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Quadrat
Source Document
An original egyptian document (ex. The Annals of Thutmosis III, text edited in
the Urkunden IV).
Text in latin font
Se considera literatura del Antiguo Egipto a los textos escritos en lengua egipcia
desde el período faraónico del Antiguo Egipto hasta el final de la dominación romana
del país. Representa el corpus más antiguo de la literatura egipcia y, junto con la
literatura sumeria, se considera la literatura más antigua del mundo.2
Índice
1 Escrituras, soportes y lenguas
o 1.1 Escrituras jeroglífica, hierática y demótica
o 1.2 Utensilios y materiales de escritura
o 1.3 Preservación del material escrito
o 1.4 Egipcio antiguo, medio, tardío y demótico
2 Aspecto social, religioso y educativo
3 Datación, contextualización y autoría
4 Géneros y temática
o 4.1 Instrucciones y enseñanzas
o 4.2 Narrativa
o 4.3 Lamentos, discursos, diálogos y profecías
o 4.4 Poemas, canciones, himnos y textos del más allá
o 4.5 Cartas privadas, cartas modelo y epístolas
o 4.6 Biografías y autobiografías
o 4.7 Decretos, crónicas, listas de reyes e historias
o 4.8 Grafitos en templos y tumbas
5 Legado, traducción e interpretación
6 Notas y referencias
7 Bibliografía
8 Enlaces externos
Escrituras, soportes y lenguas
Escrituras jeroglífica, hierática y demótica
Los egipcios se referían a sus jeroglíficos como mdw.w-nṯr 'palabras divinas' o 'palabras
de Dios' y reservaban su uso para fines de exaltación, como comunicarse con las
divinidades y los espíritus de los muertos a través de los textos funerarios.8 Cada palabra
jeroglífica representaba un objeto específico y encarnaba la esencia de ese objeto,
reconociéndolo como algo creado por la divinidad y perteneciente al gran cosmos.9
Mediante actos de rituales sacerdotales, como quemar incienso, el sacerdote permitía
que los espíritus y las deidades leyeran los jeroglíficos que decoraban las paredes de los
templos.10 En los textos funerarios a partir de la Dinastía XII y posteriores, los egipcios
creían que modificar u omitir ciertos jeroglíficos acarreaba consecuencias, buenas o
malas, para el difunto que ocupaba la tumba, cuyo espíritu dependía de los textos como
sustento en la vida después de la muerte.11 Así, mutilando el jeroglífico de una serpiente
venenosa u otro animal peligroso, se eliminaba una amenaza potencial,11 sin embargo,
eliminar cada uno de los jeroglíficos que representan el nombre de una persona fallecida
privaría a su alma de la capacidad de leer los textos funerarios, condenándola a una
existencia inanimada.11
Ostracon con escritura hierática que menciona a los funcionarios que participaron en la
inspección y limpieza de las tumbas durante la Dinastía XXI, c. 1070-945 a. C.
Pintura mural en una tumba de Deir el-Medina que muestra unos campesinos egipcios
cosechando papiro, de principios del período ramésida.
