Resumen Hobsbawm Entero
Resumen Hobsbawm Entero
PRLOGO 
El  objetivo  del  texto  es  comprender  la  situacin  del  mundo  a  inicios  del  siglo  XXI  y  sus  principales  problemas 
polticos. Para esto se abordarn cinco temticas centrales: 1) La cuestin de la guerra  y la paz en el siglo XXI, 
2)  El  pasado  y  futuro  de  los  imperios  del  mundo,  3)La  naturaleza  y  el  cambiante  contexto  del  nacionalismo,  4) 
Las perspectivas de la democracia liberal y 5) La cuestin de la violencia y el terrorismo poltico. 
Estos temas se desarrollaron en una escena mundial dominada por dos acontecimientos que se vinculan: 
1)  Aceleracin  de  la  capacidad  de  la  especie  humana  de  modificar  el  planeta  mediante  la  tecnologa  y  la 
actividad econmica, lo cual no ha ejercido un impacto en las decisiones polticas, pues los gobiernos buscan la 
maximizacin del crecimiento econmico sin una expectativa realista (crisis del calentamiento global) 
2) Globalizacin: su crecimiento desde los 60 gener un mundo convertido en una unidad indivisa de actividades 
interrelacionadas  y  libres  de  estorbo  de  las  fronteras  locales,  provocando  un    profundo  efecto  en  lo  poltico  y 
cultural,  con  su  forma  dominante  de  mercado  global  libre  y  carente  de  controles.  Existen  tres  observaciones 
generales en torno a la globalizacin: 
a) La globalizacin del mercado libre ha acarreado un crecimiento de las desigualdades econmicas y sociales a 
nivel  nacional  e  internacional.  Ahora  con  el  ascenso  de  las  nuevas  economas  asiticas  se  pueden  generar 
nuevas tensiones. 
b) La mayor percepcin del impacto de la globalizacin es para quienes menos se benefician de ella. Por un lado 
el mercado global ha socavado la capacidad de los estados y sus sistemas de bienestar para proteger  los estilos 
de vida  y por otra est la ampliacin de la competitividad a nivel de gnero e internacional de mano de obra ms 
barata. 
c) Problema poltico de los inmigrantes en las economas desarrolladas de Occidente. 
En  cuanto  las  relaciones  entre  hegemona,  imperio  e  imperialismos  se  observe  en  el  discurso  democrtico  de 
EEUU y su pretensin de conseguir hegemona mundial unilateral con la Guerra en Irak en  el 2001. Esto refleja 
la  idea  de  que  la  patologa    ocupacional  de  los  estados  y  gobernantes  no  conciben  lmites  debido  a  la 
megalomana.  
Para  algunos,  frente  al  contexto  de  violencia  y  barbarie  global  desean  una  hegemona  imperial  mundial 
especficamente de EEUU, es decir un imperialismo de los DDHH. Sin embargo, este planteamiento 
es viciado en sus fundamentos, ya que la postura que adopta por sistema cualquier estado es la de la procura de 
sus intereses  (DDHH valor publicitario).  Al margen del discurso humanitario hay tres presupuestos que en favor 
de la intervencin armada 1) Surgimiento de situaciones intolerables (genocidios) que la exijan, 2) Falta de otras 
posibilidades para hacer frente a tales situaciones y 3) Los beneficios derivados de proceder de este modo son 
patentemente  superiores  a  los  costes.  Ahora  bien,  el  problema  consiste  en  qu  se  define  como  una  situacin 
intolerable.  
Adems, en el caso de la Guerra en Irak  y otras ocupaciones ninguna ha alcanzado los objetivos anunciados: el 
establecimiento  de regmenes democrticos en sintona con los  valores  de Occidente  que sirvan como ejemplo 
para  las  sociedades  de  su  regin.  Este  fracaso  se  debe  parcialmente  en  una  suposicin  que  subyace  del 
imperialismo  de  los  derechos  humanos,  la  que  los  regmenes  de  barbarie  y  tirana  son  inmunes  al  cambio 
interno, por lo que solo una fuerza exterior puede provocar su fin y la difusin de valores e instituciones polticas 
o  legales  (suposicin  que  se  hereda  de  la  Guerra  Fra  en  la  denuncia  contra  el  totalitarismo).  Esta  suposicin 
tambin se basa en que se pueden generar importantes transformaciones culturales mediantes actos de fuerza. 
Captulo 1 Guerra y Paz en el siglo XXI 
Teniendo  en  cuenta  la  <guerra  de  treinta  aos>  de  1914-1945  y  los  40  aos  posteriores  de  Guerra  Fra  no  se 
puede  negar  que,  en  Europa,  frica  y  el  Asia  Central  y  occidental,  los  aos  90  estuvieron  marcados  por 
conflictos bien declarados y encubiertos, por lo cual el mundo no conoce la paz desde 1914. 
Los cuales se dividen cronolgicamente en tres periodos: 
I.  1914-1945  Guerra mundial con Alemania como eje  
II.  1945-1989  Confrontacin de dos superpotencias 
III.  1989 en adelante fin del sistema clsico de equilibrio de poder internacional 
En  el  s.  XX  no  se  generaron  Guerras  entre  estados  en  Amrica  (excepto  G.  Chaco)  y  desde  1945  tambin 
desaparecieron de Europa, aunque en el periodo III volvi al sudeste. Durante el periodo II asolaron en Oriente 
Medio  y  Sur  de  Asia  (algunas  respondan  al  contexto  internacional).  Por  su  parte  frica  subsariana  se  vio 
mayormente afectada  durante el periodo II y III. 
Se observan dos caractersticas en las guerras del s. XX en comparacin con las del s. XXI: 1) En los inicios del 
s.  XXI  las  operaciones  armadas  no  estn  fundamentalmente  en  manos  de  los  gobiernos  y  2)  Las  partes  del 
conflicto no comparten caractersticas, status, objetivos, a excepcin del solo hecho de recurrir a la violencia. 
A su vez, las guerras internacionales fueron disminuyendo desde mediados de los 60 cuando las disputas entre 
los estados cedieron su lugar a los problemas internos. 
Otra observacin  es la desaparicin de la separacin  entre los combatientes  y los no combatientes. En  las dos 
Guerras Mundiales se vio envuelta toda la poblacin de los pases en pelea, sufriendo del tanto los militares y la 
poblacin civil. Sin embargo, a lo largo del siglo, el peso de la guerra ha ido recayendo ms sobre los civiles, que 
no  eran  solo  las  vctimas  sino  tambin  el  objetivo  de  las  operaciones  poltico-militares.  Este  fenmeno  no  se 
limita a zonas pobres y remotas, pues en algunas zonas las consecuencias de  la guerra sobre la poblacin civil 
se  ven  acrecentadas  por  la  globalizacin  y  la  importancia  mayor  que  se  concede  a  un  flujo  de  informacin, 
servicios tcnicos y de aprovisionamientos cada vez ms importantes. 
A principios del s. XX las Convenciones de La Haya de 1899 y 1907 dictaban las reglas por las cuales se rega la 
guerra: se enfrentaban solamente soldados  y  en lo posible  proteger  a la poblacin civil, pero  quedaba  implcito 
que estas convenciones no cubran la totalidad de los conflictos armados. Con todo, la Convenciones de la Haya  
siguieron  siendo  las  pautas  que  se  aplicaron  durante  la  I  GM,  pero  a  lo  largo  del  s.  XX  la  poca  claridad  del 
panorama  se  vio  sustituida  por  el  caos  por  dos  razones:  1)  La  frontera  entre  las  guerras  civiles  y  los  conflictos 
internacionales se difumin, pues el s. XX no es solo un siglo de guerras sino tambin de revoluciones y del fin 
de diferentes imperios  2) Frontera entre la guerra y la paz tambin dej de ser  clara. Ej: II GM no empez con 
declaraciones de guerra ni termin con tratados de paz o el concepto de Guerra Fra. 
Esta ambigedad no solo  es herencia de las guerras mundiales, sino  tambin de la maquinaria de propaganda 
de masas que trae consigo la guerra, y de un periodo de confrontacin ideolgica, en reemplazo de las guerras 
de  religin,  lo  cual  gener  que  el  objetivo  de  los  conflictos  fuese  algo  innegociable  como  la  <rendicin 
incondicional> (guerra total). 
Esta situacin se ha complicado,  ya que la tendencia en el discurso pblico  es  de emplear la palabra <guerra> 
para  referirse  al  despliegue  de  una  fuerza  organizada  contra  actividades  nacionales  o  internacionales 
consideradas  como  contrarias  a  la  sociedad  (Guerra  contra  la  Mafia).  Este  empleo  lleva  a  la  confusin  de  dos 
tipos  de  fuerzas  armadas:  1)  <Soldados>,  que  se  enfrentan  a  otro  ejrcito  y  tiene  como  propsito  su  derrota, 
donde  la  victoria  no  tiene  una  connotacin  moral  y  2)  <Polica>,  que  aspira  a  mantener  o  restablecer  el  grado 
necesario  de  ley  y  orden  pblico  en  el  seno  de  una  entidad  poltica  ya  existente,  donde  la  victoria  s  tiene  una 
connotacin  moral  al  llevar  a  alguien  ante  la  justicia  por  el  quebrantamiento  de  la  ley.  No  obstante,  estas 
distinciones son solo tericas. 
Para el s. XX vivimos en un periodo marcado por la ausencia de una autoridad global eficaz y capaz de controlar 
o de resolver los conflictos armados. En este sentido, se observa que la globalizacin ha avanzado en casi todos 
los aspectos menos en uno: poltico-militar; los estados territoriales siguen siendo las nicas autoridades  reales. 
Sin embargo, ningn estado o imperio ha sido lo suficientemente extenso para  mantener la hegemona poltica. 
Adems,  una  sola  superpotencia  no  puede  compensar  la  ausencia  de  autoridades  globales  principalmente  a  la 
vista de la falta de convenciones (desarme internacional o control armamentstico) lo suficientemente vinculantes 
para que los principales estados se sometan a ellas.  Existen  algunos rganos como las Naciones Unidas, FMI, 
BM,  OMC  y  tribunales  internacionales,  pero  el  poder  que  tienen  es  el  otorgado  por  acuerdos  entre  estados,  el 
que les brinda el respaldo de estados poderosos o el que los estados acceden voluntariamente a concederles. 
Por ejemplo, en la Corte Penal Internacional surgida de Naciones Unidas en 1998, las decisiones de ste no se 
considerarn  necesariamente  legtimas  y  vinculantes  mientras  los  estados  ms  poderosos  no  den  su  respaldo. 
De manera contraria, ocurre cuando los estados poderosos buscan llevar a criminales de estados ms pequeos 
a estos tribunales. Esto refleja  no un ejemplo de derecho internacional, si no del ejercicio tradicional del poder. 
Sin embargo, la gran diferencia entre el siglo XX y el s. XXI es la idea de que la guerra  ya no transcurre en un 
mundo  dividido  en  reas  territoriales  bajo  la  autoridad  de  gobiernos  legtimos  que  estn  en  posesin  del 
monopolio  de  los  mecanismos  del  poder  pblico  y  de  la  coercin.  En  este  sentido,  los  ltimos  treinta  aos  el 
estado territorial ha perdido por diferentes motivos el monopolio tradicional del ejrcito, as el sentido fundamental 
de  legitimidad.  Situacin  que  ha  provocado  un  cambio  en  el  equilibrio  entre  las  organizaciones  estatales  y  no 
estatales. 
De esta manera cabe preguntarse  de qu manera afectan estos cambios al equilibrio entre guerra y paz en este 
siglo, presentndose 3 elementos de transformacin: 
1)  La  desaparicin  de  la  URSS  trajo  consigo  la  desaparicin  del  sistema  de  superpotencias  que  rigi  las 
relaciones  internacionales  durante  casi  dos  siglos  y  que,  con  excepciones,  mantuvo  bajo  control  los 
conflictos entre estados. 
2)  Esta  desaparicin  trajo,  a  su  vez,  la  terminacin  de  una  de  las  principales  trabas  en  las  guerras  entre 
estados y en la intervencin armada de unos en las cuestiones de otros, incrementando la inestabilidad. 
3)  La multiplicacin de la cifra de actores que operan en la escena internacional. 
Ahora bien, de qu manera nos podemos controlar o zanjar los conflictos? En primer lugar, hay que considerar 
que  la  coyuntura  internacional  seguir  siendo  multilateral,  y  su  funcionamiento  depender  de  la  capacidad  de 
diferentes  entidades  de  peso  para  ponerse  de  acuerdo  entre  s,  aun  cuando  haya  un  estado  que  domine 
militarmente.  Tambin,  es  necesario  replantearse  el  rol  de  los  organismos  internacionales  existentes, 
especialmente  el  de  las  Naciones  Unidas,  porque  su  funcin  de  resolucin  de  conflictos  y  estrategias  est 
delimitado  por  los  poderes  polticos  cambiantes,  pues  el  principal  defecto  del  sistema  es  la  ausencia  de  un 
intermediario internacional realmente neutral y capaz de actuar sin necesidad de autorizacin previa por parte del 
Consejo de Seguridad. En suma, se observa que desde el fin de la Guerra Fra, la gestin de la paz y la guerra 
ha respondido a un plan improvisado. 
Incluso el equilibrio de la paz y la guerra no depender de la creacin de mejores mecanismos de negociacin y 
resolucin de conflictos, sino de la estabilidad domstica y de la capacidad para evitar enfrentamientos militares. 
En  este  sentido,  los  estados  con  una  slida  economa  y  una  distribucin  ms  o menos  equitativa  de  la  riqueza 
son menos susceptibles de sufrir conflictos internos. Por otro lado, el problema del control de la violencia armada 
dentro del estado depende del poder y de la intervencin eficaz de los gobiernos nacionales y de su legitimidad 
en la poblacin. No obstante, nada parece indicar que estas mejoras se estn llevando a cabo. 
En conclusin, podemos esbozar una previsin: en el siglo XXI, la guerra no ser tan sangrienta como lo fue en 
el  siglo  XX,  pero  la  violencia  armada,  que  dar  lugar  a  un  grado  de  sufrimiento  y  a  unas  prdidas 
desproporcionadas, continuar omnipresente en gran parte del mundo. Queda lejos la idea de un siglo de paz. 
 
