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Propiedades y Estructura de la Tabla Periódica

El documento describe las propiedades periódicas de los elementos químicos según la tabla periódica. Explica que los elementos se organizan en grupos y períodos dependiendo de su número atómico y configuración electrónica, y que elementos dentro de un mismo grupo comparten propiedades como la valencia. También define propiedades periódicas como la energía de ionización y afinidad electrónica, y cómo estas varían entre grupos y períodos. Finalmente, detalla los números cuánticos que definen la estructura electrónica de los átomos

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Propiedades y Estructura de la Tabla Periódica

El documento describe las propiedades periódicas de los elementos químicos según la tabla periódica. Explica que los elementos se organizan en grupos y períodos dependiendo de su número atómico y configuración electrónica, y que elementos dentro de un mismo grupo comparten propiedades como la valencia. También define propiedades periódicas como la energía de ionización y afinidad electrónica, y cómo estas varían entre grupos y períodos. Finalmente, detalla los números cuánticos que definen la estructura electrónica de los átomos

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1.1.

Tabla periódica y propiedades de los elementos


La teoría atómica de Dalton genero las condiciones propicias para un enorme crecimiento
en la experimentación química a principios del siglo XIX. A medida que el conjunto de
observaciones químicos crecía y la lista de elementos conocidos aumentaba, se intentaba
descubrir protones regulares del comportamiento químico. En 1869 culmino el desarrollo
de la tabla periódica. Muchos elementos presentaban similitudes muy marcadas entre sí, por
ejemplo: Li, Na y K, son metales blandos, muy reactivos.

La tabla periódica es un arreglo de los elementos en orden creciente de su número atómico.


Los elementos que presentan propiedades similares se colocan en columnas verticales. Los
elementos de una columna se conocen como un grupo periódico. Los elementos de una fila
horizontal se conocen como un periodo. Actualmente existen 118 elementos químicos, 89
en la naturaleza, mientras que el resto ha sido creado artificialmente por el hombre.

GRUPO
PERIODO

Figura 1. Grupos y periodos de la tabla periódica.

Todos los elementos que pertenecen a un grupo tienen la misma valencia, y por ello, tienen
características o propiedades similares entre sí, por ejemplo los elementos del grupo IA
tienen valencia 1 (un electrón en su último nivel de energía). A los grupos se les asignan
números romanos (numeración europea) y las letras A y B; la letra A indica el grupo de
elementos representativos de la configuración electrónica que terminal en general en
orbitales s o p; la B indica elementos no representativos o de transición en orbitales d o f.
Figura 2. Clasificación de los elementos.

Los elementos metálicos (metales), que comprenden la mayoría de los electrones dominan
el lado izquierdo y el medio de la tabla; los elementos no metálicos (no metales) se ubican
en el lado derecho. Muchos de los elementos que están junto a la línea que separa a los
metales de los no metales son metaloides.

Tabla 1. Clasificación de los elementos de la tabla periódica.

Grupo Nombre Elementos

1A Metales alcalinos Li, Na, K, Rb, Cs, Fr.

2A Metales alcalinotérreos Be, Mg, Ca, Sr, Bo, Ra.

3A Cal cógenos O,S, Se, Te, Po.

4A Halógenos F, Cl, Br, I, At.

5A Gases nobles He, Ne, Ar, Kr, Xe, Rn.

La tabla periódica recibe este nombre para reflejar la repetición periódica que se observa en
las propiedades de las familias de los elementos a medida que Z (número atómico)
aumenta. Cada elemento químico está representado mediante un símbolo químico, que es la
notación que se utiliza para representarlo; generalmente es la letra inicial del nombre del
elemento en mayúscula, como se muestra en la figura 2.
Figura 3. Partes que ocupa un elemento de la tabla periódica.

La forma de la tabla periódica, tiene estrecha relación con la estructura electrónica de los
átomos de los diferentes elementos. El número de periodo al que pertenece un elemento es
igual al número de nivel de energía en donde el átomo aloja sus electrones externos,
llamados de valencia porque son los que intervienen en la formación de los enlaces
químicos. Así como la configuración electrónica de los elementos, muestra una variación
de Z, los elementos también presentan variaciones periódicas en sus propiedades físicas y
en su comportamiento químico. El punto de fusión, punto de ebullición, radio atómico,
radio iónico, energía de ionización, afinidad electrónica, electronegatividad, se denominan
propiedades periódicas.

