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Dieta Después Del Trasplante

El documento describe las recomendaciones dietéticas y de estilo de vida para pacientes que han recibido un trasplante renal. Se recomienda una dieta balanceada baja en sal, grasa y azúcar, así como evitar alimentos crudos y limitar el consumo de café y alcohol. También se enfatiza la importancia de controlar el peso, la presión arterial y realizar ejercicio moderado.

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Dieta Después Del Trasplante

El documento describe las recomendaciones dietéticas y de estilo de vida para pacientes que han recibido un trasplante renal. Se recomienda una dieta balanceada baja en sal, grasa y azúcar, así como evitar alimentos crudos y limitar el consumo de café y alcohol. También se enfatiza la importancia de controlar el peso, la presión arterial y realizar ejercicio moderado.

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Dieta despus del trasplante renal

El traplante renal con frecuencia suele liberar a los pacientes renales de las restricciones
dietticas que tenan previamente en dilisis. Aun as conviene guardar una dieta
cardiosaludable y evitar la sobrealimentacin para evitar la obesidad, la hipertensin o
las dislipemias.
Por los efectos del tratamiento inmunosupresor se recomienda evitar alimentos
fcilmente contaminables como la leche fresca y sus derivados, frutas daadas o sin
pelar o comidas que lleven tiempo cocinadas.
La dieta debe de ser variada, rica en fibra para evitar el estreimiento. La ingesta de
grasas de origen animal debe de ser moderada. Como regla general le recomendamos
seguir las siguientes recomendaciones:

Evitar los alimentos ricos en sal, como embutidos, conservas o platos


preparados.
Tomar leche y derivados desnatados.
Limitar el consumo de huevos a dos a la semana.
Utilizar el aceite de oliva como grasa de eleccin.
Restringir los alimentos fritos. Mejor hervidos o a la plancha.
Moderar el consumo de protenas de origen animal.
Evitar el consumo excesivo de dulces.
No condimentar los alimentos con picantes o especies irritantes.
Limitar la ingesta de caf y alcohol.

Los riones funcionan como pequeos filtros, es decir, depuran la sangre


de las sustancias que nos sobran, las de desecho, provenientes de nuestro
metabolismo, del exceso de agua, sal y de otros productos sobrantes.
Adems tienen otra funcin muy importante: la produccin de
determinadas hormonas, como la eritropoyetina (para la formacin de
glbulos rojos), renina (regulacin de la tensin arterial) y la forma activa
de la vitamina D (mantenimiento de los huesos).
Hasta ahora, la dilisis y mltiples medicamentos, han ayudado a suplir las funciones de
los riones enfermos. Desde que un paciente recibe un trasplante de rion, este nuevo
rgano se encarga de todo lo que antes iba mal, pero para su correcto funcionamiento,
debe ser cuidado correctamente.
La mejor manera de conocer y cuantificar el funcionamiento, es realizando anlisis de
sangre y de orina, que determinarn los valores de creatinina, urea, cido rico, sodio,
potasio y fsforo. La creatinina refleja de manera muy fiable cmo est funcionando el
rin. Es un parmetro de referencia que se utiliza siempre en todos los anlisis que
realice el paciente. Normalmente una persona con los riones en pleno funcionamiento
y sin enfermedad renal tiene una creatinina que oscila entre 0,6 y 1,2 mg/dl. Una
persona trasplantada puede estar por encima de estos valores perfectamente y tener una

buena funcin renal.


Una vez que el paciente recibe el trasplante renal, los niveles de creatinina bajan de
manera progresiva al buen funcionamiento del rin trasplantado hasta llegar a la
normalidad. No debe generar alarma que estos valores no permanezcan estables. En
cambio, el incremento progresivo y sostenido en el tiempo de los niveles de creatinina s
podra indicar una disfuncin o el rechazo del rgano trasplantado. Adems de las
revisiones con su nefrlogo, el paciente trasplantado deber acudir a los chequeos
mdicos habituales (dentista, gineclogo, oftalmlogo, etc.) pero siempre debe informar
al especialista de su condicin de trasplantado, para que no haya problemas con los
medicamentos recetados.
Es muy importante que controle su peso, tensin arterial, pulso y temperatura y que
lleve un registro de estos datos para las revisiones. Las revisiones mdicas al principio
sern muy frecuentes, pero con el paso del tiempo, y dependiendo de su estado, estas se
irn espaciando. En estas revisiones con su nefrlogo de trasplante, se evaluar su
estado general, controlar su presin arterial y su peso y se comprobar el estado y el
funcionamiento de su rin.

Recomendaciones generales

Cuando est en casa, deber tener especial atencin y control sobre su peso, tensin arterial,
temperatura y frecuencia cardiaca. Adems, si es portador de fstula, deber seguir los mismos
cuidados que cuando se someta a sesiones de dilisis.
Si por el contrario, es portador de catter peritoneal, deber mantenerlo permeable y en buenas
condiciones. Se retirar pasados unos tres meses, si todo va bien.
La higiene personal es muy importante: Tomar duchas diarias, mantener las uas cortas y limpias,
lavarse los dientes con un cepillo suave y pasta de dientes corriente, despus de todas las comidas.
Los tiles de aseo deben ser de uso exclusivo del paciente, no compartir nunca el cepillo de dientes o
la maquinilla de afeitar.

Aunque el rin est funcionando, pueden surgir otras complicaciones, por lo que debe mantener las
mismas precauciones con la FAV (fstula) que antes del trasplante (higiene, evitar golpes, presiones,
etc.). Si en cambio, es portador del catter de dilisis peritoneal, en un principio, ste se mantendr
colocado y en las mismas condiciones que antes (curas de la insercin, medidas de higiene, etc.).

Despus del trasplante es habitual que aumente el deseo sexual tanto en hombres como en mujeres.
En los hombres se suelen solucionar los problemas de impotencia que estuvieran relacionados con el
sndrome urmico y en las mujeres pueden desaparecer los problemas de infertilidad por lo que es
posible que puedan volver a quedar embarazadas. No hay ninguna razn para no disfrutar de una
vida sexual plena, slo hay que recordar que la higiene para una persona trasplantada es de vital
importancia, y debe seguir las recomendaciones antes mencionadas con respecto a la higiene
personal. Se deben evitar aquellas posturas o acciones que puedan producir daos en el rin a causa
de golpes. Como mtodos anticonceptivos, se recomiendan los mtodos de barrera, preservativos y
diafragma. En la mujer trasplantada no est indicado el uso de la pldora anticonceptiva porque
puede interferir con los medicamentos, ni el DIU porque aumenta el riesgo de infecciones. Consulte
con su mdico especialista en Nefrologa si necesita usarlos, para que ste compruebe si es posible
en su caso.

