Eje temático: Oralidad y escritura
Sub eje: Los enfoques pedagógicos y didácticos de la oralidad y la escritura
Modalidad: ponencia.
CONSTRUCCIÓN DE LENGUAJES DE PAZ DESDE LA ORALIDAD HECHA CANCIÓN
Genith Solis , Yolly Delfina Navarrete
genithsolis23@hotmail.com
Institución Educativa T.A.Tangareal Carretera
Educación Secundaria
Nodo Somos Oralidad Pacífico Tumaco (Nariño)
Palabras claves: Oralidad, Canción, Cultura, Lenguajes de Paz.
Cuando proponemos trabajar en la construcción de lenguajes de paz en Tumaco, es importante
saber que nuestro lugar de enunciación no es sólo un lugar geográfico o un asunto político, estamos
refiriéndonos a una forma de pensar que implica definirnos como equipo interdisciplinario con una
postura ideológica distinta.
Ella consiste en defender y construir desde el aula, un diálogo político que implica un esquema
pedagógico diferente al que nos impone el sistema educativo actual, quien centra su atención en el
individuo, por el contrario le apostamos al trabajo y la transformación del colectivo, porque es en el
colectivo donde se propicia el diálogo que reconoce al otro como interlocutor válido y es aquí
donde la oralidad juega su papel más importante, pues se convierte en el eje integrador y articulador
que permite la interacción de los saberes ancestrales para ser puestos en diálogo con las diferentes
ciencias del conocimiento, dándole sentido a lo que se está enseñando y aprendiendo.
Nadie defiende lo que no siente como suyo “ El hombre y mujer del pacífico trabajan por el
fortalecimiento de la identidad cultural, el respeto a los valores ancestrales y la defensa del
territorio”; por ello, parte de la tarea es deconstruir ese escenario que enmarca al docente en
esquemas como: (nada se puede transformar, transmitimos lo que dice el MEN, respondemos a
intereses nacionales) como lo diría Freire “ En la medida en que el hombre pierde la capacidad de
optar y se somete a prescripciones ajenas que lo minimizan, sus decisiones ya no son propias,
porque resultan de mandatos extraños a los cuales se acomoda, se ajusta, se adapta” (Freire)
1969:31 configurándose así la postura de un sujeto pasivo que no es capaz de alterar la realidad,
esta preocupante zona de confort, nos convoca como nodo a trabajar en un ejercicio de auto
reconocimiento en donde se considera que: (Todo se puede transformar, reconocemos al otro como
un interlocutor válido, prima lo colectivo sobre lo individual, desarrollamos conciencia crítica
porque trabajamos por una educación liberadora, desde esta perspectiva se está decidido a
transformar la realidad. En éste contexto, la oralidad se configura en un mecanismo de
empoderamiento de la dignidad del ser.” Expulsar esta sombra por la concienciación es una de las
tareas fundamentales de una educación realmente liberadora y que como tal respete al hombre como
persona” (Freire) 1965:27
Desde la oralidad construimos en el aula, un diálogo político que implica un esquema pedagógico
diferente al que nos impone el sistema educativo actual, quien centra su atención en el individuo,
por el contrario le apostamos al trabajo y la transformación del colectivo, porque es en el colectivo
donde se propicia el diálogo que reconoce al otro como interlocutor válido y es aquí donde la
oralidad juega su papel más importante, pues se convierte en el eje integrador y articulador que
permite la interacción de los saberes ancestrales para ser puestos en diálogo con las diferentes
ciencias del conocimiento, dándole sentido a lo que se está enseñando y aprendiendo.
Cuando hablamos de oralidad en el pacífico, es pensar la oralidad en clave de africanía,es decir,
establecer una ruptura con los viejos esquemas de la educación tradicional y avanzar hacia prácticas
descolonizadoras en donde el maestro es un sujeto activo capaz de transformar el colectivo, de esta
manera daremos paso hacia una educación liberadora que avance comunitariamente hacia el
cambio, donde el maestro este convencido que puede desarrollar conciencia crítica en la medida
que construye sus propias narrativas desde la cultura oral.
Resumen
El proyecto denominado “Construcción de lenguajes de paz desde la oralidad hecha canción fue una
experiencia realizada con 70 jóvenes de grado 7º y 8º de la institución educativa Tangareal
carretera ubicada en la zona rural del municipio de Tumaco a 38 Kilometro del casco urbano, las
personas de la zona se dedican a la agricultura y muchos de ellos son empleados de empresas
palmicultoras, estos territorios hacen parte de las zonas de pos conflicto.
