DESCRIPCIÓN BREVE:
Fue un autor que escribió acerca de las bondades de la tierra
                              desde una perspectiva modernista pero con un tinte particular.
                              Maktub…
JOSE SANTOS CHOCANO
         CREACIÓN LITERARIA
                                   puede encuadrarse en                                           Cantaba. Era su canto
                                     la poesía social, sin     LA CANCION DEL CAMINO             una lenta... muy lenta...
                               embargo también escribió                                                 melodía:
                                  versos muy personales.           Era un camino negro.       algo como un suspiro que se
                                 Su nombre se encuentra          La noche estaba loca de                  alarga
                                  relacionado con poetas            relámpagos. Yo iba        y se alarga y se alarga... y no
                                        como Eguren,                en mi potro salvaje                 termina.
                                    considerados ambos          por la montañosa andina.
                               padres del modernismo en       Los chasquidos alegres de los    Entre el hondo silencio de la
                               Perú. Lamentablemente ha                   cascos,                          noche,
                               quedado poco de su obra,           como masticaciones de         y a través del reposo de la
                                 ya que la mayor parte de        monstruosas mandíbulas                  montaña,
                                   ella fue transmitida de        destrozaban los vidrios           oían se los acordes
                                 forma oral; el poeta solía              invisibles           de aquel canto sencillo de una
                                 compartirla a viva voz en       de las charcas dormidas.              música íntima,
                                las plazas pero no realizó       Tres millones de insectos      como si fuesen voces que
                                    publicaciones de sus       formaban una como rabiosa                  llegaran
       BIOGRAFIA
                                   poemas. Pese a todo,                 inarmonía.                  desde la otra vida..
         José Santos              algunas poesías se han
Chocano nació en 1875 en       salvado de la muerte, tales        Súbito, allá, a lo lejos,         Sofrené ml caballo;
  Lima (Perú) y falleció en        como "Nostalgia" y "El        por entre aquella mole        y me puse a escuchar lo que
   1934. Se lo conoce por             sueño del caimán".           doliente y pensativa                    decía:
    haber sido uno de los      Chocano fue asesinado en                 de la selva,             - Todos llegan de noche,
     revolucionarios que       Chile en 1934, después de      vi un puñado de luces, como          todos se van de día...
         defendieron              haber sido detenido en          un tropel de avispas.
el americanismo, luchando          repetidas ocasiones a                                           Y, formándole dúo,
   por los derechos de los                                       ¡La posada! El nervioso            otra voz femenina
                                     causa de sus ideas
aborígenes en oposición al                                    látigo persignó la carne viva      completó así la endecha
                                          políticas.
imperialismo imperante de                                     de mi caballo, que rasgó los         con ternura infinita:
 los Estados Unidos. Fue                                                  aires
   capaz de entremezclar                                        con un largo relincho de         - El amor es tan sólo una
 elementos característicos                                               alegría.                         posada
    de sus raíces con una                                                                       en mitad del camino de la
 lírica, donde la forma y el                                        Y como si la selva                     vida.
                                                              comprendiese todo, se quedó
    uso de determinados
                                                                       muda y fría.               Y las dos voces, luego,
      recursos poéticos,
                                                               Y hasta mí llegó, entonces,        a la vez repitieron con
   permitiera alcanzar una
                                                                   una voz clara y fina              amargura rítmica:
 expresividad destacable.
                                                                 de mujer que cantaba.          - Todos llegan de noche,
   La mayoría de su obra
    y todos se van de día ...     duró un instante, de los que
    Entonces, yo bajé de mi          llenan toda una vida.
