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El judaísmo en el cine – Cursos y disertaciones El cine europeo, a diferencia de Hollywood, posee un vínculo bastante irregular con el judaísmo. Para entender esto, hay que partir de la base de que el cine se inició en una época en que los judíos eran perseguidos en Europa y en Asia, fundamentalmente en Rusia y en los países que conformaron la Unión Soviética. Esta situación, como todos sabemos, se recrudeció con el ascenso del nazismo y con la Shoá. Por ende, luego de la Segunda Guerra Mundial, encontramos muchísimos films europeos que retrataron al pueblo judío, pero, generalmente, este retrato se asociaba directamente al del hombre judío víctima del nazismo, perseguido por los nazis o encerrado en un campo de concentración. La figura del judío, excluyendo la imagen antisemita que construyó y promovió el cine alemán mientras el nazismo estuvo en el poder, estuvo durante décadas asociada al drama de posguerra. Debido a esto, una historia del humor y el judaísmo en el cine europeo resulta mucho más irregular que un estudio que incluya al drama en el vínculo entre cine europeo y judaísmo. Lo primero que cabe mencionar es el cine hablado en idish que existió en Europa, fundamentalmente en Polonia, y que tuvo una vida paralela a su florecimiento en Estados Unidos. Este cine incluyó melodramas y comedias (especialmente comedias musicales). Entre las comedias se encuentran títulos como Yidl Mitn Fidl (Un judío con su violín, 1936), codirigido por Joseph Green, un actor y cineasta polaco que emigró a Estados Unidos en 1924 y volvió para filmar esta película. Otros grandes exponentes de la comedia idish en Polonia son Freylekhe Kabtsonim (Los pobres alegres, 1937) y Mamele, de 1938, también codirigida por Joseph Green. El origen del cine idish en Polonia data de 1911, pero su época dorada transcurrió entre 1936 y 1939. La invasión de Hitler a Polonia en el ’39 interrumpió este tipo de cine, que resurgió de manera esporádica después de la Segunda Guerra Mundial y culminó en 1948, con el film Unzere Kinder, aunque, en esta última etapa, los ejemplos son fundamentalmente dramas que reflejan los vestigios de una cultura y de un pueblo arrasados por el nazismo. En este trayecto necesariamente irregular por el humor judío en el cine europeo, podemos observar que la cultura judía aparece en films de ciertos países en particular. Es probable que haya referencias judías, cómicas o no, en el cine de todos los países que conforman el continente europeo, pero hay determinados países que se detienen más que el resto en el retrato del pueblo judío, particularmente desde un punto de vista cómico. Hay ciertas regiones en las cuales era impensado poder hacer comedia con la cultura judía después del nazismo, esencialmente, debido a la culpa colectiva que se instaló en la sociedad, por eso, cuando surgen comedias contemporáneas en Alemania, éstas se vuelven un acontecimiento singular y hasta polémico. Hay otros países en los que no aparece ese síndrome de posguerra, pero tampoco se detienen demasiado a retratar la cultura judía, porque en dichas regiones el número de habitantes judíos no es tan significativo como en otras zonas de Europa. Por ejemplo, en el Reino Unido hay unos 292.000 habitantes judíos, mientras que Francia es, después de Israel y de Estados Unidos, el tercer país con mayor población judía del mundo, con 483.500 (de acuerdo a cifras de 2010). La cifra del Reino Unido es mayor a la de Rusia, por ejemplo, pero en Rusia la cultura idish ha logrado mantenerse con cierta vitalidad durante el siglo XX, distinto del fenómeno que ocurre en Europa. Las cifras que Leo Aquiba Senderovsky www.leosenderovsky.com.ar l.a.senderovsky@gmail.com El judaísmo en el cine – Cursos y disertaciones acabamos de mencionar explican por qué Francia es el país europeo que más se ocupó de mostrar la cultura judía dentro de un contexto de comedia. Más allá de las fronteras entre países, cuando en una comedia se abordan elementos judíos, suelen adoptar la misma fórmula narrativa. Dicha fórmula se basa en personajes que deben adoptar forzosamente la identidad judía, o que se encuentran obligados a aprender los aspectos esenciales y tradicionales del judaísmo. Estos personajes pueden ser extremadamente prejuiciosos, pero, principalmente, sus prejuicios se basan en una evidente ignorancia y en una falta de contacto intercultural. Tomemos como ejemplo de base Les Aventures de Rabbi Jacob (Las locas aventuras de Rabbi Jacob), comedia francesa de 1973, dirigida por Gérard Oury, con Louis de Funes. Un film exitosísimo en su momento, que sirvió para que Europa volviera a mostrar al pueblo judío desde un punto de