I
FACULTAD DE CIENCIAS CONTABLES Y
FINANCIERAS
ESCUELA PROFESIONAL DE
CONTABILIDAD
ASIGNATURA : Doctrina Contable
TEMA : Biografia de Manuel Scorza Torres
DOCENTE : Mg. Maricela Ochoa Guillen
INTEGRANTES :
CICLO ACADEMICO : Primero
II
DEDICATORIA
Este presente trabajo está dedicado
primeramente a Dios y a nuestra
Docente Mg. Maricela Ochoa Guillen
por brindarnos un tema de suma
importancia como la vida de Manuel
Scorza.
III
AGRADECIMIENTO
En primer lugar agradezco a Dios
por haberme guiado por el camino de
la Carrera de Contabilidad hasta
ahora; en segundo lugar a la Docente
Mg. Maricela Ochoa Guillen por
brindarnos conocimientos que nos
ayudara a desarrollar mejor la Carrera
Universitaria
Gracias.
IV
INDICE:
Introducción…………………………………………………………………V
Biografía de Manuel Scorza Torres……………………………..……….VII-XVI
Obras Literarias …………………………………………………………...XVII
Poesía……………………………………………………………….XVII
Narrativa…………………………………………………………….XIX
Ensayos……………………………………………………………..XXI
Artículos periodísticos y entrevistas…………………………......XXIII
Correspondencia publicada……………………………………….XXV
Compilaciones.………………………………………………….….XXVI
Conclusión…………………………………………………………….…….XXVII
Bibliografía………………………………………………………………….XXVIII
V
INTRODUCCIÓN:
Manuel Scorza Torres Nació el 9 de septiembre de 1928 en Lima, aunque vivió un
largo exilio en países como México, Uruguay y España.
En 1945 ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Su primera incursión en la literatura la hizo con el libro de poemas Canto a los mineros
de Bolivia (1954), que publicó en México, y al que siguieron Las
imprecaciones (1954), Los adioses (1958), Desengaños del amo (1961) y Réquiem
para un gentilhombre (1962), obras todas ellas de un gran compromiso social.
Escribió también el ciclo conocido como "La guerra silenciosa", integrada por las
novelas Redoble por Rancas (1970), Garambombo, el Invisible (1972), El jinete
insomne(1976), Cantar de Agapito Robles (1976) y La tumba del relámpago (1978).
Manuel Scorza falleció el 27 de noviembre de 1983, cuando el avión en el que viajaba,
se estrelló un minuto antes de llegar al aeropuerto de Barajas (Madrid).
OBRAS:
Las Imprecaciones (1955)
Los adioses (1959)
Desengaños del mago (1961)
Réquiem para un gentil hombre (1962)
Poesía amorosa (1963)
El vals de los reptiles (1970)
Poesía completa (2012)
VI
LA GUERRA SILENCIOSA:
Redoble por Rancas (1970)
Historia de Garabombo el Invisible (1972)
El jinete insomne (1977)
Cantar de Agapito Robles (1977)
La tumba del relámpago (1979)
La danza inmóvil (1983)
VII
BIOGRAFIA DE MANUEL SCORZA TORRES
Manuel Scorza (1928-1983) A lo largo de su trayectoria Scorza prefirió siempre
acentuar sus orígenes familiares indígenas, aunque naciera en Lima, la capital del Perú,
el 9 de septiembre de 1928. Posteriormente, por cuestiones de salud, por su asma, su
familia se instaló en la sierra, en el departamento de Huancavelica, y se afincó en Acoria,
cerca del pueblo natal de su madre, Acobamba, donde su padre abrió una panadería.
