Ivanna Margarucci y María Migueláñez Martínez, “Encuesta sobre la actualidad de los estudios anarquistas”, en Políticas de la Memoria,
n° 21, Buenos Aires, 2021, pp. 219-252. https://doi.org/10.47195/21.705. ISSN 1668-4885 / ISSNe 2683-7234.
Investigación actual sobre anarquismos
Encuesta sobre la actualidad
de los estudios anarquistas
Ivanna Margarucci*
María Migueláñez Martínez**
Intervienen
Martín Albornoz / Luciana Anapios / Constance Bantman / Felipe Corrêa / Raymond Craib / Laura Galián /
Laura Fernández Cordero / Eduardo Godoy Sepúlveda / Tom Goyens / José Antonio Gutiérrez / Ruth Kinna /
Geoffroy de Laforcade / José Julián Llaguno Thomas / Nadia Ledesma Prietto / Agustín Nieto /
Isaac Martín Nieto / Jorell Meléndez-Badillo / Frank Mintz / Javier Paniagua Fuentes / Angela Roberti /
Amparo Sánchez Cobos / Kirwin Shaffer / Rafael Viana da Silva / Daniel Vidal / Kenyon Zimmer
desde
Argentina / Gran Bretaña / Brasil / Estados Unidos / España / Chile / Irlanda / Francia / Uruguay
La encuesta que les presentamos a continuación se propone
reflexionar en torno a los estudios anarquistas. Un movimiento con
una historia más que centenaria, sobre el que desde su fundación
hace 24 años el Centro de Documentación e Investigación de
la Cultura de Izquierdas ha reparado especialmente. Basta para
ello ver su extendido y rico catálogo, donde hallamos desde
periódicos hasta revistas, desde folletos hasta libros, desde obras
de teatro hasta fanzines, que nos devuelven una imagen precisa
de la intensa labor sindical, editorial y cultural desarrollada
mundialmente por dicho movimiento. De igual modo podemos
pensar las ediciones digitales y en papel que llevan impreso el
sello del CeDInCI relacionadas con esta temática;1 el enorme
trabajo de digitalización y difusión realizado por su portal de
revistas, AméricaLee —que el 1° mayo de 2021 acabó de subir
a la web la colección más completa que existe de La Protesta
de Buenos Aires (1897-2015)—;2 la coorganización de cinco
encuentros (2007-2015) y dos congresos internacionales de
*
Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de Izquierdas
(CeDInCI)/Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), Consejo
Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
https://orcid.org/0000-0003-2138-6793
**
Universidad Carlos III, Madrid.
https://orcid.org/0000-0002-2240-6760
1
Certamen Internacional de La Protesta, Buenos Aires, Editorial
La Protesta/Ediciones Digitales del CeDInCI – Biblioteca Popular
José Ingenieros, 1927; Andreas Doeswijk, Los anarco-bolcheviques
rioplatenses (1917-1930), Buenos Aires, CeDInCI Editores, 2013;
Lucas Domínguez Rubio, El anarquismo argentino: Bibliografía,
hemerografía y fondos de archivo, Buenos Aires, Libros de Anarres/
CeDInCI Editores, 2018.
2
La colección completa de La Protesta puede consultarse en:
https://americalee.cedinci.org/portfolio-items/la-protesta-/
investigadorxs sobre anarquismo (2016 y 2019), a los que se
suman las infaltables Jornadas bianuales de Historia de las
Izquierdas. Fruto de esta intensa actividad, surgió en su seno hace
más de una década el Programa de Investigación del Anarquismo
que hoy coordina Ivanna Margarucci.
La encuesta realizada a 25 investigadores e investigadoras
del anarquismo radicados en nueve países de América Latina,
Estados Unidos y Europa sigue este impulso, en el intento de
profundizar nuestras reflexiones en torno al pasado y el presente
de los estudios anarquistas: ponderar los autores, trabajos
y temas “clásicos”; hacer un balance sobre las renovaciones
historiográficas y metodológicas de las últimas décadas.
Inspirados por un formato afín a Políticas de la Memoria,3
quisimos también con esta encuesta recuperar una tradición
muy extendida entre los y las anarquistas. Si de encuestas se
trata, podemos mencionar dos realizadas en el siglo pasado que
comparten con la presente una misma vocación transnacional.
Entre agosto de 1926 y agosto de 1927, La Protesta y el
Suplemento Semanal de Buenos Aires publicaron en sus páginas
las respuestas que diversas personalidades internacionales del
universo ácrata, algunas muy reconocidas y otras no tanto,
3
Jorge Dotti, Alejandro Blanco, Mariano Plotkin, Hugo Vezzetti,
Luis Ignacio García, “Encuesta sobre el concepto de recepción”,
en Políticas de la Memoria, nº 8/9, 2008/2009, pp. 98-109;
Horacio Tarcus y Ana Clarisa Agüero, “Encuesta sobre librerías, libros,
editoriales y lecturas en la Argentina”, en Políticas de la Memoria,
nº 10/11/12, 2009/2011, pp. 159-175; Colectivo editorial, “Peronismo y
Cultura de Izquierdas”, en Políticas de la Memoria, nº 13, 2012/2013,
pp. 193-221.
Políticas de la Memoria n° 21 | Noviembre 2021
219
Ivanna Margarucci y María Migueláñez Martínez, “Encuesta sobre la actualidad de los estudios anarquistas”, en Políticas de la Memoria,
n° 21, Buenos Aires, 2021, pp. 219-252. https://doi.org/10.47195/21.705. ISSN 1668-4885 / ISSNe 2683-7234.
220
habían dado acerca de “los problemas actuales del anarquismo y
de la orientación de nuestras luchas y esfuerzos”.4 El cuestionario
fue formulado en el otro extremo del continente por el grupo
“Los Iconoclastas” de Steubenville, Ohio, Estados Unidos.
Pocos años después, en 1932, aparecerán en la revista Nervio,
también de Buenos Aires, las respuestas de la “Encuesta Mundial
América-Europa” conducida por el filósofo libertario y pacifista
rumano Eugen Relgis con el “ferviente deseo de establecer
vínculos de relación y afecto con todos los países de habla
castellana”.5 Estos ejemplos, que no son los únicos, se relacionan
con la última de las preguntas que les propusimos a nuestros
encuestados y encuestadas: ¿Qué vínculos pueden establecerse
entre la producción académica, los movimientos políticos y sus
agendas de lucha? Para bien o para mal, tal y como se refleja en
las respuestas, resulta insoslayable que los estudios anarquistas,
ya sea en 1926-1927, en 1932 u hoy en día, se producen al calor de
los eventos políticos con los que, de distintas maneras, dialogan.
Se trata, en definitiva, de detenerse por un momento a realizar
un necesario ejercicio autoreflexivo sobre nuestras producciones,
sobre nuestras inspiraciones, sobre nuestro campo y sus límites
–definidos para algunos, indefinidos para otros–, sobre los usos
que hacemos de aquello que a veces casi sin pensarlo producimos,
en el intento de poder situar dónde nos encontramos y hacia
dónde vamos. Unas palabras, una brújula que nos permita ver
cómo se tramita específicamente la vitalidad de los estudios
anarquistas que ninguna de las diferentes respuestas aquí
obtenidas pone en duda.
A tal fin, elaboramos tres preguntas que enviamos a distintas
generaciones de investigadores e investigadoras del anarquismo,
buscando diversificar asimismo en nuestra elección su
procedencia geográfica, pertenencia institucional y tradición
académica. Muchos nombres surgieron, pero la expansión de los
últimos años que se traduce en cantidad de colegas interesados
por estos temas no nos permitió llegar a todos y todas a quienes
quisiéramos haber llegado. Dirigida a alrededor de 30 personas
por correo electrónico, la encuesta halló una excelente acogida
que se manifiesta en el compendio recopilado.
El resultado que nos ofrecen las respuestas nos permite avanzar
en una caracterización del mapa actual de esos estudios, signado
en las dos últimas décadas por una profunda renovación
que fue posible por determinadas condiciones que aparecen
enunciadas en varias de las devoluciones. Dicha renovación es
palpable no sólo en las discusiones planteadas a la historiografía
académica y militante decimonónica o en los diversos “giros”
producidos que introducen como problemática nuevos enfoques,
espacios geográficos y/o actores antes parcial o totalmente
4
“Encuesta del Grupo ‘Los Iconoclastas’ de Steubenville”, La Protesta,
Buenos Aires, 30 de julio de 1926; Rudolf Rocker, “Sobre los problemas
actuales del anarquismo y los medios para luchar internacionalmente
contra la reacción del pensamiento autoritario”, La Protesta.
Suplemento Quincenal, Buenos Aires, 1 de agosto de 1927.
5
“Nuestra Encuesta Mundial América-Europa”, Nervio, n° 13, año II, Buenos
Aires, mayo de 1932; Agenor Argüello, “Nuestra Encuesta Mundial
América-Europa”, Nervio, n° 20, año II, Buenos Aires, mayo de 1932.
Políticas de la Memoria n° 21 | Noviembre 2021
desconsiderados (el giro transnacional, feminista y anticolonial,
que no es lo mismo que decolonial, por citar los más nombrados).
También se advierte en los problemas y tópicos vacantes cuya
formulación en clave crítica alcanza más a las producciones
recientes, que a los trabajos “clásicos”.
Amén de estos y otros elementos necesarios para considerar la
expansión historiográfica y metodológica que atravesamos, las
respuestas dan cuenta de ciertos diálogos intergeneracionales
que continúan marcando nuestra agenda de reflexiones en curso
o pendientes, por ejemplo: abordar viejos problemas a partir
de nuevas metodologías y fuentes, realizar nuevas lecturas de
viejos autores y textos, lo cual de algún modo matiza, y hace más
compleja, la idea de total y absoluta novedad.
Finalmente, las intervenciones disímiles que dispararon la
última pregunta representan una variada muestra de los
posibles vasos comunicantes que podemos encontrar, o no,
entre mundo académico y mundo militante. Lo que resulta
indudable para muchos autores y autoras es que el anarquismo,
después de más de cien años, continúa teniendo real o potencial
capacidad para llevar adelante un amplio abanico de luchas en
un mundo completamente diferente de aquel de un siglo atrás,
aunque no por eso menos injusto y urgente de transformar. Si
nuestras prácticas académicas se actualizaron y transformaron
decisivamente en los últimos años, algunos de ellos y ellas hacen
una invitación en el mismo sentido: convocan a repensar el
corpus de ideas que entendemos por anarquismo.
Creemos entonces que el conjunto de respuestas que aquí les
dejamos constituye una síntesis ciertamente valiosa, pues nos
provee de una necesaria orientación. Nos permite ubicarnos
en un contexto historiográfico de producción que, como tal,
no es individual sino colectivo, y nos deja a la vez múltiples
líneas abiertas por ser exploradas, múltiples caminos por ser
transitados.
Vaya pues nuestro agradecimiento para los y las colegas que con
su tiempo y respuestas construyeron este diálogo.
Cuestionario
1) ¿Cómo evalúa el campo de estudios internacional actual sobre
el anarquismo? ¿Qué obras historiográficas, clásicas y recientes,
se han convertido en una referencia para sus propios trabajos?
2) ¿Qué líneas de renovación metodológica identifica en lo que
va del siglo? ¿Cuáles se han convertido en una referencia para
sus trabajos?
3) ¿Qué vínculos puede establecer entre los actuales estudios
académicos sobre anarquismo, los nuevos movimientos políticos
y sus agendas de luchas? ¿Existe algún trabajo historiográfico
Ivanna Margarucci y María Migueláñez Martínez, “Encuesta sobre la actualidad de los estudios anarquistas”, en Políticas de la Memoria,
n° 21, Buenos Aires, 2021, pp. 219-252. https://doi.org/10.47195/21.705. ISSN 1668-4885 / ISSNe 2683-7234.
o teórico que considere especialmente relevante para pensar
este tema?
Martín Albornoz
Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Sociales (IDAES),
Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
(CONICET), Argentina
Orcid: https://orcid.org/0000-0003-0533-3990
1) En general, lo que siempre me llamó la atención de los
estudios sobre el anarquismo es, mayormente, su efecto de
homogeneidad. El movimiento anarquista surge habitualmente
como un objeto fácilmente identificable. Como si en el caos del
pasado y el mundo uno pudiera señalar y verbalizar, sin vacilar,
“esa persona que está ahí es un anarquista”, se comporta de
tal o cual manera, lee aquel periódico doctrinario, se relaciona
con aquel, o aquella, que es bastante similar y despliega ciertas
actividades. Ese recorte me resulta profundamente artificial y
apriorístico. Creo que dicho problema es detectable tanto en las
narrativas más clásicas, aquellas que fijaron el sentido último del
anarquismo en torno a la historia del movimiento obrero, como
en muchas de las actuales miradas (mucho más seductoras)
que ponen el acento en las interconexiones transnacionales. Un
poco reaccionando contra esas interpretaciones siempre valoré
los trabajos que operaron distintos tipos de descentramientos
mostrando el carácter no autárquico del anarquismo como tema,
ponderando sus aspectos confusos y relacionales. Atendiendo
a eso, la primera revelación que tuve sobre la complejidad y la
mixtura del anarquismo no provino de una obra histórica, sino
del temprano impacto que me produjo la obra (y la vida) de
Rafael Barrett (1876-1910), la cual es imposible de comprender
bajo parámetros rígidos sobre lo que debería ser, hacer o decir
un anarquista. En Barrett el anarquismo podía ser sensual o
terrorífico, piadoso o feroz, amoroso o elitista, melancólico u
optimista.
Siguiendo esa apertura, ciñéndome a las obras que tematizaron
al anarquismo, podría mencionar como fundamentales para mí,
la descarnada y sensible mirada de Juan Suriano sobre la cultura
anarquista de Buenos Aires, una cultura que aun con rasgos
propios era incomprensible sin atender al contexto local y a
los préstamos, condicionamientos y aperturas que posibilitaba
dicho contexto.6 Por otra parte, he recogido grandes aportes
de investigaciones cuyas preguntas no emanaban del deseo de
comprender al anarquismo como tal sino realidades más amplias.
Pienso en el ensayo de Uri Eisenzweig sobre los discursos
literarios en la Francia de la Belle Époque; en los trabajos de José
Moya y la inserción del anarquismo dentro de las problemáticas
migratorias amplias; el intento de Benedict Anderson por
6
Juan Suriano, Anarquistas. Cultura y política libertaria en Buenos
Aires, 1890-1910, Buenos Aires, Manantial, 2001.
Investigación actual sobre anarquismos
capturar los impulsos anticoloniales de la sensibilidad ácrata a
escala planetaria.7
2) Me pregunto si verdaderamente hay operaciones históricas
que sean peculiares de las investigaciones sobre el anarquismo.
Los interrogantes y problemas de la historia social y cultural no
son propios de un objeto sino de cierto modo de comprender
históricamente el pasado. El problema de las escalas (y la
dimensión espacial), los márgenes de agencia de los sujetos, la
dimensión biográfica, el género, la etnicidad o el giro material (y
sucesivos giros) que hoy hacen más atractiva a la historiografía
sobre el anarquismo y los anarquistas, son cuestiones que
ya habían sido planteadas para otros recortes y no veo
necesariamente una novedad ahí. De hecho, los trabajos que más
me han impresionado en el último tiempo no han sido realizados
por personas especializadas en el anarquismo. La formidable
biografía de Claudio Lomnitz sobre el magonismo, por ejemplo.8
Algo parecido podría decir sobre diversas trayectorias estudiadas
por John Merriman en sus libros.9 Pero insisto que para mi mirada
no han sido necesariamente los trabajos ligados a la propia historia
del anarquismo aquellos que me han permitido construir nuevos
interrogantes. Las investigaciones de Lila Caimari sobre el crimen
o la prensa, los de Diego Galeano sobre la historia del delito y la
policía o de Dominique Kalifa sobre las representaciones sociales,
han nutrido mi trabajo de manera especial y me han motivado
al intento de recuperar un anarquismo heteróclito de contornos
tenues y vivos.10
Si tuviera que señalar una línea de investigaciones de los últimos
años que me han marcado particularmente y que a su modo
interrogaron al anarquismo, mencionaría aquellas que se han
interesado por las formas en las cuales diversos gobiernos del
mundo intentaron coordinar esfuerzos para la vigilancia más allá
de las fronteras. Esa revelación funciona en cuanto al objeto,
pero también en cuanto a la documentación recuperada. Viene
a mi mente el estudio de Richard Bach Jensen, pero también
7
Uri Eisenzweig, Ficciones del anarquismo, México, Fondo de Cultura
Económica, 2004; José Moya, “The Positive Side of Stereotypes:
Jewish Anarchists in Early-Twentieth-Century Buenos Aires”, en Jewish
History, n° 18, 2004, pp. 19-38; José Moya, “Italians in Buenos Aires’s
Anarchist Movement: Gender Ideology and Women’s Participation,
1890-1910”, en Donna R Gabaccia y Franca Iacovetta, Women, Gender,
and Transnational Lives. Italian Workers of the World, Toronto,
University of Toronto Press, 2016, pp. 189-216; Benedict Anderson, Bajo
tres banderas: Anarquismo e imaginación anticolonial, Madrid,
Ediciones Akal, 2008.
8
Claudio Lomnitz, El regreso del camarada Ricardo Flores Magón,
México, Ediciones Era, 2016.
9
John Merriman, The dynamite club: How a bombing in Fin-de-Siécle
Paris ignited the age of modern terror, London, Yale University Press,
2016; John Merriman, Ballad of the Anarchist Bandits: The Crime
Spree that Gripped Belle Epoque Paris, New York, Nations Books,
2017.
10
Lila Caimari, La ciudad y el crimen. Delito y vida cotidiana en Buenos
Aires, 1880-1940, Buenos Aires, Sudamericana, 2009; Diego Galeano,
Delincuentes viajeros. Estafadores, punguistas y policías en el
Atlántico Sudamericano, Buenos Aires, Siglo XXI, 2018; Dominique
Kalifa, L’encre et le sang. Récits de crimes et societé á la Belle Époque,
Paris, Fayard, 1995.
Políticas de la Memoria n° 21 | Noviembre 2021
221
Ivanna Margarucci y María Migueláñez Martínez, “Encuesta sobre la actualidad de los estudios anarquistas”, en Políticas de la Memoria,
n° 21, Buenos Aires, 2021, pp. 219-252. https://doi.org/10.47195/21.705. ISSN 1668-4885 / ISSNe 2683-7234.
222
zonas de la obra de Pietro di Paola o Constance Bantman.11 En
esos trabajos me han resultado fecundos para comprender la
heterogeneidad de actores que participaron en la lucha contra
el anarquismo y han abierto, al menos para mí, el deseo de
sumergirme en acervos documentales diversos. Me refiero a
archivos policiales, consulares, hemerográficos y ministeriales,
en los cuales la voz de los anarquistas es una más en una
realidad coral, donde los sentidos sobre lo que se entendía por
anarquismo eran disputados y en los cuales se vislumbran las
influencias recíprocas.
3) Tiendo a considerar que es relativo el vínculo entre los
estudios académicos y los movimientos políticos actuales.
Lógicamente hay una ligazón entre las inquietudes del presente
y ciertos recortes temáticos. Por otra parte, el estudio de las
expectativas y las experiencias de organización pretéritas, el
ensanchamiento de nuestro conocimiento sobre los movimientos
subalternos, pueden alimentar una comprensión de lo que sucede
a nuestro alrededor. Pero no asigno una misión específica a la
práctica histórica y en realidad no creo que las aproximaciones
identitarias sean las más interesantes. No sería en términos de
invención de una tradición, por recuperar la vieja fórmula de
Eric Hobsbawm, que la imaginación histórica me resulta más
potente. De hecho, no reconozco como una virtud en sí misma
la pulsión militante como una guía y tengo muchos pruritos con
el peligro de la ahistoricidad. En realidad, creo que comprender
las vicisitudes y complejidades de la historia del anarquismo (y
del pasado en general) es más productivo para propiciar efectos
de discontinuidad y desalienación con respecto al presente; la
generación de extrañamiento más que de identificación, de
ruptura más que de continuidad. Creo que mirar el pasado con
ojos extranjeros, según la idea de Carlo Ginzburg, puede ser más
iluminador para una acción libre y diversa en el presente.12
Luciana Anapios
Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Sociales (IDAES),
Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) - Consejo
Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET),
Argentina
1) Mi vínculo con el campo de estudios sobre el anarquismo
es completamente irrespetuoso de sus límites. Me cuesta un
poco contestar esta pregunta porque, si pienso en el campo
internacional de investigaciones en el anarquismo, tengo que
reconfigurar completamente las lecturas y debates que me
11
12
Richard Bach Jensen, The Battle Against Anarchist Terrorism. An
International History, 1878-1934, Cambridge, Cambridge University
Press, 2014; Pietro Di Paola, The Knights Errant of Anarchy: London
and the Italian Anarchist Diaspora (1880-1917), Lancaster, AK
Press, 2017, pp. 122-157; Constance Bantman, The French Anarchists
in London, 1880-1914: Exile and Transnationalism in the First
Globalization, Oxford, Oxford University Press, 2013, pp. 131-156.
Carlo Ginzburg, “El ojo del extranjero”, en Archipiélago. Cuadernos de
crítica de la cultura, n° 47, 2001, pp. 85-94.
Políticas de la Memoria n° 21 | Noviembre 2021
resultan más inspiradores en los últimos años. Sobre todo, me
confirma que no es ese el campo con el que intento dialogar. Más
bien, la inspiración y los debates más ricos los encuentro fuera
del campo de investigación del anarquismo. En este sentido, creo
que no puedo evaluarlo porque no es algo que me proponga.
Mi interés por el anarquismo comenzó con el estímulo que me
produjeron lecturas desordenadas, desviadas y provocadoras.
En este punto revindico los trabajos de Osvaldo Bayer que
despertaban en la lectora que fui una serie de efectos y emociones
muy efectivas y me entusiasmaron.13 Luego ese entusiasmo se
convirtió en tema de tesis y comenzó la construcción de un
problema en términos de las reglas del mundo académico. Y allí
los trabajos de Juan Suriano y Dora Barrancos me parecieron
especialmente sugerentes. El trabajo de Juan Suriano porque
proponía otra lectura del anarquismo local; porque fundaba
problemas; porque dialogaba con una bibliografía que había
restringido el universo libertario a su vínculo con el movimiento
obrero en tono muy crítico, retomaba interpretaciones de
bibliografías novedosas para el campo en su momento y porque
recuperaba la dimensión socialmente sensible del anarquismo,
desordenada para lo que la izquierda “debería ser”.14 Aquello que
desbordaba los límites, tensionaba, no encajaba, también fue
lo que me llamó la atención de los trabajos de Dora Barrancos,
así como las periodizaciones que proponía para pensar al
anarquismo en los años veinte y la efervescencia que identificaba
en términos de sus propuestas y prácticas.15 José Álvarez Junco
fue también una referencia importante para mi trabajo, pero
no sólo por sus trabajos sobre el anarquismo, sino sobre todo
por libros como Mater Dolorosa o El emperador del Paralelo,
que abrían perspectivas más amplias.16 Fueron los debates de la
historia social, sus limitaciones en términos genéricos, raciales
y su poco registro de lo evidente los que me llevaron a otras
búsquedas y diálogos con las ciencias sociales para formularme
preguntas nuevas. Lo mismo ocurre con la historia cultural. Me
resultaron muy inspiradores los trabajos de Lila Caimari para
pensar problemas en el cruce de la historia social y cultural,
para indagar hipótesis poco comprobadas sobre el período de
entreguerras y para destacar y jerarquizar el trabajo con archivos
de prensa comercial.17 Las lecturas recientes más estimulantes
exceden las obras historiográficas. Me inspiraron mucho los
trabajos, desde las ciencias sociales, sobre afectos y emociones y
me permitieron interrogarme sobre la historia de las emociones
y los efectos de esos interrogantes sobre mi objeto de estudio.
Una obra reciente que me abrió nuevos interrogantes y caminos
fue el trabajo de Moshik Temkin que articula un caso célebre
13
Osvaldo Bayer, Severino Di Giovanni. El idealista de la violencia,
Buenos Aires, Planeta, 1998.
14
Juan Suriano, Anarquistas. Cultura y política libertaria en Buenos
Aires, 1890-1910, Buenos Aires, Manantial, 2001.
15
Dora Barrancos, Anarquismo, educación y costumbres en la Argentina
de principios de siglo, Buenos Aires, Contrapunto, 1990.
16
José Álvarez Junco, El Emperador del Paralelo. Lerroux y la demagogia
populista, Madrid, Alianza Editorial, 1990.
17
Lila Caimari, La ley de los profanos. Delito, justicia y cultura en
Buenos Aires (1870-1940), Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica,
2007; Lila Caimari, Mientras la ciudad duerme. Pistoleros, policías y
periodistas en Buenos Aires, 1920-1945, Buenos Aires, Siglo XXI, 2012.
Ivanna Margarucci y María Migueláñez Martínez, “Encuesta sobre la actualidad de los estudios anarquistas”, en Políticas de la Memoria,
n° 21, Buenos Aires, 2021, pp. 219-252. https://doi.org/10.47195/21.705. ISSN 1668-4885 / ISSNe 2683-7234.
en el mundo vinculado al anarquismo con el rol de la prensa
en América Latina, Estados Unidos y Europa.18 Me resultan
interesantes los cruces con la historia trasnacional y la historia
de las emociones.
2) Una línea de renovación, en el cruce entre una historia que
incluye al anarquismo, pero que no se identifica como un campo
de estudios anarquistas, vino de la mano del giro transnacional.
Trabajos como los de Martín Albornoz tienen el atractivo de que
dialogan con toda una historiografía que excede al anarquismo.19
A partir de toda una explosión de trabajos se abrieron preguntas,
modos de mirar y nuevas fuentes. En mi propio trabajo me interesa
mucho la renovación de la historiografía sobre género e historia
social; los trabajos que indagan masculinidades en el mundo
del trabajo y en el mundo de la lucha política y social; el cruce
y el diálogo con la historiografía feminista, atenta y sensible a
registrar y dar lugar a sentidos tomados como parte del contexto.
Me parecen muy interesantes los trabajos de Silvana Palermo
y Florencia D`Uva sobre trabajadores ferroviarios, por ejemplo,
para pensar masculinidades en mis propias investigaciones.20
En los últimos años, mi diálogo con antropólogos y sociólogos
en mi lugar de trabajo me llevó a indagar en las preguntas que
abrió el giro afectivo en las ciencias sociales y a pensar esas
preguntas para la historia social. Arlie Russell Hoschild, Barbara
Rosenwein o Javier Moscoso y Juan Manuel Zaragoza Bernal,
en España, abren nuevas formas de interpretar los datos que
conocemos, nuevos diálogos inter y transdisiplinarios.21 Desde la
historiografía, me parecen muy inspiradores trabajos como los
de María Bjerg sobre inmigración, vínculos e intimidades para
renovar el campo de estudios sobre la inmigración.22 También los
trabajos de Verónica Undurraga para pensar las emociones en
la prensa chilena en el periodo entreguerras.23 La historiografía
que más me interpela en la actualidad se encuentra en el diálogo
entre la historia social renovada, la historia de las emociones y
la centralidad del género y la cuestión racial (gracias a trabajos
18
Moshik Temkin, The Sacco-Vanzetti Affair: America on Trial, New
Haven/London, Yale University Press, 2009.
19
Martín Albornoz, Cuando los anarquistas causaban sensación:
fascinación y temor frente a los libertarios en Buenos Aires, Buenos
Aires, Siglo XXI, 2021.
20
Florencia D’Uva, y Silvana Palermo, “Vida sindical y sociabilidades
masculinas: los trabajadores ferroviarios en la Argentina de principios
del siglo XX“, en Archivos, Vol. IV, nº 7, 2015, pp. 37-58.
21
Arlie Hochschild, The Second Shift: Working parents and the
revolution at home, Nueva York, Viking, 1989; Arlie Hochschild, La
mercantilización de la vida íntima. Apuntes de la casa y el trabajo,
Buenos Aires, Katz, 2008; Barbara Rosenwein, “Problems and methods
in the History of Emotions”, en Passions in Context, nº 1, 2010, pp. 1-32;
Javier Moscoso y Juan Manuel Zaragoza Bernal, “Historias del bienestar.
Desde la historia de las emociones a las políticas de la experiencia”, en
Cuadernos de historia contemporánea, nº 36, 2014, pp. 73-88.
22
María Bjerg, Lazos Rotos. La inmigración, el matrimonio y las
emociones en la Argentina entre los siglos XIX y XX, Bernal,
Universidad de Quilmes Editorial, 2019.