                                                                                                         QUIÉN SABE
             caballo
                                                                           BLASÓN
    y me acosté en la orilla            No era la gloria del
                                                                                                     Indio que asomas a la
         de una charca.                      paganismo,
                                                                   Soy el cantor de América                  puerta
Y fijo en ese canto que venía         no era el encanto de la                                      de esa tu rústica mansión:
                                                                      autóctono y salvaje:
  a través del misterio de la      hermosura plástica y recia:                                      ¿Para mi sed no tienes
                                                                   mi lira tiene un alma, mi
              selva,                  era algo vago, nube de             canto un ideal.                     agua?
fui cerrando los ojos al sueño     incienso, luz de idealismo.       Mi verso no se mece            ¿Para mi frío cobertor?
           y la fatiga.                   No era la Grecia:          colgado de un ramaje             ¿Parco maíz para mi
   Y me dormí, arrullado; y,     ¡era la Roma del cristianismo!     con vaivén pausado de                   hambre?
        desde entonces,          Alrededor era de sus dos ojos         hamaca tropical...         ¿Para mi sueño, mal rincón?
 cuando cruzo las selvas por            ¡oh, qué ojos, ésos!                                        ¿Breve quietud para mi
        rutas no sabidas,            que las fracciones de su      Cuando me siento inca, le               andanza?
  jamás busco reposo en las         semblante desvanecidas                rindo vasallaje
            posadas;               fingían trazos de un pincel    al Sol, que me da el cetro de       -¡Quién sabe, señor!
   y duermo al aire libre mi        tenue, mojado en besos,               su poder real;
       sueño y mi fatiga,         reviviendo sueños pasados y     cuando me siento hispano y       Indio que labras con fatiga
   porque recuerdo siempre                  glorias idas...             evoco el coloniaje          tierras que de otro dueño
 aquel canto sencillo de una           Ida es la gloria de sus        parecen mis estrofas                      son:
         música íntima:                       encantos,               trompetas de cristal.       ¿Ignoras tú que deben tuyas
                                       pasado el sueño de su                                      ser por tu sangre y tu sudor?
  - Todos llegan de noche,                     sonrisa.              Mi fantasía viene de un          ¿Ignoras tú que audaz
     todos se van de día!         Yo lentamente sigo la ruta de          abolengo moro:                       codicia
   El amor es tan sólo una                mis quebrantos;         los Andes son de plata, pero       siglos atrás te las quitó?
           posada                    ¡ella ha fugado como un             el león, de oro,             ¿Ignoras tú que eres el
 en mitad del camino de la            perfume sobre la brisa!      y las dos castas fundo con                  amo?
            vida...                     Quizás ya nunca nos               épico fragor.
                                           encontremos;                                               -¡Quién sabe, señor!
                                    quizás ya nunca veré a mi       La sangre es española e
                                       errante desconocida;            incaico es el latido;
                                    quizás la misma barca de      y de no ser Poeta, quizá yo
                                      amores empujaremos,                 hubiera sido
          DE VIAJE                                                 un blanco aventurero o un
                                   ella de un lado, yo de otro
                                      lado, como dos remos,             indio emperador.
        Ave de paso,
 fugaz viajera desconocida:      ¡toda la vida bogando juntos y
 fue sólo un sueño, sólo un           separados toda la vida!