La importancia del proyecto está ligada no solamente el desarrollo de competencias comunicativas,
sino a la construcción de lenguajes de paz a través de los mensajes que transmiten las canciones de
la red de cantadoras del Pacífico sur. En éste sentido, la oralidad como palabra viva, representa el
legado de la ancestralidad. Los cantos tradicionales convocan el poder mágico de la música
invitando al perdón y a la reconciliación, en ellos se conjuga el acto creativo.
En Tumaco los cantos tradicionales son considerados formas populares de comunicación, pues
cuando se canta, aflora la sensibilidad del ser humano y por ello con el canto se transmite paz, se
libera, se reconstruye el tejido social, se construyen proyectos de vida, se fortalece la democracia,
hacemos catarsis, reconstruimos la memoria colectiva y cantamos como forma de llorar y despedir
a nuestros muertos.
Este trabajo se desarrolló durante cuatro meses (mayo, junio, julio, agosto) del año 2018, con
estudiantes de décimo y undécimo de las I.E ITIN y séptimo y octavo de la I.E TANGAREAL en el
municipio de Tumaco. Para ello planteamos una situación de oralidad inspirada en el mensaje de la
canción “Dejáme canta, rumba Timbiquireña” de la autora Teresa de Jesús Hurtado, una
experiencia que nos sirvió de referente para trabajar la oralidad como forma de desarrollar
competencias comunicativas desde la ancestralidad.
PROBLEMÁTICA:
La página del MEN registra entre el 2012 y el 2016 que entre el 48% y el 57% de los estudiantes de
Tumaco que ingresan a la primaria al sistema educativo, no se logran graduar y cada año aumenta
este porcentaje, siendo los grados 9º, 10º. y 11º. Los niveles con mayor deserción. Si ésta
información la cruzamos con la suministrada por la fundación Ideas para la paz sobre el índice de
homicidios en el país, se registra que de todos los homicidios que se dan en el Departamento de
Nariño, solo en Tumaco se presentó el 35% y las edades de las víctimas oscilan entre los 14 y los 29
años de edad, siendo el 90% de género masculino.
Dicho de otra manera, de cada cien estudiantes que inician la primaria, únicamente dos llegan a
graduarse y de ellos solamente uno logra ingresar a la universidad y su ingreso no es garantía que
pueda concluir la carrera profesional. Éste panorama evidencia que los niños que desertan del
colegio de los grados 9, 10 y 11 son los que están muriendo en esta guerra sin sentido.
Ante este panorama desesperanzador nos quedan dos caminos, seguirnos lamentado o liderar
proyectos que contribuyan de alguna manera a disminuir esta grave situación. Un referente valioso
es el ejemplo de la red de cantadoras del pacífico sur, mujeres a las que la violencia les arrebato a
sus hijos, esposos y familiares, pero que encontraron en los cantos tradicionales la mejor forma para
liberarse del dolor que les ha causado el paso de la guerra, cantando liberan sus angustias y ponen a
caminar la palabra. La oralidad se convierte entonces en una herramienta importante.
Como nodo hemos propuesto desde la oralidad crear estrategias para construir lenguajes de paz a
través de la música, el canto permite a los estudiantes de manera simultánea en la medida que
desarrollan competencias comunicativas se va generando una toma de conciencia sobre el sentido
que tiene cada letra de las canciones, que al igual que a la red de cantadoras del pacifico sur, pueden
irse liberando del dolor que les ha causado el espectro de la guerra. Cantando liberan sus angustias y
ponen a caminar la palabra. La oralidad se convierte entonces en una herramienta que brinda la
posibilidad de transformación del sujeto.
REFERENTES TEÓRICOS
Históricamente, el pueblo tumaqueño registra un importante legado cultural que se expresa en
diversas manifestaciones folclóricas, tradición oral, creación literaria, musical, pictórica y una
reconocida gastronomía como una muestra de que las tradiciones están cada vez más presentes, una
de ellas a través de los cantos tradicionales que se renuevan permanentemente en boca de la red de
cantadoras del pacífico que son una muestra de la identidad cultural del colectivo, de esta manera la
cultura se hace presente en forma permanente, así lo expresa Colombres cuando afirma que:
La cultura de un pueblo no es algo que ya está hecho y que sólo debe ser transmitido, sino
algo que se hace y rehace todos los días, un proceso histórico, acumulativo y selectivo sí,
pero sobre todo creativo. Es justamente el hecho creativo que promueve el cambio cultural
(Colombres) 1991:130
Es así como la cultura se convierte en un bálsamo encargado de ir diluyendo los efectos negativos
que deja la violencia, cuando los jóvenes tienen la oportunidad de acercarse a las diferentes formas
de expresiones artísticas como la música, pintura, la danza, la oralidad estas los atrapan por que
tocan la sensibilidad de los jóvenes, generándose cambios sorprendentes que transforman su
sensibilidad y es aquí donde el proyecto encuentra su mayor fortaleza.