23
Verónica Undurraga Schüler, “De coléricas a nerviosas. Emociones
femeninas y sus ejes de comprensión. Chile 1840-1890”, en María Luisa
Candau Chacón (coord.), Las mujeres y las emociones en Europa y
América. Siglos XVII-XIX, Santander, Editorial de la Universidad de
Cantabria, 2016.
Investigación actual sobre anarquismos
concretos de historiadoras y cientistas sociales que sería difícil
enumerar aquí).
3) Cuando leo esta pregunta pienso inmediatamente en el
trabajo de Laura Fernández Cordero.24 Creo que su investigación
y la publicación de su libro articula perfectamente un objeto de
investigación, un posicionamiento político y una intervención
en ámbitos que exceden el mundo académico. Claramente los
trabajos que visibilizan la cuestión de género y la cuestión étnica
y racial me parecen los más relevantes para pensar la agenda
de problemas actuales en América Latina. Lo mismo ocurre
con los trabajos que indagan movimientos transnacionales,
migraciones y emociones. No tiendo a pensar que siempre
exista una correlación directa y transparente entre la agenda
política y la agenda académica, pero creo que el esfuerzo por
pensar esa vinculación es fundamental. Pero aquí nuevamente
me parece que la pregunta debería desbordar el campo de los
estudios sobre el anarquismo. Cerrarnos a ese campo es perder
toda una serie de investigaciones, preguntas, movimientos y
luchas que son las que enriquecen. Ni el anarquismo estuvo,
como movimiento político, social y cultural, exento de contactos,
préstamos y desvíos, ni lo están el resto de los movimientos
sociales, ni el mundo académico. Creo que la inspiración y las
preguntas que conmueven están siempre en diálogo con otros
saberes y otras disciplinas.
Constance Bantman
University of Surrey, Gran Bretaña
Orcid: https://orcid.org/0000-0002-5698-5246
1) La historiografía del anarquismo es actualmente un campo
muy dinámico, pero poco reconocido. En los últimos 20 años,
aproximadamente, varios factores han concurrido a estimular
nuevas y excelentes investigaciones, en particular, el desarrollo
de enfoques transnacionales en las Humanidades y en las
Ciencias Sociales, así como la aparición de nuevos movimientos
de justicia global, que han impulsado renovadas miradas tanto
hacia los temas como al desarrollo del movimiento anarquista.
Otro aspecto destacado ha sido la investigación llevada a cabo
en torno al estatus del anarquismo como tradición intelectual,
es decir, en torno al canon anarquista. El conocimiento sobre
el canon anarquista se ha ampliado gracias a las nuevas
exploraciones sobre pensadores individuales (Ruth Kinna sobre
Piotr Kropotkin, Matthew S. Adams sobre Piotr Kropotkin y
Herbert Read, Davide Turcato y Carl Levy sobre Errico Malatesta,
Alex Prichard sobre Pierre Joseph Proudhon, Federico Ferretti
sobre Elisée Reclus) y su interacción con otras tradiciones y
disciplinas (en particular, con la geografía y la educación). La
historiografía también se ha comprometido plenamente con
algunas de las discusiones contemporáneas de mayor actualidad,
24
Laura Fernández Cordero, Amor y anarquismo: Experiencias pioneras
que pensaron y ejercieron la libertad sexual, Buenos Aires, Siglo XXI,
2017.
Políticas de la Memoria n° 21 | Noviembre 2021
223
Ivanna Margarucci y María Migueláñez Martínez, “Encuesta sobre la actualidad de los estudios anarquistas”, en Políticas de la Memoria,
n° 21, Buenos Aires, 2021, pp. 219-252. https://doi.org/10.47195/21.705. ISSN 1668-4885 / ISSNe 2683-7234.
224
donde el anticolonialismo o el ecologismo son algunos de los
mejores ejemplos,25 algo que recientemente se ha recogido en
el volumen The Palgrave Handbook of Anarchism, editado
por Carl Levy y Matthew S. Adams.26 El campo historiográfico
se ha beneficiado de publicaciones sobresalientes de destacados
académicos, en términos de contribuciones empíricas y teóricas,
pero también de visibilidad pública. Han sobresalido aquí los
aportes de Benedict Anderson y John Merriman.27
Esta producción no ha manifestado signos de decaimiento. Se
han sumado nuevas generaciones de investigadores doctorales
y posdoctorales a este trabajo, explorando nuevas áreas: los
anarquistas en prisión (Jessica Thorne), el papel de las guerras
(Danny Evans, Morris Brodie), la cultura impresa anarquista
(Andrew Hoyt, Jim Yeoman), las geografías y el pensamiento
global (Pascale Siegrist).
Sin embargo, al mismo tiempo, me parece que este importante
trabajo colectivo sigue siendo poco reconocido en los campos
afines, quizás con la excepción de los estudios sobre seguridad
y terrorismo, donde el anarquismo sí ocupa un lugar destacado.
Lamento no ver la historiografía sobre el anarquismo incorporada
y citada en estudios más amplios sobre el transnacionalismo, así
como en los trabajos más relevantes de historia social y política.
2) Esta sección sobre las líneas de renovación metodológica
identificadas en la historiografía del anarquismo se centra
únicamente en mi propio subcampo, es decir, en el de la historia
del movimiento anarquista considerada desde una perspectiva
transnacional. Este subcampo ha sido notablemente productivo
desde el histórico artículo de Davide Turcato, “Italian Anarchism
as a Transnational Movement, 1885-1915”.28 En el camino, se ha
avanzado en la investigación de las prácticas del internacionalismo
informal, las redes transnacionales, las alianzas transpolíticas y la
cultura impresa, por citar sólo algunos ejemplos. Este trabajo ha
aportado significativos conocimientos metodológicos y críticos,
relevantes para una gran cantidad de áreas de investigación.
3) Existen muchas convergencias entre los actuales estudios
académicos sobre el anarquismo y los nuevos movimientos
políticos. La historiografía anarquista posee mucha actualidad.
Incluso cuando se centra en el siglo XIX y en los principios del
siglo XX, la historia del anarquismo no es cosa del pasado. Así
25
Sobre
anticolonialismo,
véase
Laura
Galián,
Colonialism,
Transnationalism and Anarchism in the South of the Mediterranean,
London, Palgrave Macmillan, 2020. Sobre ecologismo, Nadine Willems,
Ishikawa Sanshiro’s Geographical Imagination: Transnational
Anarchism and the Reconfiguration of Everyday Life in Early
Twentieth-Century Japan, Leiden, Leiden University Press, 2020.
26
Carl Levy y Matthew S. Adams (eds.), The Palgrave Handbook of
Anarchism, London, Palgrave Macmillan, 2019.
27
Benedict Anderson, Under Three Flags: Anarchism and the Anticolonial Imagination, London/New York, Verso, 2005; John Merriman,
The Dynamite Club: How a Bombing in Fin-de-Siècle Paris Ignited the
Age of Modern Terror, Boston, Houghton Mifflin Harcourt, 2009.
28
Davide Turcato, “Italian Anarchism as a Transnational Movement, 1885–
1915”, en International Review of Social History, Vol. 52, nº 3, 2007, pp.
407-444.
Políticas de la Memoria n° 21 | Noviembre 2021
lo demuestran las continuas disputas en torno a las estatuas,
pero también, de forma más positiva, la reciente y vibrante
conmemoración del 150 aniversario de la Comuna de París. Estos
pasados activistas están muy vivos y siguen resonando en las
luchas actuales. Más concretamente, como ya se ha mencionado,
la historia del movimiento anarquista anterior a 1936, que era
muy global en su funcionamiento, inserto como estaba en un
periodo de mundialización capitalista y de resistencia a la misma,
ha suscitado a menudo comparaciones con el movimiento
altermundista posterior al año 2002. Los trabajos en curso
sobre la participación anarquista en las luchas anticoloniales
y emancipadoras también resuenan en las movilizaciones
contemporáneas por la igualdad racial y las reparaciones
históricas.29
Felipe Corrêa
Instituto de Teoria e História Anarquista (ITHA), Brasil
1) En general, sobre todo a partir de los años 90, el campo de los
estudios internacionales sobre el anarquismo se ha desarrollado
bastante.
Particularmente, en el campo de la teoría política —mi
especialidad dentro de los estudios anarquistas—, una de mis
críticas tiene que ver con la gran cantidad de trabajos que,
ubicados en campo anarquista, discuten muchas cosas, pero muy
poco al anarquismo. En verdad, lo que me molesta cuando se
opera de esta manera es que se deja de estudiar a los grandes
pensadores anarquistas, objeto de muy poca atención. Varios de
ellos merecen que sus obras sean leídas, releídas, desmenuzadas
y analizadas, pues existe mucho que decir. Desde Proudhon —a
quien considero un pensador muy influyente en el anarquismo,
pero pre-anarquista—30 hasta los grandes clásicos anarquistas
como, por ejemplo: Bakunin, Malatesta, Kropotkin, Reclus, He
Zhen, Makhno, Flores Magón, Emma Goldman, Ba Jin, Rocker,
Luigi Fabbri, Lucy Parsons, Shin Chae-ho y Lucía Sanchez Saornil.
Hay, en estos clásicos, importantes contribuciones en diferentes
áreas del conocimiento y temas centrales de discusión que
incluyen, entre otros, la crítica a la dominación (capitalismo,
Estado, poder, clases sociales, patriarcado, racismo, colonialismo/
imperialismo), la defensa de la autogestión (socialismo,
federalismo, producción/consumo, democracia, participación,
cultura, relaciones sociales) y la elaboración de estrategias para
29
Véanse, en particular, los estudios de Ole Birk Laursen (por ejemplo, Ole
Birk Laursen (ed.), We Are Anarchists: Essays on Anarchism, Pacifism,
and the Indian Independence Movement, 1923–1953, Edinburgh, AK
Press, 2019) y el ya clásico Steven Hirsch y Lucien van der Walt (eds.),
Anarchism and Syndicalism in the Colonial and Postcolonial World,
1870-1940: The Praxis of National Liberation, Internationalism, and
Social Revolution, Leiden, Brill, 2010, así como Laura Galiàn, op. cit.,
entre otros muchos.
30
Felipe Corrêa, Bandeira Negra: Rediscutindo o anarquismo,
Curitiba, Prismas, 2015. Disponible en https://ithanarquista.wordpress.
com/2018/10/31/felipe-correa-bandeira-negra-rediscutindo-oanarquismo-pdf-do-livro/. En breve, este libro será publicado en español.
Ivanna Margarucci y María Migueláñez Martínez, “Encuesta sobre la actualidad de los estudios anarquistas”, en Políticas de la Memoria,
n° 21, Buenos Aires, 2021, pp. 219-252. https://doi.org/10.47195/21.705. ISSN 1668-4885 / ISSNe 2683-7234.
la transformación social (movilización de los trabajadores, lucha
de clases y contra otras formas de dominación, organización,
proceso revolucionario, reformas, violencia).
La producción historiográfica sobre los episodios anarquistas
es también muy importante. Formular una amplia lista de los
grandes episodios anarquistas de la historia, sintetizarlos,
compararlos, teorizar sobre ellos me parece igualmente un
ejercicio necesario en los estudios anarquistas.
En teoría política, he intentado contribuir a algunas de estas
tareas.31 Desde hace algunos años he venido elaborando una serie
de artículos sobre el pensamiento de Malatesta y recientemente
durante más de cinco años estuve dedicado a un estudio bastante
extenso sobre Bakunin, que se ha publicado en forma de libro
con el nombre de Libertad o muerte: teoría y práctica de
Mijaíl Bakunin.32 También me aboqué a estudiar la cuestión de la
organización anarquista y el tema del poder y las clases sociales,
en estos y otros clásicos anarquistas y libertarios. En el Instituto
de Teoría e Historia Anarquista (ITHA) estoy coordinando
actualmente un proyecto con varios otros investigadores sobre
las relaciones de poder, clase, género y raza en los grandes autores
anarquistas. También, últimamente, he estado investigando en
los campos de la teoría política y la historia social, analizando el
resurgimiento global del anarquismo, el anarcosindicalismo y el
sindicalismo revolucionario a partir de la década de 1990.33
En cuanto a las obras clásicas que más me han influenciado,
mencionaría los escritos de Bakunin del período anarquista
(1868-1876); la recopilación de Malatesta organizada por Davide
Turcato titulada El método de la libertad: una antología de
Errico Malatesta y otros textos del mismo autor;34 la Plataforma
Organizativa escrita por Makhno, Arshinov, Ida Mett y otros, así
como distintas producciones relacionadas con el debate que ésta
propició.
En cuanto a las cuestiones metodológicas y teóricas, los escritos
de Lucien van der Walt fueron una gran influencia para mí.
En términos de la teoría política y/o la historia social, destaco
las producciones de René Berthier, Iain McKay, Geoffroy de
Laforcade, Wayne Price, José Antonio Gutiérrez, Bruno Lima
Rocha, Rafael Viana da Silva, Emilio Crisi y Dimitris Troaditis.
En cuestiones más políticas, pero que también han tenido un
impacto teórico e historiográfico, los textos de la Federación
31
Véase https://independentscholar.academia.edu/FelipeCorrêa.
32
Felipe Corrêa, Liberdade ou morte: teoria e prática de Mikhail
Bakunin, São Paulo, Faísca Publicações Libertárias, 2019.
33
Felipe Corrêa, “The Global Revival of Anarchism and Syndicalism (19902019)”, en Marcel van der Linden (org.), Global History of Socialism,
Cambridge, Cambridge University Press, en prensa. Véase asimismo
Felipe Corrêa, “Dossier. Contemporary anarchism. Anarchism and
Syndicalism in the whole world (1990-2019)”, 2020. Disponible en
https://ithanarquista.wordpress.com/contemporary-anarchism/
34
Davide Turcato, The Method of Freedom: An Errico Malatesta Reader,
Edinburgh, AK Press, 2014. Hay versión en español: Rebeldeἄlegre, El
método de la libertad: una antología de Errico Malatesta. Disponible
en https://erricomalatesta-elmetododelalibertad.blogspot.com/
Investigación actual sobre anarquismos
Anarquista Uruguaya y del llamado “anarquismo especifista”
latinoamericano. En lo particular, resalto algunos libros. Sobre
el poder y las clases sociales: Poder y dominio: Una visión
anarquista de Fábio López López, y Sociología de la dominación
de Alfredo Errandonea.35 Sobre el anarquismo en Brasil: História
do Anarquismo e do Sindicalismo de Intenção Revolucionário
no Brasil: Novas perspectivas, organizado por Kauan W. dos
Santos e Rafael V. da Silva.36
2) En el libro antes mencionado —Bandeira Negra: Rediscutindo
o anarquismo—, hago una larga crítica metodológica de los
estudios sobre el anarquismo, señalando que incluso los autores
simpatizantes que continúan siendo utilizados como referencia
en las investigaciones tienen importantes problemas.
Entre estos, puedo destacar el conjunto restringido de autores
y episodios tomados en cuenta en las investigaciones, así como
las generalizaciones hechas a partir de una base de datos
restringida; el enfoque casi exclusivo en Europa Occidental
y/o el eje del Atlántico Norte; el enfoque en los grandes
hombres, desde una perspectiva de historia vista desde arriba;
los enfoques ahistóricos, que vinculan el anarquismo al uso
terminológico y/o a la auto-identificación de los anarquistas;
las historias sin base teórica consistente y las teorías sin base
historiográfica considerable, muchas de las cuales utilizan
aproximaciones teórico-lógicas que establecen similitudes a
partir de las ideas; el desconocimiento de los vectores sociales
del anarquismo, especialmente el sindicalismo revolucionario y el
anarcosindicalismo; las definiciones inadecuadas del anarquismo,
que no permiten comprenderlo adecuadamente ni diferenciarlo
de otras ideologías. De estos problemas, se derivan numerosas
conclusiones erróneas sobre el anarquismo.
En Bandeira Negra…, también propongo una alternativa
metodológica a partir de un diálogo crítico con las tradiciones
de la nueva historia del trabajo y la historia global del trabajo, lo
que incluye considerar ciertas necesidades específicas inherentes
a los estudios del anarquismo. En este sentido, mis autores de
referencia más importantes son Marcel van der Linden y Lucien
van der Walt, con quienes intento dialogar para ajustar dicho
enfoque a esas necesidades.
Entre estas, puedo mencionar la definición de los aspectos
comunes a los autores y episodios anarquistas y el señalamiento
preciso de aquello que los diferencia de los de otras ideologías;
la identificación de continuidades y permanencias a largo plazo a
partir de los análisis que se inician en la Asociación Internacional
de Trabajadores (o Primera Internacional) y se extienden hasta
el presente, con un enfoque global, es decir, abarcando todos
los continentes; los estudios transnacionales y comparativos;
el establecimiento de conceptos actualizados para dar cuenta
35
Fabio López López, Poder y dominio: Una visión anarquista, Buenos
Aires, Madreselva, 2009; Alfredo Errandonea, Sociología de la
dominación, Montevideo, Nordan-Comunidad, 1989.
36
Kauan Willian dos Santos y Rafael Viana da Silva (orgs.), História do
anarquismo e do sindicalismo de intenção revolucionária no Brasil:
Novas perspectivas, Curitiba, Prismas, 2017.
Políticas de la Memoria n° 21 | Noviembre 2021
225
Ivanna Margarucci y María Migueláñez Martínez, “Encuesta sobre la actualidad de los estudios anarquistas”, en Políticas de la Memoria,
n° 21, Buenos Aires, 2021, pp. 219-252. https://doi.org/10.47195/21.705. ISSN 1668-4885 / ISSNe 2683-7234.
226
de los análisis, así como la consideración de la totalidad y la
interdependencia entre teoría e historia, pensamiento y acción,
autores y episodios, forma y contenido, anarquismo y luchas
sociales, críticas y proposiciones.
Este debate metodológico ha tenido lugar en el seno del ITHA,
del que soy coordinador, lo cual permitió elaborar y publicar
varias investigaciones basadas en esta metodología.
3) Cuando hablamos de estudios actuales sobre el anarquismo,
creo que los hay más vinculados a los movimientos y a las luchas,
y los que no tienen esa vinculación. Y, sinceramente, no creo
que esos vínculos deban existir necesariamente. Pero cuando
existen, tanto los estudios como los movimientos y las luchas
salen ganando. Mencionaré aquí, de nuevo, la iniciativa a la que
pertenezco, el ITHA, que, pese a ser un proyecto independiente
de investigación y difusión, está compuesta por militantes
anarquistas. Todos los miembros del consejo (coordinadores)
y la mayoría de los investigadores y editores asociados tienen
una militancia concreta, en la mayoría de los casos asociada a la
corriente internacional especifista/plataformista, que tiene en la
red Anarkismo.net su polo más importante de confluencia. Estos
militantes no sólo están en organizaciones anarquistas, sino
en sindicatos, movimientos sociales y redes de diversa índole,
impulsando movilizaciones y luchas cotidianamente.
Para profundizar sobre esta discusión, sugiero el texto “De
Volta para o Futuro: a retomada e a relevância do anarquismo,
do anarcossindicalismo e do sindicalismo revolucionário para a
esquerda e os movimentos de trabalhadores do século XXI” de
Lucien van der Walt.37
Raymond Craib
Cornell University, Estados Unidos
1) El actual campo internacional de estudios sobre el anarquismo
es muy sólido e impresionante. En los años noventa, cuando
cursé mis estudios de maestría y de doctorado, el anarquismo era
un tema de interés marginal tanto en la academia, al menos en la
anglófona, como en la vida intelectual. Las protestas de Seattle,
inauguradas en 1999; la respuesta a la crisis económica de 2001
en Argentina; la actual movilización del movimiento estudiantil
universitario y de la izquierda anarquista plataformista en Chile;
la ayuda mutua militante del colectivo Common Ground, en
Estados Unidos, tras la devastación provocada por el huracán
Katrina, entre otras cosas, hicieron virar esta tendencia. Vuelvo
37
Lucien van der Walt, “Back to the future: revival, relevance and route
of an anarchist/syndicalist approach for twenty-first-century left, labour
and national liberation movements”, en Journal of Contemporary
African Studies, Vol. 34, n° 3, 2016, pp. 348-367. Hay versión en
portugués: Lucien van der Walt, “De Volta para o Futuro: a retomada
e a relevância do anarquismo, do anarcossindicalismo e do sindicalismo
revolucionário para a esquerda e os movimentos de trabalhadores do
século XXI”, 2019. Disponible en https://ithanarquista.files.wordpress.
com/2019/07/van-der-walt-de-volta-para-o-futuro.pdf
Políticas de la Memoria n° 21 | Noviembre 2021
repetidamente a algunos autores para dar sentido tanto al pasado
como a nuestra época actual. Muchos de ellos no se definirían
a sí mismos como anarquistas, pero sí dentro de una corriente
de izquierdas. Destaco las siguientes publicaciones: Critique of
Everyday Life de Henri Lefebvre; For Space y Space, Place and
Gender de Doreen Massey; Caliban and the Witch: Women,
the Body, and Primitive Accumulation de Silvia Federici,
así como las memorias y la literatura autobiográfica de Victor
Serge y la obra literaria de Manuel Rojas.38 Más recientemente,
he encontrado mucho sustento intelectual en las publicaciones
de Silvia Rivera Cusicanqui, José Revueltas, Kristin Ross y Mark
Fisher. Como latinoamericanista, también aprecio profundamente
las contribuciones originales y continuas en estas dos últimas
décadas de Steven Hirsch, Geoffroy de Laforcade, Kirk Shaffer,
Ivanna Margarucci, Eduardo Godoy, Osvaldo Bayer, Carlos Illades
y Manuel Lagos Mieres, entre otros.
2) Uno de los ámbitos más significativos de la renovación
metodológica ha sido el interés por la relación entre la geografía
y el anarquismo, que refleja el giro espacial que se viene dando
en las Humanidades y en las Ciencias Sociales, en general, pero
también las nuevas formas de resistencia territorial al Estado
y al neoliberalismo. Esto ha surgido de varias maneras. El giro
transnacional es, de hecho, en cierto sentido, un movimiento
metodológico basado en las críticas anarquistas al Estadonación. Este enfoque ha sido muy importante en las últimas tres
décadas por la forma en la que ha desafiado los paradigmas del
Estado-nación y ha permitido que se vuelva a prestar atención
a las configuraciones políticas alternativas que acompañaron
a los movimientos de descolonización. Como han observado
numerosos autores, el Estado-nación no estaba destinado a
ser el sustituto natural del régimen colonial. Existían otras
posibilidades, muchas de ellas propuestas por los líderes
anticoloniales, precisamente con la esperanza de evitar las
nuevas formas de dominio neocolonial. Dicho esto, también está
claro que el giro transnacional se ha convertido en una especie
de nueva ortodoxia y merece ser cuestionado y criticado. Un
libro muy bueno en este sentido es la colección editada por Bert
Altena y Constance Bantman, Reassessing the Transnational
Turn: Scales of Analysis in Anarchist and Syndicalist Studies.39
Existe una tradición de investigación, pasada y presente, en torno
al anarquismo como fenómeno transnacional. El peligro radica
en que la atención al peripatetismo y lo transfronterizo opaque
el importante trabajo político de larga duración realizado en
lugares específicos por anarquistas muy arraigados, para los que
he acuñado el término de “anarquistas sedentarios”.40 Desde otra
38
Henri Lefebvre, Critique of Everyday Life, London/New York, Verso,
2015 (originalmente en tres volúmenes); Doreen Massey, For Space,
London, Sage Publications, 2005; Doreen Massey, Space, Place and
Gender, Minneapolis, University of Minnesota Press, 1994; Silvia
Federici, Caliban and the Witch: Women, the Body, and Primitive
Accumulation, Brooklyn/New York, Autonomedia, 2004; Victor Serge,
Memorias de un revolucionario, Madrid, Traficantes de sueños, 2019.
39
Constance Bantman y Bert Altena (eds.), Reassessing the transnational
turn. Scales of analysis in Anarchist and Syndicalist Studies, Oakland,
PM Press, 2017.
40
Raymond Craib, “Sedentary Anarchists”, Constance Bantman y Bert
Altena (eds.), op. cit. Véase también aquí Constance Bantman, Jean
Ivanna Margarucci y María Migueláñez Martínez, “Encuesta sobre la actualidad de los estudios anarquistas”, en Políticas de la Memoria,
n° 21, Buenos Aires, 2021, pp. 219-252. https://doi.org/10.47195/21.705. ISSN 1668-4885 / ISSNe 2683-7234.
vertiente, el continuo énfasis en el Estado puede crear a veces un
punto ciego con respecto al importante papel de los capitalistas
y los terratenientes. Cuando quiero que mis alumnos piensen
con matices sobre la política y la organización anarquista —y la
complicada relación del anarquismo con el Estado, el capitalismo
y el imperio— les muestro la película La Patagonia Rebelde
de Héctor Olivera, basada en el gran trabajo de recuperación
histórica de Osvaldo Bayer.41
El otro hilo historiográfico relacionado con el anarquismo y la
geografía que he encontrado particularmente fructífero es la
escritura reciente sobre los espacios exílicos, los territorios de
resistencia o las zonas autónomas, entre otros. Aquí identificaría
el proyecto intelectual en curso de James Scott (The Art of Not
Being Governed; Seeing Like a State y Against the Grain), así
como los trabajos de Andrej Grubacic y Denis O’Hearn (Living
at the Edges of Capitalism), Pierre Clastres (Society Against
the State), Raúl Zibechi (Territories in Resistance), Silvia Rivera
Cusicanqui (Ch’ixinakax utxiwa), y Kristin Ross (incluyendo
tanto su primer libro The Emergence of Social Space, como su
reciente publicación Communal Luxury).42 Esta atención a los
espacios exílicos o territorios en resistencia puede contrastarse,
de forma útil, con los esfuerzos actuales de los libertarios
norteamericanos hiper-capitalistas que buscan “salir” del Estadonación creando ciudades de libre mercado en alta mar, en
Honduras o en Marte. Suena ridículo, pero tienen un importante
poder financiero y, al menos algunos de estos planes, parecen
estar dando sus frutos.
Un último hilo de trabajo relacionado con el anarquismo y
la geografía digno de mención remite a investigadores como
Federico Ferretti, Gerónimo Barrera, Anthony Ince, Simon
Springer, John Clark y Kent Mathewson. Sus trabajos acercan
provechosamente al geógrafo con la historia intelectual y la
teoría política.43
Grave and the Networks of French Anarchism, 1854-1939, London,
Palgrave Macmillan, 2021.
41
Héctor Olivera, La Patagonia Rebelde, Aries Cinematografía Argentina,
1974; Osvaldo Bayer, La Patagonia Rebelde, Buenos Aires, Booket,
2008.
42
James C. Scott, Seeing Like a State: How Certain Schemes to Improve
the Human Condition Have Failed, New Haven, Yale University Press,
1998; James C. Scott, The Art of Not Being Governed: An Anarchist
History of Upland Southeast Asia, London/New Haven, Yale University
Press, 2009; James C. Scott, Against the Grain, London/New Haven,
Yale University Press, 2018; Andrej Grubacic y Denis O’Hearn, Living
at the Edges of Capitalism: Adventures in Exile and Mutual Aid, Los
Ángeles, University of California Press, 2016; Pierre Clastres, Society
Against the State: Essays in Political Anthropology, New York, Zone
Books, 1989; Raúl Zibechi (ed.), Territories in Resistance, Edinburgh,
AK Press, 2012; Silvia Rivera Cusicanqui, Ch’ixinakax utxiwa. Una
reflexión sobre prácticas y discursos descolonizadores, Buenos
Aires, Tinta Limón, 2011; Kristin Ross, The Emergence of Social Space:
Rimbaud and the Paris Commune, London, Verso, 2008; Kristin Ross,
Communal Luxury, London, Verso, 2016.
43
Véase, como ejemplo, Federico Ferretti, Gerónimo Barrera de la Torre,
Anthony Ince y Francisco Toro (eds.), Historical Geographies of
Anarchism Early Critical Geographers and Present-Day Scientific
Challenges, London, Routledge, 2018.