  capricho, sólo un acaso;
                                                                    Un caballo fue el primero,      mide leguas y semanas
  Indio de frente taciturna                                        en los tórridos manglares,        entre rocas y boscajes,
   y de pupilas de fulgor:                                         cuando el grupo de Balboa       es más digno de los lauros
¿Qué pensamiento es el que        LOS CABALLOS DE LOS                        caminaba              que los potros que galopan
         escondes                   CONQUISTADORES                 despertando las dormidas         en los cánticos triunfales
en tu enigmática expresión?                                                 soledades,              con que Píndaro celebra
¿Qué es lo que buscas en tu       ¡Los caballos eran fuertes!       que de pronto dio el aviso       las olímpicas disputas
            vida?                  ¡Los caballos eran ágiles!     del Pacífico Océano, porque     entre el vuelo de los carros y
¿Qué es lo que imploras a tu      Sus pescuezos eran finos y              ráfagas de aire              la fuga de los aires
            dios?                          sus ancas                    al olfato le trajeron
 ¿Qué es lo que sueña tu            relucientes y sus cascos         las salinas humedades;          Y es más digno todavía
          silencio?                        musicales...                                               de las odas inmortales
                                                                    y el caballo de Quesada,         el caballo con que Soto,
    -¡Quién sabe, señor!          ¡Los caballos eran fuertes!             que en la cumbre                 diestramente,
                                   ¡Los caballos eran ágiles!         se detuvo viendo, en lo     y tejiendo las cabriolas como
     ¡Oh, raza antigua y                                                hondo de los valles,                  él sabe,
          misteriosa,                  ¡No! No han sido los          el fuetazo de un torrente        causa asombro, pone
 de impenetrable corazón,             guerreros solamente,        como el gesto de una cólera         espanto, roba fuerzas,
que sin gozar ves la alegría        de corazas y penachos y                    salvaje,           y entre el coro de los indios,
   y sin sufrir ves el dolor:         tizonas y estandartes,           saludo con un relincho     sin que nadie haga un gesto
eres augusta como el Ande,        los que hicieron la conquista      la sabana interminable...             de reproche,
el Grande Océano y el Sol!          de las selvas y los Andes:          y bajó con fácil trote,   llega al trono de Atahualpa y
  Ese tu gesto que parece                                          los peldaños de los Andes,          salpica con espumas
  como de vil resignación,           Los caballos andaluces,         cual por unas milenarias        las insignias imperiales.
es de una sabia indiferencia               cuyos nervios                      escaleras
y de un orgullo sin rencor...       tienen chispas de la raza     que crujían bajo el golpe de     ¡Los caballos eran fuertes!
                                     voladora de los árabes,          los cascos musicales...       ¡Los caballos eran ágiles!
Corre por mis venas sangre         estamparon sus gloriosas
              tuya,                         herraduras             ¡Los caballos eran fuertes!       El caballo del beduino
 y, por tal sangre, si mi Dios      en los secos pedregales,        ¡Los caballos eran ágiles!      que se traga soledades.
me interrogase qué prefiero        en los húmedos pantanos,                                       El caballo milagroso de San
 -cruz o laurel, espina o flor,       en los ríos resonantes,     Y aquel otro, de ancho tórax,               Jorge,
    beso que apague mis            en las nieves silenciosas,       que la testa pone en alto      que tritura con sus cascos
            suspiros                  en las pampas, en las         cual queriendo ser más          los dragones infernales.
o hiel que colme mi canción-      sierras, en los bosques y en               grande,               El de César en las Galias.
                ,                            los valles.           en que Hernán Cortés un         El de Aníbal en los Alpes.
   respondería le diciendo:                                                     día               El Centauro de las clásicas
     -¡Quién sabe, señor!         ¡Los caballos eran fuertes!       caballero sobre estribos                leyendas,
                                   ¡Los caballos eran ágiles!               rutilantes,           mitad potro, mitad hombre,
                                                                      desde México hasta           que galopa sin cansarse,
                                                                            Honduras               y que sueña sin dormirse,
   y que flecha los luceros,      o cual río que se cuelga de        buscando inútilmente           ni las cándidas ñustas de
   y que corre como el aire,                los Andes,             a una doncella hermosa y                diagnóstico rol,
  todos tienen menos alma,          llegan todos sudorosos,            enamorada de él.                ni los cirios de Quito,
     menos fuerza, menos            empolvados, jadeantes,                                             consagradas al culto,
            sangre,              de unas tierras nunca vistas,     Por distraer sus penas, el       ni del Cuzco, tampoco, los
    que los épicos caballos      a otras tierras conquistables.       Inca dio en guerrero;               vestales del sol.
