PENSAMIENTOS SOBRE LA FIDELIDAD DE
DIOS
Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la
9
misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones;
Deu. 7:9
INTROD.- 3 Joyas hermosas destacan del
La fidelidad es uno de los atributos de Dios que aparece prácticamente en cada página de su
revelación. Su fidelidad a sus propósitos y a aquellos que son suyos, es una constante a lo largo de
toda la historia bíblica y aún en la historia de la Iglesia hasta hoy. Dicha fidelidad descansa sobre otro
de los atributos de Dios: su inmutabilidad. Cuando Dios se propone hacer algo, no descansará hasta
que lo lleve a término (Isa. 46:10).
De igual manera, si Dios jura que hará algo, continuará moviéndose en esa dirección hasta verlo
realizado porque “Él no puede negarse a sí mismo” (2 Ti. 2:13)
Necesitamos pensar bíblicamente acerca de la fidelidad de Dios de tal manera que confiemos más
en él. Dios es tremendamente fiel y dejó su palabra para que la leamos, meditemos en ella,
dependamos de ella y nos aferremos a las verdades que ella enseña.
1-EL CARÁCTER DE DIOS: Dios es fiel. Él nunca cambia, nunca falla, nunca abandona, nunca
olvida sus promesas, nunca se echa para atrás, nunca hace una falsa promesa, nunca deja a
medias las cosas, nunca deja de ser, nunca deja de amar y nunca cambia de parecer. Él “es el
mismo ayer, y hoy, y por los siglos” (He. 13:8). Puedes estar seguro de eso- Deu. 7:9
Hay hombres y mujeres fieles en sus matrimonios, en sus hogares, en sus trabajos y en sus
responsabilidades. Verdaderamente hay personas ejemplares en
este mundo. Pero incluso la fidelidad humana no se compara con la fidelidad
de aquel que es “el Amén, el testigo fiel y verdadero” (Ap. 3:14). No hay nadie
como él.
Los hombres fallan, mienten e incumplen lo que han prometido. Probablemente alguien te ha fallado
en esta vida. Si aún no lo has experimentado, probablemente lo harás. Alguien, tarde o temprano, te
fallará. Sin embargo, debes confiar que, aunque los hombres sean infieles, “él permanece fiel” (2 Ti.
2:13). Por eso, no debes poner nunca tu mirada y tu confianza en el hombre- ( Jer. 17:5), sino en
aquel que “es el todo” (Col. 3:11).
2-EL CONCEPTO DE LA FIDELIDAD-La fidelidad de Dios: es grande, majestuosa, inagotable,
inextinguible, incomparable, inamovible e incomprensible. Él es fiel, está siendo fiel y será
fiel. Por eso puedes estar seguro y confiado que “el que comenzó en [ti] la buena obra, la
perfeccionará hasta el día de Jesucristo” (Fil. 1:6). Esto debe permanecer anclado a tu alma y
debe sostenerte firme siempre, sabiendo que tu Dios es un Dios fiel.
Cuando la prueba venga a tu vida, cuando estés atribulado, cuando te embargue el desánimo y
estés desconsolado, cuando la incredulidad merodee tus pensamientos, ve a la fuente inagotable de
verdad: su palabra. Su “palabra es verdad” (Jn. 17:17) y debe servir de “lumbrera a [tu] camino” (Sal.
119:105) siempre. En esos momentos difíciles debes aferrarte a la verdad de su palabra para traer
aliento, esperanza, consolación, gozo y paz a tu vida.
La palabra de Dios te sostendrá firme siempre y recordar la fidelidad de Dios con base en su palabra,
hará que tu vida esté anclada firmemente en él. No importa el tamaño de tu prueba, no importa lo
mucho que estés afanado, no importa qué tanto te haya pasado, él te ama, es fiel y cuidará de ti. Él
te sostendrá hasta el final. No te dejará, no te abandonará, no dejará incompleta la obra que
comenzó en ti. Si eres su hijo, puedes estar confiado de que ninguno se ha perdido de su mano ( Jn.
17:12).
3-LA CONSECUENCIA