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Manual 6to Año Literatura - 2024

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LITERATURA
6º AÑO ESCUELA SECUNDARIA SUPERIOR
AMÉRICA LATINA Y ARGENTINA: DE LA MODERNIDAD Y DEL ROMANTICISMO A LA
POSMODERNIDAD: LA CONSTRUCCIÓN DEL INCONSCIENTE COLECTIVO Y LA DEFINICIÓN DE
LA IDENTIDAD NACIONAL. (SIGLOS XIX, XX Y XXI)

Material didáctico para uso interno y exclusivo de estudiantes del Colegio Dardo
Rocha. Selección, comentarios y compilación por la profesora Jessica Umansky.
Página | 2

ESTE MATERIAL SE ACABÓ DE EDITAR EN EL MES DE FEBRERO DEL AÑO 2024. DE USO
EXCLUSIVO PARA EL AULA DE 6TO AÑO DE LITERATURA DEL CICLO SUPERIOR.

TODO EL MATERIAL INCLUIDO FUE ELABORADO EXCLUSIVAMENTE Y SELECCIONADO DE LA


BIBLIOTECA DIGITAL ABIERTA DE INTERNET, SITIOS DE ACCESO PÚBLICO Y MATERIAL DE
DISTRIBUCIÓN GRATUITA.

Reconocimiento – NoComercial (by-nc): Se permite la generación


de obras derivadas siempre que no se haga un uso comercial.
Tampoco se puede utilizar la obra original con finalidades
comerciales.

No Comercial (Non commercial): La explotación de


la obra queda limitada a usos no comerciales.
Página | 3

EDITORIAL
Este es el último año de tu carrera secundaria y la última vez, tal vez, que curses
esta materia en tu vida académica. Durante los años anteriores fuiste viendo cómo la
Literatura fue ocupando diferentes espacios, creando nuevos paradigmas de análisis,
introduciendo discusiones sociales, etc. La idea es que, para cerrar, centremos la
atención en el análisis de nuestro contexto. ¿Cuál es nuestro contexto? Pues nuestro
continente y especialmente nuestro país. Ver(nos) ser nosotros mismos desde que
fuimos creados, qué cosas nos representan verdaderamente, cómo esas cosas
(discursos, relatos, personajes) fueron cambiando y mutando a partir de la
incorporación de ideas y conceptos que definieron de una forma u otra lo que
verdaderamente somos y lo que mostramos al mundo. Y de eso se trata la Literatura.
A partir del llamado Descubrimiento de América la Literatura ha tratado de
explicar la rareza, la contradicción, la magia y la incertidumbre de un Nuevo Mundo que
se mostraba por momentos cálido y benévolo y por momentos atormentado y cruel.
Algunas veces lo logró y otras no. Pero sin dudas ofreció una manera diferente de
observar lo desconocido y un espacio donde plasmar las ideas que fueron apareciendo.
Creó, en cada lugar donde surgió una Literatura, una definición del contexto que
permitía comprender, decodificar el entorno. Forjó un inconsciente colectivo y luego le
dio entidad al mismo: una identidad.
Este último año vamos a trabajar juntos y a indagar en las formas y en las
palabras que fueron creando los autores Latinoamericanos y argentinos para darnos la
posibilidad de comprender quiénes somos y de dónde venimos. Discutiremos acerca de
estas ideas y trataremos de concluir en alguna que nos defina en nuestro propio
contexto, en nuestra contemporaneidad. Ardua la tarea, duro el camino. Pero cada uno
de ustedes emprenderá un rumbo al final de este curso, y es bueno que lo haga
habiéndo indagado en su realidad. La Literatura nos permite vernos, sin vernos.
Podemos jugar a que no nos damos cuenta y disfrutar de textos geniales y de personajes
entrañables, pero al final en lo más profundo de nuestro ser, sabemos que ahí, en esos
textos, están algunas de las respuestas a las grandes preguntas de la Humanidad.
Prof. Jessica Umansky
Prof. Alejandro Pompei
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Página | 5

UNIDAD 1
🗹INTRODUCCIÓN A LA LITERATURA PARTE III: El
enfoque de Beatriz Sarlo y Carlos Altamirano. El
texto y lo social.

🗹 La cuestión “del otro” en la Literatura. La


Conquista de América y las “Crónicas de Indias”.
“Crónicas marcianas” de Ray Bradbury

🗹Las voces de la Literatura en el siglo XIX. Política


y Literatura. El Romanticismo en el Río de la
Plata. La Generación del 27 ́. La generación del
80´. ¿Civilización bárbara o barbarie civilizada?
🗹 Literatura y Humor. Algunas miradas sobre
lo cómico.

🗹 Esteban Echeverría, “El Matadero”.

🗹José Hernández, “Martín Fierro”.


🗹 La ironía como recurso literario. La construcción
de la identidad.
Página | 6

CAPÍTULO 1
¿QUÉ ES LA LITERATURA? PARTE III. EL TEXTO Y LO SOCIAL

Hasta ahora, veníamos trabajando con ideas surgidas a partir de la teoría literaria
basadas en las diferentes clasificaciones de los textos literarios, en la definición de la
ficción como mundo posible y en las previsibilidades propias de cada género estudiado.
Pues bien, la Literatura es mucho más que clasificaciones. La literatura es un entramado
social y como tal parte de una relación estrechísima que varía según los períodos y las
culturas. Beatriz Sarlo y Carlos Altamirano, en su libro Literatura/Sociedad1 plantean
esta idea y desarrollan una sociología de la Literatura que incorpora, indefectiblemente,
a las clasificaciones ya existentes de los elementos intervinientes en el proceso literario,
tres elementos que considera indispensables: el texto, los sujetos (autor y lector) y las
instituciones. Y dicen que teniendo en cuenta estas tres variables se le otorga verdadera
legitimidad al texto.
EL TEXTO
Siguiendo con esta línea de análisis, uno de los formalistas rusos como Tinianov,
decía que los textos se organizaban por una serie de relaciones funcionales y que lo
social era solo una influencia en la ficción. No se daban cuenta de que todo lo que
sucedía dentro del sistema literario era un “hecho social” porque comprometía no sólo
relaciones sino actores sociales.
Lotman, siguiendo la línea de Tinianov, habla de sistemas literarios que define
como un conjunto de posibilidades para la producción y la lectura de los textos. La
literatura entonces sería un espacio de producción regulado que establece relaciones
de jerarquía entre los autores y solo en la confrontación con otros textos, los autores
legitimarían su existencia. Para legitimar esta idea, según Lotman, cada autor debería
confrontar sus textos con textos de otras disciplinas relacionadas como la religión, la
filosofía, la política, etc.
Finalmente, otro formalista ruso como Mukarovsky incluye la función estética y
dice que los textos son espacios donde componentes heterogéneos disputan por un
lugar. Lo literario surge del predominio de la función estética por sobre las demás y
establece que la función estética es una relación entre la literatura y el arte.

1
Carlos Altamirano y Beatriz Sarlo, Literatura/Sociedad, Hachette, 1983
Página | 7

TODOROV: UNA VISIÓN CONTEMPORÁNEA


Más recientemente tenemos en La literatura en peligro una de las tesis de unos
de los teóricos literarios más relevantes del último medio siglo, Tzvetan Todorov, que
resume a la literatura como un hecho que tiene como objeto “la condición humana”. Y
dice “si el objeto de la literatura es la propia condición humana, el que la lee y la
entiende se convertirá no en un especialista en análisis literario, sino en alguien que
conoce al ser humano”. La literatura debe ayudar a todas las disciplinas humanísticas y
no tanto, debe ayudar al derecho, a la sociología, a la psicología, a la filosofía, incluso a
las ciencias duras.
Todorov propone liberar a la literatura del corsé asfixiante en que la suele
encerrar, y “la finalidad del análisis de las obras literarias en la escuela no debería seguir
siendo ilustrar los conceptos de tal o cual lingüística, o teórico, y presentarnos los textos
como una ejecución de la lengua y el discurso”. La labor debería ser acceder a su sentido,
ya que (…) este sentido nos conduce hacia el conocimiento de lo humano.
Entonces, podemos concluir en la idea de que todo texto producido en un lugar
y época determinados no es simplemente un texto con especificidades de género. Es un
hecho social que involucra a su contexto y que se legitima a partir de que entra en
contacto con otros textos producidos. El texto literario se diferencia de los otros textos
porque predomina en él la función estética, es decir aquella que se define por la
presencia del emisor manifestando sus emociones, sentimientos y pensamientos, pero
también se diferencia de los otros por tener como objeto al ser humano mismo, y no
otra cosa.

LOS SUJETOS (AUTOR Y LECTOR)


Bien, hasta aquí intentamos aclarar algunas cuestiones respecto del TEXTO.
Vayamos ahora a intentar definir algunas cuestiones respecto del AUTOR. A partir del
siglo XIX el autor pasa a tener tres funciones básicas: la creación de la obra, la
originalidad, y la subjetividad. El Romanticismo le otorga al escritor una conciencia
ideológica. El autor entonces no es solamente el creador de una obra, es también un
vehículo ideológico que representa su época y el que establece relaciones entre la obra
y su entorno. La obra literaria ya no va a ser una producción ajena a su contexto. Va a
ser el resultado de las indagaciones personales de un autor y de las relaciones que este
establezca con su entorno. Jean Paul Sartre dirá: “es la obra literaria misma la que
suscita el cuestionamiento sobre el autor. La obra literaria debe ser comprendida por sus
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características intrínsecas (puestas por el escritor) que la diferencian del resto de las
obras de sus contemporáneos.”
Pierre Bourdieu va un paso más adelante y agrega la TRADICIÓN como forma de
construcción de la realidad y a la REPRODUCCIÓN SOCIAL de las estructuras que tienen
como objetivo cohesionar el orden social. Entonces, el autor de un texto no es solo quien
lo escribe, es quien reproduce estructuras sociales dentro del mismo, es quien plantea
diferentes posturas ideológicas y es quien a partir de los elementos que recoge de su
entorno plantea una mirada sobre el mundo que lo rodea.
El autor (emisor) tendrá la difícil tarea, ya no de “describir”, sino de plantear
problemáticas propias de su época creando personajes e
Pierre Bourdieu, uno de
historias que vivan
los intelectuales más su contemporaneidad tal y como él la percibe. El componente
destacados del siglo XX ideológico que el autor inserte dentro de su obra hará la
en el campo de la verdadera diferencia.
Sociología
Bien, vayamos sobre el concepto de LECTOR. Durante
muchos siglos, el lector solo escuchaba. Los procesos de
alfabetización destruyen la primera barrera básica entre el
lector y una obra. Sabiendo leer se puede acceder al texto. Pero
no es solamente sabiendo leer que uno puede acceder a un
texto literario. La lectura literaria exige otras condiciones para poder llevarse a cabo. En
primer lugar poder entrar en contacto con los libros; no es menor pensar en los costos
de los mismos, en los lugares donde conseguirlos (durante el siglo XIX conseguir y poder
acceder a la compra del objeto libro estaba destinado solo a unos pocos, no así la
posibilidad de lectura). Aparece una nueva variable a ser analizada que es la idea del
placer por la lectura. El placer intelectual toma la delantera de otras funciones y el lector
experimenta una necesidad casi fisiológica de encontrar el espacio de placer en su
jornada para poder dejar todas sus obligaciones y entregarse a la lectura. Entonces se
plantean dos nuevas cuestiones sociales que hasta ese momento no habían sido tenidas
en cuenta: la necesidad social de la literatura y la necesidad literaria de un público lector.
Que la sociedad necesite de los textos literarios y que los textos literarios
necesiten de los lectores es un nuevo vínculo que surge a partir del siglo XIX y que
cambia la forma de percibir y entender la Literatura. En primer lugar, cuando hay
necesidad hay producción: se escriben más textos literarios. Al haber más textos
literarios, y más lectores con posibilidades de acceso los autores tienen que responder
a las demandas de ese público que exige cada vez más calidad y variedad en sus obras.
Además hay otros procesos sociales que dejan su marca sobre la producción de textos
literarios: la alfabetización femenina y el auge de las bibliotecas. También la censura
religiosa, moral y política, lo que se consideraba el bien público, amenazado por la
difusión de cierto tipo de obras, tuvieron su injerencia en la conformación de una serie
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de estrategias textuales destinadas a burlarlas. Estas estrategias necesitaban


