La arquitectura neoprehispnica.
Manifestacin de identidad nacional y
americana 1877/19211
Rodrigo Gutirrez Viuales
"Todo revival es un ejercicio contradictorio e insuficiente. Es un gesto burgus por excelencia, pero anida
siempre una cierta desconfianza respecto al progreso. A la vez, su recuperacin del pasado es slo posible
por la capacidad tecnolgica de la arquitectura moderna de simular y producir los pasados que
apetezca" (VIVONI FARAGE, Enrique. "La arquitectura de la identidad puertorriquea. En
Hispanofilia. Arquitectura y vida en Puerto Rico. San Juan, Editorial de la Universidad de Puerto Rico,
1998, p. 239).
1. Prehispanismo en Mxico. De Porfirio a la Revolucin (1877-1910)
1.1. Los primeros ejemplos: del Monumento a Cuauhtmoc al Pabelln mexicano
de Pars (1877-1889)
El siglo XIX en Iberoamrica est marcado por la ruptura con el mundo colonial y el
nacimiento de las nuevas naciones. En cuanto a las artes, el academicismo mantuvo una
presencia real, aunque discontinua. Mientras, en Europa, las reacciones contra la rigidez
de los patrones de enseanza se hacan crecientes, siendo el principal responsable de
ello el Romanticismo, movimiento que prefiri la recuperacin del mundo del
medioevo, de vertientes como el romnico, el gtico y el islmico, entre otros, en esa
apasionada bsqueda del "carcter nacional". En Amrica, reacciones similares fueron
surgiendo durante la segunda mitad de esa centuria. El agotamiento de las propuestas
clasicistas fue cediendo terreno a un nuevo repertorio eclctico de fuentes histricas
importadas de los pases europeos, que incluyeron variables regionales, como el
normando, el bvaro, el bretn, el vasco, el alpino, el goticista lombardo, etctera. Se
ampli la gama de materiales y colores con posibilidad de ser utilizados en la
arquitectura, que vir hacia un recargamiento en la decoracin.
Dentro de estos lineamientos no tardara en plantearse un neo-estilo inspirado en
las propias races americanas, originndose el llamado "neoprehispnico". Esta vertiente
historicista tuvo su origen y desarrollo ms importante en Mxico, siendo tempranos los
ejemplos all encontrados, casos que ejemplificaban la aceptacin de estos lenguajes en
el contexto de una arquitectura oficial teida por el academicismo francs. Esta
arquitectura tena un antecedente en la maqueta a escala natural del templo de
Quetzalcatl, en Xochicalco, realizada por Lon Mehedin para la Exposicin de Pars de
1867, es decir en el mismo ao en que llegaba a su fin el efmero imperio de
Maximiliano en Mxico, muestra que fue la primera en cortar con el sistema de
pabelln nico. Este pabelln fue realizado aparentemente por el gobierno francs a
travs de la Comisin Cientfica Francesa.2
Diez aos despus de este suceso, en 1877, se produce el ascenso al poder de
Porfirio Daz y el secretario de Fomento, Vicente Riva Palacio, lanza la convocatoria
1
Los artculos fueron publicados conjuntamente en: "Arquitectura historicista de races
prehispnicas". Goya, Madrid, N 289-290, julio-octubre de 2002, p. 267-286. Para esta ocasin le he
hecho correcciones y aadidos posteriores (de datos y fotos) que mejoran la versin anterior.
2
Ver: Daniel Schvelzon (comp.), La polmica del arte nacional en Mxico, 1850-1910. Mxico, Fondo
de Cultura Econmica, 1988, p. 165-170; y Fausto Ramrez, Dioses, hroes y reyes mexicanos en Pars,
1889, en Historia, leyendas y mitos de Mxico: su expresin en el arte, XI Coloquio Internacional de
Historia del Arte. Mxico, UNAM, 1988, p. 203.
para erigir un monumento a Cuauhtmoc. El vencedor fue el proyecto cuyo lema era
"Verdad, Belleza y Utilidad", sntesis ideolgica que Justino Fernndez afirm se
trataba de "verdad histrica, belleza artstica y utilidad moral, que juntos componan lo
que se anhelaba que el arte fuese".3 Los autores del monumento fueron el ingeniero
Francisco M. Jimnez en lo que a arquitectura respecta, encargndose Miguel Norea
autor de la estatua de Cuauhtmoc , Gabriel Guerra, Epitacio Calvo y Luis Paredes de
la parte escultrica.
El monumento se inaugur finalmente en 1887, dentro del perodo en el que
Porfirio, tras retornar al poder en 1884, foment lo prehispnico como poltica cultural
nacionalista, al decir de Fausto Ramrez. Este autor basa su aseveracin en evidencias
como la creacin de la Inspeccin General de Monumentos Arqueolgicos de la
Repblica (1885), la promulgacin de la Ley de Monumentos Arqueolgicos (1896-97),
el incremento en presupuesto y colecciones del Museo Nacional de Arqueologa,
Etnologa e Historia y la difusin turstica de los sitios precolombinos. 4 Esta poltica
prehispanista convivi con la, ms marcada aun, vertiente afrancesada; Schvelzon
habla de la "oscilacin de la poltica artstica y cultural oficial del porfiriato, entre dos
polos, segn mejor conviniera a sus intereses: uno, acentuadamente nacionalista y
apoyado en la exaltacin de valores histricos especficos: otro, voluntariamente
cosmopolita y moderno".5
En lo que al monumento a Cuauhtmoc en s se refiere, uno de los detalles que
ms llamaron la atencin fueron las columnas situadas en los ngulos del plinto (fig. 1).