En este sentido es necesario remitirnos al eje integrador de la cultura que es la Oralidad, para
efectos de este trabajo hemos elegido algunos autores que nos aportan sus investigaciones tales
como: Edgardo Civallero citado en su investigación realizada en el 2006 titulada: Aprender sin
olvidar: lineamientos de trabajo para la recuperación de la tradición oral desde la biblioteca,
afirma que la oralidad es la expresión de la palabra hablada es la forma más natural, elemental y
original de producción del lenguaje humano. Por su parte Ong expresa que la oralidad es
independiente de cualquier otro sistema: existe por sí misma, sin necesidad de apoyarse en otros
elementos. (Ong) 1987:57.
Pero son finalmente Victor Vich y Virginia Zavala en el 2004 quienes más se acercan en su texto
Oralidad y poder herramientas metodológicas, a lo que representa la cosmovisión de las
comunidades del pacífico sur a la hora de conceptualizar con relación a la oralidad. Ellos definen la
oralidad así:
“la oralidad es una práctica, una experiencia que se realiza y un evento del
que se participa. Situada siempre en contextos sociales específicos, la oralidad
produce un circuito comunicativo donde múltiples determinantes se disponen
para constituirlo. Es necesario afirmar que todos los discursos orales tienen
significado no sólo por las imágenes que tienen sino, además, por el modo en
que se producen, por las circunstancia en la que se inscriben y por el público
al que se dirigen” (Vich y Zavala) 2004:11.
Estas consideraciones son muy importantes porque otros estudios sobre “discursos
orales” o “tradición oral” se han limitado a recopilar e interpretar textos sin detenerse
a reflexionar sobre los contextos particulares en que fueron producidos. Por tanto,
estudiar la emergencia de la oralidad dentro de contextos específicos tiene
implicaciones importantes, desde este punto de vista, trabajamos la oralidad
analizando sus condiciones de producción y la complejidad de mediaciones que en el
intervienen: Contexto social, identidad del enunciador, discursos hegemónicos,
imaginarios sociales, formas de recepción, etc. No se trata, por tanto, de estudiar
“textos orales” como si estos fueran unidades aisladas y autónomas sino más bien
involucrarse con el análisis de la ejecución del acto oral dentro de una práctica
comunicativa situada en un contexto material y simbólico específico, por fuera de éste
sólo serían representaciones artísticas individuales.
PROPUESTA DIDÁCTICA DE LA EXPERIENCIA
CUENTO CON MI CANTO
MOMENTO. 1 Sensibilización:
Empezamos la clase con una invitación para que los estudiantes participen de un ejercicio de
relajación, se inicia con un saludo afectuoso denominada la terapia del abrazo acompañado de
expresiones cariñosas que propician un ambiente acogedor. Después se pasa a otro momento
intencionado motivado por la curiosidad de saber qué tanta conexión había en los estudiantes con
relación a los cantos tradicionales que hacen parte de nuestra identidad cultural, quería saber si
conocían algunos cantos tradicionales y continué formulando preguntas que contextualizaban el
tema: ¿en sus veredas hay cantoras de música tradicional? ¿Qué canciones cantan y cuáles son los
temas centrales de estas canciones? ¿En qué oportunidades las cantan? ¿Por qué cantan este género
de música? ¿Cuáles se sabían?, si conocían a personas que las cantan, ¿cuántos han escuchado un
arrullo?, ¿qué saben de las personas que componen este tipo de cantos? y qué significa?, se apertura
un conversatorio bastante nutrido, oportuno que se aprovecha para narran las razones que motivaron
a las mujeres de la red a cantar desde sus propios dolores, luego se los invitó a escuchar la canción
Dejáme canta / Rumba Timbiquireña de la autora Teresa de Jesús Hurtado y entonada por la red de
cantadoras del Pacífico sur
Déjame cantá, déjame cantá
Que ya estoy cansada, de tanto llorá. (Bis)
Cuando llega el día
Me pongo a reza
A mi creador
Que nos dé la paz
Déjame cantá, déjame cantá
Que ya estoy cansada, de tanto llorá. (Bis)
Ruego por mis hijos
Imploro clemencia
Para que nos libre
De tanta violencia
Déjame cantá, déjame cantá
Que ya estoy cansada, de tanto llorá. (Bis)
Ver caer el sol
En medio del canto
No importa la pena
Que provoca el llanto
Déjame cantá, déjame cantá
Que ya estoy cansada, de tanto llorá. (Bis)
Mujer hechicera
Que transforma el duelo
Con cantos del alma
Buscando un consuelo.