Muchos textos sobre soportes más permanentes no se han conservado por diversos
motivos. Piedras con inscripciones se reutilizaban con frecuencia como material de
construcción y la tinta de los textos pintados sobre los ostracones de cerámica necesita
un ambiente seco para asegurar su conservación.27 Mientras que los rollos y paquetes de
papiro se solían almacenar en cajas para su conservación, los ostracones normalmente
se desechaban en fosos de residuos. Uno de estos pozos, del período ramésida, se
descubrió por casualidad en el pueblo de Deir el-Medina y en él se han encontrado la
mayor parte de los documentos privados sobre ostracon que se conservan;21 en este
lugar se han encontrado documentos de todo tipo, como cartas, himnos, narrativa de
ficción, recetas, registros de negocios y voluntades y testamentos.28 La egiptóloga
británica Penelope Wilson describe este hallazgo arqueológico como el equivalente a
una búsqueda en un vertedero un contenedor de basura moderno;28 considera que los
habitantes de Deir el-Medina gozaban de un elevado nivel de alfabetización para los
antiguos estándares egipcios y destaca que hallazgos con este solo se producen «...en
rarísimas ocasiones y en determinadas circunstancias».29
El catedrático de egiptología británico John W. Tait afirma que «el material egipcio
sobrevive de forma muy desigual ... la desigualdad de esta supervivencia se manifiesta
tanto en el tiempo como al espacio».27 Por ejemplo, hay escasez de material escrito de
todas las épocas en el delta del Nilo, pero abunda en Tebas occidental, que data de su
período de apogeo.27 También señala que, aunque algunos textos se copiaron en
numerosas ocasiones, de otros solo se conserva un único ejemplar, como en el caso de
la Historia del marinero náufrago, de la que solo se conserva una copia completa del
Imperio Medio,30 pero solamente algunos fragmentos de este relato en ostracones del
Imperio Nuevo.31 Muchas otras obras literarias sobreviven únicamente en fragmentos o
en copias incompletas de originales hoy desaparecidos.32
Egipcio antiguo, medio, tardío y demótico
Aunque la escritura apareció por primera vez a finales del cuarto milenio a. C., solo se
utilizaba para transmitir nombres cortos y rótulos; las cadenas de texto interconectadas
no aparecieron hasta alrededor del año 2600 a. C., a principios del Imperio Antiguo.33
Este hecho marca el inicio de la primera fase conocida de la lengua egipcia, el egipcio
antiguo,33 que se mantuvo como lengua hablada hasta alrededor del año 2100 a. C.
cuando, a inicios del Imperio Medio, evolucionó al egipcio medio.33 Mientras que el
egipcio medio estaba estrechamente relacionado con el egipcio antiguo, el egipcio tardío
era significativamente diferente en su estructura gramatical. El egipcio tardío
posiblemente apareció como lengua vernácula ya en 1600 a. C., pero no se utilizó como
lenguaje escrito hasta aproximadamente el año 1300 a. C., durante el período
amarniense del Imperio Nuevo.34 El egipcio tardío evolucionó hacia el demótico en el
siglo VII a. C. y, aunque siguió siendo una lengua hablada hasta el siglo V d. C., fue
gradualmente reemplazado por el copto a partir del siglo I d. C.35
La escritura hierática se utilizaba junto con los jeroglíficos para escribir en egipcio
antiguo y medio, convirtiéndose en la forma dominante de escritura en egipcio tardío.36
Durante el Imperio Nuevo y a lo largo del resto de la historia del Antiguo Egipto, el
egipcio medio se convirtió en una lengua clásica que normalmente se reservaba para
leer y escribir en jeroglíficos37 y en la lengua hablada para las formas más elevadas de la
literatura, como registros históricos, autobiografías conmemorativas, cánticos y textos
funerarios,38 aunque la literatura del Imperio Medio escrita en egipcio medio también se
reescribió en hierático en períodos posteriores.39
A lo largo de la historia del antiguo Egipto, los principales requisitos para ocupar cargos
públicos eran saber leer y escribir, aunque los funcionarios del gobierno contaban con la
ayuda en su trabajo diario de un grupo social alfabetizado de élite conocido como
escribas.40 Como se desprende del papiro Anastasi I, del período ramésida, los escribas
podían encargarse, según Wilson, incluso de «... organizar la excavación de un lago y la
construcción de una rampa de ladrillos, de determinar el número de hombres necesarios
para transportar un obelisco y de organizar el abastecimiento de una compaña militar».41
Además de su trabajo en el ámbito gubernamental, los el servicio de los escribas
también era demandado por las personas analfabetas para la redacción de cartas,
documentos de venta y otros documentos legales.42 Se cree que el índice de
alfabetización solo constituía el 1% de la población,43 el resto eran agricultores,
pastores, artesanos y otros trabajadores analfabetos,44 así como comerciantes que
