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El Concepto de Lo Ascensional en La Práctica Astrológica

El documento habla sobre el concepto de lo ascensional en la práctica astrológica. Resalta el trabajo pionero de los astrólogos Wendel Polich y Nelson Page en Argentina en las décadas de 1960 y 1970, quienes desarrollaron el sistema teocéntrico de casas y técnicas ascensionales como la proyección de la carta natal en el sistema ascensional, los tránsitos ascensionales y los contactos ascensionales entre cartas natales. El autor busca profundizar estos temas menos conocidos para muchos astr
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El Concepto de Lo Ascensional en La Práctica Astrológica

El documento habla sobre el concepto de lo ascensional en la práctica astrológica. Resalta el trabajo pionero de los astrólogos Wendel Polich y Nelson Page en Argentina en las décadas de 1960 y 1970, quienes desarrollaron el sistema teocéntrico de casas y técnicas ascensionales como la proyección de la carta natal en el sistema ascensional, los tránsitos ascensionales y los contactos ascensionales entre cartas natales. El autor busca profundizar estos temas menos conocidos para muchos astr
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El concepto de lo Ascensional en la Práctica

Astrológica

El campo de la astronomía aplicada a la investigación astrológica parece


fluctuar a través de las distintas épocas, entre una dedicación absoluta a un
abandono injustificable. Múltiples pueden ser los motivos de estas
fluctuaciones, pero lo cierto es que a medida que los astrólogos contamos
con mayores elementos tecnológicos que nos hacen más llevaderos nuestros
cálculos y nos permiten profundizar en áreas en otros momentos vedadas, es
esa misma facilidad, esa misma tecnología la que se vuelve en contra de los
propios cultores de la astrología llevándolos a un abandono total de las viejas
técnicas de cálculo, y a un desconocimiento absoluto de los principios
fundamentales del mismo, confiando ciegamente en lo que una computadora
produce sin entender el porqué de los procesos que se llevan adelante y que
justifican luego la aplicación de determinado procedimiento o de una
particular técnica astrológica.
Son incontables los temas que se pueden enumerar que cumplen en forma
acabada con esta observación. No está en el espíritu de este trabajo
enumerarlos, pero si rescatar el trabajo y la tarea de algunos astrólogos que
con mucho esfuerzo sentaron bases importantes en la investigación de
nuestra disciplina, y que merced a la facilidad que nos brindan los medios de
cálculo actuales, sería imperdonable no seguir profundizando y ahondando
en las técnicas que con maestría ellos crearon y expusieron para la
consideración de miles de astrólogos que sin saberlo, y sin preguntarse
demasiado el porqué, utilizan diariamente parte de esos conocimientos en la
confección de sus cartas natales y en el cálculo de algunas técnicas para la
elaboración de sus pronósticos.
Entre las décadas del 60 y del 70 se destacó en la República Argentina y se
proyectó a la consideración del mundo el trabajo singular, prolijo,
apabullante, dedicado, profundo y casi obsesivo de dos investigadores en
astrología de procedencia extranjera pero nacionalizados argentinos. Se
trataba de Wendel Polich y Nelson Page, astrólogos y matemáticos que con
pasión desarrollaron un sistema de Casas denominado Teocéntrico, más un
sinnúmero de derivaciones y alternativas que del consciente estudio del
mismo se pueden desprender y que representan un aporte innegable al
desarrollo de la astrología. Sería injusto no incluir en este trabajo la labor
también desarrollada por el Astrólogo Alemán Alexander Marr quien aportó
mucho al desarrollo de la labor iniciada por los astrólogos Argentinos, sobre
todo desde el campo de la experiencia y desde sus aportes en el área de
programación informática, desarrollando aplicaciones especiales basadas en
dichos conocimientos y técnicas.
Por supuesto que dicho trabajo generó un enorme movimiento en el campo
de la astrología, al punto que el Sistema Topocéntrico ya es aceptado
mundialmente y forma parte de todos los sistemas de computación que se
dedican al cálculo astrológico.
El trabajo encarado por Polich y Page permitió un amplio y sistemático
desarrollo en la implementación de las siguientes técnicas astrológicas,
independientemente de la creación de un sólido sistema de casas basado en
la experiencia y en la demostración de la existencia de cada una de sus
cúspides:
1. Sistema Topocéntrico de Casas
2. Tabla de Ascendentes y de Ascensiones Oblicuas
3. Tablas de Ascensiones Rectas Eclípticas
4. Manual de Direcciones Primarias
5. Técnicas de Rectificación mediante Direcciones Primarias
6. Proyección de la carta natal en el sistema ascensional
7. Sistema de Tránsitos Ascensionales
8. Contactos ascensionales entre cartas natales

