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Fábulas y Cuentos Cortos para Niños

El primer párrafo resume cuatro cuentos cortos. El elefante jugaba a las escondidas de pequeño pero creció mucho, la jirafa le hizo una manta para que pudiera seguir jugando. El asno se quedó dormido sobre el hielo y cayó al agua. Don Tomás compró cuatro burros pero sólo contó tres. Basilia quería calabazas pero tenía sueño. El segundo párrafo resume dos cuentos más. Toño quería ayudar a un hombre que vendía helados en la calle gritando. Los ratones

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18dejunio2009
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Fábulas y Cuentos Cortos para Niños

El primer párrafo resume cuatro cuentos cortos. El elefante jugaba a las escondidas de pequeño pero creció mucho, la jirafa le hizo una manta para que pudiera seguir jugando. El asno se quedó dormido sobre el hielo y cayó al agua. Don Tomás compró cuatro burros pero sólo contó tres. Basilia quería calabazas pero tenía sueño. El segundo párrafo resume dos cuentos más. Toño quería ayudar a un hombre que vendía helados en la calle gritando. Los ratones

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EL ELEFANTITO En la selva haba un elefantito al que le gustaba jugar. Lo que ms le gustaba era jugar a las escondidas.

Cuando creci era tan grande que no se poda esconder en ninguna parte. La jirafa le hizo una colcha de hojitas para que se escondiera. Los paps del elefantito lo buscaban por todos partes y no lo encontraban. Despus de mucho tiempo lo encontraron y se alegraron, pero ms se alegr el elefantito porque vio que si poda jugar a las escondidas.

EL ASNO Y EL HIELO

Era invierno, haca mucho fro y todos los caminos estaban helados. El asno, que estaba cansado, no se encontraba con ganas para caminar hasta el establo. iEa, aqu me quedo, ya no quiero andar ms se dijo, dejndose caer al suelo. Un hambriento gorrioncillo fue a posarse cerca de su oreja y le dijo; Asno, buen amigo, ten cuidado; no ests en el camino, sino en un lago helado. Djame, tengo sueo! Y con un largo bostezo, se qued dormido. Poco a poco, el calor de su cuerpo comenz a fundir el hielo hasta que, de pronto, se rompi con un gran chasquido. El asno despert al caer al agua y empez a pedir socorro, pero nadie pudo ayudarlo, aunque el gorrin quiso, pero no pudo.

LOS BURROS DE DON TOMS

Don Toms compr cuatro burros. Mont en uno y volvi a su casa. Por el camino los cont: uno, dos y tres. No contaba el que montaba. Ya en su casa, dijo a su mujer: Mira!, he comprado cuatro burros y traigo slo tres; me han robado uno. Qu raro! dijo la mujer. T no ves ms que tres, pero yo veo cinco

BASILIA

Buenos das, doa Prudencia! Buenos, Basilia, Qu se te ofrece? Podra regalarme unas calabacitas? Me estoy muriendo de hambre. No Basilia, slo me quedaron las que necesito para mi familia. Noms regleme unas poquitas. Se lo agradecer mucho. Est bien. Si me ayudas a barrer el patio te las dar. Gracias, doa Prudencia, mejor regreso otro da. Pues, No que te ests muriendo de hambre? S, pero tambin tengo sueo. Adis, seora!

LA GENEROSIDAD DE TOO

Mam, mam! Afuera grita desesperadamente un seor. Me das una moneda de cinco pesos para drsela? pidi Too a su mam. Con mucho gusto, hijo! Me agrada que seas tan generoso con tus semejantes. Pero, dime, quin es esa persona a quien t quieres ayudar? le contest la mam. Too, muy complacido, le dijo: asmate a la ventana, mami, y t misma podrs orlo. La mam se asom, y vio a un seor que pasaba por la calle gritando: Helados! Hay helados a cinco pesos! Ricos helados a cinco pesos!.

QUIN LE PONE EL CASCABEL AL GATO?

Habitaban unos ratoncitos en la cocina de una casa cuya duea tena un hermoso gato, tan buen cazador, que siempre estaba al acecho. Los pobres ratones no podan asomarse por sus agujeros ni siquiera de noche. No pudiendo vivir de ese modo por ms tiempo, se reunieron un da con el fin de encontrar un medio para salir de tan espantosa situacin. Atemos un cascabel al cuello del gato dijo un joven ratoncito, y por su tintineo sabremos siempre el lugar donde se halla. Tan ingeniosa proposicin hizo revolcarse de gusto a todos los ratones, pero un ratn viejo dijo con malicia: Muy bien, pero quin de ustedes le pone el cascabel al gato? Nadie le contest.

EL PERRITO Y EL HUESO

Erase una vez un perrito que encontr un hueso. Enseguida lleg un perro ms grande, que le gru, le ense los dientes, lo mir con ojos amenazadores y le quit el hueso. El perro grande quera comerse el hueso. Pero entonces lleg otro perro grande que tambin quera el hueso. Los dos perros grandes se pelearon gruendo, se ensearon los dientes y se miraron con ojos amenazadores. Se movan en crculo alrededor del hueso y cada uno quera echarle la boca al otro. Entonces el perrito se meti entre los dos perros grandes, agarr el hueso y sali corriendo. Los dos perros grandes no se dieron cuenta de nada. Seguan corriendo en crculo, gruendo, ensendose los dientes y mirndose con ojos amenazadores, i Pero ya no haba ningn hueso! Porque, a esas alturas, ya se lo haba comido el perrito.

EL HONRADO LEADOR

Haba una vez un pobre leador que regresaba a su casa despus de una jornada de duro trabajo. Al cruzar un puentecillo sobre el ro, se le cay el hacha al agua. Entonces empez a quejarse tristemente: Como me ganar el sustento ahora que no tengo hacha? Al instante Oh, maravilla! Una bella ninfa apareca sobre las aguas y dijo al leador: Espera, buen hombre, traer tu hacha. Se hundi en la corriente y poco despus apareca con un hacha de oro entre las manos. El leador dijo que aquella no era la suya. Por segunda vez se sumergi la ninfa, para aparecer despus con otra hacha de plata. Tampoco es la ma dijo el triste leador. Por tercera vez la ninfa busco bajo el agua. Al aparecer llevaba un hacha de hierro. Oh, gracias, gracias! Esa es la ma! Pero, por decir la verdad, yo te regalo las otras dos. Has preferido ser pobre y no mentir y te mereces un premio.

EL DELFN

Vive en el mar y tiene aletas, pero no se trata de ningn pez. Es un mamfero marino de la familia de los cetceos, al igual que la ballena, el cachalote y la orca. La hembra trae a sus cras al mundo tras doce meses de gestacin y las amamanta, al igual que ocurre en los humanos. El delfn es un animal sociable: le encanta jugar con sus congneres, y a menudo forma parte de grupos compuestos por un centenar de individuos. Estos animales se comunican entre s mediante un extenso repertorio de sonidos, silbidos y chillidos. Los cientficos llevan tiempo intentando descifrar este misterioso lenguaje, pero no lo han conseguido todava. La especie se encuentra a salvo de la extincin, pero las inmensas redes desplegadas por los pescadores en ciertas partes de los ocanos constituyen para ellos un peligro mortal, puesto que cada ao atrapan a miles de ejemplares que perecen asfixiados.

EL LEN Y EL RATN

Haba una vez un len que estaba en su cueva. Un ratn que corra, pas sin querer por encima de las garras del len. El len abri los ojos y agarr al ratn. Ya se lo iba a comer cuando el ratn le dijo: Por favor seor len, no me coma. Quin sabe si un da yo pueda ayudarlo. Al len le pareci una broma lo que dijo el ratn. Cmo poda un animal tan chiquito ayudar a un len tan grande como l? El len se ri y dej ir al ratn. Tarde o temprano yo lo ayudar, dijo el ratn. Unos das ms tarde, el ratn oy algo. Al acercarse vio que era el len. Llora porque est atrapado entre la cuerdas, se dijo. Enseguida el ratn se puso a trabajar. Al fin sac al len de entre las cuerdas. Cuando el len se vio en libertad, dijo muy contento: Qu maravilla de ratn! Desde entonces el len y el ratn fueron grandes amigos. El len aprendi que a pesar de ser chiquito se puede ser de gran ayuda.

LA VIDA EN EL AGUA

Todos los peces son ms densos que el agua, pero la mayora posee en sus cuerpos una pequea bolsa, que pueden inflar o vaciar de gas. Este gas lo obtienen del agua que los rodea. Si inflan su bolsa, los peces se van a la superficie. Si la vacan, se van al fondo, a la profundidad que ellos elijan. Esta bolsa se llama vejiga natatoria. Los atunes y los tiburones, que no poseen vejiga natatoria, estn condenados a nadar: continuamente para no irse al fondo del ocano.

LA CASITA DE PANCHO Haba una vez una casa en la esquina, que tena las ventanas verdes. All viva un ratn que se llamaba Pancho.

Un da sali de su escondite y muy decidido se fue a cazar gatos. Cuando lleg al pasillo se escondi detrs de un mueble grande que tena muchos cajones y esper a ver cuando llegaba el gato. Estando all escondido moviendo sus bigotes, se puso a pensar y dijo: -Anda, si los ratones no cazan gatos, es al revs!! Se asust mucho. Y le entr tanto miedo, que sali corriendo hacia su escondite. Pareca un coche de carreras iba a toda velocidad. Pancho es un ratn de lo ms despistado.

EL VIENTO Y EL SOL

El sol y el viento discutan para ver quin era el ms fuerte. El viento deca: Ves aquel anciano envuelto en una capa? Te apuesto a que le har quitar la capa ms rpido que t. Se ocult el sol tras una nube y comenz a soplar el viento, cada vez con ms fuerza, hasta ser casi un cicln, pero cuanto ms soplaba tanto ms se envolva el hombre en la capa. Por fin el viento se calm y se declar vencido. Y entonces sali el sol y sonri dulcemente al anciano. No pas mucho tiempo hasta que el anciano, acalorado, se quit la capa. El sol demostr entonces al viento que la suavidad y el amor de los abrazos son ms poderosos que la furia y la fuerza.