Las mismas estaban inspiradas en las piernas de los atlantes de Tula, descubiertas por
Dsir Charnay en 1850, aunque no directamente sino a travs de la visin que dos
dcadas despus diera Howard H. Brancfort, quien las public a manera de columnas
pero colocndolas al revs. Jimnez se bas en esta interpretacin errnea, agregando
como detalle propio el hacerlas triples, ya que al ir en los ngulos, se podran ver dobles
desde ambos lados del basamento. As, se conformaron cuatro haces de tres columnas
cada uno.6
Uno de los hitos de la arquitectura neoprehispnica se producir en 1889, con
motivo de la Exposicin Universal de Pars, en la cual los pabellones de Ecuador y
Mxico fueron realizados en base a formas arquitectnicas precolombinas.7 El
ecuatoriano, proyectado por Chedanne y construido por Paquin, reproduca un templo
solar incaico (fig. 2). En cuanto al de Mxico, el edificio habra de generar largas
controversias y crticas, que terminaron por ser decisivas en el derrotero del neoestilo. 8
Para la realizacin del pabelln se llam a un concurso en el que el proyecto elegido fue
el presentado por el ingeniero arquitecto Antonio Anza con asesoramiento del
historiador Antonio Peafiel; las esculturas fueron realizadas por Jess F. Contreras.
Respecto del mismo, sealaba Peafiel: "no hay adorno, ni smbolo, ni figura alegrica
que no haya sido sacada autnticamente de la arqueologa mexicana y con la nica mira
de revivir la genuina civilizacin nacional". 9 De este texto se desprende, por un lado el
supuesto respeto milimtrico a la arqueologa, la cual en teora no se reinterpreta
3
Justino Fernndez, El arte del siglo XIX en Mxico. Mxico, UNAM, 1953.
Fausto Ramrez, "Vertientes nacionalistas en el modernismo", en El Nacionalismo y el Arte Mexicano,
IX Coloquio de Historia del Arte. Mxico, UNAM, 1986.
5
Daniel Schvelzon, 1988, p. 139.
6
Ibdem., p. 26.
7
Debe consignarse asimismo que el pabelln de El Salvador, obra del arquitecto Lequeux, recurri para
su ornamentacin a un conjunto de signos y jeroglficos extrados del idioma nhuatl.
8
Recomendamos la lectura del muy completo trabajo de Fausto Ramrez citado en la nota 1, Dioses,
hroes y reyes..., p. 203-253.
9
El Monitor Republicano. Mxico, 9 de junio de 1888. Cit. por Ramrez, 1986.
4
libremente sino que se obedece al mximo, con el fin de "revivir la genuina civilizacin
nacional", frase por dems elocuente. Peafiel publicara al ao siguiente, en 1890, su
gran obra "Monumentos de arte antiguo mexicano".
Los arquitectos Luis Salazar, Vicente Reyes y Jos Mara Alva presentaron al
concurso otro proyecto basado en la arquitectura prehispnica, pero cuya postura
esttica difera sensiblemente de la de Anza y Peafiel, ya que lejos de la "autenticidad"
perseguida por estos, se decantaba por una visin totalmente eclecticista sustentada en
una amalgama de fragmentos de las ruinas, ms acorde con el estilo festivo y extico
caracterstico de las Exposiciones Universales, y cercano al carcter de "nota pintoresca
destinada a combatir el aburrimiento universal" como dira Reparaz.
En ambos proyectos, y como seala Ramrez, los autores tomaron lo
fundamental de las ilustraciones de libros de arqueologa; "Era tan fcil hurgar en
libros y sacar de sus lminas sus motivos arquitectnicos! Porque no se crea que los
seores arquitectos se molestaban en ir a estudiar las ruinas prehispnicas. Para el
edificio de la exposicin de 1889, en Pars, confiesan haber sacado todo de lord
Kingsborough, Waldeck, Dupaix, Charnay y Chavero!".10 A ello agrega Anda Alanis:
"Ante la ausencia de un trabajo arqueolgico cientfico y metdico, el mundo
prehispnico era ms imaginado que real. Esto permiti a los artistas explorar un
territorio virgen y colmado de riquezas visuales que podan ser ensambladas para crear
fantasas llenas de exotismo, de un mundo que destacaba ms por su extraeza, que por
sus posibles referencias de identidad nacional".11 Sin embargo, en 1895, el propio Luis
Salazar propona que, estando ya "maduro el campo de las ideas para inspirarse en las
monumentales construcciones arqueolgicas que tenemos, se (pasase) al campo de la
accin creando una arquitectura moderna nacional".12
1.2. Las polmicas en torno al estilo Neoprehispnico
El pabelln de Mxico de 1889, en el que se fusionaban elementos aztecas y mayas,
recibi en Pars las crticas del arquitecto Charles Garnier, aunque este tambin se
adscribi en dicha ocasin a lo extico y arqueologista construyendo junto a la torre
Eiffel, smbolo de las nuevas tecnologas, una casa aztecas (fig. 3) e incas cuya versin
era bastante folklrica. Esta inclinacin de Garnier era consecuencia seguramente de los
esquemas que Eugne Viollet-Le-Duc haba difundido en 1884 sobre la habitacin
indgena azteca o inca, y tendra una pronta consecucin en los motivos ornamentales
indgenas que el tratadista E. Barberot incluira en su manual de 1891.