indefectiblemente de un lector que fuera capaz de encontrar esas marcas en los textos.
Así surge un nuevo pacto entre los sujetos literarios (autor y lector): se miran y
se consideran mutuamente porque son cómplices en su contemporaneidad. Y el texto
es el nexo entre ese autor que desea ser leído y reconocido y ese lector que está
sediento de nuevas ideas y de propuestas innovadoras. Este nuevo lector no es pasivo
frente al texto. Las obras literarias proporcionan indicaciones para su lectura y este
sistema de señales creado adrede por el autor presupone un lector que esté en
condiciones (sociales y culturales) de decodificarlo para poder comprender en
profundidad su contenido.
Finalmente, nos queda definir el tercer elemento de esta tríada: las
INSTITUCIONES. ¿A qué nos referimos cuando hablamos de
Instituciones? Publicar una obra es hacerla pública, suscitando
y buscando la opinión y el reconocimiento de otros. Esos otros
son la comunidad intelectual. Bourdieu decía: “Ya se trate de
instituciones específicas, como el sistema escolar y las
academias, que consagran por su autoridad y su enseñanza un
género de obras y un tipo de hombre cultivado; ya se trate
incluso de grupos literarios o artísticos como los circuitos de
críticos, salones o cafés, a los cuales se les reconoce un papel
de guías culturales o de taste-makers, existe casi siempre,
hasta cierto punto, en toda sociedad, una pluralidad de
potencias sociales, a veces concurrentes, a veces concertadas, las cuales, en virtud de su
poder político, económico o de las garantías institucionales de que disponen, están en
condiciones de imponer sus normas culturales a una fracción más o menos amplia del
campo intelectual, y que reivindiquen, ipso facto, una legitimidad cultural, sea por los
productos culturales fabricados por los demás, sea por las obras y las actitudes culturales
que trasmiten.”2
Entonces las instituciones legitiman finalmente esta tríada y le dan espacio
dentro del entramado social. Analizar el rol que cumplen las instituciones culturales o la
comunidad intelectual en la que se encuentra inserto el texto y sus sujetos dará un
análisis verdaderamente acabado de la obra literaria. Suponer que un texto está ajeno
a este nivel de pertenecía o a este sistema, es creer que la Literatura no es un producto
social. Pensar desde una sociología de la Literatura es valorar su función como
producción estética de una época determinada que la describe; es legitimar la diversidad
de opiniones y expresiones que le dan riqueza a ese sistema y finalmente es entender

2
Pierre Bourdie, 1978.
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que gracias a los textos literarios podemos comprender lo que define la identidad de la
sociedad que lo produce.
ACTIVIDAD 1: A) Realice un síntesis (resumen) de los trabajado anteriormente
teniendo en cuenta la definición de Sarlo y Altamirano y la conceptualización de cada
uno de los elementos trabajados.
B) ¿Cree que la Literatura en la actualidad sigue siendo un hecho social? ¿Podría
explicar por qué?

CAPÍTULO 2
LA CUESTIÓN “DEL OTRO"EN LA LITERATURA
La Conquista de América y las “Crónicas de Indias”

Para poder comprender es


importante comenzar
siempre por el principio. Si el
objetivo de este curso es
llegar a ciertas conclusiones
respecto de cómo se forjó el
inconsciente colectivo y la
identidad nacional, sí o sí, y
teniendo en cuenta lo visto
en el capítulo anterior,
debemos comenzar por el
Descubrimiento de América.
El siglo XV significó para
Europa el tránsito del mundo medieval al mundo moderno. El hecho histórico que
caracteriza este tránsito es el descubrimiento del Nuevo Mundo. Los reyes católicos
habían aceptado finalmente la propuesta de navegar hacia Occidente para llegar a
Oriente para evadir las rutas controladas por los portugueses. Los viajes de Cristóbal
Colón a partir de 1492 sentaron las bases de un nuevo proyecto. No se trataba de
encontrar nuevas rutas, sino de ocupar tierras, encontrar riquezas, fundar ciudades, y
difundir la fe católica. Simultáneamente con el último viaje de Colón en 1503, Américo
Vespucio publicó su ``Mundus Novus'' donde narra la llegada al nuevo continente que
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luego llevará su nombre. El principal protagonista de este proyecto murió sin saber que
había llegado a América, pero su actitud dio paso a que nuevos actores se adjudican los
descubrimientos: Balboa descubrió el Océanos Pacífico, Solís el Río de la Plata, y la
expedición de Magallanes-Elcano dio la primera vuelta al mundo, que probó la teoría de
la esfericidad de la Tierra planteada por Galileo y defendida por Colón mucho tiempo
antes.
No nos detendremos a analizar aquí las cuestiones políticas y económicas que se
pusieron en juego en aquella época, sino que centraremos nuestro análisis en la
observación que hicieron los conquistadores del Nuevo Mundo. Los relatos de las
Crónicas de Indias nos brindan una mirada puramente española de aquellas
expediciones.

El Descubrimiento de América es un momento en que un “YO” descubre a un “OTRO”.


Tzvetan Todorov desarrolla esta idea a lo largo de un texto muy interesante que sentó
las bases para un nuevo análisis de aquel hecho histórico, La conquista de América y el
problema del otro. Al revisar los hechos desde otra perspectiva, Todorov nos ofrece una
mirada contundente sobre el verdadero problema de aquel descubrimiento y dice: “A
su manera, Colón no percibe al “otro”, le impone sus propios valores”. Y en esta frase
define el verdadero objetivo de la Conquista. La llegada de los españoles a América,
primero con Colón y luego con toda la seguidilla de expediciones que se llevaron a cabo
a partir de 1492, enquistó la idea en las poblaciones ya existentes y en los propios
españoles, de que “el otro” era un enemigo. Al comienzo se presentaba cálido y
condescendiente pero finalmente solo quería imponer sus tradiciones.
De esta forma y como dice Todorov, durante el siglo XVI “se vio perpetrado el
mayor genocidio de la historia humana” visto no solamente en relación a los indios, sino
también en relación a los españoles. Los hombres (indios y españoles) habían
descubierto la totalidad de la que formaban parte, mientras que hasta entonces no
tenían muy en clara la existencia de “otros” diferentes a ellos. Este nuevo paradigma (la
idea de que hay “otros” diferentes a uno) dio origen a la gran paradoja de la fundación
del continente americano que se vería luego reflejada en su Literatura. Durante el siglo
XVI y XVII la Literatura manifiesta grandes cambios en la estructuración, la temática, y la
lengua usada en las distintas obras. El Inca Garcilaso de la Vega, un escritor mestizo hijo
de un capitán español y una princesa inca, y Sor Juana Inés de la Cruz hija de criollos
(españoles nacidos en México), fueron los representantes más importantes de la
literatura.
Ambos representaron el espíritu de esa época tan controvertida en la historia de
América y sentaron las bases de lo que serían las grandes discusiones respecto de la
verdadera identidad latinoamericana.
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“CRÓNICAS MARCIANAS” de Ray Bradbury


Crónicas marcianas es una serie de relatos del escritor Ray Bradbury. Los relatos carecen
de una línea argumental lineal fija, pero la referencia contextual y temporal es la misma
en todos ellos: narra la llegada a Marte y la colonización del planeta por parte de los
humanos.
Publicado en 1950, Crónicas marcianas abunda en descripciones poéticas y melancólicas
de Marte y los marcianos, y de la sociedad estadounidense en la época de Bradbury. Si
bien el libro se titula Crónicas marcianas, en él se tratan temas perennes de toda la
humanidad: la guerra y el impulso autodestructivo del hombre, el racismo, tanto hacia
los marcianos como hacia otras personas, y la pequeñez del hombre ante la naturaleza
y el universo.
Según algunos teóricos, uno de los rasgos formales de la ciencia ficción es que sus relatos
están ambientados en el futuro. El texto de Bradbury está situado en el futuro (el del
autor), y sus historias hablan de las problemáticas y miedos de su presente.
El autor invierte el tópico de la invasión marciana y su texto es una crítica despiadada a
la política colonial inglesa. Los marcianos son imaginados como seres radicalmente
diferentes a los humanos, con una inteligencia superior que impide todo contacto. En
este caso son los humanos quienes llegan a Marte, y no lo hacen para “invadir”. Hacen
todo tipo de desmanes pero no se narra una “guerra” propiamente dicha. El autor elige
enfocarse en las relaciones individuales, en la forma en que se perciben unos a otros, en
la “sorpresa” si se quiere de este encuentro que se imaginaba bélico y que sin embargo,
no encuentra campo de batalla alguno puesto que los “colonizados” aceptan su destino
tal y como se les presenta sin cuestionar las consecuencias de sus acciones.
La llegada de los humanos a Marte no adquiere la forma de una guerra, sino más bien la
de un “exterminio involuntario” y la del reemplazo cultural. El lector sabe desde el
principio que nada bueno le puede esperar a la población marciana una vez que los
hombres llegan a su planeta.
Este texto muestra la necesidad del ser humano de refundar su fé y de construir a partir
de las cenizas de la catástrofe.

ACTIVIDAD 2:
LECTURAS: 1)“Crónicas de Indias”, Fragmentos.
2) “Crónicas Marcianas” de Ray Bradbury
a) Busque fragmentos de los siguientes conquistadores acerca de su llegada a
América: Cristóbal Colón, Alvar Nuñez Cabeza de Vaca, Hernán Cortés, Bernal
Díaz del Castillo.
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b) A partir de la lectura de todos los textos intente definir los siguientes conceptos:
EXPEDICIÓN, YO, ELLOS, IDIOMA (LENGUAJE), FAMILIA, TIEMPO. ¿Tienen
elementos en común?
c) ¿Cuáles son las características generales de los escenarios a los que llegan tanto
los conquistadores como los hombres? ¿Cómo definen a cada uno? (América y
Marte).
d) ¿Cuáles son los ejes temáticos que se abordan en las crónicas de los
conquistadores? ¿Qué cuestiones les preocupaban a unos y otros?
e) Elija 1 (uno) de los siguientes personajes (Capitan York, Capitan Williams, Capitán
Black, Cristóbal Colón, Hernán Cortes y Alvar Nuñez Cabeza de Vaca) y escriba en
primera persona la experiencia de la llegada a América o a Marte ya de regreso
a España o a la Tierra.

CAPÍTULO 3
Las voces de la literatura y la política en el Río de la Plata en el
siglo XIX. Los intelectuales al poder. Política y Literatura. El
Romanticismo en el Río de la Plata. La Generación del 37´.

El dualismo entre el
interior y Buenos Aires se
instaló en la vida política a
partir de 1810. Los primeros
años de la organización
institucional coincidieron
con una progresiva
centralización del poder en
manos de una minoría culta
que ejercía el control desde
la ciudad de Buenos Aires.
Alcanzó su punto máximo
durante el período en que
Juan Manuel de Rosas se
declaró Director Supremo.
Unitarios y federales tenían profundas diferencias. Los primeros alcanzaron un
alto grado de homogeneidad y, aunque reducidos numéricamente, nucleaban a sectores
altos de la sociedad identificados como la clase dirigente. Los segundos representaban
Página | 14

un conglomerado de intereses sociales, económicos y regionales muy heterogéneo pero


que estaban unidos por su oposición a los unitarios.
La oposición intelectual estuvo representada por la Generación del 37´. Entre los
que la integraban se encontraba José Mármol, Esteban Echeverría, Juan Bautista
Alberdi, Domingo Faustino Sarmiento entre otros. Diversas fuentes inspiraron las
reflexiones de los intelectuales de esta generación. Muchas contradicciones se
generaron entre ellos y las ideas que intentaban difundir a través de sus escritos. Sin
embargo, tuvieron dos elementos en común: un verdadero compromiso político y un
interés por la indagación de nuestra realidad social. Sus ideas políticas se alejaron de la
rivalidad entre unitarios y federales. A pesar de sus contradicciones propiciaban la
adhesión a los ideales de Mayo – libertad, progreso, y democracia-.