Limitaremos el alcance de nuestro trabajo al desarrollo


de los puntos 6 al 8, teniendo en cuenta que el Sistema Topocéntrico de
Casas (más allá de que necesitaría ser explicado permanentemente para el
correcto entendimiento de quienes lo utilizan) cuenta con tablas específicas
para el cálculo manual de cartas natales que la gran mayoría de los
astrólogos del hemisferio sur poseen entre sus libros esenciales junto a las
efemérides, y que las tablas de ascendentes y de ascensiones oblicuas, y las
tablas de ascensiones rectas eclípticas, pese a ser utilizadas solo por
astrólogos especializados también contaron en su momento con la suficiente
difusión. Mientras que son muy pocos los astrólogos que utilizan direcciones
primarias en sus cálculos y que rectifican por este método algo tedioso y
complejo desde lo matemático. Elección que hacemos también a la luz de
que la mayoría de los sistemas informáticos especializados cuentan con los
datos anteriormente expuestos.
Pero el desarrollo de los puntos 6 a 8, pese a haber sido explicados y
elaborados en detalle por los astrólogos mencionados, sigue siendo un factor
de misterio para la mayoría de los astrólogos a los que se les dificulta su
comprensión y siguen allí, a la espera de que alguien recoja el guante de
este desafío y comience a utilizar en forma constante estas técnicas. Desafío
que también tendrían que tomar los desarrolladores de software
especializado en astrología, ya que estas técnicas son de una riqueza
conceptual importante y abren un espectro de gran importancia y proyección
en el desarrollo de la astrología.
PROYECCION DE LA CARTA NATAL EN EL SISTEMA ASCENCIONAL:
Definir que es una carta natal desde el punto de vista astronómico, teniendo
en cuenta su proyección habitual en el plano, es muchas veces, una tarea
compleja. La carta natal es algo más que ese dibujo plano, lleno de líneas
que se entrecruzan, conectando símbolos de planetas y signos. Si elevamos
nuestra vista hacia el cielo veremos que el verdadero espacio donde la Carta
Natal toma vida es una esfera y no un plano. La esfera celeste es el ámbito
donde se desarrollan todos los procesos de la carta natal, pero
lamentablemente disponemos de un dibujo plano para tratar de especificar
una riqueza interpretativa que el mismo modo de dibujarla limita. Si
pudiésemos, por un momento, conservar esa visión de la esfera veríamos y
entenderíamos mucho más que escudriñando el dibujo plano con el que
habitualmente contamos. Nuestra realidad tridimensional se ve siempre
limitada por una lectura bidimensional.
Dentro de la Esfera Celeste conviven distintos círculos de posición,
definiendo cada uno de ellos diferentes planos, desde donde podemos
intentar interpretar la posición de los planetas.
En la Esfera Celeste coexisten multiplicidad de círculos de posición y de
marcos de referencia desde los cuales puedo plantarme y posicionarme para
observar la carta natal, pero para nuestros fines específicos solo
mencionaremos a tres de ellos, que son con los que convivimos mas
intensamente en el momento de elaborar nuestro mapa:
1. La Eclíptica o Zodíaco
2. El Ecuador Celeste
3. El Horizonte
Estos tres círculos de posición que conviven
dentro de una misma esfera, en nuestro caso la Esfera Celeste son los que
juegan, en función de sus superposiciones, a dar vida a la realidad
astronómica de la carta natal. La vieja proyección de una carta natal sobre el
zodíaco o eclíptica, y sobre la que dibujamos además de las posiciones
planetarias los puntos por donde cruzan las casas astrológicas, no es más
que una parte de esa realidad tridimensional. Expresa justamente la
proyección de los planetas en el zodíaco, es decir en los puntos donde los
cuerpos de los planetas se proyectan. Hay que recalcar la palabra
“proyectan”, ya que se trata de eso y no de su posición real. Cuando leemos
en las efemérides que un planeta cualquiera se encuentra en tal o cual grado
de tal o cual signo, solo se está indicando que el circulo de posición que
atraviesa el cuerpo de ese planeta cruza al círculo de posición de la eclíptica
en el grado zodiacal mencionado. Pero es posible que el planeta no se
encuentre exactamente allí, ya que en virtud de sus propias declinaciones y
latitudes eclípticas su cuerpo real puede encontrarse muy lejos de ese punto.
Pero nos alcanza con su proyección y eso es lo que interpretamos al
momento de realizar la lectura de la carta natal.
¿Pero que ocurre cuando incorporamos el Círculo de Posición del Ecuador
Celeste y el Círculo de Posición del Horizonte del lugar de nacimiento?.
Justamente, este último es un plano fundamental definido por la posición del
observador. El horizonte está indisolublemente ligado al cuerpo físico de la
persona o nativo de la carta y es el que en su intersección con el otro plano
mencionado, la eclíptica, genera lo que habitualmente conocemos como
punto ascendente. Tengamos en cuenta que este horizonte es variable ya
que se mueve de acuerdo a la posición de la persona en la tierra, lo que
indica que el lugar de nacimiento es clave en la obtención del ascendente
junto al dato de la hora de nacimiento. Avanzando un poco más, podemos
señalar que el horizonte del lugar en su juego con el Ecuador Celeste es el
que genera el Sistema de Casas (independientemente del sistema que
utilicemos eligiendo entre las decenas de ellos que existen).
El sistema de casas es la base de lo que luego interpretamos como casas
astrológicas. Esos doce sectores que se superponen sobre el zodiaco en el
dibujo de la carta natal, y que sustentan lo que luego denominamos los doce
significados o las doce definiciones mundanas. Todo astrólogo que interpreta
una carta, sabe que básicamente esa carta se compone de dos ruedas
superpuestas, la rueda de las casas y la rueda zodiacal. Ambas con sus
propios significados, y haciendo que ambos círculos giren uno dentro de otro
combinando cada uno de ellos sus doce significados. Luego el astrólogo
dibuja sobre ese gráfico los planetas, y mide luego con riguroso cuidado las
distancias entre ellos para obtener los aspectos, y con esto se da por
conforme, al haber obtenido un dibujo correcto de la carta natal a interpretar.
¿Pero sabe exactamente el astrólogo que es lo que está dibujando? La
realidad, es que la gigantesca mayoría de los astrólogos desconoce que la
superposición de ambos círculos no se da en en plano, sino en la esfera. Por
un lado tenemos el sistema zodiacal, una franja por cuyo centro pasa la
eclíptica, que tiene dieciséis grados de ancho y está dividida en doce
sectores de treinta grados cada uno, y por cuyo interior se desplazan los
planetas. Por el otro lado, tenemos una enorme esfera que es representativa
del sistema de Casas. Para que se entienda cada casa es algo similar al gajo
de una naranja, y el sistema de casas en su totalidad es la naranja completa
con doce gajos. De donde se desprende que cada casa, es exactamente
