DECLARACIÓN DE CAMBRIDGE SOBRE LA CONSCIENCIA
En el día de hoy, 7 de julio de 2012, un prestigioso grupo internacional de los ámbitos de la
neurociencia cognitiva, la neurofarmacología, la neurofisiología y la neurociencia
computacional, se reunieron en la Universidad de Cambridge para reevaluar los sustratos
neurobiológicos de la experiencia consciente y los comportamientos relacionados con ésta,
tanto en animales humanos como en no humanos. Aunque la investigación comparativa en
este campo se vea obstaculizada por causas naturales debido a la incapacidad de los
animales no humanos, y a menudo de los humanos, para comunicar sus estados internos de
forma clara y sencilla, se pueden afirmar de manera inequívoca las siguientes
consideraciones:
  - El campo de la investigación en la Consciencia está evolucionando muy rápidamente. Se
  han desarrollado numerosas técnicas y estrategias nuevas para la investigación en
  animales no humanos y humanos. Por lo tanto, estamos obteniendo más datos, lo cual
  lleva a una reevaluación periódica de las concepciones previamente aceptadas en este
  campo. Los estudios acerca de animales no humanos han mostrado que hay circuitos
  cerebrales homólogos correlacionados con la experiencia y la percepción consciente que
  pueden ser activados o interrumpidos selectivamente con el fin de determinar si son
  necesarios o no para esas experiencias. Más aún, ya hay disponibles nuevas técnicas no
  invasivas para investigar el estudio de los correlatos de la consciencia en humanos.
  - Los sustratos neurológicos de las emociones no parecen limitarse a las estructuras
  corticales. De hecho, las redes neuronales subcorticales que se activan cuando tienen
  lugar estados afectivos en los humanos son también de crucial importancia en la
  generación de comportamientos emocionales en los animales. La excitación artificial de
  las mismas regiones del cerebro, generan una conducta y estados de ánimo
  correspondientes en humanos y en no humanos. En cualquier área del cerebro de los
  animales no humanos en la que se induzcan comportamientos emocionales no
  aprendidos en los animales no humanos, sucede que muchas de las conductas resultantes
  son consistentes con estados emocionales en forma de experiencias, incluidos los estados
  internos de recompensa y castigo. La estimulación cerebral profunda de estos sistemas en
  humanos también puede generar estados afectivos similares. Los sistemas asociados con
  el afecto se concentran en las regiones subcorticales, donde abundan las homologías
  neuronales. Los animales no humanos y los humanos jóvenes sin neocórtex conservan
  estas funciones cerebro-mente. Además, los circuitos neurológicos que hacen posibles los
  estados de comportamiento/electrofisiológicos de la atención, el sueño y la toma de
  decisiones parecen haber surgido en la evolución muy temprano, en cuanto tuvo lugar la
  radiación de los invertebrados, siendo evidente en insectos y moluscos cefalópodos
  (como, por ejemplo, los pulpos).
  - Las aves también parecen ofrecer, a través de su comportamiento, neurofisiología y
  neuroanatomía, un caso notable de evolución paralela de la consciencia. Se ha podido
  observar una rotunda evidencia de niveles casi humanos de consciencia en los loros grises
  de cola roja. Las redes emocionales y los microcircuitos cognitivos de los mamíferos y las
  aves parecen ser mucho más homólogos de lo que se pensaba previamente. Además, se
  ha comprobado que ciertas especies de aves muestran patrones neurales de sueño
  similares a los de los mamíferos, incluyendo el sueño REM, y, como se demostró en los
   pinzones cebra, patrones neurofisiológicos que anteriormente se creía que requerían un
   neocórtex como el de los mamíferos. Se ha demostrado que las urracas en particular
   presentan similitudes sorprendentes con los humanos, los grandes simios, los delfines y
   los elefantes en los estudios de autorreconocimiento en el espejo.
   - En los humanos, el efecto de ciertos alucinógenos parece estar asociado con la
   perturbación de los procesos de alimentación y retroalimentación cortical. Las
   intervenciones farmacológicas en animales no humanos con compuestos que se sabe que
   afectan al comportamiento consciente en humanos también pueden conducir a
   perturbaciones similares en animales no humanos. En los seres humanos existen claras
   evidencias que sugieren que la consciencia se correlaciona con la actividad de la corteza
   cerebral, lo que no excluye posibles contribuciones para ella del procesamiento
   subcortical o en la corteza primaria, por ejemplo en la experiencia visual. La evidencia de
   que el sentimiento de las emociones en seres humanos y en animales no humanos surgen
   de redes cerebrales subcorticales homólogas aporta evidencias fehacientes de la
   presencia de cualidades afectivas de las experiencias individuales (qualia) primarias
   compartidas a lo largo de la evolución común.
Declaramos lo siguiente:
   - La ausencia de un neocórtex no parece impedir que un organismo pueda experimentar
   estados afectivos. Hay evidencias convergentes que indican que los animales no humanos
   poseen los sustratos neuroanatómicos, neuroquímicos y neurofisiológicos de los estados
   de consciencia, junto con la capacidad de mostrar comportamientos intencionales. En
   consecuencia, el peso de la evidencia indica que los humanos no somos los únicos en
   poseer la base neurológica que da lugar a la consciencia. Los animales no humanos,
   incluyendo a todos los mamíferos y aves, y otras muchas criaturas, entre las que se
   encuentran los pulpos, también poseen estos sustratos neurológicos.
La Declaración sobre la Consciencia de Cambridge fue redactada por Philip Low y revisada por Jaak
Panksepp, Diana Reiss, David Edelman, Bruno Van Swinderen, Philip Low y Christof Koch. La
Declaración fue proclamada de forma pública en Cambridge, Reino Unido, el 7 de julio de 2012, en la
Conferencia sobre la Consciencia en Humanos y Animales no Humanos en memoria de Francis Crick,
celebrada en el Churchill College de la Universidad de Cambridge, por Low, Edelman and Koch. La
Declaración fue firmada por los participantes de la conferencia esa misma tarde, en presencia de
Stephen Hawking, en el Salón Balfour del Hotel du Vin en Cambridge, Reino Unido. La ceremonia de
la firma fue grabada para su recuerdo por CBS 60 Minutes.