El Romanticismo
El Romanticismo es un movimiento cultural originado en Alemania y en el Reino Unido
a finales del siglo XVIII como una reacción revolucionaria contra el racionalismo de la
Ilustración y el Neoclasicismo, confiriendo prioridad a los sentimientos. Está
considerado como el primer movimiento de cultura que cubrió el mapa completo de
Europa. Su característica fundamental es la ruptura con la tradición clasicista basada
en un conjunto de reglas estereotipadas. La libertad auténtica es su búsqueda
constante, por eso su rasgo revolucionario es incuestionable. Debido a que el
Romanticismo es una manera de sentir y concebir la naturaleza, la vida y al hombre
mismo que se presenta de manera distinta y particular en cada país donde se
desarrolla, incluso dentro de una misma nación, se manifiestan distintas tendencias
proyectándose también en todas las artes.
Se desarrolló en la primera mitad del siglo XIX, extendiéndose desde Inglaterra y
Alemania hasta llegar a otros países. Recordaremos del curso anterior las características
generales de este movimiento:

✔ El ansia de libertad

✔ Exaltación del yo individual

✔ El espíritu de rebeldía

✔ Sentimiento de soledad y de resignación al sufrimiento

✔ Identificación con la naturaleza, con lo místico y lo oscuro

✔ Exaltación de la imaginación y del sentimiento

✔ Valoración de lo nacional y popular y del pasado


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El Romanticismo en el Río de la Plata


El Romanticismo en el Río de la Plata expresó los ideales de los jóvenes
pertenecientes a la burguesía mercantil y a la élite intelectual del interior. Ante la lucha
que había dividido a los hombres de la generación anterior en unitarios y federales,
quisieron superar esa dicotomía y se postularon como “las voces de la civilización y el
progreso” y aspiraron a ser, en un primer momento, las voces intelectuales del poder de
Rosas. Se nuclearon alrededor de algunas figuras: Juan Bautista Alberdi, Esteban
Echeverría y Juan María Gutiérrez. Circularon por distintas tertulias y grupos de lectura
en los que se discutía y difundían las ideas del Romanticismo francés y se proponían
soluciones para la organización definitiva del país. La Generación de 1837 fue
fundamental porque pensó y definió el país en términos que permanecieron vigentes
por más de un siglo.
Las cuestiones fundamentales que cohesionaron a este grupo fueron:

✔ La necesidad de reflexionar sobre los acontecimientos políticos del pasado


para actuar sobre el presente.

✔ El retorno de las ideas que gestaron la Revolución de Mayo

✔ La creación de una Literatura Nacional, unida al medio geográfico y social,


que atendiera “al fondo más que a la forma del pensamiento, a la idea más
que al estilo, a la belleza útil más que a la belleza en sí” (Juan Bautista
Alberdi); “que armonice con la virgen y grandiosa naturaleza americana”
(Esteban Echeverría).

✔ El divorcio definitivo de los modelos literarios españoles y su tutela


académica.

✔ La defensa de la libertad en el empleo de la lengua, aceptando las variantes


del español americano.

Todas estas cuestiones muestran a las claras el cambio de paradigma que se


produjo y, como dijimos anteriormente, fundó una nueva mirada sobre nuestra
realidad. Vayamos ahora directamente a los textos para poder comprender en
profundidad como todas estas cuestiones aparecen representadas.

Literatura y Humor
Algunas miradas sobre lo cómico
Desde el siglo IV a.C con Aristóteles es que se intenta abordar la cuestión de la
relación entre la literatura y el humor (o la risa). En el comienzo, el elemento
humorístico que provocaba risa se oponía al elemento trágico y de esta forma se
distinguía entre la tragedia (género “alto” por excelencia) y la comedia (género
que describe acciones de hombres “inferiores”).
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Ya en el principio del siglo XX, exactamente en 1904, Henri Bergson, escritor y


filósofo francés escribe “La risa, ensayo sobre el significado de la comicidad” y
dice:

“...el efecto cómico se produce como resultado de la disonancia entre dos


tendencias que se oponen –la materia y el espíritu– ya que poseen una naturaleza
distinta por más que su origen sea el mismo: la Unidad primordial de la que todo
emerge”.

Y agrega que el humor está regido por los siguientes principios:


a) La risa es inherente al hombre: “no hay comicidad fuera de lo propiamente
humano”
b) Es necesaria la insensibilidad para que la risa tenga lugar: “La comicidad exige
pues, para surtir todo su efecto, algo así como una anestesia momentánea del
corazón, pues se dirige a la inteligencia pura”.
c) La risa es un hecho social: “Sólo nos provoca risa aquello que podemos
compartir”.

Entre los géneros humorísticos, trabajaremos con los siguientes:


- La farsa: una actuación exagerada con el objetivo de llevar adelante una crítica
social.
- La sátira: se critican o ridiculizan aspectos de determinada persona o grupo
social.
- La parodia: es la reescritura de un texto con el fin de ridiculizar al primero.
- El absurdo: apela al sinsentido, presenta una distorsión de la realidad.

La ironía
Uno de los recursos literarios empleados por Esteban Echeverría es la ironía. Esta
consiste en el uso figurativo del lenguaje en el que las palabras se emplean para sugerir
un significado opuesto al enunciado. En el texto del autor las voces irónicas se usan para
remarcar el enfrentamiento entre dos ideologías opuestas: unitarios y federales.
A través de uno de los recursos del humor, la sátira en este caso, el lector reconoce el
componente ideológico de Echeverría y de esta forma se funda la oposición que definirá
la identidad argentina desde sus orígenes: la ridiculización de la violencia.
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ACTIVIDAD 3:
- Lectura de “El matadero y otros textos”, de Esteban Echeverría. Ed.
Santillana, Colección “loqueleo”.
- Acerca del prólogo de Martín Cohan, ¿Por qué Echeverría?
- Acerca del Prólogo de Juan María Gutiérrez (1834), ¿por qué afirma que
Echeverría es “el alma de la historia”?
- ¿Quiénes son “los otros” en la literatura de Echeverría?
- Lea la “Apología del matambre” y responda:
- ¿Qué es una apología?
- Realice un texto “apologético” sobre alguna cuestión que
considere importante.

CAPÍTULO 4
El ensayo de ideas. El escritor y el compromiso social. La
literatura gauchesca. Los comienzos de la apropiación.

El Ensayo de ideas. El escritor y el compromiso social:


En El ensayo, al igual que el artículo periodístico, el autor expone libremente sus
opiniones acerca de temas de interés político, histórico, filosófico, literario o científico.
Se trata de un género cuya difusión en España se ha visto enormemente favorecida por
la agitada y convulsa historia de nuestro país en los siglos XIX y XX y que refleja la
situación del país y las inquietudes de sus pensadores. A lo largo del siglo XIX, El ensayo,
siempre vinculado a los problemas sociales, fue el vehículo de expresión de los debates
ideológicos de la época. En España fue especialmente intensa la confrontación entre
tradición y modernidad, condicionada por las luchas políticas. Los intelectuales
españoles se alinearon en estos dos grandes bandos, por lo que sus textos a menudo
tienen un carácter apologético y polémico.
En cuanto a la expresión, se acrecienta la influencia de la oratoria frente al estilo
divulgativo y directo característico del ensayo en el siglo XVIII. Como en los discursos,
predominan las frases largas, el tono elevado y retórico, así como las referencias cultas.
En el siglo XIX el ensayo perdió parte de su entidad como género propio al quedar
situado entre el periodismo, que experimentó un desarrollo extraordinario, y los
estudios más extensos y profundos. Así, buena parte del mejor periodismo, como el de
Larra, puede considerarse dentro del género ensayístico.
En la Argentina, la oposición que utilizó Sarmiento para explicar la situación
histórica, política y cultural del país en el siglo XIX quedó simplificada en una división
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entre “civilizados” y “bárbaros”. Los intelectuales de las ciudades determinaron que la


barbarie eran todas aquellas manifestaciones que no se adecuaban a su manera de ver,
interpretar y expresarse. Sin embargo, esos mismos intelectuales urbanos se sintieron
fascinados y conquistados por las escenas, los paisajes, los hombres y los sonidos de la
barbarie. A pesar de criticarla, pusieron por escrito e hicieron circular entre “los
letrados” las voces iletradas de aquella barbarie propia de la época que se vivía. Desde
el punto de vista literario se puede decir que existieron simultáneamente dos sistemas
que pujaron por la supremacía: uno escrito, erudito, ligado a los centros culturales de la
época (Universidad, la biblioteca, las librerías y los conventos), influido por Europa y el
Romanticismo francés, cuyo género por excelencia era el ensayo de ideas en donde cada
autor expresaba sus reflexiones libremente y con un estilo refinado y pulcro,
representado, como ya hemos dicho en el capítulo anterior por los intelectuales de la
generación del 37´; y otro estilo oral, que pertenecía a los grupos que no poseían
escritura que permanecieron unidos a la tradición española, a la métrica octosílaba y a
los temas del romancero clásico.
Josefina Ludmer define lo gauchesco de la siguiente manera: “…el género
gauchesco se define por la alianza de voces y de culturas. Es un espacio donde convergen
la voz ficcional del gaucho y la del que escribe… Esa alianza, la del que habla con el que
escribe, la de la cultura popular con la letrada, constituye el género gauchesco.”
La poesía gauchesca surge en el Río de la Plata a fines del siglo XVIII y principios
del siglo XIX. El surgimiento de este género coincidió en la consideración de su
protagonista: el gaucho. Este personaje aludido muchas veces como “vago” o “fuera de
la ley” se convirtió en el soldado que luchaba en las Guerras de la Independencia.
La poesía tradicional
gauchesca era oral, anónima,
cantada con acompañamiento de
guitarra y que trataba temas de la
poesía tradicional española.
Sarmiento caracteriza este género
como “pesada, monótona,
irregular… más narrativa que
sentimental, llena de imágenes
tomadas de la vida campestre.”
En cambio la literatura gauchesca fue compuesta por hombres letrados,
pertenecientes a la ciudad, que adoptaron los temas y el estilo de los gauchos y
elaboraron estilísticamente su lengua. Estos textos estaban dirigidos a un público más
heterogéneo según la época y la obra. Se pueden establecer tres momentos en la
evolución de este tipo de Literatura y cada uno de ellos se encuentra relacionado con
determinados sucesos históricos y políticos ocurridos en el Río de la Plata
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✔ Etapa inicial: Coincide con las Invasiones Inglesas y las Guerras de la


Independencia. El autor más representativo de esta época es Bartolomé
Hidalgo con su texto “Diálogos Patrióticos”.

✔ La segunda etapa: Coincide con las luchas entre unitarios y federales, el


período de organización nacional y el Romanticismo. Su autor más
representativo es Hilario Ascasubi con su “Santos Vega”.

✔ La tercera etapa: Coincide con el triunfo de la política liberal, con la


derrota de los últimos caudillos, con la desaparición del gaucho, más
precisamente con las características que lo habían definido hasta ese
momento. Se desarrolló dentro del Romanticismo y su autor más
representativo es José Hernández con el “Martín Fierro”.

