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Mudras

El poder del Yoga en tus manos

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Título original: Mudras - Yoga mit dem kleinen Finger

Editor original: Verlag Hermann Bauer


Traducción: Ana Tortajada

Reservados todos los derechos. Queda ri-


gurosamente prohibida, sin la autoriza-
ción escrita de los titulares del Copyright,
bajo las sanciones establecidas en las le-
yes, la reproducción parcial o total de esta
obra por cualquier medio o procedimien-
to, incluidos la reprografía y el tratamien-
to informático, así como la distribución
de ejemplares mediante alquiler o présta-
mo públicos.

La autora de este libro no da consejos médicos ni recomienda, directa o indirec-


tamente, el uso de un determinado tratamiento para un problema de salud sin la
autorización de un facultativo. La autora sólo intenta ofrecer información gene-
ral para ayudarle en su búsqueda de la salud y la buena forma física. Si usted de-
cide utilizar personalmente algún aspecto de la información contenida en este li-
bro, está en su derecho a hacerlo, pero ni la autora ni el editor pueden asumir
responsabilidad alguna por sus actos.

© 1998 by Hermann Bauer KG, Frieburg im Breisgau


© de la traducción 1999 by Ana Tortajada
© 1999 by Ediciones Urano, S. A.
Aribau, 142, Pral, - 08036 Barcelona
www.edicionesurano.com

ISBN: 84-7953-340-4
Depósito Legal: B. 39.729 - 2000

Fotocomposición: Ediciones Urano, S. A.


Impreso por Romanya Valls, S. A. - Verdaguer, 1 - 08786 Capellades (Barcelona)

Impreso en España - Printed in Spain


Agradecimientos
Trabajos como éste nunca se realizan en solitario. Para poder es-
cribir este libro ha sido necesario contar con numerosos colabo-
radores que me ayudaron, por un lado, a adquirir conocimientos
sobre los mudras, y por otro, a investigar sus efectos. Muchas
personas merecen mi agradecimiento. Cuando comencé a inves-
tigar, llegué a conocer, en muy pocos meses y «por casualidad»,
personas que se dedicaban -desde una nueva perspectiva cien-
tífica o práctica- al tema de los mudras, y los practicaban con
éxito desde hacía años. Pusieron sus conocimientos generosa-
mente a mi disposición. Estoy en deuda con algunas personas de
mi escuela de yoga, que también probaron los mudras y confir-
maron mis experiencias. A todos aquellos que me prestaron su
ayuda en la investigación y comprobación del efecto de los mu-
dras les doy mi sincero agradecimiento. Agradezco de todo cora-
zón a Kim da Silva que me permitiera utilizar algunos de sus mu-
dras, que me fueron personalmente de gran ayuda. También le
agradezco su estímulo y sus comentarios. En cuanto a Elizabeth
Steudler, le agradezco sus consejos acerca de las plantas medici-
nales. Sus conocimientos, su entusiasmo y su amor por las plan-
tas llenaron mi corazón. También le doy las gracias a Hito Jo-
yoatmojo, . que dibujó para mí más de cien manos. Muchas
- gracias a Erika Schuler-Konietzny, que con su carácter alegre,
su saber hacer y su gran corazón dio el último repaso al manus-
crito.

7
~
Jndice

Querida lectora, querido lector 13

¿Qué son los mudras? 17


Origen de los mudras 21
¿Cómo, dónde y cuándo se practican los mudras? 23
¿Cómo se practican los mudras? 23
¿Dónde y cuándo pueden practicarse los mudras? : 26
¿Durante cuánto tiempo se practica un mudra? 28
Respiración, visualizaciones y afirmaciones para reforzar
los mudras 31
Respiración 31
Visualizaciones 32
Afirmaciones 33
Los mudras y la música 35
Los mudras y los colores 37
¿Cómo se emplean los mudras en la curación de
trastornos físicos? 39
¿Cómo se emplean los mudras para la curación: en el
ámbito anímico-mental? 41
¿Cómo p~oducen su efecto los mudras? 45
Experienciaspropias 61
Los mudras y la meditación 63
Mudras para reponer fuerzas 63
Mudras para superar el pasado 64
Mudras para mejorar las relaciones 64
Mudras para solucionar problemas cotidianos 65
Mudras para la formación del carácter 66
Mudras para planificar el futuro 67

9
Mudras para relacionarse con lo divino 67
Meditaciones para cada uno de los dedos 69
La energía del pulgar 70
La energía del índice 71
La energía del dedo medio 72
La energía del dedo anular 73
La energía del dedo meñique 74

Mudras para el cuerpo, la mente y el alma 77


1. Ganesha-Mudra - 2. Ushas-Mudra - 3. Pushan-Mu-
dra - 4. Mudra bronquial- 5. Mudra del asma - 6. Pran-
Mudra - 7. Linga-Mudra - 8. Apan-Mudra - 9. Shankh-
Mudr~ - 10. Surabhi-Mudra - 11. Vayu-Mudra - 12.
Shunya-Mudra - 13. Prithivi-Mudra - 14. Varuna-Mu-
dra - 15. Bhudi-Mudra - 16. Apan Vayu-Mudra - 17.
Mudra de la espalda - 18. Kubera-Mudra - 19. Kunda-
lini-Mudra - 20. Ksepana-Mudra - 21. Rudra-Mudra -
22. Garuda-Mudra - 23. Suchi-Mudra - 24. Mushti-
Mudra - 25. Matangi-Mudra - 26. Máhasirs-Mudra -
27. Hakini-Mudra - 28. Tse-Mudra - 29. Vajra-Mudra- l.
30. Bhramara-Mudra - 31. Uttarabodhi-Mudra - 32.
Mudra de desintoxicación - 33. Shakti-Mudra - 34.
Maha-Sacral-Mudra - 35. Makara-Mudra - 36. Muku-
la-Mudra - 37. Mudra de las articulaciones - 38. Kales-
vara-Mudra - 39. Shivalinga - 40. Mudra dinámico -
41. Jñana-Mudra y Chin-Mudra

Mudras espirituales 161


42. Atmanjali-Mudra - 43. Dhyani-Mudra - 44. Mudra
del ser interior - 45. Mudra del loto - 46. Abhaya-Mu-
dra - 47. Varada-Mudra - 48. Bhumisparsha-Mudra -
49. Dharmachakra-Mudra - 50. Vajrapradama-Mudra-
51. Naga-Mudra - 52. Pushpaputa-Mudra

Los mudras del Hatha-Yoga 185


Ejercicios en la posición sentada de meditación 186
Jñana-Mudra y Chin-Mudra· Bhuchari-Mudra •
Shambavi-Mudra • Agochari-Mudra • Akashi-Mu-
dra • Bhujangani-Mudra • Kaki-Mudra • Yoni-

10
Mudra • Shanti-Mudra • Maha-Bandha
Serie de ejercicios con mudras 192

Así puede crear su propio mudra 207


Cuando un mudra no da resultado 209

Anexo A: Alimentación . 211


Anexo B: Para todo mal hay una planta medicinal 215
Anexo C: La Doctrina china de los Cinco Elementos . 216
Anexo D: Unas palabras sobre los chakras . 220

Para terminar . 223


Notas ' . 227
Bibliografía . 229
Aquí encontrará de inmediato el mudra que puede
serie útil para solucionar su problema . 233
Fuentes de las ilustraciones . 239..

l.

11
L
Llega a ser lo que todavía no eres.
Sé fiel a lo que ya eres.
En la fidelidad y en la conversión,
está lo mejor de la vida terrena.
FRANZ GILLPARZER

Querida lectora, querido lector

Este libro nace con el deseo de ofrecer al lector, a sus seres queri-
dos y a aquellas personas que deben guardar éama, una ayuda
práctica que contribuya a su curación o que haga más llevaderas
sus molestias, sean pequeñas o grandes. Se trata de mi cuarto li-
bro, y el cuatro es el número de la serenidad, de la estabilidad y
el orden. De ahí que mi primera intención fuera aportar a este
ruidoso mundo nuestro una obra que hablara de la serenidad y la
meditación. En mi tercer libro, Lust auf Yoga [Ganas de hacer
Yoga] hice referencia a algunos mudras, es decir, a determinadas
posiciones de los dedos o de la mano que ayudan a meditar en
profundidad; después de eso, la editorial me pidió que escribiera
un libro donde sólo hablara de los mudras. Su propuesta coinci-
dió con mis propósitos, ya que un mudra encarna en sí mismo la
serenidad, el sosiego, la paz.
Me atrevo a afirmar que la mayoría de las enfermedades, tan-
to físicas como anímico-mentales, tienen su origen en la falta de
paz interior y exterior o en un exceso de estrés o de preocupacio-
nes. Por experiencia propia, conozco muy bien tanto la desazón
exterior como la interior y sirviéndome de los mudras he desa-
rrollado algunas estrategias para contrarrestarla, de manera que
hoy puedo considerarme una persona sana y feliz, tanto en senti-
do físico como anímico-mental. El empleo de los mudras me pro-
duce especial placer, porque el esfuerzo que requieren es mínimo.
Los mudras pueden practicarse siempre y en todas partes.
A pesar del desasosiego que tan a menudo reina en nuestras vi-
das, nos vemos forzados, de vez en cuando, a periodos de inacti-
vidad. La mayoría de las veces, estos periodos de inactividad son
tiempos de espera. ¿Qué hacemos con ellos? ¿Cuál es nuestra ac-

13

L
titud cuando nos vemos atrapados con el coche en un atasco,
cuando hacemos cola ante una ventanilla, cuando perdemos el
tren por una fracción de segundo, cuando nos quedamos blo-
queados delante del ordenador, cuando estamos postrados en
cama por una molesta gripe o por una fractura, cuando tenemos
que esperar a otros miembros de la familia con la comida en la
mesa? Estos momentos pueden convertirse en fuente de enojo, de
descontento o de frustración (antes, yo odiaba esos tiempos
de espera), o bien, en momentos de regeneración y recogimiento
interior.
En la actualidad, los ratos de espera que se me presentan cada
día, por factores internos o externos, tienen para mí un gran va-
lor. S01\ altos en el camino que puedo utilizar para adquirir una
nueva visión de las cosas, darles una diferente perspectiva o esta-
blecer nuevos principios. En el Yoga, los procesos interiores y sus
efectos se comparan con mucho acierto al mar. En nuestra vida
cotidiana, los pensamientos y las emociones siempre están en
movimiento y estos movimientos pueden compararse a las olas.
El aire (espíritu) mueve las aguas (ánimo). Cuando ~opla el vien-
to, se forman las olas. En las aguas turbulentas, todo se ve con-
fuso, el propio rostro y el entorno están deformados, y el sol
(símbolo de lo divino) oculto por las nubes (pensamientos carga-
dos de preocupación y desasosiego). Si el mar está en calma, se
puede ver el fondo y todo cuanto en él se refleja es claro y diáfa-
no, y el sol es reconocible de nuevo.
Pero en cuanto a alcanzar la paz interior y sacar el mejor pro-
vecho de estos momentos, debo decir que las mejores experien-
cias me las ha proporcionado la práctica de los mudras combi-
nada con ejercicios respiratorios, visualizaciones y afirmaciones.
De ahí que" la mayor parte de este libro esté dedicada a estas
combinaciones.
Desde hace tiempo, también presto especial atención a la ali-
mentación (que me permite mantener a raya el asma y las aler-
gias) y a las plantas medicinales, y ahora que sé hasta qué punto
nuestra salud depende de ellas, he incluido en este trabajo refe-
rencias a estos dos campos, como complemento adicional. Sin
embargo, no pretendo mostrarme doctrinal con respecto a la ali-
mentación (no es necesario), sino presentarla como un agradable
complemento, porque tampoco a mí va a privarme nadie de disr

14
frutar cada día de una sabrosa chocolatina cuando me tomo un
buen café (ver anexo A). En cuanto' a las plantas medicinales, en
la mayoría de los mudras, hago referencia a una o dos de ellas.
Las he elegido con la colaboración de Lisbeth Steudler, experta
herbolaria. También es una eminencia en el ámbito de la fitote-
rapia, y como prueba de que aplica sus conocimientos a la prác-
tica, baste decir que disfruta de una salud envidiable, posee una
gran vitalidad y aparenta 15 menos. He prescindido a propósito
de las recetas para infusiones, ya que habrá quien prefiera otros
preparados de plantas medicinales: tinturas, grageas, gotas, esen-
cias aromáticas o combinaciones homeopáticas. Encontrará más
información sobre este tema en el anexo B.
Igualmente me produce especial alegría escribir este libro por-
que es ideal para las personas enfermas que deben guardar cama,
o para las que ya no tienen suficientes fuerzas para practicar los
ejercicios físicos del Yoga. Hace unos años y debido al asma, es-
tuve sumida durante algunos meses en un estado de debilidad tal,
que sólo pensar en levantar una taza hacía que me echara a llo-
rar. Sé lo que significa estar débil, tanto física como anímica y
mentalmente. Me habría ahorrado muchos padecimientos físicos
y sufrimientos anímicos si por aquel entonces hubiera tenido un
libro como este. Influida por estas experiencias, pongo especial
empeño en no referirme sólo al ámbito físico, sino también al
anímico y mental.
Si de entrada, desea saber algo acerca de los antecedentes y el
modo en que actúan los mudras, siga leyendo. Pero quizá sólo le
interese cómo, dónde, cuándo y cuánto. En ese caso, empiece por
la página 23. Puede leerse el libro entero o sólo el capítulo «Mu-
dras para el cuerpo, la mente y el alma» y elegir su propio mudra.
Cada uno de los mudras se describe con todo detalle, de manera
que no necesitará otros conocimientos. Si busca un determinado
mudra, con un objetivo concreto, por ejemplo, contra el dolor de
cabeza, acuda al índice de conceptos y allí encontrará el mudra
correspondiente.
Hay algo que debe tener muy en cuenta: aunque aquí se hable
mucho de curación, este libro no pretende sustituir en ningún
momento el diagnóstico médico. Haga como yo: hable con el
doctor de su enfermedad, exíjale un diagnóstico claro y sólo des-
pués experimente con los remedios naturales. Si estos no produ-

15
cen el efecto deseado, entonces habrá que recurrir a los remedios
más fuertes que el médico puede recetarle. En la actualidad, la
mayoría de los profesionales de la medicina están dispuestos a
dialogar con sus pacientes. Hace dos años, cuando me curé de
una pulmonía con cataplasmas de patata y vahos de tomillo, al
final hasta mi médico se interesó por conocer mis métodos. «La
felicito por el éxito de su curación. Pero ¿cuánta gente está dis-
puesta hoy en día a aguantar el sufrimiento y a tener la paciencia
necesaria?» añadió.
Quisiera que disfrutara con la lectura de este libro y probara
usted mismo los mudras y los sencillos remedios que los refuer-
zan, obtenidos en la farmacia de Dios. Le deseo valor y pacien-
cia. Estoy segura de que se entusiasmará con los resultados.

16
Lo que sabemos es una gota,
lo que no sabemos, un océano.
ISAAc NEWTON

¿ Qué son los mudras?

Mudra es un concepto con muchos significados. Con la palabra


«Mudra» se hace referencia a un gesto, a una posición mística de
las manos, a un sello o a un símbolo. Pero también hay posicio-
nes de los ojos, del cuerpo y técnicas de respiración que reciben
el nombre de mudras. Estas posiciones simbólicas de los dedos,
de los ojos o del cuerpo permiten representar de forma plástica
determinados estados o procesos de la conciencia. Y a su vez,
cada una de esas posiciones concretas puede llevar a los estados
de la conciencia que simboliza. Pero ¿qué significa todo esto? Si
alguien, por ejemplo, repite con frecuencia y convencimiento los
gestos propios de la intrepidez, presentes a menudo en la repre-
sentación de las divinidades indias, con el tiempo se verá libre de
su miedo. Por lo tanto, los mudras estimulan determinados ám-
bitos de nuestro cerebro o de nuestra alma y ejercen sobre ellos
la influencia que les corresponde. Pero también actúan a nivel fí-
sico. El modo en que esto sucede puede leerlo en el capítulo
«¿Cómo producen su efecto los mudras?». De manera que pode-
mos interpelar e influir de manera efectiva en nuestro cuerpo y ep
nuestra mente doblando, cruzando, extendiendo o rozando unos
dedos con orros dedos. ¿No es maravilloso?
En el Hatha-Yoga1 se conocen 25 mudras, entre los cuales se
cuentan también posiciones (Asanas) y claves (Bandhas) de los
ojos y del cuerpo. En este libro sólo hablaré brevemente de ellas
y me centraré sobre todo en los mudras de la mano. Es en el Kun-
dalini- Yoga2 donde se practican sobre todo los mudras de la
mano al mismo tiempo que las posturas del cuerpo para reforzar
su efecto. El experto en Kundalini, Lothar- Riidiger Liitge dice al
respecto: «El Kundalini-Yoga afirma, en este contexto, que a

17
cada zona de la mano se le atribuye una zona refleja de la parte
del cuerpo y del cerebro. En este sentido, las manos pueden con-
templarse como un espejo de nuestro cuerpo y de nuestra men-
te».3
Al meditar sobre el concepto «Mudra», me di perfecta cuen-
ta del simbolismo del sello, en el sentido de que utilizamos a me-
nudo, yde forma inconsciente un gesto para sellar algo, por
ejemplo, cuando queremos otorgar a una decisión un determi-
nado peso o cuando llegamos a un acuerdo con otra persona o
incluso con la Conciencia Cósmica. Asimismo, podemos sellar
algo con nuestras fuerzas interiores y establecer un pacto con
nosotros mismos. Un sello oculta siempre lo misterioso. No creo
que jam'ás lleguemos a comprender del todo la esencia de un
mudra. El misterio, a su vez, está siempre enraizado en lo divi-
no, por lo que, en definitiva, cada mudra establece para noso-
tros una conexión especial con la Conciencia Cósmica (o como
quiera llamarse lo divino). Este simbolismo se pone de manifies-
to sobre todo en el mudra de la mano más conocido del Yoga, el
Chin-Mudra.

El pulgar es el símbolo de la Conciencia Cósmica (divina) y el


dedo índice de la individual (humana). El último y también el pri-
mer objetivo del Yoga es la unión del ser humano con la Con-
ciencia Cósmica. Con este gesto, el ser humano expresa este de-
seo, este anhelo. No deja de ser interesante que en la Doctrina
china de los Cinco Elementos (ver anexo C) estos dos dedos
correspondan al Elemento Metal, y que el metal sea el mejor con-
ductor de energías. Según esta doctrina, el Elemento Metal tam-
bién establece la conexión con lo cósmico. A su vez, en este ele-

18
mento habitan la inspiración y la intuición. El índice representa
la inspiración (energía de fuera) y el pulgar la intuición (energía
interior). Al componer este gesto, la intuición y la inspiración
forman una unidad cerrada, la fuerza del micro y el macrocos-
mos se unen y se fecundan mutuamente.
Si nos sumergimos en las profundidades de las antiguas doc-
trinas -o si nos elevamos a las alturas- al final se produce el
encuentro.

19
-
La vida sólo puede comprenderse
al mirar hacia atrás
y sólo puede vivirse
mirando hacia adelante.
SOREN KIERKEGAARD

Origen de los mudras

El origen de los mudras no está nada claro. No S910 hay mudras


en Asia, como muchos creen, sino en todo el mundo. Con toda
seguridad, nuestros antepasados ya utilizaban en sus rituales de-
terminados gestos con los que querían subrayar y sellar/rubricar
cuanto pensaban y decían. Durante el periodo de cristianización
de los pueblos del norte, muchos de estos gestos se prohibieron
como, por ejemplo, el de invocar a los dioses con los brazos al-
zados. Más tarde, algunos de estos gestos fueron recuperados e
integrados en la doctrina cristiana. Fijándonos en los diferentes
gestos que hace el sacerdote al celebrar la misa, quizá podamos
intuir cómo se expresaban los pueblos antiguos. Pero también
nuestra vida cotidiana está impregnada de gestos, cuyo origen
apenas nadie conoce ya: alzar el pulgar para desear suerte a al-
guien, aplaudir, estrechar la mano, dar una palmada en el hom-
bro, mostrar el puño o levantar el dedo medio, etcétera.
En la India, los mudras son un componente fijo de todas las
actividades religiosas. En las representaciones de los dioses hin-
dúes, los diferentes Mudras y Hastas (posiciones de los brazos)
tienen una gran importancia. En este caso, además de los atribu-
tos y las actitudes del cuerpo, también representan las caracterís-
ticas que identifican a los distintos dioses. En la posición mística
de la mano, el que ora ve un poder particular, cualidad y fuerza
de carácter de la divinidad que venera. Los mudras más cono-
cidos de los principales dioses, Brahma (creador), Vishnu (sus-
tentador) y Shiva (destructor) son los números 41, 42, 43, 46,
47,48.
Tan conocidos como estos, son los mudras que aparecen en las
danzas indias, en las que se representan dramas completos, sin

21

-
palabras, sólo con las manos, los ojos y los movimientos del
cuerpo. Ingrid Ramm-Bonwitt, especialista en mudras, lo descri-
be con estas preciosas palabras: «Las manos son portadoras de
símbolos importantes que en Oriente, todavía hoy en día, son
universalmente comprendidos. Con sus manos, el bailarín indio
expresa la vida de la totalidad del universo. El rico simbolismo
del lenguaje de los gestos adquiere, gracias a la multiplicidad de
posibilidades de interpretación, mucha mayor importancia para
el espíritu del que pueda tener la palabra [... ]. Este significado es-
piritual de los mudras encuentra su expresión más completa en el
arte indio. Los gestos de las divinidades representadas en el arte
hinduista y budista [... ] simbolizan sus funciones o ensalzan de-
terminados acontecimientos mitológicos».4
Los mudras se practican también en los rituales del tantris-
mo.s En este caso, el creyente lisonjea amoroso a su venerada di-
vinidad con el objetivo de hacer realidad en sí mismo sus cuali-
dades concretas.
y también juegan un papel importante en el Budismo; en to-
dos los países en los que se ha extendido esta religión se conocen
infinidad de mudras. Este es el caso de las representaciones plás-
ticas del Gautama Buddha, en las que aparecen en particular seis
mudras que guardan una estrecha relación con su doctrina y con
su vida (números 41, 43, 46, 47, 48 y 49).
Como ya he dicho, también en el Hatha-Yoga se conocen los
mudras. Los yoguis sabían cómo se manifiestan en los gestos y en
las posturas del cuerpo muchos estados anímicos como la trjste-
za, la alegría, la ira, la calma, etc. y también, que mediante de-
terminados gestos, se puede influir de forma positiva en la psi-
que.
Como vemos, el origen de los mudras se pierde en la oscuridad
de los tiempos; también aquí, reencontramos el misterio y lo ina-
barcable.

22
La paciencia y la esperanza son dos
pilares fundamentales de la sabiduría
humana.
FRANCESCO DOMENICO GUERRAZZI

¿ Cómo, dónde y cuándo se practican


los mudras?

¿Cómo se practican los mudras?

Muy sencillo: coloque la mano con los dedos tal y como aparece
en cada dibujo. La presión de los dedos es muy ligera y delicada
y las manos están relajadas. Sin embargo, quizá piense que reali-
zar algunos mudras no es tan sencillo como parece: los dedos se
resisten, son demasiado rígidos, las manos se resbalan o se le can-
san con rapidez. La movilidad de las manos tiene una relación di-
recta con la movilidad de todo el cuerpo. Si hay tensiones en una
determinada parte del cuerpo, esta tensión se manifiesta en la
parte correspondiente de las manos. Incluso la edad de una per-
sona puede determinarse a partir de los dedos abiertos, al menos
eso es lo que dice la medicina china. De todas formas, aunque mi
cuerpo y mis manos han adquirido una gran agilidad gracias a
los muchos años que llevo practicando el Yoga, el Mudra con-
tra los dolores de espalda, que es precisamente el que más nece-
sito, sólo lo puedo hacer con una mano, ya que con la otra me
ayudo a aguantar los dedos en la posición correcta. Por eso, al
principio, a usted quizá también le resulte imposible practicar al-
gunos de los' mudras con las dos manos, tal y como se describe
aquí, porque con una mano tendrá que colocar y sostener los de-
dos de la otra. Si es así, para empezar hágalos sólo con una
mano. Y si los dedos que deberían estar extendidos se doblan de
nuevo por sí solos, limítese a presionarlos contra la pierna o con-
tra cualquier otra superficie. Con el tiempo, la tensión en los de-
dos o en la mano le desaparecerá y a efectos de eso, también en
la parte correspondiente del cuerpo.

23
Practique el mudra lo mejor que pueda y su efecto acabará
manifestándose. Es posible que de entrada, le suponga cierto es-
fuerzo mantener los dedos extendidos. Cuando se canse, déjelos
descansar. Estoy segura de que con el tiempo, sus manos tendrán
más fuerza, adquirirán una mayor movilidad y podrá utilizar las
dos. También se sentirá más fresco y ágil, en general, y quizás
hasta más joven.
Aún cuando hayan ganado en movilidad y fuerza, trate siem-
pre con cuidado y afecto a sus dedos. Un mudra, independiente-
mente de cual sea el objetivo con el que se practica, no sólo debe
ser un gesto terapéutico sino también santo.
Los mudras pueden practicarse sentado, echado, de pie y an-
dando~ Procure que la postura de su cuerpo sea simétrica y cen-
trada y estar tan relajado y distendido como le sea posible. Si lo
practica sentado en una silla, deberá mantener la espalda erguida
y los pies bien afianzados en el suelo. Y si lo hace echado, sepa
que la posición más adecuada es, por supuesto, tumbado de es-
paldas. Si por las razones que sean se ve obligado a estar en esta
posición durante un periodo de tiempo prolongado, colóquese
un almohadón pequeño bajo el cuello para descargar la nuca o
bajo las rodillas o los muslos para descargar la espalda. Lo im-
portante es que esté relajado y distendido, ya que cualquier ten-
sión impide el flujo interior de la energía, y lo que pretendemos
con los mudras es hacer fluir algo nuevo. Si lo practica andando,
mantenga un paso regular, tranquilo y rítmico. Y si lo hace de
pie, separe las piernas a la anchura de las caderas, con las rodi-
llas relajadas y las puntas de los pies dirigidas hacia delante.

y por supuesto, si dispone de algo más de tiempo, practique los


mudras con la posición sentada de meditación, lo que le permiti-
rá realizar una meditación más prolongada. Si lo hace así, respe-
te los principios propios de la técnica de la meditación:

• Siéntese sobre una superficie estable, con la pelvis abierta y la


columna vertebral erguida. Apoye ambas rodillas planas en el
suelo o manténgalas a la misma altura (si es necesario, pónga-
se unos almohadones bajo de las rodillas, pero que estén a la
misma altura).

24
• Descanse las manos distendidas sobre los muslos.
• Los hombros distendidos hacia atrás y hacia abajo, el pecho
debe estar abierto y libre.
• La barbilla recogida y la nuca recta y relajada.
• Respire regular, lenta, fluida y suavemente.
• No interrumpa la meditación de manera brusca, sino siempre
con un estiramiento enérgico.

También puede practicar un mudra y mientras tanto pensar en


otra cosa, aunque yo he comprobado que su efecto se acelera y
refuerza cuando al practicarlo se adopta una posición meditati-
va activa, sintiendo las manos y observando la respiración. Es-
tar pendiente del flujo normal de la respiración, influir en ella, o
dirigirla, es un refuerzo muy importante. Le explicaremos cómo
hacerla en cada uno de los mudras. Y para que nunca se con-
vierta en una rutina, practique las correspondientes visualiza-
ciones y afirmaciones, ya que también refuerzan el efecto del
mudra. Hay ejercicios en los que ya no sé con certeza qué es lo
que actúa en mayor proporción, el mudra, la técnica de respira-
ción, la imagen visual izada o las palabras pronunciadas. ¡Pero
no importa, cumple con su objetivo, me va bien, me hace feliz y
con eso basta!

25
¿Dónde y cuándo pueden practicarse los mudras?
En realidad, los mudras pueden practicarse en cualquier momen-
to y lugar. Los autores modernos opinan que es factible realizar-
los en medio de un atasco, ante el televisor o cuando se está es-
perando algo o a alguien. Pero yo no comparto del todo esta
opinión por los siguientes motivos: los mudras deberían practi-
carse en un estado anímico meditativo y equilibrado. ¿Y quién
me asegura que usted no va a estresarse o enfurecerse en un atas-
co de tráfico; p que no va a sentarse ante el televisor a «relajar-
se» viendo una película policíaca violenta o a escuchar un reñido
debate sobre los impuestos?

_Les invito a hacer un test muy interesante: una las puntas del pul-
gar y del dedo índice y piense durante unos minutos en algo ma-
ravilloso (una experiencia en plena naturaleza, una victoria de su
equipo de fútbol, el sexo, etcétera), da igual 10 que sea, algo que
a usted 10 transporte al séptimo cielo. A continuación, intente
sentir la energía que fluye del dedo índice al pulgar. ¡Ya está!
Ahora haga 10 mismo, pero imagínese algo muy triste. Sienta de
nuevo la energía de los dedos. ¿Nota alguna diferencia? Con
toda seguridad habrá comprobado la pesadez con que fluye la
energía en el segundo caso.

Este pequeño experimento demuestra hasta qué punto es impor-


tante que los mudras se practiquen en un ambiente y estado de
ánimo agradable. Aunque no nos demos cuenta, nuestras emo-
ciones y pensamientos influyen de manera positiva o negativa so-
bre nuestros campos energéticos y el fluir de la energía en gene-
ral. Esto es importante. Tal y como explicaré más adelante, con
los mudras pretendemos afectar de forma positiva estos campos
de energía, de ahí la importancia de nuestro estado anímico en
general, y en el momento de nuestras prácticas, en particular. De
todas formas, también hay mudras y técnicas de respiración que
favorecen la relajación, la paciencia y la serenidad. Utilícelas, so-
bre todo, para alcanzar el estado de ánimo adecuado. De esta
manera, mientras esté en un atasco, haga cola o vaya en tren po-
drá serenarse y sólo entonces iniciar la práctica del mudra pro-
piamente dicha.

26
\

Y hay algo más que hay que tener en cuenta cuando se practi-
ca un mudra mirando la televisión o escuchando la radio: el mo-
mento que le dedicamos a un mudra debería convertirse en un
tiempo de recogimiento interior. La televisión o la radio no son
precisamente los mejores medios para alcanzar dicho estado, a
no ser que elija un programa o ponga una música que favorezcan
más el sosiego que el nerviosismo. De todas maneras, si nuestros
días están tan planificados que no disponemos ni de tres minutos
de calma, y nos empapamosoe televisión y de radio las 24 horas,
será muy difícil que los mudras encuentren un lugar en nuestra
vida.
Por 10 tanto, podemos practicar los mudras el).casi todos los
lugares, siempre y cuando sepamos replegamos al interior de no-
sotros mismos, en cualquier momento y lugar. No es tan difícil
como parece, y además, se puede aprender. Al fin y al cabo, se
trata de nuestra salud: cada día necesitamos algunos minutos de
sosiego. No depende del tiempo sino de la calidad de esos ins-
tantes de calma, que pueden convertirse en los momentos más
deliciosos de nuestro día. Igual como la sal añadida a la masa de
pan le concede a éste un buen sabor, el sosiego es 10 que propor-
ciona a nuestra vida el condimento adecuado.
Un buen momento para practicar los mudras son los minutos
antes de levantar nos o acostamos, antes o después de comer, ca-
minando (todos deberíamos caminar un poco cada día, es algo
que se puede planificar), en el transporte público o en los des-
cansos en el trabajo.
Es mejor no probar varios mudras a la vez, uno tras otro, y
elegidos al azar. Escoja un máximo de tres y practíquelos bien si-
guiendo un horario establecido -decida cuándo, cuánto tiempo
y con qué frecuencia al día-, o bien llenando con ellos los habi-
tuales e imprevisibles tiempos de espera. Durante unos cuantos
días practique únicamente estos mudras. Es posible que note su
efecto inmediato, sobre todo en casos de molestias agudas u os-
cilaciones del estado de ánimo, o bien al cabo de unos días. En la
mayoría de los casos, cuando las molestias son crónicas, suelen
transcurrir algunas semanas, o incluso meses, hasta que se pro-
duce una mejoría. Si es así, tenga paciencia, ya que ejercitándose
en ellos, además de la curación podrá adquirir muchos conoci-
mientos nuevos y experimentar momentos maravillosos. Y no 01-

27
vide que cuando. alga cambia en nasatras, también se modifica
nuestra entarna. Cada curación en nasatros mismas aparta tam-
bién curación a nuestra mundo.. Una enfermedad en nuestra
cuerpo. siempre va ligada a pensamientas y sentimientas que nas
panen enfermas. Para que la curación se praduzca a tadas las ni-
veles debe pasar un tiempo.. Par la tanta, cancédase este tiempo.,
practique can intensidad, y permanezca relajada y canfiada, ya
que así las pasibilidades de curación serán mucha mayares.

¿Durante cuánto tiempo se practica un mudra?


Los grandes maestros difieren en esto. Dev Keshav,6 investiga dar
indio dedicada al estudio de los mudras, recamienda hacerla du-
rante 45 minutos al día; esta permite, según él, eliminar también
trastarnos crónicos. Estos 45 minutos, si fuera necesario, po-
drían dividirse en tres unidades de tiempo de 15 minutos cada
una. El kinesiólogo Kim da Silva, que ha dedicada muchos años
a camprabar el efecto de los mudras, recomienda determinar el
tiempo de dedicación a cada uno de ellos según los casos. En mi
opinión, un mudra al que se recurre para reforzar una terapia a
para curar un trastorno crónico, conviene practicarlo a diario,
cama haríamos can la ingestión de un medicamento, can regula-
ridad, a la misma hora y siempre durante el mismo tiempo.
Los mudras que se utilizan para trastornos agudos, coma por
ejemplo, problemas respiratorios o circulatorios, flatulencias,
agotamiento., desasosiego interior, hay que practicarlos hasta que
producen su efecto. Otros, entre 3 y 30 minutos, y de 2 a 4 veces
al día. Lo mejor es que utilice un cronómetro y sepa que los tiem-
pos que he asignado a cada uno de los mudras son totalmente
orientativos, y en modo alguno un dogma. Usted mismo se dará
cuenta de que sus manos, y en particular sus de das, cada vez se
vuelven más sensibles y que con un poco de entrenamiento res-
ponden con bastante mayor rapidez a los mudras. De este modo,
si al principio necesitaba cinco minutos para percibir el efecto de
un mudra, con el tiempo verá que sólo. necesitará 10 movimien-
tas respiratorios. ¡Se trata de experiencias maravillosas! Y si por
alguna razón se ve obligado a guardar cama, entonces dispondrá
de todo el tiempo que haga falta. Paralelamente, deje actuar en

28
su interiar, y durante más tiempo., las visualizacianes y afirma-
ciones. De esta manera, sacará más partido a ese tiempo, favore-
ciendo la curación del cuerpo, la mente y el espíritu.

El efecto de un mudra se puede percibir de inmediato o bien


tras un cierto tiempo, por ej.: calor, desaparición del malestar
o los dolores, mejora del estado de ánimo, mayor claridad
mental. Aunque también es posible que de entrada sienta todo
lo contrario: cansancio, frío y escalofríos, que son a su vez ma-
nifestaciones positivas de sus efectos.

29
Las cosas no son nunca como son.
Son siempre lo que nosotros hace-
mos de ellas.
JEAN ANOUILH

Respiración~ visualizaciones y afirmaciones


para reforzar los mudras

Respiración

Con la respiración se refuerza enormemente el efecto de un mu-


dra. Por eso es muy importante saber cuales son los efectos de la
respiración. Una vez entendidos los principios que enumeramos
a continuación, podrá influir en el efecto de un mudra en función
de sus propias necesidades .

• Adopte una postura simétrica del cuerpo y mantenga los bra-


zos apartados unos centímetros del tronco. El mero hecho de
adoptar esta postura aporta equilibrio interior y armonía y re-
gula la actividad del sistema nervioso y de las glándulas hor-
monales.
• Durante una espiración profunda, además del dióxido de car-
bono, expulsamos también la energía gastada en el plano de la
materia sutil. Por lo tanto, al empezar a practicar un mudra,
expulse con fuerza el aire varias veces. Así creará un espacio
para aquello que usted desea.
• Prolongue siempre durante unos segundos las pequeñas pau-
sas que se producen después de la inspiración y la espiración.
Esto es lo más importante en el proceso de la respiración. Du-
rante estas pausas, se regeneran las fuerzas interiores a todos
los niveles.
• Si practica un mudra para tranquilizarse, debe ralentizar la es-
piración.
• Si practica un mudra para reanimarse, intensifique la inspira-
ción.

