INSTITUCION EDUCATIVA DEPARTAMENTAL SAN
JOSÈ
SEDE Nº 7 ESCUELA RURAL MIXTA SAN
ANTONIO
SITIO NUEVO MAGDALENA
PLAN DE ASIGNATURA LENGUA
CASTELLANA GRADO 5º. A 9º.
LIC. LILA ASTRID MENA RODRIGUEZ
AÑO 2020
INTRODUCCIÓN
El currículo académico del área de Humanidades comprende el estudio de la
lengua castellana orientada a la comunicación social y a la formación integral de la
persona, de tal manera que dicha lengua contribuya a la cimentación de valores
humanos como la tolerancia, la convivencia armónica y pacífica en una sociedad
pluralista en sus maneras de ser, pensar y sentir.
Las lenguas no son meros instrumentos de comunicación, sino que sirven también
como objeto de reflexión y análisis crítico para aprehender el conocimiento,
recrearlo y, a su vez, transformar la realidad social mediante la investigación y la
creatividad estética.
Cada ser normal nace con una competencia lingüística que desarrolla mediante
actos de habla concretos y diversos, según las prácticas culturales que los seres
enfrentan y confrontan en la interacción social. La lengua viene a ser, entonces, el
producto de las variadas prácticas empíricas, culturales y comunicativas que
fundamentan los grupos sociales hasta conformar el espíritu nacional que nos da
identidad y pertenencia a un determinado país.
ENFOQUE DEL ÁREA.
El español y la literatura se orientan con el enfoque semántico- comunicativo, lo
cual implica que el estudio y su literatura, partan de lo que significa la realidad
próxima o lejana, para lograr el desarrollo y funcionamiento de las cuatro
habilidades básicas de toda lengua viva: Escuchar, Hablar, Leer y Escribir.
Logrando así un buen desempeño en el manejo de las competencias.
El aspecto semántico se fundamenta en la corriente lingüística DENOMINADA
SEMANTICISMO, según la cual el proceso de comunicación se da a través de las
siguientes etapas: El referente o realidad de la cual se parte la configuración
conceptual o sea los significados parciales o temas que construye la mente,
producto de la realidad significada; la configuración lógica, es decir, los diferentes
tipos de juicio que hace la mente (afirma, niega, pregunta, etc.), la configuración
semántica, o sea los resultados empíricos, teóricos y culturales que el hablante
hace de la realidad; la configuración sintáctica, es decir, la manera como organiza
las palabras en el discurso; la configuración fonético-fonológica, o sea los sonidos
y palabras que empleamos en la estructura superficial, o sea lo que finalmente
hablamos o escribimos.
Bajo el enfoque anterior, tenemos una línea o eje que es la lecto-escritura, en
todos los cursos o niveles, la enseñanza-aprendizaje que toda lengua tiene como
función y finalidad esencial lograr la comunicación humana, pues lengua que no
comunica muere y queda sólo en la abstracción teórica.
PERSPECTIVA TEÓRICA
La Ley 115 de 1994 estableció los fines de la educación, definió un conjunto de
áreas obligatorias y fundamentales del conocimiento y dejó abierta la posibilidad
de introducir asignaturas optativas, pertinentes y necesarias de acuerdo con las
características locales donde se desarrolla la acción escolar. De la misma manera,
la Ley dio autonomía a las instituciones educativas para definir, en el marco de
lineamientos curriculares y normas técnicas producidas por el Ministerio de
Educación Nacional, su propio Proyecto Educativo Institucional (PEI).
En el centro de la discusión sobre cómo mejorar la calidad está la pregunta ¿qué
saberes y competencias deben desarrollar los estudiantes como resultado de su
paso por los diferentes grados y ciclos escolares? Por tratarse de educación para
todos, el preescolar, la básica y la media deben proporcionar a toda la población
estudiantil las mismas oportunidades de aprendizaje y desarrollo individual y
social. De allí que sea conveniente contar con pautas o normas comunes, precisas
y básicas para estos tres niveles educativos.
En los estándares curriculares del área de Lengua Castellana subyace la
dimensión de lenguaje planteada en los Lineamientos curriculares: “la concepción
que se visiona tiene una orientación hacia la construcción de la significación a
través de los múltiples códigos y formas de simbolizar; significación que se da en
complejos procesos históricos, sociales y culturales en los cuales se constituyen
los sujetos en, y desde el lenguaje”.
Desde esta perspectiva, por medio del lenguaje, el hombre fomenta las
competencias y habilidades para desarrollarse como individuo y ser social en un
continuo devenir de situaciones significativas, en las que las manifestaciones
expresivas del lenguaje tienden los lazos de unión con el mundo que lo rodea.
Los estándares curriculares son criterios que especifican lo que todos los
estudiantes de educación preescolar, básica y media deben saber y ser capaces
de hacer en una determinada área y grado. Se traducen en formulaciones claras,
universales, precisas y breves, que expresan lo que debe hacerse y cuán bien
debe hacerse. Están sujetos a la verificación; por lo tanto, también son referentes
para la construcción de sistemas y procesos de evaluación interna y externa,
consistentes con las acciones educativas.
La noción de estándar curricular hace referencia a una meta que expresa, en
forma observable, (a) lo que el estudiante debe saber, es decir, los conceptos
básicos de cada área, así como (b) las competencias, entendidas como el saber
hacer, utilizando esos conceptos. La noción de logro, por otra parte, hace
referencia al nivel en el cual los estudiantes alcanzan una determinada meta o
estándar.
