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Anabe abella Busso (coord.) RELACIONES REL INTERN RNACIONALES LES EN TIE TIEMPOS DE PA PANDEMIA Buss usso, Anabella Estela Relaciones internacionales en tiempos s de pandemia / Anab nabella Estela Busso ; comp ompilado por Anabella Estela Busso. - 1a edi edición especial Rosa osario : Anabella Estela Busso, 2020. 200 p. ; 21 x 30 cm. Edici dición para Centro de Investigaciones s Econ conomía Internacional (CIPEI) ISBN SBN 978-987-86-4797-5 en e Política y 1.. Política Po Internacional. 2. Economía Internacio acional. I. Título. CDD DD 327.09 Esta obra se encuentra tra bajo una licencia de Creative Common mons Attribution Non Commercial- Share are A Alike 4.0 International (CC BY-NC-SA A4 4.0) Centro de Investigacio aciones en Política y Economía Interna ernacional Instituto de Investigaci gaciones - Facultad de Ciencia Política ica y Relaciones Internacionales - Univers versidad Nacional de Rosario Riobamba 250 Bis. Mono onoblock Nº 1, Centro Universitario Rosa osario, 2000EKF Rosario, Santa Fe. Argen gentina cipei@fcpolit.unr.edu.ar .ar RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN INDICE Introducción Por Anabella bella Busso ................................................ ......... 3 Orden internacional ................................................................ ....... .......... 5 Pandemia y orden inte internacional: incertidumbre entre lo viejo jo q que no quiere morir y lo nue nuevo que no termina de nacer Por Anabella Busso ................................................................ ...... ......... 6 El Ritmo Básico de Reproducción del COVID-19 en la transformación del Siste Sistema Internacional Por Esteban Actis y Julieta Julie Zelicovich ....................................... ......... 23 Economía Internacional nal ........................................................... .......... 31 Economía internacional nal en tiempos de pandemia Por Gustavo Marini ....... ............................................................... ......... 32 El impacto del COVID VID-19 en las relaciones comerciales internacionales Por Julieta Zelicovich y Camila Romero .................................... ........ 41 Las deudas soberanas as en el marco de la crisis del COVID-19 Por José Fernández Alon Alonso ...................................................... ......... 50 El impacto del COVID--19 en los mercados bursátiles Por Luisina Ibañez ....... ............................................................... ......... 59 Sistema financiero inte internacional durante la pandemia. ¿Algo nuevo bajo el sol? cco .......................................................... ......... 66 Por Irene Ayelén Sacco Seguridad y Cooperación ción Internacionales ................................ .......... 72 La Seguridad Internacio acional y el COVID-19: tendencias que se potencian pote Por Emilse Eliana Calde alderón ..................................................... ......... 73 Dinámicas de la coopera peración internacional durante la pandemia Por Marina Zalazar ....... ............................................................... ......... 78 Actores centrales ........... ................................................................. ........ 84 La política internacional onal china en los tiempos del COVID-19.. Retos Re ante una coyuntura compleja leja Por Carla Oliva ............ ................................................................ ......... 85 Medidas internas aplica licadas por el gobierno chino ante la emerge ergencia del COVID-19 ......... 92 Por María Sol Ybañez y Florencia Gianina Bonanno ..................... 1 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN De espaldas al mundo: do: la administración Trump ante el nuevo oe escenario mundial de pandemia Por María Inés Gullo Ma Maraví y María Florencia Marina ................ ......... 98 ‘not great, not terrible’ ible’: Rusia, COVID-19 y un orden internac nacional en disputa .... ......... 107 Por M. Rocío Novello ............................................................. La Unión Europea frente ente a una nueva crisis: la pandemia dell COVID-19. CO “Plus ça change, plus s c’ c’est la même chose?” Por María Victoria Álvar lvarez ...................................................... ......... 122 Medio Oriente ................ ................................................................. .......... 128 El escenario convulso so d del Medio Oriente y Norte de África: respu espuestas y dinámicas frente al COV COVID-19 Por Rubén Paredes Rod Rodríguez ................................................. ......... 129 Pandemia y política ex externa en el Golfo. El caso de Emiratos atos Árabes Unidos Por Ornela Fabani ........ .............................................................. ......... 136 Política, economía y rreligión en tiempos de COVID-19: el caso de Turquía Por Luca Pace .............. ............................................................... ......... 140 Arabia Saudita: consecu secuencias y derivaciones de la pandemia Por Agustín Dip ........... ............................................................... ........ 147 El COVID-19 pone contr ontra las cuerdas al régimen iraní Por Verónica Deutsch ............................................................ ... ......... 152 La pandemia en un Estado Esta erosionado: el arribo del COVID-19 19 a Siria y las capacidades estatale tales para afrontarlo Por Nicolás Alesso ........ .............................................................. ......... 160 América Latina ............... ................................................................. .......... 169 Política internacional al latinoamericana, cambios de ciclo y agenda regional en la coyuntura tura de pandemia Por Eva Pignatta .......... ................................................................ ....... 170 AMLO ante la pandemi emia ¿una oportunidad perdida para el soft sof power mexicano? Por Guadalupe Dithurbi urbide ...................................................... ......... 178 El accionar de Argentin ntina en el escenario del Covid-19, ¿acción ión regional (des)concertada? osta ... 186 Por Juan Cruz Alegre, M. Florencia Marina y Agustina Vienna Acosta Bionotas de autores ................................................................ ....... .......... 194 2 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN INT INTRODUCCIÓN En diciembre de 2019 ell Co Consejo Directivo de la Facultad de Ciencia ncia Política y Relaciones Internacionale nales de la Universidad Nacional de Rosari sario (UNR) aprobó la creación dell Ce Centro de Investigaciones en Política y Economía E Internacional (CIPEI) y autorizó su radicación en el Instit nstituto de Investigaciones de dicha a Fa Facultad. La creación de este Ce Centro institucionaliza una tarea conju onjunta de investigación que, durante nte años, fue llevada adelante por docente ntes de las cátedras de Política Intern ternacional, Política Internacional Latinoame mericana y Economía Internacional al y que, en varias ocasiones, contó tó con la participación de otros estim stimados colegas tanto de nuestra Facultad tad como c de otras universidades. La a la labor investigativa se canalizó principalm ipalmente a través de proyectos financi anciados por la Secretaría de Ciencia y Tecno cnología de la UNR, la Agencia Nacion acional de Promoción Científica y Tecnológ ológica y el Consejo Nacional de Invest vestigaciones Científicas y Técnicas a lo que ue se suma la creación de Grupos de e Es Estudios coordinados por miembros dell CIP CIPEI. En las reuniones desarrolla rolladas a lo largo de 2019, destinadas a elaborar ela el plan de trabajo, el equipo ipo debatió sobre los temas que más le inquietaban. inqu En ese marco se destacó, acó, tal como se sostuvo en la fundamenta entación del proyecto de creación del Centro, que los últimos años fueron n m marco de múltiples transformaciones ones en la arena internacional, todas las cuales pusieron, y aún ponen, n, en evidencia la necesidad de profund fundizar las investigaciones en Relacion ciones Internacionales desde un abordaje com complejo y comprehensivo. Sin ánimo imo de presentar una lista cerrada, se advirtió advi que tales transformaciones s s se manifestaron de múltiples mane aneras: el referéndum que aprobó ó la salida del Reino Unido de la Unión Eur Europea, la elección de Donald Trump mp a la presidencia de Estados Unidos, ell av avance de partidos y movimientos nac nacionalistas en Europa, la disputa cada vez menos velada entre Estados Unido nidos y la República Popular China, la erosió osión de los indicadores macroeconómic ómicos en las economías desarrolladas y em emergentes –particularmente de las s co conglomeradas en el acrónimo BRICS–,, la caída consecuente de los precios cios de las materias primas y el estallido de p protestas sociales en diversas latitu titudes del globo: desde Hong Kong, pasa asando por Medio Oriente, hasta Ecu Ecuador, Chile, Bolivia y Colombia en n la región latinoamericana. Cada uno de estos fenómenos y procesos dan cuen cuenta de la emergencia y/o profundiza dización de crisis en las diversas áreas del contexto c mundial –política, económic ómica, y social–, poniendo en evidencia la a futilidad f u obsolescencia de parte e de las categorías tradicionales para abordar abo los procesos y fenómenos que se suceden actualmente en la esfera mundial. mun En este contexto, deviene cada vez más lejana o desafortunada la noció oción de un orden mundial liberal, ci cimentado sobre las bases del multilatera teralismo y configurado por Estados os U Unidos como actor hegemónico indiscu iscutido. Lo propio puede señalarse res respecto a la idea de globalización en tanto nto proceso inevitable e irreversible. Estos ajustes no dejan indemnes inde a la región y a la República Argen rgentina, en particular. En efecto, cad cada una de las modificaciones en las as diversas dimensiones del escenario rio iinternacional condiciona tanto la configur iguración de los respectivos modelos elos de desarrollo como así también n de sus 3 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN correspondientes estrategia egias de inserción internacional. Ante este e panorama pa signado por la incertidumb umbre, se impone necesario abordar investig estigaciones innovadoras y sistémicas s so sobre el escenario mundial contemporáneo neo. A partir de todo lo expuesto esto el CIPEI se planteó como finalidad desa esarrollar y promover investigaciones es s sobre temas de economía y política inter nternacional contemporánea con foco o en el siglo XXI. Dichas investigaciones se nutrirán fundamentalmente de teorí teorías de las relaciones internacionales, la economía e política internacional y los enfoques teórico-conceptuales sobre e seguridad se internacional y política exterior, ext con una perspectiva interdisciplina plinaria que permita el diálogo con otras disciplinas de las Ciencias Sociales. La pandemia de COVID-1 19 alteró los planes imaginados para a inicios in de 2020, los que incluían un una presentación “en sociedad” –presenci encial y en redes– y la puesta en n fu funcionamiento de nuestro plan de trabajo. trab Sin embargo, al igual que gra gran parte de la comunidad académica,, se decidió adaptar el plan de activid ividades a encuentros virtuales. En ese marco, ma los miembros del CIPEI interc tercambiamos opiniones sobre los impacto actos de la pandemia en diversas dim dimensiones de las relaciones internacional onales. Este debate no se organizó sobr sobre un eje temático específico ni sobre un proyecto p de investigación, sino qu que se valió de los análisis que los os distintos investigadores y auxiliares res de investigación realizaron en función del de vínculo del COVID-19 con su tema específico de pesquisa. A la vez, un n grupo g de miembros del CIPEI qu que se desempeñan simultáneamente ente como coordinadores de grupos os d de estudios o como Directores Adjuntos tos d de otros Institutos hicieron extens tensiva la invitación a los integrantes de dichos espacios para que se sumar maran a la discusión académica. A los efectos de que los resultados no quedasen sólo entre tre quienes participaron de los encuen uentros virtuales se decidió sistematizarlos rlos en este documento de trabajo.. Pa Para ello se organizó una tarea conjunta unta con la publicación “Perspectivas. as. Revista en Ciencias Sociales”. Así, bajo ajo el título “Relaciones Internacionale nales en tiempos de Pandemia” se avanza anzaron 23 reflexiones preliminares s en torno a las huellas de la pandemia sobre sobr temas tales como: el orden mun mundial; la economía internacional; cuesti estiones de agenda global como la coop cooperación y la seguridad y el paso de la pandemia pa por determinadas regiones nes o países en particular. La incertidumbre se cons constituyó en el principal símbolo dell momento m mientras que las consecuen cuencias del COVID-19 anticipan un futuro o complejo. co Reflexionar con sustento to y cautela sobre las secuelas de la pandem demia en la arena internacional es un d desafío para las Ciencias Sociales. En est este marco se inserta nuestro aporte orte que, aunque preliminar, intenta ir en esa dirección. Anabella bella Busso Directo ectora CIPEI 4 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN O ORDEN INTER TERNACIONAL AL 5 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Pandemia ia y orden internacional: nal: incertidumbr mbre entre lo viejo que ue no n quiere mor morir y lo nuevo que no term termina de nacer 1 Anabella lla Busso B Con la llegada de la pandem ndemia de COVID-19 un mundo distópico,, qu que hasta ese momento sólo había ía s sido recreado en la literatura o el cine, ine, parece haberse instalado como o pa parte de la atmósfera global. La incertidu tidumbre se constituyó en el signo de del momento. En este marco, pensarr el futuro, imaginar un horizonte, plan plantear los posibles escenarios del “Día desp después” se instituyeron no sólo como mo iinquietudes individuales, sino también n co como ejes del debate colectivo dent entro del variado y rico espacio de las Ciencias Sociales. Así, preguntas sobre cómo ómo afectará la pandemia la calidad de los s sistemas políticos; si transitamos os h hacia escenarios de mayor autoritarism rismo; si la economía global podrá re recuperarse y cómo se repartirán los s costos; co si tendremos más Estado;; si a asistimos o no a un proceso de des globa lobalización; si los mecanismos de go gobernanza global fallaron; si los cientí ientíficos se empoderaron como actore tores relevantes y protagónicos de la cooperación coop mundial; si la disputa Estad stados Unidos-China se profundizará; si el big bi data y la trazabilidad serán usados usad como un control permanente de n nuestros actos; si nacerá un orden den internacional diferente son, entre much uchos más, algunos de los interrogante antes. Al decir de García Linera era (2020) estamos en “tiempos de inest inestabilidad generalizada en la que los h horizontes compartidos se diluyen y nadie adie sabe si lo que viene mañana es lla repetición de lo de ahora, o un nuev uevo orden social más preocupado por el bienestar de las personas… o el abismo ismo.” En el fervor del momento nto surgieron un número considerable de e ensayos en y reflexiones muy interesant santes que, en líneas generales, tienden n a pensar futuros contrapuestos: algunos alg entienden que el escenario pos-pa pandemia mostrará un mañana totalm talmente nuevo (Natanson, 2020) otros, en cambio, argumentan que nada camb ambiará (Rodrik, 2020). Más allá del optimismo o o el escepticismo, enfrentamos un tiempo tie de vacilaciones y, por lo tanto, recurrir a narrativas determin rministas o predicciones inequívocas s so sobre el futuro es, a mi entender, un error rror o como mínimo un gran riesgo. o. A Así, con la precaución como guía, mii punto p de partida no ubica a la pande ndemia de COVID-19 como “la única gran n ca causa” de un “posible” cambio del el o orden internacional, sino como un hecho hec muy relevante en un proceso ceso de deterioro de las condiciones s políticas, p 1 Magister en Ciencias Soci Sociales. Profesora Titular en la UNR e Inve nvestigadora Independiente de CONIC NICET. Rosario, Argentina. Correo electrónico: ele anabella.busso@fcpolit.unr.ed r.edu.ar 6 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN económicas y sociales gene generadas por el orden internacional que comenzó com a gestarse en los años ochen henta y se profundizó en la Posguerra Fría. Desde los tiempos de Rea Reagan y Thatcher con su propuesta de e un u orden basado en la articulación ión d de neoliberalismo económico y conserva ervadurismo político enmarcado por la g globalización, se fue consolidando un modelo mo de capitalismo financiero que no sólo acentuó la concentración de la riqueza, avanzó desmesuradamente ente sobre la naturaleza, fomentó el individu idualismo y la meritocracia por sobre re lo los proyectos colectivos, sino que tambié bién afectó la calidad de nuestras dem democracias. Las consecuencias de este proceso proc son muchas y pueden relevars varse desde mediados de los noventa, pero el año 2019 mostró a lo largo de lla geografía mundial una significativa can cantidad de reclamos encarnados por distintas sociedades nacionales que e invocaron in tanto la necesidad de modificaciones mod en las políticas públicas nacionales– nac incluida la salud pública– – como una oposición a las dinámicas s políticas po y económicas globales impue puestas por el neoliberalismo. Si bien este te e escenario no borró las grietas al inter nterior de las sociedades encarnadas en ell cli clivaje pro y anti sistema, su nota dist distintiva fue el hartazgo de la sociedad civil frente a las élites políticas alejadas adas de los problemas del ciudadano de e a pie. La actual pandemia puso sob sobre la mesa varias de las consecuencia ncias de la globalización neoliberal – –entre ellos los costos humanos deveni venidos del achicamiento del Estado tado y los recortes en salud públi ública– y, simultáneamente, le imprim primió a este momento las características s propias pr de un hecho epidemiológico co c capaz de generar un gran número de muertes mu y ante el cual el único inst instrumento de defensa, hasta el momento ento, es el aislamiento y el distanciam iamiento social. En consecuencia, la base e sobre so la cual es posible identificar a los s he hechos del presente como un potenci encial punto de inflexión en la evolución n del de orden internacional es la existenc tencia conjunta de un escenario previo muy uy c complejo y las peculiaridades médic édicas y psicológicas del COVID-19. Este te punto p de partida comporta también ién aceptar que conceptos y clivajes utilizad lizados para explicar los problemas de la globalización neoliberal aún son útil útiles para analizar el futuro, más ás allá del surgimiento de otros destin estinados a comprender los aspectos sd desconocidos que conlleva la pandemia a y distintas amenazas globales como o lla ambiental. En breve, tener en cuenta enta hechos previos al COVID-19y su u ex expansión a nivel global amplía la base con conceptual y empírica del análisis y m muestra cuán difícil es analizar un posible ible cambio de orden en un contexto xto donde lo viejo no quiere morir y lo o nuevo nu no termina de nacer. Conceptos para abordar dar el análisis Las cuestiones vinculada ladas al orden internacional u orden n mundial, m dependiendo de los autores tores2, son una preocupación permanente e del de campo disciplinar de las Relacione iones Internacionales. En palabras de John n Ikenberry Ik (2001, p. 22), “el problem lema central de las Relaciones Internacional onales es el problema del orden”. 2 Entre los autores que menci encionaré más abajo, Bull diferencia entre orden rden mundial y orden internacional y Sorens rensen usa el concepto orden mundial. 7 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN En este marco, autores es como Bull (1977) que dieron forma a inicial i al concepto se preocuparon ron por la anarquía predominante en la sociedad internacional y por la búsq búsqueda de mecanismos que ordenen los vínculos entre los estados. Desde de su s perspectiva, las bases del orden inter nternacional se asientan en un conjunt junto de objetivos que son comunes a tod todo grupo social: limitación de la vio violencia, respeto de los acuerdos y respe speto de la propiedad. En consonancia ncia con esta idea Bull argumenta que e un u orden internacional está conforma ormado por un conjunto de reglas y expecta ectativas en torno a los cuales actúa úa una u sociedad de estados. En palabras s de d Barbé (2004, p.6) para Bull, “la pervivencia de la propia sociedad de estados, est la independencia de los estad stados individuales que la componen y la a paz pa serían los objetivos básicos del el o orden internacional, entendido como modelo mo de regularidad de la vida socia ocial.” Con el transcurrir de los años, y muy especialmente para la etapa eta que deseo analizar, en este ens ensayo, cabe la pregunta sobre cuál es el rol ro de los actores no gubernamentale ntales en la conformación del orden mundia ndial. Georg Sorensen (como se citó ó en Barbé 2004, p. 7), entiende que ell de debate en torno al orden debe basar asarse en los estados, porque estos constitu stituyen las entidades básicas del sistem istema internacional y sean cuales sean los derechos d y deberes de los individuo iduos, éstos se ejercen básicamente a travé avés de los estados de los cuales son ciudadanos. En este sentido, este e a autor no desecha el rol de actor ctores no estatales, como los empresar esarios, los movimientos sociales u O ONG, en tanto los considera ciudadanos anos de un Estado. Simultáneamente nte, argumenta que las cuestiones ligadas liga al bienestar de los individuos duos se encuentran cada vez más presente entes en la agenda de los estados,, lo los cuales no limitan sus relaciones a un una visión estrecha de los intercambio mbios interestatales sino que en las mismas as abordan temas como bienestar, seg seguridad, libertad o justicia, que son propi ropios de la humanidad en sentido amp amplio. En este marco Sorensen n (c (como se citó en Barbé 2004, p.8) define ine al orden mundial como “acuerdos s d de gobierno entre estados que hacen fren frente a las demandas de orden en áre áreas de máximo interés humano” y, de e acuerdo ac a Barbé (2004) su concepto epto permite transferir al ámbito internaci nacional un hecho propio de nuestro o tie tiempo como es la transformación y amplia pliación de las funciones del Estado, do, que se traducen en el contexto interna rnacional a través de la agenda global. bal. Esta se conforma con un conjunto de e tem temas que la mayoría de los líderes s e entienden como cuestiones que generan an impactos i sobre la humanidad y que precisan de una solución global, tales es como: c el cambio climático, las ha hambrunas, la delincuencia transnaciona ional o las pandemias (Barbé, 2003). 3). Desde una valoración perso ersonal, pero apoyada en literatura especiali cializada de Relaciones Internacionales ales y especialmente la proveniente de la EPI (Economía Política Internac rnacional), acuerdo con que el rol del Estad stado sigue siendo central para la con conformación de un orden internacional, al, pero su capacidad y muy especial cialmente la voluntad de los líderes polític líticos para atender las cuestiones que generan gran impacto sobre la huma umanidad e implican tensiones con act actores no gubernamentales –tal el caso o de del sector financiero internacional– se ha visto deteriorada en las últimas as d décadas. Quizás la expresión más ás acabada al respecto fue la de Susan an Strange (1996), cuando se refirió ió al “Estado hueco”. 8 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Contextualización histór stórica de los procesos de cambio de orden orde Después de esta breve pre presentación conceptual considero necesar esario hacer una conexión con la exper xperiencia histórica. En el campo de las Re Relaciones Internacionales la conform ormación de un nuevo orden internacional nal siempre estuvo asociada a un acon acontecimiento previo de alto impacto (por por ejemplo una guerra), pero en real realidad lo que conduce a la conformación ión de otro orden es un proceso donde onde se catalizan tensiones de distinto tipo ipo y donde aparece una secuencia de acontecimientos previos (ellos también ién de gran envergadura), pero que no alcanzan a constituirse en “el punto de inflexión” in que dé origen a lo nuevo. vo. A modo de ejemplo para transitar desde sde la crisis del orden de Balance de P Poder al orden bipolar de Guerra Fría ía e el mundo asistió a múltiples escenar narios complejos y crueles: las guerras lim limitadas – generalmente en los Ba Balcanes entre 1871 y 1914–; las s tensiones te nacionalistas y armamen entistas de preguerra conocidas como o “la paz armada”; la Primera Guerr uerra Mundial; la pandemia de gripe español añola desde 1918 a 19203; el período o en entre guerras que incluyó la crisis del 30, 0, el e fin del 3 En estos momentos de pand andemia la mención a la Gripe Española como mo indicador para el análisis en las Relacio laciones Internacionales se ha vuelto común.. Si bien me amparo en que no soy histo istoriadora, debo reconocer con humildad que ue nunca la había visto mencionada entre ntre las causas de cambio de orden internacio acional en la literatura de la disciplina. Por ello revisé alguna información general y,, además ad de los datos sobre su letalidad d (a (aproximadamente 50 millones de muertos,, est esto es casi 5 veces más que las bajas jas e en la Primera Guerra) encontré información ción que me pareció útil resaltar para nu nuestro campo disciplinar. Esta pandemia se inició en centros de instrucción militar itar en Estados Unidos en 1918, pero hay anteced ecedentes de 1917. A pesar de su letalidad idad el presidente Wilson no evitó el traslado de soldados al escenario europeo porque ue e era un signo de debilidad para un país que e acababa ac de ingresar a la guerra. La mis misma reacción tuvieron los Aliados europeos. os. Además, ambos ocultaron información ión (valga la ironía: aunque el enemigo era Alemania, Alem es bueno saber que esta práctica ctica también ocurrió mucho antes que China disputara dis la hegemonía mundial). Como o E España fue neutral en la guerra pero la pandemia pan se extendió también en ese país país, hizo público los informes sobre la situació ación y, por ello, fue premiada con el nom nombre de la pandemia (gripe española) aunque que el origen de la misma no se localiza lizase en su territorio. Este tipo de gripe, la primera pandemia causada por el virus viru A del subtipo H1N1, afectó más a los hombr mbres que a las mujeres (se sostiene que la debilidad y el estrés de las trincheras y del d campo de batalla favorecieron esta sta tendencia) y esto implicó un incremento o notorio no del campo laboral de las mujeres eres e, inclusive, un aumento de sus salarios, s, aunque a se destacó su convocatoria par para desempeñarse como enfermeras (datos tos para los estudios de género). La gestió estión de los gobiernos frente a la pandemia tam también fue muy criticada, especialmente nte en el marco de la relación metrópolis-colonia lonia. El caso más destacado fue el de la In India donde se estima que las víctimas mortale rtales fueron entre 13 y 18 millones y el virus afectó más a los indios que a los s residentes re británicos. Las estadísticas s m muestran que la tasa de mortalidad en las s castas ca más bajas alcanzó los 61,6 porr cada ca 1.000 personas, mientras que entre los europeos fue de menos de 9 por ca cada 1.000. Así, los sectores nacionalista listas indios alimentaron la percepción de que los gobernantes británicos no habían ma manejado la crisis de forma adecuada a (datos (d para evaluar la gestión de los gobie obiernos, las posturas contra el colonialis ialismo y, desde una perspectiva comparativa ativa con la afectación del coronavirus s a las poblaciones más pobres en general, ral, y a los 9 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN patrón oro, los nacionalism alismos (fascismo, nacional socialismo y militarismo mil japonés), la consolidación ión d del escenario comunista, la guerra civil il española; es el fracaso de la Sociedad ad d de Naciones para mantener la paz y la S Segunda Guerra Mundial; hecho que que, finalmente, dio lugar al nacimiento o del de orden bipolar de Guerra Fría. Si bien a partir de ese mo momento las reglas y expectativas en torn torno a las cuales se organizaron n llas relaciones entre los estados fueron fu la confrontación ideológica a es este-oeste y las zonas de influencia, tam también es verdad que este proceso ceso generó cambios que empoderaron n p patrones occidentales. Así, Estados os U Unidos accedió a la condición de superpo erpotencia y lideró la generación de bien bienes comunes globales (políticos, económi ómicos y de seguridad). Tuvo una parti articipación cercana al 70% de PBI mundia dial, buena parte de la economía mía mundial se organizó bajo los s criterios institucionalizados en Brett Bretton Woods y consolidó el modelo de e Es Estado de Bienestar lo que dio luga lugar a los “treinta gloriosos” o “Edad de Oro del capitalismo” donde se artic articuló un modelo de capitalismo productiv ctivo con la democracia de masas, lo q que permitió el ascenso de las clases s me medias en los países centrales. Vale le recordar r que a la periferia occidental, los “treinta gloriosos” no llegaron de e manera m intensiva ni pareja, pero algunas as gotas g de desarrollismo salpicaron n a América A Latina y Argentina se refrescó ó en ellas. En conexión con lo que acontece ac en nuestros días, la descripción ión anterior muestra que a pesar de los detalles e impactos de la gripe e e española mencionados en la nota ta n número3, esta no fue la causa que e ge generó el cambio de orden. Es igualmente oportuno o re revisar históricamente los cambios de ord orden más cercanos en el tiempo. A p pesar de la afirmación certera de Gaddis ddis (1992) sobre que el orden de Gue Guerra Fría había sido ‘injusto pero estable’ ble’ lo cierto es que el mismo también bién dio lugar a un proceso de tensiones nes que lo conduciría a su fin. Entre tre dichas d tensiones subrayo: las limitacione iones de los modelos de Contención,, la crisis Sino-Soviética, la aparición de e demanda d políticas y económicas del Tercer Mundo, las dificultades de la Diste Distensión a finales de los 70, la incapac apacidad creciente de los organismos interna ernacionales como la ONU para liberars rarse de las presiones este-oeste, la aparició rición de la propuesta de Nueva Gue Guerra Fría de Reagan sobre la que se cimentó afroamericanos y latinos en el caso particular de EE.UU). Algunos os aspectos alentadores: el daño causad sado por la pandemia estimuló el avance de la salud pública, que fue impulsada a co como el desarrollo de la medicina social. Much uchos países crearon o renovaron ministeri sterios de salud en la década de 1920; con la creación cre de la Sociedad de Naciones, se c constituyó una rama destinada a la salud en rrespuesta directa a la gripe. Ese organis anismo se puede considerar el antecedente inmediato inme de la actual Organización Mundi undial de la Salud (OMS); la pandemia de viru virus A tipo H1N1, generó un proceso de inmunidad ante el mismo. Por ello, en 2009 cuando apareció el virus (H1N1)pdm dm09, que difería considerablemente de los s vir virus H1N1 que ya circulaban al momen mento de la pandemia, pocas personas jóvene venes tenían algún grado de inmunidad ad a ante el mismo, pero alrededor de un tercio terci de las personas mayores de 60 años año tenía anticuerpos contra este virus, proba obablemente debido a una exposición a un virus H1N1 en algún momento previo en sus s vidas (Organización Mundial de la Salud, 2018; Duarte, 2020; 100 años de la gripe española, 2018; Badía, 2018; 18; Historiadores analizan, 2020). 10 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN políticamente el cambio de ordenen simultáneo con la aplicación de políticas estratégico-militares que ue lograron acotar el poder soviético de manera contundente (Iniciativa a de d Defensa Estratégica). Todos estos tos hechos precedieron al momento o qu que George Kennan nos había anticipado do en 1947 cuando en su obra “Las as ffuentes de la conducta soviética” señaló ñaló que el sistema comunista llegaría aría a su fin por causa de orden doméstico, o, entre e las que se destacaba el paso de la conducción del país a manos nos de una generación de líderes pos revolucionarios que tuvieran otras visiones vis e experiencias históricas. Di Dicha caída se daría por deterioro o implos plosión. Así aconteció: llegó Gorbacho achov y después de un período de cam cambios y popularidad internacional al se s fue incrementando un escenario de e crisis cr que incluyó la pérdida de autor utoridad de Moscú en su zona de influencia, cia, la caída del muro de Berlín y la im implosión de la URSS. Fue entonces que que, sin la bipolaridad y con las propu ropuestas de Reagan y Thatcher de conserva ervadurismo y neoliberalismo, se abrió rió e el camino a la Posguerra Fría. Nuevamente en vinculaci lación con los hechos del presente,, en entre las pandemias más notorias s du durante la Guerra Fría, sólo la de SIDA iniciada inic en 1981 tuvo impactos globale bales en el área científica y política, pero no alcanzó a constituirse en causa del cambio de orden. Posguerra Fría y más allá… allá En el escenario de Posguerr uerra Fría también se pueden identificar una serie de tensiones muy relevantes ntes que se cristalizaron con anteriorida ridad a la pandemia de COVID-19 9 y se convirtieron en demandas de cambio. cam Sin embargo, a diferencia de llas etapas anteriores, asistimos de man anera más evidente a una interrelació ación creciente entre las situaciones domésti ésticas y su proyección a nivel internac nacional, característica que no sólo impacta cta sobre la conformación del orden,, sin sino también sobre las futuras tensiones s al interior del mismo. En consecuenci encia, las dificultades económicas, políticas, as, sociales y de seguridad que enfr enfrentan las sociedades nacionales tend tendieron a convertirse en temas de e ag agenda global. Un repaso de los grandes es acontecimientos que desafiaron la vigenc gencia de la Posguerra Fría, así como mo también de los vínculos del neoliberalis ralismo con distintas corrientes política líticas y sus consecuencias sobre la econom nomía y la democracia abre el camino ino para el análisis del presente. Durante su devenir el orde orden de Posguerra Fría afrontó acontecimie imientos de alcance global que fuero ueron percibidos como puntos de inflexi flexión que cambiarían el rumbo. En n pr primer lugar, los ataques terroristas de septiembre sep de 2001 se globalizaron n po porque Washington, como respuesta, planteó plan una nueva “pax americana”” impulsada im por propuestas neoconservador doras. Esta involucraba la idea de la p primacía a través del uso de la fuerza y, por ello, “la guerra contra el terror” ror” se diseñó en términos binarios (el bien en c contra el mal), se modificaron las s a alianzas internacionales y se militarizó ó la política exterior. Fue por entonces nces cuando, como nota distintiva, apareci recieron los primeros reclamos desde de el e Norte para un retorno del Estado, en n e este caso el Estado gendarme. A pe pesar del reclamo por más Estado y de ciertas rigideces iniciales del go gobierno de Bush con Wall Street, finalmente fin conservadurismo y neolibe liberalismo volvieron a estar juntos como o en épocas de Reagan y el ritmo de cam cambio se ralentizó. 11 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN El segundo hecho fue la crisis financiera de 2008. Esta selló ló c cualquier posibilidad electoral para ra lo los republicanos y contribuyó al triunfo o de Barack Obama. No hay duda sobre obre el impacto global de esta crisis. Después pués de una cadena de estallidos financ ancieros entre 1995 y 2001 acontecidas en distintas d periferias el problema tamb ambién llegó a los estados centrales. Nuevam vamente se planteó la necesidad de e la vuelta del Estado. En este caso como o re regulador de la economía y como uno un de los actores que, en forma conjunta nta con sus pares, debía fomentar la co cooperación y la coordinación internaciona ional. Ahí se inscribe el G-20 y su obje objetivo de buscar una regulación consensu ensuada del sistema financiero transnac snacional. En resumen, ambos escen scenarios quedaron a mitad de camino com como causa para un cambio de orden rden. Ambos reclamaron el retorno dell Estado Es en diferentes versiones. Sii bie bien estos reclamos se diluyeron y el neolibe oliberalismo con sus diversas conexion xiones políticas sobrevivió, los dos hechos os pusieron p sobre la mesa las inconsiste sistencias del orden vigente. A riesgo de ser repetitiv titiva, como ya anticipé más arriba, desde des una perspectiva económica, la g globalización neoliberal se consolidó a lo largo de los últimos cuarenta años ños en forma paralela al traspaso del capitalismo cap productivo al capitalismo o fin financiero generando ganadores (sectorr financiero, fin empresas de software,, comercio com electrónico, Hollywood, entre otros) otr que concentraron una gran cant cantidad de riqueza y perdedores (todos los sectores ligados a la producción más má tradicional) que no sólo ganaron mucho ucho menos o no ganaron, sino que los trabajadores ligados a esas mod modalidades productivas conocieron el desempleo y la pobreza. Las referencia ncias al 1% más rico fueron cada vez más cotidianas y si bien muchos señal ñalaron los peligros que significaba la exclusión del 99% (en sentido simbólico) lico) la idea de ese nivel de concentra ntración de riqueza se naturalizó a través vés de una narrativa triunfante de los m medios de comunicación y de las élites s políticas po y económicas. Así, la influ influencia cultural neoliberal sobre los os sectores desposeídos y las clases s medias me fue exitosa y desmovilizante durant rante varios años. No obstante, de manera ra le lenta aunque persistente el descontento nto políticosocial fue surgiendo. Consecuentemente, Con la relación entre globa lobalización financiera y democracia ia s se tensó a los largo de los años, afect fectando la calidad de esta última. a. D De ahí que el descontento de las sociedades soc nacionales con sus gobier biernos se manifestó de distintas maneras ras a nivel global. Un primer grupo, o, e eligió las alternativas de derecha apoyand yando todas sus variedades: populismos mos de derecha (elección de Trump, apoyo yo a al Brexit, algunos gobiernos en Euro Europa oriental); derecha alternativa (Bolso olsonaro) y nuevas derechas (Macri, ri, Piñera). Otros sectores sociales comen menzaron a admirar los resultados de gestión de las llamadas autocracias capitalistas cap (China, Rusia). Empero,, pa para 2019, como ya lo adelanté en la intro ntroducción, todos los oficialismos, espe especialmente los de derecha, pero también bién los de centro enfrentaron la mult multiplicación de manifestaciones contra los efectos negativos del neoliberalism alismo. Si bien las grietas a favor y en contra co del neoliberalismo no se sup superaron, fue entonces que se consolida olidaron las críticas a las élites políticas polít en distintas partes del planeta eta y muy 12 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN especialmente en Latinoa inoamérica. Las sociedades nacionales saltaron salt al centro de la escena como os sujetos del cambio4. Para Nancy Fraser (2017), 17), la elección de Trump fue una más de e una u serie de insubordinaciones políti olíticas espectaculares que, en conjunto,, ap apuntan a un colapso de la hegem gemonía neoliberal. Entre esas insubordin rdinaciones, incluye el voto del Brexit xit e en el Reino Unido, el rechazo de las reformas refo de Renzi en Italia, la camp ampaña de Bernie Sanders para la nominación nom Demócrata en los Estados dos Unidos en 2015 y el apoyo creciente e cosechado co por el Frente Nacional en n Fr Francia. La autora argumenta que: (…) aun cuando difie ieren en ideología y objetivos, esos motine otines electorales compar parten un blanco común: rechazan n la globalización gran gran-empresarial, el neoliberalismo y al establishment político polí que los ha promovido. En todos s lo los casos, los votantes tes dicen “¡No!” a la letal combinación n de d austeridad, libre com comercio, deuda predatoria y trabajo precar ecario y mal pagado que e re resulta característica del actual capitalism lismo financiarizado. Sus votos son una respuesta a la crisis cris estructural de esta sta fforma de capitalismo, crisis que saltó ó po por primera vez a la vista vis de todos con la casi fusión del orden orde financiero global en 2 2008 (Fraser, 2017, párr. 1). De manera similar, Pablo lo T Tuzón (2020)5 sostiene que la elección n de Trump en 2016 es una muestra ra d de la crisis de las democracias occidentale tales. Estas transitaron por situaciones nes de grieta, atomización y rupturas del el consenso c político. Trump aparece e como co una crítica a eso, pero en realida alidad es la última versión de la crisis sis d del neoliberalismo de los últimos 40 años. os. 4 En nuestra región algunos os ejemplos de protestas contra los efectos s del de modelo neoliberal se dieron en Chile Chile, Colombia, Ecuador y Haití. A esto se e suman su los cambios en las preferencias cias sociales por propuestas críticas al neolib eoliberalismo manifestados a través de la v vía electoral como en el caso de Argentina na ((antes de 2019 ese mismo cambio se había dado en México). En otras partes s del de mundo aparecieron fenómenos como omo Los Chalecos Amarillos en Francia oponié oniéndose al aumento del combustible e y, posteriormente, el paro general en cont contra de la reforma del sistema jubilator latorio propuesta por Macron; las manifestacion ciones en el Líbano iniciadas por la decisi ecisión del gobierno de imponer un impuesto to al a uso del WhatsApp que, a pesar de e haber h quedado sin efecto, no logró frenar las protestas que acabaron convirtiéndose ose en un reclamo generalizado contra el mal al m manejo de la crisis, el costo de vida vid y la falta de empleo y de oportu ortunidades; las manifestaciones en Hong ong Kong que comenzaron por exigir la retirada reti del proyecto de ley de extradició ición a China presentado por el gobierno de Carrie Ca Lam, pero tras conseguir su objet bjetivo continuaron demandando democracia a para pa la ex colonia británica. Finalmente, nte, cuando en el texto menciono la perdurabilid bilidad de las grietas a nivel de las sociedad edades nacionales entiendo que los casos de Venezuela Ven y Bolivia fueron, aunque no los únicos, dos ejemplos claros en 2019. En el pr primero no se logró ningún tipo de acue acuerdos ni avances entre Maduro y la oposició sición, en el segundo la grieta encontró ó su máxima expresión en la destitución de Morales. Mor Sin embargo, pensar que las grietas son sólo una propiedad de lo los países latinoamericanos es un error: rror: Estados Unidos ha transitado en estos últim últimos años por esa experiencia. 5 Las ideas de Pablo Tuzón ón las l tomé de su exposición en el Webinarr “E “El Estado después de la Pandemia” orga organizado por la Usina de Ideas el 22 de abril il del de 2020. 13 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN ¿Cómo explicar este proc roceso de larga duración del neoliberalism lismo y su afectación a las democr ocracias occidentales desde el punto o de d vista conceptual y político? De e ac acuerdo a Fraser (2019) una de las razone ones es que “el neoliberalismo no es s un una cosmovisión total (…), sino que se trata trat de un proyecto político-económic mico que puede articularse con varios s proyectos pr 6 diferentes y hasta anta antagónicos de reconocimiento , incluid cluidos los progresistas.”(p. 71). En este contexto la autora aporta el conc oncepto de “neoliberalismo progresista ista” para describir cómo se aceleró el dete deterioro de las clases trabajadoras, as, las minorías y otros sectores cuando cua el neoliberalismo se unió al progresismo en épocas de la admini ministración Clinton. Después de la experiencia cia ttradicional de asociación entre conservadu vadurismo y neoliberalismo, durante e la las últimas décadas en Estados Unidos idos se fue consolidando la alianza a en entre neoliberalismo y progresismo, la c cual fue ratificada por el triunfo ele electoral de Bill Clinton en 1992.En palabr labras de la autora Clinton fue el princ rincipal ingeniero y portaestandarte de e los lo ‘Nuevos Demócrata ratas’, el equivalente estadounidense del d ‘Nuevo Laborismo’ o’ de Tony Blair. En vez de la coalición del New Ne Deal entre obreros os iindustriales sindicalizados, afroamericano canos y clases medias urb urbanas, Clinton forjó una nueva alianza za d de empresarios, suburb burbanitas, nuevos movimientos sociales les y juventud: todos os proclamando orgullosos su bona bon fides moderna y pr progresista, amante de la diversidad, d, el multiculturalismo y los lo derechos de las mujeres. Aun cuando do la administración Clint linton hizo suyas esas ideas progresista istas, cortejó a Wall Stree treet. Pasando el mando de la economía ía a Goldman Sachs,, desreguló de el sistema bancario y negoc goció tratados de lib libre comercio que aceleraron la desindustrialización ión (Fraser, 2017, párr. 4). Emir Sader (2009) opina na e en la misma dirección. El autor reconoce oce que los actores fundacionales de e la hegemonía neoliberal fueron Reagan y Thatcher, T pero argumenta que lo más má notorio de este proceso de consolida lidación del dominio neoliberal es s q que se produce en los noventa bajo b las administraciones Clinton n y Blair quienes, en el marco discursivo sivo “de la tercera vía” que caracterizó rizó a la socialdemocracia de la época, aplica plicaron una versión más light del mode odelo, pero habilitaron el afianzamiento de u un nuevo bloque de poder constitu stituido por los sectores financieros, los grandes sectores agro exportadore ores – especialmente los ligados a la soja– soja y los medios de comunicació ación privados. En este marco, la mayoría socialdemócrata se convert vertía en portavoz de la globalización. Volviendo a Fraser (2017) 17) su descripción del neoliberalismo progre ogresista en Estados Unidos no sólo lo rrefiere al mecanismo de articulación, n, sino s que 6 La autora trabaja dos concep ceptos centrales. Uno refiere al aspecto redistrib tributivo que indica cómo la sociedad deber ebería asignar los bienes divisibles, en especial al el e ingreso. El aspecto del reconocimiento ento expresa cómo la sociedad debería atribuir ir e el respeto y la estima, que son las mar marcas morales de la partencia y la integración ción (Fraser, 2019, 25) 14 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN identifica a los actores que participaron y ganaron de esta asociació iación. Para ella es Una alianza de las la corrientes principales de los nuevo uevos movimientos sociales so (feminismo, antirracism ismo, multiculturalismo y derechos de los LGBTQ), por un lado, o, y, por el otro, sectores tores de negocios de gama alta ‘simbólica’ ica’ y sectores de servicios icios (Wall Street, Silicon Valley y Hollywood ood). En esta alianza, a, llas fuerzas progresistas se han unido unid efectivamente con on las fuerzas del capitalismo cognitiv itivo, especialmente la fina financiarización. Aunque maldita sea la grac gracia, lo cierto es que las p primeras prestan su carisma a este último ltimo. Ideales como la div diversidad y el ‘empoderamiento’ que, e, en e principio podrían se servir a diferentes propósitos, ahora da dan lustre a políticas s q que han resultado devastadoras para ra la industria manufactur cturera y para las vidas de lo que otrora era la clase media (Fraser, ser, 2017, párr.3). En breve, después de un n pe período inicial de optimismo a comienzos os d de los 90 cuando las élites económic ómicas y políticas pensaron, siguiendo a Fukuyama Fu (1989), que la historia hab había finalizado, y que el triunfo del neoliber iberalismo y su articulación con la democracia dem formal liberal estaba garantiza ntizada, los datos comenzaron a mostra ostrar lo contrario. El orden de Posguerra Fría no era tan estable ni desde el pun punto de vista de la seguridad, ni tampoco co d desde el punto de vista de sus s fu fundamentos centrales en cuanto a economía econ y política. Los datos de creciente concentración de la a riqueza, desindustrialización, pobrez breza y alejamiento de las élites de los proble roblemas de la gente fueron palpables. les. Sin embargo, la notable influencia cultural cult del bloque de poder dominant nante y su capacidad de generar condicion cionalidades sobre los estados naciona ionales generaron la idea de que ese era ra el único camino posible. El año o 20 2019 mostró que ese supuesto comenzab nzaba a ser discutido por varias socieda iedades nacionales. En cuanto al rol de las s pa pandemias durante los años de Posguerra erra Fría, y especialmente en el siglo glo XXI, varios virus han puesto en jaque ue la salud mundial. Entre ellos, se des destacan el SARS o Síndrome de Respiració ación Aguda, que entre 2002 y 2003 ma mató a cerca de 800 personas en Asia;; la gripe AH1N1 que cobró 18.000 vid vidas en el 2009; el mortal brote del ébola ola e en África, y los virus transmitidos os por mosquito como el dengue, ell zika zik y el chikunguña en Latinoaméri érica. La propagación mundiall de del coronavirus SARS-CoV-2 y los niveles les ttanto de aislamiento como de crisis isis económica producidos por la pandemia ia v volvieron a poner sobre la mesa los análisis sobre el incremento de la zoonosis. zoo El informe World Livestock ck 2 2013 Changing disease landscapes de la FAO (2013) aporta un dato clav clave: un 70% de las nuevas enfermedades des que han surgido en los seres human manos en las últimas décadas son de origen igen animal. Este porcentaje pone de e manifiesto m hasta qué punto la salud huma umana está estrechamente relacionada ada con la ganadería y la salud de los anim nimales. En este mismo documento nto se hace referencia a otros factor ctores que contribuyeron a la extensió ensión de este tipo de enfermedades en los últimos años, siendo algunos de ellos la pobreza, los sistemas de salud salu y las infraestructuras sanitarias ias deficientes en algunos territorios, los viajes via y el comercio internacional, el c cambio climático y la creciente presión ón sobre s los 15 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN ecosistemas. Entiendo,, a los fines de este análisis, que la descripción des anterior sustenta dos relac elaciones: una de ellas es que el neoliberal eralismo ha avanzado desmesuradamen mente sobre la naturaleza favoreciendo la zoonosis, z la segunda que el avance nce sobre la naturaleza acelera la crisis s ambiental am dejándonos a las puertas s de la próxima gran crisis global. Un dato adicional lo con constituye la información previa sobre el posible estallido de esta pandemi emia, u otra similar, y la resistencia de e las la élites económicas neoliberales s ffrente a las advertencias del mundo o po político y científico en torno a la nec necesidad de prepararnos para este escena enario. Una revisión de discursos y do documentos públicos así lo demuestra. George Ge W. Bush se refirió al tema en 2005 y Obama en 20147; en 2007 un estudio científico aclaraba que e lo los coronavirus pueden sufrir recombin mbinaciones genéticas que llevan a nu nuevos brotes y que los grandes reservo ervorios de murciélagos junto a la tra tradición cultural de comer mamíferos exó exóticos en China era una bomba de ti tiempo (Cheng, Lau, Woo, Yuen, 2007, 7, p p. 660) y un informe del Nationall In Intelligence Council de diciembre de 2004 04 titulado Mapping the global future ture 2020 adelanta que el proceso de globa lobalización podría ser detenido porr una un pandemia, que sólo es una cuestión n de tiempo para que la misma aparezc rezca, que podría ser similar a la gripe espa española de 1918, que afectaría más ás a las grandes urbes, que