Comentario de la carta a
los Filipenses 
  
Introduccin 
  
No  se  inquieten  por  nada;  mas  bien,  en  toda  ocasin,  con  oracin  y  ruego, 
presenten  sus  peticiones  a  Dios  y  denle  gracias.  Y  la  paz  de  Dios,  que 
sobrepasa todo entendimiento, cuidar sus corazones y sus pensamientos en 
Cristo Jess. Filipenses 4:6-7 
  
omo cristianos, nos esforzamos por seguir esta amonestacin. No obstante, 
podemos  seguir  estando  infelices,  desanimados  y  algunas  veces  hasta 
deprimidos.  Sabemos  que  algunos  problemas  mdicos  y  desbalances 
qumicos contribuyen a la depresin, pero cualquiera que sea la causa del 
desnimo y la depresin, una cosa es cierta, la paz de Dios que sobrepasa 
todo  entendimiento  no  es  producto  de  circunstancias  externas.  Aunque  nos 
parezca  que tenemos todos  los  elementos  que producen  felicidad,  humanamente 
hablando, podemos seguir estando infelices. 
Por  otro  lado,  todos  probablemente  conocemos  cristianos  que 
aparentemente  no  tienen  razn  para  estar  felices,  pero  parecen  estar  siempre 
genuinamente  felices.  La  Biblia  nos  relata  historias  de  personas  que  fueron 
perseguidas  y  torturadas,  pero  estaban  alegres  a  pesar  del  hecho  de  que  estaban 
sufriendo.  Yo  creo  que  hay  una  diferencia  significativa  entre  lo  que  definimos 
como  felicidad  y  lo  que  la  Biblia  llama  gozo.  Normalmente  nosotros  pensamos 
de la felicidad como lo opuesto al dolor y el pesar. Pero el gozo no es as, puede 
experimentarse aunque estemos en intenso dolor y tristeza.  Podemos tener gozo 
a  pesar  de  las  circunstancias  externas.  De  hecho,  el  gozo  puede  fortalecernos  y 
enriquecernos an cuando atravesamos el dolor y las pruebas de la vida. El gozo 
es un fruto del Espritu Santo (Glatas 5:22). Nuestra nueva vida en Cristo nos da 
el gozo de confiar nuestra vida al amoroso Padre en el Cielo. 
Los cristianos no necesitamos demostrar cierta clase de emocin falsa para 
tratar  de  probar  a  otros  que  Dios  est  trabajando  en  nuestras  vidas.  Tampoco 
C 
necesitamos  actuar  como  payasos  de  circo  con  mscara  y  sonrisas  pintadas  en 
nuestra  cara,  preocupados  por  que  todos  vean  que  estamos  gozosos.  El  gozo  no 
es  una  felicidad  externa  basada  en  sentimientos  que  tenemos  hoy  y  se  van 
maana. El gozo es un don sobrenatural basado en la experiencia sobrenatural de 
nacer  de  nuevo  espiritualmente.  El  gozo  viene  de  una  fuente  sobrenatural.  El 
gozo viene de nuestro caminar diario con Cristo Jess.  
En Juan 15, Jess explic que l es la vid y que nosotros somos las ramas. 
l  es  la  fuente  de  nuestro  gozo,  l  nos  dice  que  tenemos  este  gozo  si 
permanecemos  en  l,  conectados  a  l.  l  nos  da  vida.  El  gozo  que  tenemos  en 
Cristo es como el mar: seguro, sereno, profundo y poderoso.  Las cosas de la vida 
que  pueden  hacernos  felices  externamente  y  momentneamente  son  ms 
parecidas a un ro rpido que entra y sale rpidamente de nuestras vidas. 
Es  maravilloso,  naturalmente,  experimentar  felicidad  cuando  celebramos 
el  nacimiento  de  un  nio,  un  aniversario,  una  promocin  o  trasladarse  a  una 