MOMENTO 2. ¿Cómo se desarrolló?
Después de lograr toda un sensibilización sobre el trabajo que hace la red de cantadoras y como la
oralidad convertida en canciones les permite tejer sueños sobre sus tristezas, pasamos a un segundo
momento en el que se conformaron 5 grupos de estudiantes a los que se les entregó la letra de la
canción: Dejáme Canta : Rumba Timbiquireña: autora Teresa de Jesús Hurtado, donde se les
oriento para que identificaran las palabras claves presentes en la canción a partir de las cuales los
estudiantes debían elaborar de manera libre mensajes con los que se sintieran identificados y a
partir de ahí elaborar sus propias producciones que podría ser: una canción, un poema, una carta o
una noticia o un cuento en un tiempo determinado.
Sin embargo no fue suficiente con escuchar la canción, hubo necesidad de retomar la letra de la
canción sin música, pero si haciendo uso de nuestra tradición oral. Se les leyó la canción como una
historia, esto les cambio la actitud toco su parte sensible fue más allá, tocó su sensibilidad y movió
sus emociones que empezaron a plasmar en las letras de sus canciones y en medio de recordar
tantos momentos duros y difíciles que han vivido, los transformaron en fuente de inspiración. Con
las emociones ya afloradas les pregunte si querían hablar de sus experiencias y acentuaron con sus
cabezas que sí. En ese instante la dinámica de la actividad cambio, los estudiantes uno a uno
empezaron a contar sus historias de vida, el ambiente de la clase se transformó en verdaderas
revelaciones que pasaron de lo íntimo a lo público, pero de una manera distinta, dándose el
encuentro con la otredad, donde no había temor, pena, ni nerviosismo, se sentía un sublime respeto
por la palabra del otro, y por la vida misma. Entre varias historias desgarradoras presentamos la de
una niña que narró como la violencia destruyo su familia:
“profe la violencia me saco del lugar donde vivía y me quito a mi padre, trastornó a
mis hermanos, dejó con hondo dolor a mi madre y me tiene hecha pedazo. Mi padre
era un hombre bueno honesto y trabajador la situación se volvió un poco
complicada no teníamos para comer y vivíamos en un lugar marcado por la
violencia en el Puerto de Buenaventura. Un día mi papá salió de casa y volvió con
mucho dinero y comida, todos estábamos felices y esto duro cerca de un año; pero
un día mi padre salió y no volvió, no porque lo hubiesen matado sino porque
estaba preso en la cárcel. Estuvo por cinco años y cuando salió de prisión y
pensábamos que íbamos hacer felices, unos hombres entran en la casa con revolver
en mano y sin decir nada le disparan en repetidas veces, hasta dejarlo sin vida. En
ese mismo momento y sin ni siquiera enterrar con mi padre nos tocó huir para
salvar nuestras propias vidas. Desde ese día nada volvió hacer igual”. (Maryory
Rivas Mosquera, 13 años, curso 7º. 2)
Esta experiencia se reafirma con lo dicho Michéle Petit en el arte de la lectura en tiempos de
crisis, citando a Orhan Pamuk: “mi confianza proviene del sentimiento de que todos los seres
humanos se parecen, de que llevan heridas parecidas a las mías y que por lo mismo podrían
comprenderme”. (Petit) 2008:109. Devolver el valor de la palabra a los estudiantes es un
acto esencial que les permite empoderar su propia voz en medio de prácticas pedagógicas
dominantes símbolo de la colonización que predominan hasta hoy, como lo afirma Paulo
Freire en su libro la educación como práctica liberadora, “ Al escribir nos volvemos dueños
de nuestra propia voz”, (Freire) 1969:10
MOMENTO.3 Resultados:
El proyecto Construcción de lenguajes de paz desde la oralidad hecha canción, logró
estimular la sensibilidad de los estudiantes donde afloró la inspiración en cada uno de ellos,
desnudaron sus historias de vida de manera tranquila y contagiosa pues todos tenían
historias para contar sobre el paso de la guerra en sus vidas que seguramente de otra manera
no hubiese sido posible compartirlas, Los estudiantes se sintieron en confianza al saber que
otras personas habían pasado por la misma situación, esta experiencia sirvió como catarsis
interna, todo un ejercicio de sanación que permitió tejer nuevos lenguajes de paz dándole
espacio a la reconciliación.