Captulo 2 
Existe una situacin de perdida de sentido sobre hacia  dnde va la poblacin mundial. Esta situacin se debe a 
distintas situaciones. 
La agricultura dej de ser por mucho la actividad econmica (y social) predominante en el mundo del s XXI, hacia 
inicios del XX era prcticamente el 90 % de la ocupacin mundial, hoy da no pasa del 10 o 20 %. De la misma 
manera, la ciudad ha tomado un rol protagnico, de hecho, hoy en da ms del 45% de la poblacin mundial vive 
en  ciudades,  situacin  que  va  en  aumento,  puesto  que  cada  vez  ms  los  pases  ms  atrasados  estn 
embarcndose en un proceso modernizador de la sociedad completa. 
Otro factor importante es la prdida de poder por parte del Estado, si las guerras mundiales fueron estatales, hoy 
da son en base a  grupos  organizados  al  interior  del  pas  y  que son incontrolables  por el estado (situacin que 
tiende a generar intromisin internacional), est perdida de poder se debe entre otras cosas a la proliferacin de 
transnacionales que invaden todos los mbitos de la sociedad; esta situacin es  ms dramtica aun en Estados 
pequeos, donde el poder de estas es an mayor. 
Un factor que no podemos dejar de lado es el viraje de la economa desde el atlntico al pacifico, lo que cada vez 
ms  evidencia  el  poder  de  los  pases  asiticos  que  en  su  poblacin  acaparan  ms  de  la  mitad  de  la  poblacin 
mundial, lo que indudablemente generar un giro de las polticas internacionales. 
Existe  hoy  una  posibilidad  de  control  global,  puesto  que  el  modelo  econmico  genera  grandes  desigualdades, 
dndole  poder  a  unos  sectores  y  sometiendo  a  otros.  Por  otra  parte  USA,  la  gran  superpotencia,  no  logra 
consolidarse  en  aspectos  econmicos,  polticos  y  sociales,  debido  a  su  poltica  belicosa  megalmana.  Esto  ha 
generado  desconfianza  general  hacia  USA  debido  a  su  poltica  exterior  megalmana  luego  de  los  ataques  del 
11S, lo que le ha generado perdida de hegemona internacional. 
 