           andaluces             Y de súbito, espantados por      puso a su tropa en marcha y        Fue llamado el más viejo
en las tierras de la Atlántida               un cuerno                  el broquel requirió;             sacerdote; Adivina
            salvaje,              que se hincha con soplido         fue sembrando despojos         este mal que me aqueja y el
     soportando las fatigas,              de huracanes,                sobre cada sendero                 remedio del mal;
las espuelas y las hambres,      dan nerviosos un soplido tan      y las nieves más altas con       dijo al gran sacerdote, con
 bajo el peso de las férreas                 profundo,                 su sangre manchó.                 voz trémula y fina,
          armaduras,               que parece que quisiera                                             aquel joven monarca,
 cual desfile de heroísmos,                perpetuarse.            Tal, sus flechas cruzaron           displicente y sensual.
 coronados entre el fleco de      Y en las pampas y confines          inviolables regiones,
    los anchos estandartes            ven las tristes lejanías     en que apenas los ríos se         -Ay, señor! - dijo el viejo
con la gloria de Babieca y el        y remontan las edades              atrevían a entrar;                   sacerdote -
      dolor de Rocinante.              y se sienten atraídos       y tal fue, derramando sus        Tus penas remediarse no
                                  por los nuevos horizontes:           heroicas legiones:          pueden; tu pasión es mortal.
En mitad de los fragores del          Se aglomeran, piafan,        de la selva a los andes de        La mujer que has ideado
           combate,                  soplan, y se pierden al            los andes al mar.             tiene añil en las venas
los caballos con sus pechos                   escape.                                               un trigal en los bucles y en
          arrollaban                                                Fue gastando las flechas              la boca un coral.
   a los indios, y seguían       Detrás de ellos, una nube,           que tenía en su aljaba,
           adelante.             que es la nube de la gloria,        una vez y otra y otra, de       - Ay, señor! - ciertos días
 Y, así, a veces, a los gritos    se levanta por los aires.              región en región,             vendrán hombres muy
       de "¡Santiago!",                                                porque cuando salía                    blancos,
 entre el humo y e fulgor de      ¡Los caballos eran fuertes!           victorioso, lograba        Ha de oírse en los bosques
         los metales,              ¡Los caballos eran ágiles!      levantar la cabeza, pero no           el marcial caracol:
 se veía que pasaba, como                                                    el corazón.                cataratas de sangre
          un sueño,                                               Y cansado de tanto levantar         colmaran los barrancos,
   el caballo del apóstol a                                                  la cabeza,            y entrarán otros dioses en el
     galope por los aires                                            celebró bailes magnos y              Templo del Sol.
                                  LA TRISTEZA DEL INCA                   banquetes sin fin,
¡Los caballos eran fuertes!                                         pero no logra nada disipar       La mujer que has ideado
 ¡Los caballos eran ágiles!       Este era un Inca triste, de                su tristeza,              pertenece a tal raza,
                                       soñadora frente,           ni la sangre del choque, ni el    vanamente la buscas en tu
  Se diría una epopeya           de ojos siempre dormidos y               licor del festín.               innúmera grey,
  de caballos singulares                sonrisa de hiel,                                           y servirte no pueden oración
que a manera de hipogrifos         que recorrió su imperio,       Nada entraba en el fondo de               ni amenaza,
        desolados                                                     su espíritu oculto:            porque tiene otra sangre,
     otro dios y otro rey           la ciudad nativa con sus        LA CRUZ DEL SUR                   LOS VOLCANES
                                          campanarios,
  Cuando el rito sagrado le       arcaicos balcones, portales        Cuando las carabelas           Cada volcán levanta su
    mando optar esposa,                      vetustos                       voladoras                        figura,
  hizo astillas el cetro con      y calles estrechas, como si    al fin trazaron sobre el mar    cual si de pronto, ante la faz
       vibrante dolor,                      las casas                      sus huellas,                    del cielo,
 y aquel joven monarca se              tampoco quisieran        fueron rasgando por delante       suspendiesen el ángulo de
    enterró en una fosa                separarse mucho...                    de ellas                      un vuelo
 y pensando en la rubia fue              Estoy en la orilla         la inmensidad con sus          dos dedos invisibles de la
     muriendo de amor.               de un sendero abrupto.             trementes proas.                     altura.