A la polmica del pabelln de 1889, se sum pronto otra, en 1891, cuando en la
entrada del Paseo de la Reforma, lindantes con el monumento a Carlos IV de Tols, se
inauguraron las gigantescas esculturas de los hroes aztecas Ahuzotl y Izcatl,
realizados por el escultor Alejandro Casarn, y colocadas sobre unos pedestales de
mrmol negro, popularmente conocidos como los "indios verdes". La polmica, como
destaca Elisa Garca Barragn, se produjo "ya que los reyes esculpidos dentro de un
pretendido realismo indgena rompan la armona del afrancesado paseo". 13 Dos aos
despus se lea en "El Monitor Republicano": "Insiste un peridico y con mucha
justicia, en pedir al Ayuntamiento que suprima los ridculos y antiestticos muecotes
10
Francisco de la Maza, "La arquitectura nacional", en Del neoclasicismo al art nouveau. Mxico,
Sepsetentas, 1965.
11
Enrique X. de Anda Alanis, "El Dco en Mxico: arte de coyuntura", en Art Dco. Un pas
nacionalista, un Mxico cosmopolita. Mxico, INBA, 1998, p. 59.
12
Luis Salazar, "La arqueologa y la arquitectura", en Actas del XI Congreso Internacional de
Americanistas. Mxico, 1895, p. 151.
13
Elisa Garca Barragn, "Escultura y arquitectura neoindgena", en Schvelzon, 1988, p. 181.
colocados a la entrada del Paseo de la Reforma. Los turistas que visitan esta capital
creen que esos adefesios son obra de los primitivos pobladores del Anhuac y que
nuestro ayuntamiento los conserva all como reliquias arqueolgicas. As opinan los que
nos juzgan favorablemente. En cuanto a los que sepan que son obras contemporneas
nos calificarn seguro de salvajes".14
Las respuestas a ambas obras tan polmicas, el Pabelln del 89 y los "indios
verdes", se produjeron casi una dcada despus: para la exposicin de Pars de 1900 se
descart por completo el estilo indgena para el pabelln mexicano optndose, en una
clara muestra de que se preferan los historicismos de historias ajenas, por uno de estilo
morisco, y al ao siguiente, en 1901, los "indios verdes" fueron trasladados al ms
adecuado Paseo de la Viga, donde se colocaron en nuevos pedestales en "estilo maya",
hecho por el arquitecto Guillermo de Heredia.
Mientras en los noventa se daban en Mxico estas discusiones en torno a la
validez del estilo neoprehispnico en la arquitectura, en otras latitudes americanas se
estaban construyendo obras que seguan esa lnea. En 1893, durante la World's
Columbian Exposition en Chicago, el director de la seccin arqueolgica Frederick
Putnam, director asimismo del Harvard's Peabody Museum, se inclin porque el
Anthropology Building presentara decoraciones extradas de ruinas mayas. Edward
Thompson, cnsul estadounidense en Mrida y quien haba realizado varias
exploraciones y participado en excavaciones, fue el encargado de llevarlas a cabo. Este
edificio present una coleccin de artefactos y relieves mayas, adems de una coleccin
de 162 fotografas tomadas en sus expediciones por Alfred Percival Maudslay y Teobert
Maler a partir de 1880.15 Estas realizaciones tenan un antecedente en Estados Unidos en
la residencia Tuxedo para Pierre Lorillard, que el arquitecto Bruce Price construy en
Nueva York en 1885, con referencias a formas precolombinas.
En el extremo sur del continente, y casualmente tambin en 1893, el arquitecto
italiano Tebaldo Brugnoli construa el mausoleo de Nazario Elguin y familia en el
Cementerio Central de Santiago de Chile (fig. 4), en estilo "neoazteca", coronando su
obra con una figura de la diosa Coatlicue que vena a ocupar el sitio que habitualmente
se destinaba a la cruz. Brugnoli completara sus realizaciones historicistas con los
mausoleos de las familias de Claudio Vicua Guerrero, en estilo "morisco", 16 en 1896, y
Domingo Matte con forma de pirmide egipcia y que incluye una esfinge y la figura de
una egipcia en mrmol de Carrara, hacia 1905. Tambin en el Cementerio de la Recoleta
de Buenos Aires, se halla un mausoleo concebido con referencias prehispnicas, el de la
familia Aldao (fig. 5).
As pues, sin saberlo, Brugnoli se cea a una de las escasas tipologas que los
ms severos crticos del estilo neoprehispnico en Mxico aceptaban como vlidas. En
efecto, un conocido artculo firmado en 1899 bajo el seudnimo Tepoztecaconetzin
Calquetzani,17 a la vez que atacaba la incorporacin de elementos precolombinos en los
edificios contemporneos, lo que tildaba de "intil y quimrica empresa", afirmando a la
vez que la disposicin general de la arquitectura mexicana antigua pugnaban "por
14
El Monitor Republicano. Mxico, 2 de abril de 1893.
Cfr.: Barbara Braun, Pre-columbian art and the post-columbian world. Ancient american sources of
modern art. New York, Harry N. Abrams Inc., 2000, p. 139-140.
16
El "neorabe", ms conocido en Amrica como "estilo morisco", tuvo una interesante difusin en los
pases iberoamericanos donde se hallan numerosos ejemplos; al respecto puede consultarse nuestro
trabajo "Alhambras americanas: memoria de una fascinacin". Artes de Mxico, Mxico, 2001, n 54, p.
60-67.
17
"Bellas Artes. Arquitectura, Arqueologa y Arquitectura Mexicanas", en El Arte y la Ciencia, 1899.
Repr. en Ida Rodrguez Prampolini, La crtica de arte en Mxico en el siglo XIX, 2 ed.. Mxico, UNAM,
1997, tomo III, p. 377-380.