necesitaban la ayuda de secretarios escribas.45 Su estatus privilegiado con respecto a los
trabajadores manuales analfabetos es el tema de un popular texto instructivo del período
ramésida, la Sátira de los oficios, en la que se burlan de las ocupaciones humildes e
indeseables como la de alfarero, pescador, lavandero y soldado y se elogia la profesión
de escriba.46 Una actitud degradante similar hacia los analfabetos se expresa en la
Enseñanza de Khety del Imperio Medio, que se utiliza para reforzar la elevada posición
de los escribas dentro de la jerarquía social.47
Los escribas era el grupo social responsable de mantener, transmitir y canonizar los
clásicos literarios y de escribir nuevas obras.48 Textos clásicos como la Historia de
Sinuhé y las Instrucciones de Amenemhat fueron copiadas por alumnos como ejercicios
de escritura y para inculcar los valores éticos y morales necesarios que distinguían a la
clase social de los escribas.49 El género conocido como sebayt o enseñanzas representan
la mayoría de los textos pedagógicos escritos sobre ostracon durante el Imperio Medio;
los del género narrativo, como Sinuhé y El rey Neferkara y el general Sasenet, casi
nunca se utilizaban como prácticas pedagógicas hasta el Imperio Nuevo.50 El profesor
estadounidense William Kelly Simpson describe relatos narrativos como Sinuhé e
Historia del marinero náufrago como «...instrucciones o enseñanzas con la apariencia
de narraciones», ya que los principales protagonistas de estos relatos encarnaban las
virtudes aceptadas de la época, como el amor por el hogar o la autosuficiencia.51
Hay algunos casos conocidos en los que personas que no pertenecían a la profesión de
escriba estaban alfabetizadas y tenían acceso a la literatura clásica. Menena, un
dibujante que trabajaba en Deir el-Medina durante la Dinastía XX, citó pasajes de los
relatos del Imperio Medio Historia del campesino elocuente e Historia del marinero
náufrago en una carta instructiva reprendiendo a su hijo desobediente.31 Hori,
contemporáneo ramésida de Menena, autor de la carta satírica del papiro Anastasi I,
reprendió a su destinatario por citar las Instrucciones de Hordyedef de la forma
impropia típica de una persona no letrada y semiculta.3152
Existen pruebas poco numerosas pero sólidas en la literatura y el arte egipcio sobre la
práctica de la lectura oral de textos al público.53 La forma oral «recitar» (šdj) se asociaba
generalmente con biografías, cartas y hechizos.54 El canto (ḥsj) estaba destinado a
canciones de alabanza, cantos de amor, lamentos funerarios y ciertos hechizos.54
Discursos como la Profecía de Neferti sugieren que estas composiciones estaban
destinadas a la lectura oral en reuniones de la élite.54 En el primer milenio antes de
Cristo, las colecciones de relatos cortos demóticos se centran en los escritos de los
Pediese,55 las historias comienzan con la frase «La voz que está ante el faraón», que
indica que un interlocutor oral y el público estaban implicados en la lectura del texto.56
En algunos textos se menciona una audiencia ficticia de altos funcionarios del gobierno
y miembros de la corte real, pero es posible que haya participado una audiencia más
amplia y no alfabetizada.57 Por ejemplo, una estela funeraria de Sesostris I menciona
explícitamente a personas que se reúnen y escuchan a un escriba que «recita» las
inscripciones de la estela en voz alta.57
La literatura también servía para fines religiosos. A partir de los Textos de las
Pirámides del Imperio Antiguo, las obras de literatura funeraria escritas en las paredes
de las tumbas y más tarde en los textos de los sarcófagos y libros de los muertos
colocados dentro de las tumbas, fueron diseñadas para proteger y sustentar a las almas
en su vida después de la muerte.58 Esta literatura incluía el uso de hechizos mágicos,
encantamientos e himnos líricos.58 Copias de textos literarios no funerarios encontrados
en tumbas que no eran de la realeza sugieren que se creía que los muertos podrían
entretenerse en la vida después de la muerte leyendo estos textos de enseñanza y
cuentos narrativos.59
Parkinson opina que casi todos los textos literarios eran escritos bajo seudónimos y con
frecuencia se atribuyen falsamente a prominentes protagonistas masculinos de épocas
anteriores, como faraones y visires.73 Solo los géneros literarios de 'enseñanzas' y
'lamentos/discursos' recogen obras atribuidas a autores históricos; textos de géneros
como la narrativa no se atribuían nunca a un personaje histórico conocido.74 Tait afirma
que durante el período clásico de Egipto «los escribas egipcios crearon su propia visión
de la historia del papel de los escribas y de la autoría de los textos», pero que durante el
Periodo tardío este papel lo desempeñó la élite religiosa vinculada a los templos.75
Géneros y temática
Véanse también: Papiros médicos egipcios y Matemáticas en el Antiguo Egipto.