31
-
• La calidad de la respiración es óptima cuando ésta es lenta,
profunda, rítmica, fluida y suave.

Para iniciar una meditación mudra, respire varias veces con fuer-
za y deje después que la respiración se vaya haciendo más pro-
funda y lenta.
Ahora tiene tres posibilidades.
Primera: Sienta y perciba con calma, en las manos y en los de-
dos, la suave presión en aquellos puntos en donde se tocan.
Segunda: Mientras inspira, presione con más intensidad las
puntas de los dedos y al espirar, relaje la presión.
Tercera: Haga lo contrario, al espirar ejerza una mayor pre-
~ión y al inspirar afloje la presión.
Cada variante tiene su particular efecto. La primera centra,
aporta equilibrio interior y regenera fuerzas en general. La se-
gunda fortalece la voluntad y reanima, la tercera tranquiliza y re-
laja. ¡Pruebe las diferentes variantes y perciba usted mismo las
diferencias! Es posible que no perciba los efectos de inmediato,
pero aun así, se producen.
Cuando haya observado su propia respiración durante algu-
nos minutos y descubierto el ritmo y la profundidad óptimos,
empiece con las visualizaciones y afirmaciones. Ni las imágenes
interiores ni las afirmaciones son obligatorias. Si usted prefiere
seguir observando la respiración, hágalo. Las visualizaciones y
afirmaciones son una ayuda adicional y pueden contribuir a ha-
cer más profundo el efecto de un mudra.

Visualizaciones

La mayoría de las veces las circunstancias externas de nuestra


vida responden a las <<imágenes» que nos hemos creado. Por lo
tanto, tenemos la posibilidad de dar forma a nuestras imágenes
interiores, de manera que la vida nos resulte agradable, que ten-
gamos éxito en nuestro trabajo y que nuestras relaciones se fun-
damenten en el amor y la comprensión. También es muy impor-
tante que desarrollemos una fe inquebrantable en las imágenes
que hemos creado y que desbordemos fervor y serenidad. De en-
trada, proporcionémonos pequeñas experiencias de éxito, ya que

32

••
-
enta, lo que funciona en lo pequeño, se consigue también en lo grande.
Conviene ir construyendo esta confianza y hacerla crecer poco a
poco. Imagine por un momento qué pasaría si fueran muchas las
fuer- personas que se imaginaran un mundo hermoso, poblado de una
pro- rica flora, animales satisfechos y personas felices, convencidos de
que esto es posible. Hágalo usted también, y ¡entonces ya sere-
mos dos!
os de-

las Afirmaciones

pre- Expresar con determinación qué es lo que 1).0 queremos y formu-


lar con claridad nuestros deseos y necesidades p'uede ser el prin-
entra, cipio de un nuevo ordenamiento en nuestra vida. Ya hace mu-
La se- chos años que trabajo con afirmaciones, unas veces más, otras
y re- menos, y aún sigo sorprendiéndome de su tremendo efecto. Por
o las ejemplo: un día que desapareció mi gato, no dejé de repetir du-
iato, rante todo el día la misma frase: «Con la fuerza y el poder divi-
no voy a encontrar a mi gatito», y al atardecer, sencillamente
algu- supe dónde estaba. Aquella mujer se quedó boquiabierta cuando
mos, le dije que mi gato se escondía en su garaje, y así fue. Es muy sen-
genes cillo, aunque a algunos pueda parecedes incluso ingenuo. Pero la
efiere mayoría de las veces, es precisamente lo sencillo y lo ingenuo lo
es y que tiene más fuerza y efectividad.
a ha- En el caso de las afirmaciones, es válido el mismo principio
que en las visualizaciones. Pronúncielas con fe, convencimiento y
serenidad de 1 a 3 tres veces, durante o después de la meditación,
o bien deténgase durante un instante, a lo largo del día, para re-
citadas en voz baja o alta. Utilice esta maravillosa posibilidad
que tenemos para convencemos de aquello que queremos de ver-
estra dad y que n~s beneficia.
Por lo
genes Si lo que desea es liberarse de algo muy arraigado, también le
e ten- será de mucha ayuda la «negación». En ese caso, exprésela
e fun- mientras expulsa el aire con fuerza: «Este odio (o renear, sen-
mpor- timiento de culpa, dolor, miedo, ganas de fumar, etcétera) de-
genes saparece de inmediato y se esfuma».
De en-
a que I

33

•• I
n
m

g
El espíritu da el tono y el alma
interpreta la melodía.

Los mudras y la música

En la actualidad, en algunas clínicas y centros de rehabilitación,


se ha introducido el uso de la música como un elemento terapéu-
tico más. Los efectos positivos de la terapia musical han queda-
do demostrados a través de diversos estudios científicos. La mú-
sica no solamente favorece a las personas enfermas, sino también
a las personas sanas que de vez en cuando se ven afectadas por
estados de debilidad o por algún tipo de desarmonía física.
Como en la terapia las piezas de música suelen durar entre 3 y 12
minutos -que es justo el tiempo que se requiere para practicar
un mildra- es de suponer que los mudras y la música pueden
complementarse mutuamente. Muchas molestias originadas por
un incremento de tensión en el ámbito físico y anímico-mental
pueden así verse aliviadas por composiciones que serenan, cal-
man, e incluso conducen a estados de relajación profunda. Lo
mismo es aplicable en casos de presiones originadas por el entor-
no, que producen estados de agotamiento agudos o crónicos. La
música puede influir en ellos de manera favorable.
Obtendrá el máximo de efectividad si tiene en cuenta los si-
guientes puntos:

• respetar las propias inclinaciones musicales;


• determinar de antemano la duración de la sesión;
• escuchar la misma pieza, a la misma hora, durante tres días se-
guidos, como mínimo;
• escuchar de manera consciente y abandonar de inmediato
cualquier pensamiento que acuda' a la mente.

¿Qué piezas de música son más adecuadas? Según Helen Bonny,

35
que ha trabajado bastante tiempo en el desarrollo de la GIM
{Guided Imagery Music, o Música para visualizaciones guiadas}:
«La música sedante y relajante tiene como objetivo el corazón
humano, en un pulso tranquilo y relajado. La música sedante se
caracteriza, en su conjunto, por su serenidad y armonía, se trata
de melodías que fluyen con facilidad. No es necesario quedarse
dormido mientras se escucha, aunque este tipo de música esti-
mula de manera directa sensaciones de paz interior, relajación y
bienestar».7
En opinión de la entrenadora de GIM, la música clásica es
muy apropiada para la curación y la relajación; los conciertos de
solistas producen efectos más intensos que las sinfonías. Los fra-
seas lentós como el andante, el adagio y el largo, poseen una
fuerza particular. Y en lo que se refiere al efecto relajante de los
distintos instrumentos, el oboe es el más adecuado de todos ellos,
seguido del piano, el violoncelo, los violines, el clarinete y el ór-
gano. El canto es menos adecuado para la relajación. Los modos
más efectivos son: do mayor, re mayor, si mayor, fa mayor. En re-
sumen, se puede decir que hay muchas más frecuencias bajas que
altas para la relajación profunda, y que la música «airosa» de
frecuencia elevada se adecua más bien a un estado de ánimo lige-
ro, exaltado. Teniendo en cuenta estos datos, usted podrá orga-
nizarse su propia farmacia musical, adaptada a sus circunstan-
CIas.

Vale la pena averiguar a qué tipo de música responde usted me-


jor y adquirir conciencia de su propia individualidad. Lo digo
porque hay músicas para relajarse que, por ejemplo, a mí me
producen justo el efecto contrario, me ponen nerviosa e incluso
agresIva.
Observación al margen: cuando no se consigue realizar con
presteza las labores del hogar, una música con ritmo, una mar-
cha, un rack movidito o la música techno, pueden aportar nue-
vos bríos a una tarea aburrida.

36

-
M
:
n Podemos contemplar el presente
se a través de sombríos velos de niebla
a o a través de los colores del arco iris:
e y lo viviremos en función de esa elección.
i-
y
Los mudras y los colores
es
de
a- Los colores también influyen, a todos los nivele~, en nosotros y
a en nuestras vidas. La cromoterapia utiliza de forma muy concre-
os ta las diferentes tonalidades cromáticas para la regeneración de
s, órganos y glándulas, la estimulación de las funciones excretoras,
r- la respiración, el sistema circulatorio, etc. Los colores influyen
s también en nuestro estado de ánimo y en toda actividad mental.
e-
ue • Rojo: estimula el sistema circulatorio, mantiene alerta, es
de fuente de calor y relaja, pero también puede producir agresivi-
e- dad.
- • Naranja: levanta el ánimo, otorga presteza, estimula la sexua-
lidad, aunque también puede aportar superficialidad.
• Amarillo: estimula la digestión, despeja la mente 'y hace apa-
recer la vida bajo una luz clara, aunque también puede ser
e- agobiante.
o • Verde: en general tranquiliza, regenera cada nivel y propor-
me ciona el deseo de empezar cosas nuevas.
o • Azul: también tranquiliza, pero la paz que proporciona es más
profunda y además transmite sensación de seguridad. El azul
n también protege, y en este color se halla también el secreto
r- anhelo de lo incomprensible.
e- • Violeta: es el color de la volubilidad, del cambio y de la espiri-
tualidad.
• Marrón: es el color de la estabilidad y de la unión con la tie-
rra. Pero un exceso puede conducir al estancamiento.
• Blanco: es el color que contiene en sí mismo todo el espectro
de los otros colores y que engloba tanto el nacimiento como la
muerte.

37

-
,--
• Negro: es el color de la protección, del acopio de fuerzas, del
retraimiento y del vacío, aunque lleve en sí mismo la plenitud.
Muchos adolescentes, durante la pubertad prefieren vestirse
de negro, porque están a las puertas de una nueva etapa de la
vida. Pero un exceso de negro debilita el organismo, produce
tristeza en el ánimo y favorece el pesimismo.

No hay colores «malos», todo depende de la proporción. En


nuestro aura o cuerpo de energía también aparecen todos los co-
lores. Cuando un color prevalece sobre los demás o está fuera de
su lugar, repercute en el estado de bienestar general y con el paso
del tiempo puede llegar a desarrollarse una enfermedad. Sin em-
bargQ, con la ayuda de los colores, también es posible hacer re-
mitir el proceso de una enfermedad.
No voy a entrar en detalles acerca del espectro de los colores
y su relación con la curación (ver bibliografía), ya que excedería
el marco de este libro, pero si sigue las indicaciones que se reco-
gen a continuación, con la práctica de la meditación cromática
experimentará vivencias agradables y positivas. Si siente predi-
lección por un determinado color, es muy posible que necesite la
cualidad correspondiente. Pero si esa predilección es excesiva,
eso se convertirá en una adicción, y el color le perjudicará.
Mientras practica un mudra visualice un color o concéntrese
en el color de un objeto. Es mejor lo primero, porque entonces el
color adquirirá más vida, es decir, podrá imaginarse los colores
oscuros o claros, mates o brillantes, ligados a formas o fluyendo,
etcétera. Pongamos un ejemplo: si siente la necesidad de ir al bos-
que, porque es allí donde se estimula mejor su capacidad de re-
generación, pero no dispone de tiempo, imagínese un bosque con
mucho verde. Déjese mecer en su mente por el verde de las hojas,
y volverá a refrescar su interior. Desde hace algún tiempo se em-
plean con éxito este tipo de visualizaciones y, en la actualidad, se
utilizan a propósito paisajes llenos de color en la decoración de
muchos hospitales para reforzar los procesos de curación. ¡Prué-
belo!

38

-
,--
el
.
La energía evolucionaria no utilizada
e
es tierra abonada para el dolor (en-
la
fermedad).
e
]AKOB ATABET

n
o- ¿Cómo se emplean los mudras en la curación
e de trastornos físicos?
o
-
-
Los mudras que se utilizan contra las diferentes enfermedades,
proceden sobre todo de la medicina china. La mayoría tienen su
origen en la Doctrina de los Cinco Elementos (ver anexo C), cu-
- yos principios actualmente se conocen también en Occidente, y
tienen un reconocimiento cada vez mayor. Asimismo, el maestro
de Yoga y sanador indio Dev Keshav, que hace muchos años es-
a tudió a fondo el efecto de los mudras, confirma su poder tera-
péutico comentando al respecto: «Tu destino está en tus manos
-entendido literalmente-o No sólo porque las líneas de la mano
sintetizan el pasado y el futuro de una persona, sino, sobre todo,
l porque cada dedo tiene su propia función y su poder dentro del
organismo. Aquel que sabe utilizar este poder puede preservar su
salud física y su paz espiritual. La primera vez que les hablo a los
- pacientes de los mudras se muestran escépticos y se preguntan:
- ¿Cómo puedo mejorar mi enfermedad por el mero hecho de ejer-
cer una ligera presión con algunos dedos? Pero en cuanto ad-
quieren confianza y realizan los ejercicios, perciben su efecto, y
su escepticismo se convierte en sorpresa. Entonces les explico que
e estas técnicas, én apariencia tan sencillas, son regalos en extremo
e valiosos que nos han sido legados por los maestros de Yoga más
ilustres de los tiempos antiguos». 8
Todos aquellos que han trabajado con el efecto terapéutico
de los mudras hacen hincapié en la necesidad imprescindible de
adoptar, además, una alimentación y un régimen de vida correc-
tos.
En general, un régimen de vida inadecuado se caracteriza por

39
una alimentación deficiente, por la falta de ejercicio y la escasez
de actividad al aire libre, la falta de serenidad y descanso, y por
un exceso de estrés, preocupaciones, y pensamientos y senti-
mientos negativos. La práctica de los mudras, acompañada de
una alimentación sana, periodos de descanso regulares, suficien-
te ejercicio (Yoga, correr, pasear, ir en bicicleta, ete.) lleva de for-
ma natural a un régimen de vida óptimo, que esla base de la sa-
'1
lud (ver también el anexo A).
:1

,1 Cuando se utilizan los mudras para reforzar la curación de en-


1I1

1
fermedades crónicas, deben practicarse, tal y como ya se ha di-
cho, con regularidad, como una cura, durante algunas semanas o
I1
meses. En la mayoría de los casos, una enfermedad crónica, an-
tes\ de manifestarse, ha empezado a gestarse en el interior del or-
ganismo muchos años antes, y requiere su tiempo eliminar las es-
corificaciones que se han grabado en los conductos, en los
órganos, en cada célula y en los campos de energía.
Algunos mudras también pueden utilizarse como remedio de
emergencia (por ejemplo, en el caso de un ataque de ciática, sen-
sación de vértigo, náuseas o un infarto). Practíquelos cuando sea
necesario y sólo durante el tiempo que lo necesite. Pero no hay
que olvidar que los trastornos repentinos tampoco aparecen por
casualidad, ya que son el estallido de un estado disarmónico, la-
tente en nosotros desde hace tiempo. Por lo tanto, un mudra no
debe emplearse como una simple «píldora mágica» de rápido
efecto que sólo elimina el síntoma. Vaya al fondo de la cuestión.
Medite, y pregúntele a su interior qué significa para usted ese
ataque físico. Pregúntese con insistencia y honestidad, y también
recibirá una respuesta sincera, que quizá no siempre le resulte có-
moda, pero que a la larga tendrá un efecto terapéutico.

40
ez
or
ti- El mejor regalo que el alma
de otorga al ser humano
n- es la capacidad de alegrarse.
or- VAUVENARGUES
sa-

n- ¿Cómo se emplean los mudras para la


di-
o
curación en el ámbito anímico-mental?
n-
r-
s- Un motivo importante por el que empecé a practicar el Yoga fue
os sin duda una experiencia que tuve de joven con los medicamentos
contra el asma. Me perjudicaron la memoria y mi capacidad de
de relación; estaba apática y sentía una indiferencia absoluta por
n- todo. Me dio miedo «no estar bien de la cabeza», como suele de-
ea cirse, y temí quedarme así. Por eso, desde entonces, empecé a in-
y teresarme por el estudio del cerebro y por todo aquello que man-
or tiene en forma a las personas desde el punto de vista mental. Y en
a- este campo, los mudras producen auténticos milagros. No es ne-
o cesario que me crea, ya que, con los aparatos de medición ade-
o cuados, lo que digo se puede demostrar. Desde hace algunos años,
. én las escuelas, y en particular en la pedagogía terapéutica, se em-
e plean con éxito unos ejercicios de manos para ayudar a los niños
que tienen dificultades de aprendizaje. Deslice el pulgar, con sua-
- vidad y .consciente de que lo hace, por las puntas de los dedos: este
simple gesto produce un maravilloso bienestar y es un descanso
para el cerebro. El cerebro, como si de un músculo se tratara, de-
bería entren.arse a diario. Se ha demostrado que tras unos días de
guardar cama (por ejemplo, después de una intervención quirúr-
gica) la actividad cerebral se reduce. También ha quedado demos-
trado, que el cerebro, sometido a un entrenamiento adecuado, se
regenera con rapidez. La práctica de los mudras puede definirse
como un auténtico entrenamiento cerebral. El contacto entre las
puntas de los dedos influye, en concreto y de forma positiva, so-
bre los fluidos cerebrales. El hecho de visualizar además imágenes
interiores requiere del cerebro mucha pericia y estimula la imagi-

41
nación. Esta capacidad es una de las condiciones necesarias para
gozar de una mente fresca y tener un proceso mental claro. Las
afirmaciones adicionales estimulan una forma de expresión clara,
que también es una capacidad mental. Cuando se practica un mu-
dra con concentración absoluta, que a su vez se entrena, y en un
estado de relajación adecuado, la actividad cerebral se sosiega y se
regenera. Muchos mudras sincronizan además los hemisferios de-
recho e izquierdo del cerebro y de esta manera estimulan de for-
ma maravillosa la memoria y en general la capacidad de recordar,
así como la creatividad.
Me atrevo a afirmar que un cerebro entrenado se mantiene en
forma hasta una edad avanzada, como lo demuestran los grandes
yoguis que conservan una gran agilidad mental a edades muy
avanzadas. y lo observo en mí misma, y mi entorno me lo con-
firma, ya que mi capacidad de recordar, mi memoria, la claridad
de mis pensamientos y mi concentración nunca habían sido tan
patentes. Compañeras de mi misma edad se quejan de lo contra-
rio. No estoy mejor dotada que ellas, pero entreno mi cerebro
con constancia. ¡Esa es la diferencia!
Acerca del pensamiento negativo o positivo ya he escrito mu-
cho en mis libros anteriores. Sólo puedo proponerles que lo prue-
ben ustedes mismos.

Vea siempre en cualquier persona lo bueno, deje atrás lo que


haya de negativo en su pasado, viva del todo en el presente y
sáquele el mejor partido. Espere lo mejor del futuro y perma-
nezca en contacto permanente con la Conciencia Cósmica, así
nada se interpondrá en su camino para tener una vida feliz y
llena de sentido.

No puedo describir las bendiciones que me otorga este pensa-


miento constructivo. La actitud ante la vida es, dicho sea de
paso, también lo mejor para mi salud.
Asimismo -en el ámbito anímico, y con ello me refiero al es-
tado de ánimo, a nuestras emociones y nuestros humores-, los
mudras actúan de forma maravillosa. Por lo tanto, no es de ex-
trañar que cuando estemos muy alterados cerremos los puños o
! que cuando suframos depresiones nuestras manos no tengan
~:
fuerza y sus movimientos se vuelvan volubles. Si queremos mo-

42
para dificar los estados de ánimo que nos agobian, podemos hacerla
Las modificando de forma correspondiente el ritmo de la respiración.
lara, En función de la respiración, podemos estimulamos, tranquili-
mu- zarnos, irritamos o serenamos.
n un Las oscilaciones del estado de ánimo que muchas personas pa-
y se decen en la actualidad, pueden superarse de forma satisfactoria,
de- a menudo en el transcurso de pocos días, mediante los mudras.
for- Para ello, recomiendo practicar el mudra adecuado y la medita-
dar,
ción que le corresponda, tres veces al día como mínimo, durante
10 minutos (o 2 veces al día durante 20 minutos), bien echado o
en sentado.
ndes Ahora bien, para superar los estados de ániIl}o hay que hacer
muy lo mismo que para los trastornos físicos: buscar y sobreponerse a
con- la causa, que casi siempre está en nosotros mismos. Nunca debe-
dad mos responsabilizar al entorno de nuestro estado de ánimo. Los
tan
padres, los hijos, la pareja y los compañeros de trabajo sólo son
tra- un reflejo de nuestra vida interior. Por eso, si de entrada no po-
bro demos cambiar nuestro entorno, lo que debemos hacer es traba-
jar en nuestra actitud interior frente a él para modificarlo poco a
mu-
poco. Quizás en este momento se esté diciendo: «Pero es que me
rue-
preocupa». ¿Le es de alguna utilidad preocuparse? ¿Eso mejora
su estado? Sé que es difícil librarse de las preocupaciones. En es-
tos casos, lo que a mí más me ayuda es mantener una conversa-
que ción esclarecedora o rezar. Las fuerzas divinas hasta ahora siem-
te y pre me han echado una mano, sin excepción, y cualquiera que
ma- esté dispuesto a dejarse ayudar por ellas, recibe sus beneficios.
así Cuando dejamos una preocupación en sus manos, ya no necesi-
iz y tamos seguir dándole más vueltas.
Pero los estados de ánimo crónicamente alterados (agresividad,
depresión, insatisfacción, miedos, etc.) también los pueden provo-
nsa- car, entre otras cosas, órganos debilitados o incluso enfermos,
a de problemas digestivos, la presión arterial alta, los dolores, etcétera.
Sin embargo, sepa que los mudras que se emplean para la cura-
l es- ción física ayudan a superados de forma satisfactoria. Todas las
los meditaciones, visualizaciones y afirmaciones actúan positivamen-
ex- te en el ámbito anímico-mental. Si está atento, observará con
os o asombro los cambios positivos que se producen, de forma imper-
gan ceptible, en su estado de ánimo. Estará más contento, equilibrado,
mo- relajado, animoso y alegre. ¡Ya verá como es así!

43
1/1

I
i~i
La fe no sólo ha dado sentido al
mundo
sino que también
le ha aportado la alegría.
PAUL CLAUDEL

¿Cómo producen su efecto los mudras?

Cuanto más reflexiono acerca del efecto de los mudras, más se


llena mi corazón de respeto por este mundo sorp'rendente que so-
mos nosotros mismos y en el que vivimos. Nunca acabaremos de
comprender del todo estas interrelaciones grandiosas y este or-
den maravilloso, que se manifiesta tanto en lo grande como en lo
pequeño, y es bueno que así sea.
¿ Cómo podemos imaginamos según afirman los científicos,
por ejemplo, que el código de todo nuestro cuerpo, incluidos
nuestros rasgos de carácter, se encuentre en cada uno de los nú-
cleos de las células? Aunque quizás, así nos cueste menos aceptar
los conocimientos de los sabios y médicos orientales, que afir-
man que el cuerpo, la mente y el alma están en las yemas de cada
dedo, en cada falange, en los dedos y por supuesto también en
toda la mano. Es lógico, pues, que a través de los dedos o las ma-
nos podamos ejercer una enorme influencia sobre cada zona del
cuerpo.
El efecto de los mudras se produce a niveles muy diferentes:
en el físico, que forma parte de la energía de materia sólida, y
también en los numerosos niveles de materia sutil, que todavía
no han sido. investigados a fondo. Cada persona es un campo de
energía individual. Imagínese a sí mismo como un retazo de nie-
bla de diferentes tonalidades que se mezclan entre sí, se penetran
unos a otros y aun así, constituyen una unidad en cada uno de
sus colores. No está claro cuántos niveles de energía oscilan en
nosotros, algunas escuelas hablan de cinco, otras de siete, otras
de doce, pero es probable que todavía sean más. Estos cam-
pos de energía están sometidos a diferentes oscilaciones y unos
se mueven a mayor velocidad que otros. Nuestros sentidos se

45
orientan a la percepción de unas vibraciones muy determinadas
que son las que podemos percibir. Sin embargo, los viejos yoguis
podían percibir otras, como por ejemplo las de los chakras
(transformadores de energía) y las de los nadis, corrientes de
energía de materia sutil. Si no conoce la doctrina de los chakras,
lea el anexo D. En el Ayurveda, el arte indio de la curación, a
cada uno de los órganos y elementos se le asigna un dedo. Los
chinos descubrieron el sistema de los meridianos, de las corrien-
tes de energía de materia sutil, a partir de las cuales se han de-
sarrollado varios tipos de tratamientos. Los gitanos desarrolla-
ron el arte de la lectura de las manos, y en astrología también se
le asignan a las fuerzas planetarias las manos y cada uno de los
dedos.
\ Ante todo les mostraré el efecto muy concreto que producen
las manos y los dedos en otras zonas del cuerpo. Empiezo, por lo
tanto, por el nivel de la materia sólida.
La nuca tiene una relación directa con las manos, ya que las
vías nerviosas que la recorren conducen, a través de los agujeros
de las vértebras, a los brazos, las manos y los dedos. La movili-
dad de las manos actúa siempre en la movilidad de la nuca. Por
eso, los ejercicios de las manos actúan liberando las tensiones de
la nuca.
Además, al extender y separar los dedos se genera un reflejo
que también provoca el estiramiento y separación de la vértebra
dorsal, lo que produce un incremento en la capacidad respirato-
ria de los pulmones. _
A su vez, las manos o los dedos tienen una relación directa con
el corazón y los pulmones. Con la edad, muchas personas no
pueden extender correctamente los dedos, lo que indica tensiones
en la zona del corazón, que a menudo preludian enfermedades
cardíacas o una tendencia a la osteoporosis. Esta posición ligera-
mente contraída de la mano entorpece también la inspiración, de
modo que no llega la cantidad de aire óptima a los pulmones, so-
bre todo a las zonas periféricas de estos, lo que favorece su con-
taminación.

Breve ejercicio para realizar de vez en cuando


Al inspirar, mantener las manos con los dedos extendidos y
abiertos ante el pecho. Contener la respiración y extender los

46
s brazos hacia los lados, en sentido horizontal. Al espirar, cerrar
uis los puños con fuerza. Respirar con normalidad"abrir los puños y
as bajar los brazos. Repetir 3 veces.
de
s, Este pequeño ejercicio ensancha los bronquios, distiende los pul-
a mones, fortalece el corazón y despeja la mente. A los asmático s
Los que lo ponen en práctica suelen venirles accesos de tos debido
n- a que la mucosidad se desprende de los bronquios; por su parte,
de- los pacientes que sufren cardiopatías notan cómo se les acelera el
a- ritmo cardíaco.
se Ilse Middendorf, experta y pionera en el ámbito de la terapia
los respiratoria, ha demostrado que puede establecerse una relación
directa de cada dedo con una determinada zon'a del pulmón. El
n índice y el pulgar influyen en la respiración de la zona superior de
lo los pulmones, el dedo medio en la zona media y los dedos meñi-
que y anular en la zona inferior de estos. Compruébelo usted
las mismo uniendo, por ejemplo, las yemas del dedo anular y del me-
os ñique. ¿Dónde percibe de manera especial el impulso respirato-
li- rio? En la mayoría de los casos, este test funciona a la primera.
Por Pero, de no ser así, lo hará con toda seguridad después de unos
de cuantos intentos.
Además, las vías nerviosas de las manos, y también las de los
jo pies, ocupan en el cerebro una zona mucho mayor que las de
ra los brazos y las piernas. Cuando se palpa y se siente, sobre todo
o- con las yemas de los dedos, la actividad cerebral se activa y se en-
trena. Las dificultades de aprendizaje de los niños se superan a
on través de los dedos, que liberan las conexiones correspondientes
no en el cerebro y activan las corrientes cerebrales. Los mudras que
es se practican de forma consciente, es decir, percibiendo los dedos
s y el soporte correspondiente, activan grandes zonas del cerebro.
a- ¿No es maravilloso todo lo que podemos inducir, sin esfuerzo,
de al practicar un mudra?
so- Además, aparte de que con los mudras se actúe sobre la tota-
n- lidad de las zonas y funciones corporales, debe sabet. que cada
contacto o movimiento de las manos tiene un efecto concreto.
Cualquier actividad manual, tocar un instrumento, lavarse o ma-
sajear las manos tiene unas repercusiones mucho mayores de las
y que somos conscientes.
os

47
• Cuando se lave las manos, estréchelas con fuerza y al mismo
tiempo aplíqueles un intenso masaje: apriete con una mano los
cuatro dedos largos de la otra y hágalos girar hacia ambos la-
dos. Luego cierre los puños, vuelva a abrir la mano, separe y ex-
tienda los dedos o frótese las palmas de las manos una con otra.
• Cruce los dedos, gire las palmas hacia fuera y extienda los bra-
zos. Esto despeja, mejora la respiración y fortalece el corazón.
• Si por su trabajo se ve obligado a permanecer sentado duran-
te mucho tiempo a una mesa y tiene la nuca tensa o dolorida,
coja con el pulgar y el índice (el pulgar se encuentra en la cara
interior de la mano) las 8 membranas de piel interdigitales, en
la raíz de los dedos. Dése un masaje en el punto que se en-
,cuentra bajo ellas y tire de las membranas -por lo menos seis
veces- hacia delante. Hágalo sentado, pero mantenga una
postura erguida y relajada.
• Coloque los dedos índice, medio y anular de una mano sobre
los surcos longitudinales del dorso de la otra y aplique un sua-
ve masaje, hacia delante y hacia atrás: esto tiene un efecto re-
gulador sobre la presión sanguínea.
• Un juego muy agradable que levanta el ánimo, descansa y
estimula todas las funciones fisiológicas (no se puede mante-
ner la expresión adusta y los niños no se cansan nunca de
practicado), es dar por lo menos ocho palmadas o golpecitos,
siguiendo un ritmo. Aplauda primero como lo hace normal-
mente, luego deje caer las manos hacia abajo y aplauda con el
dorso de la mano, después con el dorso de los dedos, con las
puntas de los dedos, con el borde exterior de las manos, con el
borde interior de las manos, con las muñecas, con los nudillos,
con las puntas de los dedos, etc. No hay límites. Al final se
dará cuenta de que dependiendo de qué o cómo haya dado las
palmadas, se habrá generado otro ritmo. Si quiere dirija su
propio concierto de percusión. La percusión se empleó en épo-
cas remotas para dar inicio a procesos de curación y no hace
mucho que ha vuelto a utilizarse con este mismo fin.

Por supuesto, con un poco de imaginación, usted también puede


elaborar su propio programa de ejercicios de manos. No se equi-
vocará si realiza cada movimiento despacio, de forma consciente
y con cuidado.

48
mo Los dibujos que aparecen a continuación muestran las dife-
los rentes asignaciones que se le dan a los dedos. No es mi intención
la- confundir al lector, sino hacede partícipe de la maravillosa varie-
ex- dad que ofrece este sistema. Si presta atención, encontrará inclu-
ra. so algunas contradicciones. Esto se debe a que cada uno de los
ra- sistemas se refiere a niveles diferentes, como hilos que se pierden
n. en el misterio de lo insondable, donde es probable que se crucen
n- y se unan.
a,
ra
en
en-
eis
na

re
ua-
re-

y
e-
de
s,
l-
el
las
el
s,
se
las
su
o-
ce

de
ui-
te

49
Ayurveda

Para los sanadores indios las enfermedades son una pérdida de la


armonía en el organismo humano. Por lo tanto, la curación se
produce cuando se restablece el equilibrio natural. Tras compro-
bar que la conciencia genera la enfermedad y que la conciencia es
una energía que se manifiesta en cinco principios básicos o ele-
mentos, se dieron cuenta de que si uno de estos principos no está
lo suficientemente representado o lo está en exceso, surge la de-
sarmonía (enfermedad), y que uno sólo se restablecerá de nuevo
aplicando las medidas pertinentes. También los chinos hablan de
los Cinco Elementos (ver anexo C). Sin embargo, la relación en-
tre estos dos sistemas sólo pueden establecerla los expertos. Ana-
lizar cuáles son sus diferencias y sus puntos comunes, excedería
con mucho el marco de este libro.

50
Chakras

la La asignación de los chakras a los dedos no es la misma en todas


se las escuelas de Yoga. En la mano que aparece dibujada abajo en-
- contrará las más habituales. También hay maestros de Yoga que
es asignan al dedo meñique el chakra base, al dedo anular el chakra
e- sacral, al dedo medio el chakra del plexo solar, al dedo índice el
tá chakra del corazón y al pulgar el chakra de la garganta. Convie-
e- ne observar en este punto, que sólo se les asignan a los dedos los
o cinco chakras que se hallan a lo largo de la columna vertebral. Se
ofrece más información sobre los chakras en el anexo D.
de
n-
a-
a

51
Digitopuntura

La digitopuntura, junto con la acupuntura, es el método de cura-


ción chino más conocido en los países occidentales. Pero eñ esta
disciplina, los meridianos no se estimulan con agujas, sino con
los dedos. En las figuras siguientes aparecen los puntos sobre los
que usted mismo puede ejercer una suave presión con el pulgar
durante unos minutos para conseguir un efecto positivo.

cansancio
el dolores
el abdominales

dolores
cabeza
de ( ISJ\
\
estados de mie- =-
~\dO, falta de ape-

abdominales
dolores e\_ tito,
sión,hiperten-
cansancio

~~

dolores de cabeza,
reumatismo,
dolores de espalda,

resfriado, dolorés de
dolores en general
garganta, tos,
trastornos estomacales
e intestinales, sinusitis

• (
Dorso de la mano

52
En el caso de hipertensión, aplique un masaje al dedo medio de
la raíz a la punta; si tiene la presión baja, hágalo desde la punta
a- del dedo hasta la raíz. Si padece de diarreas o estreñimiento, haga
ta lo mismo con el Índice.
on
os
r

cansancio, \ ,e' \ \::;::;--

:~:~""""
~re"" ~~\\
00
P~"\./;:
estreñimiento, trastornos
estomacales e intestinales

resfriado,
nerviosismo I•
trastornos de • • resfriado
la menopausia

Palma de la mano

53
Zonas reflejas

Las zonas reflejas de la mano se corresponden con las zonas re-


flejas de los pies, cuyo tratamiento con masajes se conoce en la
actualidad como reflexoterapia. En las dos figuras que aparecen
a continuación se muestran los puntos o zonas reflejas de pies y
manos relacionadas con los músculos y los órganos, respetando
el lugar que ocupan en el cuerpo; algunos sólo están en un lado,

senos frontales y

r\
senos maxilares

senos frontales y senos frontales y


senos maxilares senos maxilares

Palma de la mano

54
como por ejemplo el corazón y el hígado. Al principio, debido a
la variedad de tamaños de las manos, cuesta un poco encontrar
el punto de presión exacto, pero con la práctica le resultará fácil
e- incluso a un profano en la materia.
la
Ahora bien, cuando lo encuentre, aplique un masaje con el
n
pulgar, ejerciendo una ligera presión y efectuando movimientos
y lentos y circulares. Bastará de 1 a 3 minutos.
o
o,

senos frontales y

n
senos maxi lares

senos
senos frontales
maxilaresy senos frontales
maxilaresy -"
/'\
senos frontales y
senos maxilares

ojo

oído

oído

Palma de la mano

55
Meridianos y meridianos profundos

Los meridianos son conductos de energía que recorren el cuerpo


y rigen cada una de sus funciones (circulación, respiración, di-
gestión, y todos los órganos). Por lo que respecta a los mudras, lo
más importante de ellos son sus puntos iniciales y finales. En acu-
puntura sólo se toman en consideración los meridianos superfi-
ciales, lo que lleva a que a menudo se rechace el sistema de meri-
dianos profundos, por considerado una mera especulación. Y
por último sólo me resta decir, que he querido recoger en estas
páginas este sistema, porque lo cierto es que sólo pude explicar-
me el efecto de muchos mudras cuando conocí la existencia de
los meridianos profundos.