Investigación actual sobre anarquismos
3) Hay una serie de conceptos en los que se pueden apreciar
estos vínculos. El de “territorios en resistencia”, por ejemplo,
es muy apropiado. Solo mencionaré aquí, acotando, uno que
me parece particularmente convincente: los actuales estudios
que relacionan el anarquismo con la descolonización, el
anticolonialismo y el indigenismo. Destacan aquí los trabajos
de Maia Ramnath (Decolonizing Anarchism), Silvia Rivera
Cusicanqui, J. Kēhaulani Kauanui, Taiaiake Alfred, las comunidades
zapatistas y Paul Nadasdy (Sovereignty’s Entailments), así como
un volumen reciente publicado en la revista Anarchist Studies,
editado por Geoffroy de Laforcade y Steven Hirsch.44 Todos ellos
aportan, de diversas maneras, visiones de la política anarquista
que apuntan la posibilidad de procesos de descolonización que
no ceden automáticamente a la política del Estado-nación; que
ofrecen diferentes formas de pensar la soberanía, la propiedad
y la política y que perciben un anarquismo que se cuestiona en
torno a elementos de radical importancia como el colonialismo
interno y de los propios colonos. En estos casos, el anarquismo
es un término útil para dar sentido a la práctica política, más
que una categoría rígida derivada de una genealogía específica
(a menudo, demasiado europea). Estos esfuerzos por pensar
el anarquismo como algo que no tiene por qué estar arraigado
en el socialismo europeo del siglo XIX son, en sí mismos, parte
de la política anticolonial y anticapitalista (y subrayaré aquí
“anticolonial” en lugar de “decolonial”, que me parece que tiene
una orientación política e intelectual diferente).
Laura Fernández Cordero
Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de
Izquierdas (CeDInCI)/Universidad Nacional de San Martín
(UNSAM), Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y
Técnicas (CONICET), Argentina
Orcid: https://orcid.org/0000-0002-0253-5549
1) El campo de estudios académicos sobre el anarquismo es
uno de los más dinámicos, especialmente en América Latina.
Desde los primeros encuentros de investigadorxs, hace ya
quince años, hasta el último Congreso Internacional celebrado
en Montevideo en 2019, la cantidad, calidad y diversidad de
trabajos lo demuestran de manera contundente. Ha crecido
también el nivel de intercambio y hoy contamos con muchos
diálogos interpersonales y redes. Del mismo modo, la creación
y sistematización de archivos han permitido mayor acceso a los
documentos. Formar parte del CeDInCI y cofundar el Programa
44
Algunas de estas referencias son: Maia Ramnath, Descolonizing
Anarchism: An Antiauthoritatian History of India’s Liberation
Struggle, Edinburgh, AK Press/Institute for Anarchist Studies, 2011; Paul
Nadasdy, Sovereignty’s Entailments: First Nation State Formation
in the Yukon, Toronto, University of Toronto Press, 2017; Steven
Hirsch y Geoffroy de Laforcade (eds.), “Indigeneity and Latin American
Anarchism”, en Anarchist Studies, Vol. 28, nº 2, 2020. Disponible en:
https://anarchiststudies.noblogs.org/anarchist-studies-journal-282special-issue-on-indigeneity-and-latin-american-anarchism/
Políticas de la Memoria n° 21 | Noviembre 2021
227
Ivanna Margarucci y María Migueláñez Martínez, “Encuesta sobre la actualidad de los estudios anarquistas”, en Políticas de la Memoria,
n° 21, Buenos Aires, 2021, pp. 219-252. https://doi.org/10.47195/21.705. ISSN 1668-4885 / ISSNe 2683-7234.
228
de Investigación del Anarquismo me permitió otra relación
con los materiales, mucho más cercana. Sin olvidar que la
digitalización promovió una intensa circulación de publicaciones
y fotos de manera informal o a través de portales institucionales.
Dado que mi trabajo es deudor de quienes comenzaron a visibilizar
en España y en Argentina el vínculo del anarquismo con la
cuestión sexual y la emancipación de las mujeres, además de los
clásicos indiscutidos como Iaacov Oved, Gonzalo Zaragoza, Juan
Suriano,45 mis trabajos referentes son los de Mary Nash, Martha
Ackelsberg, Dora Barrancos, Maxine Molyneux, Margareth
Rago, María del Carmen Feijoó y Mabel Bellucci.46 Entre los más
recientes, mis elaboraciones están en contacto con los de Nadia
Ledesma Prietto, investigadora que sigue esta misma senda, así
como muchas otras colegas en plena producción actual.47
Si bien se han multiplicado los trabajos parciales, sería deseable
contar con obras historiográficas de mayor alcance temporal o
geográfico. Es verdad que eso afecta a numerosos campos de
estudio, casi todos en vías de híper especialización.
2) En lo que va del siglo lo que más impactó sobre mi trabajo fue
la accesibilidad de las publicaciones. Las herramientas disponibles
me permitieron no solo aumentar la cantidad de ejemplares en
revisión, sino cruzar información y buscar con precisión de modo
que pude reponer lo que era un gran concierto de periódicos,
folletos y libros. Es decir, aspiro a que mayor accesibilidad se
traduzca no sólo en cantidad, sino en profundidad de análisis y
en relecturas del movimiento anarquista. Así como también en
cruces con otras izquierdas y sus publicaciones que impidan las
lecturas demasiado concentradas y singulares.
45
Iaacov Oved, El anarquismo y el movimiento obrero en Argentina,
México, Siglo XXI, 1978; Gonzalo Zaragoza, Anarquismo argentino
(1876-1902), Madrid, Ediciones de la Torre, 1996; Juan Suriano,
Anarquistas. Cultura y política libertaria en Buenos Aires, 18901910, Buenos Aires, Manantial, 2001.
46
Mary Nash, Mujeres Libres, España 1936-1939, Barcelona, Tusquets,
1975; Mary Nash, “La reforma sexual en el anarquismo español”, en Bert
Hofmann, Pere Joan I Tous y Manfred Tietz (eds.), El anarquismo español.
Sus tradiciones culturales, Frankfurt/Madrid, Vervuert Iberoamericana,
1995, pp. 281-296; Martha Ackelsberg, Mujeres libres. El anarquismo y
la lucha por la emancipación de las mujeres, Barcelona, Virus Editorial,
1999; Dora Barrancos, Anarquismo, educación y costumbres en la
Argentina de principios de siglo, Buenos Aires, Contrapunto, 1990;
Maxine Molyneux, “No God, No Boss, No Husband: Anarchist Feminism
in Nineteenth-Century Argentina”, en Latin American Perspectives, Vol.
13, nº 1, 1986, pp. 119-145. En castellano: “Ni Dios, ni Patrón, ni marido.
Feminismo anarquista en la Argentina del siglo XIX”, en La Voz de la
Mujer, Periódico comunista-anárquico, Buenos Aires, Universidad
Nacional de Quilmes, 1997; Margareth Rago, Entre a história e a
liberdade: Luce Fabbri e o anarquismo contemporâneo, Sao Paulo,
Editora UNESP, 2000; Margareth Rago, Anarquismo y feminismo
no Brasil, Río de Janeiro, Achiamé, 1998; María del Carmen Feijoó y
Marcela Nari, “Imaginando las/los lectores de La Voz de la Mujer”, en
Lea Fletcher (comp.), Cultura y Mujeres en el siglo XIX, Buenos Aires,
Feminaria, 1994, pp. 277-300; Mabel Bellucci, “Anarquismo, sexualidad
y emancipación femenina. Argentina alrededor del 900”, en Nueva
Sociedad, nº 109, 1990, pp. 148-157.
47
Nadia Ledesma Prietto, La revolución sexual de nuestro tiempo: El
discurso médico anarquista sobre el control de la natalidad, la
maternidad y el placer sexual (Argentina, 1931-1951), Buenos Aires,
Biblos, 2016.
Políticas de la Memoria n° 21 | Noviembre 2021
Sin dudas, la consolidación de aquellos estudios pioneros
sobre la Historia de las mujeres y los Estudios de género tuvo
mucho que ver con mis desarrollos y con la posibilidad de
sumar gran cantidad de aportes de la teoría feminista. Siempre
con el objetivo de recuperar “la voz de la mujer” en el espacio
anarquista, aunque no en un sentido esencialista ni exclusivo de
las mujeres, sino como parte de un ideario de vanguardia que
no comprendía la revolución social sin una revolución sexual en
sentido amplio.
Otra expansión que rinde muy buenos frutos es la que lleva
a descubrir otras zonas por fuera de las ciudades y los países
con mayor concentración histórica de anarquismo. A su vez, las
periodizaciones acotadas o dictadas por los centros neurálgicos
están siendo fructíferamente puestas en cuestión. Sin dudas,
las investigaciones biográficas permiten no solo recuperar
personalidades fundamentales para la memoria política, sino
reponer nombres y circunstancias de menor escala, pero
fuerte capacidad explicativa, así como contrarrestar lecturas
masculinistas y carentes de reflexión sobre el componente racial/
étnico.
También percibo como una renovación, no sé si metodológica
o más bien práctica, el intercambio fluido con colegas de
países diversos. Eso amplió mi mirada sobre el episodio local,
me permitió pensar en clave transnacional y hacer honor al
internacionalismo anarquista.
3) Por lo menos en Argentina, que es el campo que mejor
conozco, se ha dado una paradoja. Los estudios académicos
sobre una expresión anti Estado se fortalecieron a partir de
becas y plazas de investigación otorgadas por entidades públicas,
en especial, a través del CONICET. Existen, por supuesto,
trabajos independientes, pero la mayoría se vincula a este tipo
de organizaciones estatales. Esto no significa que sufran alguna
restricción en la elección de temas o en la formulación de sus tesis,
pero sí es cierto que se ajustaron a los parámetros acotados de
tiempos, escritura y publicación. Tampoco impidió, sin embargo,
que los trabajos provinieran o continuaran en contacto con
militancias y activismos varios, con mayor o menor conexión con
agendas de luchas pasadas o presentes. Sin solaparse ni negarse,
esos espacios diversos dialogan a través de distintas vías y hay
investigadorxs que procuran compartir sus elaboraciones y evitar
la cerrazón académica. En este sentido, son fundamentales las
editoriales de escalas disímiles que publican algunos de esos
trabajos y les dan un alcance mayor en términos de público. En
mi caso particular, me gustaría que mi trabajo alimente, circule
y sea discutido por los feminismos, sobre todo, aquellos que
rescatan esta faceta libertaria.
También es preciso advertir en algunos movimientos cierto
resquemor, no siempre mal fundado, hacia el saber académico.
En ese sentido y en lo personal, trato de combatirlo matizando
el supuesto aislamiento o la falsa neutralidad valorativa de
esos saberes, para reponer las tensiones y la propia politicidad
de la universidad, como espacio de construcción de saber/
Ivanna Margarucci y María Migueláñez Martínez, “Encuesta sobre la actualidad de los estudios anarquistas”, en Políticas de la Memoria,
n° 21, Buenos Aires, 2021, pp. 219-252. https://doi.org/10.47195/21.705. ISSN 1668-4885 / ISSNe 2683-7234.
poder disputable por cualquier tradición política. En especial, el
anarquismo que, como sabemos, tenía una fuerte confianza en
el saber, la escritura y la lectura como factores de liberación.
Para concluir, creo que muchos acontecimientos globales de
los últimos años llaman a recuperar y revitalizar viejas y nuevas
ideas anarquistas.
Laura Galián
Universidad Autónoma de Madrid (UAM), España
Orcid: https://orcid.org/0000-0003-3769-3560
1) Los trabajos de las investigadoras Ilham Khuri-Maldisi —
principalmente su libro The Eastern Mediterranean and
the Making of Global Radicalism, 1860-1914— y Anthony
Gorman han sido de especial interés para la elaboración de mi
propia investigación.48 Suponen un importante punto de partida
para pensar el desarrollo y genealogía del anarquismo en el
sur del Mediterráneo, en concreto, en Egipto, Líbano y Siria
en la primera mitad década del siglo XX.49 Ambas autoras han
estudiado la experiencia de los exiliados políticos europeos en
el norte de África, tema que ha suscitado un destacado interés
académico en las últimas décadas. Sus trabajos versan sobre el
internacionalismo de la Primera Internacional y la difusión del
anarquismo como un fenómeno transnacional, internacionalista y
de vanguardia de los movimientos revolucionarios anticoloniales
en el sur del Mediterráneo. Y se insertan en una corriente
historiográfica que intenta legitimar la historia transnacional
como disciplina superadora de las historias nacionales, marcadas
por su carácter fronterizo. Al mismo tiempo, esta historiografía
se nutre del desarrollo de los Estudios Anarquistas que, en
los últimos veinte años —fundamentalmente en el mundo
anglosajón, pero no únicamente— intentan construirse como
campo disciplinar dentro de los departamentos universitarios, a
raíz de la publicación en 1993 de la revista Anarchist Studies
Journal.
La aproximación teórica de ambas autoras a la llegada del
anarquismo a las costas sur del Mediterráneo y a los encuentros
transnacionales de activistas y exiliados políticos ha ayudado a
poner en entredicho las historiografías marxistas y nacionalistas
de países como Egipto. Estas corrientes, en un proceso de
arabización tras el periodo de descolonización, dejaron de lado
el papel orgánico de las comunidades de expatriados europeos y
exiliados políticos en la construcción y desarrollo de la izquierda.
48
Mi investigación se lleva a cabo dentro del proyecto de i+D+i
“Representaciones del islam en el Mediterráneo glocal: cartografía e
historia conceptuales-REISCONCEP” (RTI2018-098892-B-100).
49
Ilham Khuri-Maldisi, The Eastern Mediterranean and the Making of
Global Radicalism, 1860-1914, Los Angeles/London, University of
California Press, 2010; Anthony Gorman, “Anarchists in Education: The
Free Popular University in Egypt (1901)”, en Middle Eastern Studies,
Vol. 41, nº 3, 2005, pp. 303-320, “Socialisme en Égypte avant la Première
Guerre mondiale: la contribution des anarchistes”, en Cahiers d’histoire.
Revue d’histoire critique, nº 106, 2008, pp. 47-64.
Investigación actual sobre anarquismos
De la misma manera, la historiografía europea —italiana
fundamentalmente— obvió y silenció en su “mito cosmopolita”,
que sirvió para los intereses de la unificación italiana, la historia
de los exiliados políticos, activistas y trabajadores especializados
que contribuyeron a la construcción de las infraestructuras de
los nuevos estados que surgían tras la progresiva desintegración
del Imperio Otomano.
2) Los estudios poscoloniales y decoloniales han supuesto una
vuelta de tuerca al ya importante giro transnacional en el estudio
del anarquismo en los últimos años. La emergencia de estos
nuevos campos de estudio ha derivado en el cuestionamiento
del canon anarquista y la necesidad de una crítica a la propia
historiografía del anarquismo anclada en una concepción de la
historia eurocéntrica. Jason Adams, en su artículo “Non-Western
Anarchism: Rethinking the Global Context”, publicado en la
revista sudafricana Zabalaza, considera que el propio concepto
de “anarquismo clásico” juega en sí mismo un papel importante
en la construcción del anarquismo occidental eurocéntrico.50
Para el autor es importante romper con la lógica del historicismo
que se aplica en Europa y que se exporta a todas las cartografías
del anarquismo, sean estas europeas o no. En esta línea de
análisis es importante situar la tesis doctoral del académico y
activista turco Süriyya Türkeli Evren, What Is Anarchism? A
Reflection on the Canon and the Constructive Potential of
Its Destruction, donde intenta responder a la pregunta sobre
cómo se ha formulado el conocimiento sobre el anarquismo.51
Para responder, el autor analiza no únicamente las implicaciones
ideológicas y las perspectivas desde las que se escriben las grandes
historias del anarquismo, sino que propone formas alternativas
de “representar el pasado de manera anarquista”. En su crítica
reconoce que, a pesar de la preocupación del anarquismo por
los problemas de dominación y opresión, conceptos como “raza”
no han sido objeto de un análisis exhaustivo en la literatura
anarquista. Si en contadas ocasiones estos anarquismos nooccidentales han sido citados, “no se mencionan como elementos
fundacionales del anarquismo, sino como meras expresiones (del
núcleo ideológico anarquista europeo) en culturas diferentes
(donde “diferente” significa lo no-europeo)”.52
Partiendo de esta lógica, la pensadora y activista india Maia
Ramnath, en su famoso libro Decolonizing Anarchism, revisa la
modernidad-colonialidad europea desde postulados anarquistas
a través del estudio de las experiencias anticoloniales en India.53
La relación del anarquismo con la modernidad europea es
50
Jason Adams, “Non-Western Anarchism: Rethinking the Global Context”,
en ZABALAZA: A journal of Southern African Revolutionary
Anarchism, 2002. Disponible en: https://zabalazabooks.files.wordpress.
com/2011/08/non_western_anarchisms_rethinking_the_global_context_
adams.pdf
51
Süriyya Evren Türkel, What is anarchism? A reflection on the canon
and the constructive potential of its destruction, Tesis de doctorado,
Loughborough University, 2012.
52
Ibidem, p. 87.
53
Maia Ramnath, Descolonizing Anarchism: An Antiauthoritatian
History of India’s Liberation Struggle, Edinburgh, AK Press/Institute
for Anarchist Studies, 2011.
Políticas de la Memoria n° 21 | Noviembre 2021
229
Ivanna Margarucci y María Migueláñez Martínez, “Encuesta sobre la actualidad de los estudios anarquistas”, en Políticas de la Memoria,
n° 21, Buenos Aires, 2021, pp. 219-252. https://doi.org/10.47195/21.705. ISSN 1668-4885 / ISSNe 2683-7234.
230
de vital importancia para el estudio del anarquismo en países
poscoloniales. Ramnath diferencia entre dos tipos de anarquismo:
el anarquismo con “A mayúscula”, procedente de la tradición
europea, y el anarquismo con “a minúscula”, es decir, aquellas
prácticas políticas emancipatorias que hacen énfasis en la forma
y en la política prefigurativa más que en la ideología y el discurso.
La crítica de Ramnath la lleva a proponer alternativas teóricas y
prácticas que recojan elementos de ambas tradiciones desde las
cuales poder pensar y construir los procesos de emancipación.
3) Son cada vez más los autores y activistas que desde
diferentes espacios de enunciación y con múltiples objetivos
reivindican la necesidad de descolonizar el anarquismo a nivel
teórico y práctico. En este cambio de locus de enunciación, y
con las miras puestas en la formulación de una teoría y práctica
decolonial del anarquismo para luchar contra el capitalismo,
pero también contra la islamofobia, el activista y pensador
decolonial Mohammed Jean Veneuse escribió su famoso AnarcaIslam, un manifiesto que critica el anarquismo occidental
clásico y construye un mecanismo de resistencia antiautoritario
a través del marco interpretativo del iytihad —esfuerzo de
razonamiento independiente del individuo propio de la tradición
legal islámica—, haciendo énfasis en el carácter antiautoritario
y revolucionario del islam.54 Su manifiesto constituye uno de las
propuestas decoloniales del anarquismo más interesantes del
último periodo.
En su famoso artículo “The color Brown: de-colonising anarchism
and challenging White hegemony”, la activista palestina
Bodour Hassan defiende que la manera en que entendemos el
anarquismo tiene consecuencias en cómo es puesto en práctica
por un tipo de solidaridad internacionalista que en muchas
ocasiones actúa como una forma de imperialismo solidario en un
territorio bajo dominio colonial, como es el palestino.55 Su crítica
tiene como referencia los actos de solidaridad y co-resistencia
del anarquismo israelí en territorio palestino a través de las
agrupaciones como Anarchists Against the Wall (Anarquistas
contra el muro), que, sin embargo, carecen de un análisis de
sus privilegios como ciudadanos con pleno derecho de un
Estado colonial. Para muchos anarquistas palestinos la etiqueta
“anarquista” no ha formado parte de una lucha histórica que, pese
a ello, se ha autogestionado y organizado de manera horizontal
y colectiva. La prioridad en la “táctica” y no en la “etiqueta” es
algo que señalan como una característica propia de su manera de
entender el anarquismo, como así lo hacen múltiples anarquistas
de la cuenca sur mediterránea. Estos postulados, menos rígidos
en contenido, y más marcados en la forma, son los que están
definiendo los nuevos movimientos anarquistas en la cuenca sur
del Mediterráneo, especialmente desde las revoluciones de 2011.
54
55
Mohamed Jean Veneuse, Anarca-Islam, Queen’s University Kingston,
Tesis de maestría, Queen’s University Kingston, 2009. Disponible en
https://theanarchistlibrary.org/library/mohamed-jean-veneuse-anarcaislam.
Bodour Hassan, “The Colour Brown: De-Colonising Anarchism and
Challeging White Hegemony”, en Random Shelling, 2013. Disponible en
https://budourhassan.wordpress.com/2013/07/24/the-colour-brown-decolonising-anarchism-and-challenging-white-hegemony/
Políticas de la Memoria n° 21 | Noviembre 2021
Eduardo Godoy Sepúlveda
Universidad de Santiago de Chile (USACH)/Universidad Diego Portales (UDP), Chile
1) Pienso que, en las últimas cuatro décadas, los estudios de los
anarquismos latinoamericanos, que es donde se sitúa mi propia
agenda de investigación, se han nutrido de dos vertientes. Del
rescate de su memoria/historia por parte de sus protagonistas
contemporáneos y de los “reacomodos”, “giros” y “modas” de la
historiografía académica —especialmente del hemisferio norte—
que han contribuido en la revalorización de distintas aristas de
su amplio proyecto político y cultural, especialmente de sus
aportes en los procesos de politización y movilización obrera y
popular desde su irrupción en el continente durante la segunda
mitad del siglo XIX. En consecuencia, mi evaluación es positiva.
En este sentido, considero que la renovación metodológica de
la historiografía y las ciencias sociales conducida desde 1970
hasta la actualidad ha sido fundamental en este proceso. Sobre
todo si uno analiza los cambios producidos en las investigaciones
contemporáneas, las cuales han permitido complejizar el
análisis de la cultura libertaria y de las propuestas prácticas
político-culturales del anarquismo, poniendo en relación/tensión
el pensamiento con la praxis (en un sentido general, como
sugiere Giampietro Berti),56 y relevando su dimensión cultural,
su “quintaesencia” como señala Lily Litvak,57 pero también
cuestionando su matriz eurocéntrica (Guadalupe Rivera)58 y
patriarcal (Laura Fernández Cordero y Nadia Ledesma Prietto).59
Mi trabajo historiográfico, en lo concreto, se ha nutrido de
investigaciones desarrolladas por especialistas en otros espacios
geográfico-académicos y locales, es decir, llevadas a cabo fuera
y dentro de Chile. Respecto de las primeras, los estudios de Juan
Suriano, Huáscar Rodríguez, Laura Fernández Cordero, José Julián
Llaguno, Javier Navarro, Jorell Meléndez-Badillo, Nadia Ledesma
Prietto, Ivanna Margarucci, María Migueláñez Martínez, Martín
Albornoz, James Scott, Silvia Rivera Cusicanqui, Giovanni Stiffoni,
Davide Turcato, Carlos Taibo, Dolors Marin, Jordi Maíz, Daniel
Vidal, Rodolfo Porrini y Chris Ealham, entre muchos otros/as,
se han constituido en referencias obligatorias en mis propias
reflexiones/disquisiciones. De las realizadas en Chile, no puedo
dejar de mencionar las investigaciones de Eduardo Míguez y
Álvaro Vivanco, Peter De Shazo, Alberto Harambour, Sergio
Grez, Igor Goicovic, Julio Pinto, Adriana Palomera, pero también
las de Manuel Lagos y Víctor Muñoz, elaboradas al margen de
56
Giampietro Berti, “Sobre historiografía del anarquismo”, en Reconstruir,
n° 99, 1975, pp. 47-56.
57
Lily Litvak, Musa libertaria: Arte, literatura y vida cultural del
anarquismo español (1880-1913), Barcelona, Antoni Bosch editor,
1981.
58
Guadalupe Rivera, ¡Escucha anarquista! Despensando el anarquismo
desde el Tercer Mundo, México, Ediciones La Social, 2017.
59
Laura Fernández Cordero, Amor y anarquismo: Experiencias pioneras
que pensaron y ejercieron la libertad sexual, Buenos Aires, Siglo XXI,
2017; Nadia Ledesma Prietto, La revolución sexual de nuestro tiempo:
El discurso médico anarquista sobre el control de la natalidad, la
maternidad y el placer sexual (Argentina, 1931-1951), Buenos Aires,
Biblos, 2016.
Ivanna Margarucci y María Migueláñez Martínez, “Encuesta sobre la actualidad de los estudios anarquistas”, en Políticas de la Memoria,
n° 21, Buenos Aires, 2021, pp. 219-252. https://doi.org/10.47195/21.705. ISSN 1668-4885 / ISSNe 2683-7234.
la academia; y un sinnúmero de investigaciones realizadas en
formato de tesis, tesinas y seminarios de grado aun inéditas
que se caracterizan por su amplitud metodológica y diversidad
temático-temporal.
La investigación de Alberto Harambour sobre el anarquista
Efraín Plaza Olmedo se constituyó en un modelo a seguir en
mis primeras investigaciones.60 De hecho, mi artículo sobre
Voltaire Argandoña y Hortensia Quinio61 está muy influenciado
por ese trabajo, que es de una potencia y belleza única, en el
cual se entremezcla la historia social con el enfoque biográfico.
Más tarde, Sergio Grez en Los anarquistas y el movimiento
obrero. La alborada de “la Idea” en Chile, 1893-1915 nos
brindó un espaldarazo a quienes comenzábamos en los años
2000 a estudiar el anarquismo local, independientemente si uno
comparte o no las conclusiones del libro.62
2) Dentro de las principales líneas de renovación metodológica
que es posible identificar están los estudios biográficos,
transnacionales, decoloniales y la perspectiva de género. Todos
ellos han permitido, con diversas intensidades, ampliar el abanico
de posibilidades en el análisis de las propuestas y confluencias
de los anarquismos latinoamericanos y mundiales, así como de
estos con otras corrientes político-ideológicas críticas del status
quo. Han contribuido a dejar de lado las miradas simplistas,
mecanicistas y/o teleológicas en el análisis de la politización
popular —sobre todo en Chile—, considerando que en ella
jugaron un rol fundamental diversas corrientes y organizaciones
de corte radical-rupturista, pero también reformistas que
abogaron por la conciliación de clases. También nos invitan a
considerar las influencias mutuas y las reconversiones de sus
militantes.
En sintonía con las nuevas perspectivas en el cultivo de la
biografía histórica en Europa y América Latina, coincido en que
la trayectoria de cualquier sujeto se puede abordar como una
biografía social y cultural con la intención de explorar tanto al
individuo como el más amplio contexto social. De este modo,
concibo la biografía no sólo como el relato escueto y lineal de una
vida, sino como un “retrato polifónico” y “enfocado”, en donde el
biografiado no constituye un objeto estático y aislado de estudio,
sino que, al contrario, releva la potencial capacidad heurística,
narrativa y proyectiva de los sujetos como “seres sociales” o
como claves de acceso y comprensión de sus entornos sociopolíticos y culturales.63 Por ende, los trabajos centrados en las
60
Alberto Harambour, “‘Jesto y Palabra, Idea y Acción’. La Historia de
Efraín Plaza Olmedo”, en Colectivo Oficios Varios, Arriba Quemado el
Sol. Estudios de historia social chilena: Experiencias populares de
trabajo, revuelta y autonomía (1839-1940), Santiago, LOM Ediciones,
2004, pp. 137-192.
61
Eduardo Godoy, “‘Sepan que la Tiranía de Arriba, enjendra la Rebelión
de Abajo’. Represión contra los anarquistas: La Historia de Voltaire
Argandoña y Hortensia Quinio (Santiago, 1913)”, en Cuadernos de
Historia, n° 27, 2007, pp. 75-124.
62
Sergio Grez, Los anarquistas y el movimiento obrero. La alborada de
“la Idea” en Chile, 1893-1915, Santiago, LOM Ediciones, 2007.
63
Birgitte Possing, “En busca de las claves para un análisis biográfico:
Natalie Zahle y Bodil Koch”, en Isabel Burdiel y Roy Foster (eds.), La
Investigación actual sobre anarquismos
trayectorias individuales de los/as propagandistas anarquistas
nos dicen mucho del colectivo, en cuanto comparten un conjunto
de valores, tradiciones, símbolos y un lenguaje —un imaginario
político-cultural— común con otros militantes y simpatizantes,
inclusive con otros/as sujetos del mundo obrero y popular. No
obstante, también pienso que los textos biográficos en cuanto
relatos historiográficos presentan una serie de limitaciones, en
especial cuando versan sobre figuras que han cuestionado de
forma radical el sistema de dominación, que es preciso tener
presente al momento de utilizar este método en complemento
con la historia social. Una de ellas es la hagiografía, otra la
criminalización.
Asimismo, el enfoque transnacional me ha permitido analizar,
junto a la historiadora Ivanna Margarucci, las prácticas
internacionalistas y los lazos de camaradería que establecieron
los anarquistas de Chile con sus pares de otros lugares
del mundo, especialmente de Sudamérica,64 ampliando las
investigaciones que se han desarrollado para la vertiente
atlántica. En particular, este abordaje nos permitió reconstruir y
analizar las redes de solidaridad y apoyo mutuo tejidas entre los
anarquistas de Santiago, la capital, y del “Norte Grande” de Chile,
con individualidades y agrupaciones de Bolivia, pero también de
Argentina y Perú, todas en conexión con las de otros continentes
y subcontinentes. La crítica al “nacionalismo metodológico” nos
ha llevado a entender de mejor forma la complejidad trasnacional
del fenómeno anárquico, ya que los anarquismos locales eranson parte de una gran “red de redes”, apátrida, mundial, en
permanente diálogo y retroalimentación.