Convalescencia
El primer mes ser de reposo relativo, esto quiere decir que nos incorporaremos a la actividad
poco a poco. Es conveniente dar paseos por zonas tranquilas, jardines, parques, lejos de la polucin y
el trfico. En casa, debe mantenerse activo pero sin llegar a cansarse.
Durante este primer mes, se recomienda no visitar lugares pblicos cerrados (cafeteras, bibliotecas,
cines, etc.), evitar golpes o saltos y levantar objetos pesados.
Despus de los 2 3 primeros meses, el paciente debe intentar llevar una vida activa, con ejercicio
fsico moderado y actividad laboral. Es importante recordar que est absolutamente prohibido fumar,
pues el tabaco es la principal causa de problemas cardiacos y bronquiales, de trastornos de
circulacin y de cncer. En el caso de los trasplantados, el riesgo es mucho mayor.

Alimentacin
Una dieta adecuada es muy importante para mantener la salud de cualquier persona, especialmente
las personas trasplantadas. Existen una serie de normas genricas para la dieta de un paciente
trasplantado, aunque sta debe tener siempre un carcter individualizado.
Despus del trasplante, las restricciones dietticas van desapareciendo, y se le permitir comer de
manera normal, siempre en funcin de su estado.

Es importante que beba la cantidad de lquido que tenga prescrita. De la misma forma, se le insistir
en que controle su peso, ya que es muy posible que suba de peso despus del trasplante. Dicha
tendencia se produce por la mejora de su estado general, porque los alimentos tendrn mejor sabor y
por el uso de corticoides como medicacin inmunosupresora.

Su dieta debe ser equilibrada y ajustada a sus necesidades calricas. La cantidad de comida
depender de lo que su cuerpo necesite, debe evitar el consumo de sal (que interviene en la
hipertensin) y de grasas animales (que aumentan el colesterol y los triglicridos); tampoco debe

abusar de dulces o repostera industrial. Debe tener especial cuidado de evitar consumir ciertos
alimentos crudos (huevos, carnes, pescados y moluscos poco hechos, leche no pasteurizada) Se
recomienda que la dieta sea rica en fibra, ya que ayuda a prevenir el estreimiento, y el uso de aceite
de oliva para cocinar. Si padeciera alguna enfermedad crnica cuyo tratamiento implique una dieta
especial (como la diabetes, por ejemplo) debe continuarla.

En conclusin el paciente trasplantado renal debe:

Evitar aadir sal a los alimentos, y consumir alimentos con alto contenido de sal
como embutidos, conservas, comidas preparadas, salados y aperitivos.
No utilizar sales de dieta por su alto contenido en potasio.
Consumir productos lcteos desnatados.
Limitar el consumo de huevos a dos por semana.
Utilizar aceite de oliva y evitar otras grasas como la mantequilla y la manteca.
No abusar de los alimentos fritos; utilizar otras formas de coccin: a la plancha,
hervido o al vapor.
Restringir moderadamente las protenas: comer menos carne roja y aumentar la
ingestin de pescado, tanto blanco como azul.
Evitar el consumo excesivo de dulces y de refrescos por su alto contenido en
azcar.
Limitar el consumo de caf y de alcohol.

Revista de la Sociedad Espaola de


Enfermera Nefrolgica
versin impresa ISSN 1139-1375

Rev Soc Esp Enferm Nefrol v.9 n.3 Madrid jul.-sep. 2006
http://dx.doi.org/10.4321/S1139-13752006000300010

CASO CLNICO

Trasplante hepato-renal
Hepato-Renal Transplante

Carmen Moreno
Unidad de Cuidados Intensivos Hepticos. Hospital Clnic i
Provincial. Barcelona
Direccin para correspondencia:

Introduccin

La hiperoxaliuria primaria tipo I es una enfermedad gentica


autosmica recesiva, cuyo defecto primario es el dficit, parcial
o completo, de la enzima glioxilato aminotransferasa en el
hgado que produce la formacin de oxalato. El depsito
progresivo de oxalato en el rin es el causante, primero de
urolitiasis y nefrocalcinosis, y despus de un dao renal
progresivo, que lleva a una insuficiencia renal crnica y
posteriormente al acmulo sistmico de oxalato en el sistema
msculo-esqueltico, en las arterias y en el sistema nervioso. La
existencia de oxalosis sistmica es el principal factor de morbimortalidad antes y despus del trasplante, dada su asociacin a
malnutricin y dao seo. En estos casos el trasplante
hepatorenal es la mejor opcin para resolver el defecto
metablico.
La realizacin de este trasplante es tcnicamente ms fcil al no
existir hipertensin portal y en general la hemodilisis se
mantiene durante el postrasplante para facilitar la eliminacin
de la sobrecarga de oxalato existente mientras la funcin renal
no se normaliza completamente. A continuacin presentamos un
caso en el que se expone la evolucin clnica de un paciente
afecto de esta patologa y que se someti a un trasplante
hepatorenal.
Resumen Historia Clnica
Domingo M. tiene 35 aos, es soltero y vive con sus padres en
una ciudad prxima a Barcelona. Como antecedentes
patolgicos presenta una hiperoxaluria primaria que provoc
una IRC. Inici hemodilisis en 1992; al ao siguiente recibi un
trasplante hepato-renal del que hizo un rechazo renal agudo al
cabo de un mes que desencaden una nefropata crnica del
injerto renal e insuficiencia renal con clnica urmica, precisando
de tratamiento con hemodilisis.
Situacin actual
Domingo M, ingresa en la unidad de cuidados intensivos para
ser sometido a un doble re-trasplante hepato-renal. Se procede
a la valoracin preoperatoria y a la realizacin de pruebas
diagnsticas.

El paciente est consciente, orientado y un poco nervioso.


Presenta edemas maleolares y abdomen blando, depresible, no
doloroso, con ascitis. Se palpa rin en el flanco derecho.
Signos vitales: presin arterial 130/75 mmHg, frecuencia
cardiaca: 60 lat/min y frecuencia respiratoria 18
respiraciones/min. Ninguna prueba diagnstica contraindica la
intervencin.

Evolucin postrasplante

A las 36h de la intervencin quirrgica, el paciente presenta


inestabilidad hemodinmica con cada del hematocrito, salida de
lquido hemtico por el drenaje abdominal derecho, y abdomen
distendido y duro. Se decide re-intervenir quirrgicamente. Se
objetiva un hemoperitoneo secundario a sangrado por arteriola
duodenal. Se le trasfunden seis concentrados de hemates, dos
litros de plasma y un concentrado de plaquetas.
Tras la intervencin, el paciente vuelve a la unidad de cuidados
intensivos, est sedado, intubado y con ventilacin mecnica.
Hemodinmicamente est estable aunque desde el trasplante
est anrico y edematoso; al no responder al tratamiento con
furosemida se inicia hemodilisis con buena tolerancia. De la
analtica destaca una discreta acidosis metablica, un BUN de 70
mg/dl y unas protenas plasmticas de 2.8 mg/dl. El drenaje
Kher es productivo con contenido bilioso. El drenaje silastic
derecho produce poca cantidad de lquido serohemtico. Se
instaura tratamiento antibitico e inmunosupresor.