vista cómico. Allí, el protagonista, Víctor Pivert (de Funes) es un hombre intolerante para con el pueblo judío y, al toparse con un disidente árabe, se ve obligado a huir. En la fuga deciden hacerse pasar por Rabbi Jacob y su asistente. Mientras es tomado por toda una comunidad como si fuese el Rabino que esperan, Víctor se acerca al judaísmo y deja atrás sus prejuicios. Esta fórmula es invertida en Leon the pig farmer (Leon el criador de cerdos), un film inglés de 1992, dirigido por Vadim Jean y Gary Sinyor, éste último, un realizador de origen judío. Esta comedia muestra a un muchacho de familia judía que primero descubre que es fruto de una inseminación artificial y, luego, se entera de que hubo un error en el laboratorio y su padre no es quien lo crió, sino que es un criador de cerdos. Leon encuentra a su padre y a la familia de éste, quienes, en su intento por hacer que el joven se sienta como en su casa, deciden aprender la cultura judía y actuar como una familia judía, siendo totalmente ignorantes de lo que ello implica. En paralelo, Leon descubre en la granja de su padre biológico un animal que es mezcla de un cerdo con un cordero, una metáfora de sus problemas a la hora de definir su propia identidad. Volviendo al cine francés, la comedia francesa La verité si je mens! (¡La verdad si miento!, 1997) muestra a un hombre que, para crecer profesionalmente y salir de su miserable situación, decide hacerse pasar por judío y, de esa manera, recibir la tutela de un acaudalado empresario textil judío. La película describe desde los frustrados intentos de Eddie (Richard Anconina) por mostrarse como judío, hasta los entretelones de una serie de personajes a los que les importan más sus negocios que llevar con honestidad su identidad judía, en un contexto en el que todos, judíos o no judíos, mienten y ambicionan con ser reyes de la industria. La película tuvo tal éxito que generó dos secuelas, en 2001 y en 2012. El cine inglés tiene un ejemplo reciente de comedia con elementos judíos, donde también se aplica la fórmula narrativa mencionada: The infidel (El infiel, 2010), acerca de un musulmán que se entera de que proviene de una familia judía y, a partir de esa revelación, intenta acercarse a la cultura judía, aunque sin abandonar la identidad con la que fue criado, generando situaciones disparatadas. En el film francés Dieu est grand, je suis toute petite (Dios es grande, yo soy pequeña, 2001), Audrey Tautou interpreta a una chica que busca una fe a la cual aferrarse y, a partir de que conoce a un muchacho judío, empieza a asimilar de manera exagerada todas las costumbres y tradiciones del judaísmo, enfrentándose así con la postura secular del joven. Polonia no se quedó afuera de esta fórmula. Cud purymowy (El milagro de Purim, 2000), es una película para televisión en la cual se narra la historia de un católico antisemita que descubre que posee ancestros judíos y tiene la posibilidad de cobrar una herencia bajo la condición de volver a sus raíces. Si bien sorprende que muchos argumentos de films de distintos países apelen a la misma excusa narrativa, no todo el cine de comedia europeo con elementos judíos adopta la misma fórmula, y es en Francia donde vemos mayor variedad de tramas cómicas con elementos judíos. Leo Aquiba Senderovsky www.leosenderovsky.com.ar l.a.senderovsky@gmail.com El judaísmo en el cine – Cursos y disertaciones Quand on sera grand (Cuando seamos grandes, 2000), narra la historia de un hombre judío treintañero que debe lidiar con diversos conflictos familiares. El conflicto entre padre e hijo que se muestra en ese film, también se observa en Simon Konianski (2009), otra comedia francesa, en este caso, sobre un padre divorciado y desempleado que vuelve a vivir a la casa de su padre, un sobreviviente de la Shoá, y luego de la muerte de éste, debe cumplir su última voluntad y llevar sus restos a su pueblo de origen, en Ucrania, viaje que emprende con sus insufribles tíos y con su pequeño hijo. Continuando con el cine francés, Comme t'y es belle! (Hey, linda!, 2006) es una comedia sobre un grupo de chicas sefaradíes y parisinas en busca de un amor. Let my people go (Deja ir a mi pueblo, 2011), muestra la crisis de identidad de un hombre francés, judío y gay que vive en Finlandia y que, tras pelearse con su pareja, viaja a Francia a festejar Pesaj con su madre. Hay otro tópico que aparece en el cine de comedia europeo, centrado en las relaciones interculturales entre judíos y árabes. Mauvaise foi (Mala fe, 2006), cuenta los conflictos que surgen en una pareja conformada por un muchacho árabe y una mujer judía que esperan un bebé. Un argumento similar, aunque sin bebé de por medio, es el que refleja el