En este ambiente serrano se desarrollaron los años que, al parecer, proporcionaron a
Scorza las experiencias de primera mano sobre la vida en una aldea andina, que tan
importantes resultaron después para su obra creativa. Pasados unos años, la familia
decidió volver a Lima, y el padre de Scorza instaló un puesto de venta de periódicos y
revistas, hecho que, sin duda, facilitó la inmersión en la lectura del futuro escritor. Más
adelante, Scorza regresó a la sierra, como interno en un colegio salesiano, en
Huancayo, por una recaída en su enfermedad. Después, volvió de nuevo a la capital e
ingresó en el Colegio Militar «Leoncio Prado», institución frecuentada por alumnos de
todas las clases sociales, en especial de la pequeña burguesía. En efecto, se trata de
la misma escuela donde Mario Vargas Llosa estudió años después y que más tarde
retratará, crudamente, en su novela La ciudad y los perros (1963). Durante sus últimos
años en el colegio militar, Scorza comenzó a participar en protestas políticas y se integró
en una célula clandestina del APRA (Alianza Popular Revolucionaria Americana). Así,
en 1946, a los dieciocho años de edad, el futuro escritor se matriculó en la politizada
Universidad Nacional Mayor de San Marcos en Lima, para seguir la carrera de Filosofía
y Letras, participó de forma activa en la política universitaria y continuó en el APRA, que
VIII
en aquellos momentos era un partido legalizado e implicado en la dirección política del
país, debido a que entre 1945 y 1948 ocupó la presidencia del Perú José Luis
Bustamante Rivero, elegido por una coalición del APRA, el Partido Comunista y otros
partidos de izquierda. En esta situación, algunos sectores del APRA, con los que
simpatizaba Scorza, pretendían forzar un cambio revolucionario que impidiera un
posible golpe de la derecha. Sin embargo, las tensiones sociales que se generaron por
la política desarrollada por el gobierno de Bustamante Rivero condujeron finalmente al
temido golpe de estado, en el año 1948, que fue encabezado por el general Manuel A.
Odría, cuya dictadura se mantuvo hasta 1956, período conocido como el Ochenio.
Debido a su militancia política y a un incidente relacionado con la publicación de su
poema «Rumor en la nostalgia antigua», por el que fue detenido, y sin haber podido
siquiera terminar sus estudios, Scorza se vio obligado a abandonar el Perú en 1948.
Durante sus primeros años de exilio, entre 1949 y 1952, Scorza vivió en Chile,
Argentina y Brasil, se profundizó en su formación ideológica. De 1952 a 1956, Scorza
vivió de forma estable en México, donde pudo continuar sus estudios literarios, esta vez
en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Por aquel entonces publicó
el ensayo «Una doctrina americana», que apareció en la revista mexicana Cuadernos
Americanos en 1952.
El artículo se ocupaba de los fundamentos ideológicos del aprismo, así como de la
posición política del autor como miembro del APRA. El artículo insistía en los valores
fundacionales de la ideología del aprismo, que en esos momentos se declaraba
anticomunista, y reclamaba una redistribución más justa de la riqueza, así como la
IX
unidad política y económica de Latinoamérica, en la estela del panamericanismo
bolivariano. Un año más tarde, Scorza no se extrañó demasiado cuando los dirigentes
apristas efectuaron un giro a la derecha. De forma significativa, Víctor Raúl Haya de la
Torre, el líder e ideólogo del APRA, cambió su antigua oposición a las inversiones
extranjeras, especialmente las americanas, en el Perú. Por este motivo, Scorza, como
muchos otros apristas ya descontentos con la evolución de la dirección del APRA,
abandonó el partido y anunció su ruptura ideológica en una carta abierta titulada
sarcásticamente «Good-bye, Mister Haya».
En 1952, Scorza publicó también un corto pero comprometido poema titulado
«Canto a los mineros de Bolivia». En el poema, Scorza se une a las quejas de los
mineros, a los que llama sus «hermanos», con quienes dice compartir sus deseos y
ansias. Para expresar su gratitud por este poema, los sindicatos de mineros bolivianos
invitaron a Scorza al primer aniversario de la Revolución Nacional de su país. Tras su
visita en abril de 1953, Scorza escribió un largo ensayo titulado «La independencia
económica de Bolivia» donde analizaba lo sucedido en Bolivia durante los años 50.Es
también revelador del creciente interés de Scorza por la cuestión indígena y la lucha por
su liberación -tanto económica como política- que escribiera poco tiempo después una
breve biografía sobre el padre de la independencia mexicana, Miguel Hidalgo. Este libro,
titulado Hidalgo, fue publicado anónimamente como parte de una serie que el Instituto
Nacional Indigenista de México (1956) dedicó a las vidas de mexicanos insignes, dirigida
al público infantil y con ilustraciones.