Valoracin de enfermera

La valoracin se realiza a las 12 horas de la reintervencin,


mientras que la recogida de datos sobre sus hbitos de vida se
hizo cuando Domingo ingres para el trasplante. Se sigui el
modelo conceptual de Virginia Henderson.
1- Respirar
Paciente no fumador. No tiene ningn problema para respirar
incluso cuando hace esfuerzos.
Proceso actual: intubado y con ventilacin mecnica. Vas
respiratorias permeables. Secreciones escasas, fluidas y
blanquecinas.
2- Comer y beber
Domingo hace una dieta baja en calcio, oxalatos, cido rico,
protenas, sodio, con restriccin de lquidos. Habitualmente
come en casa. Pesa 70 Kg y mide 1,80 cm aproximadamente.

Proceso actual: recibe nutricin parenteral total.


3- Eliminar
Sometido a hemodilisis desde 1992. Hbito de eliminacin
intestinal diario, de consistencia blanda y sin esfuerzos.
Proceso actual: est siendo sometido a hemodilisis con buena
tolerancia. No ha realizado ninguna deposicin desde su ingreso
en UCI.
4- Moverse y mantener posturas adecuadas
No suele hacer mucho ejercicio pero procura caminar
diariamente 1 hora por la zona donde vive, ya que aprovecha
para sacar a pasear al perro. Se cansa con facilidad.
Proceso actual: encamado; presenta edema y rigidez en las
extremidades inferiores. Al movilizarlo en la cama, realiza
gestos de dolor.
5- Dormir y reposar
Duerme unas 7 u 8 h (sueo reparador). Le gusta descansar un
rato por las tardes cuando puede. Dice que cuando est
preocupado por algo le cuesta conciliar el sueo.
Proceso actual: paciente sedado.
6- Vestirse y desvestirse
Le gusta cuidar su imagen y se define como presumido. Viste
ropa cmoda y deportiva.
Proceso actual: Totalmente dependiente en esta necesidad.
7- Mantener la temperatura corporal
Refiere ser bastante friolero, pero adaptarse bien a los cambios
de temperatura.
Proceso actual: La temperatura de la habitacin es de 22 C y
su temperatura actual es de 35 C.
8- Estar limpio y aseado, proteger los tegumentos
Se ducha diariamente y presenta un aspecto limpio y cuidado.
La piel la tiene seca (slo se pone crema hidratante cuando se
acuerda). Se lava los dientes dos veces al da despus de la
comida y la cena. Tiene dos fstulas arteriovenosas (una de ellas
inutilizada) que presentan buen aspecto. Tiene edemas
maleolares y abdomen distendido por ascitis.

Proceso actual: Tiene la piel plida, seca y escamosa (sobre


todo en las extremidades). Mucosa oral y labios secos. Incisin
quirrgica edematosa que supura lquido serohemtico.
9- Evitar los peligros
El paciente a su ingreso estaba consciente y orientado. Un poco
nervioso porque la anterior intervencin de trasplante no fue
bien. El mdico le ha informado sobre todas las dudas que se ha
planteado.
Sigue rigurosamente la dieta, aunque le cuesta. Se organiza
bien para asistir a las sesiones de dilisis y conoce
perfectamente los riesgos y complicaciones de este
procedimiento.
Proceso actual: paciente sedado.
10- Comunicarse
No presenta dficit sensoriales. Se define como persona
introvertida. Habitualmente comparte sus problemas con sus
padres.
Proceso actual: paciente sedado.
11- Actuar segn sus creencias y valores
Es catlico no practicante. Para l son muy importantes sus
padres porque dice que han sido el nico apoyo en este
proceso tan largo. Valora mucho la sinceridad y no le importa
lo que puedan opinar de l.
12- Realizarse
Trabaja en la empresa del padre, lo que le permite combinar
perfectamente el trabajo con sus sesiones de dilisis. Dice
haber tenido mucha suerte . Le gusta lo que hace y se siente
satisfecho.
13- Recrearse
Dice que no tiene muchas aficiones porque no tiene tiempo
libre. Le gusta llevar a pasear a su perro cada da, leer y dormir
cuando puede. No le gusta salir mucho y es bastante casero.
14- Aprender
Acab solo los estudios de EGB porque se puso a trabajar en la
empresa familiar y no le gustaba estudiar. Conoce
perfectamente el proceso de su enfermedad, el tratamiento y
las complicaciones. Dice que son muchos aos. Est motivado
para colaborar en sus cuidados.

Anlisis de los datos e identificacin de los problemas

El Sr. Domingo tiene 35 aos e ingresa en UCI para ser reintervenido de un doble trasplante hepato-renal. A las 36 horas
de la intervencin quirrgica, el paciente present inestabilidad
hemodinmica, cada del hematocrito, salida de lquido hemtico
por el silastic derecho y abdomen distendido y duro, por lo que
se decidi re-intervenir quirrgicamente. Tras la segunda
intervencin en la que se objetiv hemoperitoneo, el paciente
sigue anrico sin responder a la administracin de diurticos por
lo que se decidi iniciar la hemodilisis.
De los datos recogidos en la valoracin de las necesidades
bsicas, se destacan las siguientes manifestaciones:
Valoracin del preoperatorio:
Dice estar un poco nervioso porque el anterior trasplante no
haba ido bien.
Valoracin de proceso actual:
Paciente sedado, intubado y maquinado; anrico por lo que se
inicia sesiones de hemodilisis que son bien toleradas. La
incisin quirrgica est edematosa y supura lquido
serohemtico (temperatura axilar 35 C). La piel est plida,
seca y escamosa, labios y mucosa resecos, aunque presenta
edemas en extremidades inferiores. La musculatura y
articulaciones estn rgidas y hace gestos de dolor relacionados
con la movilizacin.

Plan de cuidados

Problemas de colaboracin
Los cuidados de enfermera se orientarn hacia la solucin de
los problemas reales o potenciales, as como las actividades ms
destacables en relacin con dichos problemas.
Riesgo de infeccin secundario a inmunosupresin y
procedimientos invasivos.
- Buscar signos de infeccin: Puntos de insercin y trayecto de
catteres. Aumento de la temperatura. Herida quirrgica: dolor
a la palpacin, enrojecimiento.
- Aspiracin de secreciones. Retirar sondas, drenajes y otros
dispositivos que no sean imprescindibles.
- Utilizacin de tcnicas aspticas en los procedimientos
invasivos: catteres, drenajes, herida quirrgica.
- Realizar cultivos
Riesgo potencial de deterioro de la movilidad fsica secundario
a la inmovilidad.