56
Acostúmbrese a rodear con frecuencia el dedo meñique de una
mano con los dedos de la otra. ¡Le sentará bien a su corazón! Si
rpo suele sentir frío o es muy propenso a ponerse enfermo, haga lo
di- mismo con el dedo anular.
lo
cu-
rfi-
eri-
Y
stas
ar-
de

PF sistema

._circulatorio

., PI
intestino
grueso

PI = Punto de inicio
PF = Punto final

57
. Asignación de planetas y lectura de las manos

La astrología y la quiromancia (arte de leer las manos) siempre


han estado relacionadas (si alguno de los lectores quiere ampliar
sus conocimientos sobre estos temas, sepa que la bibliografía al
respecto es muy amplia). También es cierto que los mudras pue-
den fortalecer las manos y cada uno de los dedos y con ello mo-
dificar los rasgos del carácter. Porque en el meñique reside la
creatividad, el sentido de la belleza y el discernimiento interior;
en el dedo anular el sentido de la familia, la capacidad de amar y

~o
z
;! ~ Q)

I~\{I ¡II
(\
monte de v monte de

-\.j Venus ~ Saturno : Júpiter

9 : 12 ; 2J.
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\:.1 monte-dé- - - -, ... \ \ tenar
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tU ",~"
monte de Neptuno "

Astrología

58
la sensación de seguridad; en el dedo medio la decisión, la so-
briedad y el amor al orden; en el dedo índice la capacidad de
e comprensión, la individualidad y el ansia de poder; en el pulgar
r la voluntad, la sensualidad y la vitalidad en general. En las dos
al figuras siguientes, se muestran otras asignaciones extraídas de la
- astrología y la quiromancia.
- Como puede ver, con los mudras «muchas cosas están en sus
a manos». Tome las riendas de su vida «con sus propias manos» y
decida por usted mismo qué quiere hacer con ella.
y

(\ ~ ~ ¡¿

\ autolimitación, :
\ autopertec- \ rendimiento I afán de

potencial para \ cionamienlo, : exactitud': imponerse,

funcionar en el: Plenltu~. " , _ / \, .!lOlencial

:spacio exte~i9r\ ...•- - .... /" ... - - - - -


- - - \ enfrentamiento / energía para

E t \ consciente 'imponerse
re~c~i~~~S \ tú I yo ,/

y acciones \ / __ - ..••..
- - - - - - \_ - - - ...• - I

- " I SUSTANCIA de la madre

INCONSCIENTE,
arquetipos,
;
\
I
1
tierra
IMPULSO VITAL
tantasía plástica 1 \ COLECTIVO fuerza
" '. creadora, dinámica, libido
-------, \

nivel mental/'- - - - \
colectivo ,," .... ,\.

-- - - nivel anímico colectivo, "


sentimientos colectivos. ' ,

Agape. Lugar del origen

Quiromancia

59
A menudo una gran caída
lleva a una mayor felicidad.
WILLIAM SHAKESPEARE

Experiencias propias

Desde hace años, yo misma utilizo con éxito los mudras para me-
jorar la concentración o profundizar en la meditaCión. No sabría
decir por qué, pero siempre he considerado mis pequeños juegos
de dedos algo muy íntimo y por eso no los he incluido en el con-
tenido del programa de mis cursillos. Evidentemente, no debía
ser el momento indicado.
En un taller de entrenamiento cerebral en el que participé hace
algún tiempo, conocí el mudra número 27 e inmediatamente me
puse a practicado en las situaciones más diversas. Por eso, aho-
ra, cuando pierdo el hilo en una conversación o estoy escribien-
do y quiero acordarme de algo, lo que hago es limitarme a colo-
car las puntas de los dedos de ambas manos en contacto y por lo
general, la frase o la palabra que estaba buscando aparece sin
más. Colocar las manos juntas ante el pecho, mudra número 42,
me ayuda a serenar mis pensamientos y a concentrarme mejor.
Pero los mudras también me han servido para enfrentarme a
trastornos físicos. Una de las experiencias más hermosas que he
vivido en este sentido es la que me sucedió una vez en que des-
pués de un paseo muy largo tuve que echarme jadeando en la
cama. Estaba agotada, a lo largo de los últimos cinco kilómetros
me había cruzado con numerosas personas montadas a caballo
(el olor que despiden estos animales me produce una reacción
alérgica) y para empeorar las cosas los árboles estaban en flor, lo
que acabó por provocarme un ataque de asma. Para mejorar mi
estado, lo que hice fue practicar el mudra número 4 y al cabo de
cuatro minutos mi respiración volvió a ser normal. A menudo,
cuando noto cierta opresión en el pecho, también recurro al mu-
dra número 5. Quizá debería realizar una cura intensiva con este

61
mudra. Durante la última gripe que tuve, en la que me encontré
muy mal, utilicé el mudra n. o 3, primera versión. Y antes de ha-
cer «mis necesidades matutinas», siempre me va todo de maravi-
lla si justo después de despertarme, aún echada cómodamente en
la cama, practico el mudra n. o 23 y después el n. o 24. Mis com-
pañeras de caminatas también utilizan con éxito estos mudras.
Para el mareo o las flatulencias en general, y después de haber
tomado una comida demasiado grasienta, utilizo con éxito el
mudra n.O 3, primera versión. Por otro lado, para mí el mudra
n. o 2 es una experiencia única, ya que por las mañanas te echa li-
teralmente de la cama. Reanima de forma maravillosa y actúa
contra la sensación de vértigo. En este sentido tuve una expe-
\ riencia interesante un día en que después de trabajar durante mu-
cho rato en el jardín, me cogió un fuerte dolor de espalda. En
cuanto me lo noté, me eché de espaldas, doblé las rodillas sobre
el pecho y practiqué el mudra n. o 17 para devolver su equilibrio
a la energía de la espalda. Al cabo de unos pocos movimientos
respiratorios, sentí una agradable y maravillosa .::alidez fluir por
la zona lumbar y extenderse por la espalda, a la vez que percibía
cómo el dolor de espalda desaparecía poco a poco. Nuestra salud
y nuestro bienestar dependen en gran parte de un flujo óptimo de
la energía que cualquier tensión puede bloquear.
y aunque yo no he podido probar todos los mudras, ya que en
general estoy bastante sana, muchos de mis conocidos y de mis
alumnas de Yoga me han descrito curaciones o mejorías en sus
trastornos que podrían llegar a parecer milagrosas. Una de ellas
estaba segura de haberle salvado la vida a su marido una noche
en que éste se despertó con intensas molestias cardíacas. Mien-
tras intentaba localizar a un médico, le colocó los dedos en la po-
sición del mudra n. o 16, y para su sorpresa, los trastornos car-
díacos remitieron y su marido se durmió agotado, sin que fuera
necesaria la intervención del médico de urgencias. Por la maña-
na, le acompañó al médico y éste les corroboró que durante la
noche había sufrido un ataque cardíaco muy grave. Otra me con-
tó que su visión había mejorado mucho desde que practicaba el
mudra n. o 6. Otra conocida mía obtuvo bastantes éxitos con el
mudra n. o 29, que utilizó para sus trastornos circulatorios, y otra
más con el mudra n. o 18, con el que pudo solucionar una sinusi-
tis crónica.

62

ha-
vi- También con las piedras
en que entorpecen nuestro camIlla
m- puede construirse algo hermoso.
GOETHE
ber
el
ra Los mudras y la meditación
li-
úa
pe- Al igual que la oración cristiana, que no sólo s~ expresa con pa-
mu- labras, sino también con gestos, todas las religiones orientales
En emplean asimismo gestos, mudras, para reforzar la oración. Es
bre
decir, los mudras refuerzan el sentido y el objetivo de la medita-
io ción. Y también al revés: la meditación refuerza los mudras.
os A este respecto, los indios han establecido un sistema muy dife-
or renciado y completo, pero tan complicado y difícil, que muchos
ía creyentes ya no se aclaran con él y necesitan la ayuda de un sa-
ud cerdote.
de Las meditaciones, tal y como yo las entiendo y practico, se han
convertido para mí en algo vital e imprescindible. Las empleo
en para todo, continuamente y en cualquier lugar: de este modo
mis aporto claridad, luz y dinamismo a mi vida, almaceno nuevas
us fuerzas, soluciono mis problemas, tomo mis propias decisiones,
as busco consejo y consuelo, corrijo los rasgos de mi carácter, mo-
he ('
vilizo mi sistemainmunitario, desarrollo visiones de futuro ... , y
n-
busco la unión con lo divino. La meditación se puede emplear
o- para cualquier cosa: con ella se consigue hacer desaparecer
r- la preocupación, el agobio o el enojo, aunque también permite
ra el enriquecimiento interior y exterior, y por supuesto, alcanzar
a- nuestros objetivos espirituales. ¡Aprovechemos entonces estas
la posibilidades que se nos ofrecen!
n-
el
el
Mudras para reponer fuerzas
a
i- Si se siente alicaído, cansado o un poco' deprimido, sepa que hay
muchos mudras capaces de realizar auténticos milagros, propor-

63
cionándole, por un lado, el tan merecido descanso y, por otro, ge-
nerando en usted una energía muy concreta (que puede incluso
medirse).
Los siguientes mudras tienen un efecto estimulante y regene-
rador muy especial, son los: número 2,3,4,6, 13,21,22,27,28,
29,31,35,36,39.

Mudras para superar el pasado

Si lo que desea es satisfacción y paz en su vida cotidiana, no se re-


sista a poner orden en el pasado que le pesa. Eso no significa que
deba vivir con la vista fija en él, sino todo lo contrario: debe des-
prenderse de viejos rencores, iras, prejuicios, sentimientos de cul-
pa y de todo aquello que le oprima. La mejor manera de hacerlo
es el perdón: perdonar a los otros y perdonarse a sí mismo. Pero
si no es capaz de conseguirlo por usted mismo, pida ayuda a su
Sabiduría Interior, al Yo Superior o a lo divino que hay en todos
nosotros. El perdón, como ya dijeron Jesús y otros grandes fun-
dadores de religiones, es lo más difícil, pero lo mejor para en-
contrar la paz interior. Si conseguimos otorgarlo, aunque sólo
sea un poco, y cada vez un poco más, se nos abrirán las puertas
a un nuevo futuro lleno de luz. Pero sólo habremos perdonado de
verdad a las personas de nuestro entorno y nos habremos perdo-
nado a nosotros mismos cuando podamos imaginarlos felices y
les deseemos de todo corazón todo el amor y el bien posibles. Y
a menudo, para llegar a esto, hay que pasar por un gran dolor.
Los mudras número 12, 32, 42, 47 pueden acelerar este pro-
ceso de reflexión y liberación.

Mudras para mejorar las relaciones

¡Las personas de nuestro entorno son nuestro espejo! Lo que


nos gusta más de ellas, es lo que amamos en nosotros mismos. Y
lo que no nos gusta de ellas, es lo que rechazamos de nosotros'.
-Por eso nos encontramos una y otra vez con el mismo tipo de
personas hasta aprender la lección, y cuando lo conseguimos,
las personas que nos rodean también cambian o bien «desapa-

64
ge- recen» de nuestro entorno y otros pasan a ocupar su lugar. Esto
so puede sonar duro, pero por desgracia es así. ¿Acaso no sucede a
menudo que las personas de nuestro entorno viven lo que noso-
ne- tros no nos permitimos vivir? A veces nos molesta el comporta-
miento de los demás, porque quizá se precipitan en sus juicios,
agreden a sus interlocutores con sus palabras, resultan ofensivos
por su falta de delicadeza, no escuchan con atención, nos ponen
nerviosos con su desasosiego, pretenden saberlo todo mejor que
nadie, o se muestran desconfiados; la lista podría prolongarse
hasta el infinito. Pero ¿cómo actuamos y reaccionamos nosotros
re- mismos? Ya hace tiempo que intento descifrar los mensajes que
ue me transmiten los demás. ¿Cómo soy yo? ¿Cómo me comporto?
es- ¿Qué efecto produzco en ellos? De esta manera aprendo a cono-
ul- cerme mejor y tengo la posibilidad de cambiar. A menudo, tam-
lo bién tenemos miedo de las personas y de sus reacciones, y por
ero eso nos dejamos manipular y utilizar por ellas, o bien intenta-
su mos forzar su afecto «portándonos bien» y ofertándoles otras
os prestaciones adicionales.
un- Los mudras número 1, 12, 14,45,47 aportan claridad a nues-
en- tras relaciones, eliminan el miedo en nosotros y refuerzan nues-
ólo tro proceso de reconciliación. Sin embargo, llegados a este pun-
as to, quiero hacerle un gran ruego al lector: si al observarse a usted
de mismo, se da cuenta de que continuamente está actuando «mal»,
o- quiérase, mímese, y sobre todo: ríase de vez en cuando de sí mis-
y mo en vez de criticarse y rendirse. Siempre habrá una próxima
Y vez en la que podrá tratar de hacer las cosas «bien». Le deseo
mucha suerte.
o-

Mudras para solucionar problemas cotidianos

«Cada problema lleva implícita su solución» dice la voz popular.


Es normal que a lo largo de la vida nos veamos enfrentados una
ue y otra vez a desafíos, situaciones y problemas que necesitan
Y una solución. Esto nos mantiene alertas, agudiza nuestros senti-
s'. dos y estimula nuestro entendimiento. En el silencio de la medi-
de tación contactamos con lo más profundo de nosotros mismos y
s, con lo más alto. Y es ahí precisamente a donde debemos dirigir
a- nuestras preguntas, ya que siempre obtendremos la respuesta

65
correcta, en el momento preciso y de la forma adecuada a través
de otra persona, de un libro, de la radio, de una emoción o de
cualquier otra manera. Podría contarles historias muy interesan-
tes a este respecto. ¡Si les explicara por qué vericueto s llegué a la
sabiduría de los mudras! ¡Fue casi un milagro! Mi marido me
dijo hace poco: «O eres una bruja o es que has nacido con estre-
lla». Pero lo cierto es que no soy ni lo uno ni lo otro, ya que mi
suerte se debe a la buena dosis de confianza y fe adquiridas en las
fuerzas cósmicas, gracias a todas las experiencias vividas. ¡Pero
no siempre ha sido así! "-
Por lo tanto, nunca olvide recurrir a la meditación, ante cual-
quier decisión que deba tomar, sea grande o pequeña. Y cuando
f\.oconsiga algo que desee con todas sus fuerzas (y le arrebaten un
trabajo o un piso delante de sus narices, etc.), tenga la seguridad
de que le espera algo mucho mejor. Confíe en ello, porque así es.
Los mudras número 14, 16, 18, 31, 42, 50, 51 son adecuados
para solucionar problemas cotidianos.

Mudras para la formación del carácter

Todos tenemos rasgos de carácter que nos dificultan la vida o nos


resultan incómodos (miedos exagerados, el vicio de criticar, sen-
timientos de culpa, impaciencia, comportamientos adictivos,
sentimientos de inferioridad, nerviosismo, pesimismo, etc.). La
meditación es un medio maravilloso de transformados o de con-
vertidos en todo lo contrario. Para empezar, lo mejor es dedicar-
se a un solo rasgo de nuestro carácter. Si cada año consiguiéra-
mos cambiar, aunque sólo fuera uno ¿qué pasaría al cabo de diez
años? No luche contra un rasgo de su carácter del que quiera li-
brarse; es mejor analizado o incluso reconocer su lado bueno .
Sólo así podrá abandonado. Primero pregúntese cuál es su ori-
gen, cómo ha aparecido, qué tiene de bueno (en todo hay un nú-
cleo de bondad). Cada rasgo desagradable puede ser un indica-
dor orientativo. Lo malo es que, según como actuemos, puede
destruimos o fortalecemos. A continuación sopese qué le apor-
taría cambiar ese rasgo por el contrario. Sólo así podrá ..lecidir
convivir en paz con él, manteniéndolo sujeto a unos límites esta-
blecidos o bien quitárselo de encima imaginándose en situaciones

66
és en las que practica la virtud contraria (por ejemplo, valor en lu-
de gar de miedo). Estas imágenes interiores poco a poco se irán pro-
- yectando hacia fuera y se convertirán en una realidad externa.
la Si incorpora todas estas consideraciones a su meditación (mu-
me dras número 13,22,23,24, 30, 38), experimentará un auténtico
e- milagro.
mi
as
ro Mudras para planificar el futuro

l- Cuánta gente le tiene miedoal futuro, a perder el trabajo, a ha-


o cerse viejo, a las enfermedades que le puedan sobrevenir. En una
n ocasión pregunté entre un grupo grande de personas qué miedos
d al futuro los asolaban a cada uno de ellos y todos nos quedamos
. sorprendidos de la gran variedad de respuestas que salieron a la
luz. ¡La imaginación humana en este ámbito no tiene límites!
Unos dijeron tener miedo a cosas que para otros eran del todo
impensables. Y al final, todos estuvieron de acuerdo en que ape-
nas hay gente que mire al futuro de un modo «realista». Enton-
ces, ¿por qué no deshacerse a fondo y de una vez por todas de
tantos miedos innecesarios? La meditación es un medio maravi-
s lloso para visualizar imágenes de futuro y planificar una vida lle-
n- na de sentido, estableciendo objetivos a corto y a largo plazo. La
, mayoría de las personas lo hace de un modo inconsciente, pero
a nosotros podemos planear de forma consciente un futuro que en-
- caje con lo que somos y nos proporcione alegría. La mayoría de
- mis proyectos interiores se han hecho realidad a lo largo de doce
años. Algunos están todavía abiertos y yo sé que llegado el mo-
z mento oportuno, también se cumplirán. Por cierto, he podido
i- comprobar una cosa muy interesante: la mayoría de las personas
. .mueren tal y como se han imaginado que lo harían.
- Los mudras más adecuados para planificar nuestro futuro son
- el número 2,8, 14, 16, 18,24,32,42.
-
e
. Mudras para relacionarse con lo divino

- ¿Ha leído alguna vez que a alguien, a las puertas del cielo, le ha-
yan preguntado si en la tierra ha rezado o meditado lo suficien-

67
T
te? Seguro que no, ya que no depende de la frecuencia con que
nos sentamos, nos arrodillamos o meditamos, sino de cómo
lo hacemos y de si llevamos una vida plena y permitimos que lo
que hacemos o dejamos de hacer sea expresión de la voluntad de
la Conciencia Cósmica. N tiestra misión en la vida consiste en dar
ló mejor de nosotros mismos y entregar las obras a lo divino, an-
tes y después de su cumplimiento. La principal regla de todas las
grandes comunidades religiosas ha sido siempre «reza y trabaja».
Pero para esto no necesitamos entrar en una orden, podemos ha-
cerlo cada día.
Los mudras número 19,40,42,43,44,45,46,47,48,49,50,
51 y 52 nos ayudan a alcanzar la serenidad y nos conducen a la
paz ~nterior, la satisfacción y la alegría. Una paz y una alegría que
deberíamos dejar fluir de nuevo para transmitirlas al mundo por
medio de nuestras palabras y nuestras obras .

Sé que mis comentarios acerca de la meditación son sólo un sen-


cillo bosquejo. Quien quiera profundizar más en esta materia en-
contrará muchas sugerencias en mis libros Yoga fur Seele, Geist
und Korper [Yoga para el alma, la mente y el cuerpo] y Innere
Krdfte entdecken und nutzen [Descubrir y aprovechar las fuerzas
interiores] .

68
T
Para que se haga realidad lo que es posible,
hay que intentar siempre lo imposible.
HERMANN HESSE

Meditaciones para cada uno de los dedos

Los siguientes ejercicios de meditación favorec.en la percepción


consciente de cada dedo y la fuerza que hay en ellos. Aprenderá
a conocerlos y amarlos. Las experiencias positivas que otras per-
. sonas y yo hemos tenido con los mudras me confirman que la
asignación de la energía de los chakras a cada dedo es acertada y
se complementa sabiamente con el sistema de los meridianos.
(Más información sobre los chakras en el anexo D.) Nuestros
pensamientos conscientes y constructivos juegan un papel adi-
cional. Como ya se ha dicho al principio, nuestros pensamientos
y nuestras emociones influyen en cada una de las funciones cor-
porales. Todo lo que nos «inventamos» y de lo que nos «conven-
cemos» suele manifestarse al cabo de algún tiempo.
Puesto que el arte de la curación indio descubrió hace mucho
tiempo que el exceso o la carencia de un elemento (tierra, agua,
aire, fuego, éter) rompe la armonía del cuerpo o incluso provoca
una enfermedad grave, podemos devolver la armonía a nuestro
interior por medio de las imágenes correspondientes. De la mis-
ma manera que cada elemento nos regenera, también puede des-
truimos. Por supuesto, cada elemento influye en los otros, y tie-
ne, a su vez, sus propias necesidades, que quedan satisfechas sin
dificultad alguna en un estado equilibrado, sereno y dinámico.
Ahora bien, lo normal es que estemos estresados, que descanse-
mos poco, que nos falte ejercicio, que comamos demasiado o que
dejemos que las preocupaciones nos torturen. Todo lo cual nos
desequilibra. Y si el cuerpo no consigue recuperar la armonía,
quedamos a merced de las enfermedades.
Estos ejercicios de meditación también pueden realizarse du-
rante las noches de insomnio o cuando nos vemos obligados a

69
guardar cama, ya que lo único que requieren es cogerse un dedo
amorosamente con los dedos de la otra mano.

La energía del pulgar

El Elemento Fuego, el meridiano del pulmón y el planeta o dios


de la guerra, Marte, están asignados a este dedo. El fuego del
pulgar alimenta la energía de los otros dedos o absorbe el exce-
so de energía restituyendo así el equilibrio. Si pensamos en la in-
cineración de basuras, podremos hacemos una idea de la capa-
cidad de restablecer el orden que también puede tener la
destrucción por el fuego. Incluso en la naturaleza, cuando en el
transcurso de los años se forma en los bosques un monocultivo
de las especies más fuertes, un incendio forestal propicia de nue-
vo las condiciones necesarias para que crezca una variedad ma-
yor de plantas. Y del mismo modo, el incremento de temperatu-
ra en nuestro cuerpo, la fiebre, destruye cultivos enteros de
bacterias. El fuego depende del aire: sin oxígeno se apaga; esto
también es aplicable a nuestra respiración celular. El metabolis-
mo celular sólo se realiza correctamente si hay un aporte sufi-
ciente de oxígeno. En realidad, podemos fortalecer cada parte
del cuerpo 0_ cada órgano aportando a nuestro interior luz y ca-
lor mediante las visualizaciones y la respiración.

Ejercicio:
Sentado o echado. Rodee el pulgar derecho con los cuatro dedos
largos de la mano izquierda; el pulgar debe tocar la palma de la
mano derecha. Cierre los ojos.

Sienta esa parte debilitada o enferma de su cuerpo. Ahora


imagínese que en el centro inferior de su cuerpo (a la altura del
ombligo) arde una luz, y con cada espiración dirija los rayos
de esa luz a la parte del cuerpo interesada. Primero deje salir
grandes y oscuras nubes de humo de la parte del cuerpo irra-
diada (las causas de la enfermedad, los dolores, etc.). Después
concéntrese sólo en la luz que poco a poco llena esa parte del
cuerpo, la ilumina y la cura.

70
Retenga el dedo durante un rato más y perciba el flujo de calor. Lue-
go rodee el pulgar izquierdo y sosténgalo también durante un rato.

La energía del índice

Tiene asignados el chakra del corazón, el intestino grueso y el meri-


diano profundo del estómago. Aquí está ubicado también el tacto,
la capacidad de reflexionar y la inspiración. Su energía penetra en
nuestro interior y desde allí vuelve al cosmos. Por lo tanto, nos per-
mite crear a partir de nuestro interior (intuición) y recibir del cos-
mos (inspiración). En este dedo habita tanto la proximidad como la
distancia espacial. ¿Cuánto espacio necesitamos? ¿Cuánta proximi-
dad toleramos? El Elemento Aire representa siempre el espíritu, la
. capacidad de pensar. Los pensamientos son invisibles como el aire,
y sin embargo, son la causa de todo lo que hacemos y dejamos de
hacer, de lo que rechazamos y de lo que nos atrae, de nuestra salud
y de cada estado de ánimo, de toda la configuración de nuestra
vida. También tiene asignada la fuerza planetaria de Júpiter que
apunta al eterno movimiento de las cosas: aceptar la vida con todas
sus facetas, trabajada (digerida) y volver a dejada. En este dedo ha-
bita también la mirada abierta al futuro, fija en Ul} objetivo. Puesto
que nuestros pensamientos son tan importantes, deberíamos anali-
zar con frecuencia su calidad. Si practicamos durante varios días se-
guidos el siguiente ejercicio de meditación, nos daremos cuenta de
que nuestros pensamientos siguen un determinado modelo, un há-
bito. Los hábitos pueden modificarse en cuanto se tiene conciencia
de ellos. Los cambios necesitan siempre un cierto tiempo. Por eso,
al sustituir los pensamientos perjudiciales por otros más útiles, las
circunstancias de nuestra vida también cambian en consonancia.

Ejercicio:
Sentado o echado. Rodee el índice derecho con los cuatro dedos
largos de la mano izquierda; el pulgar debe tocar la palma de la
mano derecha. Cierre los ojos.

Está sentado ante un campo de trigo y observa el movimiento


de las espigas. Al inspirar, éstas se mueven hacia usted y al es-
pirar se alejan. A veces ve todo el campo, otras, sólo las espi-

71
espigas con todo detalle. También ve como el espacio a su al-
rededor se reduce durante la inspiración y vuelve a expan-
dirse con la espiración. Las espigas doradas indican caduci-
dad, la gran muerte que contiene en sí misma la semilla de un
nuevo comienzo. Después de un cierto tiempo, contemple la
amplitud del cielo azul y vuelva a su interior, al reducto pro-
tegido de su corazón. Observe ahora sus pensamientos, pue-
den ir y venir; ana/ícelos durante un rato. ¿Cuál es la tónica
general de sus reflexiones: positiva, negativa, confiada, te-
merosa, de cavilación, crítica, prendida del recuerdo o enfo-
cada al futuro?

R~tenga el dedo un poco más y perciba el flujo de calor. Luego


rodee el dedo izquierdo y sosténgalo también durante un rato.

La energía del dedo medio

Los indios lo llaman el dedo del cielo; se le asigna el chakra de la


garganta. Fíjese: es el dedo más largo, sobresale de todos los de-
más. Su energía irradia hacia el infinito. Se podría tomar también
como escalera del cielo. Saturno, que le está asignado, se encuen-
tra en el extremo de nuestro sistema solar y recibe el nombre de
«Guardián del umbral». En la entrada del cielo se lleva a cabo el
juicio sobre la vida. Este simbolismo lo encontramos asimismo
en el chakra de la garganta, la puerta de la pureza, que sólo se
abre cuando el discípulo es puro de espíritu y de corazón. Pero
para seguir avanzando en nuestro camino espiritual primero de-
bemos cumplir con nuestras tareas terrenales yeso nos lo indican
los meridianos de su interior: el del sistema circulatorio y el de la
vesícula biliar. Ambos ayudan a enfrentar y vencer los desafíos de
la vida. Sus cualidades son el estímulo, la actividad, la osadía y el
placer de actuar. El espectro de la energía del dedo medio va de
una vida activa hasta el más allá y podría resumirse con la si-
guiente frase: «Ayúdate y Dios te ayudará».

72
- Ejercicio:
Sentado o echado. Rodee el dedo medio derecho con los cuatro
dedos largos de la mano izquierda; el pulgar debe tocar la palma
de la mano derecha. Cierre los ojos.
a
Imagínese entregado a su actividad favorita, siguiendo sus pro-
pias inclinaciones, empleando a fondo sus talentos, superando
los obstáculos que se interponen en su camino y disfrutando de
sus actividades. Tiene éxito en ellas y vea, imaginándoselo, cómo
su éxito toma forma. Su actividad enriquece el mundo (a perso-
nas concretas o al planeta en general). Imagine su comunión con
las fuerzas divinas que le ayudan y le indican el camino.
Si su trabajo no le satisface y no tiene ninguna afición u otros
intereses, ha llegado el momento de que pregunte a su interior, de
que interrogue a su Sabiduría Interior hasta recibir una respues-
ta. Pida al mismo tiempo la energía que el dedo medio simboliza
para poner manos a la obra. Y sobre todo, pida ayuda a las fuer-
zas divinas: establezca con ellas una confiada complicidad.

Retenga su dedo y perciba el flujo de calor. Luego rodee el dedo


medio izquierdo y sosténgalo también durante un rato. Esta pos-
tura de las manos actúa principalmente sobre las tensiones de la
nuca.
l

e La energía del dedo anular

Al dedo anular se le asignan Apolo, el dios del sol, y el chakra


base que rige la pelvis. Esta fuerza otorga al ser humano la capa-
cidad de resistencia, de imponerse y de perseverar. Los chinos
vinculan a este dedo el meridiano profundo del hígado. La 'fuer-
za del hígado da a la persona paciencia, serenidad, esperanza y
visión de futuro. En la yema del dedo anular empieza también el
«Triple Calentador». Este meridiano rige todas las funciones de
protección del cuerpo y es el responsable de la temperatura cor-
poral, que a su vez rige las funciones celulares. Si trabaja de for-
ma óptima, otorga al ser humano la capacidad de conservar el
equilibrio en situaciones difíciles, lo que es a su vez una condi-
ción imprescindible para el buen funcionamiento del sistema in-

73
munológico. En este dedo reina por tanto una fuerza que da apo-
yo, que trasciende y que tiene una tendencia ascendente.

Ejercicio:
Sentado o echado. Rodee el anular izquierdo con los cuatro de-
dos largos de la mano derecha; el pulgar debe tocar la palma de
la mano derecha. Cierre los ojos.

Imagínese una tierra árida y pedregosa de diversas maneras:


d?siertos, montañas, islas. ¿Qué pasa cuando las masas de
tierra se ponen en movimiento? ¿Cuando la tierra se seca?
¿Cuando la tierra se ve expuesta a un sol ardiente? Imagíne-
se ahora una tierra fértil. Deje que la vegetación vaya bro-
tando: plantas pequeñas, plantas grandes, mucho verde.
Ahora fíjese en una única semilla que descansa a gran pro-
fundidad bajo la tierra. Con cada respiración sucede algo en
su interior, hasta que la semilla se abre y germina un brote
que crece en dirección a la luz. Al mismo tiempo, echa raíces
que penetran en la tierra cada vez a mayor profundidad. Se
convierte en un árbol que crece muy despacio. Espere con
paciencia y contemple cómo la planta se desarrolla hasta al-
canzar su tamaño. El tiempo no tiene importancia. Sólo
cuenta el crecimiento constante. El árbol volverá a florecer
cada año y dará frutos. Pero nosotros, al igual que él, no sa-
. bemos por qué. Como el árbol, queremos entregarnos del
todo a la vida y saber que tiene sentido, aunque nunca lle-
guemos a comprender de! todo el gran misterio. Y a nuestro
crecimiento interior permanente, le sucede lo mismo que a
él, que cambia cada año. Ahora bien, nosotros podemos in-
fluir decisivamente en que ese cambio se produzca con ale-
gría o con sufrimiento.

Retenga su dedo durante un rato más y perciba el flujo de calor.


Luego rodee el dedo anular derecho y sosténgalo también duran-
te un rato.

74
La energía del dedo meñique
El segundo chakra, donde habita la sexualidad, está asignado al
meñique. Aquí se trata de las relaciones interpersonales en gene~
ral y de las relaciones de pareja en particular. Esta asignación de
la sexualidad coincide con el Hatha-Yoga. En el budismo, la se-
xualidad se asigna al dedo anular. En el dedo meñique reside
también la capacidad de comunicación. El hecho de que la medi-
cina china descubriera en este dedo el meridiano del corazón,
confirma la tesis de los yoguis que le asignan a este dedo el Ele-
mento Agua. Y el agua simboliza el ámbito de las emociones. Las
reladones felices y satisfactorias no sólo caldean el corazón sino
que lo alimentan y fortalecen. Y a su vez, la energía del corazón,
si es fuerte, aumenta la capacidad de alegría, proporcionándonos
sentimientos elevados y mejorando nuestro estado de ánimo.
Nuestros estados de ánimo, que siempre son la suma de las emo-
ciones presentes, pueden compararse con las ondas en la superfi-
cie del agua: adoptan movimientos rítmicos y armónicos o bien
agitados; el agua puede estar clara y limpia o bien turbia, densa
y oscura, es decir, sucia.

Ejercicio:
Sentado o echado. Rodee el meñique izquierdo con los cuatro de-
dos largos de la mano derecha; el pulgar debe tocar la palma de
la mano derecha. Cierre los ojos.

Está sentado junto al mar y contempla las olas viniendo hacia


usted, se alejan y desaparecen. Lo mismo se puede aplicar a
sus emociones, estados de ánimo y a sus relaciones con las per-
sonas que le rodean. También dar y recibir en el amor está su-
jeto a esta ley. Sea consciente de que sólo recibirá e! amor que
usted dé incondicionalmente. No hace falta que sean grandes
acciones; basta con ofrecerles a las personas de nuestro entor-
no, a los animales, las plantas, el agua, el aire y la tierra, un
corazón cálido y bondadoso. Contemple en su mente a otra
persona (una en concreto o cualquiera) feliz, o anímela a ser-
lo si es necesario. Crea en sus cualidades y en su buen fondo.
Visualice varias escenas en las que esa persona es feliz y sonríe
con alegría. Si no tiene a nadie cerca, escoja a personas desco-

75
nacidas con las que se tope en el metro. Le garantizo verdade-
ros milagros si persevera durante algunos días o semanas. Lle-
gará un día en que su corazón rebosará de felicidad. Pero lo
más importante es no esperar nada. Irradie su propio bienes-
tar, su amor incondicional. Tenga sólo un poco de paciencia,
hasta que las semillas germinen.

Retenga su dedo meñique durante un poco más y perciba el flujo


de calor. Luego rodee el dedo meñique izquierdo y sosténgalo
también un rato.

76
Ni en el campo, ni en los árboles,
es en el corazón donde debe germinar,
para llegar a ser mejor.
GOTIFRIED KELLER

Mudras para el cuerpo, la mente y el alma

Los siguientes mudras se emplean sobre todo para reforzar la cu-


ración o aliviar trastornos físicos. Por supuesto, también influyen
en el ámbito anímico-mental, y de manera especial si se les aña-
den visualizaciones y afirmaciones.
Como ya se ha dicho, ninguna enfermedad cae del cielo. Por
eso, cuando meditamos y practicamos los mudras con la única
idea de eliminar los síntomas de la enfermedad o el dolor, lo que
hacemos es eludir el problema. Quizás a corto plazo esto nos
aporte una' mejora, pero la curación no será definitiva. Evidente-
mente, podemos y debemos utilizar los mudras, las plantas y
otros remedios para curamos, pero sin dejar de interrogar al mis-
mo tiempo a la enfermedad. Primero: ¿cuál es su verdadera cau-
sa? Durante la meditación pregunte a su Sabiduría Interior, a su
Yo Superior o a la Luz Divina el motivo de su enfermedad. Qui-
zá su origen no es tan remoto, quizá sólo ha tomado algo indi-
gesto o está estresado; o no ha descansado lo suficiente y ha so-
brecargado su sistema inmunológico. Los sentimientos negativos
como el rencor, el odio, la venganza, la envidia, la avaricia, etc.,
también nos enferman. Y en la mayoría de los casos, son preci-
samente estos los que provocan las enfermedades crónicas. Se-
gundo: ¿qué «beneficio» obtengo de mi enfermedad? En cada en-
fermedad hay también una ganancia: el merecido descanso, tener
a alguien que se preocupe de nosotros, ser objeto de compasión,
poder dejar de lado las responsabilidades, y mucho más. Pero los
cuidados, la compasión, el descanso, etc., nos los debemos otor-
gar nosotros mismos en la medida que los necesitemos y no
esperados de los demás. Por lo tanto, podemos desarrollar una
estrategia para obtener el mismo beneficio pero evitando la en-

77
fermedad. Tercero: debe estar dispuesto a renunciar a todo lo que
le pone enfermo. Por eso son tan importantes las curas de depu-
ración. Los chamanes de las primeras culturas, antes de iniciar el 1
ritual de la curación, expulsaban a los espíritus malignos. Anali-
ce qué le pone enfermo. ¿Qué pensamientos, emociones o hábi- (
tos? ¿Está dispuesto -a renunciar a ellos? Este autoanálisis, el he- l
cho de averiguar por qué me pongo enferma, le ha otorgado a mi
vida una nueva calidad; aunque me ha exigido cierta dosis de ho-
nestidad y disciplina. Y aún no es un capítulo cerrado, sino un
camino permanente hacia el propio conocimiento. Ahora bien,
cuando practique esa honestidad y disciplina, no olvide el amor,
los cuidados afectuosos y la autocomprensión. Cuanto más fra-
case, más necesitará de su propio amor.
C
r
c
a
t
z
s
e
n
m
d

n
c

78
1. Ganesha-Mudra
(El elefante; Ganesha, la divinidad que supera todos los obstácu-
los)

Coloque ante el pecho la mano izquierda, con la palma hacia fue-


ra. Doble los dedos. La mano derecha, con el dorso hacia fuera
coge la izquierda. Situar ambas manos muy cerca del pecho, a la
altura del corazón. Con la espiración, tirar de las manos en sen-
tido opuesto, sin soltadas. Los músculos de los brazos y de la
zona del pecho se tensan. Con la inspiración relajar toda la ten-
sión. Repetir 6 veces y colocar después, con afecto, ambas manos
en la misma posición sobre el esternón percibiéndolas de una ma-
nera consciente. Cambie la posición de las manos: la palma de la
mano derecha mirará hacia fuera. Repetir otras 6 veces y después
descansar un rato.