Captulo 3 
Hoy  da  no  existe  la  posibilidad  de  mantener  la  idea  de  imperialismo  hegemnico,  esto  por  la  globalizacin  (a 
travs del sistema neoliberal), prdida de poder de los Estados nacionales (a partir de conflictos internos) que se 
evidencia  a  partir  de  la  imposibilidad  de  mantener  un  dominio  del  territorio  propio  efectivo  (caso  de  ETA  o  del 
IRA),  y  tambin  catstrofes  humanitarias  (genocidios  y  refugiados).  Por  esto  la  existencia  de  instituciones 
supranacionales efectivas es casi una necesidad, el problema es que no actan por estar siempre vetadas (como 
la  ONU)  por  potencias,  adems  de  estas  mismas  no  implicar  un  referente  nico  creble  para  todos  (el  caso  de 
USA). 
Los imperios siempre cayeron por guerras entre ellos. La idea de paz pregonada por los imperios siempre tiene 
que  ver  con  una  paz  interior  a  costa  de  guerrear  con  sus  vecinos.  Por  esto  podemos  decir  que  la  paz  es  una 
falacia en la que viven las metrpolis. 
Hay muchas diferencias  entre USA  y UK,  por  ejemplo, USA naci  de un revolucin con  ideas ilustradas,  por lo 
tanto, siempre tendr en su ADN el ideal de convertirlos a todos, adems, el hecho de que USA este en territorio 
continental,  hace  que  el  lmite  de  sus  fronteras  no  sea  fijo,  siempre  convivi  con  el  ideal  de  estar  rodeado  de 
tierras vrgenes.  Por  su parte, UK, al estar  en una  isla, siempre tuvo un control fijo de territorios, por lo tanto la 
difusin  de sus ideas fue  ms contenida. UK tuvo  unidad gracias a su pasado (una idea  tnica til),  en cambio 
USA siempre vivi aniquilando el pasado (grupos indgenas por ejemplo), por lo tanto no haba algo en comn. 
La unidad de USA venia de su ideologa revolucionaria (republicanismo). Todo aquello que no estuviera a favor 
de USA estaba en su contra. 
UK  utilizo  el  comercio  para  establecer  su  dominio  en  el  mundo  (debido  a  su  poca  poblacin)  era  el  principal 
exportador hasta 1929 (y manejaba  hasta 1880). 
USA siempre fue ms grande, nunca quiso ser un imperio ultramarino, siempre se jact de ser el Estado a parte, 
el  controlo  lo  logr  por  la  industrializacin,  que  contribuy  con  volmenes  enormes  de  produccin,  generando 
una relacin tremendamente asimtrica entre los pases. 
Ms  all  del  giro  que  pueda  producir  la  primaca  norteamericana  en  el  futuro,  lo  importante  es  observar  que  la 
base  del  imperialismo  norteamericano  se  basa  en  su  poltica  exterior,  y  en  el  uso  de  la  fuerza  cuando  pierde 
influencia. 
UK histricamente logr mantener la paz internacional (basta solo con pensar en la casi ausencia de conflictos a 
gran escala de ndole poltica en el siglo XIX), puesto que esto le permita generar continuidad en sus negocios. 
UK saba bien sus limitaciones. 
USA por su parte an no se da cuenta de su finitud, e histricamente  contina con la estrategia de mantener el 
control a partir de la coercin, de la explotacin de Estados menores. 
 