La energía de ionización (I) es la mínima energía requerida para quitar 1 mol de electrones
a 1 mol de átomos en estado gaseoso en su estado fundamental. Unidades Kj/ mol y
Kcal/mol. Su magnitud es una medida de la fuerza con que está unido el electrón al átomo.
Se define como la energía necesaria para arrancar electrón a un átomo neutro,
convirtiéndolo en ion positivo o catión. La magnitud de la energía de ionización es una
medida del esfuerzo necesario para que un átomo libere un electrón y forme un ion
positivo, o de cuando está fuertemente atraído un electrón por el núcleo en el átomo. A
mayor energía de ionización es más fácil quitar el electrón.

En los elementos de una misma familia o grupo la energía de ionización disminuye a


medida que aumenta el número atómico, es decir, de arriba abajo. En los alcalinos, por
ejemplo, el elemento de mayor potencial es el litio y el de menor es el francio. Esto se debe
a que el último electrón se sitúa en orbitales cada vez más alejados del núcleo y, a su vez,
los electrones de las capas interiores ejercen un efecto de apantallamiento de la atracción
nuclear sobre los electrones periféricos. La energía de ionización más elevada corresponde
a los gases nobles, ya que su configuración electrónica es la más estable, y por tanto se
requiere más energía para arrancar un electrón.
Figura 4. Representación de la energía de ionización de la tabla periódica.

La afinidad electrónica o electroafinidad (E) es la energía desprendida cuando se añade 1


mol de electrones a 1 mol de átomos en estado gaseoso, para formar un ion, es decir es la
tendencia que tienen los átomos a ganar electrones convirtiéndose en iones negativos o
aniones. Los elementos pueden tener tendencia a ganar o a perder electrones. Los
metales forman fácilmente iones positivos, los halógenos forman iones negativos y
presentan mayor afinidad electrónica respecto de los elementos del grupo IA.

Figura 5. Afinidad electrónica de los elementos

La electronegatividad de un elemento, es una medida de la tendencia relativa de un átomo


a atraer los electrones del enlace cuando esta químicamente combinado con otro átomo. Los
elementos con electronegatividad alta, tienen más tendencia para atraer los electrones del
enlace que los elementos con electronegatividad baja. En la tabla periódica, la
electronegatividad aumenta de izquierda a derecha en un periodo y disminuye hacia abajo
en un grupo.

Linus Pauling desarrollo un método para calcular las electronegatividades relativas de la


mayoría de los elementos, es un número sin unidades. La afinidad electrónica y la
electronegatividad esta relacionadas pero son diferentes. Si bien ambas propiedades indican
la tendencia de un átomo a atraer electrones, la afinidad electrónica se refiere a la atracción
de un átomo aislado por un electrón adicional, mientras la electronegatividad se refiere a la
habilidad de un átomo que está unido a otro átomo para atraer los electrones compartidos.
Figura 6. Ejemplo de las electronegatividades de los elementos químicos.

La estructura electrónica de un átomo describe la energía y el arreglo de los electrones


alrededor del átomo, mucho de lo que se conoce acerca de la estructura electrónica de las
capas se obtuvo mediante la observación de la interacción de la luz con la materia.

La configuración electrónica de un átomo describe la manera con que se distribuyen los


electrones en los orbitales del átomo. Permite conocer el número de electrones en cada
nivel principal y subnivel. El conocimiento de las configuraciones electrónicas ayuda a
entender y predecir las propiedades de los elementos. Por lo general, las configuraciones
electrónicas en estado basal se no obtienen al colocar los electrones en los orbitales
atómicos de menor energía posible con la restricción de que cada orbital puede contener no
más de dos electrones.

Figura 7. Niveles de energía de un electrón.

Números cuánticos

Los cuatro números cuánticos, permiten identificar completamente un electrón, en


cualquier orbital de cualquier átomo. Se puede emplear el concepto de orbital atómico para
describir las estructuras electrónicas basado en el átomo de hidrógeno. Estas estructuras
electrónicas son la clave de la organización de la tabla periódica, de las propiedades
periódicas de los elementos y de la capacidad de los átomos para formar enlaces químicos.

El número cuántico principal de n va a representar el nivel energético de un electrón de


acuerdo a su ubicación en las capas del átomo. Es importante resaltar que cuando un
electrón se encuentra más cercano al núcleo entonces nos representa un átomo con mayor
estabilidad, cosa contrario lograremos que el electrón se aleje del núcleo una mayor
inestabilidad.
1. Números cuántico principal (n), nivel de energía.

n= 0, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 ……..∞

2. Numero cuántico secundario o azimutal (l) Representa los subniveles de energía.

l= f(n) l=0, 1, 2, 3, 4, (n-1)

3. Número cuántico magnético (ml) representa la orientación del orbital en 3D.

ml= f(l) ml=-l ó +l

4. Número cuántico de spin (giro, rotación) del electrón (ms o s)

(1/2 ↑, -1/2 ↓) S=2 e−, P= 6 e−, d= 10 e− y f= 14 e−

 Principio de exclusión de Pauli

En un orbital puede haber hasta dos electrones de spin opuesto. Esto significa que no es
posible la existencia de dos electrones en el mismo átomo que tengan sus cuatro números
cuánticos iguales.