paralizaría el comercio c internacional y los viajes es g globales y que la cantidad de muertos s obligaría ob a los gobiernos a invertir ir grandes gr sumas de dinero en la salud pública. pú Si como afirma el dicho popu opular: “para muestra, un botón” entiendo ndo que los cuatro botones de ejemplo plo no dejan duda que la pandemia del COVI OVID-19 no es un cisne negro. A modo de cierre: opinio iniones, punteo de temas y dudas ¿Qué podemos esperar entonces ent sobre la evolución del orden intern ternacional? Como ya mencioné en n lo los puntos anteriores lo acontecido antes ante de la pandemia mostró signos s cla claros de disconformidad y reclamos de cambio cam por parte de las sociedades s na nacionales ante las políticas aplicadas en e el marco del neoliberalismo y su art articulación tanto con sectores conservadore dores como progresistas. El orden inter internacional estaba en aprietos desde hacía acía tiempo. Los efectos de la pandemia emia tales como el número de víctimas, la recesión económica, el incremento nto de la pobreza y el desempleo, potencia enciaron los aspectos negativos preexis existentes. En este marco, es muy probable able que los gobiernos de distintos sign signos políticos sean evaluados por sus vota votantes en función de los resultados s al alcanzados en la gestión de la crisis. Sin pretender ser pesimist mista entiendo que, lamentablemente, las s te tensiones no desaparecerán. Globali balizadores y globalizados seguirán disputa putando. Es probable que los primero eros, superado el período de pico de muertes mu y contagios, intenten restabl tablecer varias pautas de la globalización n neoliberal ne preexistente, tal como lo hicieron h en las otras instancias donde el orden o de Posguerra Fría fue desafia safiado. La actitud pro apertura y anti aislamiento aisl asumida por economistas tas o ortodoxos y políticos de derecha demues uestra que 7 Los discursos de los presiden identes Bush y Obama pueden verse respectivam tivamente en los siguientes links: ks: https://www.youtube.com/watch?v=spcj6 pcj6KUr4aA, https://www.youtube.com/wa /watch?v=GFQTYlRTJlE 16 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN esa continuará siendo su posición. Por otra parte, los globa lobalizados, especialmente los más s da dañados, continuarán reclamando en tanto tan ellos sufrirán en mayor medida ida los efectos epidemiológicos en el presen esente y los efectos económicos en el mediano m y largo plazo. Un hecho a observar es s si superada la pandemia las sociedades nacionales na volverán a actuar como su sujetos de cambio a través de sus manifes ifestaciones y reclamos por menos neo neoliberalismo y mejor democracia. En este ste sentido, es importante recordarr q que los reclamos de 2019 estaban dirigidos diri al conjunto de las élites polí políticas y si bien se destacaban las crítica ríticas a las derechas, los partidos de centro izquierda no quedaron exentos. os. Por otra parte, si bien existe una na crisis de legitimidad del neoliberalismo, mo, lo que implica debilitamiento de la dimensión de consenso de la hegemonía heg capitalista, también es verdad ve que las propuestas más progresis esistas que plantean el fin del capitalism alismo y su reemplazo por formas totalmente ente nuevas que abarquen una agend enda del decrecimiento económico (degr egrowth) y modificación de las pautas tas de consumo, son deseables, pero poco o pl plausibles en su aplicación integral. al. S Sin embargo, es importante subrayarr qu que en el marco de la pandemia algu algunos ítems de esta agenda han sido puesto estos sobre la mesa8. Es en este contexto donde nde la afirmación de Gramsci en 1930 es s pertinente pe para sintetizar el momento ento: “Lo viejo está muriendo y lo nuevo o n no puede nacer; en este interregn regno se producen los más diversos fenómenos fen mórbidos”. Entonces la pregunta es s ¿q ¿qué actores, hechos o tendencias son mu muestra de lo viejo que no quiere e morir? m No tengo una respuesta segura, ra, sólo un listado de actores y accion cciones que percibo se opondrán a un cambio cam que instaure un nuevo contrato rato social. Entre ellos: a- El sector financiero ro ttransnacional que continuará presionando ndo para la perdurabilidad del el n neoliberalismo y la desregulación del sist sistema. La conducta de los acreedores acr ante los muy probables escena cenarios de default que se produ oducirán en el mundo es un dato a observar; var; b- La búsqueda de ganancias gana excesivas, en ocasiones especulati ulativas, por parte de ciertas em empresas beneficiadas por los consumos pro propios de la pandemia (Banco ncos, empresas de venta on line, aplicaci caciones de distribución a domici micilio, compañía de entretenimiento, sin mencionar me lo que puede ocurrir urrir con los laboratorios que produzcan las futuras vacunas si no hay una regulación universal) ponen en n duda d su vocación para cooper operar; c- El incremento de e la pobreza y la recesión económica ampl mpliarán la capacidad de coerció rción de las élites económicas neoliberales; d- Persistirá la connive nivencia de numerosos gobiernos de derech echa con el modelo neoliberall po por sobre los grandes problemas de agenda enda global. Así lo muestran los casos c de Trump, Bolsonaro y Boris Johns hnson en la primera etapa de ges gestión de la crisis, hasta que su propia vida estuvo en juego; 8 Los detalles de esta propues puesta en Argentina pueden encontrarse en gran ran parte de la producción escrita de Maris aristella Svampa sobre la necesidad de un tráns ránsito hacia propuestas socio-ecológicas. as. 17 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN e- La experiencia hist histórica muestra una propensión a salir alir de las grandes crisis a trav través de alternativas de derecha y/o autori toritarismo. Para que esto no ocurra tendríamos que encontrarnos os con un liderazgo internacion acional que vaya en otra dirección (como omo el de Roosevelt en la crisis cri del 30), pero hasta el momento nto eso no acontece y, cuando do asoma una posibilidad, como la candida didatura de Sanders en Estados dos Unidos, Wall Street, los grandes med edios y el establishment polític lítico –incluido el partido demócrata– se enca encargan de frenarlo. Además, s, e en el presente se podrían consolidar ten tendencias autoritarias preexiste xistentes, sumar nuevas y agregarle un componente com de control sobre el co conjunto de la sociedad a través de tecnol cnologías ya desarrolladas y utilizadas utiliz por varios países occidentales en los l años 9 anteriores , pero qu que fueron perfeccionadas y utilizadas de manera exponencial como o m mecanismos preventivos durante la pandemia, pa especialmente en Ch China; f- La disputa entre e Ch China y Estados Unidos por el liderazgo azgo global presenta característic rísticas poco previsibles; g- La evidente crisis s de del multilateralismo en todas sus variantes ntes impide un espacio de acción ción para los estados más débiles y para la búsqueda b de la cooperación. Si en cambio la pregunta ta e es ¿qué actores, hechos o tendencias son muestra de lo nuevo que no termina ina de nacer?, tampoco tengo una respuesta esta segura, pero al igual que en el punto p anterior menciono un mapa de e ac actores y acciones que diviso como mo m más alentadores para un proceso de cambio cam del orden internacional. Entre tre e ellos: a- En el escenario pos os p pandemia continuarán las demandas sociales soci por una mayor presencia ncia del Estado como generador de políticas cas públicas 9 Si bien la trazabilidad utiliza tilizada por el gobierno chino incrementó –con on razón– r la alerta sobre el control social ial rrealizado a través de la tecnología, esto no o im implica que el occidente democrático no haya recurrido a mecanismos que también ién permiten importantes niveles de contro ntrol sobre sus sociedades. A modo de ejemplo plo se puede mencionar que la ley patriótic iótica aprobada en Estados Unidos en el 2001 en el marco de la Guerra contra el Terro errorismo extendió su vigencia hasta 2015; los trabajos para distintos partidos polít políticos y candidatos de compañías como Cambridge C Analytica que articularon el análisis de datos con la comunicación estraté ratégica para influir en procesos electorales ales condicionando la postura de los electores s a través t de una segmentación de la inform formación realizada en función de las preferencia ncias que los usuarios de Facebook mostra straban en sus perfiles. En Latinoamérica, la tendencia t tiene un menor desarrollo tec tecnológico, pero no está ausente. En Colombia bia durante enero de este año la Revista sta S Semana reveló pruebas de cómo el Ejército to ej ejecutó un programa de seguimiento informático inf en el que la mayoría de sus blanco ancos fueron periodistas, políticos, genera nerales, ONG’s y sindicalistas llegando el nú número de afectados a 130 personas. as. En Argentina, el gobierno de Mauricio Macri Ma firmó acuerdos con Israel que, e, de d acuerdo a Verbitsky (2017) “(…) comprenden com intercambio de datos sobre bre circulación financiera, flujos de cuentas s b bancarias, actualización de investigacion ciones judiciales, tránsito de importaciones provenientes prov de países relacionados con n el terrorismo, migraciones, metadatos de redes des sociales, seguimientos de escuchas s h habilitadas por orden judicial, monitoreo satelital sa de aparatología militar y cargam gamentos sospechosos, ciber seguridad y ciber iber defensa. Esto implica una penetración ión profunda en dominios del Estado y de la sociedad socie civil argentinos en función de obje bjetivos políticos ajenos.” 18 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN y regulador del merc ercado. En este campo corresponde señalar alar que las movilizaciones que ue se produjeron durante 2019 incluían n entre en sus reclamos a la salud lud, la educación y las pensiones pública blicas como derechos a ser atend tendidos por el Estado. b- La valorización soci social y política de la comunidad científic ntífica y su voluntad cooperati rativa, especialmente si es producc ucción de conocimiento con fin financiamiento estatal o público-privada; c- La aparición, porr pri primera vez en años, de un discurso altern lternativo al de la ortodoxia económica eco proveniente de la comunidad ad c científica como insumo para ra lla toma de decisión de los gobiernos y para las reflexiones de la com comunidad académica en general. d- La instalación en la agenda académica de que la próxima a catástrofe ca global puede devenir enir de la crisis ecológica y el colapso climáti mático. Esto tiene dos consecuen uencias importantes: la imposibilidad de invocar inv un nuevo cisne negro o y el fortalecimiento del discurso de quienes enes alertan sobre la necesidad d de buscar modelos productivos no contami aminantes. e- La restauración del debate, aún dentro de los márgenes del mundo capitalista, sobre la necesidad de un salario universal. A partir par de la pandemia esta prop propuesta encontró avales diversos que abarcan ab a 10 quienes hace años os defienden la propuesta , a los autores ores de las posturas socio-ecoló cológicas (degrowth), al Papa Francisco y a varios gobiernos que utiliza tilizaron una modalidad de este tipo para a atender at la emergencia. a ac académico, los debates sobre “el día despu espués” y la Desde un punto de vista posibilidad de encontrarr un futuro mejor también deberían tenerr en cuenta algunos aspectos contex textuales importantes. Se me ocurren en algunas sugerencias al respecto. Las realidades de los paí países son distintas y tanto la intensidad idad de las consecuencias como las s posibilidades p de cambio serán diversas. as. En este marco, es muy probable le q que Latinoamérica se encuentre con un n e escenario muy crítico. Un futuro más inclusivo no dependerá solamente de la reposición n de d más y mejor Estado, sino de la a re redefinición de la relación entre Estado y Sociedad. S La sociedad debe participar cipar activamente y buscar altos niveles de c consenso para reorientar el orden en internacional hacia políticas más inclus clusivas. Es importante conectar esta sta idea con el concepto de orden inter nternacional mencionado más arriba a qu que lo define como “acuerdos de gobiern ierno entre estados que hacen frente nte a las demandas de orden en áreas de máximo interés humano” (Sorensen sen, 2006). Por ello es necesario que las sociedades soc nacionales sean sujetos s de cambio. La tarea no será simple por or múltiples m razones. Como sostiene ne María Esperanza Casullo (2020)“(…) …) que se requiera la mayor crisis is sistémica si global en dos generaciones par para volver simplemente pensable una na concepción (…) minimalista de estado o b bienestar nos debe revelar cuánto nto trabajo queda para hacer para desmo smontar la naturalización de un orden den del mundo neoliberal.” Entonces, un punto central, tral, es iniciar el proceso de desnaturalización ación de ese mundo. Para ello hay que disminuir el impacto cultural del neolibe oliberalismo sobre los sectores sociale iales que se ven negativamente afectados dos por los 10 En el caso de Argentina me refiero especialmente a Rubén Lo Vuolo. 19 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN resultados de sus políticas ticas, pero acatan su discurso. Como afirm firma Silvio Waisbord Si algo aprendimos os d de cambios estructurales en la economía mía y la sociedad en ell últ último medio siglo es la importancia de e las la ideas circulantes y s su capacidad de influencia en el poder. r. La Las crisis abren la posib osibilidad de cambio real, pero las accione iones dependen de las s id ideas existentes. La lección de cualquie lquier quiebre estructural ural y giro social es desarrollar idea ideas alternativas, mostrar strar su efectividad e institucionalizarlas hasta hast que parezca de sent sentido común implementarlas. Esto fue dich dicho por Milton Friedman man, ideólogo clave del neoliberalismo, pero per podía haber sido dicho dich por cualquier revolucionario más allá llá de d simpatías ideológicas icas (2020, p. 128). Por otra parte, es improbab obable pensar en una des globalización total, otal, existen dimensiones de la globaliz alización que tienen altos niveles de acepta eptación en diversos sectores y, por or e ello, el escenario futuro no se canalizará zará en una disputa de suma cero “ce “cerrado vs abierto”, sino en una mixtur ixtura entre nacionalismos y globalizaci ización, pero donde las demandas de las sociedades soc nacionales y el rol del Est Estado ocuparán un lugar más visible. Que logren imponerse es parte del deb debate y el devenir político. Por el momento los gobie obiernos deberían concentrarse en la aplica plicación de políticas destinadas a limita mitar el daño. Desde la ciencia en general al pensar pe un mundo nuevo involucra a u un trabajo multidisciplinar y, desde las ciencias sociales en particular, el debate debe ser fundado y superador ador de las lecturas hacia las que la coyuntura crítica nos conduce prima a facie. f La importancia de iniciar el camino hacia un mundo mejor oblig bliga a un pensamiento sólido que, e, a su vez, sea lo suficientemente flexib lexible para ampliar el espacio del deba debate y altamente imaginativo para marcar rcar la ruta hacia un futuro mejor. La g gravedad del presente nos impone enfre nfrentar ese desafío. Referencias bibliográfica ficas 100 años de la gripe espa española: 50 millones de muertos explicado ados en 30 imágenes. (Noviem iembre del 2018). El español. Recuper perado de https://www.elespanol anol.com/cultura/historia/20181118/anos-gripe--espanolamillones-muertos-expli xplicados-imagenes/353744626_3.html#img_30 _30 Badía. F. (22 de marzo o de del 2020). 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Sin embargo, al interio erior de la disciplina de las RRII se e ha conformado un relativo consenso al señ señalar que la crisis del COVID-19 acele celerará fuerzas profundas preexistentes en el orden internacional más que pro producir nuevos e importantes cambios s (Acharya, (A 2020; Haas, 2020; Ben n A Ami 2020; Nye 2020, Rodrik, 2020;; Tokatlian, To 2020). Antes de que el virus us apareciera en Wuhan (China) el mundo mu ya experimentaba una serie rie d de tendencias que ahora parecen acentu entuarse. A saber: crisis de la goberna nanza global, crisis de la globalización, crisis cris de la democracia liberal y la disputa dis hegemónica entre EEUU y China. ina. En esa línea, la clave tanto para ara analistas como decisores es saber cuál será la velocidad de aceleración n qu que la pandemia cause sobre estas crisis. is. Dicho D de otra forma, y utilizando categorías cat propias de la epidemiología, ¿cuál ¿cuá será el Ritmo Básico de Repro eproducción 14 -R- de los cambios que venía experimentando el Orden en Internacional? Todo parece indicar que cuanto más se prolongue en ell tiempo tie la pandemia y cuantas más áreas as del d globo se contagien, mayor será el R de los cambios que el mund undo venía experimentando. El objetivo del presente tra trabajo es exponer tres escenarios (R1, R2 y R3) en función de la posible e e evolución de las siguientes variables les de las 11 Este trabajo es una ampliac pliación y profundización de un artículos que e los autores publicaron en el Diario Clarín larín, titulado “El mundo en crisis: ¿cuál es el ritmo de contagio?” 13/4/2020. 12 Doctor en Relaciones Inter nternacionales. Universidad Nacional de Rosario sario. Correo electrónico: esteban.actis@fcp @fcpolit.unr.edu.ar 13 Doctora en Relaciones s IInternacionales. Universidad Nacional de Rosario. Investigadora Asistente en Consejo Nacional de Investigaciones Científicas Cien y Técnicas (CONICET). Correo eo e electrónico: julieta.zelicovich@fcpolit.unr.edu. du.ar 14 En epidemiología, el núm úmero básico de reproducción (a veces llama amado ritmo básico de reproducción, ratio tio reproductiva básica y denotadas por R0, r subcero) sub de una infección es el número o promedio pr de casos nuevos que genera un caso aso dado a lo largo de un período infeccioso ioso 23 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN dimensiones señaladas sup supra: a) prevalencia de las instituciones, s, acuerdos a y reglas del orden liberal, al, b b) funcionamiento de la globalización econ económica y de las cadenas globales s de valor, c) fortaleza del rol del Estado, do, entre la democracia y el nacionalism alismo, d) la relación bilateral entre EEUU y China. C R1. Respuesta cooperati rativa a la pandemia. Achatar la curva ntempla un R1; es decir, un bajo nivel del el ritmo r de El primer escenario contem reproducción de la pandem demia. Parte del supuesto que ante una exposición ex relativamente breve al viru virus el sistema internacional retomará las s dinámicas di previas, con un elemento nto adicional: frente a las dinámicas de c crisis de gobernanza global, crisis is de la globalización, crisis de la democracia cia liberal y disputa hegemónica entre tre EEUU y China, el COVID-19 provoca a un u shock positivo para fortalecerr las la dinámicas de cooperación internacio acional. En términos político-diplomátic áticos sería una salida similar a la que se produjo en el marco de la crisis sis d del 2008 cuando, a través del G20,, el sistema financiero internacionall log logró salir a flote. En esa línea, cobran n re relevancia los argumentos de los insti institucionalistas, como Robert Keohane (198 1988), para quienes las instituciones nes pueden canalizar la cooperación. So Soluciones globales, a problemas as globales. Los principios del Orden en Liberal Internacional tales como o lla promoción de la democracia como o forma fo de gobierno, y del libre-me mercado como modelo económico, así sí c como la existencia de una jerarquía quía de facto de estados, que son soberanos nos y autodeterminados (Ikenberry, ry, 2 2011), se mantiene en un R1. Este cuadro de situación ción tiene como condición una interdepe dependencia cooperativa entre China y E EEUU como sustento de la gobernanza a gl global. Un escenario donde ambos países paí establecen mejores mecanismos de diálogo d y de acción concertada para ara reducir los costos de la emergencia sanitaria san y económica. Se trata de e la remoción de los escenarios de conflict flictos, y el encausamiento de los lazos lazo entre potencias a través de un diálogo diálo más fluido, enmarcado en instr instrumentos como el “Acuerdo Fase 1” 15 . T También supone el retorno a las org organizaciones internacionales y foros region gionales. El regreso de la reciprocidad dad difusa en contraste a la reciprocidad específica, es como mecanismo ordenad enador; y la existencia de una serie de valores compartidos como precep ecepto necesario para una estrategia mu multilateral (Zelicovich, 2018). Así el resto de transforma rmación de la globalización será menor. Los shocks sobre la oferta y demanda nda que ha provocado la pandemia tanto a través tr de los efectos directos sobre bre la ciudadanía como mediante las med medidas de contención a la misma que los Estados han aplicado, no generan ran en este escenario un cambio en n lo los modos de producción y de inversión ón globales. g Este cambio, entendemos, os, depende del nivel de incertidumbre global glob 16 y el 15 El llamado “acuerdo de fase 1” puso fin al pico de tensión entre EEUU U y China en el marco de la llamada “guerr uerra comercial”. La denominación formal dell acuerdo ac es “Acuerdo Económico y Comerc mercial entre el gobierno de EEUU y el gobierno no d de la Rep. Popular China”, disponible en https://bit.ly/2TJDEFx 16 Los indicadores de incertidu rtidumbre miden la mención del término “incertid ertidumbre o equivalente” en documentos tos de gobierno o en noticias de prensa. Uno o de los más 24 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN tiempo de exposición a la misma. En efecto, uno de los supue puestos de expansión de la economía mía mediante cadenas globales de valorr ha sido la priorización de costos por sobre la de riesgos. Conforme a la tesis de Baldwin, gran parte del el andamiaje a de acuerdos comerciales y tratados bilaterales de inversión de la década del 90 y de los años 2000’ 000’s puede entenderse como un mec mecanismo a través del cual empresas y estados buscan reducir el riesgo o en mercados menos confiables optimizando ando así los costos (Baldwin, 2011). ). La vigencia de garantías que permita itan a las empresas “hacer negocios ios afuera” y “conectar las fábricas”, en los términos t planteados en la mencionad onada obra de Baldwin, remite a un menor or a ajuste de la globalización en un esce scenario R1 (comportamiento de la economí omía global en forma de V). Sólo en alg algunos sectores sensibles y estratégicos –como – las tecnologías de telecomun municaciones– se incrementan las tenden dencias de reshoring y el control sobr sobre la IED, conforme viene aconteciendo do desde d el año 2016. Desde la perspectiva del Estado, el R1 supone el fortalecimient iento de la noción de frontera, y con on ello la revalorización de la “vecindad”, ”, a así como del papel estatal en la prov provisión de bienes públicos, como la salud lud pública. La pandemia manifiesta ta q que el Estado sigue siendo el ordenador ador de las sociedades en momentos os d de crisis, aunque su capacidad encuentra ntra límites en las dinámicas globales les –tales como las corporaciones financier cieras o las farmacéuticas–. Tal como mo pasó en la crisis de 2008, una vez superado sup el momento de mayor tensión sión los estados vuelven a trasladar compet petencias a otros actores. En cuanto nto a la democracia, si bien asoman durante dur la pandemia mayores niveles eles de intervención sobre las libertades individuales, indiv en este escenario se conse onservan las instituciones. La democracia ia li liberal en este escenario mostrarí traría su resiliencia, canalizando en medios institucionalizados las tens ensiones de la sociedad. Los populismos os están e en alza, pero la democracia a se mantiene. R2. La trampa de Kindleb dleberger y el fin de la hiper globalizació ación Un escenario diferente se configura c ante la ausencia de cooperación ción efectiva y el fracaso de “achatar tar la curva”. Ante un R2 el mundo se dirige dir a la profundización de las tend endencias de cambio preexistentes, pero o sin que la pandemia suponga un sh shock para la cooperación, sino la aceleración ace logarítmica de las tendenc dencias previas. Las proyecciones de recup ecuperación para un sistema global con patologías preexistentes son menos auspiciosas aus (recuperación en forma de U). La erosión de poder de e lo los EEUU y el catch-up Chino no se prese resentan ni lineales ni inevitables. La mayor exposición a la pandemia y un menor incentivo a la cooperació ación puede generar menores incentivos os para la provisión de bienes público licos globales, y sin liderazgos claros –o volu voluntad de ejercer esos liderazgos– derivar en un orden preso de la “trampa “tra de Kindleberger” (Nye, 2017) 17), en la cual la gobernanza global se de debilita de manera sustantiva. Mientra ntras que EEUU conserva recursos –la estabil tabilidad del dólar, alianzas estratégica gicas, soft power– para generar bienes es públicos utilizados es el World orld Uncertainty https://worlduncertaintyindex dex.com/ Index (WUI) disponi ponible en 25 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN globales, pero no los quier uiere utilizar; en tanto que China, aún no o a alcanza a poseer recursos equivalent lentes –de manifiesto en los límites de la a Ruta Ru de la Seda, y la baja internacion cionalización del Yuan– a pesar de mostrarse arse mucho más asertivo en la búsqued ueda de un liderazgo. Este escenario de R2 asume a la regionalización de la cooper peración – fragmentada y superpues puesta– como forma de gobernanza global. glo La redistribución del poder er mundial conduce a un orden multipl ltiplex: con diversidad de agentes inte intervinientes, cultural y políticamente diver iverso, pero interconectado e interdepen ependiente. Descentrado, sin hegemonía glo global pero con múltiples capas de glo globalización que se cruzan y superponen en ((Acharya 2014; 2018); un orden n q que se percibe como más entrópico (Schweller, (Sc 2014). Las instituciones s de del Orden Liberal crujen, pero ningún me mecanismo de alcance global emerge ge e en su paulatino derrumbe. La mayor incertidumbre re reorienta r las decisiones en materia eco económica, cadenas de valor que e s se desarticulan y privilegian la cercan rcanía y la certidumbre como ordenad nadores; de la aversión al costo como paradi radigma del homo-economicus de la a glo globalización se pasa a la aversión al riesg riesgo como ordenador. Los procesos s de reshoring se intensifican, y de la mano ano de ello cierta competencia entre re Es Estados por la atracción de inversiones expulsadas exp de sus territorios de local ocalización por efectos de la pandemia –de de hecho, India, EEUU ya se encuentr entran desarrollando programas de incentivo tivos en esa línea–. En este sentido,, tam también la robotización aparece como un n factor fa que cobra mayor peso en los os p procesos productivos, desplazando a la mano m de obra, y fomentando relocal localizaciones. Las políticas comerciales del el e estilo del America First y la aplicació ación de medidas de restricción a las expor portaciones fortalecen la tendencia de retracción de las cadenas de valor. En n relación re a las negociaciones intern ternacionales, se incrementa la apela pelación a instrumentos contractuales ales donde la geopolítica está en el tope del tablero. Los acuerdos comerciales les no se firman como instrumentos de e acceso a a mercados sino como pa parte de una lógica de alianzas guiad uiadas por interacciones estratégicas icas. Como plantea Rodrik, más que e u una des globalización se trata del el fin de la hiper globalización (Rodrik 2020b) 0b). En este escenario también bién la democracia liberal acentúa su recon econversión hacia una forma con n menores m libertades individuales; aunq unque con variaciones entre los paíse aíses. La tendencia en este sentido era ya a n negativa: conforme el Freedom Hous ouse, para 2019 el índice de libertades globales glob ya llevaba 14 años con tenden ndencias contractivas. En este contexto, las medidas de contención del virus s h han incorporado restricciones sobre libe libertad de movimiento, mayores niveles niv de vigilancia del Estado por sobre so los individuos, suspensión d de procesos electorales, menores niveles niv de accountability. Prácticas as q que además se expanden a medida ida que se prolonga la pandemia ia (Gebrekidan, 2020). Como menc encionamos anteriormente, frente al C COVID–19 el Estado se fortalece, pero ro si s no se fortalece la ciudadanía, en simultáneo, la democracia como tal va a pe perdiendo valores. R3. Transformación acele acelerada del orden El último escenario propues puesto supone que la crisis global como conse onsecuencia de la pandemia del Covid ovid-19 provocará una aceleración profunda unda de los 26 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN cambios en el orden inter nternacional que se venían visualizando.. Presupone Pr una dificultad de la comun unidad internacional y de cada país en con contener la expansión del virus. La Pan Pandemia y sus efectos permanecerán en e el centro de la agenda global por el resto de la década, generando un una lenta recuperación económica a (fo (forma de “L”) La relación entre EEUU y China C ingresaría en una renovada fase e co conflictiva motivada por el consenso nso al interior de Washington de que la culpa culp de la extensión de la Pandemia, ia, y por ende del descalabro global, la tien tiene Beijin. Según las últimas encues cuestas realizadas por Pew Research 17 , la l visión negativa sobre China de lla población estadounidense alcanzó el pico de 66%. Cabe esperarse que de cara a la disputa electoral de noviem viembre de 2020, tanto Demócratas as c como Republicanos refuercen la retórica órica contra China. Por su parte, la difi dificultad de China de cumplir con los comp ompromisos asumidos en el acuerdo rdo “Fase Uno” como consecuencia de e la fuerte desaceleración del crecimie imiento económico haría tambalear la frági rágil tregua alcanzada. Ese contexto to a aumentaría la rigidez de la bipolaridad ad (Actis & Creus, 2018) y aproximaría aría al mundo a la tan temida “Trampa de e Tucídides” Tu (Allison, 2017). La desco esconfianza mutua y las misperceptions ns podrían conducir a algún tipo de e con conflicto militar. De manera relacionada, da, tanto la cooperación internacionall como c la globalización se verían aún más dañadas de lo planteado en el escen scenario R2. Los acuerdos internaciona ionales (organizaciones, regímenes y princi rincipios del orden liberal) se alterarían rían, por un lado, por el abandono de aque quellos que tenían a su cargo mantener enerlo –en esa línea, cada vez tiene más voces voc en el establishment conservador dor norteamericano la salida de la OMC–.. Por Po el otro, también se debilita porr el cambio significativo en las relaciones s de poder, donde China acentúa su u lid liderazgo en los mercados y en la tecnologí gía. Como bien señala Kissinger (201 2011) cuando estos dos componentes del el orden o se alteran por completo, un n cambio ca de orden es inevitable. La crisis del Covid-19 desnu esnuda la falta de capacidad de liderar el mu mundo que viene, tanto de EEUU, y d de Alemania –UE– como de China, que ante la desaceleración de su eco economía contaría con menos recursos s de d poder (Subramanian, 2020). Ello conduce a un orden difuso como el del R2, R pero mucho más conflictivo, dad dado que la entropía solo puede increment entarse. El “desacople” de las Cad Cadenas Globales de Valor entre el capital estadounidense y el chino, ino, el aumento de la tendencia de la naciona ionalización de firmas estratégicas s y la apuesta por el reshoring de las firmas transnacionales producto to d de la elevación del riesgo sistémico, mut mutaría por completo la globalización ción tal cual fue conocida. La disputa uta por la internacionalización dell y yuan sería central en el sistema finan inanciero y monetario como así tambié mbién el intento de un desacople en la inversión inve en cartera. El anuncio de la ad administración de Trump de frenar el aport porte de un fondo de inversión gubernamental gub al MSCI World Index dado la transferencia indirecta Ch China –quien forma parte central dell MSCI– MS es emblemático en esta direcc rección18 17 Para más información véase véa “U.S. Views of China Increasingly Nega gative Amid Coronavirus Outbreake”, recu ecuperado de https://pewrsr.ch/2TOlbb3 18 Véase “White House Cuts Off Savings Fund’s Investment in China ina Stocks”, Bloomberg, 12 12/5/2020, recuperado de 27 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Por último, la poca resilien iliencia de las democracias occidentales par para hacer frente a los desafíos sanita anitarios, económicos y políticos de la pande andemia del Covid-19 conduciría a un renovado auge de los nacionalismo ismos y el surgimiento de líderes s a antidemocráticos. Una “solución a lo H Hungría” extendida por todo el mun undo democrático (Verhofstadta, 2020).. As Asimismo, la eficiencia de la autocra ocracia china para frenar rápidamente la a pandemia pa pondría aún más en apriet prietos a las democracias en el sentido de q que otro modelo de gestión política ica es posible. El Estado “regresaría” pero o de la peor manera. Un fuerte avance nce sobre las libertades individuales –sobre bre todo las vinculadas a la privacidad ad– reforzándose como nunca antes un Surveillance Surv Capitalism (Zuboff, 2019). 19). La noción de frontera ya no se revalorizaría reva sobre la “vecindad” sino cla claramente sobre la “amenaza”. Reflexiones finales En el análisis de la transf ansformación del sistema internacional no solo las instituciones y reglas internacionales, int las dinámicas económica micas o el fortalecimiento/debilitamien miento del Estado ocupan un rol central, al, sino s que también lo hace la variable iable temporal. Así al incorporar el Ritmo o Básico B de Reproducción en este en ensayo avanzamos una posible modeliza elización de escenarios sobre tales variables varia clásicas, en razón del tiempo de e exposición ex a la pandemia, aunque e co como dice la frase “es difícil hacer predi redicciones, especialmente si se trata ta del d futuro”. Los mismos quedan esquem ematizados en la tabla que sigue: Tabla 1. Escenarios de ttransformación del sistema internaci acional en el contexto del COVID-19 19 Variables / escenarios R1:: Re Resiliencia del Orden O Lib Liberal Intern ternacional R2: Trampa de Kindleberger y fin de la hiper globalización Instituciones, reglas y principios del Orden Internacional Restable ablecimiento del multilate ilateralismo y vigencia ncia del Orden n Li Liberal Límites en la provisión de Bienes Públicos Globales. Órdenes regionales y solapados superpuestos al global. Globalización Mercados y Continui inuidad de las Aversión al riesgo como mecanismo CGV,, con leve ordenador. reshorin oring Regionalización R3: Trampa Tra de Tucídid ídides y des global balización Relación ión conflictiv ictiva entre las poten otencias y cooperac eración restringid ingida en foco y alcance alc Reshorin oring acentuad tuado, y desacople cople en los mercados ados globales https://www.bloomberg.com/ om/news/articles/2020-05-12/white-house-cuts-offsavings-fund-s-investment-in in-china-stocks 28 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN del offshoring, más extendido. Rol de los Fortaleci alecimiento Estados y el del Estad stado impacto en las limitado. ado. democracias Democra ocracias resistent tentes. Recorte a las libertades individuales. Debilitamiento de la democracia Auge de nacionali nalismos y capitalism alismo de vigilancia ncia Relación Interdep rdependencia bilateral entre cooperat erativa EEUU y China Trampa de Kindleberger Trampa pa d de Tucídide ides Fuente: elaboración propia pia Como todo modelo, se trata de tipos ideales. Nada impide de que las dimensiones se desacoplen plen entre sí y se presenten escenarios mix mixtos. Por ejemplo situaciones en n las l cuales la globalización económica ica avance claramente en un R2 y el E Estado y Democracia en un R3 –o R1–.. Es decir, si bien en el orden liber liberal internacional globalización, democ mocracia y gobernanza global funciona ionaron acompasadas, no necesariamente e un cambio de orden debería significar ificar que las tres dimensiones cambien de manera simultánea. En términos médicos ell R del COVID-19 se ubica entre los más s elevados. e Los próximos meses/años os serán claves para ver si el R en los cam cambios del orden mundial sigue la mism misma trayectoria. Referencias bibliográfica ficas (2018). China y Estados Unidos: Reperc percusiones Actis, E., & Creus, N.. (2 mundiales de una a nu nueva bipolaridad. Foreign affairs: Latinoa tinoamérica, 18(3), 8-14. Acharya, A. (2018). The he E End of American World Order (Second nd Edition). Cambridge: Polity y Pre Press. -------------- (2020, 04 18) 18). How Coronavirus May Reshape the World Wor Order. The National Inter nterest. The National Interest. Recupera perado de: https://nationalinterest rest.org/feature/how-coronavirus-may-reshape pe-worldorder-145972 Allison, G. (2017, 06 09). 9). The Thucydides Trap. Foreing Policy Recuperado Rec de: https://foreignpoli policy.com/2017/06/09/the-thucydides-trap/ Baldwin, R. 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Los efectos económicos s ta tanto en lo interno como en lo internac nacional no tardaron en hacerse evide videntes. En este punto, surgió al poco o tie tiempo el debate entre los académic émicos tanto acerca de si la crisis que se estaba desatando era consecuenci encia del “parate” económico fruto de la cuarentena cua y su magnitud, o si esta ta si situación tan solo habría acelerado las ten tendencias ya preexistentes en el conju onjunto de la economía. Hoy, a meses de iniciarse ini la crisis, pocos dudan dell he hecho de que la epidemia magnificó situac ituaciones y conflictos ya existentes. Queda entonces en deuda da un análisis de esta crisis que incluya el m momento presente y, a la vez, conten ntenga una perspectiva más amplia y abarcat rcativa. La primera pregunta que ue s surge es ¿cuándo comenzó todo esto? ? Si bien no existe un consenso, es imp imposible soslayar el hecho de que las tensiones ten y desequilibrios que generaro raron la crisis financiera de 2008 no se supe uperaron ni en términos de sistema a fi financiero, ni de economías nacionales, es, ni en lo internacional. La crisis s fue fu contenida y apaciguada con extraor raordinarios estímulos financieros e incrementos in de deuda público – privada ada que se mantuvieron durante un largo l período de tiempo posibilitado o po por bajas tasas de interés, lo que e dis disimuló el problema. Sin embargo, en los hechos puede observarse un efect fecto arrastre y acumulativo de inconsistenc tencias que más temprano que tarde de volverían a eclosionar con mayor crude udeza. Esta crisis actual no sería más ás que q la reaparición de la anterior con el agregado a de nuevas características as q que la convierten en más peligrosa y profu rofunda. No en vano, gran parte de los economistas se arriesgan a opinar que e si sin dudas será peor, en cualquiera ra d de sus niveles de análisis, que la crisis is d de 1930, elevándola a la categoría ría de la mayor crisis del capitalismo de toda su historia. ¿Cómo es que no se solucio lucionaron los desequilibrios del 2008? A más de una década de distancia de los acontecimientos podemos observar con mayor detalle y detenimiento to algunos hechos que hoy resultan n claros c y reconocidos. La mayoría ría de los análisis se centran en dos cuestiones cu significativas. Por un lado do la situación y comportamiento de las insti instituciones o actores del sistema finan inanciero: bancos privados, agencias calificad ficadoras de riesgo, fondos de inversión sión, bancos centrales, etc. así como el impacto imp de los nuevos instrumentos s fin financieros complejos que aparecen en las décadas 19 Lic. en Relaciones Interna ernacionales. Profesor titular en la UNR. Deca ecano de la Facultad de Ciencia Política a y Relaciones Internacionales. Rosario, Argentin ntina. Correo electrónico: gustavo.marini@f ni@fcpolit.ur.edu.ar 32 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN previas a la crisis, tales s como co los derivados y sus variantes, cuya ya e escasa o nula regulación determinaro inaron una opacidad en el manejo de las operaciones ope que resultó ser un detonant nante de la crisis. En segundo lugar, la ac acumulación de desequilibrios macroeco económicos nacionales, es decir los de las economías en sí, a nivel de balanza za de d pagos, deuda, movimientos de capital internacional que durante un tiempo pudieron ser encubiertos os s sin un impacto directo sobre la econom nomía real, pero que finalmente cuand uando se desató esta crisis impactaron de manera inevitable. La mayoría de las medidas idas que se tomaron frente a la crisis finan inanciera de 2008 sólo sirvieron para salvar a un conjunto limitado de bancos comerciales. No se atendió dió de igual manera a los tomadores particu rticulares de crédito ni se consideró el d deterioro de las cuentas públicas. Econom onomistas y políticos de reconocida filiac filiación liberal de pronto redescubrieron la ne necesidad de las políticas contra cíclic íclicas de inspiración keynesiana. Claro que ue lla ayuda financiera otorgada por or el e Estado fue para los bancos y no o p para los consumidores. m importantes, los denominados “de “demasiado Esos bancos eran los más grandes para caer”, una na categoría restrictiva que discriminó y s sesgó la ayuda al interior del sistem stema financiero norteamericano y europeo. eo. Aun así, no todos lograron sobreviv revivir, algunos grandes bancos comerciales iales fueron arrastrados por la crisis is y no pudieron ser salvados y por sobre bre todo la reestructuración del siste istema recayó preferentemente en la banca ba de inversión, cuyos princip ncipales exponentes fueron a la qui quiebra y desaparecieron o fueron n ab absorbidos por otras instituciones. Además, se dejó sin sostén stén a un inmenso número de bancos u otro tipo de instituciones financieras, s, pe pequeñas y medianas, muchos de ellos s de alcance local o regional. La cons onsecuencia fue que el salvataje de los grandes permitió de facto una conce ncentración del sistema. Una discriminación ción costosa en términos financieros s pa para los estados que resultaron ser los s pa pagadores finales del salvataje a parti artir del incremento de la deuda pública,, agregando ag mayores tensiones y debili ebilidades a la macro nacional. Más allá de todos t los discursos liberales, de fac facto, fueron la intervención y asistencia ncia de los estados nacionales los ga garantes del sostén y supervivencia del el sistema. s Detrás de las escusas y lam lamentaciones, las reglas del mercado no o operaron. op Paradójicamente se hizo o ca caso omiso a los desequilibrios macroeconó conómicos y a las causas estructurales les d de fondo que produjeron esta crisis dell 20 2008. En lo que respecta all si sistema financiero, los avances en térm término de regulación del sistema,, de transparencia en el uso de instrumento entos, tales como los derivados, o de iidentificación de responsabilidades, ya a sea se de los grandes bancos como de la agencias calificadoras de riesgo,, quedaron q reducidos y se diluyeron n en el tiempo. Tanto en los Congresos/Parla Parlamentos de los países más afecta ectados como de las instituciones interna ernacionales intervinientes no pueden den encontrarse avances legales significat ficativos en ninguno de estos aspectos. tos. En lo comercial pudo obse bservarse desde 2008 en adelante un deten etenimiento del proceso de negociaci ciación en la OMC. Las rondas subsiguie guientes no produjeron nada nuevo y s se evidenció la creciente e insalvable difer iferencia de intereses entre los grandes ndes actores. En lo empírico, lo más import portante, el persistente desbalance en el comercio internacional entre las econo onomías de 33 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN China y Estados Unidos, s, n no ha variado significativamente durante nte las dos presidencias de Obama. a. Con C la llegada al poder del presidente ente Trump cambia radicalmente la es estrategia de negociación y la postura de Estados Unidos en cuanto a los temas tem comerciales, forzando una renegocia ociación de los acuerdos con Europa a y México-Canadá. Con la mira puesta en China, C el objetivo de la nueva admin ministración fue –y aún es– intentar reducir cir el e déficit de la balanza comerciall bila bilateral que, a todas luces, refleja una situ situación de creciente insustentabilidad dad tanto para las finanzas en la medida a en que es compensado con un crecien ciente endeudamiento público-privado, como omo para la estructura productiva n norteamericana que padece una progresiva pr desindustrialización. La situación actual se par parece más a una recaída que a algo nuevo. nue Sin embargo, la pandemia y lla cuarentena, con la reducción de la a actividad económica, aceleraron la reaparición y potenciación de las tensio nsiones del pasado a una escala desco esconocida para la teoría y para la experienc riencia de la gestión económica. Estamo amos en un escenario nunca visto ni conoc nocido, con situaciones desconcertante antes tales como la caída del valor del el barril b de petróleo derivado de la gu guerra de precios y de la saturación de e stocks; st la tendencia a las tasas de e in interés negativa en las economía de EEUU, UU, Europa Japón y los extraordinarios rios niveles de déficit y deuda. De todos los aspectos y pe perspectivas posibles para analizar en el m marco de esta crisis nos interesa a d detenernos en los referidos al impacto to s sobre la evolución del nivel de actividad y a las cuestiones financieras, fina especialmente, en lo que e re refiere al déficit fiscal y la deuda. La recesión más importa ortante de la historia del capitalismo Si bien muchos economist istas previamente a la cuarentena ya presagiaban pres una desaceleración para ra 2020 o 2021 dado el prolongado período per de crecimiento y a las señales ales de agotamiento del mismo, la pandemia mia produjo una caída del producto to bruto b mundial motivada por la clausur sura de la actividad económica en má más de la mitad de la economía mundial. Así como se prevé una fuerte fue caída en el corto plazo, persisten n las la dudas acerca de las característic ísticas de la recuperación. A decir verdad ad nadie n se anima a pronosticar dema masiado en tiempos de elevada incertidum umbre. Sin embargo hay ciertas eviden idencias que permiten diagnosticar una recup ecuperación lenta y fragmentada. No o todos to los países se van a recuperar de e la misma manera ni al mismo tiempo mpo, sino que esto dependerá de las caract cterísticas y el estado de situación de cada uno de ellos. Si bien hay países que ya han superado lo peor, como se ve en n el caso de China cuyo crecimiento se pronostica del 4,8 al final del año, para ara el resto del mundo se estima un n d despegue o recuperación recién a partir rtir d de 2021 con un comportamiento o m más parecido a un serrucho antes que e como co una línea recta, como sucedió ió e en la crisis de 2009. Lo mismo puede decirse e en término de los distintos sectores. Entre tre los más lentos pueden verificarse se lo los vinculados al transporte (marítimo com comercial y recreacional y las aerolín rolíneas); el turismo en general; la indus dustria del entretenimiento masivo; o; e el sector energético en general; los bi bienes de consumo durables (dada da lla reticencia de los consumidores en ampliar am el gasto y de los bancos de e fin financiar nuevos créditos), etc. 34 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Según estimaciones del FMI en Estados Unidos, todavía en plena plen lucha contra la pandemia y con on un récord de contagios y muertes, su economía e podría retroceder hasta un 5,9% en 2020. En el caso de la eurozona zona, donde España e Italia, pero tambi mbién Francia y Alemania sufrieron grandes es pérdidas humanas por la pandemia, ia, se estima una caída del PIB este el prese resente año de hasta un - 7,5% en promedio: Alemania (- 7%), Francia (- 7,2%) y sobre todo Italia (- 9,1% 9,1%). Además, los informes consideran ran que la economía de América Latin atina y el Caribe sufrirá una retracción del - 4.6% en el corriente año (el cálculo culo no incluye a Venezuela) y en el caso puntual pu de Brasil, la contracción ascen scenderá a más del - 5%. Para el caso arge rgentino, la proyección de la CEPAL L es estima una caída del - 6,5% y marca diferencias dif entre el sector agropecuario uario, que siguió trabajando a pleno y cuya ya evolución e dependerá más de factore ctores climáticos y de la evolución de los precios internacionales que de la pandemia, p con la industria fuertemente te a afectada, y los servicios que tuviero ieron suerte muy variada: desde turismo, o, h hotelería, gastronomía y comercio io m minorista casi en colapso, hasta sectore tores como tecnología e informática,, qu que aceleraron el impulso que ya tenían n (E (Economía tras coronavirus, 2020). En términos generales para la economía global se pronostica una a depresión de cuya representación gráfi ráfica, a diferencia de otras crisis, muestra mue un comportamiento del PBII m mundial en forma de L. Los pronósticos cos iniciales más optimistas que refería erían a una caída y recuperación en forma a de d V o W están siendo desestimados. dos. Caminando en la cornisa nisa: ¿hacia un default global? Como era de esperarse e la caída en el nivel de actividad produjo dujo en los primemos momentos un n c crac de los mercados de capital y bursá rsátiles. En esta crisis a diferencia de lla anteriores, encontramos los primeros os impactos i negativos en la economí omía real y luego su traslado a los s m mercados financieros los cuales reacc eaccionaron frente a los indicadores negativ ativos de la economía real retirándose dose de sus posiciones. En este sentido tido puede observarse una retracción ión generalizada del crédito en todas sus s formas for (al consumo, para viviendas, das, para refinanciación de tarjetas de cr crédito, a empresas, etc.). A igual ual que en otras circunstancias similares, s, h hubo un vuelco hacia la seguridad d y calidad de las inversiones en cartera. Además, como en otros s ep episodios de crisis, puede observarse en n lo los países de la periferia y los emerg ergentes un incremento record de la retirad irada de los capitales de los mercados os b bursátiles. Esto puede observarse en Asia (India, Indonesia, Malasia, Filipina pinas, Corea del Sur y Tailandia) y en Améric érica Latina que, como era de esperar, rar, no podía quedar exenta de esta tendenc dencia de la caída de las bolsas y fuga de capitales como se puede de advertir particularmente en los caso casos de Brasil, Méjico, Argentina y Ecuador. or. Esto motivó tempranament ente una decidida reacción de los bancos os centrales c de todos los países. Las as inyecciones in significativas de dinero desti estinadas a paquetes de ayuda sectoria torial y la expansión del gasto para hacerr frente fre a la crisis sanitaria y luego so social trajeron aparejado una creciente te inquietud in acerca de dos aspectos s vinculados: vi la evolución del déficit fiscal scal y de la deuda para financiarlo.. La deuda global de todos los países del mundo 35 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN ascendió a finales de 2019 019 a 253,2 billones de dólares equivalente nte al a 322% del PB global. Con respecto a Estados s Un Unidos, El Departamento del Tesoro anunc nunció hace unos días que emitirá oblig bligaciones de deuda por un récord de casi si 3 billones de dólares en el segundo o tr trimestre de 2020, esencialmente para fina financiar el “plan de reactivación de e la economía paralizada por la pandemia incluyendo inc los gastos de la nuev ueva legislación de ayuda a los hogares hog y empresas", precisó el Te Tesoro. Si bien el Estado Federal no tendrá inconvenientes en encontr ontrar interesados en estas emisiones por casi 3 billones de dólares, ya a qu que los bonos del Tesoro son considera derados por operadores del sistema ma como los más seguros del planeta pla y extremadamente buscados dos como refugio en tiempos de crisis, el monto m no puede dejar de resultar inq inquietante (El tesoro de EE.UU., 2020). El mercado para estos bon bonos es tan importante que se considera era casi tan líquido como el efectivo vo y ya que se puede comprar y venderr títulos tít en cualquier momento. La a fuerte f demanda asegura además al g gobierno estadounidense obtenerr cré crédito a un costo muy bajo dado el nivel el a actual de las tasas de interés. En est este escenario en su conjunto, los debates tes sobre el grado de endeudamiento to d de Estados Unidos quedaron, por el mom omento en el olvido, aunque su situación si sea cada vez más precaria. ria. Según estimaciones, la deuda pú pública federal alcanzará a fines de 2020 020 los 23 billones de dólares equiva uivalentes a más del 100% del PBI (El tesoro te de EE.UU., 2020). nto ha llevado a muchos economistas a com comenzar a La inquietud del momento explorar la idea de que e la Reserva Federal de los EEUU incursion rsione en el terreno de las tasas de e in interés negativas. Esta situación inédita dita para la economía norteamericana ana permitiría junto con una leve y controlada co inflación reducir progresiva sivamente el peso de la deuda tanto en térm términos de stock como de pagos de e int intereses (Rogoff, 2020). Para empezar, igual que e lo los recortes de tasas en los viejos tiempo mpos de los tipos de interés positivos, s, la las tasas negativas salvarían del default lt a muchos estados, empresas y ciuda iudades. Con una implementación correcta, ta, llas tasas negativas pueden, a la ma manera de la política monetaria normal,, reforzar ref la demanda agregada y aum umentar el nivel de empleo. Así que ante ntes de que deba empezarse a reestr estructurar deudas por todo el mundo, o, algunos economistas proponen qu que sería mejor probar con este nuevo vo tipo de estímulo monetario. Sii bi bien dicha propuesta cuenta con el apoyo ap del Presidente Trump, la Reser eserva Federal no tiene la misma opinión tal como lo manifestó su Presidente, nte, Jerome Powell, quien desestimó ó su uso sosteniendo la estrategia ia d de continuar con la inyección de dinero ro a través del aumento de la liquidez idez vía préstamos y compra de bonos (La Reserva Federal, 2020). Es apropiado aclarar que para el resto del mundo esta medid edida sería conveniente solo si la baj baja fuese copiada por el mercado para a todos to los países y no solamente par para la economía norteamericana, hecho o acerca ac del cual no existe evidencia ni g garantía. No menos inquietante es s la evolución de la deuda en la eurozona. a. L La deuda conjunta de Europa aum aumentará este año en un 20%. Frente ente a las dificultades crecientes para pa reunir fondos reaparecen propue puestas ya presentadas en otros mom omentos de crisis. Originariamente sugerida ridas por el 36 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Banco Central Europeo, o, n nueve países de la eurozona entre los que se encuentran Francia, Italia, lia, España y Portugal, presentaron a fines es d de marzo una iniciativa de emisión sión de una serie de nuevos bonos deno enominados “coronabonos” la cual no op prosperó por la oposición tanto de Aleman mania como de otros países del norte rte europeo. Este mecanismo de apoyo al esfuerzo e financiero se inspira en los “eurobonos”, propuesta presenta con n motivo m de la crisis de la deuda griega iega y su refinanciamiento en el 2010 e igualmente ig rechaza por Alemania. El mecanismo tiene dos s c características distintivas: por un lado o permitiría pe emitir deuda a una tasa a de interés no vinculada al país en cuestión stión, sino a la tasa de la eurozona en su conjunto (que es menor) evitando o pa pagar una prima de riesgo elevada, ada, reduciendo el costo del endeudamie miento. En segundo lugar, la emisión ión sería de la eurozona en su conjunto a través tra del Banco Central Europeo y no de un país en particular, creando un gran gra fondo mutuo solidario del cual al los lo países retirarían fondos. El argumento ento es que estos países débiles de e la eurozona se estarían enfrentando a un u shock extremo del cual no son responsables y cuyas consecuencias cias serían finalmente negativas para ara todos. Si bien esta propuesta no pros prosperó la misma deja al descubierto ierto las dificultades acerca de la financiació iación de la crisis (Los “coronabonos”, s”, 2 2020). Para el resto del mundo o la pregunta adquiere otro tono. ¿Qué pasar asará con la deuda de muchos otros pa países emergentes?, ¿nos encontramos frente fren a un escenario de default global obal? Los montos y porcentajes resultan en muchos casos insostenibles en el fu futuro. Por otra parte, los merca rcados emergentes deben más de 8,4 billones bill de dólares. Frente al debilitam itamiento de la demanda mundial, la depresió esión de los precios de los commoditie ities, la disminución de las reservas mundia ndiales y el lento crecimiento mundial dial disminuye la solvencia de todos ellos s y ya han comenzado las operacione iones de salvamento. Algunos países que e ya tenían problemas como Zambia, ia, Surinam y Angola tiene rendimientos s d de bonos superiores a los 1000 pu puntos de la tasa de Estados Unidos,, lo que se considera estrés financiero iero y los enfrenta a la imposibilidad fáctica ca d de seguir recurriendo al mercado pr privado de capitales. Este escenario ha a m motivado que hasta el momento to 1 102 países solicitaran ayuda al FMII q quien ha otorgado exenciones a al m menos 25 países. En su última reunión ón virtual v el G20 acordó otorgar en esto estos días una moratoria por el resto dell añ año sobre la deuda bilateral oficial al de d las 76 economías más pobres dell mundo. mu El nuevo concepto sobre el q que batallan los países en dificultades es el de la sostenibilidad, es decirr una un deuda compatible a la vez con ell pago pa y el crecimiento (Maki, 2020). 