Captulo 4: El imperio se extiende ms y ms 
  La  situacin  mundial  actual  es  bastante  inslita,  vivimos  en  un  mundo  tan  integrado  que  cualquier 
interrupcin tiene consecuencias inmediatas. La tecnologa ejerce una enorme influencia en la economa y sobre 
todo  en  la  fuerza  militar.  El  poder  poltico  a  escala  global  requiere  el  dominio  de  esa  tecnologa  adems  de  un 
estado extraordinariamente grande y poderoso. As es la compleja naturaleza de la poltica de hoy. 
  Las  diferencias  entre  las  ambiciones  estadounidenses  actuales  y  las  de  Gran  Bretaa  hace  un  siglo  o 
ms,  son  muy  notables.  Estados  Unidos  es  un  pas  geogrficamente  muy  vasto  con  una  de  las  mayores 
poblaciones del globo. Tambin hay diferencias de estilo: el Imperio britnico en su mayor apogeo dominaba una 
cuarta  parte  del  planeta,  EE.UU  nunca  ha  practicado  de  hecho  el  colonialismo.  A  diferencia  de  la  dominacin 
britnica, la suya durante el siglo XX se ha basado en forma decisiva en una poltica de intervencin armada. Por 
otra parte, EE.UU es una gran potencia nacida de una revolucin universalista, por lo que mantiene la creencia 
de  que  el  resto  del  mundo  debera  seguir  su  ejemplo.  Pocas  cosas  hay  ms  peligrosas  que  un  Imperio  que 
persigue su propio inters con la creencia de que le est haciendo un favor a la humanidad. La diferencia bsica, 
es que el Imperio britnico, aunque global, no pretenda el poder global y ni siquiera un poder  terrestre poltico y 
militar en regiones como Europa o Amrica.  
  EE.UU tensa una contradiccin entre la ideologa de un mundo dominado por el libre comercio controlado 
por los EE.UU y los intereses polticos de importantes sectores estadounidenses que se sienten perjudicados por 
l. Una de las pocas formas en que se puede superar esta contradiccin es mediante la expansin del comercio 
de armas, y esto constituye otra diferencia entre el Imperio britnico y el estadounidense. Especialmente a partir 
de  la  Segunda  Guerra  Mundial:  el  llamado  complejo  militar  industrial.  El  problema  para  ellos,  es  que  se  ven 
frente al hecho que su imperio y sus objetivos ya no son genuinamente aceptados.  
  Est  claro  que  lo  que  pretende  la  gente  que  gobierna  o  parece  gobernar  en  Washington  es  una 
manifestacin  pblica  de  supremaca  global  mediante  la  fuerza  militar.  Su  propsito  sigue  siendo  confuso.  Es 
posible que tenga xito? El mundo es demasiado complicado para que ningn Estado  lo domine por s solo. El 
imperio  estadounidense  est  ms  all  de  cualquier  competencia  en  el  terreno  militar  y  es  probable  que  siga 
siendo  as  en  el  prximo  futuro,  pero  eso  no  significa  que  sea  absolutamente  decisivo,  como  lo  es  en  guerra 
localizada.  La  guerra  de  Iraq  fue  un  ejemplo  de  la  frivolidad  con  que  se  toman  algunas  decisiones  en  EE.UU, 
donde la guerra fue en realidad un ejercicio con el que exhibir el podero internacional. Si estuvieran en serio de 
cambiar  Medio  Oriente  sabemos  que  una  de  las  primeras  cosas  que  tendran  que  hacer  es  presionar  a  los 
israeles.  Bush  padre  estaba  dispuesto  a  hacerlo,  pero  el  actual  ocupante  de  la  Casa  Blanca  no  lo  est  [Bush 
hijo], quien no hace poltica, sino teatro. 
  Lo nico que cuenta es el poder abrumador de EE.UU, Sus consecuencias para ello mismos sern muy 
perjudiciales. En cuanto al resto, el peligro es la desestabilizacin del mundo: ha saboteado deliberadamente la 
U.E  y  tambin  pretende  de  forma  sistemtica  arruinar  otro  de  los  grandes  logros  mundiales  desde  1945:  la 
poltica  de  bienestar  social  de  los  Estados  democrticos  ms  prsperos.  Cmo  va  a  afrontar  contener-  el 
mundo  a  EE.UU?  Algunos,  creyendo  imposible  enfrentrseles,  prefieren  unirse.  Ms  peligrosa  es  la  gente  que 
odia la ideologa que enarbola el Pentgono, pero apoya el proyecto creyendo que a medida que avance mitigar 
algunas injusticias locales y regionales. Podramos llamar a esto imperialismo de los derechos humanos. 
  Resulta  imposible  saber  cunto  durar  la  actual  supremaca  de  EE.UU.  Lo  nico  de  lo  que  podemos 
estar  seguros  es  que  ser  un  fenmeno  temporal,  como  lo  han  sido  todos  los  dems  imperios.  Hay  razones  
internas  por  las  que  el  imperio  estadounidense  no  puede  durar,  y  la  ms  inmediata  es  que  la  mayora  de  los 
estadounidenses no estn interesados en el imperialismo ni en  la dominacin mundial en el sentido de gobernar 
el mundo. Lo que les interesa es lo que les ocurre a ellos en su propio pas.  
  Desde 1997-98 vivimos en una crisis de la economa capitalista. La cuestin clave ahora es qu har el 
gobierno estadounidense a continuacin y cmo reaccionarn los dems pases. Probablemente se extender la 
sensacin  de  que  hay  que  poner  lmites  a  lo  que  EE.UU  puede  hacer  con  su  poder.  Pero  en  este  instante  la 
principal preocupacin es la de si no contener, al menos educar o reeducar a EE.UU. 
 
Captulo 5: Naciones y nacionalismo en el nuevo siglo 
  Se inicia en 1889 un perodo de inestabilidad internacional, cuyo fin nadie acierta a pronosticar. En esta 
fecha  toc  a  su  fin  el  sistema  internacional  de  potencias,  por  vez  primera  en  la  historia  europea  desde  el  siglo 
XVIII. Entre el fin de la Segunda Guerra Mundial y los aos setenta se ha producido el aumento ms importante 
en  el  nmero  de  Estados  soberanos  reconocidos  internacionalmente  [Desde  1988,  un  incremento  del  20%].  Y 
tambin  hemos  vivido  la  aparicin  de  los  denominados  estados  fracasados,  principalmente  en  frica,  pero 
tambin  como  mnimo  en  una  regin  de  Amrica  Latina.  Junto  a  este  hecho,  la  Guerra  Fra  dej  tras  de  s  un 
extraordinario  arsenal  mundial  de  armas  pequeas  y  mortferas,  al  alcance  de  grupos  no  gubernamentales, 
aumentando de este modo la inestabilidad misma de los Estados. 
  Una  de  las  consecuencias  ms  importantes  de  todo  lo  dicho  es  la  primera  gran  epidemia  de  sangre, 
genocidios  y  limpieza  tnica  desde  los  aos  inmediatamente  posteriores  a  la  Segunda  Guerra  Mundial.  Los 
ochocientos mil asesinatos de Ruanda en 1994 son solo el ejemplo ms extremo.  
El  segundo  elemento  nuevo  es  la  extraordinaria  rapidez  que  ha  adquirido  en  las  ltimas  dcadas  el 
proceso  de  globalizacin  y  sus  consecuencias  sobre  los  desplazamientos  y  la  movilidad  de  las  personas.  La 
llegada  de  inmigrantes,  de  hecho,  aument  con  el  nuevo  siglo.  El  carcter  abiertamente  cosmopolita  que  han 
cobrado  las  grandes  ciudades  de  los  pases  ms  ricos  es  una  de  las  consecuencias  ms  evidentes  de  este 
proceso. Gracias a los cambios en el coste  y la velocidad de las comunicaciones del transporte, los emigrantes 
con intencin de instalarse en el pas de acogida en  el siglo XXI  ya no sienten,  a diferencias de  los siglos  XIX, 
aoranza de su  patria. Con todo, hoy es todava imposible juzgar el efecto de  esta extraordinaria movilidad. La 
piedra  filosofal  de  la  identidad  en  el  siglo  XXI  no  es  la  partida  de  nacimiento  del  Estado-Nacin,  sino  el 
documento de identidad internacional, el pasaporte.  
El tercer elemento, la xenofobia, no es nuevo, pero s que es cierto que subestim sus dimensiones y sus 
implicaciones en mi propio trabajo sobre el nacionalismo moderno. En Europa y EE.UU, la nueva globalizacin es 
los  flujos  migratorios  ha  consolidado  la  larga  tradicin  de  hostilidad  econmica  popular  hacia  los  grande 
movimientos de personas, as como la resistencia contra todo aquello que se percibe como una amenaza contra 
la  identidad  cultural  del  grupo.  Se  trata  de  una  combinacin  explosiva,  evidentemente,  y  ms  en  pases 
homogneos tnica, confesional y culturalmente, y en regiones que no estn acostumbradas a acoger a grandes 
grupos de extranjeros. El ftbol como catalizador de dos formas de identificacin de grupo: local club- y nacional 
-seleccin  nacional-.  Se  advierte  el  aumento  de  los  comportamientos  xenfobos  y  racistas  entre  la  hinchada, 
fundamentalmente  masculina  de  los  pases  imperiales.  Y  la  relacin  que  existe  entre  las  hinchadas  radicales  y 
los  polticos  de  extrema  derecha,  son  la  manifestacin  de  estas  tensiones.  Sin  embargo,  como  ya  hemos 
mencionado, la xenofobia tambin es el reflejo de la crisis de una identidad nacional culturalmente representada 
por Estados-nacin, sobre todo a los ojos de quienes ocupan sus territorios. As mismo, en las patrias originales 
de  la  nacin,  ya  no  estn  dispuestos  a  morir  por  el  Estado-Nacin.  Y  qu  sustituir,  si  sucede  tal  cosa,  al 
Estado-nacin como modelo de gobierno popular en el siglo XXI? La respuesta sigue siendo una incgnita.  
 