Los egiptólogos modernos clasifican los textos egipcios en géneros, como enseñanzas,
lamentos y discursos o narrativa.79 El único género literario que los antiguos egipcios
designaban como tal eran las sebayt o enseñanzas.80 Parkinson afirma que el título de
una obra, su texto de introducción o palabras clave que se encuentran en el cuerpo del
texto deben utilizarse como indicadores de su género particular.81 Tan solo el género
narrativo empleaba la prosa, pero muchas de las obras de éste y otros géneros estaban
escritas en verso.82 La mayoría de los versos del Antiguo Egipto se escribían en forma
de pareado, pero a veces se utilizaban tercetos y cuartetos. 83
Instrucciones y enseñanzas
Entre las palabras clave que se utilizan para clasificar los textos como del género de las
enseñanzas figuran «saber» (rḫ) y «enseñar» (sbꜣ).84 El título de estos textos adopta
generalmente una estructura del tipo «la instrucción de X hecha para Y», donde la «X»
puede ser representada por una figura autoritaria, como un visir o un faraón, que ofrece
orientación moral a su(s) hijo(s).89 A veces es difícil determinar cuántos destinatarios
narrativos están involucrados en estas enseñanzas, ya que algunos textos cambian entre
singular y plural cuando hacen referencia a sus audiencias.90
Algunos ejemplos de este género pueden ser las Instrucciones de Ptahhotep, las
Instrucciones de Kagemni, las Enseñanzas del rey Merykara, las Instrucciones de
Amenemhat, las Instrucciones de Hordyedef, la Enseñanza de la lealtad o las
Instrucciones de Amenemope.91 Ptahhotep y Kagemni se encuentran en el Papiro Prisse,
escrito durante la Dinastía XII del Imperio Medio.92 El texto completo de la Enseñanza
de la lealtad se conserva solo en manuscritos del Imperio Nuevo, aunque la primera
mitad se conserva en una estela de piedra biográfica del Imperio Medio que conmemora
al faraón Sehetepibre.93 Merykara, Amenemhat y Hordyedef son obras originales del
Imperio Medio, pero solo sobreviven en copias posteriores del Imperio Nuevo.94
Amenemope es una recopilación del Imperio Nuevo.95 Los textos de enseñanza del
Imperio Medio que han sobrevivido fueron escritos en manuscritos en papiro,96 no se
conserva ningún ostracon educativo de ese período.96 Las pizarras de madera de
estudiantes más antiguas que contienen una copia de un texto de enseñanza datan de la
Dinastía XVIII.96
Narrativa
El Papiro Westcar, aunque escrito en hierático entre las Dinastías XV y XVII, contiene
El cuento de la corte del rey Keops, escrito en una etapa del Imperio Medio que data de
la Dinastía X.97
Los cuentos y relatos narrativos se encuentran con mayor frecuencia en papiros, pero
también se conservan textos parciales y a veces completos en ostracon. Por ejemplo,
Sinuhé se encuentra en cinco papiros escritos durante las Dinastías XII y XIII,109 pero
este texto fue copiado en numerosas ocasiones en ostracon durante las Dinastías XIX y
XX, incluido uno que contenía el texto completo escrito en ambas caras.109
El ba en forma de ave, un componente del alma egipcia que se analiza en el discurso del
Imperio Medio Disputa entre un hombre y su ba.