15
completo con nuestras necesidades", convalidaba la utilizacin del estilo en
monumentos pblicos y funerarios: "Hay una clase de edificios que por su misma ndole
pueden exceptuarse de las consideraciones que dejo apuntadas; edificios que tienen
carcter histrico por excelencia, que no deben satisfacer a condiciones utilitarias y que
siempre que haya motivos especiales pueden representar, sin menoscabo de las leyes del
arte, cualquiera de las arquitecturas de los aborgenes de Mxico: me refiero a los
monumentos conmemorativos".
Bajo este prisma quedaban validadas obras de inspiracin prehispnica como el
monumento a Benito Jurez en Oaxaca, obra del arquitecto Carlos Herrera y el escultor
Concha (1894), y varios proyectos de monumento no concretados, uno "en azteca puro",
el que el arquitecto Francisco Rodrguez probablemente el misterioso Calquetzani del
prrafo precedente proyect para el ayuntamiento de Tepoztln (Morelos) en
homenaje al descubrimiento de la pirmide de Tepozteco y la inauguracin del Museo
de antigedades de esa ciudad (1895), otro en homenaje a Porfirio Daz, combinando
elementos indgenas y clasicistas (1900), otro a Benito Jurez para el Paseo de la
Reforma, concebido en estilo zapoteca y de enormes dimensiones (1906), y un cuarto a
Xicotncatl, proyectado por Carlos Noriega (1907).
De esta manera, la arquitectura vea limitado su campo de accin y sus
representantes eran ya conscientes de la existencia de una crtica que les sera inflexible
en cuanto pensaran en proyectar valindose de los elementos precolombinos. Un nuevo
golpe de gracia lo producira en 1900 el trascendental libro "Las ruinas de Mitla y la
arquitectura nacional" de Manuel F. Alvarez, quien no se mostraba dubitativo en atacar
directamente el ornamentalismo, adelantndose visionariamente a las polmicas de los
aos veinte: "ltimamente hemos visto aparecer letras aztecas, como si los indios
hubieran conocido el alfabeto y no hubieran existido en la edad media letras con
adornos semejantes a los nuestros, como se puede ver en la gramtica del ornato de
Jones. Tambin hemos visto un piano zapoteca, como si en aquella poca hubiera sido
conocido el piano, y en el que, prescindiendo de la forma propia, conveniente y
elegante, se ha hecho un mueble tosco y pesado con unas grecas grabadas en los frentes,
como si pudiramos llamarnos aztecas por llevar un dije azteca en la cadena del reloj.
No ser difcil que veamos aparecer un vagn elctrico azteca, porque en la caja se
pinten unas grecas indias. Basta de empleos impropios y hasta ridculos, y
dediqumonos mejor a vulgarizar el arte del dibujo, para conocer y apreciar la belleza
de una obra de arte, para tratar con acierto y procurar el desarrollo del arte, y alcanzar
con xito el ideal de lo til, lo verdadero y lo bello, esa trinidad del arte".18
Cerrados cada vez ms los caminos, el movimiento en Mxico pareca tener
agotado su repertorio en slo dos dcadas de andadura, y, ante la inminencia de la
Exposicin Universal de Pars de 1900, daba la impresin de que no haba un "estilo
nacional" digno de representar al pas en el evento, tal como lo haban solicitado los
organizadores a los pases participantes; en Mxico se lleg a decir que, al carecer el
pas de "una arquitectura que lo caracterice deba adoptar un estilo serio que revelara
el carcter del gobierno que rige su destino y el estilo Neo-Greco, que satisfaca estas
condiciones, fue el adoptado".19 As como Espaa encontr en el pabelln neoplateresco
de Jos Urioste una manera de mostrar su cara ms "seria y culta", 20 lejos del exotismo
folklrico orientalizante que haba caracterizado anteriores pabellones, Mxico,
desconcertado y confundido, se refugiaba en un pabelln de estilo "morisco" esto
18
Cfr.: Manuel F. Alvarez, "Creacin de una arquitectura nacional", en Las ruinas de Mitla y la
arquitectura nacional. Mxico, 1900, p. 273-282.
19
Cfr.: Ida Rodrguez Prampolini, ob. cit., tomo III, p. 581-582.
20
Mara Jos Bueno, "Arquitectura y nacionalismo. La imagen de Espaa a travs de las Exposiciones
Universales". Fragmentos, Madrid, 1989, n 15-16, p. 67.
parece ser que era el "neo-greco" ! , carente de races propias. Este pabelln, que tena
como antecedente el que Jos Ramn Ibarrola haba realizado en hierro fundido para la
Exposicin Mundial de la Industria y el Algodn, en Nueva Orlans (1884-1885) y que
hoy luce en Santa Mara de la Ribera, en la capital mexicana, era la prueba de cmo un
historicismo ajeno era plausible de erigirse en imagen externa de una nacin.
Curiosamente este pabelln tuvo menos crticas que su predecesor de 1889.
En la primera dcada del siglo XX se manifest claramente un retroceso en las
construcciones neoprehispnicas, aunque encontramos algunos casos de arquitectura
efmera neomayista como los arcos erigidos en Mrida (Yucatn) en honor al presidente
Porfirio Daz en 1906 (fig. 6), que tena como antecedente uno similar emplazado en la
ciudad de Mxico en 1899, fabricado en la esquina de Patoni, hoy avenida Jurez y
Humboldt, por el ingeniero Leopoldo Batres con algunos trabajos del escultor italiano
Enrique Alciati.21 Poco despus, en las fiestas del centenario de 1910, Porfirio
fomentaba el desfile de carruajes y comparsas indgenas precedidas por sus caciques,
sin imaginar que a punto estaba de comenzar con violencia la Revolucin Mexicana con
su sustanciosa cuota de indigenismo y agrarismo. Los nuevos tiempos de la Revolucin
provocaran un parntesis en la arquitectura neoprehispnica, que retomara su andadura
poco tiempo despus, conviviendo, en los aos veinte, con la consolidacin de la
arquitectura neocolonial.