Captulo 6: Las perspectivas de la Democracia 
Hay  palabras  que  logran  que  todo  el  mundo  arda  en  deseos  de  demostrar  entusiasmo:  democracia  es 
una  de  ellas.  Es  imposible,  a  excepcin  de  unas  cuantas  teocracias,  encontrar  un  rgimen  que  no  rinda 
oficialmente tributo a asambleas o a presidentes elegidos mediante competicin electoral. Cualquier Estado que 
posea  estos  atributos  es  oficialmente  considerado  superior  a  cualquier  otro  que  carezca  de  ellos:  por  primera 
vez en la historia humana existe una nica y clara forma dominante de Estad, la moderna repblica democrtica, 
constitucional y representativa.  
Hay  tres  observaciones  crticas  que  son  de  inmediata  relevancia.  La  primera,  es  obvia:  la  democracia 
liberal precisa de una unidad poltica que enmarque su ejercicio: por lo comn el Estado-Nacin. La segunda 
reflexin  arroja  algunas  dudas  sobre  la  afirmacin  de  que  la  gobernanza  liberal  democrtica  es  siempre  e  ipso 
facto superior, o a menos preferible a la no democracia. No hay duda de que esto es cierto, pero no siempre.  No 
estoy  sugiriendo  que  los  regmenes  no  democrticos  sean  mejores  que  los  regmenes  democrticos. 
Simplemente les recuerdo el hecho de que el bienestar de los pases no depende de la presencia o ausencia de 
un  pnico  tipo  de  orden  institucional.  La  tercera  observacin  queda  expresada  en  la  clsica  mxima  de  W. 
Churchill: la democracia es la peor  de todas las formas de gobierno, a excepcin de todas las dems.  Esto, 
porque  los  argumentos  de  la  democracia  son  bsicamente  negativos.  Y,  sin  embargo,  hay  algo  en  ella  que 
resulta  innegable:  el  pueblo  es  hoy  el  fundamento  y  el  punto  de  referencia  comn  a  todos  los  gobiernos 
estatales,  excepto  el  teocrtico.  Y  esto  no  es  solo  inevitable,  sino  justo.  En  la  era  del  hombre  de  la  calle,  todo 
gobierno es un gobierno del pueblo y para el pueblo, aunque evidentemente no pueda ser, en sentido operativo 
alguno, un gobierno regido por el pueblo.  
Esta es la herencia del siglo XX. Seguir constituyendo aun en el siglo XXI el fundamento del gobierno 
popular, incluido el liberal democrtico? El argumento que planteo en esta conferencia es que la actual fase del 
desarrollo  del  capitalismo  globalizado  la  est  socavando,  y  que  esto  tendr,  y  est  teniendo  ya,  graves 
implicaciones para la democracia liberal. Y ello porque hoy la poltica democrtica se asienta en dos supuestos, 
uno moral y otro prctico.  
En trminos morales, la democracia requiere que el rgimen cuente con el apoyo expreso del grueso de 
sus  ciudadanos.  La  participacin  en  las  elecciones  parece  estar  disminuyendo  en  la  mayora  de  los  pases 
liberaldemcratas.  Entonces,  en  qu  medida  es  posible  hablar  de  legitimidad  democrtica  de  una  autoridad 
elegida  por  una  tercera  parte  del  electorado  potencial?  Desde  el  punto  de  vista  prctico,  los  gobiernos  de  los 
modernos  Estados-nacin  territoriales  descansan  en  tres  presupuestos:  en  primer  lugar,  que  tienen  ms  poder 
que otras unidades que operan en su territorio; en segundo lugar, que los habitantes de sus territorios estn ms 
o  menos  dispuestos  a  aceptar  de  buena  gana  a  su  autoridad;  y  en  tercer  lugar,  que  los  gobiernos  pueden 
proporcionar  a  los  ciudadanos  servicios  que  de  otro  modo  no  sera  posible  prestar  en  absoluto,  o  no  con  la 
misma  eficacia.  En  los  ltimos  treinta  o  cuarenta  aos,  estas  presunciones.  En  los  ltimos  treinta  o  cuarenta 
aos, estas presunciones han ido perdiendo validez de forma progresiva.  
El ideal de la soberana del mercado no es un complemento de la democracia liberal, sino una alternativa 
a  este  sistema.  De  hecho,  es  una  alternativa  a  todo  tipo  de  poltica,  ya  que  niega  la  necesidad  de  tomar 
decisiones  polticas.  La  participacin  en  el  mercado  sustituye  a  la  participacin  en  la  poltica.  El  consumidor 
ocupa el lugar del ciudadano. Por consiguiente, tanto el Estado territorial soberano como cualquier combinacin 
de Estados viven hoy una situacin de mayor debilidad de antes: la integridad territorial de los Estados modernos 
ya no es algo que se d por supuesto. 
Todo esto sita a la democracia liberal frente a lo que quiz sea su ms inmediato y serio problema. Los 
gobiernos nacionales conviven con fuerzas que ejercen cuando al menos el mismo impacto que ellos en la vida 
cotidiana de sus ciudadanos, pero que se encuentran en distintos grados, fuera de su control. Pero qu pueden 
y  deben  hacer  los  gobiernos?  Los  gobiernos,  ciertamente,  no  pueden  dejar  de  gobernar.  Se  gobierna  para  el 
pueblo.  Los  efectos  del  gobierno  han  de  juzgarse  en  funcin  de  lo  que  este  haga  al  pueblo.  Por  muy 
desinformada, ignorante o incluso estpida, esta voluntad es indispensable. Y, sin embargo, nadie puede dudar 
que, en el marco de la democracia liberal, una de las cosas que aaden dificultad a la gobernanza  sea el hecho 
de tener que escuchar la voluntad del pueblo. En el clima creado por los omnipresentes y todopoderosos medios 
de comunicacin, los pasajeros del vehculo democrtico, empeados en dar consejos al conductor al pretender 
hallarse en posesin de alguna pericia capaz de rivalizar con la del gobierno en su labor, se dedican a comentar 
constantemente  la  actuacin  de  este.  En  tales  circunstancias,  la  solucin  ms  conveniente  para  los  gobiernos 
democrticos, y a veces la nica, consiste en mantener el mayor nmero de decisiones posible al margen de la 
publicidad y de la poltica.  
Por  consiguiente,  cul  es  el  futuro  de  la  democracia  liberal  en  esta  situacin?  Salvo  por  la  teocracia 
islmica, no existen ya movimientos polticos pujantes que rivalicen con esta forma de gobierno, y no es probable 
que  surja  ninguno  en  el  inmediato  futuro.  Adems,  hoy  est  claro  que  no  va  a  cuajar  la  utopa  de  un  mercado 
global del  laissez-faire  en  el que vayan a disolverse los estados. Han de encarar  y competir con una economa 
mundial que opera eficazmente a travs de entidades muy diferentes: las compaas. Estas empresas eluden la 
poltica todo cuanto pueden, que es mucho. 
 