Los textos proféticos del Imperio Medio, también conocidos como lamentos, discursos,
diálogos y literatura apocalíptica,110 incluyen obras como los Lamentos de Ipuur, la
Profecía de Neferti y la Disputa entre un hombre y su ba. Este género no tenía
precedentes conocidos en el Imperio Antiguo y no se tiene constancia de composiciones
originales del Imperio Nuevo,111 aunque obras como la Profecía de Neferti se copiaron
con frecuencia durante el periodo ramésida del Imperio Nuevo,112 cuando este género
del Imperio Medio fue canonizado pero se interrumpió su producción.113 La literatura
profética egipcia experimentó un renacimiento durante la dinastía ptolemaica y el
período de Egipto como provincia romana con obras como Crónica Demótica, Oráculo
del cordero, Oráculo del alfarero y dos textos proféticos con Nectanebo II como
protagonista.114 Junto con los textos de enseñanzas, estos discursos reflexivos (palabra
clave mdt) se agrupan en la categoría de «libros de sabiduría» del Antiguo Oriente
Próximo.84
En los textos del Imperio Medio, los temas de vinculación son visiones pesimistas,
descripciones de los cambios sociales y religiosos y un gran desorden en todo el país,
que adoptan la forma de una fórmula sintáctica de verso «antes-ahora».115 Aunque estos
textos se suelen catalogar como lamentos, Profecía de Neferti se aparta de este modelo,
brindando una solución positiva a un mundo problemático.84 Aunque solo se conserva
en copias posteriores a la Dinastía XVIII, Parkinson afirma que, debido a su evidente
contenido político, Neferti se escribió originalmente durante o poco después del reinado
de Amenemhat I.116 Simpson la describe como ...«un panfleto político descarado
diseñado para apoyar el nuevo régimen» de la Dinastía XII fundada por Amenemhat,
quien usurpó el trono de la línea sucesoria del rey Mentuhotep IV de la Dinastía XI.117
En esta obra, el rey Seneferu de la Dinastía IV convoca a la corte al sabio y sacerdote
lector Neferti, quien entretiene al rey con profecías de que el mundo entrará en una era
caótica, aludiendo al Primer periodo intermedio de Egipto, pero que será restaurado a su
antigua gloria por un rey justo, Ameny, a quien los antiguos egipcios fácilmente
identificarían como Amenemhat I.118 Un modelo similar de un mundo tumultuoso
transformado en una edad de oro por un rey salvador fue adoptado en el Oráculo del
cordero y el Oráculo del alfarero, aunque para sus destinatarios, que vivían bajo la
dominación romana, el salvador aún no había llegado.119
Aunque fue escrito durante la Dinastía XII, Lamentos de Ipuur solo se conserva en un
papiro de la Dinastía XIX. Sin embargo, Disputa entre un hombre y su ba se encuentra
en un papiro original de la Dinastía XII, conocido como Papiro Berlín 3024.120 Ambos
textos son similares a otros discursos en estilo, tono y temática, aunque son únicos en el
sentido de que el público de ficción desempeña un papel muy activo en el intercambio
de diálogos.121 En Ipuur, un sabio se dirige a un rey anónimo y a sus ayudantes,
describiendo el miserable estado de la tierra, que él achaca a la incapacidad del rey para
mantener las virtudes reales, lo que puede interpretarse como una advertencia a los
reyes o como una legitimación de la dinastía actual, contraponiéndola con el período
supuestamente turbulento que la precedió.122 En Disputa entre un hombre y su ba un
hombre relata a un grupo de personas una conversación con su ba, un componente del
ser humano según la creencia egipcia, sobre si continuar viviendo en la desesperación o
buscar la muerte como una forma de escapar de la miseria.123
Escena del Libro de los muertos del escriba Hunefer, que muestra como ponen en una
balanza su corazón y la pluma de la verdad. Si su corazón es más ligero que la pluma, se
le permite entrar en la otra vida; si no, Ammyt se come su corazón.
Las estelas funerarias en losas de piedra aparecen por primera vez durante los primeros
años del Imperio Antiguo. Normalmente se encuentran en mastabas y combinan
ilustraciones en bajorrelieve con inscripciones que muestran el nombre del difunto, sus
títulos oficiales (si los tuviera) e invocaciones.124
También se escribieron poemas para exaltar los reinados, como se puede ven en el
templo de Amón-Ra en Karnak, donde Tutmosis III erigió una estela conmemorativa de
sus victorias militares en la que los dioses lo bendicen en verso poético y le aseguran
victorias sobre sus enemigos.129 Además de estelas de piedra, se han encontrado poemas
en las tablillas de madera utilizadas por los estudiantes.130 Aparte de la glorificación de
los reyes,131 se escribieron poemas para honrar a varias deidades, e incluso al río Nilo.132
Entre los himnos y canciones del Imperio Antiguo que se conservan se encuentran los
himnos de saludo matutino a los dioses en sus respectivos templos.133 En El Lahun se ha
descubierto un conjunto de canciones del Imperio Medio dedicadas a Sesostris III.134
Erman considera que se trata de canciones seculares utilizadas para honrar al faraón en
Menfis,135 mientras que Simpson las considera de naturaleza religiosa, aunque indica
que la división entre canciones religiosas y seculares no está muy clara.134 El Canto del
arpista, texto lírico encontrado en una lápida del Imperio Medio y en el Papiro Harris
500 del Imperio Nuevo, se utilizaba para interpretarse para los invitados a las cenas en
banquetes formales.136
Durante el reinado de Akenatón, el Himno a Atón fue escrito en honor a Atón, el dios
del disco solar al que se le dio un culto exclusivo durante su reinado.137 Simpson
compara las palabras y la secuencia de ideas de esta composición con las del Salmo 104
del Libro de los Salmos.138
Solo se conserva un único himno poético en escritura demótica.139 Sin embargo hay
muchos ejemplos de himnos del Período tardío egipcio escritos en jeroglíficos en los
muros de los templos.140
No hay ninguna canción de amor egipcia datada de antes del Imperio Nuevo, ya que
están escritas en egipcio tardío, aunque se especula que pueden haber existido en épocas
anteriores.141 Erman compara las canciones de amor con el Cantar de los Cantares,
citando las expresiones «hermana» y «hermano» que los amantes utilizaban para
referirse los unos a los otros.142
Texto en escritura hierática sobre ostracon de piedra caliza, escrito como práctica por un
estudiante del Antiguo Egipto. Copió cuatro cartas de Khay, visir durante el reinado de
Ramsés II.