2. La arquitectura neoprehispnica como expresin de la identidad nacional y
americana (1911-1921)
2.1. Las nuevas propuestas en Mxico
El ao de 1910, adems de marcar en Mxico el estallido de la Revolucin, para este y
otros pases como Argentina y Chile signific la celebracin de los centenarios de sus
independencias polticas. Este momento histrico sell tambin el reencuentro con
Espaa tras un siglo XIX de distanciamiento, que sucedi a las luchas por la
emancipacin. Espaa, habiendo perdido las ltimas colonias americanas en 1898,
potenciaba un acercamiento con las naciones americanas en lo que lo cultural habra de
jugar un papel decisivo. En la arquitectura, la manifestacin ms palpable de que los
viejos resquemores queran ser sepultados definitivamente, la testimoniaba el estilo
neocolonial cuyos momentos ms lgidos en cuanto a debate y a obras se produjeron en
el perodo 1915-1930.
En el caso de Mxico, se dio lo que Carlos Tur Donatti llama "nacionalismo
colonialista", que ubica como ltima etapa cultural del porfiriato y primera de la
Revolucin, y cuya utopa estaba prefigurada por la "desconfianza en el progreso,
acercamiento a la religin, el pasado colonial como tabla de salvacin".22 Dentro de este
contexto, en 1913 y 1914, Federico Mariscal dictaba una serie de conferencias,
publicadas en 1915 bajo el ttulo de "La Patria y la arquitectura nacional", en las cuales
manifestaba la necesidad de acentuar el rescate de la arquitectura colonial mexicana. En
1917 se llegara al punto en que el gobierno de Venustiano Carranza eximira de
impuestos a quienes construyesen en estilo colonial.
As, el debate sobre la "arquitectura nacional" fue tomando ribetes diferentes a
los que habamos visto en el perodo del porfiriato, donde la predileccin por lo
21
Ver: "La arquitectura neoindigenista del siglo XX en
Yucatn .http://mexicodesconocido.com.mx/mex_tiem/mt970902.htm. Ver tambin:
http://www.chichen.com.mx/merida/historia/avcolon1.html.
22
Carlos M. Tur Donatti, "La literatura de la Arcadia novohispana, 1916-1927". Cuadernos Americanos,
Mxico, ao XIV, vol. 4, N 82, julio-agosto de 2000, p. 126.
prehispnico haba mantenido oculto casi por completo las riquezas del pasado colonial.
Se llegaba ahora a un punto en el que comenzaba a plantearse en Mxico una "fusin"
de ambos estilos para definir esa identidad "nacional", proceso que tendra su
culminacin en la obra de Jos Vasconcelos pero que ya anticipaban obras como las del
pintor Saturnino Herrn, de clara raigambre esttica hispanista, que en su trptico
"Nuestros dioses" (inconcluso a su muerte en 1918) representaba, fusionados y
confundidos, a la diosa Coatlicue y a un Cristo crucificado, simbolizando el mestizaje
cultural, en este caso desde un punto de vista religioso.
En 1916 Manuel Gamio, Inspector General de Monumentos Arqueolgicos de la
Repblica y Director de la Escuela Internacional de Arqueologa y Etnologa
Americanas, publicaba "Forjando Patria" donde teorizaba acerca de los derroteros ms
convenientes para alcanzar un "arte nacional, que es una de las grandes bases del
nacionalismo". Reflexionaba sobre el pasado refirindose a un arte creado a partir de la
invasin mutua de lo espaol y lo prehispnico, el cual haba pervivido hasta entonces
en la sociedad: "La clase indgena guarda y cultiva el arte prehispnico reformado por
el europeo. La clase media guarda y cultiva el arte europeo reformado por el
prehispnico o indgena. La clase llamada aristocrtica dice que su arte es el europeo
puro. Dejemos a esta ltima en su discutible purismo, por no sernos de inters y
consideremos a las dos anteriores".23 Gamio propone como solucin para alcanzar un
"arte nacional": "acercar el criterio esttico del primero hacia el arte de aspecto europeo
e impulsar al segundo hacia el arte indgena. (). Cuando la clase media y la indgena
tengan el mismo criterio en materia de arte, estaremos culturalmente redimidos".24
Mientras esto suceda en el centro neurlgico del debate nacionalista, la
arquitectura neoprehispnica comenzaba a tener presencia en otras regiones. En Mrida,
en 1915, el arquitecto Manuel Ambilis, formado en L'cole Spciale d'Architecture de
Pars entre 1908 y 1913, diseaba y construa la fachada de una logia masnica en el
antiguo templo de "Dulce nombre de Jess" o de "Jess Mara"; la misma desaparecera
hacia los aos cincuenta o sesenta. En 1919 el propio Ambilis, con la colaboracin del
ingeniero Gregory Webb, edificaba el Sanatorio Rendn Peniche, notable conjunto en el
que se amalgamaban la modernidad funcionalista con una muestra ornamental de
reminiscencias mayas, en especial del estilo Puuc. Construido para dar servicio sanitario
a los trabajadores del Ferrocarriles Unidos del Sureste, el conjunto se halla actualmente
casi en ruinas.25
2.2. La fortuna del neoestilo en los Estados Unidos
En los Estados Unidos, en especial al sur de California, se consolidaba el llamado
"Maya Revival". Una de las primeras muestras de ello se dio en 1915 con motivo de la
Panama-California International Exposition en San Diego; all, los diseadores locales
Francisco Cornejo y Henry Lovins incorporaron el estilo a sus trabajos de decoracin de
interiores, muebles, azulejos y diseo grfico, junto al egipcio y morisco. Para ese
entonces Frank Lloyd Wright haba construido ya la Kehl Dance Academy en Madison,
Wisconsin (1912), utilizando motivos precolombinos; su obra ms importante en esta
lnea habra de ser el complejo residencial de Aline Barnsdall en Hollywood, California,
23
Manuel Gamio, Forjando Patria (Pro Nacionalismo). Mxico, Librera de Porra Hermanos, 1916, p.