Los comienzos de la apropiación


El gaucho, conformado por la fusión étnica del indígena y el español, vivía en un
ámbito rural: amplia pampa, poca población y abundancia de ganado cimarrón. No se
sometía a ninguna autoridad. De hábitos migratorios, vivía orgulloso de su
independencia y no echaba raíces. Jinete hábil con el caballo, diestro con el cuchillo y la
lanza. En sus tiempos de ocio tomaba mate y fumaba. Entre el año 1810 y 1852, el
gaucho fue buscado por los civilizados de la ciudad para integrar las filas de los ejércitos
en las campañas por la independencia, por ejemplo, como los gauchos de Güemes. En
la época de Rosas (1830- 1850) los gauchos fueron la base social del modelo político
federal. Rosas los incorporó en su lucha contra los unitarios y se apoyó en ellos para
enfrentar a sus adversarios internos y externos. A partir de 1853, el gaucho vivió su
marginación definitiva y aquí comenzó su decadencia. El modelo económico liberal
incorporó nuevos métodos de trabajo rural y dio lugar a inmigrantes especializados. El
gaucho no encaja en este modelo económico que se propone el gobierno, para quién el
campo constituye un elemento retrógrado que impide el progreso. Con la consolidación
de la propiedad de la tierra, se confiscaron los bienes de los pequeños propietarios para
que estos trabajaran como peones y dependientes. En consecuencia, los gauchos
debieron desempeñarse como mano de obra en las estancias durante los meses de
actividad, pero eran arrojados a la miseria durante los meses de inactividad. Esta
decisión tuvo su apoyatura legal en la llamada Ley de Vagos, que sancionaba con la
reclusión a aquellos que no pudieran acreditar su trabajo como dependientes o que
fueran sorprendidos vagueando en las pulperías. Por eso fue reclutado para la campaña
al desierto contra los indios. Las tierras conquistadas aumentaron las propiedades de los
latifundistas. Muchos murieron defendiendo los fortines. Otros perdieron sus tierras y
la mayoría terminó en la pobreza. Las condiciones sociales y políticas del modelo
agroexportador fueron las responsables de forzar la desaparición del gaucho y no su
desarrollo natural como individuo biológico.
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Con la disolución de los territorios del antiguo Virreinato del Río de la Plata y las
respectivas independencias de los países del Cono Sur los gauchos quedaron divididos
internacionalmente, aun así, la unidad cultural continuó por medio de las
manifestaciones culturales que los unen. El gaucho interpreta un rol simbólico
importante en la conformación del sentimiento nacional y la idiosincrasia de la región,
especialmente en la zona del Río de la Plata (Argentina y Uruguay) y el estado de Río
Grande del Sur. El poeta uruguayo Antonio Lussich es considerado uno de los
precursores de la poesía gauchesca, y su poema «Los Tres Gauchos Orientales» fue
considerado por Jorge Luis Borges un antecesor del poema épico Martín Fierro, del
argentino José Hernández. Este último, la obra más famosa del género, evidencia al
gaucho como símbolo de tradición nacional argentina, contraponiéndolo a las
tendencias europeizantes de la ciudad y a la corrupción de la clase política. Martín
Fierro, héroe del poema, es reclutado por el ejército argentino para la guerra fronteriza
contra "el indio", pero deserta y se convierte en un fugitivo de la ley. La imagen del
gaucho libre a menudo es contrastada con aquella de los esclavos que trabajan en el
norte de Brasil. Estereotípicamente, los gauchos eran fuertes (forzosamente, dadas sus
actividades), taciturnos pero arrogantes y capaces de responder con violencia ante una
provocación. Si bien en el sur argentino los gauchos mostraban cierta indisciplina, en el
norte de Argentina de principios del siglo XIX tuvieron un papel distintivo, ya que
tuvieron un trascendental desempeño militar en las luchas por la independencia de
España. Su lucha fue descrita y recordada épicamente por Leopoldo Lugones en el libro
La guerra gaucha.
En 1834, Charles Darwin, quien recorriera las pampas argentinas, escribía:
"...con sus pelos largos hasta los hombros, la cara negra por el
viento, sombrero de fieltro, chiripá y botas sacadas de los
cuartos traseros de las yeguas, un largo facón en la espalda
sostenido por el cinturón y comían carne asada como dieta
principal a veces acompañado por un poco de mate o algún
cigarro...".

Charles Darwin
“El gaucho Martín Fierro”
La ida (1872):
La obra maestra de José Hernández comienza cuando el gaucho y payador
Martín Fierro, rodeado de curiosos, cuenta sus desventuras en una pulpería, haciendo
una evocación de la época en que vivía contento y seguro en su rancho, sabiéndose
esposo y padre, con un trabajo placentero y el orgullo de ser libre. Pero lo detienen y
enganchan para el servicio militar en los cuarteles de la frontera, junto con otros de su
misma condición. Luego de tres años de maltratos, trabajo duro, guerras contra los
indios, sufrimientos y privaciones, sin recibir paga alguna, Martín Fierro, huyó a su
rancho: desertor, pobre y desnudo/ a procurar suerte nueva. Pero al llegar: no hallé ni
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rastro del rancho/ ¡sólo estaba la tapera!/ [...] sólo se oían los aullidos/ de un gato que
se salvó. Tampoco estaban allí su mujer y sus hijos. Más tarde supo que las autoridades
los despojaron de todo y cada quien se marchó por distinto rumbo.

Transido de pena y perseguido por desertor, Martín Fierro jura vengarse y se


hace gaucho malo. Vaga por la pampa y frecuenta las pulperías. Un día, estando ebrio,
mata a un negro a quien había provocado. Huye del lugar y se refugia en el campo. Hasta
allí lo persigue la policía y lo acorrala. Pero él no se arredra y enfrenta a los milicos. El
sargento Cruz, miembro de la partida perseguidora, admirando el valor de Fierro, se
pone de su lado y entre los dos derrotan y ahuyentan a los perseguidores; luego, se
marchan para guarecerse en territorio indio, a pesar del riesgo que ello implicaba.
Martín Fierro encuentra en el gaucho Cruz —quien le cuenta su historia— un amigo leal
y valeroso que ya enfrentó los abusos de las autoridades. Con este pasaje termina la
primera parte de la obra.

La vuelta (1879):
En La vuelta de Martín Fierro, el gaucho payador relata cómo él y Cruz, luego de
atravesar el desierto, llegaron a territorio de indígenas. Allí fueron hechos prisioneros y
durante cinco años llevaron una vida de penurias junto a los indios. Las costumbres
salvajes de éstos empavorecieron a los dos gauchos. Martín Fierro también describe los
bailes, fiestas y malones de los indios. Más tarde, Cruz muere a causa de una epidemia
de viruela entre los nativos. Finalmente, el payador logra huir después de dar muerte a
un indio que se complacía en azotar a una cautiva blanca. Con ella llega a tierras
cristianas, se despiden y él regresa a la frontera.
En una estancia hay fiesta y el gaucho participa en ella. Como de costumbre,
canta sus desgracias. Sus dos hijos ahí presentes, han escuchado el relato, se le acercan
y en emotivas estrofas narran sus vidas a partir de cuando él fue obligado a marcharse
del hogar. El mayor de ellos estuvo injustamente en la cárcel, y el menor fue estafado
por su propio tutor, el viejo Vizcacha, y por el juez que conocía su causa. Luego aparece
Picardía, un nuevo personaje, hijo del sargento Cruz. El también, por instigaciones de un
individuo al servicio de un juez corrupto, fue enrolado en el ejército para pelear en la
frontera. En la misma reunión hay un negro cantor que comienza a increpar a Martín
Fierro. Es el hermano del hombre que antes había matado. Ambos se traban en
ingenioso diálogo cantado y demuestran tener conocimientos e inteligencia suficientes.
El negro quiere vengar a su hermano, pero la concurrencia evita la pelea y Martín Fierro
se marcha con sus hijos.
Sin embargo, la pobreza les impide permanecer juntos y deben separarse, pero,
antes de hacerlo, Martín Fierro aconseja paternalmente a sus hijos y a Picardía,
diciéndoles: es mejor que aprender mucho/ el aprender cosas buenas. El gaucho les
habla de la amistad, la lealtad y la prudencia. Luego se despiden con gran emoción y
cambian sus nombres para no ser reconocidos. A estas alturas interviene el autor,
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convertido ahora en narrador, prometiendo nuevas obras sobre los gauchos, y


pronostica que, después de su muerte, los gauchos habrán de recordarlo. Sueña con un
mundo en el cual se reconozcan todos sus derechos a los hombres de la pampa y termina
afirmando: "Y si canto de este modo, por encontrarlo oportuno, no es para mal de
ninguno sino para bien de todos."
Jorge Luis Borges en su Prólogo a Facundo de Domingo Faustino Sarmiento dice:
“…se llamaron gauchos. No eran un tipo étnico: por sus venas podía o no correr
sangre india. Los definía su destino, no su ascendencia, que les importaba muy poco y
que, por lo general, ignoraban. Entre las veintitantas etimologías de la palabra gaucho,
la menos inverosímil es la de huacho, que Sarmiento aprobó. A diferencia de los cowboys
del Norte, no eran aventureros; a diferencia de sus enemigos, los indios, no fueron nunca
nómadas. Su habitación era el estable rancho de barro, no las errantes tolderías. En el
Martín Fierro se lee:

Es triste dejar sus pagos


y largarse a tierra agena
llevándose la alma llena
de tormentos y dolores,
mas nos llevan los rigores
como el pampero a la arena.

Las correrías de Fierro no son las de un aventurero; son su desdicha.”


Si bien el Martín Fierro se inscribe en la tradición gauchesca, proponerlo como
culminación de un desarrollo a simple vista “natural” de esa literatura puede implicar
también considerar al gaucho como un desarrollo del mismo tipo (nacer, vivir, morir…).
Sin embargo, esta perspectiva corre el riesgo de olvidar que la realidad social y política
en la que vivió el gaucho fue la responsable de forzar su desaparición, no su desarrollo
natural como individuo biológico.
El Martín Fierro se aparta de las formas tradicionales que adquirió la literatura
con gauchos por varias razones: en primer lugar, porque origina una nueva conciencia,
esencialmente rural, interesada en una denuncia de la condición social del gaucho, a
diferencia de la anterior, concebida desde una concepción urbana. En oposición a la de
sus antecesores, más bien reproductora, la obra de Hernández es representativa del
saber y la experiencia del campo, y se presenta elaborada literariamente con la creación
de un lenguaje nuevo.
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Significativamente, el Martín Fierro propone otro viraje de importancia


fundamental: la elección ideológica de presentar al gaucho como sujeto del relato y no
como objeto. Diferencias conscientes que el mismo Hernández expone en la carta-
prólogo de la primera edición: “Quizá la empresa hubiera sido para mí más fácil y de
mejor éxito, si sólo me hubiera propuesto hacer reír a costa de su ignorancia, como se
halla autorizado por el uso de este género de composiciones”.
En la carta prólogo al editor, Hernández expone el objetivo de su obra: “Me he
esforzado […] en presentar un tipo que personifica el carácter de nuestros gauchos […]
que, al paso que avanzan las conquistas de la civilización, va perdiéndose casi por
completo”.
El libro de Hernández, además de proponer la denuncia de la condición social del
gaucho, construye un nuevo género, surgido de la reelaboración literaria del saber y de
las experiencias rurales. La lengua de este nuevo género tiene ese carácter de novedad
porque expresa una conciencia distinta y sus rasgos determinantes se manifiestan por
las peculiaridades fonéticas, los arcaísmos y los americanismos que contiene, además
del uso de una sintaxis que elude las estructuras subordinadas.
En el plano del significado, propone una utilización, hasta entonces inédita, de la
metáfora y de otras posibilidades connotativas del lenguaje.
En el Martín Fierro se
propone un programa para la
cuestión del gaucho que Hernández
elabora junto con su obra
periodística y política. En sus
artículos periodísticos, establece
un diagnóstico que determinará un
proyecto social cuyos ejes
organizadores, a diferencia de Sarmiento, se apoyan en la convicción de aunar la
modernización de la pampa con los elementos propios de la cultura rural, y no
subordinando éstos a aquéllos o haciéndolos desaparecer. Hernández considera,
asimismo, la desigual aplicación de la ley de la ciudad y en el campo, la defensa del
habitante de la campaña frente a las arbitrariedades del gobierno urbano y un plan
social orgánico que incluye al gaucho como habitante con plenos derechos civiles.
La segunda parte del poema, además de ser mayor en cuanto a la extensión y al
número de personajes, de narradores y de situaciones dramáticas y costumbristas,
muestra una diferencia sustancial en cuanto al carácter militante de la primera. La Ida,
se ha dicho, propone una denuncia de las consecuencias que el proyecto civilizador de
Sarmiento tuvo para con el gaucho. Por esta razón, algunos lo han considerado una
especie de anti-Facundo.
Por el contrario, en La Vuelta, a pesar de que estos temas no desaparecen, hay
ciertos propósitos didácticos destinados a “educar” al gaucho para su integración a la
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vida social. Este viraje se debe, sin duda, a la inserción política de Hernández en el
proyecto nacional, que se pondría en marcha durante la década de 1880.

DIFERENCIAS ENTRE AMBAS PARTES


La primera parte de Martín Fierro se caracteriza por su tono de denuncia frente
al orden social existente y las injusticias sufridas por el gaucho, de las cuales el texto
responsabiliza al gobierno nacional y a las autoridades locales. En la segunda parte, la
crítica es más tenue, así como se hace mucho mayor, respecto de la Ida, la
descalificación de los indios.
Estas diferencias de tipo ideológicas entre ambas partes del texto pueden
explicarse tanto por los cambios en la situación del país como por la relación con el
gobierno que entabla el autor. Recordemos, por un lado, que, en 1879, año de la Vuelta,
comienza la llamada conquista del desierto que termina con el exterminio de los indios,
y, además, que la misma estuvo encabezada por el general Roca, quien sería proclamado
presidente de la Argentina en 1880 y cuyo gobierno apoyaría José Hernández. Como
puede verse, entre el año en que se escribió la Ida y el que se escribió la Vuelta habían
pasado muchas cosas en el país y en la vida política del autor de Martín Fierro.
ACTIVIDAD 4
Leer los siguientes fragmentos de
“Martin Fierro” de José Hernández.

“La ida”
Capítulo I - Cantor y Gaucho Me refresquen la memoria

Aquí me pongo a cantar Y aclaren mi entendimiento.