X
En el ensayo sobre Bolivia es posible apreciar la coincidencia de dos temas que
tomarán una posición central en la evolución posterior de la obra de Manuel Scorza,
aunque nunca más sean tratados en forma de ensayo. Se trata de la cristalización de
sus posiciones políticas (ya bastante definidas en su artículo anterior sobre el aprismo)
en torno al antiimperialismo y a la reivindicación de un nacionalismo de izquierdas
panamericano, por una parte, y al descubrimiento del problema de la explotación de los
indios y la posesión de la tierra que, desde su punto de vista, configuraba una realidad
que había sido pasada por alto incluso por ciertos sectores de la izquierda
latinoamericana. Este último punto ya había sido desarrollado por José Carlos
Mariátegui en su ya clásico Siete ensayos de interpretación de la realidad
peruana (1928).
Los cambios políticos del Perú facilitaron a Scorza una vía de retorno a su país. En
1956, en las elecciones generales convocadas por el general Odría, fue elegido como
presidente el candidato liberal Manuel Prado, que ya había gobernado el país entre 1939
y 1945, en esta ocasión apoyado por una APRA derechizada. Fruto -en parte- de estos
cambios políticos, Scorza obtuvo aquel mismo año en el Perú el Premio Nacional de
Poesía -que llevaba el nombre de «José Santos Chocano»-, por su libro Las
Imprecaciones, publicado un año antes en México, lo que le abrió las puertas de una
vuelta a su país con un cierto reconocimiento.
Scorza volvió en 1957 al Perú, donde permaneció durante los siguientes once años.
Poco después de su regreso, se casó con Lydia Hoyle, con quien tuvo dos hijos: Manuel
XI
Eduardo y Ana María. A partir de su regreso Scorza desarrolló una serie de iniciativas
editoriales que le reportaron una amplia reputación en el país[2].
Scorza desarrolló una intensa actividad como editor durante una década, de 1956
a 1966, aproximadamente. Comenzó en el Perú con los llamados Festivales del Libro,
Este proyecto pretendía acercar el libro, considerado entonces un objeto de lujo en el
Perú, a su público real eliminando la barrera de los intermediarios que encarecían su
coste: los libros se vendían en las plazas, en puestos callejeros, y se apoyaba su
lanzamiento con campañas publicitarias en prensa que incluían a menudo la presencia
del autor y la firma de ejemplares. Por otro lado, el abaratamiento del libro también era
posible gracias a las grandes tiradas de ejemplares -del orden de los 10 000 por título,
para empezar-, al empleo de técnicas de imprenta como el offset, además del papel de
baja calidad, y al apoyo económico de empresas patrocinadoras. De este modo podían
venderse los libros al módico precio de tres soles de la época. Por otra parte, el prestigio
de estos festivales se apoyaba en la nómina de colaboradores, entre los que se
encontraban escritores como José Durand, Manuel Mujica Gallo, Estuardo Núñez y
Sebastián Salazar Bondy[3], por citar sólo a unos pocos, que se encargaban de elaborar
los prólogos y seleccionar los textos para las antologías publicadas.
Los dos primeros festivales se dedicaron a autores peruanos, a divulgar las obras
imprescindibles de su literatura nacional, desde el Inca Garcilaso a César Vallejo,
pasando por Ricardo Palma o Manuel González Prada, entre otros. En cambio, los dos
últimos, con el título de «Grandes Obras de América», se abrieron a la literatura del resto
del subcontinente. Continuaron publicándose textos de autores peruanos, como Ciro
XII
Alegría o José María Arguedas, pero se dio cabida a escritores invitados como Rómulo
Gallegos o Jorge Icaza. Tras dos años, una vez agotado el filón peruano, Scorza decidió
expandir su empresa por otros países hispanoamericanos para repetir su éxito. En esta
colección publicó, de 1958 a 1960, los títulos más importantes de la literatura
venezolana, desde Rómulo Gallegos -a quien se dedicó una serie especial- a Teresa de
la Parra, pasando por Arturo Uslar Pietri, Miguel Otero Silva y tantos otros. A
continuación, Scorza dio el salto a Colombia, donde eligió al también novelista Eduardo
Caballero Calderón como presidente de honor para coordinar los Festivales del Libro
Colombiano, aunque la dirección efectiva recayó en manos del periodista Alberto
Zalamea, hijo del poeta Jorge Zalamea. Tras un intento fallido en Centroamérica, Scorza
exporta su idea, finalmente, a Cuba. Allá la dirección del Festival del Libro Popular
