de enfermedad (DA
dejan de ser sorprendentes los miedos 16,1.5), así como la unción del óleo
y recelos, cuando no la condena, que en el bautismo de las mujeres (DA
produce cualquier intento de retomar 16,2.3) y su instrucción catequética
esta cuestión en la Iglesia, como es posbautismal (DA 16,4), por lo que se
el caso del reciente pronunciamiento debe “honrar a la mujer diácono como
del papa Francisco. Por ello, nada [figura] del Espíritu Santo” (DA 9,3).
mejor que acudir a la historia de A inicios del siglo IV, en Egipto, el
la Iglesia para que nos ilustre. apóstol san Pedro afirmará en los
Así, la primera referencia que Cánones eclesiásticos de los apóstoles
tenemos del diaconado de las mujeres que la “buena diácono [eudiákonos]
se encuentra en Rom 16, 1-2, donde debe estar dedicada a las mujeres
Pablo, hacia el año 58, describe a enfermas” (canon 21). El Concilio ella en presencia de los presbíteros
Febe como diákonos, “servidora”, de Nicea (325) supone una novedad y de los diáconos y diaconisas, y
de la Iglesia de Céncreas (puerto de terminológica al hablar por primera dirás: ‘¡Oh Dios eterno, Padre de
Corinto) y “benefactora/patrona” vez en Oriente de las “diaconisas”, nuestro Señor Jesucristo, Creador de
de muchos, e incluso de él mismo. pues hasta ahora se utilizaba hombres y mujeres que llenaste con
El papel que otorga Pablo a Febe es, mujeres diácono (en el ámbito latino el Espíritu a Miriam y Débora y Ana
sin duda, no menor al desempeñado se empleaba diaconnissa o diacona), y Julda, que no desdeñaste que tu
por los diáconos de Flp 1, 1. ordenando que las diaconisas Unigénito naciera de una mujer, que
La segunda y más controvertida seguidoras de Pablo de Samosata en la tienda del testimonio y en el
aparición es en 1 Tim 3, 8-11, en mantuvieran su condición laical al templo has instituido [projeirisámenos,
torno al año 100, donde el v. 11 ha no haber sido ordenadas (canon 19). propiamente “imposición de manos”,
sido interpretado como las esposas Sin embargo, hay que esperar a las término técnico para la ordenación]
de los diáconos o bien las mujeres Constituciones apostólicas (CA, hacia las guardianas de tus santas puertas
diáconos. No deja de ser curioso que, el 380 en zona siria) para encontrar (cf Ex 28, 8; 1 Sam 2, 22), mira
mientras la opinión mayoritaria entre por primera vez la ordenación ahora hacia tu sierva que va a ser
los Padres de la Iglesia lo considera explícita de las diaconisas, un calco instituida [projeiritsoménên] para el
referido a las mujeres diácono1, prácticamente a la de los diáconos, diaconado [diakonían] y concédele el
muchos biblistas (especialmente cuando, dirigiéndose al obispo, se le Espíritu santo y ‘purifícala de toda
católicos) lo interpreten como dice: “Impondrás las manos sobre indecencia de la carne y del espíritu’
esposas de los diáconos. (2 Cor 7, 1) para que pueda llevar
Más adelante, a inicios del s. II, a cabo dignamente la labor que se
Plinio el Joven, en un escrito dirigido le confía…” (CA VIII,19,2–20,2).
al emperador Trajano, comenta Además de lo dicho en la Didascalia,
la existencia de dos esclavas, las Constituciones establecen que
“que son llamadas servidoras las diaconisas “sean vírgenes, y
[ministrae]”2, posible traducción si no, una viuda casada una sola
latina del griego diakonai y muy vez” (CA VI,17,4), que reciban “una
cercano a lo visto en 1 Tim 3, 11. parte de los restos de los santos
A inicios del s. III, Clemente de ministerios” (CA VIII,31,2) y, junto
Alejandría comenta que algunos con los diáconos, se encarguen de “la
apóstoles tomaron a ciertas mujeres proclamación, los viajes, el ministerio
como “consiervas (syndiakonoi)” y el servicio…, y no se avergüencen
para que anunciasen el Evangelio del servicio a los necesitados” (CA
a las mujeres en sus propias casas, III,19,1.3). Expresiones muy parecidas
algo que ya aparecía en las mujeres encontramos en el Testamento de
24 VIDA NUEVA
diaconisas12, su estado de vida, sus
relaciones o sus obligaciones13. En
cambio, muchos concilios regionales
occidentales, como el de Orange
(441, canon 26) o el de Epaon (517,
canon 21), estarán más empeñados
en erradicar la existencia de las
diaconisas. Ello no obsta a que, en
el año 1017, encontremos una carta
del papa Benedicto VIII al obispo
de Oporto confirmándole en su
concesión de ordenar diaconisas,
práctica mantenida por sus
sucesores Juan XIX y León IX14.