Al compás de la vigüela,

Que el hombre que lo desvela 3

Una pena estraordinaria Vengan Santos milagrosos,

Como la ave solitaria Vengan todos en mi ayuda,

Con el cantar se consuela. Que la lengua se me añuda

2 Y se me turba la vista;

Pido a los Santos del Cielo Pido a Dios que me asista

Que ayuden mi pensamiento; En una ocasión tan ruda.

Les pido en este momento (…)

Que voy a cantar mi historia Capítulo 2: Cantor y gaucho

14

Soy gaucho, y entiendaló


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Como mi lengua lo esplica: Que nunca peleo ni mato

Para mí la tierra es chica Sino por necesidá,

Y pudiera ser mayor; Y que a tanta alversidá

Ni la víbora me pica Sólo me arrojó el mal trato

Ni quema mi frente el sol

15 19

Nací como nace el peje Y atiendan la relación

En el fondo de la mar; que hace un gaucho perseguido,

Naides me puede quitar que padre y marido ha sido

Aquello que Dios me dio empeñoso y diligente,

Lo que al mundo truje yo y sin embargo la gente

Del mundo lo he de llevar. lo tiene por un bandido

(…)

16

Mi gloria es vivir tan libre Capítulo III - Sirviendo en la frontera

Como el pájaro del cielo: 49

No hago nido en este suelo tuve en mi pago en un tiempo

Ande hay tanto que sufrir, hijos, hacienda y mujer,

Y naides me ha de seguir pero empecé a padecer,

Cuando yo remuento el vuelo. me echaron a la frontera,

¡y qué iba a hallar al volver!

17 Tan sólo hallé la tapera.

Yo no tengo en el amor

Quien me venga con querellas; 50

Como esas aves tan bellas Sosegao vivía en mi rancho

Que saltan de rama en rama, como el pájaro en su nido,

Yo hago en el trébol mi cama, allí mis hijos queridos

Y me cubren las estrellas. iban creciendo a mi lao...

sólo queda al desgraciao

18 lamentar el bien perdido.

Y sepan cuantos escuchan (…)

De mis penas el relato, Capítulo VII - Pelea con el moreno.


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191 mirándome como a un perro:

a mis hijos infelices más vaca será su madre.

pensé volverlos a hallar,

y andaba de un lao al otro 197

sin tener ni qué pitar. Y dentró al baile muy tiesa

con más cola que una zorra,

192 haciendo blanquiar los dientes

Supe una vez por desgracia lo mesmo que mazamorra.

que había un baile por allí,

y medio desesperao 198

a ver la milonga fui. !Negra linda!- Dije yo.

193 Me gusta- pa la carona;

Riunidos al pericón y me puse a champurriar

tantos amigos hallé, esta coplita fregona:

que alegre de verme entre ellos

esa noche me apedé. 199

a los blancos hizo Dios,

194 a los mulatos san pedro,

Como nunca, en la ocasión a los negros hizo el diablo

por peliar me dio la tranca. para tizón del infierno.

Y la emprendí con un negro

que trujo una negra en ancas. 200

Había estao juntando rabia

195 el moreno dende ajuera;

Al ver llegar la morena, en lo escuro le brillaban

que no hacía caso de naides, los ojos como linterna.

le dije con la mamúa: 201

va-ca-yendo gente al baile. Lo conocí retobao,

me acerqué y le dije presto:

196 po-r-rudo que un hombre sea

La negra entendió la cosa nunca se enoja por esto.

y no tardó en contestarme,
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202 yo me saqué las espuelas,

Corcovió el de los tamangos pues malicié que aquel tío

y creyéndose muy fijo: no era de arriar con las riendas.

¡más porrudo serás vos,

gaucho rotoso!, Me dijo.

208

203 No hay cosa como el peligro

Y ya se me vino al humo pa refrescar un mamao;

como a buscarme la hebra, hasta la vista se aclara

y un golpe le acomodé por mucho que haiga chupao.

con el porrón de ginebra.

209

204 El negro me atropelló

Ahi nomás pegó el de hollín como a quererme comer;

mas gruñidos que un chanchito, me hizo dos tiros seguidos

y pelando el envenao y los dos le abarajé.

me atropelló dando gritos.

210

205 Yo tenía un facón con s,

Pegué un brinco y abrí cancha que era de lima de acero;

diciéndoles: caballeros, le hice un tiro, lo quitó

dejen venir ese toro. y vino ciego el moreno;

Solo nací- solo muero. 211

y en el medio de las aspas

206 un planazo le asenté,

El negro, después del golpe, que lo largué culebriando

se había el poncho refalao lo mesmo que buscapié.

y dijo: vas a saber

si es solo o acompañado. 212

Le coloriaron las motas

207 con la sangre de la herida,

Y mientras se arremangó, y volvió a venir jurioso


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como una tigra parida. mas pude reflesionar

213 que era malo en aquel punto,

Y ya me hizo relumbrar y por respeto al dijunto

por los ojos el cuchillo, no la quise castigar.

alcanzando con la punta

a cortarme en un carrillo. 218

Limpié el facón en los pastos,

214 desaté mi redomón,

Me hirvió la sangre en las venas monté despacio y salí

y me le afirmé al moreno, al tranco pa el cañadón.

dándole de punta y hacha

pa dejar un diablo menos. 219

Después supe que al finao

215 ni siquiera lo velaron,

Por fin en una topada y retobao en un cuero,

en el cuchillo lo alcé, sin rezarle lo enterraron.

y como un saco de güesos

contra un cerco lo largué. 220

Y dicen que dende entonces,

216 cuando es la noche serena

Tiró unas cuantas patadas suele verse una luz mala

y ya cantó pal carnero: como de alma que anda en pena.

nunca me puedo olvidar (…)

de la agonía de aquel negro.

Capítulo XIII. A los indios me refalo.

217 388

En esto la negra vino En este punto el cantor

con los ojos como ají buscó un porrón pa consuelo,

y empezó la pobre allí echó un trago como un cielo,

a bramar como una loba. dando fin a su argumento;

Yo quise darle una soba y de un golpe el instrumento

a ver si la hacía callar, lo hizo astillas contra el suelo.


Página | 29

393

389 Y siguiendo el fiel del rumbo

Ruempo, dijo, la guitarra, se entraron en el desierto,

pa no volverme a tentar; no sé si los habrán muerto

ninguno la ha de tocar, en alguna correría,

por siguro tengaló; pero espero que algún día

pues naides ha de cantar sabré de ellos algo cierto.

cuando este gaucho cantó.

394

390 Y ya con estas noticias

Y daré fin a mis coplas mi relación acabé;

con aire de relación; por ser ciertas las conté,

nunca falta un preguntón todas la desgracias dichas:

más curioso que mujer, es un telar de desdichas

y tal vez quiera saber cada gaucho que usté ve.

como jué la conclusión.

391 395

Cruz y Fierro de una estancia Pero ponga su esperanza

una tropilla se arriaron; en el Dios que lo formó;

por delante se la echaron y aquí me despido yo

como criollos entendidos, que he relatao a mi modo

y pronto sin ser sentidos MALES QUE CONOCEN TODOS,

por la frontera cruzaron. PERO QUE NAIDES CONTÓ.

392 La vuelta
Y cuando la habían pasao, Capítulo 15: Consejos del viejo
Vizcacha
una madrugada clara

le dijo Cruz que mirara


Siempre andaba retobao:
las últimas poblaciones,
Con ninguno solía hablar;
y a Fierro dos lagrimones
Se divertía en escarbar
le rodaron por la cara.
Y hacer marcas con el dedo,

Y en cuanto se ponía en pedo


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Me empezaba a aconsejar. Aflueja andando en la mala

Y es blando como manteca:

Me parece que lo veo Hasta la hacienda baguala

Con su poncho calamaco, Cai al jagüel con la seca."

Después de echar un güen taco,

Ansí principiaba a hablar: "No andés cambiando de cueva;

"Jamás llegues a parar Hacé las que hace el ratón.

Ande veas perros flacos." Conserváte en el rincón

En que empezó tu esistencia:

"El primer cuidao del hombre Vaca que cambia querencia

Es defender el pellejo. Se atrasa en la parición."

Lleváte de mi consejo,

Fijáte bien en lo que hablo: Y menudiando los tragos

El diablo sabe por diablo, Aquel viejo, como cerro,

Pero más sabe por viejo." No "olvidés", me decía,"Fierro,

Que el hombre no debe crer

"Hacéte amigo del juez; En lágrimas de mujer

No le des de que quejarse; Ni en la renguera del perro."

Y cuando quiera enojarse

Vos te debés encoger, "No te debes afligir

Pues siempre es güeno tener Aunque el mundo se desplome.

Palenque ande ir a rascarse." Lo que más precisa el hombre

Tener, según yo discurro,

Nunca le llevés la contra, Es la memoria del burro,

Porque él manda la gavilla: Que nunca olvida ande come.

Allí sentao en su silla,

Ningún güey le sale bravo; "Deja que caliente el horno

A uno le da con el clavo El dueño del amasijo;

Y a otro con la cantramilla." Lo que es yo, nunca me aflijo

Y a todito me hago el sordo:

"El hombre, hasta el más soberbio, El cerdo vive tan gordo,

Con más espinas que un tala, Y se come hasta los hijos."


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En la puntita, no niego;

"El zorro que ya es corrido Pero otros, como el borrego,

Dende lejos la olfatea; Todo entera se la tragan."

No se apure quien desea

Hacer lo que le aproveche "Si buscás vivir tranquilo

La vaca que más rumea Dedicate a solteriar

Es la que da mejor leche." Más si te querés casar,

Con esta alvertencia sea:

"El que gana su comida Que es muy difícil guardar

Güeno es que en silencio coma; Prenda que otros codicean."

Ansina, vos, ni por broma

Querás llamar la atención: "Es un bicho la mujer

Nunca escapa el cimarrón Que yo aquí no lo destapo,

Si dispara por la loma." Siempre quiere al hombre guapo;

Mas fijate en la eleción,

"Yo voy donde me conviene Porque tiene el corazón

Y jamás me descarrío; Como barriga de sapo."

Lleváte el ejemplo mío,

Y llenarás la barriga: Y gangoso con la tranca,

Aprendé de las hormigas: Me solia decir: "Potrillo,

No van a un noque vacío." Recién te apunta el cormillo,

Mas te lo dice un toruno:

"A naides tengás envidia: No dejés que hombre ninguno

Es muy triste el envidiar; Te gane el lao del cuchillo."

Cuando veás a otro ganar,

A estorbarlo no te metas: "Las armas son necesarias,

Cada lechón en su teta Pero naides sabe cuándo;

Es el modo de mamar." Ansina, si andás pasiando,

Y de noche sobre todo,

"Ansí se alimentan muchos Debés llevarlo de modo

Mientras los pobres lo pagan; Que al salir, salga cortando."

Como el cordero hay quien lo haga


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"Los que no saben guardar Celebrando aquella fiesta.

Son pobres aunque trabajen; Diez años, los más terribles,

Nunca, por más que se atajen, Había durado la ausencia,

Se librarán del cimbrón: Y al hallarse nuevamente

Al que nace barrigón Era su alegría completa.

Es al ñudo que lo fajen." En ese mesmo momento

Uno que vino de ajuera,

"Donde los vientos me llevan A tomar parte con ellos

Allí estoy como en mi centro; Suplicó aue lo almitieran.

Cuando una tristeza encuentro Era un mozo forastero

Tomo un trago pa alegrarme: De muy regular presencia,

A mí me gusta mojarme Y hacía poco que en le pago

Por ajuera y por adentro." Andaba dando sus güeltas.

Asiguran algunos

"Vos sos pollo, y te convienen Que venía de la frontera;

Toditas estas razones; Que había pelao a un pulpero

Mis consejos y leciones En las últimas carreras;

No echés nunca en el olvido: Pero andaba despilcho,

En las riñas he aprendido No traia una prenda güena:

A no peliar sin puyones." Un recadito cantor

Daba fe de sus pobrezas.

Con estos consejos y otros Le pidió la bendición

Que yo en mi memoria encierro, Al que causaba la fiesta

Y que aquí no desentierro, Y, sin decirles su nombre,

Educándome seguía, Les declaró con franqueza

Hasta que al fin se dormía Que el nombre de Picardía

Mesturao entre los perros Es el único que lleva.

