DIOS HÁBLAME
HEBREOS 4:12 PORQUE LA PALABRA DE DIOS ES VIVA Y
EFICAZ, Y MÁS CORTANTE QUE TODA ESPADA DE DOS
FILOS; Y PENETRA HASTA PARTIR EL ALMA Y EL
ESPÍRITU, LAS COYUNTURAS Y LOS TUÉTANOS, Y
DISCIERNE LOS PENSAMIENTOS Y LAS INTENCIONES DEL
CORAZÓN.
La mayoría de los creyentes se acercan a Dios para pedirle que
les hable; pero más de la mitad de esos mismos creyentes,
cuando Dios les habla, no están dispuestos a escuchar lo que
Dios quiere decir, porque lo que escuchan no es de su agrado.
Todos esperamos que la voz de Dios sea audible o que se
manifieste a través de un torbellino o un terremoto.
Dios habla y desea hablarnos cada día; él desea que usted se
acerqué a él para mantener una conversación.
Debemos de tratar de escuchar la palabra de Dios, y una de las
formas es a través de las escrituras.
Cuando se le da la importancia a las Escrituras, un gran
universo se abre ante nuestros ojos; un universo espiritual,
lleno del poder y de la misericordia de Dios.
Dios no va a usar otro argumento sino el que se halla ya escrito
para favorecer a su pueblo y también para enjuiciarlo; por eso
es necesario conocer las Escrituras Sagradas.
La Biblia como dice el apóstol Pablo, es viva, es decir es el
aliento de Dios.
El aliento o el soplo de Dios en hebreo “neshamá” que traduce
aliento vital.
El mismo soplo o aliento que Dios echó sobre Adán, es el mismo
aliento o soplo que reciben quienes escudriñan la Biblia, o la
Palabra de Dios.
GÉNESIS 2:7 ENTONCES JEHOVÁ DIOS FORMÓ AL
HOMBRE DEL POLVO DE LA TIERRA, Y SOPLÓ EN SU
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NARIZ ALIENTO DE VIDA, Y FUE EL HOMBRE UN SER
VIVIENTE.
El hombre antes de recibir ese soplo era solo barro y polvo; así
mismo es el hombre hoy en día sin Dios; es un ser que solo se
mueve por sus pasiones, sus deseos y su propia voluntad.
Solo puede haber un cambio y es cuando usted encuentra a
Jesús y comienza a vivir por su palabra.
Cuando Dios sopló sobre Adán, no era solo aire lo que echaba;
sino que le daba de su Espíritu, de su Conocimiento, de su
Sabiduría, etc.
Por esta razón, cada vez que usted lee las Escrituras con todo
su corazón, estás le hablaran directamente a su corazón y a su
alma, desde su espíritu.
Ahora leamos el siguiente versículo:
2 TIMOTEO 3:16 TODA LA ESCRITURA ES INSPIRADA POR
DIOS, Y ÚTIL PARA ENSEÑAR, PARA REDARGÜIR, PARA
CORREGIR, PARA INSTRUIR EN JUSTICIA,
“Es inspirada por Dios”, palabra griega theopneutos, que
significa «el aliento divino», es decir es el fruto del creativo
Espíritu de Dios, por lo tanto es «la Palabra de Dios».
Ok, entonces, vemos una relación entre “el esperar que Dios te
hable” y “la escritura de Dios”.
Pero muchas veces, leemos y leemos y nada entendemos… je je
je me salió en verso sin esfuerzo…
No entendemos lo que leemos porque el Espíritu de Dios no está
ayudándonos a entender lo que leemos, y eso se llama “ceguera
espiritual”, por lo tanto, si estás en ese caso, estás ciego.
Entonces, si queremos saber y no lo podemos hacer, es porque
no existe una ayuda de parte del Espíritu Santo.
Pero, si tenemos la ayuda del Espíritu de Dios lo podremos
entender todo, y es más descubriremos cosas que no están
escritas, recibiremos revelación de parte de Dios.
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JEREMÍAS 33:3 CLAMA A MÍ, Y YO TE RESPONDERÉ, Y TE
ENSEÑARÉ COSAS GRANDES Y OCULTAS QUE TÚ NO
CONOCES.