Las cartas modelo y las epístolas del Antiguo Egipto se agrupan en un único género
literario. Se utilizaban rollos de papiro precintados con sellos de barro para las cartas
que se enviaban a lugares distantes, mientras que el ostracon se usaba generalmente para
escribir cartas más cortas y no confidenciales que se enviaban a destinatarios que vivían
en las inmediaciones.143 Algunas cartas de correspondencia real u oficial, escritas
originalmente en hierático, recibían en ocasiones el privilegio de inscribirse en
jeroglíficos en piedra.144 Entre los diferentes textos escritos como ejercicio por los
estudiantes en pizarras de madera se encuentran cartas modelo.96 Las cartas privadas
podrían utilizarse como modelos de cartas epistolares para que los escolares las
copiaran, incluidas las escritas por sus maestros o sus familias.145 Sin embargo, estos
modelos pocas veces aparecen en los manuscritos educativos; en su lugar, se utilizaban
cartas de ficción que se encuentran en numerosos manuscritos.146 La fórmula epistolar
habitual utilizada en estas cartas modelo era «El funcionario A dice al escriba B».147
Las cartas privadas sobre papiro más antiguas que se conocen se hallaron en un templo
funerario que data del reinado de Dyedkara Isesi, de la Dinastía V.148 Hay más cartas
que datan de la Dinastía VI, cuando surgió el subgénero de la epístola.149 El texto
educativo conocido como Libro de Kemit, que data de la Dinastía XI, contiene una lista
de saludos epistolares y una narración con un final en forma de carta y una terminología
adecuada para su utilización en las biografías conmemorativas.150 También se ha
descubierto otras cartas del Imperio Medio temprano que utilizan fórmulas epistolares
similares al Libro de Kemit.151 Los Papiros Hekanajt datan de la Dinastía XI y
constituyen algunas de las cartas privadas más extensas del Antiguo Egipto que se
conservan.72
Durante el Imperio Medio tardío se observa una mayor estandarización de la fórmula
epistolar, como en el caso de una serie de cartas modelo sacadas de los despachos
enviados a la fortaleza de Semna en Nubia durante el reinado de Amenemhat III.152
También se escribieron epístolas durante las tres dinastías del Imperio Nuevo.153
Mientras que las cartas a los muertos se escribían desde el Imperio Antiguo, los texto de
petición en formato epistolar a las deidades comenzó en el periodo ramésida, llegando a
ser muy popular durante los periodos persa y ptolemaico.154
La carta satírica del Papiro Anastasi I escrita durante la Dinastía XIX era un texto
pedagógico y didáctico copiado por estudiantes en numerosos ostracones.155 Wente
describe la polivalencia de esta epístola, que incluye «...saludos apropiados con deseos
para esta vida y la del más allá, composición retórica, interpretación de aforismos en los
libros de sabiduría, aplicación de las matemáticas en los problemas de ingeniería y
cálculo de suministros para un ejército, y la geografía de Asia Occidental».156 Wente
también califica el texto de ...«tratado polémico» que desaconseja el aprendizaje
memorístico y mecánico de términos para lugares, profesiones y cosas; por ejemplo, que
no es aceptable conocer solamente los topónimos de Asia Occidental, sino también
detalles importantes sobre su topografía y rutas.156 Para mejorar la enseñanza, el texto
emplea el sarcasmo y la ironía.156
Biografías y autobiografías
Estela funeraria de la Dinastía XVIII del Imperio Nuevo, de un hombre llamado Ba; el
hijo de Ba, Mes, y su esposa, Iny, están sentados junto a él.