 Principio de la máxima multiplicidad o regla de Hund.

Dentro de un subnivel los primeros electrones ocupan orbitales separados y tienen spin
paralelos. Es decir los electrones entran uno en uno los orbitales que contienen la misma
energía, cuando estos orbitales se a completan con un electrón entonces cada uno de ellos
se satura con dos electrones en el mismo orden. Para el desarrollo de la configuración
electrónica de un átomo, se ancla el nivel (1,2, 3, 4, 5, 6 o 7) y el tipo de subnivel (s, p, d o
f).

Ejemplo:

1H

Los átomos paramagnéticos son aquellos átomos o elementos que se atraen a campos
magnéticos y poseen electrones impares en su capa de valencia. En cambio los átomos
diamagnéticos son aquellos átomos o elementos que se representan en campos magnéticos
y poseen un número par de electrones en su capa de valencia. Ejemplo:

26Fe: [18Ar] 4s2, 3d6 (Debido a que su última capa de valencia termina un numero par,
es decir 6 se le considera átomo diamagnético)

6C: 1s2, 2s2, 2p2 NOTA: representación gráfica de la regla de Hund


 Diagrama de Moeller

Es un método gráfico que describe la configuración electrónica de un elemento, se


caracteriza por trazar unas diagonales por las columnas de los orbitales, y siguiendo la
dirección de la flecha se establece el orden apropiado de los mismos para un átomo. A
través de éste, se define un orden en el llenado de los orbitales, los cuales asimismo están
definidos por los tres números cuánticos n, l y ml. Cada columna corresponde a distintos
orbitales: s, p, d y f, con sus respectivos niveles de energía. La primera flecha señala que el
llenado de cualquier átomo debe empezar por el orbital 1s.

Figura 8. Diagrama de Moeller.

Para utilizar la regla de las diagonales simplemente se debe seguir las líneas en diagonal
del diagrama desde arriba hacia abajo. Eso marcará el orden de llenado de los
subniveles de energía. La cantidad de electrones se escribe como superíndice. Una vez
que un subnivel de energía está "completo" de electrones se pasa al subnivel siguiente.

Ejemplo: Escribir la Configuración Electrónica del Manganeso (Mn):


PASO 1: Lo primero que debemos conocer es el Número Atómico (Z) del elemento en
cuestión, en este caso, el Manganeso el cual nos indica la cantidad de protones. Al tratarse
de un átomo neutro, la cantidad de protones será igual a la cantidad de electrones.

PASO 2: El siguiente paso será ubicar la totalidad de los electrones en los orbitales
correspondientes utilizando la Regla de las Diagonales. El Manganeso (Mn) tiene un
número atómico Z=25, es decir, que tiene 25 protones y 25 electrones.
Siguiendo la Regla de las Diagonales escribimos la configuración electrónica (CE) del Mn
de la siguiente manera:

1s2 2s2 2p6 3s2 3p64s2 3d5

Dónde: 1 es el nivel de energía, S el subnivel de energía y 2 la cantidad de electrones en el


subnivel; La suma de todos los electrones debe ser 25 en este ejemplo:
2+2+6+2+6+2+5=25.

Ejercicio: Realizar el diagrama de Moeller y Hund.

16Ne:

95Am:

23V:

68Er:

7N:

54Xe:

51Sb:

79Au:

4Be:

16S:

Un enlace químico es el proceso mediante el cual se unen dos o más átomos para dar lugar
a un compuesto. Los enlaces químicos se forman mediante interacciones entre los
electrones de valencia de los átomos que participan y dependiendo del tipo de enlace
químico que los une serán las propiedades que lo formen. Los elementos químicos se
combinan de diversas maneras para constituir un gran número de compuestos inorgánicos y
orgánicos. Las propiedades de cada compuesto dependerán del tipo de elemento químico
que lo forma, el modo como se enlazan, la forma y geometría de los agregados atómicos.
Por ejemplo, si el enlace es fuerte, el punto de fusión de la sustancia será elevado, lo
contrario pasaría con una sustancia que entre sus átomos exista un enlace débil, el punto de
fusión será bajo.