Es suficiente con que se practique una vez al día.

Variante: hacer lo mismo, pero con los antebrazos en diagonal y


no en posición horizontal, de manera que un codo señale obli-
cuamente hacia abajo y el otro hacia arriba.

Este mudra estimula la actividad cardíaca, fortalece la muscula-


tura del corazón, distiende los bronquios y libera las tensiones de
cualquier tipo en esta zona. Abre el cuarto chakra y otorga valor,
confianza y una actitud abierta frente a las demás personas.
Me he dado cuenta de una cosa muy interesante: que hago este
gesto siempre que quiero animar a alguien: «¡Ten valor, aprove-
cha esta oportunidad, tú puedes!», es como si las manos dieran
fuerza a las palabras, y por supuesto, también al corazón. El fa-

79
masa «doctor de la selva» Albert Schweitzer habla de este pro-
blema, aunque a otro nivel, cuando dice: «Hay mucha frialdad
entre las gentes porque no se atreven a mostrarse tan cordiales 2
como son».
(A
El majuelo blanco (Crataegus oxyacantha L.) fortalece el cora-
zón.

Puesto que el Ganesha-Mudra activa el Elemento Fuego (ver ane-


xo C), que reacciona de forma positiva al color rojo, la siguiente
visualización refuerza la actividad del corazón y del sistema cir-
culatorio. Da el valor necesario para mostrarse a los demás con
un G;orazón franco y bondadoso. C
iz
c
Visualice el color rojo: un mosaico, un mandala o una alfom-
bra con diferentes tonos de rojo. Concentre todos los sentidos
A
en él durante unos momentos. El rojo debe fortalecer su cora-
p
zón, caldearlo y otorgarle el valor para mostrarse franco y
confiado. iz

C
Afinnación: Me acerco a las personas de mi entorno con deci-
sión, franqueza y confianza.
N
p
re
n
tr
c

s

E
p
la
y
la
p
d
la

80
2. Ushas-Mudra
(Amanecer; origen de todas las cosas buenas)

Cruce los dedos de manera que el pulgar derecho quede sobre el


izquierdo. Presione ligeramente el pulgar izquierdo con el dere-
cho.

Atención: las mujeres deben colocar el pulgar derecho entre el


pulgar izquierdo y el índice, ejerciendo la presión con el pulgar
izquierdo.

Cada día entre 5 y 15 minutos, hasta conseguir el efecto deseado.

No importa la edad que se tenga, siempre se llega a un nuevo


punto de partida y a un nuevo inicio. El segundo chakra, donde
reside la sexualidad y la creatividad, también lleva consigo algo
nuevo, un secreto que quiere ser desvelado. Este mudra concen-
tra la energía sexual de nuestro segundo chakra y la orienta a los
centros de energía superiores. Nos otorga agilidad mental, inte-
rés por las cosas y nuevos impulsos. Además armoniza nuestro
sistema hormonal.

El Ushas-Mudra ayuda a despejarse por las mañanas, así que


practíquelo cuando aún esté medio dormido. Cruce las manos en
la nuca, respire hondo varias veces, con fuerza, abra bien los ojos
y la boca y, mientras 10 hace, presione los codos hacia atrás sobre
la almohada. Durante la espiración se relaja toda la tensión. Re-
petir 6 veces. Y si aun así todavía no está del todo despierto y
despejado, frótese el tobillo y la cara interior de las muñecas con
la misma fuerza que aplicaría para encender un fuego con peder-

81
~

nal. Al final, eche 'los brazos hacia arriba y desperécese con ener-
gía.
3
(
m

El té verde y el romero (Rosmarinus officinalis L.) tienen un efec- V


to estimulante. p
d
d
Imagínese cómodamente sentado para disfrutar de la salida
del sol. Poco a poco va amaneciendo. Deje que los colores
M
rojo, naranja y amarillo actúen sobre usted. Estos colores des-
d
pejan y levantan el ánimo. Ahora véase a sí mismo c9mo una
l
persona llena de juvenil energía y de nuevos impulsos, que dis- m
fruta de la vida; una persona que se acerca al mundo con mu-
cho amor y lo obsequia con una cordial sonrisa, buenas obras V
y cosas hermosas.
p
m
Afirmación: El interés y el entusiasmo me llenan y me permi-
p
ten llevar a cabo cosas grandes. Quiero disfrutar la vida al má-
XImo.
M
v

E
c
d

V
r
m
t
l
r
t
m
e

82
~

3. Pushan-Mudra
(Dedicada al dios solar Pushan, que también es el dios de la ali-
mentación)

Versión 1 - Mano derecha: unir las


puntas del pulgar, el índice y el
dedo medio, mientras los otros de-
dos permanecen extendidos.

Mano izquierda: unir las puntas


del pulgar, el dedo medio y el anu-
lar, mientras los otros dedos per-
manecen extendidos.

Versión 2 - Mano derecha: unir las


puntas del pulgar, el anular y el
meñique, mientras los otros dedos
permanecen extendidos.

Mano izquierda: igual que en la


versión 1.

Estos dos mudras se pueden emplear como remedio de emergen-


cia o en el caso de trastornos crónicos. Se practican 4 veces al día
durante 5 minutos.

Versión hEn este mudra, el gesto de una mano simboliza tomar,


recibir, y el gesto de la otra dejar fluir, entregar y el desprendi-
miento. Ambas cosas deberían estar en consonancia en la diges-
tión. Influye en los flujos de energía que son los responsables de
la ingestión, la asimilación del alimento y la defecación. Vuelve la
respiración más profunda, y por tanto también aumenta el apor-
te de oxígeno y el intercambio de dióxido de carbono en los pul-
mones. Actúa relajando el plexo solar, es decir, sobre la zona del
estómago, el hígado, el bazo y la vesícula biliar, regula las ener-

83
gías en el sistema nervioso vegeta tiva, moviliza las energías de la
defecación y desintoxica. Actúa de forma magnífica sobre las
náuseas generalizadas o agudas, el mareo, las flatulencias y la
sensación de saciedad tras la comida.

El hinojo (Foeniculum vulgare), el anís (Pimpinella anisum) yel


comino (Carum carvi) refuerzan este mudra.

Versión 2: Gracias a la combinación de energías del pulgar, el


anular y el meñique, los procesos finales de la digestión y de la
defecación se activan intensamente. Este mudra puede conside-
rarse una bomba de energía en general. Estimula las funciones
cerebrales, lo que también se ha demostrado científicamente.
Gracias a la posición de los dedos de la mano derecha, se activa
la energía de la pelvis, como si se tratara de unas brasas que se
reavivan. Con la posición de los dedos de la mano izquierda, la
energía desprendida es conducida hacia arriba. Esto influye de
forma positiva en cada órgano, en los estados de ánimo y en los
procesos mentales (concentración, memoria, lógica, entusiasmo,
etcétera).

Durante la inspiración tome la energía en forma de luz, y dele


tiempo y espacio, en el transcurso de la pausa respiratoria,
para que pueda expandirse en su interior y transformarse.
Con la espiración, la energía gastada fluirá de nuevo. Con
cada movimiento respiratorio sus niveles físico y anímico-
mental adquirirán más luminosidad y claridad.

Afirmación: Tomo con agradecimiento todo lo que es bueno


para mí, permito que actúe en mí y me desprendo de todo
aquello que está gastado.

84
4. Mudra bronquial
Con, las dos manos: coloque el meñique en la raíz del pulgar, el
anular junto a la articulación superior del pulgar y el dedo medio
en la yema del pulgar.

Practique este mudra entre 4 y 6 minutos si tiene un ataque agu-


do de asma, y después pase al mudra del asma hasta que la res-
piración se normalice. Para un tratamiento a largo plazo, practi-
que ambos mudras 5 veces al día, durante 5 minutos.

A menudo, las personas con problemas respiratorios también pa-


decen soledad interior, desamparo, urgencia sexual y tristeza. De
cara al exterior, suelen ocultar estos sentimientos, con éxito, tras
una fachada de humor, o bien asumiendo las obligaciones y preo-
cupaciones de otras personas. Lógicamente, esto las estresa mu-
cho, lo que acaba provocándoles, con el tiempo, problemas res-
piratorios. Como conozco muy bien estos problemas, voy a
explicar aquí cómo'""Sepuede salir de este dilema: es importante
que se permita con toda tranquilidad dar rienda suelta, aunque
sólo sea por una vez, a esos sentimientos y estados de ánimo ne-
gativos y observados; sea consciente de que esos sentimientos
son las olas en la superficie del agua; aparecen y pasan. A menu-
do, el origen de esos sentimientos es una debilidad generalizada,
causada por una mala respiración, demasiado superficial, que no
regenera las reservas internas de fuerzas. Cuando éstas se redu-
cen, se produce la debilidad, no sólo física, sino también en el
ámbito anímico-mental; la consecuencia son los miedos, la triste-
za, la insatisfacción, la hipersensibilidad, etc.

85
Todos los ejercicios físicos y respiratorios del Yoga regeneran es-
tas fuerzas y mantienen alto el nivel de energía (practique cada
día por lo menos media hora; encontrará un programa de ejerci-
cios adecuados en la página 192). La siguiente meditación para
los mudras tambiép es efectiva: siéntese erguido y mantenga las
manos alejadas del cuerpo unos 10 cm. Si se le cansan los brazos,
colóquelas sobre los muslos.

El tomillo (Thymus seryllum L.), las primaveras (Primula veris


L.) y el saúco (Sambucus nigra L.) son las plantas medicinales
más importantes para los bronquios.
\
Dirija su atención a la pelvis y sienta conscientemente la zona
sobre la que está sentado. Mientras inspira, traslade su aten-
ción hacia el abdomen, el estómago, el pecho, la garganta, la
frente y el cráneo, a la vez que cuenta del 1 al 7. A continua-
ción c.ontenga la respiración unos 5 segundos. Mientras espi-
ra, dirija la atención de arriba abajo, contando en orden in-
verso del 7 al 1. Espere con paciencia hasta que llegue el
impulso de la inspiración y al inspirar, dirija su consciencia de
nuevo hacia arriba. Las pausas después de inspirar o de espi-
rar, son muy importantes.

Afirmación: Cada movimiento respiratorio me otorga fuerza,


fortalece mi cuerpo, mi mente y mi alma.

86
5. Mudra del asma
Con las dos manos: unir las dos falanges de los dedos medios y
mantenerlas presionadas, mientras los otros permanecen exten-
didos ..

Durante un ataque agudo de


asma, practique en primer lu-
gar el mudra bronquial núme-
ro 4, de 4 a 6 minutos, y des-
pués, hasta que la respiración
se normalice, el mudra del
asma. Para un tratamiento a
largo plazo realice los dos 5 ve-
ces al día durante 5 minutos.

No me cuento entre los afor-


tunados que des'pués de ha-
berse sometido a una cura ra-
dical con medicamentos, nunca más han vuelto a tener problemas
con el asma. Muchos miembros de mi familia paterna son asmá.-
ticos, por lo que lo mío no es más que una «querida herencia». Sin
embargo, a pesar de todo, yo vivo sin tomar medicamentos, ya
que me atengo a ciertas normas. Y como estoy convencida de que
mis consejos pueden ayudar a los asmáticos, los incluyo aquí:

• Evite respirar por la boca cuando hace frío, ya que los bron-
quios se inflaman y se llenan de mucosidad.
• Procure no ir nunca con prisas; cualquier tipo de estrés activa
las glándulas secretoras de la adrenalina que favorece la mu-
cosidad y la contracción de los bronquios.
• Tome comidas ligeras y poca carne; con una vez por semana
tendrá suficiente. No consuma productos lácteos, tomate, pi-
mientos picantes ni kiwis. Y por supuesto nada de fumar.
• No tome medicamentos que debilitan el sistema inmunológi-
co, como por ejemplo antibióticos.

87
• Respire suficiente aire fresco mientras da largos paseos, prac-
tique cada semana un poco de Yoga o gimnasia y descanse lo
suficiente.

La mayoría de las personas que tienen asma conocen la soledad


interior (alejamiento excesivo del entorno) o no pueden marcar
sus límites; también se sienten agobiadas por las obligaciones y
problemas de quienes les rodean (escaso distanciamiento). C
y
El marrubio (Marrubium vulgare L.) y la neguilla (Nigella sativa) e
ayudan a solventar las molestias provocadas por el asma. d
t

Vi'sualice grandes espacios: el mar, un cielo con nubes, monta-


S
ñas (usted estará en la cima). Integre estas imágenes en la zona
S
de su corazón y de sus pulmones. Deje que la distancia se haga n
mayor durante la espiración y se reduzca durante la inspira-
ción: en una proporción en la que usted se sienta cómodo.
E
Ahora haga lo mismo con las personas o con las obligaciones
que lo agobian. t
p
s
Afirmación: Me desprendo de todo lo que me constriñe para
d
disfrutar a fondo la nueva libertad. Me siento protegido por la
Luz Divina y sostenido por ella.
P
e
l
o
c
z
d
c

b
m
i
p
e

88
6. Pran-Mudra
(Mudra de la vida)

Con las dos manos: unir las


yemas del pulgar, el anular y
el meñique, mientras el resto
de los dedos permanecen ex-
tendidos.

Según lo necesite, manténgalos es esa posición de 5 a 30 minutos.


Si la utiliza como cura, practíquela 3 veces al día durante 15 mi-
nutos.

El Pran-Mudra activa el chakra base (ver anexo D), donde habi-


ta la fuerza primigenia elemental del ser humano. Me gusta com-
parar este lugar con un fuego que arde con viveza o se consume
sin llama. El fuego arde según se lo cuide. Con esta postura de los
dedos se estimula la energía nutricia en la pelvis.

Por lo tanto, este mudra aumenta la vitalidad en general, reduce


el cansancio y el nerviosismo, y mejora la vista, por eso -se lo uti-
liza para paliar afecciones oculares. A nivel anímico-mental,
otorga la perseverancia y la capacidad de imponerse, una sana
confianza en uno mismo, el valor para un nuevo inicio y la fuer-
za de soportar algo hasta el final. La visión clara pone también
de manifiesto una percepción mental y una cabeza clara, es de-
cir, de pensamientos e ideas estructura das con toda claridad.
Si al practicar este mudra, en lugar de presionar el pulgar so-
bre las yemas lo hace sobre las uñas de los dedos indicados, este
mudra, según Kim da Silva, hace que los hemisferios derecho e
izquierdo del cerebro actúen al unísono, estén activos y se com-
plementen el uno al otro, lo que es muy importante para la salud
en general. .
El nerviosismo es, la mayoría de las veces, un signo de debili-
dad, de un exceso de dispersión y de escasa contención interior.

89
El Pran-Mudra, combinado con una respiración consciente, len-
ta y suave, serena y afianza como un áncora.

La pasionaria (Passiflora caerulea L.), el hipérico (Hypericum


perforatum L.) y la avena (Avena sativa L.) fortalecen el sistema
nervioso y ayudan a mantener la energía.

Imagínese que es un árbol; si le resulta difícil hacerla, piense


en un árbol. Durante la inspiración vea cómo fluye la fuerza al
interior de las raíces y como éstas se ensanchan y alargan. Al
espirar, la fuerza fluye por el tronco y desde allí a la copa y
aún
\ más allá, hasta el cielo, en busca del sol. Cuanto más se
ramifican las raíces, mayor magnificencia adquiere la copa.
Lo mismo sucede con nosotros, con nuestro ser, hacer y tener.

Afinnqción: Siento un sano apetito por las pequeñas y gran-


des aventuras de la vida y asumo los desafíos con ganas y ale-
gría.

z
t
E
a

90
7. Linga-Mudra
(Mudra erguido)

Una las palmas de las ma-


nos y cruce los dedos, de-
jando un pulgar erguido;
rodee el pulgar con el índi-
ce y el pulgar de la otra
mano.

Según lo necesite o bien 3 veces al día durante 15 minutos.

Esta posición de los dedos aumenta la resistencia contra la tos,


los resfriados y las infecciones del pecho, y desprende la mucosi-
dad que se ha formado en los pulmones. También es muy útil
para las personas que tienen dificultades respiratorias cuando
hay un cambio de tiempo. Asimismo aumenta la temperªtura
corporal y está especialmente indicado para los que nunca les
sube la fiebre. La fiebre es muy importante, ya que muchas bac-
terias del cuerpo sólo se exterminan si se las somete a una cierta
temperatura.
El Linga-Mudra, según Dev Keshav, también permite reducir
el exceso de peso, aunque si ese es el objetivo que se persigue, ha-
brá que practicado con particular esmero 3 veces al día durante
15 minutos. Además, hay que acompañarlo con 8 vasos de agua
al día y con alimentos refrescantes como yogur, arroz, plátanos y
zumos de cítricos. Ahora bien, si se practica durante demasiado
tiempo seguido, puede dejar una sensación de pesadez y letargo.
Eso le indicará que la duración del ejercicio debe reducirse y que
aún tendrá que tomar más alimentos y bebidas refrescantes.
Para estimular el sistema inmunológico y aumentar la tempe-
ratura corporal, practique primero el siguiente ejercicio, conoci-
do por el sugerente nombre de «Dejar atrás la enfermedad»; a
continuación, echado o sentado, realice el Linga-Mudra hasta
que sienta calor.

91
Posición básica: las piernas ligera- 8
mente abiertas, las rodillas algo do-
bladas y las manos sobre el pecho. (M
Inspirar: echar los brazos hacia atrás,
volver la cabeza hacia la derecha, mi- C
rando por encima del hombro. ye
Espirar: recoger las manos sobre el el
pecho y volver la cabeza hacia delan- ot
te. te
Repetir 10 veces, por lo menos.
Se
En general, se recomienda la Echina, dí
cea angustifoliapara activar el siste-
,
ma inmunológico. S
ci

Imagine una hoguera en el interior de su cuerpo, donde se


E
queman las bacterias, los deshechos y la carga innecesaria.
as
m
Afinnacián: Mi capacidad de resistencia crece a cada mo-
de
mento.

ef
fu
b
d
m
cu

D
c
c

92
8. Apan-Mudra
(Mudra de la energía)

Con las dos manos: unir las


yemas del pulgar, el anular y
el dedo medio, mientras los
otros dedos permanecen ex-
tendidos.

Según lo necesite, de 5 a 45 ~inutos o bien como cura 3 veces al


día durante 15 minutos.

Según Dev Keshav, este mudra expulsa excoriaciones y sustan-


cias tóxicas del organismo y elimina problemas de vejiga.

El Apan-Mudra estimula también el Elemento Madera, que tiene


asignado el hígado y la vesícula biliar (ver anexo C). En este ele-
mento se integra también la fuerza y la alegría de la primavera,
del inicio, de la decisión y de la creación de visiones de futuro.
Además, el Apan-Mudra ejerce sobre el estado de ánimo un
efecto equilibrador, que depende de un hígado que tenga un buen
funcionamiento. Otorga paciencia, serenidad, confianza, equili-
brio interior y armonía. En el ámbito mental, genera la capaci-
dad de desarrollar visiones. Todo esto es necesario cuando se
mira al futuro, cuando hay que enfrentarse a nuevos desafíos y
cuando queremos que nuestros deseos se cumplan.

Dos remedios milagrosos para el hígado y la vesícula biliar son el


cardo mariano (Silybum marianum) y el diente de león (Taraxa-
cum officinale).

93

•••
Imagínese sentado en un jardín maravilloso, lleno de flores,
disfrutando de los diferentes colores y plantas, ob,servando el. 9
gran misterio de la naturaleza: cómo germina la semilla, cómo
crece una planta y florece. Ahora es usted quien planta algo en
(M
un huerto vacío que le dará muchos frutos: una conversación,
una relación, un proyecto, etc. Contemple cómo germina,
R
cómo sigue desarrollándose, florece y se carga de abundantes
co
frutos. ¿A quién benefician los frutos? Ponga fin a esa imagen
d
con un gran acto de agradecimiento.
y
d
Afirmación: Siembro mi semilla, la cuido, la cultivo y la cose-
la
cho
\ con la ayuda divina que acepto agradecido. n
re
u
m
n

T
ti
c
d

M
p

E
p
p
v
n

si
ta
c

E
c
y

94
9. Shankh-Mudra
(Mudra-caracola)

Rodee el pulgar izquierdo


con los cuatro dedos largos
de la mano derecha y apo-
ye el pulgar derecho en el
dedo medio extendido de
la mano izquierda. Las ma-
nos unidas en esta posición
recuerdan el caparazón de
una caracola. Sostenga las
manos delante del ester-
nón.

Tan a menudo y tanto


tiempo como quiera, o bien
como cura, 3 veces al día
durante 15 minutos.

Mientras lo hace, recite al principio varias veces el «OM»; des-


pués, escuche durante unos minutos el silencio en su interior.

Este mudra se practica también en los rituales de muchos tem-


plos indios. Allí, por las mañanas, se sopla el cuerno de caracola
para anunciar la apertura de las puertas del templo. Lo mismo es
válido para nuestro templo interior, en donde brilla la Luz Divi-
na, y que también debe abrirse.
El mudra-caracola elimina cualquier problema de garganta y
si se practica con regularidad, sobre todo recitando el OM, has-
ta puede mejorar la voz. También actúa relajando y ayuda a re-
cogerse en el silencio.

En caso de molestias de garganta, es bueno hacer gargarismos


con infusiones de salvia, añadiendo unas gotas de zumo de limón
y un poco de miel.

95
Deje primero que el mudra y el canto del OM le proporcionen
paz y recogimiento. Vea sus manos como una caracola marina
y el dedo que mantiene sujeto como la perla en su interior. El 1
pulgar izquierdo simboliza el Yo Superior, con quien se une
amorosamente y que le proporciona toda la ayuda necesaria o (
le otorga confianza, sensación de seguridad y, en definitiva,
todo aquello que usted necesita.

Afirmación: Me valgo de pensamientos y palabras llenas de


fuerza y amor, y todo cuanto pienso y digo, regresa a mí.

E
d
q
a
d

E
a
m
p
p

S
a
y
D

96
10. Surabhi-Mudra
(Mudra de la vaca)

El meñique de la mano izquierda se apoya en el dedo anular de la


derecha, y el meñique de la mano derecha en el anular de la iz-
quierda. Al mismo tiempo, los dedos medios de cada mano se
apoyan en el índice de la otra. Los pulgares permanecen e,xtendi-
dos.

Practicar 3 veces al día durante 15 minutos.

El Surabhi-Mudra es muy efectivo para aliviar el reuma y la


artrosis. Dado que estas enfermedades suelen ser crónicas o al
menos están latentes en la persona mucho antes de que puedan
percibirse sus manifestaciones o dolores, este mudra hay que
practicarlo también durante bastante tiempo.

Si usted sufre este tipo de molestias, trate de llevar a su vez una


alimentación sana y ligera (ver anexo A) y beber mucho té verde.
y ponga fin con la garra de Satán (Harpagophytum procumbens
De) al doloroso reuma y a la artrosis.

97
Concéntrese primero en la espiración e imagine que cada vez
que exhala el aire sale de su cuerpo una nube oscura. Esta 1
nube contiene la energía quemada, las escorificaciones, los do-
lores, y lo que es también muy importante, todos los pensa-
mientos y emociones negativos. Después de 20 movimientos
respiratorios, aproximadamente, preste atención a la inspira-
ción e imagine que cada vez absorbe una luz que hace brillar
todo su cuerpo. Con el tiempo, deje que la nube que espira
vaya haciéndose cada vez más clara. Al final, estará penetrado
de una luz radiante y envuelto en un manto de luz que irradia
claridad a su alrededor.
\

aquello que me
Afirmación: La oprime y duele. Deseo
luz purificadora para mí, ydequema
me atraviesa todo cora-
todo

·1
zón, la limpieza en mi cuerpo, el discernimiento en mi mente y I I

la pureza en mi alma. ~

98
1
11. Vayu-Mudra
(Mudra del viento)

Con las dos manos: doble el índi-


ce de manera que la punta del
dedo toque el tenar del pulgar y
presiónela suavemente con el
pulgar, mientras los otros dedos
se mantienen relajados yextendi-
dos.

En el caso de molestias crónicas,


3 veces al día durante 15 minu-
tos; de no ser así, hasta que se
produzca el efecto deseado.

Esta posición impide el «viento»,


es decir, las flatulencia s y la sensa-
ción de saciedad en todo el cuer-
po. La medicina ayurvédica presupone que en el organismo hay 51
tipos de viento que pueden causar un gran número de trastornos,
entre otros, gota, ciática, ventosidades, reuma y temblores en las
manos, el cuello y la cabeza. Por eso, si utiliza el Vayu-Mudra den-
tro de las 24 horas que siguen a la manifestación de un trastorno o
una enfermedad causada por el viento, obtendrá una rápida cura-
ción. En el caso de trastornos crónicos, practique también el
Pran-Mudra número 6. Cuando la enfermedad desaparece, deje de
practicar el Vayu-Mudra.
El origen de un exceso de viento en el cuerpo puede proceder
de escorificaciones internas, sobre todo en el intestino, o de ten-
siones internas que a su vez han sido provocadas por estados de
irritación. A menudo también se altera el ritmo respiratorio nor-
mal de la persona.
Como refuerzo practique el siguiente ejercicio: póngase de
cuatro patas; inspire y levante la cabeza; espire y bájela, a la vez
que contrae el abdomen. Durante la pausa respiratoria, contraer

99
T
y relajar varias veces el abdomen. A continuación, inspirar pro-
fundamente y levantar la cabeza de nuevo. Repetido varias ve-
ces.

Contra las tensiones y los estados de irritación también puede


servide de ayuda la siguiente visualización:

Imagínese en medio de una tormenta, soplándole al viento to-


das sus tensiones o excoriaciones internas. Cuando la tempes-
tad se calma, usted también se relaja, respirando más despacio
y tranquilo. Ahora prolongue las pausas entre la inspiración y
la espiración. El aire fluye con suavidad en sus pulmones; des-
pacio y con calma, vuelve a salir. Sumérjase en esa tranquili-
dad beneficiosa a partir de la cual pueden generarse nuevas
fuerzas.

Afinnación: Estoy tranquilo y relajado en todas partes y en


todo momento.

100
T
12. Shunya-Mudra
(Mudra del cielo)

Con las dos manos: doble el dedo me-


dio hasta que roce el tenar del pulgar y
presiónelo con el pulgar ligeramente
hacia abajo. Los otros dedos permane-
cen extendidos.

Según lo necesite o como cura, 3 veces


al día durante 15 minutos.

Se trata de un ejerCICIOespecialmen-
te indicado para paliar problemas de
oído y de audición. Según Dev Keshav,
el Shunya-Mudra puede curar con ra-
pidez dolores de oído y, si se practica durante cierto tiempo, casi
todas las afecciones de este órgano.
Los problemas de oído siempre tienen algo que ver con no po-
der oír o también con no querer escuchar. Esto puede ser a la vez
una bendición y una maldición. Ser duro de oído nos protege a
veces de tener que oír ruidos desagradables o incluso molestos o
la información con que se nos bombardea continuamente, pero
también nos deja sordos ante las cosas bonitas. No querer oír es
fruto, en muchas ocasiones, de una tozudez que puede llegar a
ser fatal. Por lo tanto, preguntamos el motivo de nuestros pro-
blemas de oído puede llevamos, si nuestra predisposición es bue-
na, a dar un paso más allá para enriquecer nuestra vida.
Al dedo medio se le asigna el cielo (éter). El punto donde se en-
cuentra el acceso a dimensiones más altas, la puerta del cielo. En
los mitos antiguos se dice que si se quiere ir al cielo, antes hay
que purificarse a fondo. Por eso, lo más indicado quizá sea un re-
cogimiento silencioso en uno mismo y la rectificación de viejos
errores. Ya sé que a veces se hace muy difícil perdonar a alguien;
pero también sé que el perdón suele abrir puertas/l1Uevas -au-
ténticos portones- que conducen a la luz y a una vida sin lastres

101
a partir de ese momento. Es como si nos libráramos de viejas car-
gas y pudiéramos continuar nuestro camino ligeros de equipaje.

Sobre un oído que duele puede ponerse una hoja de geranio.

Escuche de forma consciente música suave, conductora, rela-


jante y deje que acudan pensamientos e imágenes; los que sean
desagradables déjelos ir en seguida y deténgase en los que le
agraden y eleven su estado de ánimo.

Afirmación: En el sonido celestial reconozco la bondad del


UnIverso.
\

102
13. Prithivi-Mudra
(Mudra de la tierra)

Con las dos manos: unir con una ligera presión la punta del pul-
gar y el anular, mientras los demás dedos permanecen extendi-
dos.

Según lo necesite o 3 veces al día durante 15 minutos.

El Prithivi-Mudra puede remediar un déficit de energía en el cha-


kra base. Que uno se sienta fuerte y vital, física o psíquicamente,
depende mucho de esta energía. Esta posición de los dedos forta-
lece también el sentido del olfato y es buéna para las uñas, la piel,
el pelo y los huesos. Si se siente inseguro al andar, el Prithivi-Mu-
dra le devolverá el equilibrio y la confianza. Este mudra activa el
chakra base donde habita nuestra fuerza primigenia. Lo pode-
mos comparar con el «núcleo transformador» de una rosa, don-
de reside el potencial sobre el aspecto y el ser de la planta; desde
ahí las raíces se hunden en la tierra, dan soporte a la planta y to-
man el alimento. Desde ahí brota la planta hacia arriba, para
unirse a la luz, para florecer y dar fruto. Esta imagen puede apli-
carse sin restricción alguna al ser humano. También necesita so-
porte y alimento para crecer y arraigar en un lugar. El sentido de
su vida es alcanzar la unión con lo divino, es decir, él también se
orienta hacia la luz y se abre como una flor que es fecundada, o
que percibe la gracia. Por lo tanto, este mudra puede otorgamos
todo lo que necesitamos para llevar una vida plena y llena de sen-
tido .. Lo practi~o ~uando me s~ento ~nserura y necesito apoyo y
confIanza en mi misma. Ademas, estimula la temperaturá corpo-
ral, el hígado y el estómago.

103
Echado o sentado en una silla. Ponga los pies paralelos y las
plantas de los pies planas sobre el suelo. Inspiración: imagine
que absorbe energía de la tierra a través de las plantas de los
pies, condúzcala por las piernas, la espalda y el cuello y aún
más allá, hasta el cosmos. Contenga la respiración unos se-
gundos. Espiración: como una lluvia de oro, como una fuerza
renovadora, la energía desciende de nuevo sobre la tierra. Dar
y recibir están en armonía. Ahora imagine que tiene en la pel-
vis una cisterna y que una lluvia de energía fluye en ella. Re-
petir varias veces.

Afirmación: La fuerza de la tierra me otorga un asidero firme,


la capacidad de perseverar e imponerme, la confianza y la se-
guridad en mí mismo. La fuerza del cosmos me otorga entu-
siasmo, interés y alegría.

104
14. Varuna-Mudra
(Varuna es el dios del agua)

Doble el meñique de la ma-


no derecha hasta que la
punta toque el tenar del pul-
gar y ejerza una ligera pre-
sión sobre el dedo con el
pulgar izquierdo. La mano
izquierda debe sujetar la de-
recha con suavidad, desde
abajo.

Según lo necesite o 3 veces al


día durante 15 minutos.

Como dice Dev Keshav:


El Varuna-Mudra debería practicarse siempre que se acumula' un
exceso de mucosidad en el estómago o en los pulmones.
Las mucosidades pueden acumularse en los senos frontales, en
los pulmones y en todo el tracto digestivo, desde el estómago
hasta el intestino grueso. La mayoría de las reacciones alérgicas
son, en definitiva, mucosidades originadas por determinadas sus-
tancias irritantes. Cuando se está resfriado, también «se está has-
ta las narices». En mi caso es del todo cierto, pero desde que me
di cuenta, puedo hacer algo para evitado (reduzco mi cuota de
trabajo y mis obligaciones). Las mucosidades, independiente-
mente de 1a parte del cuerpo en donde aparezcan, también están
en cierta manera relacionadas con los nervios alterados, las ten-
siones e inquietudes interiores, desencadenadas por la sobrecar-
ga, la escasez de tiempo, los enfados o los miedos.
Por lo tanto, aparte de la práctica del Varuna-Mudra,siempre
hay que proponerse un nuevo plan de vida. En la mayoría de los
casos es bueno que también participen de ello las personas que
nos rodean. Las tareas y obligaciones quizá deberán repartirse
entre la pareja, los hijos y los padres. Las personas que a menu-

105
do tienen mucosidades son responsables en exceso y creen que
todo depende de ellas o que tienen que hacerla solas.

Contra las mucosidades va bien el nabo, que también puede to-


marlo en ensalada.

Comenzar imaginándose una corriente de agua tibia, que


arrastra consigo todas las obligaciones, puede ser muy libera-
dor. Dejar que todo lo que agobia «se lo lleve el río» desenca-
dena, sin duda, una sensación maravillosa. Imagine que está
de pie bajo una pequeña cascada y deje que el agua arrastre
toclo aquello que está pegado a usted, tanto interior como ex-
ternamente. Vea cómo se desprende de usted una sopa marrón
y disfrute de la nueva limpieza: libertad interior y alivio. Acto
seguido piense durante un rato en sus tareas. ¿Qué cambios
podría introducir en ellas? ¿De qué podría descargarse? ¿Dón-
de podría pedir ayuda?

Afirmación: Siempre tengo la posibilidad de librarme de algo,


de buscar una solución y de cambiarlo.

106
15. Bhudi-Mudra

(Mudra del líquido)

Con las dos manos: unir las puntas del meñique y el pulgar, mien-
tras los demás dedos permanecen relajados y extendidos.

Según lo necesite o 3 veces al día durante 15 minutos.

Los líquidos del organismo suponen más de la mitad del peso del
cuerpo; en este sentido, el Bhudi-Mudra ayuda a recuperar el
equilibrio de los líquidos o a mantenerlo. Emplearlo en el caso de
sequedad en la boca, ojos secos o escocidos, o trastornos en la
zona de los riñones o la vejiga. Mejora el sentido del gusto.

La uva de oso (Arctostaphylos uva-ursi L.) cura las infecciones


de vejiga y la vara de oro (Solidago virgaurea L.) actúa sobre las
infecciones de la pelvis renal.

Las opiniones de los médicos son muy dispares en lo que se re-


fiere a la' cantidad de líquido que debe beber una persona. Segu-
ro que no es bueno beber poco, pero tampoco en exceso (aunque
sólo sea agua). Yo me siento bien cuando tomo de 1 a 1,51 de lí-
quido al día. Desde hace algún tiempo he asociado el hecho de
beber agua a un ritual y me sienta mucho mejor. Lo que hago es
como sigue. Primero: siguiendd costumbres antiquísimas, bend1-·
go el agua antes de usarla con un objetivo concreto. Recientes in-
vestigaciones demuestran que el agua puede, efectivamente, asi-
milar y conservar la energía de los pensami'entos y las palabras.

107
Segundo: el agua puede estar cargada energética mente con ma-
yor o menor intensidad, dependiendo del movimiento que se pro-
duzca al fluir. En un arroyo natural, donde el agua es conducida
por las piedras de un lado a otro (no en línea recta como en las
tuberías) el nivel de energía es mucho mayor. Por eso, antes de
beberla, agito el agua del vaso durante un rato trazando un ocho.
Tercero, y probablemente lo más importante: me uno de forma
consciente con lo divino, y tomo su elemento con respeto y agra-
decimiento. Antes de beber el agua, llevo el vaso con las dos ma-
nos hacia el pecho, recito mi afirmación y después permanezco
unos instantes en sile9-cio. (Si utiliza agua del grifo, infórmese de
la calidad del agua en la población donde resida.)

Imagine un arroyo de aguas claras que avanza chapoteando


con alegría, en el que usted disfruta sumergiendo las manos o
los pies. Coja agua con las manos, beba el líquido sabroso y
deje que lo refresque, mientras repite tres veces:

Afirmación: El gran _espíritu que habita en las aguas purifica,


refresca y fortalece mi cuerpo, mi mente y mi alma.

108
16. Apan Vayu-Mudra
(También llamado salvavidas: primeros auxilios en caso de infar-
to)

Con las dos manos: doblar el


índice; con la punta de este
dedo rozar la base del pulgar, al
mismo tiempo que las de los de-
dos medio y anular rozan la
punta del pulgar. Extender el
meñique.

Según lo necesite, hasta que produzca el efecto deseado, o como


cura 3 veces al día durante 15 minutos.