(…) Y para contar su historia

Capítulo 20: Encuentro de Martín A todos pide licencia,


Fierro con sus hijos y Picardía
Diciéndoles que en seguida
Martín Fierro y sus dos hijos,
Iban a saber quien era.
Entre tanta concurrencia,
Tomo al punto la guitarra,
Siguieron con alegría
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La gente se puso atenta, Dende que lo sabe hacer;

Y ansí cantó Picardía Y muchos suelen tener

En cuanto templó las cuerdas. Vanagloria en que los rueguen.

(…)

Capítulo 30: Fragmento de la payada Cuando mozo fuí cantor


entre Martín Fierro y el Moreno
(Es una cosa muy dicha);

Mas la suerte se encapricha


MARTIN FIERRO
Y me persigue costante:

De ese tiempo en adelante


Mientras suene el encordao,
Canté mis propias desdichas.
Mientras encuentre el compás

Yo no he de quedarme atrás
Y aquellos años dichosos
Sin defender la parada,
Trataré de recordar;
Y he jurado que jamás
Veré si puedo olvidar
Me la han de llevar robada.
Tan desgraciada mudanza,

Y quien se tenga confianza


Atiendan, pues, los oyentes
Tiemple, y vamos a cantar.
Y cáyense los mirones;

A todos pido perdones,


Tiemple y cantaremos juntos;
Pues a la vista resalta
Trasnochadas no acobardan.
Que no está libre de falta
Los concurrentes aguardan,
Quien no está de tentaciones.
Y porque el tiempo no pierdan,

Haremos gemir las cuerdas


A un cantor le llaman güeno
Hasta que las velas no ardan.
Cuando es mejor que los piores;

Y sin ser de los mejores,


Y el cantor que se presiente,
Encontrándose dos juntos,
Que tenga o no quien lo ampare,
Es deber de los cantores
No espere que yo dispare
El cantar de contrapunto.
Aunque su saber sea mucho:

Vamos en el mesmo pucho


El hombre debe mostrarse
A prenderle hasta que aclare.
Cuando la ocasión le llegue;

Hace mal el que se niegue,


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Y seguiremos si gusta Tal vez por eso me ampare

Hasta que se vaya el día; La Providencia divina:

Era la costumbre mía En los güevos de gallina

Cantar las noches enteras: El décimo es el mas grande.

Había entonces, donde quiera,

Cantores de fantasía. El negro es muy amoroso,

Aunque de esto no hace gala;

Y si alguno no se atreve Nada a su cariño iguala

A seguir la caravana, Ni a su tierna voluntá;

O si cantando no gana, Fs lo mesmo que el macá:

Se lo digo sin lisonja: Cría los hijos bajo el ala.

Haga sonar una esponja

O ponga cuerdas de lana. Pero yo he vivido libre

Y sin depender de naides;

EL MORENO Siempre he cruzado los aires

Como el pájaro sin nido;

Yo no soy, señores míos, Cuanto se lo he aprendido

Sino un pobre guitarrero, Porque me lo enseñó un flaire.

Pero doy gracias al Cielo

Porque puedo, en la ocasión, Y sé como cualquier otro

Toparme con un cantor El porqué retumba el trueno;

Que esperimente a este negro. Por qué son las estaciones

Del verano y del invierno;

Yo también tengo algo blanco, Sé también de donde salen

Pues tengo blancos los dientes; Las aguas que cain del cielo.

Sé vivir entre las gentes

Sin que me tengan en menos: Yo sé lo gue hay en la tierra

Quien anda en pagos ajenos En llegando al mesmo centro;

Debe ser manso y prudente. En dónde se encuentra el oro,

En dónde se encuentra el fierro

Mi madre tuvo diez hijos, Y en dónde viven bramando

Los nueve muy regulares; Loe volcanes que echan juego.


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No me haga ningún reproche:

Yo sé del fondo del mar Tambien es negra la noche

Donde los pejes nacieron; Y tiene estrellas que brillan.

Yo sé por que crece el árbol,

Y por que silban los vientos: Estoy, pues, a su mandao;

Cosas que inoran los blancos Empiece a echarme la sonda,

Las sabe este pobre negro. Si gusta que le responda,

Aunque con lenguaje tosco:

Yo tiro cuando me tiran; En leturas no conozco

Cuando me aflojan, aflojo; La jota, por ser redonda.

No se ha de morir de antojo

Quien me convide a cantar; MARTIN FIERRO

Para conocer a un cojo

Lo mejor es verlo andar. !Ah, negro!, si sos tan sabio

No tengás ningun recelo

Y si una falta cometo Pero has tragao el anzuelo

En venir a esta riunión, Y al compás del estrumento

Echándola de cantor, Has de decirme al momento

Pido perdón en voz alta Cuál es el canto del cielo.

Pues nunca se halla una falta (…)

Que no esista otra mayor. Capítulo 32: Consejos de Martín Fierro


a sus hijos

De lo que un cantor esplica


-Un padre que da consejos
No falta qué aprovechar
Más que padre es un amigo;
Y se le debe escuchar
Ansi como tal les digo
Aunque sea negro el que cante:
Que vivan con precaución:
Apriende el que es inorante,
Naides sabe en que rincón
Y el que es sabio, apriende más.
Se oculta el que es su enemigo.

Bajo la frente mas negra


Yo nunca tuve otra escuela
Hay pensamiento y hay vida.
Que una vida desgraciada:
La gente escuche tranquila,
No estrañen si en la jugada
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Alguna vez me equivoco, Al que es amigo, jamás

Pues debe saber muy poco Lo dejen en la estacada,

Aquel que no aprendió nada. Pero no le pidan nada

Ni lo aguarden todo de el:

Hay hombres que de su cencia Siempre el amigo más fiel

Tienen la cabeza llena; Es una conducta honrada.

Hay sabios de todas menas,

Mas digo, sin ser muy ducho: Ni el miedo ni la codicia

Es mejor que aprender mucho Es güeno que a uno le asalten,

El aprender cosas gúenas. Ansi, no se sobresalten

Por los bienes que perezcan;

No aprovechan los trabajos Al rico nunca le ofrezcan

Si no han de enseñarnos nada; Y al pobre jamás le falten.

El hombre, de una mirada,

Todo ha de verlo al momento: Bien lo pasa, hasta entre pampas,

El primer conocimiento El que respeta a la gente;

Es conocer cuándo enfada. El hombre ha de ser prudente

Para librarse de enojos:

Su esperanza no la cifren Cauteloso entre los flojos,

Nunca en corazón alguno; Moderado entre valientes.

En el mayor infortunio

Pongan su confianza en Dios; El trabajar es la ley,

De los hombres, sólo en uno; Porque es preciso alquirir;

Con gran precaución en dos. No se espongan a sufrir

Una triste situación:

Las faltas no tiene límites Sangra mucho el corazón

Como tienen los terrenos; Del que tiene que pedir.

Se encuentran en los mas güenos,

Y es justo que les prevenga: Debe trabajar el hombre

Aquel que defetos tenga, Para ganarse su pan;

Disimule los ajenos. Pues la miseria, en su afán

De perseguir de mil modos,


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Llama en la puerta de todos Que a veces las vuelve a hallar;

Y entra en la del haragán. Pero les debo enseñar,

Y es gúeno que lo recuerden:

A ningún hombre amenacen, Si la verguenza se pierde,

Porque naides se acobarda; Jamás se vuelve a encontrar.

Poco en conocerlo tarda

Quien amenaza imprudente: Los hermanos sean unidos

Que hay un peligro presente Porque ésa es la ley primera

Y otro peligro se aguarda. Tengan unión verdadera

En cualquier tiempo que sea,

Para vencer un peligro, Porque, si entre ellos pelean,

Salvar de cualquier abismo Los devoran los de ajuera.

-Por esperencia lo afirmo-,

Más que el sable y que la lanza Respeten a los ancianos:

Suele servir la confianza El burlarlos no es hazaña;

Que el hombre tiene en si mismo. Si andan entre gente estraña

Deben ser muy precavidos,

Nace el hombre con la astucia Pues por igual es tenido

Que ha de servirle de guía; Quien con malos se acompaña.

Sin ella sucumbiría:

Pero, sigún mi esperencia, La cigüeña, cuando es vieja,

Se vuelve en unos prudencia Pierde la vista, y procuran

Y en los otros picardía. Cuidarla en su edá madura

Todas sus hijas pequeñas:

Aprovecha la ocasión Apriendan de las cigüeñas

El hombre que es diligente; Este ejemplo de ternura.

Y, tenganló bien presente:

Si al compararla no yerro, Si les hacen una ofensa,

La ocasión es como el fierro: Aunque la echen en olvido,

Se ha de machacar caliente. Vivan siempre prevenidos;

Pues ciertamente sucede

Muchas cosas pierde el hombre Que hablará muy mal de ustedes


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Aquel que los ha ofendido. La impresión es de tal suerte,

Que, a mi pesar, no lo niego,

El que obedeciendo vive Cai como gotas de juego

Nunca tiene suerte blanda, En la alma dei que la vierte.

Mas con su soberbia agranda

El rigor en que padece: Es siempre, en toda ocasión,

Obedezca al que obedece El trago el pior enemigo;

Y será gúeno el que manda. Con cariño se los digo,

Recuérdenlo con cuidado:

Procuren de no perder Aquel que ofiende embriagado

Ni el tiempo ni la vergüenza; Merece doble castigo.

Como todo hombre que piensa,

Procedan siempre con juicio; Si se arma algun revolutis,

Y sepan que ningún vicio Siempre han de ser los primeros,

Acaba donde comienza. No se muestren altaneros,

Aungue la razón les sobre:

Ave de pico encorvado En la barba de los pobres

Le tiene al robo afición; Aprienden pa ser barberos.

Pero el hombre de razón

No roba jamás un cobre, Si entriegan su corazón

Pues no es vergúenza ser pobre A alguna mujer querida,

Y es vergúenza ser ladrón. No le hagan una partida

Que la ofienda a la mujer:

El hombre no mate al hombre Siempre los ha de perder

Ni pelé por fantasía; Una mujer ofendida.

Tiene en la desgracia mía

Un espejo en que mirarse; Procuren, si son cantores,

Saber el hombre guardarse El cantar con sentimiento,

Es la gran sabiduría. Ni tiemplen el estrumento

Por sólo el gusto de hablar,

La sangre que se redama Y acostúmbrense a cantar

No se olvida hasta la muerte; En cosas de jundamento.


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No me llegan a faltar.

Y les doy estos consejos

Que me ha costado alquirirlos, Y si la vida me falta,

Porque deseo dirigirlos; Tenganló todos por cierto

Pero no alcanza mi cencia Que el gaucho, hasta en el desierto,

Hasta darles la prudencia Sentirá en tal ocasión

Que precisan pa seguirlos. Tristeza en el corazón,

Al saber que yo estoy muerto.

Estas cosas y otras muchas

Medité en mis soledades; Pues son mis dichas desdichas

Sepan que no hay falsedades Las de todos mis hermanos;

Ni error en estos consejos: Ellos guardaran ufanos

Es de la boca del viejo En su corazón mi historia:

De ande salen las verdades Me tendrán en su memoria

Para siempre mis paisanos.

Capítulo 33: Despedida de Martín


Fierro (Fragmento)
Es la memoria un gran don,
Permítanme descansar,
Calidá muy meritoria;
¡Pues he trabajado tanto!
Y aquellos que en esta historia
En este punto me planto
Sospechen que les doy palo,
Y a continuar me resisto:
Sepan que olvidar lo malo
Estos son treinta y tres cantos,
También es tener memoria.
Que es la mesma edá de Cristo.