LOS DOS AMIGOS

Erase una vez dos amigos que paseaban por el bosque. De pronto, apareci un oso que quera atacarlos. Uno de ellos se subi a un rbol y se escondi, mientras que el otro se qued en el camino, se dej caer al suelo y simul que estaba muerto. El oso se acerc y lo olfate, pero l aguant la respiracin, as que el animal pens que estaba muerto y se fue. Cuando el oso se alej, baj del rbol y pregunt riendo a su compaero: - Qu te deca el oso al odo? - Me deca que quien abandona a un amigo cuando hay peligro es un cobarde.

CAMINANDO DE CABEZA Seguro que has visto caminar a las moscas cabeza abajo, por el techo de alguna habitacin.

Sabes por qu no se caen? Porque al final de sus patitas tienen un par de pequeas garras y, entre ellas, una almohadilla de pelos delgadsimos. Estos pelos estn cubiertos de una sustancia adhesiva. Las moscas la segregan por una glndula que tienen en el cuerpo. En una superficie rugosa, como la corteza de un rbol, la mosca se mantiene en equilibrio porque se sujeta fuertemente con sus garras. Y cuando camina por una superficie lisa, como el vidrio, esos pelos se cubren de dicha secrecin adhesiva, como especie de resistol fuerte y as se sostiene.

LOS CONEJITOS DE COLORES Haba una mam coneja que tena muchos conejitos. Todos eran muy blancos. Y tambin, como todos los nios eran muy juguetones y un poquito traviesos. As que siempre estaban jugando por el campo.

Pero un da todo el paisaje apareci tambin blanco. Haba nevado! y la mam coneja, cuando fue a buscar a sus pequeos no los poda encontrar porque como eran blancos, se confundan con la nieve. Entonces fue a buscar pinturas y pint a sus conejitos de todos colores. Ahora s poda verlos fcilmente jugando en la nieve blanca! Todo anduvo bien hasta que un da, al mirar al campo, no pudo encontrar nuevamente a sus conejitos queridos. Haba llegado la primavera con todo su esplendoroso colorido! Entonces llam a sus conejitos y uno a uno los lav y los volvi a dejar de su color natural, el blanco. Ahora los poda observar tranquilamente como corran por el florido campo. Estaba muy feliz. Hasta que un da, pasado el tiempo... volvi a nevar!... Y este cuento vuelve a comenzar...

LA GALLINITA ROJA

La gallinita roja viva en una casa con un cerdito, un gato, y una oveja.

Un da, ella se encontr unos granos de trigo y pregunt quin le iba a ayudar a plantarlos. Todos sus amigos dijeron, Yo No! Cuando la gallinita pregunto quin le iba a ayudar a cosechar el trigo, molerlo para hacer harina, y tambin hacer pan, todos contestaron, Yo No! As que la gallinita lo hizo todo solita. Cuando la gallinita pregunto quin le va ayudar a comer este pan delicioso, el cerdito, el gato y la oveja dijeron, Yo s! Entonces la gallinita dijo, pero ustedes no me ayudaron a hacer el trabajo. As que yo me los comer con mis pollitos

LOS ANIMALES Un ratn estaba descansando al pie de un rbol. De pronto le cay una fruta en la cabeza. El ratn sali corriendo, encontr a su amigo el conejo y le dijo:

-All estaba yo, y me ha cado encima una rama que por poco me mata. El conejo corri asustado, encontr a la ardilla y le dijo: -Por all, hace un momento, le ha cado al ratn un rbol encima! La ardilla ech a correr, encontr al cerdito y le dijo: -No vayas por all, que estn cayendo rayos y centellas! El cerdito encontr al chivo y le dijo: -Corre, corre, que por all hay un terremoto! Y as, uno tras de otro, todos los animales, asustados, corrieron como locos. Crean que se acababa el mundo.

RABITO BLANCO
Rabito Blanco era un conejito que mova sin cesar su rabito y haca un ruido as: Sess-sess, sess-sess!

Cuando sus padres oan el ruido de Rabito Blanco, se ponan muy contentos. Su hijito andaba por all. Pero un da sus paps no oyeron el ruido de Rabito Blanco. El conejito se haba escapado de casa. Le gustaba mucho corretear por el bosque. -No vayas solo al bosque -le decan todos los das-, porque si viene el Hombre Malo con su escopeta te puede matar. Le gusta mucho la carne de conejo, Rabito Blanco lleg al bosque. Aprovech unas hojarascas y empez a hacer una cueva. Al poco tiempo oy un ruido extrao. Dej de escarbar. Estir las orejas. Escuch con atencin y le pareci or estas palabras: -Te ca-za-r, te co-me-r! Muerto de miedo dio un salto y corri a su casa. Sus padres le esperaban llorando. Rabito Blanco les cont su aventura. Ellos escucharon con atencin y al final rieron a carcajadas. -Hijo mo -le dijo su padre-, lo que oste no deca: "Te caza-r, te co-me-r!", sino "Sess-sess, sess-sess!" Rabito Blanco se haba asustado de su propio rabito que no se estaba quieto nunca.

DOS GORRIONES Una vez dos gorriones se pararon en las ramas de una zarza que creca al lado de un campo de trigo maduro.

El gorrin mayor era el padre y enseaba a volar al gorrioncito ms chico, que era su hijo. De paso, le mostraba los lugares donde hallara mejores granos y semillas para comer. -Ves? -le deca-. Eso son espigas. Cada una tiene un montn de granos de trigo y, cuando son maduros, como ahora, espigamos alguno al vuelo. -Ay, ay, ay, padre! Mira aquel hombre en medio del campo, con los brazos extendidos... Nos habr visto... Querr matarnos... -Qu? Aquello tan mal vestido? Es un monigote para asustarnos. Lo llaman un espantapjaros. Pero a m no me espanta. Vas a ver. Sgueme. Y de un vuelo se plant, decidido, sobre el sombrero del espantapjaros.

EL LOBO Y EL CABRITO Al salir la cabra de su establo encarg a su hijo el cuidado de la casa, advirtindole el peligro de los animales que rondaban por los alrededores con intencin

de entrar a los establos y devorar los ganados. No tard mucho en llegar el enemigo: Un lobo horrible, amiguitos mos, un lobo!, que imitando la voz de cabra llam cortsmente a la puerta para entrar. Al mirar el cabrito por una rendija vio al feroz carnicero y, sin intimidarse le dirigi el siguiente discurso: - Bien s que eres nuestro mayor adversario y que, imitando la voz de mi madre, pretendes entrar para devorarme. Puedes marcharte, odiado animal, que no ser yo quien te abra la puerta. Sigue el consejo de tus padres y vivirs feliz toda la vida.

EL CONEJITO BURLN
Viva en el bosque verde un conejito dulce, tierno y esponjoso. Siempre que vea algn animal del bosque, se burlaba de l. Un da estaba sentado a la sombra de un rbol, cuando se le acerc una ardilla.

- Hola seor conejo. Y el conejo mirando hacia l le sac la lengua y sali corriendo. Que maleducado, pens la ardilla. De camino a su madriguera, se encontr con una cervatillo, que tambin quiso saludarle: - Buenos das seor conejo; y de nuevo el conejo sac su lengua al cervatillo y se fue corriendo. As una y otra vez a todos los animales del bosque que se iba encontrando en su camino. Un da todos los animales decidieron darle una buena leccin, y se pusieron de acuerdo para que cuando alguno de ellos viera al conejo, no le saludara. Haran como si no le vieran. Y as ocurri. En los das siguientes todo el mundo ignor al conejo. Nadie hablaba con l ni le saludaba. Un da organizando una fiesta todos los animales del bosque, el conejo pudo escuchar el lugar donde se iba a celebrar y pens en ir, aunque no le hubiesen invitado. Aquella tarde cuando todos los animales se divertan, apareci el conejo en medio de la fiesta. Todos hicieron como si no le vean. El conejo abrumado ante la falta de atencin de sus compaeros decidi marcharse con las orejas bajas. Los animales, dndoles pena del pobre conejo, decidieron irle a buscar a su madriguera e invitarle a la fiesta. No sin antes hacerle prometer que nunca ms hara burla a ninguno de los animales del bosque. El conejo muy contento, prometi no burlarse nunca ms de sus amigos del bosque, y todos se divirtieron mucho en la fiesta y vivieron muy felices para siempre.

POR QU RUGE EL MAR? Ana Lilia fue de vacaciones al mar. Todos los das nadaba en la playa y despus descansaban en la arena para descansar; entonces, al cerrar los ojos pensaba: Cunta agua tiene el mar y cmo suena! De pronto abri los ojos y vio el mar frente a ella y escucho su rugido interminable. Cuando regres a clases, le pregunt a su maestra: Por qu ruge el mar? sta respondi:

Imagnate una ola que se esta formando: viene, viene, crece, crece y se rompe, casi siempre, sobre otra masa de agua y la arena; entonces se escucha el rugido. Cuando la ola llega a su mxima altura y se voltea (est a punto de reventar) forma un hueco o cmara de aire que funciona como caja de resonancia y por esto el rugido el golpe de agua- se escucha con ms fuerza y claridad. El mar, Ana Lilia, se mueve constantemente y sus rugidos siempre se escuchan. Todava no acaba de romperse una ola cuando ya viene la otra y la que sigue y la que sigue, ya sean pequeitas o enormes. Es todo un concierto de rugidos marinos!