- Realizacin de movimientos pasivos en extremidades


superiores e inferiores.
- Mantener alineacin corporal.
- Revisar postura antiequino.
Riesgo potencial de afectacin de la integridad de la piel
relacionado con inmovilidad.
- Vigilar los puntos de presin o presin iatrognica.
- Utilizacin de colchn antiescaras.
- Realizacin de la higiene e hidratacin.
- Realizacin de movimientos pasivos en extremidades
superiores e inferiores y de cambios posturales.
- Mantener correcta alineacin y repartimiento del peso
corporal.
Riesgo potencial de afectacin de la mucosa bucal y/o
traqueal relacionado con tubo endotraqueal.
- Realizar higiene bucal e hidratar labios.
- Medir la presin del baln del tubo endotraqueal.
- Cambiar el punto de apoyo del tubo endotraqueal.
- Revisin de la fijacin del tubo, sobretodo en las comisuras
labiales.
Limpieza ineficaz de las vas areas relacionada con
intubacin y sedacin.
- Aspiracin de secreciones siempre que sea necesario.
- Realizacin de lavados bronquiales cada vez que lo precise
(colocacin de la cama a 35).
Riesgo de alteraciones hemodinmicas secundario al
tratamiento de hemodilisis.
- Control horario de constantes vitales.
- Balance horario de entrada y prdida de fluidos.
- Detectar precozmente signos de hipovolemia durante el
tratamiento: aumento de la frecuencia cardiaca y descenso de la
tensin arterial.
Hipotermia relacionada con intervencin quirrgica y shock
hipovolmico.
- Mantener la temperatura de la habitacin por encima de 22
C.
- Colocar manta elctrica.
Ansiedad relacionada con experiencias anteriores negativas
(rechazo del anterior trasplante hepato-renal).
- Utilizacin de las fuentes de informacin adecuadas sobre el
proceso quirrgico y el postoperatorio.
Dolor relacionado con herida quirrgica y movilizaciones.

- Administracin de frmacos analgsicos bajo prescripcin


mdica.
- Favorecer posiciones anatmicas que sean cmodas para el
paciente.

Conclusin

La evolucin de la situacin clnica de Domingo es muy


desfavorable, empeorando tanto la funcin renal como la
heptica. El estado hemodinmico es muy inestable, no
respondiendo a frmacos vasoactivos Todo ello condicionan el
proceso de los cuidados, requiriendo de mayor frecuencia de
controles, administracin de frmacos etc. A la vista de que el
pronstico es de un proceso irreversible se prepara a la familia,
facilitndole el acompaamiento a la muerte de Domingo, hecho
que se produce dos meses despus de la intervencin.

Bibliografa

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trasplante de rganos. Ed Panamericana 2004.
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plantea el cuidado del enfermo renal. 2ed. Masson.
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enfermera. New York: Interamericana Mc Graw-Hill
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6. Montserrat Sols. Enfermera en trasplantes. Ed DAE.
2005
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7. Muoz Poyato J. Manual de protocolos y procedimientos de
actuacin de enfermera nefrolgica. Entheos,
2001.
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8. Parra M L, Arias S, Esteban A. Procedimientos y tcnicas en
el paciente crtico. Masson 2003.
[ Links ]
Web selecionadas

http://www.seeiuc.com
http://www.medynet.com

http://db.doyma.es
http://www.nefron.com

MANEJO CLNICO DEL PACIENTE


TRASPLANTADO RENAL DE DONANTE VIVO

Federico Cofan y Jose-Vicente Torregrosa

Servicio de Nefrologa. Unidad Trasplante Renal. Hospital Clnico de


Barcelona. Espaa

Resumen.- Analizar el manejo clnico del paciente trasplantado renal con

un rin procedente de donante vivo. El TR de donante vivo sin


complicaciones quirrgicas tiene una frecuencia muy baja de necrosis
tubular aguda (NTA) que facilita enormemente el control clnico. El
esquema de seguimiento post-TR debe incluir: (1) Monitorizacin
hemodinmica; (2) Control clnico; (3) Monitorizacin del injerto renal:
funcin renal, diuresis, renograma isotpico y ecografa-Doppler; (4)
Tratamiento farmacolgico: analgesia, proteccin gstrica, profilaxis
antibitica; (5) Monitorizacin del tratamiento inmunosupresor: niveles de
inmunosupresores; (6) Monitorizacin digestiva; (7) Control del riesgo
cardiovascular; (8) Profilaxis infecciosa; (9) Osteodistrofia. En el TR de
donante vivo suele observarse una rpida normalizacin de la funcin
renal y un tiempo de hospitalizacin reducido. La presencia de una NTA
prolongada o una disfuncin renal del injerto deben obligar a realizar una
biopsia precoz del injerto.
Palabras clave: Trasplante renal. Donante vivo. Clnica. Monitorizacin.

Necrosis tubular aguda.

Summary.- To analyze the clinical management of the renal transplant

recipient from a kidney living donor. The renal transplantation (RT) from a
living donor without surgical complications has a very low frequency of
acute tubular necrosis (ATN) that facilitates enormously the clinical
control. The scheme of follow-up after-RT must include: (1)
Hemodynamic monitoring; (2) Clinical management; (3) Renal allograft
monitoring: renal function, diuresis, radionuclide imaging and ultrasound Doppler; (4) Pharmacological treatment: analgesia, gastric protection,
antibiotic prevention; (5) Monitoring of the immunosuppressive therapy;
(6) Digestive monitoring; (7) Control of the cardiovascular risk; (8)

Preventions infectious; (9) Osteodistrophia control. In living donor RT a


rapid normalization of the renal function and a time of hospitalization
reduced are observed. The presence of a long ATN or a renal dysfunction
of the graft must force to realize an early renal allograft biopsy.
Keywords: Living donor. Renal transplantation. Clinical medecine. Acute

tubular necrosis.