3) El rescate historiográfico de las propuestas político-económicas
y culturales del anarquismo ha contribuido en los debates
políticos actuales, especialmente en América Latina y en Chile,
en el contexto de estallidos sociales que han impugnado la pax
neoliberal continental, así también en los movimientos sociales
contra la globalización capitalista desde los años 90 hasta la
actualidad, incluyendo el feminismo y el movimiento de mujeres
y de las disidencias sexuales, medioambientales, indígenas,
ecologistas, contraculturales, okupa, etc. Es más, pienso que
las formas organizativas basadas en la acción y democracia
directa, la autogestión, la solidaridad y el apoyo mutuo, que han
caracterizado las luchas continentales contemporáneas y los
nuevos movimientos sociales, son parte del universo libertario
o dialogan muy de cerca con sus propuestas antiautoritarias,
críticos de las vanguardias “iluminadas” y de las organizaciones
centralistas. De hecho, se pueden trazar sus genealogías desde
el siglo XIX hasta el día de hoy. Se verifica, de este modo, un
diálogo entre pasado y presente, es decir, en sus formas de
historia biográfica en Europa. Nuevas perspectivas, Zaragoza,
Institución Fernando el Católico, 2015, pp. 437-463.
64
Ivanna Margarucci y Eduardo Godoy Sepúlveda, Anarquismos en
confluencia. Chile y Bolivia durante la primera mitad del siglo
XX, Santiago, Editorial Eleuterio, 2018; Ivanna Margarucci y Eduardo
Godoy Sepúlveda, “Anarquistas ‘en movimiento’. Redes de circulación
e intercambio en el Norte Grande, 1900-1930”, en Diálogo Andino,
Revista de Historia, Geografía y Cultura Andina, n° 63, 2020, pp. 249260.
Políticas de la Memoria n° 21 | Noviembre 2021
231
232
Ivanna Margarucci y María Migueláñez Martínez, “Encuesta sobre la actualidad de los estudios anarquistas”, en Políticas de la Memoria,
n° 21, Buenos Aires, 2021, pp. 219-252. https://doi.org/10.47195/21.705. ISSN 1668-4885 / ISSNe 2683-7234.
“hacer política”, las cuales son de carácter autónomas y “prefigurativas”.
Un importante aporte en ese sentido son las investigaciones
del antropólogo anarquista estadounidense David Graeber,
recientemente fallecido, en las cuales abordó la relación
entre anarquismo y los movimientos antiglobalización
contemporáneos relevando diversas formas en que los grupos
humanos se han organizado en tensión o al margen del Estado/
capitalismo y desafiando así los discursos grandilocuentes del
“fin de la Historia” del capitalismo/neoliberal “triunfante” que en
la actualidad se cae a pedazos. Las sugerentes investigaciones
de Silvia Rivera Cusicanqui desde Bolivia y las de Carlos Taibo
desde España también nos invitan desde distintos enfoques y
perspectivas analíticas a reflexionar sobre la relación entre el
anarquismo, los nuevos movimientos políticos y sus agendas de
luchas.
Tom Goyens
Salisbury University, Estados Unidos
Orcid: https://orcid.org/0000-0002-5220-2742
1) Como historiador que reside en los Estados Unidos, puedo
analizar con más rigor el campo de la historia anarquista,
quedando un poco alejadas de mi observación las disciplinas de
la filosofía o la política anarquista. En este sentido, la historia
anarquista, como campo de investigación, está en auge desde
hace más de dos décadas. Anualmente, aparecen nuevos
títulos en diversos idiomas. Resultan igualmente importantes
las colecciones de ensayos, así como las traducciones de
literatura anarquista y memorias que durante mucho tiempo no
estuvieron disponibles en inglés. También estoy familiarizado
con la historiografía en francés, alemán y holandés, donde
también aparecen, constantemente, nuevos títulos, a menudo en
editoriales pequeñas e independientes. Asimismo he observado
el aumento de estudiantes de posgrado que se embarcan en
la historia del anarquismo en los programas de doctorado en
Estados Unidos y Gran Bretaña. No obstante, existen áreas que
todavía necesitan más investigación, siendo un requisito previo,
en el caso del anarquismo en Estados Unidos, el conocimiento
de idiomas. Por ejemplo, se necesita más investigación sobre
el movimiento anarquista inmigrante ruso durante el período
1895-1921. También se hace necesaria profundizar en la relación
que existió entre los anarquistas de esta región y el apartheid
vinculado con las Leyes Jim Crow, así como el imperialismo y la
conquista del Oeste americano.
El ya desaparecido historiador Paul Avrich ha sido de gran
importancia para la historiografía del anarquismo estadounidense.
Personalmente lo fue para mí. Aunque hubo historiadores antes
que él (Herbert Osgood, Eunice Schuster, Charles Allen Madison,
Richard Drinnon, William Reichert), Avrich fue pionero en el
estudio del anarquismo como un movimiento independiente
Políticas de la Memoria n° 21 | Noviembre 2021
de hombres y mujeres, diverso y profundo. Avrich abrió los
archivos y allanó el camino a las nuevas investigaciones. Más
recientemente, el trabajo de Kirk Shaffer ha sido inspirador por
su meticulosa investigación de alcance regional y transnacional,
especialmente en las esferas caribeña y latinoamericana.65
2) Identifico tres tendencias de renovación principales. En primer
lugar, el giro transnacional. Existe una mayor atención a las
redes anarquistas y a la creación de conexiones a través de las
fronteras. Se demuestra que los movimientos y los individuos
tuvieron un impacto en los movimientos locales y regionales
y en los acontecimientos a través de las fronteras y de los
continentes. Lo que en su momento se apreció como un declive
de las actividades anarquistas en un lugar, hoy puede aparecer
como el aumento de la actividad libertaria en otro espacio. Se
necesita, por tanto, un enfoque transnacional para descubrir
estas dinámicas que van más allá de la “caja” de la nación.
En segundo lugar, se aprecia un giro espacial, esto es, una mayor
atención al papel representado por la geografía social. Ese espacio
fue “producido” y “conceptualizado” por los anarquistas que, a
menudo, lucharon por ocupar lugares dentro de una geografía
burguesa-capitalista más amplia. Desde las cervecerías hasta
las plazas de las ciudades, los historiadores deben investigar la
espacialidad del anarquismo como movimiento social. El espacio
social no es sólo una caja estática en la que se desarrollan los
acontecimientos. Los actores históricos produjeron y producen
ese espacio.
En tercer lugar, la indagación sobre las dimensiones anticoloniales
y no occidentales constituye otra de las áreas de referencia
historiográfica. La atención se aleja cada vez más del anarquismo
occidental (europeo y norteamericano). Los historiadores se
preguntan por la postura adoptada por los anarquistas de los
siglos XIX y XX ante situaciones tan radicalmente importantes
como el racismo, el imperialismo, las luchas anticoloniales
y la lucha por la libertad de los negros. Se han realizado
investigaciones históricas sobre el anarquismo y la lucha por
la independencia de la India, así como sobre el movimiento
libertario en las esferas coloniales del Caribe y África.
3) Dado que el socialismo y el comunismo de Estado y el stalinismo
han demostrado ser desastrosos para el desarrollo y la felicidad
de la humanidad, la historia del anarquismo continúa ofreciendo
inspiración. También su filosofía y su política. La actual resistencia
contra el auge del autoritarismo (de izquierdas o de derechas) en
muchas naciones está impregnada de principios antiautoritarios
65
Paul Avrich es autor, entre otros, de los siguientes textos relevantes
para el anarquismo estadounidense (citamos las últimas ediciones):
Paul Avrich, The Haymarket Tragedy, Princeton, Princeton University
Press, 2020; Paul Avrich, The Modern School Movement: Anarchism
and Education in the United States, Princeton, Princeton University
Press, 2014; Paul Avrich, Anarchist Voices: An Oral History of
Anarchism in America, Princeton, Princeton University Press, 2021;
Kirwin Shaffer, Anarchists of the Caribbean: Countercultural Politics
and Transnational Networks in the Age of US Expansion, Cambridge,
Cambridge University Press, 2020.
Ivanna Margarucci y María Migueláñez Martínez, “Encuesta sobre la actualidad de los estudios anarquistas”, en Políticas de la Memoria,
n° 21, Buenos Aires, 2021, pp. 219-252. https://doi.org/10.47195/21.705. ISSN 1668-4885 / ISSNe 2683-7234.
y de otros valores libertarios. El anarquismo y el antifascismo,
pasados y presentes, son el tema de numerosas conferencias y
publicaciones recientes. También me gustaría destacar el papel
del anarquismo en la liberación personal de los jóvenes de hoy
de las ataduras de la religión, el patriarcado, la supremacía blanca
y el eurocentrismo. Anarchy in Action de Colin Ward, ha sido
de gran importancia para traducir los principios anarquistas
en acción y adaptarlos a la situación actual.66 Otros escritores
anarquistas indispensables para construir una sociedad libre son:
David Graeber, Ruth Kinna, Peter Gelderloos, L. Susan Brown,
Noam Chomsky, James C. Scott.67
José Antonio Gutiérrez
Dublin City University, Irlanda/Universidad Santo Tomás,
Colombia. Orcid: https://orcid.org/0000-0003-2335-2677
1) Lo primero es destacar que los estudios sobre el anarquismo
han estado muy marcados por lo historiográfico. Quizás por el
hecho de que gran parte de la historiografía “oficial” de izquierda
invisibilizó el rol del anarquismo, si no lo caricaturizó de
manera grotesca (léase Hobsbawm, por ejemplo, un historiador
de indudables cualidades, pero que en sus trabajos sobre
anarquismo tiene falencias y distorsiones importantes), gran
parte de la historiografía anarquista ha estado empecinada en
demostrar que los anarquistas estuvieron ahí, por así decirlo.
Registrar su existencia y rescatar sus voces silenciadas. Por
eso esta historiografía se concentró en la crónica de hechos,
en los procesos organizativos o en la biografía de personajes,
sin necesariamente centrarse en problemas políticos más de
fondo. Una narrativa que, de alguna manera, tampoco evalúa
críticamente los aportes y limitaciones de estos personajes y
organizaciones, cayendo muchas veces en mistificaciones.
Personalmente, creo que hay algunos aportes que van más allá y
comienzan a tratar de “entender” el anarquismo en un contexto
más sociológico e histórico-social. Esto es algo que lleva ya varias
décadas, pero no ha recibido la atención necesaria. Para mí, uno
de los trabajos que rompe con ese esquema es el excelente libro
de Bruce Nelson Beyond the Martyrs que entrega una visión
del movimiento en el cual participaron los Mártires de Chicago,
respaldado en fuentes más allá (pero sin exclusión) de la prensa
anarquista, que creo que me marcó bastante.68 Luego los estudios
de Nunzio Pernicone y de David Berry sobre los movimientos
anarquistas en Italia y Francia, respectivamente, tratan de
entender quiénes son los anarquistas, el contexto en el que se
mueven, comprender sus acciones no como expresión de una fe
Investigación actual sobre anarquismos
trascendental, sino como acciones políticas determinadas por
un contexto.69 En ambos casos, también hay una intencionalidad
política en mirar estas historias y no se teme a la visión crítica
—descarnada en el caso de Pernicone. El trabajo de Silvia
Rivera Cusicanqui sobre los artesanos libertarios en Bolivia,
que problematiza la constitución de clase de estos trabajadores
a la luz de una perspectiva crítica, presenta también un gran
interés.70 Igualmente, la obra de Kenyon Zimmers, Tom Goyens
y Constance Bantman respecto de los anarquismos inmigrantes
son de una calidad extraordinaria, de una crítica inspiradora y de
una amplitud en el manejo de fuentes y de perspectivas teóricas
que creo que son sumamente relevantes.
En un sentido intelectual, la producción de Federico Ferretti y
de Ruth Kinna son cruciales para recuperar en su complejidad la
contribución teórica, mucho más allá de los círculos anarquistas y
el impacto sobre las ciencias que tuvieron destacados científicos
y anarquistas como Reclus y Kropotkin. Por último, considero que
Benedict Anderson y James C. Scott desde la sociología crítica,
o David Graeber desde la antropología, han realizado una gran
contribución a los esquemas mediante los cuales entendemos
al anarquismo y la movilización social en un sentido mucho más
amplio. Los trabajos de ambos han sido claves para investigar
ciertas problemáticas que hemos empezado a desarrollar
como el anarquismo ante la cuestión colonial y, en general, las
cuestiones nacionales.
2) Creo que desde una visión de la sociología histórica se han
planteado ciertas cuestiones de importancia en el último tiempo.
Personalmente, el énfasis en el giro “transnacional” en los
estudios sobre anarquismo, muy importante para entender el
movimiento de personas, ideas y las redes globales en las que
operaban, dejó de lado las maneras idiosincráticas en que el
anarquismo se convirtió en movimiento en diferentes contextos.
Me parece que hay hoy en día una cierta vuelta a lo local, a esas
maneras en que la “idea” se hizo carne, con sus limitaciones y
potencialidades. Creo que, no estrictamente en lo anarquista,
algo parecido se ha venido haciendo en la historia de los IWW
en los Estados Unidos con excelentes resultados. Estamos
descubriendo una riqueza ideológica y de prácticas, que antes era
insospechada o era sencillamente descartada como heterodoxia
o desviaciones.
También ha habido un descubrimiento de los anarquistas por otros
sectores que creo que es muy importante. Lo cual demuestra
que las ideas no son unilaterales, sino que en su diálogo con
procesos y contextos asumen cualidades diferentes. Pienso, por
ejemplo, en los planteos de Murray Bookchin, que a la luz de la
experiencia kurda, han asumido un significado muy diferente para
muchos de nosotros, re-descubriendo el potencial transformador
del concepto de democracia directa del anarquismo, la idea del
66
Colin Ward, Anarchy in Action, London, Allen & Unwin, 1973.
67
James C. Scott, Seeing Like a State: How Certain Schemes to Improve
the Human Condition Have Failed, New Haven, Yale University Press,
1998.
69
Nunzio Pernicone, Italian anarchism: 1864-1892, Princeton, Princeton
University Press, 1993; David Berry, A history of the French anarchist
movement: 1917-1945, Westport, Greenwood Press, 2002.
68
Bruce Nelson, Beyond the Martyrs: A Social History of Chicago’s
Anarchists 1870-1900, New Brunswick, Rutgers University Press, 1988.
70
Zulema Lehm y Silvia Rivera Cusicanqui, Los artesanos libertarios y la
ética del trabajo, La Paz, THOA, 1988.
Políticas de la Memoria n° 21 | Noviembre 2021
233
Ivanna Margarucci y María Migueláñez Martínez, “Encuesta sobre la actualidad de los estudios anarquistas”, en Políticas de la Memoria,
n° 21, Buenos Aires, 2021, pp. 219-252. https://doi.org/10.47195/21.705. ISSN 1668-4885 / ISSNe 2683-7234.
234
municipio libertario. Eso es muy valioso, sobre todo, porque
durante mucho tiempo el anarquismo ha descuidado uno de sus
propuestas claves: el federalismo. Hoy el anarquismo tiene un
potencial transformador muy importante en la crítica al Estadonación mediante ese federalismo consecuente.
3) El trabajo de historia de los movimientos populares y
sus tendencias libertarias adelantado por Murray Bookchin
en su serie The Third Revolution, fue muy influyente en el
movimiento de liberación en kurdo y marcó profundamente la
obra de Abdullah Ocalan, siendo uno de los movimientos más
significativos.71 Algo parecido hizo David Graeber cuando escribió
el Democracy Project, el cual tuvo un importante influjo en
todo el movimiento “occupy” a nivel internacional.72 Estos son
algunos de los autores que puedo presentar. Pero creo que ante
la crisis del capitalismo, las crisis profundas de hegemonía que se
viven en muchos Estados-nacionales, no sólo de la periferia, que
en cierto sentido siempre han vivido en crisis, sino que en países
centrales, en el corazón de la misma Europa pienso en las escenas
que vimos en Catalunya en el 2017—, eran impensables en un
contexto europeo hace una década… Toda esta situación nos
interpela a reforzar una agenda investigativa en la que podamos
mirar a la historia de cara al futuro, con las preocupaciones del
presente. Creo que una agenda que recupere la democracia
directa, la acción directa y el federalismo es fundamental para
rearticular proyectos emancipadores y contribuir a ellos —así no
se declaren abiertamente anarquistas.
Ruth Kinna
Loughborough University, Gran Bretaña
Orcid: https://orcid.org/0000-0002-1920-464X
1) Me interesa la construcción del anarquismo y pensar en cómo
y por qué la necesidad de producir un trabajo interpretativo
(para corregir los tediosos pero omnipresentes estereotipos y
clichés) ha dado forma a los estudios anarquistas. Me gusta la
historiografía, aunque encuentro muchas historias del anarquismo
problemáticas y distorsionadas. Los primeros libros que leí sobre
el anarquismo —aparte de los trabajos históricos sobre España
y los clásicos “canónicos”— fueron The insurrectionists de
William Fishman, The anarchists de James Joll y Anarchism
de George Woodcock.73 Todavía los considero tesoros. También
71
Murray Bookchin, The Third Revolution: Popular Movements in the
Revolutionary Era, Volume 1, London, Cassell, 1996; Murray Bookchin,
The Third Revolution: Popular Movements in the Revolutionary
Era, Volume 2, London, Cassell, 1998; Murray Bookchin, The Third
Revolution: Popular Movements in the Revolutionary Era, Volume
3, London, Cassell, 2004; Murray Bookchin, The Third Revolution:
Popular Movements in the Revolutionary Era, Volume 4, London,
Cassell, 2005.
crecí con The romantic exiles de E.H. Carr y The socialist
tradition: Moses to Lenin de Alexander Gray —donde describe
el pensamiento político de Bakunin a través de la metáfora de
“la espuma en la boca”.74 Ahora es otro mundo. ¿Quién podría
dudar de la actual vitalidad del campo? Hay una gran variedad
de literatura brillante en una amplia gama de disciplinas. Pero
sigo volviendo a este material —es como volver a ver una
película favorita. Llegué tarde a la Biographical Encyclopedia
de Vladimir Muñoz.75 Hay algunos errores en ella, pero es una
celebración fantásticamente cariñosa de los anarquistas y un
modelo amable (no acrítico) de investigación.
2) Creo que algunos de los desarrollos más sorprendentes han
venido de algunos cambios recientes de perspectiva (global,
transnacional, crítica así como explicativa), la recuperación de
historias olvidadas de movimientos e ideas, la reevaluación del
anarquismo como política distintiva que tiene su propia caja
de herramientas conceptuales y formas de ver el mundo. Me
parece que el anarquismo se ha renovado por la exploración
de sus expresiones locales y contingentes, quizás porque hay
una creciente apreciación de que la tensión entre anarquía
y anarquismo es productiva. En cierto sentido, creo que
todos hemos estado jugando con la idea de Kropotkin que el
anarquismo describe un movimiento o momento histórico en una
historia más larga de lucha antiautoritaria.
3) Creo que estos vínculos son fluidos. En la investigación,
pienso que la forma en que se lleva a cabo el estudio y las
preguntas a las que los investigadores tratan de dar respuesta
son cruciales para la construcción positiva (potenciadora) de
esta relación. Pero no quisiera ser prescriptiva. No estoy segura
que las reflexiones de Emma Goldman sobre August Strindberg
ayudaran a los defensores de la libertad de expresión o del no
reclutamiento a avanzar en sus objetivos.76 Pero ella pensaba que
su análisis del drama moderno era sumamente importante y, en
general, trataba la presentación de las perspectivas anarquistas
en cualquier ámbito de actividad como una intervención. El
estudio de sus intervenciones nos dice algo sobre sus puntos
de vista y actitudes, al igual que sus campañas, y quizás también
nos ayude a pensar en el tipo de agendas que podríamos querer
seguir.
Woodcock, Anarchism: A history of libertarian ideas and movements,
Cleveland, World Publishing Company, 1962.
74
Edward Hallett Carr, The romantic exiles: A nineteenth-century
portrait gallery, London, Victor Gollancz, 1933; Alexander Gray, The
socialist tradition: Moses to Lenin, London, Longmans, 1946.
72
David Graeber, The democracy project: A history, a crisis, a movement,
London, Allen Lane/New York, Penguin, 2013.
75
Vladimir Muñoz, Anarchists: A Biographical Encyclopedia, New York,
New York Gordon Press, 1981.
73
William Fishman, The Insurrectionists, London, Methuen, 1970; James
Joll, The anarchists, London, Eyre & Spottiswoode, 1964; George
76
Emma Goldman, The social significance of the modern drama, Boston,
Richard G. Badger/Toronto, Copp, Clark, 1914.
Políticas de la Memoria n° 21 | Noviembre 2021
Ivanna Margarucci y María Migueláñez Martínez, “Encuesta sobre la actualidad de los estudios anarquistas”, en Políticas de la Memoria,
n° 21, Buenos Aires, 2021, pp. 219-252. https://doi.org/10.47195/21.705. ISSN 1668-4885 / ISSNe 2683-7234.
Geoffroy de Laforcade
Norfolk State University, Estados Unidos
1) Interesarse por el anarquismo hoy en día supone sumergirse
en la historia de las luchas por la libertad y la autonomía,
así como en una crítica permanente de la modernidad y del
Estado (administrado, encerrado, territorial, con todos sus
confinamientos y exclusiones imaginados basados en la clase, el
género, la sexualidad, la raza o la etnia). También implica explorar
las genealogías del liberalismo, el populismo y el socialismo, con
sus proyecciones utópicas y con sus límites democráticos, y ser
consciente de las geografías fluidas del poder constituyente y
del empoderamiento de la comunidad, de la contingencia de
las identidades modernas y de las formas de acción colectiva.
El estudio de los propios movimientos anarquistas me parece
rico en oposiciones y alternativas, pero también me interesa
el anarquismo epistemológico, asociado a una crítica filosófica
radical de las vidas alienadas, de las catástrofes ecológicas y
de la tiranía del capital en todas sus extensiones. No todas las
enunciaciones intelectuales y formas de pensar anárquicas son
explícitamente anarquistas. Algunas veces, estas formulaciones
se introducen en otras variantes de la praxis y de la imaginación
socialistas, así como en los movimientos feministas y antirracistas.
Hay críticas libertarias a todas las instituciones sociales,
económicas y culturales, incluso a las tradiciones espirituales,
que se insinúan en esas mismas instituciones y tradiciones. En
este sentido, me interesan las obras editadas por Joel Delhom
y Daniel Attala (Cuando los anarquistas citaban la Biblia:
Entre Mesianismo y Propaganda), por un lado, y Alexandre
Christoyannopoulos y Matthew S. Adams (Essays on Anarchism
and Religion), por el otro.77 También me resultan inspiradores
los estudios de Michael Löwy sobre el mesianismo judío y
las utopías libertarias.78 En ese mismo sentido, me interpela,
asimismo, la historia de los movimientos desde abajo, los que
trataron, o tratan, de democratizar el socialismo centrado
en el Estado en contextos revolucionarios o nacionalistas; la
historia del indigenismo y sus proyecciones anticoloniales; la
de las expresiones transnacionales de solidaridad, ayuda mutua
y federalismo; la de los movimientos ecologistas locales y
regionales; la historia de Rojava y el zapatismo; la narrativa de
las diásporas y las campañas de solidaridad con los migrantes y
refugiados.
2) Estudiosos como Harsha Walia, Silvia Rivera Cusicanqui, Zoé
Samudzi, William Anderson, Mariame Kaba y Maia Ramnath han
aportado miradas vitales a la crítica anticolonial y antirracista.79
77
Joel Delhom y Daniel Attala (eds.), Cuando los anarquistas citaban
la Biblia: Entre Mesianismo y Propaganda, Madrid, Los Libros de la
Catarata, 2014; Alexandre Christoyannopoulos y Matthew S. Adams
(eds.), Essays on Anarchism and Religion, Stockholm, Stockholm
University Press, 2017.
78
Michael Löwy, Redención y Utopía: El judaísmo libertario en Europa
Central. Un estudio de afinidad electiva, Buenos Aires, El Cielo por
Asalto, 1997.
79
Harsha Walia, Undoing Border Imperialism, Edinburgh, AK Press, 2014;
Zulema Lehm y Silvia Rivera Cusicanqui, Los artesanos libertarios y la
ética del trabajo, La Paz, THOA, 1988; Zoé Samudzi y William Anderson,
Investigación actual sobre anarquismos
Andrej Grubačić ha hecho algo similar con la herencia libertaria
en los movimientos balcánicos y kurdos.80 Lucien van der Walt,
Steven Hirsch, Kirwin Shaffer, Lara Putnam y Jorell MeléndezBadillo han hecho interesantes contribuciones a la historia del
transnacionalismo.81 Ruth Kinna y Alex Prichard, al anarquismo
como no-dominación y al impasse del republicanismo.82 Todo lo
que aporta a una conceptualización de inspiración anarquista
sobre la actual crisis de civilización, y a una comprensión de las
aporías de la modernidad, es útil para nuestras luchas cotidianas.
En América Latina, los estudios de Laura Fernández Cordero,
Ingrid Ladeira, Angela Roberti o los textos producidos por la
asociación boliviana Mujeres Creando, ayudan a comprender
cómo la crítica al género y a la sexualidad, largamente demorada
en el movimiento anarquista, es vital para su actualización.
También lo son para repensar la historiografía de las culturas no
occidentales.83 Encontramos interesantes críticas al anarquismo
performativo y a sus ortodoxias fundacionales por parte de
Guadalupe Rivera y George Cicarello-Maher, con las que se
puede estar en desacuerdo, pero que llaman la atención sobre
la importancia de enraizar la teoría anarquista en la práctica,
evitando así la tendencia a fosilizar el anarquismo clásico como
referencia sistemática para las luchas contemporáneas.84
3) Desde hace varias décadas, los historiadores y filósofos han
trabajado mucho a nivel internacional sobre el “sujeto” en la
historia, centrándose en los márgenes y cuestionando categorías
esencialistas como la clase y la nación. Destaco en este sentido
“The Anarchism of Blackness”, en ROAR Magazine, nº 5, 2017. Disponible
en https://theanarchistlibrary.org/library/william-c-anderson-zoesamudzi-the-anarchism-of-blackness; Mariama Kaba, We Do This ‘Til We
Free Us. Abolitionist Organizing and Transforming Justice, Chicago,
Haymarket Books, 2021; Maia Ramnath, Descolonizing Anarchism: An
Antiauthoritatian History of India’s Liberation Struggle, Edinburgh,
AK Press/Institute for Anarchist Studies, 2011.
80
Andrej Grubačić, Don’t Mourn, Balkanize!: Essays After Yugoslavia,
San Francisco/Los Ángeles, PM Press, 2010.
81
Steven Hirsch y Lucien van der Walt (eds.), Anarchism and Syndicalism
in the Colonial and Postcolonial World, 1870-1940: The Praxis
of National Liberation, Internationalism, and Social Revolution,
Leiden, Brill, 2010; Kirwin Shaffer, Anarchists of the Caribbean:
Countercultural Politics and Transnational Networks in the Age
of US Expansion, Cambridge, Cambridge University Press, 2020; Lara
Putnam, The Company They Kept: Migrants and the Politics of
Gender in Caribbean Costa Rica, 1870-1960, Chapel Hill, University of
North Carolina Press, 2002; Jorell Meléndez-Badillo, Voces libertarias:
Los orígenes del anarquismo en Puerto Rico, Madrid, Fundación
Anselmo Lorenzo, 2014.
82
Ruth Kinna y Alex Prichard, “Anarchism and non-domination”, en Journal
of Political Ideologies, nº 24, 2019, pp. 221-240.
83
Laura Fernández Cordero, Amor y anarquismo: Experiencias pioneras
que pensaron y ejercieron la libertad sexual, Buenos Aires, Siglo XXI,
2017; Angela Maria Roberti Martins e Ingrid Souza Ladeira de Souza,
“Vozes femeninas do anarquismo na Argentina dos seculos XIX e XX”,
en LexCult, Vol. 2, nº 2, 2018, pp. 210-244.