HIP, HIP, HIPO


Un da a Jos le dio hipo; estaba desesperado. Le pregunt a su mam que deba hacer para quitrselo; ella le dijo que hay muchos remedios caseros: que tomar agua a sorbitos, que tomar mucho agua con pimienta, que dejar de respirar un ratito. Jos los prob todos y nada, el hipo segua. Fue a preguntarle a su pap; l le dijo que con un buen susto se le quitaba y si no, que se pusiera de cabeza y as tomara agua. Qu difcil! pens Jos-, pero prob; prob con todos los remedios y nada: hip, hip, segua, pareca invencible.

Por la tarde lleg su prima Elba a visitarlos; ella es doctora y Jos le pregunt por qu se produce el hipo y cmo podra quitrselo. Elba le explico que el hipo aparece cuando se irritan unos nervios que llegan hasta el diafragma. Entonces ste se contrae y produce una brusca toma de aire que culmina en un ruido seco de las cuerdas vocales. La forma ms eficaz para que desaparezca es respirar bixido de carbono. Basta con que respires en una bolsa de papel, inspirando e exhalando el mismo aire. Debes tener cuidado, no lo hagas en una bolsa de polietileno porque podras ahogarte. Jos busc una bolsa de papel y sigui las instrucciones de su prima. Por fin, el hip, hip hipo desapareci!

ROCAS QUE VUELAN T seguramente has visto una estrella fugaz en una noche de verano. En realidad eso no es una estrella sino una roca gigantesca que vuela a travs del espacio. El calor que proviene de la friccin de dicha roca con nuestra atmsfera la hace brillar de tal manera que es fcil verla. Los meteoros son trozos de roca y hierro que alguna vez pertenecieron a la cola de una comete o a la masa encendida del Sol. Pueden estar dando vueltas en el cielo

por billones de aos; pero si se acercan suficientemente a la rbita de la Tierra, la fuerza de gravedad de sta los atraer irremisiblemente. La mayora de estas rocas se incendian antes de llegar a la Tierra, aunque algunas de ellas logran tocar la superficie terrestre rompindose en pedazos. A stas se les llama meteoritos; algunos de ellos quedan tan pequeos que podemos recogerlos y llevarlos de un lado a otro fcilmente. Son mucho ms duros que las rocas de la Tierra, pues por lo general contienen hierro, nquel y cobalto. Su color es caf o negro y su corteza est llena de agujeros. Si t crees haber encontrado uno de esos viajeros del espacio, llvalo con un experto para estar seguro. Un meteorito es una pieza rara y sera una valiosa adquisicin para cualquier coleccionista.

LAS PLANTAS CARNVORAS


Entre los numerosos colores de la vegetacin tropical destacan algunos que corresponden a plantas o flores notablemente atractivas. Estas plantas atraen como imn a los insectos. Algunos se acercan a las hojas y otros se posan en la flor buscando su nctar o su polen, sin saber que all acabar su existencia. Tan pronto algn insecto rastrero toca con una pata o con una antena la superficie de una hoja hmeda, como cubierta

de miel, descubre que se trata de un adhesivo del que no puede liberarse. En su desesperada lucha, tocar con sus otras patas la pegajosa trampa y entonces habr llegado a su fin. Cuando un mosco o una abeja llegas volando a una hermosa flor de brillantes colores y entra al cono donde est el polen, tan pronto toca el fondo, los ptalos de la flor se cierran para atrapar el insecto. Cuantos esfuerzos hagan el animal por liberarse, sern todos en vano. La flor dispone de mecanismos eficaces para aniquilar al insecto, luego desintegrarlo y finalmente digerirlo. Estas plantas encuentran en la tierra todos los nutrientes que requieren y complementan su alimentacin con los insectos. Son las plantas carnvoras, un desconcertante gnero botnico que ha fascinado a muchos hombres de ciencia desde el siglo pasado.

CUENTO DE SOL El sol se despert muy temprano, cuando todava el mundo estaba dormido. Entonces sin hacer ruido, bajo para baarse en un ro azul. Apenas se meti en el agua, descubri que una margarita lo espiaba, muerta de risa. Al sol le dio vergenza y se escondi detrs de una naranja.

Despacio, despacito, se trep en una escalera hasta llegar al cielo. A su paso las flores, los pjaros, el aire se iba pintando de luces amarillas. Las gotas de agua tuvieron lastima del sol avergonzado, por eso formaron una nube y subieron con l para darle una ducha en el rincn del viento. Junto al ro la margarita y la naranja sonrean.

LAS BRUJAS DESPIERTAN


Un da unos nios decidieron reunirse en el cementerio abandonado en las afueras del pueblo, para contar cuentos de terror todos estaban nerviosos pero trataban de ocultar su temor. En el lugar la calma era tan profunda que impona silencio. Los nios comenzaron a llegar y se sentaron formando una ronda alrededor de una lmpara que alumbraba slo sus caras. El mayor de ellos comenz a contar la leyenda del cementerio:

... Se dice que en este lugar fueron sepultadas tres hechiceras y que a partir de ese momento todos los aos en la noche de brujas sus almas se elevan de las tumbas para atormentar a aquellos que no creen en ellas... Pero... quin est haciendo ruidos? Hay alguien escondido? Todos se inquietaron, tal vez alguno de los nios mayores se haba ocultado para atemorizarlos... Entonces se escucharon las doce campanadas de la iglesia repicando a la distancia... Los nios se tomaron instintivamente de las manos ! La linterna cay al suelo apagndose y el viento comenz a soplar La luna se vea ms grande y tenebrosa! Debemos regresar a nuestras casas esto ya ha dejado de ser gracioso ! dijo uno de ellos, y seguidamente grit... Cielos Qu es eso? De las tumbas parecan salir flotando extraas y fantasmales figuras, nunca haban visto nada semejante. Queran correr pero sus piernas estaban endurecidas por el temor. Una risa estremecedora sacudi el cementerio! Por fin los pequeos lograron reaccionar y salieron corriendo de aquel espantoso lugar! Cuando estuvieron a salvo en sus hogares prometieron no contar a nadie lo que haban visto, pero a partir de aquella noche jams volvieron a burlarse de los que contaban historias sobre el cementerio abandonado.

LA CUEVA TENEBROSA
Haba una vez un pueblo en el que lo ms temido era perderse de noche y acabar en la "cueva tenebrosa". De aquel lugar no haba vuelto nadie, y cuando alguien se perda por all lo ltimo que se oa era un gran grito de terror y luego unas enormes risotadas. La gente del pueblo viva aterrorizada ante la posibilidad de que el monstruo un da abandonara la cueva, y llenaban la entrada con regalos y comida que al poco desaparecan. Un da lleg por aquella zona un joven a quien la situacin pareci tan injusta, que decidi entrar a la cueva y enfrentarse al monstruo. EL joven pidi algo de ayuda, pero todos eran tan miedosos que ninguno se acerc lo ms mnimo a la entrada de la cueva.

Entr en la cueva alumbrndose con una antorcha y llamando al monstruo, dispuesto a hablar con l y explicarle la situacin. Al principio el monstruo ri largo rato, lo que el joven aprovech para acercarse segn le oa ms y ms alto, pero luego se call, y el chico tuvo que seguir caminando sin saber a dnde, hasta que lleg a una grandsima caverna. Al fondo le pareci adivinar la figura del monstruo, y en cuanto se acerc un poco, sinti un fuerte golpe en la espalda que le empuj hacia adelante, hacia un agujero en la roca que no pudo evitar, y cay. Sintindose morir, lanz su ltimo grito, y fue entonces cuando oy las grandes risotadas. "vaya, creo que me ha devorado el monstruo" , se deca mientras caa. Pero segn iba cayendo, sinti msica, y voces, y ms claridad, y cuando dej de caer y fue a parar contra un suelo blando, oy un grito unnime: "sorpresa!!, y sin crerselo, se encontr enseguida en medio de una gran fiesta. All estaban todos los que nunca haban vuelto al pueblo, y le explicaron que aquel lugar era idea de un antiguo alcalde del pueblo, que trat de hacer grandes cosas y no pudo por el miedo que siempre tenan sus vecinos, y que cansado de aquella vida de miedo, haba inventado la historia del monstruo para demostrarles el poco sentido que tena su actitud. As que all se qued en joven, disfrutando de la fiesta en compaa de todos aquellos que se haban atrevido a acercarse a la cueva Y en el pueblo? En el pueblo an siguen pensando que la cueva tenebrosa es el peor de los castigos...

EL CANGREJO Animal marino con ocho patas y dos pinzas que vive en las costas donde hay rocas. No tiene dientes, usa sus pinzas para desgarrar gusanos, pececitosy a otros cangrejos. Lleva el esqueleto por fuera; para poder crecer, tiene que hincharse con agua, quitarse el esqueleto y esperar un da para que se le endurezca uno nuevo. Antes de ser adulto muda su caparazn hasta diez veces.

EL LAVADO DEL GATO


Cierto lindo gatito estaba deseando convertirse en cazador. Cundo atrapara su primer ratoncito? Pensando en ello estaba una maana cuando escucho un ruidito. Alarg la oreja, abri un ojo y mir en torno. Entonces vio al ratoncillo que sala de su agujero y empezaba a caminar, mirando a todas partes, un poco asustado. Y el gato se dijo: - Ya es mo! Pero, cuando iba a lanzarse sobre l, record que todava no se haba lavado y pens que, un gato tan importante como l no poda ponerse a comer sin lavarse primero. As que empez a

lamerse las patitas con todo cuidado. Luego se pas la lengua varias veces por el hocico, las orejas y el cuello e incluso el pecho, pero sin perder de vista al ratoncillo. Este se hinchaba a comer todo cuanto encontraba, bien que mantenindose a prudente distancia. - Ea, ya estoy! - exclam el gato -. Vaya desayuno que me espera! El ratoncito, listo de verdad, antes de que su enemigo terminara de prometerse tan feliz banquete, le dirigi una burlona mirada y, a todo correr, se meti en su agujero. El gato se qued con la boca abierta. - Buen tonto he sido! - se lament -. He dejado escapar al ratn cuando le tena casi en mis garras. De ahora en adelante ser ms precavido: primero comer y luego me har el aseo. Por eso se dice que, desde entonces, todos los gatos se asean despus de comer.