                                     Miro la serpiente de la
                                            carretera              Entonces, Dios, en las        La cresta es blanca y como
                                   que en cada montaña da              nocturnas horas,                   blanca pura:
                                       vueltas a un nudo;       tras el misterio de las tardes       la entraña hierve en
        NOSTALGIA                 y entonces comprendo que                  bellas,                   inflamado anhelo;
                                       el camino es largo,       una cruz dibujó con cuatro        y sobre el horno aquel
    Hace ya diez años              que el terreno es brusco,               estrellas                  contrasta el hielo,
   que recorro el mundo.             que la cuesta es ardua,    en el lienzo en que pinta sus     cual sobre una pasi6n un
     ¡He vivido poco!                que el paisaje mustio...              auroras.                        alma dura.
  ¡Me he cansado mucho!
                                    ¡Señor!, ya me canso de         Quedó la cruz como            Los volcanes son túmulos
Quien vive de prisa no vive              viajar, ya siento           argentado broche                     de piedra,
         de veras:                      nostalgia, ya ansío      que en la punta de un velo        pero a sus pies los valles
 quien no echa raíces no              descansar muy junto              resplandece,                      que florecen
     puede dar fruto.                  de los míos... Todos        dejando ver radiantes         fingen alfombras de irisada
                                       rodearán mi asiento             simbolismos.                         yedra;
 Ser río que corre, ser nube       para que diga mis penas y
           que pasa,                          triunfos;         Y hoy, sobre el terciopelo de     y por eso, entre campos de
sin dejar recuerdos ni rastro       y yo, a la manera del que             la noche,                         colores,
            ninguno,                         recorriera          en la profunda obscuridad,         al destacarse en el azul,
es triste, y más triste para el       un álbum de cromos,                  parece                           parecen
         que se siente                  contaré con gusto         la condecoración de los        cestas volcadas derramando
nube en lo elevado, río en lo     las mil y una noches de mis             abismos...                         flores.
           profundo.                         aventuras
                                  y acabaré con esta frase de
Quisiera ser árbol, mejor que                infortunio:
           ser ave,                 -¡He vivido poco! ¡Me he
quisiera ser leño, mejor que             cansado mucho!
          ser humo,
    y al viaje que cansa
     prefiero el terruño:
      LA MAGNOLIA                      ORQUÍDEAS                     TRÍPTICO CRIOLLO                de la verdura al pie de su
                                                                                                               bohío.
 En el bosque, de aromas y       Ánforas de cristal, airosas               I. El charro
      de músicas lleno,                    galas                                                      El encuadra al redor su
la magnolia florece delicada      de enigmáticas formas         Viste de seda: alhajas de gran              sembradío
           y ligera,                  sorprendentes,                          tono;                  y acaricia la tierra con su
    cual vellón que en las         diademas propias de            pechera en que el encaje                     mano.
 zarpas enredado estuviera,          apolíneas frentes,                  hace una ola,             Enfrena un potro en la mitad
   o cual copo de espuma        adornos dignos de fastuosas      y bajo el cinto, un mango de               de un llano
     sobre lago sereno.                    salas.                            pistola,              o a nado se echa en la mitad
                                                                que él aprieta entre el puño de              de un río.