Como asegura Dev Keshav, esta posición de los dedos puede ser-
vir de primeros auxilios ante los primeros síntomas de un ataque
al corazón. Regula -muchas complicaciones cardíacas, y en casos
de auténtica emergencia, hasta parece que es más efectiva que la
tableta de Nitro (el remedio más habitual en estas situaciones)
bajo la lengua.
Los ataques de corazón y también los trastornos cardíacos
crónicos, no caen del cielo; son un claro aviso de que hay que re-
flexionar y planificar un estilo de vida diferente (en este sentido
ha obtenido grandes éxitos el programa Ornisch).9 Este mudra
también se puede practicar para curar y fortalecer el corazón en
general.
Los enfermos cardíacos a menudo están tan atados por sus
obligaciones que ya no perciben la «falta de sentido» exterior, les
falta el tiempo de ocio necesario. También les cuesta soportar el
descanso, siempre tienen que hacer algo, ya sea en el trabajo o en
el tiempo libre, y se comprometen tanto con las cosas o con al-
guien que apenas les queda espacio en su vida para sus propias
necesidades. Pero son precisamente los momentos de calma los
que aliment:iil el alma. Tómese todo el tiempo del mundo,
aunque no lo tenga, para recrear la siguiente imagen. Escuche, si

109
lo desea, algo de música, música que genere en usted una sensa-
ción de alivio.

La vitamina E, presente en el germen de trigo, el magnesia y la


melisa (Melissa officinales L.) relajan la tensión del corazón.

Visualice su corazón como un capullo de rosa rojo. Cada vez


que espire, abra un pétalo, así hasta que la flor quede abierta
del todo, con los pétalos formando un rosetón. A continua-
ción, con cada movimiento respiratorio, la flor se irá hacien-
do algo más grande, hasta que descanse, sobredimensionada,
sobJ;.e su pecho. Incluso hasta puede sentir su peso. Y de la
misma manera en que el pecho sube y baja al respirar, si-
guiendo un ritmo, la flor también se mueve igual. Quizás has-
ta pueda llegar a oler el perfume que desprende la rosa.

Afirmación: Tengo el tiempo y la disponibilidad para obser-


var la belleza y disfrutar del descanso.

110
17. Mudra de la espalda

Mano derecha: unir el


pulgar, el dedo medio y
el meñique, mientras el
índice y el anular perma-
necen extendidos.

Mano izquierda: la falan-


ge del pulgar sobre la uña
del índice.

Practicar 4 veces al día


durante 4 minutos, o si se
tienen molestias agudas,
hasta que produzca el
efecto deseado.

Este mudra actúa sobre todo cuando alguien que está delicado de
la espalda se ha forzado a realizar, por ejemplo, trabajos en el jar-
dín o en la limpieza de la casa. Es igualmente indicado para los
que sufren de tensiones dolorosas tras un esfuerzo o por haber
estado demasiado tiempo sentado en una postura incorrecta. Los
dolores de espalda pueden tener las más diversas causas. Desvia-
ciones y desgastes los muestran casi todas las personas, pero no
tienen por qué causar dolor. Los dolores también puede produ-
cirIos algún órgano enfermo cuyas vías nerviosas pasen por la co-
lumna vertebral. Los esfuerzos mentales continuos, los miedos,
las comidas pesadas, la falta de sueño o el escaso ejercicio, tam-
bién son posibles causas de dolor de espalda.
Este mudra actúa mejor en una postura que descargue la es-
palda (ver figura siguiente). Mantenga la barbilla un poco hacia
dentro, para que la nuca esté recta y extendida. Esta pequeña
tensión actúa sobre la espalda. En esta postura, transcurridos 20
minutos, las vértebras se han alimentado de manera óptima, y el

111
metabolismo vuelve a estar a pleno rendimiento. Este ejercicio
hasta se puede practicar durante la pausa del mediodía en la ofi-
cina, y no sufrirá dolores en todo el día. Tenga en cuenta que sus
pensamientos influyen de manera muy directa, por lo que la ima-
gen y la afirmación son fundamentales a la hora de adoptar esta
postura.

Para aliviar los dolores de espalda, aplicar un masaje con aceite


de hierba de San Juan, de oliva o de amapola, que actúa cal-
deando y relajando.

Imagine que se encuentra en un lugar donde se siente a gusto.


Está solo o con otras personas que le transmiten fuerza y ale-
gría, o bien realizando una actividad o un deporte que lo en-
tusiasma. También puede limitarse a observar su respiración
procurando que sus pensamientos no se desvíen.

Afirmación: Mi espalda es fuerte, mis espaldas anchas y me


siento protegido y apoyado, por dentro y por fuera.

112
18. Kubera-Mudra
(Dedicado a Kubera, el dios de la riqueza)

Con las dos manos: unir la punta del pul-


gar, del dedo medio y del índice, mientras
los otros dos dedos permanecen doblados
en el centro de la mano.

El Kubera-Mudra puede practicarse en las


situaciones más diversas. Y no depende
tanto del tiempo como de la intensidad con
que se realice. Muchas personas lo conocen
como <<latécnica de los tres dedos» del Alp-
ha- Training10 y lo utilizan cuando buscan
algo en concreto: un sitio para aparcar, un
determinado vestido, el libro adecuado, la
info-rmación necesaria, etc. Otras lo emplean cuando quieren for-
talecer la planificación de su futuro. Se trata siempre de objetivos
que se quieren alcanzar o de deseos que deben cumplirse. Con los
tres dedos cerrados se le da a una cosa o Iy a un pensamiento una
fuerza adicional. Y es revelador que pase algo cuando se unen el
dedo de Marte (fuerza para abrirse camino), Júpiter (grandio-
sidad, alegría desbordante) y Saturno (fijación en lo esencial y
cruzar nuevas puertas). Practicar a diario este mudra con un ob-
jetivo concreto puede ser muy divertido. Además otorga paz in-
terior, confianza y serenidad.

La práctica es sencilla: formule en su interior su deseo u objetivo


con toda claridad, interrogue su corazón para saber si eso es bue-
no para usted y favorece su riqueza interior y exterior, o si enri-
quecerá su entorno. A continuación, una los tres dedos, formule
tres veces su deseo y presione cada vez los dedos. ¡Listo! Si se tra-
ta de encontrar sitio para aparcar o la compra de un vestido nue-
vo, la preparación mental previa no es tan necesaria; pero para
cosas más importantes no valen los atajos. La siguiente medita-
ción y afirmación debería practicarse durante algunos días o se-

113
manas de 1 a 2 veces al día. Este mudra hace milagros. Se lo digo
por expenencIa.

El Kubera-Mudra abre y limpia (elimina la mucosidad) los senos


frontales, sobre todo si durante la inspiración aspira el aire como
si quisiera percibir el aroma de una flor.

Imagine su objetivo, su futuro o su deseo especial a todo color.


Genere una emoción como si ya fuera realidad. El pensamien-
to es la fuerza generadora del padre; la emoción es la fuerza
que da forma, la madre. También las plantas precisan mucho
tiempo para alcanzar la plena floración, y lo mismo sucede
~on los objetivos y deseos. Por supuesto, nosotros también de-
bemos contribuir a hacerlos realidad.

Afirmación: Hago cuanto puedo y el resto permito que me sea


regalado.

114
19. Kundalini-Mudra

Cierre ambos puños, sin apretar-


los. Ahora extienda el índice iz-
quierdo y métalo por debajo en el
puño derecho. Coloque la yema
del pulgar derecho sobre la pun-
ta del índice izquierdo. Mantenga
este mudra tan bajo como le sea
posible ante el abdomen.

Según lo necesite, hasta que se


produzca el efecto deseado o du-
rante un tiempo prolongado 15
minutos 3 veces al día.

La forma del Kundalini-Mudra


es clara: se trata de la fuerza sexual que debe despertarse y acti-
varse. De la unión de lo masculino y lo femenino, de los polos
opuestos. Pero ante todo, de la unión del alma individual con lo
cósmico. Los cuatro dedos de la mano derecha que rodean el
dedo índice simbolizan el mundo exterior y perceptible, el índice
izquierdo simboliza nuestra mente y nuestra alma, y el pulgar lo
divino. '
Unas palabras respecto a la sexualidad que en el Yoga-Tantra
juega un importante papel como práctica espiritual. No hay que
olvidar que los órganos sexuales ejercen una gran influencia so-
bre el.estado de ánimo de las personas y que, por eso, es vital que
estén sanos. También hay que saber que el deseo sexual cambia a
lo largo de la vida. Aunque no se tengan deseos, si se está a gus-
to, todo va bien y es normal. Pero si se manifiestan estos, hay que
satisfacerlos con la pareja o a solas. Esto es muy importante, ya
que la secreción que se excreta tiene la función de limpiar. Las
bacterias, los hongos, etc., que se instalan en la vagina son así
destruidos y arrastrados fuera. Muchas personas se ponen enfer-
mas porque no satisfacen las necesidades naturales del cuerpo o

115
~

porque se estresan forzando al cuerpo a algo de lo que no siente


necesidad.

Como profilaxis contra las molestias. propias de la mujer es útil


el pie de león (Alchemilla xantochlora) y contra las molestias es-
pasmódicas de la menstruación, la argentina (Potentilla anseria-
na L.)

y al igual que la sexualidad es algo maravilloso, da alegría y


despierta el espíritu vital, también lo es la visión de la natura-
leza en flor: la polinización se puede contemplar asimismo
como un acto sexual, que transmite nueva vitalidad y entu-
siasmo. Pasear por un prado en flor, cerca de un arroyo bur-
bujeante y de matorrales aromáticos, por pastos de montaña,
es una exquisitez nutricional para todos los sentidos. Abandó-
nese del todo a estas imágenes interiores, y quizá vuelva a to-
marse el tiempo necesario para disfrutar de estos paseos tam-
bién en el mundo exterior.

Afirmación: Amo la belleza y la belleza me ama.

116
~ ,

20.JCsepana-A1udra

(Gesto de derramar y soltar)

Los índices planos y unidos, el


resto de los dedos cruzados y
las yemas de los dedos apoya-
dos en el dorso de las manos.
Los pulgares cruzados descan-
san en el hueco del pulgar. En-
tre las manos queda una peque-
ña cavidad. Los índices señalan,
si se está sentado, al suelo, y si
se está echado, en dirección a
los pies. Ambas manos están
muy relajadas.

Practicar el mudra sólo el tiem-


po que requiera realizar de 7 a
15 movimientos respiratorios y concentrarse en la espiraclOn.
Suspirar 3 veces a fondo. Después, colocar las manos con la pal-
ma hacia arriba sobre los muslos.

El Ksepana-Mudra estimula la excreción a través del intestino


grueso, la piel (transpiración) y los pulmones (espiración mejora-
da), y la expulsión de la energía gastada. No debe practicarse de-
masiado rato seguido ya que tras algunos movimientos respira-
torios se inicia el flujo de nueva energía. Favorece también la
relajación de tensiones de todo tipo.
A menudo, cuando estamos rodeados de mucha gente, absor-
bemos demasiada energía negativa, sobre todo cuando nuestro
propio nivel de energía está demasiado bajo. Este mudra favore-
ce la expulsión de la energía gastada o negativa y la posterior ab-
sorción de energía fresca y positiva.

A veces, una cura de sudor nos purifica, en particular si esta-


mos incubando una gripe. Tras un baño caliente, échese en la

117
cama y tómese de 2 a 3 tazas de infusión de flores de tila' o de
saúco.

Visualice la siguiente imagen: está sentado en una roca eleva-


da dentro de un arroyo, o junto a él, y practica el mudra.
Mientras echa el aire, brota el sudor de cada uno de sus poros,
de manera que fluye una corriente de su cuerpo hasta el arro-
yo. Para terminar, lávese con el agua refrescante del arroyo. A
continuación coloque las manos sobre los muslos, expóngase
al sol caliente, y déjese secar para abrirse a la energía nueva
que lo llena de nuevo al inspirar.

Afirmación: Todo lo gastado en el cuerpo, la mente y el alma,


fluye saliendo de mí y absorbo lo que me regen,era con agra-
decimiento.

118
21. Rudra-Mudra
(Señor del chakra del plexo solar)

Con las dos manos: unir


las puntas del pulgar, el
índice y el anular, mien-
tras los demás dedos
permanecen extendidos
y relajados.

Según lo necesite o de 3 a 6 veces al día durante 5 minutos.

Si se imagina que está en el centro de una rueda, es decir, en el


cubo, la rueda puede girar tanto como quiera. No le afectará.
Pero si abandona el centro y se coloca en un radio o en la llanta,
tendrá que emplear todas sus fuerzas para no perder pie. Esto es
válido para todas las situaciones de la vida. Si no estamos cen-
trados, estamos «fuera de nosotros mismos», y esto nos provoca
estados de tensión de todo tipo. Hay quienes sienten estas ten-
siones en el estómago, mientras otros las notan en la nuca, en la
espalda, la pelvis o en el pecho.
La fuerza que centra, de acuerdo con la Doctrina de los Cinco
Elementos, se atribuye al Elemento Tierra (ver anexo C) que rige
la energía del estómago, el bazo y el páncreas. El Rudra-Mudra
potencia el Elemento Tierra y sus órganos. Si desciende de forma
apreciable el Chi (denominación china para la energía primige-
nia) debido a que la energía de la tierra está debilitada, la zona de
la cabeza también queda desprovista. Esto tiene como conse-
cuencia que la persona se sienta alicaída, pesada, arrastrada ha-
cia abajo o incluso mareada. Esta debilidad puede suavizarse con
este mudra o incluso superarse del todo.
El Rudra-Mudra se emplea también para aliviar trastornos
cardíacos, vértigos, decaimientos orgánicos y estados generales
de agotamiento.

La angélica (Angelica officinalis Hoffm.) fortalece el sistema ner-

119
vioso vegetativo y el ajenjo (Artemisa absinthium L.) es el reme-
dio que proporciona el jardín de plantas medicinales para el es-
tómago.

La siguiente imagen le ayudará a centrar su mente, mediante la


concentración, en un punto. De esta manera aumentará su capa-
cidad de centrarse, y fortalecerá el cuerpo, la mente y el alma.

Visualice ante sí un lienzo blanco, y dibuje en él, con carbon-


cillo, una rueda de carro: el borde exterior, el interior, y los ra-
dios que los unen. El cubo tiene la forma de un cuadrado. En
el centro ve un punto amarillo. Inspiración: deje que ese pun-
to se acerque a usted y que cada vez se haga más grande y bri-
llante. Espiración: el punto se va empequeñeciendo y se aleja
volviendo al cubo. Con esta imagen permanecerá siempre cen-
trado.

Afirmación: Descanso en mi centro y obtengo fuerza y alegría


de él.

120
-
-
22. Garuda-Mudra

a (Garuda, el pájaro místico)

Primero coloque las manos, la derecha sobre la izquierda, engar-


zadas por los pulgares, en el vientre. Permanezca así unos 10 mo-
vimientos respiratorios. Después sitúelas sobre el estómago, y
permanezca ahí de nuevo ... Para terminar coloque la mano iz-
quierda sobre el esternón, haga girar las manos en dirección a los
hombros y abra los dedos.

Según lo necesite o 3 veces al día durante 4 minutos.

Garuda, el rey de los pájaros, de los aires, enemigo de las ser-


pientes y montura de Vishnu es un animal lleno de fuerza y
poder. Los pájaros en general tienen una vista muy aguda, un
magnífico sentido de la orientación y un enorme instinto de su-
pervivencia. Y los más grandes, gracias a su enorme envergadura
y fuerza en las alas, pueden dejarse llevar por el aire.
Igual de poderoso es el Garuda-Mudra y, por lo tanto, debe
emplearse sabiamente dosificado. Este mudra activa la irrigación
y la circulación sanguínea, revitaliza los órganos y equilibra las
energías de las dos mitades del cuerpo. Ya sea en la zona de la
pelvis o en la del pecho, vitaliza y estimula. Relaja y suaviza los
dolores y trastornos de la menstruación, las molestias en el estó-
mago y las dificultades respiratorias. Si padece hipertensión vaya

121
con cuidado. Es de gran ayuda también en estados de agota-
miento y fluctuaciones del estado de ánimo.

Un remedio milagroso para la irrigación y la circulación sanguí-


nea es el árnica (Arnica montana).

Intente ponerse en el lugar de una gran ave de rapiña (y no en


el del pobre ratoncillo). Planee con elegancia por los aires y
contemple el paisaje (su vida) desde una cierta distancia. Las
montañas (los desafíos a que se enfrenta) las ve como son (ni
demasiado grandes, ni demasiado pequeñas) y también distin-
gue el camino más favorable para superadas. Tiene la visión
clara del ave rapaz y puede distinguir lo que es importante de
lo que no. No toma más ni tampoco menos de lo que necesita
y vive satisfecho y en consonancia con su entorno.

Afirmación: Soy libre interiormente,


tomo lo que me corres-
ponde y vivo en armonía con mi mundo.

122
a-

23. Suchi-Mudra
-
(La aguja)

Primero cierre los puños y co-


lóquelos ante el pecho (posi-
ción de partida). A continua-
ción, al in'spirar, extienda el
brazo derecho hacia la dere-
cha levantando el índice. Al
mismo tiempo, extienda el
brazo izquierdo hacia la iz-
quierda. Mantenga esta postu-
ra durante 6 movimientos res-
piratorios y vuelva a la posición de partida. Haga lo mismo
hacia el otro lado. Repetir 6 veces en cada lado.

En el caso de estrehlmlento
crónico grave, practicar 4 ve-
ces al día; si es ligero, de 6 a
12 veces por la mañana y al
mediodía. Cuando esté de via-
je o tenga un episodio agudo,
practíquelo cada mañana de 5
a 10 minutos, antes de levantarse y cómodamente echado en la
cama, y después realice durante unos minutos el mudra núme-
ro 24. El Suchi-Mudra suele actuar a la primera. Si lo hace a las
7 de la mañana, antes de las 9 ya podrá ir al lavabo sin proble-
mas.
Para los yoguis, la defecación diaria y la limpieza del intestino
siempre han sido muy importantes. El malestar, la hostilidad, la
impaciencia, la ira, y querer aferrarse a todo se debe a menudo a
un intestino lleno y por lo tanto estresado.

Contra el estreñimiento ayuda la frángula (Rhamnus frangula).

123

~, Visualícese como una persona generosa, que disfruta regalan-
do sin condiciones, que reparte una porción adecuada de su
dinero con sabiduría y generosidad; capaz de perdonarse a sí
misma y también a quienes le rodean; que se echa a la espalda
los viejos prejuicios y otras manías y se atreve a tener nuevas
experiencias, que emprende el día como una persona nueva
con un brío renovado. Deje que esta imagen interior se vaya
haciendo realidad poco a poco, en su mundo exterior.

Afinnacíón: Estoy dispuesto en todo momento a abandonar y


a desprenderme de todo lo gastado que hay en mi cuerpo, mi
mente y mi alma.

124

-

24. Mushti-Mudra
(Puño)

Con las dos manos: doblar los .


dedos hacia dentro y colocar el
pulgar sobre el anular.

Según lo necesite o 3 veces al día


durante 15 minutos.

El Mushti-Mudra activa la energía del hígado y del estómago, es-


timula la digestión y es de ayuda contra el estreñimiento.

Cuando le enseñamos el puño a alguien, el otro entiende este ges-


to y reacciona con espanto, huyendo o atacando. Sin embargo,
no es esta la manera de solucionar los problemas. Por eso, y por
desgracia, las agresiones están desprestigiadas y muchas perso-
nas las reprimen hasta tal punto que ya no las perciben. Seguro
que no es bueno dar rienda suelta de forma espontánea a cual-
quier sentimiento agresivo, pero tampoco reprimido. Podemos
reducir mucho su intensidad conociendo su causa. Existe «la ira
ciega» y «la ira santa», entre ambas hay un mundo. La causa de
muchos trastornos físicos como, por ejemplo, la debilidad del hí-
gado, los trastornos cardíacos, etc., son agresiones reprimidas o
incontroladas. La mayoría de las agresiones tienen en común el
«no saber decir no», no saber poner límites, dejarse acorralar,
etc. El mal básico es el miedo.
Cuando surgen las agresiones, procure dades expresión en un
tiempo prudencial: cierre los puños con fuerza y dé puñetazos
a un cojín, corra, golpee el suelo con los pies, baile o póngase a
limpiar algo. Después averigiie la causa y desarrolle una estrate-
gia para poder superar el desencadenante de las agresiones. Con
una simple conversación se pueden aclarar muchas cosas.

125

-
r
La planta medicinal contra el estrés, como se ha demostrado
científicamente, es la raíz de taiga (Eleutherococcus senticosus
Maximowicz).

Imagínese escenas en las que usted actúa con excesivo temor o


agresividad. Ahora repítalas tal y como le gustaría que se de-
sarrollaran. Practique, por ejemplo, decir no o cómo le gusta-
ría presentarse ante sus superiores, su pareja o sus padres.
Pero decir no por sí solo, no le aportará gran cosa, así que ela-
bore mentalmente propuestas sensatas de solución. Tanto si
planea un fin de semana o una reestructuración de su trabajo,
entrene su imaginación y despierte su fantasía; y pronto su
vida se enriquecerá y tendrá más color.

Afirmación: Estoy tranquilo y relajado en toda situación.

126

L
r ~
o
s
25. Matangi-Mudra
(Matangi; divinidad de la armonía
interna y del dominio real)

Cruce las manos ante el plexo so-


lar (zona del estómago), levante
ambos dedos medios y apóyelos el
uno en el otro. Dirija la atención
sobre la respiración en el plexo so-
lar o zona del estómago.

Según lo necesite o 3 veces al día


durante 4 minutos.

Este mudra fortalece el impulso


respiratorio en el plexo solar y equilibra las energías en esta
zona. Estimula el Elemento Madera, al que se atribuye un co-
mienzo nuevo, y el Elemento Tierra, que da profundidad a la
vida. Del Matangi-Mudra se benefician el corazón, el estómago,
el hígado, el duodeno, la vesícula biliar, el bazo, el páncreas y los
riñones. Practicándolo, el corazón alterado se tranquiliza de for-
ma notable y desaparecen las tensiones internas (p. ej. espasmos
o sensación de saciedad) relacionadas con la digestión. Según
Kim da Silva, este mudra también relaja los dolores difusos y las
tensiones maxilares.

La lavanda (Lavandula angustifolia Miller) y la verbena (Verbe-


na officinalis) son plantas medicinales de la serenidad y la armo-
nía.

El verde y el amarillo son los colores de la zona del plexo solar.


El amarillo alegra el ánimo y estimula la mente. El verde es el co-
lor de la armonía. Todo el mundo necesita un lugar al que poder
retirarse. Podemos creado en nuestro interior. Si llegamos a él sin
medio de transporte, no sobrecargamos el medio ambiente y
ahorramos tiempo.

127

L
Imagínese un desierto amarillo en el que usted crea un mara-
villoso oasis verde, un lugar de armonía y satisfacción. Es su
lugar personal de refugio y usted le da forma según sus prefe-
rencias y necesidades. Aquí se encuentra de nuevo consigo
mismo. Se serena, se tranquiliza y su alma halla la paz.

Afirmación: La serenidad, la calma y la paz me llenan por


completo.

128

-
26. Mahasirs-Mudra
(Gran mudra de la cabeza)

Con las dos manos: unir el


pulgar, el índice y el dedo
medio, colocar el anular
en el pliegue del pulgar y
mantener extendido el me-
ñique.

Según lo necesite o 3 veces


al día durante 6 minutos.

Los dolores de cabeza pueden tener las causas más diversas y es


difícil conseguir que desaparezcan de inmediato y para siempre
con un solo mudra. A menudo los originan cambios de tiempo o
bien tensiones en los ojos, la nuca, la espalda o la pelvis; también
problemas con los senos nasales o la digestión. Todo esto puede
conducir a un exceso de energía gastada en la zona de la cabeza
y producir tensiones que causan los dolores. Para relajar las ten-
siones en la cabeza, lo más importante es no pensar en ellas en
absoluto y dirigir la conciencia hacia otra parte del cuerpo (al ab-
domen, los pies o las manos). El Mahasirs-Mudra equilibra la
energía, actúa relajando tensiones y eliminando las mucosidades
de los senos frontales.
Si dispone de un poco de tiempo para echarse, pruebe también
los remedios adicionales contra el dolor de cabeza: sumerja una
toalla en agua con vinagre y envuélvase con ella los pies, de ma-
nera que tanto las plantas de los pies como el dorso y los dedos
queden bien tapados. Ahora masajee primero la nuca de arriba
abajo presionando con fuerza en el centro con el índice y el dedo
medio, luego las dos sienes, y por último disponga los dedos en
la postura del Mahasirs-Mudra.

Complemente todo esto con una infusión de corteza de sauce


(Salix alba), filipéndula (Filipendula ulmaria) o cornezuelo de

129

-
centeno (Chrysanthenum parthenium). Para detener una lllCI-
piente migraña, puede administrarse una lavativa.

Imagínese que mientras espira descienden oleadas de energía


desde su cabeza, pasando por la nuca, la espalda, los brazos y
las piernas, fluyendo hacia abajo y saliendo por las manos
y los pies.- Después siéntase con la cabeza clara, despejada,
fresca y ligera. Pásese los dedos abiertos por la cara y disfrute
un rato del bienestar.

Afinnación: Tengo la cabeza clara, despejada, fresca y ligera.

130

-
CI-

27. Hakini-Mudra

y (Hakini; divinidad del chakra


de la frente)

Apoyar unas sobre otras to-


das las puntas de los dedos.

El Hakini-Mudra se puede
practicar siempre.

Si quiere acordarse de algo o recuperar el hilo de un asunto, una


las puntas de los dedos, levartte los ojos, coloque la punta de la
lengua cuando inspire en el paladar y déjela caer de nuevo cuan-
do espire; realice un par de movimientos respiratorios, e inme-
diatamente recordará lo que desea. Este mudra también le será
de utilidad si tiene que concentrarse en algo durante bastante
tiempo, necesita tener buenas ideas y quiere retener lo que lee.
Por lo demás, mientras realice un trabajo mental no cruce los
pies y siéntese con la mirada dirigida al oeste. Este mudra puede
hacer auténticos milagros y debería tenedo siempre presente
para practicado en un momento de necesidad.
Esta posición de los dedos ha sido profundamente estudiada
por los científicos, y se ha comprobado que estimula el trabajo
conjunto de los dos hemisferios del cerebro, el derecho y el iz-
quierdo. En la actualidad se recomienda también en cursos de en-
trenamiento de la memoria y de management. Abre el acceso al
hemisferio derecho del cerebro donde se encuentra almacenada
también la memoria. Su práctica mejora la respiración, profun-
dizándola, y beneficiando así al cerebro. Para recargar de nueva
energía el cerebro, practique también el Maha-Bandha (ver pág.
191) o emplee esencias aromáticas: limón, romero, albahaca, hi-
sopo.
Según Kim da Silva, el Hakini-Mudra regenera la energía de los
pulmones, y desplazando los dedos de manera que el índice dere-
cho se apoye en el pulgar izquierdo, el dedo medio derecho en el
índice izquierdo, etc., se activa la energía del intestino grueso.

131

-
Para los pulmones crece la pulmonaria (Pulmonaria officina-
lis L.).

Podrá estimular su concentra<;:ión y acumular nuevas fuerzas


mentales ligando su mirada y sus pensamientos durante un espa-
cio prolongado de tiempo a un objeto o a una actividad repara-
dora. El ejercicio siguiente también va en esa dirección:

Coloque un objeto ante sí, a un metro de distancia, por ejem-


plo una vela encendida, una fruta o una piedra. Mire el obje-
to sin parpadear tanto tiempo como pueda. Ahora cierre los
ojos e intente visualizarlo. Abandone de inmediato cada pen-
samiento que venga a su mente y que no esté relacionado con
el objeto en cuestión. Mantenga la concentración durante tan-
to tiempo como pueda.

Afirmación: La concentración es mi fuerza.

132
na-

28. Tse-Mudra
zas
pa- (Ejercicio de los tres secretos)
ra-
Coloque ambas manos sobre los mus-
los. Doble el pulgar hasta tocar la raíz
del meñique y cierre despacio los cua-
-
tro dedos restantes sobre el pulgar,
-
mientras lentamente toma aire por la
s
nariz. Contenga la respiración y «for-
-
me 7 veces en su mente el tono
n
- "OM", percibiendo la vibración en el
oído derecho».11 Exhale el aire despa-
cio, contrayendo con- fuerza el abdo-
men. Abra de nuevo las manos e ima-
gínese que las preocupaciones, los
miedos y la desdicha abandonan de
nuevo su cuerpo.

Repetir este ejercicio de 7 a 49 veces,


o como mínimo 7 veces, como dicen
los monjes taoístas.

Kim Tawn, gran conocedor de la me-


dicina china, ha escrito al respecto:
«La tradición dice que este mudra
aleja la tristeza, reduce el temor, cambia la mala suerte y la des-
gracia, y vence la depresión. Es famoso por aumentar el magne-
tismo personal y las capacidades intuitivas y mentales».12
Es curioso que hace muchos años, cuando pasé mis horas más
negras, cansada de vivir y profundamente triste, acurrucada en
mi sofá, la posición de las manos (el pulgar dentro del puño) que
adopté fue precisamente ésta. Hoy tengo claro que muchas de-
presiones se deben a la debilitación del Elemento Agua (ver ane-
xo C) o bien de los riñones y la vejiga. Este elemento puede rege-
nerarse, o recargarse como una batería, realizando ejercicios
respiratorios específicos, como el descrito más arriba.

133
Cuando sufrimos una depresión, las personas que nos rodean
y que nos quieren suelen aconsejamos salir a pasear al aire libre,
practicar gimnasia, Yoga, etc., pero a menudo carecemos de las
fuerzas necesarias para hacerlo (lo comprendo, sé lo que es). Pero
como respirar es algo imprescindible, lo que podemos ha-
cer como mínimo es intensificar la respiración, aunque nos en-
contremos sumidos en la depresión más profunda (ver pág. 31),
Y practicar el Tse-Mudra. Después estírese y desperécese con
energía. ¡Esto hace milagros!

Otro remedio milagroso contra las depresiones es beber agua,


vulgar y corriente, mucha agua y ducharse mucho. La hierba de
san Juan (Hypericum perforatum L.) y la borraj a (Borago offici-
'nalis) Son las plantas medicinales contra la depresión.

Imagínese sentado junto al mar, sus pies son acariciados con


suavidad por las olas. Respira hondo, toma el estimulante aire
de mar, conteniendo la respiración durante unos segundos y
expulsando el aire despacio. Ahora sienta una .ligera lluvia
y perciba cómo la tibia humedad que lo moja enjuaga su tris-
teza y sus preocupaciones. Después vuélvase de cara al sol y
deje penetrar la luz y el calor por los poros de su piel. Déjese
consolar y obsequiar con una nueva confianza y alegría.

Afirmación: Me dejo llenar de luz, ligereza y alegría divina.

134
n
e,
s 29. Vajra-Mudra
o
- (Gesto del rayo fulgu-
- rante)
,
n Con las dos manos:
presione con el pulgar _
el borde de la uña del
dedo medio, colocando el anular al otro lado de la uña del dedo
e medio, y el dedo meñique alIado de la uña del anular.

Según lo necesite o 3 veces al día durante 5 minutos.

También le será de gran ayuda masajearse la raíz de la nariz, el


centro de la frente, la zona trasera de la cabeza y la nuca con el
dedo medio.

La presión sanguínea demasiado baja o debilidad en el Elemento


Tierra (ver anexo C), al que se asigna la energía del estómago, del
bazo y del páncreas, o un corazón cansado pueden debilitar el
sistema circulatorio. La falta de brío, el abatimiento y los vérti-
gos serán las consecuencias de todo esto.
Con el Vajra-Mudra se impulsa el sistema circulatorio. Los
movimientos hacia atrás y hacia los lados que se practican en el
Yoga (ver pág. 198 o 202) activan las correspondientes energías.
También da nuevo brío caminar con paso firme y decidido o es-
cuchar música alegre y estimulante (p. ej. la sonata para piano de
Ludwig van Beethoven y las sinfonías 1, 2, 5 o 7; el concierto
para piano en.fa mayor de George Gershwin; jazz o rack, las
marchas, la música techno, etc.). Otra cosa bastante efectiva es
echarse agua caliente o fría en las muñecas.
Atención: la apatía tiene a veces su origen en un agotamiento
físico o anímico-mental. En estos casos, lo indicado es el descan-
so, sin la intervención de ningún estimulante.

Los grandes animadores de la naturaleza son el árnica (Arnica


montana) y el romero (Rosmarinus officinalis).

135
-.L-

Imagine en su pelvis una esfera ardiendo. Con cada inspira-


ción la esfera de fuego le sube por la columna vertebral, hasta
el corazón, y por la garganta, hasta el cráneo. La esfera le ca- I
lienta
la el cuerpo y la vitalidad, le caldea el corazón y le ilumina
mente.

Afirmación: Estoy dispuesto a disfrutar de este día con el co-


razón alegre.

136
-.L- - ~

I 30. Bhramara-Mudra
(La abeja)

Con las dos manos: coloque


el índice en el hueco del pul-
gar y la punta del pulgar
junto a la uña del dedo me-
dio. El anular yel meñique
permanecen extendidos.

Practicar 4 veces al día durante 7 minutos. Si dispone de más


tiempo practíquelo hasta 8 veces al día durante unos 20 minutos.

El n.ombre de este mudra procede de una danza india y represen-


ta a la abeja. En la actualidad utilizamos productos de las abejas
contra las alergias, y este mudra produce el mismo efecto. ¡Inte-
resante!
La causa de las alergias es un sistema inmunológico debilitado
o una flora intestinal empobrecida. Sepa que los antibióticos y
muchos otros medicamentos perjudican la flora intestinal. Las
consecuencias son mucosidades en los senos frontales, bronquios
y tracto intestinal, además de la aparición de una gran diversidad
de sarpullidos. El cambio de tiempo, el polen y los pelos de ani-
males son sólo los desencadenantes, pero no la causa. Y en mi
caso, el asma y las alergias se alternaban con regularidad. En la
actualidad no tengo la menor molestia porque he cambiado mi
alimentación y he modificado mis hábitos de conducta. Las per-
sonas alérgicas no deberían comer, o tomar muy poca, carne, to-
mates, pimientos picantes, kiwis o fresas, ni beber leche.
Practicar el Yoga con regularidad, correr y pasear contribuye
a fortalecer el sistema inmunológico. Eliminar el estrés y descan-
sar lo suficiente, también es importante. Sanear la flora intestinal
se puede hacer con tierra medicinal como una forma de cura.
También es muy efectiva una lavativa, y aunque le parezca lo
contrario no es nada complicado: cuelgue el depósito de agua en
la parte superior de la bañera, llénelo con infusión de salvia o

137
manzanilla, póngase a gatas (ver pág. 100) dentro de la bañera e
introduzca el extremo del tubo en el ano para llenar el intestino
con la infusión. El resto se hace solo. Repetir 3 veces y descansar
después un rato. Lo mejor es aplicar una lavativa cada dos días
durante una semana. El efecto dura algunos meses.
Las personas alérgicas suelen tener obsesión por la limpieza o
le tienen pánico a las enfermedades contagiosas. Adquiera con-
ciencia de sus miedos y trabájelos enfrentándose en su mente a
aquello que desencadena su miedo.

¿Qué le da miedo? Visualice el objeto al que es alérgico y vea


que se mantiene sano al tocado. De entrada sentirá un natural
i"echazo interior ante esta imagen, pero repítala hasta que su
reacción sea neutra.

Afirmación:
dad. Yo... (nombre) me adhiero al amor y a la sereni-

138
a e
ino
sar 31. Uttarabodhi-Mudra
días
(Mudra de la gran ilumina-
a o ción)
on-
e a Ambas manos cruzadas
ante el plexo solar, es decir,
a la altura del estómago;
a los índices y los pulgares
unidos. Los índices señalan
u al techo y los pulgares ha-
cia el suelo o el estómago.
Si está echado, apoye las
- puntas de los pulgares en el extremo inferior del esternón.

El Uttarabodhi-Mudra se puede practicar en todas partes, en


cualquier momento y durante el tiempo que se quiera.

Practique este mudra cuando se sienta abatido física y mental-


mente, quiera relajarse o necesite una idea detonante, una chispa
de ingenio.
El Uttarabodhi-Mudra fortalece el Elemento Metal (verane-
xo C), al que se asigna la energía de los pulmones y del intestino
grueso. Refuerza la fase de inspiración en la respiración y actúa
reanimando al favorecer un ensanchamiento en la zona del co-
razón y la zona superior de los pulmones. El Elemento Metal
guarda una relación directa con el sistema nervioso y con todo
conductor de impulsos eléctricos o energéticos. Se trata de con-
du~tores internos, pero también externos que conectan al ser
humano con el entorno y con las fuerzas cósmicas. El Elemento
Metal conduce la fuerza universal, también denominada Chi o
Prana, de fuera a dentro, de ahí que sea el responsable de la re-
posición interna de reserva energética. Por eso, a mí me gusta
comparar este mudra con un pararrayos, y suelo practicado an-
tes de dar una conferencia o una clase, o de ponerme a escribir,
ya que por un lado, quiero ponerme en contacto con las fuerzas
divinas, que deben ser la esencia de mi trabajo, y por otro, esta-

139
blecer un vínculo con las oyentes o las lectoras. Compruebe los
efectos de este mudra, ¡se sorprenderá!