LOS GENIECILLOS HOLGAZANES Erase dos duendecillos que vivan en un lindo bosque. Su casita pudo haber sido un primor, si se hubieran ocupado de limpiarla. Pero como eran tan holgazanes, la suciedad la haca inhabitable. Un da se les apareci la Reina de las Hadas y les dijo: - Voy a mandarles a la Bruja Gruona para que cuide de su casa. Desde luego, no les resultar simptica... Y lleg la Bruja Gruona montada en su escoba. Llevaba seis pares de gafas para ver mejor las manchas de polvo y empez a escobazos con todos. Los geniecillos, aburridos de tener que limpiar, fueron a ver a un mago

amigo para que les transformase en pjaros. Y as, batiendo sus alas, se fueron muy lejos... En lo sucesivo pasaron hambre y fro; a merced del tiempo y sin casa donde cobijarse, recordaban con pena su acogedora casita del bosque. Bien castigados estaban por su pereza. Jams volvieron a disfrutar de su casita que fue habitada por otros geniecillos ms obedientes y trabajadores.

EL FABRICANTE DE MEDICINAS
Don Elefante era muy bueno y carioso con todos los habitantes de la selva. En justa correspondencia, reciba el amor y la estimacin de todo aquel que haba sido curado por sus medicinas. En efecto, don Elefante haba montado un laboratorio en el stano de su casa y experimentaba sin cesar con nuevas sustancias qumicas, deseoso de terminar con las dolencias y enfermedades de los animales. Poco a poco iba logrando medicinas ms potentes e inofensivas para la salud. Cuando lleg a viejo, casi no haba enfermedad que se le resistiera, tal era sus sabidura y buen tino.

Don Elefante enferm de gravedad. Lo suyo no era algo que pudiera curarse con medicinas, pues la vejez es un proceso natural. Comprendi que su muerte se acercaba y tom las precauciones convenientes. - Toma, Felisn le dijo a su criado, un gato muy simptico y servicial , stas son las frmulas que necesitars para seguir fabricando medicinas en el laboratorio, suponiendo, claro est, que desees continuar mi labor. - No faltaba ms, don Elefante! Hasta que me muera, seguir haciendo lo que usted, curar al enfermos y consolar al triste respondi Felisn, en un arrebato de ternura. Don Elefante muri dulcemente, pero su recuerdo permanecer vivo por siempre en toda la selva.

EL AGUILA ALTANERA Mirando un da hacia abajo desde su altsimo nido, el guila vio un bho. Y pens que aquel animal tan gracioso no deba ser un pjaro. Picada por la curiosidad, abri sus grandes alas y, describiendo un amplio crculo, comenz a descender. Cuando estuvo cerca del bho, le pregunt: - Quin eres? Cmo te llamas? - Soy un bho -contest asustado el pobre pjaro. - Ja, ja, ja!! Qu bicho tan ridculo!. No tienes nada ms que ojos y plumas ... Anda, djame oir tu voz otra vez. Para asustar an ms al bho, intent acercarse un poco ms. Pero en aquel mismo rbol, un campesino haba

puesto unas varas enligadas, y esparcido mucho resistol, y el guila orgullosa fue a encontrarse con las alas pegadas al rbol, y cuanto ms forcejeaba, ms se le pegaban las plumas. - guila, dentro de poco vendr el campesino -dijo el bho-, que te apresar y encerrar en una jaula. O puede que te mate para vengar la muerte de los corderos que te has comido. Tu, que vives en las alturas, siempre libre de peligros, qu necesidad tenas de bajar tanto para rerte de m?

LA SEPULTURA DEL LOBO Hubo una vez un lobo muy rico pero muy egosta. Nunca dio ni un poco de lo mucho que le sobraba. Sintindose viejo, empez a pensar en su propia vida, sentado a la puerta de su casa. - Podras prestarme cuatro medidas de trigo, vecino? -le pregunt el burrito. - Te dar ocho, si prometes velar mi sepulcro en las tres noches siguientes a mi entierro -le contest el lobo. Muri el lobo pocos das despus y el burrito fue a velar en su sepultura. Durante la tercera noche, se le uni un zorro que no tena casa. Y juntos estaban cuando, en

medio de una espantosa rfaga de viento, lleg el aguilucho, que les dijo: - Si me dejan apoderarme del lobo, les dar una bolsa llena de oro. - Ser suficiente si llenas una de mis botas -dijo el zorro, que era muy astuto. El aguilucho se march para regresar en seguida con un gran saco de oro, que empez a volcar sobre la bota que el sagaz zorro haba colocado sobre una fosa. Como no tena suela, y la fosa estaba vaca, no acababa de llenarse. El aguilucho decidi ir entonces en busca de todo el oro del mundo. Y cuando intentaba cruzar un precipicio con cien bolsas colgando de su pico, se estrell contra una pared sin poder remediarlo. - Amigo burrito, ya somos ricos -dijo el zorro- La maldad del aguilucho nos ha beneficiado. - Y a todos los pobres de la ciudad -repuso el burritoporque con ellos repartiremos el oro. EL ESCARABAJO TROMPETISTA
Verdi, el pequeo escarabajo, viva cerca del huerto de Doa Gallina. Siempre estaba solo. Paseaba por el huerto vestido con un chaleco gris y un sombrero negro. Su casita estaba hecha de cscara de nuez y al lado de un fuerte abeto que le protega del viento y la lluvia. Al salir los primeros rayos del sol, abra la ventana y ensayaba con su trompeta. Si, era trompetista!. Tarar, tarar, tarar Todas las maanas, entonaba su cancin. l, quera mucho a su trompeta dorada, Se la haba regalado un viejo bho que viva en el bosque!. Llevaba aos practicando y realmente era

maravilloso orle tocar. Sus amigos soportaban sus ensayos con mucha paciencia. Poco a poco la trompeta pareca estar viva, pues sus notas sonaban cada vez mejor. Bailaban en el aire!. Qu ritmo! Las notas suban hasta las nubes y jugaban con ellas. Sus amigos: la gallina, el saltamontes y el viejo bho, le animaban para que se presentara a un concurso de trompeta que haba en el bosque. Su msica lleg a conocerse en otros bosques cercanos. Todos los animalitos venan a orle tocar. Lleg el da del concurso, todos sus amigos se pusieron sus mejores ropas. Qu guapos estaban! Algunos animales eran un poco envidiosos y desconfiados. No crean que Verdi fuera tan buen msico. Cmo va a ser buen msico un escarabajo?. Decan. Es un poco feo y no vive en una casa elegante Comentaban otros. Pero cambiaron de opinin enseguida al orlo tocar. Eran tan hermosas sus melodas que todo el mundo escuchaba con atencin. El concurso fue un gran xito y todos aplaudieron entusiasmados. Verdi, se hizo muy famoso, pero sigui viviendo en su casita de cscara de nuez y divirtindose con sus amigos.

EL RIEGO DEL DOLOR


Al regresar Armando de la guerra, apenas pudo reconocer el camino de su casa. Los hierbajos lo invadan todo, y hasta la granja se haba venido abajo tras la muerte de sus padres. En medio de tanta desolacin no encontr nada ms que un nabo y, vencido por el dolor, llor sobre l. Que era aquello?. Al contacto con las lgrimas, el nabo empez a crecer, hasta hacerse enorme y Armando, que no tena otra cosa, decidi ofrecrselo al rey. El soberano, cuando vio el fruto, se admir en extremo, y le dijo al joven: - Veo que entiendes del cultivo de la tierra. Quieres cuidar de mi jardn? Acept el muchacho, agradeciendo la atencin del rey y, tanto empeo puso en sus funciones, que las flores reales fueron el asombro de toda la ciudad.

Un da, extasiado el rey ante la belleza de las nuevas rosas, dijo al jardinero: - Anda, llvale esas flores a mi hija. Las rosas la alegrarn. Lleva tanto tiempo con las piernas enferma y sin jugar con sus compaeras porque estas no quieren venir a casa... Armando escogi los ejemplares ms bellos y penetr en el aposento de la princesa, a la que no conoca; solo saba que siempre estaba triste y no sonrea jams. - Ah, que rosas tan incomparables! -exclam ella-. He recorrido el mundo, pero nunca las vi igual, con tanta fragancia y color... La princesa alarg las manos para tomar las flores, pero cay al suelo el manto de seda que cubra sus rodillas. Armando conoci entonces el mal que afliga a la hija del rey: uno de sus pies era tan chiquito como una nuez. Traspasado de dolor, cay de rodillas ante la joven y, a su pesar, el llanto rod por sus mejillas y fue a baar aquel diminuto pie. Inmediatamente, el pie creci hasta hacerse igual al otro, que era normal. Este fue el comienzo de una gran amistad entre Armando y la princesa, que acab en el altar, haciendo felices el resto de sus vidas.

LA ZORRA Y LA CIGEA Una zorra se haba hecho amiga de una cigea. Un da la invit a comer a su casa. A la hora fijada, la cigea se present a la zorra. - Pase, pase, seora cigea -dijo al verla-. He preparado un caldo que es una delicia. Sintese, ste es su sitio. El caldo despeda un olorcillo realmente delicioso, pero la zorra lo haba servido en un plato extendido. Bien saba ella que la cigea con su largo pico, no poda sorber del plato aquel alimento lquido! Y as, mientras la zorra se tomaba vidamente su parte, la cigea se qued con la boca seca, a pesar de los esfuerzos y contorsiones que hizo para intentar beberse el caldo. - Tmeselo! -le invitaba la zorra-. No le gusta? Es caldo de carne!