66.
24
Ibdem., p. 67.
25
"La arquitectura neoindigenista del siglo XX en Yucatn", ob. cit. Para este tema pueden tambin
consultarse los trabajos de J. Antonio Siller "La presencia prehispnica en la arquitectura neomaya de la
pennsula de Yucatn", y de Antonio Toca Fernndez "Presencia prehispnica en la arquitectura moderna
mexicana", ambos en Cuadernos de la Arquitectura Mesoamericana, Mxico, UNAM, Facultad de
Arquitectura, n 9, 1987.
para cuya realizacin se basa en el libro de Herbert Spinden "A study of Maya Art"
publicado en 1913 por el Peabody Museum of American Archaeology and Ethnologie
de la Universidad de Harvard. Tras regresar del Japn, Wright realiza en los aos veinte
otras residencias en California basadas en motivos precolombinos. En 1925 proyecta el
Gordon Strong Planetarium, en Sugar Loaf Mountain, Maryland, inspirado en el
Observatorio de Chichn Itz.
En los aos treinta hubo una suerte de furor por el estilo maya, con edificios tan
paradigmticos como el "Maya Building" de Frans Blom en la Chicago Century of
Progress World's Fair (1933), inspirado en una porcin del cuadrngulo de las monjas
de Uxmal, y el "Federal Building" de la California Pacific International Exposition en
San Diego (1935) reconstruccin del Palacio del Gobernador de Uxmal. 26 Esto se puede
ligar al inters que surge en los Estados Unidos en esa poca por la obra de los
muralistas mexicanos, a lo que podramos aadir la larga lista de exposiciones de arte
prehispnico realizadas en distintas ciudades, potenciadas en varias ocasiones por el
Panamericanismo que emanaba del gobierno norteamericano, o a la formacin de
importantes colecciones de arte precolombino como la del propio Nelson Rockefeller.
La anteriormente citada exposicin de San Diego de 1915 marc tambin la
promocin del "Spanish Colonial Revival" lo que ms al sur se llamaba "neocolonial"
cuya presencia en Estados Unidos tuvo aun mucha mayor fuerza que el "Maya
Revival". En 1916 se publicaba la obra de Newcomb titulada "The Franciscan Mission
Architecture of Alta California", de notable difusin. En todo esto mucho tuvo que ver
tambin el cinematgrafo, con la proliferacin de pelculas ambientadas que incluan
escenografas con arquitecturas remedando la colonial, que adems habra de tener gran
difusin y xito en pases como Mxico: "Una vez que la industria cinematogrfica
norteamericana se mud de Nueva York a California, tras la Primera Guerra Mundial, la
fuerza cultural del medio se acentu. La nueva localizacin reforz el exotismo; en
particular puso de moda temas asociados con la herencia espaola y rabe".27
2.3. Sudamrica. Entre las races aztecas, mayas y tiahuanacotas
Mientras, en la Argentina, se produca una reflexin similar sobre el arte y la
arquitectura nacional. Dentro de ella tena cabida el neocolonial, que tendra en Martn
Noel a su figura ms seera, pero que con una clara conciencia americanista,
incorporaba la posibilidad de construir en estilo neoprehispnico. En el sur del
continente la cultura incaica era la llamada a proporcionar lenguajes ornamentales
vlidos para estas obras, fenmeno que haba sido potenciado por sucesos como el
descubrimiento en 1911 de las ruinas de Machu Picchu. Sin embargo el paradigma
habra de ser fundamentalmente Tiahuanaco, en Bolivia.
Temprana expresin del inters prehispanista en la Argentina fue el "Proyecto de
sala de msica decorada con elementos americanos" que el pintor cataln Lorenzo
Piqu, radicado en Buenos Aires, present al V Saln Nacional de Bellas Artes en 1915,
inspirndose en sus estudios sobre el arte precolombino. En 1920 los arquitectos Hctor
Greslebin y Angel Pascual, argentino y sevillano respectivamente, presentan al X Saln
el proyecto de "Mausoleo Americano" (fig. 7), que fue galardonado con el premio
Americano "ante la evidencia de una estilizacin autctona modernizada", segn se
dijo. Este proyecto singular y eclctico combinaba elementos provenientes de Mxico,
26
Los datos referentes a las obras de estilo "maya" en Estados Unidos fueron extrados de Barbara Braun,
2000.
27
Silvia Alvarez Curbelo y Enrique Vivoni Farage, "Crnica de una casa hispanfila: la Casa Cabassa en
Ponce", en Hispanofilia. Arquitectura y vida en Puerto Rico. San Juan, Editorial de la Universidad de
Puerto Rico, 1998, p. 229.