Cap. 7 La difusin de la Democracia 
Analiza ciertos supuestos en torno a la democracia: 
Los  estados  poderosos  reorganizan  el  mundo  de  forma  planificada  mediante  guerras.  Se  da  una  difusin  de  la 
democracia, sobrevalorndola. La globalizacin sugiere que la evolucin de los asuntos humanos se orientan en 
la  direccin  de  un  modelo  universal.  Buscan  un  orden  mundial  dirigido  por  un  podero,  se  requiere  de 
intervencin  de  estados  fuertes,  en  embargo,  se  debe  tener  cuidado  con  ellos.-->  EE.  UU  como    una  sociedad 
modlica; tiene todo lo que se necesita para rehacer  el mundo, a imagen y semejanza de  esta sociedad libre 
estados poderosos pretendan generalizar sus sistemas en el caso de este siglo es EE.  UU con su democracia, 
lo que amenaza con la integridad de los valores universales. 
No  existe  posibilidad  de  una  democracia  estndar.  El  consenso  es  necesario  para  un  gobierno  democrtico 
eficaz estado con legitimidad, consentimiento y capacidad para mediar conflictos de grupos locales. Cuando no 
se da la democracia queda en suspensin; el estado se divide o la sociedad entra en guerra civil. Desde 1918, y 
luego  en  1989  la  difusin  de  la  democracia  agrav  los  conflictos  tnicos  y  disgregacin  de  los  estados  en 
regiones multinacionales 
*Esta democracia no tiene  el alcance gasta los lugares en donde hoy en  da  se concentra la mayor  parte de la 
actividad humana (entidades transnacionales, publica y privadas). Ejemplo: UE no llegara a ninguna parte sin su 
dficit democrtico. 
*la  difusin  de  la  democracia  transmite  la  ilusin  de  que  gobiernan  quienes  si  disponen  de  la  democracia. 
Situacin que no es as. 
  La  democracia  electoral  no  garantiza  necesariamente  la  efectiva  libertad  de  prensa,  derechos  de  los 
ciudadanos y la independencia judicial 
 
Cap. 8 Las transformaciones del terror 
Ha cambiado la naturaleza del terror poltico en las postrimeras del siglo XX? Pregunta central del captulo. 
El  autor  narra  el  ejemplo  de  Sri  Lanka:  isla  histricamente  pacifica,  producto  de  su  religin  (hinduismo  y 
budismo),  all  conviven  cingaleses  budistas  (mayora)  y  tamiles  emigrados  del  sur  de  la  India  (hinds).  Se 
desarroll una pugna entre estos dos grupos. Se gener un partido comunista y un partido trotskista encabezado 
por la elite occidentalizada, ambos opuestos al terrorismo. Tamiles desarrollaron resentimientos hacia el rgimen 
cingals, del que nacieron grupos de actividad terrorista suicida, la intransigencia de ambas partes ha mantenido 
una tensin constante: 
  tnico lingstica: racismo 
  JVP: organismo marxista de predominio cingals) en base a un resentimiento a la vieja elite sociopoltica. 
Organiza una insurreccin desde 1970 
Esto ha hecho de la actividad poltica un bao de sangre. 
Parece  un  ejemplo  del  aumento  de  la  violencia  poltica  de  fines  del  siglo  XX  Por  qu?  El  autor  lo  liga  al 
aumento  de  la  violencia  en  occidente.  La  sociedad  se  encuentra  con  el  arraigo  de  la  expectativa  de  que  la 
civilizacin debera traer consigo el declive permanente de la violencia asociacin de la violencia social con la 
violencia poltica es inevitable en pases con tradicin liberal,  ya que ha surgido en el  ltimo tercio del siglo XX, 
un  aumento  de  la  violencia  poltica  no  oficial,  as  como  la  violencia  estatal  en  caso  contrario.  A  diferencia  de 
pases  dictatoriales  o  autoritarios,  estos  dejan  poco  margen  de  maniobra  a  la  violencia  poltica  extra  oficial  y 
disminuye la poltica extraoficial no violenta. 
el  aumento  de  la  violencia  en  general  forma  parte  del  proceso  de  reversin  a  la  barbarie  que  ha  venido 
fortalecindose  en  el  mundo  desde  la  primera  guerra  mundial.  Se  da  en  pases  estables  y  fuertemente 
institucionalizados.  Una  forma  de  legitimar  el  monopolio  nacional  del  estado  de  la  posesin  de  la  fuerza 
coercitiva desarme total de la poblacin civil 
La retrica liberal ha sido incapaz de reconocer que ninguna sociedad funciona sin cierta  violencia, esta est en 
grados y normas. Hobsbawm admite que en estas sociedades se aceptan dos absolutos: violencia y no violencia. 
Degeneracin  patolgica  en  violencia  poltica  se  han  transgredido  las  conductas  consuetudinarias.  La  fuente 
ms  peligrosa  de  violencia  ilimitada  en  este  siglo,  es  la  conviccin  ideolgica  posesin  de  una  justificacin 
moral para la barbarie. El ascenso de un colosal terror a lo largo del ltimo siglo no es reflejo de la banalidad del 
mal,  sino  de  la  sustitucin  de  los  conceptos  morales  por  imperativos  superiores.  Crecimiento  constante  pero 
desigual. 
Se dieron tres brotes principales violencias y contra violencia: 
1.  1960    1970    neoblanquismo    pequeos  grupos  de  elite  con  nociones  nacionalistas  separatistas 
para derrocar regmenes (Europa occidental). Influenciaron tambin amrica latina grupos guerrilleros 
2.  1990 raz tnica y confesional: frica, zonas occidentales del islam, sur y sudeste de Asia y de Europa. 
Contaron  con  apoyo  general  de  sus  poblaciones.  Se  da  el  terrorismo  suicida,  asesinato  poltico.  
el  alcance universal de la  TV hace que  las  acciones  alcancen un mximo de  impacto  meditico  y sean 
polticamente efectivos. 
3.  Violencia  poltica  inicios  siglo  XXI:  terrorismo  Al  Qaeda  y  otros  grupos. 
Nuevos  movimientos:  integrados  por  pequeas  minoras.  Aun  as  los  gobiernos  han  debido  movilizar 
grandes fuerzas (innecesarias). El terrorismo de  estos grupos no genera el peligro real suficiente como 
para  perturbar  la  capacidad  operativa  de  las  ciudades  ms  que  por  un  par  de  horas.  Esto  mismo 
demuestra  la  debilidad  de  estos  grupos.  Es  ms  bien  un  problema  policial,  tan  solo  que  se  le  da  ms 
publicidad. 
Finalmente  Hobsbawm  afirma  que  estas  transformaciones  de  la  violencia  poltica  en  nuestro  siglo,  son 
expresiones  de  la  crisis  global,  y  son  una  imagen  de  la  crisis  de  los  tradicionales  sistemas  de  autoridad, 
hegemona y legitimidad en occidente. 
 