Y rea bajo sus bigotes, porque lo haba puesto adrede en el plato extendido. - S, es riqusimo -repuso la cigea-, pero hoy no tengo mucho apetito. Disclpeme usted. Pero quiere usted comer maana en mi casa? As podr corresponder... La zorra acept. No imaginaba que la cigea quera devolverle la burla. Cuando lleg a su casa, vio que la cigea tena preparado un buen guiso de pescado, pero lo haba servido en dos jarros de cuello largo y estrecho. As mientras el pjaro, gracias a su largo pico, tomaba la comida del fondo del jarro, saborendolo con gusto, la zorra, no logrando introducir el hocico en el recipiente, tuvo que renunciar a la apetitosa comida, se retiro a su casa con la cabeza baja y my avergonzada.

LAS MARIQUITAS Y EL SALTAMONTES Saltamontes avanzaba penosamente sobre la nieve. El fro era intenssimo y necesitaba encontrar, cuanto antes, un refugio, si no quera morir congelado. Saltamontes cay inconsciente sobre la nieve, vctima del fro y del agotamiento. Por fortuna, dos mariquitas pasaban por all y, sin prdida de tiempo, se lo llevaron a su casa. Saltamontes se repuso con una buena comida y t caliente. Paso el invierno en casa del matrimonio. Al despedirse, dijo, conmovido: - No s cmo agradeceros... - Nada, nada! le interrumpi el seor Mariquita - . Hoy por ti y maana por m Sus palabras fueron profticas, pues al invierno siguiente, la hija del matrimonio Mariquita, se extravi en

lo ms profundo del bosque. Saltamontes, que conoca el bosque palmo a palmo, rastre las huellas de la pequea y no tard en encontrarla. Qu formidable es la cooperacin entre todos pero ms an entre los que necesitan de los dems por motivos de discapacidad de algn tipo!

EL PATO DEPORTISTA
Pat era un gran aficionado a la natacin y, por eso, recibi con alegra la noticia. En su colegio se haba convocado una competicin muy importante, a celebrar en el lago mayor del bosque, una vez finalizado el curso. Desde ese mismo da, Pat comenz a entrenarse con un entusiasmo digno de los mejores campeones. Pero como no hay tiempo para todo, Pat fue dejando de lado sus estudios. De ser el primero de la clase pas a colocarse en la fila de los perezosos. Su profesor preocupado quiso hablar con los padres de Pat. Estos le prometieron convencer a su hijo de la necesidad de que estudiase. - Mira, Pat. Lo uno no est reido con lo otro, puedes ser un buen estudiante y un buen deportista, al mismo tiempo. Es cuestin de organizar tu tiempo un poco mejor le aconsej su padre. - Bueno, pap. Intentar estudiar un poco ms prometi Pat. Sin embargo tras unos das de estudio, Pat volvi a las andadas.

Su profesor, ya perdida la paciencia, le llam aparte y le dijo: - Pat, no tienes eleccin. Si no apruebas el curso con buenas notas, despdete del concurso de natacin. Me entiendes? Ya lo creo que entendi Pat! Como tena facilidad para el estudio, recuper el tiempo perdido y logr salvar el curso. Adems, gan la carrera con toda facilidad y se llev un trofeo muy valioso.

EL PROFESOR DELFN El profesor Delfn era muy sabio y tolerante. Crea que el castigo no era conveniente y prefera siempre convencer a sus alumnos de la necesidad de portarse bien y estudiar en serio. Como es lgico, stos, acostumbrados al castigo y las amenazas, no le hacan el menor caso. El profesor Delfn sufra por ello, pero nada deca. Jams se molestaba ni lamentaba. Las travesuras en clase iban en aumento. Una tarde, Osito quiso dar un buen susto a ardillita. Se levant de su pupitre sin permiso del profesor y cuando se aproximaba su compaera por detrs, tropez en un armario y el armario cay sobre la cabeza del profesor Delfn. En sustitucin del profesor Delfn, lleg el profesor Atn, famoso en todo el ocano por su severidad y disciplina. Castigaba al grupo entero por el ms mnimo desliz de algn alumno. Al primero que se atreva a hacer alguna travesura lo castigo y luego lo expulso del colegio! sola amenazar el profesor Atn.

Como es lgico, todos los alumnos de la clase echaban de menos al profesor Delfn, y le pidieron a ste que cuando sanara, volviera con ellos. Antes, claro est, le prometieron que se portaran bien y estudiaran mucho. Una vez repuesto el profesor Delfn volvi a dirigir la clase y sta lleg a convertirse en la ms brillante y estudiosa de la escuela. El profesor haba demostrado que la tolerancia y la persuasin son siempre preferibles al castigo y a las amenazas. Sus mtodos de enseanza haban dado un magnfico resultado y todos estaban de acuerdo en admitirlo.

EL TIGRE DIBUJANTE:

A nuestro tigre le apasionaba dibujar. Tanto es as, que se pasaba las veinticuatro horas del da haciendo garabatos aqu y all. Lo malo es que, en la escuela, mientras su profesor explicaba la leccin, l estaba ajeno a lo que no fuera el dibujo. En seguida llegaron las malas notas y el enfado del profesor, quien habl con los padres de su mal alumno. Estos le prometieron que enderezaran a su hijo. - S que te gusta dibujar pero, lo primero es lo primero y es que apruebes el curso. Si lo haces podrs ir a una Academia de Dibujo dijo pap tigre, sin irritarse con su hijo. Este era muy voluntarioso y comprendi la necesidad que tena de hacer honor a la confianza depositada en l por sus padres.

Por su puesto, el tigre dibujante aprob el curso y su padre cumpli la promesa que le haba hecho.

EL SEOR Y LA SEORA AVESTRUZ El matrimonio Avestruz pasa por uno de los ms felices del lugar. Sin embargo, las cosas no marchan tan bien entre ellos los domingos, el seor Avestruz quiere ver, a ltimas horas de la tarde, el partido de ftbol por la segunda cadena de la tele mientras a ella le vuelve loca la novela que dan por la primera. Para qu os voy a contar? Gritos, lluvia de platos rotos, amenazas... Bueno, los vecinos ya estn acostumbrados a esos pleitos tan enormes y todos se han comprado tapones para ponrselos en los odos. Vaya! Hoy domingo ha habido suerte. La tele se ha estropeado y no hay motivo para que el matrimonio se pelee. Ninguno de los dos podr ver su programa favorito. - Qu tontos hemos sido! Mira que poner en peligro nuestra unin por unos programas de tres al cuarto!

exclamaba l, darse cuenta del insignificante motivo por el cual ambos disputaban. - Tienes razn, querido. Lo importante es que seamos felices juntos as que vamos a dejar la tele como est, sin arreglar, y todos los domingos nos vamos a ir al campo a merendar. Te parece bien que lo hagamos esta misma tarde? propone la seora Avestruz, muy contenta. - Buena idea! exclama su marido -. Haya, vamos a preparar las cosas! Hace un tiempo primaveral! Es tan fcil evitar las peleas, amigos!. Slo se precisa un poco de buena voluntad y de querer al otro.

EL TIO GENEROSO: La familia Ardilla esperaba, con gran ilusin, la visita del to millonario. Este era clebre en todo el bosque por sus sonadas limosnas y fabulosos regalos a los desheredados de la fortuna. En realidad, poco le importaba tener tantas riquezas, pues se meda por las cualidades de carcter y no por las cosas que tuviesen. T, Ardilln, te encargars de limpiar tu propio cuarto, mientras que nosotros nos encargaremos del resto de la casa dijo mam Ardilla a su hijito ms pequeo, un poco dado a la flojera. La familia quera tener la casa bien limpia para honrar a su to como mereca. - S, mam. Te prometo que dejar mi cuarto como un espejo de limpio Afirm Ardilln, sin pensarlo dos veces. Pero, apenas se hubo encerrado en su cuarto, se dej caer sobre la cama y empez a soar con los regalos que esperaba de su to. As pasaron varias horas, hasta que, de pronto, la voz de su to lo despert:

- Vaya, vaya con mi sobrino! De modo que todos trabajan en casa para darme la bienvenida y t te dedicas a holgazanear, eh? Pues aqu el que no trabaja no cobra!. Ardilln, paralizado por la sorpresa, no supo reaccionar. El to generoso se haba presentado en casa un da antes de lo previsto. La hermanita de Ardilln intercedi por l ante su to. - Perdnalo, to. Te aseguro que Ardill no volver a ser flojo. - Bueno..., si t me lo aseguras, confiar en l concedi el visitante. - Desde ese da, Ardilln no volvi a ser flojo, pues, admirado de la generosidad de su hermana, se prometi as mismo no defraudarla de nuevo. Y, claro est, recibi un valioso regalo de su to como los dems. EL TOPO DESCONTENTO:
La numerosa familia de topos viva bajo tierra, en su oscura madriguera. All no penetra la luz del sol, pero estos animalillos se encuentran a salvo de sus enemigos. Sin embargo, el hijo mayor de la familia, ser inquieto y aventurero, no estaba conforme con su suerte. Deseaba ver el campo y el bosque a plena luz del da. - No te aconsejo que lo hagas, hijo le advirti su padre, sensato -. Tus ojos no estn preparados por la Naturaleza para resistir la intensa luz solar. Si sales al exterior, te quedars ciego. Eran palabras muy convincentes, que causaron mella en el joven topo. Sin embargo, no se dio por vencido y decidi fabricarse unas gruesas gafas ahumadas, con las cuales poder desafiar la deslumbrante luminosidad del sol. Una vez armado con tan poderoso instrumento protector, el joven topo sali a la superficie de la tierra, decidido a explorar el ancho mundo que se extiende al aire libre.