igual a la otra. Cada casa tiene medida sobre el Ecuador Celeste,
exactamente treinta grados de longitud, y el área que cubre cada casa, se
extiende desde el polo Norte, hasta el Polo Sur, ensanchándose hasta un
máximo de treinta grados en el Ecuador Celeste. Por consiguiente, las casas
no son esos pedacitos de eclíptica que vemos en el dibujo de la carta natal,
sino que es un sector homogéneo de espacio celeste que abarca
absolutamente a todos los puntos, estrellas, planetas que allí se encuentren,
incluido el pedacito de eclíptica que puede verse a través de ellas. ¿Por qué
entonces, insistimos en afirmar que hay casas grandes, y casas más
pequeñas?, ¿Por qué sostenemos que existen casas que abarcan más de un
signo, mientras que otras apenas una porción de el? Esto se debe solo a una
percepción del observador. Debemos tener en cuenta que las casas son
todas iguales, pero lo que hace la diferencia en la esfera, es la mayor o
menor cantidad de zodiaco que podemos ver a través de la ventana de una
casa, en función, primero, de nuestro lugar como observador, y segundo en
el paso de ese sector de zodiaco a través de alguno de los distintos sectores
de la casa astrológica citada.
Es como si la casa fuese una ventana. Estamos observando a través de esa
ventana y vemos pasar por la parte del medio una gran rama, mientras que si
cambiamos nuestra posición, nos agachamos y hacemos que la visión de
esa misma rama se sitúe en una de las esquinas de la ventana y no en el
centro, veremos una porción menor de la misma. Bien, la rama actúa como el
zodiaco. Y la ventana sigue siendo la misma, solo que nuestra visión del
zodiaco o de la rama, cambia de acuerdo a como cambia nuestra posición
como observador, alargándose o achicándose de acuerdo al lugar que
ocupemos.
Es por esa misma superposición del zodiaco con el sistema de casas, que
nosotros podemos evaluar la posición de un planeta, desde el punto de vista
del zodíaco, o desde el punto de vista de las casas, haciendo abstracción del
otro.
Un planeta se encuentra en un punto zodiacal; pero también ese mismo
planeta se encuentra en una casa determinada. Y esa lectura, más allá de
que la astrología requiere una visión integradora, puede realizarse en forma
independiente, pudiendo además medir sobre cada uno de los círculos de
referencia mencionados, sus posiciones relativas, y sus distancias relativas,
y es en este punto donde nos encontraremos con grandes sorpresas, que no
veíamos con claridad al analizar una carta natal en su proyección habitual,
pero que nos abre una nueva dimensión interpretativa al incorporar a la
lectura clásica el concepto de ASPECTO ASCENCIONAL.
Así como medimos aspectos eclípticos o zodiacales para trazarlos luego en
el dibujo de la carta natal, podemos medir también Aspectos Ascencionales.
Un aspecto eclíptico es la distancia que, medida sobre el zodíaco, existe
entre dos planetas. Según esa distancia nos encontraremos con los distintos
tipos de aspectos que conocemos: conjunciones, oposiciones, trígonos,
cuadraturas, sextiles, quincuncios, etc. Pero ¿qué ocurriría, si en lugar de
medir la distancia entre dos planetas sobre su proyección zodiacal o
eclíptica, lo hacemos sobre su proyección sobre el ecuador celeste, o por lo
que sería aún más correcto, de acuerdo a su proyección por casas o
mundana? Nos encontramos aquí con otro tipo de aspectos, los que se
denominan aspectos ascensionales. En virtud de esta superposición de
círculos de posición, y en virtud de que un sistema se proyecta sobre el
ecuador y otro sobre el zodiaco, la distancia entre dos planetas no sería
exactamente la misma si la proyección la hacemos sobre uno u otro sistema
de coordenadas. Es decir, podemos encontrarnos con aspectos diferentes,
de acuerdo al lugar de observación que tomemos, aunque los planetas
involucrados sean los mismos. Puede resultar algo confuso comprender este
concepto, pero podemos ilustrarlo con una carta natal, en la que debido a su
alta latitud de nacimiento se ahonda esta diferencia. Tomaremos como
ejemplo la carta de John Lennon y trataremos de medir la distancia entre dos
planetas teniendo en cuenta justamente esta situación.
Ambos gráficos representan a la misma Carta Natal, solo que en
proyecciones diferentes. El primero de los gráficos muestra con claridad los
aspectos eclípticos de la carta de Lennon, en la que hemos destacado el
trígono exacto entre la luna y el sol, y la también exacta cuadratura entre la
luna y la conjunción Saturno/Júpiter. Existe también un trígono exacto entre
Urano y Neptuno. Estos aspectos son indiscutibles y todos los astrólogos
coincidirán en la corrección de su dibujo. Pero ¿qué ocurriría si hacemos
abstracción del Zodíaco y tratamos de analizar la carta teniendo en cuenta la
afirmación que hicimos anteriormente, de que todas las casas son iguales, y
que todas miden exactamente treinta grados sobre el Ecuador. La forma en
que se proyecta el siguiente gráfico nos ayuda a comprender este concepto,
y si nos olvidamos de la existencia de los signos zodiacales y tratamos de
medir la distancia de los planetas sobre el sistema de casas, vemos que los
aspectos eclípticos antes señalados ahora cambian. Lo que era un trígono
Sol-Luna se convierte ahora en un Quincuncio, mientras que lo que era una
Cuadratura se convierte aquí en un sextil. Y hasta el exactísimo trígono
Urano Neptuno, tomó ahora la forma de un Quincuncio.
No es este momento para seguir abundando en detalles y en ejemplos de
esta naturaleza, ya que el ejemplo mencionado ilustra de por sí solo la
vigencia de estas dos formas de observar un mismo tema natal. Ambos
aspectos por diferentes que parezcan son válidos. Los aspectos eclípticos
que habitualmente marcamos en un tema natal, son solo producto de una
proyección parcial e incompleta de la carta natal, mientras que los tránsitos
ascensionales, por si solos, también son una forma parcial de ver esta
realidad. Lo que ocurre es que medimos estas distancias sobre proyecciones
diferentes. En un caso sobre la eclíptica, en el otro caso sobre el ecuador.
En este trabajo solo hemos acercado la posibilidad de acceder a estos
aspectos a través de un método visual, lo que resulta del todo incompleto
teniendo en cuenta que se pueden obtener resultados más exactos y
elaborados realizando el cálculo completo de la carta natal sobre el Ecuador
Celeste, con sus polos correspondientes y con la obtención de las
Ascensiones Oblicuas de todos los planetas. Es decir, obtener el
“SPECULUM” o “ESPEJO” de la Carta Natal con el volcado de todos sus
datos, para medir luego en forma exacta las distancias entre las distintas
ascensiones oblicuas de cada planeta y obtener así los aspectos
ascensionales que forman entre ellos. Pero creo que alcanza con lo expuesto
para los fines divulgativos de este trabajo y para motivar a aquellos a quienes
les interese el tema a seguir investigando y desarrollando el método
completo.