nueva casa. Podemos ser felices cuando estamos con amigos, cuando disfrutamos 
de una comida y cuando terminamos un proyecto en el que hemos trabajado por 
largo  tiempo.  Nuestros  hijos  pueden  ser  felices  cuando  termina  la  escuela  y  a 
veces  nosotros  somos  felices  cuando  regresan  a  la  escuela!  Pero  el  gozo 
espiritual va ms all de la simple felicidad. Cuando estamos en  Cristo, su gozo 
est  siempre  en  nuestras  vidas,  ya  sea que nos  acaban  de  despedir  del  trabajo  o 
nos  ascendieron,  ya  sea  que  hayamos  comido  una  deliciosa  comida  o  que 
estemos hambrientos, ya sea que nos sintamos bien o nos sintamos mal. 
La  carta  de  Pablo  a  los  Filipenses  ha  sido  llamada  la  epstola  del  gozo 
porque refleja ricamente el contentamiento y la paz que Dios ha producido en su 
vida. Pabla estaba prisionero en Roma cuando escribi esta carta. Pero, l no se 
senta  como  una  vctima  ni  se  queja  de  estar  prisionero  injustamente.  No  hay 
quejas,  slo  un  profundo  gozo.  Pablo  no  est  hablando  del  gozo  en  la  tierra  de 
nunca jams de los cuentos. Est en prisin y los filipenses estn experimentando 
persecucin  (3:2,  18).  Los  filipenses  estaban  aparentemente  experimentando 
dificultades  financieras  tambin.  Por  la  carta  de  Pablo  a  los  corintios  sabemos 
que  la  gente  en  Macedonia  (el  rea  en  que  estaba  ubicado  Filipos)  estaba 
sufriendo dificultades financieras. (2 Corintios 8:1-3). 
Pero, no solo Pablo estaba lleno de gozo, sino tambin los filipenses. Ellos 
eran la iglesia que comparta con Pablo en dar y recibir, enviando ayuda una y 
otra vez cuando l estaba en necesidad (4:15-16). La carta a los filipenses era un 
gracias  por  lo  que  ellos  haban  enviado  a  Pablo  por  medio  de  Epafrodito 
(4:18).   El  gozo  que se les haba dado  a los  filipenses y que ahora ellos  estaban 
compartiendo  con  otros,  no  estaba  basado  en  circunstancias  financiera 
confortables o en la ausencia de persecucin. El gozo espiritual no depende de la 
abundancia de las bendiciones fsicas. 
El  antiguo  pacto  inclua  una  lista  de  bendiciones  y  maldiciones, 
dependiendo  del  comportamiento  y  el  desempeo.  El  nuevo  pacto  que  Pablo 
describe como ms glorioso (2 Corintios 3:9) no est basado en lo que hacemos, 
est basado en lo que Cristo  ha hecho, est haciendo y continuar haciendo en 
nuestras vidas. Tenemos gozo porque slo Dios puede hacer lo que nosotros no 
podemos.  Slo  l  puede  suplir  las  necesidades  ms  profundas  de  nuestros 
corazones y almas, slo l puede darnos la nueva vida en Cristo, la vida eterna. 
As  es  como  los  filipenses  tenan  la  paz  de  Dios  que  sobrepasa  todo 
entendimiento (4:7). Por eso es que los filipenses no haban perdido de vista la 
meta  y  su  enfoque  estaba  en  Cristo.  Estaban  firmemente  conectados  a  la  vid, 
Cristo Jess. 
Hay  momentos  cuando  estamos  desanimados  temporalmente  y  an 
deprimidos. Hay momentos en que estamos solos, cuando perdemos una relacin, 
cuando  alguien  nos  traiciona  o  dice  chismes  de  nosotros.  Pero  podemos  tomar 
nimo de la enseanza de Pablo, que an en tiempos de preocupacin y ansiedad, 
Dios contina dndonos su paz y su gozo.