Correspondencia
Federico Cofan
Unidad Trasplante Renal
Hospital Clnico de Barcelona
C/ Villarroel, 170
08036-Barcelona (Espaa)
fcofan@clinic.ub.es

INTRODUCCIN
El manejo clnico del paciente receptor de un trasplante renal (TR) de
donante vivo no difiere excesivamente del paciente que ha recibido un injerto
renal de donante cadver. En el TR de donante vivo el manejo clnico suele
ser ms sencillo, fundamentalmente porque se trata de una intervencin
programada, con los beneficios que ello conlleva, entre los que cabe
destacar la escasa frecuencia de necrosis tubular aguda (NTA) posttrasplante. En este tipo de trasplante renal, habitualmente el paciente puede
ser dado de alta en la primera semana post-trasplante.
En este captulo comentaremos en primer lugar la evaluacin clnica inicial, la
posterior monitorizacin de los diferentes parmetros que hay que vigilar en
el periodo post-trasplante y finalmente analizaremos la evolucin del
trasplante con las circunstancias que pueden presentarse en este perodo.
EVALUACIN CLNICA INICIAL
Despus de la intervencin quirrgica, es aconsejable que el paciente
permanezca en el rea de reanimacin entre 6-8 h. La finalidad es realizar un
mejor control hemodinmico y respiratorio del paciente, vigilar los drenajes y
detectar complicaciones quirrgicas precoces. Despus de este perodo, si el
estado del paciente es adecuado, se podra trasladar a la sala de
hospitalizacin convencional.
Hay que revisar la hoja anestsica con el fin de obtener informacin del
balance de lquidos, confirmar la administracin intraoperatoria de los
inmunosupresores y detectar hipotensiones o prdidas hemticas anmalas.
Tambin hay que revisar el informe quirrgico para obtener datos tcnicos de
la intervencin (ciruga de banco, anastomosis vascular, tiempo de isquemia
caliente, anastomosis de la va urinaria). En la prctica clnica el mejor
parmetro es la informacin directa y oral del cirujano obtenida tras el
trasplante en relacin a incidencias tcnicas remarca- bles, al aspecto del
rin tras el desclamapaje (color, turgencia) y la presencia de diuresis
intraoperatoria. Esta informacin tiene gran valor en el manejo clnico inicial
post-trasplante.

MONITORIZACIN
El seguimiento clnico del paciente trasplantado renal de donante vivo exige
el control de diferentes parmetros (Tabla I).

1-MONITORIZACIN HEMODINMICA
Constantes (TA, FC, t, FR) desde el post-TR hasta el momento del
alta. La periodicidad en el nmero de tomas se va espaciando con los
das de evolucin. En las primeras horas se toman cada 1-3 horas y
posteriormente cada 4h, 6h y 8 h.
Determinacin PVC cada 8 horas durante el primer da. Es til para
manejar la sueroterapia.
Vigilancia de los drenajes (redon y sylastic) y aspecto de los apsitos.
Se realiza de forma estricta durante las primeras 24 horas para descartar
un sangrdo post-quirrgico. Posteriormente cada 8-24 h hasta su
retirada.
Control de la sonda urinaria. Aspecto bsico en el control post-TR. Se
trata de evaluar la existencia de hematuria (intensidad, presencia de
cogulos, obstruccin de la sonda) o espasmos vesicales. Se realizar
de forma simultnea con la determinacin de constantes y ante la
demanda del paciente (dolor hipogstrico, polaquiuria intensa).
En caso de duda de la permeabilidad de la sonda se realizarn lavados
vesicales (instilacin por sonda de 50 cc de suero fisiolgico con
aspiracin posterior).
Eventualmente, con la presencia de hematuria macroscpica con
cogulos y obstruccin de la sonda urinaria se necesitar el tratamiento
oportuno (lavados vesicales con extraccin de cogulos, cambio de
sonda o incluso la colocacin de una sonda de tres vas con la instilacin
de lavados vesicales.
Se controlar el funcionamiento de la FAVI (fstula arteriovenosa de
dalisis). Eventualmente puede trombosarse durante la ciruga o el postTR inicial.

Se administrar la sueroterapia en funcin del ritmo de diuresis.


Inicialmente (primeras 8 horas) la reposicin es horaria y con un volumen
equivalente a la diuresis. Despus de este perodo inicial, y si el paciente
mantiene diuresis se suelen administrar unos 4.000 cc en las primeras 24
h (S.fisiolgico y S.glucosado). No obstante se van ajustando segn las
necesidades del paciente. Si no hay complicaciones en los das
siguientes y coincidiendo con la ingesta oral se van reduciendo los
sueros hasta su supresin a los 3- 4 das.
Tras la retirada de la sueroterapia, el paciente deber mantener una
ingesta hdrica oral adecuada a sus necesidades (1.5-2 l /da)
2- CONTROL CLNICO
Evaluacin clnica: Durante el ingreso se realiza una evaluacin clnica
diaria (anamnesis y exploracin). La existencia de datos patolgicos
obligar a proseguir en su diagnstico con los mtodos apropiados.
Movilizacin: En general se mantiene reposo en cama las primeras 24
h. La movilizacin se inicia de forma precoz (a partir de las 24 h) y de
modo progresivo
Fisioterapia respiratoria: A partir del primer da post-TR se incentivarn
las maniobras respiratorias.
Se practicar una ecografa abdominal completa coincidiendo con la
primera ecografa renal para descartar patologa asociada.
3-MONITORIZACIN DEL INJERTO RENAL
Analtica completa de sangre y orina inicialmente cada 24 h y
posteriormente cada 48 h.
Control del volumen de diuresis. Inicialmente cada 8 horas los primeros
2-3 das y despus cada 24 h.
Control del drenaje perirrenal. El dbito desproporcionado de un lquido
seroso obligar a descartar una fstula urinaria o un linfocele. El dbito
hemtico obligar a descartar una hemorragia.
En el 1 da post-TR inicial es aconsejable realizar un renograma
isotpico MAG3. Si el paciente presenta diuresis inmediata con
progresiva mejora de la funcin renal, no ser necesario repetir la
exploracin. En caso de oliguria post-TR, se repetir la exploracin cada
3-5 das ya que permite cuantificar la mejora o empeoramiento de la
perfusin renal.
Durante el 2 da post-TR tambin es aconsejable realizar una ecografa
renal y estudio Doppler de los vasos intrarrenales y la arteria renal
principal. Proporciona informacin de la ecoestructura renal,
vascularizacin, va urinaria y colecciones perirrenales. Representa una
exploracin bsica y primordial en la monitorizacin del TR. Si no existen
hallazgos patolgicos y la evolucin clnico-funcional es correcta,
tampoco es es imprescindible repetir la exploracin.
La biopsia renal del injerto permite el estudio histolgico del injerto
renal. En situacin de una NTA prolongada debe realizarse de forma
sistemtica a los 10-14 das para descartar un rechazo agudo subclnico.