(EJEMPLO DE SPECULUM TOPOCENTRICO DE LA CARTA DE LA


REPUBLICA ARGENTINA)
De esta manera, una vez desarrollado el cálculo de los aspectos
ascensionales en su totalidad, e independientemente del sistema de cálculo
que hayamos elegido, nos encontraremos con dos juegos de aspectos de
una misma carta que deberemos tener en cuenta para su evaluación e
interpretación. Por un lado el listado de aspectos eclípticos, por el otro lado el
listado de aspectos ascensionales.
Es a partir de este punto donde se abre un interesante espacio para la
reflexión y para la interpretación de la carta natal, tratando de entender cómo
juegan en una misma Carta Natal estos dos diferentes tipos de aspectos.
Es por todos aceptado que la fuerza de los sucesos que a diario nos toca
vivir se encuentra en el Zodíaco, en la Eclíptica. De esta manera, los
aspectos eclípticos se convierten en algo determinante al analizar las causas
de un comportamiento dado, o el por qué de una situación determinada. La
Eclíptica posee toda la potencia que da origen a los distintos significados
astrológicos. Mientras que en el sistema ascensional, es decir en la esfera de
las casas, se encuentra el poder de realización de estos aspectos. Tenemos
una potencialidad eclíptica por un lado, y una posible realización por otro. Si
consideramos un zodiaco o un círculo ascensional.
Notamos entonces, que muchos de los aspectos eclípticos que tenemos en
nuestra carta natal, encuentran su correlato con la misma cantidad de
aspectos ascensionales. En la mayoría de los casos, todo aspecto eclíptico
encuentra eco en un aspecto ascensional. Pero no siempre se cumple esta
condición. Vimos ya en el ejemplo de la carta de John Lennon, que algunos
aspectos se transforman en otros muy diferentes. Por lo general, cuando las
cartas se calculan para localidades cercanas al ecuador, es poco probable
que existan diferencias entre un tipo de aspecto y otro. En la mayoría de los
casos todos los aspectos son coincidentes y en muy contados casos puede
observarse alguna diferencia. Pero las diferencias comienzan a acentuarse a
medida en que nos alejamos del Ecuador como lugar de nacimiento para
elaborar las cartas natales. A mayor latitud, mayores diferencias se
encuentran entre aspectos eclípticos y aspectos ascensionales. Claro que no
es este el único motivo por el cual se suman diferencias. También contribuye
a este desfasaje la, en algunos casos, elevada latitud eclíptica de los
planetas involucrados, como también las grandes diferencias en declinación.
Es así que pueden darse distintas situaciones que deberán ser tomadas en
cuenta a la hora de interpretar una carta:
1. Aspecto eclíptico que se repite exactamente en el ascensional.
2. Aspecto eclíptico que no se repite en el ascensional.
3. No hay aspecto Eclíptico pero si existe aspecto ascensional.
4. Aspecto eclíptico positivo que se convierte en negativo en el
ascensional.
5. Aspecto eclíptico negativo que se convierte en positivo en el
ascensional.
El primero de los casos es tal vez el más sencillo de interpretar. La carta es
tal como se ve en una primera apreciación. El aspecto Eclíptico o Zodiacal,
encuentra su correlato en el tema ascencional. Esto significa que ante una
potencialidad eclíptica positiva o favorable, por ejemplo un trígono entre dos
planetas, al repetirse luego este mismo aspecto en el tema ascensional está
asegurada la realización de hechos que reflejan la naturaleza de los planetas
involucrados. Es decir, la potencialidad es positiva y la realización igual. Se
da una coherencia en el accionar del aspecto que encuentra facilidad en su
condicionamiento psicológico y facilidad posterior en su manera de expresión
ante hechos concretos mundanos. Un ejemplo seria una persona con un
trígono de Júpiter en Casa II hacia sol en Casa X, en signos de fuego. Ese
aspecto brinda todas las motivaciones para hacernos triunfar
económicamente y ser reconocidos en nuestra profesión. Y esto, ocurrirá
toda vez que ese mismo trígono se refleje en el ascensional. Los hechos se
darán con facilidad.
Puede ocurrir también que un aspecto que se encuentra en el zodiaco, no
encuentre su correlato en el tema ascensional. Estos aspectos se refieren a
esas situaciones donde muchas veces encontramos motivaciones que nos
impulsan a desear algo, a quererlo, pero no logramos concretarlo. Tenemos
toda la potencialidad y nos sentimos inclinados hacia tal o cual aspecto de la
vida, pero fallamos en nuestra capacidad de realización, y es así, como
vemos frustrado un aspecto que a todas luces parecía ser positivo.
En el tercero de los casos, cuando existe aspecto ascensional solamente,
pero no existe la motivación o potencialidad de la Eclíptica, nos encontramos
ante situaciones que nos toca vivir casi sin proponerlo o sin ser nosotros la
causa primaria. Ocurre que los hechos “nos suceden”, “nos tocan”, pero no
los deseamos, no los provocamos, ni siquiera pensamos o tenemos
injerencia sobre ellos. Es la vida la que nos impone una situación por vivir de
la que no tenemos demasiado control. Muchos investigadores asocian a este
tipo de aspectos con aquellas situaciones vinculadas al destino.
Ocurre también que un aspecto eclíptico positivo, tendrá luego su correlato
en un aspecto ascensional negativo. En estos casos, nos encontramos ante
situaciones donde pese a nuestra intención de que las cosas salgan bien, a
que nos esmeramos en lograr lo mejor de nosotros mismos al potenciar
nuestros proyectos, los resultados tienden siempre a ser negativos. No
importa lo que hacemos, pues siempre encontraremos un resultado adverso.
Y si nos toca vivir la última de estas situaciones deberemos sentirnos
afortunados, pues nos encontramos ante esas raras situaciones donde pese
a actuar mal, o a que nuestras intenciones no son las mejores, seguimos
quedando bien parados ante la vida. No importa que hagamos, pero nos irá
bien.
Esta forma de interpretar los aspectos ascensionales, es extensiva también a
la interpretación de Direcciones Primarias, donde para evaluar el
cumplimento de las mismas deberemos tener en cuenta entre otros factores,
a estos puntos mencionados dentro del esquema de lo que se denomina
“Leyes de realización de un evento”.
Dichas leyes enuncian los siguientes puntos a tener en cuenta al momento
de evaluar un aspecto astrológico para definir luego un pronóstico:
1. Todo aspecto eclíptico entre dos planetas que se repita como
aspecto Ascensional se cumplirá en el mundo de los hechos con toda
la fuerza de su ángulo bien sea favorable o desfavorable, siendo
intuido, deseado o esperado por el nativo.
2. Un aspecto eclíptico entre dos planetas que desaparezca
ascencionalmente, antes de descartar por completo su contacto
debemos hacer control de dispositores y sucederá en el mundo de los
hechos según lo prometa dicho control.
3. Un aspecto eclíptico entre dos planetas que desaparezca
ascensionalmente se quedara en la intención o deseo del nativo y no
sucederá en el mundo de los hechos.
4. Un aspecto inexistente entre dos planetas eclípticos pero que
aparezca ascensionalmente, se cumplirá en el mundo de los hechos
con toda la fuerza propia de su ángulo bien sea favorable o
desfavorable, sin siquiera ser intuido o esperado por el nativo.
5. Un Planeta que Ascensionalmente haga aspecto de conjunción con
un orbe menor de un grado a una cúspide de casa Ascensional
cualquiera que sea, tendrá fuerza de presencia y acción en todas las
casas de la carta según el ángulo (múltiplos de 30°) con que llegue;
también es válido para aspectos múltiplo de 15° a cúspides.
SISTEMA DE TRANSITOS ASCENCIONALES
Wendel Polich y Nelson Page explican con maestría en su libro “El Sistema
Topocéntrico”, el tema de los “Tránsitos Ascencionales”. El libro es un
extenso tratado que desarrolla gráficos, explicaciones y fórmulas
matemáticas para aplicar con corrección este sistema de tránsitos. Lo
importante para el alcance que pretendemos darle a este trabajo es exponer
la naturaleza de los mismos para facilitar su comprensión y para dejar abierta
la puerta de su respectiva investigación en el caso de que el tema encuentre
mas adherentes. Por alguna causa, tal vez vinculada a la complejidad de sus
cálculos, este tema no tuvo la repercusión que alcanzó la utilización del
sistema topocéntrico de casas. Pero su planteo fue coherente y quienes