  Es un ánfora digna de un       En los nudos de un tronco                su encono.
       artífice heleno,               hacen escalas;                                               El, con un golpe, desjarreta un
 un marm6reo prodigio de la      y ensortijan sus tallos de      Piramidal sombrero, esbelto                      toro;
        Clásica Era:                     serpientes,                         cono,                  entra con su machete en el
y destaca su fina redondez a     hasta quedar en la altitud     es distintivo en su figura sola,               boscaje
           manera                        pendiente,             que en el bridón de enjaezada        y en el amor con su cantar
   de una dama que luce           a manera de pájaros sin                     cola                             sonoro,
    descotado su seno.                      alas.                no cambiara su silla por un         porque el amor de la mujer
                                                                             trono.                             ingrata
No se sabe si es perla, ni se       Tristes como cabezas                                           brilla sobre su espíritu salvaje
      sabe si es llanto.                  pensativas,             Siéntase a firme; el látigo           como un iris sobre una
   Hay entre ella y la luna        brotan ellas, sin torpes                chasquea;                          catarata...
 cierta historia de encanto,               ligaduras                  restriega el bruto su
en la que una paloma pierde         de tirana raíz, libres y            chispeante callo,                   III. El gaucho
        acaso la vida:                       altivas;            y vigorosamente se pasea...
                                   porque también, con lo                                          Es la Pampa hecha hombre:
porque es pura y es blanca y        mezquino en guerra,            Dudase al ver la olímpica               es un pedazo
    es graciosa y es leve,      quieren vivir, como las almas                  figura               de brava tierra sobre el sol
 como un rayo de luna que                    puras,              si es el triunfo de un hombre                tendida.
    se cuaja en la nieve,        sin un solo contacto con la              en su caballo            Ya a indómito corcel pone la
 o como una paloma que se                     tierra.             o si es la animación de una                   brida,
       queda dormida.                                                        escultura.              ya lacea una res: él es el
                                                                                                               brazo.
                                                                         II. El llanero             Y al son de la guitarra, en el
                                                                                                               regazo
                                                                 En su tostada faz algo hay        de su "prenda", quejoso de la
                                                                           sombrío:                             vida,
                                                                  tal vez la sensación de lo           desenvuelve con voz
                                                                             lejano,                         adolorida
                                                                ya que ve dilatarse el océano      una canción como si fuera un
            lazo...                     y de canción,                a destemplar también mi        una me dio una cita en cierta
                                  me ha interrumpido el paso                   corazón:                         noche
Cuadro es la Pampa en que el      una copla escapada por el           yo no he sido el primer         en que, para burlarme, se
       afán se encierra                 hueco traidor                  hombre que amaste...                     murió;
del gaucho, erguido en actitud     de una ventana, a sólo                  No he sido, no,          otra me dijo con los ojos algo
            briosa,                clavárseme a mitad del             amor primero de mujer            que todavía descifrando
sobre ese gran cansancio de               corazón...                          ninguna...                        estoy,
           la tierra.                                             No he despertado en nadie la      porque en ningunos ojos volví
                                     Y la copla a mí vino                primera emoción...              a hallar tal mirada,
   Porque el bostezo de la       lanzada, entre el rezongo de      No he probado la miel de un      con que piadosamente me ha
        Pampa verde                   un viejo acordeón,                     primer beso,              de ver quizá hoy Dios...
   es como una fatiga que            por algún mozalbete            ni abrí la rosa de un primer
           reposa                         presumido                             rubor…                 Después... téngolo dicho:
o es como una esperanza que       según era el descaro de su       ¿Comprendes tú qué sangre         he quemado mis naves como
         se pierde...                   engolada voz.                lloro en mi noche triste?               el conquistador
                                                                    ¿Comprendes qué canción           y me he entrado también a
                                      No me llegó la copla         es la que me sugiere aquella              sangre y fuego
                                          redondeada;                            copla              de un corazón a otro corazón;
                                          no me llegó,            venida a mí quizá como la voz          y en esta noche triste,
NOCTURNO DE LA COPLA             sino algo en que ponía su miel       que detuvo, camino de         tengo un orgullo sabio, porque
     CALLEJERA                           un primer beso                       Damasco,                        no he sido yo
                                  o en que abría su rosa quizá        también a un pecador?              amor primero de mujer
Tiempo ha quemé mis naves               un primer rubor...                                                       ninguna,
    como el conquistador,                    Pero...              La primera mujer que amé en          pero el último sí: ¡seguro
  y me lancé al trajín de la           ¡ay de mí! sí estoy                     la vida,                            estoy!