Sin embargo, todo lo vio oscuro y tristn con sus gafas ahumadas, tanto que ech de menos su propio mundo subterrneo. Defraudado, descendi de nuevo a su madriguera. - Bah! No merece la pena subir all arriba coment -. Es todo tan lgubre! Su padre sonri al orle, pues saba la causa de lo ocurrido, pero nada dijo. Quera que su hijo aprendiese la leccin y se conformase con el papel que la vida le haba asignado, sin envidiar a los dems.

LA CIGARRA DESOBEDIENTE: Cigarra tena la costumbre de alejarse demasiado de su casa. Nunca le haba ocurrido ninguna desgracia, pero su madre le adverta siempre: - Hija la prudencia es la cualidad que nos permite seguir con vida. Aqu, en el campo, tenemos muchos enemigos dispuestos a acabar con nosotras. Anda con los ojos bien abiertos y, sobre todo, procura no alejarte mucho de casa. Cigarra, creyendo que su madre exageraba, se alej una tarde de los lugares que frecuentaba. La noche le sorprendi en un oscuro rincn del bosque. Entonces, sinti miedo. Qu poda hacer? Tena hambre y se senta cansada y con mucho fro. A tientas, Cigarra empez a volver. Por el camino tuvo que huir de muchsimos animales que pretendan comrsela Cuntos sobresaltos y sustos tuvo en unas horas! Cuando Cigarra lleg a su casa, ya haba amanecido. El corazn le lata con mucha fuerza y se

senta desfallecer. Cubierta de barro y congelada de fro, se present ante su madre, que haba pasado la noche muy intranquila y sin poder dormir. Cigarra, llorando, le cont todo, detalle por detalle. Su madre, le prepar un riqusimo desayuno y Cigarra, ya limpia y comida, pudo dormir a sus anchas, tras prometer a su madre que, de ahora en adelante, seguira sus consejos, uno por uno.

LOS DOS GUEPARDOS


Mam Guepardo tena cinco cachorros, muy bonitos y relucientes. Como eran muy traviesos, ella tena que estar pendiente de sus hijitos a cada momento. Un da, sin embargo, se vio obligada a ir a ver a su prima, que estaba enferma de gravedad. Entonces, habl con sus cachorros. - Tengo que visitar a la prima Tit, pero antes deben prometerme que se portaran bien y darme la confianza que deposito en ustedes les dijo, muy seria. - Vete confiada, mamacita, que no nos moveremos de donde estamos ahora le tranquiliz el mayor de sus cachorros. Pero, tan pronto como ella sali por la puerta, los cinco guepardos empezaron a revolverlo todo. Se metieron en la despensa y armaron un escndalo tremendo; despus la terminaron con el resto de la casa. Cuando se les termin la diversin dentro, dos de ellos, animados de un gran espritu aventurero, decidieron marchase de safari. No haban andado cien metros cuando un guila real se descolg de los cielos y se dispuso a capturarles. Ambos guepardos, muy asustados, se metieron dentro de un paraguas abandonado, el guila, ni corta ni perezosa, se llev el paraguas con los dos cachorros dentro hacia su guarida.

Por fortuna, su vuelo fue interrumpido por los disparos de un cazador. Los dos guepardos cayeron desde gran altura. Iban a matarse sin remedio, pero la suerte estaba con ellos, pues cayeron en un charco muy profundo. Atontados por el golpe, salieron del agua y regresaron a casa chorreando y llenos de miedo. Mam Guepardo estaba en la puerta. Tan pronto los vio les ech las zarpas encima y, tanto les estir las orejas que stas se les hicieron el doble de grandes. Adems estuvieron castigados durante una semana, sin salir de casa. Bien merecido se lo tenan!.

EL VIAJERO EXTRAVIADO Erase un campesino suizo, de violento carcter, poco simptico con sus semejantes y cruel con los animales, especialmente los perros, a los que trataba a pedradas. Un da de invierno, tuvo que aventurarse en las montaas nevadas para ir a recoger la herencia de un pariente, pero se perdi en el camino. Era un da terrible, y la tempestad se abati sobre l. En medio de la oscuridad, el hombre resbal y fue a caer al abismo. Entonces llam a gritos, pidiendo auxilio, pero nadie llegaba en su socorro. Tena una pierna rota y no poda salir de all por sus propios medios. - Dios mo, voy a morir congelado... - se dijo. Y de pronto, cuando estaba a punto de perder el conocimiento, sinti un aliento clido en su cara. Un hermoso perro le estaba dando calor con inteligencia casi humana. Llevaba una manta en el

lomo, y un barrilito de alcohol sujeto en el cuello. El campesino se apresur a tomar un buen trago y a envolverse en la manta. Despus se tendi sobre la espalda del animal que, trabajosamente, le llev hasta lugar habitado, salvndole la vida. Cuando el campesino se repuso y cobr la herencia, destino todo el importe a fundar un hogar para perros como el que le haba salvado. Se dice que aquellos animales salvaron muchas vidas en los inviernos, y que adoraban a su dueo.

LA FALSA APARIENCIA Un da por encargo de su abuelita. Adela fue al bosque en busca de setas para la comida. Encontr unas muy bellas, grandes y de hermosos colores y llen con ellas su cestillo. - Mira abuelita dijo al llegar a casa , he trado las ms hermosas... mira qu bonito es su color escarlata! Haba otras ms arrugadas, pero las he dejado. - Hija ma repuso la anciana esas arrugadas son las que yo siempre he recogido. Te has dejado guiar por las apariencias engaosas y has trado a casas hongos que contienen veneno. Si nos los comiramos, enfermaramos; quizs algo peor...

Adela comprendi entonces que no deba dejarse guiar por el bello aspecto de las cosas, que a veces ocultan un mal desconocido.

EL MAGO ZANAHARY En un lejano pas vivan siete hermanos que no tenan padre ni madre. El ms pequeo se llamaban Faralahy y, como era delgaducho y feo, sus hermanos se burlaban de l. El muchacho, que all no era feliz, decidi marcharse. Pero antes fue a consultar con un viejo sabio. - Ve en busca del mago Zanahary le aconsej este -. Cuando ests al otro lado de la montaa encontrarn un naranjal, pero no toques las naranjas porque son del mago; vers despus un rebao de carneros, que tampoco tocars porque tambin pertenecen a Zanahary. Vers, por ltimo, un manantial de aguas cristalinas, pero no bebas de l porque pertenece al mago. Cuando llegues a su casa saluda a su esposa si l est fuera; y cuando te ofrezca agua, bbela pero sin tocar la jarra.

Faralahy, agradeciendo los consejos del sabio, emprendi la marcha y supo vencer las tentaciones que se le ofrecieron a su paso, aunque no probar el agua del manantial le cost mucho, porque estaba sediento. Al llegar a casa de Zanahary, pregunt al muchacho: - Has visto mis naranjas, mis carneros y el agua del manantial? - S repuso el muchacho , pero no he tocado nada. - Tampoco ha tocado la jarra dijo la mujer del mago. - Bien; puesto que has sabido respetar todas mis cosas, pdeme lo que desees. - Quiero ser fuerte y hermoso para que nadie pueda despreciarme. En el mismo instante se encontr tal como haba deseado y regres junto a sus hermanos, que le respetaron y consideraron en lo sucesivo como al que ms.

CENICIENTA Y SUS AMIGOS


Cenicienta era feliz con su prncipe encantador en el palacio de las cien torrecillas puntiagudas. Sus sbditos la amaban y crey que su corazn se rompa de alegra el da que naci su hijito, un hermoso chiquitn. Pero el rencor anidaba en la madrastra y sus hijas que envidiosas de la suerte de la bella princesa, fueron una noche a la cunita y se llevaron al nio. Los soldados de la guardia rebuscaron en el palacio y la ciudad entera, sin resultado. Cenicienta y su prncipe creyeron morir de dolor. Pero en palacio viva una familia de ratones, los mismos que ayudaron a la princesa cuando no era ms que la Cenicienta. Esta quiso que compartieran su suerte y les proporcion un

refugio con queso abundante y bolas de colores para que pudieran jugar. - Nosotros encontraremos al principito , dijo el ratn abuelo , pues somos capaces de agujerear techos, suelos y paredes y verlo todo sin dejarnos sorprender. Ocho das despus, cuando casi se haban quedado sin dientecitos a fuerza de roer, hallaron al nio en una choza cercana al ro y dieron aviso a su querida princesa, que, junto con el prncipe encantador, pudo recoger a su hijito. Como los ratoncitos vieron a las autoras de la fechora, aquella noche, cuando las tres mujeres dorman, les arrancaron una puntita de la nariz. Tanto y tanto rieron los cortesanos al verlas ms feas que de ordinario que avergonzadas, se alejaron de la ciudad. La risa y la alegra volvieron al palacio.