film español Seres queridos (2004), con elenco mayoritariamente español y, junto a ellos, las actuaciones de Norma Aleandro y de Max Berliner. El cine francés posee comedias judías hasta en formato de animación, como Le chat du rabbin (El gato del rabino, 2011), basada en el cómic de Joann Sfar, quien codirigió el film. Volviendo al cine inglés, cabe mencionar la comedia Reuniting the Rubins (Reuniendo a los Rubins, 2010), sobre otra familia judía disfuncional, en este caso, que se reúne para el Seder de Pesaj después de mucho tiempo y con diversos conflictos de por medio. Como mencionamos anteriormente, cuando el cine alemán se atreve a hacer humor con el pueblo judío, surge inevitablemente la polémica. Dani Levy, realizador judío nacido en Suiza pero radicado en Alemania, es quien corrió el riesgo de hacer comedias judías en ese país. La primera de ellas es Alles auf Zucker! (Todos contra Zucker!, 2004), en la que un hombre comunista y jugador empedernido, con una familia totalmente disfuncional, tras la muerte de su madre, debe rencontrarse y hacer las paces con su hermano, un judío ortodoxo. El paso siguiente de Levy fue mucho más allá, en el film Mein Führer (Mi führer, 2007), decidió meterse con el nazismo. Allí, Hitler es mostrado como un líder que en los últimos años de la guerra perdió fuerza y se volvió un ser patético y preso de sus traumas infantiles. Para recuperar al líder que alguna vez conocieron, sus allegados contratan a un hombre judío, un prestigioso profesor de teatro que es, como todos, una víctima más del régimen nazi. La película, pese a su reduccionismo histórico, se autodefine en sus últimas líneas como un intento de explicar lo inexplicable. Y este tono de fábula es el que hereda de otras comedias europeas, que adquirieron una enorme popularidad en todo el mundo y resultaron tan polémicas como el film de Levy: la comedia italiana La vita è bella (La vida es bella, 1997), de Roberto Benigni, y Train de vie (El tren de la vida, 1998), una coproducción entre Francia, Bélgica, Holanda, Israel y Rumania, dirigida por Radu Mihăileanu, un realizador franco-judío, nacido en Rumania. Ambas películas abordan la Shoá desde una perspectiva fabulesca, pero sin perder su dosis dramática, intentando, como Mein Führer, echar luz sobre la irracionalidad de la barbarie nazi. Una de las conclusiones que podemos extraer de esta recopilación de películas es que el cine europeo tardó muchas décadas en reincorporar la cultura judía al cine de comedia. El grueso de las películas citadas fueron producidas en la última década. Este dato nos permite ver que, luego del horror del nazismo, que se llevó no sólo la pérdida física de seis millones de judíos sino de toda una cultura incinerada en los campos de exterminio, el pueblo judío recién está empezando a dejar de ser visto únicamente bajo la lupa dramática de la Shoá, ahora es capaz de exhibirse en Europa desde la perspectiva del humor, algo que siempre se mantiene vivo en el espíritu de nuestro pueblo. Leo Aquiba Senderovsky www.leosenderovsky.com.ar l.a.senderovsky@gmail.com El judaísmo en el cine – Cursos y disertaciones Polonia: - Yidl Mitn Fidl (Un judío con su violín, 1936), dir.: Joseph Green, Jan Nowina-Przybylski Freylekhe Kabtsonim (Los pobres alegres, 1937), dir.: Leon Jeannot, Zygmunt Turkow Mamele (1938), dir.: Joseph Green, Konrad Tom Cud purymowy (El milagro de Purim, 2000) – Telefilm, dir.: Izabella Cywińska Reino Unido: - Leon the pig farmer (Leon el criador de cerdos, 1992), dir.: Vadim Jean, Gary Sinyor The infidel (El infiel, 2010), dir.: Josh Appignanesi Reuniting the Rubins (Reuniendo a los Rubins, 2010), dir.: Yoav Factor Francia: - Les Aventures de Rabbi Jacob (Las locas aventuras de Rabbi Jacob, 1973), dir.: Gérard Oury La verité si je mens! (¡La verdad si miento!, 1997), dir.: Thomas Gilou Train de vie (El tren de la vida, 1998), dir.: Radu Mihaileanu Quand on sera grand (Cuando seamos grandes, 2000), dir.: Renaud Cohen Dieu est grand, je suis toute petite (Dios es grande, yo soy pequeña, 2001), dir.: Pascale Bailly Comme t'y es belle! (Hey, linda!, 2006), dir.: Lisa Azuelos Mauvaise foi (Mala fe, 2006), dir.: Roschdy Zem Simon Konianski (2009), dir.: Micha Wald Let my people go (Deja ir a mi pueblo, 2011), dir.: Mikael Buch Le chat du rabbin (El gato del rabino, 2011), dir.: Antoine Delesvaux, Joann Sfar Alemania: - Alles auf Zucker! (Todos contra Zucker!, 2004), dir.: Dani Levy Mein Führer (Mi führer, 2007), dir.: Dani Levy España: - Seres queridos (2004), dir.: Teresa de Pelegrí y Dominic Harari Italia: - La vita è bella (La vida es bella, 1997), dir.: Roberto Benigni Leo Aquiba Senderovsky www.leosenderovsky.com.ar l.a.senderovsky@gmail.com