84
Guadalupe Rivera, Apuntes para una ética libertaria, México, Ediciones
La Social, 2014; Guadalupe Rivera, ¡Escucha Anarquista! Despensando
el Anarquismo desde el Tercer Mundo, México, Ediciones La Social,
2017; George Ciccariello-Maher, “An Anarchism That is Not Anarchism:
Notes toward a Critique of Anarchist Imperialism”, en Jimmy Klausen
y James Marte (coords.), How Not to Be Governed. Readings and
Interpretations from a Critical Anarchist Left, Lanham, Rowman &
Littlefield, 2011.
Políticas de la Memoria n° 21 | Noviembre 2021
235
Ivanna Margarucci y María Migueláñez Martínez, “Encuesta sobre la actualidad de los estudios anarquistas”, en Políticas de la Memoria,
n° 21, Buenos Aires, 2021, pp. 219-252. https://doi.org/10.47195/21.705. ISSN 1668-4885 / ISSNe 2683-7234.
236
las siguientes obras: La Nuit des Prolétaires de Jacques
Rancière; Les ouvriers en grève de Michelle Perrot; The ManyHeaded Hydra: Sailors, Slaves, Commoners and the Hidden
History of the Revolutionary Atlantic de Marcus Rediker y
Peter Linebaugh; Under Three Flags: Anarchism and the AntiColonial Imagination de Benedict Anderson y Caliban and
the Witch: Women, the Body, and Primitive Accumulation
de Silvia Federici.85 Estos trabajos, donde el anarquismo no es
tratado como un movimiento estructurado, ponen sobre la mesa
interesantes enfoques metodológicos que los activistas pueden
tomar prestados para imaginar una crítica a las categorías
esencialistas y a las exclusiones modernas. El pensamiento
pedagógico, en la tradición de Paulo Freire; las discusiones sobre
la izquierda tradicional de pensadores como Enzo Traverso; los
trabajos teóricos sobre los estudios decoloniales o, en fin, las
investigaciones sobre los movimientos juveniles contraculturales,
el arte, la estética, la transformación del trabajo y la ecología
humana tienen también algo que aportar a la praxis anarquista.
José Julián Llaguno Thomas
Universidad Estatal de Campinas (UNICAMP)/Núcleo
de Estudios e Investigación sobre Anarquismo y Cultura
Libertaria (NEPAN), Brasil
Orcid: https://orcid.org/0000-0002-1908-8570
1) Me parece que a nivel general es un campo bastante
estimulante y de mucha creación colectiva, en donde se
entrecruzan los mundos militantes y académicos de una manera
bastante rica. En mi experiencia en particular me he topado con
que la mayoría de las personas que estudian el anarquismo,
no sólo tienen un interés puramente académico, sino que han
establecido puentes de comunicación con variadas experiencias
activistas individuales y colectivas. En esta línea, me parece
que el lugar más estimulante para la investigación es aquel que
combina la reflexión dentro de las ciencias sociales en un entorno
militante marcado por grupos de afinidad, centros de lectura,
creación colectiva, etc. En mi experiencia personal he podido vivir
un poco de esta mezcla durante mis estudios doctorales en Brasil,
donde los centros culturales, bibliotecas anarquistas, editoriales,
grupos de afinidad y publicaciones diversas mantienen viva la
memoria ácrata que se entrecruza con la investigación histórica
y social. Las ferias anarquistas organizadas en la ciudad de São
Paulo son un muy buen ejemplo de este estímulo al que me
refiero.
85
Jacques Rancière, La Nuit des Prolétaires: Archives du rêve ouvrier,
Paris, Libraire Artheme Fayard, 1981; Michelle Perrot, Les ouvriers
en grève. France 1871-1890, Paris/La Haya, Mouton, 1974; Marcus
Rediker y Peter Linebaugh, The Many-Headed Hydra: Sailors, Slaves,
Commoners, and the Hidden History of the Revolutionary Atlantic,
Boston, Beacon Press, 2000; Benedict Anderson, Under Three Flags:
Anarchism and the Anti-Colonial Imagination, London/New York,
Verso, 2005; Silvia Federici, Caliban and the Witch: Women, the Body,
and Primitive Accumulation, Brooklyn/New York, Autonomedia, 2004.
Políticas de la Memoria n° 21 | Noviembre 2021
En cuanto a referencias historiográficas, los textos clásicos de
Max Nettlau, Ángel Cappelletti y Carlos Rama fueron
fundamentales para tener un panorama general del anarquismo
latinoamericano, sus principales organizaciones y fuentes de
información.86 Mi método de investigación se vio particularmente
influenciado por la creación de bibliografías de Nettlau y el uso de
las encuestas colectivas que los grupos anarquistas comúnmente
elaboraban para debatir temas doctrinarios o de coyuntura.87 En
cuanto a investigaciones más recientes, le debo mucho a Lily
Litvak, Davide Turcato, Constance Bantman y Ricardo Melgar Bao
en sus trabajos sobre cultura libertaria, solidaridad internacional
y redes de militancia.
2) Tres campos me han resultado particularmente importantes:
los estudios transnacionales, las biografías y las investigaciones
sobre cultura libertaria. Me parece que la combinación de estos
métodos permite adentrarnos en la dimensión íntima y colectiva
de la militancia ácrata que ha buscado históricamente transformar
todos los campos de la existencia humana. Asimismo, si tomamos
en serio estas dimensiones, podemos incluir otros campos en
nuestras indagaciones que generalmente descuidamos como los
entornos familiares y la continuidad de la militancia entre las
diferentes generaciones. Paul Avrich, Juan Suriano, Ruth Kinna
y Benedict Anderson han sido referencias importantes en estas
temáticas.88 Los diccionarios biográficos de militantes ácratas y
las hemerotecas digitales nos han posibilitado reconstruir los
múltiples vínculos que los grupos libertarios han mantenido
alrededor del mundo.
3) En los lugares que he transitado en América Latina se
encuentran bastantes relaciones de comunicación entre la
investigación sobre anarquismo y los movimientos sociales.
Esto en gran medida debido a que muchas de las personas
que participan de estos lugares son las mismas, o sea que es
común que un estudiante de posgrado que investiga sobre
anarcosindicalismo participe a su vez de una biblioteca anarquista.
Y como mencioné anteriormente, este tipo de entorno es el que
particularmente me resulta más estimulante para la creación e
investigación colectiva. Sin embargo, a su vez se nos presenta una
contradicción y tensión bastante evidente que significa ocupar
el espacio universitario y desde allí reconstruir la historia de un
86
Max Nettlau, La anarquía a través de los tiempos, Madrid,
Editorial Maucci, 1935; Arturo Taracena, “El manuscrito de Max
Nettlau sobre el anarquismo en Centroamérica, 1906-1932”, en
Política y Sociedad, n° 46, 2009, pp. 151-167; Carlos Rama y Ángel
Cappelletti (comps.), El anarquismo en América Latina, Caracas,
Biblioteca Ayacucho, 1990.
87
Max Nettlau, “Contribución a la bibliografía anarquista de la América
Latina hasta 1914”, en Certamen Internacional La Protesta,
Suplemento La Protesta, Buenos Aires, 1927, pp. 5-33.
88
Paul Avrich, Voces anarquistas: Historia oral del anarquismo en
Estados Unidos, Madrid, Fundación de Estudios Libertarios Anselmo
Lorenzo, 2004; Juan Suriano, Anarquistas. Cultura y política libertaria
en Buenos Aires, 1890-1910, Buenos Aires, Manantial, 2001; Ruth,
Kinna, The Government of No One: The Theory and Practice of
Anarchism, London, Penguin UK, 2019; Benedict Anderson, Bajo tres
banderas: Anarquismo e imaginación anticolonial, Madrid, Ediciones
Akal, 2008.
Ivanna Margarucci y María Migueláñez Martínez, “Encuesta sobre la actualidad de los estudios anarquistas”, en Políticas de la Memoria,
n° 21, Buenos Aires, 2021, pp. 219-252. https://doi.org/10.47195/21.705. ISSN 1668-4885 / ISSNe 2683-7234.
movimiento social que se creó fuera y contra las instituciones
estatales. Me han resultado particularmente importantes las
reflexiones de Silvia Rivera Cusicanqui, David Graber y Eduardo
Colombo sobre estos temas.89 Si bien soy partidario de asumir y
encarar esta contradicción, me parece importante no perder de
vista que la universidad por más libre, pública y laica que pueda
ser, sigue siendo un engranaje fundamental para reproducir la
mercantilización de la vida y el conocimiento.
Nadia Ledesma Prietto
Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias
Sociales (IdIHCS)/Consejo Nacional de Investigaciones
Científicas y Técnicas (CONICET)-Facultad de Humanidades y
Ciencias de la Educación (FaHCE)-Universidad Nacional de La
Plata (UNLP), Argentina
Orcid: https://orcid.org/0000-0003-1112-7210
1) El campo de estudios sobre anarquismos a nivel global parece
experimentar un crecimiento exponencial en el último tiempo o,
tal vez, la era digital y las redes transnacionales nos permiten
conocer lo que se está produciendo en otras regiones de manera
inmediata. Asimismo, este crecimiento también se sostiene en
la disponibilidad de documentos a través del libre acceso a
los archivos digitales dedicados a los anarquismos. En general,
esta actividad es impulsada por centros de documentación,
organizaciones, colectivos y militantes anarquistas dedicadxs al
resguardo de la memoria histórica y el presente del movimiento.
Sin embargo, la disponibilidad de los documentos no es la
única variable a considerar. El aumento de trabajos, también,
se fundamenta en un renovado interés por las ideas y prácticas
anarquistas a partir de las nuevas preguntas que el contexto
actual genera.
En relación con mis trabajos, los estudios que siguen siendo
una referencia son aquellos que han realizado aportes a una
mirada integral y han reparado en cuestiones vinculadas a la
sexualidad y las relaciones de género. Los trabajos de Dora
Barrancos, particularmente su tesis de doctorado editada como
libro Anarquismo, educación y costumbres en la Argentina de
principios de siglo, abrieron una agenda de investigación para
las siguientes generaciones.90 De igual modo, las investigaciones
de Richard Cleminson, como Anarquismo y sexualidad (España,
1900-1939), generaron nuevas preguntas sobre dimensiones
poco estudiadas hasta ese momento.91 Por último, los estudios
89
Silvia Rivera Cusicanqui, “El potencial epistemológico y teórico de la
historia oral: de la lógica instrumental a la descolonización de la historia”,
en Salo Carvalho (org.), Teoria Crítica dos Direitos Humanos no
século XXI, Porto Alegre, EDIPUCRS, 2008, pp. 154-175; David Graeber,
Fragmentos de una antropología anarquista, Barcelona, Virus
Editorial, 2011; Eduardo Colombo, El espacio político de la anarquía:
esbozos para una filosofía política del anarquismo, Montevideo,
Nordan Comunidad, 2000.
90
Dora Barrancos, Anarquismo, educación y costumbres en la Argentina
de principios de siglo, Buenos Aires, Contrapunto, 1990.
91
Richard Cleminson, Anarquismo y sexualidad (España, 1900-1939),
Investigación actual sobre anarquismos
de Laura Fernández Cordero, como Amor y anarquismo:
Experiencias pioneras que pensaron y ejercieron la libertad
sexual, forman parte de los antecedentes de mi trabajo.92
2) En el último tiempo, el campo historiográfico, en general, se
ha enriquecido con metodologías y métodos provenientes de
otros campos, como la antropología, la sociología o la lingüística,
entre otros. Para el caso de los estudios sobre anarquismos,
son interesantes los aportes provenientes de las perspectivas
críticas, como los Estudios Subalternos y la propuesta de lectura
a contrapelo de los discursos estatales/oficiales; la Lingüística
Crítica y el Análisis Crítico del Discurso (ACD); la Historia de
Vida, el enfoque biográfico y el análisis de las trayectorias. Por
último, el enfoque transnacional permite analizar movimientos
de ideas y sujetos, redes y relaciones desde nuevas dimensiones.
En lo particular, el ACD, el aporte metodológico de los Estudios
Subalternos y el enfoque transnacional me permiten revisar
algunos sentidos comunes, recrear redes, analizar la circulación
de ideas y situarlas en los contextos de producción y difusión a
partir de una perspectiva relacional que contribuye a distinguir
lo singular de la mirada anarquista y, también, lo que comparte
con otros posicionamientos e ideas. Por ejemplo, el ACD desde la
propuesta de Norman Fairclough aporta a mi trabajo una mirada
tridimensional del discurso (texto-contexto de produccióninteracción), del contexto sociohistórico y del abordaje relacional
de las diferencias de poder que conforman un orden social
discursivo.93
3) El actual proceso de lucha y resistencia al capitalismo y al
cis-hetero-patriarcarcado que atraviesa particularmente nuestra
región, genera nuevas preguntas e interés por las ideas y prácticas
anarquistas. Los estudios académicos aportan historicidad a los
conflictos contemporáneos al establecer genealogías de lucha y,
con ello, contribuyen a la comprensión del presente. En el último
tiempo, uno de los trabajos colectivos que invitan a pensar de
manera situada esos vínculos es Repensar el anarquismo en
América Latina: Historias, epistemes, luchas y otras formas
de organización compilado por Javier Ruiz.94 Asimismo, las
teorías queer (cuir) nos permiten revisar de manera crítica las
intervenciones anarquistas, sin caer en análisis anacrónicos
para el caso de los estudios históricos, pero sí recuperando
una perspectiva amplia y plural que aporte a la deconstrucción.
Queering Anarchism: Essays on Gender, Power, and Desire es
una obra colectiva que permite reflexionar en este sentido.95
Cádiz, Universidad de Cádiz, 2008.
92
Laura Fernández Cordero, Amor y anarquismo: Experiencias pioneras
que pensaron y ejercieron la libertad sexual, Buenos Aires, Siglo XXI,
2017.
93
Norman Fairclough, Discourse and Social Change, London/New York,
Routledge, 1992.
94
Javier Ruiz (comp.), Repensar el Anarquismo en América Latina.
Historias, epistemes, luchas y otras formas de organización, Olympia,
115 Legion. Disponible en https://avispa.org/repensar-el-anarquismo-enamerica-latina/
95
C. B. Daring, J. Rogue, Deric Shannon y Abbey Volcano (eds.), Queering
Anarchism: Essays on Gender, Power, and Desire, Oakland/Edinburgh/
Baltimore, AK Press, 2012.
Políticas de la Memoria n° 21 | Noviembre 2021
237
Ivanna Margarucci y María Migueláñez Martínez, “Encuesta sobre la actualidad de los estudios anarquistas”, en Políticas de la Memoria,
n° 21, Buenos Aires, 2021, pp. 219-252. https://doi.org/10.47195/21.705. ISSN 1668-4885 / ISSNe 2683-7234.
238
Agustín Nieto96
Instituto de Humanidades y Ciencias Sociales (INHUS) Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
(CONICET), Argentina
1) Si realizamos una búsqueda en Google Académico del término
anarquismo (en español), la exploración arroja 64.400 resultados;
en inglés (anarchism) devuelve 82.800; y en chino (无政府主)
retorna 714.000. Los resultados de este poco exhaustivo método
de búsqueda nos obligan a ser menos temerarixs en la respuesta
y nos brindan una certeza: el campo de estudios internacional
sobre el anarquismo tiene unas dimensiones que lo hacen
inabordable. Ningune investigadore ni colectivo pesquisante
puede leer todo este material para realizar un balance total. Esta
situación nos lleva a una resolución tan injusta como inevitable:
la selección y lectura de los textos canónicos. Claro que esta
selección tiene una cuota alta de arbitrariedad y profundos
sesgos. ¿Cómo y por qué razón se determina el grupo de textos
canónicos?; ¿se puede hacer otra cosa?; ¿no es inevitable algún
tipo selección? Retomaremos estos interrogantes unas líneas
más abajo. Ahora, en base a nuestra grilla de textos canónicos,
nos gustaría arriesgar otros rasgos presentes en los estudios
sobre el anarquismo. No sólo es un campo en expansión en
términos de períodos, temáticas y geografías, también se
muestra como un campo que participa activamente de la agenda
de problemas de la historiografía. Al menos de la “historiografía
occidental”. Quizás, por las singularidades del objeto-sujeto de
estudio, una de los enfoques más activos y prometedores del
campo sean los abordajes inscriptos en el giro transnacional y
la historia conectada. Sin embargo, una parte significativa de
la producción reciente sigue realizándose bajo coordenadas
teórico-metodológicas tradicionales.
Cualquier listado de obras será, además de injusto, incompleto.
Igualmente arriesgo. Pienso que entre lxs autorxs “clásicxs” o
con una trayectoria reconocida en el campo de estudios sobre
el anarquismo, provengan o no del ámbito académico, podemos
nombrar a Glen Steven Close, James Joll, Osvaldo Bayer, Temma
Kaplan, George Woodcock, Ángel Cappelletti, Diego Abad de
Santillán, Víctor Muñoz Cortes, Eric Hobsbawm, Carlos Rama,
Dora Barrancos, Mabel Bellucci, Juan Suriano, Sergio Grez Toso,
Javier Paniagua, Clara Lida, Joel Horowitz, José Álvarez Junco,
José Antonio Piqueras, Uri Eisenzweig. Más acá en el tiempo,
son valiosos los aportes realizados por Martín Albornoz, María
Migueláñez, Ivanna Margarucci, Nathaniel Andrews, Laura
Fernández Cordero, Camilo Santibañez, Nadia Ledesma Prietto,
Jacinto Cerdá, Eduardo Andrés Godoy Sepúlveda, Pascual
Muñoz, Constance Bantman, Geoffroy de Laforcade, Kirwin R.
Shaffer, Laura Galián, Oscar Videla, Luciana Anapios, entre otrxs.
En ambos grupos de autorxs lo que prima es la heterogeneidad
de enfoques teóricos y metodológicos. Sin embargo, ya sea por
afinidad o por profundos desacuerdos, estxs autorxs nos ayudan
a definir nuestros problemas y conjeturas, como por ejemplo
96
Agradezco los comentarios y sugerencias de Andrea Andújar y Camilo
Santibáñez a una versión preliminar de mis respuestas.
Políticas de la Memoria n° 21 | Noviembre 2021
el problema de la subcultura anarquista y la conjetura sobre el
excepcionalismo argentino.
2) “Original” y “novedoso” son términos un tanto problemáticos
y sobrevalorados. No sé cuán renovadas son las metodologías
que se utilizan en el campo de estudios sobre los anarquismos.
De hecho, considero que como tendencia prima cierto
conservadurismo. En este sentido, pienso que son las pequeñas
modulaciones e insistencias en los enfoques, en determinados
contextos, las que pueden tener consecuencias de relevancia
en un campo de estudios. Por ejemplo, la cuestión de “el juego
de escalas” es central en los estudios más recientes sobre los
anarquismos. Sin embargo, nadie se animaría a decir que es un
enfoque novedoso. Lo que cambió es su alcance y sofisticación.
Con el afán de discutir o matizar narrativas consagradas sobre
la historia del anarquismo, investigadorxs de distintos países
se ocuparon de problematizar la cuestión de las escalas. La
propagación de este enfoque hizo que en los últimos años lo
nacional comenzara a perder lugar frente al tándem local-global.
Esto no significa que la dimensión nacional esté desapareciendo,
lo que sí ocurre es que es tensionada y sometida a otros
interrogantes.
Por otro lado, pienso que, como consecuencia del giro digital,
estamos en vísperas de una “renovación” cuyas consecuencias
son aún desconocidas. Tarde o temprano, el campo de estudios
sobre los anarquismos se nutrirá de una inevitable intersección
entre historia social e historia digital. La utilización de técnicas
que permiten hacer lo que Franco Moretti llama “lectura distante”
permitirá trabajar con repositorios hemerográficos gigantes,
nutridos por archivos nacidos digitales y por documentos
digitalizados. Asimismo, este enfoque abre la posibilidad de
realizar un balance bibliográfico multilingüe sobre corpus de
millones y millones de artículos, libros, tesis y monografías hasta
ahora poco conectados. Cuando llegue ese momento, será una
necesidad imperiosa forzar el diálogo entre E. P. Thompson,
Franco Moretti y Edoardo Grendi,97 por ponerle nombres propios
a tres enfoques historiográficos significativos en este contexto:
la historia social de las clases subalternas (particularmente,
sus aportes conceptuales), la novel historia digital (por sus
aportes metodológicos en relación a las técnicas de análisis) y
la microhistoria (por sus problematizaciones en torno al archivo
y la escala).
3) Considero que esta es una pregunta imprescindible, al menos
en el costado occidental del globo. Desde la crisis de los años
setenta del siglo pasado, la profesionalización de la historia
como disciplina científica implicó una renuncia pública a la
identidad política en nombre de la objetividad. En paralelo, se
produjo una devaluación extrema de lo que “la academia de la
97
Thompson, Edward Palmer, Los orígenes de la ley negra. Un episodio
de la historia criminal inglesa, Buenos Aires, Siglo XXI, 2011; Franco
Moretti, Lectura distante, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica,
2015; Edoardo Grendi, “¿Repensar la microhistoria?”, en Jacques Revel
(dir.), Juegos de escalas. Experiencias de microanálisis, San Martín,
UNSAM Edita, 2015, pp. 273-284.
Ivanna Margarucci y María Migueláñez Martínez, “Encuesta sobre la actualidad de los estudios anarquistas”, en Políticas de la Memoria,
n° 21, Buenos Aires, 2021, pp. 219-252. https://doi.org/10.47195/21.705. ISSN 1668-4885 / ISSNe 2683-7234.
historia” llamó “historias militantes”. La emergencia de procesos
de lucha y organización popular ascendente en distintos puntos
del subcontinente americano, desde mediados de la década
de 1990 en adelante, develó que detrás de la máscara de
profesionalismo las narrativas históricas nunca habían dejado
de ser políticas. Este cambio de situación legitimó a nuevas
camadas de historiadorxs militantes que se ocuparon de historiar
el pasado de los procesos de lucha y organización en curso, y
revalorizó las narrativas militantes que habían sido reducidas
a una fuente histórica más. Todo esto informó las agendas de
investigación sobre los anarquismos como parte del movimiento
social: movimiento obrero, movimiento de mujeres, juventudes,
movimiento indígena, movimiento ecologista, activismo 2.0, etc.,
etc., etc.
Un insumo que, en su momento, me permitió pensar la relación
entre la historia como disciplina, el movimiento social y las
identidades políticas fue el texto La historia subalterna como
pensamiento político de Dipesh Chakrabarty.98 Para este
autor, lxs historiadorxs, quieran o no, hacen política al narrar
historias puesto que le inscriben sentidos al pasado, y ese es un
acto eminentemente político del cual lxs historiadorxs somos
responsables.
Como cierre me gustaría explicitar que mi relación con los
anarquismos fue producto de su protagonismo en el mundo
laboral de las mujeres de la industria pesquera. Al comenzar
a escribir su historia me topé con anarquistas y comencé a
estudiarlxs. En ese marco, los anarquismos emergen como
expresión de las luchas de las clases subalternas contra las clases
dominantes. Y aquí hago mío el sentido profundo de las palabras
de Stuart Hall: de otra manera, si he de decirles la verdad, el
anarquismo me importa un pito.
Isaac Martín Nieto
Universidad de Santiago de Compostela, España
Orcid: https://orcid.org/0000-0002-9565-0385
1) En los años noventa del siglo pasado, la historia del
movimiento obrero perdió el lugar central que había ocupado
hasta entonces entre los objetos de estudio predilectos de las
diversas historiografías nacionales. Y la historia del anarquismo,
casi siempre unida a aquella, también fue desplazada en un
proceso que supuso el retroceso de la historia social y el avance
de la historia cultural. El caso de España resulta sumamente
revelador en este sentido. Desde entonces, no han faltado los
historiadores que han aportado conocimiento sobre el pasado del
anarquismo desde perspectivas diversas. Algunos han arrojado
luz sobre nuevos temas, descuidados hasta entonces, como la
mujer, la prensa o el arte, o sobre nuevos períodos, como las
98
Dipesh Chakrabarty, “La historia subalterna como pensamiento político”,
en Mezzadra, Sandro (comp.), Estudios Postcoloniales. Ensayos
Fundamentales, España, Traficantes de Sueños, 2008, pp. 145‐166.
Investigación actual sobre anarquismos
etapas posteriores a la desaparición del anarcosindicalismo como
movimiento de masas tras la Segunda Guerra Mundial. Otros
han abordado el movimiento libertario a partir de enfoques
renovados, como los propios de la historia global, la historia
internacional y la historia transnacional. Otros, en fin, los menos,
han insistido en utilizar líneas de aproximación tradicionales,
como las de la historia social y política. De modo que, a mi modo
de ver, existen dos formas de clasificar a los historiadores que
hoy en día están estudiando el anarquismo. La primera guarda
relación con la naturaleza del enfoque, que puede ser nacional o
supranacional. La segunda, con la perspectiva teórica, que puede
proceder de la historia social y política o de la historia cultural.99
No es necesario decir que ninguna clasificación es inequívoca.
Casi todos los historiadores dedicados al anarquismo utilizan
una combinación de enfoques y teorías que impide colocarlos
a un lado o a otro de las líneas de división que acabo de dibujar
sin miedo a simplificar su trabajo de historiadores. Considero, en
todo caso, que la historia transnacional del anarquismo, uno de
los caminos más transitados últimamente, presenta un par de
problemas sobre los que convendría debatir. Porque descuida
los vínculos entre los anarquismos europeos y ha olvidado, en
su afán por superar los límites del nacionalismo metodológico,
las virtudes de la historia comparada, que permite hacer
justamente eso sin perder de vista la importancia del contexto,
de los determinantes sociales de la política. También considero
que la hegemonía de la historia cultural aleja a los historiadores
de algunas de las preguntas que todavía están sin responder
y que no pueden encontrar respuesta al margen de la historia
social y de la historia política. La principal es la del fracaso del
anarquismo en la sociedad rural. ¿Por qué, si los ideólogos habían
sostenido que la revolución social vendría del campo? ¿Por qué,
si los militantes habían defendido que era necesario movilizar a
los campesinos?
Esa es la pregunta que estoy intentando responder actualmente.
Y para ello estoy recorriendo el camino de la historia comparada,
bien pertrechado con los instrumentos de análisis y de
interpretación que ofrece la historia social de la política, una
historia política sustentada firmemente por el diálogo con la
sociología. Esa forma de abordar la historia la he aprendido de
historiadores como Joaquín Romero-Maura, Santos Juliá, José
Álvarez Junco, Julián Casanova o Fernando del Rey, todos ellos
centrados en la política, en la acción y en su sentido, pero todos
ellos preocupados igualmente por las estructuras sociales en
que esa acción tenía lugar y ese sentido era expresado. Aunque
no todos han estudiado el anarquismo, su sensibilidad hacia la
teoría social, su pulcritud metodológica, su profundidad analítica,
99
Óscar Freán Hernández publicó hace unos años un excelente ensayo
bibliográfico de las últimas tendencias en el estudio del anarquismo:
Óscar Freán Hernández, “El anarquismo español: luces y sombras en la
historiografía reciente sobre el movimiento libertario”, en Ayer, nº 84,
2011, pp. 209-223. Yo mismo publiqué otro, centrado en los años 30’ un
año después: Isaac Martín Nieto, “De la clase obrera a la acción colectiva.
La historiografía sobre el movimiento libertario durante la República y la
Guerra Civil”, en Historia Social, nº 73, 2012, pp. 145-171.
Políticas de la Memoria n° 21 | Noviembre 2021
239
Ivanna Margarucci y María Migueláñez Martínez, “Encuesta sobre la actualidad de los estudios anarquistas”, en Políticas de la Memoria,
n° 21, Buenos Aires, 2021, pp. 219-252. https://doi.org/10.47195/21.705. ISSN 1668-4885 / ISSNe 2683-7234.
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su agudeza interpretativa y su gusto por el estilo literario
convierten a sus libros en textos de obligada lectura.100
2) No resulta nada sencillo establecer líneas de investigación
dentro del campo de los estudios sobre el anarquismo.