decidieron ahondar en su práctica encontraron que sus expectativas se veían
satisfechas por los resultados alcanzados.
El haber podido definir y explicar de que se trata el tema ascensional y como
se producen estos aspectos, nos facilita adentrarnos en la comprensión de
los tránsitos ascensionales.
Estamos acostumbrados a asociar la palabra “tránsito” al movimiento que los
planetas en su traslación alrededor del Sol realizan sobre la eclíptica,
tocando y activando los puntos sensibles de nuestra carta natal. A eso
denominamos tránsitos eclípticos. Pero ¿Qué es un tránsito ascensional? A
diferencia de los anteriores los tránsitos ascensionales se general por la
rotación de la tierra y no por la traslación de los planetas alrededor del sol.
Un tránsito ascensional está asociado al movimiento de rotación de la Tierra
alrededor de su propio eje. Esto provoca el movimiento de ascensión de los
planetas, provocando su ascensión por el horizonte, su culminación en el
Medio Cielo y su puesta en el sector de la casa VII. Es un movimiento diario
que hace que todos los planetas recorran en 24 horas todos los sectores de
un tema natal.
Supongamos que tenemos al Sol en la Casa X a 20 grados exactos de
distancia del Medio Cielo. Debido a la rotación de la tierra, durante el
transcurso del día, cada uno de los planetas, incluido el sol, se situará en la
Casa X y a 20 grados exactos de distancia del Medio Cielo. Cada vez que
esto ocurra, se producirá una conjunción ascensional, entre el Círculo de
Posición del planeta involucrado y el Círculo de Posición de nuestro sol
Natal. A eso se denomina tránsito ascensional. Podemos tomar para medirlo
el meridiano más cercano. Si el planeta es diurno tomaremos al Medio Cielo,
mientras que si el planeta es nocturno, tomaremos como referencia al Fondo
del Cielo. Para facilitar el cálculo de nuestros aspectos ascensionales
deberemos calcular previamente todas las distancias de nuestros planetas
radicales al meridiano más cercano de acuerdo a la regla mencionada. A
esto denominaremos Distancia Meridiana (DM). Y cada vez que un planeta
en su movimiento ascensional debido a la rotación de la tierra adquiera esa
misma distancia meridiana se producirá sobre nuestra carta un contacto
ascensional.
Estos aspectos son sumamente exactos y está comprobado que son
disparadores de hechos cotidianos de diferente naturaleza, como por
ejemplo un llamado telefónico, la recepción de una carta, el encuentro casual
con un amigo, un estornudo o hechos de mayor complejidad. Pero cualquier
hecho diario, por insignificante que sea estará asociado a un tránsito
ascensional. Se le agregó mayor complejidad a este tema, luego que se
consideró la posibilidad de calcular los tránsitos ascensionales sobre las
posiciones natales proyectadas por direcciones primaras para el momento
del evento, complejidad que no afecto los resultados, sino que por el
contrario contribuyó a una mayor eficacia de los mismos.
Tal vez, la dificultad principal para evaluar este tipo de tránsitos resida en la
de prestar atención a todo tipo de eventos cotidianos de naturaleza
espontánea. La mejor manera de comprobar su eficacia es cronometrando
estos hechos, levantando el tema ascensional de cada uno de estos eventos,
y comparar luego con la carta natal ascensional del nativo al que le sucedió
este evento, y con la carta natal ascensional progresada al día del evento del
nativo. No es difícil contar con un cronometro, pero si tal vez, mantener la
atención todo el tiempo para no olvidarnos de cronometrar absolutamente
nada. De la misma manera, la exactitud requerida hace que estos mismos
eventos y hechos sirvan para rectificar una carta natal dentro de los cuatro
segundos de precisión.
CONTACTOS ASCENCIONALES ENTRE DOS TEMAS NATALES
Tal vez sea esta una de las formas más avanzadas de sinastría, al
considerar que la misma no solo puede darse mediante el contacto eclíptico
entre dos cartas natales, sino también entre los contactos ascensionales.
Para dar un ejemplo simple y que se entienda: Una persona que tenga en su
casa 10 a Júpiter exactamente a 15 grados de su MC y otra persona que
tenga en su casa 10 al Sol, también exactamente a 15 grados de su MC
tienen a estos planetas en conjunción ascensional, independientemente del
grado y signo donde ambos planetas se encuentren. Ambos planetas se
encuentran en la misma ubicación por CASA, y a la misma distancia del
Medio Cielo, siendo este un contacto ascensional a tener en cuenta. Desde
lo interpretativo se puede afirmar que estas personas contribuyen una con la
otra en la búsqueda de un destino profesional o social común, donde van a
realizar importantes obras y obtener logros si su trabajo se da en conjunto.
Por supuesto, pueden existir para esto algunas variables. Ambos planetas en
aspecto ascensional, pueden además estar en aspecto eclíptico, como no
estar en este tipo de aspectos. Un aspecto eclíptico positivo reforzaría lo
positivo de esta interpretación, mientras que un aspecto eclíptico negativo
entre ambos planetas contribuiría a restarle posibilidades a las expectativas
que de ella nos hagamos. Lo cierto que la existencia de los aspectos
ascensionales, y sobre todo los contactos ascensionales en sinastría, vienen
a sumar y no a restar, ya que multiplican las posibilidades de interpretación
diferenciando la potencialidad eclíptica de la realización efectiva que brinda
el sistema de casas o ascensional. De estas combinaciones podemos extraer
detalles de importancia.
Muchos de estos contactos ascensionales se observan, sobre todo, en cartas
natales de familiares. La mejor manera de encontrarlos, es la de calcular
para cada carta sujeta a análisis las Distancias Meridianas de todos los
planetas y luego compararlas entre sí. Si nos encontramos con dos
distancias meridianas similares, o iguales, podemos afirmar que se trata de
un contacto ascensional entre ambas cartas. Puede aducirse que para
personas que han nacido en latitudes diferentes este cálculo no sería del
todo correcto. Polich y Page plantearon la solución a este problema
trasponiendo las distancias meridianas a nivel del ecuador, mediante una
sencilla fórmula que se aplica a todas las cartas y que vino a resolver
maravillosamente bien esta dificultad: DMO=(DM / SA) * 90
Con esto, obtenemos nuevas distancias meridianas que compatibilizan los
resultados de cualquier carta, confeccionada para la longitud y latitud que
uno desee hacerlo.
Se debe tener en cuenta que las distancias meridianas se calculan siempre
en relación al meridiano más cercano. Es decir, si el planeta está debajo del
horizonte, tomaremos la distancia meridiana al IC mientras que si el planeta
se encuentra sobre el horizonte tomaremos la distancia meridiana a MC. Otro
punto a tener en cuenta es que las distancias meridianas actúan también a la
manera de los antiscios, por lo que no importa si un planeta en casa IX en
una carta se encuentra a la misma distancia del MC que a otro planeta en la
casa X de otra carta pero que guarde la misma distancia al MC. Siendo la
distancia meridiana igual, sin importar si el planeta está en casa 9 o casa 10,
el contacto ascensional existe. Lo mismo ocurre en relación a las distancias
meridianas tomadas en relación a la casa IV.
CONCLUSIÓN:
Es importante potenciar y no olvidar la tarea desarrollada por Polich, Page y
Marr. No dejar que ese capital ya investigado y puesto en práctica se pierda.
Su supuesta complejidad no es impedimento para que quienes buscan
investigar en astrología lo dejen de lado. Por el contrario sería una ayuda
importante que aquellos que trabajan en programación puedan incorporar
estos conceptos en sus desarrollos, para que los astrólogos dispongan de
herramientas precisas en sus cálculos y apreciaciones.
La posibilidad de entender el tema natal como lo que realmente es, una
esfera por donde se desplazan todos los elementos del universo, y que
contiene en si mismo a todos los factores de la astrología es una práctica
que debiera ser alentada, ya que nos brinda una visión del universo que
contiene sus características reales. Esto también se ve en la interpretación,
que gana en conceptos cosmológicos que aportan un fundamento teórico a
las interpretaciones astrológicas.
Néstor Echarte
nestor@echarte.com.ar
www.urania.com.ar
Cel. 02944-15-31-2096
SKYPE: astrobariloche
MSN: nestor@echarte.com.ar
Magia astrológica. Por Néstor Echarte.