0). En el ámbito regional tam también puede observarse una tendencia ia al uso de estímulos monetarios y fisc fiscales a los fines de enfrentar la crisis. En Brasil, B el Comité de Política Moneta etaria del Banco Central (COPOM), redujo ujo el 6 de mayo la tasa de interés s bá básica de la economía brasileña del 3,75% ,75% al 3% por año. La decisión, de e ca carácter unánime, representa la séptima a reducción re consecutiva y llevó la mism isma a su nivel histórico más bajo para la ta tasa Selic desde 1999, cuando entró tró e en vigor el sistema de metas de inflación. ión. En cuanto al déficit fiscal, cal, los números difundidos por el Tesoro ro Nacional N prenden luces de alarma. a. El déficit primario del sector público consolidado con (Gobierno Federal, Estados ados y Municipios) puede trepar para el 202 2020 hasta 37 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN los 600.000 millones de e re reales (unos 100.000 millones de dólares) res), un 8% del PBI. El número es casi asi diez veces superior al déficit registrado do en e 2019, cuando el rojo se ubicaba aba en 0,85% del Producto Bruto Interno rno (61.000 millones de reales). Se esp espera que para poder financiar el rojo o se suceda una aceleración en el endeu ndeudamiento público y fuertes ajustes en n el período posterior a la pandemia. Al mismo tiempo, al igual ual que en otras economías emergentes, se observa una fuerte retirada de ca capitales. Paradójicamente, la tasa de interés int en mínimos históricos si bien ien facilita el crédito interno barato y una a ba baja en el pago de intereses de la d deuda nacional, la misma incentiva la fuga de capitales y termina de dar forma a la tormenta perfecta. Según n datos d del Banco Central 30.000 m millones de dólares salieron de Brasil asil en los tres primeros meses dell año, añ siete veces más que en el mismo período pe de 2019. En este contexto el R Real se devalúa a mínimos históricos. Está claro entonces, que ue al menos en el mediano plazo las previsiones, prev tanto a nivel mundial como omo nacional, no son auspiciosas: el resulta ultado de la pandemia y la cuarentena na será una economía más pobre, más ende ndeudada y más desigual. En un artículo para Project Syndicate cate, Nouriel Roubini, apodado el “Doc Doctor Catástrofe” por haber previsto to la l crisis financiera 2008/2009, enu enumeró algunas características de lo que ue llamó la “Depresión más grande” que la iniciada en 1929 y que marcó có llos años treinta del siglo pasado. do. Roubini avizora una economía mundi ndial híper endeudada y una era de e de defaults masivos debido al aumento de los déficits y deudas fiscales y la pér pérdida de ingresos de empresas y famil milias, que llevará a una cadena a d de insolvencias y comprometerá los s sistemas s bancarios (Roubini, 2020). 0). Esto plantea probablemente ente los principales interrogantes acerca de la crisis. ¿Cuál es el costo total y quien qu va a pagarlo? A pesar de ser económ nómica esta crisis, sin embargo, no o s se parece a nada conocido en la historia hist del capitalismo. No es clásica sica; no es keynesiana; no es el resultado ltado de un problema de oferta, debido deb a trabas institucionales, tecnoló nológicas o provenientes de la disponi ponibilidad insuficiente de los medios de producción pro (el capital, el trabajo y los recursos naturales) y no se ocasiona na por una caída repentina de la a d demanda. Esta crisis deriva esencialme almente de decisiones soberanas tom tomadas individualmente por la mayoría oría de los estados que condujeron n a la brutal contracción de sectores enteros ente del aparato productivo (Cordon rdonnier, 2020). Consideraciones finales les ¿Conducirá esta crisis a un una retracción del proceso de globalizació zación y del multilateralismo? ¿O nos s di dirigimos hacia un nuevo orden multilatera teral? En cuanto a los escenario arios imaginados de salida de la crisis hay tantas propuestas como preferenc rencias políticas. Sin pretender arriesgar futu futurologías hay ciertas tendencias s presentes p en la economía mundiall que q nos acompañarán en el median diano plazo. Ciertamente los cuellos de botella en la producción mundial y en el comercio c internacional nos enfrentan ntan a un aumento creciente de la regionaliza alización de la economía mundial, con on m menos cadenas globales tornándose más ás locales l o regionales, con una tenden dencia en el corto plazo a una des globaliza lización. De 38 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN la profundidad de la mism isma depende cuan traumática sea y en n cu cuanto se agudizarán las tensiones. s. A pesar de otras opiniones ones, esta crisis volverá a necesitar, como o en 2008 pero a escala mayor, una coordinación multilateral decidida para mitigar mit sus impactos. Esto incluye especialmente a las distintas instan tancias de gobernanza global que a diferencia de 1930 hoy están disponible ibles. En lo que respecta a nuestra región, re según el último informe de la CEPAL, CE la crisis se ha transmitido a través de cinco canales: reducción del comercio internacional, caída de prec precios de los productos primarios, intensific sificación de la aversión al riesgo y el empeoramiento de las condiciones financieras fin mundiales, menor demand anda de turismo y una reducción de las remesas. Según el país de que se trate tra el impacto de cada uno de ellos es variable. var El derrumbe del precio de las materias primas afecta a Latinoamérica. ica. La caída del valor de petróleo imp impacta con fuerza en las economías de países productores como Venezue zuela, México y Brasil. La disminución del precio de los productos agrícolas afectará afec a Argentina, Uruguay y Brasil. En el mismo sentido, la reducción en el valor de los minerales impactará en Boliv olivia, Chile y Perú. Finalmente, la redu reducción de remesas hacia países centroam americanos y Méjico será muy significat ificativa (CEPAL, 2020). Se requiere repensar un modelo m de desarrollo y de inserción para la región en consideración a las alte alternativas de reactivación y cambios estru structurales que ocurrirán en la globaliz balización y el mundo post COVID-19. Latino tinoamérica debe prepararse para el mundo post COVID-19 y pensar su futuro considerando la nueva ge geografía económica. Será necesario insistir ins en reducir la dependencia de las manufacturas importadas para lo cual se requieren nuevas polític líticas industriales orientadas a fortalec talecer sus capacidades productivas y generar nuevas capacidades en sectores estratégicos. Solamente el fortalecimien iento de su aparato productivo permitirá asegurar sustentabilidad financiera ra a los fines de hacer frente a los deseq esequilibrios financieros acumulados (La economía global, 2020). 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La mayor conflictivid tividad en las relaciones comerciales internac rnacionales, con la “guerra comercial” l” e entre EEUU y China como protagonista central; cen así como la apelación –globa lobal– a un mayor intervencionismo en la política comercial externa, llevaba aban a que los indicadores de comercio mostraran m tendencias a la baja y pro proyecciones en las que la relación entre re comercio c mundial y PBI global seguía guía contrayéndose. Para la Organización Mund undial del Comercio (OMC), a octubre de 2019 el 7,5% de las importaciones ones mundiales estaban afectadas por medi edidas que restringen las importacione iones, en un valor estimado de US$ 1,700 00 m miles de 22 millones (OMC, 2019).. Si bien China y EEUU explicaban una gran ran parte p de ese porcentaje, en realid alidad se trata de un fenómeno más extendido, ex alcanzando al menos a los primeros 10 exportadores e importadores ores a nivel global (Evenett & Fritz,, 20 2019). El comercio además, mostraba una mayor tendencia a la servificación ción -siendo que el comercio de servicios se expandió e más rápido que el comercio ercio de bienes entre 2005 y 2017 (OMC,, 2019); 20 en tanto que la Organización ción Mundial de Comercio perdía, en el mes de diciembre, la operatividad idad del órgano de apelaciones al concre ncretarse el bloqueo de EEUU del nom nombramiento de nuevos árbitros. En sí, el volumen v de comercio de mercancí ancías en 2019 había alcanzado US$ 18,888,714 18, millones de dólares y ell de servicios US$ 6,025,413 millones de dó dólares; el comercio de mercancías s fu fue de un 3% menos que el año anterior, or, e en tanto que el de servicios increme rementó 2%. Las proyecciones señalaban para pa 2020 expectativas en las que las tendencias contractivas se acentuaban. 20 Doctora en Relaciones es Internacionales, Universidad Nacional de Rosario. Investigadora asistente en Consejo Nacional de Investigaciones Científicas Cien y Técnicas (CONICET). Rosario, Argentina, Correo electrónico: ele julieta.zelicovich@fcpolit.unr.e nr.edu.ar 21 Estudiante avanzada de la l Licenciatura en Relaciones Internacional nales de la Universidad Nacional de e Rosario. Rosario, Argentina, Correo ele electrónico: romerobcamila@gmail.com 22 Una década atrás la cobertu ertura de este tipo de medidas era de tan solo lo 0, 0,6%. 41 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Es en ese contexto que e el e comercio internacional enfrenta a la crisis c del COVID-19. El 31 de dicie diciembre se hace pública la noticia relati elativa a la existencia de un nuevo viru virus en la provincia de Wuhan, China. Lo o que qu en un primer momento pareció ió un una enfermedad de alcance localizado como com la del SARS, llevó un mes más ás tarde, el 30 de enero de 2020, a dec declarar la emergencia de salud p pública de importancia internacional al por la Organización Mundial de e la Salud (OMS). El 11 de marzo, se ofic oficializó el estado de pandemia, con n ca casos en los cinco continentes. Los canales de “contagio” gio” entre COVID-19 y el comercio mund undial son múltiples. Baldwin (2020) 20) ha planteado shocks tanto sobre la oferta ofer como sobre la demanda. Porr el lado de la oferta, el cierre de estableci blecimientos productivos, ya sea porr la enfermedad o por las medidas de aisl islamiento preventivo, suponen una contracción de la producción; que se ve amplificada como restricci ricciones en las cadenas de aprovisionam namiento al considerar la fragmentació tación de la producción mundial a través vés de las cadenas de valor. En servicios, ser especialmente en aquellos rubro ubros como viajes y turismo que se basan ba en la interacción y movimiento de e personas, pe los efectos son más acen acentuados. Del lado de la demanda mundial, mun la contracción se produce tan tanto por la recesión macroeconómica que ue generan los shocks de oferta como omo por la predisposición a “posponer” compras com y decisiones de inversión – –wait and see–. Asimismo hay que consid nsiderar los efectos sobre los precios os m mundiales de commodities; las restriccion ciones en la migración y movimiento to de personas; y el impacto en la logística log e infraestructura. Por último, imo, y no menos importante, un canal adicional adic de contagio son las políticas icas comerciales aplicadas por los países, ses, que al restringir las exportaciones ones o importaciones de ciertos bienes y s servicios, amplifican los efectos del el C COVID-19. Como veremos en la próxima ima sección, estos canales han llevado do a una contracción histórica del comercio io m mundial. Antes de avanzar en el relevamiento rele empírico restan señalar dos s ele elementos que diferencian la naturale raleza de estos impactos respecto de otras tras crisis o shocks globales: su alcanc cance geográfico y la incertidumbre en términos térm de duración –así como de eve eventual reiteración–. Nunca antes una cri crisis tuvo shocks de oferta y demand anda en todos los países del mundo; y nunca nunc antes el mundo tuvo tales nivel iveles de incertidumbre respecto de la dur duración y naturaleza de los causales ales de dichos shocks. Si bien algunas ec economías comienzan a reactivarse se al momento de escribir estas líneas, as, no hay certidumbre alguna respect pecto de la recuperación de la demanda mundial, mu ni sobre la posibilidad o no o de “recaídas”. El comercio internaciona ional, por etapas de contagio A medida que la enferm ermedad fue expandiéndose, y más cant cantidad de territorios comenzaron a presentar contagios y a tomar med medidas de prevención de contagio, o, e el comercio internacional fue viéndose e a afectado. Planteamos una primera a et etapa en la cual el virus se mantuvo locali ocalizado en China y la región asiática, ca, en los meses de enero y febrero; y una na s segunda etapa con su expansión a Europa, E EEUU y el estallido de la pandemi emia en los meses de marzo y abril, il, en los cuales las restricciones en y al comercio com se vuelven globales. 42 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Durante los dos primeros ros meses del año, ante el rápido aumento ento de las cifras de contagiados en n China, C el gobierno reaccionó imponiendo ndo severas restricciones para evitarr un una mayor propagación del virus. Estas medidas me de contención impactaron rápi rápidamente en el plano económico-comercia rcial. Siendo China el más importante im mercado de consumo y el corazón manufacturero del mundo ndo –con un papel fundamental en las cad cadenas de suministro globales–, la a suspensión su de actividades y el cierre temporal temp de fábricas en su territorio provocaron pro la contracción de los flujos de comercio c internacional. Según las estadísticas comerciales de la Admini ministración General de Aduanas de e China, Ch la producción industrial en el país aís asiático cayó un 13,5 % en enero ro y febrero combinado, en comparación con co el año anterior. Una caída severa era si se pone en perspectiva con lo ocurrido rido durante el brote del SARS en 2002 200 y la crisis financiera de 2008. Asimis imismo, las exportaciones de mercancí ancías del país al resto del mundo disminuy inuyeron un 17,2%, mientras que las importaciones se redujeron un 4% durante dur los meses de enero y febrer brero frente al mismo período del año 2019. 20 Las disminuciones, tanto de exportaciones como importaciones, es, fueron significativas en aquellos os productos p que se utilizan como intermedi edios en la producción como: textiles, les, equipos eléctricos y electrónicos. Dentro de las manufactura turas, los sectores más gravemente afectad ctados –por su complejo encadenamie miento productivo y su alto valor y volúmenes vo comerciales– han sido la iindustria automotriz, textil y de alta tec tecnología. Conforme los datos dell Ba Banco Mundial, para finales de febrero el comercio c mundial ya exhibía una a contracción co de 5,7%, comparado con febrero feb de 2019. Además de los efectos en la oferta mundial de bienes, la contracci acción de la demanda mundial de productos pro primarios de China, repercutió utió en los precios internacionales de los mismos. El Índice de los Productos ctos Básicos (CRB Commodities Index dex en inglés), que mide la dirección del de precio agregado de alrededorr de 19 materias primas, cayó un 34% % desde d la confirmación del primer cas caso23. Para el mes de marzo, o, d dada la cantidad de casos que comen menzaron a reportarse en otras parte artes del mundo, la declaración de pande ndemia fue inminente, y con ello se agravaron los efectos en el plano económicoeco comercial internacionales. es. Estados Unidos, la nación ación que, al momento de escribir este te artículo, encabeza el listado de e m mayor cantidad de contagios y muer uertes por coronavirus en el mund undo, reportó una caída pronunciada da de sus exportaciones (9,3%) y sus importaciones (6,6%) para el mes de e marzo, m en comparación al mismo per período durante el año 2019. La producció cción se vio reducida por dos factores res claves: la falta de insumos del extranje anjero, y la imposición de la cuaren arentena. Las caídas más pronunciadas as de las exportaciones se reflejaro jaron en los suministros y materiales indu industriales, vehículos, piezas y motores ores automotrices, y bienes de capital. Mient ientras que, por el lado de las importac rtaciones, las mayores disminuciones se reportaron rep en los bienes de consumo oc como teléfonos celulares, autopartes y ac accesorios para vehículos provenientes ntes de Asia (United States Census Bureau,, 2020). 2 23 Estos efectos sobre los s pr precios se combinaron con la reducción del el p precio del petróleo vinculada a la crisis sis p política entre los países de la OPEP. 43 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN En Europa, las estadísticas icas disponibles no logran reflejar aún la contracción con de los meses de marzo y a abril, aunque sí muestran una reducción ón del d 1,6% de las importaciones extra tra europeas para el primer bimestre dell año, añ y una expansión de las export ortaciones más lenta que la de 2019 (C (Comisión Europea, 2020a). El come mercio con China, por ejemplo, se contraj trajo 3,6%. Las proyecciones de la Com Comisión Europea sostienen que en el resto sto del d 2020 el comercio exterior de e bloque b decrecerá un 9,7% (Comisión n E Europea, 2020b). En la región asiática, los efectos han sido severos en India, con caídas pronunciadas tanto de sus exportaciones (34,6%) como o de sus importaciones (28,7%) en marzo 2020 con respecto al mismo período per del año anterior (Banco Mundia ndial, 2020). Por su parte, las exportacio taciones de bienes y servicios de América Latina La y el Caribe continúan una tend endencia contractiva –en 2019 se redujeron eron 2,4%– (BID, 2020). Para las eco economías caribeñas dependientes del turismo, turi el cierre de fronteras y la p prohibición para viajar condujeron a un una caída dramática de sus exportaci taciones que también se verá reflejado en n su PBI. En el resto de la región el com comercio de bienes también ha sido afectad ctado por la contracción de la demanda nda mundial y la baja de los precios. En n el mes de marzo, por ejemplo, Arge rgentina tuvo una reducción de un 15,9% ,9% de sus exportaciones. En particula cular las ventas a Brasil se redujeron 16%, %, e en tanto que las exportaciones a Ch China lo hicieron 17,4% y las destinadas as a EEUU, 34% (INDEC, 2020). Brasi rasil, asimismo, tuvo una reducción de 19% en las exportaciones del mismo om mes, en relación a marzo del 2019. Las perspectivas para lo que q resta del 2020 no son alentadoras ras para la economía mundial ni para ra e el comercio internacional. La magnitud d de la crisis parece superar a la dell año a 2009 y a la de 1930. Y aún dentro ntro de las proyecciones disponibles s ex existe un elevado nivel de incertidumbre. e. La OMC ha estimado caída aídas de entre 13% y 32% del comercio mu mundial en 2020 –proyección que inc incluye 20 puntos porcentuales de incertid ertidumbre– (OMC, 2020). El Fondo Mo Monetario Internacional, por su parte, estima esti una reducción del 11% dell comercio co de bienes y servicios. Las variaciones var dependen en gran parte te d de la duración de la pandemia y de las políticas comerciales y económicas cas que los Estados apliquen. Mayores restr restricciones al comercio, y menor nivel nive de impulso a la economía, llevan a suponer escenarios más pesimistas. tas. En la región de América a La Latina, el BID ha estimado que el PBI regional reg se contraerá entre -1,8% y -5,5% en 2020. El comercio, por su parte, presentará una contracción ción de entre -12,9% y -31,3% según los s escenarios es planteados por la CEPAL. L. R Resulta relevante considerar tanto la disminución dism de los precios de los pro productos exportables de la región –estim stimada en 8,8%– así como la contrac tracción del volumen –de al menos 6%–,, explicada e principalmente por una a a agudización de la contracción de la d demanda mundial. La dependencia ia d de varios mercados a la demanda de China Chi o de EEUU incrementa su vulner lnerabilidad en estos contextos. Las políticas comerciales iales durante la pandemia En última instancia, el impa mpacto económico final de esta pandemia a de dependerá de la eficacia de las medid edidas tomadas a nivel nacional, regionall y mundial 44 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN como respuesta a la cri crisis. Desde el plano económico nacio acional, los gobiernos del mundo han adoptado medidas en la esfera de la política comercial y de la política a fis fiscal. Con respecto a la primer imera, a medida que el COVID-19 avanz anzó sobre diversas regiones del mun mundo y ante el temor por el desabastec stecimiento interno de medicamentos, tos, insumos médicos y sanitarios; e incluso inc de alimentos, numerosos go gobiernos recurrieron a las restricciones ones a las exportaciones. Este tipo de medida come omercial generalmente es utilizada en conte ontextos de aumento de los precios internacionales int de un determinado bien,, en pos de proteger los precios domés mésticos y, en última instancia, a los consu nsumidores nacionales. Pero a partir ir de la declaración de pandemia, y ante el temor te por la escasez de los rec recursos, dichas políticas comenzaron ron a ser implementadas, ya no por razones de precios, sino más bien porr volúmenes vo de exportaciones. Para el 21 de marzo, segú según lo notificado a la OMC, 54 gobiernos rnos habían impuesto algún tipo de restricción a las exportaciones; cifra ra que fue progresivamente en aum aumento, generando una especie de espiral proteccionista (Baldwin & Evenett, 2020). A la fecha, más de e 90 países cuentan con algún tipo de m medida de dicha índole. Durante el mes de abril il la Organización Mundial de Aduanas publi ublicó "una lista indicativa" 24 de sumin uministros médicos esenciales utilizados du durante la pandemia, cuya producción ción se encuentra altamente concentrada a en manos de unas pocas naciones es desarrolladas –Alemania (14%), EEUU UU (12%), Suiza (9%), Países Bajos jos (7%), Bélgica (7%), Irlanda (7%), Chin hina (5%), Francia (5%), Italia (4%)) y Reino Unido (4%)–, de las cuales, nuev ueve de las diez mantienen reglas de a autorización de exportación o alguna otra barrera al comercio. El coronavirus no entiende nde de fronteras y, en efecto, este tipo de políticas comerciales no hacen más ás que privar el acceso a las naciones impo portadoras –principalmente países en desarrollo– del “kit de supervivencia”” necesario n para mantener sus sistem istemas de salud en funcionamiento y garantizar ga protección y bienestar a su población. En paralelo, los países ses comenzaron a liberalizar las import portaciones, facilitando las compras exte externas de medicamentos y productos médi édicos. Las estadísticas oficiales de la O OMC muestran que, antes del estallido de la crisis sanitaria, el arancel aplicad licado a dichos productos relacionados con n el COVID19 se situaba en promedio dio en el 4,8% (OMC, 2020). Actualmente, e, a alrededor de 97 países han levan vantado las barreras arancelarias aplicad licadas con anterioridad 25 . Aunque alg algunos países han removido incluso medidas med no arancelarias vinculadas s co con la simplificación de los procedimie imientos de aduana y la agilización n d de los requisitos en materia de aprob probación y licencias. Con respecto a las medida idas de política fiscal, para contrarrestarr los efectos de la crisis en el plano econ económico y social, los países adoptaron una serie de 24 Lista completa de sumini ministros médicos esenciales durante la pand andemia del COVID-19: https://bit.ly/2M5 2M5NyNB 25 Para ver en detalle las me medidas de restricción y facilitación de exporta ortaciones e importaciones en tiempo real, eal, dirigirse a: https://macmap.org/covid19 45 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN medidas de emergencia qu que ya ascendieron los US$ 8 billones (FMI FMI, 2020). Si bien la capacidad institu stitucional y financiera de cada nación influy nfluye en el tamaño y el tipo de asiste sistencia de emergencia otorgada, los paqu aquetes de ayuda están dirigidos princ principalmente a 3 cuestiones: financiamien iento a los servicios de salud y de eme emergencia; apoyo a los hogares para la adquisición adq de bienes y servicios básico sicos; y ayuda a las empresas para evitarr el quiebre y proteger a los trabajadore dores de ser despedidos. Además del accionar unilate ilateral, desde el plano regional se buscaron ron generar algunas respuestas coordi ordinadas. Durante el mes de abril, los os distintos esquemas de integración ión latinoamericanos –como Mercosur, Alia Alianza del Pacífico, el Sistema de Integración Centroamericana y la Comunidad Com Andina, entre otros– han an concertado virtualmente aunar sus esfu esfuerzos y contribuir a la salida de la c crisis. En el caso del Mercosur si bien no se logró un accionar coordinado en materia de sanidad y medidas de cont ontención siendo muy distantes los os m modelos de Argentina y Brasil- sí se dio lugar al intercambio de informació ación, a la vez que a la creación de fondos fon de emergencia en pos de mejo ejorar las capacidades nacionales en la lucha luch contra la enfermedad26, poniendo ndo de manifiesto que estos esquemas exce xceden a la vinculación estrictamente te c comercial. En lo que respecta al plano lano internacional, un grupo de siete países íses –Nueva Zelanda, Australia, Singa ingapur, Canadá, Chile, Brunei y Myanm anmar– se comprometieron en una na declaración de finales de marzo, a m mantener abiertas las cadenas de suministros sum y remover cualquier barrera al comercio c existente sobre bienes es esenciales, específicamente suministros os médicos. m Unos días después, el Grup rupo de los 20 emitió una declaración minis inisterial en la misma dirección, promet metiendo trabajar conjuntamente para gara arantizar el flujo de suministros y equip quipos médicos. Adicionalmente, la crecien ciente demanda y volatilidad en los precios cios de los alimentos, el aumento del desempleo y la pobreza, y el miedo do a que el proteccionismo se extienda enda a otros sectores e instrumentos polít olíticos; ha puesto en marcha esfuerzo erzos conjuntos para contrarrestar los efect fectos de la pandemia en lo relativo o a la provisión de productos agrícolas y ali alimentos. En este sentido, el 21 de abril, los Ministros de Agricultura del el G-20, G en reunión extraordinaria,, ha han emitido una declaración con el com compromiso principal de preservar la seguridad s alimentaria y la nutrición, ase asegurar el normal flujo de alimentos os y productos agrícolas, proteger a los traba rabajadores del sector y, en caso o de necesidad, adoptar medidas comerci erciales de emergencia que sean tran transparentes, proporcionales y temporales ales (G-20, 2020). Para el 22 de ab abril, en el marco de la OMC, alrededor edor de 50 miembros (incluidos China ina y EEUU), hicieron declaraciones similares ares, en pos de mantener el comercio io en dicho sector abierto y predecible (WT/G T/GC/208). 26 El Mercosur aprobó un fond fondo de emergencia de US$ 16 millones para a el proyecto “Investigación, Educación y B Biotecnología aplicadas a la Salud”, financiado iado a través del Fondo de Convergencia a Es Estructural (FOCEM). 46 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Perspectivas para las s ne negociaciones comerciales internaciona ionales y la gobernanza global La pandemia también ha generado un freno sobre las dinámicas icas de las negociaciones comerciales les internacionales. Durante los meses de febrero, marzo y abril, la mayor may parte de las negociaciones comerciales com internacionales que venían ían en curso –como la del RCEP en etapa a final fin en la región asiática– o que ha habían sido recientemente anunciadas –como – el diálogo exploratorio entre tre EEUU E y Kenia– entraron en un impasse,, y solo se abordaron cuestiones técnicas técn vía videollamadas. La OMC suspen spendió sus actividades –e incluso la C Conferencia Ministerial de Nur-Sultán–.. Con las burocracias dedicadas a los temas urgentes la presión por nuevos os acuerdos a comerciales pareció relajar lajarse, sin que ello implicase estar comple pletamente ausente –como lo muestr estra el caso de las negociaciones Méxic éxico-Unión Europea, concluidas el 28 d de abril de 2020–. Como mencionamos arriba riba, la gobernanza del comercio internacio acional prepandemia, ya estaba deb debilitada. El multilateralismo como foro ro para p las negociaciones comerciales iales registraba ya al menos una década déc de disfuncionalidad, a lo que ue s se habían sumado limitaciones a la admini ministración de comercio en el ma marco de la guerra comercial y del “nuevo proteccionismo”, y el bloqu loqueo en el órgano de apelaciones del me mecanismo de solución de controversia rsias. No obstante, la dinámica prevaleciente iente seguía siendo la cooperativa; aun aunque regional (Zelicovich, 2018). Como mo sostiene Steinberg (2009), los países paíse en materia de comercio están “conde ndenados a cooperar”, y los acuerdos os c comerciales –con sus distintas variantes tes– siguen siendo el instrumento centr entral para ello. Así la primera observación ción es que la pandemia no hará desapar parecer las negociaciones comerciales. les. Si se toman en consideración los anuncios anun de reactivación de diálogos s di diplomáticos vinculados al libre comercio cio d de mayo 2020, el mundo post-COV COVID-19 en materia de agenda de negoc gociaciones comerciales internacionales ales se parece mucho al anterior. En síí la agenda aún no ha presentado cam cambios. No obstante, las dinámicas relativ lativas a las políticas comerciales menci encionadas más arriba sí permiten alertarr sobre so una mayor saliencia de las medidas de restricción a las expor portaciones (especialmente en insumos mos médicos o en las cadenas alimentarias rias); sobre la tensión entre facilitación ción del comercio y –nuevos– controles fitosa tosanitarios; sobre la implementación n d de –nuevos– subsidios y medidas equival ivalentes; y sobre el creciente uso de plataformas digitales, lo que genera ra m mayores incentivos a la negociación ción de comercio electrónico. En un segund undo plano, asoman desafíos también én e en materia de propiedad intelectual y el de desarrollo de una vacuna para el COVID (Velásquez, 2020), tema que ue ha sido relacionado al comercio a tr través del ADPIC. Estos nuevos y reeditado itados desafíos para la gobernanza del el comercio c mundial demandan una na respuesta global, pero sin embargo go parecen encontrar mayor eco en n el ámbito regional que multilateral. Y en esto, e las perspectivas también se e pa parecen bastante al mundo pre pandemia mia. Con la OMC limitada en sus capac apacidades y presa de las tensiones que acompañan aco el reacomodamiento del el o orden internacional, los acuerdos regio egionales o preferenciales vuelven a tener centralidad como modo de resolver reso las tensiones y fricciones del el co comercio internacional. 47 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN La pandemia ha puesto to d de manifiesto la debilidad de las instituciones insti existentes, y la dificultad ltad para canalizar la cooperación a través avés de las mismas –incluso en mat materia de comercio internacional–. Repe epensar la gobernanza del comercio cio internacional es uno de los principales les desafíos que plantea el COVID-19. Referencias bibliográfica ficas Banco Mundial (2020). South S Asia Economic Focus, Spring 2020: 20 The Cursed Blessing of Pu Public Banks. Washington, DC: The World rld Bank. B Baldwin, R, y Evenett,, S. J. (2020). COVID-19 and Trade Policy: Polic Why Turning Inward Won´ on´t Work. 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Para ra empezar, e puede advertirse que desd desde que la Organización Mundial de Salud alud (OMS) calificara al coronavirus us como una “emergencia de salud pública púb de preocupación internacional onal” a fines de enero de 2020, se regi registró un aumento significativo de e los lo niveles de deuda soberana, tanto en términos t absolutos como relativos. os. Todo ello, como resultado de las respuestas res financieras y monetarias s a adoptadas por gobiernos de diferentes lat latitudes y adscripciones político-ideol deológicas en miras a sortear las urgencia ncias sociosanitarias acarreadas por la pandemia como asimismo financiar iar grandes paquetes de estímulo en el marco del colapso económico o mundial. m Adicionalmente, debe con considerarse que, desde el brote de la mentada m enfermedad, un número ro creciente c de países se adentraron en c crisis de deuda soberana, al man manifestar dificultades para hacer frente nte a sus compromisos financieros s ex externos. A tales efectos, es de mencionar nar que a la República Argentina y Líba Líbano (embarcados en procesos de reestruc tructuración en instancias previas a la pandemia), se le sumaron los casos de Zambia, Ecuador, Ruanda e Islas s Ma Maldivas. Las previsiones publicadas das durante los últimos meses por los organismos org multilaterales de crédito ito –el Fondo Monetario Internacionall (F (FMI), en particular-, agencias calif calificadoras de riesgo, think tanks y re referentes académicos de diversas as trayectorias convergieron en apuntar ar que los indicadores adversos en n m materia de deuda soberana se acentuarán arán en los tiempos venideros, profu rofundizando las vulnerabilidades de los Estados endeudados y complejizand zando aún más las condiciones para la recup ecuperación económica mundial en el m mediano y largo plazo. Habida cuenta de su releva evancia para el orden internacional, la contribución cont presente tiene por objetiv jetivo analizar la problemática del endeud eudamiento soberano en el marco de la crisis del COVID-19. El trabajo parte part de la premisa de que el estallido llido de la pandemia acentuó la curva alcist lcista de los niveles de endeudamiento nto de los Estados como así también la a estructura es asimétrica de los mercados dos internacionales de deuda soberana. 27 Doctor en Relaciones Inte Internacionales por la Universidad Nacionall de Rosario (UNR). Investigador adjunto nto del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas Cie y Técnicas (CONICET). Docent cente de Economía Internacional de la Licenci enciatura en Relaciones Internacionale nales de la UNR. Correo ele electrónico: josefernandezalonso@conicet. icet.gov.ar 50 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN A esta breve introducción, ión, le continúan dos secciones de desarrollo rollo y unas reflexiones finales a modo do de conclusión. En la primera sección, se analizan las condiciones de la deud euda soberana antes del estallido de la crisis cris y sus variaciones durante los s pr primeros meses de la crisis del COVID-19 19. En la segunda sección, en tanto anto, se aborda la cuestión de la crisis s de deuda soberana y las condiciones nes actuales que refuerzan los diagnósticos cos respecto r a la ocurrencia de una sucesión suce de crisis de deuda soberana. La deuda soberana en tiempos t del COVID-19: hacia el refue efuerzo de las vulnerabilidades pre existentes El estallido de la pandemia mia del COVID-19 se contextualizó en un n escenario e harto complejo en materia eria de endeudamiento soberano. En este te respecto, r es de notar que desde los últimos decenios, y muy particularmente ente, desde la crisis financiera iniciad iciada en Estados Unidos en 2008 y pro propagada rápidamente a casi todas as llas latitudes del globo, la deuda soberan erana creció de modo significativo. Sin in ánimo á de dar una revisión detallada de e las la cifras, basta marcar que a fines nes de 2018 (momento del que datan los últimos números consolidados a niv nivel global), los índices de deuda pública ica d del 90% de las economías desar esarrolladas se presentaban más altos s que los registrados en los tiempos pos inmediatos anteriores al inicio de la crisis c de 2008/2009. Tal como rem remarcan Marialuz Moreno Badia y Paolo aolo Dudine (2019), a fines de 2018 8 la deuda pública se ubicó 30 puntos porce orcentuales más arriba que la conoci nocida en 2007 en más del tercio de los países desarrollados. En este universo uni de países, se identifican ratios s de deuda pública/PBI que resultan n d desafiantes: Japón (239%), Grecia (193% 93%), Italia (147%), Portugal (138%)) y Estados Unidos (136%) (OCDE, 2020). 0). Un derrotero semejante e si siguieron en el período mencionado los s pa países en desarrollo. En este sentido ntido, puede señalarse que, para los denom enominados “mercados emergentes”, ”, la relación deuda soberana/PBI aumentó tó a niveles comparables a los que pre prevalecieron durante las crisis de mediado iados de los años ochenta y noventa. a. S Siguiendo con las observaciones de los s pr precitados economistas, los coeficientes de de deuda pública a fines de 2018 se reportaba taban 70 por ciento encim ncima de lo reportado en 2007 en casii una un quinta parte de los países. Mientras tanto, ha habido o un u aumento constante nte de la deuda pública en los países s e en desarrollo de bajos jos ingresos en su conjunto, con dos quinto intos de ellos en tod todo el mundo en alto riesgo d de sobreendeudamiento ento o en dificultades28(Moreno Badia y Dudin udine, 2019). En continuidad con lo apu apuntado en las líneas introductorias, se impone marcar que como respuest uesta a los desafíos acarreados por la pande ndemia, un colectivo cada día más crec creciente de gobiernos puso en marcha paquetes paqu de estímulo para apoyar a s sus respectivas economías. Para su con concreción, anunciaron la adopción de políticas monetarias más laxas al tiemp iempo de la asunción de mayor deuda. a. A modo de ejemplo, considérense los casos cas de la República Popular China a (R (RPCh) y Estados Unidos (EE.UU.) cuyos s gobiernos go 28 Traducción propia. 51 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN anunciaron paquetes de estímulo de tres y dos billones de dólares, respectivamente. Del mis mismo modo, Alemania cuya trayectori toria fiscal ortodoxa le valió los cue cuestionamientos de buena parte de los Estados miembros de la Unión Eur Europea en la gestión de la crisis de deuda deud de la periferia de la Eurozona, a, a aceptó incrementar su endeudamiento o ha hasta 150 mil millones de Euros. metido para Según los pronósticos del FMI (2020), el gasto público compromet hacer frente a la pandem demia tendrá como resultado un increment ento de la deuda pública global de e ca casi 16 puntos porcentuales: del 69,4% al 85,3%. En algunas regiones y país países este fenómeno exigirá mayores porci orciones de sus presupuestos para ha hacer frente a sus viejos y nuevos comp ompromisos soberanos. A modo ilustrati trativo, se repara en la situación de EE.UU., U., lla mayor economía hasta el momen mento, que en 2019 debió destinar ell 8% de su presupuesto anual al pago pag de intereses por deuda soberana. a. Dado el incremento inminente de e la deuda en el marco de la crisis del COVI OVID-19, el país aumentará los ítems destinados al pago de intereses y capital tal de d deuda soberana a expensas de ““gastos discrecionales, incluyendo progra ogramas de defensa y transporte”29(McBride (Mc et. al., 2020). Esta situación condu ondujo a no pocos especialistas a alert alertar el peligro de EE.UU. y de otras ec economías desarrolladas de incurrir rir e en una “trampa de deuda”, entendida a como c un estado de endeudamiento to s soberano muy alto el cual refrena toda a po posibilidad de crecimiento, obligando ando a su vez a contraer nuevas y m mayores obligaciones financieras s ((Lynch, 2020). En breve, una circu ircunstancia experimentada por Japón ón d desde hace decenios, la cual suele invoca ocarse para escrutar su frágil desempeñ peño económico. Tabla 1. Relación deud euda pública/PBI. Mundo, regiones y países seleccionados. 2012-2020. 20. En porcentaje 2012 2013 013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020 65,8 65,0 65,2 66,8 69,4 68,2 68,6 69,4 85,3 Mundo 76,7 75,9 75,7 75,8 77,5 75,9 76,0 76,6 94,2 Economías desarrolladas 80,8 81,6 81,4 81,1 82,1 82,1 83,2 84,1 107,0 Estados Unidos 73,2 75,7 75,9 74,7 74,3 72,2 70,5 69,1 81,3 Eurozona 80,0 83,0 85,5 86,3 89,2 89,5 89,6 89,8 106,7 Francia 59,6 58,6 55,0 52,1 49,3 45,7 42,9 41,3 49,2 Alemania 114,6 120,0 0,0 122,3 123,2 122,4 122,1 122,9 123,1 142,7 Italia 71,8 80,9 85,2 85,0 86,1 84,5 82,7 81,1 97,7 España 145,3 144,7 4,7 146,6 146,4 152,0 149,8 153,4 154,3 168,9 Japón 74,8 75,9 78,0 78,4 77,8 76,7 75,9 75,5 85,9 Reino Unido 28,9 29,7 28,5 28,4 28,7 27,9 26,5 25,9 40,7 Canadá Mercados emergentes – Economías de ingreso medio Asia 22,7 22,9 24,2 28,6 34,6 36,0 36,8 38,3 45,8 ... ... ... ... ... ... ... ... ... 29 Traducción propia. 52 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN 32,0 31,6 29,6 Europa 29,6 29,7 32,3 América Latina -2,5 -3,4 -0,1 Medio Oriente, Norte de África, Pakistán y Afganistán Fuente: Elaboración propia aap partir de 28,8 35,7 31,0 41,1 30,1 43,3 30,7 44,1 30,6 45,3 36,9 51,7 15,3 29,2 29,7 31,1 35,2 46,6 datos de IMF (2020). iagnóstico de Simon Baptist (2020), se advie dvierte que En coincidencia con el diag en este escenario no todos odos los Estados llegarán a acceder a la fina financiación requerida en el contexto to a actual, todo lo cual agigantará las brecha chas en los mercados internacionales es d de deuda soberana. Sin dudas, los más s a afectados en este marco serán n aquellos a catalogados como “en desar sarrollo” o “economías emergentes”, s”, quienes deberán asumir el “gran des desafío de convencer a los inversores res internacionales de que les presten más ás d dinero en un momento en que los inversores buscan lugares más segur guros para estacionar sus fondos” 30 (Baptist, 2020). En contexto de incert certidumbre imperante, el redirecciona ionamiento de capitales hacia estos países íses sólo se hará a expensas de may mayores niveles de rentabilidad, aumentan ntando por consiguiente el riesgo a nivel niv sistémico. En función de lo antedicho icho, puede bien colegirse que durante los os próximos p meses -años, inclusive- se reporte un incremento de la brecha a entre e los riesgos soberanos de los Estados desarrollados y en desarrollo. ollo. Con el encarecimiento del crédit édito, estos últimos países tenderán a rregistrar mayores urgencias presup supuestarias como consecuencia del increm remento de las partidas por el pago de intereses y un afianzamiento consiguient iente de las restricciones financieras s ex externas. Desde luego, la emisión de instru nstrumentos de deuda en moneda nacio acional resulta siempre una opción viable -o o incluso, deseable al soslayar el denominado “pecado original” de la deuda soberana31-, aunque más ás o onerosa ya que los inversores tienden a id identificar a estos activos como más ás rriesgosos. Crisis de deuda soberana rana: ¿hacia una explosión de casos? La crisis del coronavirus s s se desató en un escenario ya complejo ejo para los países en desarrollo, los s cuales cu venían reportando un debilitamiento iento de sus condiciones macroeconó onómicas desde hacía varios trimestres. trim Concretamente, el sendero dero marcadamemente negativo para ell grueso gr de dichos países se inició du durante los primeros meses de 2018, cuando cua los decisores de las institucio tuciones monetarias más gravitantes en n la l arena internacional -la Reserva va Federal de EE.UU., en lo principal- resolvieron res poner fin a la política de expansión cuantitativa llevada adelant lante como respuesta a la crisis finan inanciera internacional de 2008. Tal determ terminación, 30 Traducción propia. Para una profundización de las teorizaciones en torno al “pecado origina iginal” en los mercados de deuda soberana ana se sugiere consultar las obras de Ricardo Hausmann Hau y Ugo Panizza (2003) y Barry ry Ei Eichengreen y Hausmann (2010). 31 53 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN consustanciada mediante te la suba paulatina de las tasas de int interés de referencia internacional, l, im implicó una reversión de los flujos de capit apital desde los países de la periferia a a llos centrales, bajo la lógica conocida como com “vuelo hacia la calidad”. Dicho redireccionamiento to en los movimientos internacionales de capital estuvo acompañado por or otro fenómeno sobre el cual los países pa en desarrollo cuentan con lim limitadas -o nulas- posibilidades de incidir: idir: la baja generalizada del valor de lo los commodities. Aunque resulte una pero perogrullada, debe señalarse que los mis mismos resultan los principales pilares de e la canasta exportadora para buena a pa parte de este contingente de países. En consideración de las indagaciones empíricas de Carmen n Reinhart, R Vincent Reinhart y Christop istoph Trebbesh (2016) en torno a los ciclos los globales de los flujos de capital, es de subrayarse que los contextos histórico ricos en los que se dio una caída del precio de los commodities junto con una un salida generalizada de activos s fin financieros desde las economías en desar esarrollo se consignó un incremento sus sustantivo del número de defaults soberano anos. Tal hecho estilizado, erigido igido a partir de series históricas que se inici inician en el último cuarto del siglo XVI XVIII, sólo había reportado una única excep xcepción: la segunda década del siglo lo XXI. X En este sentido, y tal como remarca rca Reinhart (2019), a la caída concurre urrente de precios de los commodities y la salida s de los flujos de capital de los emergentes tras la crisis de 2008/200 /2009 no le siguió una oleada de crisis risis de deuda soberana. De acuerdo con su análisis, el “enigma de los defaul faults perdidos” se explica por el manejo nejo macro prudencial que llevaron adelante ad los gobiernos de los emergentes tes durante este período y la consolida lidación de la RPCh como principal fuente e de crédito oficial para los países en desarrollo. No obstante, los meses inm inmediatos previos al estallido de la crisis, c se registraron una serie de proce rocesos que permiten colegir sobre la ralentización r -y hasta reversión- de tal al situación. si En este orden de ideas, as, se acentúa que la disminución de la tasa de crecimiento de la RPCh Ch y el agravamiento de la crisis en los países latinoamericanos con los s qu que tiene mayor exposición crediticia (la la R República Bolivariana de Venezuela, ela, Brasil y Ecuador, en particular) coadyu dyuvarán a una merma de la diploma lomacia financiera china, y junto a ello,, del de factor morigerador de las crisis isis de deuda soberana luego de la últim ltima crisis financiera internacional. l. El cúmulo de casos de crisis de deuda a soberana s registrado en los últimos os meses m da cuenta de una ratificación de e tal ta hecho estilístico. En este context texto, y en coincidencia con Colby Smith ith y Robin Wigglesworth, se recalca lca que existe un creciente consenso por or p parte de instituciones y especialist alistas dedicados a la problemática de e la deuda soberana respecto a que ue lla sucesión de crisis reportada recientem temente no supone sino la “punta de e un iceberg”. Llegado a este punto,, conviene c recordar que ante un escen scenario de dificultades para honrarr sus su compromisos financieros externos, los Estados disponen de dos grandes s al alternativas, a saber: por un lado, cumplir plir con sus compromisos soberanos s s sin alterar las condiciones y/o términos inos de sus deudas; por otro lado, procurar proc una revisión de esas obligaciones. s. Cada C uno de estos senderos se prese resenta a su vez con un set de opciones esp específicos. En lo que respecta a la prim primera opción, los decisores de los Estados dos pueden llevar adelante políticas s de ajuste, solicitar nuevos créditos -a organismos org multilaterales de crédito, o, e en especial- o hacer una combinación de ambos. 