Captulo 9: El orden pblico en una poca de violencia 
 
En cierto momento de la dcada de 1970 ya no era posible seguir evitando los desrdenes pblicos en las calles, 
ya  que  no  se  contaba  con  una  nueva  ley  de  orden  pblico.  En  una  conferencia  en  Noruega  de  principios  de  la 
dcada de 1980 se desatan dos incidentes, en donde se refleja que la poca se ha vuelta ms violenta, incluso 
en sus imgenes. La charla que se presentar a continuacin trata del significado de esta situacin de violencia y 
de los medios que los gobiernos debieran poner en marcha para proporcionar  amparo a los ciudadanos en sus 
vidas  cotidianas.  En  esta  oportunidad  no  se  hablar  solo  de  terrorismo,  sino  que  tambin  se  incluye  el 
gamberrismo del futbol, un fenmeno histricamente novedoso para la dcada de 1970. 
 
Una  gran  parte  de  esta  violencia  resulta  por  la  extraordinaria  explosin  experimentada  por  el  suministro  y  la 
disponibilidad  globales  de  unos  armamentos  porttiles,  que  poseen  gran  capacidad  destructiva  y  unos  precios 
relativamente econmicos, lo  que  permite que tanto  individuos como grupos  particulares puedan procurrselos. 
En su origen se trat de una de las consecuencias de la guerra fra, pero a partir del momento en que se vio claro 
que  resultaba  posible  ganar  elevadas  sumas  de  dinero  con  estos  ingenios,  su  produccin  no  dej  de  crecer 
vertiginosamente.  En  1994  haba  trescientas  compaas  en  52  pases  implicadas  en  negocios  de  las  armas  de 
pequeo  calibre,  en  2001,  se  estimaba  que  dichas  empresas  eran  ya  quinientas.  Segn  el  boletn  de  los 
cientficos atmicos, hoy circulan por el mundo algo as como unos 125 millones de estos fusiles. 
 
Sin  embargo,  est  claro  que  el  desorden  pblico,  incluso  en  la  forma  extrema de  terrorismo,  no  depende  de  la 
alta tecnologa ni de los equipamientos caros, como qued demostrado el 11 de septiembre de 2001. Los grupos 
armados  ms  persistentes,  como  el  IRA  y  ETA,  han  dependido  principalmente  de  explosivos,  alguno  de  los 
cuales eran de hecho fabricacin casera. Por consiguiente,  y aunque no conviene olvidar que el mundo de hoy 
est  ms  inundado  que  nunca  de  objetos  que  matan  y  mutilan,  ese  es  nicamente  uno  de  los  elementos  del 
problema. 
 
Es el orden pblico ms difcil de mantener? Claramente, los gobiernos y las empresas lo creen as. En Gran 
Bretaa, los efectivos de las fuerzas policiales han crecido un 35 por 100 desde el ao 1971, a esto se le agrega 
el aumento de  personas empleadas en  la  industria de la seguridad como guardas  y  otros puestos similares. La 
desindustrializacin  de  Gran  Bretaa  ha  generado  un  gran  nmero  de  hombres  fsicamente  capaces  para 
quienes  la  obtencin  de  un  trabajo  como  guardia  de  seguridad  se  ha  convertido  en  una  de  las  escasas 
modalidades de empleo disponible. 
 
  No solo se hace intervenir una mayor cantidad de recursos humanos, sino que tambin se emplea ms 
fuerza, los especialistas en control de multitudes cuentan con 4 tipos de medios para hacer frente a las 
manifestaciones  que  crean  problemas,  estas  son  los  qumicos  (gases  lacrimgenos)  y  cinticos,  como 
los  rifles  antidisturbios,  las  balas  de  goma,  los  caones  de  agua  y  la  tecnologa  de  los  dispositivos 
aturdidores. 
 
4.- Cmo se ha producido esto?   Por dos cosas: 
 1.- Debido al proceso de civilizacin denominado por Robert Elas.  En la que se trata, que la transformacin de 
la  conducta  pblica  de  occidente,  de  la  edad  media  en  adelante,  occidente  se  ha  vuelto  menos  violento,  ms 
amable,  primero  en  una  elite  restringida  y  luego  ha  pasado  a  una  mayor  cantidad  de  pblico.  Ahora  se 
acostumbra  hablar  con  blasfemias,  lenguaje  ofensivo  y  esto  es  relativamente  nuevo,  porque  antes  era  cosa  de 
grupos de varones  relacionados a actividades peligrosas y ahora de la poblacin en general.   
 
Por otro lado, las normas tradicionales y convenciones sociales ha ido debilitndose. Por ejemplo, la delincuencia 
juvenil  ha  aumentado  con  el  tiempo  a  partir  de  1960,  si  bien  los  hombres  tendan  a  ser  alborotado,  ahora  el 
enfrentamiento  con  la  fuerza  pblica  es  explcito.  No  se  ven  solo  el  deterioro  de  las  normas  y  de  las 
convenciones sociales, sino la corrosin de las avenencias y relaciones existentes en el seno de la familia, lo que 
ha convertido a los hombres jvenes en clases peligrosas.  
 
5.-el segundo fenmeno directo  empieza a finales de 1960,  y es la crisis del estado nacin territorial en el que 
estbamos  acostumbrados  a  vivir.  250  aos  antes,  el  estado  no  dejo  de  aumentar  su  poder,  sus  recursos  la 
gama  de  sus  actividades  as  como  el  conocimiento  y  el  control  de  cuanto  ocurra  en  su  territorio.  Esto  ocurre 
independiente a la ideologa y poltica, porque sucede tanto en los estados fascistas como en los conservadores 
y liberales o comunistas. Su punto culmine fue  en las dcadas doradas del estado de bienestar y de la economa 
mixta post IIGM. Tena su base en que l deba hacer prevalecer el monopolio de sus propias leyes y normas  de 
justicia  por  sobre  otras  leyes,  as  como  deba  hacer  prevalecer  el  monopolio  de  las  fuerzas  y  de  las  armas 
(MARX??)  Durante el Siglo XIX los estados impidieron en occidente que sus ciudadanos llevaran y utilizasen 
armas,  e  incluso  en  momentos  de  estabilidad  social,  los  agentes  del  orden  iban  totalmente  desarmados,  pero 
pases con violencia callejera, como Francia o Irlanda, la presencia de armas es constante. 
 
6.-  existe otro factor en este debilitamiento del estado, es que se est reduciendo la lealtad que los ciudadanos 
le profesan y su disposicin a hacer lo que este quiere que hagan. En las GM los estados pelearon con ejrcitos 
de  reemplazo,  es  decir,  civiles  hechos  soldados  dispuestos  a  matar    y  a  morir,  eso  no  sucede  ahora,  en  ese 
entonces moran por la patria voluntariamente. Ahora cualquier gobierno que diera a sus ciudadanos una mnima 
capacidad  de  decisin  lograra  que  ellos  fueran  voluntariamente  a  la  guerra.  Pero  si  se  hace  ley,  lo  acatamos 
legtimamente y cumplimos, o al menos deberamos, ms se precisa de alguien que haga establecer y conservar 
el orden, como oficiales de la ley o jueces. Pero cuando la ley carece de legitimidad  y su acatamiento depende 
principalmente del temor a ser detenido  y castigado resulta ms difcil y ms caro. En el presente es ms difcil 
que los hombres se dejen llevar por convenciones sociales.  
 