Ante todo, porque la cantidad de historiadores, sociólogos y
antropólogos interesados en el tema de forma directa o indirecta
es ingente. Lo cual, por cierto, no es contradictorio con el hecho
de que el anarquismo haya sido desplazado desde los años
noventa como objeto de estudio preferido en favor de otros
asuntos, como las mujeres o las naciones. También es muy difícil
identificar caminos de renovación por el carácter generalmente
desorganizado y disperso de la producción historiográfica sobre
el tema: no hay redes, no hay asociaciones, no hay congresos
sobre el anarquismo que ayuden a rastrear los propósitos,
los métodos y las fuentes que hay detrás del conjunto de las
investigaciones sobre el movimiento libertario. Además, la mayor
parte de los anarquismos nacionales tienen ya su historia política
y social hecha, lo que significa que los estudiosos están en buena
medida orientando sus preocupaciones hacia la historia local,
de una parte, y la historia cultural, de otra. En ambos casos, el
resultado es el mismo: el ensimismamiento de los historiadores
y su alejamiento del resto de los colegas.101
100
101
Me han influido especialmente Joaquín Romero-Maura, La rosa de
fuego: El obrerismo barcelonés de 1899 a 1909, Madrid, Alianza, 1989
[1974]; Santos Juliá, Madrid, 1931-1934: De la fiesta popular a la lucha
de clases, Madrid, Siglo XXI, 1984; José Álvarez Junco, El emperador
del paralelo: Lerroux y la demagogia populista, Madrid, Alianza, 1990;
Julián Casanova, De la calle al frente: El anarcosindicalismo en España
(1931-1939), Barcelona, Crítica, 1997; y Fernando del Rey, Paisanos
en lucha: Exclusión política y violencia en la Segunda República
española, Madrid, Biblioteca Nueva, 2008. Los principales sociólogos
con los que dialogo son, entre otros, Barrington Moore, Jr. (Social
Origins of Dictatorship and Democracy: Lord and Peasant in the
Making of the Modern World, New York, Penguin Books, 1969), Charles
Tilly (From Mobilization to Revolution, Reading, Addison Wesley,
1978) y Sidney Tarrow (Power in Movement: Collective Action, Social
Movements and Politics, Cambridge, Cambridge University Press,
1999).
Sobre los grupos de afinidad, el trabajo seminal es de Susanna Tavera y
Enric Ucelay-da Cal, “Grupos de afinidad, disciplina bélica y periodismo
libertario, 1936-1938”, en Historia Contemporánea, nº 9, 1993, pp. 167190. Yo mismo seguí el camino abierto por esos dos autores en Isaac Martín
Nieto, “Anarcosindicalismo, resistencia y grupos de afinidad. La Comisión
de Propaganda Confederal y Anarquista (1937-1939)”, en El Futuro del
Pasado: revista electrónica de historia, nº 1, 2010, pp. 597-611. Nadie ha
buceado más profundamente en el mundo interno de la CNT que Anna
Monjo, Militants: Democràcia i participació a la CNT als anys trenta,
Barcelona, Laertes, 2003. Javier Navarro Navarro ha analizado casi en
solitario la identidad colectiva libertaria. Su investigación más completa,
en A la revolución por la cultura: Prácticas culturales y sociabilidad
libertarias en el País Valenciano, 1931-1939, Valencia, Universitat de
València, 2004. José Luis Oyón colocó el espacio en el centro del análisis
en La quiebra de la ciudad popular: Espacio urbano, inmigración y
anarquismo en la Barcelona de entreguerras, 1914-1936, Barcelona,
Ediciones del Serbal, 2008. Santos Juliá fue, sin embargo, el pionero de
este tipo de análisis en la obra citada más arriba, aunque el anarquismo
no era su preocupación fundamental. María Migueláñez Martínez, en
fin, aporta un buen ejemplo de historia transnacional en Más allá de las
fronteras. El anarquismo argentino en el periodo de entreguerras,
Tesis de doctorado, Universidad Autónoma de Madrid, 2018, un
estudio del anarquismo argentino a través de sus conexiones con otros
anarquismos nacionales.
Políticas de la Memoria n° 21 | Noviembre 2021
A pesar de todo, los historiadores que investigan sobre el
anarquismo están luchando por salvar los obstáculos citados en
el párrafo anterior. Se forjan grupos de investigación a través
de los que se crean redes de trabajo y se fomentan el contacto
y el intercambio. Todo lo cual facilita el establecimiento de
algunas líneas de investigación que constituyen caminos de
renovación metodológica. A mi modo de ver, cuatro son los más
prometedores. Tienen que ver con la estructura organizativa del
anarquismo, el primero; con su cultura política, el segundo; con
la relación entre anarquismo y urbanismo, el tercero; y con la
naturaleza transnacional de la militancia libertaria, el cuarto y
último. La primera línea de renovación es, en realidad, doble. Están,
por un lado, los historiadores que han investigado la lógica de los
grupos de afinidad desde una perspectiva, sobre todo, política,
aunque no solo, y, por otro lado, los que han profundizado en el
funcionamiento del mundo interno del anarcosindicalismo desde
un enfoque eminentemente cultural. El segundo camino pasa
por abordar el anarquismo como una cultura política, analizando
sus prácticas culturales como un modo de formar y consolidar
su identidad colectiva. El tercero consiste en poner el acento
sobre el espacio, destacando la forma en que el desarrollo de las
ciudades y sus consecuencias económicas y sociales explican el
éxito del anarquismo entre los obreros de las ciudades. Y el cuarto
conduce a estudiar las conexiones transfronterizas que unen a
unos anarquismos con otros. De estas líneas de aproximación me
interesan especialmente el estudio del anarquismo en función de
las dinámicas políticas determinadas por los grupos de afinidad,
de un lado, y el análisis del anarquismo como una identidad
colectiva, de otro lado. También me resulta atractivo el énfasis
en la importancia del espacio a la hora de explicar la acción de
los actores.
3) La relación entre la historia y la política tiene que estar siempre
basada en la libertad de la primera respecto a la segunda. En
otras palabras, la primera nunca debe estar al servicio de la
segunda.
Jorell Meléndez-Badillo
Dartmouth College, Estados Unidos
Orcid: https://orcid.org/0000-0003-4874-2102
1) En los últimos años hemos observado la proliferación de
estudios históricos e historiográficos sobre el anarquismo en
la región caribeña. Luego de la década de 1990, la cual estuvo
marcada por el giro transnacional, la historiografía anarquista
comenzó a pensarse más allá de los marcos nacionales. Aunque
la migración había sido un eje importante para el estudio de los
movimientos anarquistas en el hemisferio, el giro transnacional
abrió un espacio para pensar las especificidades locales que
dieron paso a la creación de anarquismos muy diversos. Estos
trabajos, aunque enfocados en lo transnacional, estaban siempre
atentos a las condiciones locales. Esto hizo que se dejara de
Ivanna Margarucci y María Migueláñez Martínez, “Encuesta sobre la actualidad de los estudios anarquistas”, en Políticas de la Memoria,
n° 21, Buenos Aires, 2021, pp. 219-252. https://doi.org/10.47195/21.705. ISSN 1668-4885 / ISSNe 2683-7234.
pensar el anarquismo como una idea meramente importada
desde Europa.
En el Caribe los trabajos de Amparo Sánchez Cobos, Susana Sueiro
Seoane, Kirwin Shaffer, Joan Cassanovas, Frank Fernández y este
servidor, entre otres, han intentado pensar las particularidades
de esos anarquismos locales y caribeños. La obra de Shaffer ha
sido de particular importancia por su sensibilidad transnacional,
lo cual queda demostrado en su último libro Anarchists of
the Caribbean: Countercultural Politics and Transnational
Networks in the Age of US Expansion.102 Su publicación marca
un hito en el campo y es un modelo metodológico a seguir. Aun
así, queda mucho por explorar en el Caribe insular.
Sabemos infitinitamente poco sobre las experiencias anarquistas
fuera de Cuba y, en menor escala, Puerto Rico. Hace más de
50 años, por ejemplo, Carlos Rama argumentaba que existían
secciones de la A.I.T. en Martinica y Guadalupe, una nota que
tomó de Max Nettlau.103 ¿Quiénes eran sus miembros? ¿Qué
pasó con ellos? Luisa Capetillo, Saturnino Dones y José Ferrer
y Ferrer pasaron tiempo en República Dominicana, ¿quiénes
fueron sus interlocutoras/es? Hay interrogantes que sólo
podremos contestar con nuevos marcos interpretativos, teóricos
y metodológicos.
2) Hay una serie de temas y campos intelectuales los cuales
prometen ofrecer nuevas interpretaciones para el estudio del
anarquismo. Entre ellos se encuentran los nuevos enfoques de
los estudios sobre la circulación trasnacional de las ideas, no
necesariamente de individuos. Estos enfoques pueden ayudarnos
a repensar los estudios que han romantizado las migraciones
anarquistas. En cambio, sería interesante explorar las formas en
que estas migraciones separaban familias, núcleos militantes y,
en ocasiones, estaban llenas de desilusiones.
Hay también una conversación que se viene generando sobre
los archivos y bibliotecas.104 En este sentido, es importante
mencionar la obra titánica que ha liderado el Centro de
Documentación e Investigación de la Cultura de Izquierdas
(CeDInCI), convirtiéndose en referente obligatorio para el estudio
del anarquismo latinoamericano, categoría que hace un tiempo
sólo ostentaba el Instituto Internacional de Historia Social en
Ámsterdam.
Me parece que un diálogo con la producción sobre la teoría de
archivos que se está generando en los estudios anglosajones
puede ofrecer nuevas avenidas teóricas e interpretativas. Me
102
Kirwin Shaffer, Anarchists of the Caribbean: Countercultural Politics
and Transnational Networks in the Age of US Expansion, Cambridge,
Cambridge University Press, 2020.
103
Carlos Rama, Historia del movimiento obrero y social latinoamericano
contemporáneo, Buenos Aires, Editorial Palestra, 1967, p. 20.
104
Algunos ejemplos incluyen Lucas Domínguez Rubio, El anarquismo
argentino: Bibliografía, hemerografía y fondos de archivo, Buenos
Aires, Libros de Anarres/CeDInCI Editores, 2018; María Eugenia Sik, “La
creación de bibliotecas durante el apogeo del anarquismo argentino,
1898-1905”, en Historia y Espacio, Vol. 14, nº 10, 2018, pp. 51-74.
Investigación actual sobre anarquismos
refiero a los trabajos de Marisa J. Fuentes, Saidiya Hartman,
Lorgia García-Peña y Ann Stoler. Éstas se encuentran llevando
a cabo una arqueología intelectual sobre los archivos más
allá de su materialidad, prestando atención —y siguiendo a
las provocaciones de Michel-Rolph Trouillot—105 sobre las
maneras en que opera el poder en la producción de narrativas
históricas. Por último, nos parece también imperante el seguir
profundizando las maneras en que han operado (y operan) la
raza, el género y las sexualidades en las experiencias ácratas.
3) En el ciclo de protestas que arroparon el hemisferio desde el
2019 hasta el presente, la presencia anarquista ha sido constante
y visible. Se hacía notar en los espacios ocupados en Portland,
Oregon durante las protestas de Black Lives Matter (Las vidas
negras importan), en la gama de símbolos ácratas que cubrían las
paredes en Santiago de Chile y Bogotá, cómo en las tácticas de
auto-defensa y organización horizontal que se generaron en los
barrios del hemisferio luego de dichos movimientos. En el caso
de Puerto Rico, las protestas del verano del 2019 reprodujeron
símbolos, formas de intervención y discursos inspirados en las
genealogías incompletas del anarquismo puertorriqueño. El sol
de la mañana alumbraba las frases ácratas que adornaban las
paredes luego de que grupos anarquistas se unieran a un pueblo
precarizado que luchaba bajo la luz de luna y se defendían con
piedras en contra de un cuerpo policiaco altamente militarizado.
Estos eventos me llevaron a editar una antología sobre el
pensamiento anarquista puertorriqueño con la Editora Educación
Emergente. La antología circulará en formato PDF de manera
gratuita y llevará el título de Páginas libres.106 La idea es hacer
accesibles textos ácratas de principios de siglo veinte como
fuentes de estudio para una nueva generación de anarquistas y
radicales que está repensando la posibilidad de otros mundos
desde la calle. Con esa antología me interesaba también hacer
énfasis en que el anarquismo no es producto de la espontaneidad
o un fenómeno reciente pero que viene pensándose, imaginándose
y organizándose en Puerto Rico desde hace más de un siglo.
Frank Mintz
Investigador independiente, Francia
1) La edición en francés de obras de Miguel Bakunin por Arthur
Lehning y por Fernand Rude, el estudio de Michael Confino de
1966 publicado en 1973 Violence dans la violence: Le débat
Bakounine-Necaev, el aporte sobre el mismo pensador de
Étienne Lesourd, los estudios en ruso sobre Bakunin y Kropotkin
de Natalia Pirumova, el enfoque de José Peirats en La C.N.T. en
la Revolución Española y Burnett Bolloten en La Guerra Civil
Española: Revolución y contrarrevolución —cuando expone
105
Michel-Rolph Trouillot, Silencing the Past: Power and the Production
of History, Boston, Beacon Press, 1995.
106
Jorell Meléndez-Badillo, Páginas libres: Breve antología del
pensamiento anarquista en Puerto Rico, Mayagüez, Editora Educación
Emergente, 2021.
Políticas de la Memoria n° 21 | Noviembre 2021
241
Ivanna Margarucci y María Migueláñez Martínez, “Encuesta sobre la actualidad de los estudios anarquistas”, en Políticas de la Memoria,
n° 21, Buenos Aires, 2021, pp. 219-252. https://doi.org/10.47195/21.705. ISSN 1668-4885 / ISSNe 2683-7234.
242
aspectos anarcosindicalistas— me aportaron mucho por su
erudición y rigor sin dogmatismo de sus interpretaciones.107 En
la actualidad hay una profusión de estudios sobre pensadores y
experiencias históricas en distintos idiomas: castellano, francés,
inglés, portugués y ruso. La novedad y la honestidad son muy
variables, porque el sectarismo de izquierda (de origen marxista)
o de derecha permanece a menudo con la ignorancia parcial, del
pensamiento de Bakunin y la historia de la Unión Soviética (por
ejemplo, los aportes de Kirianov y Danilov).108
Makhno109 con elementos presentados por Víctor Danilov y
Teodor Shanin.110 Otra obra de estos mismos autores aclara
una zona con influencia anarquizante de los socialistas
revolucionarios.111
2) Desde que la corrupción desintegró a la Unión Soviética,
brotó el estudio de documentos antes prohibidos. Valientes
fueron los historiadores veteranos y más jóvenes, moldeados
por el marxismo leninismo, para volver a los archivos a pesar
de la presión fuerte todavía de jerarcas comunistas. Kirianov
y Danilov citados anteriormente, y otros, enseñan cómo la
fidelidad a la verdad supera, cuando desaparecen las mordazas,
el obscurantismo leninista obligatorio.
Los anteriores resultan elementos imprescindibles para comparar
con otras luchas pasadas y presentes.
En este sentido, tres grandes acontecimientos están siendo
profundamente revisados.
En primer lugar, el periodo antes y durante la revolución de
febrero de 1917. La acción directa espontánea entre 1915 y 1916
demuestra la combatividad de los trabajadores (huelgas) y de las
mujeres para mantener a sus hijos y sus ancianos (robo colectivo
de pan, azúcar, etc.). En Petrogrado, la misma tendencia explica
marzo de 1917. Dada la ausencia de los dirigentes de todos los
grupos de la izquierda (asesinados, encarcelados o exiliados), los
obreros cada vez más estimulados y sobre todo, los soldados y
oficiales que les apoyaron (con algunos militantes) derribaron el
zarismo. Yuri Ilich Kirianov da numerosos datos en el libro citado
más arriba.
En tercer lugar, la última rebelión militar antileninista de
los revolucionarios de Kronstadt. Skirda aprovechó en parte
el material inédito del libro Кронштадт 1921. Документы о
событиях в Кронштадте весной 1921 г.112
3) De un lado, es importante destacar las tareas de preservación
y digitalización de la prensa anarquista y anarcosindicalista
española (realizada por el Cedall de España) y de la colección
completa de La Protesta de Buenos Aires (1897-2015) (realizada
por AméricaLee, el portal de revistas del CeDInCI de Argentina).
Esta constituye una manera de dar a conocer parte del día a
día de la experiencia proletaria y libertaria, a partir de la labor
emprendida desde el ámbito universitario. Del otro, debemos
reconocer que bastantes académicos especializados en temas
anarquistas tenían y tienen un compromiso militante (por
ejemplo, Agustín García Calvo, José Luis Gutiérrez Molina, etc.).
Frente a dos eventos recientes con rasgos constructivos y
emancipadores como el 15M de 2011 en España y los “Chalecos
Amarillos” desde noviembre de 2018 en Francia, tanto los
anarquistas como los universitarios quedaron asombrados y con
pocas capacidades para aportar materiales de comprensión. Ni
siquiera, que yo sepa, han sido capaces de sacar enseñanzas del
“que se vayan todos” argentino, de las fábricas ocupadas y de
su estrangulamiento. Por tanto, todo está por hacerse para el
porvenir.
En segundo lugar, las luchas campesinas antileninistas
espontáneas para fundar sóviets libres o defenderse contra la
represión. Alexandre Skirda, tras la publicación de importantes
textos anarquistas rusos, reforzó su libro magistral sobre
107
108
Arthur Lehning, Michel Bakounine. Œuvres complètes, Volumes
1-8, Leiden, Brill, 1961-1981; Arthur Lehning, Bakounine et les autres:
Esquises et portraits contemporains d’un révolutionnaire, Paris, UGE,
1976; Fernand Rude, Michel Bakounine. De la guerre à la Commune:
Textes de 1870-1871 établis sur les manuscrits originaux et présenté
par Fernand Rude, Paris, Anthropos, 1972; Fernand Rude, Le socialisme
libertaire, París, Denoël/Gonthier, 1973; Michael Confino, Violence
dans la violence: Le débat Bakounine-Necaev, Paris, F. Maspero, 1973;
Étienne Lesourd, Le sentiment sacré de la révolte: Textes rares et
méconnus, [Paris], Les nuits rouges, 2004; Natalia Pirumova, Михаил
Бакунин: Жизнь и деятельность [Miguel Bakunin: Vida y acción], Moscú,
Nauka, 1966; Natalia Pirumova, М. Бакунин [M. Bakunin], Moscú,
Molodia Gvardia, 1970; Natalia Pirumova, Пётр Алексеевич Кропоткин
[Pedro Alexieevich Kropotkin], Moscú, Nauka, 1972; José Peirats, La
C.N.T. en la Revolución Española, París, Ruedo Ibérico, 1971; Burnett
Bolloten, La Guerra Civil Española: Revolución y contrarrevolución,
Madrid, Alianza Editorial, 1989.
Yuri Ilich Kirianov, Социально-политический протест рабочих России в
годы Первой мировой войны (июль 1914-февраль 1917 гг.) [La protesta
socio-política de los obreros de Rusia durante la Primera Guerra Mundial
(julio de 1914-febrero de 1917)], Moscú, ИРИ РАН, 2005; véase notas al
pie siguientes.
Políticas de la Memoria n° 21 | Noviembre 2021
109
Alexandre Skirda, Les anarchistes russes, les soviets et la Révolution
de 1917, Paris, Spartacus. 2014; Alexandre Skirda, Nestor Makhno, le
cosaque libertaire (1888-1934). La guerre civile en Ukraine. 19171921, París, Éd. de Paris, 1999.
110
Víctor Danilov y Teodor Shanin, Нестор Махно. Крестьянское движение
на Украине. 1918-1921: Документы и материалы [Nestor Makhno. El
movimiento campesino en Ucrania, 1918-1921: Documentos y materiales],
Moscú, Rosspen, 2006.
111
Víctor Danilov y Teodor Shanin, Крестьянское движение в Тамбовской
губернии. 1917-1918: Документы и материалы [El movimiento
campesino en la provincia de Tambov, 1917-1918: Documentos y
materiales], Moscú, Rosspen, 2003.
112
V. P. Naumov y A. A. Kosakovsky (comps.), Кронштадт 1921. Документы
о событиях в Кронштадте весной 1921 г. [Kronstadt 1921 Documentos
sobre los acontecimientos de la primavera en Kronstadt en 1921], Moscú,
Demoktatia, 1999.
Ivanna Margarucci y María Migueláñez Martínez, “Encuesta sobre la actualidad de los estudios anarquistas”, en Políticas de la Memoria,
n° 21, Buenos Aires, 2021, pp. 219-252. https://doi.org/10.47195/21.705. ISSN 1668-4885 / ISSNe 2683-7234.
Javier Paniagua Fuentes
Universidad Nacional de Educación a
Distancia (UNED), España
Orcid: https://orcid.org/0000-0002-3420-5800
1) Mis estudios sobre el anarquismo español y mundial
culminaron en el libro publicado en 2008, La larga marcha
hacia la anarquía. Pensamiento y acción del movimiento
libertario, donde intentaba dar una explicación global,
partiendo principalmente de lo que había investigado y leído
sobre el anarquismo español e internacional. Desde ese año,
mis publicaciones se han concretado en el socialismo español,
y su variante valenciana, desde 1975, así como en la incidencia
del nacionalismo en estos. No obstante, he seguido parte de la
bibliografía que ha ido apareciendo sobre el anarquismo en libros
y revistas.113
Mi impresión es que no ha habido grandes novedades en el
estudio del anarquismo español en los últimos tiempos. Se
editaron a finales de los sesenta los autores clásicos como
Mijaíl Bakunin, Piotr Kropotkin, Errico Malatesta, Helmut
Rüdiger, Luigi Fabbri, Emma Goldman o Rudolf Rocker, entre
otros, así como los estudios sobre ellos (Edward Hallett Carr,
Sam Dolgoff, Köhler Wolfgang Dressen, Caroline Cahm). En la
Universidad de Valencia, Emili Giralt encontró el fondo editorial
requisado a la Confederación Nacional del Trabajo española
(CNT) después de la Guerra Civil, donde había multitud de
libros de autores anarquistas, entre los que se encontraban los
de Gaston Leval, con el que me entrevisté en París (también
con otros exiliados españoles como Cipriano Mera o Fernando
Gómez Peláez). Parece que los estudios sobre el anarquismo
se hubieran reducido en el último tercio del siglo XX. Hay
nuevas aportaciones que aclaran puntos de las investigaciones
realizadas en los años setenta y ochenta, junto a testimonios
de antiguos militantes que han escrito sus memorias. Las bases
del análisis del movimiento libertario en su conjunto se iniciaron
en las Universidades catalanas a mitad de los años sesenta para
culminar su publicación a finales de esa década y principios de
los setenta. Casimiro Martí, Josep Termes, Josep Benet, Albert
Balcells, Miquel Izard, Xavier Cuadrat, Pere Gabriel, Manuel
Lladonosa, Mary Nash, Lily Litvak y Eulalia Vega, entre otros,
comenzaron a desentrañar la evolución de la I Internacional, la
formación de la CNT y su andadura en Cataluña y en España,
además de la relaciones entre el anarcosindicalismo y los
grupos de afinidad anarquistas, y la edición de obras clásicas
elaboradas por los propios militantes como las de Anselmo
Lorenzo, Josep Peirats, Diego Abad de Santillán, Manuel
113
Javier Paniagua, La Larga Marcha hacia la Anarquía. Pensamiento y
acción del movimiento libertario, Madrid, Síntesis, 2008. Algunos de
mis estudios previos fueron: Javier Paniagua, La sociedad libertaria.
Agrarismo e industrialización en el anarquismo español, Barcelona,
Crítica, 1982; Javier Paniagua, “Una gran pregunta y varias respuestas. El
anarquismo español: Desde la política a la Historiografía”, en Historia
Social, nº 12, 1992, pp. 31-58; Javier Paniagua, “El anarquismo español: El
predominio de la acción”, en Luis Gómez Tovar y Javier Paniagua (eds.),
Utopías libertarias españolas, Madrid, Ediciones Tuero/Fundación
Salvador Seguí, 1991, pp. 43- 86; Javier Paniagua, “Anarquistas y
Socialistas”, en Historia 16, nº 20, 1989.
Investigación actual sobre anarquismos
Buenacasa y posteriormente la de Juan García Oliver, César M.
Lorenzo, Frank Mintz o Max Nettlau, en los que se reivindicaba
la acción del anarquismo en el movimiento obrero desde la I
Internacional. También el clásico sobre la Primera Internacional
de Julius Braunthal, junto al de Eduardo Comín Colomer, que fue
policía en el franquismo y tenía una gran documentación sobre
el anarquismo.114 Fundamentalmente fueron obras narrativas
de los procesos por los que transitó el movimiento libertario.
Se recuperó la polémica surgida a finales de los años veinte
del siglo XX sobre por qué en una sociedad industrial como
Cataluña había predominado el sindicalismo de raíz libertaria
y no de un partido político como el Partido Socialista Obrero
Español (PSOE) y su organización sindical, la Unión General de
Trabajadores (UGT), que tuvo su base en Madrid y en gran parte
de España. La tesis de Josep Termes es que el catalanismo como
movimiento social influyó de manera determinante en la clase
obrera catalana donde nació, desde el siglo XIX y al calor de
las nuevas fábricas, el sindicalismo. Esta tesis la desarrolla en
su último libro Historia del anarquismo español (1870-1980)
en el que afirma que los militantes de la Federación Anarquista
Ibérica (FAI) eran trabajadores emigrantes de otras partes de
España, mientras que el sindicalismo de concertación de la CNT
(trentismo) pertenecía a la tradición de los obreros catalanes.115
Era la respuesta, tal vez inconsciente, de los obreros que no
se sentían representados por organizaciones creadas desde
Madrid y que no entendían el hecho nacional catalán. La tesis
de Joaquín Maurín hace referencia a la incapacidad del líder del
PSOE, Pablo Iglesias, y otros dirigentes socialistas para conectar
con los trabajadores industriales catalanes, de tal manera que,
al contrario de los centros industriales europeos, el predominio
del movimiento obrero estuvo en el anarcosindicalismo y no en
el socialismo.116 Intelectuales ingleses como Gerald Brenan, Eric
Hobsbawm y Frank Borkhenau dieron interpretaciones generales
sobre el anarquismo español.117
2) Clara E. Lida fue una pionera en el estudio del anarquismo
español con atención al desarrollado en Andalucía, conectando
con la tradición de Díaz del Moral, a las que siguieron
investigaciones de Tema Kaplan, Jacques Maurice, Antonio María
Calero, Eduardo Sevilla Guzmán, José Luis Gutiérrez Molina o
Antonio López Estudillo.118 En caso del terrorismo anarquista
el libro pionero fue el de Núñez Florencio.119 En la Universidad
114
Julius Braunthal, History of the International, Volume 1, London,
Oxford, 1966; Eduardo Comín Colomer, Historia del anarquismo
español, Barcelona, AHR, 1956.
115
Josep Termes, Historia del anarquismo en España (1870-1980),
Barcelona, RBA, 2011.
116
Joaquín Maurín, Revolución y contrarrevolución en España, París,
Ruedo Ibérico, 1966.
117
Gerald Brenan, El laberinto español, Barcelona, Ibérica, 1978; Eric
J. Hobsbawm, Rebeldes primitivos, Barcelona, Crítica, 2014; Frank
Borkenau, El reñidero español: Relato de un testigo de los conflictos
sociales y políticos de la guerra civil española, Barcelona, Ibérica,
1978.
118
De Clara Lida, véase, entre otros, Anarquismo y revolución en la
España del XIX, Madrid, Siglo XXI, 1972.
119
Rafael Núñez Florencio, El terrorismo anarquista (1888-1909),
Madrid, Siglo XXI, 1983.
Políticas de la Memoria n° 21 | Noviembre 2021
243
Ivanna Margarucci y María Migueláñez Martínez, “Encuesta sobre la actualidad de los estudios anarquistas”, en Políticas de la Memoria,
n° 21, Buenos Aires, 2021, pp. 219-252. https://doi.org/10.47195/21.705. ISSN 1668-4885 / ISSNe 2683-7234.
244
Complutense de Madrid los estudios de José Álvarez Junco o
Antonio Elorza incidieron, sobre todo, en el pensamiento político
y social del anarquismo, habida cuenta de su procedencia de la
Facultad de Ciencias Políticas, que enlazan con la contribución
reciente de un buen resumen de Dolors Marín.120 Las aportaciones
de Julián Casanova o Ángeles Barrio han supuesto un gran paso
en la interpretación y documentación sobre el anarquismo en
la II República y en la Guerra Civil, al igual que la obras sobre
el anarquismo y la CNT de Julián Vadillo o Susana Tavera.121 En
relación con el anarquismo en Sudamérica he leído las obras de
Gonzalo Zaragoza y Amparo Sánchez Cobos.122
En mi trabajo sobre La Larga Marcha hacia la Anarquía…
intenté relacionar la filosofía de Kant, anti hegeliana y marxista
del siglo XIX (Schopenhauer, Dilthey, Kierkegaard, Stirner
o Nietzsche), con la influencia que estos ejercieron sobre el
pensamiento anarquista.123 Sin embargo, este trabajo es algo que
no he culminado y algún día me gustaría retomarlo. Otras obras
generales destacadas son las de James Joll, George Woodcok,
Joel Horowitz, Pierre Ansart, Pierre Besnard, Paul Avrich, o Jean
Maitron.