En el principio fué la Magia... Con el tiempo, el trabajo de aquellos


investigadores considerados de segunda pero mucho más ávidos de
conocimiento que sus vigilantes parientes cercanos, los científicos
ortodoxos... (me refiero aquí y reivindico la labor de los parapsicólogos),
llegaron a englobar y definir dichos procedimientos en el ámbito de lo que
llamaron radiónica. Un término que "suena" algo más técnico y aceptable
para los oídos de aquellos que sufren ataques espasmódicos cada vez que
suena la palabra "magia".
Mucho más cercano a nosotros, la física cuántica vino a resolver y a acortar
las distancias existentes entre Dios y la Ciencia. A veces, en forma algo
exagerada para aquellos científicos con mente abierta que se animan a
incursionar en ella, y otras en forma totalmente ofensiva para aquellos
ortodoxos que aún niegan la factibilidad de la misma, en cuanto a los
resultados obtenidos sobre sus esquivos e inciertos objetos de estudio.
Me desconcierta la facilidad que brinda la física cuántica para asimilar
conceptos otrora difíciles de digerir. ¿O no será que recurrimos, casi
descaradamente, a la física cuántica, cuando tenemos la necesidad de
explicar un concepto en forma "científica" y no tenemos a mano argumentos
convincentes.?
Siempre me gustó volver a las fuentes, y seguir pensando en la magia,
aquella que pese a la oposición de sus detractores, y hasta de nuestros
propios preconceptos, igualmente funciona. Aquella que Hermes Trismegisto
se ocupó de definir en uno de solo de los trece párrafos de sabiduría que
componen  la Tabla de Esmeralda, (trece frases que comprenden todo el
saber esotérico, que como muchos otros mensajes de sabiduría fueron
grabados en piedra, más precisamente sobre una piedra esmeralda): “Lo
que está más abajo es como lo que está arriba, y lo que está arriba es
como lo que está abajo.  Actúan para cumplir los prodigios del Uno”.
Este texto, definido en la Edad Media, pero con antecedentes mucho más
antiguos en la cultura árabe, define con claridad conceptos actuales de la
Astrología, la Parapsicología, las mancias en general e innumerables
sistemas filosóficos y de interpretación, algunos de ellos tomados por la
Psicología actual, tales como correspondencia,  sincronismo, ecología,
cosmecología (o ecología del cosmos), y en la infinita cantidad de sistemas
de interpretación y sistemas terapéuticos que basan su funcionamiento en la
idea de que “en la parte está el todo”, y que si actuamos sobre la parte,
tanto en forma física como en forma simbólica, ineludiblemente los
resultados se verán reflejados en el todo.
Es así como la cromoterapia, con la consecuente utilización de los colores
para trabajar sobre la salud; la música, con sus distintas formas de utilizar los
sonidos para la búsqueda del equilibrio psíquico y físico; los aromas con su
capacidad de potenciar nuestros sentidos y sumergirnos en estados, a
veces, cercanos a la iluminación, se constituyen en elementos accesibles a
nosotros por su cercanía a lo cotidiano y su acción sobre los “sentidos”,
mientras que la utilización de gemas y metales, vehiculizados a través de
pirámides, elixires, florales y demás procedimientos considerado
“novedosos”, nada tienen de nuevo y abrevan en los antiguos
procedimientos que los viejos alquimistas consignaban en sus grimorios,
respetando a rajatabla el concepto de que “en la parte está el todo”, o en
su equivalente Hermético “lo que está más abajo es como lo que está
arriba, y lo que está arriba es como lo que está abajo”,
Estos principios llevaron a los  cultores de la“Astrosofía” (concepto que
resume a aquellos que se perfeccionaron en astrología, alquimia, medicina,
matemática, música) a confeccionar amuletos y talismanes que basados en
esta disciplina, se confeccionaban en el momento astrológico adecuado, con
los elementos necesarios para actuar en forma “simpática” sobre la carta
natal de aquellos sobre quienes se quería transformar alguna energía
negativa o algún momento de infortunio, en algo más llevadero y amable que
le dé sentido a su vida.
Los astrosofistas no necesitaron confirmación de aquello que intuitivamente
sabían, y que con el tiempo vino a corroborar la parapsicología con sus
disciplinas basadas en la radiónica, y mucho después la física cuántica con
sus respuestas “todo terreno” para el neófito, y desesperación de los físicos
ortodoxos, que aún no llegan a comprender ni pueden explicar en qué
momento, algunos de sus propios colegas los encontraron distraídos para
replantear las fronteras de la física tradicional y generar herramientas que
reivindican y avalan todo aquello que en un principio negaron.

El Arqueómetro como referencia de unidad


El exponente gráfico que aúna y explica el conocimiento de todas estas
disciplinas es el Arqueómetro, libro que la organización Amigos de Joseph-
Alexandre Saint Yves D’Alveydre,  publica en el año 1911, en base a las
notas de este ocultista francés, recopiladas por sus discípulos luego de su
muerte.
El astrólogo Serge Raynaud de la Ferriere, fundador de la Gran Fraternidad
Universal, se refiere al arqueómetro como “el instrumento que usaron los
antiguos para la constitución de todos los mitos esotéricos de las
religiones (...). Es el cielo el que habla: cada estrella, cada constelación
viene a ser una letra, una frase o un nombre divino que da nueva luz a
las antiguas tradiciones de todos los pueblos. Es la traducción material
del VERBO en forma, color, gusto y sonido”.
Es en este libro donde se puede ver en forma gráfica la presencia de la
astrología en cada una de las disciplinas mánticas y terapéuticas expuestas
anteriormente, y que inexplicablemente la sociedad consumista se dedicó
disecar y desmembrar de su disciplina madre y unitaria, volviéndose
herramientas aisladas y carentes de su contenido original con el fin de
satisfacer las necesidades del mercado, y de un aprendizaje fácil y
superficial.

Ingresando en el concepto de Magia Astrológica


La Magia Astrológica es “el gran paso” que los astrólogos debemos dar
para romper el preconcepto, pregonado hasta el cansancio en libros de texto
y cursos de formación astrológica, de que la astrología solo es una
herramienta de diagnóstico, y luego hace agua a la hora de buscar
soluciones concretas a los problemas humanos.
En buena hora, que la Astrología se constituya en herramienta de
diagnóstico. Pero no nos quedemos solo con ese preconcepto, que nuestros
antecesores astrosóficos tenian mucho mas claro que nosotros. La astrología
nos brinda todas las herramientas y elementos necesarios como para poder
accionar y modificar la realidad.
Tal vez, el concepto correcto, no sea el de “modificar la realidad”, sino en
permitirnos descubrir nuestra propia realidad y brindarnos las herramientas
para poder subirnos y cabalgar en ella. Aquella realidad que el Universo
dispone para nosotros, y que en base a lo que denominamos deseo,
vocación, inclinación o habilidades muchas veces sacrificamos en pos de la
eficiencia, la conveniencia o los mandatos familiares. Descubrir eso, es un
gran paso. Pero ayudar a nuestro mapa, mediante los elementos que la
misma naturaleza nos brinda se constituye en ese “gran paso” que todos
los astrólogos debemos dar.
De más estaría recopilar la innumerable cantidad de veces que nosotros
mismos boicoteamos nuestra autodefinición como astrólogos, cuando ante
cualquier trámite que realizamos, ante el requerimiento sobre qué profesión
tenemos, ensayamos respuestas, como: terapeuta, astroanalista, sanador…
o peor aún…. trabajador independiente. El día que ante cualquier
requerimiento administrativo, nos animemos a responder ante la pregunta de
¿qué profesión tenemos?, simplemente que somos ASTRÓLOGOS, ese día
nos sentiremos profundamente felices por habernos animado a dar el gran
paso que nos define como tales. La aceptación es el verdadero comienzo del
camino, y aunque la formación académica es igualmente importante, eso
solo no nos define como tales.
Cada vez que un astrólogo recomienda a su consultante cambiar el lugar en
el que va a pasar su revolución solar con el objetivo de mejorar algo de su
destino, ejerce su papel de mago. De alguna manera está pensando en
modificar esa realidad.
Soy consciente que no todos los astrólogos comulgan con esta técnica, y que
en algún caso me habría sido más útil, desde lo económico, poner una
agencia de viajes para que los consultantes vayan a los lugares más
positivos para pasar su revolución solar que solo recomendarles hacia que
lugar se deberían dirigir. Pero me alcanza con saber que desde Ptolomeo
hasta la actualidad, pasando por Jean Baptiste Morin de Villefranche, todos
los grandes astrólogos relocalizaron no solo sus revoluciones, sino también
sus temas natales.
Pero ¿qué ocurre cuando no podemos viajar, o no podemos relocalizar
nuestro tema en la búsqueda de mejores lugares para vivir?.
Es en este punto, donde el astrólogo-mago-alquimista, o el astrosofista,
recurre a los antiguos procedimientos sobre la construcción de talismanes,
sin olvidar de utilizar además de piedras, metales, colores y hasta sonidos a
la manera de mantras (que surgen de la propia carta natal), todos aquellos
elementos simbólicos muy bien explicados y definidos por el escritor e
investigador Gustavo Fernández (https://alfilodelarealidad.wordpress.com/)
que al referirse a la “Radiónica” parafrasea a las ciencias de la antigüedad
definiéndola como “la disciplina que estudia y aplica las interacciones
energéticas no físicas entre el ser humano y el Cosmos”, haciendo
además extensivos sus efectos a "las vibraciones macrocósmicas del
universo interactuando con el microcosmos del ser humano, los
efectos de piedras preciosas y semipreciosas fragancias o sonidos
sobre el cuerpo y la mente y un interminable etcétera serán objeto de
sus desvelos. Y en una segunda instancia, su aporte es el
descubrimiento de objetos o formas capaces de acumular, amplificar y
dirigir, precisamente, esas energías".