54 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Por su parte, en lo que e c concierne a la opción de revisar los términos tér y condiciones de los contrato ratos, los Estados pueden reestructurar sus us d deudas o repudiarlas. En el contexto del COVID VID-19, cada una de estas alternativas resulta resu más intrincada que lo que implicaban imp en tiempos previos a la pande ndemia. En efecto, la posibilidad de lllevar adelante políticas de austeridad ad fiscal f se reconoce limitada por la necesidad de afrontar las demandas ndas sociosanitarias acarreadas por la gestión de la pandemia y el agot agotamiento político-económico y social cial ocasionado por la contundencia del colap olapso y por la imposibilidad de los s m mismos de responder con sus recurso ursos a las demandas crediticias con concurrentes de sus miembros. Por último, últ la alternativa de la reestru structuración -al menos voluntaria- se e reconoce r restringida por la incertid rtidumbre económica actual. Del mismo o modo, m el camino de la reestructurac uración se reconoce limitado por la ausenci encia de un régimen internacional para la resolución de crisis de deuda sobera berana. Las dificultades experimentada tadas por Líbano y la República Argentina tina en sus procesos de reestructuració ración de deuda con tenedores de títulos públicos púb en monedas extranjeras ilust ilustran sobremanera la complejidad del el e escenario actual. Ante este escenario ario, los Estados en crisis de deuda soberana ana pueden verse presionados por los grandes fondos de inversión, quienes es ostentan o mayores incentivos para rechazar y/o obstruir todo proc roceso de reestructuración tras ell arr arreglo que hiciera la administración presid residida por Mauricio Macri (2015-2019 019) con aquellos tenedores de títulos púb públicos del Estado argentino en situac uación irregular (Smith y Wigglesworth, 202 2020). Este acuerdo, el cual cerró la denominada de “saga de la deuda argentina”, ina”, implicó una victoria de facto para ra aquellos que habían rehusado las ofertas tas d de canje del país -holdouts- y muy uy particularmente, para los denominados dos “fondos buitre”. Del mismo modo, y confor nforme se advierte en el gráfico No. 1, las crisis de deuda soberana no sólo o af afectarán las vinculaciones de los Estados dos con sus acreedores privados, sino ino también con una pluralidad de actores es entre e los que se distribuye el endeu ndeudamiento de los países. De tal conting tingente de acreedores eventualmente ente afectados por la oleada de crisis de deuda soberana destaca el caso de las diferentes líneas de crédito to p provistas durante los últimos años ños por la RPCh. En este respecto, se abre el interrogante sobre si este te país p exigirá la ejecución de las garantías ías sobre s las que canalizó buena parte te d de sus créditos no concesionales a otros os países p de la periferia o por el contrario, con negociará procesos de reestruc tructuración bilaterales, procurando pre preservar los activos de poder blando age agenciados mediante estos instrumento entos propios de la “diplomacia financiera”. ”. 55 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Gráfico 1. Deuda en situación situ irregular a nivel mundial. 1975 975-2019 (En millones de dólares) res) 500000 400000 300000 200000 100000 0 1975 1980 1985 985 1990 1995 2000 2005 2010 20 2015 Títulos públicos icos en moneda nacional Títulos públicos icos en moneda extranjera Créditos bancar carios privados en moneda extranjera Acreedores priv privados Otros acreedore dores oficiales República Popul opular China Club de París Asociación Inter nternacional de Fomento (AIF) Banco Internaci nacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) Fondo Monetario tario Internacional (FMI) Fuente: Elaboración propia aap partir de Bank of Canada – Bank of England d (2019). (2 En consideración de este te pa panorama, múltiples actores -gobiernos s nacionales, na instituciones internacional onales, think tanks, y referentes académ adémicos y políticos- comenzaron a p propugnar iniciativas en torno a una a moratoria m global de deuda soberana, ana, para los países de bajos ingresos, sobre sob todo. Los primeros pasos en tal sendero fueron ya adoptados por el G-2 20, quien anunció a mediados de abr abril la suspensión del cobro de intereses s y capitales c correspondientes a las deud deudas soberanas de los 76 países que opera peran como “prestatarios” de la Asociac ociación Internacional de Fomento (AIF). Est Esto es, en resumidas cuentas, de los Estados con menor ingreso del mundo, do, que han visto reducir drásticamente ente sus ingresos externos no sólo por la m mentada baja del generalizada del el v valor de los commodities, sino por ell colapso col de 56 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN las remesas y la parálisis lisis de un sector clave para buena parte te d de ellos, como es el turismo. Por último, conviene apuntar que tal resolución, res alcanzando la cifra de apr aproximadamente 20.000 millones de dólares, dóla de ningún modo implica una na c condonación, sino una reprogramación n de d pagos para el bienio 2022-2024 4 (G (G-20, 2020). les Consideraciones finales La crisis del COVID-19 9 a agravó raudamente los indicadores rela relativos al endeudamiento soberano no a nivel global, los cuales eran identificado icados como alarmantes incluso antes tes del estallido de la pandemia. Las as medidas adoptadas por los gobierno ernos para afrontar las urgencias socio-sanita anitarias del contexto y llevar adelante te p políticas de estímulo económico en el con contexto de colapsos económicos nacio acionales e internacionales no hizo -no haceha sino agravar el panorama. Diag Diagnóstico semejante puede adoptarse en relación con los países que tra transitaban dificultades para cumplir ir con c sus compromisos financieros s al iniciar la emergencia sanitaria mundial. ial. En este respecto, se subraya que ue e estos países -afectados por la baja del el precio p de los commodities y la rever eversión de los flujos de capital desde princ rincipios de 2018- conocen mayores s di dificultades por la acentuación de estos os p procesos mutuamente reforzados. En ausencia de una acción ión coordinada, la búsqueda crediticia en sim simultáneo de los Estados redundará rá en un cuello de botella, todo lo cual agud gudizará las asimetrías en las estructur cturas de los mercados de deuda soberana. na. En este sentido, aquellos Estados os con c mercados identificados históricamen ente como “seguros” tenderán a capta aptar la mayor parte de los capitales, restri estringiendo consiguientemente el finan inanciamiento para aquellos países calificado cados como “riesgosos” o “vulnerables”. les”. Del mismo modo, la falta ta d de una respuesta multilateral para la resolu esolución de crisis de deuda soberana rana -fuera mediante condonación, redu educción o reestructuración- acentuar tuará la vulnerabilidad de aquellos países ses que ya atraviesan problemas par para honrar sus compromisos financiero ieros como asimismo de aquellos otros tros que lo experimenten en los próximos s meses m en la convergencia de las externalidades negativas acarreadas as por la pandemia. La ponderación de una na salida cooperativa dista de ser un llamado voluntarioso. Todo lo contra ontrario, se impone como la salida más racion cional en el marco de un escenario atr atravesado por la incertidumbre. En este te respecto, r se advierte que las sa salidas en solitario de la problemát mática del endeudamiento soberano no n no serían sino paliativos de corto plazo o al implicar mecanismos de contención ción de la pandemia muy restringidos. En sintonía con las formulaciones de Pierre-Olivier Gourinchas y Chang-Ta Tai Hsieh (2020) se advierte que e p para erradicar el virus en forma defini efinitiva, se requiere hacerlo en todas as p partes. Referencias bibliográfica ficas Bank of Canada (BoC) – Bank Ba of England (BoE). (2019). BoC-BoE E Sovereign S Default Database.. Ottawa: Bank of Canada – Bank of E England. 57 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Recuperado de https://www.bankofcanada.ca/2019/09/staff taff-working- paper-2019-39/ Baptist, S. (2020). Coronav onavirus pandemic could bring back a euro o zo zone debt crisis, says EIU. EIU Capital Connection. Recuperad erado en https://cnb.cx/3ccsWO sWOg Eichengreen, B., & Hausm usmann, R. (Eds.). (2010). Other people's le's money: debt denomination ion and financial instability in emerging ing market economies. Universit rsity of Chicago Press. Gourinchas, P. & Hsieh,, C C. (9/04/2020). The COVID-19 Default Tim Time Bomb. Project Syndicate icate. 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En n enero, e el Banco Mundial (BM) preveí eveía un crecimiento de 0.1% con respecto cto al 2019, ubicándose en un 2,5% p para el año en curso (Banco Mundial,, 2020). 20 No obstante, al poco tiempo, po, el foco de atención y preocupaciones ones de los líderes, académicos y empr mpresas a nivel mundial se concentró en el brote b de un virus desconocido en n la ciudad china de Wuhan, el cual se convirtió conv en pocas semanas en una prob problemática de proporciones globales. Pocos acontecimientos de la historia contemporánea han produ oducido las repercusiones que ha tenid enido, tiene y tendrá la actual pandemia sobre sob todos los ámbitos de la realidad ad internacional. En efecto, desde la declara claración de la emergencia sanitaria ia a nivel global se han sucedido camb ambios tan significativos que no hay ay a aspecto de la vida de las personas y sociedades soc que haya permanecido ind indiferente. El aporte presente tiene por or propósito p escrutar el impacto dell COVID-19 CO en los mercados bursátiles alred lrededor del mundo. En primer lugar, es esencia ncial destacar los elevados niveles de incert certidumbre que se produjeron en estos stos mercados a partir de la emergencia sanitaria. sani La pandemia de COVID-19 ha generado máximos históricos en la med edición del indicador de incertidumbre bre elaborado por la división de investigació gación de la Reserva Federal de Saint int L Louis, conocida como Federal Reserve e E Economic Data (FRED por sus siglas glas en inglés). Como podemos ver en el siguiente s gráfico, pocas veces se ha generado un nivel tan elevado de incerti ertidumbre, el momento más cercano ano comparativamente es al atentado a las Torres Gemelas. 32 Licenciada en Relaciones s In Internacionales de la Universidad Nacionall de Rosario, estudiante del ciclo superior rior de Ciencia Política en la Universidad, miembro miem del Grupo de Estudio de Finanzas nzas Internacionales (GEFI), así como también én del d Grupo de Estudio de la Unión Europea Eur (GEUE) y el Observatorio de Política ítica Exterior Argentina (OPEA). Correo elec electrónico: lolaibanez16@gmail.com 59 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Gráfico 1. Índice de ince incertidumbre sobre la política económi ómica para los Estados Unidos Fuente: Federal Reserve Bank ank of Saint Louis (2020). En un contexto caracteriz terizado por una incertidumbre tan eleva levada, son esperables también altos os n niveles de volatilidad. Al respecto, puede ede notarse que el índice de volatilida ilidad VIX, elaborado por la Bolsa de Come omercio de Chicago (CBOE), alcanzó zó el e 16 de marzo un máximo de casi 83 3 puntos pu en una escala de 0 a 100.. La volatilidad, la cual comenzó a acentuar tuarse hacia fines de febrero, tuvo su pu punto álgido a mitad de marzo para ir decreciendo decr paulatinamente durante e el mes de abril. Con todo, es de advertir ir que qu hasta inicios de mayo, este indica dicador se muestra en niveles que duplican can aquellos registrados durante las prim primeras tres semanas de febrero. Gráfico 2. Índice de volatilidad vola VIX a partir del 10 de febrero ero Fuente: Chicago Board of Exch Exchange (2020). La incertidumbre y volatil latilidad impactaron severamente en los s mercados m alrededor del mundo.. En E este contexto, los inversores em emigraron 60 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN rápidamente hacia activos ivos considerados más estables y confiable ables. En el gráfico 3, podemos observa ervar que el índice dólar (indicador que mide ide el valor del dólar de EE.UU. con n re relación a una canasta determinada de e monedas) m tuvo su pico durante el m mismo período de mayor volatilidad. Si bien se produjo una estabilización ión que atenuó esta tendencia fuertemente ente alcista, este índice sigue operand ando al cierre del presente artículo –princ rincipios de mayo de 2020- a niveles les mucho mayores que los registrados durante du la primera mitad de marzo. Gráfico 3. Evolución del ííndice dólar (DXY) Fuente: Market Watch (2020a 20a). Los mercados desarrolla ollados En este contexto, las bolsa olsas de las economías con mayor gravitació itación en la arena financiera internac rnacional experimentaron una pronunciad ciada caída generalizada. En el caso o de la bolsa de Shanghái, capital financiera iera del país epicentro de la pandemia emia, el índice compuesto SSE experimen imentó una abrupta contracción el 20 d de febrero. En esta fecha, el director gene eneral de la Organización Mundial de e la Salud (OMS, 2020a) informó en una a rrueda de prensa que la RPCh había bía notificado el registro de más de 74.000 000 casos y que otros países también nh habían confirmado casos positivos del mismo mism virus. Si bien el índice SSE se rrecuperó durante la primera mitad del mes de marzo, volvió a caer rápida pidamente en la segunda mitad, especialmen mente luego de que la OMS declarara a la actual situación sanitaria como pandemi emia (OMS, 2020b). 61 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Gráfico 4. Evolución Sh Shanghai Stock Exchange (SSE) Composite Com Index Fuente: Market Watch (2020b 20b). En el caso de Estados Unid Unidos, decidimos utilizar el índice S&P 500 que es ampliamente considerado do c como el más representativo de la situac tuación real de mercado y tradiciona ionalmente utilizado como punto de referencia re (benchmark), ya que englo ngloba 500 empresas por capitalización burs bursátil que cotizan en la Bolsa de Nuev ueva York (NYSE) o en NASDAQ. Gráfico 5. Evolución índic índice S&P 500 Fuente: Market Watch (2020c 20c). Como podemos observar var en el gráfico 5, este índice tuvo una un caída sostenida a partir de la m mencionada alocución del director gener neral de la OMS y a los días actuales les n no ha logrado recuperar los niveles que ue mantenía m a principio de año. Todo o ell ello, a pesar de los estímulos fiscales y monetarios mo diseñados y ejecutados por el gobierno estadounidense (Tankersley rsley, 2020) y de la Reserva Federall (Co (Cox, 2020). Este patrón de desempeño eño errático se replicó, por cierto, en las as c capitales financieras europeas como mo la Bolsa de París (CAC), de Londres (FTS (FTSE 100), de Milán (FTSE MIB), de e Fr Francfort y de Budapest (BUX). Con una a caída ca más o menos pronunciada, las bolsas europeas se comportaron de e la misma 62 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN manera que su homólog ólogo estadounidense y lograron retoma mar cierto dinamismo gracias a las s me medidas del Banco Central Europeo (BCE, E, 2020). 2 Los mercados emergente entes En el caso de los denomina inados mercados emergentes, el impacto to sobre so sus principales índices bursátile átiles fue también pronunciado. A semejanz janza de lo ocurrido en los mercados dos de los países desarrollados, el descenso enso de los índices bursátiles se aceler eleró a partir del 20 de febrero, momento to en e el que la OMS catalogó a la enfermedad en producida por el coronaviru virus como pandemia. En el gráfico co 6 6, podemos detectar estos movimiento entos en la evolución del índice de la B Bolsa de San Pablo. Gráfico 6. Evolución índice índic BOVESPA Fuente: Market Watch (2020d 20d) En el caso del MERVAL AL (Argentina), se replican estas tenden dencias de movimiento durante un n m mismo período temporal haciendo que e el gráfico tenga características simila milares a las de su contraparte brasileña, aunque aun los movimientos del índice ME MERVAL aparecen mucho más marcados s que qu en el caso del BOVESPA. Gráfico 7. Evolución índic índice MERVAL Fuente: Market Watch (2020e 20e). 63 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN El desafío para los mercado cados emergentes es doble. No solo deben en lidiar li con una caída severa en las s co cotizaciones, sino también con la migració ación de los inversionistas, quienes cam cambian a posiciones consideradas más seguras seg en activos de mercados de desarrollados. Un indicador ilustrativo o d de esta problemática es el índice ice MSCI EEM para mercados emergentes, tes, que ha experimentado el mismo o re recorrido de los demás índices que menc encionamos hasta ahora señalando un flujo de capitales que se alejan de los s p países en desarrollo. A modo de cierre Según el Fondo Monetario rio Internacional (FMI, 2020), se prevé que ue en 2020 la economía se contraiga ga u un 3% para crecer un 5,8% en 2021. Esta Est última cifra puede parecer alenta entadora pero es importante recordar que ue luego l de una brusca contracción eco económica es normal el consiguiente efecto fecto rebote con períodos de crecimiento iento elevado. La recuperación económica lue luego de la pandemia será ardua y desafiante, especialmente para los pa países en desarrollo que deberán hac hacer frente a un escenario internacional al con co bajos precios de los commodities ities y volumen reducido de comercio, mientr entras lidian en muchos casos con altos ltos niveles de deuda y poca capacidad fiscal. cal. El actual contexto de pa pandemia ha sumido a todos por igual ual en una incertidumbre generalizada zada y esta vez, no hay China ni India que puedan volver a motorizar el crecim recimiento global. Sin una recuperación conj conjunta no habrá una verdadera recuperación rec y el mundo en desarrollo ollo seguirá rezagado. La prevención n de nuevas crisis depende también de promover prom el desarrollo integral y susten stentable de los países de renta media y baja, ba para lograr que recuperen nivele iveles viables de deuda y puedan destinarr los fondos necesarios no solo para a combatir co el virus, sino también para evitar itar efectos recesivos profundamente te dañinos d en sus sociedades. Para esto, o, llíderes a nivel mundial y organizacio aciones internacionales deberán aunar sus us e esfuerzos para proveer una salida conjunta, con ya que la única respuesta pertine tinente a un desafío global es un aborda ordaje multilateral. Referencias bibliográfica ficas Banco Central Europeo (BC (BCE) (2020). ECB announces €750 billion n Pandemic P Emergency Purcha rchase Programme (PEPP). Recupera erado de https://www.ecb.europ uropa.eu/press/pr/date/2020/html/ecb.pr200318 318_1~394 9d6f266.en.html Banco Mundial (2020). January Ja 2020 Global Economic Prospect pects: Slow growth, policy olicy challenges. 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Disponib onible en: https://www.who.int/e nt/es/dg/speeches/detail/who-director-general-s s-openingremarks-at-the-media dia-briefing-on-covid-19-on-20-february-2020 OMS (2020b) Alocución n de apertura del Director General de la OMS OM en la rueda de prensa so sobre la COVID-19 celebrada el 11 de e marzo m de 2020. Disponible e en: e https://www.who.int/es/dg/speeches/de s/detail/whodirector-general-s-open opening-remarks-at-the-media-briefing-on-covid vid-19---11march-2020 Tankersley, Jim (5 de may mayo de 2020). Trump Eyes New Tax Cut ut for Next Stimulus Package. ge. The New York Times. Recuperad rado de: https://www.nytimes.c es.com/2020/05/05/business/economy/trump-ta tax-cutscoronavirus-stimulus.h us.html 65 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Sistema financiero fina internaciona cional durant rante la pandemia: ¿Algo o nu nuevo bajo el sol? Irene Ayelén nS Sacco33 Introducción La pandemia de la COVID VID 19 generó un impacto económico y so social sin precedentes en la econom nomía mundial. El Informe Especial de la C Comisión Económica para América ca L Latina y el Caribe (CEPAL) prevé una con contracción del PBI mundial en torno torn al 2% con una mayor contracción ción en las economías desarrolladas as q que en las emergentes (CEPAL, 2020) 20). Como resultado de la pandemia, ia, se proyecta que la economía mundial al su sufra una brusca contracción de 3% % en 2020, mucho peor que la registrada a durante du la crisis financiera de 2008–09 09 (FMI, 2020). Los mercados financieros os ttambién se han visto gravemente afecta ectados por los efectos de la pandemia emia con una salida masiva de capitales s desde de los mercados emergentes,, im impacto conocido como flight-to-quality ality, en la medida que los inversores ores buscan activos más seguros. La vulner lnerabilidad financiera se ha puesto o de manifiesto en la acumulación de deud euda global que alcanzó un nuevo récor écord de USD 255 billones ya en 2019 (IIF, F, 2 2020). La crisis de la COVID-19 9 s se convirtió en una prueba para conocer cer el grado de respuesta de los Es Estados en sus sistemas de salud.. D Desde la construcción de hospitales ales de emergencia en China, a la disposició sición de la medicina privada al servici rvicio del Estado en España o al dilema de e pacientes p priorizados en Italia. En este contexto, algunos nos organismos multilaterales de crédito ito lanzaron l nuevas líneas para financi anciar -en forma diligente- el escenario crítico crí que enfrentan los países más s pobres po y en desarrollo para enfrentar la a pa pandemia. Este artículo se organiza a d de la siguiente manera. Primero, presenta ntamos las decisiones que se articula icularon desde el G20. Segundo, presenta ntamos las líneas de crédito y meca ecanismos que están generando los organismos org multilaterales de crédito dito para enfrentar la pandemia en economías ec emergentes. Tercero, nos os centramos en analizar las medidas toma omadas por estos organismos con los p países de renta baja del mundo. Por últi último, nos abocamos a realizar alguna unas reflexiones finales. 33 Licenciada en Relaciones s In Internacionales por la Universidad Nacionall de Rosario (UNR). Miembro del Grupo o d de Jóvenes Investigadores del Instituto de e R Relaciones Internacionales (IRI) de la a Un Universidad Nacional de la Plata (UNLP). Integ tegrante del Grupo de Estudios sobre Finanzas Fina Internacionales y del Observatorio de Economía E Internacional (UNR). Rosario, Argentina. Correo electrónico: ele irenesacco88@gmail.com 66 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN El G20 en un mundo de pandemia p El G20 nació en primera era instancia como una cumbre de autoridades auto económicas y financieras as en el año 1999 a raíz de la crisis asiá asiática. No obstante, fue recién en el a año 2008, como catalizador de la crisis is financiera fin internacional, que logró reu reunir a los jefes de Estado de todo el mundo mun y se convirtió en un espacio de d deliberación política y económica global. al. El Grupo de los 20 es un foro que reúne a diecinueve m miembros permanentes de todos los continentes y la Unión Europea (UE). ). Además, A catorce organizaciones internacionales inte forman parte de este foro ro entre e las que se destacan el Fondo ndo Monetario Internacional (FMI), Banco nco Mundial (BM), la Organización Mund undial de la Salud (OMS), entre muchas otras. otra El foro se conformó a part partir de dos crisis que necesitaban la coor oordinación entre las principales econo conomías avanzadas y emergentes del mu mundo. Su objetivo inicial estaba asoc sociado a la promoción de un espacio en n el cual los países “dialoguen a nivel ivel político y técnico sobre el mejoramie amiento del sistema financiero y tambi mbién sobre temas relacionados con el crecimiento crec de largo plazo como,, por p ejemplo, las políticas para morig origerar el calentamiento global” (Carr Carrera, 2009, p. 220). El impacto socioeconómico mico de la crisis de la COVID-19 es un n escenario e urgente para la coordinació ación en un espacio multilateral como lo es el G20. Sin embargo, este foro se rreunió por primera vez - en forma virtual rtual – el 26 de marzo tras una solicitad citada realizada por Arabia Saudita que actu actualmente ocupa la presidencia. Has Hasta entonces, la mayoría de los Estados dos habían llevado adelante medidas as d de política monetaria, financieras, se decretaron de aislamientos sociales, cierre ierre de fronteras, etc. Tras el desarrollo de e la Cumbre Extraordinaria, el G20 emitió em un comunicado que resume e llos acuerdos alcanzados por sus miemb iembros. Se trata de un documento to d de tres páginas con una introducción n y cuatro apartados. Entre los principales puntos ntos se pueden destacar los siguientes:  Los países miembros bros se comprometen a tomar todas las med medidas de salud necesarias y p procurar garantizar un adecuado financi anciamiento para contener la pan pandemia y proteger a las personas, especi pecialmente a los más vulnerable ables.  Aseguran que están stán inyectando más de $USD 5 billone lones en la economía global, com como parte de una política fiscal específica, ica, medidas económicas y esque quemas de garantía para contrarrestar los os impactos i sociales, económicos icos y financieros de la pandemia.  Solicitan a los Mini Ministros de Finanzas y Gobernadores del de Banco Central que coordine dinen acciones para desarrollar un plan de e ac acción del G20 en respuesta aaC COVID-19.  Apoyan los pasos s da dados por el FMI y el Grupo Banco Mundia ndial (GBM) para colaborar con on los países que lo necesitan utilizando o todos to los instrumentos en la mayor medida posible como parte rte de una respuesta global al coordinada y les piden que actualicen ac periódicamente al G G20 sobre los impactos de la pand ndemia, su respuesta y recomen mendaciones políticas.  Trabajarán decisiva sivamente con las organizaciones interna ernacionales (OMS, el FMI, el GBM) G y los bancos de desarrollo multil ultilateral y 67 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN regional para despl esplegar un paquete financiero sólido, co coherente, coordinado y rápido. ido. Más allá de las decisiones nes acordadas, no hay, hasta el momento, to, medidas globales que denoten una na c cooperación multilateral acentuada. De e h hecho, la inyección de billones de dólares d a la que refiere el mismo comunicado com resulta de una simple suma umatoria de los esfuerzos individuales e unilaterales unil que han emprendido los s Es Estados. Organismos multilatera terales de crédito: fondos adicionale nales para enfrentar la pandemia El impacto externo de e la pandemia de COVID-19 puso a la a e economía mundial en caída libre. bre. Al mismo tiempo, dejó al descub cubierto la vulnerabilidad de los países íses en vías de desarrollo. Para éstos, el riesgo ries de la pandemia se suma a la larg larga lista de dificultades que deben afrontar ntar. En este contexto, la maner anera de señales de los organismos multilate ilaterales de crédito es a través dell an anuncio de nuevos paquetes de financiam ciamiento y ayuda técnica. En el caso so d del GBM se sumaron desembolsos por par parte de la Corporación Financiera Internacional Inte (IFC, por sus siglas en inglés), és), la AIF y del Banco Internacionall de Reconstrucción y Fomento (BIRF). Asim simismo, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anunció un novedoso so enfoque para dar respuesta a la eme emergencia sanitaria. Por parte del GBM se incluye hasta USD 2.700 millones en nuevo financiamiento del BIRF RF; USD 1.300 millones de la AIF, que q se complementarán con la a re reasignación de USD 2.000 millones de e la cartera actual del Banco, y USD 6.000 millones de IFC, que incorpora USD US 2.000 millones de líneas existente entes de financiamiento del comercio. El BID lanzó USD 3.200 millones adicionales al programa de préstamos pr inicialmente estipulado para 2020 y a través de BID Invest, la institu stitución de este organismo que atiende ende al sector privado, se pondrán hasta US USD 5.000 millones. Los créditos res responden a cuatro líneas de financia iamiento: respuesta inmediata para salud pública, redes de seguridad d p para las poblaciones vulnerables, s, p productividad económica y empleo, y políticas fiscales para aliviar impacto actos económicos (BID, 2020). El FMI dispuso un total de U USD 50.000 millones a través de la re-ada adaptación de cuatro líneas: financia nciamiento de emergencia (Servicio de Créditos Rápidos e Instrumento de Financiamiento Rápido), Fondo Fiducia uciario para Alivio y Contención de Ca Catástrofes, ampliación de programas vigentes, vige y fortalecimiento de las capac apacidades. Para la región de Amér mérica Latina y el Caribe, otra institu titución de financiamiento implementó entó modalidades diferentes. El Banco de e Desarrollo De de América Latina (CAF), F), concluyó una emisión de deuda en el mercado m estadounidense, que dio o co como resultado la colocación de un nuevo vo b bono por un monto de USD 800 mi millones. Estos recursos se destinarán a financiar f parcialmente políticas antic nticíclicas y sociales de los países miembros bros por un total de USD 2.500 millones ones. Estas cadenas de transmisi misión financiera a velocidad e intensidad po poco usual, demuestra la debilidad ad de los emergentes a la dependen dencia del financiamiento exteriorr y la elevada exposición de la deuda da que se contraerá en dólares. Una na circunstancia que parece nueva con mecanismos mec 68 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN innovadores, trae aparejad jada problemas de sostenibilidad y vulnerabi rabilidad de los países en desarrollo o qu que deberán afrontar en una temporalidad lidad no tan larga. Organismos multilaterale erales de crédito y los países más pobres res Para analizar el vínculo de los organismos multilaterales de crédito dito con los países de renta baja nos os debemos referir a la clasificación de e los lo países según el nivel de ingreso so e elaborado por el BM y la Asociación Inter nternacional de Fomento (AIF). El Banco Mundial clasifica fica las economías del mundo en cuatro gr grupos de ingreso: alto, mediano alto alto, mediano bajo y bajo. Esta clasificación ción se basa en el ingreso nacionall br bruto (INB) per cápita realizado a partir artir de un método que, el mismo org organismo, denomina “método del Atlas”. s”. El E INB y los umbrales se expresan an en e dólares de los Estados Unidos (EEUU) U) en valor corriente. Tabla 1. Clasificación en base al INB Umbral Julio 2019/USD (nuevo) País de ingreso bajo País de ingreso medio bajo País de ingreso medio alto País de ingreso alto 1,025 o menos entre 1,026 y 3,995 Julio 201 2018/USD (antiguo) 995 o menos entre 996 y 3,895 3,89 entre 3,996 y 12,375 entre 3,896 y 12,055 12 más de 12,375 más de 12,055 Fuente: Elaboración propia a en base a los datos del BM. Julio 2019 La AIF se creó en septiem tiembre de 1960 como un organismo que ue o otorgaría “créditos blandos” a los os p países en desarrollo, es un fondo del el BM. B Una coalición de sesenta gobiernos gob de todo el mundo son los miembros m donantes, mientras que, ue, actualmente, setenta y seis países es son los prestatarios. En el Conven venio Constitutivo de la AIF se destaca su objetivo que consiste en “promo omover el desarrollo económico, increme ementar la productividad y, de este ste modo, elevar el nivel de vida en las as rregiones menos desarrolladas del el m mundo (…) especialmente mediante la aportación ap de recursos financieros”” (AIF, (AI Art. 1º, 1960). Con el estallido de la pan pandemia, el GBM y el FMI decidieron elaborar elab un comunicado para solicitar itar a los países acreedores bilaterales su suspender momentáneamente el pag pago de las deudas de los países de la AIF, A que albergan una cuarta parte rte d de la población mundial y que son los que más se verán afectados con esta ta crisis cr sanitaria y socioeconómica. Mediante el acuerdo de la directora d gerente del FMI, Kristalina Geor eorgieva, y el presidente del GBM, M, D David Malpass, a partir del 1º de e m mayo de 2020 entró en vigencia la s suspensión de pagos de la deuda de los os países p de la AIF que soliciten un perí período de gracia. Esta iniciativa es monitore itoreada por ambos organismos ya que se les solicita transparencia y elevación ación de los datos pertinentes para eva evaluar la sostenibilidad de sus deudas y el uso que hacen de los fondos ahorra orrados en el servicio de las mismas. 69 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Mientras tanto, dos ex-fun funcionarios del FMI recomendaron una a moratoria m momentánea para todos os los lo países deudores emergentes, hasta ta ttanto se supere la actual pandemia. mia. Se trata de una propuesta planteada a por po el exjefe del organismo, Kenne nneth Roggoff y la ex-jefa de investigadore dores de la entidad, Carmen Reinhart, art, quienes recomendaron "una moratoria ria ttemporal inmediata sobre los reembo mbolsos de deuda externa para todos los soberanos, sob excepto los calificados com como AAA" (Reinhart, C. y Rogoff K, 2020). Reflexiones finales El panorama que emerge erge de esta crisis global abre un parag araguas de incertidumbres desde vario arios frentes. Es, además, un escenario pos post-COVID 19 desalentador para las s estadísticas es mundiales. No obstante, esta pandemi emia puso sobre la mesa otros riesgos que estaban latentes en el plano interna ernacional. Es el caso de la crisis del multilate tilateralismo a través de un proceso so d de decadencia del institucionalismo liberal libe y la interdependencia. bservarse en el G20. Un foro –a todas luces ces-carente Esta situación puede obser de liderazgo para asumir ir la gobernanza global, la suma de los s e esfuerzos individuales de los Estado tados es insuficiente para convertirse en un foro decisivo y a la altura de los acontecimientos. Los intentos del GBM y e el FMI para aliviar las deudas de los países paí más pobres resulta, también, n, un una visión sesgada sobre la realidad que ue a afrontan aquellos países, que, sin in es estar dentro de los umbrales de la pobrez breza tienen que hacer frente al dilema dilem de pagar los altos niveles de deu deudas ya existentes o enfrentar los os g gastos necesarios de salud pública. Tall vez, ve sea el momento de revisar los estándares est que colocan a un país como pobr pobre o no. ¿Algo nuevo bajo el sol? l? D Después del lanzamiento de apoyos flexibles flexi por parte de los organismos s m multilaterales de crédito hay pocas certez rtezas de lo que pueda ocurrir con las as d deudas de los países –altamente- endeuda eudados. Se requieren medidas excep cepcionales para hacer frente a una crisis cr sin precedentes. Las “nuevas as lí líneas” parecen traer parte del viejo círculo rculo. Algo hay de cierto y nuevo uevo, como ha dicho el economista indio ex jefe del BM y actual presidente de la Asociación Económica Internacional, nal, Kaushik Basu, “el mundo que vere veremos cuando hayamos salido del todo o será se muy distinto”. Referencias bibliográfica ficas AIF (Asociación Internacion acional de Fomento) (1960). Convenio Cons onstitutivo. Recuperado de: https://aif.bancomundi undial.org/sites/default/files/pdfs/aif_conveniocon oconstitutivo .pdf BID (Banco Interamericano cano de Desarrollo) (26 de marzo de 2020) 020). Grupo BID anuncia áreas s p prioritarias de su apoyo a países afectado tados por el COVID-19. Recupera perado de: https://www.iadb.org/es/noticias/g s/grupo-bidanuncia-areas-prioritar ritarias-de-su-apoyo-paises-afectados-por-el-covi covid-19 BM (Banco Mundial) (1º º de julio de 2019). Nueva clasificación de e lo los países según el nivel de ingresos para 2019 y 2020. Recupera perado de: 70 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN https://blogs.worldban bank.org/es/opendata/nueva-clasificacion-de-los los-paisessegun-el-nivel-de-ingre ngresos-para-2019-y-2020 Carrera, J. (2009). Ell G2 G20, la crisis y el rediseño de la Arqu Arquitectura Financiera Internaci nacional. BCRA Investigaciones Económicas icas, enerojunio, 217-244.Recuperado de: http://www.bcra.gov.a ov.ar/pdfs/investigaciones/53-54-10-carrera.pdf pdf CEPAL (Comisión Económ ómica para América Latina y el Caribe) be) (2020). Dimensionar los efectos efec del COVID-19 para pensar en la reac eactivación. 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Sy Recuperado de: http https://www.project-syndicate.org/bigpicture/mu /multilateralmedicine 71 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN COOPE OPERACIÓN Y SEG SEGURIDAD INTERN ERNACIONALES LES 72 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN La Segurida ridad Internacionall y e el COVID-19: 19: tendencias que e se potencian 34 Emilse Eliana Calderón Cald Realizar elucubraciones ace acerca del orden internacional pos COVID--19 suena cuanto menos pretencioso oso s siendo que la pandemia aún no ha conclu ncluido, que la vacuna no fue hallada ayq que al momento de escribir estas líneas as resuenan r en los titulares de los med medios de comunicación más importantes s del de globo, las posibilidades de rebrot brote en los países que parecían haber apla aplanado la curva de contagio y están tán saliendo progresivamente de la cuarente entena. Más aún si se considera que e lo los análisis sobre el orden internacionall ya venían navegando en un marr d de incertidumbre acorde con el mome omento de transición en lo relativo o a al liderazgo y las pujas de poder que ue tienen t a Estados Unidos y China com como actores preponderantes, aunque no o ex exclusivos. No obstante estas limitac itaciones, hay varias aseveraciones genera nerales que parecieran resultar innega egables. El mundo ya no va a ser ell mismo, mi la globalización muy posiblem blemente se vea limitada en su avance irrest rrestricto, la economía internacional va a atravesar mucho más que tiempos difíc difíciles, los estados se enfrentarán má más claramente a la necesidad de apunt untalar sus sistemas sanitarios e imp impulsar el desarrollo científico-tecnológic ógico y las decisiones que adopten n a nivel de su política exterior con respect pecto a sus amistades a nivel global, l, po podrían resultar cruciales en el mediano o plazo. pla Circunscribiendo la mirada ada al ámbito de la Seguridad Internacional nal también se pueden identificar algun lgunas premisas básicas, aunque no novedo edosas, sin temor al equívoco. Las as m mismas consisten en la confirmación ión de tres tendencias que se han ido desarrollando a lo largo de las décadas das que ya lleva el período de Posguer guerra Fría y que, en el contexto de la pande andemia, se ven potenciadas. A saber: ber: el proceso de complejización de la Seguridad Se Internacional debido a la a articulación entre la conflictividad tradicio icional y no tradicional; el rol de la peri eriferia como foco de generación de violenc lencia cuyas problemáticas estructurale rales operan como condicionantes negativo ativos; y la puesta en valor del Estado tado como actor soberano encargado de vela velar por la seguridad de la sociedad dad nacional en un sentido amplio. Asim simismo, es importante aclarar que e e estas tendencias sistematizan fenómen menos que coexisten como parte de u una misma realidad pese a discurrir en sentidos opuestos, expresando dico dicotomías que les son inherentes sin implicar impl por esto un contrasentido. Ést Éste es el caso de la consolidación de la ló lógica de conflictividad no tradiciona ional que desdibuja la relevancia y centralida alidad de la figura del Estado y, porr ot otro lado, la revalorización de ese mismo ismo Estado 34 Doctora en Relaciones Internacionales, Int Investigadora Asistente de CONICET CO y docente de la Facultad de Cie Ciencia Política y Relaciones Internacionales s de la UNR, Rosario, Argentina. Correo ele electrónico: emilsecalderon@hotmail.com 73 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN como sujeto encargado o de proveer seguridad a sus connacionales ales en las múltiples dimensiones econ conómica, ambiental, social, etc. Ahora bien, como primera era tendencia se puede observar que el paso p del COVID-19, al igual que aco aconteció con los atentados del 11 de septie ptiembre de 2001, ha provocado un sal salto cualitativo en el proceso de complejiza lejización de la Seguridad Internacional nal como campo de análisis, consolidando o la erosión del paradigma westfaliano ano y clausewitziano que acontece desde e p principios de los años 70. Específicam ficamente, dicha complejización discurre de manera preponderante en lo relat elativo al tipo de conflictividad no tradicio icional que vulnera la seguridad de los estados. En este sentido, en prime imer lugar, la dicotomía exterior-interiorr ca carece de sentido frente a una ame amenaza cuya dinámica es transnacional nal y corta horizontalmente las fronte onteras de los estados utilizando como correa co de transmisión el movimiento nto de los individuos alrededor del globo. Esto Est quedó demostrado con el más ás q que extenso recorrido que realizó el COVID-19 CO partiendo desde Wuhan,, en la provincia china de Hubei y alcanzand zando todos los continentes del planeta neta excepto la Antártida. En segunda insta nstancia, se flexibiliza al máximo la noc noción de distancia porque los estados no o ide identifican la amenaza del virus única nicamente en función de su contexto region gional y de sus vecinos limítrofes. De hecho, por ejemplo, en el caso de Paraguay Par y Argentina, el proceso de toma de decisiones con respecto al modo m de afrontar la pandemia se e co concretó de manera anticipada a la llegada ada masiva del COVID-19 a la región reg latinoamericana y en función ón de los acontecimientos desencade cadenados preponderantemente en otras as latitudes l más lejanas del mundo. o. En tercer término, se puede observar var que los afectados por la amenaza za q que conlleva el virus son, además de los estados, los individuos e, incluso, o, algunos a sectores puntuales de las poblaci laciones en función de su edad avanzad nzada, de patologías respiratorias preexisten stentes o de la conjunción de ambas s co condiciones, como así también de la situación situa de vulnerabilidad socio-económ onómica en la cual se encuentran. Por consi onsiguiente, se ratifica la profundización ción de la aplicación de la noción de segurid uridad más allá del Estado así como o su abordaje desde dos criterios, uno geográ ográfico y el otro ligado al objeto de la s seguridad. Asimismo, en cuarto lugar gar, se reafirma la tendencia a la ampliació liación de la concepción realista de la s seguridad. Primero, dada la naturaleza za sanitaria s que posee la amenaza del COVID-19 que compromete seriamente nte la salud pública y llevar al límite te la las capacidades de los sistemas sanitario arios de los estados. Segundo, en fun función de su articulación e impacto en ámbitos distintos y diversos de la re realidad al interior de los estados y en lo relativo re a sus vínculos internacional onales. En ambos casos se confirma el carácter multidimensional de la pandemia pa como amenaza que afecta, entre ent otras muchas cuestiones, los vínc vínculos de comercio internacional, las relac elaciones de poder entre los países s centrales ce del sistema, los lazos de cooperación coop internacional, los sistema emas económicos y financieros nacionale ales y las estructuras sociales de las n naciones. Consecuentemente la pand andemia provocada por el virus COVID-19 19 se erige en una amenaza no tradic adicional y el escenario de Seguridad Inter nternacional instaurado como resultado ltado directo pone en primer plano la noción no de Seguridad Global. Este con concepto apunta a expresar la existencia de una red mundial de relaciones econ económicas, sociales, comunicacionales, cultu culturales y, 74 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN como quedó demostrado o po por la coyuntura en curso, también sanitar nitarias, que fractura la idea westfalian aliana de Estado y da lugar a nuevas formas for de inseguridad desplegadas s al interior de las fronteras y que, al mismo smo tiempo, las transciende afectando do a diferentes grupos de individuos en n todos to los rincones del globo. Por otra parte, se puede e apreciar a que el paso de la pandemia, corrobora corr y potencia el impacto nega egativo transversal que tienen las proble oblemáticas estructurales de tinte econ económico, social e institucional con respe specto a la potenciación de las amena enazas no tradicionales en la periferia del sistema internacional. De este mod odo se refuerza el enfoque de académicos os como c M. Ayoob, A. Acharya, S. Dav David, S. Neumanny Lynn-Jonnes, entre otros, otr que abordan el escenario de e Se Seguridad Internacional surgido en posgu sguerra fría otorgándole un rol destacad acado a los estados periféricos en contraposi posición a la exclusión sistemática que estos países sufrieron de la agenda enda sobre Estudios de Seguridad que primó durante el conflicto bipolar, debi debido a su fuerte impronta eurocéntric ntrica (Acharya, 1999). Este conjunto de estados, os, e en líneas generales, en función de sus s problemas pr estructurales económicos os y sociales, la fragilidad de su institucion cionalidad y las dificultades de gobern ernabilidad, desempeñan un rol centrall en lo que respecta a la posibilidad ad de convertirse en escenarios propicios ios para el surgimiento y posterior pro propagación de amenazas multidimensiona ionales cuyo alcance transnacional impa mpacte en la Seguridad Internacional a nivel nive global, incluidos los estados dell ce centro del sistema. De hecho, en lo que se e refiere a la diseminación del coronav onavirus está claro que las condiciones preex reexistentes en la periferia resultan,, cuanto cu menos, muy propicias para el avance ava del contagio y potencian su ca capacidad de daño. En este sentido la combinación com de pobreza, hacinamiento nto en viviendas precarias, en muchos casos asos con un acceso muy limitado a condiciones con de higiene básicas y sistemas s sa sanitarios vulnerables, resultan un n contexto co de cultivo ideal para el contagio io d del virus. Asimismo, también es de p presuponer que existen amplias posibilid bilidades de que la permanencia y aum aumento exponencial del COVID-19 en ese se grupo g de países resulte un condic ndicionante negativo para los estados os que se encuentran en el centro o de del sistema internacional y que, presumib miblemente en función de sus recursos rsos y capacidades mayores, puedan salir lir con c más rapidez de la crisis sanitar itaria. Es por ello que, de manera inédita, ta, el e actual contexto de pandemia a rremite a la noción de Seguridad Global Glo por excelencia dado que se v vulnera de manera masiva y en simult multáneo la seguridad tanto del centro tro c como de la periferia del sistema internaci nacional. Por último, el paso de e la pandemia muestra la necesidad imper periosa de contar con estructuras esta estatales sólidas y eficientes que gestionen n lo público para superar la coyuntura ra s sanitaria así como la crisis económica y so social que ya se hizo presente con n el incremento estrepitoso de los números ros rrelativos al desempleo y la caída de la actividad económica en general. En línea lí con ello y, en lo que atañe a la idea de Seguridad Nacional, dicha gestión ge es tarea y responsabilidad d de del Estado que se sirve de las Fuerzas as Armadas A como un instrumento previsible. pre Esto en función de su experti ertise para manejar una situación de c crisis en plazos de tiempo muy acotados dos que dan por resultado un escenario ario imprevisible, en el cual se requieren capa capacidades logísticas, comunicacionale nales y de movilidad amplias pero tamb mbién una mentalidad acorde a la necesidad de enfrentar situaciones de riesgo 75 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN (Escuela Superior de Guer uerra Conjunta, 2020). En este sentido,, si bien la respuesta sanitaria es prim primigenia y fundamental no es la única porque porq para evitar que el virus se expan xpanda es necesario, por ejemplo, garantizar izar tanto el aislamiento efectivo con on la vigilancia de puertos, aeropuertos os y pasos fronterizos, como la seguri guridad de infraestructura crítica. De este te modo m se puede apreciar como los diferentes países se sirven del empleo emp del instrumento militar para a la concreción de una multiplicidad de tareas tare que, por ejemplo, en Argentin ntina son conceptualizadas como de apo apoyo a la comunidad nacional y tienen tien una naturaleza subsidiaria con relac elación a la misión principal de Defensa ensa Nacional. Por ende, independienteme emente del caso nacional al cual se haga mención, men el despliegue de las Fuerzas rzas Armadas parece ineludible y esto rea reafirma el enfoque estadocéntrico o d de la Seguridad Internacional, más ás allá de considerar que la dinámic ámica de conflictividad no tradicional prim prima y es esencial. De ahí la vigencia ncia de la definición dada por Naciones Unid Unidas, aún antes de finalizada la Gue Guerra Fría, acerca de la Seguridad Inter nternacional entendida como “Una condi ondición en la que los Estados consideran que no hay peligro de un ataque milita ilitar, presión política ni coerción económica mica, por lo que pueden proseguir librem ibremente su desarrollo y progreso propios” s” (1986). ( Para finalizar este ensayo, yo, solo queda por señalar la inconveniencia ncia de que, en tiempos complejos com como el que se está transitando, las reflexiones ref pongan el foco de aten atención de manera unívoca y absoluta luta en la incertidumbre que se gene enera de cara al futuro o bien que intenten ten predecir los cambios por venir en b base a la presunción de que la coyuntura tura que se está viviendo es completam etamente determinante al respecto. En ambo mbos casos se menosprecia la importa ortancia de las tendencias que hasta el mom omento se venían desarrollando y que que, de alguna manera, son las que poten tenciaran o ralentizaran los supuestos tos vientos de cambios. Por eso, en lo que e se refiere a la Seguridad Internacion cional y reflexionando sobre el modo en n el que se vienen desenvolviendo lo los acontecimientos, si bien es cierto rto que la pandemia acarreada por or e el COVID-19 instaló un escenario comple pletamente inédito a nivel planetario, rio, esto no equivale a decir que era absolu solutamente inesperado. De hecho, por ejemplo, los documentos de seguridad estratégica de Estados Unidos y España incluyen yen las alertas sanitarias globales como escenarios es posibles de inseguridad ad y Washington y Londres han desarrollado desa estrategias de biosegurid uridad nacional como parte de su esque squema de seguridad estratégica hace ya algunos años. Ambos son datos s co concretos que dan cuenta de la a co consciencia acerca del riesgo de atrave avesar una situación de pandemia fren frente al descontrol de, en este caso, un virus, v en función de la intensidad y v velocidad de la globalización. En el mismo smo sentido, se podría decir que desde sde el inicio del siglo XXI existe un reconoc onocimiento cada vez más extendido o y consistente con respecto a la vinculació lación entre los problemas estructurale rales de la periferia y los contextos de o origen y potenciación de ciertas am amenazas no tradicionales como, por ejemplo, ejem el crimen transnacional organizado orga en la región latinoamericana na que es conceptualizada como la más desigual del planeta desde una mirada económica y social. Por últ último, frente a una situación de emergenci encia global la centralidad del rol estat statal materializado en la instrumentalizació ación de las Fuerzas Armadas y en la decisión d de replegarse fronteras adentro tro ttampoco 76 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN es sorpresiva tratándose e de un sistema internacional que hasta el momento m no ha dejado a un lado su naturaleza n anárquica. Referencias bibliográfica ficas Acharya, A. (1999). The e pe periphery as the core: the third world and security studies. York Univers iversity Centre for International and Strategic egic Studies Occasional Paper, Pape núm. 28. Recuperado ado de https://yorkspace.libra library.yorku.ca/xmlui/bitstream/handle/10315/1 5/1412/YCI 0071.pdf Escuela Superior de Guerr uerra Conjunta de las Fuerzas Armadas s (abril (a del 2020). Observatori torio de la crisis Covid-19. Recupera perado de http://esgcffaa.edu.ar/ .ar/pdf/ESGCFFAA-2016_pdf-78.pdf Naciones Unidas (1986). Los Lo Conceptos de Seguridad. New York. 77 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Las dinámic micas de la cooperació ación internacional onal durante la pandem demia 35 Marina Zalazar Zal Las transformaciones en n el escenario internacional que han acaecid ecido en los últimos años han dejado o marcas m en el sistema internacional de cooperación coop al desarrollo. La mayor par participación de los denominados países eme emergentes y en particular de China, na, la expansión de la cooperación sur – sur y la cooperación triangular frent frente al menor financiamiento disponible par para países de renta media, la nueva va agenda de cooperación internacionall gui guiada por los Objetivos de Desarro arrollo Sostenible, el involucramiento de actores privados en los proyectos tos de cooperación son algunos de los hec hechos que marcaron los últimos años ños en el campo de la cooperación al desarrol rrollo. El actual escenario internac rnacional de crisis sanitaria causado por la expansión ex del coronavirus a nivel mundial mun así como ha propiciado que algunos nos Estados tomen medidas de forma ma unilateral y de corte nacionalista, tam también ha impulsado la expansión de la ayuda humanitaria provista por alguno unos países y organizaciones internacio nacionales y en foros multilaterales de cooperación coop internacional. Ahora bien bien: ¿el presente escenario ha modifi dificado la arquitectura internacional nal de cooperación al desarrollo? Para resp responder a esta pregunta en el presen esente artículo se hará un recorrido por las diversas formas que tomó la coopera peración internacional durante la crisis sanita nitaria. Antes de comenzar el reco recorrido es pertinente señalar que el conc concepto de Cooperación Internacional nal a al Desarrollo (CID) que guiará el trabajo ajo es el de Bruno Ayllon (2007). Este concepto hace referencia a la participa icipación de actores estatales, no estat statales y de carácter subnacional en accio cciones que persiguen el objetivo de impulsar el desarrollo en aquellos llos países vulnerables y que no puede ueden lograrlo por sí solos36. En este sentido tido, la CID implica una transferencia cia de recursos (materiales e inmateriales) les) a estos países vulnerables y conlle nlleva en la mayoría de los casos un interé terés mutuo de los socios cooperant rantes. En este punto es importante te resaltar, coincidiendo con Montúfar far (2004), ( que un enfoque integral del fenóm enómeno de la cooperación al desarrol rrollo debe incluir tanto las teorías predom dominantes sobre el desarrollo, como mo así también las consideraciones acerca ca d de cómo las organizaciones interna rnacionales y el poder e intereses de los estados moldean al fenómeno en e estudio. Es decir, un actor internacional nal coopera persiguiendo un interés pro propio, inspirado en determinadas teorías s ac acerca de 35 Licenciada en Relaciones s In Internacionales por la Universidad Nacionall de Rosario (UNR), Rosario, Argentina.. Co Correo electrónico: marinazalazar15@gmail.com .com 36 En concreto, Ayllon (2007: 7: 2 29) refiere a la CID como “el conjunto de acci acciones que realizan gobiernos y sus organismos org administrativos, así como entidad idades de la sociedad civil de un determin rminado país o conjunto de países, orientadas as a mejorar las condiciones de vida e impu pulsar los procesos de desarrollo en países en situación de vulnerabilidad social, económica econ o política y que, además, no tienen en suficiente s capacidad para mejorar su sit situación por si solos”. 