Estos cambios electrónicos que producen las uniones entre átomos y moléculas son de
diferente clase y dan lugar a la formación de distintas interacciones, como las interatómicas
e intermoleculares. La interatómicas forman a los enlaces químicos como el iónicos, el
covalente y el metálico; sin embargo los intermoleculares son atracciones a través de
fuerzas llamadas Van der Waals y los puentes de hidrogeno. Los enlaces iónicos resulta de
las interacciones electrostáticas entre iones de cargas opuestas, el enlace covalente es el
resultado de compartir electrones entre dos átomos y el enlace metálico cada átomo está
unido a varios átomos por electrones que son relativamente libres de moverse a través de la
estructura tridimensional.

Para explicar mejor la formación de enlaces químicos Walter Kossel y Gilbert N. Lewis
enunciaron la regla del octeto, o de los ochos, la cual dice que la tendencia de los átomos
de los elementos en completar sus últimos niveles de energía con una cantidad de
electrones tal que adquiere una configuración semejante a la de un gas noble, es decir, con
8 electrones.

El modelo de Lewis consiste en escribir el símbolo del elemento y alrededor de este un


número de puntos igual que el número de electrones que se encuentran en el último nivel de
energía (electrones de valencia). Por ejemplo, el sodio solo tiene un electrón en su último
nivel de energía por lo que se representa como: el símbolo del elemento presenta el número
atómico y los puntos a los electrones de valencia.

Según la regla del octeto, cuando se forma una unión química los átomos pierden, ganan o
comparten electrones, de tal manera que la última capa o capa de valencia de cada átomo
completa 8 electrones. En general, los átomos que tienen 1, 2 o 3 electrones de valencia
tienden a perder- los para convertirse en iones de carga positiva, como es el caso de los
metales. Por otro lado, los átomos con 5, 6 y 7 electrones de valencia tienden a ganar
electrones y convertirse en iones con carga negativa. Pero algunos átomos con 4 electrones
de valencia son más aptos para compartir. Algunos átomos no siguen la regla del octeto
debido a que contienen 10,12 y hasta 14 electrones en la capa de unión. Cuando el átomo
contiene más de ocho electrones, se dice que la capa de valencia está expandida. Por
ejemplo el pentafloruro de fósforo.

Figura 1. Representación del modelo de Lewis (pentafloruro de fósforo).

Para determinar si el enlace entre dos átomos es iónico o covalente se utiliza la propiedad
de la electronegatividad. Que es la medida de la capacidad que tiene un átomo para atraer
hacia sí los electrones. En general, los valores diferentes de electronegatividad de los
átomos determinan el tipo de enlace que se formará en la molécula que los combina. La
electronegatividad se ha establecido en escala de 0 hasta 4.

Enlace iónico

El enlace iónico se produce por transferencia de electrones entre un metal que es capaz de
ceder electrones y un no metal capaz de captarlos. Es decir, entre átomos con
electronegatividades muy diferentes. El átomo que pierde electrones se transforma en ion
positivo o catión y el que acepta, en ion negativo o anión. El número de electrones perdidos
o ganados determinan el número de oxidación.

Estos iones forman enlaces debido a sus cargas, ya que partículas con cargas diferentes se
atraen y con cargas iguales se repelen. Por esta característica en los enlaces iónicos también
se les llaman electrovalentes.

Los compuestos iónicos tienen como propiedad más representativa su capacidad para
conducir la corriente eléctrica cuando se encuentran en solución. En estado sólido no son
conductores de la electricidad, ya que los iones solamente vibran en sus posiciones de
equilibrio.
Los compuestos iónicos presentan generalmente puntos de fusión y ebullición superiores a
500 °C. Esta propiedad es consecuencia de la gran cantidad de energía calórica que se debe
suministrar para contrarrestar la intensidad de las fuerzas de atracción interiónicas.
Usualmente los compuestos iónicos son quebradizos y cristalinos y están formados por un
sinnúmero de iones positivos y negativos, es decir, no existen las moléculas en las
sustancias iónicas sólidas. Las sustancias iónicas son solubles en agua y en otros
disolventes polares.

Enlace covalente
Los enlaces covalentes se forman cuando los átomos que se combinan comparten uno o
más pares de electrones, de tal manera que ambos átomos completan su octeto adquiriendo
la configuración de gas noble. Los compuestos covalentes dan origen a moléculas. Una
molécula es un conglomerado de electrones que se comportan como una sola unidad.
Los enlaces covalentes se pueden dividir en no polares, polares y coordinados.
Enlace covalente no polar: Se forma entre átomos iguales y en el cual las cargas eléctricas
se distribuyen simétricamente. Por ejemplo el cloro tiene siete electrones en su órbita
exterior, compartiendo un par de electrones formando el octeto.