No voy a redundar aquí en temas que ya abordé en notas anteriores, como


por ejemplo, la utilización de los sonidos y las notas musicales, mediante la
determinación de lo que la Carta Natal expresa como mandala sonoro, y que
basado en lo que Pitágoras definió como “Música de las Esferas”
refiriéndose así al sonido asociado a los planetas en su movimiento a través
del sistema solar. Desde antiguo se suponía que cada planeta era el
referente de una enorme esfera que rodeaba a la Tierra. De esa manera
existían tantas esferas como planetas visibles en el sistema solar

Para ello estableció una serie de reglas ligadas a la floreciente física del
sonido, que él mismo desarrolla al medir las distintas longitudes de una
cuerda, necesarias para producir diferentes sonidos, sentando así, las bases
de una primigenia teoría musical fundamentada en la ciencia matemática, y
dejando claro que:
 Todos poseemos un sonido único que nos identifica y que nos hace
diferentes.
 Todos podemos sanar utilizando los sonidos adecuados sobre nuestro
Mapa Astral.
 Nuestra Carta Natal encierra en sus entrañas nuestro Mantra Único e
Individual.
 Meditar con nuestro Mantra Individual es conectar con el Universo.
Se puede acceder a este material en forma completa en https://goo.gl/j8eUjr
Tampoco me extenderé en la técnica de elaboración y utilización de
Alquímicos planetarios y elixires de estrellas. Solo señalaré que a la manera
de las Flores y otros alquímicos tradicionales, cumplen con la función de
vehiculizar a través de agua o cremas que son administrados en masajes o
en gotas y permiten armonizar el cuerpo energético, emocional y psíquico de
las personas para brindar el equilibrio planetario que muchas veces no se
encuentra en la lectura de la carta natal. Administrando correctamente los
elementos faltantes y compensando los excesos, se puede lograr el equilibrio
energético del consultante mediante la aplicación de estas esencias de fácil
realización.
También se puede acceder a este material en forma completa en
https://goo.gl/LBESBH y también en http://www.urania.com.ar/alquimicos/
Donde sí vamos a incursionar, es en el estudio y comprensión de la Carta
Natal a la manera de un Talismán.

La “INTENCION” de convertir la Carta Natal en un Talismán


Si consideramos a la Carta Natal, como la representación simbólica espiritual
y ritual del microcosmos y del macrocosmos, hablamos claramente del valor
que, tanto el budismo como el hinduismo, le adjudican en su concepción de
Mandala. Mandala que, claramente para los astrólogos, interpreta y define el
lugar que los seres humanos ocupan en el Universo. Un claro concepto de la
interacción entre el macrocosmos y el microcosmos.
Si al confeccionar nuestra carta natal incluimos en el proceso de
construcción la intención adecuada,  damos inicio al ritual que concluye con
la elaboración de un Talismán Astrológico. Parece simple. Pero es
sumamente importante la intención que ponemos en marcha durante todo el
proceso de construcción.
En tiempos en que los astrólogos hemos desterrado de plano la construcción
manual de una carta natal, confiando ciegamente en los impresos que los
diferentes softwares astrológicos nos ofrecen simplificando nuestra labor,
estamos cercenando del proceso dos aspectos fundamentales: el ritual y la
intención.
No hace mucho tiempo atrás, preparar una carta natal era un ritual diario,
que comenzaba con la búsqueda de los datos de nacimiento, la ubicación en
un mapa de la latitud y longitud del lugar en que el consultante nació, y
verificar (a veces en una investigación que podía llevar varios días) el huso
horario que regía ese nacimiento en función de los posibles cambios de hora
que el país de origen pudiera haber establecido.
Era necesario contar con una tabla de casas astrológicas para el hemisferio
correspondiente y con efemérides astrológicas que consignando las
posiciones de los planetas, a veces con la incomodidad que provocaba para
su consulta, el hecho de haber sido calculadas para el medio día y no para la
media noche.
Con esos datos, comenzaba el proceso de cálculo de cada planeta, siempre
ayudados por una tabla de logaritmos diurnales que nos facilitaban el cálculo,
hasta que la aparición de la calculadora científica provocó un salto
“cuántico” (ya que comenzamos hablando de física cuántica…) en la
facilidad para elaborar una carta natal. Recuerdo las palabras de una
astróloga agitando una de esas antiguas y pesadas calculadoras
programables, con visores luminos de color naranja afirmando “yo.. con
esto… me siento poderosa…”, sin saber que daba inicio a proceso de
“desritualización” y “pérdida de intencionalidad” en el proceso de
construcción de un tema natal.
Párrafo aparte merece la dedicación puesta en la elaboración de los
mandalas astrológicos por el astrólogo Miguel Kamenetzky, quien se
empecinaba (pese al avance tecnológico inevitable) a seguir construyendo
sus carta natales con el auxilio de una antigua “regla de cálculo”
El lector preguntará ¿por qué cuestionar a la tecnología actual, si gano
muchas horas de trabajo con solo apretar el botón “print” de mi software
especializado?.Entiendo que es un proceso inevitable, teniendo en cuenta
que yo mismo utilizo estos programas y que he contribuido a la utilización de
los muchos de ellos, propios y ajenos, pero lo cierto es que despersonaliza el
proceso, cercenando algo tan importante como lo es el ritual de cálculo de un
tema natal. La búsqueda de datos, la predisposición a ponerse a trabajar, la
corrección una y mil veces de los mismos, es el ritual. Además, con esos
datos en mano, venía luego el proceso de dibujar la carta natal, y es allí
donde el mago-astrólogo pone su intención. Su profunda intención, ya que al
dibujar cada planeta en su signo, al darle forma, al subrayar cada aspectos,
se compenetra profundamente en el simbolismo de su consultante, con una
dedicación plena y una apertura de sus sentidos que no brindará jamás la
impresión de la carta natal prolijamente dibujada por una impresora láser.
Ese tiempo, ese proceso invertido en la recopilación de datos, cálculo y
dibujo es fundamental en el proceso del ritual y de la intención con la que
se carga el mandala, si tenemos en cuenta que una de las definiciones de
talismán lo señala como “un objeto que está cargado intencionalmente
con poderes mágicos con fines específicos y usado para atraer
energías específicas”.
No importa si dibujamos mal o si dibujamos bien, si tenemos buena o mala
letra. Importa la intención que ponemos en el proceso. Los más creativos, los
más habilidosos, podrán explorar otras alternativas mucho más elaboradas
que el simple dibujo, como por ejemplo pintar su carta natal con óleos,
acrílicos o acuarelas, utilizando símbolos más complejos pero que el mismo
astrólogo comprenda, o talladas en madera, o grabadas en metal, con la
incorporación de piedras preciosas o semipreciosas a la manera de planetas.
De esta forma la carta natal se convierte en una pieza de arte, donde el
proceso ritual y la intención son claramente parte de esa construcción.
Ese proceso creativo, respondiendo claramente al simbolismo que la carta
natal expresa, también aplica a las definiciones de lo que es un talismán
cuando se expresa que “contiene inscripciones o gravuras que tienen
como finalidad representar un simbolismo de acuerdo con la intención
que se quiere impregnar. La intención de crear un talismán y usarlo es
la de atraer y canalizar determinadas energías hacia la persona que lo
usa. El talismán es creado a partir de un proceso de ritualización que
puede ser simple como, por ejemplo, bañar un objeto con agua bendita
o mediante rituales más complejos”.
Pero no todo termina aquí. Hasta aquí solo realizamos un proceso hasta
hace pocos años cotidiano, y llegamos a obtener como resultado, una carta
natal dibujada con la carga energética adecuada para, ahora sí, iniciar el
proceso mágico que nos permitirá modificar, obtener o corregir, aquellos
resultados tal vez adversos que de la lectura de la misma pudieran llegar a
surgir.
Dando inicio al proceso mágico....
Consiste en agregar al tema natal “artesanalmente” obtenido, todos los
elementos simbólicos necesarios que puedan actuar sobre el mismo como
correctivos de aquello que queremos modificar o resaltar.
A la manera de los tránsitos que muchas veces dibujamos sobre la carta
natal, agregaremos a este mandala piedras semipreciosas, dibujos de
planetas recortados, o en fichas magnéticas (yo utilizo estas fichas que se
adhieren magnéticamente sobre el metal) ubicándolos estratégicamente en
los puntos de la carta natal en el que por conjunción u otro tipo de aspecto
corrijan o modifiquen alguna de las energías presentes en el tema que no
son beneficiosas para nosotros. De esta manera agregamos al Mandala
Astrológico aquellos elementos simbólicos que lo convierten en un Talismán.
El siguiente ejemplo (parcial) muestra de qué manera podemos corregir un
determinado aspecto astrológico agregando otros elementos correctivos que
pueden llegar a modificar esa energía.
Supongamos que la carta natal que nos preocupa tiene el aspecto
precedente, que involucra a Marte, Saturno y Luna, todos angulares,
debilitados por encontrarse todos en detrimento y formando entre sí una
cuadratura en T. Algo que cualquier astrólogo quisiera no tener, o por lo
menos intentaría superar.
El aceptar esta carta, forma parte del proceso de evolución, que hace que
con el tiempo, uno vaya internalizando estos aspectos de tal forma que es
factible modificar sus efectos negativos. Esto lleva tiempo, experiencia,
capacidad de superar los embates de la vida. Por supuesto que los tránsitos
que se produzcan con el tiempo sobre esta carta (también direcciones y
progresiones) marcarán los momentos en donde el Universo me da una
mano para que esto sea mucho más llevadero.
Pero ¿qué sucedería si somos nosotros mismos los que ayudamos a nuestro
destino, fabricando aquellos aspectos que modifican a la mencionada T
Cuadrada, dibujando sobre la misma los aspectos de aquellos planetas que
con su energía positiva podrían hacer más llevaderos sus efectos, o
agregando piedras preciosas o semipreciosas, o metales o colores, que con
su simbolismo ligado a los planetas, aporten sobre el mandala astrológico la
intención necesaria para que el mismo se convierta en un Talismán,
brindando en forma permanente la ayuda que estamos necesitando?.
Técnicamente es posible. Y si además elegimos el momento astrológico
propicio para su elaboración, estaremos fabricando un verdadero Talismán,
cumpliendo con el ritual, las normas, el simbolismo y todos los requisitos que
la tradición mágico-astrológica consigna para la construcción de los mismos.
Un ejemplo, del mismo aspecto, con las ayudas que podrían transformar o
hacer más llevaderos los significados mencionados sería el siguiente:

Con solo agregar sobre la carta natal, la presencia, a la manera de tránsito,


del planeta Venus en el mismo grado del signo de Tauro, genera sobre la T
Cuadrada tres aspectos que de alguna manera rompen gran parte de la
tensión que la misma genera. Venus desde Tauro, signo al que rige, aporta
un trígono a la Luna, un sextil a Saturno y un Quincuncio a Marte. De esta
manera canaliza estas tensiones otorgándole a cada planeta afectado, una
vía de escape favorable. Venus se convierte así, en el planeta mediador de
todo ese conflicto. Para este caso, he utilizado una pizarra de metal debajo
del dibujo de la carta de papel, y la ficha que representa a Venus está
realizada sobre un imán que lo permite fijar con comodidad.
Debe notarse que con solo agregar un sólo planeta, se ha quebrado gran
parte del conflicto que la T Cuadrada significa, aportando además una
riqueza interpretativa que aporta soluciones diferentes en el momento de
buscar alternativas viables en la solución de los problemas. Es obvio, que
todo hecho mágico debe ser acompañado por la acción, y por lo tanto, no
solo me debo conformar con la aplicación del planeta Venus y entregarme a
la espera de los resultados, sino que en la medida en que direccione mi
accionar hacia la posibilidad de generar situaciones en mi vida que ese
pequeño cambio pudiera provocar, estoy asumiendo en forma conciente mi
identificación con los significados de este Talismán.
Es obvio que la mencionada no es la única alternativa, y hay cientos de
variantes posibles, todas ellas libradas a la interpretación del astrólogo y a
las expectativas del consultante. Por lo tanto puedo explorar en otras
alternativas posible, y además sumar a la misma otros aspectos que sirvan
para fortalecer los efectos deseados.
El que sigue es un ejemplo de esas posibilidades:

En este caso agregamos al mandala astrológico la ficha magnética con el


planeta Júpiter en el signo de Piscis (también en su propio domicilio) el que
genera un Sextil con la Luna, un Quincuncio con Marte y un trígono con
Saturno, además de generar un sextil con el planeta Venus agregado
anteriormente. Podría haber colocado Júpiter en Sagitario (también en
regencia, habiendo generado igualmente aspectos positivos.
Por supuesto que no todo es tan simple, ya que el ejemplo está construído
sobre aspectos parciales, y para que el mandala funcione debe ser realizado
sobre la totalidad de la carta natal. De esta manera la búsqueda de aspectos
que sólo sean positivos se complican algo más, ya que a veces, al agregar
un aspecto positivo a un planeta, estamos generando un aspecto negativo a
otro, y esto deberá ser evaluado en forma minuciosa por el astrólogo.
En la gráfica siguiente expòngo mi propio tema natal, completo, con el
agregado no solo de planetas, sino también de algunas piedras, como un
Berilo y un Cuarzo Verde, que a la manera de planetas también generan
aspectos sobre las posiciones natales y sobre la casa en que se encuentran:

En este caso, luego de dibujar la Carta Natal, lo primero que incorporé fueron
las piedras. Con el tiempo su efecto se fue consolidando en forma positiva
sobre los aspectos relacionados con la casa seis. Más adelante agregue los
planetas, sin sacar las piedras, y lo realicé en dos etapas con varios meses
de diferencia en el tiempo. Hasta el momento, pese a que como observador
interesado puedo pecar de cierta parcialidad, considero que los efectos
logrados siguen siendo positivos.
Comentarios finales:

Encarar este tema significa hacerlo con la mente totalmente abierta y


dispuesta a la sorpresa permanente. Muchas veces nuestra formación
racional atenta contra principios que la lógica cotidiana aleja de nuestras
vidas. Pero más allá de las definiciones lo importante son los resultados.
El astrólogo es libre de experimentar todas las alternativas que esta
disciplina nos ofrece.´Una tarea como esta debe encararse sin preconceptos,
y con el tiempo no solo se aprende “algo más de astrología”, sino que se
revaloriza a todos aquellos que a lo largo de la historia de la astrología
hicieron su aporte desinteresado para quienes, como ellos, decidimos seguir
transitando este camino de luz.

 http://www.urania.com.ar/index.php/astrologia/investigaciones/95-magia-
astrologica

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