7-la  globalizacin,  el  enorme  aumento  de  movilidad  acompaado  por  la  eliminacin  a  gran  escala  de  controles 
efectivos de las fronteras tanto en Europa como en otros lugares han hecho que los gobiernos  nos encuentren 
cada vez ms difciles de controlar que objetivos que entran y salen de su territorio.  Ahora se controla la mnima 
parte de las movilizaciones de masas y productos. 
 
8.-  todo  esto  ha  reducido  el  poder  de  los  estados  y  los  gobiernos  en  los  ltimos  30  aos,  en  casos  extremos 
podran llegar a perder el control de sus territorios, la CIA identific 50 regiones en el mundo sobre los cuales los 
gobiernos  centrales  ejercen  un  control  escaso  o  nulo.    En  casos  menos  extremos,  en  otros  estados  estables  y 
prsperos como UK y Espaa logran vivir dcadas con pequeos grupos armados en sus territorios como la IRA 
y  la  ETA  organizaciones  que  los  gobiernos  son  incapaces  de  controlar  o  eliminar  por  completo,    ahora  los 
gobiernos tienen capacidad tecnolgica que nunca antes podra haber sido considerada, por lo que puede vigilar 
un sin fin de casos y elementos que permiten conocer a individuos u organizaciones determinadas.  
 
9.-todo  esto  explica  porque  incluso  los  estados  eficaces  y  con  buena  capacidad  operativa  han  tenido  que 
adaptarse en cierta medida a un grado de violencia no oficial mucho ms elevado que en pocas pasad. Pensar 
en  Irlanda  del  norte  en  los  ltimos  30  aos  deja  el  ejemplo  claro.  Debido  a  una  combinacin  de  fuerza  y  de 
acuerdos  tcitos,  ha  podido  darse  curso  al  gobierno  efectivo  y  a  la  vida  normal  incluyendo  mov.  De  entrada  y 
salida  a la provincia pese a la situacin de guerra civil. 
 
Los  ricos  se  adaptan  en  todo  el  mundo  a  la  amenaza  que  representan  los  pobres  violentos  mediante  la 
creacin de urbanizaciones cerradas, esto pasa en rio de janeiro, UK, Mxico,  etc. Por lo que se preguntan, es 
posible controlar esta situacin.  
10.  surgen  dos  cuestiones.  En  primer  lugar  es  posible  controlar  los  nuevos  problemas  de  orden  pblico  que 
surgen en una poca de violencia? La respuesta ha de ser afirmativa, el gamberrismo  en el futbol es un ejemplo 
a  esto.  Se  habl  mucho  de  la  necesidad  de  adoptar  medidas  extremas,  como  la  implantacin  obligatoria  del 
carn  de  identidad,  pero  de  hecho  el  gamberrismo  en  Reino  Unido,  se  ha  reducido  notablemente  con  medidas 
ms moderadas. Adems la polica ha tenido la posibilidad de concentrarse mejor  en incidentes ms serios,  ya 
que el control del orden en el interior del recinto ha pasado a ser responsabilidad de los guardias de seguridad de 
los clubes. 
La segunda cuestin hace referencia a Cul debe ser el equilibrio entre el empleo de la fuerza y el recurso a la 
persuasin o a la confianza ciudadana en el control del orden pblico? El mantenimiento del orden en una poca 
de  violencia  ha  sido  a  un  tiempo  ms  difcil  y  ms  peligroso,  circunstancia  que  ha  afectado  en  no  pequea 
medida a unas fuerzas policiales cada  vez ms armadas  y ms provistas de tecnologa. Los agentes policiales 
pueden  ceder  a  la  tentacin  de  considerarse  a  s  mismo  como  un  cuerpo  de  guardia  dotado  de  un  saber 
profesional especializado, aislado y criticado por la gente de la calle, los polticos y los medios. El hecho de tener 
que hacer frente a los terroristas ha espoleado la militarizacin de la polica  
 
11. Dos son los elementos que forman parte de la cordura policial  bsica. El primero consiste en saber que los 
policas no son utopistas, es decir, no tratan de eliminar el delito en su totalidad. El segundo es que mientras los 
policas identifican y persiguen a los agitadores, no deben provocarse rivalidades entre las personas cuyo orden 
pblico  es  preciso  proteger.  En  el  carnaval  de  Notting  Hill  en  los  aos  setenta,  desencadenaron  como 
consecuencia de  una  operacin  policial excesivamente indiscriminada  de detencin, destinada  a controlar a los 
carteristas,  ya  que  la  gente  de  la  localidad  lo  interpretaron  como  una  agresin  racial  contra  los  negros,  es 
prcticamente  indudable  que  la  polica  juzg  que  todos  los  negros  eran  alborotadores  en  potencia,  lo  que 
deterior las relaciones con los habitantes locales. 
 
El mantenimiento del orden pblica, sea o no en una poca de violencia, depende de un equilibrio entre fuerza, 
confianza e informacin. Sin embargo, desde el 11 de septiembre de 2001, las circunstancias han dejado de ser 
normales,  hemos  sido  inundados  por  una  oleada  de  retrica  poltica  que  nos  habla  de  los  desconocidos  pero 
terribles peligros que pueden llegar del extranjero, de la guerra contra el terror y la defensa de nuestra forma de 
vida. Se trata de una retrica concebida ms para poner la piel de gallina a los ciudadanos que para contribuir a 
combatir el terror. Y es que lo que los terroristas desearan es precisamente poner la piel de gallina a la gente, o 
crear  una  situacin  de  pnico.  Su  objetivo  poltico  no  consiste  tanto  en  producir  la  matanza  en  s  como  en 
conseguir que la publicidad de la carnicera desmoralice a la sociedad. 
 
La llamada guerra contra el terror no es ninguna guerra, salvo en el sentido metafrico que empleamos al hablar 
de  guerra  contra  las  drogas  o  contra  el  sexo.  Nos  enfrentamos  a  grupos  terroristas  pequeos  como  los  que 
estamos  acostumbrados  a  sufrir,  con  la  nica  reserva  de  dos  significativas  novedades.  A  diferencia  de  los 
primeros  terroristas,  estos  grupos  estn  dispuestos  a  provocar  una  masacre  indiscriminada,  y  de  hecho  tal  vez 
puedan lograrla. La otra novedad es la espantosa introduccin histrica del terrorista suicida. 
 
12.  la  seguridad  pblica,  lo  que  la  gente  entiende  por  ley  y  orden,  es  cosa  garantizada  en  esencia  por  las 
instituciones  y  autoridades  que  organizan  la  vida  civil  en  tiempos  de  paz,  lo  que  incluye  a  la  polica.  Las 
instituciones blicas, principalmente las fuerzas armadas, no se movilizan ms que en situaciones de guerra y en 
las raras ocasiones en que los contingentes civiles fracasan. 
 
En su actual fase,  el terrorismo internacional representa un problema ms serio que el planteado en el pasado 
por  ese  mismo  tipo  de  movimientos  porque  tiene  capacidad  para  causar  una  matanza  deliberadamente 
indiscriminada, pero no por ser una instancia poltica o estratgica. El terrorismo exige esfuerzos especiales, pero 
es importante que no nos haga perder la cabeza, en la practica el verdadero peligro del terrorismo no reside en la 
amenaza  real  de  un  annimo  puado  de  fanticos,  sino  en  el  miedo  irracional  que  sus  actividades  provocan,  y 
que tanto los medios como los gobiernos imprudentes espolean, poniendo con ello en riesgo el modo de vida que 
se supone ha de protegerse.