El espino amarillo (Hippophae rhamnoides L.), que se recoge so-


bre todoy anímicamente.
mental durante los oscuros meses de invierno, reanima física,

Imagine una escalera que, desde la pelvis, sube hasta el cora-


zón, la cabeza y más allá de ésta, perdiéndose en el infinito. Lo
que ahora desee -soluciones, respuestas, fuerza terapéutica,
discernimiento, etc.- llega hasta usted desde el cosmos en
forma de luz por esa escalera. Quizá quiera pedir algo para
'Otra persona, en ese caso dirija la luz de su corazón hacia esa
persona.

Afirmación: Mi asociación con las fuerzas del cosmos ilumina


mi vida con una nueva luz.

140
los
32. Mudra de desintoxicación
so-
ica, Con las dos manos:
colocar el pulgar en
la pared interior
a- de la tercera falange
Lo del dedo anular.
,
en
a
a

Por lo menos una vez al año, habría que llevar a cabo una cura
depuradora del organismo, sin que importe demasiado que se
haga en un magnífico balneario o en casa. Pero lo que sí es fun-
damental es que durante el tiempo que se realice, usted se cuide
mucho, y se permita descansar todo lo necesario, sin olviaar in-
cluir el suficiente ejercicio (pasear, Yoga, ejercicios respiratorios).
Lo más eficaz y suave es una dieta de arroz o patatas. Durante 3
o 4 días, por la mañana, tome una infusión de ortigas (Urtica
dioica L.) y coma pan que sea fácil de digerir; a mediodía y por
la noche un plato de arroz o patatas con hojas de alguna verdu-
ra al vapor. Entre horas, beba agua o tome infusiones. Cada dos
días debería administrarse una lavativa (ver pág. 138) y de vez en
cuando, reforzar la depuración con una cataplasma. La cataplas-
ma de patata, por ejemplo, es fácil de preparar y extrae literal-
mente las toxinas del organismo. Aplíquesela como complemen-
to de la cura de desintoxicación general sobre el hígado o los
pulmones' o también en las partes del cuerpo que le duelan. Co-
cer las patatas con piel y aplastarlas con un tenedor para formar
una pasta. Envolverla en un paño de algodón y colocarla en ellu-
gar elegido; cubrir la cataplasma y esa parte del cuerpo con un
paño caliente. Dejar actuar durante unos 30 minutos.
Los días que dure la cura de depuración, conviene echarse y
descansar de vez en cuando; es el momento ideal para practicar
este mudra que ayuda a reforzar el proceso de desintoxicación.

141

lIIIII
Aproveche estos días para reflexionar acerca de lo que está dis-
puesto a dejar de lado, aparte de las toxinas y deshechos de su or-
ganismo: malos recuerdos, viejos rencores, hábitos, rasgos del
carácter, miedos, etc. De esta manera, dejará espacio para lo nue-
vo. ¿ Qué será?

La siguiente visualización debería practicarse varias veces al día


y con mucho entusiasmo:

Visualice una película en la que aparezca todo lo que desea


abandonar. Tómese el tiempo que haga falta. Después visuali-
ce todo lo nuevo, lo que desea. lmagínelo con toda viveza y en
de,talle, y genere las emociones (alivio, orgullo, alegría, etc.)
que experimentará cuando haya alcanzado el objetivo, cuan-
do se haya cumplido su deseo.

Afirmación: Pongo mi deseo, mi objetivo, bajo la protección


divina y todo está bien.

142
s-
r-
el 33. Shakti-Mudra
e-
(En honor de Shakti, la
diosa de la energía vital)
a
Junte los dos anulares y
los dos meñiques y do-
ble los otros dedos con
suavidad sobre los pulga-
res, también doblados,
bajo la palma de la mano.
Sienta la respiración en el abdomen y prolongue ligeramente la
espiración.

Según lo necesite o 3 veces al día durante 12 minutos.

El Shakti-Mudra fortalece el impulso respiratorio en la zona in-


ferior del pecho; la respiración se percibe, multiplicada, en el ab-
domen. Tiene un efecto relajante y favorece el sueño por la no-
che. Si se practica con demasiada frecuencia o durante mucho
tiempo seguido, puede producir letargia. En ocasiones distiende
agradablemente la pelvis y actúa contra las contracciones espas-
módicas del intestino o las molestias de la menstruación.
Las personas que tienen dificultades para coger el sueño sue-
len pedirme consejo, y uno de los que les doy siempre es efectivo:

• Practique una versión ligeramente modificada de este mudra


antes de dormirse. La mayoría de las personas duermen de
lado. Si e.ste es su caso, coloque la almohada entre las manos,
el meñique y el anular están pegados y los otros dedos por en-
cima y por debajo de la almohada.
• Doble una mano hacia atrás y hágala girar despacio hacia la
derecha y hacia la izquierda 6 veces; después haga lo mismo
.con la otra mano; luego con un pie y después con el otro.
• Frótese con un paño mojado la cara exterior e interior de las
piernas y, sin secadas, métase en la cama.

143
Tomar valeriana (Valeriana officinalis L.) y lúpulo (Humulus lu-
pulus L.).

También tienen un efecto relajante las combinaciones de ver-


des y las formas suaves y cambiantes. Visualice imágenes ver-
des (un paisaje, hojas, un pañuelo de seda, etc.) y deje que la
espiración se haga cada vez más lenta.

Afirmación: La calma, la armonía y una profunda paz llenan


todo mi ser.

144
u-

34. Maha-Sacral-Mudra
(Mudra de la pelvis ma-
yor)

Unir las yemas de los anu-


lares una con otra y las
de los meñiques con las
de los pulgares. Durante
10 movimientos respira-
torios mantener esta posi-
ción y después cambiar.

A continuación, unir las


yemas de los meñiques
una con otra y las de los
anulares con las de
los pulgares. Mantener
también esta posición du-
rante 10 movimientos
respiratorios.

Según lo necesite o 3 veces al día durante 7 minutos.

Este maravilloso mudra es de gran ayuda en el caso de molestias


abdominales, sobre todo para los dolores de la menstruación,
cuando se da una actividad intestinal débil, se producen espas-
mos intestinales o se sufren trastornos de la vejiga o de la prósta-
ta. Proporciona alivio relajando y equilibrando las energías.

Mientras practica este mudra realice también entre 10 y 30 veces


el Maha-Bandha (ver pág. 191). Repetir cada día varias veces.
Este ejercicio se puede practicar, por supuesto, sentado en el ino-
doro.

A partir de los 50 años, muchas personas se ven afectadas por


trastornos como la debilidad de vejiga, hemorroides, atonía o

145
tensiones en la zona del ano y la vesícula. Con entrenamiento, el
músculo pubococcígeo13 puede mejorar.

Como medida adicional contra la relajación de los esfínteres ve-


sicular y anal, utilice el Viparita Karani-Mudra (ver pág. 204).
También es bueno para la vejiga yla próstata masticar semillas
de calabaza y las infusiones de peral (Pyrus communis) o de ho-
jas de uva de oso (Arctostaphylos uva-ursi).

Los problemas de defecación suelen ir ligados a dificultades men-


tales-emocionales con temas referidos a tenerse que desprender
de algo en general o con el miedo a tener que llevar a cabo algo
hasta el final. Con la siguiente imagen creará modelos nuevos a
este respecto.

¿Acaso el mundo no resulta siempre más agradable al otro


lado de un largo túnel? A menudo, a lo largo de nuestra vida,
tenemos que atravesar túneles, pasar por algo de manera ine-
vitable. La imagen del túnel que hay que cruzar, puede ayu-
damos a seguir avanzando, a seguir actuando y esperando.
Todo túnel acaba conduciéndonos a la luz, pero hay que tener
el valor y la fuerza necesaria para llegar hasta el final.

Afinnacíón: No importa lo oscuro que sea a veces mi camino,


me conduce a la luz.

146

•••
el

35. Makara-Mudra
e-
). (Makara; nombre de un
as cocodrilo de la mitología
o- india)

Una mano descansa en la


n- otra; el pulgar de la mano
r situada debajo, se coloca
go entre el anular y el meñi-
a que y reposa en el centro
de la palma de la mano situada encima. Unir el pulgar y la pun-
ta del anular de esta mano.

Practicar de 3 a 4 veces al día durante un máximo de 10 minutos.

-
El cocodrilo puede poner en marcha en un espacio muy breve de
tiempo una enorme fuerza acumulada durante sus larguísimos
periodos de descanso. También el ser humano tiene una reserva
de fuerzas que se repone en los periodos de descanso. Este mudra
activa la energía de los riñones, relacionada con dicha reserva.
En la mayoría de los casos, sentirse abatido, deprimido e insatis-
fecho, o tener ojeras, no es más que un síntoma de que se han
reducido las reservas de energía. Además de los paseos al aire li-
bre y los masajes en las orejas, son de gran ayuda los ejercicios
respiratorios del Yoga. En mi caso, lo que me ha dado mejores re-
sultados ha sido la técnica de respiración completa Yogui, que
puede practicar se de pie, andando, sentado o echado: respire
hondo, hinche el abdomen y el pecho y levante los hombros, con-
tenga la respiración durante unos segundos y espire despacio. Al
final de la espiración practique una ligera contracción del abdo-
men para poder expulsar más aire. Tenga en cuenta que las pau-
sas después de la inspiración y de la espiración deben prolongar-
se durante unos segundos. r'
Este mudra, aparte de tener efectos muy relajantes, ayuda a
centrarse y otorga una gran sensación de seguridad y confianza.
El abedul (Betula verrucosa) que absorbe a diario hasta 70 li-

147

••• ••
tras de agua de la tierra y la evapora por las hojas, es muy útil
cuando el funcionamiento de los riñones está debilitado; la hie-
dra terrestre (Glechoma hederacea L.) alivia las molestias de una
vejiga irritada.

El color azul tiene una influencia positiva en el Elemento Agua.

Visualice un prado con muchas flores azules. Detrás se ve un


mar azul sobre el que se extiende el cielo también azul.

Afirmación: En todo momento y en todas partes, la energía


divina, cósmica, está a mi completa disposición y yo hago sa-
bio uso de ella. '

148
til
e-
na 36. Mukula-Mudra
(Mano de pico)

Con las dos manos: apoye los


cuatro dedos en el pulgar y
aplique las puntas de los dedos
a la parte del cuerpo que más
energía precise.

Según lo necesite o 5 veces al día durante 5 mÍnutos.

Este mudra para relajar y dar fuerzas se aplica al órgano o la par-


te del cuerpo que duele, está debilitado o tenso. Es como si se
aplicara un rayo láser de energía regeneradora a la parte del
cuerpo afectada o al órgano deseado. Samuel West, un científico
y sanador estadounidense, utiliza el Mukula-Mudra con mucho
éxito cuando hay que recargar de energía eléctrica un órgano. Ha
podido demostrar que todas las enfermedades, y también mu-
chos dolores indefinidos, se deben a que el campo eléctrico
correspondiente es demasiado débil. Los dedos, según West, se
aplican a los distintos órganos de la manera siguiente:

Pulmones: los dedos se aplican a derecha e izquierda, unos 5 cm


por debajo del esternón.
Estómago: los dedos de ambas manos se aplican justo debajo del
esternón.
Hígado y vesícula biliar: aplicar la mano izquierda al extremo in-
ferior del esternón, mientras con la mano derecha se recorre
21 veces el extremo de las costillas del lado derecho, como si
se quisiera encender una cerilla.
Bazo y páncreas: aplicar la mano derecha al extremo inferior del
esternón, mientras con la mano izquierda se recorre 21 vec~sv
el extremo de las costillas del lado izquierdo, como si se qui-
siera encender una cerilla.
Riñones: aplicar los dedos de ambas manos en la espalda, a unos
5 cm por encima de la cintura.

149
Vejiga: aplicar los dedos de ambas manos a derecha e izquierda
junto al perineo.
Intestinos: aplicar los dedos de una mano sobre el ombligo y tra-
zar un círculo, cada vez mayor, de derecha a izquierda (como
una espiral).14

Al mismo tiempo, practique la respiración completa Yogui y des-


pués de la espiración, durante una pausa prolongada, pronuncie
la afirmación que encontrará más abajo.

Los siguientes colores producen un efecto adicional:

Para el tratamiento de los pulmones visualice el color blanco;


para el hígado y la vesícula biliar el verde; para el estómago, el
bazo y el páncreas, él amarillo; para el corazón o el intestino
delgado, el rojo, y para los riñones y la vejiga, el color azul.

Afinnación: Fuera suciedad, adentro la fuerza.

150
37. Mudra de las articulaciones
o

Mano derecha: unir el pulgar


- yel anular.

Mano izquierda: unir el pul-


gar y el dedo medio.

Según lo necesite o 4 veces


al día durante 15 minutos. Si
está enfermo practíquelo 6
veces al día durante 30 mi-
nutos.

Este mudra equilibra la ener-


gía en las articulaciones. He
tenido muy buen'as experien-
cias con él, después de haber
dado un largo paseo o recorrido la montaña, y volver con dolor
en las rodillas o de haber trabajado muchas horas sentada ante el
ordenador y haber acabado teniendo molestias en los codos.
Contra los dolores en las articulaciones también son muy úti-
les los numerosos ejercicios dinámicos de Yoga que he descrito en
mis libros (ver bibliografía). Todas las personas mayores de mi
familia sufren de artrosis, grave en algunos casos. Yo también pa-
decí durante 20 años dolores en la articulación de la rodilla y de
la cadera. Sin embargo, en la actualidad, gracias al Yoga, no ten-
go la menor molestia. También me han sido de gran ayuda las ca-'
taplasmas de todo tipo. Por lo tanto, no se deje convencer de que
lo suyo es una enfermedad crónica y de que debe acostumbrarse
a convivir con el dolor el resto de su vida. ¡Haga algo por evitar-
lo! La curación puede durar meses, pero con constancia el éxito
está asegurado.

Un ejercicio maravilloso para todas las articulaciones es el del


osito. Lo más importante es que trace los círculos muy relajado y

151
despacio. Los 'movimientos se llevan a cabo acompañados de una
respiración lenta.

Échese de espaldas, baje un poco la barbilla y rodéese las rodillas


con los brazos. Después ponga los brazos y las piernas perpendi-
culares al cuerpo.

• Sacuda con suavidad los dos pies y las dos manos.


• Trace círculos con las articulaciones de los pies y de las manos.
• Trace amplios círculos con los brazos y las piernas como si
quisiera dibujar un enorme ocho en el techo.
• Doble y encoja los brazos y las piernas.

La planta medicinal para las articulaciones, tanto de animales


como de personas, ha sido desde siempre la consuelda mayor
(Symphytum officinale L.).

Visualice imágenes en las que pueda disfrutar de una comple-


ta movilidad; está moviendo con facilidad y libertad las pier-
nas y los brazos, los pies y las manos, el cuello y la nuca. Véa-
se como una bailarina, un deportista o un artista de circo y
sienta cómo fluye su energía y se le levanta el ánimo.

Afirmación: Disfruto mi movilidad que eleva mi alma y esti-


mula mi mente.

lS2
a

38. Kalesvara-Mudra
(Dedicado a la divinidad
Kalesvara, que reina sobre
el tiempo)

Las yemas de los dedos


medios, las dos primeras
falanges de los índices y
los pulgares se tocan. Los
otros dedos están dobla-
dos hacia dentro. Los pulgares señalan hacia el pecho y los codos
están levantados hacia fuera.

Inspirar y espirar despacio 10 veces. Después observar la respira-


ción alargando las pausas tras cada inspiración y cada espira-
i ción.

El Kalesvara-Mudra tranquiliza la avalancha de pensamientos o


las emociones alteradas. Cuanto más se tranquiliza la persona,
mayores se hacen los intervalos entre los pensamientos. Al mis-
mo tiempo, aumenta la capacidad de discernimiento para poder
realizar nuevas observaciones sobre uno mismo, buscando y en-
contrando soluciones.
Cuando se produce una hiperactividad del «aparato pensan-
te» o por ejemplo se da vueltas a determinados pensamientos sin
poder detenerlos, la flor de Bach número 36, el castaño de Indias,
produce auténticos milagros.
Este mudra también se emplea para cambiar rasgos del carác-
ter, estimular la memoria y la concentración o suprimir compor-
tamientos adictivos. Para ello debe practicar se a diario, como mí-
nimo de lOa 20 minutos.
A lo largo de nuestra vida, vamos puliendo los rasgos de nues-
tro carácter del mismo modo que el escultor hace una estatua a
partir de un bloque de piedra informe. Pero esto en ningún mo-
mento debe convertirse en una batalla contra uno mismo, sino en
una guía amorosa y comprensiva hacia la dirección correcta. Por

153
desagradables y molestos que puedan ser los rasgos negativos de
nuestro carácter, nuestros malos hábitos o adicciones, una vez
superados, nos hacen avanzar.

• Pregúntese primero qué le aporta esta característica o hábito.


• Pida a la Conciencia Cósmica su ayuda y complicidad en este
proyecto .
•. Describa la nueva cualidad o hábito con tanto detalle como le
sea posible.

Ahora imagínese escenas en las que actúa y reacciona de otra


manera a la habitual.

Afirmación: Disfruto siendo (así o así).

154

••••
e
z
39. Shivalinga
(Mudra para reponer fuer-
zas)

La mano derecha, con el


pulgar extendido hacia
arriba, descansa sobre la
palma de la mano izquier-
da que adopta la forma de
un cuenco. Los dedos
de la mano izquierda están juntos. Las manos están situadas a
la altura del abdomen y los codos se abren hacia los lados y
hacia delante.

Según lo necesite, tantas veces como quiera o 2 veces al día du-


rante 4 minutos.

La mano derecha en este mudra simboliza la fuerza masculina, el


falo de Shiva, que en la mitología india encarna el aspecto des-
tructor de la más alta divinidad. De la misma manera que el falo
simboliza un inicio, Shiva representa la divinidad que facilita este
nuevo comienzo en la medida que destruye algo, con el fin de
crear las condiciones necesarias para la renovación. Si las flores
no se marchitaran, no habría tampoco frutos, o si en nuestro or-
ganismo no se destruyeran las células gastadas, se producirían
excrecencias, etc. Se trata de un círculo eterno que debe funcio-
nar de forma impecable también en nosotros, tanto en el ámbito
físico C9mo en el anímico-mental. Una fuerza interior, que todos
tenemos en reserva, lo mantiene en funcionamiento, y esta fuer-
za está asignada al Elemento Agua (ver anexo C). Este acumula-
dor se alimenta de la respiración. Por eso es tan importante la ca-
lidad óptima de la respiración (ver pág. 31). El Elemento Agua
actúa sobre el borde exterior de la mano y en el centro de
la mano, mientras que el pulgar actúa como un conductor de la
energía que se asimila a través de los pulmones.
Este mudra se emplea contra el cansancio, la insatisfacción, el

155

••••
abatimiento, las depresiones o para aliviar el agotamiento tras
haber tenido que soportar una prolongada tensión o sobrecarga.
También se puede practicar en los tiempos de espera, mientras
aguardamos los resultados de una exploración médica, por ejem-
plo. Este mudra ayuda a que prosperen los procesos de curación,
sin que importe el estado ni el tipo de enfermedad. Y por lo que
se refiere a las curaciones, hace muchos más milagros de los
que se conocen. No lo olvide cuando tenga necesidad de curarse.

Imagine que su mano izquierda es un almirez y la derecha un


pisón. Durante los primeros movimientos respiratorios deje
caer en su mano izquierda en forma de grava oscura todo
aquello que le pone enfermo; con el borde de la mano derecha
convierta lo que haya quedado en arena fina que poder soplar
de su mano. Después permanezca sentado y deje que la ener~
gía terapéutica fluya por la punta del pulgar derecho en el
cuenco que forma su mano, es decir, en su almacén de fuerzas.
Mientras, pronuncie varias veces y con fervor la siguiente afir-
mación:

Afirmación: La luz sanadora atraviesa cada célula de mi cuer-


po, desprende lo que tiene que ser desprendido y regenera lo
que tiene que ser regenerado. ¡Gracias!

156
as
.
s 40. Mudra dinámico
m-
,
e
os
. Como su nombre indica, en este mudra los dedos no están quie-
tos sino en movimiento.

Con las dos manos: durante cada espiración se une la punta de


un dedo a la punta del pulgar, y durante la inspi~ación se extien-
den todos los dedos. Mientras se practica este mudra se pronun-
cia una sílaba mantra.

Con «Saaa» presionar el pulgar con el índice.


Con «Taaa» presionar el pulgar con el dedo medio.
Con «Naaa» presionar el pulgar con el anular.
Con «Maaa» presionar el pulgar con el meñique.

En la segunda ronda, la presión no se ejerce con la punta del pul-


gar sino con la uña.

En la tercera ronda se presiona con el pulgar todo el dedo. La


punta del dedo presiona sobre la palma de la mano.

Este mudra se puede practicar a diario de 5 a 30 minutos.

De pequeños ya practicábamos juegos de dedos en los que cada


dedo, siguiendo una cancioncilla, se presionaba, doblaba o ex-
tendía. En la actualidad, los terapeutas pedagogos utilizan estos
ejercicios de manos para corregir problemas de expresión o de
aprendizaje. Se trata de un mudra maravilloso para la actividad
cerebral y también para la relajación de los nervios. Asimismo,
estimula la concentración y genera paz interior. Hay que procu-
rar que la respiración se mantenga lenta, fluida, regular y suave.

157
41. Jñana-Mudra y Chin-Mudra
(Gesto de la conciencia y
gesto del conocimiento)

Con las dos manos: las


puntas de los pulgares
tocan las puntas de los ín-
dices, mientras los otros
dedos permanecen extendi-
\ dos. Las manos yacen rela-
jadas sobre los muslos.

Si los dedos señalan hacia


arriba, hacia el cielo, el
mudra recibe el nombre de
Jñana-Mudra; si los dedos
señalan hacia abajo, hacia
la tierra, Chin-Mudra.

Estos mudras se practican de dos maneras: la primera tal y como


se ha descrito, es cuando se tocan las puntas del pulgar y el índi- A
ce; en la segunda versión, la punta del índice toca la primera fa-
lange del pulgar y el pulgar ejerce una ligera presión sobre la uña
del índice. La primera es la postura pasiva y receptora, y la se-
gunda, la activa y dadora.

i
D
e
c
b
d
m
s
c

158
Estas son las dos posturas de las manos más conocidas del Ha-
tha- Yoga y actúan a nivel corporal, anímico-mental y espiritual.
Estos gestos simbolizan la armonía de la conciencia humana
(pulgar), y los tres dedos extendidos, las tres Gunas, cualidades
que mantienen en marcha toda la evolución, tanto en el macro-
cosmos como en el microcosmos: Tamas (letargia), Rajas (activi-
dad) y Sattwa (equilibrio, armonía). El círculo cerrado del índice
y el pulgar representa el objetivo del Yoga: la unión de Atman, el
alma individual, con Brahman, el alma del mundo.

Este mudra lo encontramos en muchas representaciones de las


divinidades indias; aparecen con la mano d~recha alzada sobre el
corazón, y el pulgar y el índice unidos, para dirigirse al creyente.
Es el gesto de la proclamación de la enseñanza. Los budista s tam-
bién lo conocen y lo llaman Vitarka-Mudra (gesto de la discu-
sión). Con él, la divinidad o Buddha subraya la importancia de
sus palabras. Cristo también aparece r~presentado haciendo este
gesto en los iconos bizantinos antiguos, y en la liturgia católica el
sacerdote lo hace tras la consagración.
Cuando el Jñana-Mudra se practica de corazón es algo mara-
villoso. La mano se encuentra de nuevo a la altura del corazón, el
índice y el pulgar se tocan, aunque ahora se dirigen hacia dentro
y hacia arriba. Así simbolizan sencillamente la sabiduría de Dios.
Aquí se trata de la entrega del ser humano a la sabiduríá divina y
su reconocimiento. En este gesto reside también una ternura que
a mí me conmueve el corazón.
Con esta variante del Jñana-Mudra nos encontramos ya a un
nivel espiritual, pero no hay que pasar por alto su efecto físico.
Cuando este gesto se emplea para aliviar trastornos físicos, da
igual que se practique el Jñana-Mudra o el Chin-Mudra. Según
Dev Keshav, este mudra es un remedio universal que mejora los
estados de tensión y de desorden y estimula la memoria y la con-
centración. Clarifica el espíritu, todos deseamos mantener la ca-
beza clara ante cualquier situación. También se emplea en casos
de insomnio o de somnolencia, depresiones e hipertensión. Este
mudra puede combinarsé con otros mudras, y refuerza su efecto
si se practica antes o después de otro o con una mano mientras
con la otra se realiza otro mudra.

159
Activa el Elemento Metal (ver anexo C) y tiene asignado el color
blanco que es el vacío aparente, y que contiene la plenitud.
El blanco es el color del nacimiento y de la muerte, del nuevo ini-
cio y de la perfección; es también el color de la unidad y de la
paz. Despeja la mente y otorga paz al alma.

I Visualice el color blanco. Primero contemple con su mente ob-


jetos blancos, luego inténtelo de forma abstracta. Piense en
una pared blanca y deje que le sorprendan las formas y colo- M
res que se le vengan a la mente. En ellas puede haber ocultos
mensajes cifrados.
A
u
Afirmación: La sabiduría divina enriquece y facilita mi vida,
la sabiduría divina eleva mi corazón y me indica el camino. l
d
p
t
m
c
M
r
d
e

i
l
m
l

t
H
g
n
d
r
d
p

160
•••••

Cuanto más oscuro esté el cielo,


más brillarán las estrellas.
LEONARDO DA VINCI

Mudras espirituales

A continuación se recogen los mudras que en tiempos remotos se


utilizaban en los templos e iglesias para reforzada meditación y
la oración, y que también pueden verse en las representaciones
de las divinidades indias, de Cristo, de Buddha y de los santos. La
posición de la mano de las correspondientes divinidades o maes-
tros expresa asimismo un estado de ánimo interior, y aquel que
medita espera, de manera consciente o inconsciente, alcanzar di-
cho estado. Los mudras también simbolizan rasgos del carácter.
Mediante largas contemplaciones medita ti vas estos se incorpo-
ran al que medita. Se ha observado, por ejemplo, en los museos
de Grecia, que los visitantes,· después de contemplar numerosas
esculturas de los dioses, adoptan a su vez posturas más erguidas.
Pero como en mi opinión, la espiritualidad debe formar parte
integrante de la vida cotidiana, de la planificación del futuro y de
la reelaboración del pasado, también he incluido en este capítulo
mudras más recientes que hacen referencia a los pensamientos y
las emociones.
En la mayoría de los casos he renunciado a asignarles un
tiempo de práctica ya que éste sería distinto para cada persona.
Habrá quien tendrá bastante con practicar cualquiera de los si-
guientes mudras de meditación una sola vez y unos cuantos mi-
nutos para percibir su efecto, dependiendo de la madurez interior
de la persona, mientras otros necesitarán meditar a diario, du-
rante unos días o semanas, de 7 a 30 minutos, para darse cuenta
de que algo ha cambiado o de que su unión con la conciencia su-
perior se hace más profunda.

161

-
42. Atmanjali-Mudra
(Gesto de la oración)

Ponga las manos juntas ante el chakra


del corazón y deje una pequeña cavi-
dad entre las palmas de las manos. Al
principio o al final de la meditación
quédese de pie o sentado durante un
momento con tos brazos abiertos y le-
vantados al cielo.

El gesto de unir las manos ante el pecho refuerza el recogimiento


interior y proporciona armonía, equilibrio, calma, tranquilidad y
paz. Este gesto activa y armoniza la coordinación de los hemisfe-
rios derecho e izquierdo del cerebro. Refuerza una meditación de
ruego, una súplica a la divinidad, el cumplimiento de un deseo
de su corazón. Con este gesto expresa asimismo su respeto y agra-
decimiento. En la India es también un gesto de saludo o de
agradecimiento; con él se le manifiesta al otro el respeto que nos
InSpira.

Los antiguos celtas y germanos se ponían en contacto con sus


dioses levantando los brazos. Este gesto tan poderoso, prohibido
durante la cristianización, fue más tarde introducido de nuevo,
aunque sólo para los sacerdotes y los monjes, y no para el pueblo
llano. ¿Quién debe ostentar el poder?

Como ya he dicho antes, sosiega nuestros pensamientos y de esta


manera da discernimiento. Siempre hay cierta fuerza detrás de
unos pensamientos serenos, una fuerza que regenera la resisten-
cia física y estabiliza, clarifica y fortalece el ánimo.

162
Imagine que está en un lugar sagrado cargado de fuerza. Qui-
zá conozca un lugar de este tipo que tenga un significado es-
pecial para usted. Puede acceder a él en todo momento desde
su recogimiento; o visualice un lugar que responda con exac-
titud a sus necesidades. Imagíneselo con tanta exactitud como
le sea posible. En los lugares sagrados se percibe una energía
particular; intente sentida también en su interior. Este mudra
le inducirá al recogimiento. Si formula una petición o una
pregunta, una alabanza o un agradecimiento a su debido tiem-
po, y si permanece receptivo, recibirá la ayuda adecuada. Para
terminar, quédese todavía unos momentos en silencio, sumér-
jase en la paz y la alegría de lo divino.

Afirmación: Lleno de agradecimiento quiero recibir todo lo


bueno que me está reservado.

163
u
t
43. Dhyani-Mudra f
t
(Gesto de medita- c
ción; de contempla-
ción)

Las dos manos descansan sobre el regazo adoptando la forma de


cuencas: la mano derecha encima de la izquierda mientras los
pulgares se tocan. Las manos y los brazos forman un círculo de
energía cerrado, que también se corresponde con la posición
de las piernas en la postura sentada de meditación.

Esta es la postura clásica para la meditación y yo la adopto cuan-


do medito sin un objetivo concreto. Sentada, observando la res-
piración sin más, estoy pasiva y permito a lo divino actuar en mí
y por mí. Sé que la divinidad sólo quiere lo mejor para mí y que,
si yo lo permito, me ayudará en todo momento y en todo lugar.
«Hágase tu voluntad» es una expresión de profunda felicidad.

Las dos manos, que forman un cuenco, ponen de manifiesto que


el propio interior está libre, limpio y vacío para poder recibir
cuanto sea necesario en el camino espiritual. Y como en el uni-
verso no hay ningún espacio vacío (todo lo que nos parece
«vacío» está lleno de energía de la materia sutil), este vacío se lle-
nará de energía nueva; nuestros pensamientos y emociones de-
terminarán la calidad. Por eso es tan importante que antes se
haya realizado un buen trabajo de reconciliación y se viva en paz
con todo.
También puede compararse al hecho de estar en silencio junto
a nuestro mejor amigo o amiga. No es necesario decir nada, no
hay ningún deseo, porque sabemos que ya se ha dicho todo cuan-
to había que decir. Se siente la unión yeso basta.

En la meditación clásica, al practicar este mudra se «piensa» en


el vacío, es decir, no se piensa en nada. Dada su dificultad, existe

164
una segunda versión: se dirige la atención a la propia respiración,
todos los sentidos están centrados en la respiración. Esto es más
factible, aunque también puede resultar difícil. Si sus pensamien-
tos se apartan con demasiada frecuencia de la respiración o in-
cluso nota cierta tendencia a cavilaciones negativas ...

Imagínese ante un símbolo de la divinidad (la luz, un triángu-


lo, una rueda, una flor, una piedra, etc.). Debe ser para usted
como un áncora que lo una a la divinidad.

Afirmación: Hágase- tu voluntad.

165
44. Mudra del ser interior

Unir las puntas del índice, el dedo me-


dio, el anular y el meñique y los pulpe-
jos de las manos. Los pulgares deben
quedar juntos y recorrer el «camino»
hasta tocar las puntas unidas de los me-
ñiques. Por debajo de las puntas de los
meñiques se forma una cavidad vacía a
través de la cual brilla la luz. Esta aber-
tura simboliza la fuerza del corazón
por medio de la sabiduría divina. En
cada persona la abertura es distinta.
Sophie Rodelli, que desde hace muchos años se dedica de mane-
ra intensiva a trabajar con los ejercicios y posiciones de ¡las ma-
nos, dice al respecto: «Este mudra simboliza el ser interior de una
persona, cubierto por el poder corporal, pero aireado de vez en
cuando por la felicidad o el sufrimiento, o dirigido por la escue-
la oculta del hombre interior» .15

Mantenga las manos en esta postura primero ante la frente, y


mire sin bizquear, a través de la obertura todo el tiempo que pue-
da; luego baje los brazos y mantenga el mudra durante un rato
unos centímetros por debajo de la barbill~. Sus manos se en-
cuentran de forma automática justo en el lugar donde según los
antiguos misterios está el alma, y es por eso por lo que sus manos
forman un templo. Ahora, preste atención a su respiración. Con
cada espiración sople con delicadeza «Huuu» y déjese llevar por
la pequeña abertura hacia el infinito, el gran misterio.

Cuando se practica este mudra, y más si se hace con las piernas


cruzadas en ·la postura de meditación, las diferentes partes del
cuerpo forman muchos triángulos (en una ocasión intenté con-
tarlos); empezando por el pequeño espacio entre los dedos, pa-
sando por la postura de las manos, los brazos, las piernas y todo
el cuerpo. El triángulo es el símbolo de la divinidad y nuestro

166

•••••
cuerpo en esta ocasión lo expresa de forma múltiple. Este mudra
es una oración sin palabras, una meditación silenciosa, una en-
trega a lo divino.

Con este mudra entramos en el reino de lo impalpable, de lo di-


vino y, además, es el único que, cuando preparaba este manus-
crito, me atreví a dibujar en un sagrado domingo. Hoy, «por ca-
sualidad», después de meditar sobre este mudra, he encontrado
un poema de Hermann Hesse:

Vivimos bajo formas y apariencias


y sólo cuando sufrimos intuimos
el verdadero e inmutable ser
del que nos hablan oscuros sueños.

Celebramos el engaño y el fracaso,


- somos como ciegos sin guía,
- buscamos en vano, en el tiempo y el espacio
a lo que sólo en la eternidad puede encontrarse.
n
- Esperamos la salvación y la curación
en dones soñados incorpóreos,
ya que somos dioses y tenemos parte
y en el origen primero de la creación. 16
-
o
-
s

n
r

l
-
-

167

•••••
P
co
45. Mudra del loto a

(Símbolo de pureza)

Junte las manos ante el pecho


de manera que sólo se toquen
por su parte inferior y por las
yemas de los dedos: se trata del
capullo de la flor de loto. Aho-
ra abra las manos, pero sin que
, los meñiques y los pulgares de-
jen de estar en contacto; ex-
tienda y separe los otros dedos
tanto como le sea posible. Después de 4 movimientos respirato-
rios profundos, vuelva a cerrar las manos para formar el capu-
llo, una las uñas de los dedos largos de ambas manos; ahora los
dorsos de los dedos, los dorsos de las manos, y deje oscilar así
las manos, muy relajadas, durante un rato. Siguiendo los mis-
mos pasos, vuelva a trazar con las manos la forma de capullo y
la flor de loto abierta. Repetir varias veces.

Este mudra corresponde al chakra del corazón y simboliza la pu-


reza de este órgano. En el corazón habita el amor y por lo tanto
también la bondad, el afecto, la comunicación, cualidades todas
que debemos mantener limpias y otorgadas de manera incondi-
cional, como una flor abierta que ofrece su cáliz a los insectos. A
ellos les da alimento y calor en las noches frías. A cambio es po-
linizada por los insectos y puede cumplir el motivo de su existen-
cia. Nosotros también estamos más o menos ligados a las perso-
nas de nuestro entorno, en lo bueno y en lo malo, y dependemos
de ellas. Pero la flor abierta tiene todavía otro mensaje para no-
sotros. Se abre al sol, el principio divino, y se deja obsequiar todo
cuanto necesita; es obsequiada de forma abundante y recibe mu-
cho más de lo que «necesita». Las flores nos alegran porque en sí
mismas llevan y reflejan el rostro divino.

168
Practique este mudra cuando se sienta agotado, explotado, in-
comprendido o solo. Ábrase a las fuerzas divinas y reciba todo
aquello que necesite, y mucho más.