Mas naides se crea ofendido


Y guarden estas palabras
Pues a ninguno incomodo,
Que les digo al terminar:
Y si canto de este modo,
En mi obra he de continuar
Por encontrarlo oportuno,
Hasta dárselas concluida,
No es para mal de ninguno
Si el ingenio o si la vida
Sino para bien de todos.

a) Escribir una CRÍTICA NEGATIVA del “Martín Fierro”. Escriba un ensayo


donde argumente con ejemplos textuales por qué NO DEBERÍA SER
LEÍDO. (500 palabras).
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b) ¿Quién ocupa el lugar “del otro” en la voz de Martín Fierro? ¿Con qué
finalidad literaria se incorporan las voces de “los otros”?
c) ¿Cómo se expresan en el texto los conceptos de “margen” y “frontera”?

d) ¿Cuál es la relevancia de la cuestión “del coraje” en el personaje de


Martín Fierro?
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UNIDAD 2
🗹 La literatura fantástica argentina. ¿Evasión o
compromiso?
🗹 Nueva Narrativa Hispanoamericana: la literatura
del Boom.
🗹 Lo real maravilloso latinoamericano.
🗹 Cuentos fantásticos argentinos, Editorial
Cántaro, Colección del Mirador.
🗹 La Otredad, Antología de cuentos
latinoamericanos del siglo XX, Ed. Santillana,
Colección “loqueleo”.
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CAPÍTULO 6
LA LITERATURA FANTÁSTICA ARGENTINA
La primera mitad del siglo XX en la
Argentina estuvo signada por una serie de
cuestiones políticas, sociales y económicas
que dieron como resultado la instalación de
una mirada polémica y controversial. La
llegada de Juan Domingo Perón al poder y
las luchas sociales, constituyeron el telón de
fondo de los cambios futuros. El periodo
histórico que involucró la presencia de la
figura de Perón como presidente hasta su
destitución definitiva en 1955 dejó un
tendal de cuestionamientos ideológicos que
se instalaron en el inconsciente colectivo y
formaron parte de la nueva identidad argentina.
Así como en la unidad anterior intentábamos definir la paradoja que implicaba
esa dupla conceptual formada por la civilización y la barbarie, y que representó la
primera gran división ideológica, la primera mitad del siglo XX se caracterizó por intentar
acomodarse en una nueva díada: peronistas y no peronistas.
A pesar de las conmociones políticas y
sociales, la literatura, nuevamente intentó
reflejar esta nueva realidad de maneras más
explícitas: lo fantástico fue la manera de explicar
el entorno.
Cuando se habla de literatura fantástica se
hace referencia a una categoría literaria particular
(que ya fue estudiada en profundidad en el curso
anterior), que se caracteriza básicamente por la
irrupción de un elemento sobrenatural o insólito
en una realidad cotidiana. Este elemento genera
un cambio en el ritmo del texto y produce una
nueva realidad cuyos fenómenos extraños
enfrentan al lector con la cuestión
realidad/irrealidad. Es decir provocan una
verdadera sensación de extrañeza. Esta
ambigüedad produce la indecisión entre una
explicación realista y una explicación sobrenatural del mundo representado en la trama
del relato.
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Muchos analistas intentaron explicar por qué el recurso del uso de la literatura
fantástica como forma de comprender la realidad y Jorge Luis Borges dio una de las más
acabadas conclusiones: “Este tipo de ficción manifiesta una visión más compleja de la
realidad y no una evasión de la misma, la literatura fantástica ofrece metáforas de la
realidad que trascienden la visión del realismo”. Julio Cortázar también apuntó: “Lo
fantástico (…) está presente en nosotros mismos, en eso que es nuestra psiquis y que ni
la ciencia, ni la filosofía consiguen explicar más que de una manera primaria y
rudimentaria. (…)
Entonces, si lo fantástico nos ofrece una visión más compleja y profunda de la
realidad y cada texto podría significar una metáfora que permita explicar de una forma
u otra un hecho; y si además esta forma de leer el mundo es intrínseca a todos los seres
humanos, podemos entender por qué en las épocas de mayor controversia histórica, de
fervor político y de verdaderos replanteos ideológicos la literatura fantástica encontró
su caldo de cultivo más rico y nutritivo.

CAPÍTULO 7
Nueva Narrativa hispanoamericana.

La década de 1960 vio surgir un fenómeno nunca antes visto en la literatura


hispanoamericana. Se lo conoce con el nombre de BOOM. Este término se utiliza para
definir un alza brusca de las ventas de un producto. El crítico Ángel Rama explica que el
Boom de la literatura hispanoamericana fue un fenómeno de la sociedad de consumo a
la que se estaban incorporando algunas ciudades latinoamericanas.
El crítico Noé Jitrik agrupó en cinco tendencias básicas las interpretaciones que
se dieron en la década de 1960 acerca del auge editorial:

✔ Para algunos el auge se debía a un interés mundial por los conflictos


políticos del continente despertados por la Revolución Cubana.

✔ Para otros, que privilegiaban lo económico, se trataba del interés de los


europeos y norteamericanos en la sociedad hispanoamericana, por
considerarla terreno fértil para los proyectos desarrollistas de inversión
de capitales.

✔ Algunos más historicistas creían que en Europa reinaba cierto cansancio


cultural y que América poseía una imaginación joven, fresca y
desbordante.

✔ Para otros solo se trató de una cuestión de coyuntura.


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✔ Por último, había quienes tenían la idea de que había llegado la hora de
que América madurara culturalmente y encontrara la forma de
expresarse libremente y poder contar sus verdades ajenas a los modelos
europeos.
Pero la mayoría de los críticos
coinciden en que fue un
fenómeno complejo y que es
difícil explicar su origen. Julio
Cortázar dijo: “el boom no lo
hicieron los editores sino los
lectores y ¿quiénes son los
lectores sino el pueblo de
América Latina que tomó
conciencia de una parte de su
identidad? Vargas Llosa
(peruano) aseveró: “Lo que se
llama boom (…) es un conjunto
de escritores, tampoco se sabe
exactamente quiénes, pues cada
uno tiene su propia lista, que
adquirieron de manera más o menos simultánea en el tiempo, cierta difusión,
cierto reconocimiento por parte del público y la crítica. (…) Los editores
aprovecharon muchísimo esta situación, pero ésta también contribuyó a que se
difundiera la literatura hispanoamericana.”
Los narradores del boom renovaron profundamente las formas de narrar y
profundizaron la ruptura con las formas clásicas del Realismo regionalista.
Además, continuaron la búsqueda de voces y formas estéticas diversas, plurales
y hasta contradictorias para narrar las problemáticas propias del hombre
latinoamericano que oscilaban entre las paradojas culturales, hasta los
complejos entramados sociales, políticos y económicos.
Básicamente se llevó a cabo un proceso de fusión entre las tradiciones locales,
las leyendas indígenas, los paisajes urbanos y rurales, personajes propios de
América.
Los autores latinoamericanos del siglo XX eligen como centro de su obra el tema
de “lo americano”. Alejo Carpentier, un autor cubano, plantea la existencia de
“lo real maravilloso latinoamericano” y afirma que América, por su origen, por el
paisaje, por la convivencia del blanco, el indio y el negro, por su mestizaje y por
la revelación que significó su cercano descubrimiento es una crónica de lo real
maravilloso ya que existen en ella múltiples mitologías a la espera de que alguien
las narre. La categoría de lo real maravilloso supone que los hechos narrados se
presenten como insólitos: esta condición de los sucesos americanos reside en su
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novedad y en la admiración que provocan. Carpentier dice: …”lo maravilloso


comienza a serlo de manera inequívoca cuando surge de una revelación
inesperada de la realidad, de una iluminación inhabitual y singularmente
favorecedora de las inadvertida riquezas de la realidad, de una exaltación del
espíritu que lo conduce a un modo de estado límite. Para empezar la sensación
de lo real maravilloso presupone una fe.”
El “realismo mágico” es una nueva manera de narrar. Parte de elementos
realistas, se interna en una descripción pormenorizada de los hechos, de los
personajes y la naturaleza de América, en la que “lo real” convive con lo
“mágico”. De esta conjunción nace el realismo mágico.
Características del Realismo Mágico

✔ Contiene elementos tanto


fantásticos como mágicos o incluso
sobrenaturales.

✔ Los personajes perciben estos


elementos como circunstancias
normales.

✔ La realidad se distorsiona con


episodios que tienden hacia lo
exuberante o incluso lo exagerado.

✔ El paisaje y la Naturaleza son


fundamentales, y muchas veces es la Naturaleza misma la que adopta el carácter
mágico, es ella la que manifiesta exageración o exuberancia. Son usuales los
diluvios, las sequías interminables, la vegetación asfixiante, etc.
✔ Ruptura del plano temporal: se hacen regresiones a un tiempo pasado (flashback
o racconto) o bien la narración viaja a un tiempo futuro.
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UNIDAD 3

🗹 ¿Qué es la Posmodernidad?
🗹 El ensayo de ideas. Texto
argumentativo.
🗹 El trabajo intelectual. La función de
los intelectuales en el siglo XX y XXI
🗹 El debate.
🗹 “Las malas”, Camila Sosa Villada
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CAPÍTULO 8
¿Qué es la Posmodernidad?

El término posmodernidad o postmodernidad fue utilizado para designar


generalmente a un amplio número de movimientos artísticos, culturales,
literarios y filosóficos del siglo XX, que se extienden hasta hoy, definidos en
diverso grado y manera por su oposición o superación de las tendencias de la
Edad Moderna.
En sociología en cambio, los términos posmoderno y posmodernización
se refieren al proceso cultural observado en muchos países en las últimas dos
décadas, identificado a principios de los años setenta. Esta otra acepción de la
palabra se explica bajo el término posmaterialismo.
Las diferentes corrientes del movimiento posmoderno aparecieron
durante la segunda mitad del siglo XX. Aunque se aplica a corrientes muy
diversas, todas ellas comparten la idea de que el proyecto moderno fracasó en
su intento de renovación radical de las formas tradicionales del arte y la cultura,
el pensamiento y la vida social.
Pero el principal obstáculo proviene justamente del mismo proceso que
se quiere definir, porque es eso precisamente lo que falta en esta era: un
sistema, una totalidad, un orden, una unidad, en definitiva, coherencia.
Se suele dividir a la posmodernidad en tres sectores, dependiendo de su
área de influencia: Como un período histórico, como una actitud filosófica, o
como un movimiento artístico.
Histórica, ideológica y metodológicamente diversos, comparten sin
embargo un parecido de familia centrado en la idea de que la renovación radical
de las formas tradicionales en el arte, la cultura, el pensamiento y la vida social
impulsada por el proyecto modernista, fracasó en su intento de lograr la
emancipación de la humanidad, y de que un proyecto semejante es imposible o
inalcanzable en las condiciones actuales. Frente al compromiso riguroso con la
innovación, el progreso y la crítica de las vanguardias artísticas, intelectuales y
sociales, al que considera una forma refinada de teología autoritaria, el
posmodernismo defiende la hibridación, la cultura popular, el descentramiento
de la autoridad intelectual y científica y la desconfianza ante los grandes relatos.
Características:
Las principales características del pensamiento posmoderno son:

✔ Antidualista: Los posmodernos aseveran que la filosofía occidental creó


dualismos y así excluyó del pensamiento ciertas perspectivas. Por otro
lado, el posmodernismo valora y promueve el pluralismo y la diversidad
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(más que negro contra blanco, occidente contra oriente, hombre contra
mujer). Asegura buscar los intereses de "los otros" (los marginados y
oprimidos por las ideologías modernas y las estructuras políticas y
sociales que las apoyaban).

✔ Cuestiona los textos: Los posmodernos también afirman que los textos
―históricos, literarios o de otro tipo― no tienen autoridad u objetividad
inherente para revelar la intención del autor, ni pueden decirnos "que
sucedió en realidad". Más bien, estos textos reflejan los prejuicios y la
cultura particular del escritor.

✔ El giro lingüístico: El posmodernismo argumenta que el lenguaje moldea


nuestro pensamiento y que no puede haber ningún pensamiento sin
lenguaje. Así que el lenguaje crea literalmente, realidad.

✔ La verdad como perspectiva: Además, la verdad es cuestión de


perspectiva o contexto más que algo universal. No tenemos acceso a la
realidad, a la forma en que son las cosas, sino solamente a lo que nos
parece a nosotros.
Dónde y cuándo surgió la posmodernidad
Si bien la acepción más
frecuente de posmodernidad se
popularizó a partir de la
publicación de La condición
posmoderna de Jean-François
Llyotard en 1979, varios autores
habían empleado el término con
anterioridad. Es muy importante
destacar que no deben
confundirse los términos
modernidad y posmodernidad con modernismo y posmodernismo,
respectivamente. Modernidad se refiere a un periodo histórico muy amplio que
supone referirse a sus características políticas, sociales, económicas, etc.
El rasgo fundamental de la ruptura no estuvo en la corrección de la
frialdad y las deficiencias arquitectónicas de los edificios modernistas, sino en el
rechazo absoluto de la posibilidad de producir una innovación verdaderamente
radical. El eje del pensamiento moderno —tanto en las artes como en las
ciencias— había estado centrado en la idea de evolución o progreso, entendido
como la reconstrucción de todos los ámbitos de la vida a partir de la sustitución
de la tradición o convención por el examen radical no solo del saber transmitido
—como por ejemplo la forma sinfónica en música, el retrato de corte en pintura
o la doctrina clásica del alma en antropología filosófica— sino también de las
formas aceptadas de organizar y producir ese saber —como la tonalidad, la
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perspectiva o la primacía de la conciencia; la noción de discontinuidad había


adquirido dignidad filosófica a través de la interpretación marxista y
nietzscheana de la dialéctica de Hegel.