EL RBOL MGICO En el centro de una placita, en el pueblo, haba un precioso rbol. El rbol tena ramas muy largas para los costados y tambin para arriba. Pareca un poquito unos brazos locos que invitaban a los nios a subirse a l. Pero el rbol, que ya era muy viejito, porque tena 103 aos, estaba un poquito triste. Resultaba ser, que de tan abuelito que era, de tan, tan pero tan gordo que estaba - Haba bebido mucha lluvia decan - , le pusieron una cerca a su alrededor...con un cartel. Pero como el no saba leer... Estaba ms y ms triste porque era un abuelito sin la alegra de sus chiquitos. Un da escuch el rbol porque saben or muy bien ellos, eh! - que alguien lea el cartelito: rbol centenario. Monumento histrico nacional. Plantado por..... Pero al rbol no le interesaba nada esas cosas, l quera oir risas y sentir cmo se trepaban los chicos... or los secretos que le contaban... pero no le gustaba nada cuando las personas grandes le hacan dao, escribindolo o rompindolo. Tanto tiempo haba pasado... que el rbol ya se haba cansado de esperar. Cuando esa

tarde de primavera, un chiquito, de unos 10 aos, pas la cerca! Qu contento se puso el rbol...! Tanto, que escuchen bien lo que pas: El chiquito fue a buscar a otro amigo para no estar tan solito. Treparon a una rama que iba para el costado del sol y se quedaron recostados contndose cosas... pequeos secretos de cosas que les gustara hacer. El rbol escuchaba todo y se rea con sus hojas alegres. Entonces pens que sera una linda idea hacer un poquito de magia. El chiquito que primero haba trepado se llamaba Guillermo, el otro Agustn. Guillermo le cont a Agustn que l quera poder ganar muchas veces a las canicas para que Jorge no se riera ms de l en el colegio, y as Carlota se hara su amiga. Al da siguiente misteriosamente, Guillermo gan en todos los recreos a las canicas y Carlota le dijo que lo haba hecho muy bien y le regal una canica preciosa. Guillermo estaba muy contento y guard esa canica como "la canica de la buena suerte" Esa misma tarde, despus de la escuela, fue saltando y cantando de alegra al rbol, a encontrarse con Agustn y le cont todo lo que pas. As, el rbol escuch todo y estaba muy feliz, ahora se rea muy fuerte con sus ramitas y sus hojas... - La magia funcion! se dijo el rbol. Agustn tambin le cont lo que quera hacer con muchas ganas y fue as como el rbol abuelito se convirti en el RBOL MGICO, el que conceda los sueos.

EL GLOBITO AVENTURERO
En una preciosa y colorida fiesta de cumpleaos, todo el jardn se encontraba decorado con gran cantidad de variados globos. Uno de los globos se separ del grupo y comenz a volar y a volar, hasta verse muy pequeo desde abajo. A medida que se elevaba en el cielo, se maravillaba cada vez ms con la belleza de los paisajes. Cuando vio el mar a lo lejos, no pudo creer lo inmenso que este es. Trato de ver el final del ocano, pero fue imposible, el azul del mar se extenda hasta perderse de vista. Una repentina brisa lo llev hacia la playa y pudo apreciar la espuma blanca que se forma cuando las olas chocan en la orilla.

Luego, volvi a volar sobre la fiesta que an se celebraba en el hermoso jardn, y vio como los niitos saltaban emocionados al verlo pasar. Sigui su recorrido y divis grandes montaas llenas de nieve en sus partes ms altas, e imponentes cascadas de agua cristalina que caan con fuerza hacia pequeos ros que llegaban hasta el mar. No haba dejado de ver las cascadas cuando se encontr con una gran extensin repleta de flores silvestres de muchos colores. Cuando el globito aventurero regres a la fiesta, encontr a todos sus compaeritos felizmente dormidos. Entonces logr amarrarse a una de las ramas de un rbol para poder dormirse sin salir flotando por el aire de nuevo. La prxima vez invitara a los dems globos para que tambin vieran lo bello que es el mundo. Y se durmi plcidamente con el feliz recuerdo de su viaje.

LA LECCIN DE LA RANA Un radiante da de comienzos de verano, tres muchachos traviesos, en lugar de acudir a la escuela, se fueron hasta un pantano. - Mira cuntas ranas! exclam uno de ellos - Vamos a tirarles piedras propuso otro En cuanto los indefensos batracios asomaban la cabeza, entre risotadas, los chicos trataban de acertarles con enormes piedras. Una de las ranas, la ms valiente de todas, les grit con vocecilla chillona:

- Eh, muchachos, por lo visto no tienen presente que lo que a ustedes los divierte a nosotras nos causa la muerte! Vayan a su escuela, que buena falta les hace dejen de ser tan malvados y aprender algo bueno. Los chiquillos asustados por or a una rana hablar salieron corriendo hacia sus clases y no volvieron a hacer dao a nadie mientras jugaban.

EL GUILA Y EL ESCARABAJO

Estaba una liebre siendo perseguida por un guila, y vindose perdida pidi ayuda a un escarabajo, suplicndole le salvara. Le pidi el escarabajo al guila que perdonara a su amiga. Pero el guila, despreciando la insignificancia del escarabajo, devor a la liebre en su presencia. Desde entonces, buscando vengarse, el escarabajo observaba los lugares donde el guila pona sus huevos, y hacindolos rodar, los tiraba a tierra. Vindose el guila echada del lugar a donde fuera, recurri a Zeus

pidindole un lugar seguro para depositar sus futuros pequeuelos.

Le ofreci Zeus colocarlos en su regazo, pero el escarabajo, viendo la tctica escapatoria, hizo una bolita de barro, vol y la dej caer sobre el regazo de Zeus. Se levant entonces Zeus para sacudirse aquella suciedad, tirando por tierra los huevos sin darse cuenta. Por eso desde entonces, las guilas no ponen huevos en la poca en que salen los escarabajos.

TODOS PARA UNO El tiburn verde es el depredador de los pequeos peces de una isla del Caribe. Los peces, reunidos en una junta urgente, estn muy preocupados porque tienen que huir y esconderse en las oscuras cuevas para no ser encontrados ni devorados por el temible tiburn. El gran jefe pez, Aleta Veloz, les propone lo siguiente: Seguiremos una estrategia, somos muy pequeos y no podemos vencerlo solos, tenemos que actuar en conjunto. Cuando veamos venir al tiburn verde, nos colocaremos en una posicin dibujando la silueta de un enorme pez,

as lo engaaremos hacindole creer que es un monstruo marino. Y as lo hicieron, cuando vieron llegar al hambriento tiburn, los pequeos peces formaron la silueta de un pez gigantesco, que con movimientos audaces amenazaba al tiburn, el cual sali huyendo y jams volvi a la isla del Caribe.

LA ZORRA Y EL LEADOR Una zorra estaba siendo perseguida por unos cazadores cuando lleg al sitio de un leador y le suplic que la escondiera. El hombre le aconsej que ingresara a su cabaa. Casi de inmediato llegaron los cazadores, y le preguntaron al leador si haba visto a la zorra. El leador, con la voz les dijo que no, pero con su mano disimuladamente sealaba la cabaa donde se haba escondido.

Los cazadores no comprendieron las seas de la mano y se confiaron nicamente en lo dicho con la palabra. La zorra al verlos marcharse, sali sin decir nada. Le reproch el leador por qu a pesar de haberla salvado, no le daba las gracias, a lo que la zorra respondi: --Te hubiera dado las gracias si tus manos y tu boca hubieran dicho lo mismo.

LA LIEBRE Y LA TORTUGA
En el mundo de los animales viva una liebre muy orgullosa, porque ante todos deca que era la ms veloz. Por eso, constantemente se rea de la lenta tortuga. - Mira la tortuga! Eh, tortuga, no corras tanto que te vas a cansar de ir tan de prisa! -deca la liebre rindose de la tortuga. Un da decidieron hacer una carrera entre ambas. Todos los animales se reunieron para verlo. Se seal cul iba a ser el camino y la llegada. Una vez estuvo listo, comenz la carrera entre grandes aplausos.

La liebre corra veloz como el viento mientras la tortuga iba despacio, pero, eso s, sin parar. Enseguida, la liebre se adelant muchsimo. Se detuvo al lado del camino y se sent a descansar. Cuando la tortuga pas por su lado, la liebre aprovech para burlarse de ella una vez ms. Le dej ventaja y nuevamente emprendi su veloz marcha. Varias veces repiti lo mismo, pero, a pesar de sus risas, la tortuga sigui caminando sin detenerse. Confiada en su velocidad, la liebre se tumb a dormir bajo un rbol. Pero, pasito a pasito, la tortuga avanz hasta llegar a la meta. Cuando la liebre se despert, corri con todas sus fuerzas pero lleg tarde. La tortuga haba ganado la carrera. Aquel da fue muy triste para la liebre y aprendi una leccin que no olvidara jams: NO HAY QUE BURLARSE NUNCA DE LOS DEMAS.

LA RANA Y LA CULEBRA
El hijo de la rana brincaba en el bosque cuando vio algo nuevo en el camino. Era una persona larga y esbelta, y su piel reluca con todos los colores del arco iris. -Hola -dijo Nio-rana-. Qu haces tirado en el sendero? -Calentndome al sol -respondi esa otra persona, retorcindose y desenroscndose-. Me llamo Nio-culebra. Y t?

-Soy Nio-rana. Quieres jugar conmigo? As Nio-rana y Nio-culebra jugaron toda la maana en el bosque. El Nio-rana le ense a Nio-culebra a saltar y sta le ense a arrastrarse por el suelo y trepar a los rboles. Despus cada cual se fue a su casa. -Mira lo que s hacer, mam! -exclam Nio-rana, arrastrndose sobre el vientre. -Dnde aprendiste a hacer eso? -pregunt su madre. -Me lo ense Nio-culebra. Jugamos en el bosque esta maana. Es mi nuevo amigo. -No sabes que la familia Culebra es mala? -pregunt su madre-. Tienen veneno en los dientes. Que no te sorprenda jugando con ellos. Y que no te vuelva a ver arrastrndote por el suelo. Eso no se hace. Y desde ese da, Nio-rana y Nio-culebra nunca volvieron a jugar juntos. Pero a menudo se sentaban a solas al sol, cada cual recordando ese nico da de amistad.