La sabiduría espiritual escrita en la biblia comienza con el temor
a Jehová.
PROVERBIOS 1:7 EL PRINCIPIO DE LA SABIDURÍA ES EL
TEMOR DE JEHOVÁ; LOS INSENSATOS DESPRECIAN LA
SABIDURÍA Y LA ENSEÑANZA.
Y el temor a Jehová siempre te ayudará a guardarte de todo
mal.
Ahora bien no es suficiente con saber las escrituras porque es
necesario que estás ministren tu vida; es decir que creas en
ellas.
Tomemos el ejemplo de Pablo; o cómo se llamaba antes Saulo.
Saulo conocía las Escrituras de su época, era un maestro del
Antiguo Testamento pero estaba ciego.
El no supo que estaba ciego hasta que Dios se lo demostró
físicamente
HECHOS 9:8-9 ENTONCES SAULO SE LEVANTÓ DE TIERRA,
Y ABRIENDO LOS OJOS, NO VEÍA A NADIE; ASÍ QUE,
LLEVÁNDOLE POR LA MANO, LE METIERON EN DAMASCO,
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 DONDE ESTUVO TRES DÍAS SIN VER, Y NO COMIÓ NI
BEBIÓ.
Ananías fue llamado por Dios para devolverle la vista a Pablo,
pero Ananías se resistía porque conocía las cosas que había
hecho Pablo, en contra de los cristianos.
HECHOS   9:13-14 ENTONCES  ANANÍAS   RESPONDIÓ:
SEÑOR, HE OÍDO DE MUCHOS ACERCA DE ESTE HOMBRE,
CUÁNTOS MALES HA HECHO A TUS SANTOS EN
JERUSALÉN; 14Y AUN AQUÍ TIENE AUTORIDAD DE LOS
PRINCIPALES SACERDOTES PARA PRENDER A TODOS LOS
QUE INVOCAN TU NOMBRE.
Pero Dios le dice lo siguiente…
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HECHOS 9:15-16 EL SEÑOR LE DIJO: VE, PORQUE
INSTRUMENTO ESCOGIDO ME ES ÉSTE, PARA LLEVAR MI
NOMBRE EN PRESENCIA DE LOS GENTILES, Y DE REYES, Y
DE LOS HIJOS DE ISRAEL; 16PORQUE YO LE MOSTRARÉ
CUÁNTO LE ES NECESARIO PADECER POR MI NOMBRE.
Y eso hizo Ananías, obedeció la palabra de Dios, sin entender
como Dios hará lo que le estaba pidiendo.
HECHOS 9:17 FUE ENTONCES ANANÍAS Y ENTRÓ EN LA
CASA, Y PONIENDO SOBRE ÉL LAS MANOS, DIJO:
HERMANO SAULO, EL SEÑOR JESÚS, QUE SE TE APARECIÓ
EN EL CAMINO POR DONDE VENÍAS, ME HA ENVIADO
PARA QUE RECIBAS LA VISTA Y SEAS LLENO DEL
ESPÍRITU SANTO.
Pablo estaba ciego, y no entendía el porqué, hasta que se
encontró con Jesús, y este le mostro lo que quería hacer con él.
Puede ser que escuchemos a Dios, puede ser que sepamos lo
que él quiere que hagamos, pero puede ser que no entendamos
lo que Dios nos pide.
No importa si no entiendes lo que Dios quiere que tú hagas,
tienes que obedecer, y, sé que Dios, en su tiempo, te explicará
porque te pidió eso.
Conclusión.-
Todos queremos escuchar la palabra de Dios, unos la
escuchamos, otros creemos escucharla; a veces la escuchamos
audiblemente, otras veces la entendemos a través de una
predica, o a través de un hermano que nos habla; otras veces a
través de alguien que no es ni siquiera hermano.
El asunto es que siempre Dios nos habla… pero a veces no lo
escuchamos, y no lo escuchamos porque el Espíritu Santo no
está ayudándonos a entender a Dios.
Dios nos ha venido hablando, y yo le pido a Dios que estas
enseñanzas realmente toquen su corazón y puedan saber
quiénes en realidad somos fada uno de nosotros.
Repita conmigo… soy hijo de Dios
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