78 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN qué se entiende por desar esarrollo y amparado por estructuras institu stitucionales multilaterales tanto regiona ionales como internacionales. Al respecto de qué se ent entiende por desarrollo en la actualidad, d, hay h que hacer referencia al concept cepto de Desarrollo Sostenible, es decir, aquel aqu capaz de satisfacer las necesidade dades del presente sin comprometer la capac apacidad de las futuras generaciones es p para satisfacer las propias (Conferencia cia Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo, 1987). Los Objetivos de Desarrollo De Sostenible (ODS) aprobado bados en el año 2015 por la Asamblea Gen General de Naciones Unidas y que e guían gu hoy a la CID son un conjunto o de metas globales relacionadas con on ttemáticas económicas, sociales y ambient ientales, de gran amplitud por los tem temas que involucran que van desde el cambio climático hasta la necesidad idad de formular alianzas para su logro. Con relación a la crisis sanitaria que e at atraviesa al mundo actual, el objetivo o número nú 3 “Salud y Bienestar” contie ntiene dos metas interesantes para remarc arcar en el presente contexto: “para ara 2030, poner fin a las epidemias del el SIDA, S la tuberculosis, la malaria ia y las enfermedades tropicales desaten atendidas y combatir la hepatitis, las enfermedades transmitidas por el agua gua y otras enfermedades transmisible ibles”, y “Reforzar la capacidad de todos los países, en particular los países es e en desarrollo, en materia de alerta temprana, te reducción de riesgos y gestión ge de los riesgos para la salud na nacional y mundial”. La noción de desarrollo o sostenible so y los ODS que guían a la CID fueron adoptados en el marco o de una organización multilateral internac nacional, la Organización de las Na Naciones Unidas (ONU). En la actuali tualidad, la Organización Mundial de e la Salud (OMS), agencia especializada de la ONU, viene teniendo un rol prim primordial en la coordinación de estrategi tegias para terminar con la propagaci gación del coronavirus. Además del monito onitoreo del avance del virus, el organi anismo especializado ha lanzado una iniciat iciativa para recaudar fondos con el objetivo obje de contribuir en la aplicación de un plan de respuesta ante la pandemia emia haciendo foco en los países más vulnera nerables37. Por fuera del sistema de Naciones Unidas, algunos foros multil ultilaterales internacionales y regionale nales tomaron medidas de relevancia para ra países p en vías de desarrollo. Tall ve vez la de mayor importancia sea la suspensión sus temporal del pago del serv servicio de la deuda a los países más vulne ulnerables y 38 39 pobres, medida sugerida a po por el G-7 , tomada por el G-20 y avalad alada por el Club de París. Por otro lado, lad y siguiendo en línea con la importanc tancia de la cooperación sur-sur, los s pa países del grupo BRICS40 mantuvieron una serie de reuniones virtuales entre tre m ministros de diversas carteras sectoriale riales, como así también la Asociación ión de Naciones del Sudeste Asiático (ASEA SEAN) y la Organización de la Unión nión Africana (OUA). En general las reuniones re realizadas versaron sobre bre el intercambio de experiencias y las medidas 37 Puede consultarse más info información sobre el “Fondo de Respuesta Solidaria Solid a la COVID-19” en la página web eb d de la OMS: https://bit.ly/3gFURd8 38 El G-7, fundado en 1975, 5, está es conformado por Alemania, Canadá, Estado tados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino ino Unido. 39 El G-20 reúne a los países país más relevantes para la economía mun undial. Fue fundado en 1999 y reflotado do lluego de la crisis del 2008. 40 Este foro reúne desde 2006 006 a los países de Brasil, Rusia, India, China a y Sudáfrica (desde 2010). 79 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN tomadas para evitar la mayor ma propagación del virus, como así también tam en los efectos económicos s d del aislamiento y la necesidad de reforzar refo la cooperación y coordinación ción teniendo en cuenta el carácter transnac snacional de la pandemia. Una cuestión llamativa a en los comunicados y declaraciones oficiales ofic al respecto de las reuniones es m mantenidas en los diversos foros multilate ilaterales es el manifiesto apoyo a la labor que realiza la OMS y un llamam mamiento a reforzar la cooperación y coordinación entre países. Llamativo po porque en foros como el G-7 y ell G G-20 se encuentra Estados Unidos, cuyas as medidas tomadas para enfrentarr la pandemia distan de las recomendacio aciones del organismo especializado o y se han caracterizado por ser unilater laterales. El presidente norteamericano cano, Donald Trump, se manifestó en n rrepetidas ocasiones en contra dell ai aislamiento preventivo recomendado por la OMS, sostuvo también que esta había ayudado a China a ocultar el b brote de coronavirus e incluso retir retiró su financiamiento al organismo intern ternacional. Otro de los países que sigu siguió con esta línea de acción fue Brasil, il, m miembro del foro BRICS en conju njunto con Rusia, India, China y Sudáfri dáfrica. Jair Bolsonaro, el presidente ente del país latinoamericano, se opone op al establecimiento del aislam lamiento preventivo en su país a pesar de que los números de contagios son cada vez mayores, lo que ha llevado o a algunos estados brasileños a adopt optar estas medidas de forma articular para que no colapse el sistema sanita anitario. Las declaraciones del diputado do Eduardo Bolsonaro (hijo del presi residente) y del Ministro de Educación n brasileño b llamando al coronavirus s “v “virus chino”, generaron rispideces con n Ch China, en particular con la Embajada jada China en Brasil. Sin embargo, no obstruyeron obst que la ayuda china llegara ara al país sudamericano en forma de donaci naciones de suministros médicos. Dentro de las instituciones ones multilaterales que desarrollaron activid tividades de CID durante el escenario io de crisis no puede dejarse de mencionarr a la Unión Europea (UE), mayor prove roveedor de cooperación a nivel mundial.. A pesar p de que algunos de los países ses miembros se vieron muy afectados por or lla rápida propagación del coronaviru virus que colapsó sus sistemas sanitarios,, la UE llevó a cabo algunas acciones nes internacionales dirigidas principalment ente a los países vecinos de los Balca alcanes y Europa del Este, como así también ién a países de la Región del Sahel en Á África. En concreto, hoy en día, la UE dest destinó más de 15 billones de euros par para proveer suministros médicos, reforzar zar s sistemas de salud, asegurar la pr provisión de agua y abordar las consec nsecuencias económicas más urgentes ntes en países como Mauritania, Burkina na Faso, la República Centroafricana, na, Kosovo, Georgia, Albania, Montenegro egro, entre otros. Sin desconocer la a as asistencia brindada por la UE a países de América Latina y Asia, los socios os c cooperantes predilectos hasta el momen ento en el escenario actual de crisis sis s sanitaria han sido más acotados que las a acciones que generalmente desem esempeña la UE en materia de cooperación coop internacional; limitándose ose a países vecinos de Europa del Este te y países africanos con bajos niveles es de desarrollo. Otra de las organizaciones nes multilaterales relevante para la CID es e el Comité de Ayuda al Desarrollo (CA (CAD) de la Organización para la Cooperac eración y el Desarrollo Económico. El CAD se define en su página web 41 como “el 41 http://www.oecd.org/dac 80 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN principal foro internacional onal de países proveedores de cooperación ción para el desarrollo”, conformado o p por 30 de los mayores donantes del el mundo m y creado en 1961. Para cump umplir con su objetivo principal de fomentar ntar la CID, el Comité realiza tareas de monitoreo, de intercambio de buenas prácticas prá y cumple un rol fundamental ntal en el establecimiento de la agenda inter nternacional de la CID. En el CAD puede pued verse una relación estrecha entre do dos de los factores que mencionaba ba Montúfar (2004) como relevantes a la hora de analizar la CID: las teor teorías sobre el desarrollo y las organiz anizaciones internacionales; dado que el Comité ha tenido un rol fundament ental en la elaboración de los ODS y ffija los parámetros a partir de los cuáles les se mide la Ayuda Oficial al Desarroll rrollo (AOD). En el actual contexto de e pa pandemia, además del monitoreo de la cooperación coop que sus miembros están stán brindando alrededor del mundo, emitió em un comunicado apoyando la la labor de los organismos especializados s de ONU, y de foros como el G-20 y el G-7; y estableciendo algunos lineamient ientos de la CID para terminar con la propagación del coronavirus. Entre En los lineamientos expresados os s se sostiene como fundamental la ayud yuda a los países menos desarrollados ados, no sólo para sortear el escenario de e pandemia pa sino también en la recupe uperación económica posterior. También se plantea como relevante el papel el del de sector privado, de los bancos multilat ltilaterales y de organización de la sociedad soci civil (OCDE, 2020). En principio io parecería p que el CAD mantuvo los s lin lineamientos de su accionar en comparació ación con la situación previa a la pande ndemia, aunque con algunos matices dado do e el apoyo que les ha prestado a los organismos de Naciones Unidas, que ue están en oposición a lo sostenido o po por países como Estados Unidos y el Rein Reino Unido (en menor medida) al resp respecto de la supuesta complicidad entre re la OMS y China para ocultar los inicio nicios de la pandemia. China, país donde comenzó enzó el brote de coronavirus, viene siendo o uno un de los mayores cooperantes a ni nivel bilateral durante la crisis sanitaria ria mundial. m Donaciones de suministro istros médicos, intercambio de experienc iencias con personal de salud extranje anjero y envío de equipos de médicos y pers personal de salud a diversos países han sido las formas que tomó la cooperació ación china; además de la participación ación activa en los diversos foros multilate ilaterales. A diferencia del accionarr de la UE, la cooperación china alcanza nza a una variedad de países en cua cuanto a su nivel de desarrollo socio-eco económico: desde Alemania, pasando do por México hasta la Unión Africana. Es decir, la cooperación internacional al d de China no ha sido sólo CID sino que tam también ha involucrado ayuda humanit anitaria a países con altos niveles de desarr sarrollo. En este punto no puede dejar ejar de mencionarse la iniciativa del país asiático asi de la Franja y la Ruta de la a Se Seda (conocida como OBOR, “One Belt, One Road”), que también tiene su répli réplica en el ámbito de la salud. La iniciativ iativa OBOR consiste en unir Asia con nÁ África y Europa a través de una serie de e proyectos pr de infraestructura que e a aseguren las rutas comerciales marít arítimas y terrestres, como así tamb mbién el desarrollo de las provincias del el Norte N de China. En el 2015, la Comi omisión Nacional de Salud y Planificación Familiar Fam de China elaboró un plan trien trienal42 para la cooperación en materia de salud s en el marco de la iniciativa tiva OBOR que contemplaba el desarrollo rollo de un 42 Puede consultarse la a v versión en inglés en la siguiente págin ágina web: http://www.chinadaily.com.cn .cn/m/chinahealth/2015-12/18/content_227744 74412.htm 81 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN mecanismo de cooperación ción, el control y prevención de las enferm fermedades infecciosas, el desarrollo llo de d capacidades en materia de salud,, respuesta re rápida y ayuda en emergen rgencias, medicina tradicional, sistemas y políticas pol de salud. En el contexto de e pa pandemia, la idea de una Ruta de la Seda da e en Salud resurgió en una conversació sación telefónica entre Xi Jinping, presidente nte chino, y Giuseppe Conte, primerr m ministro de Italia. Esto no fue casuall dado da que Italia se sumó a la iniciativ iativa OBOR en el 2019, proyectando la cons construcción de dos puertos en Trieste ste y Génova. La Ruta de la Seda en Salud alud podría decirse que ya está activa tiva considerando la cantidad masiva de donaciones don (y ventas) de suministros ros médicos que ha realizado China en los últimos meses a países de África, a, América A Latina, Europa y Asia; por vía terrestre ter y también aérea. En América Latina, un act actor para destacar en la cooperación bila bilateral ha sido Cuba. El país carib aribeño, que cuenta con un gran desarr sarrollo en cuestiones de salud, env envió equipos de médicos a países del el Caribe, Sudamérica, Asia y África. ica. La cooperación cubana debe ubicarse e dentro de de la categoría de cooperación ción sur-sur, dado que tanto Cuba como o su sus socios cooperantes son países en vías de desarrollo. Otra dinámica interesante ante de la CID durante la pandemia ha sido la presencia de actores priva rivados en las acciones de cooperación.. Empresas Em como Huawei y fundaciones ones como la de Bill y Melinda Gates y la de Jack J Ma, dueño de Alibaba, han cobr cobrado un rol protagónico. Por un lado, Huawei Hua y la fundación de Jack Ma dona onaron suministros y equipamiento médico ico a países de todos los continentes. es. Por P el otro, la fundación de Bill y Melind linda Gates decidió aumentar sus don donaciones a la OMS luego de que Donald nald Trump retirara el financiamiento to e estadounidense a dicha organización.. Du Durante la pandemia del coronavirus virus también surgieron algunas experien riencias de cooperación que involucra lucraron a actores subnacionales, en particular part a ciudades con acuerdos de hermanamiento. Las donaciones de suministros sum médicos y el intercambio io d de experiencias entre el personal de salud alud fueron las formas más comunes nes que tomó esta cooperación, siendo o chinas c la mayoría de las ciudades es q que ofrecieron donaciones a ciudades hermanas. he En ambos casos, coope ooperación de actores privados y de actores subnacionales, aparece Chi China como actor que lidera. Haciendo un balance de e lo hasta aquí expuesto puede observarse rse que las características principales les del sistema internacional de coopera peración al desarrollo se mantienen, n, e incluso algunas se profundizan. Por un lado, la mayor presencia de China hina en la CID continuó manteniéndose du durante el contexto de crisis sanitaria aria, e incluso su accionar viene siendo mucho muc más global que el de la Unión ión Europea, principal socio cooperante del mundo. Por otro lado, el fenómen meno de la cooperación sur-sur se hizo o vi visible en América Latina por el acci accionar cubano, aunque no ha sido una na d dinámica prevaleciente durante la pandemia. pa Esto puede deberse a las restr restricciones presupuestarias que presen esentan muchos países del Sur y al nivell en que se vieron afectados por el c coronavirus. Además, la presencia de actores privados en la CID vuelve elve a observarse durante la pandemia e incluso in se vuelve indispensable en n al algunos escenarios, lo que parecería confirmar conf la tendencia al ascenso de e la participación de actores no estatales s en la CID. El rol del CAD y de sus us m miembros durante la crisis sanitaria se observa disminuido. Mientras que e la Unión Europea y Japón decidieron contin ontinuar con 82 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN la provisión de ayuda hu humanitaria en este contexto pero cent entrada en regiones vecinas (Europa ad del Este y África para Europa, ASEAN para ara Japón), Estados Unidos retira finan inanciamiento clave para organismos interna ernacionales y aumenta las tensiones s co con China al acusarla de disfrazar los núm números de infectados y afirmar que e el virus se originó en un laboratorio en la ciudad ci de Wuhan. En suma, el esce scenario de pandemia por el coronavirus us más m que cambios ha confirmado ten tendencias que se venían manifestando previamente prev en el sistema internacional nal de CID. Referencias bibliográfica ficas Ayllon, B. (2007). La a Cooperación C Internacional para el De Desarrollo: fundamentos y justi ustificaciones en la perspectiva de la Teoría eoría de las Relaciones Internacio acionales. Carta Internacional, 2(2). 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Si bien los científicos aún ún no han precisado las causas de su surg urgimiento, sabemos que el fenómeno no epidemiológico se detecta inicialmente e en Wuhan, una ciudad de 11 millones ones de habitantes en la provincia china a de Hubei, donde hacia finales de 2019 201 se manifestó un nuevo coronavirus s altamente al contagioso. Esta crisis san sanitaria expone a China a cuestionamient ientos que, más allá de las discusiones ones acerca de su asidero, suponen nuevos os retos en materia de política internac rnacional para la conducción política del país. aís. No obstante, la coyuntura ntura generada por la misma no ha alter alterado las tendencias preexistentes tes en el escenario internacional. Entre ntre ellas, consideramos como centra ntrales a los fines de este artículo, el pro proceso de transición y la reconfigurac uración del orden mundial, en el que China ina emerge como potencia global con capacidades e intereses propios. Asim simismo, la pugna hegemónica previa via entre Estados Unidos y China persiste siste, ahora atravesada por la pandemia emia-y la campaña electoral estadounidense nse-, que le dan nueva forma, reforzand zando las tensiones ideológico-políticas. En este artículo analizamo amos la política internacional china en tiempos tiem del COVID-19 en función de e tr tres ideas centrales. La primera idea es q que esta crisis no altera la política ca in internacional china en términos de protag otagonismo, objetivos, principios y visio isiones que orientan el accionar externo del gobierno g del presidente Xi. Esto o se debe tanto a la continuidad característi rística de la política internacional china ina como a la impronta personal del presiden idente. Una de las cuestiones que pond pondrá a prueba esta coyuntura es si China ina tiene la disponibilidad para asumir mir su responsabilidad internacional acord corde a sus capacidades globales. La segunda idea es que China consolida su campaña comuni unicacional destinada a promover su u si sistema de gobernanza nacional y su propu ropuesta de gobernanza mundial. En n m medio de la pandemia Beijing refuerza su apuesta por la retórica enfatizand ando la superioridad de su sistema polític ico y del modelo de gobernabilid bilidad alternativo formulado para el sistema internacional. La tercera idea es que el COVID-19 afecta principalmente al soft power44 (poder blando) chino. Beijin eijing viene apuntalando su soft power desde desd 2004, 43 Magíster en Integración y C Cooperación Internacional. Coordinadora del Grupo de Estudios sobre China y Arge Argentina (GECHINA). Universidad Nacionall de Rosario (UNR). Rosario, Argentina.. Co Correo electrónico: carlaoliva@yahoo.com 44 “…el soft power es la habil abilidad para conseguir lo que uno pretende mediante me la seducción, y no por medio de la coerción o el pago. Surge del carácter atractivo atr de la cultura, de la política o los iideales políticos de un país…” (Nye, 2005) 85 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN en el marco de la estrategi tegia de Desarrollo Pacífico como doctrina a de política exterior. En relación a e este tema, sostenemos que la finalidad lidad de la diplomacia cultural, esto to es, aumentar el atractivo a los ojos os d de otros influyendo positivamente te en la opinión pública y en las élites lites en el extranjero, se ha visto dañada daña por la coyuntura actual. La política internacional nal de China en el gobierno de Xi Jinpin inping y su interacción con la crisis isis s sanitaria Desde 2004, el Desarrollo rollo Pacífico -con eje en la noción confuc nfuciana de armonía- es la doctrina a q que guía la política exterior. Esta surge surg como respuesta a las teorías de lla “amenaza china” postulando que el país llegará a la condición de potencia ncia mediante el crecimiento, la modernizac ización y la integración a la economía ía mundial, m sustentada en innovaciones tecnológicas tecn e institucionales. Esta opc opción se presenta como diferente a la d de otras potencias coloniales dell pa pasado, cuya posición se basó en el saque queo de los recursos de otros países. s. El Desarrollo Pacífico supone una continuid nuidad en la defensa de los Cinco Princ Principios de Coexistencia Pacífica, tradicion cional en la política internacional china. ina. Coincidimos con Moncada Durruti (2011 011:10) en que la doctrina presenta a pr principios alternativos de gobernabilidad d gl global con pretensiones de validez uni niversal. Bajo la presidencia de Xi Jinping iniciada en 2012, es no notoria la determinación por sostener ener una política exterior basada en el énfas nfasis en el interés nacional, directam tamente enlazado con el desarrollo económ onómico de China y, consecuentemen ente, con la paz mundial y la unidad d territorial te nacional. Además, el gobierno de e Xi marca una nueva etapa en términos s de política internacional en tanto pro profundiza las decisiones y acciones desti estinadas a fortalecer el protagonismo mo del país. Nos encontramos ante una Chin ina con la ambición de posicionarse se c como centro del sistema internacional, l, que q pone fin a los esfuerzos de mode odestia y al bajo perfil característicos dell den denguismo. Para ello, se nutre de visio visiones relacionadas con el lugar central al que q debe ocupar China en el orden en mundial en función de su herencia cultu ultural y de sus aportes científicos y te tecnológicos a la humanidad. En este nuevo nue ciclo, el orgullo nacional porr la superación del atraso y la humillación ión colonial asume la forma de patriotis iotismo, el cual es incentivado desde el gobie obierno. En palabras del presidente nte ahora más que en n cu cualquier otro período de la historia estamo amos más próximos al obj objetivo de la gran revitalización de la nació ación china, más que en cualquier período de la historia contamo amos con la confianza y la capacidad para materializar ese objetiv jetivo (Xi, 2014: 44) La revitalización de la gran ran nación china constituye el sueño más s grandioso gr de la nación en la era mod moderna. Ese sueño aglutina “los deseos s de d varias generaciones de chinos,, en encarna al conjunto de los intereses de e la nación china y su población y repr representa el anhelo común de todos los s hij hijos de la nación” (Xi, 2012: 44). La esencia del sueño chino reside en la prosperidad pros y la fortaleza del país,, el fortalecimiento de la nación y la felic felicidad del pueblo. Esta concepción ón s se sustenta en el patriotismo, la reforma y la innovación. 86 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN De acuerdo con la noción ón d del sueño chino, su realización beneficiará iará no solo a su pueblo sino también én a los demás pueblos del mundo. En tanto nto vivimos en un entorno globalizado zado e interdependiente, estamos en ell momento m oportuno para establecer er re relaciones mutuamente beneficiosas basad asadas en la cooperación. En concordan dancia con lo anterior, el Libro Blanco dell Desarrollo De Pacífico sostiene que “El El desarrollo de China no puede separa pararse del desarrollo mundial y la p prosperidad y estabilidad mundiales no pueden separarse tampoco de Chin China” (Ministerio de Relaciones Exteriores s de d China, 2011). Por lo tanto, desd esde la perspectiva china es posible conc concebir un sistema de relaciones in internacionales basado en el win-win,, también definido como ganancia com ompartida. Las iniciativas de la Nueva eva Franja y Ruta de la Seda (OBOR por sus us siglas s en inglés), el Banco Asiático ico en Inversión e Infraestructura (AIIB) y e el Nuevo Banco de Desarrollo son n la expresión más acabada de las pretensi ensiones de protagonismo internaciona ional de China. Entendemos a estas pro propuestas institucionales alternativa tivas como un complemento a los principios p alternativos a la goberna ernabilidad global presentados en la Doct Doctrina de Desarrollo Pacífico. Xi ha dejado en claro que ue se inicia un nuevo capítulo en la constru strucción de la diplomacia china, en el cual es determinante la comprensión n de que el país se encuentra ante nte una oportunidad. De acuerdo con on Malena (2016:135), el diagnóstico tico de los analistas chinos sostiene que e el mundo transita por una oportunida nidad para construir un nuevo orden. Pese se a ello, se reconoce la preocupación ón que q genera en occidente el crecimiento de China y su transformación en un n actor ac poderoso. En esa dirección podríamos mos interpretar la política de Trump quien, n, desde d su asunción como presidente nte de Estados Unidos, inició una “guerra a comercial” co con la imposición de limi limitaciones a productos chinos. En realida alidad, esta contienda encubre una luc lucha por la hegemonía mundial. Ante la re reducción de la brecha por el avance tecnológico de China, la respuesta re estadounidense se ha ex exteriorizado mediante una retórica agresiva agr y políticas inconsistentes. El estallido de la pandem demia abre una nueva ventana a la verborragia ver discursiva de Trump, quien uien comienza a hablar de “virus chino”” y plantea dudas sobre el accionar ar d de la Organización Mundial de la Salud lud (OMS), sugiriendo una supuesta ta c connivencia con Beijing. Según su argum gumento, la falta de transparencia de C China y la OMS impidió valorar la magnit gnitud de la amenaza. Avanzando un paso más s e en su estrategia de confrontación con Bei Beijing, un senador cercano al preside sidente estadounidense presentó un proyect yecto de ley para permitir que las vícti víctimas de la pandemia demanden directam ctamente al gobierno chino ante tribu tribunales estadounidenses. La propuesta sta supone retirar al gobierno chino no su s inmunidad soberana y ayudar a ase asegurar el dinero de ese gobierno par para las víctimas de Estados Unidos. Pensam nsamos que se trata de un ardid po político en un contexto de campaña a e electoral, puntualmente porque ell de desempleo originado por la crisis económi ómica en el marco del COVID-19 amen menaza las posibilidades de reelección de Tru Trump. De esa manera, focalizando do la mirada en el “enemigo externo”” distrae di la atención de su propia opinió pinión pública. 87 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Como veremos en los apart partados siguientes, el gobierno de Xi ha res respondido a esas acusaciones, pero ro e ello no impidió un cierto deterioro de e la imagen internacional de China. Trump es la cara más visib visible de los reclamos a China por la expan pansión del nuevo coronavirus. Sin em embargo, no es la única. Desde el periódico dico alemán Bild, hasta particulares s en diferentes lugares del mundo están n buscando b culpables y China concent centra las miradas en torno a los pedidos dos de que asuma la responsabilidad ad internacional por el COVID-19. A la a lu luz de la respuesta interna -basada da en un férreo control y un dinámico accion cionar en el nivel sanitario y tecnológic lógico- y de la acción internacional -centrad trada en la cooperación-, nos pregu eguntamos hasta qué punto esos pedidos pedi de responsabilidad hacia China hina no ocultan la inacción de muchos gobier biernos que, advertidos de los aconte ontecimientos de Wuhan, no tomaron n medidas inmediatas. Por otra parte, la pandemia emia tiene efectos dramáticos en la economí omía, tanto por el endeudamiento de lo los gobiernos para afrontar el problema a sanitario, s como por la retracción de la economía mundial, principalmente a raíz ra de la caída de la actividad en n Ch China. No obstante, las señales de una a incipiente in recuperación económica a e en el país asiático pueden hacer pensa ensar en la posibilidad de una salida am más suave de la crisis. acional La campaña comunicacio Desde sus inicios el gobi gobierno de Xi se ha embarcado en una intensa campaña comunicacional onal encaminada a generar conocimie cimiento y entendimiento para aum aumentar su poder comunicativo-cultura ltural. Esta campaña se realiza median diante discursos y opiniones de representa ntantes del gobierno, a través de e sus su medios oficiales de información y de sus diplomáticos en las redes rede sociales. El fortalecimiento de la retórica internacional se suma a otr otras estrategias dirigidas a fortalecer su soft so power. Ante la pandemia, las autor utoridades chinas se muestran notablemente ente activas en el nivel comunicativo, ivo, afianzando su narrativa y respondiend iendo a los cuestionamientos sobre e su gestión de la crisis. Como ejemplo plo de ello podemos citar el comunica nicado emitido por la embajada china en n A Argentina respondiendo a lo que e c consideran rumores. El mismo alude e a teorías conspirativas fundadas en lla intención de perjudicar a su país a través trav de la “epidemia de la informa rmación” (Embajada Argentina en China, ina, 2020). Adicionalmente, presenta ta u una refutación basada en argumentos cien científicos y hechos que la respaldan. an. En línea con lo anterior, los medios os estatales e chinos viralizaron un video ideo animado inusualmente agresivo en n el que se burlan de la respuesta estadounidense esta al nuevo coronavirus (China hina Xinhua News, 2020). Esta contraofensiva comun municacional aparece como respuesta a lo p percibido como una campaña antii ch china. Estamos ante una disputa retórica a entablada en principalmente en medio edios digitales, en un ambiente de bombardeo bom informativo, teorías conspi spirativas cruzadas y fake news. En cuanto a la promoción ción de su sistema de gobernanza naciona ional, en la coyuntura actual la propag opaganda oficial muestra la construcción en tiempo récord de hospitales; las conferencias de sus especialistas aseso esorando a colegas de otros países;; los recursos médicos y tecnológicos despleg plegados en 88 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Wuhan y la ayuda mater aterial y logística enviada al exterior. Xi ha sido explícito en este sentido o a al mencionar que “Los resultados de la labor l de prevención y control han an vuelto a demostrar las notables ventaja tajas de la dirección del Partido Co Comunista Chino y el sistema socialis cialista con características chinas” (Ekm (Ekman, 2020). La apreciación anterior es coincidente con la visión de los dirigente ntes chinos sobre el empantanamiento ento de las democracias liberales occidentale ntales, cuya naturaleza antagonista llev lleva a los países a la crisis y el caos (XIX IX Congreso C Nacional, 2017). Contraria ariamente, en su opinión, el estilo de “democracia “dem consultiva” desarrollado o po por China resuelve los problemas de la p población sin caer en las trampas s vi vinculadas a los controles, equilibrios de poder y grietas propias de occident dente. Las alocuciones anteriores y posterio eriores a la pandemia dan cuenta de la continuidad en la campaña comuni unicacional destinada a promover ell sis sistema político chino. En lo relativo a la gobernan rnanza global, Xi ha transformado a la visión visi de la “Comunidad de destino co compartido para la humanidad” en el pilar pila de su política exterior dado que ue e es el enunciado en torno del cual giran n todas to sus propuestas de buena gob gobernanza para las relaciones internacion cionales de cuño chino. En su planteo teo el presidente sostiene que “…debemos s u unir a las personas de diferentes pue pueblos, diferentes creencias, diferentes s culturas cu y diferentes lugares para a co construir juntos dicha comunidad” (Con oncepto de comunidad, 2018). La apelación a un mundo do m multipolar más inclusivo, seguro y estab table busca predisponer positivamente nte a los otros países y crear un clima inter nternacional favorable para lograr la a aceptación de su liderazgo. A la vez, z, China C se asegura la continuidad d de su desarrollo económico, el cual, cual como mencionamos más arriba, ba, es el interés nacional fundamental del el gobierno g de Xi. En el contexto de la pandem ndemia, el embajador chino en el Reino Unido Unid aludió a la “Comunidad de destino stino compartido para la humanidad” y señal eñaló que la batalla contra el COVID VID-19 muestra la urgencia de avanzar zar en su construcción. En este senti entido, observamos cómo en una situación ión de crisis China considera a su propo oposición como superadora para el orden mundial. mu La afectación al soft pow power chino La diplomacia cultural ha d desempeñado un papel relevante desde de la misma creación de la República lica Popular en 1949, cuando se favorecie recieron los intercambios de escritore tores y otras personalidades con la final finalidad de generar un acercamiento to entre los pueblos. No obstante, recién a partir p de la década de 2000, en consonancia con su emergencia global, glo las autoridades despliegan n u una amplia red de recursos orient ientados a desempeñar un papel noda odal en la construcción de la imagen internac rnacional de China mediante la exaltaci ltación del pacifismo y la búsqueda de un n de desarrollo conjunto. Jintao (2002-2012) introdujo un discurso rso político El ex presidente Hu Jinta inspirado en ideas de la cu cultura tradicional china. Entre ellas sobre obresalen la evocación a las máximas as c confucianas (“no hagas a otro lo que no quieres para ti mismo”; “quien ayu ayuda a otros se ayuda a sí mismo”) y a la noción n de armonía, central en el conf confucianismo. El signo distintivo de su gobierno gob ha 89 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN sido la recuperación de del Nuevo Confucianismo, una corrie rriente de pensamiento neoconservad rvadora que aboga por la revitalización de e la cultura tradicional china identifica ificada con la moral confuciana (Moncada da Durruti, 2011: 10). El legado cultural de la civi civilización sínica es objeto de orgullo nacio acional y su difusión en el exterior favo favorece la transmisión de una imagen posit ositiva cuya finalidad es asistir al ascens censo chino. Cumpliendo su doble rol como o factor f de cohesión interno y expre xpresión de la identidad-superioridad exte externa, el recurso a la cultura se int intensificó a partir del gobierno de Hu y continúa c ocupando un lugar privile ivilegiado en la presidencia de Xi. Según gún Montiel (2010: 8), se trata de un p poder intangible que cimienta la capacida cidad de un Estado para señalar su pres presencia en el mundo. Así, un país puede de persuadir p –es decir, atraer y convenc vencer- acerca de la conveniencia de sus s valores, va al punto de aceptar la modificación mo de una conducta determina minada. La movilización de los recurs cursos intangibles con los que cuenta un país se traduce en capacidad de e inf influencia. Por lo general, la capacidad de a atracción, propia del poder simbólico, lico, conduce a la aceptación de posturas que intenta defender un país, sin recurr currir a prebendas o a la disuasión. Hasta la crisis originada ada por el COVID-19 podíamos afirmar ar que la estrategia china estaba dando da buenos resultados. Asistíamos a un proceso gradual pero constante e de aceptación de las percepciones y los valores chinos. Esto no significa ca que q no hubiera actores reticentes, sino que se venía construyendo un poder pod simbólico sobre la base de la organiza nización de eventos deportivos y cultur lturales, intercambios educativos, ferias, ent entre otros. Esas herramientas culturale rales han generado lazos de empatía y conoc onocimiento en el exterior. A partir de la pandemia, ia, el soft power chino ha sido afectado, o, e en tanto asistimos a un retroceso so e en la imagen internacional del país. Las críticas están fundadas en la demo emora en informar sobre la nueva enfermed medad y en las dudas sobre la transpar parencia en las cifras de contagiados y enfer nfermos. La diplomacia china está tá ttrabajando con la finalidad de mitigarr el daño al soft power. Particularm armente, lo hace enfatizando la cooperación coop internacional que está llevando lleva adelante mediante la donación de insumos médicos, la difusión diaria diar de información sobre los avances es para la elaboración de una vacu vacuna, la realización de puentes aéreo éreos y la organización de video conf conferencias informativas con profesionales les de otros países, entre otros. Más s recientemente, re la publicación de un Manu anual sobre la estrategia de respuesta sta hospitalaria ante el brote del COVID-19 19 expresa la idea de solidaridad china hina. Reflexiones finales La singularidad china n nos conduce a repensar todas las s n nociones previamente aprehendidas idas sobre la conducta de las potencias cias en el escenario internacional.. En este sentido, sus percepciones y respu espuestas a situaciones como la surgid rgida a partir de la pandemia mantienen coh coherencia con los presupuestos antes tes esgrimidos. A partir de los escenarios os a abiertos por el COVID-19 el gobierno ha am mostrado su determinación por sostener sost su protagonismo internacional.. Asimismo, As 90 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN persiste en su campaña ña c comunicacional consolidando su visión ón sobre s la gobernabilidad. En cuanto a los vínculos s co con Estados Unidos, las fricciones van en aumento a y podrían trasladarse a otr otras dimensiones del vínculo. Algunas predicciones pred en ese sentido apuntan a llos riesgos para la estabilidad internacion cional de un desacople entre ambos y el aumento de tensiones que podrían mani anifestarse en un escenario pos pandem ndemia. En relación a la afectación ión a al soft power chino, nos preguntamos si ese e daño es provisorio o permanen nente. Nos inclinamos por la primera opción opc por cuanto Beijing sigue demos mostrando consistencia entre su visión de e un mundo ordenado en función de e patrones pa cooperativos e instancias multilat ltilaterales y sus acciones internacionale nales. Referencias bibliográfica ficas China Xinhua News (30 de abril del 2020). Once upon a virus. [Archivo [Arc de video]. Recuperado de https://twitter.com/XH /XHNews/status/1255734356728922113?s=08 Ekman, A. (14 de abril del 2020). 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Si hacemos un repaso cronológico, desde mediados del siglo XX nos encontramos con regis egistros de cinco epidemias diferentes con n epicentro e en China. Así, en 1957 apa apareció en la provincia de Guizhou la denominada deno “Gripe Asiática” causada a po por el virus A (H2N2), la cual se extendió dió más m allá de sus fronteras y tuvo vo una segunda oleada en 1958 que oca ocasionó la muerte de más de un mill millón de personas. Más tarde, en el año ño 1968, 1 se manifestó la “Gripe de Ho Hong Kong” consistente en una cepa de virus A (H3N2). En 1997 se detectó tectó la presencia del virus A (H5N1), conocid ocido como “Gripe Aviar”, que reapare areció en el país asiático durante 2003 y 2013. 2 En esta última instancia, la n nueva cepa A (H7N9) terminó por exten xtenderse a Asia, África y Europa. De Desde noviembre de 2002 hasta junio io de d 2003 irrumpió en el escenario o in internacional el virus SARS (Síndrome Respiratorio Res Agudo Severo) originado do e en la provincia de Cantón. El SARS terminó term por convertirse en la “primera era pandemia del siglo XXI”, mostrando además adem una elevada capacidad patogé ogénica y potencial letal en tanto ocasion sionó 8.422 contagios y 916 muertes es e en 29 países de los cinco continentes. s. La quinta emergencia sanitaria que e tu tuvo que enfrentar China fue la Gripe A (H1N1) (H en 2009-2010, ocasión en la cual, si bien el virus se detectó en México, Mé el primer caso en Asia tuvo o lu lugar en Hong Kong (Soteras, 2020). La aparición del COVID--19 Hacia finales de 2019 Chin China se convirtió nuevamente en epicentro ntro de una crisis sanitaria mundial.. Según Se la Organización Mundial de la Salud alud (OMS), 45 Estudiante de la carrera ra Relaciones Internacionales. Miembro del el G Grupo de Estudio sobre China y Argenti entina (GECHINA). Universidad Nacional de Rosar osario (UNR). Rosario, Argentina. Correo ele electrónico: msolybanez@gmail.com 46 Estudiante de la carrera ra Relaciones Internacionales. Miembro del el G Grupo de Estudio sobre China y Arge Argentina (GECHINA). Universidad Nacionall de Rosario (UNR). Rosario, Argentina.. Co Correo electrónico: florenciabonanno93@gmail.c ail.com 92 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN el 8 de diciembre de 2019 019 se registró el primer caso del nuevo virus vir en la ciudad de Wuhan, el deno enominado SARS-CoV-2 (COVID-19) o coronavirus. coro Sin embargo, medios locale cales de Hong Kong -fuertemente críticos res respecto al gobierno chino- como South Sou China Morning Post (Ma, 2020), han dado a conocer supuesta informac mación del propio gobierno chino, cuyo reg registro del primer caso de un paciente nte con síntomas del coronavirus habría teni tenido lugar el 17 de noviembre de 20 2019. A su vez, han ido surgiendo otros ros casos a partir de los cuales se afirm afirma que la enfermedad ya existía mucho ho antes a de estas fechas, incluso en otr otros países. Existen múltiples teorías ías sobre las causas de la enfermedad. d. Algunos especialistas sostienen que la transmisión se dio a partir de murcié urciélagos y pangolines, mientras que ue o otros indican que es un virus artificiall creado cr en un laboratorio. Sin emba mbargo, aún no hay certezas por parte arte de la comunidad científica acerca erca de cómo ni dónde surgió este virus. Por otro lado, el 20 de enero de 2019 China declaró oficialm ialmente la epidemia como un brote e al determinarse que la transmisión era de persona a persona, y comenzó co con la implementación de medidas intern ternas para evitar la propagación del coronavirus. Según el Banco Interameri ericano de Desarrollo (BID), el primer er caso de COVID-19 fuera de las frontera teras chinas se confirmó en Tailandia ia el 13 de enero y poco después otros caso asos fueron confirmados en Corea del Norte, Corea del Sur y Taiwán. Para ra el e 15 de enero la expansión del viru virus continuó en Estados Unidos, al presen esentarse el primer caso sospechoso o de un hombre que había estado en Wuhan han y luego volvió a su residencia en Washington, W quien finalmente resultó positivo po el 20 de enero. Más tarde,, el COVID-19 se propagó al Viejo Continente ente, siendo Francia el primer país euro uropeo en tener casos confirmados. Posterio teriormente, Italia también se convirtió irtió en escenario del coronavirus (Stein y Valencia, V 2020). Ante esta situació ación, el Director de la OMS, Tedros s A Adhanom Ghebreyesus, declaró el 3 30 de enero estado de emergencia inter nternacional sanitaria por posibles conta ontagios del COVID-19 (Organización Panam namericana de la Salud, 2020). De esta est manera, el coronavirus adquirió el car carácter de pandemia, la cual resulta lta menester nombrar como “la segunda a pandemia pa del siglo XXI”. Adelantarse a la amenaz naza La OMS ha destacado en rreiterados comunicados el hecho de que todo el aparato estatal chino reacc accionó rápidamente, sin demora y apenas as surgió s la amenaza epidemiológica. a. A fines de febrero el organismo dio a conocer con un informe acerca de los más s recientes descubrimientos sobre la evoluc olución y la expansión del virus (OMS, MS, 2020). En el mismo especifica que al detectar algunos casos de neumoní onía de un origen bastante incierto en Wu Wuhan, las autoridades nacionales chi chinas comenzaron a trabajar de inmedi ediato para prevenir una mayor exten xtensión de la enfermedad y evitar así una futura propagación masiva. Como omo prueba de ello, el escrito detalla, ent entre otras cosas, cómo el Comité Cen Central y el Consejo de Estado del Partido o Co Comunista Chino trataron a la situac ituación con la categoría de emergencia ia n nacional. Además, el presidente Xi Jinping Ji en persona dirigió todos los trabaj abajos y los convirtió en la prioridad d a absoluta del gobierno. La OMS enfatiza za q que este gran esfuerzo conjunto de del gobierno chino en todos sus niveles (nacional, (n 93 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN provincial, prefectura y co condado o distrito) para brindar una a respuesta re temprana frente al peligro ligro que representaba el virus permitió ió g ganar un tiempo invaluable. Una de las resoluciones es m más tempranas estuvo vinculada, como omo señala Zhao (2020), al área a d de transportes. Avizorando la llegada ada de las vacaciones del Año Nuev uevo Chino y el consecuente desplazami amiento de millones de habitantes es que dichas festividades suelen implicar, impl el Organismo de Control y Prevención Pr de la Epidemia de Wuhan dictaminó dicta el cese de los servicios de e tr transporte de larga distancia, tanto aéreo éreos como ferroviarios. Otra de las medidas más ás significativas s fue la decisión de las autorid toridades de poner en cuarentena a la ciudad de Wuhan en vísperas de los ya mencionados festejos. En los días sucesivos, se tomaron reso resoluciones similares para otras ciudad dades cercanas de modo que, como explica plica Buzan, se puso en aislamiento o un total de 56 millones de habitantes.. Si bien la cuarentena también fue e u una medida adoptada posteriormente e por po otras ciudades como Guangdon dong, Shanghai o Beijing, fue en las s ciudades c pertenecientes a la provinc vincia de Hubei donde se puso en práctica de manera más estricta y rigurosa.. En Entendemos que las palabras pronunciada iadas por Xi Jinping durante su primera era visita a Wuhan el 10 de marzo resumen men la idea central de las autoridades es: “La batalla continúa, pero la victoria est está cerca. Una victoria de Hubei es una victoria de China”. Durante esta ta etapa, e la ciudad de Wuhan perman maneció sin poder contactarse con ell exterior ex y abastecida únicamente por un dispositivo masivo de alimentación, ión, agua y servicios médicos suministr nistrado por el gobierno (Cybel, 2020). La gestión del gobierno ch chino le otorgó una importancia crucial a testear t a la mayor cantidad de ciuda iudadanos posibles. Como indica Centeno (2020), (20 se implementó la toma de e te temperatura obligatoria en los espacios os p públicos, ordenando el aislamiento nto por 14 días de las personas cuya temp temperatura estuviera dentro de los par parámetros para dar positivo de COVID-19. 