EL GIGANTE EGOSTA Los nios, cuando salan de la escuela en primavera, acostumbraban a jugar en el jardn del Gigante. Un da, el Gigante, que era muy egosta, tom la decisin de prohibir a los nios jugar en su jardn. Pero cuando volvi de nuevo la primavera, toda la comarca se pobl de pjaros y flores, excepto el

jardn del Gigante. La Nieve y la Escarcha se quedaron en el jardn para siempre. As siempre fue all invierno. Pero un da el Gigante se arrepinti de haber sido tan egosta. Una maana, estaba todava el Gigante en la cama, cuando oy cantar a un jilguero. Los nios haban entrado en el jardn por un agujero, y con ellos volvi la primavera. Los rboles se haban cubierto de hojas, los pjaros volaban piando alegremente, las flores se asomaban entre la hierba verde. Y el Gigante se senta feliz en el jardn jugando con los nios.

EL GRILLO Y SUS AMIGOS


Un grillo viva en un agujero a la puerta de la cueva de un zorro. Toda la noche cantaba: -Cri, cri, cri! Cri, cri, cri! El zorro no poda dormir.

-Te quieres callar? -le dijo el zorro. Y el grillo segua cantando.

Aburrido ya el zorro le declar la guerra. Llam a todos los animales de cuatro patas. El grillo por su parte llam a las pulgas, a los mosquitos y les dijo: -Amigos, el zorro nos declara la guerra. Los amigos del grillo se metieron entre los pelos de los zorros, los osos y los lobos. Ocultos all, oyeron que el zorro deca a sus amigos: -Si la batalla est ganada, llevar la cola levantada. Si la batalla est perdida, llevar la cola cada. Lleg el da de la pelea. La avispa fue y, con todas sus fuerzas, pic al zorro debajo del rabo. El zorro sinti un dolor horrible y no poda bajar la cola. Aguant, pero no pudiendo ms corri hacia el ro gritando: "Al ro, soldados mos, Que la batalla la gan el grillo." Y de este modo el grillo pudo seguir cantando noche, muy feliz. toda la

EL FUTURO Paolino haba odo hablar del futuro. Qu es el futuro? Una cosa que todava tiene que venir. Y cundo viene? Viene, viene, basta con esperarlo. Pero cmo hago para reconocerlo? Esto es ms difcil porque cuando llega ya no es futuro sino presente.

Si estoy muy atento y lo oigo cuando est a punto de llegar, se es el futuro? Si lo oyes mientras est llegando, entonces s, se es el futuro. Paolino cogi una silla y se puso a esperar pero lo distraan mucho los que estaban a su alrededor: los padres, los parientes, los amigos de los padres y los amigos de los parientes. Entonces cogi la silla y la llev al cuarto de cosas viejas. All haba mucho silencio. En cierto momento le pareci or unos pasos ligeros, deba ser el futuro que se estaba acercando. Se volvi y vio un ratoncillo. Por casualidad eres el futuro? El ratoncillo se ech a rer. Yo soy un ratoncillo, no ves que soy un ratoncillo? Los padres tuvieron que llevarle la comida a ese cuarto porque Paolino no quera ya bajar, si antes haber visto llegar al futuro. Despus de muchos aos, Paolino est todava all esperando. Ahora es mayor, ya no es un nio, han pasado muchos aos y tiene una barba rubia muy espesa y muy larga. No ha hecho nada bueno ni nada malo en su vida. La ha consumido casi toda esperando al futuro.

El NARRADOR Haba una vez un hombre a quien todos queran porque contaba historias muy bonitas. Diariamente sala por la maana de su aldea y cuando volva al atardecer, los trabajadores, cansados de trajinar todo el da, se agrupaban junto a l y le decan: Anda, cuntanos lo que has visto hoy! Y l contestaba: He visto en el bosque a un fauno que tocaba la flauta y a su alrededor a muchos enanitos con gorras de colores, bailando alegremente.

Qu otra cosa viste? le preguntaban los hombres que no se cansaban de escucharlo. Cuando llegu a la orilla del mar, a que no se imaginan lo que vi! No, no podemos imaginar nada Dinos lo que pas a la orilla del mar! Pues vi tres sirenas, s seores, tres sirenas que con un peine de oro peinaban sus cabellos verdes. Y los hombres lo amaban porque les contaba hermosas historias. Una maana sali de su aldea como todas las maanas, pero cuando lleg a la orilla del mar vio tres sirenas que, al borde de las olas, peinaban sus cabellos verdes con su peine de oro. Y cuando lleg al bosque vio a un fauno que tocaba la flauta, mientras los enanitos bailaban a su alrededor. Esa tarde, al volver a su aldea, los trabajadores le dijeron como de costumbre: Anda, cuntanos lo que has visto hoy Y l contest: Hoy no he visto nada.

EL PASTOR MENTIROSO Haba una vez un pastor muy bromista y mentiroso. Todos los das, cuando regresaba a su casa, despus de haber llevado a pastar a su rebao, entraba corriendo en el pueblo gritando: - Viene el lobo! Viene el lobo! Al or los gritos, todos los habitantes se metan en sus casas muertos de miedo. Y all encerrados se quedaban hasta que oan de nuevo al pastor: - Ja, ja, ja! No es verdad! Slo era una broma! Tontos! Y todos los das los habitantes del pueblo miraban malhumorados al pastor que siempre se alejaba rindose. Todos los das Hasta que Sabes qu pas?

Un da, como tantos otros, el pastor volvi corriendo al pueblo. Gritaba tanto o ms que en otras ocasiones: - Viene el lobo! Viene el lobo! Pero esta vez corra ms deprisa de lo normal y gritaba tambin ms fuerte de lo normal Sin embargo, los vecinos del pueblo no le hicieron ni caso, hartos ya de que el pastor les hubiera engaado tantas veces Y Sabes cmo termin todo? Claro! Esta vez s que fue verdad que vena el lobo. Y como nadie del pueblo le hizo caso, el pastor se qued sin ovejas, pues el lobo se las comi todas.

LA PALOMA Y LA HORMIGA

Esto era una hormiga que, muerta de sed, se haba acercado demasiado a la orilla del ro y haba cado en sus aguas. -Socorro!Socorro! -peda la pobre hormiga, arrastrada por la corriente. Una paloma, que la haba visto, quebr una ramita de un rbol y la arroj al ro para que la hormiga se subiera a ella y se salvara. -Muchas gracias, paloma! dijo la hormiga, ya en la orilla. En eso, lleg un cazador de pjaros con su arma preparada para cazar a la paloma. Pero la hormiga, que lo vio se acerc a su pie y le mordi en el taln. Tanto

dao le hizo, que el cazador solt su armaSe dio cuenta entonces la paloma y alz el vuelo, salvando as su vida. La paloma haba ayudado a la hormiga. Y la hormiga, agradecida, haba salvado a la paloma.

LA PEQUEA ARDILLA En un bosque remoto, al pie de una montaa, viva una pequea ardilla. All haba rboles de todas clases: pinos, abetos, cedros, sauces. Algunos eran muy altos, con muchas hojas y ramas; otros eran bajos y parecan desnudos. En el bosque, tambin vivan muchos animales: pjaros, liebres, ciervos. Haba, adems, muchas ardillas. A pesar de ello, la ardillita se senta muy triste porque se

pasaba el da sola. Como era muy pequea y no saba trepar a los rboles, no tena ninguna amiga. Un da, estaba comiendo sola una bellota, cuando apareci otra ardilla un poco ms grande. Como sta tena mucha hambre, la pequea ardilla le ofreci compartir su comida. Desde ese momento, las dos ardillas fueron inseparables. La ms pequea aprendi a trepar a los rboles y a jugar como sus otras compaeras. Nunca ms se sentira sola.

EL POLLITO QUE SABA NADAR Cuando nacieron los pollitos y empezaron a correr y a piar, la mam gallina se fij en uno que en vez de decir po, po, deca cua, cua . La gallina Cucufata, dej solos a sus pollitos un momento y se alej a buscar comida para ellos. Gusanitos, hormigas y cosas as, cuando regres vio con gran susto que uno de sus pollos, precisamente el blanco, el ms gordo, se haba cado al agua del estanque. Dios mo que se me ahoga!

No tema, si es un pato dijo otra gallina vecina. Por eso temo, es el ms pato, el ms patoso, el ms torpe de todos mis hijos, si no sabe ni piar. Claro, doa Cucufata! Cmo va a decir po, po si es un pato? Mire cmo est feliz en el agua! No, que se me ahoga! Mi pollito se me ahoga! La gallina Cucufata tena un ataque de nervios y cacareaba, como loca, sin escuchar a nadie, hasta que el pollito blanco sali del agua, como cojeando, y se sacudi las plumas. Se meti bajo la mam gallina, que abri sus alas para secarlo mientras deca: Ay! Cuntos disgustos me va a dar este hijo diferente, pero lo quiero igual que a los otros pollitos de color amarillo!

LA GALLINITA CON HIPO

sta es la historia de una gallinita que viva muy feliz en el campo. Un da, mientras buscaba semillas, le dio un ataque de hipo tan fuerte que no se le quitaba con nada. Le pregunt a la lombriz qu deba hacer. Ella le recomend que saltara en una pata. Pero nada; el hipo no se le pasaba En eso se encontr con el gallo, quien al ver a la gallinita hipando tambin quiso darle su consejo.

Debes ponerte un disfraz y mirarte en un espejo, eso s que no falla, le dijo el gallo muy seguro. La gallinita se puso un disfraz, se mir en un espejo y nada; el hipo segua ah. El avestruz, que tena fama de ser muy sabia, le dijo. Sbete a mi lomo. Una carrera hasta la laguna ser el mejor remedio para quitarte el hipo. Al llegar a la laguna, el avestruz se detuvo bruscamente y se fue de panza. La pobre gallinita salt por los aires y cay de cabeza al agua. La gallinita no sala de su sorpresa cuando un pez poco amistoso la mir con sus grandes ojos y abri su enorme boca de par en par. Fue tan terrible el susto que se llev la gallinita que sali muy rpido de la laguna. Y no lo van a creer, pero se le quit el hipo.

Nombre del alumno (a):

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