Cubano fue a manos de Alejo Carpentier, a quien Scorza consideraba un maestro y con
quien le unía una relación de amistad; sin embargo, debido, al parecer, a los problemas
económicos inmediatos surgidos tras la revolución cubana, Scorza se arruinó. Hacia
1959, Scorza ideó una nueva colección de libros de bolsillo, denominada Bolsilibros,
que también quería que dirigiera Alejo Carpentier, pero no llegó a cuajar debido a la
quiebra de la Organización Continental de los Festivales del Libro. Este proyecto, de
algún modo, adelantaba la que sería, más adelante, en 1963, su última aventura
editorial, Populibros Peruanos, con lo que retomaba, de algún modo, el espíritu que
animaba los Festivales del Libro. En esta ocasión, la publicación de textos de la literatura
peruana no se limitó a los clásicos, sino que dio a conocer a nuevos autores, de temática
urbana, como Julio Ramón Ribeyro, Mario Vargas Llosa, Enrique Congrains, Luis
Loayza u Oswaldo Reinoso. Por otra parte, también dio cabida a obras de la literatura
XIII
hispanoamericana y universal. El éxito de este proyecto se prolongó durante dos años,
a lo largo de doce series, de cinco títulos cada una. No obstante, Populibros Peruanos
se vio abocada también a la ruina tras la prohibición de venta pública llevada a cabo por
la Municipalidad de Lima: al parecer, el detonante fue el secuestro de la edición de El
amante de Lady Chatterley de D. H. Lawrence, considerada escandalosa por las
autoridades.
Además, con esta experiencia, Scorza aprendió, desde luego, las estrategias del
mercado editorial, el papel de la publicidad y el marketing, que más tarde le sirvieron de
gran utilidad a la hora de planear su lanzamiento como narrador. Paralelamente, siguió
escribiendo y publicando poesía, como lo demuestra en Los
adioses (1960), Desengaños del mago (1961), «Réquiem por un gentilhombre» (1962)
y, más tarde, «Cantar de Túpac Amaru» (1969) y El vals de los reptiles (1970).
En el agitado universo parisino de finales de los años sesenta, Scorza desembarcó
como un intelectual latinoamericano más, con muchas ambiciones, algunos contactos
importantes -fruto de su anterior labor de editor- y escasos recursos. Son los momentos
en que el boom latinoamericano empieza a tener repercusión en el universo francófono,
como parte de su proceso de internacionalización, puesto que ya son conocidos en
Europa autores como M. Vargas Llosa o J. Cortázar. Scorza trae consigo todos los
materiales que había estado recopilando sobre las rebeliones campesinas en el Perú,
desde su implicación en el Movimiento Comunal de Cerro de Pasco desde 1961:
documentación, cintas, fotos, entrevistas, etc., dispuesto a escribir algo importante
sobre su país, con la perspectiva que da la distancia. No está claro en qué momento
XIV
concibe Scorza la posibilidad de transformar su historia en una novela y, más tarde, en
un ciclo novelístico.
En todo caso, lo que sí está claro es que la intención original de Scorza no era
escribir una novela, sino un ensayo, como ya hemos anticipado.
Sin ser demasiado consciente de su objetivo, Scorza redactó Redoble por Rancas en
forma de novela, probablemente entre finales de 1968 y principios de 1969. Su método
de escritura era bastante compulsivo, escribía con rapidez, pero retocaba largamente
los borradores, hasta llegar a redactar más de diez versiones para cada página.
Después de la publicación en Barcelona de Redoble por Rancas vino el impacto: la
novela tuvo una buena acogida, se convirtió en un éxito editorial, y su autor empezó a
ser reclamado por la prensa especializada.
En el Perú, la publicación de la novela fue acogida con sorpresa en el ámbito
intelectual, pero en el contexto de los primeros años del gobierno revolucionario militar
del general Juan Velasco Alvarado, también fue interpretada como una cierta
justificación del proceso de reforma agraria y de transformación socialista que se estaba
emprendiendo. En este sentido, la liberación por intervención directa del presidente, de
Héctor Chacón, el «Nictálope» en Redoble por Rancas, que se hallaba cumpliendo
condena en prisión, el 28 de julio de 1971, después de una carta de Scorza aparecida
en la revista Caretas y la respuesta del propio «Nictálope» desde el penal del Sepa en
la selva peruana, dio efectividad y resonancia a la obra de Scorza, como él mismo contó
incansablemente en los años posteriores, puesto que la ficción había alterado la
realidad, algo infrecuente en la historia de la literatura.