           aventura              seguro del final que en lo más   al oír que la amaba, colérica      Y, así, como amor último que
    de un corazón en otro                     hondo                           me huyó;                            he sido,
           corazón;                 su envenenada punta me         la segunda mujer, sonrisas        de más de una mujer, pienso
            pero...                           clavó.                             tuvo                          en tu amor;
         confieso yo                     Tales palabras            para mí que antes tuvo para          y pensando en la copla
  que he tenido también mi                     son:                otros tal vez... y luego adiós                callejera,
         noche triste.              -"Pienso en aquél que te        díjome desde lo alto de un         la hago decir con todo mi
   ¡Oh noche triste en que                    quiso                             navío                     orgullo indo español:
       llorando estoy!               antes de quererte yo"-.      en que de mí por siempre se           ¡Pienso en aquél que te
                                                                                alejó;                             quiera
 ¡Oh noche en que, vagando        Ya que lejos de ti, siéntote       la tercera mujer no pudo           después de quererte yo!
  por los barrios oscuros de                acaso                              nunca,
      aspecto evocador,          más adentro que nunca de mi           desde su ostentación
  donde en casas humildes                   amor,                     de estrella, percatarse
    sueña el romanticismo           ha venido esta copla            de mi apasionamiento de
de vírgenes enfermas de Luna            destemplada                            pastor;
                                                                      Por ser tu dueño, siento a         tornó perfil un sueño mío,
    NOTAS DEL ALMA               ¡Oh raza antigua y misteriosa                  veces                     Felicidad, te vi de cerca,
       INDÍGENA                    de impenetrable corazón,            que no soy dueño de mí          pero no pude hablar contigo...
                                  que sin gozar ves la alegría                 mismo...
        ¡Quién sabe!                 y sin sufrir ves el dolor:         Toda esperanza es un
                                  eres augusta como el Ande,                   engaño;
 Indio que asomas a la puerta      el grande Océano y el Sol!        todo deseo es un martirio...            EL IDILIO DE LOS
  de esta tu rústica mansión:                                          Felicidad: te vi de cerca;              VOLCANES
para mi sed ¿no tienes agua?        Ese tu gesto que parece         pero no pude hablar contigo.
    ¿Para mi frío, cobertor?        como de vil resignación,                                            El Ixtlacíhuatl traza la figura
¿Parco maíz para mi hambre?       es de una sabia indiferencia             Ya voy sintiéndome                       yacente
 ¿Para mi sueño, mal rincón?      y de un orgullo sin rencor...                 cansado...               de una mujer dormida bajo
    ¿Breve quietud para mi         Corre en mis venas sangre        Cuando en la orilla del camino                   el Sol.
         andanza?...                           tuya,                    me siento a ver pasar a          El Popocatépetl flamea en
     -¡Quién sabe, señor!         y, por tal sangre, si mi Dios                  muchos                            los siglos
                                  me interrogase qué prefiero       que hacia ti vayan cuál yo he          como una apocalíptica
  Indio que labras con fatiga     - cruz o laurel, espina o flor,                  ido,                              visión;
 tierras que de otros dueños     beso que apague mis suspiros        tal vez te atraiga mi reposo,          y estos dos volcanes
              son:                o hiel que colme mi canción        mi displicente escepticismo,                 solemnes
¿ignoras tú que deben tuyas         respondería le dudando:            mi resignada indiferencia,       tienen una historia de amor,
ser, por tu sangre y tu sudor?        -¡Quién sabe, señor!           mi corazón firme y tranquilo;      digna de ser cantada en las
    ¿Ignoras tú que audaz                                               y, paso a paso, a mí te                 compilaciones
            codicia,                                                            acerques,                   de una extraordinaria
   siglos atrás, te las quitó?                                      sin que yo llegue a percibirlo,                 canción.