Olivier Perdu, profesor de Egiptología del Collège de France, afirma que no existían
biografías en el antiguo Egipto y que la escritura conmemorativa debe considerarse
autobiográfica.159 Edward L. Greenstein, profesor de Biblia de las universidades de Tel
Aviv y Bar Ilán, no está de acuerdo con la definición de Perdu, pues considera que en el
mundo antiguo no se escribieron autobiografías en el sentido actual de la palabra y estas
deben distinguirse de los textos autobiográficos del mundo antiguo.160 Tanto Perdu
como Greenstein coinciden en que las autobiografías del Antiguo Oriente Próximo no
deben equipararse con el concepto moderno de autobiografía.161
Otros documentos útiles para investigar la historia egipcia son las antiguas listas de
reyes encontradas en algunas crónicas, como la Piedra de Palermo de la Dinastía V.173
Estos documentos legitimaban las atribuciones de soberanía del faraón de la época.174 A
lo largo de la historia del Antiguo Egipto, los decretos reales relataban los logros de los
faraones en el poder,175 como el faraón nubio Pianjy, fundador de la Dinastía XXV, que
hizo erigir y grabar una estela en egipcio medio clásico que describe con inusuales
matices y vívidas imágenes sus exitosas campañas militares.176
Grafito artístico de una figura canina en el Templo de Kom Ombo, construido durante la
dinastía ptolemaica.
Cuando los coptos se convirtieron al cristianismo en los primeros siglos de nuestra era,
su literatura cristiana copta se desvinculó de las tradiciones literarias faraónica y
helenística.182 Sin embargo los historiadores modernos creen que la literatura del
Antiguo Egipto, tal vez en forma oral, influyó en la literatura griega y árabe. Se han
encontrado paralelismos entre los soldados egipcios adentrándose en Yapu (hoy Jaffa)
escondidos en cestas para capturar la ciudad en el relato La toma de Yapu y los griegos
micénicos infiltrándose en Troya en el interior del caballo de Troya.183 La toma de Yapu
también se ha comparado con el relato árabe de Alí Babá en Las mil y una noches;184
también se ha especulado que el cuento de Simbad el Marino puede haberse inspirado
en el relato faraónico Historia del marinero náufrago.185 Algunos eruditos del mundo
antiguo han comentado algunos textos de la literatura egipcia, como el historiador
judeorromano Flavio Josefo que citó y comentó los textos históricos de Manetón.186
La trilingüe piedra de Rosetta, expuesta en el Museo Británico.
Antes de la década de 1970, el consenso académico era que la antigua literatura egipcia,
aunque compartía similitudes con los géneros literarios modernos, no era un discurso
independiente y desvinculado del antiguo orden sociopolítico,191 sin embargo a partir de
esa década un número creciente de historiadores y estudiosos de la literatura han
cuestionado esta teoría.192 Mientras que antes de la década de los setenta los estudiosos
trataban las obras literarias del Antiguo Egipto como fuentes históricas válidas que
reflejaban con precisión las condiciones de esta antigua sociedad, ahora los estudiosos
ponen en duda de este razonamiento,193 utilizando cada vez más un enfoque
hermenéutico pluridisciplinar para el estudio de las obras literarias de forma individual,
en el que no solo se tienen en cuenta el estilo y el contenido, sino también el contexto
cultural, social e histórico de la obra.192 Las obras individuales pueden utilizarse como
estudio de caso para reconstruir las principales características del antiguo discurso
literario egipcio.192
Notas y referencias
1.
Bibliografía
Allen, James P. (2000), Middle Egyptian: An Introduction to the Language and
Culture of Hieroglyphs, Cambridge: Cambridge University Press, ISBN 0-521-
65312-6
Bard, Katherine A.; Shubert, Steven Blake (1999), Encyclopedia of the
Archaeology of Ancient Egypt, Nueva York y Londres: Routledge, ISBN 0-415-
18589-0
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Enlaces externos
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