XV
Desde principios de los años setenta, la vida de Scorza en París se convirtió en la
de un escritor de éxito, con ediciones de sus nuevas novelas (en 1972
aparecería Historia de Garabombo, el Invisible, también en Planeta), frecuentes viajes
por Europa y Latinoamérica, apariciones en televisión y abundantes entrevistas en
medios periodísticos y revistas especializadas. Entre sus amistades de entonces se
contaban otros novelistas latinoamericanos de éxito afincados por aquella época en
París.
Sin embargo, a pesar de la fama obtenida por sus primeras novelas, los ingresos
de Scorza no eran muy elevados, por lo que, entre 1970 y 1978.
Sólo a partir de los años 1977-1978, con la aparición de sus nuevas novelas, El
Jinete Insomne y El Cantar de Agapito Robles, y la traducción de Redoble por Rancas a
numerosas lenguas, Scorza pudo plantearse su dedicación exclusiva a la literatura.
Este éxito se vio refrendado en 1979, con la propuesta de su candidatura al premio
Nobel de Literatura que, finalmente, fue concedido ese año al poeta griego Odysseus
Elytis. Liberado de sus tareas académicas, y finalizada también la redacción del ciclo
de La Guerra Silenciosa, Scorza volvió a implicarse intensamente en 1978 en la vida
política del Perú, alternando a partir de entonces su residencia entre Lima y París,
llegando a presentarse como candidato a la vicepresidencia del Perú por una coalición
de pequeños partidos de izquierda, el Frente Obrero, Campesino Estudiantil y Popular
(FOCEP) en las elecciones de 1980.
A lo largo de los años setenta, el éxito internacional de sus novelas, así como su
reconocimiento europeo, produjeron una cierta transmutación de la figura pública de
XVI
Manuel Scorza. Su discurso público sobre la situación de los indios en Latinoamérica,
muy articulado para el lector europeo, fue insistente y paralelo a la publicación de sus
sucesivas novelas en diversos idiomas. Para ello, mezclaba constantemente el mito, la
realidad y la ficción en sus declaraciones, algo que ya tenía límites difusos en sus obras,
y rehacía una y otra vez su biografía para destacar la centralidad de su papel como
defensor de la causa indígena, hasta llegar a identificarse plenamente con ésta. En todo
caso, la habilidad innata del autor para la promoción editorial de su obra y su figura
pública, tan criticada en ocasiones, no jugaba en contra de su valía creativa, sino que
representaba una muestra del aprendizaje previo realizado como editor.
Ya en los años ochenta, finalizadas y publicadas las cinco novelas que integran su
ciclo de La Guerra Silenciosa (es decir, Redoble por Rancas, Historia de Garabombo el
Invisible, El Jinete Insomne, Cantar de Agapito Robles y La Tumba del Relámpago),
Scorza, entre París y Lima, trabajó en nuevos proyectos... Por otra parte , una novela, El
verdadero descubrimiento de Europa, que dejó sin terminar, aunque en un estado
bastante avanzado.
Apareció en 1983 en España una nueva novela, La Danza Inmóvil, donde trata el
compromiso político del intelectual hispanoamericano. Al parecer esta constituía la
primera entrega de otro proyecto, de un tríptico, en este caso, que debía llevar por
título El Fuego y la Ceniza. Desgraciadamente, no se puede saber nada definitivo sobre
el nuevo rumbo que se proponía tomar Scorza, ya que el 27 de noviembre de 1983
falleció en Madrid, a las 01:04, hora española, en un accidente de aviación. También
murieron con él los escritores Marta Traba, Ángel Rama y Jorge Ibargüengoitia.
XVII
OBRAS LITERARIAS
POESÍA
Scorza, Manuel (1948): «Rumor en la nostalgia antigua»
Scorza, Manuel (1952): «Canto a los mineros de Bolivia»(Mexico)
Scorza, Manuel (1952): «Literal de olvido» y «Dimensión de la ausencia»
Scorza, Manuel (1955): Las imprecaciones, México.
Scorza, Manuel (1959): «La canción del humo»
Scorza, Manuel (1960): Los adioses, Lima.