    ¿Ignoras tú que eres el                                         y, al fin, sentándote a mi lado,
            Amo?...                  EL ROMANCE DE LA                hablarme empieces: - Buen            Ixtacíhuatl --hace miles de
     -¡Quién sabe, señor!                FELICIDAD                               amigo...                            años--
                                                                                                        fue la princesa más parecida
  Indio de frente taciturna      Felicidad: yo te he encontrado     ¿Será mejor el no buscarte?                    a una flor,
   y de pupilas sin fulgor:      más de una vez en mi camino;         ¿Será mejor el ser altivo          que en la tribu de los viejos
¿qué pensamiento es el que       pero al tender hacia ti el ruego   en la desgracia y no sentirse                   caciques
          escondes                  de mis dos manos... has         juguete vil de tus caprichos?          del más gentil capitán se
en tu enigmática expresión?                   huido,                                                               enamoró.
¿Qué es lo que buscas en tu       dejando en ellas, solamente,      Yo sólo sé que cuantas veces        El padre augustamente abrió
            vida?                   cual una dádiva, cautivo             con más afán te he                        los labios
¿Qué es lo que imploras a tu     algún mechón de tus cabellos                perseguido,                 y díjole al capitán seductor
            Dios?                o algún jirón de tus vestidos...    más fácilmente, hacia más           que si tornaba un día con la
 ¿Qué es lo que sueña tu                                                        lejos,                               cabeza
          silencio?              Tanto mejor fuera no haberte        más desdeñosa, huir te he               del cacique enemigo
    -¡Quién sabe, señor!         hallado nunca en mi camino.                    visto.                       clavada en su lanzón,
                                                                    Yo sólo sé que cuantas veces          encontraría preparados, a
     un tiempo mismo,             conjuró la sombra de sus
 el festín de su triunfo y el            antepasados
     lecho de su amor.             contra la crueldad de su
                                       impasible Dios.
 Y Popocatépetl fuese a la       Era la vida suya, muy suya,
            guerra                 porque contra la muerte
  con esta esperanza en el                   ganó:
           corazón:             tenía el triunfo, la riqueza, el
 domó las rebeldías de las                  poderío,
     selvas obstinadas,            pero no tenía el amor...
el motín de los riscos contra
     su paso vencedor,          Entonces hizo que veinte mil
la osadía despeñada de los                 esclavos
          torrentes,            alzaran un gran túmulo ante
    la acechanza de los                     el Sol
    pantanos en traición;         amontonó diez cumbres
y contra cientos y cientos de      en una escalinata como
          soldados,                      alucinación;
   por años gallardamente          tomó en sus brazos a la
          combatió.                     mujer amada,
                                 y el mismo sobre el túmulo
   Al fin tornó a tribu (y la             la colocó;
             cabeza                  luego, encendió una
    del cacique enemigo          antorcha, y, para siempre,        ¡He vivido poco!
  sangraba en su lanzón).       quedose en pie alumbrando
  Halló el festín del triunfo     el sarcófago de su dolor.        ¡Me he cansado
          preparado,                                                  mucho!
 pero no así el lecho de su     Duerme en paz, Ixtacíhuatl
              amor;                 nunca los tiempos
                                                                          .
en vez de lecho encontró el     borrarán los perfiles de tu
             túmulo                     expresión.
 en que su novia, dormida       Vela en paz. Popocatépetl:
          bajo el Sol,             nunca los huracanes
  esperaba en su frente el        apagarán tu antorcha,
        beso póstumo              eterna como el amor...
de la boca que nunca en la
           vida besó.
 Y Popocatépetl quebró en
          sus rodillas
el haz de flechas; y, en una
            solo voz,