Visualice en su corazón un capullo de loto (o un nenúfar). Con


cada inspiración la flor se abre un poco más, hasta que por fin
queda del todo abierta y puede recibir en su interior toda la
luz del sol. La' flor se deja llenar de luz, ligereza, calor, amor,
entusiasmo y felicidad.

Afirmación: Me abro a la naturaleza; me abro a lo bueno que


habita en todo ser humano, y me abro a lo divino para ser ob-
sequiado con abundancia.

169
I
r
46. Abhaya-Mudra b
d
(Gesto de promesa de protección) l
r
Poner la mano derecha a la altura del t
pecho, con la palma hacia delante. p
La mano izquierda descansa sobre c
el muslo izquierdo, en el regazo o
junto al corazón.
A
ESte gesto puede verse en muchas
representaciones de las divinidades.
Promete protección al creyente y lo
libra del temor. Muestra también la fuerza de la divinidad que
lo realiza.

No hay que olvidar que el temor o el miedo son signo de debili-


dad. En la Doctrina china de los Cinco Elementos se menciona
como una debilidad del Elemento Fuego, entre otras cosas, el te-
mor a las personas de nuestro entorno; del Elemento Madera, el
temor ante la determinación ajena; del Elemento Metal, el temor
a la escasez o al exceso de distancia (soledad); del Elemento Tierra
y del Elemento Agua, el temor a los desafíos y a la vida en gene-
ral. El miedo tiene infinitos rostros pero su causa es siempre la de-
bilidad. Un gran mandamiento de los yoguis es la no violencia.
Cuanto más fuerte es una persona, también en el ámbito anímico-
mental, más podrá vivir en la no violencia, porque las personas
fuertes pocas veces son agredidas. Muchas personas también es-
tán debilitadas por sus luchas interiores, por desavenencias consi-
go mismos. Estas luchas interiores se trasladan a su vez al exterior,
en la medida que se atrae al contrincante dispuesto a responder a
ellas. Por lo tanto, cuando nos refugiemos en este mudra, debere-
mos reflexionar sobre todo esto, ya que solamente practicándolo
no conseguiremos nada. Pero dado que modificar estos modelos
anímicos negativos supone un largo proceso de transformación,
este mudra, junto con la visualización que se recomienda, puede
servirle por el momento de ayuda en una situación que lo asuste.

170
Imagine que tiene sobre la cabeza un embudo plateado o do-
rado. Durante la inspiración deje que la Luz Divina (valor,
bondad y confianza) fluya a través de él, entre en su cabeza y
de allí al resto del cuerpo. Déjese llenar. Durante la espiración,
la luz fluirá de nuevo, a través de su mano derecha, hacia fue-
ra para que usted la dirija a la persona o cosa con quien/que
tenga que enfrentarse. Quizá desee hacerlo con varias a la vez:
por favor, no se exceda. Practique esta meditación con fre-
cuencia cuando una persona o cosa le provoque dificultades y
déjese sorprender por los resultados positivos.

Afirmación: Creo en la bondad de esta persona, de este asun-


to, y su bondad se me manifestará.

171
Im
c
47. Varada-Mudra ti
n
(Gesto de la concesión de un deseo
n
o de la misericordia)

La mano izquierda señala hacia


abajo con la palma hacia delante.

La mano derecha descansa en el


regazo o sobre el muslo.
\
Este mudra es el gesto predilecto
de las divinidades indias, y como
su nombre indica, representa el
perdón, la misericordia. Además,
ante él, el creyente tiene la esperanza de que la divinidad lo obse-
quie con generosidad y satisfaga sus deseos. Expresado con acier-
to: a aquel que da, se le dará, quien perdona recibe en abundan-
cia. En cuanto al perdón, se trata también de perdonarse a uno
mismo. Perdonarse a sí mismo y a los demás es con toda seguri-
dad lo más difícil que puede proponerse un ser humano. Pero
también lo más maravilloso cuando se consigue. El que perdona
abre la mano, que después se llena de una nueva riqueza, tanto
interior como exterior. Hablo por experiencia y por lo tanto aho-
ra puedo revelar el «arte del perdón». Quizás al principio le sal-
ga mal. Si es así, pida ayuda a lo divino que habita en su interior.
Ahora bien, no practique el intenso trabajo del perdón duran-
te todo el año, sería demasiado agotador. Resérvelo para los mo-
mentos, en primavera o en otoño, en que realice una cura de
depuración, encajará de maravilla.
La expresión «echar tierra sobre algo» revela lo esencial del
perdón, y la naturaleza, cada otoño, nos demuestra cómo hacer-
la y por qué. Si no se entierran las semillas bajo tierra no brota-
rán nuevas plantas; por lo tanto, si no enterramos nuestro pasa-
do, llegará a pesamos tanto que nos pondremos enfermos, lo que
incluso puede impedir que nos desarrollemos interiormente.

172
Imagine que tiene ante sí un objeto que pertenece a la persona
con la que está enfrentada. Con cada espiración expulse sus sen-
timientos negativos hacia y al interior de ese objeto. Para termi-
nar, cójalo y entiérrelo en un lugar que tenga para usted un sig-
nificado especial.

Tal vez, más adelante, visite este lugar a menudo en su imagi-


nación y envíe a esta persona buenos pensamientos. Como na-
die que esté sano y sea feliz le hará daño a los demás, los que
sí lo hacen son evidentemente los que más necesitan de nues-
tras oraciones. No hace falta ser un santo para esto, pero si se
practica de vez en cuando, lo cierto es que uno mismo «sana y
se perfecciona».

Afirmación: Me perdono todo lo malo que he hecho o dicho.


Te perdono todo lo malo que has hecho o dicho.

173
48. Bhumisparsha-Mudra
(Gesto de la iluminación o gesto
de la llamada de testigos)

La mano izquierda señala hacia


abajo, hacia la tierra y los dedos
rozan el suelo.

La mano derecha señala hacia


arriba, hacia el cielo, como una
flor abierta.

Buddha, al igual que Jesús, fue


tentado por el mal antes de empe-
zar su predicación, una prueba
que ambos superaron con éxito. Mara, dios del deseo de los sen-
tidos, intentó convencer a Buddha de que ni siquiera tenía dere-
cho a la pequeña superficie de tierra sobre la que estaba sentado
para meditar. Entonces Buddha tocó el suelo con los dedos de la
mano derecha y conjuró a la divinidad de la tierra a que demos-
trara que él, gracias a sus muchas buenas obras, tenía perfecto
derécho a permanecer en esa tierra. Esta leyenda pone de mani-
fiesto hasta qué punto es importante que el ser humano cumpla
ante todo con sus obligaciones terrenales si quiere alcanzar la ilu-
minación.

Cuando seamos conscientes de que a nuestro alrededor se mani-


fiesta en todo y en todos la Conciencia Cósmica, que nosotros,
con nuestra conciencia individual estamos unidos a todo, enton-
ces tendremos claro el primer mandamiento de las grandes reli-
giones: ámate a ti mismo y ama todo cuanto te rodea, tú y el en-
torno sois uno, todos nosotros somos parte de un gran todo, lo
que es en el interior, en el exterior, el todo es la suma de las par-
tes, igual vive lo más grande que lo más pequeño. La medida
completa de esta fuerza no la podremos llegar a conocer nunca,
y es bueno que así ·sea.

174
Concentremos nuestra atención en un simple objeto (una pie-
dra, una planta, un animal, etc.): al inspirar absorbemos su
energía y al espirar le damos la nuestra. Cada movimiento res-
piratorio es como un lazo, y la unión se hace cada vez más
densa, hasta que nos fundimos el uno en el otro. Así podemos
unimos a la Conciencia Cósmica; ella nos indica el camino ha-
cia la unidad eterna.

Afinnación: Unido a la Conciencia Cósmica me siento guiado


en el camino de mi vida, protegido, apoyado y sostenido.

175

••
est
qu
49. Dharmachakra-Mudra pli
de
(Gesto del giro de la rueda) tie
bid
m
tie
en
el

Ambas manos se encuentran a la altura del pecho, la derecha un


poco más arriba que la izquierda. En las dos el pulgar y el índice
aparecen unidos. La mano izquierda tiene la palma vuelta hacia
el corazón y la derecha el dorso vuelto hacia el cuerpo. El dedo
medio izquierdo toca el punto en donde el pulgar y el índice de la
mano derecha se unen, cerrando el círculo.
-
Antes de seguir leyendo, deténgase un momento e intente formar
el Dharmachakra-Mudra. Al hacerlo respire hondo y perciba las
tres puntas de los dedos unidas. ¿Cómo se siente? ¿Puede perci-
bir un cambio en su estado de ánimo? ¿No?

Las manos forman dos ruedas, y la rueda encarna en la mitología


india la perfección o la rueda de la vida que es como un hilo con-
ductor a través de la gran variedad de experiencias. Pero son dos
ruedas y esto hace referencia a la doctrina de la reencarnación. El
dedo medio izquierdo (Saturno) representa el paso de este mun-
do al más allá, de la muerte y el nacimiento.
Para mí este mudra tiene otro significado muy especial. La
mano izquierda, que señala el corazón, simboliza mi mundo in-
terior, la mano derecha señala mi entorno. El interior y el exte-
_rior deben estar en armonía, porque de no ser así, mis fuerzas no

176
están en equilibrio y no soy feliz. Esto quiere decir, por ejemplo,
que tengo que hacer mi aportación a la sociedad, que debo cum-
plir con mis obligaciones y sólo entonces recogerme Y retirarme a
descansar. Pero también es importante que me reserve suficiente
tiempo para el recogimiento, de donde saco nuevas fuerzas y sa-
biduría. Este mudra también hace referencia a la eterna transfor-
mación. Un lema que sirve para los buenos tiempos y para los
tiempos difíciles dice: «Esto también es pasajero». Si lo tenemos
en cuenta, estaremos un poco más cerca de la serenidad interior,
el equilibrio y la armonía.

Visualice una figura de luz, su Yo Superior, y pídale una guía


sabia a través de los cambios de la vida. Puede preguntarle
todo. Quédese después unos momentos en silencio y escuche,
quizá la figura de luz también tenga algo que decirle.

Afirmación: Con el corazón agradecido quiero confiar en mi


Yo Superior que sabe lo que es mejor para mí.

177
50. Vajrapradama-Mudra
(Gesto de la con-
fianza inquebran-
table)

Cruzar los dedos


de ambas manos
ante el pecho.

Una sólida confianza primigenia es la base de una sana confian-


za en uno mismo. Tenemos temporadas en que creemos poder su-
perar todo lo que nos venga, y otras en que dudamos, nos senti-
mos inseguros y creemos no estar a la altura de lo que se nos
viene encima. Si prestamos atención nos daremos cuenta de lo
importante que es la fuerza interior para nuestra confianza en
nosotros mismos. Cuando estamos debilitados, no importa a qué
nivel (físico o anímico-mental) nos asalta la inseguridad. Ahora
bien, podemos regenerar la fuerza interior con algunos mudras
concretos y con la práctica de ejercicios físicos y respiratorios
(ver pág. 64).
Además, he podido observar en mí, que cuando pierdo la
unión con la Conciencia Cósmica empiezo a dudar, a cavilar o
me siento insegura. ¿No es maravilloso pensar que con un solo
pensamiento podemos alejamos o eliminar este distanciamiento
en cualquier momento? La Conciencia Cósmica o lo divino está
siempre ahí, pero ¿dónde estamos nosotros? Este conocimiento
ha cambiado toda mi vida.

Para recordar siempre esta realidad, meta en el bolso o ponga so-


bre la mesa de trabajo o escritorio un objeto, un talismán, por así
decido.

178
Al principio de la meditación plantee sus preguntas o sus peti-
ciones con exactitud, formulándolas con claridad, en voz alta
o en silencio. Después, dé las gracias por el consejo que le será
otorgado. Durante el resto de la meditación guarde silencio y
centre su atención en la respiración.

Afirmación: Soy una criatura del gran todopoderoso, cuya


fuerza y poder me sostienen con amor en todo momento.

s
o
n
é

a
o
o

-
í

179
51. Naga-Mudra
(Naga, la diosa serpiente, simboli-
za la fuerza, la sabiduría, la astu-
cia y la potencia sobrenaturales)

Las manos en cruz ante el pecho,


los pulgares también cruzados uno
sobre otro.

Este gesto significa a su vez «mudra para la comprensión pro-


funda». Aunque avancemos por un camino espiritual, continua-
mente nos vemos enfrentados a desafíos mundanos y sólo supe-
rándolos podremos seguir adelante; además, únicamente así se
cumple el objetivo de esta vida. Por eso, para solucionar proble-
mas cotidianos con éxito, utilice el Naga-Mudra. También para
obtener respuestas a preguntas sobre decisiones que hay que to-
mar, sobre el sentido de los acontecimientos, sobre el futuro y so-
bre el camino espiritual. Cuando tengamos que saber algo, nos
enteraremos en el momento oportuno. Pero debemos preguntar y
escuchar.

Las brasas de un fuego son un elemento lleno de fuerza. Calien-


ta, incita y activa. Por eso las visualizaciones del fuego siempre
ponen algo en marcha, regeneran las fuerzas y eliminan tensiones
dejando un estado de bienestar. Cuando avivamos mentalmente
el fuego en la pelvis, esa acción no sólo nos otorga fuerza, sino
también luz, una luz que llevamos con nosotros como una antor-
cha que nos muestra el camino.

180
Con la imaginación, avive el fuego de la pelvis. Durante la ins-
piración deje que las llamas crezcan hacia arriba para que us-
ted se enfrente al mundo con un corazón ardiente; deje que las
llamas sigan subiendo para conseguir que su cabeza se aclare
y despeje. Al principio, su respiración será profunda e inten-
sa, y con el tiempo se irá haciendo más lenta, suave y fluida.
Cada inspiración lo hará enderezarse, por dentro y por fuera,
como si tiraran de usted hacia arriba. Al espirar manténgase
en su nueva altura, pero abandone toda tensión interior. Qué-
dese un tiempo én silencio. Primero plantee sus preguntas y
después escuche en su interior.

Afirmación: Todos mis sentidos se centran en lo divino y agra-


dezco su colaboración, su sabio consejo y su actuación.

o-
a-
pe-
se
e-
ra
to-
so-
os
y

n-
re
es
e
no
or-

181
52. Pushpaputa-Mudra
(Una mano llena
de flores)

Las manos descan-


san como si fueran
cuencos vacíos
sobre los muslos.
Los dedos están
relajados y juntos, y los pulgares pegados al borde exterior de los
índices.

Es la actitud abierta y de aceptación. ¿Qué riquezas nos tiene


preparada la vida y el universo? Cuántas veces ni siquiera nos da-
mos cuenta de ello, pasan de largo o estamos cerrados, tanto por
dentro, como por fuera.
Con cuánta frecuencia no percibimos las delicadas señales del
universo y sólo volvemos al camino correcto por un golpe
del destino. Todo esto nos lo podríamos ahorrar si tuviéramos
una actitud abierta. El motivo por el que nos cerramos es, ade-
más de la indiferencia, el miedo. Ahora bien, no debemos olvidar
que lo malo no puede penetrar en nosotros, ni hacemos nada si
procuramos mantener un corazón limpio, esto es una ley cósmi-
ca. Sólo podemos atraer aquello que también está en nosotros.
Por eso es tan importante la higiene anímico-mental. Pocas veces
evitaremos que de vez en cuando broten en nosotros emociones
negativas, pero siempre podemos trabajadas y transformadas.
Forma parte de nuestro proceso de crecimiento.
El Pushpaputa-Mudra hace que se manifieste esta actitud
abierta. Sólo con las manos abiertas enriqueceremos el mundo y
sólo con una mente y un alma abiertas la Conciencia Cósmica
podrá obsequiamos.

182
Las dos manos son como flores abiertas; imagine sobre su ca-
beza otra flor. Durante la inspiración llegan procedentes del
cosmos rayos dorados que encarnan el amor, el calor, la ale-
gría y la paz, y que fluyen a su interior a través de las fl~res
abiertas. Déjese llenar por ellos (contenga un momento la res-
piración) y durante la espiración irradie toda esa riqueza al
mundo a través de su corazón.

Afínnacíón: Me abro a la alegría divina (o a la fuerza tera-


péutica, a la luz, al amor, etc.), me dejo llenar por ella y a tra-
vés de mi corazón la irradio al mundo.

183
T
-
T /
Rechaza tus miedos, fíate de la
ayuda que te proporcionarán tus
fuerzas interiores, confía en la vida y
serás premiado. Obtendrás más de lo
que crees.
RALPH WALDO EMERSON

Los mudras del Hatha- Yoga

Las primeras referencias a los mudras del H<;1tha-Yoga las en-


contramos en el Hatha- Yoga-Pradipika (Pradipika significa lite-
ralmente <<lamparilla del Yoga») y en el Gheranda-Samita (com-
pendio de enseñanzas del maestro Gheranda). En el primer texto
mencionado se citan 10 mudras y en el segundo 15, es decir, un
total de 25 mudras. Según estos textos, los efectos de los mudras
incluyen desde la curación de molestias cotidianas, a la determi-
nación del día de la propia muerte, pasando por gozar del fres-
cor de la juventud a edades muy avanzadas. Sin embargo, mu-
chos maestros del Yoga creen que no hay que tomar al pie de la
letra estas promesas, que son una explicación para los no inicia-
dos, cuya profundidad sólo es revelada a los que los practican
con seriedad bajo la guía de un maestro. Los mudras clásicos se
emplean sobre todo para despertar el Kundalini, para alcanzar
estadios de conciencia más profundos o la iluminación. Y como
estas prácticas son como pasear al borde de un abismo y entra-
ñan un cierto peligro, sólo se pueden aprender con un maestro
versado. Tal y como yo empleo los mudras en la vida cotidiana
y los presento aquí, sirven en primer lugar para mejorar la salud
.física, mental y anímica, un motivo más que suficiente para
practicados.
Swami Satyananda Saraswati, un reconocido maestro indio
del Yoga, los ha descrito de una manera que permite su puesta en
práctica a los simples mortales. Se recomienda, además, combi-
nar los mudras con posiciones del cuerpo (Asanas) y ejercicios de
respiración (Pranayamas), con lo que se refuerza de manera con-
siderable el efecto del esfuerzo físico y respiratorio. Los mudras
son también una preparación ideal para la meditación. En la ac-

185
tualidad, comparten esta opinión otras tendencias, como por
ejemplo, el Yoga de la energía y el Yoga-Kundalini.
Primero les presentaré los mudras que se practican en la posi-
ción sentada de meditación, después la serie de ejercicios del mu-
dra.

Ejercicios en la posición sentada de meditación


Jñana-Mudra y Chin-Mudra

(Gesto del conocimiento y gesto de la sabiduría)


\

En la página 17 encontrará la descripción de este mudra del Hat-


ha-Yoga. Adopte la posición sentada de meditación y practique
este mudra como se describe allí.

Bhuchari- Mudra

(La mirada en el vacío)

• Adopte la posición sentada de meditación (de cara a la pared).


• Coloque el pulgar de la mano derecha entre la nariz y el labio
supenor.
• Fije los ojos en el meñique.
• Transcurrido un cierto tiempo, deje caer de nuevo la mano,
manteniendo la vista en el punto que había ocupado el meñi-
que.
• Concéntrese tanto como le sea posible en este punto y no pien-
se en otra cosa.

Efecto: estimula la memoria y la concentración y tranquiliza la


mente.

186
Shambavi- Mudra
\

(La mirada dirigida al entrecejo)

• Adopte la posición sentada de meditación y forme con las ma-


nos el Chin-Mudra o el Jñana-Mudra (ver pág. 158).
• Dirija la mirada hacia dentro y hacia arriba como si quisiera
mirar el centro de su frente.
• Relaje sus pensamientos, si es posible no piense en nada u ob-
serve su respiración.
• Termine el mudra en cuanto sienta los ojos cansados.

Efecto: conocí este mudra en un Mentaltra"iningY Se lo con-


sidera muy relajante y reductor del estrés y una de las técnicas
más desarrolladas del Yoga. Con este mudra se puede trascen-
der lo mental y entrar en el reino de la conciencia más supe-
rIor.

Agochari- Mudra

(La mirada sobre la punta de la nariz)

• Adopte la posición sentada de meditación y forme con las ma-


nos el Chin-Mudra o el Jñana-Mudra (ver pág. 158).
• Dirija la mirada a la punta de la nariz.
• Termine el mudra en cuanto sienta los ojos cansados.

Efecto: este mudra favorece la concentración, tranquiliza el siste-


ma nervioso y estimula el chakra base.

Akashi-Mudra

(La conciencia del espacio interior -la lengua pegada al paladar)

• Adopte la posición sentada de meditación.


• Una el pulgar de ambas manos con la yema del dedo medio de
la misma mano.

187
• Levante un poco la barbilla y dirija los ojos hacia arriba, al
T' -

K
centro de la frente (Shambavi-Mudra).
• Doble la lengua hacia atrás y apoye la punta en el paladar.
(
• Observe las cuatro fases de la respiración (inspiración, pausa
prolongada, espiración, pausa prolongada).

Efecto: este mudra también lo encontré entre las técnicas menta-

les occidentales. En muy poco tiempo lleva a la persona a un li-
gero trance, estimula la actividad del cerebro, tranquiliza las

emociones y proporciona equilibrio interior. La posición de la
lengua influye de forma positiva en el sistema límbico que es el

responsable de las emociones y estados de ánimo. Favorece tam-

-bién la integración de ambos hemisferios. En lo que se refiere al
sistema de meridianos, la lengua en el paladar activa meridianos
E
importantes que experimentan durante la práctica una oclusión
e
de energía y se cargan de forma múltiple. Vale la pena realizar
p
este mudra unos minutos cada día, durante algunas semanas.
a
m
a
Bhujangani- Mudra r

(Respiración - serpiente)

• Adopte la posición sentada de meditación y coloque las manos


en la postura del mudra número 8.
(
• Trague aire como si sorbiera agua y diríjalo en dirección al ab-
domen.

• Relaje el abdomen hacia fuera y retenga el aire durante un mo-
mento en esa zona.

• Expulse el aire eructando.
• Practique este ejercicio de 3 a 5 veces seguidas, con eso basta.

Efecto: este mudra fortalece el abdomen, elimina gases, actúa


limpiando el tracto intestinal y hace desaparecer las molestias de
estómago.

188

I
T' -

Kaki-Mudra

(Pico de cuervo)

• Adopte la posición sentada de meditación y forme una «O»


con los labios.
• Dirija la vista a la punta de la nariz y respire despacio y hon-
do por la boca.
• Ahora cierre la boca y contenga la respiración durante unos
10 segundos.
• Después respire despacio por la nariz.
• Repetir de 10 a 30 veces.

Efecto: el Kaki-Mudra actúa limpiando la boca, el paladar y todo


el tracto digestivo superior, desde el estómago hasta el intestino
por lo que le otorgará también una piel sin impurezas. Además
actúa tranquilizando el sistema nervioso vegetativo. Asimismo
mejora las sensaciones gustativas para los sabores dulce, salado,
agrio y amargo. Y finalmente, estimula la secreción de saliva y
refresca.

Yoni-Mudra

(Sello de la fuente interior)

• Adopte la posición sentada de meditación y respire despacio,


de manera profunda y rítmica.
• Contenga la respiración y tápese los oídos con los pulgares,
los ojos con los índices y la nariz con los dedos medios. Colo-
que los anulares sobre el labio superior y los meñiques bajo el
inferior para cerrar la boca.
• Retire los dedos medios de la nariz y eche el aire poco a poco,
sin mover los demás dedos.
• Inspire y vuelva a tapar las fosas nasales.
• Contenga la respiración y perciba el silencio.
• Retire de nuevo los dedos medios y espire ...
• Repetir varias veces.

189

I
Efecto: se genera un maravilloso sosiego y todos Ios órganos sen- M
soriales se sensibilizan. También se consigue una rápida y directa
desconexión de influencias externas~ A
n
Shanti-Mudra

(El mudra de la paz)

• Adopte la posición sentada de meditación, cierre los ojos y


ponga las manos en el regazo . •
• Expulse el aire del todo, concéntrese en el chakra base (ver
anexo D) y practique el Maha-Bandha (ver pág. 191) . •
• Contenga la respiración durante unos segundos.
• Mientras inspira y los pulmones se llenan de aire a la vez que •
el cuerpo se hincha ligeramente, abandone el Mula-Bandha y
llévese las manos al estómago (chakra del plexo solar), al es- E
ternón (chakra del corazón), al cuello (chakra de la garganta) d
ya la frente (chakra de la frente). g
• Ahora abra y extienda los brazos y concéntrese en el chakra e
corona.
d
• Espire despacio, devuelva las manos a su posición sobre el re- e
gazo y concéntrese en el chakra base. l
• Descanse durante algunos movimientos respiratorios y con- p
céntrese en el plexo solar. c
• Repetir varias veces.

Efecto: la respiración se hace más profunda y puede generar una


sensación de paz. Este mudra, según dice Swami Satyananda Sa-
raswati, atiza la energía vital del chakra base, la reparte por todo
el cuerpo y contribuye con ello al fortalecimiento interior, a la
fuerza de atracción personal y a la salud. A este mudra también
se le puede otorgar otro aspecto hermoso y espiritual y conver-
tirlo en un gesto de bendición, si usted se imagina la fuerza que
brota del chakra base como energía de la paz que va llenando su
cuerpo, su alma y su mente, y si al extender los brazos la envía al
mundo.

190
~

Maha- Bandha

A los llamados Bandhas (ejercicios de cierre) también se les asig-


nan mudras en el Yoga clásico.

• Adopte la posición sentada de meditación.


Espire a fondo. Para ello presione las manos sobre los muslos
y contraiga la musculatura en torno al perineo, y también los
esfínteres anal y urinario como si quisiera conterier la defeca-
ción y la micción (Mula-Bandha).
• A continuación contraiga el abdomen (Uddiyana-Bandha) y
hunda la barbilla en la laringe (Jalandhara-.Bandha).
• Transcurridos unos segundos relaje toda tensión, levante la
barbilla e inspire a fondo.
• Repetir varias veces.

Efecto: puede practicarse el Maha-Bandha en caso de debilidad


de la vejiga, hemorroides, estreñimiento, depresión orgánica, di-
gestión débil y respiración plana o tensión en la nuca; tiene un
efecto preventivo en lo que respecta a estos síntomas o enferme-
dades. Con las contracciones del Bandha también se activa la
energía del cerebro. Suelo practicar el Maha-Bandha antes de
la meditación y gracias a eso puedo concentrarme con mayor ra-
pidez y profundidad. ¡Atención! Puede llevarle a un ligero tran-
ce, lo que en ocasiones es muy agradable.

191
Serie de ejercicios con mudras
Como ya he dicho, en el Hatha-Yoga también se denominan mu-
dras algunas posturas corporales, que yo he combinado con
otros ejercicios de Yoga, creando así una beneficiosa y lógica se-
rie de ejercicios. Se la ofrezco a más a más, por lo tanto, haga uso
de ella, o no, según sus necesidades. Si los practica, pronuncie la
afirmación propuesta despacio y en voz baja al final del ejercicio
o mientras lo realiza, siguiendo el ritmo de la respiración, de 1 a
3 veces.

Esta serie de ejercicios se pueden practicar como preparación


para la meditación o también una vez acabada. Es una mara-
villa hacerlos después de haber estado sentado durante largo
rato. Por supuesto, también lo puede hacer totalmente aparte
de la meditación, y añadirlos a su ritual de Yoga matutino o
vespertino. Como su efecto depende en gran medida de los
pensamientos y emociones que surjan durante el ejercicio, a
cada ejercicio le he añadido una afirmación.

192
Ejercicip de relajación y calentamiento

• Las manos en la posición Atmanjali


(mudra número 42).
• De entrada permanecer en reposo, de
pie, y durante algunos movimientos
respiratorios concentrado en el centro
del corazón.
• Inspirar: extender los brazos hacia arri-
ba.
• Espirar: recoger de nuevo las manos so-
bre el pecho, doblar las rodillas y po-
nerse en cuclillas.
• Inspirar: levantarse de nuevo y exten-
der los brazos hacia arriba.
• Espirar.
• Repetir varias veces.

«Me uno a las fuerzas del cielo y de la tie-


rra.»

Efecto: tranquiliza, recoge la mente y au-


menta la temperatura corporal.

193
Mensaje de Shiva Y

• De pie sobre la pierna derecha, la (S


pierna izquierda doblada.
• La mano derecha con el gesto de
P
promesa de protección (mudra n.O c
46) y la izquierda con el gesto de la te
misericordia (mudra n.O 47).
e
• Permanecer en esta posición durante
10 movimientos respiratorios. •
• Intercambiar la posición de las pier-
nas y permanecer en la nueva posi-
ción durante 10 movimientos respi- •
ratorios.

«Me siento protegido y sostenido por •


las fuerzas celestiales y me muestro
bondadoso y afectuoso con todas las
criaturas.» •


Efecto: fortalece la estabilidad y la seguridad en uno mismo.
Otorga el valor necesario para mostrar la bondad del corazón. •


«
to

E
tr
m
s
194
Yoga-Mudra

(Sello de la unidad)

Para que al estar sentado pueda in-


clinarse con comodidad hacia delan-
te, quizá necesite colocar-un soporte
estable bajo las posaderas.

• Sentarse con las piernas cruzadas,


coger una mano a la espalda con
la otra mano.
• Inspirar: la conciencia se desplaza
del chakra base al chakra de la
frente.
• Contener la respiración: permanecer concentrado en el chakra
de la frente durante unos segundos.
• Espirar: inclinarse hacia delante y dirigir la conciencia hacia
abajo, del chakra de la frente de nuevo hasta el chakra base.
• Contener la respiración: permanecer concentrado en el chakra
base durante unos segundos.
• Inspirar: enderezarse de nuevo y conducir la conciencia desde
el chakra base al chakra de la frente.
• Espirar.
• Repetir 6 veces hasta que se convierta en un movimiento flui-
do.
• Cruzar ahora las piernas cambiando la posición anterior; co-
ger la otra mano y repetir todo el ejercicio 6 veces más.

«Agradecido y cantando las alabanzas, estoy dispuesto a recibir


todo lo que el universo me tiene reservado.»

Efecto: con este mudra se «masajean» los órganos del bajo vien-
tre responsables de numerosos trastornos: digestivos, estreñi-
miento, molestias menstruales y de la vejiga. Las vértebras se
separan, de-manera que los nervios de la médula ósea que aso-

195
man entre ellas se estiran con suavidad y se estimulan. Estos ner-
vios conectan todo el cuerpo con el cerebro, por lo que la revita-
lización actúa sobre la salud en general. Se estimula, en especial,
el chakra del plexo solar, considerado una de las fuentes de ener-
gía más importantes. El Yoga-Mudra contribuye también a eli-
minar los disgustos y tensiones acumulados y otorga serenidad y
paz interior. Despeja los nadis, canales de energía de la materia
sutil, de manera que la fuerza primigenia pueda subir desde el
chakra base.

196
Giro en la posición sentada l1emeditación

• La mano izquierda sobre la rodi-


lla derecha, extender hacia atrás
el brazo derecho.
• Inspirar y girar el tronco hacia la
derecha.
• Forzar el hombro derecho hacia
atrás y mirar por encima del hom-
bro.
• Permanecer durante 15 movimien-
tos respiratorios en la posición de
giro.
• Espirar y regresar a la posición inicial.
• Levantar los brazos, desperezarse con fuerza y girar hacia el
otro lado. El estiramiento final hacia arriba es muy impor-
tante.
• Cambiar la posición de las piernas, girar de nuevo hacia am-
bos lados y después, de nuevo en el centro, realizar el estira-
miento hacia arriba.

«Mi camino me conduce en espiral hacia el objetivo divino, don-


de reinan la alegría y la paz.»

Efecto: masajea los ganglios nerviosos y los órganos, fortalece el


sistema nervioso, el hígado, el bazo, el páncreas y la vesícula bi-
liar, estimula el metabolismo en las vértebras y estira y presiona
los tendones y músculos a lo largo de la columna vertebral.

197

-
Estiramiento lateral

• Adoptar la posición sentada de


meditación.
• Colocar una mano a cada lado.
• Inspirar: levantar el brazo dere-
cho y extenderlo con fuerza ha-
cia arriba.
• Contener la respiración: exten-
der el brazo hacia la izquierda.
• Espirar: bajar el brazo en un
movimiento lateral y apoyar de
nuevo la mano en el suelo.
• Repetir 6 veces y practicar después con el otro lado.
• Cambiar la posición de las piernas y repetir el ejercicio hacia
ambos lados.

«Me abro a la belleza y a la bondad y a todo cuanto necesito


para mi viaje espiritual.»

Efecto: refuerza el efecto del ejercicio anterior.

198
Tadagi-Mudra

(Sello del estanque)

• Sentado con la espal-


da erguida y las pier-
nas extendidas, los de-
dos sobre las puntas
de los pies y la barbi-
lla recogida.
• -Inspirar: "expandir al
máximo el abdomen.
• Contener la respiración durante unos segundos y concentrar-
se en el chakra del plexo solar. Echar el aire despacio relajan-
do todo el cuerpo.
• Inspirar y espirar en posición relajada y repetir todo el ejerci-
cio 10 veces.

«Con una antorcha encendida salgo al encuentro de los desafíos


de la vida.»

Efecto: un magnífico ejercicio para todos los órganos, en parti-


cular para el estómago, los pulmones y el intestino.

199
Maha-Mudra P

(Gran sello) (

• Con las piernas extendi- P


das y abiertas, colocar el ra
pie izquierdo junto al to
muslo de la pierna dere- c
cha y los dedos sobre la la
\ punta del pie o cambiar la
la pierna. Recoger con c
fuerza la barbilla y man-
tener la espalda recta «
(no encorvarse).
• A continuación, practicar 3 veces el Maha-Bandha (ver pág. E
191) y permanecer durante 20 movimientos respiratorios en d
esta posición. c
• Para terminar, doblar la pierna, rodeada con los brazos y re-
lajarse. Apoye la frente sobre la rodilla y descanse durante 10
movimientos respiratorios.
• Incorporarse, cambiar la posición de las piernas y realizar el
ejercicio con la otra pierna.

«Mis fuerzas interiores se despliegan y me llenan.»

Efecto: este mudra multiplica y pone en movimiento el flujo en


los canales de energía y estimula los órganos del abdomen y la
pelvis. -

200
Pascimottanasana

(Pinza)

Permanecer relajado du-


rante algunos movimien-
tos respiratorios, con el
cuerpo inclinado hacia de-
lante. El torso se apoya en
las piernas y la cabeza
cuelgaxelajada.

«Me siento sostenido de maravilla por los buenos poderes.»

Efecto: se refuerza la irrigación sanguínea de la pelvis, nos inun-


da la calma, la relajación y nos centramos. Es la posición del re-
cogimiento.

201
Ardha Cakrasana

(Puente)

• Tumbarse de espaldas,
las piernas separadas a
la altura de las caderas.
• Inspirar: levantar la es-
palda y las posaderas.
• Contener la respiración: contraer con fuerza los músculos del
esfínter anal y tensar la musculatura de la pelvis (Ashwini-
Mudra).
• Soltar el aire y aflojar al mismo tiempo la tensión.
• Repetir varias veces y después, durante la espiración, bajar de
nuevo la espalda hasta el suelo.

«El puente de mi corazón me conduce de la temporalidad a la


eternidad.»

Efecto: fortalece y reafirma los músculos interiores y exteriores


en la zona del ano y de toda la pelvis. Previene la flaccidez de los
músculos externos del esfínter anal que causa problemas a mu-
chas personas mayores.

202
Pashini-Mudra

(Sello del lazo - forma sim-


ple)

• Doblar las rodillas sobre


el pecho, los brazos bajo
las corvas de las rodillas y
colocar las palmas de las
manos sobre las orejas .
• Mantener esta posición
durante 10 movimientos
respiratorios (a) y des-
pués permanecer duran-
te unos segundos en po-
sición fetal (b).

«La serenidad y la paz me


llenan por completo.»

Efecto: tranquiliza los ner~


vios y regula la glándula ti-
roides.

203
Viparita Karani-Mudra

(Media-vela)

• De espaldas, los pies colocados a la altu-


ra de las caderas.
• Inspirar: doblar las rodillas sobre el pe-
cho, levantar las piernas en vertical y
aguantar las caderas con las manos.
,
• Concentrarse durante el primer movi-
miento respiratorio en el chakra del plexo
solar; el segundo, en el chakra del cora-
zón; el tercero, en el chakra del cuello; el
cuarto, en el chakra del plexo solar, etc.
• Mantener la posición durante 12 a 36
movimientos respiratorios.
• Espirar: doblar las rodillas, acercarlas a la frente y bajar des-
pacio y con cuidado la espalda hasta el suelo.