Scorza, Manuel (1961): Los Desengaños del Mago, Lima.
Scorza, Manuel (1962): Réquiem para un gentilhombre: Elogio y despedida a
Fernando Quíspez Asín, Lima.
Scorza, Manuel (1963): «Epístola a los poetas que vendrán», «Pueblos amados»,
«Canto a los mineros de Bolivia» y «Cantando espero la mañana», Antología de la
poesía revolucionaria de Perú, Lima
Scorza, Manuel (1963): «Música lenta», «Patria pobre» y «Epístola a los poetas
que vendrán» Lima.
Scorza, Manuel (1963): Poesía amorosa, Lima, [Texto completo de «Los adioses»
con poemas seleccionados de «Desengaños del mago»].
Scorza, Manuel (1965): «Epístola a los poetas que vendrán», Lima
Scorza, Manuel (1968): «Patria pobre, Patria tristísima», en Atenor Samaniego
(ed.), Poesía Peruana Contemporánea (el paisaje y el hombre), Lima.
Scorza, Manuel (1969): «Cantar de Túpac Amaru», Cantuta (Lima
XVIII
Scorza, Manuel (1970): El vals de los reptiles, México,[Contiene «Déborah»,
«Desengaños del mago», «El vals de los Reptiles», «La trompeta» y «El falso
peregrino»].
Scorza, Manuel (1976): Poesía incompleta, México [introducción de Rubén Bonifaz
Nuño].
Scorza, Manuel (1985): «Muestra lírica», Manuel Scorza.
Scorza, Manuel (1986): Poesía, Lima, Municipalidad de Lima metropolitana
Scorza, Manuel (1988): «Epístola a los poetas que vendrán», «Patria diamantina»,
«Serenata», «La cita» y «Si alguna vez desciendes», en Ricardo Falla y Sonia Luz
Carrillo (eds.), Curso de realidad. Proceso poético 1945-1980, Lima.
Scorza, Manuel (1989): «Peuples que jai chanté», Europe. Revue Littéraire
Mensuelle (París),[poemas traducidos al francés].
Scorza, Manuel (1990): Obra Poética, Lima, PEISA.
Scorza, Manuel (1990): Obra Poética, «Las imprecaciones», «Los adioses»,
«Desengaños del mago», «Réquiem para un gentilhombre: despedida de
Fernando Quíspez Asín», «Cantar de Túpac Amaru», «El vals de los reptiles» y
«Lamentando que h. m. e. no esté en Collobrières»].
XIX
NARRATIVA
Scorza, Manuel (1969): «Cierta célebre moneda», Cuadernos Semestrales del
Cuento, [primera versión del capítulo Ide Redoble por Rancas].
Scorza, Manuel (1970): Redoble por Rancas. Balada 1. Lo que sucedió antes que
el Coronel Marruecos fundara el segundo cementerio de Chinche, Barcelona,
Planeta, Colección Grandes Narradores Universales
Scorza, Manuel (1971): «(Capítulos de Redoble por Rancas)» en Julio Ortega
(ed.), Imagen de la literatura peruana actual 1968 (tomo 2), Lima, Editorial
Universitaria.
Scorza, Manuel (1971): «(Capítulo final de Redoble por Rancas)», Magazine
Dominical (Bogotá).
Scorza, Manuel (1972): Historia de Garabombo, el Invisible. Balada 2, Barcelona,
Planeta, Colección Grandes Narradores Universales (nueva variación del
título: Garabombo, el Invisible)].
Scorza, Manuel (1974): «De la partida que por orden de don Raymundo Herrera
emprendió el común de Yanacocha» (capítulo de El Jinete
Insomne), Crisis (Buenos Aires), [publicado también en VV. AA., Narradores de
América, Buenos Aires, eds. El Mangrullo, 1976].
Scorza, Manuel (1975): «Historia de Raymundo Herrera, el jinete sin sueño»
(fragmento de El Jinete Insomne), Excelsior Suplemento: Diorama de la
Cultura (México).
Scorza, Manuel (1976): «(Fragmento de Historia de Garabombo, el Invisible)», El
Universal Suplemento: Revista de la Semana (México), 25-7-76, p. 11.
XX
Scorza, Manuel (1976): «Una montaña de animales muertos», El Universal
Suplemento: Revista de la Semana (México).