Se realiza bajo control ecogrfico. Est indicada para confirmar un


rechazo agudo, en situaciones de deterioro no explicado de la funcin
renal o ante una proteinuria progresiva.
4-TRATAMIENTO FARMACOLGICO
La analgesia se pueden realizar mediante catter peridural (Metadona
4-6 mg/8 h peridural) durante las primeras 24h alternando con
Paracetamol ev (1 gr/8h iv). Esta pauta es suficiente en la mayor parte de
los casos. Eventualmente pueden utilizarse la Bupremorfina (1/2-1 cada
8 h sbc). Es aconsejable evitar los AINES por el riesgo de
nefrotoxicidad).
Proteccin gstrica: Ranitidina 50 mg/12 iv (2-3 d) y posteriormente va
oral (150 mg/12h). En caso de antecedentes de ulcus duodenal o en
pacientes sintomticos se aconseja pantoprazol (40 mg/24 h vo/iv).
El tratamiento diurtico se utilizar para forzar la diuresis en las
siguientes circunstanacias: Presencia de necrosis tubular aguda (NTA)
oligrica y especialmente en situaciones de sobrepeso (fenmeno
habitual en los primeros das post-TR). Se emplea furosemida a dosis
variables (20-80 mg /4-6-8-12h iv o en perfusin continua en casos
severos 250-500 mg/24h iv).
La hipocalcemia (Calcio inico < 1) se tratar con Gluconato Clcico (12 viales/8h iv) aunque suele resolverse durante las primeras 24-48 h.
Profilaxis de trombosis venosa profunda. Se suele reservar para
pacientes obesos o que precisan encamamiento prolongado o en
pacientes con riesgo de enfermedad tromoboemblica. Se realiza con
heparina de bajo peso molecular.
El tratamiento hipotensor se individualizar en funcin de las
necesidades del paciente. No es infrecuente tener que prescribir
hipotensores a lo largo del ingreso hospitalario (especialmente si el
paciente ya tenia antecedentes de hipertensin). Se emplean
habitualmente: antagonistas del calcio (amlodipino, lercanidipino,
nifedipina retardada), diurticos (furosemida), Beta-bloqueantes
(bisoprolol, atenolol) o alfabloqueantes (doxazosina). En el postoperatorio inicial se intentar evitar los IECA o ARAII por el riesgo de
disfuncin renal o el diltiazem o verapamil por la interaccin con la
ciclosporina/tacrolimus.
En caso de anemia asintomtica y a la espera que el injerto renal inicie
la produccin endgena de eritropoyetina, se puede administrar de forma
exgena eritropoyetina recombinante y ferroterapia.
La medicacin habitual del paciente en dilisis se suspende en el postTR a excepcin de aquellos tratamientos imprescindibles (antiepilpticos,
antianginosos, hormonas tiroideas, etc).
5-MONITORIZACIN DEL TRATAMIENTO INMUNOSUPRESOR
Se realizar la prescripcin de los frmacos inmunosupresores de
forma individualizada y siguiendo los protocolos individualizados. En
nuestro centro el protocolo habitual es: Basiliximab-tacrolimusmicofenoleato mofetil-esteroides. En pacientes de alto riesgo
inmunolgico (hiperinmunizados o retrasplantes con prdida del injerto

previo en el primer ao) se emplea cudruple terapia (Timoglobulinatacrolimus-micofenolato- esteroides). Si el donante vivo tiene edad
avanzada (> 60aos) se utiliza basiliximb-sirolimus-micofenolato mofetilesteroides.
La monitorizacin de los inmunosupresores constituye una herramienta
primordial en el tratamiento del trasplante. Existe un estrecho margen
terapetico entre la toxicidad y el riesgo de presentar un rechazo. Por
otra parte existe una elevada variabilidad interindividual para las mismas
dosis que obliga a monitorizar el tratamiento.
El tratamiento inmunosupresor se monitorizar de forma habitual cada
24-72h. para ajustar la dosis ms adecuada para el paciente. La
situacin funcional del injerto tambin influye en los niveles deseados.
Se pueden monitorizar los siguientes frmacos: ciclosporina, tacrolimus,
cido micofenlico y rapamicina.
El protocolo bsico consiste en la determinacin valle pre-dosis del
frmaco (Cmin) en Ciclosporina, Rapamicina, Tacrolimus, Ac.
Micofenlico y determinacin a las 2 horas (C2) de la administracin para
mejor ajuste de los valores de Ciclosporina.
Actualmente se puede realizar un perfil farmacocintico del tratamiento
inmunosupresor. La utilidad reside en que el rea bajo la curva y la Cmax
se han relacionado con la eficacia inmunosupresora con una sensibilidad
mayor que la Cmin (niveles valle predosis) no obstante, no se suele
realizar de rutina.
6-MONITORIZACIN DIGESTIVA
Se realizar un control del peristaltismo intestinal con el objeto de iniciar
precozmente el tratamiento inmunosupresor.
A las 12 h se inicia la tolerancia a lquidos. Posteriormente se instaura
de forma progresiva una dieta lquida-gstrica-normal.
En general en la mayor parte de los pacientes la dieta es hiponatremica.
En situacin de insuficiencia renal se controlar la ingesta de potasio y la
cantidad de protenas.
Se controlara el ritmo deposicional. Al inicio suele presentarse un
estreimiento fisiolgico.
7-MONITORIZACIN RIESGO CARDIOVASCULAR
En el momento actual est perfectamente demostrado que el paciente
trasplantado renal presenta un elevado riesgo cardiovascular (CV) que
conviene detectar precozmente. El conocimiento del riesgo
cardiovascular del paciente en el periodo post-TR inicial va a permitir
instaurar de forma precoz un tratamiento enrgico de los factores de
riesgo CV.
Se determinar un perfil lipdico completo (colesterol, triglicridos,
cHDL, cLDL) antes del alta.

La determinacin de un perfil lipdico complejo (Apo-AI, Apo-B, Lp(a).


Homocisteina) se realizar en pacientes con un trastorno lipdico
conocido o para evaluar mejor el perfil lipdico en pacientes de alto riesgo
cardiovascular.
8- PROFILAXIS DE ENFERMEDADES INFECCIOSAS
A pesar de conocer el status serolgico antes del trasplante (lista de
espera), se realiza una nueva determinacin el mismo da del trasplante
para conocer eventuales modificaciones. En el momento del ingreso se
analiza: HBsAg, VHC, RNA-VHC, VIH, IgG e IgM CMV, IgG-VEB, IgGToxoplasma, IgG-VHS y les).
Se realiza la determinacin sistemtica del antgeno del citomegalovirus
(CMV pp65) de forma semanal durante el ingreso.
La profilaxis del CMV se realizar a todos los pacientes de alto riesgo
D+/R- (6 meses) y a los pacientes que han recibido anticuerpos
antilinfocitarios mono o policlonales (3 meses).
Tras la retirada de la sonda vesical se realizar un urocultivo y se
iniciar tratamiento con co-trimoxazol (1/24-48h) durante 6 m. Este
frmaco acta como profilaxis de las infecciones urinarias y de la
infeccin por Pneumocistis carinii.
Se realizar profilaxis candidisica con nistatina y/o fluconazol
nicamente en pacientes diabticos o de edad avanzada que hayan
requerido dosis elevadas de esteroides.
La profilaxis de la tuberculosis (isoniazida) se realizar en pacientes con
antecedentes previos de tuberculosis (aunque haya sido correctamente
tratada) o con PPD positivo
9-MONITORIZACIN OSTEODISTROFIA
La prdida de masa sea se produce especialmente en los primeros 6
meses post-TR que puede condicionar un riesgo de fractura y
aplastamientos vertebrales. El conocimiento del grado de osteopenia o
osteoporosis pos-TR permitir instaurar medidas profilcticas selectivas.
Se debera de realizar una densitometra sea previa al trasplante. El
diagnstico de osteopenia u osteoporosis obligar a realizar medidas
profilcticas (calcio, vitamina D y bifosfonatos). Del mismo modo deber
conocerse los valores sricos de PTHi y Ca/P antes del alta.
EVOLUCIN DEL TRASPLANTE RENAL
La evolucin habitual se caracteriza por una progresiva mejora en la
condicin clnica del paciente con una rpida evolucin hacia la
normalizacin de la funcin renal. En lneas generales, nos podemos
encontrar fundamentalmente con tres situaciones:
a) pacientes con excelente funcin renal.
Es la situacin ideal, y de hecho la ms frecuente (ms del 90% ) en el
trasplante de donante vivo. La diuresis es excelente, no existen
requerimientos de dilisis y la funcin renal se normaliza rpidamente