En el sentido cultural o de civilización podemos señalar que las


tendencias posmodernas se han caracterizado por la dificultad de sus
planteamientos, ya que no forman una corriente de pensamiento unificada. Solo
podemos indicar unas características comunes que son en realidad fuente de
oposición frente a la cultura moderna o indican ciertas crisis de esta. Por
ejemplo, la cultura moderna se caracterizaba por su pretensión de progreso, es
decir, se suponía que los diferentes progresos en las diversas áreas de la técnica
y la cultura garantizaban un desarrollo lineal marcado siempre por la esperanza
de que el futuro sería mejor. Frente a ello, la posmodernidad plantea la ruptura
de esa linealidad temporal marcada por la esperanza y el predominio de un tono
emocional nostálgico o melancólico. Igualmente, la modernidad planteaba la
firmeza del proyecto de la Ilustración de la que se alimentaron -en grado
variable- todas las corrientes políticas modernas, desde el liberalismo hasta el
marxismo, nuestra definición actual de la democracia y los derechos humanos.
La Posmodernidad plantea posiciones que señalan que ese núcleo ilustrado ya
no es funcional en un contexto multicultural; que la Ilustración, a pesar de sus
aportaciones, tuvo un carácter etnocéntrico y autoritario-patriarcal basado en la
primacía de la cultura europea y que, por ello, o bien no hay nada que rescatar
de la Ilustración, o bien, aunque ello fuera posible, ya no sería deseable. Por ello,
la filosofía posmoderna ha tenido como uno de sus principales aportes el
desarrollo del multiculturalismo y los feminismos de la diferencia.
Los principales opositores a los planteamientos de la posmodernidad han
sido los miembros de la teoría crítica y los marxistas más contemporáneos que,
si bien reconocen los fallos de la modernidad y su centro ilustrado, reconocen
como valiosos e irrenunciables ciertos valores democráticos de igualdad y
ciudadanía. Dichos valores, plantean estos autores, -como por ejemplo Jürgen
Habermas- son la única salvaguarda frente a la fragmentación social y la
precarización del estado nación. Por ello plantean que, más que buscar una
posmodernidad, hay que llevar a cabo -como proyecto filosófico y político- una
nueva Ilustración de la modernidad.

Luego de los atentados del 11 de septiembre y los profundos cambios


geopolíticos que estos conllevaron, además del debilitamiento de la fuerza
jurídica vinculante de los derechos humanos, la discusión de la posmodernidad
perdió empuje, ya que, como hemos dicho antes, esta se caracteriza ―por lo
menos hasta el momento― por sus definiciones por negación. El término
Posmodernidad ha dado paso a otros como modernidad tardía, modernidad
líquida, sociedad del riesgo, globalización, capitalismo tardío o cognitivo, que se
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han vuelto categorías más eficientes de análisis que la de Posmodernidad. En


cambio, el Posmodernismo sigue siendo una categoría que en los ámbitos
estéticos se ha manifestado muy productiva y no necesariamente contradictoria
respecto a las recién indicadas.
Como periodo histórico
Tras el fin de la Guerra Fría como consecuencia de las Revoluciones de
1989, teniendo como máximo símbolo la caída del muro de Berlín (1989), se hace
evidente el fin de la era polar. Esto produce como consecuencia la cristalización
de un nuevo paradigma global, cuyo máximo exponente social, político y
económico es la Globalización. El mundo posmoderno se puede diferenciar y
dividir en dos grandes realidades: La realidad histórico-social, y la realidad socio-
psicológica. A continuación, daremos sus características.
Características histórico sociales
En contraposición con la
Modernidad, la posmodernidad es
la época del desencanto. Se
renuncia a las utopías y a la idea de
progreso de conjunto. Se apuesta a
la carrera por el progreso individual.
Se predican supuestos límites de las
ciencias modernas en cuanto a la
generación de conocimiento
verdadero, acumulativo y de validez universal. Se produce un cambio en el orden
económico capitalista, pasando de una economía de producción hacia una
economía del consumo. Desaparecen las grandes figuras carismáticas y surgen
infinidad de pequeños ídolos que duran hasta que surge algo más novedoso y
atractivo. La revalorización de la naturaleza y la defensa del medio ambiente se
mezclan con la compulsión al consumo. Los medios masivos y la industria del
consumo masivo se convierten en centros de poder. Deja de importar el
contenido del mensaje, para revalorizar la forma en que es transmitido y el grado
de convicción que pueda producir. Desaparece la ideología como forma de
elección de los líderes siendo reemplazada por la imagen. Hay una excesiva
emisión de información (frecuentemente contradictoria), a través de todos los
medios de comunicación. Los medios masivos se convierten en transmisores de
la verdad, lo que se expresa en el hecho de que lo que no aparece por un medio
de comunicación masiva simplemente no existe para la sociedad. El receptor se
aleja de la información recibida quitándole realidad y pertinencia, convirtiéndola
en mero entretenimiento. Se pierde la intimidad y la vida de los demás se
convierte en un show, especialmente en el contexto de las redes sociales.
Desacralización de la política. Desmitificación de los líderes. Cuestionamiento de
las grandes religiones.
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Características sociopsicológicas
Los individuos solo quieren vivir el presente; el futuro y el pasado pierden
importancia. Hay una búsqueda de lo inmediato. Proceso de pérdida de la
personalidad individual mediante un procedimiento contradictorio, ya que busca
diferenciarse de los demás emulando modas sociales. La única revolución que el
individuo está dispuesto a llevar a cabo es la interior. Se rinde culto al cuerpo y
la liberación personal. Atracción por lo alternativo: arte plástico, música, cine,
etc., en la búsqueda de diferenciarse de los demás. Se vuelve a lo místico como
justificación de sucesos. Hay una constante preocupación respecto a los grandes
desastres y al fin del mundo. Pérdida de fe en la razón y la ciencia, pero en
contrapartida se rinde culto a la tecnología. El hombre basa su existencia en el
relativismo y la pluralidad de opciones, al igual que el subjetivismo impregna la
mirada de la realidad. Pérdida de fe en el poder público. Despreocupación ante
la injusticia. Desaparición de idealismos. Pérdida de la ambición personal de
autosuperación. Desaparición de la valoración del esfuerzo. Existen
divulgaciones diversas sobre la Iglesia y la creencia en deidades. Aparecen
grandes cambios en torno a las diversas religiones. Las personas aprenden a
compartir la diversión vía internet. Se crean teorías de la conspiración
permanentemente para explicar los grandes problemas económicos, políticos,
sociales, religiosos y medioambientales.
Como actitud filosófica
Baudrillard es uno de los más destacados filósofos del ámbito de la
posmodernidad. Se considera a Friedrich Wilhelm Nietzsche el primer
posmoderno, pero hay intérpretes que se remontan a ciertas actitudes
posmodernas de algunos sofistas.
El filósofo italiano Gianni Vattimo define el pensamiento posmoderno con
claridad: en él lo importante no son los hechos sino sus interpretaciones. Así
como el tiempo depende de la posición relativa del observador, la certeza de un
hecho no es más que eso, una verdad relativamente interpretada y por lo mismo,
incierta. El modelo determinista de la causalidad, de la verdad de un sujeto
fuerte al estilo de Hegel, Kant e incluso Marx y el planteamiento del tiempo lineal
como el de Leibniz son puestos en tela de juicio.
En la literatura el posmodernismo -no confundir con posmodernidad-
provocó la fusión del espacio y del tiempo en la narración y la percepción difusa
de la realidad, así como los distintos puntos de vista del o de los narradores, junto
a la simultaneidad de los géneros, especialmente en la novela, llevó a la ruptura
de las técnicas clásicas, abolidas por una absoluta libertad tanto en estilo, forma
y fondo. La literatura de imágenes donde la realidad y la ficción comparten el
mismo espacio-tiempo se asemeja a la cinematografía, donde los dibujos
animados comparten los mismos lugares y la misma vida que los actores de carne
y hueso.
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La posmodernidad, por más polifácetica que parezca, no significa una


ética de carencia de valores en el sentido moral, pues precisamente su mayor
influencia se manifiesta en el actual relativismo cultural y en la creencia de que
nada es totalmente malo ni absolutamente bueno. La moral posmoderna es una
moral que cuestiona el cinismo religioso predominante en la cultura occidental
y hace hincapié en una ética basada en la intencionalidad de los actos y la
comprensión inter y transcultural de corte secular de los mismos. Es una nueva
forma de ver la estética, un nuevo orden de interpretar valores, una nueva forma
de relacionarse, intermediadas muchas veces por los factores posindustriales;
todas estas y muchas otras son características de este modo de pensar.
Los pensadores más destacados de las corrientes posmodernas son Gilles
Deleuze, Jean Baudrillard, Jean-François Lyotard, Jacques Lacan, Michel
Foucault, Gianni Vattimo, Jacques Derrida, Gilles Lipovetsky, Alain Badiou,
Durkheim (padre de la teoría funcionalista), Basil Bernstein y Bourdieu entre
otros.
Definiciones y críticas de posmodernidad según autores:
Jürgen Habermas: Para este autor, la posmodernidad en realidad se presenta
como antimodernidad. Él define a los posmodernistas como 'jóvenes
conservadores' y dice que estos recuperan la experiencia básica de la
modernidad estética; reclaman como suyas las confesiones de algo que es
subjetivo, liberado de las obligaciones del trabajo y la utilidad y con esta
experiencia dan un paso fuera del mundo moderno. Este autor defendía la
diversidad de las diferentes culturas bajo el primado de los derechos humanos
como base normativa de "una vida libre de dominación". Ello supone llevar a
cabo una segunda Ilustración de la modernidad, que corrija sus fallos, al tiempo
que preserve sus logros ciudadanos y democráticos.
Jean-François Lyotard: Este autor criticó la sociedad moderna por el realismo del
dinero, que se acomoda a todas las tendencias y necesidades, siempre y cuando
tengan poder de compra. Criticó los metadiscursos: idealistas, iluministas, el
cristiano, el marxista y el liberal, incapaces de conducir a la liberación. La cultura
posmoderna se caracteriza por la incredulidad con respecto a los metarrelatos,
invalidados por sus efectos prácticos y actualmente no se trata de proponer un
sistema alternativo al vigente, sino de actuar en espacios muy diversos para
producir cambios concretos. El criterio actual de operatividad es tecnológico y
no el juicio sobre lo verdadero y lo justo. Defendía la pluralidad cultural y la
riqueza de la diversidad.
Gianni Vattimo: Para Vattimo, hemos entrado en la posmodernidad, una especie
de ‘Babel informativa’, donde la comunicación y los medios adquieren un
carácter central. La posmodernidad marca la superación de la modernidad
dirigida por las concepciones unívocas de los modelos cerrados, de las grandes
verdades, de fundamentos consistentes, de la historia como huella unitaria del
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acontecer. La posmodernidad abre el camino, según Vattimo, a la tolerancia, a


la diversidad. Es el paso del pensamiento fuerte, metafísico, de las cosmovisiones
filosóficas bien perfiladas, de las creencias verdaderas, al pensamiento débil, a
una modalidad de nihilismo débil, a un pasar despreocupado y, por consiguiente,
alejado de la acritud existencial. Para Vattimo, las ideas de la posmodernidad y
del pensamiento débil están estrechamente relacionadas con el desarrollo del
escenario multimedia, con la toma de posición mediática en el nuevo esquema
de valores y relaciones. Con base en el trabajo de ese autor se han realizado
múltiples trabajos en la teoría de los medios de comunicación en la
posmodernidad.
A continuación, llevaremos a cabo una serie de lecturas que nos ayudarán a
comprender en su verdadera esencia esta nueva manera de comprender el
mundo y sus estructuras. La complejidad de las mismas requiere de un trabajo
pausado y sesudo de las mismas. Es importante comprender que esta corriente
de pensamiento no tiene una estructura determinada y las opiniones, más los
intentos fallidos de definición son los que le dan verdadera forma. El manejo del
texto argumentativo (el ensayo de ideas) es el tipo de texto que gobernará estos
escritos. (Ver ficha de Monografía).
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