Yucatn y Tiahuanaco, convirtindose quiz en el primer ejemplo de aculturacin de
extraccin prehispnica, entre lo azteca, maya e inca, que aspiraba a crear un
"Renacimiento Americano" al decir de sus autores. "La eleccin del asunto recay sobre
un motivo funerario, 'un mausoleo', por ser este el tema tratado con ms profusin en la
bibliografa usada El mausoleo no deba tampoco de ser ni una chulpa ni una huaca,
sino un enterratorio moderno, situado en un recinto cuyas lneas fueran concordantes
con las suyas y as la uniformidad de los monumentos que le rodeasen hara, a lo lejos,
resaltar su caracterstica silueta".28
Al ao siguiente, en 1921, Pascual insiste en la misma senda y presenta al 11
Saln Anual de la Sociedad Central de Arquitectos siendo premiado con Medalla de
Oro el proyecto de "Mansin Neo-Azteca" (fig. 8) hablando de "la imprescindible
necesidad de proyectar segn la modalidad del pueblo mejicano antiguo partes de
construccin, decoraciones y muebles que ellos, pertenecientes a una civilizacin ms
atrasada, desconocan". Para alcanzar su objetivo, proyect "primero un hotel privado
en estilo Luis XVI, el ms comn entre nosotros y despus, respetando en un todo la
distribucin y casi en la totalidad la silueta exterior, fui mediante anteproyectos
intermediarios operando el cambio de estilo hasta llegar al proyecto que present y que,
repito no era azteca puro, porque no poda ni deba serlo pero s neo-azteca". 29 Lo
curioso del caso es que ninguno de los motivos utilizados por Pascual eran de
procedencia azteca sino que eran elementos mayas de Yucatn. Cabe sealar asimismo
que Pascual desconoca las obras que se haban realizado en Mxico en estilo
neoprehispnico.
Un tercer proyecto de Pascual, realizado junto al arquitecto E. Schmidt-Klugkist,
fue el de "Dormitorio neo-azteca", que fue premiado con Diploma de Honor en el Saln
de Decoracin, en Buenos Aires, en 1922. Tambin tenemos datos de que en esos aos
se construy, en la residencia de los seores Enrique Saint y Andrea Manceaux, sita en
la calle Arenales de Buenos Aires, una sala de estar familiar con paredes cuyo revoque
simulaba piedras incaicas, reproduciendo el muro externo del Hatunrrumiyoc. El
conjunto inclua unos pocos nichos trapezoidales e inclusive una rplica de la famosa
"piedra de los doce ngulos" de la capital del imperio inca. 30 Este gusto por lo cuzqueo
fue potenciado en esos aos por la actuacin en el Teatro Coln de Buenos Aires, de la
Compaa Peruana de Arte Incaico que pusiera en escena la obra "Ollantay", gran xito
teatral de 1923.
Para ese entonces el mbito de la arquitectura y el arte, desde la mirada
nacionalista, se hallaba convulsionada en varios de los pases del continente y se
sucedan hechos de probada importancia histrica. Si tomamos como referencia el ao
1921 en Per, tenemos all la publicacin por parte del arquelogo Julio C. Tello,
descubridor de Chavn de Huntar, de su trascendente libro "Introduccin a la historia
del antiguo Per". Asimismo, se aprueba entonces el proyecto de ereccin de un
monumento a Manco Capac que presentan los escultores David Lozano y Benjamn
Mendizbal. Donado por la colonia japonesa en el Per, con motivo del Centenario de la
Independencia peruana, este monumento sera ejecutado por Lozano, inaugurndose en
1926, siendo el primer monumento en el Per con elementos y ornamentacin "incasta"
y al que podemos emparentar en cierta medida con el monumento a Cuauhtmoc de
Mxico en cuanto a concepcin ideolgica y esttica. Dice Castrilln Vizcarra que "El
hecho de haber escogido al hroe fundador del Tawantinsuyu tiene que ver sin duda con
28
Hctor Greslebin y Angel Pascual, "Mausoleo americano. Primer Premio. X Saln de Bellas Artes". El
Arquitecto, Buenos Aires, vol. I, N 12, noviembre de 1920, p. 236.
29
Angel Pascual, "Mansin Neo-Azteca". Revista de Arquitectura, Buenos Aires, mayo de 1922, p. 25.
30
Vctor M. Guilln, "El Cuzco en una mansin argentina". Revista del Instituto Americano de Arte del
Cuzco, Cuzco, N 3, 1944. Esta residencia fue lamentablemente demolida hacia 1966.
las ideas en boga acerca de nuestro origen asitico y nuestra filiacin con el Imperio del
Sol".31
2.4. Irrupcin de lo prehispnico en la cultura y la educacin popular. Propuestas
para un Arte Nuevo en Amrica
Siguiendo con los sucesos de 1921, pero pasando a Mxico, encontramos hechos como
el inicitico viaje que realizan a Uxmal y Chichn Itz, Diego Rivera, Roberto
Montenegro, Adolfo Best Maugard y Jos Vasconcelos que derivara en acontecimientos
como la primera exposicin dedicada al arte popular mexicano organizada por
Montenegro, Best Maugard, Francisco Cornejo y Jorge Enciso; poco despus, el Dr. Atl
publicaba el libro "Las artes populares en Mxico". Se da inicio a una promocin del
arte popular desde el Estado que tendra su mxima expresin en la obra de los
muralistas. Tambin en 1921, pero en Barcelona, David Alfaro Siqueiros publicaba en
"Vida Americana" su "Manifiesto" Tres llamamientos de orientacin actual a los
pintores y escultores de la nueva generacin americana en el que rechazaba la
utilizacin de motivos tomados de las culturas prehispnicas en obras modernas,
proponiendo a la par estudiar seriamente aquellas obras del pasado, evitando simples
reconstrucciones arqueolgicas. En ese mismo ao viaja tambin por Mxico el
arquitecto britnico Bossom, conocido por su aplicacin de motivos precolombinos en
rascacielos de estilo art dec en Estados Unidos.