19. Por otro lado, los protocolos espec specíficos que se siguieron con los infect fectados se encuentran bien ilustrados ados en una guía informativa sobre la experiencia exp clínica del COVID-19 elabo laborada por un grupo de expertos médicos cos chinos y publicado por iniciativa de La Fundación Jack Ma y la Fundación Ali Alibaba. El documento detalla que e en aquellos pacientes que eran derivado vados a los hospitales o asistían a los centros de salud por voluntad propia y cumplían c con los criterios de evalu valuación de los casos sospechosos, se re realizaban pruebas de ácido nucleico ico (NAT) para diagnosticar si existía efectiv ectivamente una infección por SARS-CoV CoV-2. En caso de que la prueba resultara ra negativa n se debía repetir el test pas pasadas las 24 horas; si era negativa por or segunda vez y sus manifestaciones nes clínicas no eran alarmantes, el pacient ciente podía recibir el alta. Si la prueb rueba era positiva, los pacientes eran aislados aisl en cuartos individuales con instalaciones necesarias para man mantenerlos confinados allí. El informe ed destaca el rol central que adquirió la colab colaboración interdisciplinaria en este te proceso. p Como ejemplo de ello podemos mos citar la creación de un equipo de expertos con médicos de los departame mentos de Enfermedades Infecciosas, as, Medicina Respiratoria, Medicina de Labor aboratorio y otras especialidades porr pa parte del Hospital FAHZU. 94 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Implementación de las as Nuevas N Tecnologías China no desperdició la opo oportunidad para hacer alarde de todo el desarrollo de e inversión que viene rea realizando desde hace décadas en el área áre de la tecnología y la innovación ción, implementado muchos de esos avance ances en la lucha contra la epidemia. ia. Uno de ellos fue el sistema QR utilizad lizado en la regulación de los movimien mientos y los traslados de los habitantes.. Al instalar en sus teléfonos una aplica licación, los ciudadanos recibían un código o QR Q único. Dicho código les asignaba ba u un color representado por los tonos dell se semáforo: el verde daba cuenta de e una un salud óptima y por lo tanto la movilidad lidad estaba permitida; el amarillo adv advertía de un peligro moderado de contagio con y obligaba a un confinamient iento por 7 días; y el rojo señalaba un alto lto riesgo r de contagio y forzaba a perma ermanecer en aislamiento por 14 días. Sii bien bie en un principio el uso efectivo de la aplicación constituyó un verdadero des desafío, en muchas ciudades se logró establecer su obligatoriedad para a todos to los transeúntes y exigir el esca escaneo de dichos códigos telefónicos para a ingresar in a cualquier espacio público. lico. Los datos cargados por los usuarios os en el dispositivo debían ser actualizados actu permanentemente, o de lo con contrario el dispositivo activaría el colo color rojo y no se les permitiría movilizars izarse. Otra aplicación de similares cara características fue desarrollada a fines de de detectar si los usuarios tuvieron contac ntacto con posibles infectados. En adición a esto, los s drones comenzaron a sobrevolar las s c ciudades enseñando el código QR de descarga de la aplicación para todos os aquellos ciudadanos que aún no lo habían hecho. El uso de drones por parte part de las autoridades nacionales se hizo habitual, y fueron utilizados tambi mbién para reproducir avisos por alta altavoces e incluso, como mostró el porta ortal Global Times (2020) en un reciente recie video, para tomar la temperatura tura de los ciudadanos desde los balco alcones de sus propias viviendas. Otra de las tecnologías incorporadas inco fue la asistencia médica a la dis distancia a través de videoconferencia ncias, que en palabras de Cybel (2020) colab olaboró con la detección temprana de casos. El Hospital de Xuhui se convirt virtió en el primer centro sanitario io público de Shanghai aprobado para ara ofrecer asistencia sanitaria e inclus cluso tratamiento a distancia. Además, hubo una aplicac licación intensiva de la robótica, algo nunc unca antes visto en la contención de u una epidemia de esta magnitud. Como o iindica la agencia Bloomberg News (2020), el gobierno chino incentivó con on s subsidios y otras prestaciones la com compra de las camionetas de la empresa a Neolix, N la cual ofrece un servicio io m muy novedoso: el transporte autónomo omo. Estos vehículos cuentan con la particularidad no necesitar un condu nductor, su sistema driveless permite ite un manejo robótico que reduce notablem blemente el contacto humano y con ello el riesgo de contagio. Las camionetas as rrobóticas han sido de mucha utilidad dad para acercar suplementos de salud y provisiones pro a los hospitales de las s z zonas más críticas. Además, muchas s em empresas (como Alibaba, Holding,, Meituan, Me Dianping, etc.) las emplearon para acercar productos a los hogares s qu que habían realizado compras vía online. ne. También colaboraron con la desinfec infección de la vía pública a través de la em misión de chorros de líquido desinfect fectante. 95 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Pormenores y peculiarid aridades ante una nueva forma de vivir Como explica Aldama (202 (2020), una de las problemáticas más importantes imp para resolver fue la escasez esc de suministros y equipos de pr protección individual, principalmente nte en el momento más crítico de la explo xplosión del virus. Este fue el caso part particular de las mascarillas o barbijos, cuyo uyo uso fue decretado como obligator atorio en muchas ciudades. El gobierno no nacional decidió entonces tomar cartas car en el asunto e impulsó la reanudació ación de las actividades de las fábricas cas d de barbijos con el objetivo de llevarlas s al máximo de su capacidad productiva tiva en el menor tiempo posible. Asimismo, se realizaron gra grandes esfuerzos gubernamentales para ra m mantener a la población informad ada sobre las características del virus irus y sus manifestaciones, en particu rticular a través de la difusión de folletos didá didácticos y muy gráficos que se distrib tribuyeron en todo momento (Zhao, 2020). Además, se hicieron enorm normes esfuerzos para imponer nuevos hábitos há de distanciamiento social entr entre los habitantes, intentando convertirlos irlos en una nueva costumbre en las s rel relaciones sociales. La desinfección de las as calles c fue una de las disposiciones es más notorias y conocidas, sobre todo odo por su importante repercusión n e en las redes sociales: imágenes de e camiones c volcando sobre las acera ceras litros de agua, así como de uniformados unifo realizando tareas de higieni ienización, inundaron la mayoría de los porta ortales web y tuvieron una rápida virali iralización. Los próximos desafíos s para pa China Como consecuencia de las múltiples batallas sanitarias a las que China Ch tuvo que hacer frente, las medid edidas implementadas por el gobierno asiát siático para controlar las epidemias han ido mejorando con el paso del tiempo. o. A su vez, en base al recorrido plante nteado podemos ver cómo toda la estructur ctura social, política y económica d de China debió adaptarse y transf ansformarse drásticamente para benefic eficiar la salud de la población. Sin embargo, creemos os que en un mundo donde existe una u alta interdependencia entre los diferentes actores del escenario interna ernacional y gran parte de la economía mía mundial depende de China, se conviert ierte en un deber para el gobierno no del país asiático aumentar esfuerzos rzos en la securitización del área a d de salud para evitar futuros contagios gios. Cabe preguntarse entonces cómo cóm se readaptará el país a este nuevo pa paradigma cuando se haya conseguido uido derrotar finalmente al virus. Referencias bibliográfica ficas Aldama, Z. (17 de marz arzo del 2020). Manual chino para derrotar der al coronavirus. 5W. Recuperado de https://www.revista5w a5w.com/why/manual-chino-derrotar-al-coronavi navirus Bloomberg News. (8 de e m marzo de 2020). Driverless Delivery Van Startup Sees Demand Surge Amid Outbreak. Recuperad erado de https://www.bloomber berg.com/news/articles/2020-03-08/they-won--t-catchthe-virus-so-chinese-ro robovan-maker-s-sales-jump Buzán, G.D. (2020). 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Lo que e comenzó co siendo una crisis sanitaria ha a generado g repercusiones en la econom onomía mundial, así como en el mismo proceso pro de globalización, ya que los países, reafirmando la soberanía nacion cional, han cerrado sus fronteras, disminuyendo dism los flujos comerciales y la circulación cir de las personas más allá de los límites nacionales. Los efecto ectos de la propagación del virus se e ha han hecho sentir en todas partes, y Estados ados Unidos no ha sido la excepción,, po por el contrario, el país presenta un alto número nú de contagiados, y gran cantida tidad de muertes. Por ello, el objetivo del el a artículo es analizar, de forma breve, la postura, tanto nacional como intern ternacional, del presidente Donald Trump en relación a la crisis generada porr la propagación del COVID-19. Se consider idera que la postura anti-globalización ón y la consigna America First que tanto marcaron mar la campaña electoral del actu actual presidente se encuentran muy prese resentes en las decisiones y accionar nar de la administración frente al Covid-1 19 y sus repercusiones. Trump sube ubestimó los efectos y avance del virus, sobr sobreestimó la capacidad de Estados s U Unidos para lidiar con la pandemia, y opt optó por la confrontación con China, a, da dando así la espalda a la posibilidad de liderar lide una cooperación internacional al p para superar la crisis sanitaria global. La respuesta interna del presidente Trump al COVID-19 Donald Trump debe hacer cer ffrente a un contexto interno complejo,, en un año de elecciones presidencial ciales, el coronavirus golpeó con fuerza rza al país, dejando gran cantidad de contagiados y muertos. Como consecue ecuencia de ello y del mal manejo que ue iinicialmente se llevó adelante frente all av avance del 47 Estudiante avanzada de la L Lic. en Relaciones Internacionales. Auxiliarr alumna al en la Cátedra Política Internacio acional. Universidad Nacional de Rosario (UNR), R), Rosario, Argentina. Correo electrónico: ico: gullo.ines@gmail.com 48 Estudiante avanzada de la L Lic. en Relaciones Internacionales. Auxiliarr alumna al en la cátedra Política Internacion cional Latinoamericana. Universidad Nacionall de Rosario (UNR), Rosario, Argentina.. Co Correo electrónico: mflorenciamarina@hotmail.c ail.com 98 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN contagio, el presidente est estadounidense ha visto cuestionado su liderazgo lide y capacidad para poder sobre obrellevar una crisis de tal magnitud, al tiempo tiem que tiene que lidiar con un n sis sistema de salud colapsado y una econo onomía con signos de recesión. Estos aspectos no se deben ben perder de vista ya que en noviembre se llevarán adelante elecciones preside esidenciales, y ellas se celebraran en un “e “escenario pos pandemia que determ eterminará, en buena medida, la balanza nza de las preferencias del electorad orado” y “sin duda, la irrupción no prevista prev del coronavirus y el fuerte im impacto que está teniendo en pérdida de vidas y polarización política en EE. UU., puede cambiar por completo el resu resultado de las elecciones.” (Tirado,, Lajtman Laj y García Fernandez, 2020) Ante este escenario, la ima imagen que proyecta Trump es de suma importancia. imp Sin embargo, las tasas s d de aprobación del presidente han caído aído. Según Cilliza, de acuerdo a diferen erentes sitios estadísticos, el índice de aprob robación es del 43%, lo que implica plica que desde fines de marzo cayó 6 puntos porcentuales, y se espera era que esta brecha se continúe ampliando. do. En gran medida, las encuestas rem remarcan que la principal razón de esta ta caída c es debido a la percepción neg negativa que tiene la población en cuanto o al manejo de la crisis del coronavirus irus (Cillizza, 2020). Su imagen se ha visto per perjudicada, el presidente de Estados Unido nidos no ha actuado con el liderazgo o esperado. es De acuerdo a Joseph Nye (2020 020), frente a las crisis se necesitan liderazgos lide que tengan la capacidad para ayu ayudar a la gente a formular y alcan lcanzar sus metas, algo que el presidente nte Donald Trump no ha logrado. Tru Trump subestimó los efectos y consecuen uencias del virus, por lo tanto no re reaccionó al brote informando y educan cando a la ciudadanía; por el contrari trario, priorizó la economía y los mercados dos, afirmó reiteradamente que ell virus vi estaba bajo control y que cualqu alquier idea contraria era una estrategia tegia de los demócratas con el objetivo de e criticar cr su gestión (García Encina, a, 2020). Sin embargo, el virus se propagó rápidamente, y si bien n se declaró situación de emergencia nacional, naci la reacción fue tardía. Esta situación ha dado lugar luga a que recobre importancia el debate te en e torno al sistema de salud no norteamericano, un punto que los adversarios adv demócratas a Trump ve venían proponiendo tratar en sus campañas ca presidenciales, principalme lmente Bernie Sanders, que participó en las internas demócratas, pero que actua ctualmente se retiró y dio su apoyo al candid ndidato Joe Biden. En la actualidad,, e en Estados Unidos, “30 millones de pers personas no poseen seguro médico, o, y otros 40 millones sólo acceden n a planes insuficientes, con copagos gos y seguros tan elevados que sólo pue pueden ser utilizados en situaciones nes extremas” (García Encina, 2020), ), esto e ha provocado que mucha gent gente, por temor a no poder pagar las consu onsultas, no hayan acudido a los centro ntros médicos para detectar si se habían contagiado con el virus. A su vez, en ell paí país había una escasez de pruebas de diagn iagnóstico y durante más de un mes, s, ca cada estado debía enviar las muestras de posibles contagios por correo post postal a la sede de los Centros para ell Control C y Prevención de las Enferme rmedades en Atlanta, el único lugar autoriza rizado para realizar las pruebas (Vassal ssallo, 2020). Así mismo, a esta situació ación deficiente del sistema de salud y ause usencia del gobierno federal se le debe ebe sumar una situación económica compleja pleja. 99 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN El gran problema a es que ciertos esfuerzos que por lo demá emás resultan sensatos s pa para limitar la difusión de la COVID-19 19 — confinamiento, dista istanciamiento social, cierre de empresas sas y restricciones a los viajes— golpean duro a la economía ía y seguirán haciéndolo olo por algún tiempo (Taylor, 2020). Producto de ello, las inversi ersiones disminuyen, el consumo interno se contrae, y el índice de desempleo o se incrementa. En la semana que culminó inó el 21 de marzo, un total de 3,28 mill millones de trabajadores estadouniden idenses presentaron solicitudes de ayuda ayu por desempleo (Bankia Estudi tudios, 2020), además en una entrevista ista con la cadena financiera CNBC, C, el asesor económico de la Casa Blanc lanca Kevin Hassett adelantó que la ta tasa de desempleo alcanzará el 16% o 17%, 1 un incremento significativo dado dad que en marzo se registró el 4,4% (Belvedere, (Be 2020). De acuerdo a la estimación del Departamento de Come omercio de Estados Unidos, el product ducto interno bruto real del país se contraj trajo a una tasa anual del 4,8% en el e primer trimestre; situación que la a e economía estadounidense no había ía experimentado e desde el cuarto trimestre tre de 2008 (U.S. Department of Comm mmerce, 2020). Por lo tanto, es posible ded deducir que este colapso del sistema de salud salu junto con la situación económica ica por la que atraviesa el país, ha llevado o a muchos ciudadanos de EE.UU. a repensar y replantearse el funcionamie amiento del sistema de salud y el mal al m manejo de la crisis por parte del Gobierno rno Federal. Frente a ello, el precandida didato demócrata a la presidencia, Joe Biden, den, intenta capitalizar los errores de la administración Trump, y presentar tar así sus propuestas para ganarr m mayor apoyo político. Un ejemplo de ello el es la presentación del “Plan par para combatir el COVID-19 y para preparar ararse para futuras emergencias sanita anitarias”, se trata de un ambicioso proyec yecto en el que propone una respuesta esta decisiva por parte del sector de salud ud pública p proponiendo la realización ión de testeos gratuitos, la búsqueda de una vacuna y un despliegue completo pleto de los suministros, personal e insta nstalaciones necesarios-, así como de la economía -sugiriendo una remunera neración de emergencia para todos los afectados por el brote y brindando toda da lla ayuda necesaria a los trabajad ajadores, las familias y las pequeñas s em empresas afectadas por la crisis.. De esta manera, Biden, valiéndose de los errores cometidos por el Gobiern ierno, busca presentarse como un candid didato que ofrece el liderazgo que mu muchos consideran que Donald Trump no o fue fu capaz de tener. Igualmente, a pesar de e to todo esto, no se debe dejar de mencio ncionar que Trump sigue contando o co con el apoyo de una parte importante ante de la ciudadanía, la cual consider idera que la posición del presidente frente e al COVID19 ha sido la correcta ta. Una muestra del respaldo han n sido s las manifestaciones en diferen rentes Estados, donde cientos de personas nas salieron a las calles con el objet bjetivo de protestar contra el mantenimie imiento del aislamiento obligatorio, a la vez que llevaban consigo banderas de apoyo a Trump. Los principales arg argumentos son que el aislamiento es un atentado a contra la libertad así como omo una restricción a la economía del país, aís, ya que aseguran que el cierre de lo los negocios es un gran obstáculo y se requiere req la “apertura” de la economía ía (“Coronavirus ( en EE.UU.”, 2020). Entonces, el presidente e d de Estados Unidos se enfrenta a un n e escenario interno complejo, donde e el clima político se polariza, la economía ía muestra 100 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN signos de debilidad, el sist sistema de salud fracasa y la ciudadanía ía e está a la expectativa del avance de llos acontecimientos y las medidas tomada adas por el gobierno para manejar la crisis. c La respuesta internacion cional del presidente Trump al COVID-19 19 La respuesta brindada po por Estados Unidos frente a la prolifera feración del coronavirus en su territo rritorio fue tardía y titubeante. Inicialme almente, el presidente Trump, al igual ual que otros líderes mundiales, se mostró ró renuente r a priorizar esta temática a y a identificarla como una grave amenaza aza para su sistema sanitario. Asimism mismo, la falta de liderazgo federal llevó levó a una descoordinación entre los d diferentes Estados que conforman el país país, lo cual generó que cada uno de e el ellos implementara políticas diferenciadas das basadas en el criterio de los gobern ernadores. Los resultados de estos factores res llevaron a que crecieran las voces oces críticas contra la administración gobernante, gobe fortaleciendo las divisiones nes y tensiones políticas. Ahora bien, de la misma ma forma que la pandemia de Covid-19 9 afectó a el desempeño interno del el g gobierno estadounidense, también lo hizo en relación a su política exter xterior, la cual no estuvo exenta de mome omentos de conflictividad y rispideces. es. Uno de los factores es más notorios de presencia de actitudes a confrontacionistas está relacionado rel con las declaraciones efectua ctuadas por parte de distintos actores res del gobierno estadounidense hacia la R República Popular China. El vínculo culo entre ambos países, ya deteriorado do por las diferencias en materia de c comercio bilateral, sufrió un mayor desga esgaste tras las acusaciones mutuas as en torno al origen del virus. Desde de el lado norteamericano, figuras s como com el presidente Trump o el secretario io de Estado Pompeo, criticaron abierta ertamente al gobierno chino por haber ocultado ocu y manipulado información, n, incluso in culpabilizándolo y responsabilizánd izándolo por no haber evitado la propaga pagación global de la Covid-1949. En la misma línea, ell g gobierno liderado por Trump propinó ó análogas a acusaciones a la Organizac ización Mundial de la Salud (OMS). Sin emba mbargo, en esta ocasión la administra istración fue más allá, al anunciar la sus suspensión temporal de su financiamie amiento al organismo. Al mismo tiempo, se trató de una de decisión que contrib ntribuyó a perjudicar su relación con China. a. E En efecto, Trump justificó la medida ida argumentando que la OMS no sólo fracasó fra en contener el brote de corona ronavirus, sino que además era “cómplice” e” d de Pekín, al supuestamente haberr defendido de al gobierno chino y convalidado ado su falta de transparencia (Mathus us Ruiz, R 2020). El “golpe” asestado porr Tr Trump a la OMS es sólo uno de varios s ele elementos que evidencian la intención ción de esta potencia de enfrentar el corona onavirus de forma individual y “puertas rtas adentro”. A diferencia de lo ocurrido en el e marco de otras pandemias, como omo por ejemplo durante la proliferación n d del Ébola 49 Mientras que Trump afirmó rmó que el virus “Podría haber sido detenido o en China”, Pompeo fue más allá asegur gurando que el gobierno de Estados Unidos s cu cuenta con “pruebas” que establecen que qu el nuevo coronavirus se originó en un n laboratorio la ubicado en China (“Coronaviru avirus: Donald Trump”, 2020; “Estados Unidos s cuestionó”, cu 2020). 101 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN entre 2014 y 2016, esta ta v vez Estados Unidos no ha intentado promover prom el diseño e implementación n de una solución global a la crisis sanitaria. ria. Frente a la expansión del virus, espacios multilaterales en los cuales cua este país ejerce una manifiesta iesta influencia, como el G7, el G20, e incluso inc las Naciones Unidas, han pe permanecido poco activos, produciéndo ndose solo algunas reuniones virtuale tuales. Como resultado de ellas, el G7 y el G20 llegaron a acuerdos que e re redundaron, por ejemplo, en otorgar su ap apoyo a la suspensión temporal del servicio de la deuda de los países íses pobres (“Coronavirus: el G20”, 20 2020). Por su parte, si bien el Consejo de e Seguridad Se se reunió a fin de debatir tir so sobre el abordaje a la crisis de COVID-19, 19, hasta el momento no se ha logra grado la aprobación de ninguna resolució ución en la materia. Ello indica que e las medidas que han sido tomadas en el m marco de estos espacios han sido o es escasas e insuficientes, al tiempo que demuestran dem la baja proactividad estadou adounidense. La falta de voluntad de Es Estados Unidos de erigirse como líder glob global en la contención de la pandemia mia se ve reflejada no sólo en su pasividad dd dentro de instituciones del orden mundial, m sino también en el hecho de que sus políticas sanitarias para a ge gestionar la proliferación del virus no han tenido buenos resultados hasta a el momento. En este sentido, el país está stá lejos de contar con un modelo “exp “exportable” de contención del virus y de manejo ma de la crisis consecuente, lo cu cual fue puesto en evidencia a fines de abril del 2020, cuando la cifra de personas contagiadas alcanzó el millón llón (Peirón, 2020). Asimismo, si bien el país ís de del Norte incrementó sustancialmente, en términos t cuantitativos, sus aportes rtes financieros a la asistencia mundial al s sanitaria, humanitaria y económica mica provista a sus socios en el extranjero ex (Departamento de Estado do d de Estados Unidos, 2020), sus contribucio uciones han quedado en cierta forma rma opacadas por el fuerte crecimiento ento de la cooperación internacional nal provista por China. En el caso de este ste Estado, resulta más notoria su u di disposición a mejorar su imagen interna rnacional a partir del envío, a numeros erosos países del mundo, de insumos de toda tod índole para prevención y trata ratamiento del COVID-19. Ahora bien, n, e en esta oportunidad, Estados Unido nidos ha evitado erigirse como proveedorr de bienes de distribución pública, rol que iría a contramano de una realidad d que qu debió enfrentar su sistema de e sa salud en algunas partes del país: la insufic suficiencia o carencia de recursos human manos y materiales. Este último factor impulsó lsó a al gobierno de Estados Unidos a tomarr la decisión de prohibir la exportació ación de instrumentos considerados esen senciales y escasos para hacer frente nte al virus, como respiradores, máscaras, as, barbijos protectores, guantes (Dom omínguez y Pan, 2020). Aunque este país aís no es el único en haber implement entado restricciones a este tipo de export portaciones, esto implica que la adm administración incurrió en otra medida a d de corte proteccionista con consecue ecuencias poco favorables al comercio interna ernacional. Finalmente, cabe destacar car que la tendencia de Trump de resolver lver la crisis de forma unilateral y asilad ilada se puso de manifiesto en su política migratoria. mig Aduciendo la necesidad d de evitar la propagación del virus, el ma mandatario ordenó el cierre de sus fron fronteras y la suspensión temporal de la inmigración, inm lo cual generó rispideces s con co otros actores. En el caso de la Unión ón Europea, E por ejemplo, las críticas as p provinieron por parte de los presidente entes de la Comisión Europea y dell Co Consejo Europeo, Ursula von der Leyen n y Charles 102 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Michel respectivamente, e, q quienes en un comunicado establecier cieron que “desaprueban el hecho de que la decisión de Estados Unidos de imponer una prohibición a los viaje viajes fuera tomada unilateralmente y sin ninguna consulta” previa (Sánchez, ez, 2020). Reflexiones finales Antes de la gestación de la pandemia, los rasgos que definían a la política exterior de Trump eran an su falta de coherencia y menor previ revisibilidad (Aguirre, 2008, como se citó en Grabendorff, 2018). A pesar sar de ello, pueden identificarse lineam eamientos que la atraviesan en su totalida lidad y que permanecen marcadament ente visibles a lo largo de la crisis inter nternacional desatada por la expansión ión d del coronavirus. Trump llegó a la presidenci encia en 2017 bajo la consigna America first irst, eslogan que le permitió condensar sar las l demandas de sectores críticos al fenóm enómeno de la globalización. A partir ir de la última década las ideas anti-globalizac lización han proliferado rápidamente, e, sobre todo en Estados Unidos y Europa, impulsando el surgimiento ento del nacionalismo, la xenofobia y el racismo. r Quienes adhieren a esta ta ideología id creen que muchas de las proble oblemáticas actuales han sido causada sadas por este proceso global, y en conse onsecuencia reclaman “recuperar ell con control” de sus países (Otero-Iglesias y Steinberg, St 2019). En el caso de Estados Unid Unidos, esta perspectiva recibe el apoyo de amplias partes de los sectores med medios y bajos, grupos que expresan su descontento desc frente al deterioro de su u ca calidad de vida producto del estancamient iento de los salarios y de la pérdida a d de empleos manufactureros (Rosales,, 20 2019). En este sentido, si bien la glob globalización fue inicialmente promovida por Estados Unidos y ocasionó grandes ndes beneficios económicos y políticos para ara el país, desde este enfoque se la considera como perjudicial. Los adscrip criptos a la anti-globalización creen que la misma ha provocado no sólo el deter eterioro del nivel de vida de gran n p parte de los ciudadanos estadounidense enses, sino también la declinación de la hegemonía de Estados Unidos a nive nivel global. Mientras tanto, interpretan etan que ella favoreció con creces a paíse aíses como China, quien es definida ida durante el gobierno de Trump como o su rival estratégico y la principall am amenaza a su poder. Esta forma de concebirr el orden internacional ha impactado de lleno llen en la política exterior estadounid unidense. Efectivamente, en su cuestionam namiento al orden liberal global, Trump Tru ha ensayado en términos gener enerales la implementación de una na p política exterior más unilateral, confro nfrontativa, proteccionista y aislacionist nista. La decisión de retirarse e de espacios multilaterales de todo tipo, o, como c del Acuerdo de París, del trata tratado nuclear con Irán y de las negociaci ciaciones de comerciales como el Acuer uerdo Transpacífico (TPP por sus siglas en iinglés) y del Tratado Transatlántico tico de Comercio e Inversiones (TTIP), son n m muestras de ello. Ponen en evidencia ncia la consideración del presidente de que ep participar de estos espacios perjudi judica los intereses estadounidenses all lim limitar su capacidad de acción. Asimismo, Trump no sólo se ha embarcado en una fuerte comp ompetencia geopolítica, comercial y te tecnológica con China, sino que también bién se ha alejado de aliados tradicio icionales de Estados Unidos. Trump ha enfriado enf su 103 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN vínculo con la Unión Euro uropea al considerar que se trata de una na relación desigual y perjudicial para ara Estados Unidos, debido al déficit comer mercial y al mayor gasto en defensa a que qu este país aporta a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). AN). Ahora bien, teniendo en c cuenta el análisis realizado a lo largo rgo de este artículo, puede establecerse cerse que aquellos rasgos que caracterizan n la política exterior de Trump aún n a antes de la pandemia, también se encuentran enc presentes en el tratamie miento otorgado por Estados Unidos a la l crisis desatada por la proliferació ación del COVID-19. La pandemia ocurrió en n u un mundo en transición, marcado porr el relativo declive hegemónico de Es Estados Unidos y el ascenso de Asia-Pací Pacífico con China a la cabeza. Se trata de un contexto donde sobresalen las s te tensiones entre quienes están a favo favor de la globalización y quienes la recha echazan. Lo cierto es que incluso desde esde antes de la expansión del virus, el orde rden liberal internacional tal como había habí sido instaurado tras la Segunda Guerra erra Mundial estaba en crisis. La falta a de compromiso y voluntad política de países país como Estados Unidos de participa icipar activamente de las instituciones multil ultilaterales constituye un factor determ terminante para la existencia de esa crisis. La disímil manera en que ue lo los países han afrontado la pandemia y la falta de puesta en práctica de e m mecanismos que permitan dar una respuesta re internacional coordinada a y conjunta, vino a profundizar la crisis is q que está atravesando el orden internacional. inte Los espacios multilaterales es se s están enfrentando con una nueva eva prueba a superar, y en este sentido,, cre crecen aún más los interrogantes en n to torno a sus capacidades y efectividad. Más allá del incremento to d de las voces opositoras a la globalizaci ización, que permitieron poner el eje e en sus efectos negativos y llevaron a cues uestionar la idea de irreversibilidad de lla misma, lo cierto es que actualmente te e el mundo está globalizado. Esto im implica, entre otras cosas, que existen en desafíos globales y amenazas que indefectiblemente afectan al planeta neta en su totalidad. El cambio climát mático, el crimen transnacional o la propaga pagación de enfermedades contagiosas sas son cuestiones que entran en esta catego tegoría. La crisis del orden liberal ral h ha traído consigo la instalación de un n debate de en torno a cómo enfrentar est este tipo de desafíos globales. Por su parte, rte, la crisis sanitaria provocada por or e el COVID-19 le dio aún mayor centra ntralidad y urgencia a esta discusión. ón. Algunos de los interrogantes destacados dos en este contexto son: ¿de qué é m manera pueden darse soluciones comp ompletas y definitivas a las amenazas zas internacionales, priorizando las medidas das de corte nacionalista o promoviend viendo la coordinación de respuestas glo globales y articuladas? ¿Quién debe be liderar las respuestas globales en caso aso de que éstas sean privilegiadas? Hasta el momento, han prevalecido pre los enfoques individuales porr encima en de los multilaterales. Pero aún no está todo dicho. Los efectos de la pandemia pa seguirán haciéndose sentir entir debido al impacto que tendrá no sólo a nivel sanitario sino también en el ámbito económico. Cómo la praxis axis de las potencias internacionales es dé d respuesta a estas preguntas definirá irá el curso de la crisis del orden intern ternacional. 104 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Referencias bibliográfica ficas Bankia Estudios (26 de marzo de 2020). EEUU / El mercado ado laboral sacudido por el efe efecto Covid-19. Bankia Estudios. Recupe uperado de https://www.bankiaest aestudios.com/estudios/es/publicaciones/eeuu-el elmercado-laboral-sacud cudido-por-el-efecto-covid-19.html Belvedere, M. J. (27 de ab abril de 2020). US economy could contract ract 30% in second quarter, warn warns Trump economic advisor Kevin Hassett sett. CNBC. Recuperado de https://www.cnbc.com/2020/04/27/kevin-ha hassett-useconomy-could-contrac tract-30percent-in-second-quarter.html Cillizza, C. (17 de abril de 2020). 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La crisis global desatada tada por la pandemia de coronavirus us y el colapso de los precios mundiales del el petróleo, p complejizan el escenario io po político poniendo en tensión dinámicas de poder y escenarios conflictivos pre pre-existentes. El presente artículo busca adentrarse ad en la coyuntura rusa con co el propósito de identificar y exam aminar los principales desafíos que e en enfrenta el Kremlin en un momento de p profunda incertidumbre. Reforma política e incert certidumbre: un juego abierto El 15 de enero de 2020, 20, el Presidente Putin se dirigió a la Dum uma en su tradicional discurso del Est Estado de la Nación51 para anunciar que el año que se iniciaba constituía un hito h en la historia de Rusia. El comienz ienzo de la tercera década del Siglo glo XXI, en tanto momento transicional, l, d depararía desafíos históricos para la nación y por ello urgía la necesidad de impulsar i cambios sustanciales en el sistema político ruso a través vés de la implementación de una ser serie de enmiendas constitucionales que fortalezcan for la soberanía, las tradiciones ones y los valores nacionales y creen las condiciones con para el desarrollo evolutivo tivo de Rusia en el largo plazo52 53. 50 Lic. en Relaciones Internac rnacionales. Docente de la Facultad de Ciencia cia Política y Relaciones Internacionales es de la Universidad Nacional de Rosario. ario. Correo electrónico: novelloro@gmail. ail.com 51 Los documentos y discurs cursos oficiales citados en el presente artículo ulo han sido consultados en sus versiones nes en inglés y traducidas por la autora. 52 Entre las modificaciones s pr propuestas por el ejecutivo se destacan: Garantizar Gara la soberanía de la nación de forma incondicional; Garantizar la priorida ridad de la Constitución Rusa dentro del m marco legal nacional, es decir las leyes y decisiones decis de los organismos internacionale nales pueden ser válidas en el territorio ruso sólo hasta el punto de que no restrinjan jan los derechos y libertades de los ciudadan danos y no contradigan la Constitución; ón; Garantizar que aquellos que ocupan posic osiciones de importancia crítica para la seguridad y la soberanía nacional no o te tengan la ciudadanía o el permiso de residencia r en el extranjero ni ningún otro o documento do que les permita vivir permane anentemente en un Estado extranjero; Garantiza tizar que los candidatos presidenciales cue cuenten con una residencia permanente en Rusia usia durante 107 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Sorpresiva para algunos, s, es esperada por otros, la reforma del sistema ema político ruso se adentra en el cora corazón de uno de los principales desafíos íos políticos que le deparan a Moscú cú e en la primera mitad de esta nueva déc década: el traspaso del poder. Cada da vez v más cerca de la fecha límite para lo que q sería -de acuerdo al régimen con constitucional vigente- el último mandato to de d Putin, el 2024 no deja de suscita citar todo tipo de especulaciones. Frente a ello, e una primera lectura de la propu ropuesta de reforma constitucional permite ite observar o al menos dos cuestiones. s. P Por un lado, los cambios propuestos, más allá de un primer planteo discursiv rsivo con cierto carácter democrático, no apuntan ap ni a abrir ni a fortalecer un n ju juego de controles y equilibrios dentro del sistema político sino que, en todo do caso, c procuran abrir opciones a futuro.. La reforma no se presenta de forma rma explícita como la llave hacia una presidencia pre indefinida de Putin sino qu que, en todo caso, parece orientarse a gen generar las condiciones necesarias par para asegurar la continuidad de una dete eterminada estructura de poder (Gaval avalakis y Vasyltsova, 2020). Por el otro,, el manejo de los tiempos parece e se ser otra de las claves dentro de la estrategia. est Anticipándose a modificar car llas reglas del juego político años antes es d de lo que el calendario electorall pu pueda señalar, conseguiría desligar la reforma constitucional de cualquier uier nombre candidateable, evitando la conso onsolidación de una oposición fuerte.. De Debe notarse que el anuncio de la reforma ma convocó a las últimas manifestacion ciones que se realizaron en Moscú, señalando ando la falta de transparencia y de tiem iempo para que la sociedad pudiera interioriz riorizarse en el mismo. No obstante, te, la emergencia sanitaria puso en susp suspenso la celeridad del proceso54. al menos 25 años y no tengan ngan ciudadanía o permiso de residencia en ell extranjero; ex Establecer que no se podrá á ej ejercer el cargo de Presidente de la Federación ción por más de dos períodos. Esta disposic osición se aplicará al Presidente de la Federación ción de Rusia en ejercicio a partir de la e entrada en vigor de la presente Ley, descon scontando el número de mandatos durant rante los cuales esa persona haya ocupado ese cargo a partir de la entrada en vigo vigor de la presente Ley; Dar estatuto constitu stitucional al Consejo de Estado, figura que había sido recuperada por Putin en el año ño 2 2000 y en el que participan los jefes fes de todas las regiones y coordina las interacciones inte estatales para determinarr la las principales orientaciones de la política ca interna i y externa; Permitir que el par parlamento designe ministros del gobierno,, in incluido el primer ministro (actualmente nte son seleccionados por el presidente y aprob probados por el parlamento); Garantizarr que qu el Presidente conserve el derecho a determ eterminar las tareas y prioridades del Gobie obierno, así como el derecho a destituir al primer imer ministro y que tenga la facultad de nombrar a los jefes de todos los organi ganismos de seguridad tras consultar con el Consejo de la Federación (Presidentt of o Russia, 2020a). Las propuestas enunc nunciadas por Putin en su discurso del Estado de la Nación pueden encontrarse más ás desarrolladas en el sitio oficial dell g gobierno: http://en.kremlin.ru/acts/new news/62988 53 Tras el anuncio del Presiden idente Putin, el gabinete ruso en su totalidad ren renunció. Si bien se declaró que esta decis ecisión apuntaba a facilitar que el presidente pueda pue llevar adelante la reforma del siste sistema político, es posible pensar que el bajo ajo nivel de popularidad que ya venía golpeando gol al gobierno en el último tiempo lueg luego de las impopulares reformas all sistema sis de pensiones, haya acelerado los tiempos, profundizando la necesidad d de buscar otros nombres para la gestión. 54 Si bien Rusia, ante la apa aparición del Covid-19, cerró su frontera con China a finales de enero, y más tarde rde limitó los viajes desde otros países, no adop doptó con la 108 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN De momento, el gobierno rno ruso se vio obligado a aplazar la fecha fec 55 del referéndum sobre las enmi nmiendas a la Constitución que estaba previ revista para el mes de abril y que sería ería el cierre del proceso de reforma. Pero ro eso es no es 56 todo. La disminución del el índice ín de aprobación de Putin en las encuestas encu , las críticas sobre el mane anejo de la crisis sanitaria por parte del el g gobierno federal 57 , el ascenso de o otras personalidades políticas, entre las que se misma celeridad restriccione iones internas. Después de reportar inicialmen mente bajas tasas de infección dentro o de d sus fronteras, la pandemia se fue ext extendiendo rápidamente alterando el pano panorama. Independientemente de si ha sido por un error en el análisis del gobierno ruso rus durante las primeras semanas del brote te epidémico e en donde se sostenía que ue lla situación estaba bajo control (“Virus Situation Sit in Russia”, 2020) o por un ocultamiento deliberado del número o d de casos (Nechepurenko, 2020), en las últimas semanas comenzó a manifes ifestarse un significativo crecimiento en n la curva. Tal es así que en sólo pocos días as duplicó d la cantidad de contagios, sup superando la barrera de los 300.000 enfe nfermos de coronavirus. Producto de este est reciente desarrollo, Rusia ya se ubica en el tercer puesto dentro del ranking glob global que lidera Estados Unidos y Brasil, dejand jando atrás a Reino Unido y España (John Johns Hopkins University, 2020). Aunque de momento m sostiene una tasa de mortalid talidad relativamente baja, un poco más de 3600 600 víctimas fatales según informaron las autoridades a rusas (Russian Government, 2020), 202 cifras que también han sido cuest uestionadas, la evolución futura de la enferme rmedad y la consecuente gestión de cris crisis que la situación conlleve permanecen en como c un interrogante. Luego de un n m mes de confinamiento, el Presidente comun municó a la población que a partir del 12 de d mayo podrán retomarse las actividades s eco económicas en todo el país, siguiendo do llas indicaciones de las autoridades regiona ionales y de acuerdo a la gravedad de la situación sanitaria de cada territorio (“Coron oronavirus in Russia”, 2020). 55 Entre las suspensiones s que qu se vieron forzadas por la emergencia ia sanitaria, sobresale también la celebrac bración del aniversario de la victoria en la Gran Gra Guerra Patriótica frente a la Alemani ania nazi. De acuerdo a algunos análisis, ell objetivo obj del acto era poner en escena una espectacular demostración de poder militar itar ante una gran asamblea de líderes mu mundiales en la Plaza Roja para subrayar el prestigio internacional de Rusia y de e Pu Putin en este momento de transición (Graham, am, 2020). 56 Según la encuestadora Levada, Lev en abril alcanzó un 59% de aprobación ación, siendo uno de los índices más bajos jos de su presidencia. Para mayor información, n, c consultar: https://www.levada.ru/en/rat /ratings/ 57 En el comienzo de la cri crisis, han sido los gobiernos regionales quie quienes han aplicado diversas estrategias ias para combatir el virus. A medida que ell coronavirus co fue escalando dentro de Rus Rusia, el Presidente Putin comenzó a ocuparr un rol más destacado frente a lo que e la emergencia sanitaria supone, al menos en el plano comunicacional. Esto no debe ebería llamar la atención en tanto en un gran n número nú de países, especialmente aquello uellos con estructura federal, las medidas han quedado subordinadas a los criterios s im implementados por unidades subnacionales s priorizando pr las particularidades territorial oriales que conlleva la expansión del virus. No o obstante, en el caso ruso concitó la aten atención de varios medios y analistas: el ejercici rcicio vertical del poder hacía suponer otra tra respuesta. Al respecto, se llegó a sostener er que q “Putin se ha desvinculado cada vez más de los asuntos rutinarios del gobierno no y prefiere delegarlos a otros” (Stanovay vaya, 2020a) o que “el Sr. Putin parece menos nos ejecutivo que un monarca aburrido enc encerrado en un palacio, revisando su relojj durante du las videoconferencias televisadas das con sus subordinados sobre la pandemia ia mientras sus índices de popularidad d bajan” ba (Higgins, 2020) o “Putin ha delegado do la lucha a 109 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN destaca la figura del alca alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, y que podrían poner en entredicho la fig figura de autoridad (Sestanovich, 2020a) 0a) también aparecen como desprend endimientos de la crisis. Sin embargo, o, en este contexto, es inevitable pre preguntar ¿en qué medida esta crisis afectará afe el margen de maniobra de e P Putin para dar forma al futuro político co d del país? Cuáles serán las consecuen cuencias políticas de la pandemia, nadie lo sabe. s Lo cierto es que las dinámicas icas políticas al interior de Rusia nos exigen igen ampliar el marco de interpretació tación sobre este tipo de procesos y al menos, considerar otros factores s qu que pueden incidir en su desarrollo. Ya sea sobre la continuid inuidad del líder ruso al frente del gobier bierno o la emergencia de un posible ible sucesor, esta discusión se presenta como co una cuestión central, en gran an m medida, debido a dos cuestiones: los elementos ele identitarios que permean n lo los sentidos, percepciones e imaginarios s sociales so y las propias características ticas del régimen político. En relación al primer elemento, se destaca la reiteración de un conjunto de constru nstrucciones narrativas e imágenes al interior in de discurso oficial que permiten n id identificar rasgos como el nacionalism lismo, el excepcionalismo, el externalismo o y el peso del estado, las cuales, en tanto fuerzas profundas, cobran especia ecial relieve en un momento de crisi crisis (Zubelzú, 2008). Al respecto sobre obresale, la necesidad de vincular el p poderío ruso con la centralidad del estado esta y la vertical del poder. En palab alabras de Putin: Debemos tomar una decisión sobre una cuestión fundament ental y delicada relativa a al nivel más alto de la autoridad del Estado tado, que es el poder presidencial. pres Pienso y creo firmemente que ue e es absolutamente nece ecesaria una fuerte verticalidad presidenci encial para nuestro país, s, pa para Rusia. Y la situación económica actua ctual, como acabo de seña eñalar, y la situación en otras esferas como mo la seguridad actúan co como otro recordatorio (President of Russi ussia, 2020b)58. sus subordinados, tratando ndo de evitar cualquier consecuencia directa ecta de las impopulares medidas de aislam islamiento” (Dixon, 2020). 58 Además, es interesante e no notar cómo los cambios que están acontecien ciendo en el escenario internacional y los desafíos que dichos cambios conllevan,, in incluido el coronavirus, son vinculados os de d forma directa con la necesidad de implem lementar las reformas políticas doméstica sticas como medio para hacerles frente. A modo m de ejemplo, se puede observar ar e el discurso de Putin en una sesión plenaria de la Duma que abordaba el proyecto de enmiendas: “El mundo está cambiando. Y no sólo por el rápido y explosivo desarro sarrollo de la tecnología, sino literalmente en ttodas las esferas de la vida. Estos cam cambios son cardinales y, yo diría, irreversibles. les. Podemos ver lo difícil que es la situació ación en la política, la seguridad y la economía mía mundial. También estamos luchando do c contra el coronavirus ahora, los precios del petróleo están fluctuando, junto con n el tipo de cambio de la moneda nacional y las bolsas b de valores. Estos son riesgos, os, o desafíos como le dicen, que debemos s enfrentar” e (President of Russia, 2020b) 0b). A partir del regreso de Putin a la preside sidencia, en 2012, el discurso oficial se e ha nutrido en mayor medida de elementos s de carácter conservador frente a la neces cesidad de preservar la identidad rusa en un mundo mu más abierto e interdependiente nte (Claudín, 2019). Este rasgo identitario tario parece reafirmarse en la presente e co coyuntura. En efecto, es posible percibir la lec lectura que efectúa el Kremlin de la pande andemia, como un momento histórico que valida lida su visión del mundo, donde el Estado ado se reafirmará como el principal actor en la l escena mundial frente a la fragilidad ad del d globalismo (Trenin, 2020a). 110 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Sobre la segunda cuestión, tión, y si bien se sostiene que las bases del sistema político se construyeron en torno a la Constitución que emergió del período de Yeltsin, lo cierto es que desde la llegada de Putin al poder, vein veinte años atrás, no sólo se ha inten ntentado consolidar la recuperación del estatus est de Rusia como gran potencia, cia, sino que también se ha buscado recup ecuperar un modelo de gobernanza,, tra tradicional en Rusia, eminentemente jerárquico jerá y centralista (Ruiz, 2012). ). En este marco, y sin desdeñar las ambiciones am personales que puede o no tener Putin de extender su presidencia cia más allá de 2024, se hace present sente la necesidad de no excluir del análi nálisis otra característica importante te d dentro de la dinámica de poder rusa: sa: la gran discrepancia que existe te e entre la estructura administrativa oficia ficial y las 59 conexiones políticas inform formales (Stanovaya, 2020b) . Esta carac aracterística nos habla de la existencia ncia de una estructura de poder constituida uida por un conjunto de actores muy uy heterogéneo, los cuales si bien puede de haberse visto fortalecidos bajo el m mandato de Putin, no se reducen a él. En E dicha estructura se pueden incluir inclu a los servicios de inteligencia, al ejé ejército, la policía y el establecimiento nto industrial de defensa pero también a los círculos de confianza del president ente y la burocracia tecnocrática del estad stado, entre otros. No obstante, el hech hecho de referirnos a este conjunto de actore ctores como una estructura de poderr no debería llevarnos a pensar que existe te un u único interés compartido. En efecto, efe los intereses de cada uno de los sectores difieren entre sí (Sestanovi novich, 2020b). En un contexto con elevad evados niveles de incertidumbre, la futura ura reforma política no sólo deberá hace hacer frente a las consecuencias más inmedi ediatas del avance del coronavirus,, sin sino que también deberá cuidar los equilibri ilibrios entre las diferentes facciones es de d la élite rusa y atender cómo juegan jue las construcciones identitarias, rias, como uno de los principales desafíos s de cara al futuro. onales, caída del precio del petróleo eo y crisis Sanciones internacional sanitaria: los límites de u una estrategia Ahora bien, la dimensión n económica e también acapara parte de la discusión. di El impacto económico de e la pandemia, que ha afectado a la demand anda global no es el único elemento o en juego. La caída de los precios del petró etróleo que de por sí influye en la economía rusa, en la que los hidroc idrocarburos representan un tercio io del presupuesto nacional, se suma ma a las consecuencias generadas as p por más de seis años de sanciones interna ernacionales sobre Moscú 60 . Sobre es este último punto, debemos recordar qu que tanto 59 Según Stanovaya (2020b) 0b) es posible distinguir cinco grupos dentro o d de la élite rusa: el séquito personal de P Putin; los amigos y asociados de Putin; los s tecnócratas tec que gestionan las políticas s do domésticas, de defensa y externa; y la élite e po política del Gobierno ruso; los "protect tectores" del régimen representada como el ala más conservadora que supervisan visan el ejército y la seguridad; y los ejecut ecutores del régimen. 