3) Cuestiones como estas las abordé en el último capítulo de La
Larga Marcha hacia la Anarquía…, especialmente en los apartados “El mayo del 68: el intento de renovación de los principios
libertarios” o “La perspectiva de mayo del 68”. También se hace
referencia en la conclusión.124 Todo ello está esbozado, no ampliado, ni matizado convenientemente. En efecto, algunos de las
reivindicaciones de los movimientos sociales actuales enlazan de
alguna manera con la tradición libertaria: feminismo, ecologismo,
libertad y socialismo y, en los últimos tiempos, la vuelta de los
habitantes de las grandes ciudades a zonas rurales, tal como pregonaba Federico Urales.
120
121
122
José Álvarez Junco, La ideología política del anarquismo español,
Madrid, Siglo XXI, 1976; Antonio Elorza, El anarquismo y la revolución
en España: Escritos 1930/38, Madrid, Editorial Ayuso, 1976; Dolors
Marín, Anarquismo: Una introducción, Barcelona, Ariel, 2014.
Julián Casanova, De la calle al frente: El anarcosindicalismo en España
(1931-1939), Barcelona, Booket, 2010; Ángeles Barrio, Anarquismo
y anarcosindicalismo en Asturias (1890-1936), Madrid, Siglo XXI,
1988; Julián Vadillo Muñoz, Historia de la CNT: Utopía, pragmatismo
y revolución, Madrid, Los Libros de la Catarata, 2019; Julián Vadillo
Muñoz, Historia de la FAI: El anarquismo organizado, Madrid, Los
Libros de la Catarata, 2021; Susana Tavera, “La historia del anarquismo
español una encrucijada interpretativa nueva”, en Ayer, nº 45, 2002, pp.
13-38.
Gonzalo Zaragoza Ruvira, Anarquismo argentino (1876-1902), Madrid,
Ediciones de la Torre, 1996; Amparo Sánchez Cobos, Sembrando
ideales: Anarquistas españoles en Cuba (1902-1925), Sevilla, Consejo
Superior de Investigaciones Científicas, 2008.
123
Javier Paniagua, La Larga Marcha hacia la Anarquía, op. cit.
124
Ibidem.
Políticas de la Memoria n° 21 | Noviembre 2021
Angela Roberti
Universidade Federal do Rio de Janeiro (UFRJ), Brasil
Orcid: https://orcid.org/0000-0002-5006-688X
1) Me parece que desde los años 1980-1990 los estudios sobre el
anarquismo no han dejado de crecer, siendo bastante fructíferos.
Si en las últimas décadas del siglo XX hubo, por un lado, mayor
preponderancia de los trabajos más clásicos, concentrados
en la presencia del anarquismo en el movimiento obrero y
revolucionario, priorizando las cuestiones teóricas de la doctrina,
sus directrices básicas, los disensos internos y su práctica en la
prensa como hilo conductor y organizador de la propia militancia,
por otro lado, surgían ya estudios pioneros sobre la educación
y la cultura libertaria así como también sobre el que podemos
llamar un recorte de género. A principios del siglo XXI, a estas
tendencias se unieron otras, más fuertemente abocadas a la
experiencia femenina del anarquismo, al papel de la cultura en
las dinámicas sociales vividas por los activistas y a la constitución
de redes transnacionales que dieron vida a la militancia, a sus
ideas y prácticas más allá de las fronteras locales, regionales y
nacionales.
En rigor, son varias las obras que sirven de referencia a una
investigadora que, desde los años 90’, se ha dedicado a investigar
la historia del anarquismo. Como mi interés inicial era el recorte
de género, hay dos obras que merecen ser destacadas, a saber:
Outra face do feminismo: Maria Lacerda de Moura de
Miriam Moreira Leite y Do cabaret ao lar: A utopia da cidade
disciplinar, Brasil, 1890-1930 de Margareth Rago.125 En el
ámbito de la cultura en el movimiento anarquista, otra área de
mi interés, puedo señalar los siguientes libros: Musa libertaria:
Arte, literatura y vida cultural del anarquismo español
(1880-1913) de Lily Litvak y A resistência anarquista: Uma
questão de identidade (1927-1937) de Raquel de Azevedo; Nem
pátria, nem patrão! Memória operária, cultura e literatura no
Brasil de Francisco Foot Hardman y Literatura y anarquismo
en Argentina, 1879-1919 de Pablo Ansolabehere.126 Por último,
destaco los tres volúmenes de la colección sobre la historia del
movimiento anarquista en Brasil: História do anarquismo no
Brasil.127
125
Miriam Moreira Leite, Outra face do feminismo: Maria Lacerda de
Moura, São Paulo, Ática, 1984; Margareth Rago, Do cabaret ao lar: A
utopia da cidade disciplinar, Brasil, 1890-1930, Rio de Janeiro, Paz e
Terra, 1985.
126
Lily Litvak, Musa libertaria: Arte, literatura y vida cultural del
anarquismo español (1880-1913), Barcelona, Antoni Bosch editor,
1981; Raquel de Azevedo, A resistência anarquista: Uma questão de
identidade (1927-1937), São Paulo, Arquivo de Estado, 2002; Francisco
Foot Hardman, Nem pátria, nem patrão! Memória operária, cultura
e literatura no Brasil, São Paulo, UNESP, 2002; Pablo Ansolabehere,
Literatura y anarquismo en Argentina (1879-1919), Rosario, Beatriz
Viterbo Editora, 2011.
127
Rafael Borges Deminicis y Daniel Aarão Reis Filho (org.), História do
anarquismo no Brasil, Volume 1, Rio de Janeiro, MAUAD X/Niterói,
EdUFF, 2006; Carlos Adoor y Rafael Borges Deminicis (org.), História
do anarquismo no Brasil, Volume 2, Rio de Janeiro, Achiamé, 2009;
Carlos Adoor, Luiz Alberto Sanz y Alexandre Samis (org.), História do
anarquismo no Brasil, Volume 3, São Paulo, Entremares, 2021.
Ivanna Margarucci y María Migueláñez Martínez, “Encuesta sobre la actualidad de los estudios anarquistas”, en Políticas de la Memoria,
n° 21, Buenos Aires, 2021, pp. 219-252. https://doi.org/10.47195/21.705. ISSN 1668-4885 / ISSNe 2683-7234.
2) A grandes rasgos, identifico tres líneas de renovación
metodológica en este siglo, que de hecho son tributarias de
los movimientos de renovación historiográfica y metodológica
iniciados en el último cuarto del siglo XX. En el ámbito de la
historia política renovada, que emergió en los años 80’, se observó
el “retorno” o gran interés por la biografía, esta vez aprovechando
las nuevas orientaciones y tendencias, insertando al individuo
y su obra en un determinado proceso histórico. Los estudios e
investigaciones se dirigieron, entonces, a la centralidad de un
individuo en su trayectoria política e intelectual, sus orígenes,
el desarrollo de sus ideas, su relación con la realidad social de
su tiempo, dialogando con las circunstancias y conflictos de su
propia contemporaneidad. En cierto modo, esta perspectiva de
análisis inspiró a algunos investigadores del ámbito libertario,
proporcionándonos obras emblemáticas, todas ellas referencias
para mi trabajo: Entre a história e a liberdade: Luce Fabbri e
o anarquismo contemporâneo de Margareth Rago; Oreste
Ristori: Uma aventura anarquista de Carlo Romani; Minha
Pátria é o Mundo Inteiro: Neno Vasco, o anarquismo e o
sindicalismo revolucionário em dois mundos de Alexandre
Samis.128
Del mismo modo, esta renovación de la historia se ha abierto a
temas y grupos sociales antes excluidos de su campo de interés,
lo que ha permitido avanzar hacia los estudios de la mujer e
incluso de género, muchos de ellos basados en metodologías
feministas. En esta vía, encontramos estudios del anarquismo
desde perspectivas innovadoras, que vienen permitiendo el
análisis de experiencias pasadas poco valoradas, incluyendo la
experiencia femenina del anarquismo y el recorte de género. Y, en
este caso, algunas obras se han convertido en referencias para mi
trabajo: Anarquismo, educación y costumbres en la Argentina
de principios de siglo de Dora Barrancos; Anarquismo e
feminismo no Brasil de Margareth Rago; Maria Lacerda de
Moura: Uma feminista utópica de Miriam Moreira Leite;
Amor y anarquismo: Experiencias pioneras que pensaron
y ejercieron la libertad sexual de Laura Fernández Cordero;
Mulheres Livres: A luta pela emancipação feminina e a Guerra
Civil Espanhola de Martha Ackelsberg.129
Por último, destaco como línea de renovación metodológica
el enfoque transnacional, dedicado a explorar las conexiones
transnacionales dentro del movimiento anarquista. Con mayor
128
129
Margareth Rago, Entre a história e a liberdade: Luce Fabbri e o
anarquismo contemporâneo, São Paulo, UNESP, 2001; Carlo Romani,
Oreste Ristori: Uma aventura anarquista, São Paulo, Annablume,
2002; Alexandre Samis, Minha Pátria é o Mundo Inteiro: Neno Vasco,
o anarquismo e o sindicalismo revolucionário em dois mundos,
Lisboa, Letra Livre, 2009.
Dora Barrancos, Anarquismo, educación y costumbres en la Argentina
de principios de siglo, Buenos Aires, Contrapunto, 1990; Margareth
Rago, Anarquismo e feminismo no Brasil, Rio de Janeiro, Achiamé,
1998; Miriam Moreira Leite, Maria Lacerda de Moura: Uma feminista
utópica, Florianópolis, Editora Mulheres/Santa Cruz do Sul, EDUNISC,
2005; Laura Fernández Cordero, Amor y anarquismo: Experiencias
pioneras que pensaron y ejercieron la libertad sexual, Buenos Aires,
Siglo XXI, 2017; Martha Ackelsberg, Mulheres Livres: A Luta Pela
Emancipacão Feminina e a Guerra Civil Espanhola, São Paulo, Editora
Elefante, 2019.
Investigación actual sobre anarquismos
o menor intensidad, diversos trabajos se han dedicado a pensar
en las dimensiones interconectadas de la militancia anarquista,
a partir de contextos de imbricación, movilidad y circulación de
ideas y militantes, entre otros. Entre las obras que considero
importantes, señalo: New perspectives on anarchism, labour
and syndicalism: The individual, the national and the
transnational de Constance Bantman y David Berry; Anarchism
and Syndicalism in the Colonial and Postcolonial World,
1870-1940 de Steven Hirsch y Lucien van der Walt; Ação Direta:
Transnacionalismo, visibilidade e latência na formação do
movimento anarquista em São Paulo (1892-1908) de Clayton
Peron Franco de Godoy; Making Sense of Anarchism: Errico
Malatesta’s Experiments with Revolution, 1889-1900 de
Davide Turcato; In Defiance of Boundaries: Anarchism in Latin
American History de Geoffroy de Laforcade y Kirwin Shaffer.130
3) El avance del conservadurismo político y moral; el crecimiento
e incluso la llegada al poder de grupos vinculados a la derecha
y a la extrema derecha en todo el mundo, como en Brasil; la
expansión de las desigualdades sociales y económicas, con el
modelo neoliberal de concentración de la riqueza que empeora las
condiciones de vida de la gran mayoría de la población brasileña y
mundial; el aumento del número de casos de feminicidio, racismo
y homofobia, entre otros, ha suscitado muchas preguntas,
debates, movilizaciones y acciones. Del mismo modo, la crisis
de representación en las democracias occidentales expone cada
vez más los límites y las contradicciones del sistema actual,
abriéndose a la fuerza social colectiva que cuestiona la formación
tradicional de los partidos. Asimismo, la necesidad de defender
el medio ambiente, los pueblos originarios y las comunidades
quilombolas se presenta como una cuestión ineludible. Ante
estas razones más que evidentes, es inevitable pensar en otras
sociedades e incluso proyectar el anarquismo, una experiencia
histórica de lucha y resistencia que se dirige a destruir el poder
del Estado y los micropoderes, tanto como a transformar la
vida económica, las relaciones sociales opresivas, autoritarias,
jerárquicas y desiguales, las normas de género, los códigos
que circunscriben la sexualidad. Un movimiento político, social,
cultural, ideológico, basado en una ética libertaria identificada
con formas más libres e igualitarias de existencia. Motivados
por estas demandas, se destacan dos obras: O anarquismo no
século XXI e outros ensaios de David Graeber y Anarquistas
de ultramar: Anarquismo, indigenismo y descolonización
130
Constance Batman y David Berry (eds.), New perspectives on
anarchism, labour and syndicalism: The individual, the national
and the transnational, Newcastle, Cambridge Scholars Publishing,
2010; Steven Hirsch y Lucien van der Walt (eds.), Anarchism and
Syndicalism in the Colonial and Postcolonial World, 1870-1940:
The Praxis of National Liberation, Internationalism, and Social
Revolution, Leiden, Brill, 2010, Clayton Peron Franco de Godoy, Ação
Direta: Transnacionalismo, visibilidade e latência na formação
do movimento anarquista em São Paulo (1892-1908), Tesis de
doctorado, Universidade de São Paulo, São Paulo, 2013; Davide Turcato,
Making Sense of Anarchism: Errico Malatesta’s Experiments with
Revolution, 1889-1900, London, Palgrave Macmillan, 2012; Geoffroy
de Laforcade y Kirwin Shaffer (eds.), In Defiance of Boundaries:
Anarchism in Latin American History, Gainesville, University Press of
Florida, 2015.
Políticas de la Memoria n° 21 | Noviembre 2021
245
Ivanna Margarucci y María Migueláñez Martínez, “Encuesta sobre la actualidad de los estudios anarquistas”, en Políticas de la Memoria,
n° 21, Buenos Aires, 2021, pp. 219-252. https://doi.org/10.47195/21.705. ISSN 1668-4885 / ISSNe 2683-7234.
246
de Carlos Taibo.131 En ambos vemos la convicción de que el
anarquismo no es una fuerza política aprisionada en el pasado,
sino un movimiento vivo en permanente reinvención.
actualmente están revisitando, de una forma muy acertada a mi
entender, la historia del anarquismo.135
A caballo entre los dos grupos, creo que las investigaciones
de Marcel Van der Linden deben ser reconocidas como un
punto de inflexión en toda esta evolución, en especial, su libro
Transnational Labor History: Explorations.136
Amparo Sánchez Cobos
Universidad Jaume I, España
Orcid: https://orcid.org/0000-0001-8120-4459
1) Quizás sea uno de los campos que más renovación ha
vivido en los últimos años fruto de las nuevas aproximaciones
historiográficas y sobre todo de la ampliación del arco cronológico
de análisis a lo largo de todo el siglo XX, así como del marco
espacial al incorporar espacios hasta ahora sin explorar de África
y Asia.132
En mi caso, por lo que a la historia de Cuba y de los lazos con
España se refiere, sería complicado hablar de unas obras concretas.
Son muchos los autores que han enriquecido mi comprensión y
conocimiento del anarquismo con sus diferentes trabajos y, sobre
todo, que me han servido para entender el anarquismo cubano.
Aunque sea injusto dejar a muchos afuera, para empezar, podría
referir aquellas obras que podríamos calificar de “clásicas”, pero
que resultan básicas para entender el anarquismo español, en
especial las que nos dejaron autores como José Álvarez Junco,
Clara E. Lida o Javier Paniagua sobre los inicios del anarquismo
en la Península y su experiencia revolucionaria durante la guerra
civil, trabajos pioneros enfocados en la historia política y social
del anarquismo español que sentaron las bases sobre las que
hemos trabajado muchos después.133 Algo similar podríamos decir
del anarquismo en América, donde destacamos, dejando afuera
igualmente a muchos autores lamentablemente, los estudios
de José Moya y Juan Suriano,134 entre los “clásicos”, y de Davide
Turcato, Susana Sueiro o Steven Hirsch, entre muchos de los que
131
David Graeber, O anarquismo no século XXI e outros ensaios, Rio de
Janeiro, Rizoma Editorial, 2013; Carlos Taibo, Anarquistas de ultramar:
Anarquismo, indigenismo y descolonización, Madrid, Los Libros de la
Catarata, 2018.
132
Véanse, por ejemplo, los estupendos trabajos de Laura Galián, en
especial el titulado Colonialism, Transnationalism and Anarchism in
the South of the Mediterranean, London, Palgrave Macmillan, 2020
y el texto de Víctor García, MUSEIHUSHUGI: El anarquismo japonés,
Barcelona, Descontrol, 2016.
133
José Álvarez Junco, La ideología política del anarquismo español
(1868-1910), Madrid, Siglo XXI, 1976; Clara E. Lida, Anarquismo y
revolución en la España del siglo XIX, Madrid, Siglo XXI, 1972; Clara
E. Lida, La Mano Negra: Anarquismo agrario en Andalucía, Madrid,
Zero, 1972; Javier Paniagua, La sociedad libertaria: Agrarismo e
industrialización en el anarquismo español, 1930-1939, Barcelona,
Crítica, 1982; Javier Paniagua, Libertarios y Sindicalistas, Madrid,
Anaya, 1992.
134
José Moya, Cousins and Strangers: Spanish Immigrants in Buenos
Aires, 1850-1930, Los Ángeles, University of California Press, 1998; Juan
Suriano, Anarquistas. Cultura y política libertaria en Buenos Aires,
1890-1910, Buenos Aires, Manantial, 2001.
Políticas de la Memoria n° 21 | Noviembre 2021
Mención aparte merecen Joan Casanovas y Kirwin Shaffer, porque
sus textos y novedosas aproximaciones sobre el anarquismo en
Cuba resultan imprescindibles para entender el desarrollo del
movimiento obrero en la mayor de las Antillas tanto en época
colonial, caso del primero, como tras la independencia, periodo
que ocupa al segundo.137
2) Sin duda, la incorporación de la perspectiva transnacional
ha abierto nuevas sendas de análisis y sobre todo ha permitido
revisar aquellas premisas sobre las que se construyó la historia
del anarquismo en las décadas finales del siglo XX, en especial,
aquella que constreñía la reflexión al siglo XIX e inicios del XX
dando por finalizada su andadura en el contexto de la primera
guerra mundial, a excepción del caso español, claro; y también la
que establecía sus relaciones en una sola dirección, es decir, que
resaltaba la influencia del anarquismo europeo en el movimiento
obrero americano únicamente.
Aunque, puede que lo más interesante del caso sea que esta
nueva perspectiva no supone el abandono de todo lo anterior,
todo lo contrario, funciona como un complemento perfecto al
enfoque político y socio-cultural más tradicional, ampliando la
visión que tenemos del anarquismo y ayudando a comprenderlo
en una dimensión más holística.
En mi caso concreto, sin duda esta perspectiva me ha permitido
revisar mis propios textos iniciales y ampliar mi análisis con
nuevos e interesantes aportes siguiendo a esos autores que he
señalado con anterioridad.
135
Davide Turcato, Making Sense of Anarchism: Errico Malatesta’s
Experiments with Revolution, 1889-1900, London, Palgrave
Macmillan, 2012; Susana Sueiro Seoane, “Las redes anarquistas
transnacionales en la era de los magnicidios”, en Bulletin d’Histoire
Contemporaine de l’Espagne, nº 40, 2014, pp. 217-231; Susana Sueiro
Seoane, “Los anarquistas de habla hispana en Estados Unidos y sus
redes transnacionales. El periódico El Despertar de Brooklyn (18911902)”, Historia y Política, nº 42, 2019, pp. 45-53; Steven Hirsch y Lucien
van der Walt (eds.), Anarchism and Syndicalism in the colonial and
postcolonial World, 1870-1940: The Praxis of National Liberation,
Internationalism, and Social Revolution, Boston, Brill Academic, 2014.
136
Marcel Van der Linden, Transnational Labor History: Explorations,
Aldershot, Ashgate, 2003.
137
Joan Casanovas, ¡O pan o plomo! Los trabajadores urbanos y el
colonialismo español en Cuba, 1850-1898, Madrid, Siglo XXI, 2000;
Kirwin Shaffer, Anarchist Cuba: Countercultural Politics in the Early
Twentieth-Century Cuba, Florida, University Press of Florida, 2005;
Kirwin Shaffer, Anarchists of the Caribbean: Countercultural Politics
and Transnational Networks in the Age of US Expansion (Global and
International History), Cambridge, Cambridge University Press, 2020;
Kirwin Shaffer, Black Flag Boricuas: Anarchism, Antiauthoritarianism,
and the Left in Puerto Rico, 1897-1921, Urbana, University of Illinois
Press, 2020.
Ivanna Margarucci y María Migueláñez Martínez, “Encuesta sobre la actualidad de los estudios anarquistas”, en Políticas de la Memoria,
n° 21, Buenos Aires, 2021, pp. 219-252. https://doi.org/10.47195/21.705. ISSN 1668-4885 / ISSNe 2683-7234.
Investigación actual sobre anarquismos
3) El anarquismo es un movimiento que sigue estando vigente en
la actualidad sobre todo porque, en épocas de crisis, resurge en
manifestaciones espontáneas de algunos grupos de la sociedad
que retoman sus postulados para reivindicar una mejora en las
condiciones de vida y para luchar contra la desigualdad que divide
a las sociedades y que separa a los grupos sociales, la mayor
parte de las veces por cuestiones económicas. Creo que un buen
estudio para ver reflejado este proceso es el de Tomás Ibáñez,
Anarquismo es movimiento: Anarquismo, neoanarquismo y
postanarquismo, publicado por Virus Editorial, en Barcelona el
año 2014138.
por Constance Bantman.139 Clara E. Lida y Pablo Yankelevich,
por su parte, editaron una interesante colección sobre cultura
libertaria en España y América Latina.140 Con respecto a América
Latina, destacan también los trabajos recopilados por Geoffroy
de Laforcade y Kirwin Shaffer, así como los estudios de María
Miguelañez y Amparo Sánchez Cobos.141 Sobresalen estudios
con base geográfica en los Estados Unidos, como los de Kenyon
Zimmer, Tom Goyens (editor) y Montse Feu y Christopher
Castañeda (compiladores).142 Existe una nueva ola de trabajos,
principalmente encarados por jóvenes eruditos, aunque no
exclusivamente, centrados en el estado-nación en varios países
de América Latina, que estoy empezando a explorar. Mi interés
se expande, cada vez más, hacia otras dimensiones anarquistas
transnacionales en Europa y Asia.
Kirwin Shaffer
Berks College, The Pennsylvania State University,
Estados Unidos
2) Los últimos veinte años han conocido un admirable aumento
de los estudios que profundizan las dimensiones transnacionales
de los anarquistas a principios del siglo XX. La cultura ha sido un
elemento central de esta historiografía, destacando el estudio
de Richard Sonn sobre Francia, el de Allan Antliff sobre el arte
anarquista o la última publicación de Constance Bantman sobre
Jean Grave y la cultura y el arte en el anarquismo francés.143
En América Latina, sobresalen los trabajos de Juan Suriano,
focalizado sobre la Argentina; la colección editada por Clara E.
Lida y Pablo Yankelevich, a caballo entre el continente americano
y la España peninsular y mi trabajo para el caso caribeño.144
Steven Hirsch y Geoffroy de Laforcade acaban de coordinar
Orcid: https://orcid.org/0000-0002-1177-420X
1) El interés en el estudio del anarquismo no ceja en su
constante aumento. El más reciente, además, ha ampliado la
gama de metodologías y problemas examinados. En cuanto a las
metodologías, apreciamos, por supuesto, el “giro transnacional”,
que revolucionó la forma en la que exploramos el anarquismo,
alejada desde entonces de un enfoque nación-Estado. Esto ha
conducido a nuevas formas de estudiar la geografía histórica, que
involucran a la emigración, inmigración y migración circular de
personas, dinero, cultura y noticias; a las formas de reclutamiento;
a las interacciones, en los escenarios locales, entre diferentes
comunidades de migrantes y entre los anarquistas migrantes
y los nativos o al aumento de la vigilancia transnacional y la
represión de los anarquistas, entre muchas cuestiones. Un
aprendizaje importante de estos estudios ha consistido en
comprobar cómo la práctica del transnacionalismo anarquista
no sólo creó las condiciones para la conectividad, sino también
para la disrupción, la fractura y, en fin, la complejidad. Pensemos,
de nuevo, en los conflictos sectarios, étnicos o nacionales que
surgieron al calor del contacto migratorio en aquellos centros
anarquistas consolidados o en lugares donde el anarquismo
surgió, precisamente, del contacto entre esas diferentes facetas
de la migración.
También hemos dado la bienvenida a un enfoque, sino del todo
nuevo, al menos sí renovado, enraizado en el análisis del género,
la raza y la etnia. Particularmente interesante es aquel que
se basa en la cuestión de la etnicidad, aplicable a los pueblos
indígenas pasados y presentes.
En cuanto a las obras y los autores de referencia, destaco la
colección de artículos reunida por Steven Hirsch y Lucien van
der Walt en 2010, así como las investigaciones publicadas
138
Tomás Ibáñez, Anarquismo es movimiento: Anarquismo,
neoanarquismo y postanarquismo, Barcelona, Virus Editorial, 2014.
139
Steven Hirsch y Lucien van der Walt (eds.), Anarchism and Syndicalism
in the Colonial and Postcolonial World, 1870-1940: The Praxis of
National Liberation, Internationalism, and Social Revolution, Leiden,
Brill, 2010; Constance Bantman y Bert Altena (eds.), Reassessing the
transnational turn: Scales of analysis in Anarchist and Syndicalist
Studies, Oakland, PM Press, 2017.
140
Clara E. Lida y Pablo Yankelevich (comps.), Cultura y política del
anarquismo en España e Iberoamérica, México, El Colegio de México,
2012.
141
Geoffroy de Laforcade y Kirwin Shaffer (eds.), In Defiance of Boundaries:
Anarchism in Latin American History, Gainesville, University of Florida
Press, 2015; María Migueláñez Martínez, Más allá de las fronteras.
El anarquismo argentino en el periodo de entreguerras, Tesis de
doctorado, Universidad Autónoma de Madrid, 2018; Amparo Sánchez
Cobos, Sembrando ideales: Anarquistas españoles en Cuba (19021925), Sevilla, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2008.
142
Kenyon Zimmer, Immigrants against the State: Yiddish and Italian
Anarchism in America, Urbana, University of Illinois Press, 2015; Tom
Goyens (ed.), Radical Gotham: Anarchism in New York City from
Schwab’s Saloon to Occupy Wall Street, Urbana, University of Illinois
Press, 2017; Montse Feu y Christopher Castañeda (comps.), Writing
Revolution: Hispanic Anarchism in the United States, Urbana,
University of Illinois Press, 2019.
143
Richard Sonn, Sex, Violence, and the Avant-Garde: Anarchism in
Interwar France, University Park, Pennsylvania State University Press,
2010; Allan Antliff, Anarchist Modernism: Art, Politics, and the
First American Avant-Garde, Chicago, University of Chicago Press,
2001; Constance Bantman, Jean Grave and the Networks of French
Anarchism, 1854-1939, London, Palgrave Macmillan, 2021.
144
Juan Suriano, Anarquistas. Cultura y política libertaria en Buenos
Aires, 1890-1910, Buenos Aires, Manantial, 2001; Kirwin Shaffer,
Anarchists of the Caribbean: Countercultural Politics and
Transnational Networks in the Age of US Expansion, Cambridge,
Cambridge University Press, 2020; Clara E. Lida y Pablo Yankelevich
(comps.), op. cit.
Políticas de la Memoria n° 21 | Noviembre 2021
247
Ivanna Margarucci y María Migueláñez Martínez, “Encuesta sobre la actualidad de los estudios anarquistas”, en Políticas de la Memoria,
n° 21, Buenos Aires, 2021, pp. 219-252. https://doi.org/10.47195/21.705. ISSN 1668-4885 / ISSNe 2683-7234.
248
un atrayente dossier en la revista Anarchist Studies centrado
en el estudio de la etnia y de la raza, reflejando un creciente
interés en la forma en la que los anarquistas incorporaron
estos conceptos, especialmente en sociedades con grandes
poblaciones negras e indígenas, en lugares como los Estados
Unidos y América Latina.145 Por supuesto, el análisis de género
ha llegado a nuestros estudios hace un tiempo; sin embargo,
en las últimas décadas se han realizado análisis importantes en
Argentina, Estados Unidos, el Caribe y México, incluyendo el
reciente y próximo trabajo de Sonia Hernández sobre las mujeres
anarquistas y el transnacionalismo fronterizo entre los Estados
Unidos y México.146
3) Me impresiona que la mayoría de los nuevos movimientos
políticos no conozcan la historia del anarquismo. El anarquismo
cuajó en la última década del siglo XIX y en la primera del siglo
XX en paralelo a la primera gran ola de globalización capitalista.
