Las relaciones entre el Estado y las universidades sufrieron un cambio sustancial a partir de la reforma del artículo 3º constitucional de 1934, que dio sustento a la educación socialista. La nueva propuesta educativa fue impugnada por la...
moreLas relaciones entre el Estado y las universidades sufrieron un cambio
sustancial a partir de la reforma del artículo 3º constitucional de 1934,
que dio sustento a la educación socialista. La nueva propuesta educativa
fue impugnada por la mayoría de los universitarios del país, quienes la
percibieron como una imposición doctrinaria que violaba el principio de
libertad de cátedra y pretendía sancionar la injerencia estatal en la organización y conducción de las instituciones universitarias.
De alguna u otra forma, la mayoría de los institutos universitarios
del país escaparon a los planteamientos educativos impulsados por el
gobierno federal. En el plano institucional, la Universidad Autónoma de México se constituyó en la principal fuente de resistencia a la aplicación de la educación socialista en las aulas universitarias y en el principal apoyo de los movimientos autonomistas y de defensa de la libertad
de cátedra en el país.
En medio del panorama de rechazo a la política educativa promovida
por el gobierno federal, en Jalisco y Michoacán se impulsaron proyectos
universitarios que buscaron hacer efectiva la educación superior socialista. Los marcos legales de las universidades de Guadalajara y Michoacana
fueron modificados para adecuar el funcionamiento de estas instituciones
a los preceptos constitucionales en materia educativa, lo que representó
la puesta en práctica de un modelo de universidad diferente al que se
impulsaba desde la máxima casa de estudios del país.