alcanzando valores normales en los primeros das pos trasplante. En


estas circunstancias, no se requieren excesivos controles excepto
constantes vitales, volumen de diuresis, bioqumica sangunea y valores
sricos de anticalcineurnicos (en el caso de que estos estn incluidos en
el protocolo inmunosupresor)
b) pacientes con moderada disfuncin renal.
En estos pacientes, la evolucin suele ser con mantenimiento de diuresis
y una lenta mejora de la funcin renal. Si la funcin renal mejora
progresivamente, aunque de manera lenta, no se suelen requerir otros
controles diferentes a los del apartado anterior. Probablemente
necesitaremos estudios complementarios (Ecografa y/o Renograma) en
el caso de que la funcin renal se estabilice en valores superiores a la
normalidad o muestre algn moderado deterioro. En estos casos habr
que descartar alguna moderada obstruccin o tambin toxicidad por
anticalcineurnicos.
c) pacientes con retraso de la funcin del injerto (necrosis tubular
aguda).
La necrosis tubular aguda (NTA) post-trasplante se define como la
necesidad de dilisis en la primera semana post-trasplante debido a un
estado de oliguria o anuria con persistencia de la insuficiencia renal. Si
bien es una complicacin relativamente frecuente en el trasplante renal
de donante cadver, es muy excepcional en TR de donante vivo.
Existen una serie de factores de riesgo que pueden predecir la aparicin
de NTA (Tabla II). Los ms importantes son el tiempo de isquemia
prolongado, la edad avanzada del donante o receptor y la hipotensin.
Estos factores son aditivos y se potencian entre s. Se manifiesta por
oliguria o anuria que aparece generalmente en las primeras 24 horas
post-trasplante. La existencia de NTA dificulta el manejo clnico del
paciente ya que requiere realizar hemodilisis, requiere ms
exploraciones complementarias para la monitorizacin de la NTA,
dificulta el diagnstico del rechazo agudo sobreaadido, alarga el tiempo
de hospitalizacin e incrementa el coste del TR. La NTA se resuelve
espontneamente en menos de 15 das en la mayora de los casos,
aunque excepcionalmente puede prolongarse durante varios meses. La
recuperacin se caracteriza por un incremento progresivo de la diuresis
que permite suspender la dilisis seguido de una recuperacin de la
funcin renal hasta valores normales.

La presencia de anuria o oliguria en un paciente con factores de riesgo y


con una adecuada hidratacin permite el diagnstico clnico de NTA. Sin
embargo es necesario realizar, en las primeras 24 horas post-TR, una
ecografa renal (que descarta la obstruccin urolgica) y un estudio
isotpico para demostrar la presencia de vascularizacin intrarrenal. El
estudio isotpico mediante renograma con MAG3 es una tcnica muy til
en la monitorizacin de la NTA ya que permite observar la recuperacin
de la NTA y facilita el diagnstico de sospecha del rechazo. Cuando la
oliguria se prolonga ms de 10-14 das, es necesario realizar una biopsia
renal percutnea para descartar el rechazo agudo sobreaadido. La NTA
se ha implicado como un factor favorecedor del rechazo agudo y del
desarrollo a largo plazo de la nefropata crnica del injerto.
La medida ms eficaz es su prevencin, siendo el ms importante la
reduccin del tiempo de isquemia fra. Una vez instaurada es necesario
evitar la administracin precoz de anticalcineurinicos ya que se ha
demostrado que retrasan la recuperacin de la funcin renal. Para ello es
til la administracin de una terapia secuencial con globulina
antilinfocitaria.
CONCLUSIN
Podemos decir que, el trasplante renal de donante vivo presenta una
manejo clnico similar al de cualquier trasplante renal con la ventaja de
que el nmero de posibles complicaciones es menor, siendo excepcional
la necrosis tubular aguda.

BIBLIOGRAFIA y LECTURAS RECOMENDADAS (*lectura de inters


y **lectura fundamental)
**1. WHO, Y.M.; JARDINE, A.G.; CLARK, A.F. y cols.: "Early graft
function and patient survival following cadaveric renal transplantation".
Kidney Int., 55: 692, 1999.
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**2. SHOSKES, D.A.; HALLORAN, P.: "Delayed graft function in renal
transplantation: etiology, management and long-term significance". J.
Urology, 155: 1831, 1996.
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prolonged delayed graft function reduces kidney allograft survival".
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4. MENGER, M.D.: "Microcirculatory disturbances secondary to
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on specific and non-specific early late chronic events alter organ
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Cecka, J.M.; Terasaki, P.I. (eds). Clinical Transplants . Los Angeles CA:
UCLA Tissue Typing Laboratory,( pp 1-16), 1999.
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changes alter inicial ischemia/ reperfusion injury by blocking early selectin
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y cols.: "Effects of brain death on donor organ quality: endothelial cell
activation and predisposition for ischemia/reperfusion damage in
transplantation". Transplantation, 65: 95, 1998.
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10. NOVITZKY, D.: "Detrimental effects of brain death on the potential
organ donor". Transplant Proc., 29: 3770, 1997.
[ Links ]

Soporte nutricional tras el trasplante


renal
Un estricto programa nutricional aplicado antes del trasplante a los pacientes
en dilisis ayuda a prevenir complicaciones tras la intervencin

Por MAITE ZUDAIRE

19 de septiembre de 2008

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Imagen: Paul Grant

Se estima que el trasplante renal es el tratamiento de eleccin para un 30-50% de las


personas que padecen insuficiencia renal crnica terminal y que estn asistidas por
dilisis. Con respecto a la dietoterapia, la prdida lenta, progresiva e irreversible de la
funcin renal obliga a los pacientes a seguir unas indicaciones dietticas estrictas (control
de protenas, potasio, fsforo y sodio) para prevenir mayores complicaciones y para
mantener durante el mayor tiempo posible y de la mejor manera la funcin renal.
Tras el injerto, las principales complicaciones que no tienen que ver con la ciruga estn
asociadas a la presencia de factores de riesgo cardiovascular (hiperlipemia, hipertensin
arterial) y al riesgo mayor de infecciones. En todas estas situaciones, la dieta juega un
papel esencial tanto en su tratamiento coadyuvante como en su prevencin.