60 De acuerdo al Fondo Mone onetario Internacional, se pronostica una contra ntracción del producto interior bruto de Rusia Ru en un 5,5% este año, la mayor caída des desde 2009. Para mayor información, cons onsultar: https://www.imf.org/en/Countries/RUS RUS 111 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Estados Unidos como la a Un Unión Europea han impuesto, desde el año 201461, duras sanciones económic micas a los bancos, las empresas de ener nergía y el sector de la defensa de e R Rusia, impidiendo sobretodo el acceso ruso ru a los mercados de capital intern ternacional. Dichas sanciones junto con la caída c de los precios mundiales del p petróleo han ejercido presión sobre la economía e rusa en general haciendo do m más difícil que las empresas energéticas as financien f nuevos proyectos, especia ecialmente los que requieren un nivel de e in inversión más elevado, como pueden eden ser los proyectos en aguas profundas, das, en alta mar en el Ártico y/o los s pro proyectos de explotación de shale oil. Asimismo, se debe tener ner en cuenta otro factor que incide en el p presente escenario: la inestabilidad ad en relación a los precios del petróleo.. En el mes de abril del presente año, los precios a futuro del petróleo sufri sufrieron su mayor caída desde 1991 1 e incluso llegaron a ubicarse en valores s ne negativos, una situación inaudita en el sector (Centro de Economía Intern ternacional, 2020). Esta abrupta caída aída si bien refleja las dificultades que ha estado experimentando el mercad rcado petrolero mundial debido al desplom lome de la demanda como consecuen uencia de la pandemia, también da cuenta nta de una industria que ya venía exp experimentando un nivel de tensión product ducto de la combinación simultánea a de un incremento en la oferta y una reducci ucción en la demanda de crudo, ambos bos procesos alentados tanto por el acciona ionar de los principales actores en la producción de hidrocarburos, como mo por la desaceleración del crecimie cimiento global (Daicz y Monlezún, 2016). ). Frente F a esta crítica situación, la a OP OPEP y Rusia, impulsados por EEUU, llegar egaron a un acuerdo para establecerr un nuevo recorte en la producción con el objetivo de estabilizar el precio inte internacional del crudo en medio de la pand andemia de coronavirus, el cual abarca arcara a los integrantes de la OPEP como o a estados no miembros. Si bien la base de estos compromisos son inesta estables, el objetivo apunta a reducir cir e el nivel de producción en un porcentaje aje h histórico en pos de controlar ell inc incremento de la oferta (Golubkova, El G Gamal y Ghaddar, 2020). A pesar de las dificultades es q que experimentó en los últimos años, el gobierno g ruso logró sobrevivir all do doble desafío del colapso del precio dell pe petróleo y las sanciones occidentales. les. De acuerdo a Miller (2018), esto se e debe de a la implementación de una a es estrategia económica de tres puntas.. En primer lugar, se centró en la esta estabilidad macroeconómica, priorizando los niveles de deuda y la inflación n po por encima de todo. En segundo lugar, ar, evitó el descontento popular garan arantizando un bajo nivel desempleo y pe pensiones estables. En tercer luga lugar, se limitó el control estatal a sectores estratégicamente importan rtantes. Esta estrategia, que el autor denomin ominó como Putinomics, si bien no generó crecimiento económico, alcanz canzó para 61 Tanto Estados Unidos com como la Unión Europea aplicaron sanciones contra con Rusia desde marzo de 2014, produc oducto de la escala de tensiones en Ucrania y la posterior anexión de Crimea. Entre otr otras medidas, las sanciones limitaron el acces cceso de las empresas rusas a los mercad rcados de capital de los Estados Unidos, y se dirigieron d específicamente a cuatro empresas emp energéticas rusas: Novatek, Rosneft, eft, Gazprom Neft y Transneft. Las sancio nciones también prohibieron la exportación a Rusia de bienes, servicios o tecnología logía en apoyo de proyectos en aguas profund undas, en el Ártico o proyectos de explot plotación de shale. La Unión Europea impuso so s sanciones similares. Dichas sanciones es s se han amplificado en el curso de los últim ltimos años. Véase: https://www.eia.gov/i ov/international/analysis/country/RUS 112 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN mantener el país estable le y a la élite gobernante en el poder y con n ca capacidad de desarrollar distintas incu incursiones en el plano externo. Esto tambié bién fue en parte porque Rusia durante ante la primera década del Siglo XXI, aprov rovechando los altos precios de los com commodities, ahorró cientos de miles de mil millones de dólares, almacenando recursos recu en fondos de reserva para usarlos rlos cuando los precios del petróleo eo cayesen 62 . Así, el Kremlin se vio fo forzado a prepararse para posibles les shocks económicos como el que golp golpea a la economía global hoy en día día. Si bien existen análisis s qu que sostienen que "incluso en un mall escenario, es Rusia puede sobrevivir a e este choque mejor que muchas otras economías" eco (Kramer, 2020), la ecuación ación no está resuelta. Frente a los posibles les impactos i financieros y comerciales les d de la pandemia y a otras variables, que si bien aún no se han mencionad onado, se deben tener en cuenta, como o lo es la acumulación de comprom romisos en el exterior (el escenario sirio es un ejemplo), las perspectiva tivas económicas se vuelven más comple mplejas. La estrategia adoptada porr el Kremlin pudo haber contenido ciertas as v variables macroeconómicas del país aís y al gobierno en el poder, pero también ién llo hizo a expensas de inversión n social en áreas como salud y ed educación, problemáticas que hoy se ven agudizadas. Existen diversos ind indicadores sobre la falta de sumini ministros médicos, elementos de protecció ección para personal sanitario y equipa uipamiento tecnológico. Uno de estos indicad icadores se desprende de la serie de e cr críticas y denuncias que se han hecho frent rente al mal manejo de la crisis a nivel ni doméstico, en especial refiriéndos dose a las insuficiencias del sistema ma de salud ruso y las condiciones labor borales del personal médico y las pres presiones ejercidas sobre aquellos que denu enuncian la falta de recursos. Pero tam también encontramos un reconocimiento dir directo del gobierno, a partir de la iniciativa inic impulsada en el plano multilatera teral en pos de establecer green corrido rridors. Según indicó el propio Putin: “es imp importante para el período de crisis sis crear los llamados corredores verdes, s, libres li de guerras comerciales y sanciones san para el suministro mutuo de medicinas, me alimentos, equipos y tecno ecnología". Asimismo, en la cumbre virtual ual del G20 señaló como una cuestió estión puramente humanitaria el establec blecer una moratoria conjunta sobre re llas restricciones de los elementos esenc enciales así como a las transacciones nes financieras para su adquisición (Pres resident of 63 Russia, 2020g) . Esta a in iniciativa, fue interpretada por parte de algunos analistas como un intento to rruso por instrumentalizar y manipular la s situación de crisis desatada por el CO COVID-19 para evadir las sanciones (Herd erd, 2020). Ahora bien, a ello se le sum suman preocupantes indicadores económico micos sobre los efectos de la cuaren rentena. De acuerdo a Bloomberg Econo onomics la producción general de Rus Rusia se redujo en un cuarto el mes pasa asado y se 62 Alcanzando, así, aproxim ximadamente 600.000 millones de dólares s e en oro y reservas de divisas que el país ha acumulado (Kramer, 2020). 63 Dicha propuesta a su vez ez fue f abordada en plano bilateral, tanto con n Ir Irán como con Venezuela, países que e también ta se ven actualmente afectados por or sanciones s internacionales (President of Russia, 2020 c y d) y trasladada a los integr tegrantes de la Unión Económica Euroasiát siática a los efectos de alentar a los miembros ros a reducir aranceles en aquellos biene ienes económica y socialmente significativos vos en este momento de crisis (aliment entos, medicamentos, elementos de protecció cción, entre otros) y a simplificar los proc procedimientos aduaneros correspondientes (Pre (President of Russia, 2020f; Russia to Expa xpand ‘Green Corridors’, 2020). 113 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN prevé que la economía ía se contraerá un 16% en el segundo o trimestre, tr convirtiéndose en el peo peor desempeño trimestral desde al menos me los primeros años de la década déc de 1990 (Andrianova, 2020). Si bien el gobierno, el 12 de mayo ayo, levantó el período ‘no laborable’’ b buscando alivianar la situación, las principales ciudades del país continú tinúan con medidas restrictivas debido bido a que son los epicentros de contagio o en el país, lo que podría agravar ell pan panorama. Nuevas amenazas, rivali ivalidades y alianzas: un lugar al interio erior de un orden internacional en nd disputa Desde la caída de la URSS, URS mucho se ha hablado sobre la apar parición de amenazas de nuevo tipo, ipo, siendo este un eje que atraviesa los debates políticos y académicos del p período de posguerra fría. Sin embargo, o, p pareciera ser que con la llegada del COVID-19, la jerarquía de las amena enazas a la seguridad mundial está cam cambiando rápidamente, dejando expuesto estos serios dilemas a futuro. Más allá llá del d discurso bélico que un gran número ro de d países adoptó para ‘combatir’ ir’ a al ‘enemigo invisible’, lo cierto es s q que los interrogantes que se desp desprenden de la propagación de un virus irus a nivel global, atraviesan a estado tados y organizaciones internacionales, por or igual. ig De acuerdo a Ivanov (2020): ): la seguridad naciona ional ya no debería definirse únicamente e por po las capacidades mili militares de un país. Las armas nucleares res y otras armas mode odernas son incapaces de combatirr la las pandemias, el camb ambio climático, la migración incontrolable ble y otros desafíos a lo los que se enfrenta la humanidad en n su s conjunto y cada país individualmente. Para un actor con las carac aracterísticas de Rusia, fuertemente centrado rado en una concepción de soberanía ía n nacional y, por ende, en una fuerte política po de seguridad y defensa, asum sumir el manejo de una crisis de salud puede uede ser un desafío en sí mismo. Con ne ello, no se pretende negar una concepción ción realista del conflicto, por el cont contrario, Rusia aún hoy continúa involuc olucrada en distintos escenarios de con conflictos bélicos como ser el de Ucrania o S Siria, los cuales apuntan a sostene tener intereses vitales del país, ya sea a b brindado profundidad estratégica o e extendiendo un margen de influencia may mayor en la región de Medio Oriente. e. S Sin embargo, si se pretende señalar que el brote de coronavirus ha dejado do expuesto que las amenazas futuras van a exigir otro tipo de capacidades, s, el tiempo dirá si Rusia ha podido adaptarse arse. Más aún, dentro de la actu actual crisis, también se observa otra tende endencia: la viralización de fakes news new y teorías conspirativas por todo el mundo, llegando a involucrar dire directamente a los grandes poderes del sistema internacional con acusaci saciones sobre qué país es responsable able de la propagación del virus.. S Si bien la proliferación de noticias fa falsas no constituye un fenómeno eno novedoso, la situación de incert certidumbre generalizada que se desp desprende de la presente crisis, intensific sificaron su difusión. Esto no sólo ha supuesto un desafío para el ámbito o mediático m tradicional sino que tambié mbién ha sacudido la legitimidad de un conjunto conj de instituciones políticas de em manera impensada, llegando a un punto to ta tal que el 114 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN propio director de la Orga Organización Mundial de la Salud ha declar eclarado los riesgos de una infodemia64 . Rusia no está exenta de esta trama. Desde el comienzo de la e emergencia sanitaria, la Federación Rusa usa ha sido acusada por Estados Unidos idos y la Unión Europea tanto de ocultar información info sobre el número de casos sos de afectados por Covid-19, como de ser una de las principales responsabl sables en la propagación de información ión falsa y propaganda. El accionar nar internacional del gobierno ruso frent frente a la pandemia, con el envío de ayuda humanitaria a Italia y EEUU65 se presentó p como uno de los detona onantes en medio de la denominada ‘gu ‘guerra de desinformación’. A diferenc rencia de lo sostenido por los portavoces es rrusos de que la ayuda brindada tiene carácter humanitario y no presenta relación rela con la agenda política, para ara algunos de sus contrapartes europeo opeos, esta iniciativa constituye sólo lo un una puesta en escena66. Además de las s po polémicas generadas por la iniciativa tiva rusa, Moscú ha sido acusada de utilizar zar m miles de cuentas de redes sociale iales para difundir información errónea a sobre s el coronavirus por el Depa epartamento de Estado norteamericano o 67 y por agencias europea68. En par paralelo, la denominada “guerra de desinfor nformación” 64 La infodemia ha sido definid finida como una práctica que consiste en difundi ndir noticias falsas sobre la pandemia y qu que aumenta el pánico en las sociedades (Gheb hebreyesus, 2020). 65 Rusia, en los primeros mom momentos de la pandemia, envió quince aviones nes militares con equipamiento médico,, ele elementos de protección y personal sanitario rio a Italia y uno avión con suministros s m médicos a Estados Unidos (Ministry of Foreign reign Affairs, 2020a). 66 Sin embargo, dentro dell posicionamiento p occidental, no se observa un marco m de interpretación homogéneo ace acerca de cuáles serían los intereses rusos detrás det de lo que podría ser representado do c como un gesto geopolítico del Kremlin. Porr un lado, se reconoce un intento por proyectar proy una imagen internacional positiva de Rusia de cara ‘a la guerra contra ell cor coronavirus’, dando así cuenta de su capacidad ad d de acción y liderazgo ante una situació ación de crisis que desbordó a los países desa desarrollados (Khrushcheva, 2020); porr el otro, se observa una acción dirigida hacia cia la Unión Europea (UE), ya sea como o in intento de perjudicar la reputación de la Unión nión dejando al descubierto su incapacidad dad para asistir con rapidez a un miembro en crisis, cris hasta la posibilidad de influir en la p propia UE en vistas de alcanzar el levantamien iento de las sanciones que afectan a la a ec economía rusa desde 2014 (“Rusia envía ayuda yuda”, 2020; “Ayuda rusa a Italia”, 2020; 0; ““Putin ayuda a Occidente”, 2020). 67 De acuerdo al Departa artamento de Estado norteamericano: “las s redes r de desinformación rusas han trat tratado de avanzar en los objetivos desestabiliza ilizadores de la política exterior de Mo Moscú de crear confusión en nuestras sociedades so democráticas, y eso es justo sto lo último que cualquiera de nosotros necesita esita en este momento. Basándonos en n lo que hemos visto del ecosistema de desinf sinformación ruso históricamente, hay una buena posibilidad de que continúen hacié aciéndolo. El Departamento de Estado ha estado trabajando desde los primeros días as d de COVID para exponer las tácticas s rrusas y las de otros actores malignos...y ...y estamos trabajando constantemente te p para compartir esa información con nuestro estros socios globales, incluyendo mucho chos en Europa, porque queremos ser cap capaces de desarrollar contramedidas s ju juntos.”. Véase: https://www.state.gov/press ress-briefingwith-ambassador-philip-reeke eker-u-s-special-envoy-lea-gabrielle/ 68 Según un reciente informe rme interno de la Comisión Europea, y del East ast Stratcom Task Force del Servicio Euro uropeo de Acción Exterior (SEAE), China y Rusia Ru están aprovechando el contexto o de esta crisis e intentan dar forma a las s narrativas n internacionales sobre la pand andemia con el objetivo de cuestionar la credib edibilidad de 115 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN se ve amplificada por un c conjunto muy significativo de notas periodísticas perio que lejos contener el avanc ance de las fakes news parece alentarlo. Más allá de la respuesta a ru rusa69, estos constantes ‘ataques’ y ‘contra ntraataques’ entre noticias, declaracion ciones y posteos en redes, no hacen n más m que confirmar que las construc strucciones narrativas con las que se prete retende dar sentido al mundo en qu que vivimos están en disputa. Esta disputa disp no constituye un emergente te p pleno del contexto actual de pandemia, ia, sino s que profundiza rivalidades y desconfianzas preexistentes en medio edio de un escenario de acelerados os c cambios tecnológicos, climáticos, econó onómicos y políticos. En todo caso,, es posible sostener que la crisis precipitad itada por la pandemia de coronaviru virus ha expuesto con mayor intensid nsidad las particularidades que reviste viste el presente contexto internacional en n u un marco de creciente incertidumbre bre. El estado ruso se enfrenta, así, con n un dilema central en el plano exte externo: ¿cómo sostener su poder y rep reputación internacional en un marco rco de disputa global? Rusia no parece ser un u actor que acepte mirar el juego go d desde afuera. Según Morales (2012: 334) 34): El estatus de gran ran potencia es por tanto, para las élites élite políticas rusas, consustancial cons a la identidad de su país como com Estado; se fundamen menta en elementos “permanentes” como o su s extensión territorial rial, sus recursos naturales o el potenci encial las instituciones democráticas icas de la UE y de EEUU y su capacidad para gestionar ges la crisis sanitaria. Aunque no s se señalan elementos que puedan aseverar erar que las campañas de desinformación ión están coordinadas directamente por el gobie obierno ruso, sí dan cuenta de que los medios me de comunicación que han difundido este est tipo de contenido han sido creados os p por el Kremlin, como sería el caso de Sputn putnik, cuyo miembro fundador es la Empresa Em Federal Estatal Unitaria Agencia Federal Fe de Información 'Rossiya Segodny odnya', o RT, definida como una organización sin fines de lucro que recibe financiami iamiento público de la Federación Rusa. Para Par mayor información ver: https://euvs uvsdisinfo.eu/eeas-special-report-update-2-22--april/ Este informe está siendo cuestiona ionado metodológicamente por un grupo de investigación inve de la University of Manchest hester que pertenece al proyecto “Reframing ng R Russia” y aborda la problemática en n cu cuestión por alentar la propagación de desinfo sinformación. Véase https://reframingrussia ussia.com/2020/04/06/covid-19-disinformation-tw two-shortreports-on-the-russian-dimen ension/ 69 Por su parte, el gobierno o rruso ordenó a las plataformas de Internett que qu operan en el país que eliminen las "noticias falsas" del coronavirus de sus plataformas pla (Federal Service for Supervis rvision, 2020) y a su vez, María Zajárova, portavoz port del Ministerio de Asuntos Exteri xteriores de Rusia, ha acusado a medios per periodísticos extranjeros de dirigir una cam campaña de desinformación intentando desacre acreditar las acciones del gobierno ruso o pa para combatir el COVID-19, sosteniendo que ue se oculta información sobre el número ero de casos de fallecidos. En el comunicado,, la portavoz sostiene: “No hemos dejado do p pasar desapercibidas las publicaciones que ap aparecieron en una serie de medios ext extranjeros, en concreto, The New York Times Time y The Financial Times, en las que e se indica que el número anunciado de muertos rtos a causa del virus en Rusia supuestam tamente es “considerablemente inferior al real. al. D Dada esta circunstancia, hemos redactad ctado cartas dirigidas a las redacciones de dichos chos medios. Por vía de las mismas se ofre ofrecen explicaciones y se solicita que sean publi ublicadas las refutaciones hechas pública licas por las entidades encargadas y porr e el Centro Coordinador de lucha contra tra la propagación del coronavirus.” (Ministry ry of o Foreign Affairs, 2020, b y c). 116 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN nuclear, no en un n eq equilibrio transitorio de fuerzas entre paíse aíses. En consecuencia,, pe pese a las sucesivas crisis y cambios s que qu puedan producirse se e en la distribución internacional del pode oder, Rusia ha esperado ado —y seguirá esperando— ser tenida a e en cuenta como uno de los principales actores o “polos” de poder pode del sistema. La anexión de Crimea a implicó im una movida crucial para los s intereses in geopolíticos de Rusia y el andamiaje diplomático-estratégico que ha ido desplegando sobre Medio dio O Oriente, en particular, son una muestra stra de esta búsqueda constante. No obstante, en este marc arco, se considera fundamental destacarr el vínculo que el Kremlin ha sabido o co construir con China desde principios del el Siglo Si XXI, tendencia que se profundiz ndizó en un momento en que las relaciones es de d Moscú con Occidente se deterio ioraron. Esta alianza estratégica, ha a p permitido construir, en los últimos os años, un nuevo centro de gravitació tación geoeconómica. Ahora bien,, el desarrollo de este escenario no está á exento ex de tensiones. En un momento nto donde la rivalidad sino-americana se acr acrecienta, se puede observar que,, m más allá de los consensos que reúnen n a China y Rusia, ambos actores tienden a diferir,, particularmente pa en relación al grado y a las la modalidades de la contestación y del antagonismo con n lo los Estados Unidos, entr entre el énfasis en la multipolaridad por part parte de Moscú y el crecien eciente acento en una bipolaridad por parte rte d de Beijing (Serbin, 2019 019: 175). Así, es posible ver que e un uno de los principales problemas geopolí políticos de Rusia en el futuro inmedi ediato será mantener el equilibrio, aunqu nque no la equidistancia, entre los s E Estados Unidos y China, evitando no tanto t la confrontación con EEUU sino sin la posibilidad de caer en una Pax Sinica inica, lo que sería inaceptable para Rusia usia (Trenin, 2020b). Preguntas finales La crisis global desatada ada por la pandemia incrementó los niv niveles de incertidumbre y en gran an medida afectó los márgenes de acción ción de los actores del sistema interna rnacional. Rusia no fue la excepción. A partir artir de este breve recorrido por alguno unos de los principales desafíos que enfrent renta Rusia, lejos de ofrecer una conclusión co cerrada, es posible acercar ar algunos interrogantes a seguir a fu futuro. Este momento excepcional, el proceso pro de reformas dentro del régime gimen político ¿derivará en una mayor conce ncentración del poder? ¿cómo se resolv solverá el juego de intereses entre los sector ctores de la élite gobernante? De cara ara a la intensificación de la disputa sino-am americana experimentada en los últi últimos años, ¿a través de qué estrategia egias Rusia buscará sostener su poder der y reputación internacional ante el surgim gimiento de lo que se debate como mo un nuevo orden internacional? Frente rente a las crecientes limitaciones s e económicas ¿podrá sostener y ampl mpliar sus compromisos en el exterior rior? En esta instancia, cualquie lquier análisis de cómo evolucionen los escenarios es planteados parecen resumi umirse en las palabras del personaje de la mini-serie m Chernobyl (HBO, 2019), ), el Ingeniero en Jefe de la Central Nuclear, lear, Anatoli Dyatlov, segundos después ués de la explosión: not great, not terrible.. 117 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Referencias bibliográfica icas Andrianova, A. (2020, 19 d de Mayo). Russian Economy Shrank by y Quarter Qu in April, Early Data Show. Bloomberg. Recupera erado de https://www.bloomber berg.com/news/articles/2020-05-19/russia-econ conomycontracted-by-a-quarte arter-in-april-early-data-show Claudín, C. (2019). La a R Rusia de Putin, potencia oscurantista (Opinión). 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En 1990, la economía ía de d la UE representaba el 25,5% de la riqueza mundial. Veinticinco años más má tarde, en 2014, esta porción habí había caído al 17%, según la Comisión Euro Europea. Su impacto en términos socia ociales fue enorme: un desempleo del 12% 12%, y un desempleo juvenil de alrede lrededor del 25% en promedio. Sin que se haya recuperado rado de los efectos económicos y sociales s de la crisis del euro, en 2015 la UE co comenzó a recibir un inusual número de e refugiados ref que huían del horror de la guerra en Siria, pero también de Irak,, Pakistán Pa y del hambre y los conflictos ictos civiles en países africanos. El impacto cto de esta crisis humanitaria no se c contabilizó en puntos de caída del PBI sino en trágicas muertes en el Mar Mediterráneo o en el incremento de la intención in de voto para partidos xenóf enófobos de extrema derecha. Mientras los países europeo opeos intentaban reponerse de estas dificulta cultades, en 2016 llegaría un shock sin p precedentes. Por primera vez un Estado do miembro m decidía abandonar el bloque oque. La decisión del Reino Unido generó no s solo una crisis política en Bruselas las y en Londres sino también el temor a un “efecto contagio”. Así, en unos mes meses, no solo se hablaba de Brexit sino tam también de Swexit (salida de Suecia), a), Nexit (salida de Países Bajos) y un largo rgo etcétera de exits, apareciendo en n el horizonte la posibilidad de la desintegrac ración. Por si esta sucesión de crisis cris no hubiese sido suficiente, la UE, al igual ig que todos los países en el mu mundo, se enfrenta desde hace unos mes meses a la pandemia del COVID-19. 9. Y Y, al igual que a los demás, la pandemia mia la tomó por sorpresa. No porque e no se hubiera advertido la posibilidad de eu una crisis de este tipo en los último timos años, sino porque no estaba prepara parada para 70 Docente de la Facultad tad de Ciencia Política y Relaciones Interna ernacionales, Universidad Nacional de Rosar osario (UNR). Coordinadora del Grupo de Estudio udio sobre la Unión Europea (GEUE). Coo Coordinadora del Proyecto Jean Monnet “Acer cercando la Unión Europea a Es Estudiantes y la Sociedad Civil”. ”. E-mail: maria.alvarez@fcpolit.unr.edu .edu.ar 122 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN hacerle frente. Según el C Centro Europeo para la Prevención y Control Co de Enfermedades, al 29 de ma mayo, Europa tenía 1.384.703 casos confirm nfirmados, y el coronavirus se ha cobra brado la vida de 163.515 personas. El Reino eino Unido, España, Francia e Italia lia representan r más del 75% de los falleci llecimientos (ECDC, 2020). Europa pasó a ser el epicentro de la pandemia luego go de Asia. Sus consecuencias económ nómicas son descomunales. Según el Banco nco Central Europeo, la economía de lla UE caerá dos veces más que durante nte la gran recesión por la crisis fina financiera de 2008. Además, la pandemia mia somete nuevamente a una durísim ísima prueba el proyecto europeo, mientras as se s abren las viejas heridas entre paí países del norte y del sur y fracasa a la hora de dar una respuesta conjunta. En este breve trabajo o n nos proponemos analizar el significado cado de la pandemia para el proces oceso de integración europea, identifican icando tres dimensiones fundamentale tales de vulnerabilidad que ya se manifesta estaron con fuerza en crisis pasadas: s: las la fisuras en la solidaridad europea, las s am amenazas a la democracia y la vulnera lnerabilidad geopolítica. La solidaridad europea Si hay una lección que se puede extraer de la crisis de la zona a eu euro y de refugiados es que la solida lidaridad no debe darse por sentada. A la a hora ho de la verdad, la solidaridad finan inanciera y presupuestaria, piedra fundamen ental de la integración europea, pasó só a convertirse en una cuestión opcional, al, evaluada e en términos nacionales. Con el estallido de la cri crisis financiera mundial, los países euro uropeos se concentraron en cálculos os e exclusivamente medidos en términos de interés nacional. La crisis del euro abrió heridas entre Estados miembros ros creando grietas solo implícitas hasta asta ese momento: los países ricos del norte orte vs. los países pobres del sur, los países acreedores vs. los deudores,, los lo países ahorradores vs. los despilfarradores. desp Se renovó el uso dell acrónimo a peyorativo PIGS71 en inglés glés, para referir a Portugal, Italia, Grecia ia y España como los “cerdos”, cuya salvación sal provino de ayudas supranacionale nales. Estos países, precisamente ente, debieron aplicar fuertes políticas de aju ajuste que derivaron en recesión y alto a desempleo. Pero la llegada de refug efugiados e inmigrantes a Europa, especialmente esp a partir de 2015, alcanzando ndo niveles históricos, añadieron pres presión a las economías del sur y provocaron pro turbulentos debates polític olíticos, donde la solidaridad fue, una vez más, la víctima. La postura de los gobierno ernos nacionales frente a la crisis migratoria toria estuvo lejos de ser unificada y con consensuada, a pesar de las recomendacione iones de las organizaciones internaciona ionales. Se configuró una división entre, por un lado, los países que intentaron ron cerrar sus fronteras 72 , y, por el otro, ro, -algunos 71 La prensa anglosajona acu acuñó el despectivo término en los años noven oventa, para referirse a los problemas de la las economías de Portugal, Italia, Grecia y Esp España para entrar en el euro. Después s de la crisis de 2008, es común que se reemplac place a Italia por Irlanda, o que se incluya ya a ambas (con el acrónimo PIIGS). 72 Hungría construyó una valla de 175 km en su frontera con Serbia, Reino ino Unido construyó una muralla de hormigón horm de 1 km en Calais, la frontera con Francia, Fran y Austria selló su frontera con on Eslovenia E mediante una valla de alambres de p púas. 123 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN menos- que ofrecieron n propuestas p más comprensivas y huma umanitarias (Cabeza, 2018). Se buscó có lla solidaridad entre los países de la UE en materia migratoria a través de las denominadas “cuotas” para reubicarr refugiados re en todo el territorio europeo, euro una iniciativa que generó ell categórico ca rechazo de Austria y los s pa países del Grupo de Visegrado73, y que ter terminó en un fracaso rotundo. Se puede hacer extensivo ivo a la crisis migratoria lo que se afirma ma sobre la crisis del euro: las estr estrategias para hacer frente a la emergencia eme colaboraron con la desnatu naturalización del sentido original de la cons construcción comunitaria (Cabeza, 201 2018). Al igual que ocurrió con estas s c crisis, la pandemia del COVID-19 9 pu puso a prueba la esencia solidaria de la UE. La necesidad de ayudar ar a los países más golpeados por la enfermedad enfe colocó de nuevo sobre la m mesa la cuestión, esta vez, para resolver er el e dilema entre empleo, economía ía y salud pública. Alemania y Países Bajos ajos, países ricos y beneficiarios de la m moneda común y del aumento de mano ano de obra gracias a la entrada de refugiados, refu se opusieron a destinar mayores ores fondos a países como Italia y Esp España, naciones deudoras que estaban pro procurando salir de la recesión de e los lo últimos años mientras lidiaban con on la crisis humanitaria por la llegada da m masiva de refugiados e inmigrantes. En este contexto, luego go de unos primeros momentos de vacila acilación, la Comisión Europea present sentó el 27 de mayo un plan de reactiva tivación de 750.000 millones de euro euros, cuyos principales beneficiarios debe eberían ser Italia y España. Hasta aquellos aqu que señalan el inmovilismo endémi émico de la UE reconocen que la estrate trategia de mutualización de la deuda es inédita inéd para el bloque. Para lograrlo, lo, ffue necesario un cambio radical de posición pos de Alemania, primera econom nomía de la UE. Sin embargo, Países Bajos, jos, Austria, Suecia y Dinamarca continú ntinúan manifestando sus reservas. Aún falta faltan largas negociaciones para saber er si esta vez va a triunfar la solidaridad. Las amenazas a la demo mocracia emocracias europeas en época de vulner lnerabilidad Los desafíos a las demo económica o social es una constante de los últimos años. Las crisis crisi hacen mella en la opinión de los c ciudadanos: tanto en la crisis económica ica como c en la de refugiados, la opinió inión pública europea, con una imagen y confianza c descendentes respecto de las instituciones de la UE, hizo sentir su voto de protesta y frustración. Los partidos euroescépticos ganaron posicion ciones en el Parlamento Europeo, pero ero también a nivel nacional, convirtiéndose dose en las segundas o terceras fuerzas rzas parlamentarias (Álvarez, 2018). Este fenómeno no es en enteramente una cuestión europea dado ado que la insatisfacción ciudadana a co con la democracia no ha dejado de aume umentar en todos los países desarrolla rollados, pero su prolongación y agudizació ación en el tiempo solo empeora las cosas para Bruselas. Ahora, con la pandemia, pa muchos italianos y españo añoles se sienten abandonados, igual que sucedió durante la crisis migratoria oria y la del euro. Y las fuerzas de extrema a d derecha, que esperan sagaces el menor or a atisbo de debilidad de Bruselas para arremeter, sacan provecho. Así encon ncontramos, por ejemplo, al ex vicepr ceprimer ministro italiano, el euroescéptico tico Matteo 73 Conformado por República ica C Checa, Eslovaquia, Hungría y Polonia. 124 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Salvini, esperando acumula mular capital político de la crisis que vive e su país, al afirmar que los italianos s de deben “reevaluar el papel de Europa (la la UE) U y de Italia dentro de ella. No ha venido en nuestra ayuda” (Adler, 2020). 0). Como afirma Garton As Ash, es menester “entender exactamen mente qué consecuencias y de cuáles les aspectos del liberalismo económico y social soc de la era posmuro (y de los procesos relacionados, como el veloz loz cambio tecnológico) alienaron a tan tanta gente que ahora vota por populistas, tas, quienes a su vez amenazan las bas bases del liberalismo político en sus países íses y en el exterior” (2017: 59). Una democracia iliberall co como la húngara encontró a la pandem emia como excusa válida para avanzar nzar sobre las instituciones democráticas.. Su primer ministro, Viktor Orban,, log logró que el parlamento aprobara una ley que le permite alargar indefinidam idamente el estado de alarma por la pande ndemia. La medida, muy criticada, aut autoriza al Ejecutivo para gobernar por dec decreto con poderes extraordinarios s sin límite temporal y sin ningún control, ol, ttampoco parlamentario. Así, la UE no tiene únicame amente que enfrentar la desconfianza y antipatía anti de sus ciudadanos sino que e sus s propios principios y valores son cuest uestionados por las actitudes desafi safiantes de Estados miembros con gobiernos go populistas, nacionalistas s y euroescépticos, como Hungría, Polonia nia y otros países de Europa del Este. te. La vulnerabilidad geopol opolítica Potencias como Rusia y Chi China miraron de lejos la crisis de la zona ae euro o de los refugiados. La anexión ión de Crimea por parte del Kremlin, sin in e embargo, generó un fuerte quiebre bre de las relaciones de Europa con el régi régimen de Vladimir Putin. Desde ento ntonces, Moscú interfiere con más frecuenci encia y más descaradamente en los asuntos internos de los Estados europeos: eu promueve aliados dondeq dequiera que los encuentre, especialment ente en la extrema derecha. China, a, por po su parte, considerada por la UE a la vez v como socia, competidora y rival ival según el área de cuestiones, es un acto actor con el cual la UE busca ámbitos s de cooperación y compromiso74. Pero los intereses geopolíti olíticos de estas potencias se manifestaron on d de forma evidente con la pandemia. ia. Paralelamente a las acusaciones a Brus ruselas por sus falencias y debilidades ades en el manejo de la crisis por el coronavirus, coro Rusia y China aparecieron eron en una gran puesta en escena acudie udiendo “al rescate” de los países eur europeos con más casos de COVID-19 frente fre a la supuesta inacción de la UE. Así, desde hace un parr de meses, en Italia, pero también en Eslov slovaquia o en Hungría, se escuchan n co comentarios señalando la ineficacia y la len lentitud de la UE en asistir a los país países afectados al mismo tiempo que se exalta e la acción solidaria de Rusia sia y China, como naciones “amigas” dispu ispuestas a ayudar. 74 Más allá de que las In Instituciones de la UE lograron consensua suar ciertos lineamientos básicos respect pecto de Rusia y China, las posturas de los Estados miembros no son idénticas: as: algunos tienen posturas de acercamiento o y otros de clara hostilidad. 125 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Rusia envió médicos a Italia Ita para ayudar a los trabajadores de lla salud, pero también ha donado do ttodo tipo de material sanitario. Con la etiqueta “Desde Rusia con amor”, r”, los camiones militares con materiall y médicos recorriendo las carreteras ras de Italia tuvieron un enorme impacto acto por lo simbólico de la imagen 75 . En cambio, los envíos aéreos de suministros sum médicos urgentes de la a OT OTAN a los aliados europeos no han tenido tenid tanta atención mediática. Muchos consideran que la ayuda a no era verdadera solidaridad sino ino u un gesto para reivindicar el poderío erío ruso y extender su influencia. Otros sospechan so que detrás de la generosida osidad rusa se esconden otras razones geopo eopolíticas y diplomáticas: Putin busca ca poner un pie en un país miembro de la OTAN y cosechar apoyos para que qu el bloque levante las sanciones co contra su gobierno. El diario italiano no La Stampa aseguró que el 80% del mate aterial ruso enviado a Italia es inútil útil o de poca utilidad para el combate e contra c el coronavirus en ese país (In (Infobae, 2020). Por su parte, China envió vió expertos médicos, toneladas de equipo, po, y varios cientos de miles de másc áscaras de protección. Desde un punto to d de vista comunicativo, ha sido el país que con Rusia mejor ha publicit licitado sus ayudas, con una campaña aña alentada en los medios para mejorarr su imagen hacia el exterior. Así, Chi China trata de compensar la mala gestión stión en los inicios de la propagación n del de virus con un posicionamiento como imp importante donante internacional de e ay ayuda. Reflexiones finales La famosa frase del noveli velista francés Karr “Cuanto más cambia a algo, al más se parece a lo mismo”,, po podría aplicarse a la UE frente a la pande andemia del COVID-19. Los Estados os m miembros parecen no haber comprend rendido las lecciones que dejaron las c crisis pasadas y vuelven a caer en viejo iejos vicios. Una vez más, la UE aparec arece como un matrimonio de conveniencia cia más m que una verdadera unión de paí países, ligados por valores y principios comu omunes. La pandemia constituye e la última etapa en la secuencia del deterio erioro de la solidaridad entre Estados os miembros que empezó con la crisis del euro y siguió con la crisis de refugiados. refu Si hay algo que muestra el manejo ma del coronavirus en Europa es q que el primer –y último– responsable es e el Estado nacional, y la respuesta a de Bruselas aparece en un lejano segund undo plano, descoordinada, titubeante te y tardía. Las rivalidades globales s se filtran y una especie de “guerra de narrativas” na emerge entre la UE y opo oponentes geoestratégicos como Rusia y China, Ch en una muestra actual de la tradicional práctica de utilizar políticam icamente la ayuda internacional. Dejan jando de lado el debate si la asistencia rusa o china fue útil o no, en la era de la aceleración digital el consumo de inform formación y la configuración de la opini pinión pública se vuelven cuestiones vitales. ales. Así, en un juego de suma cero, ro, Europa se convierte en una víctima a al no ser percibida como eficaz en la lucha contra el virus y sus consecuenc encias, y al depender del nivel de con confianza que, por estos motivos, le otorg torguen los 75 Los aviones y camiones s llevaban ll pegatinas gigantes que mostraban an banderas rusas e italianas en forma de corazón, una al lado de la otra. 126 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN ciudadanos. Varios Estados ados miembros aprovechan la pandemia,, a su vez, para continuar sus avances ces contra los principios democráticos. En definitiva, una UE que ue no responde eficazmente, dividida por or te tensiones internas, e incapaz de dar soluciones en forma y tiempo presenta ta la misma combinación peligrosa que en crisis pasadas. Una vez más, una cris crisis global pone en entredicho la es esencia de la UE. En un momento en que las fronteras reaparecen, el enorme en reto económico, político y de legitimidad leg puede dañar al proyecto cto europeo, pero también puede ayudarla arla a salir reforzada, si rectifica y no c comete los errores del pasado. ficas Referencias bibliográfica Adler, K. (2020, 7 de abril abril). Coronavirus: cómo la pandemia de e COVID-19 CO está poniendo a p prueba la esencia de la Unión Europea Euro (y enfrentando a sus países miembros), BBC. Recupera perado de https://www.bbc.com/ om/mundo/noticias-internacional-52173845 Alvarez, M. V. (2018). El a avance del euroescepticismo en la opinión nión pública y los partidos político líticos al calor de la(s) crisis de la Unión Euro Europea, en Álvarez, M. V. y Cab Cabeza, M. (eds.) La Unión Europea en contexto cont de crisis: dimensiones es y claves para su análisis, pp. 27-55. 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Sobre So todo, cuando la probabilidad de pand pandemias aunadas a condiciones de p pobreza, sistemas sanitarios inadecuados dos y mayor conexión entre los países íses- podían generar efectos devastadores ores de no mediar un compromiso seri serio con una respuesta multilateral (Rogers, ers, 2006). La aparición en China de un nuevo Síndrome Respiratorio Agudo udo Severo (SARS) bautizado como CO COVID-19 y su posterior propagación a nivel nive global, devino en una amenaza a re real. Por el momento, la ausencia de vacun acunas o de un tratamiento médico efica eficaz puso al descubierto la vulnerabilidad ad e en la que se encuentran los países, s, te teniendo que recurrir al distanciamiento to social so con las ensayadas cuarentenas nas que existieron a lo largo de la historia. oria. Pese a que ninguna región en el m mundo ha permanecido inmune, la detec etección de los primeros casos del virus en la región del Medio Oriente y Norte rte de d África o MENA -por su sigla en iinglés- fue el preludio de una gran torm ormenta de arena que se aproximó cub cubriéndolo todo. Así, el nuevo coronavirus us se s hizo presente en un escenario intrínsec nsecamente convulso actuando como mo una “fuerza de integración”, que como com bien plantea John Lewis Gaddi addis, no necesariamente presupone una a idea i con connotación positiva (Gadd addis, 1992)77. La pandemia terminó integr tegrando al MENA por medio de un n agente a viral en donde los Estados tuvie uvieron que reaccionar adoptando medi edidas similares para evitar una crisis sanita anitaria. Sin embargo, y en virtud de e las condiciones previas en el terreno, la pe percepción de que todo podía perman anecer inmóvil hasta tanto la tormenta llegue lleg a su fin resultó estar equivoca vocada. Las propias dinámicas le imprim rimieron al 76 Doctor en Relaciones Internacionales. Inte Universidad Nacional de Rosari sario (UNR), Rosario, Argentina. Miembro ro del d CIPEI, CERIR y Director Adjunto del IREM REMAI-GEMO (UNR) Correo electrónico: rub ruben.paredes@fcpolit.unr.edu.ar 77 John Lewis Gaddis en ell art artículo publicado en la Revista Foreign Affairs airs en 1992 planteó que en el Orden de P Post Guerra Fría iban a coexistir dos tipos s de fuerzas. Por un lado, las fuerzas de iintegración que unirían al mundo bajo ell pr proceso de globalización, sin desconocer cer la naturaleza positiva y negativa de las mism ismas. Y por el otro, las fuerzas de fragmen mentación, de carácter disruptivo y conflictivo. 129 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN escenario regional una m mayor complejidad, en la que se ha puesto pu en evidencia una instancia de “fragmegración” (Rosenau, 1997)78. En tal sentido, en el pre presente artículo se busca examinar el contexto c regional en el que irrumpi mpió la pandemia e identificarlas respuesta estas como también las dinámicas que de manera explícita y soterrada se han venido desenvolviendo en múltip últiples dimensiones, poniendo al descub cubierto la presencia de una superficie ficie aún más inestable y movediza. El MENA antes del COVID VID-19 La región del MENA inició ició el 2020 con una escalada diplomática ica y militar entre la República Islámica mica de Irán y los Estados Unidos. El asesi sesinato en Irak del General Qassen n S Soleimani -jefe de los servicios secretos tos y de las Fuerzas Quds, un regim gimiento de élite en el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Iraní- augu uguraba para muchos -aunque de manera ra erróneae un conflicto de envergadura dura mundial que marcaría la agenda dell nuevo nue año. Sin embargo, luego de la respuesta de Teherán -con el previo avi aviso a las autoridades iraquíes par para que evacuen a los efectivos s militares m norteamericanos de las ins instalaciones de Ain Al Asad, en el oeste e de del país y de Erbil, en el Kurdistán tán iraquí- la tensión se disipó y los tamb ambores de guerra dejaron de resonar nar79. Hasta ese entonces, ell MENA ME se encontraba atravesando por una “oscura geopolítica” producto de e a años de antiguos conflictos que se reedi eeditaban y otros nuevos que coady adyuvaban a imprimirle el carácter convulso conv al escenario regional (Amirah irahmadi, 2015). Entre las condiciones prev previas a la aparición del COVID-19 se pueden identificar:  la rivalidad saudit udita-iraní, con la utilización instrumen mental del sectarismo y el ap apoyo a los denominados aliados proxy oxy en los diferentes conflictos tos abiertos;  las interminables s gu guerras en Libia, Siria y Yemen que hicieron hicie del MENA la región con on e el mayor número de desplazados y refugi fugiados del mundo de acuerdo rdo con los informes de la Organización ción de las Naciones Unidas (ON (ONU) y demás organizaciones internacional nales como Human Rights Watch atch y Amnesty International entre otras;  el retorno de un aut autoritarismo, luego del fracaso de la prima rimavera en el mundo árabe donde don se demandaba por una apertura política polí y la vigencia de la democ mocracia, que dio paso al invierno autoritario ario;  el regreso de las pro protestas y movilizaciones masivas en Arge rgelia, Irak y el Líbano pidiendo do por cambios económicos, el fin de la corrupción corr y reformas políticas, as, sin que ello genere un efecto o contagio c transnacional hacia cia ttodo el resto de la región; 78 James Rosenau en 1997 97 planteó la teoría de la complejidad de los sistemas sociales y acuñó el concepto pto de fragmegración para dar cuenta de cómo mo en estos pueden coexistir fuerzas que ue iintegran y que a la vez fragmentan. 79 En el mismo ataque, Estado tados Unidos también mató a Abu Mahdi al-Muha uhandis, jefe de Kata'ib Hezbollah y el c comandante militar de las Unidades de Movilización Mo Popular de Irak (PMU). Amb Ambas milicias actuaron en Siria e Irak en n co contra del denominado Califato o Estado ado Islámico. 130 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN       la presencia de Estad stados Fallidos producto de las guerras en el e que se solapan y enfrentan ntan distintos actores pugnando por la a to toma del poder, conviviendo do con el crimen organizado (mercado o n negro de armas, narcotráfico ico y trata de personas); la capacidad de re resiliencia del islamismo radical en su versión yihadista -Al-qaeda da y el residual Estado Islámico- para adap adaptarse a las condiciones de e lu lucha y movilidad hacia otros territorios; las crisis políticas s in internas para formar gobiernos, en los os c casos de Irak e Israel; o la crisis cr económica del Líbano que declaró ró e el default de la deuda; el fracaso del den denominado Acuerdo del Siglo propuesto sto por la administración Trum Trump para alcanzar la paz entre pales alestinos e israelíes; la crisis petrolera a en entre Arabia Saudita y Rusia en el marc arco de la OPEP para reducir ir la producción de crudo; y, por último, la co competencia y continua penetración de e potencias p extra regionales per persiguiendo distintos intereses, como así también generando “alianzas nzas líquidas” que se acomodan (Soler er I Lecha, 2017), a las condicio iciones del terreno movedizo y volátil dell MENA. ME Las cuestiones mencionada adas ut supra se encontraban vigentes al momento m de conocerse las primeras ras noticias acerca del COVID-19 que prove rovenían de China. En un primer mom omento, algunos países expresaron su solidaridad, soli como el caso de Irán que ue mantuvo contactos aéreos con Wuhan n d dado que de esa manera sorteaba ba la las sanciones impuestas por los Estados dos Unidos, mientras que otros, empren prendieron una diplomacia humanitaria de ea alto perfil enviando suministros san sanitarios a China (entre los que se destacaron des Turquía, Kuwait, Qatar y Em Emiratos Árabes Unidos). En un segundo om momento, se puede decir los países es s subestimaron la enfermedad en lo que e respecta res a la velocidad y el ritmo de contagio, pese a los antecedentes del el S SARS de 2003 y de la experiencia cia con el Síndrome Respiratorio de Orient iente Medio (MERS) -por su sigla en n in inglés- de 2012 que afectó particularmen mente a los 80 países de la región (WHO, O, 2019) 2 . Las respuestas y las diná dinámicas frente el COVID-19 Una vez que China establ tableció la cuarentena frontera adentro y cerró el espacio aéreo con el mund undo exterior, empezaron a aparecer los os p primeros números de infectados en E Europa, Estados Unidos y Medio Oriente. te. A Así, Irán se convirtió en el epicent centro de la enfermedad por COVID-19 cuando cu se detectó el 19 de febrero o en la ciudad de Qom el paciente Cero. La rápida expansión dell vir virus por todo el país produjo la cifra de m más 100 mil infectados y 6000 muer uertos como así también las primeras evalu valuaciones. En primer lugar, las med edidas de confinamiento del gobierno de Hassan Rohani fueron desoídas s por p las propias autoridades religiosas as -que se 80 En 2012, Arabia Saudita a fue identificado como el epicentro del nuevo coronavirus cor conocido como MERS, cuyo yo agente de transmisión han sido los dromed medarios. El virus produjo un centenarr de víctimas y afectó en particular: EAU, Kuwai wait, Omán, Qatar, Jordania y Túnez. 131 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN negaron a cerrar las mezqu ezquitas- como así también por parte de los sectores considerados reformistas as q que viajaron por todo el país para fes festejar el feriado del Año Nuevo Pers Persa. En segundo lugar, si bien los mayore yores de 65 años eran la población de riesgo, a la escasez de insumos como o barbijos ba y respiradores se le sumó ó lla presencia de 100 mil personas que ue padecen enfermedades respiratorias rias crónicas producto de las armas químicas icas que se emplearon durante la guerr uerra Irak-Irán (Middle East Monitor, 2020). 