Será, sin embargo, la línea iniciada
por las Constituciones apostólicas
en relación con las oraciones por
la ordenación de las diaconisas la
que tendrá una mayor continuidad,
como muestran, entre otros,
los códices Barberini (año 740),
Grotaferrata (1020), Bodleian (E 5.13,
1132) o Jenofonte (gr.163: s. XIII).
Desde el siglo IX, la asociación entre
mujeres e impureza, especialmente
con motivo de la menstruación
y el nacimiento de los hijos, la
nuestro Señor Jesucristo, ordenanza Mientras el Concilio de Calcedonia entrada de varones ordenados en
eclesiástica escrita en torno al 450, (451, canon 15) y el de Trulo (691, los cantos y otros factores como
posiblemente en Asia Menor. canon 14) se centran en la edad el iconoclasmo contribuyeron
A finales del siglo IV, los mínima de ordenación, que pasa de a la progresiva desaparición de
testimonios sobre las diaconisas los 60 años iniciales a los 40, el Código las funciones litúrgicas de las
empiezan a ser cada vez más de Justiniano (en torno al 535) va más diaconisas en la Iglesia bizantina,
abundantes. Así, entre otros Padres allá, legislando sobre el número de manteniéndose en el espacio
de la Iglesia, san Basilio habla monástico hasta mediados del s. XIII.
de un diaconisa en el canon 44 A partir de esta fecha, sobreviven
(Carta 199); san Gregorio de Nisa dice Bibliografía de manera marginal en algunas
que Lampadion estaba encargada Iglesias orientales como la maronita,
del coro de las vírgenes y • Roger Gryson, Le ministère des femmes dans donde el sínodo de 1736 permite, al
l’Église ancienne. Recherches et synthèses, J.
pertenecía al estamento [batmôi] Duculot, Gembloux, 1972.
menos en teoría, la ordenación de
de las diaconisas5; san Epifanio • Cipriano Vagaggini, “L’ordenazione delle dia-
diaconisas; o la Iglesia apostólica
comenta las funciones del orden conesse nella tradizione greca e bizantina”, armenia, que ha recuperado el
[tágma] de las diaconisas6; san Juan en Orientalia Christiana Periodica 40 (1974), diaconado femenino del siglo XVII y,
Crisóstomo habla de la diaconisa pp. 145-189. en 1982, ordenó en Constantinopla
Sabiniana en Carta 13 y de Pentadia • Aimé George Martimort, Les diaconesses. a Kristin Arat como diaconisa.
en las Cartas 94; 104 y 184. Essai historique, Edizioni Liturgiche, Roma,
A ellos habría que añadir las 1982. Conclusiones15
numerosísimas menciones de otros • Corrado Marucci, “Storia e valore del diaconato No puede invocarse la tradición
femminile nella Chiesa antica”, en Rassegna
autores eclesiásticos a las diaconisas, eclesial para excluir o marginar a
di Teologia 28 (1997), pp. 771-795.
como Evagrio Póntico7, que se dirige las mujeres del diaconado, sino más
• John Winjgaards, Women Deacons in the Early
a Severa de Jerusalén; Sozómeno, Church. Historical Texts and Contemporary bien todo lo contrario. Hay datos
que habla de Eugenia8; Teodoreto de Debates, Crossroad Publishing Company, New más que suficientes para hablar del
Ciro, en referencia a Publia9; Paladio York 2002. diaconado femenino en la Iglesia
escribe sobre Magna de Ancira10… • Valerie A. Karras, “Female Deacons in the por lo menos hasta el siglo XI. Que
La lista completa llenaría muchas Byzantine Church”, en Church History 73/2 el diaconado de las mujeres no haya
más páginas. Y eso sin poner (2004), pp. 272-316. tenido una especial incidencia en la
la enorme multitud de inscripciones • Fernando Rivas Rebaque, ¿Qué se sabe de… Iglesia de Occidente no quiere decir
La vida cotidiana de los primeros cristianos?,
epigráficas que encontramos que no tenga su base en la tradición
Verbo Divino, Estella (Navarra), 2011, pp.
en todo el Imperio11, muchas 46-49. y un derecho a su existencia eclesial.