Primer paso: evaluacin nutricional pretrasplante


Una valoracin nutricional exhaustiva permite identificar una desnutricin que, si se
mantiene tras el trasplante, compromete la supervivencia
La evaluacin del estado nutritivo del paciente receptor de un trasplante de rin es
esencial ya que puede mejorar sustancialmente los resultados de la intervencin. Una
nutricin adecuada previa al trasplante sirve de refuerzo al sistema inmunitario para hacer
frente a las infecciones oportunistas, y tambin para superar con ms fortaleza los efectos
secundarios -relativamente frecuentes- tanto de la intervencin quirrgica como de la
medicacin.
La valoracin nutricional exhaustiva que incluya la medicin de variedad de parmetros
(antropometra, anlisis de la composicin corporal -masa grasa, masa magra-historia
clnica y diettica, pruebas de laboratorio, entre otros), permite identificar a tiempo una
desnutricin, que si se mantiene tras el trasplante compromete seriamente la
supervivencia.

La insuficiencia renal crnica conduce a una prdida lenta, progresiva e irreversible de la


funcin renal, y obliga a los pacientes al tratamiento sustitutivo con dilisis y, en ocasiones,
a un trasplante renal. El control estricto de las protenas, el fsforo, el potasio y el sodio en
la dieta de los pacientes con insuficiencia renal crnica, as como la disminucin en la
absorcin intestinal de hierro asociada al trastorno, conduce en muchos casos a una dieta
deficiente que tiene su expresin en el desarrollo de desnutricin proteico-energtica, y
tampoco es infrecuente la anemia ferropnica. Esto explicara la elevada prevalencia de
desnutricin en personas con insuficiencia renal crnica.
En el polo opuesto est la obesidad, que tambin se debe tratar antes de la intervencin,
dado que de otra manera puede disminuir la funcin del injerto y la supervivencia tras el
trasplante.
En esta etapa previa al trasplante, el especialista, junto con el dietista, tras la evaluacin
nutricional, estimarn la necesidad de aadir un complemento nutricional a la dieta en
forma de ms vitaminas y minerales, ms energa; en caso de que la dieta del paciente no
se ajuste a sus requerimientos, o en funcin de la fase y el tipo de insuficiencia renal.

Nutricin inicial postrasplante


La clave durante lo que se considera la fase aguda postrasplante es garantizar la nutricin
ptima del sistema inmunitario para prevenir las infecciones oportunistas, promover la
cicatrizacin de las heridas y apoyar las demandas del organismo, superiores tras el estrs
metablico que supone hacer frente a una intervencin quirrgica.
El aporte de aminocidos esenciales por medio de los alimentos de alta calidad proteica
como son carnes, pescados, huevos y lcteos es primordial. Los aminocidos sirven al
anabolismo, es decir, promueven la recuperacin de los tejidos daados durante la
intervencin quirrgica, la cicatrizacin de las heridas y nutren al sistema inmunitario. En
algunos casos se pauta la ingesta de complementos dietticos especficos de aminocidos
esenciales.
Una de las complicaciones no quirrgicas que suceden los primeros das de convalecencia
tras el trasplante es la fiebre provocada en muchas ocasiones por diversas infecciones (de
la herida o del tracto urinario, entre otras). Segn datos estadsticos, ms del 90% de las
infecciones suceden en el primer mes tras el trasplante. La elevacin de la temperatura
suele acompaarse de una disminucin del apetito y de mayor sudoracin, por lo que
habr que garantizar el aporte de lquidos para evitar que se agrave an ms el estado de
fiebre. Para estos casos se tendrn a mano todo tipo de alimentos apetecibles, fciles de
tomar y nutritivos como son zumos, leche, batidos, yogures, flanes, natillas..., adems de
agua.
La hiperglucemia, o aumento de los niveles de glucosa en plasma, tambin es una
situacin relativamente frecuente tras el trasplante (e incluso antes); muchas veces por la
alteracin metablica previa al trasplante y otras, como efecto secundario de los

medicamentos inmunosupresores. El consumo racionado y racional de los azcares y de


los alimentos dulces, as como una adecuada distribucin en las distintas comidas del da,
de los alimentos ricos en carbohidratos (pan, arroz, pasta, patatas, legumbres) es esencial
para controlar la glucemia y evitar la elevacin brusca del azcar en sangre.
A medida que la funcin renal comienza a funcionar, la dieta no tiene por qu ser
necesariamente tan estricta, si bien se ha de seguir una alimentacin sana de prevencin
cardiovascular. Por otra parte, la medicacin con corticoides, que se suele emplear para
frenar el rechazo, lleva asociado un aumento de la retencin de lquidos y del apetito, que
conduce a un incremento del peso corporal. Esta circunstancia deber ser tratada con el
plan diettico ms adecuado, una vez que se han superado las complicaciones de la fase
aguda postrasplante.

Dieta de prevencin cardiovascular


Gran parte de las complicaciones asociadas al riesgo cardiovascular estn relacionadas
con la medicacin inmunosupresora para prevenir o tratar el rechazo. Por tanto, el
planteamiento diettico cardiosaludable antes y despus del injerto va a ser decisivo para
lograr una mejor calidad de vida y mayor probabilidad de vivir mucho aos.
Por otra parte, existe una alta prevalencia de hipertensin arterial en personas con
insuficiencia renal crnica, trastorno que hay que tratar antes del trasplante
adecuadamente con medicamentos, si fuera preciso, y con dieta, para no comprometer
ms la funcin renal. Los anlisis bioqumicos suelen mostrar con frecuencia niveles
elevados de triglicridos y, a menudo, bajos de HDL colesterol (colesterol bueno). Como
primera instancia se tratar de aumentar con la dieta el HDL colesterol y de mantener a
raya la hipertensin arterial.
En el mbito nacional, los resultados del estudio intervencin PREDIMED, "Efectos de la
dieta tipo mediterrneo en la prevencin primaria de la enfermedad cardiovascular",
confirman la evidencia que se tiene en todo el mundo del papel protector de la
alimentacin en la enfermedad cardiovascular. En esta investigacin se constata cmo, en
comparacin con una dieta baja en grasa, la dieta mediterrnea (abundante en pan, pasta,
verduras, ensaladas, legumbres, frutas, con un mayor consumo de pescado y aves que de
carnes rojas), complementada con aceite de oliva y/o frutos secos tiene efectos
beneficiosos sobre los factores de riesgo cardiovascular. Por tanto, esta ser la directriz en
cuanto a tratamiento diettico que se seguir como prevencin cardiovascular

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