RESULLTADOS DE LA EXPERIENCIA
Los resultados de esta experiencia son una combinación maravillosa que surgen de unos
referentes ancestrales que fue la red de cantadoras del pacifico sur, mujeres adultas que
perdieron en la guerra sus hijos, esposos o familiares, pero que decidieron liberarse del dolor
a través de los cantos tradicionales, esto generó confianza entre los estudiantes, como lo
afirma Michéle Petit citando a Orhan Pamuk “cuando se llevan heridas parecidas a las mías
y que por lo mismo podrían comprenderme”, los estudiantes se sintieron plenamente
identificados sus dolores y tristezas se convirtieron en fuente de inspiración positiva. Desde
un referente ancestral crearon sus propias voces como lo afirma Freire: “Al escribir nos
volvemos dueños de nuestra propia voz” (Freire) 1969:10
De esta manera sus voces se liberaron y dejaron fluir a jóvenes menos agresivos, más
comunicativos y participativos, la oralidad fue el pretexto para crear y recrear sus sueños quedando
plasmadas en cantos que narran historias de vidas desde una visión reconciliadora. Los maestros
podemos transformar nuestras prácticas pedagógicas si nos acercamos un poco más a las emociones
de los estudiantes, desde donde podemos potencializar muchas de sus habilidades, para este caso la
oralidad, la escritura afloran estimuladas por la música.
CONCLUSIONES:
Tumaco un municipio donde la juventud crece expuesta a los diferentes tipos de violencia que se
han incrementado a raíz de la firma de los acuerdos de paz, los jóvenes hoy navegan en un
escenario de posconflicto que los ubica como protagonistas directos de los estragos que deja la
guerra en sus vidas.
Pareciera insignificante, pero son jóvenes que caen fácilmente en la desesperanza. Como maestros
sabemos que debemos ser parte de la solución en este tipo de situaciones, para el cual tomamos
como referente el trabajo y experiencia de la red de cantadoras y diseñamos estrategias que
permitieron a los jóvenes referirse a su pasado recordando las huellas dejadas por la violencia, que
se convirtieron en fuentes de inspiración para cantar, contar y escribir narrativas juveniles del
pacífico. Un ejercicio que promovió el respeto por la palabra del otro, la escucha como
reconocimiento de la validez de su interlocutor, la participación como una expresión de libertad y
transformación de su propia realidad desde la palabra, permitiéndole desarrollar pensamiento crítico
en la medida que van fortaleciendo sus competencias comunicativas. El proceso visibilizó
capacidades de liderazgo que facilitaron la interlocución como mecanismo de participación dentro
de una construcción democrática.
Dicho de otra manera, los niños y jóvenes que son capaces de contar sus historias de dolor, son
niños y jóvenes que ya iniciaron un proceso de liberación emocional, reconocen el valor de la
tolerancia, construyen consensos y se empiezan a descubrir como verdaderos líderes juveniles
constructores de democracia.
BIBLIOGRAFÍA.
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Civallero, E., (2006). Aprender sin olvidar: lineamientos de trabajo para la recuperación de
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Díaz Barriga, (2013) Guía para elaboración de una secuencia didáctica.
Freire, Paulo,(1969) La educación como práctica de la libertad
Freja, De La Hoz, Adrián. La décima espinela en el Pacífico colombiano. Literatura
oral y popular de Colombia. Bogotá: Idartes, 2011.
Friedeman, Nina S. 1997. “Etnopoesía del Agua. Amazonía y Litoral Pacífico”.
Instituto de Genética Humana. Universidad Javeriana. Bogotá.
Ministerio de Cultura-Grupo Gestor del Plan Especial de Salvaguardia MMCT, 2013.
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Cultura Económica.
Ong, Walter. Oralidad y escritura, tecnologías de la palabra. Bogotá: Fondo de Cultura
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Petit, Michéle (2008) El arte de la lectura en tiempos de crisis.
Vich y Zavala. Oralidad y poder herramientas metodológicas, Grupo Editorial Norma
2004
ANEXOS No. 1: CANCIONES INÉDITAS DE LOS ESTUDIANTES
Canción de: Suyi Thalía Nandar Banguera
Curso:7.2
Edad: 12 años
ANEXO No. 2 Canción de: Jackson Arley Cortes
Curso: 8.2
Edad; 14 años
ANEXO No. 3: Canción de: Maryory Rivas Mosquera
Curso: 7.2
Edad: 13 años