«En lo más profundo de mi ser habita lo más elevado.»

Efecto: mejora la irrigación sanguínea de todo el cuerpo y actúa


purifiqmdo los pulmones, la vejiga y los intestinos.

204
Kartari-Mudra

(Posición de
descanso)

• De espaldas, las manos descansan a ambos lados del cuerpo o


sobre el abdomen, la mano derecha sobre la izquierda.
• A continuación, respirar hondo arqueando el abdomen.
Cuando tenga el abdomen lleno, dejar resbalar las manos has-
ta las costillas y ensanchar esta parte del cuerpo. Una vez que
se hayan ensanchado las costillas al máximo, dejar resbalar las
manos sobre el esternón y levantar la parte superior del pecho.
• Espirar despacio y repetir el proceso varias veces.

Con cada espiración deje que su cuerpo se haga más y más pesa-
do. Descargue el peso sobre el suelo que lo sostiene. Al inspirar,
déjese llenar de ligereza y de luz, al espirar abandone todo peso a
la oscuridad. Cuando termine estará lleno de luz, libertad, paz y
alegría.

Efecto: mejora la respiración y la hace más profunda, regenera el


sistema nervioso vegetativo (la actividad de los órganos) y relaja
todo el cuerpo.

205
Detrás de cada cuestión oscura y di-
fícil de tu vida, se oculta la sabiduría
divina. Detrás de las cuestiones más
profundas y oscuras, se oculta una
nueva y maravillosa luz.
aTTO STOCKMAYER

Así puede crear su propio mudra

Si ha estudiado este libro y se las ha arreglado bien con las ener-


gías de las manos, entonces también puede crear su propio mu-
dra.

• Las condiciones esenciales para desarrollar un mudra son un


auténtico recogimiento y un respeto sincero.
• Estudie las cualidades de cada dedo y elija la posición corres-
pondiente.
• Formule en tiempo presente, y de forma positiva, el resultado
o el objetivo que quiere alcanzar mediante el mudra.
• Pronuncie la frase por lo menos 3 veces, despacio y en voz
alta, siguiendo el ritmo de la respira~ión.
• Imagine con todo detalle el aspecto del resultad%bjetivo.
• Intente desde el primer momento percibir la sensación que
tendrá cuando se produzca el resultado.
• Ponga el mudra bajo la protección de las fuerzas divinas, de
un santo o de un ángel a quien venere de manera especial.
• Desee con todas sus fuerzas el resultado, pero aun así perma-
nezca lleno de paciencia y serenidad.

207
I
~
El espíritu que se habitúa a obtener
la felicidad a partir de uno mismo, es
afortunado.
DEM6cRITO

Cuando un mudra no da resultado

En este libro se ha hablado mucho de curación, y también de lo


anímico-mental. Pero ¿qué sucede cuando no pasa nada?
Esto se puede deber a varios factores. Quizá se haya dejado
llevar por la impaciencia. Ya sabe que cuando se trata de enfer-
medades crónicas, que a menudo están latentes en el cuerpo du-
rante muchos años antes de manifestarse, hay que practicar el
mudra a diario durante varias semanas o meses para que se ma-
nifieste su efecto. También cabe la posibilidad de que nuestros
pensamientos, emociones o estados de ánimo no nos permitan
curamos. La salud requiere además paz interior y ésta sólo po-
demos alcanzada si vivimos en armonía con nuestro entorno.
Por otro lado, puede que no vivamos en paz con nuestras fuerzas
interiores: sobre este tema he escrito el libro Descubrir y aprove-
char las fuerzas interiores. En él se expone todo aquello que pue-
de ponemos enfermos y la manera de trabajar con mucho amor
para eliminar o transformar aquello que es destructivo.

209

I
~
Nunca es demasiado tarde para crear
el propio destino.
MARrA HERBERT

Anexo A: Alimentación

Los expertos en mudras como Dev Keshav y Ki,m da Silva reco-


miendan que al practicados se preste especial cuidado a la ali-
mentación. Esto es algo que los antiguos yoguis ya sabían. El gra-
do de permeabilidad que tengamos a los líquidos corporales (la
sangre, la linfa) y a las energías de las materias sólidas y sutiles,
depende en gran medida de la escarificación del organismo; y
que el cuerpo se escorifique o no, depende sobre todo de la ali-
mentación. Por ejemplo: un conocido mío que desde hace años se
medicaba contra la hipertensión (los sedimentos en los vasos san-
guíneos pueden causada) de pronto dejó de tolerar bien este tipo
de fármacos. Con gran preocupación por parte de sus médicos
los redujo al mínimo, y se csintió mucho mejor. Y la presión arte-
rial se mantuvo normal. ¿Cómo sucedió esto? Pues muy sencillo:
su mujer cambió la manera que tenían de comer y al cabo de
unos pocos meses él reaccionó, ya que los sedimentos en sus va-
sos sanguíneos se redujeron.
Hace años, estudié a fondo el tema de la alimentación. Cuan-
do todavía trabajaba visitando a personas mayores a domicilio,
me propuse, como si fuera un juego, echar una mirada a la gente
nada más entrar en sus casas y a partir de su aspecto, intentar
adivinar el contenido de sus despensas. Pocas veces me equivoca-
ba. Si volviera a comer «como es debido», el asma y las alergias
no tardarían nada en volver a molestarme. Es un hecho compro-
bado que desde 1985 mis alergias han desaparecido y no han
vuelto jamás, a partir del momento en que me sometí a una cura
de zumo de limón de 9 días.

En la actualidad, sigo la siguiente dieta:

211
Allevantarme me tomo un vaso de agua.
Desayuno: té verde o infusión de yerbas, pan integral con mante-
quilla o requesón y brotes y un trozo de queso.
A mediodía: mucha ensalada o verdura al vapor, legumbres y un
plato de patatas o cereales.
Cena: (lo menos posible) sopa de verduras, pan, queso, copos de
cereales con plátano.
Entre horas: por las mañanas mucha agua, té o infusión y fruta,
por la tarde una taza de café con un trocito de chocolate o al-
gunas galletas.
Sólo como de vez en cuando carne o pescado;Jos fines de sema-
na. Tomar carne en exceso perjudica mi respiración y me vuel-
ve agresiva; pero lo que es todavía más importante: amo a los
animales y por eso no me gusta comérmelos. También he eli-
minado de mi dieta la leche, los tomates, los pimientos pican-
tes y el kiwi porque favorecen las mucosidad es en los pulmo-
nes y en todo el tracto intestinal.

Una cosa es segura: usted debe configurar su propia dieta y adap-


tada de vez en cuando a las nuevas necesidades de su organismo.
No se agobie y recurra a su ingenio. El consumo de carne (mi pa-
dre era carnicero y por eso en mi casa la carne era el plato prin-
cipal) lo reduje preguntándome cada día: «¿Tengo que comer
carne por fuerza o puedo saciar mi hambre y mis apetitos tam-
bién con productos vegetarianos?». Cuando me apetecía comer
carne, lo hacía y disfrutaba. Pero me fui dando cuenta de que po-
día comer otra cosa. Con el tiempo reduje el consumo de carne al
mínimo. No se olvide de los elefantes: son fuertes, inteligentes y
vegetarianos.
También reduje con un truco el consumo en exceso de té ne-
gro (el único vicio que he tenido en mi vida). Lo mezclé con té
verde y fui aumentando la proporción de té verde hasta que no
me hizo falta añadir té negro. Lisbeth Steudler, mi asesora en
cuestiones de, hierbas, apuesta por el té verde, ya que puede to-
marse a cualquier hora, purifica, es bueno para los riñones, los
conductos urinarios y la vejiga, y actúa de manera profiláctica
contra el cáncer. Un consejo más: no lo prepare con agua hir-
viendo, sino cuando el agua ya se haya enfriado un poco.
Según la Doctrina de los Cinco Elementos es recomendable

212
mezclar las infusiones dependiendo de las estaciones del año.
Cómprelas ya preparadas en establecimientos de productos die-
téticos y herboristerías. En primavera, una para el hígado y la ve-
sícula biliar; en verano la del corazón y el sistema circulatorio; en
otoño la del estómago y el páncreas; a fines del otoño la de los
pulmones y el intestino grueso, y en invierno la de los riñones y
la vejiga. Quizá los siguientes consejos puedan orientade:

• Cuando tenga que comprar aceite, vinagre, sal marina, cerea-


les integrales y productos lácteos, adquiera sólo los de prime-
ra calidad y si es posible, verduras procedentes de cultivos bio-
lógicos. ,
• Por las mañanas coma mucha fruta y beba mucho.
• A mediodía. tome sobre todo ensaladas y alimentos que con-
tengan proteínas.
• Por la noche coma lo menos posible, preferiblemente verduras
y cereales cocidos.
• Tome cosas sencillas y no mezcle más de tres tipos de verdura
diferentes.
• Mastique bien, coma despacio, con un estado de ánimo favo-
rable, y disfrute de la comida.

Si tiene en cuenta estas pocas directrices, llevará una dieta sana y


completa, que no sobrecargará y escorificará sin necesidad su or-
ganismo, sino que lo reconstituirá, manteniendo sano su cuerpo,
despejada su mente y estimulado su ánimo.
¡Todas las reglas tienen su excepción! Si no sufre ningún tipo
de trastorno, seguro que de vez en cuando sale a comer fuera.
¡Hágalo y disfrútelo!

213
La con'stante contemplación de lo be-
llo y lo grandioso (y lo pequeño) de-
bería hacer afable y feliz a nuestro
espíritu.
]AKOB BURCKHARDDT

Anexo B: Para todo mal hay


una planta medicinal

\
En la elección de las plantas medicinales, Lisbeth Steudler, expe-
rimentada herborista de Konitz (Berna), y yo, tuvimos en cuenta
que la mayoría pudieran adquirirse en cualquier herbolario.
Compre sólo productos de primera calidad, aunque sean más ca-
ros. En la actualidad, con unos aparatos especiales de medición,
puede analizarse con todo detalle la proporción de sustancias
medicinales que aún contiene una planta seca. El cultivo, el cui-
dado, la recolección, el secado y el almacenamiento tienen una
gran importancia a la hora de conservar la calidad óptima, y re-
quieren una gran especialización y cuidado, lo que evidentemen-
te tiene su precio.
Si toma muchas infusiones de plantas medicinales, cambie de
especie en cuanto se le manifieste una mejoría. Las sustancias
medicinales de muchas plantas actúan como medicamentos y
pueden perjudicar si se toman en exceso. Muchas plantas medi-
cinales actúan de inmediato, como por ejemplo la infusión de flo-
res de tila que en ocasiones provoca al cabo de unos pocos mi-
nutos un acceso de sudor. El efecto de otras especies se nota sólo
después de unas horas o días. '
Además, si quiere, establezca una relación espiritual con la
planta en cuestión, confrontando su esencia. Hay libros maravi-
llosos que lo explican (ver bibliografía).
Cuando encuentre una planta mientras da un paseo, explíque-
le su situación. Y en su próximo cumpleaños regálese una lupa
para poder admirar la gran perfección de la planta más pequeña:
se le abrirán nuevos mundos. Si está enfermo y no puede salir a

214
dar una vuelta por el campo, unas cuantas fotos le servirán para
el mismo objetivo. A través de ellas usted se podrá poner en con-
tacto con los espíritus de las plantas, que es de 10 que se trata. La
mayoría de las plantas son y tienen una apariencia delicada. Son
los contactos delicados los que curan y ayudan. Y no sólo curan
el cuerpo, sino también la mente y el ánimo, como pudo demos-
trar el «padre» de las Flores de Bach, Edward Bach. Ábrase a
ellas ahora, este es el momento oportuno.

P.S.: no se olvide de las plantas «que no sirven para nada», tam-


bién son criaturas de la fuerza cósmica y con toda seguridad
ocultan en sí mismas un secreto muy especial. .

215
Las verdades más sencillas son justo
las que el ser humano comprende
más tarde.
LUDWIG FEUERBACH

Anexo C: La Doctrina china


de los Cinco Elementos

Desde hace algunos siglos la energía del cuerpo ha jugado un pa-


pel importante en la medicina china. Se trata de la energía en ge-
neral y de la energía de cada órgano en particular.
Los chinos de la Antiguedad observaron que no toda la ener-
gía tiene la misma calidad. Pusieron nombre a estas cualidades
según los elementos: madera, fuego, tierra, metal, agua. Así, el
ser humano lleva, por ejemplo, las cualidades de la madera en sí
mismo; sobre todo en las energías o bien en los meridianos de ór-
ganos como el hígado y la vesícula biliar, pero también en su pen-
samiento y en sus sensaciones. Por lo tanto, si esta energía se de-
bilita, esto se manifestará en los órganos correspondientes y por
supuesto también en los pensamientos y estados de ánimo. Con
la práctica de los mudras y de las imágenes para la meditación,
así como las afirmaciones asignadas a cada uno de ellos, se influ-
ye de forma positiva en la energía correspondiente y con ello
también en el nivel anímico-mental.
Las cualidades atribuidas a los cinco elementos son:

Madera: crecimiento, nuevo inicio, perseverancia, actividad.


Fuego: individualidad, calor, generosidad.
Tierra: centrarse, digestión, transformación, estabilidad.
Metal: discernimiento, limpieza, comunicación .
. Agua: capacidad de adaptación, sensibilidad, serenidad y alma-
cenaje de energía vital.

La tabla siguiente le permitirá hacerse una idea de las diversas

216
cualidades que se atribuyen a los cinco elementos. En la parte in-
ferior de la tabla hay una lista donde aparece lo que fortalece o
debilita a un elemento u órgano. En determinados casos valdrá la
pena reflexionar acerca de qué se puede hacer o dejar de hacer,
además de practicar un mudra, para reforzar la curación. Algu-
nos de los consejos son muy agradables: reírse más, cantar, bailar
o estar al aire libre. No parecen tan terribles. ¿Cuándo fue la úl-
tima vez que vio una película divertida o que leyó un libro escri-
to con humor? ¿Cuánto hace que bailó, cantó o celebró una fies-
ta loca?

217
oídos
verano
insatisfacción, miedo verano
dulce
cruda
músculos
bazo/
estar tardío
amarillo/marrón
centrado preocupación
rectangular InVierno
rencor
odio
tristeza
sentido
otoño
bondad
metal
riñones
mentación
huesos
amargo
salado
te, ruido,
blanco
ondulado
hacia
valor
lengua
redondo
descanso:
en
mucosidades
vesícula
tendones,
corazón
verde
altotodas
ción,
luz,
contacto,
intestino
dosis
tumbado,
sentirse
de
dos,
vejiga
exceso
soledad,
yestrés
indulgencia,
agua
falta
pulmones
de
celebrar
mucho
emocional
franqueza
pnmavera
frialdad
OJos
rrer,
alegría,
fuego
madera
vasos
piel
agno
picante
mentos
suficiente
excesiva
rojo
alegría
Igrueso
del
arriba
dentro
concentración
serena,
respiratorios,
dad
aireespacio,
vida
tiempo
azul/negro orden
ysana
irrigación
sobre
direcciones
biliar
cartílago
satisfacción,
vicios
tristeza,
sueño,
correcta,
alegría,
protegido
irregular,
sexo,
tiempo,
descanso
libre,
ejercicio
bailar
sanguíneos
temperaturaque
articulares,
hígado
en punta
triángulo defiestas,
ejercicio,
emocional,
pasear
espacio
ydelgado
trabajo,
uñas, todo
mental
ali- s hacia
yali-
estilo
activi-
falta
permanen-
adapta-
tener
oen
ejercicios re-
deela
mie-
falta
calor
al
co-
afecto,
provocan
corporal
pelo comer
dulces,
estómago
páncreas
cantar,
bio
dida
por
planodelabajo
compasión
exceso
co, bien,
cómida
hogar
lugar
correcta
otros
de
estar
irregular en la
fría
protegido, me-
yarmóni-
de
exceso
yviajes, resi-
en o
de
cam-
de comida, energía I
II
serenidad
dencia,
tierra
boca
I
nanz
preocupación
Il

218
upación

219
El amor sigue siendo la escalera de
oro por donde el corazón sube al
cielo.
EMANUEL GEIBEL

Anexo D: Unas palabras sobre los chakras

Puesto que a estas alturas ya se ha escrito mucho sobre los cha-


kras, explicaré sólo con brevedad qué son y dónde se encuentran.
Como ya he dicho al principio, el ser humano está formado
por diferentes niveles de energía: de materia sólida y de materia
sutil. A lo largo de la columna vertebral se encuentran cinco re-
molinos de energía que se mueven como ruedas y muestran sus
propias tonalidades cromáticas. Otro remolino se halla en la
frente y otro en la parte superior del cráneo. Se trata de los lla-
mados chakras principales (hay otros más pequeños). Los cinco
chakras que se encuentran a lo largo de la columna vertebral se
asignan a los-cinco dedos de la mano. Los chakras pueden com-
pararse a transformadores eléctricos. Acumulan la energía que
fluye hacia el interior, la manipulan y transforman y vuelven a
distribuida. Son como nódulos de las vías energéticas, llamadas
«nadis» que proporcionan y distribuyen la energía. Además,
transforman las frecuencias en sensaciones comprensibles para el
ser humano, es decir, en pensamientos y emociClnes. Se ocupan de
nivelar la carencia de energía y de que las diversas energías se en-
cuentren en el lugar correcto. Se les podría considerar los órga-
nos del cuerpo energético.
Si la conciencia se centra a menudo y durante un cierto tiem-
po en uno de los chakras, su energía se activa. Pero hay que an-
darse con cuidado, porque un exceso de energía también puede
ser perjudicial. Siga mis indicaciones y sólo le sucederán cosas
buenas. Cuando el cuerpo está debilitado, los chakras también
trabajan poco, por lo que un poco más de intensidad no le senta-
rá mal. Si quiere profundizar más en el tema de los chakras y en
cómo producen su efecto, le recomiendo el libro de Swami Siva-

220
nanda Radha: Kundalini-Praxis. Verbindung mit dem inneren
Selbst.
chakra corona
chakra de la frente

chakra-de la garganta

chakra del corazón

chakra del plexo solar

chakra sacral

chakra base

Como verá en la siguiente tabla, a los chakras o a cada uno de los


dedos (ver pág. 51), también se les atribuyen, entre otras cosas,
rasgos del carácter y talentos.

221
chakra base Vitalidad, estar unido a la tierra,
(Muladhara) confianza primigenia, seguridad
en uno mismo, sentirse protegi-
do, estar en armonía con las le-
yes de la naturaleza.

chakra sacral Conservación de la especie, se-


(Swadhisthana) xualidad, familia, sociabilidad,
creatividad, relación con el en-
torno.

chakra
\ del plexo solar Imaginación, visiones de futuro,
(Manipuraka) decisión, superación del pasado,
dispersión; el fuego interior que
construye y destruye.

chakra del corazón Ganas de vivir, alegría, amor,


(Anahata) afecto; fuente del amor al próji-
mo, incondicional y desprendido,
a todas las criaturas, a todos los
elementos y a toda la creación.

chakra de la garganta Pureza, ética, conocimiento, con-


(Vishuddha) ciencia expandida, armonía per-
fecta.

chakra de la frente Disgregación de la dualidad, re-


(Ajna) gulación de todos los procesos
mentales; pensamiento racional,
intuición, inspiración, memoria.
Aquí el ser humano se ve como
una unidad: conciencia, incons-
ciente y subconsciente fluyen
juntos.

chakra corona Estado de bienaventuranza, aquí


(Sahasrara) se une la conciencia individual
con la Conciencia Cósmica.

222

j
Adonde me lleve mi camino,
el cielo es mi techo,
el sol me acompaña cada día,
las estrellas hacen guardia.
]OSEF EICHENDORFF

Para terminar

Acabo este libro con el corazón lleno de alegría y agradecimien-


to, ya que gracias a la búsqueda y a la escritura, yo misma he
avanzado un poco más. He adquirido muchos conocimientos
nuevos, que me serán de gran utilidad en mi camino por la vida.
La lección más importante ha sido sin duda alguna la constante
y creciente confianza: la confianza en un poder superior. Cuando
empecé a documentarme, conocí en el plazo de pocos meses «por
casualidad» a personas relacionadas con los mudras, tanto en su
aspecto científico como práctico, que los empleaban con éxtio
desde hacía años. Mis preguntas siempre obtuvieron respuesta:
por medio de una sensación, una voz interior, un libro, un medio
de comunicación (periódico, radio, televisión), una súbita llama-
da. Esta maravillosa experiencia la he tenido a menudo durante
los últimos meses, lo que me ha demostrado, una vez más, que
hay algo que no podemos comprender: el gran misterio, lo divi-
no.- Se lo cuento para darles ánimos. No soy ni mejor, ni más que
usted. Si yo recibo ayuda es porque esa ayuda: también existe
para usted en todas las situaciones de la vida. Pero debe abrir-
se para recibirla.
Para la mayoría de nosotros, no es fácil tener esta confianza.
Quizás usted se parezca a mí y por eso se ha sentido atraído por
mi libro. De ser así, tendrá que trabajar al igual que yo, una y
otra vez, en alimentar esta confianza primigenia. Para ello, me
han sido de gran ayuda los siguientes hábitos de comportamien-
to. Recójase tanto como pueda en el silencio, basta con unos mi-
nutos. Tómese en serio todo aquello que le hace sentirse insatis-
fecho o desgraciado y busque con insistencia una solución.

223

j
Cualquier carencia en la salud o en la alegría de vivir, causada
por la insatisfacción que sentimos ante nuestra relación con no-
sotros mismos, con los demás o con las actividades que llevamos
a cabo, es de importancia capital y un obstáculo que debemos
vencer. Superar ese desafío nos permite avanzar por el camino de
la vida.
Podemos realizar nuestra función en la vida apretando los
dientes, o como si se tratara de un juego. Y cuanto más serias
sean las circunstancias, más puede ayudamos la ligereza que da
el sentido del humor, que nos permite superar incluso los obs-
táculos más grandes. Tal vez, en un instante, nos coloque encima
del obstáculo, en lugar de tropezar con él. ¡Cuanto mayor sea
éste, mejor será nuestra nueva perspectiva! Es importante que us-
ted permanezca relajado y mantenga una actitud abierta. Si de
entrada no le sale, seguro que le espera algo mucho mejor. A me-
nudo he perdido cosas que creía al alcance de mi mano, para dar-
me cuenta después, que lo que me esperaba siempre era mucho
mejor. A veces, una solución puede parecemos muy poco atracti-
va y sólo con el paso del tiempo nos damos cuenta de que ha re-
sultado ser la óptima.
No importa lo negro que se presente el panorama, disfrute las
pequeñas maravillas de la vida cotidiana. En su interior también
hay un artista de la vida que sabe convertirlo todo en lo mejor,
las pequeñas alegrías en grandes acontecimientos. Un artista de
la vida también sabe tratarse bien a sí mismo. Si se convierte en
un experto en este campo, también podrá llenar de felicidad con
su arte todo su entorno.
No olvide que todo lo que debe desarrollarse, ya sea la con-
fianza, la serenidad, la constancia o el h4mor, necesita tiempo, e
implica recaídas, pero unas veces más, otras menos, está presen-
te. Este libro puede acompañarle un tiempo, y si tiene éxito lo de-
jará a un lado, aunque pronto se dará cuenta de que reaparecen
los viejos modelos de conducta. No pasa nada, vuélvalo a abrir y
póngase de nuevo a practicar los mudras. Aunque tenga la apa-
rente sensación de que se encuentra como cuando empezó, pron-
to se dará cuenta de que no es así. Verá el libro con otros ojos y
seguro que percibirá en él una nueva profundidad. Podemos ver
el camino de nuestra vida como una espiral que va subiendo por
la ladera de una montaña, hasta la cima. Pasamos una y otra vez

224
por la misma cara de la ladera, donde el sendero se hace más di-
fl
I
fícil, pero siempre estamos más arriba. Por lo tanto, avance con
los ojos abiertos y con ánimo.
Permanezca siempre en un estado de alegre expectación. ¿Qué
le espera tras la siguiente curva? ¿Qué espera usted? No pueden
suponer los horrores que yo imaginaba antes de iniciar mis prác-
ticas de Yoga, convencida de que se harían realidad en un futuro
cercano y en los años venideros. Mi imaginación no tenía límites.
Podemos imaginar lo hermoso, lo que nos hace felices, o bien la
enfermedad, la más profunda de las soledades, la pobreza, etc.
¿Por qué no esperar lo mejor y ver con alivio qué es lo que llega?
Yo he aprendido a hacerlo e intento siempre mej.orar esta capaci-
dad. Inténtelo y verá que detrás de cualquier recodo del camino
nos espera una aventura nueva, grande o pequeña. Cada vez con
mayor frecuencia mis esperanzas se hacen realidad. Es una ley
cósmica.
En resumen: practique los mudras con recogimiento, insista y
esté atento. Busque siempre soluciones y manténgase abierto a
todo lo nuevo. Espere siempre lo mejor y con alegría. Le deseo,
querida lectora, querido lector, mucha suerte.
Si alguna vez tiene ganas de profundizar en los temas que mar-
can nuestra vida, pida material informativo sobre las semanas
dedicadas al Yoga y a las caminatas por las montañas suizas. No
es necesario tener conocimientos de Yoga y las caminatas se pue-
den adaptar a sus propias necesidades:

Yogaschule am Wildbach
Felsenstrasse 12 a
CH - 8008 Zurich

225
Notas

1. Esta tendencia del Yoga es la más popular en Occidente.


Abarca ejercicios físicos, de purificación y de respiración.
2. El objetivo de esta tendencia del Yoga es despertar la fuerza
espiritual que descansa en todas las personas, en el extremo
inferior de la columna vertebral, y dejada ascender por ella
hasta que se una por encima del cráneo con lo divino.
3. Lothar-Riidiger Liitge, Kundalini, pág. 72
4. Ingrid Ramm-Bonwitt, Mudras - Geheimsprache der Yo-
guis, Umschlag.
5. Una de las grandes tendencias en la veneración de la divini-
dad en el hinduismo moderno. Se venera principalmente a
Shakti, la esposa del dios hindú Shiva, como «Madre Divi-
na».
6. Esta y todas las citas siguientes de Dev Keshav sobre el efec-
to de los mudras las he sacado del artículo «Yoga mit dem
kleinen Finger», Ram Panjaabi, Esotera 9/88.
7. Lutz Berger, «Die Magie der heilenden Klange» [La magia
de los sonidos terapéuticos], Esotera 6/97, pág. 27.
8. ver nota 6
9. Dean Ornish, Recuperar el corazón.
10. «Mentaltraining» desarrollado por Giinter y Margarete
Friebe. El matrimonio conoció en USA los métodos Mind
Control, Mind Development y Alphagenics. En el transcur-
so de los últimos 20 años los han perfeccionado, de manera
que hoy en día existe un Mental-Trainingsorigramm propio
y muy eficaz (ver también bibliografía).
11. Kim Tawn, Ejercicios secretos de los monjes taoístas.
12. ibíd.

227
-----~----_---
_
13. Pubococcígeo, músculo en el perineo, entre el ano y los ór-
ganos sexuales. Tras profundas observaciones, los investiga-
dores han constatado que la contracción de este músculo ac-
túa como una bomba de energía sobre el cerebro.
14. Jo Conrad y Benjamin Seiler, «Atmen Sie sich gesund» [Res-
pire para curarse], Zeitenschrift 5/95, pág. 5.
15. Sofie Rodelli, Handubungen als Heilgymnastik [Ejercicios
de manos como gimnasia terapéutica], pág. 73.
16. Hermann Hesse, Traumgeschenk [Ensueños], pág. 311.
17. Gerhard H. Eggetsberger, Power fur den ganzen Tag [Ener-
gía para todo el día], pág. 40.

228
---_------------------------------------"i
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231
Aquí encontrará de inmediato el mudra que
puede serle útil para solucionar su problema

Es posible que haya otro que le sea de mayor utilidad y que no se


mencione en este libro. Cada persona reacciona de un modo dis-
tinto a los mudras, así que lo mejores que experimente con toda
libertad.

abatimiento, 135, 139, 147, de la zona del, 202


156 Véase también, Esfínteres,
abdomen, relajación de los
fortalecimiento del, 188 apatía, 135
molestias en el, 145 apetito, falta de, 52
estimulación de los órganos aprendizaje, dificultades de,
del, 200 41,47,157
actividad cardíaca, 79 armonía, 93, 127, 162
actividad cerebral, 41-42, 47, articulaciones, 151-152
157 artrosis, 97
agilidad mental, 81 asma, 61, 85, 87-88, 137
agot;1miento, 119, 120, 122, dieta para combatir el, 211-
135, 156, 169 213
agresividad, 43, 125 atonía, 145
alegría, 68, 127,205
ano, 202 bazo, 83, 119, 127, 149, 150,
tensiones en la zona del, 197
146 brío, falta de, 135
reafirmación de los múscu- bronquios, 79, 85-86, 87
los interiores y exteriores

233
calma, 162,201 depresión, 43, 63, 133-134,
cansancio, 52, 53, 63, 89, 155 147, 156, 159
capacidades intuitivas y men- orgánica, 191
tales, aumento de las, 133 deseos que deben cumplirse,
carácter, cambiar rasgos del, 113
66-67, 153-154 desgracia, cambio de la, 133
cerebro, desintoxicación, véase Cura
nueva energía para el, 131, depuradora del organismo
191 despejarse por las mañanas,
estimulación de la actividad 81
del, 188 diarrea, 53
ciática, 99 dificultades respiratorias, 53,
ci~culación sanguínea, 121- 91, 121
122 digestión, 83, 84, 125, 127,
claridad mental, 89, 159 129
comportamientos adictivos, débil, 191
66-67 discernimiento, 162
supresión de los, 153 disgustos, eliminar, 196
concentración, 61, 84, 131, dolor
132, 153, 157, 187 abdominal, 52
estimular la, 153, 159, 186 de cabeza, 52, 129
confianza en uno mismo, 79, de espalda, 52, 62, 111-112
89,93,103,113,178-179 de garganta, 52
corazón, 48,57,110, 127, de oído, 101
135, 150, 213 difuso, 127
ataque al, 62, 109 en general, 52
trastornos del, 119 duodeno, 127
creatividad
estimulación de la, 42 emociOnes,
cura depuradora del organis- tranquilización de las, 188
mo,141 energía
curación, procesos de, 156 déficit de, 103
equilibrio de la, 121
decaimientos orgánicos, 119 enfermedad, propensión a la,
decisiones que uno se ve obli- 57
gado a tomar, entusiasmo, 84
respuesta a las, 180 equilibrio, 162
defecación, 83, 84, 123 interior, 93, 188
problemas de, 146 corporal, 103
esfínteres gota, 99
relajación de los, 146 gripe, 62, 117
espasmos, 127
estabilidad, 194 hemorroides, 145, 191
estado de ánimo, 43, 48, 84, hígado, 83, 93, 103, 125, 127,
188 141,149,150,197,213
crónicamente alterado, 43- véase también, Cura depu-
negativo, 85 radora del organismo
efecto equilibrador del, 93 hipersensibilidad, 85
fluctuaciones del, 122 hipertensión, 43, 52, 159
estómago, 83, 103, 105, 119, hostilidad, 123
120, 121, 125, 127, 149, 150, huesos, 103
199,213
molestias del, 188 impaciencia, 66-67, 123
estreñimiento, 53, 125, 191, infecciones del pecho, 91
195 insatisfacción, 43, 85, 147,
crónico grave, 123 155
estrés, 85, 126, 187 insomnio, 159
exceso de peso, 53, 91 interés por las cosas, 81
excreción, problemas de, véase intestino, 99, 150, 199
Intestino grueso y piel debilitado, 145
delgado, 57, 150
fiebre, 91 grueso, 57,105,117,131,
flatulencias, 53, 62, 84, 99 213
flora intestinal empobrecida, purificación del, 204
137 ira, 123
formación del carácter, 66-67 irrigación sanguínea, 121-122
frío, tener, 57 mejora de la, 204
véase también, Temperatu- irritación, estados de, 100
ra corporal, aumento de
la lógica, 84
funciones cerebrales, estimula- luchas interiores, 170
ción de las, 84
funciones fisiológicas, estimu- magnetismo personal, 133
lación de las, 48 mala suerte, cambiar la, 133
malestar, 123
ganglios nerviosos, 197 mareo, 62, 84
garganta, 95 mejorar las relaciones, 64-65
gases, eliminación de, 188 memoria, 84, 131

235
estimular la, 42, 153, 159, perdón, el, 172-173
186 perseverancia, 89
menstruación, 121, 145, 195 pesimismo, 66-67
dolores de la, 121, 145, piel, 103, 117
195 limpieza de impurezas de
miedo, 43, 52, 66-67, 85, 125, la, 189
146, 170 plexo solar, 127
migraña, 130 presión sanguínea, 48
mucosidad, 91, 105-106, 129, baja, 53, 135
137 problemas
de aprendizaje, 157
náuseas, 84 de audición, 101
nervibsismo, 53, 66-67, 89, de expresión, 157
90,105,203 de vejiga, 93
nuca tensa o dolorida, 48, 191 respiratorios, 85
próstata, 146
oído, 101-102 trastornos de la, 145
ojeras, 147 pulmones, 47, 57, 131, 132,
olfato, 103 139,149,150,199,204,213
mucosidad en los, 105
paciencia, 93 purificación de los, 204
páncreas, 119, 127, 135, 149, véase también Cura depu-
150, 197,213 radora del oragnismo
paz interior, 68, 113, 157,
162,190,196,205 querer aferrarse a todo, 123
pecho, 121
opresión en el, 61 recogimiento interior, 162
pelo, 104 relajación, 144, 149, 187,
pelvis, 121 201,205
energía de la, 84 de los nervios, 157
estimulación de los órganos de tensiones de todo tipo,
de la, 200 117
irrigación sanguínea de la, resfriado, 52, 53, 91, 105
201 respiración, 47, 48, 127,205
reafirmación de los múscu- relajante y favorecedora del
los interiores y exteriores sueño, 143
de toda la, 202 mala, 85
pensamientos y emociones al- plana, 191
terados, 153 profunda, 83, 131, 190,205

236
reuma, 52, 97, 99 soledad interior, 85, 88
revitalizaci<jn de los órganos, solucionar problemas cotidia-
121 nos, 65-66, 180
riñones, 127, 133, 147-148, somnolencia, 159
149, 150,213 sosiego, 190
superar el pasado, 64
saliva, secreción de, 189 '
satisfacción, 68 temblores
senos en el cuello, 99
frontales, 105, 137 en la cabeza, 99
nasales, 129 en las manos, 99
sensación temor, 133, 170
de desamparo, 85 a la vida en general, 170
de estar explotado, 169 temperatura corporal, aumen-
de no ser comprendido, to de la, 91, 103, 193
169 tensión, 100, 105, 156, 159
de saciedad, 84, 99, 127 acumulada, 196
de seguridad y confianza, en la cabeza, 129
147 en la zona del pecho, 79
sentido del gusto, mejora del, en los ojos, 129
107, 189 interna, 127
sentimientos maxilar, 127
de culpa, 66-67 véase también Relajación
de inferioridad, 66-67 tos, 52, 91
sequedad tracto digestivo
en la boca, 107 limpieza del, 189
en los ojos, 107 mucosidades en el, 105
serenidad, 68, 93,113,127,196 tracto intestinal, limpieza del,
sexualidad, 115-116 188
sinusitis, 52, 53 tranquilidad, 162
crónica, 62 trastornos
sistema cardíacos, 119
circulatorio, 57, 135,213 circulatorios, 62
hormonal, 81 crónicos, 83
inmunológico, 91-92, 137 de la menopausia, 53
límbico, 188 de la mujer, 116
nervioso vegetativo, 84, de la vejiga, 107
119-120, 139, 187, 189, de los riñones, 107
197,205 digestivos, 195

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estomacales, 52, 53 purificación de la, 204
intestinales, 52, 53 trastorno de la, 107, 145,
sexuales, 53 195
tristeza, 85, 133 ventosidades, 99
vértebras, estimulación del
uñas, 103 metabolismo de las, 197
urgencia sexual, 85 vértigo, 119, 135
vesícula biliar, 83,93, 127,
vejiga, 146, 150,213 146,149,150,197,213
debilidad de la, 133, 148, vicio de criticar, 66-67
191 visión, problemas de, 62, 89
irritación de, 148
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Fuentes de las ilustraciones

Páginas 50/51: Lori Reid, Die hand [La mano], Munich, 1997,
págs. 220 y 221.
Páginas 54/55: Hurlimann, G., Handlesen [Leer las manos],
Wettswil, págs. 251 y 268.
El resto de las ilustraciones son de !to Joyoatmojo.

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