de ellas del s. III, aunque, lo mismo • Elisa Estévez López, ¿Qué se sabe de… Las No deja de ser significativo
que los escritos, son sin duda mujeres en los orígenes cristianos?, Verbo en este sentido que muchos
predominantes en la parte oriental. Divino, Estella (Navarra), 2012, pp. 217-226. pensadores católicos (no así en el
VIDA NUEVA 25
diaconado femenino
mundo protestante u ortodoxo), ¿Diaconisas? Respecto a los clérigos, en 2010 se
al no tener más remedio que produjo una modificación legislativa
Apuntes canónicos
admitir la existencia del diaconado significativa, reflejo de las dificultades
femenino –los datos literarios y
para la reflexión de la configuración del diaconado:
epigráficos son innegables–, intenten Carmen Peña García mientras que el c.1008 del Código
restringir su función eclesial Facultad de Derecho Canónico. de 1983 resaltaba la unidad de los
por el tipo de ordenación que se Universidad Pontificia Comillas tres grados del orden sagrado, al
llevaba cabo (según ellos, sería atribuir indistintamente a todos los
una mera bendición sacramental
y no un sacramento propiamente
dicho), negar su inserción en el
L a cuestión sobre las diaconisas
se inserta en el marco
de un debate teológico más amplio:
clérigos o ministros sagrados el estar
“destinados a apacentar el pueblo
de Dios según el grado de cada
orden clerical (y su consiguiente el de la identidad y significación uno, desempeñando en la persona
entrada en el espacio sagrado) sacramental del diaconado mismo, de Cristo Cabeza las funciones de
y reducir su papel eclesial a una tal como puso de manifiesto enseñar, santificar y regir”, esta
función subsidiaria sin importancia la Comisión Teológica Internacional redacción fue modificada por el
(por lo cual su reintroducción en 2002, en su documento motu proprio Omnium in mentem
sería, en el mejor de los casos, El diaconado: evolución y perspectivas. de Benedicto XVI, que distinguía
un “divertido anacronismo”). Esta necesidad de repensar dos grupos: “Aquellos que han
Para terminar, frente a las enormes el diaconado surge a raíz de la sido constituidos en el orden del
dificultades que se pone al diaconado restauración del diaconado permanente episcopado o del presbiterado reciben
femenino, resulta cuanto menos en el Concilio Vaticano II, que la misión y la facultad de actuar
sorprendente la facilidad con que ha reconoce, junto a los llamados en la persona de Cristo Cabeza; los
sido admitido dentro de la práctica diáconos transeúntes –que reciben diáconos, en cambio, son habilitados
eclesial el diaconado permanente de el diaconado como paso previo para servir al pueblo de Dios en
varones casados (sin la posibilidad a su ordenación sacerdotal– un la diaconía de la liturgia, de la
de continuar con la ordenación nuevo tipo de diaconado como palabra y de la caridad” (c.1009,3).
sacerdotal), a pesar de no tener grado definitivo, al que pueden Se subraya de este modo
una base tan firme en la tradición acceder tanto varones célibes fuertemente, en la nueva regulación,
y su inextricable conexión con el como también varones casados, los la diferencia entre los ministerios
presbiterado, separándolo incluso cuales, pese a su condición clerical, sacerdotales y el ministerio diaconal,
de la obligatoriedad del celibato. no quedan obligados al celibato. conforme a la afirmación conciliar
Algo que al menos da que pensar. También se ve afectada la
comprensión del diaconado
permanente por la revalorización
Notas conciliar del laicado, pues
1. Cf. Kevin Madigan-Carolyn Osiek (eds.), Muje- prácticamente todas las funciones
res ordenadas en la Iglesia primitiva. Una historia que el Concilio presenta como
documentada, Verbo Divino, Estella (Navarra), características del diaconado
pp. 42-46. puedan ser, con diversos requisitos,
2. Plinio el Joven, Cartas X,96,2.
realizadas por fieles laicos. Esto
3. Cf. Clemente de Alejandría, Stromata
exige una profundización en la
III,6,53,3-4.
configuración de este ministerio
4. Orígenes, Comentario de la Carta a los Ro-
manos 16,2, Patrología Graeca [PG] 14,1278. que puede arrojar luz a la cuestión
5. Cf. Gregorio de Nisa, Vida de santa Macrina del diaconado femenino.
29,1.
6. Cf. Epifanio de Salamina, Panarion 75,1-4 1. Marco canónico general
(PG 42,744s). Desde una dinámica de comunión,
7. Cf. Evagrio Póntico, Cartas 7; 8; 19 y 20. el Código de 1983 parte de la radical
8. Cf. Sozómeno, Historia eclesiástica 9,2. igualdad de todos los bautizados,
9. Cf. Teodoreto de Ciro, Historia eclesiástica proveniente de la participación de
3,14. todos los fieles en la triple misión
10. Cf. Paladio, Historia lausíaca 67. de Cristo, Sacerdote, Profeta y
11. Cf. Madigan-Osiek, pp. 55-159 y 212-214, Rey, sin perjuicio de que dicha
donde aparecen más de sesenta casos, y no participación se concrete de diversos
son los únicos.
modos, distinguiendo el c.208 entre
12. Cf. Novella 3,1.2.
clérigos o ministros ordenados
13. Ib. 6,6,1-10.
(obispos, sacerdotes y diáconos) y
14. Cf. Patrologia Latina 139,1621; 132,1056
laicos. Los religiosos y consagrados,
y 143,598.
caracterizados por la profesión de
15. Cf. Fernando Rivas Rebaque, Desterradas
hijas de Eva. Protagonismo y marginación de la los consejos evangélicos, serán
mujer en el cristianismo primitivo, San Pablo, clérigos o laicos en función de si
Madrid, 2008, pp. 255s. han recibido el orden sagrado.
26 VIDA NUEVA