Scorza, Manuel (1977): El Jinete Insomne, Caracas-Barcelona, Monte Ávila [
Barcelona, Plaza y Janés, 1984].
Scorza, Manuel (1977): Cantar de Agapito Robles, Caracas-Barcelona, Monte
Ávila, [2.ª ed.: Barcelona, Plaza y Janés, 1984].
Scorza, Manuel (1979): «Fidedigno origen de los hombres pájaro» (capítulo de La
Tumba del Relámpago), Plural (México).
Scorza, Manuel (1979): La Tumba del Relámpago, México, Siglo XXI.
Scorza, Manuel (1981): «Donde el zahorí lector oirá hablar de cierta celebérrima
moneda» (capítulo de Redoble por Rancas), en Javier Sologuren (ed.), Antología
general de la literatura peruana, México, Fondo de Cultura Económica.
Scorza, Manuel (1983): La Danza Inmóvil, Barcelona, Plaza y Janés.
Scorza, Manuel (1983): «Cecilio Encarnación» (capítulo de Cantar de Agapito
Robles), El cuento peruano 1975-1979, Lima.
Scorza, Manuel (1984): «Donde el zahorí lector oirá hablar de cierta celebérrima
moneda» (capítulo I de Redoble por Rancas), en Ricardo González Vigil (ed.), El
cuento peruano 1968-1974, Lima.
Scorza, Manuel (1987): «Conversación con mamá Edelmira», Alta Voz (Lima).
Scorza, Manuel (1989): «Tercera Noticia», Revista de Crítica Literaria
Latinoamericana (Lima), [introducción no publicada a El Jinete Insomne]
XXI
ENSAYOS
Scorza, Manuel (1948): «La idea del arte en Marcel Proust», Cuadernos del
Pueblo (México) [Director: Guillermo Carnero Hocke].
Scorza, Manuel (1952): «Una doctrina americana», Cuadernos Americanos. La
revista del Nuevo Mundo (México), vol. 61, n.º 1, pp. 20-35.
Scorza, Manuel (1953): «Amanecer de un poeta. Dora Isella Rusell», Cuadernos
Americanos. La revista del Nuevo Mundo (México), vol. 67, n.º 1, pp. 293-295.
Scorza, Manuel (1953): «La independencia económica de Bolivia», Cuadernos
Americanos. La Revista del Nuevo Mundo (México), vol. 12, n.º 6, pp. 7-43
[publicado también como libro: México, Editorial Cultura, 1953].
Scorza, Manuel (1953): «Datos biográficos sobre Jesús Silva Herzog», Revista de
la Universidad de México (México), vol. 7, n.º 74.
[Scorza, Manuel] (1956): Hidalgo, México, Instituto Nacional Indigenista, Serie
biográfica, n.º 2.
[¿Scorza, Manuel?] (1958): «Advertencia», en AA. VV., Primer panorama de
ensayistas peruanos, Lima, Latinoamericana, IV Festival del Libro.
Scorza, Manuel (1956): «Prólogo», a José Carlos Mariátegui, Ensayos escogidos,
Lima, Patronato del Libro Peruano, pp. 9-14.
Scorza, Manuel et al. (1979): «(sin título). Littérature et réalite: Actes de la
Rencontre québecoise international des écrivains, tenue au Mont Gabriel en
octobre de 1978», Liberté, vol. 21, n.º 124-125, pp. 12-13, 23-24, 27-28, 32, 35-36,
64-65, 73-74, 117-118, 222-223 [páginas de las discusiones donde interviene
Manuel Scorza].
XXII
Scorza, Manuel (1981): «Liberer l'imaginaire. Préface», en Guy Hennebelle y A.
Gumucio-Dagron (eds.), Les Cinémas de l'Amérique Latine, París, Lherminier, pp.
7-9.
Scorza, Manuel (1982): Gerardo Chávez, Lima, LL editores-Banco Popular del
Perú (Colección Pintores Peruanos) [incluye poesía de G. Chávez y
presentaciones diversas, entre las que se incluyen Matta y M. Vargas Llosa].
Scorza, Manuel (1982): Vivre le Pérou, París, Editions Menges, (fotografías de
André Lemaire) [en alemán, Peru, Freiburg, Atlantis, 1983].