Enlaces covalentes polar: Es cuando los electrones enlazantes no son compartidos en


forma equitativa por los átomos, esto debido a que uno de los átomos es más negativo que
otro, se cumple que la diferencia de electronegatividad es diferente de cero. Cada átomo
aporta un electrón para formar el par que se comparte, pero éste resulta atraído más
fuertemente por uno de los dos átomos, el que corresponde al elemento con mayor
electronegatividad.

Las moléculas en las cuales hay uniones covalentes polares forman dipolos, y las sustancias
por ellas formadas son compuestos polares. Por ejemplo, la molécula de agua, debido a que
los pares de electrones se encuentran más cerca del átomo de oxígeno, éste será ligeramente
más negativo que los átomos de hidrógeno, o éstos serán ligeramente más positivos que el
átomo de oxígeno, aunque la molécula sea eléctricamente neutra.

Enlace covalente coordinado: en este enlace los átomos que se combinan y comparten
electrones, pero el par necesario para formar el enlace es proporcionado solamente por uno
de ellos. De modo que un átomo contribuye como dador de los electrones y el otro como
aceptor, aunque los electrones son compartidos. Por ejemplo, en el dióxido de azufre, uno
de los átomos de oxígeno establece unión covalente no polar doble con el átomo de azufre,
de manera que ambos consiguen 8 electrones en su nivel electrónico externo. El segundo
átomo de oxígeno también comparte un par de electrones con el átomo de azufre, pero en
este caso los dos electrones los aporta el azufre, formándose una unión covalente dativa o
coordinada.

Enlace metálico

Casi todos los metales son maleables, lo que permite que se puedan martillar para formar
hojas delgadas y flexibles capaces de estirarse para formar alambres. Estas propiedades
indican que los átomos están preparados para deslizarse unos respecto de los otros. Los
sólidos iónicos o los cristales de la mayoría de los compuestos covalentes no muestran este
comportamiento. Esta clase de sólidos son típicamente quebradizos y se fracturan con
facilidad. Casi todos los metales crean estructuras sólidas en donde los átomos están
dispuestos como esferas acomodadas de forma compacta. El número de electrones de
electrones de la capa de valencia disponibles para la formación de enlaces no es suficiente
para que un átomo forme un enlace de par electrónico con cada uno de sus vecinos.
Para que cada átomo comparta sus electrones enlazantes con todos sus vecinos, estos
electrones deben ser capaces de movilizarse de una región de enlace a otra.

Fuerzas intermoleculares
Son fuerzas de atracción entre moléculas que ejercen más influencia sobre sólidos y
líquidos. La fuerza de Van der Waals es una fuerza mucho más débil que el enlace
covalente, incluye la atracción de los electrones de un átomo por el núcleo del otro y la
consiguiente redistribución de la carga electrónica en las moléculas. Para ello existen 3
fuerzas:
a) Atracción dipolo-dipolo: Se presenta entre dos moléculas polares iguales o
diferentes. Los dipolos existentes interaccionan entre sí, orientándose de tal manera
que producen débiles uniones entre ellos. Los puntos de fusión y ebullición de las
sustancias participantes de la unión pueden verse modificadas ligeramente.
b)
c) Atracción dipolo-dipolo inducido: Ocurre cuando una molécula polar al acercarse a
una molécula no polar induce en ella un dipolo instantáneo.

d)Fuerza de dispersión: Conocidas como fuerzas de London, se presentan cuando


moléculas no polares sometidas a un factor externo, como la disminución de la
temperatura, se aproximan entre sí, lo que origina un movimiento desordenado o
disperso de los electrones en los átomos de estas moléculas. Así se crean dipolos
instantáneos que permiten a las moléculas experimentar fuerzas de atracción
débiles.

Puentes de hidrogeno
Es un tipo especial de atracción dipolo-dipolo y quizás el más importante. Se produce
cuando el hidrógeno está enlazado a un átomo muy electronegativo y de pequeño volumen
como el oxígeno, el flúor o el hidrogeno, formándose moléculas muy polares atraídas entre
sí por intensas interacciones bipolares. Los compuestos que experimentan este tipo de
fuerzas presentan un visible cambio en sus puntos de fusión y ebullición que se refleja en su
estado de agregación a temperatura ambiente. Otras moléculas que presentan puentes de
hidrógeno son ADN, ARN, la estructura secundaria y terciaria de las proteínas.

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