Dentro de esta sensibilidad, otra de las manifestaciones ms interesantes fue la
realizacin y publicacin de manuales de ornamentacin y mtodos de dibujo basados
en motivos precolombinos.32 El tema pedaggico, en este sentido, tuvo en 1923 un ao
paradigmtico.33 En Mxico se public el "Mtodo de dibujo: tradicin, resurgimiento y
evolucin del arte mexicano", de Adolfo Best Maugard, mtodo que tuvo sus orgenes
hacia 1918 y se utiliz en las escuelas primarias y normales del pas entre 1921 y 1925
en que fue suprimido. Su autor haba sido estimulado en el estudio de las culturas
precolombinas por Manuel Gamio, quien tambin en 1923 culmin su estudio integral
de Teotihuacn con la publicacin de "La poblacin del Valle de Teotihuacn", donde
"propuso y llev a cabo la instalacin de talleres de trabajo en barro en donde
manos teotihuacanas, con tierra teotihuacana, empezaron a moldear figuras
plsticamente compuestas a partir de la escultura teotihuacana".34
Tambin en 1923 pero en Argentina, el escultor Gonzalo Leguizamn Pondal
junto al arquitecto Alberto Gelly Cantilo comenzaban a publicar los cuadernos
"Viracocha" de "dibujos ornamentales americanos". Entre los ms entusiastas crticos
destac Clemente Onelli quien no dudaba en afirmar que "sera una verdadera
ceguera que este ambiente, sensible tan slo a las crisis y al bienestar materiales, no
comprendieran que es el momento preciso de lanzar este nuevo arte decorativo, ahora
que la civilizacin, sacudida de todas maneras, busca, tantea, trata de innovar y de irse a
los orgenes y recurre a la tumba de Tutankamn, al cubismo, a la aglomeracin de
colorinches del bizantinismo, persianismo y eslavo mezclados, y, en el deseo de lo
31
Alfonso Castrilln-Vizcarra, "Escultura monumental y funeraria en Lima", enEscultura en el Per.
Lima, Banco de Crdito del Per, 1991, p. 352.
32
A este tema hemos dedicado el estudio "Fuentes prehispnicas para la conformacin de un arte nuevo
en Amrica". Temas, Buenos Aires, Academia Nacional de Bellas Artes, 2000, p. 49-67. (En colaboracin
con Ramn Gutirrez).
33
Para ampliar aspectos sobre este tema, puede consultarse nuestro trabajo La infancia, entre la
educacin y el arte. Algunas experiencias pioneras en Latinoamrica (1900-1930). Artigrama, Zaragoza,
n 17, 2003.
34
Enrique X. de Anda Alanis, 1998, p. 39.
nuevo y desconocido, llega a la fantastiquera de supremo mal gusto, hasta las
monstruosas flores artificiales y a adornar los boudoirs de las seoras con zapallitos
amarillos llenos de verrugas, con los otros llamados coloquintos, y con los ajes y los
pepinos moldeados en cera. Modas stas que no se afirman, que desaparecen al poco
tiempo, porque no responden a criterio artstico ninguno".35
En el mismo ao, Eric Boman y su discpulo, el arquitecto Greslebin a quien
referimos anteriormente, editaron la obra "Alfarera de estilo draconiano en la regin
diaguita" en la que a la par de rescatar motivos brindaban pautas para su aplicacin
moderna. Greslebin continu en la misma lnea, manifestando su deseo de "conseguir
para Amrica un arte nuevo, inspirado en sus motivos autctonos, pero que haga
tambin honor a los antecedentes que lo inspiran", con lo cual quedaba clara su postura
de combatir las realizaciones de tinte prehispanista que no iban a la raz del asunto,
quedndose solamente en una fase puramente decorativa y epidrmica; Greslebin
hablaba de "simples entusiasmos desordenados, irreflexivos, que tanto debilitan nuestro
carcter nacional, lo que "hace suponer que este gnero de artistas tiene una dosis tal
de suficiencia, que creen haber logrado la culminacin de un arte al transportar a su
papel dos lneas torcidas o escalonadas o cuatro gatos americanos".36
sobre el autor
Rodrigo Gutirrez Viuales. Doctor en Historia del Arte por la Universidad de Granada
(Espaa). Profesor de Historia del Arte en la misma Universidad. Lnea de
investigacin: arte iberoamericano del perodo 1800-1930. Autor de los libros Pintura,
escultura y fotografa en Iberoamrica, siglos XIX y XX. Madrid, Ediciones Ctedra,
1997; e Historia del Arte Iberoamericano. Madrid-Barcelona, Lunwerg, 2000 (ambos
coordinados con Ramn Gutirrez). Autor de un centenar de estudios sobre estos temas
35
Clemente Onelli, "Hacia el arte nacional". La Nacin, Buenos Aires, 25 de septiembre de 1923.
Hctor Greslebin, La enseanza del arte americano prehispnico y su aplicacin moderna. Buenos
Aires, Francisco A. Colombo, 1934, p. 12 y 14.
36