Scorza, Manuel (1990): «Qui la realtà supera ogni fantasia», en Alberto Luna y
Roberto Savio (eds.), Verbo América, Turín, Nuova ERI.
XXIII
ARTÍCULOS PERIODÍSTICOS Y ENTREVISTAS
(AUTOR)
Scorza, Manuel (1953): «Good-Bye, Mr. Haya», El Popular (México) [reproducido
en Generación (Lima).
Scorza, Manuel (1961): «El "Movimiento Comunal del Perú" previene acerca de los
graves sucesos que están creando los grandes latifundistas del
Centro», Expreso (Lima), [Scorza firma como Secretario de Política del
«Movimiento Comunal del Perú»].
Scorza, Manuel (1961): «El "Movimiento Comunal del Perú" refuta las afirmaciones
de la "Cerro de Pasco Corporation" sobre sus grandes latifundios», Expreso (Lima),
4-12-61 [Scorza firma como Secretario de Política del «Movimiento Comunal del
Perú»].
Scorza, Manuel (1961): «El "Movimiento Comunal del Perú" denuncia la prisión de
sus dirigentes en Cerro de Pasco y la preparación de una masacre de las
comunidades de Yanahuanca y Yarusyacán», Expreso (Lima).[Scorza firma como
Secretario de Política del «Movimiento Comunal del Perú»].
Scorza, Manuel (1978): «La revolution vide», Le Monde (París).
Scorza, Manuel (1978): «Le plan cadastral», Le Monde Diplomatique (París).
Scorza, Manuel (1980): «La guerra quedó atrás», Caretas (Lima).
Scorza, Manuel (1981): «Por qué no vivo en el Perú», Hueso húmero (Lima).
Scorza, Manuel (1981): «Por aquí no pasó Copérnico», Il Mattino (Nápoles), 25-1-
83 (y los cuatro domingos siguientes).
XXIV
Scorza, Manuel (1983): «Le coin des morts», Le Monde Diplomatique (París).
Scorza, Manuel (1983): «Orwell, ¿tiene razón?», El País (Madrid),Scorza, Manuel
(1983): «Fe de erratas», El País (Madrid),[publicado también en El Caballo Rojo,
(suplemento dominical de El Diario de Marka, Lima); en Alta Voz. (suplemento
dominical de La Voz, Lima) y en Doris Meyer (ed.), Lives on the Line: Testimony of
Contemporary Latin American Autors, Berkeley, 1988.
Scorza, Manuel (1983): «"Verso il 2000" L'ultimo articolo dello scritore
scomparso», L'Unità (Roma).
Scorza, Manuel (1984): «Testimonio de parte de Ayacucho», El Observador (Lima).
Scorza, Manuel (1985): «El mito y la locura histórica», El Diario de Marka.
Suplemento: El Caballo Rojo (Lima). [reproducido de El Clarín (Buenos Aires)].
Scorza Manuel (1950): «Entrevista con Rafael Alberti», Idea (Lima), noviembre.
XXV
CORRESPONDENCIA PUBLICADA
Scorza, Manuel (1971): «Carta a los directores de Caretas», Caretas (Lima).
[reproducida parcialmente en R. Forgues, La estrategia mítica de Manuel Scorza,
Lima, CEDEP, 1991].
Scorza, Manuel; Cáller, Laura; Cárdenas, Manuel (1978): «La denuncia de Scorza.
Carta abierta», Marka (Lima).
Scorza, Manuel (1980): «Carta a un autor amargo», Ínsula (Madrid).
Scorza, Manuel (1983): «Carta a César Lévano », La República (Lima).
XXVI
COMPILACIONES
Scorza, Manuel (ed.) (1958): Satíricos y costumbristas: autores de la Colonia,
Emancipación y República, Lima, Patronato del Libro Peruano.
Scorza, Manuel (ed.) (1963): Poesía contemporánea del Perú. Antología, Lima,
Ediciones de la Comisión Nacional de Cultura (Casa de la Cultura del Perú).
XXVII
CONCLUSION
Me mandan
XXVIII
BIBLIOGRAFIA
http://www.cervantesvirtual.com/portales/manuel_scorza/su_obra_biblio
grafia/
http://www.unmsm.edu.pe/ilustres/biografia/67
http://www.cervantesvirtual.com/portales/manuel_scorza/autor_apunte/
https://es.wikipedia.org/wiki/Manuel_Scorza