Las lecciones de aquella época son relevantes para los actuales
movimientos que tratan de contrarrestar la globalización
capitalista neoliberal. Las corrientes modernas, sin embargo, han
incorporado una estrategia que sus congéneres en el pasado no
utilizaban: buscan aliados en grupos no anarquistas superando
la rigidez sectaria. En el pasado, los anarquistas interactuaban
con marxistas, librepensadores, espiritistas sólo cuando tenían
un enemigo u objetivo común. Los anarquistas de hoy son
mejores en la gestación de alianzas. El problema, sin embargo,
sigue siendo que el anarquismo funciona como chivo expiatorio.
Con frecuencia, los críticos de los movimientos sociales de base
amplia lanzan calumnias sobre la fracción libertaria de estos
como estrategia para desprestigiarlos. Abordar los vínculos
entre los estudios académicos sobre anarquismo, los nuevos
movimientos políticos y sus agendas de lucha, constituye una
excelente agenda de investigación y de escritura.
Rafael Viana da Silva
Instituto de Teoría e Historia Anarquista (ITHA), Brasil
Orcid: https://orcid.org/0000-0001-6212-5085
1) Evalúo que se ha estado desarrollando intensamente,
sobre todo desde hace dos o tres décadas. Se nota una fuerte
influencia de la Historia Social y la Historia Política, así como
de la Historia Cultural Francesa. Más recientemente, el campo
de los estudios anarquistas ha sufrido importantes inflexiones
procedentes de la Historia Transnacional, Global y Comparada,
así como de investigaciones monográficas. También es evidente
la permanencia, quizás un poco menos influyente hoy en día,
145
146
Steven Hirsch y Geoffroy de Laforcade (eds.), “Indigeneity and Latin
American Anarchism”, en Anarchist Studies, Vol. 28, nº 2, 2020.
Disponible en https://anarchiststudies.noblogs.org/anarchist-studiesjournal-282-special-issue-on-indigeneity-and-latin-american-anarchism/
Sonia Hernández, For a Just and Better World: Engendering Anarchism
in the Mexican Borderlands, 1900-1938, Urbana, University of Illinois
Press, 2021.
Políticas de la Memoria n° 21 | Noviembre 2021
de los estudios foucaultianos. En este campo más reciente de
los estudios internacionales subrayo la mayor circulación de
fuentes (y su digitalización) e investigación, así como el diálogo
entre investigadores, en particular, los latinoamericanos, que
creo (de manera optimista), que influirá de manera decisiva en la
producción internacional.
Me parece que aún quedan problemas metodológicos y
conceptuales, principalmente en torno a la definición del
objeto en sí: el anarquismo. Todavía persisten definiciones
etimológicas, panfletarias o ahistóricas, muchas de ellas, en
general, sustentadas en una Historia de las Ideas Políticas muy
tradicional. Me refiero específicamente al uso generalizado
y acrítico de George Woodcock.147 En este grupo también se
destaca negativamente una cierta obsesión por crear nuevas
“corrientes” anarquistas (multiplicadas a gusto del investigador),
sin un criterio claro sobre lo que definiría una corriente en el
tiempo y, en general, a partir de unos pocos teóricos anarquistas
(habitualmente desde el Atlántico Norte) y visto por una Historia
desde arriba. Resalto también la influencia de una historiografía
italiana, importada acrítica y descuidadamente a Brasil, que separó
artificialmente la estrategia del sindicalismo revolucionario de
la del anarquismo, hasta el punto que llegamos a pensar que
hay una “contradicción” esencial entre una cosa y otra, lo cual
está vinculado a esta manera de concebir el concepto de la que
hablé antes.148 En relación a este debate conceptual, la obra
Bandeira Negra: Rediscutindo o anarquismo de Felipe Corrêa
y los innumerables artículos de Lucien van der Walt resultan
ineludibles.149
Creo que comprender las obras clásicas de análisis de la realidad
producidas por los propios anarquistas a lo largo de su historia
es relevante para la propia teoría de la historia. En este sentido,
destaco trabajos como A Grande Revolução de Piotr Kropotkin,
los dos volúmenes de Nacionalismo y Cultura de Rudolf Rocker
y la obra completa de Mijaíl Bakunin.150 Como mención de honor,
aunque sobre otro tema de análisis, debo mencionar la gran
producción de Abraham Guillén.
Es necesario profundizar el estudio de las organizaciones
políticas anarquistas a lo largo de la historia. En este sentido,
son fundamentales los cuatro volúmenes de la Historia de la
Federación Anarquista Uruguaya elaborada por el anarquista
Juan Carlos Mechoso.151 Y en Brasil, destaco el trabajo pionero
147
George Woodcock, História das idéias e movimentos anarquistas,
Volume 1-2, Porto Alegre, L & PM, 2004.
148
Para una crítica de esta historiografia, representada por la historiadora
Edilene Toledo, véase Felipe Corrêa, Ideologia e Estratégia:
Anarquismo, movimentos sociais e poder popular, São Paulo, Faísca
Publicações Libertárias, 2011.
149
Felipe Corrêa, Bandeira Negra: Rediscutindo o anarquismo, Curitiba,
Prismas, 2015.
150
Piotr Kropotkin, A grande revolução, 1789-1793, Rio de Janeiro, Athena
Editora, 1935; Rudolf Rocker. Nacionalismo y Cultura, Madrid, Antorcha,
2013.
151
Juan Carlos Mechoso, Acción Directa anarquista: una historia de FAU,
Tomo I-IV, Montevideo, Ediciones Recortes, 2009.
Ivanna Margarucci y María Migueláñez Martínez, “Encuesta sobre la actualidad de los estudios anarquistas”, en Políticas de la Memoria,
n° 21, Buenos Aires, 2021, pp. 219-252. https://doi.org/10.47195/21.705. ISSN 1668-4885 / ISSNe 2683-7234.
del anarquista Edgar Rodrigues quien abrió las primeras sendas
de investigación sobre estos temas.
También es muy importante analizar las prácticas políticas
anarquistas a lo largo de la historia y dimensionarlas
adecuadamente. Los episodios de masas y los revolucionarios
protagonizados o influenciados por el anarquismo deberían
recibir más atención, como la Revolución Mexicana, la
Revolución Ucraniana, la Revolución en Manchuria, la Revolución
Española (esta sí más estudiada). El sindicalismo de intención
revolucionaria, que en el entendimiento del Instituto de Teoría e
Historia Anarquista (ITHA) incluye el sindicalismo revolucionario
y el anarcosindicalismo, ciertamente movilizó a millones de
personas, pero todavía de forma desproporcionada, los estudios
sobre estas experiencias tienen múltiples territorios por
explorar, así como la presencia libertaria en algunos países, en
otro momento poco estudiados, comienza a ser comprendida.
También hay que tener en cuenta que la periodización aún debe
ampliarse más allá de las primeras décadas del siglo XX. Estas
fronteras y limitaciones (territoriales, de periodización, teóricas
o metodológicas) afortunadamente se están considerando
cada vez más. En estos últimos puntos, destaco la producción
realizada por Geoffroy de Laforcade, Emilio Crisi, Dimitris
Troaditis, Ivanna Margarucci, Samanta Colhado Mendes,
Bruno Lima Rocha, Steven Hirsch y Benedict Anderson. Mi
propio aporte en este sentido tiene que ver con el estudio del
anarquismo en las dictaduras militares de Argentina, Brasil y
Uruguay y el análisis del anarquismo durante los años 40 y 50 en
Brasil, respectivamente con una tesis de doctorado y maestría.
Junto con el investigador Kauan Willian dos Santos, organicé una
colección sobre la historia del anarquismo en Brasil, que cubre
todo el siglo XX y propone, con otros investigadores, nuevas
perspectivas para el análisis de esta ideología y movimiento.152
2) Además de los aportes que he mencionado en la respuesta
anterior y que creo que responden a esta segunda pregunta, hay
una revisión positiva de conceptos que se manejaban dentro de
estrictas fronteras nacionales o metodologías restringidas de
comprensión (con el uso de conceptos erróneos del anarquismo).
Destaco las contribuciones que se han hecho desde la renovación
metodológica y que implican temas como la relación entre género,
sexualidad, raza y clase en el anarquismo, la cuestión rural, el
debate sobre la violencia y la lucha armada, la organización
política anarquista, el poder y la dominación, la ecología y el
medio ambiente, el sindicalismo y el anarcosindicalismo, la teoría
y la ideología, el antifascismo y la acción directa, así como la
educación y la cultura en el proyecto libertario.
Mis referencias en general —las específicas fueron incorporadas
en la otra pregunta— son la Historia Social, la nueva Historia
Política, la Historia del Mundo del Trabajo, la Historia Comparada/
Transnacional, la Historia Global del Trabajo, las Ciencias Políticas,
la Sociología y algunos aportes de la Antropología Social.
152
Kauan Willian dos Santos y Rafael Viana da Silva (orgs.), História do
anarquismo e do sindicalismo de intenção revolucionária no Brasil:
Novas perspectivas, Curitiba, Prismas, 2017.
Investigación actual sobre anarquismos
3) Creo que la relación entre la teoría e ideología, entre el análisis
de la realidad y las prácticas que pretenden transformarla,
son inevitables. En el caso de la Historia, disciplina a la que
pertenezco, el análisis de las experiencias anarquistas en el pasado
contribuye indirectamente a la reflexión del presente y ayuda a
los movimientos y organizaciones a reflexionar sobre sus propios
desafíos. Pero las investigaciones no deben imponerle al objeto
de estudio formas exógenas o determinaciones panfletarias.
El tiempo de investigación es diferente al de la militancia. Sin
embargo, en el caso de las agendas de lucha, me molesta cierta
prisa en la utilización de conceptos de los que se desconoce su
origen, su trasfondo “filosófico” o sus implicaciones prácticas,
siendo incorporados a la vida cotidiana por el mimetismo de
redes, las cuales no son democráticas. La reflexión conceptual
consciente requiere tiempo y debate colectivo, mucho más
que utilizar un concepto de “moda”. En este sentido, valoro la
intensa producción teórica y militante anarquista plataformista
y especifista que en los últimos veinte años ha ganado gran
protagonismo dentro del anarquismo.
Daniel Vidal
Universidad de la República (UdelaR), Uruguay
1) Las referencias más importantes son René Lourau, Uri
Eisenzweig, Laura Fernández Cordero y Juan Suriano.153 Al
momento de elaborar mis textos, integro la bibliografía principal
con artículos académicos y ensayos breves de escritorxs de
distintos países, especialmente del campo anarquista y marxista
contemporáneos.
Estudio el campo cultural y literario anarquista, con énfasis
en Uruguay entre fines del siglo XIX y principios del XX;
recientemente, sobre la literatura anarquista del siglo XXI.
En estos abordajes priorizo las escrituras teóricas y críticas
anti-dogmáticas que aportan miradas novedosas sobre
comportamientos sociales y políticos. Recurro a un repertorio
de artículos difundidos en la web y en revistas para elaborar
la plataforma de estudio de cualquier tema específico. A modo
de ejemplo, escribí un artículo sobre futurismo y anarquismo
pertrechado de artículos y libros sobre vanguardias, futurismo,
literatura y cultura anarquista, procurando enlazar esa bibliografía
con los casos literarios del anarquismo montevideano que
dispararon mi indagatoria. Así, tanto las obras clásicas como las
recientes fueron mencionadas a manera de referencia secundaria
y siempre y cuando involucraran el tema en cuestión.
153
René Lourau, El Estado inconsciente, La Plata, Terramar, 2008; Uri
Eisenzweig, Ficciones del anarquismo, México, Fondo de Cultura
Económica, 2004; Laura Fernández Cordero, Amor y anarquismo:
Experiencias pioneras que pensaron y ejercieron la libertad sexual,
Buenos Aires, Siglo XXI, 2017; Juan Suriano, Anarquistas. Cultura
y política libertaria en Buenos Aires, 1890-1910, Buenos Aires,
Manantial, 2001.
Políticas de la Memoria n° 21 | Noviembre 2021
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Ivanna Margarucci y María Migueláñez Martínez, “Encuesta sobre la actualidad de los estudios anarquistas”, en Políticas de la Memoria,
n° 21, Buenos Aires, 2021, pp. 219-252. https://doi.org/10.47195/21.705. ISSN 1668-4885 / ISSNe 2683-7234.
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En este momento estoy escribiendo un artículo sobre
feminismo y el primer anarquismo en el Uruguay. Para ello
considero imprescindibles referencias bibliográficas clásicas
y contemporáneas sobre feminismo y anarquismo. De todas
maneras, se trata de encontrar el diálogo entre esta teoría
indispensable con los insumos que despertaron mi interés -un
poema de Acracia Fernández, un artículo de Amalia Calderini- y
no la mera invocación de obras a manera de exposición de un
supuesto saber erudito o enciclopédico.
2) En la obra de Marcelino Viera, el cruce entre filosofía,
historia, cultura, anarquismo y psicoanálisis es innovador y
disloca los métodos e investigaciones que conozco en el campo
de los anarquismos.154 En Modernidad sublimada, los insumos
informativos o literarios epocales —un poema, un acto de
expropiación anarquista, la obra de Florencio Sánchez o de
Roberto Arlt— son incorporados a discusiones conceptuales y
teóricas sobre el individuo y la sociedad durante la modernidad.
Viera se respalda en el pensamiento de Jacques Lacan y Sigmund
Freud, de clásicos del anarquismo y de colegas norteamericanos
sobre la cultura para exponer una mirada nueva sobre la
racionalidad y el anarquismo durante la modernidad.
En general, resalto escrituras ensayísticas que renuevan la
libertad de exposición y de pensamiento, lejos de los esquemas
de gran parte de los artículos de las revistas arbitrarias. Destaco
los textos que exponen contradicciones, puntos de vista
disímiles, hipótesis controversiales y no la linealidad conceptual
ni el recorte de informaciones o ideas que se ajustan al planteo
inicial de la autora o del autor. También las metodologías que
combinan las fuentes documentales —publicaciones periódicas,
papelería personal, libros y folletos— con estudios de campo,
testimonios, tradiciones orales, alusiones a comportamientos o
manifestaciones no registrados por la documentación escrita o
visual.155
Entre las escrituras tradicionales me cautiva la prosa de Rafael
Barrett; entre las que apuestan a la libertad retórica me seduce
Monique Wittig y Hakim Bey.156
Asumo que mis investigaciones involucran mi cultura, mi
experiencia y mi pensamiento sobre los seres humanos, sus
relaciones y los procesos históricos, sin exaltación, pero con la
necesaria implicación devenida de saberme identificado con el
objeto de estudio. Esta implicación se desmarca de la complicidad
del panfleto o del panegírico para involucrar subjetividades y
acontecimientos, interpretaciones y debates.
3) Entre los actuales estudios académicos sobre anarquismo
separo aquellos que reflexionan sobre las prácticas anarquistas
de aquellos que ensamblan práctica y teórica anarquista.
Entre los primeros leo crítica y teoría de colegas de distintos
países sobre anarcofeminismo, anarquismo y movimiento
obrero, cultura, etc., artículos de revistas, actas de congresos,
ediciones de tesis de posgrado. Tengo por referencia tradicional
—en escritura panegírica— La Patagonia Rebelde y Los
anarquistas expropiadores y otros ensayos de Osvaldo Bayer,
o Anarquistas, un siglo de movimiento libertario en España
de Dolors Marin.157
Me interesa detenerme en el segundo grupo de textos, aquellos
escritos por profesores universitarios, de enseñanza media,
autodidactas, activistas que escriben desde sus experiencias
anarquistas. Nombro como ejemplos las revistas Kalinov Most,
Rebeldía, Erosión (región chilena) y, en relación a trabajos
teóricos más extensos, los libros surgidos de los centros sociales
La Solidaria y Centro Social Cordón Norte, de Montevideo,
junto con su periódico Anarquía.158 Como mirada histórica y
testimonial del anarquismo contemporáneo uruguayo destaco
Los sediciosos despertares de la anarquía de Daniel Barret
(Rafael Spósito), y, más abarcativa, la obra de Carlos Mechoso.159
Cada tanto regreso a las páginas de Historia de un hombre libre:
Luigi Fabbri de Luce Fabbri. Me cautiva por dinámico y audaz
Cabezas de tormenta de Christian Ferrer. También arriesgado
pero ya tradicional es para mí El corto verano de la anarquía de
Hans Magnus Enzensberger. Encuentro un testimonio reflexivo
en La anarquía desbordando la teoría de Alfredo M. Bonanno.160
Estos y otros textos me seducen, sacuden y enseñan. Pero no
creo que consagren más que una referencia literaria integradora.
Desde estos criterios, no premisas, pueden modelarse métodos
deductivos o inductivos, descriptivos o histórico-documentales.
157
154
Marcelino Viera, Modernidad sublimada: Escritura y política en el Río
de la Plata, Madrid, Iberoamericana, 2019.
Osvaldo Bayer, La Patagonia Rebelde, Buenos Aires, Booket, 2008;
Osvaldo Bayer, Los anarquistas expropiadores y otros ensayos,
Buenos Aires, Booket, 2008; Dolors Marin, Anarquistas, un siglo de
movimiento libertario en España, Barcelona, Ariel, 2010.
158
155
Sobre estas alusiones, véase los pasajes en los que Luce Fabbri describe
la violencia fascista en El Fascismo. Definición e historia, Montevideo,
Universidad de la República, 1963. A su vez, el desafío del investigador
consiste en evaluar las conversaciones “personales” que aluden a
protagonistas y no documentan por escrito, por ejemplo, la charla
que dijo mantener Joaquín D. Barberena con Roberto de las Carreras
o las supuestas cartas no publicadas de “felicitaciones” de parte de
“revolucionarios sociales” al poeta anarquista-aristocrático uruguayo.
“Amor libre, de Roberto de las Carreras”, La Rebelión, Montevideo, 31
de agosto de 1902, p. 3.
Nuestra única propuesta es el conflicto. Documentos en torno a
la proyección insurreccional del movimiento anárquico, Río de la
Plata, 2014; AA.VV., Intervenir. Historia, documentos y análisis de
dos luchas en el territorio uruguayo (2011-2016), Montevideo, Tutía
Ediciones, 2018.
159
Daniel Barret (Rafael Spósito). Los sediciosos despertares de la
anarquía, Buenos Aires, Libros de Anarres, 2011; Juan C. Mechoso.
Acción directa anarquista. Una historia de FAU, tomos 1, 2 3, 4 y 5,
Montevideo, Editorial Recortes, 2002.
160
Luce Fabbri, Historia de un hombre libre: Luigi Fabbri, Montevideo,
Nordan Comunidad, 1996; Christian Ferrer, Cabezas de tormenta,
Buenos Aires, Anarres, 2006; Hans Magnus Enzensberger, El corto
verano de la anarquía. Vida y muerte de Durruti, Barcelona, Anagrama,
2010 (1972); Alfredo M. Bonanno, La anarquía desbordando la teoría,
Montevideo, Anarquistas del Río de la Plata, 2013.
156
Rafael Barrett, Moralidades actuales, Montevideo, Bertani, 1910;
Monique Wittig, El cuerpo lesbiano, Buenos Aires, Ladisgráfica, 2018
(1973); Hakim Bey, Caos, Montevideo, Ediciones Anárquicas Sin Nombre,
2012 (1985).
Políticas de la Memoria n° 21 | Noviembre 2021
Ivanna Margarucci y María Migueláñez Martínez, “Encuesta sobre la actualidad de los estudios anarquistas”, en Políticas de la Memoria,
n° 21, Buenos Aires, 2021, pp. 219-252. https://doi.org/10.47195/21.705. ISSN 1668-4885 / ISSNe 2683-7234.
Resulta estéril pensar los anarquismos actuales y sus agendas
de lucha si no se practica el anarquismo y se protagoniza sus
acciones.
Kenyon Zimmer
University of Texas, Estados Unidos
1) El campo de los estudios anarquistas, la historiografía en
particular, está experimentando un período de crecimiento
emocionante y sin precedentes. Esto incluye nuevos estudios
publicados en inglés, español, italiano, francés y ruso, así como
un pequeño pero creciente conjunto de trabajos centrados en el
anarquismo en el “Sur global”. Sin embargo, lamentablemente,
sólo una parte de estos escritos se ha traducido a varios idiomas.
Mi propio trabajo está en deuda con la investigación fundacional
de Paul Avrich. Su libro Anarchist Voices: An Oral History of
Anarchism in America, sigue siendo una referencia indispensable
para mí.161 Mi aproximación a la historia del anarquismo y de los
anarquistas está fuertemente influenciada por los trabajos, que
discutiré más adelante, de Davide Turcato, Kirwin R. Shaffer
y Constance Bantman. Mi interés por recuperar y preservar
la memoria de los militantes de base y en los márgenes está
también conectado con la función de rescate que, desde hace
décadas, se propone la Biblioteca Kate Sharpley (https://
www.katesharpleylibrary.net/), así como con proyectos tan
trascendentales como el Dizionario biografico degli anarchici
italiani, con su nueva encarnación en línea (https://www.
bfscollezionidigitali.org/collezioni/6-dizionario-biografico-onlinedegli-anarchici-taliani/), y con su equivalente francés auspiciado
en su momento por Jean Maitron (https://maitron.fr/).162
2) El mayor acceso a las fuentes primarias más relevantes para el
estudio del anarquismo ha desempeñado un papel importante en
el actual auge del campo historiográfico, en particular la apertura
(si bien parcial) de los archivos rusos. Asimismo, se ha ampliado el
corpus de documentos digitalizados, incluidas las publicaciones
periódicas anarquistas, muchas de ellas disponibles en línea.
Metodológicamente, los enfoques transnacionales, globales
y decoloniales son responsables en buena medida del actual
renacimiento de la historiografía anarquista.
En el año 2005, el libro de Benedict Anderson, Under Three
Flags: Anarchism and the Anti-colonial Imagination, y, dos
años después, el artículo de Davide Turcato, “Italian Anarchism
as a Transnational Movement, 1885-1915”, publicado en la
161
Paul Avrich, Anarchist Voices: An Oral History of Anarchism in
America, Princeton, Princeton University Press, 2021 (1995).
162
Benedict Anderson, Under Three Flags: Anarchism and the Anticolonial Imagination, London/New York, Verso, 2005; Davide Turcato,
“Italian Anarchism as a Transnational Movement, 1885–1915”, en
International Review of Social History, Vol. 52, nº 3, 2007, pp. 407444.
Investigación actual sobre anarquismos
International Review of Social History, revolucionaron este
desarrollo. Mi propio libro, Immigrants against the State:
Yiddish and Italian Anarchism in America, estuvo fuertemente
influenciado por esta tendencia.163 Dos publicaciones recientes,
Anarchists of the Caribbean de Kirwin R. Shaffer, y Jean
Grave and the Networks of French Anarchism, 1854-1939
de Constance Bantman, son magníficos ejemplos y máximos
exponentes de la historia transnacional y el análisis de redes.164
Estudios detallados de comunidades libertarias, como
Anarchism and the City: Revolution and Counter-Revolution
in Barcelona, 1898-1937 de Chris Ealham; Beer and Revolution:
The German Anarchist Movement in New York City, 18801914 de Tom Goyens, también marcan una importante corriente
en curso dentro de la investigación sobre la historia anarquista,
que ha dado forma a mi propio enfoque para fundamentar una
historia transnacional conectada con los estudios de casos
específicos y locales.165 The World in a City: Multiethnic
Radicalism in Early Twentieth-Century Los Angeles de David
M. Struthers, es un ejemplo particularmente bien ejecutado de
una historia urbana del anarquismo que, si bien es transnacional,
se aleja de la costumbre de centrarse en un único grupo étnico
o lingüístico.166
Otro desarrollo importante, aunque mi propio trabajo está
menos directamente comprometido con él, está enfocado en un
“anarquismo a pequeña escala” o “anarquismo de otra manera”,
es decir, ejemplos de prácticas e ideas anarquistas encontradas
entre grupos y culturas fuera de la “tradición anarquista” y que no
utilizaron esa etiqueta. El libro de Maia Ramnath, Decolonizing
Anarchism, ayudó a dar forma a este campo de investigación,
que ha influido en un número creciente de obras teóricas e
históricas sobre las corrientes anarquistas dentro de la historia
afroamericana, como Wayward Lives, Beautiful Experiments
de Saidiya Hartman167.
3) Mi propia generación de académicos estuvo profundamente
influenciada por la participación en, o la permeabilidad hacia,
el movimiento “antiglobalización” o “alterglobalización”
163
Kenyon Zimmer, Immigrants against the State: Yiddish and Italian
Anarchism in America, Urbana, University of Illinois Press, 2015
164
Kirwin Shaffer, Anarchists of the Caribbean: Countercultural Politics
and Transnational Networks in the Age of US Expansion, Cambridge,
Cambridge University Press, 2020; Constance Bantman, Jean Grave
and the Networks of French Anarchism, 1854-1939, London, Palgrave
Macmillan, 2021.
165
Chris Ealham, Anarchism and the City: Revolution and CounterRevolution in Barcelona, 1898-1937, Edinburgh, AK Press, 2010; Tom
Goyens, Beer and Revolution: The German Anarchist Movement in
New York City, 1880-1914, Urbana, University of Illinois Press, 2014.
166
David M. Struthers, The World in a City: Multiethnic Radicalism in
Early Twentieth-Century Los Angeles, Urbana, University of Illinois
Press, 2019.
167
Maia Ramnath, Descolonizing Anarchism: An Antiauthoritatian
History of India’s Liberation Struggle, Edinburgh, AK Press/Institute
for Anarchist Studies, 2011; Saidiya Hartman, Wayward Lives, Beautiful
Experiments: Intimate Histories of Social Upheaval, New York, W. W.
Norton and Co., 2019.
Políticas de la Memoria n° 21 | Noviembre 2021
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Ivanna Margarucci y María Migueláñez Martínez, “Encuesta sobre la actualidad de los estudios anarquistas”, en Políticas de la Memoria,
n° 21, Buenos Aires, 2021, pp. 219-252. https://doi.org/10.47195/21.705. ISSN 1668-4885 / ISSNe 2683-7234.
de la última década del siglo XX y primera del siglo XXI.
Incluso, transcurrido el tiempo, están apareciendo trabajos de
investigadores influenciados por movimientos Occupy Wall
Street y Black Lives Matter. Gran parte de la primera cohorte
(incluido yo mismo) se ha centrado en la globalización, el
transnacionalismo, las redes de militancia, el nacionalismo y el
anti-nacionalismo, y el horizontalismo. Por el contrario, muchos
de los trabajos de los académicos más jóvenes se centran en la
raza y la interseccionalidad, el colonialismo y la decolonialidad, y
el indigenismo. Estos temas están claramente relacionados con
los nuevos movimientos sociales centrados en la justicia racial
y los derechos indígenas, entre otras cuestiones. Tengo muchas
expectativas en que, en los próximos años, se produzca una
reconciliación y una síntesis de estas dos amplias tendencias.
Resumen
La presente encuesta busca reflexionar en torno a la
actualidad de los estudios anarquistas. Las respuestas
a tres preguntas enviadas a 26 investigadores e
investigadoras del anarquismo de nueve países de
América Latina, Estados Unidos y Europa durante el
primer semestre de 2021 aportan en la construcción
de un mapa sobre el dinámico campo de estudios del
anarquismo tanto a nivel internacional como local. Las
reflexiones de los encuestados y las encuestadas remiten
a diferentes temas relacionados con la historia, la
historiografía, la metodología, los acervos documentales
y las renovaciones producidas en las últimas décadas,
así como también acerca del vínculo existente entre
producción académica y movilización política. De este
modo, la encuesta aporta lecturas y opiniones diversas
en cuya heterogeneidad es posible encontrar un balance
ajustado sobre las investigaciones anarquistas en plural,
pasadas, presentes y futuras.
Palabras clave: Estudios anarquistas; Historia;
Historiografía; Metodología; Acervos documentales;
Nuevos movimientos políticos.
Survey on the present state of anarchist studies
Abstract
This survey aims to reflect on the current state of
anarchist studies. Responses to three questions sent
to 26 researchers on anarchism from nine countries
in Latin America, the United States and Europe during
the first semester of 2021 contribute to the map
construction on the dynamic field of anarchist studies
both internationally and locally. The participant’s
reflections refer to different topics related to history,
historiography, methodology, documentary collections,
and the renovations produced in the last decades,
also mentioning the relationship between academic
production and political mobilization. In this way, the
survey provides diverse readings and opinions in whose
heterogeneity it is possible to find an adjusted balance
on plural anarchist research, past, present and future.
Keywords: Anarchist studies; History; Historiography;
Methodology; Documentary collections; New political
movements.
Políticas de la Memoria n° 21 | Noviembre 2021