Con los estándares curriculares no se pretende ‘uniformar’ la educación; con ellos
se busca contar con un referente común, que asegure a todos, el dominio de
conceptos y competencias básicas para vivir en sociedad y participar en ella en
igualdad de condiciones. Las instituciones educativas, en el marco de su PEI, son
autónomas para elegir sus enfoques y estrategias pedagógicas, así como para
seleccionar las temáticas que mejor se adecuen a las exigencias y expectativas de
los distintos contextos en que desarrollan su acción.
EVALUAR POR COMPETENCIAS
En un mundo que cambia de manera continua y que exige habilidades especiales
para sobrevivir y desempeñarse competentemente en situaciones cada vez más
complejas, es indispensable asumir nuevos retos pedagógicos que conduzcan al
alumno a desarrollar plenamente sus capacidades para enfrentar problemas, para
tomar decisiones, para adquirir conocimientos nuevos y, en síntesis, para mejorar
su calidad de vida.
Desde esa perspectiva se hace necesario dar un sentido a lo que los estudiantes
aprenden, es decir, darle significado. Dar significado implica establecer relaciones
entre el conocimiento que el alumno posee y el conocimiento nuevo. El alumno no
sólo acumula conocimientos, sino que se apropia de los conceptos, los integra y
los utiliza de manera creativa y flexible, en contextos reales.
La mejor manera para evaluar si un estudiante ha aprendido significativamente un
contenido conceptual, procedimental o actitudinal es la generación de espacios de
desempeño personal que le permitan expresar o actuar frente a tareas con exi-
gencias específicas y en condiciones variables.
Por esta razón, los proyectos de evaluación por competencias son espacios de
desempeño personal en contexto. Es decir, ambientes significativos para el
estudiante, que le permiten evidenciar cómo utiliza sus conocimientos en
situaciones específicas y qué sabe hacer para solucionar situaciones nuevas
como resultado de su experiencia.
El análisis discursivo permite tomar conciencia de cómo el lenguaje se utiliza para
realizar actos comunicativos específicos en un género discursivo particular, al
relacionar el texto con un contexto, con una intención comunicativa, con la
información, lo cual se traduce en la construcción de una unidad discursiva
coherente.
En lingüística se distinguen dos tipos de competencias, que se ponen en juego
para interpretar un enunciado cualquiera: una competencia propiamente
lingüística, que permite decodificar enunciados según reglas semánticas y
gramaticales de la lengua, y una competencia retórico-pragmática, que permite al
destinatario acceder a la interpretación última del enunciado teniendo en cuenta
los datos de la situación de enunciación o contexto en un sentido amplio. Por
competencia retórico-pragmática debemos entender, esencialmente, los
conocimientos compartidos por los interlocutores, las referencias espacio-
temporales, los indicios perceptivos ligados a las circunstancias materiales del
acto de comunicación y el contexto verbal o discursivo del enunciado o contexto.
METODOLOGÍA
Dentro del proceso enseñanza- aprendizaje el área de humanidades pretende
formar estudiantes activos en potencia que generen procesos mentales (raciocinio,
análisis, interpretación, síntesis) para un mejor desarrollo en las diferentes facetas
de su vida.
Participativa porque busca que los estudiantes sean el centro del proceso de una
forma dinámica y entusiasta que conlleve en ellos mecanismo esencial en el
desempeño del área.
Sea práctica desde la comprensión comunicativa permitiendo la adquisición de
conceptos y la utilización de estos en su diario vivir, como fundamento de la
convivencia en la sociedad.
En cualquier caso, predominará la participación efectiva de los alumnos en
comunión con los padres y agentes educativos para constituir canales de una
comunicación efectiva y de calidad en los diversos contextos en los que el
discente tiene posibilidades de participar activa y potencialmente. De ahí que la
evaluación se realizara en común acuerdo con el estudiante dentro de contextos
que ayuden a preservar la totalidad del fenómeno lingüístico.
El factor humanístico será el fundamento del plan de castellano puesto que los
planes del lenguaje consideran al hombre como un ser social por naturaleza;
lenguaje y sociedad forman la piedra angular de la construcción de los sistemas
de significación y de sentidos.
En últimas lo que se pretende con el área de castellano es desarrollar en los
educandos procesos mentales que busca un mejor desempeño en las pruebas
Saber, pues con el desarrollo de las guías se logrará obtener muy buenos
resultados en pro de mejorar la calidad de la educación de la ESCUELA RURAL
MIXTA SAN ANTONIO y toda la comunidad.
ESTRUCTURA GLOBAL DEL ÁREA.
El área de humanidades comprende el estudio de la lengua castellana y su
literatura, queriendo perseguir fundamentalmente la capacitación del estudiante
para la comunicación social.
La lengua castellana se ha organizado estructuralmente, así:
• Lectura comprensiva del texto motivador para deducir su significación.
• Análisis lingüístico – literario de cada texto.
• Investigación a partir del texto, mediante el planteamiento de temas problema,
hipótesis y posible solución.
• Creación literaria y/o semiótica, motivadas a partir de los textos.
• Crítica literaria mediante el ensayo.
LOGRO GENERAL
Desarrolla habilidades de comprensión lectora mediante la construcción, análisis
de diferentes textos y actos comunicativos, mostrando gran habilidad de aplicar el
conocimiento adquirido en sus elaboraciones textuales y orales.
ESTÁNDARES O LINEAMIENTOS CURRICULARES
1. Identificación de los principales elementos y roles de la comunicación para
enriquecer procesos comunicativos auténticos.
2. Reconocimiento de los medios de comunicación masiva y caracterización
de la información que se difunde.
3. Producción de textos orales que respondan a distintos propósitos
comunicativos.
4. Comprensión de textos que tengan diferentes formatos y finalidades.
5. Comprensión de textos literarios para propiciar el desarrollo de la capacidad
creativa y lúdica.
6. Comprensión de la información que circula a través de algunos sistemas de
comunicación no verbal.