0). Algunos países en el marco arco del Consejo de Cooperación del Golfo lfo (CCG) ( le brindaron ayuda sanitaria, aria, ya sea por miedo al contagio transfr nsfronterizo como también por la situa ituación económico-social que atravesaba a el e país a causa del restablecimiento ento de las sanciones económicas impuesta estas por la administración Trump. El p pedido para que éstas se levanten o en n su defecto se flexibilicen al igual que ue lla ayuda financiera de acceso rápido solicitada solic al Fondo Monetario Internaci nacional (FMI) de 5 mil millones no encont contraron la respuesta esperada. Como mo una tormenta de arena, el COVID-19 se esparció como “fuerza” que integró gró al resto de los países de la región. En n la medida que se fueron anunciando do los l primeros contagiados, las respuestas tas a ante una amenaza que parecía cubri ubrir todas las condiciones preexistentes se dieron a conocer. En este punto, conviene e dis distinguir dos grandes tipos de medidas ado adoptadas, las orientadas al ámbito o do doméstico y las orientadas al ámbito intern ternacional. Entre las primeras, se e pu pueden mencionar la decisión del cierre erre de las fronteras terrestres y marí arítimas; la prohibición de vuelos internacio nacionales a los destinos más afectado tados como también al interior de los países; pa la prohibición de todas las s actividades ac económicas consideradas no esenciales es y la autorización a para a re realizar home-office o teletrabajo en deter eterminados rubros que así lo permitan; itan; el cierre de los establecimientos educat ucativos, los lugares de esparcimientos tos y los puntos de congregación religiosa. a. En E lo que respecta a la forma de im implementación, se recurrió al establecimi cimiento de cuarentenas -con el fin de a achatar la curva de contagios importados dos y evitar los comunitarios; la introdu roducción o prolongación de las leyes de emergencia eme -para concentrar la toma a de d decisiones en los gobiernos y la adopción adop de medidas de excepcionalida alidad- como también el anuncio de los s to toques de queda parciales o totales. La declaración de emerge ergencia sanitaria en los países ha respo spondido a condiciones sociales objet bjetivas. En el mundo árabe, los centros ros urbanos tradicionalmente han conce oncentrado la mayor densidad demográfica, ca, a lo que se suma la presencia de e un una gran población joven capaz de constit nstituirse en el vector de contagio asint sintomático sobre los sectores de riesgo.. As Asimismo, dado que el 30% de la eco economía en general es de carácter informa rmal, se ha evitado la concentración n de las personas en los conocidos bazares s y la venta ambulante de la que vive ve la población. Las prácticas religiosas arraigadas arr en la población se han constitu stituido, en muchos casos, en un prob roblema difícil de gestionar. Por ejemplo,, en Israel, los sectores ultra-ortodoxo oxos se negaron a cumplir en un primer er momento m las decisiones del ejecutivo utivo –por las propias prácticas comunitaria arias, entre ellas, la celebración de la P Pascua Judía- hasta que finalmente la rea realidad se impuso con el incremento nto del número de contagios. En el mundo do iislámico, se alteró el tradicional llam llamado a la oración de los viernes en las s mezquitas m y se prohibió la celebració ración del Iftar, la cena de cierre del ayun yuno diario 132 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN durante el mes de Rama amadán que en el 2020 comenzó el 23 3 d de abril, coincidiendo con la plena a expansión ex de la pandemia81. Si bien ningún país de la región del MENA -y del mundo- se encontraba enc preparado para enfrentar tar e el COVID-19, en todos los países se ha buscado evitar el colapso de los os rrespectivos sistemas de salud recurrien riendo a la imposición del aislamiento nto social. Sin embargo, no se puede perder der de vista que la forma de impleme ementación de las medidas ha conducido do desde d lo discursivo y de la praxis is a una “securitización”. Frases que evoca ocan a una situación de conflicto com como ‘estamos ante la presencia de un e enemigo invisible’; ‘en guerra cont contra un virus’ y ‘los médicos y enferm ermeros se encuentran en el frente de batalla’ se hicieron presente en la mayor yoría de las autoridades políticas (Hoffm offman, 2020). Por tal motivo, los toque e d de queda total y parcial (Argelia, a, A Arabia Saudita, EAU, Egipto, Irak, Jordania, Jord el Líbano, Siria y la Autoridad ridad Nacional Palestina), el control estricto cto sobre la prensa para evitar fake e n news (Egipto, Arabia Saudita, EAU, Turqu urquía), las multas a quienes contradig radigan las decisiones gubernamentales (Jordania (Jor y Omán) la utilización de e A APP y la inteligencia artificial para dete detectar los movimientos de los ciudad dadanos (Israel) han sido decisiones implem lementadas desde los Ministerios de e De Defensa, los aparatos de seguridad y los servicios s de inteligencia interna e int internacional siguiendo las directrices sanita nitarias. Ahora bien, entre las me medidas orientadas al ámbito internacio acional, fue importante el pedido del el S Secretario General de la ONU António io Guterres G acerca de la necesidad de comprender que el virus no distingue ue entre la nacionalidad, la religión o lla etnicidad. En tal sentido, sostuvo: “Tha That is why today, I am calling for an immediate global ceasefire in all corner rners of the world. It is time to putt arm armed conflict on lockdown and focus together toge on the true fight of our lives”” ((UnitedNations;2020). Las acciones externas no s se hicieron esperar entre los actores invo involucrados en los conflictos abiertos os e en el MENA. En Siria, Yemen y Libia se a aceptó el cese al fuego con el objeti jetivo de brindar asistencia sanitaria a la a po población, teniendo en cuenta que e en dichos países la infraestructura hospita spitalaria se encuentra destruida o daña añada y, en muchos casos, sin electricidad, ad, insumos de limpieza y agua potable able necesaria para mantener las medidas s de higiene de acuerdo con los protoco tocolos de la Organización Mundial de la a Sa Salud. En general, carecen de perso ersonal médico, recursos humanos especia ecializados, salas de cuidados intensiv nsivos, respiradores, kits de seguridad y test de diagnóstico del virus. Por tal motivo, los campos pos de refugiados y de desplazados en Siria, iria, Turquía y el Líbano, el teatro de operaciones o en Yemen y Libia, como también tam el bloqueo a la Franja de Gaz Gaza han encendido las alarmas de preocupa cupación en la región y en la comunida nidad internacional. La ayuda internacional nal se hace necesaria ante las condicio diciones de hacinamiento donde la distancia cia social y la higiene no se pueden n garantizar ga como tampoco la adecuada información info alertando de los peligros s de del COVID-19 a la gente que allí se encuen uentra. 81 Desde el siglo XVIII, el Haj Hajj (peregrinación a la Meca), que es uno de e los lo pilares del Islam, no se había inte interrumpido. En esta oportunidad, Arabia Sa Saudita no permitió el ingreso de los os ffieles con el cierre de sus fronteras. Una na situación análoga se adoptó en la mezq ezquita de Al-Aqsa en Jerusalén. 133 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN La aparente competencia ia e entre EAU y Qatar en Libia, Arabia Saudita dita y Qatar en Siria, Arabia Saudita a y EAU en Yemen, pareció haberse frenado nado con el despliegue diplomático y la las medidas humanitarias realizadas. En el inicio de la pandemia, Doha,, Riad Ria y Abu Dhabi salieron en ayuda de e la región, pero también de China y lla OMS (Soubrier, 2020). Para muchos, os, esto ha sido una señal de distens tensión después de la crisis diplomática ca de d 2017 producida en el marco o de del CCG, dado que se han vuelto a reunir re los Ministros de Finanzas de em manera virtual el pasado 3 de abril. Sin embargo, en el frag fragor de la pandemia no se pueden aventurar av conjeturas cuando existen ten determinadas dinámicas que alertan so sobre una fragmentación del escenari nario regional. Primero, porque la ayuda oficial ofi y la diplomacia humanitaria de los países exportadores de hidrocarbu arburos del Golfo está en entredicho. ho. La caída histórica de los precios interna ernacionales del barril de crudo afectó tó a los presupuestos públicos, a los mega a proyectos pr de infraestructura -como o la Visión 2030 saudita- a la capacidad de s subsidiar directamente los recursos sos b básicos de la población -y de ese modo do comprar la paz social- y a la pro probabilidad de no poder alcanzar la a se seguridad alimentaria. Segundo, los países no exp exportadores de crudo, con alto índice de de desempleo y pobreza, población joven jov desempleada y disminución de e lla renta proveniente del turismo o tu tuvieron que recurrir al financiamiento mu multilateral (con el FMI), poniendo o a al descubierto que las condiciones que ue hicieron posible la primavera árab rabe siguen vigentes. El descontento soci ocial se ha profundizado, pero perman manece controlado por las medidas de emergencia eme sanitaria implementadas. s. Tercero, los conflictos han seguido su curso, pero con otra intens ensidad, ya sea porque los Estados s e están enfrentando la amenaza del COV OVID-19 o porque la comunidad intern ternacional no está prestando atención al escenario e de arenas movedizas. En Libia, el General Khalif Haftar se autop utoproclamó presidente con el apoyo o de EAU y Egipto, pero con el rechazo de Turquía, Qatar y Marruecos, que e lo consideraron un golpe de estado al e entonces gobierno reconocido interna ernacionalmente en Trípoli. En Siria, con el apoyo de R Rusia, Turquía e Irán se alcanzó un cese ese el fuego humanitario en Idlib, pero se abrió un nuevo frente con los ataques ata de Israel a los centros de investigaciones inve militares en Alepo y en Deir eir Ezzor E en el mencionado país. Asimi simismo, se reanudaron los habituales ataqu taques a la Franja de Gaza y se sumó mó otro sobre posiciones iraníes en las fronteras fron de los Altos del Golán. En ple plena crisis del COVID-19, la República Islámica Islá de Irán exasperó los nervios ios de la diplomacia de Tel Aviv cuando informó inf el lanzamiento con éxito de u un satélite con capacidad de monitoreo reo sobre el espacio israelí. Por último, cuando todo odo parecía indicar que había desaparec arecido del escenario regional, el Esta Estado Islámico -desde la virtualidad de e la las redes sociales- llamó al COVID--19 ‘el castigo de Allah a los infieles’ y rec recomendó evitar viajar a los destinos tinos más afectados por la pandemia. Sii bie bien había transcurrido un año sin registrarse actividades de la organiza nización, a principio de mayo, previa revias incursiones en el territorio iraquí, uí, regresó cometiendo ataques sorpre rpresivos en Saladino, a un centenar de kilóm ilómetros al norte de Bagdad. 134 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Reflexión final Los países del MENA, como com los de cualquier otro lugar del mun mundo, han enfrentado una amenaza za a la salud pública. Sin embargo, la a diferencia di estriba en las condicio iciones preexistentes donde el escena enario era intrínsecamente convulso. so. Si bien el COVID-19se es espació como una fuerza de integración, ión, bajo la percepción de cubrirlo tod todo, las turbulencias en el terreno genera neraron una complejidad sin preceden dentes. Las respuestas a la pandemia a como co las propias dinámicas regiona ionales han puesto al descubierto una situación situa de fragmegración, en donde de el MENA queda preso de experimentar tar peligros mayores si se ignora la continuidad de las condiciones move ovedizas e inestables que se ciernen ne en el escenario regional. Referencias bibliográfica ficas Amirahmadi, H. (2015). ). D Dark geopolitics of the Middle East. The Th Cairo Review, (18). Gaddis, J. L. (1991).Toward ward the Post Cold War World. Foreign Affairs fairs, 70 (2), 102-122. Hoffman, A. (2020). The he Securitization of the Coronavirus Crisis risis in the Middle East, en The he COVID-19 Pandemic in the Middle East st and an North Africa, POMEPS, (39) (39), 10-14. Middle East Monitor. (2020 2020). 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En efecto, efe las monarquías del Golfo -Ara Arabia Saudita, Bahréin, Emiratos Árabes bes Unidos, Kuwait, Qatar y Omán- sob sobresalen por presentar más de una terce ercera parte de los infectados de entre tre los países árabes de la región. No obsta bstante ello, si se consideran los Estado tados no árabes de la zona se evidencia que, que pese a haberse dado difusión a la situación de Irán como una de las más ás críticas c a nivel global, en la actua ctualidad Turquía ha sobrepasado al país paí persa convirtiéndose en la nación ción que presenta el mayor número de conta ontagios en la región de Medio Oriente nte a la fecha. En lo que respecta a EAU EAU, este fue el primer país árabe de la a región re en detectar un caso positivo ivo d de COVID-19 el 29 de enero. Desde entonces ent el número de infectados s se s ha venido incrementando, mostra strando un importante aumento en las últimas semanas, que se en encuentra directamente relacionado do c con la campaña de testeo masivo que este país ha implementado, permitiéndo ndole ubicarse en los primeros lugares en n el ranking de naciones con mayor test testeo per cápita (The National, 14/04/2020) 020). Dicho esto, el siguiente trabajo trab busca analizar el impacto que la emergencia eme del COVID-19 ha tenido o so sobre la política externa de Emiratos, en tanto se entiende que su respues uesta a la pandemia ha propiciado no sólo un acercamiento a Irán sino no ttambién roces, cuando no un distanciamie amiento, de otros actores tanto regiona ionales como extra-regionales. En el plano externo, Em Emiratos se caracteriza por una política ica exterior proactiva y crecientemente nte independiente. En esta línea, el país del Golfo ha respondido a la crisis que ue h ha supuesto el brote de COVID-19 recur curriendo a uno de los pilares de su u po política exterior: la ayuda humanitaria.. En efecto, este país, que se ha conve vertido en uno de los mayores donantes es de d ayuda humanitaria a nivel interna ernacional, ha entregado más de 270 tonel oneladas de material sanitario y equipo uipos de protección, entre otros insumos,, a diversos países. Entre ellos: Italia, ia, A Afganistán, Botswana, Mauritania, Serbia, bia, Croacia, Malasia, Grecia, Etiopía,, Co Colombia, Sudán, Chipre y las Islas Seychel chelles. En este sentido, es import portante mencionar que la ayuda humanitar itaria se ha convertido en un instrum trumento de soft power que Emiratos ha venido empleando con vistas a obt obtener reconocimiento, incluso a lograrr pro proyección 82 Doctora en Relaciones s IInternacionales. Universidad Nacional de Rosario. Universidad Nacional de e Rosario. Rosario, Argentina. Correo ele electrónico: ornelafabanigarelli@gmail.com .com 136 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN internacional; convirtiéndo ndose, asimismo, en un recurso que su suele ser empleado en pos de la o obtención de nuevos contratos y la aper apertura de mercados. Entre los actores que han receptado ayuda humanitaria emiratí, tí, c conviene detenerse en los casos de China e Irán, dos de los países más s golpeados go por la pandemia. En torno rno al primero, es importante mencionar que, que tras el inicio del brote, Emiratos tos se convirtió en uno de los primeros s países pa en ofrecer ayuda y concretar etar el envío de insumos médicos a Pekín ekín. Desde entonces ambos países s h han mantenido comunicaciones a través avés de las cuales han buscado los medios med para coordinar acciones en la lucha ha c contra el virus. Inclusive, en un gest gesto simbólico, Emiratos, que precisa prese reservar sus lazos comerciales así com como también continuar recibiendo turistas stas chinos, tiñó de rojo el Burj Al Khali halifa en apoyo a la lucha contra el virus del gigante asiático. China representa un imp importante mercado para los hidrocarbu arburos de Emiratos. Además, este e pa país se ha afianzado como un destino de turismo internacional de lujo, que ue recibe r un el 6% de turistas chinos. De e hecho, he se caracteriza por ser la nació ación de Medio Oriente que recepta el mayor yor número de turistas procedentes de del Estado asiático que arriban a la región, ión, uno de cada 16 visitantes a los s Em Emiratos Árabes Unidos proviene de China hina (Turak, 2020). En lo que atañe a la Repúb epública Islámica, la posición adoptada frente ente al país vecino expone, no sólo las dificultades que un organismo subregion gional como es el caso del Consejo de C Cooperación de Estados Árabes del Golfo olfo (CCG)83 encuentra para adoptarr cie ciertos lineamientos comunes de política ica externa, sino también el distanciami iamiento que se ha venido gestando entre Emiratos Em y Arabia Saudita. Al respecto, mientras Irán rán presentaba el mayor número de casos os positivos p en el escenario de Medio io O Oriente, Arabia Saudita y Bahréin lo acusaron acus de tener una “responsabilidad idad directa” en la propagación del virus en el e Golfo, al haber permitido que ciu ciudadanos de los países vecinos ingresas esasen a su territorio sin sellar sus pasaportes. pa Todavía más, el ministro de Asuntos Internos de Bahréin den denunció a Teherán de haber incurrido ido en una “agresión biológica”, all ent entender que este país encubrió la graveda vedad de la situación interna, favorecie eciendo los contagios en la zona (Al Jazeera era, 2020). La agresividad de la retóric órica podrá comprenderse si atiende a la luch lucha por el liderazgo regional en la a cu cual Arabia Saudita e Irán se han visto o e envueltos por décadas, así como tam también al férreo alineamiento de un peque equeño país insular como Bahréin con n la política exterior saudita. Como contrapartida, en la vereda de enfrente, Kuwait, Qatar atar y UAE decidieron brindar asisten istencia a Teherán. En esta línea, Emira miratos ha efectuado diversos envíos íos de material sanitario que han tenido por destino el Estado persa. Por su par parte, Kuwait anunció una donación de 10 millones de dólares. En tanto, Qata atar ofreció tanto ayuda financiera como o m material y ya ha enviado toneladas s de equipos y suministros médicos al país ís vecino. ve Al respecto, no puede deja dejar de señalarse que la relación entre e Te Teherán y Doha sólo se ha profundiza dizado tras la ruptura de relaciones diplomát máticas y el 83 Organismo subregionall co conformado en 1981, compuesto por Arabia bia Saudita, Bahréin, Emiratos Árabes Unid Unidos, Kuwait, Omán y Qatar. 137 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN posterior embargo que Ar Arabia Saudita, Emiratos y Bahréin le aplican a a Qatar desde 2017. Aún más, lejos del acerc cercamiento que algunos especialistas auspiciaron aus previo a la cuadragésima ma cumbre del CCG, que tomó lugar en n diciembre di último, la crisis suscitada da por p la irrupción del COVID-19 sólo ha a pr propiciado nuevos roces entre estos tos socios, que hoy se encuentran enfrenta entados. En efecto, otro claro ejemplo lo d de lo expuesto emerge al considerar el entredicho en que se suscitó entre Mana anama y Doha a raíz de un grupo de ciudadanos ciu bahreiníes que regresaban ban de Irán y quedaron varados en Qatar, r, a quienes el gobierno qatarí intent entó repatriar ocasionando un entredicho ho con las autoridades bahreiníes. Retornando a la política a ex exterior emiratí, se insiste en que la decisión dec de Abu Dhabi de brindar ayud yuda a Irán es una muestra más de cómo o Emiratos E ha tomado distancia del el e estrecho vínculo que lo unía a Arabia bia Saudita, particularmente tras inicio inic de la primavera árabe. En efec efecto, los levantamientos que tuviero ieron lugar en el escenario regional desde e finales fin de 2010 operaron a favorr de un alineamiento de Emiratos para co con quien tradicionalmente ha actuad tuado como hermano mayor dentro del Con Consejo de Cooperación del Golfo. Aho hora bien, la apertura de la Embajada de E Emiratos Árabes en la capital de Siria Siria, Damasco, que ha ido de la mano con on una u serie de declaraciones de funcion ncionarios nacionales en respaldo del gobiern bierno de Al Assad, la retirada de Emira miratos del escenario yemení y el ya referid ferido envío de ayuda humanitaria,, jun junto con una serie de contactos telefóni fónicos con funcionarios iraníes de al alto nivel, exponen que Abu Dhabi ha tomado distancia de Riad. Aún más, esta aproximació ación con Irán también se encuentra a contramano con de la campaña de máxim áxima presión que continúa llevando adelante ade el gobierno norteamericano. no. Tal es así que, el compromiso de Emiratos Emir de brindar asistencia a la a R República Islámica llegó poco después és de que Estados Unidos, principal pal garante de la seguridad de las monarq arquías del Golfo, bloquease el otorga orgamiento de un empréstito a Irán porr parte p del Fondo Monetario Internacio acional. Una política que, por otro lado, cuenta cue con el firme respaldo de Arabi rabia Saudita, cuyo rol resultó crucial para ara vetar la condena a Estados Unidos dos por la aplicación de sanciones a Irán en el e marco del Movimiento No Alineado eados. Ahora bien, la pandemia ia n no sólo ha suscitado rispideces entre e los lo países miembros del Consejo de C Cooperación de Estados Árabes del Golfo lfo s sino que también ha derivado en roces roc entre UAE y un conjunto de países s del de Sur de Asia, cuyos nacionales eme emergen como la columna vertebral de la fu fuerza de trabajo del país del Golfo. Al respecto, no puede pasa pasarse por alto que en Emiratos un 88.5% .5% de sus habitantes son extranjeros ros (ProChile, 2020). En efecto, el país dete etenta más de 8 millones de trabajado jadores migrantes, de los cuales la mayorr pa parte son trabajadores de bajos ingre ingresos, procedentes de distintos países del de Sur de Asia, como es el caso so de India, Pakistán, Nepal, Bangladesh desh. Estos trabajadores, que se dese desempeñan en los sectores de la construc trucción, el transporte, la hotelería y los servicios, resultan una buena parte arte de los infectados por el virus. De allí que la pandemia ha resultado un catalizador cat para que la comunidad inte internacional dirija su mirada hacia la situaci uación en la que viven estas personas nas. En este sentido, diversas organizacio zaciones no 138 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN gubernamentales han den denunciado las condiciones de hacinamie amiento, el deficiente acceso a la ate atención médica, incluso la falta de sane aneamiento adecuado y de alimentos s nu nutritivos que sufren los mismos. En este marco, en una ins instancia en la cual en el Emirato cae la a de demanda, disminuye la llegada de e turistas tur y se contrae el sector inmobiliario ario muchos de estos trabajadores han an sido despedidos, mientras que otros han recibido licencia sin goce de suel sueldo. De allí que, frente a la imposibil sibilidad de sostenerse sin un ingreso, eso, muchos de los mismos deseen retorna ornar a sus hogares. Ante esta situac tuación el gobierno emiratí ha intentado o organizar o vuelos de repatriación par para todos aquellos expatriados que den n negativos n en los testeos, en tanto, to, se ha dispuesto que quienes arrojen n re resultado positivo serán tratados en e el país. Una política que, por otra parte, e, responde r al reconocimiento del gobie obierno emiratí de la gravedad de la situaci uación en la que se encuentran estas s pe personas, muchas de ellas en la indigencia encia, y aún más ampliamente expuesta estas al virus dada la imposibilidad que muchas mu de las mismas presentan para ara respetar el aislamiento social. Dicho esto, el conflicto to s se ha suscitado ante la negativa de distintos d gobiernos asiáticos, como oe es el caso de India y Pakistán, que han an rehusado r recibir a sus nacionales es a alegando su imposibilidad de aislarlos los tras su llegada al país, inclusive ive señalando la presión que el retorno rno de sus ciudadanos supondría sobre obre sus sistemas sanitarios, ya sujetos a una un fuerte sobrecarga. A raíz de e e esta situación Emiratos amenazó incluso inclu con reevaluar los lazos laboral orales con estos estados, más específicame amente con suspender memorándums ms de entendimiento relativos a temas laborales labo o, incluso, con establecer cuo cuotas futuras para los trabajadores que e p procedan de dichos destinos. Una a d decisión que podría tener un impacto mayúsculo ma considerando que las rem remesas que los mismos envían a sus res respectivos países resultan un importan rtante componente del PBI de los mismos. En definitiva, tal como se h ha expuesto a lo largo de la presentación, ión, el brote de COVID-19 no sólo ha a su supuesto el desencadenamiento de una emergencia eme sanitaria, sino que tamb ambién ha tenido impacto sobre las re relaciones exteriores. En el caso emir miratí la pandemia ha favorecido un acercam rcamiento a Irán mientras que, par paralelamente ha redundado en favor vor de un distanciamiento de otros tros socios exponiendo, asimismo, los s conflictos c latentes al interior del Cons onsejo de Cooperación del Golfo. Referencias bibliográfica ficas Bahrain accuses Iran n (12/03/2020). o of Al 'biological aggression' over COVI OVID-2019. Jazeera. Recuperado o de https://www.aljazeera. era.com/news/2020/03/bahrain-accuses-iran-bio biologicalaggression-covid-2019 019-200312165334964.html Guía País: Emiratos Árabes bes Unidos. (2018). Prochile. Turak, N. (7/02/2020). Oil and tourists: Middle East starts to feel el pa pain from coronavirus c crisis, CNBC. Recuperado o de https://www.cnbc.com com/2020/02/07/middle-east-starts-to-feel-pain ain-fromcoronavirus-crisis.htm tml UAE mass testing is worki orking. (14/04/2020). The National. Recupe uperado de https://www.thenation tional.ae/opinion/editorial/uae-mass-testing-cam campaign-isworking-1.1005478 139 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Política,, economía eco y religión n en tiempos de C COVID-19: el caso so de d Turquía Luca uca Pace84 Introducción Desde su asunción al poder pod en 2003, el actual presidente turco urco, Recep Tayyip Erdogan, se propuso puso modificar algunos aspectos de la vida da política p y religiosa del país. A partir rtir de su condición islamista, y habiendo fundado fun la organización partidaria tro troncal del juego político interno, el Partid artido de la Justicia y el Desarrollo lo ((AKP, por sus siglas en turco), ha a avanzado a progresivamente en un pro proyecto reformista que apunta a la reislam islamización de la sociedad y a la hegem gemonía en el tablero político. Bajo el diagrama de u un proyecto de poder estructurado o sobre s la cosmovisión de Erdogan n y su círculo gobernante, Turquía ha sorte orteado con relativo éxito primero y de delicada fragilidad luego los avatares del sistema internacional. Esto se debió deb en parte, en una primera instanc ancia, a la receptividad de las medid edidas internas y acciones de política exte xterior que encontró el gobierno del AKP en sus aliados tradicionales de e E Europa y Estados Unidos. Sin embar bargo, cuando las condiciones del contexto xto regional y global cambiaron, esto sto es, principalmente a partir de las expe expectativas desmesuradas y erróneas as q que los principales decisores políticos dep depositaron en la denominada Primav avera Árabe, Turquía pasó a estar regida gida por la urgencia y la incertidumbre bre, lo cual ha calado hondo en el esquema ma de toma de decisiones. desfavorable para Turquía se agrega una un crisis Al contexto general desf pandémica internacional al sin s precedentes en los últimos cien año años. En lo doméstico conjuga una luc lucha aguda entre los polos políticos del el sistema si y una crisis económica profu profunda que ha provocado el desplome e de la lira turca, el aumento de la infl inflación y la subida del riesgo país. En el escenario e regional se ha cargado de tensión en la frontera con Siria, llevando ando a cabo una serie de operaciones sm militares contra objetivos kurdos sirios y contra co las propias fuerzas militares s de del Estado sirio. En este trabajo se observar rvará cómo el contexto de la pandemia de e COVID-19 CO ha afectado y estructurado rado en Turquía los asuntos políticos y económicos, econ tanto internos como extern xternos, al igual que las cuestiones religiosa iosas. A su vez, se plantearán una a se serie de reflexiones que serán important tantes para pensar en un escenario distinto dist de post-pandemia. 84 Licenciado en Relaciones s Internacionales. In Universidad Nacional de Rosar sario (UNR), Rosario, Argentina. Docente te adscripto a del Seminario “Política, Religión y E Economía en las Relaciones Internacio acionales del Medio Oriente”. Miembro e Investigador Inv graduado del IREMAI-GEMO. O. C Correo electrónico: luca.pace@hotmail.com 140 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Respuestas sanitarias Cuando el 11 de marzo zo d del presente año la Organización Mundi ndial de la Salud (OMS) caracterizab izaba al brote de COVID-19 como pandem ndemia, los principales países europe ropeos ya contaban con importantes cifras ci de contagiados y las víctim ctimas iban en aumento. El caso de e IItalia es ejemplificador cuando se dimensiona que en esa fecha las muertes mu se aproximaban al millar y lo los contagios superaban los 10.000. Es en esta coyuntura que Turquía con conoce su primer caso positivo. La tardía llegada lleg del virus al país le permitió ó ga ganar tiempo a las autoridades sanitarias rias del país para estudiarlo e implemen mentar medidas tempranas, entre las que se cuentan el rápido equipamiento o y compra de insumos médicos, las prue ruebas con antivirales y antimaláricos cos c como la hidroxicloroquina –cuestionada da p por parte de la comunidad epidemiol miológica– y la rápida implementación de e pr protocolos sanitarios en establecimien ientos de salud. Empero, hasta la fecha de rredacción de este trabajo, más precisame amente el 9 de mayo de 2020, las cifras ifras oficiales arrojan una desproporción en cuanto c a contagiados y víctimas: s: 1 137.115 y 3.739 respectivamente, con 89.480 recuperados. Estos datos os so son necesarios para observar el caso turco urco, ya que, pese a ser el noveno país ís c con mayor cantidad de infectados, demue uestra una tasa de mortalidad sustanc tancialmente baja. Esto se debe, en parte, e, al estudio temprano del virus, a una población relativamente joven –una a media m de 31,5 años– y a un sistem istema de salud –público y privado– prep reparado y modernizado como consec secuencia de crecientes inversiones en los últimos veinte años (Mourenza, 202 2020). La importancia de las cifras ifras, más allá de su variación en el tiempo, o, rradica en el hecho de que les ha a p permitido adoptar a las autoridades sanitarias sani y políticas locales un discurso urso eficiente y ciertamente alentador sobre bre el curso de la pandemia en el país. aís. De todos modos, todo está sometido o a la lucha política, incluso los propi ropios números. Hay informes 85 que des deslizan la posibilidad de que haya a u un 25% más de víctimas fatales de las que se computan oficialmente. Aún si se considerase esta eventualidad,, la tasa de mortalidad continuaría sie siendo relativamente baja. Dinámicas políticas y eco económicas Independientemente de los casos, el COVID-19 ha sacudido íntegram gramente la superficie de la política tica turca. Partiendo de la base de te tensiones preexistentes en el escena enario político interno, las medidas y decisio cisiones del gobierno en este contexto xto h han exacerbado los humores de la oposic osición y de organizaciones de derech rechos humanos. Más allá de las med edidas de distanciamiento social que se implementaron, estas no suscitaron ron grandes críticas en lo general. Lo q que se ha objetado es la instrumentalizac lización que 85 Mourenza (2020) analiza liza el registro de muertes en los ayuntamien mientos que ofrecen información de maner anera pública y llega a la conclusión de que el año a 2020, comparativamente con años ños anteriores, arroja mayores números de víctimas fatales. Si bien todo ese exce exceso no puede considerarse como muertes por po COVID19, el porcentaje total adicion icional de las víctimas en Turquía se aloja alreded ededor de un 25%. 141 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN se ha hecho del virus en aras de obtener mayores réditos políti olíticos. Un ejemplo plausible ha sid sido la prohibición para las municipalida alidades de recolectar y distribuir autó utónomamente donaciones privadas. Este hecho ha golpeado esencialmente e a llas municipalidades comandadas por la op oposición, cuyo caso más resonante nte es el de Estambul, gobernada desde e 2019 2 por Ekrem Imamoglu del Partid artido Republicano del Pueblo (CHP, por sus us siglas s en turco). e para pa pensar la construcción de poder de Erdogan, E El ejemplo es elocuente cimentada en la definició inición de un otro como adversario político. polí La prohibición para la recauda audación de las municipalidades fue expues uesta como una herramienta para evita vitar la consolidación de Estados paralelos s dentro de del Estado que pudieran socav ocavar su legitimidad. La narrativa guberna ernamental, incluso como se ve actual tualmente en tiempos de pandemia, ha ne necesitado insuflar la tensión política ca p para recolectar todo tipo de apoyo popular ular. En esta dirección se ha ma mantenido el gobierno, de centralización en la toma de decisiones y, por lo tanto, t de intransigencia en la coordina dinación de acciones directas con los os m municipios en manos opositoras, entendie ndiendo que el acuerdo es equivalente nte a ceder poder. Justamente esta reticenc ncia es la que derivó en el desastre re de d la cuarentena del fin de semana dell 11 y 12 de abril. El ministro del Interio terior, Süleyman Soylu, había anunciado el inicio de la cuarentena rígida en varias var partes del país tan sólo unas horas as a antes, lo cual provocó aglomeracio aciones masivas en supermercados y tien tiendas. El desmanejo de la situación ión fue lo que condujo a la renuncia fallida ad de Soylu. A partir de este hecho, o, u un contrapunto se produjo entre el alcalde alc de Estambul y el gobierno del de AKP, pulso que se vislumbra como clav clave en el devenir de la política turca. rca. El uso político del COVID--19 por parte del gobierno también se ha visto en la intensificación de las s pe persecuciones políticas a sus críticos. De Del mismo modo, bajo el argumento nto de combatir las fake news, las autorida ridades han profundizado la censura y e el control de la información en Internet. t. A su vez, organizaciones de derechos chos humanos han visibilizado el trato irreg rregular que han recibido los periodista distas encarcelados y otros presos políticos icos, en un contexto de liberación de ep presos comunes (Schenk, 2020). A la luz de estos casos, os, entre la negación del adversario polít olítico y la persecución a opositores es y críticos, el gobierno de Erdogan, en el contexto c de lucha contra el coronav onavirus, ha densificado su deriva autoritar aria. Esto significa, para ponerlo en otros términos, que ha transformado o el tablero político en un juego de e su suma cero entre las partes, en donde e to todos los medios pueden ser posible sibles para obtener un fin, el de sobreponer onerse ante sus rivales. Una consecuencia del ras rasgo autoritario de los sistemas es la e excesiva estructuración y dependenc dencia de un determinado actor político. Es y ya harto conocido que el sistema a p político turco se ha caracterizado en los últimos tiempos por adaptarse y p por funcionar exclusivamente en torno a la figura de Erdogan, al igual que e se ha centralizado la toma de decisiones s en él y en su círculo íntimo. De ahíí es que según sus principios, ideas y priorid ioridades se construya el rumbo de e lo los acontecimientos. En este caso, su p prioridad constante, desde marzo o de este año, ha sido la de mantener la a actividad económica en marcha en la medida de las posibilidades. No debe be olvidarse o que Turquía continúa cap capeando desde mediados de 2018 una a s situación 142 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN económica sumamente frág frágil, marcada por tasas negativas de crecimiento, crec desempleo creciente, aume umento de la inflación y de los niveles de e de deuda. En consecuencia, Erdogan ha b buscado la manera de evitar la profundiza ndización de la recesión y revertir el complejo com cuadro macroeconómico. Esto ha chocado con la visi visión del ministro de Salud, Fahrettin Koca, ca, y con la del grupo de asesores sa sanitarios que recomendaron tempraname amente las medidas de distanciamiento iento social y cierre de espacios públicos.. A pesar p de que en un principio de la pandemia Erdogan era reacio a la adop adopción de medidas más restrictivas, s, e el aumento de los casos lo llevó indefectib ctiblemente a implementar políticas s d de distanciamiento y de aislamiento y algunos cierres comerciales. El dilem dilema entre salvar la economía o la vida,, pu puesto en términos reduccionistas, también impregnó anticipadamente ell debate de al interior del gobierno entre tre el propio Erdogan y los expertos en Salud alud (Kirisci, 2020). Por cierto, lejos han queda uedado las previsiones optimistas que se e realizaron re para el año 2020. Mientras tras que en enero el Fondo Monetario Inter nternacional (FMI) había proyectado un crecimiento mundial de 3.3% para este ste año a y de 2.5% para las economías mías emergentes –entre las cuales se e cu cuenta a Turquía–, la Organización ión para la Cooperación y el Desarrollo Económico Ec (OCDE), antes que la OMS MS declarase la pandemia, había increment entado sus previsiones de crecimiento nto para la economía turca de 0.9% a 2.7%. 2.7% A su vez, la OCDE había conside siderado la posibilidad de que la economía ía o obtuviese resultados positivos de e aplicarse rápidamente las medidas sanitarias sa pertinentes. En el plano no interno, el ministro de Finanzas –y y yerno y de Erdogan–, Berat Albayrak, ak, había llegado a aventurar un crecimiento ento del PBI del orden del 5%. Sin embargo, el impacto to global g de la pandemia debió recalibrar ar todas to las proyecciones económicas as re realizadas tan sólo meses atrás. El inform orme de las Perspectivas Económicas as M Mundiales del FMI de abril de 2020 refleja refl una contracción económica mun mundial del 3%, mientras que sobre Turquí rquía arroja una caída del 5% del PBI, BI, u un desempleo del 17.2% y una inflación ión del 12% (FMI, 2020). En adición, ión, la prohibición de vuelos internacion cionales ha golpeado duramente al sec sector del turismo, uno de los pilares de la economía e turca. Así como el COVID-19 ha tenido un impacto negativo en el juego ego político interno, agudizando las as ttendencias autoritarias preexistentes, s, y en la economía, revirtiendo las as p previsiones optimistas por proyecciones s sombrías, so el gobierno turco ha busca scado en las relaciones internacionales un respiro r y un canal para achicar ar el e distanciamiento existente con sus aliados tradicionales. Por medio dio del Centro Euroatlántico de Coordina dinación de Respuestas ante Desastre stres de la Organización del Tratado del el Atlántico A Norte (OTAN) –principal pal mecanismo de respuesta de la alian lianza ante situaciones de crisis–, y e en una acción conjunta con los miembro bros de la alianza, Turquía se encargó argó de proveer insumos y recursos con dest estino a los países europeos más afect fectados por la pandemia, entre los que se cuentan Italia, España y el Reino o Un Unido. A su vez, también Turquía envió ó ins insumos y equipamientos médicos a los Estados Unidos, en medio de una na s situación delicada en la relación bilateral bila a causa de los desacuerdos sobre re S Siria, las sanciones a Irán y en tor torno a la adquisición turca del sistema a defensivo d antimisiles S-400, de orig origen ruso. Con respecto a esto último, o, en e plena 143 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN pandemia Turquía ha posp ospuesto la activación de dicho sistema,, lo cual se entiende como un pequeño eño guiño más hacia los Estados Unidos, a la espera de obtener, en paralelo,, un swap de monedas para aliviar la frágil gil s situación económica. En esta tónic tónica, el COVID-19 ha proporcionado la excusa perfecta para Erdogan para asistir a sus aliados y cambiar relativam ivamente su imagen, mostrando un ma mayor compromiso y responsabilidad inter nternacional (Tol y Bechev, 2020). En la región, de igual modo odo el gobierno turco ha proporcionado mascarillas, mas barbijos, tests, entre otros tros insumos, a Irán, Irak, Líbano, Argelia, ia, Yemen Y y Túnez, al igual que al Gob obierno de Acuerdo Nacional libio, aliado turco tur en la guerra civil libia. En adici adición, ha mostrado una relajación con n Israel, Is al tiempo que ha mantenido ido su asistencia a Palestina. Mientras que en los Balcanes, zona de influenci encia naturalmente turca según el gobierno rno del d AKP, ha profundizado su inserció rción desde fines de marzo (Tol y Bechev,, 20 2020). Pese a que el COVID-19 9 ca causará estragos en el corto y mediano pla plazo en la economía, profundizando do la caída del PBI, extendiendo la recesión rec y empeorando los índices s m macroeconómicos, y, al mismo tiempo,, do dotará de mayor incertidumbre ell d devenir de la política doméstica, con un mayor ajuste autoritario y polar olarización en el sistema de fuerzas polít políticas, el gobierno ha buscado contra ntrarrestar estos costos con éxitos relativos ivos puertas afuera. La cooperación y as asistencia humanitaria y médica a aliados, os, socios y rivales se impone como o lla opción más eficiente en estos mome omentos de incertidumbre. Sobre todo odo, el gobierno busca que la ayuda a los países europeos y a los Estados dos Unidos redunde en beneficios económic micos tales que le permitan sortear ar el e negativo escenario venidero. Sólo o el tiempo demostrará si estos esfuerz uerzos son suficientes. Política y religión: roll de del Diyanet El Directorio de Asuntos s R Religiosos (Diyanet, según su acepción n en turco), fue creado en 1923 porr Mu Mustafa Kemal Atatürk tras la abolición del califato. Su función es la de regu egular todos los asuntos referidos a las as p prácticas islámicas. Desde la llegada ada al poder del AKP, un partido de raíces s islamistas, isla el Diyanet se ha vuelto en un órgano altamente influyente en la vid vida diaria de la sociedad turca y en n la reislamización parcial de la misma, con on cerca c de 89.000 mezquitas bajo o su órbita de control. En los nuevos tiem tiempos de pandemia, las autoridade dades religiosas, bajo los designios del círculo gobernante, han buscado do la forma de conciliar el distanciamiento o social so con las prácticas religiosas. Dos días después del prim primer caso positivo, el Diyanet alertó que quienes tuvieran los síntomas propios prop del COVID-19 rezaran desde sus us c casas en lugar de acudir a los templos. tem A continuación, el Directorio ordenó or la suspensión de todo tipo o de rituales religiosos, entre ellos las oraci raciones de los días viernes, las cuale uales pasaron a ser transmitidas por televis levisión. De este modo, desde mediado iados de marzo del presente año, todos los so ojos y los oídos se dirigieron hacia cia el Diyanet como guía en la modifica ificación sin precedentes de las práctica ticas cotidianas. Ali Erbas, presidente dell Di Directorio, fue, no obstante, sometido a crít críticas por su manejo sobre los pere peregrinos que regresaban de los lugares ares santos situados en Arabia Saudita udita. Junto con Erdogan, fueron objetados dos por no 144 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN establecer una cuarentena ena rígida hacia todos aquellos fieles que regresaran reg al país –muchos de ellos s ad adultos mayores–, quienes son verdaderam eramente la más sólida base de apoyo yo del gobierno. Si bien hubo sectores de e fieles fie que fueron puestos en cuarent rentena, como consecuencia de los laxos s controles, co Turquía, de ser un país aís con pocos casos positivos al principio cipio de la generalización del virus,, rá rápidamente pasó a ser uno de los diez países paí más afectados en el mundo. En este campo, como se puede vislumbrar, también se suscita ita la lucha política en torno a la figura gura de Erdogan. Reconociéndola como una na cuestión de gravedad institucional onal y de afrenta a su poder y legitim itimidad, el presidente turco denunció ció que las críticas al Diyanet eran ataques ues directos al Islam y al Estado. Y por si no quedara claro que la democracia cia tturca ha entrado en los últimos añ años en las sendas del autoritarismo, fisc fiscales del Estado iniciaron una invest vestigación sobre el Colegio de Abogados s de Ankara por insultar los valores religiosos. relig En definitiva, la reislamizac ización de la sociedad turca se produce hoy en día en paralelo a la continua nua deriva autoritaria del gobierno de Erdo dogan. El pulso con la oposición y c con los sectores seculares no es más ás q que otra faceta de la lucha por ell po poder en Turquía. Reflexiones finales No hay dudas que el COV COVID-19 ha sacudido fuertemente las s di dinámicas políticas y económicas no s solamente de Turquía, sino del mundo en general. Particularmente en el cas caso que aquí compete, el impacto es s aún a más profundo si se tiene en cue cuenta la especial situación política y económ nómica que atraviesa el país. En otras tras palabras, la pandemia ha agudizado ten tendencias ya preexistentes en Turquía: Turq la polarización del sistema pol político, la naturalización del autorita ritarismo en las esferas públicas y privad ivadas y la complejización de la crisis risis económica. En el corto plazo, no parec arece haber más opciones que éstas. teresante es pensar en el largo plazo,, ya que el Lo que es sin duda intere porvenir suscita mayores res incertidumbres. Sobre la base de lo hasta ha aquí expuesto es posible plantea ntear algunas cuestiones. En primer lugar, habrá que poner especial énfasis en cómo el gobier bierno turco continúa combatiendo la pandemia pa e, igualmente, al accionar dell alcalde al de Estambul, Imanoglu. Ell manejo ma de crisis será vital para la construc strucción de discursos e imágenes s c colectivas de cara a las lejanas elecciones ele presidenciales de 2023. 3. P Pese a que falta todavía tiempo, este ste dato es importante ya que serán án llas segundas elecciones bajo el nuevo vo esquema e constitucional salido dell ref referéndum del año 2017. Otra cuestión ser será seguir con atención las estrategia tegias políticas que adopten Ahmet Davutog utoglu y Ali Babacan, otrora funcionar narios del gobierno. Sobre el reacomodam damiento y adaptación de estas pieza iezas políticas circulará seguramente la discusión d política en el contexto de post-pandemia. De todas formas, la figura fi de Imamoglu, desde su pos posición en la gestión, es una amenaza aza directa Erdogan, por lo que debe ebe esperarse en el devenir de la política ica turca t un mayor grado de autoritarism arismo del gobierno. En segundo lugar, habrá rá q que ver hasta dónde la crisis económica ica e es capaz de erosionar las bases es d de sustentación política del AKP. Sii bien b las 145 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN proyecciones del FMI arr arrojan un 17.2% de desempleo, estim stimaciones privadas más fatalistas llegan lleg a conjurar un número cercano all 30% 30 para este año. Como pequeño ño dato d alentador para la economía turca,, el FMI, en el informe consignado prev previamente, estima un crecimiento de 5% del PBI, un desempleo del 15.6% % y una inflación que se mantiene en ell 12%. 12 Sea como fuere, no son más s qu que previsiones económicas futuras en un contexto c de dramática incertidumb umbre. No debe olvidarse que el info informe de Perspectivas del FMI de a abril modificó el optimismo del que había ha sido publicado tan sólo tres s m meses atrás cuando del COVID-19 no se s tenía conocimiento. Finalmente, deberá serr ex examinado el rol de Turquía como actor acto en la cooperación y asistencia cia médica internacional, esto es, si las ayudas provistas a sus aliados dos occidentales podrán redundar en be beneficios materiales tangibles que e p permitan alivianar el peso de la crisis económica. eco En este sentido, habrá que poner la lupa sobre la evolución de la relación bilateral con los Estados os U Unidos, ya que la pandemia trajo la a provisoria pr suspensión de la activación ción del sistema ruso S-400. Aún más, antes ant de la generalización del virus,, el rol de Turquía en Siria había llegado al p punto de chocar militarmente con n las fuerzas del régimen de Al-Assad, lo que abre el interrogante de hacia qu qué caminos surcará la relación con Rusia. Ru Es prematuro para hablarr d de normalización del vínculo con Occid ccidente o distanciamiento de Rusia, ia, p pero lo seguro es que el gobierno turco o no dudará en ubicarse junto al que e m mayores recursos le otorgue para superar erar la crisis económica y junto al que ue m menos obstáculos le coloque en torno a la política sobre Siria. Referencias bibliográfica ficas Fondo Monetario Internacio acional. (2020). Perspectivas Económicas s Mundiales. Mu Recuperado de https: tps://bit.ly/2M3wvMj Kirisci, K. (6/05/2020).. The Th Coronavirus Has Led to More Authorita oritarianism for Turkey. Th The National Interest. Recuperad erado de https://nationalinterest rest.org/blog/middle-east-watch/coronavirus-has has-ledmore-authoritarianism ism-turkey-151621 Mourenza, A. (27/04/2020 020). El misterio turco: uno de los países es con c más casos de covid-19 19 y menos muertes. El País. 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Recuper perado de https://bit.ly/3esCHcI HcI 146 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Arabia Saud audita: consecuencias cias y derivacion ciones de la pandemia mia Agustín stín Dip86 La crisis provocada por la pandemia trajo aparejada una a serie s de consecuencias no sólo pa para la salud mundial, sino para la a e economía globalizada en su conjunto unto. En las últimas semanas, hemos asisti sistido a un escenario desolador en distintos dist lugares del mundo como Italia, Chi China, Irán y los Estados Unidos. Ell pro propósito de este ensayo es analizar la otra cara de los efectos generados o pr profundizados por el Covid-19, particularm larmente en el Reino de Arabia Saudita. ita. Su situación económica a c comenzó a deteriorarse fuertemente cua cuando en febrero China redujo sus s im importaciones a 3 millones de barriles por día. Así, el destino top de las expor portaciones sauditas pasó a demandar solo olo un 20% de su total (Cang, Blas y C Cho, 2020). Esto generó que la Organiza nización de Países Exportadores de Pet Petróleo (OPEP) convocase una cumbre en Viena el pasado 5 de marzo. Allí, í, los miembros acordaron un recorte adiciona ional de 1.5 millones de barriles por día a lo largo del segundo cuarto del año, o, hasta ha el 9 de junio cuando se va a a realizar la próxima reunión (Meredith, ith, Ellyatt, 2020). Además, la OPEP P invitó in a que Rusia y otros Estados produc ductores no miembros acataran lo deci decidido en Viena. Sin embargo, el Kremlin lin rechazó dicho pedido, provocando do que el precio de cotización del barril il cayera ca un 10% más. En las semanas previas as s se veía el poco margen de negociació ación de la monarquía frente a Rusi Rusia. Durante las negociaciones, oficiale iales rusos declararon que era muy pro pronto para hacer recortes a la producción ión debido d a que no se conocía el verd verdadero impacto que el coronavirus tendr ndría en la demanda. Luego de que e el Kremlin se negara a recortar su produc oducción de petróleo, la monarquía comenzó com a ejercer su poder de formadorr de precios generando lo que se conoc noce como la “guerra de precios del petróle róleo” entre Arabia Saudita y la Federac eración de Rusia. Estas cuestiones generaro raron que el lunes 20 de abril ocurriera ra algo sin precedentes en la historia toria del capitalismo. Por primera vez, los precios futuros del crudo norteame americano, conocido como West Texas Inter ntermediate (WTI) cayeron a niveles s ne negativos. Esto se debió a la gran acumula mulación de stock generada por la falt falta demanda que se derivó de la pande ndemia. La producción de hidrocarburo buros no puede ser cortada a cero. Incluso o el mínimo nivel generaría excedentes ntes en la oferta. Además, la industria no o tiene ti una capacidad de almacenaje je q que cubra todos los barriles que no encuentren enc compradores, es por lo qu que los tenedores de estos llegaron a pagar pag para quitárselos de encima (Wor Worland, 2020). 86 Licenciado en Relaciones s Internacionales. In Universidad Nacional de Rosar sario (UNR). Miembro e Investigador gradu raduado Instituto Rosario de Estudios del Mundo ndo Árabe e Islámico (IREMAI-UNR) y del de Grupo de Estudios sobre Medio Oriente nte (GEMO). Correo electrónico: dipagustin stin@gmail.com 147 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN El impacto económico oys social al interior de la Monarquía Las consecuencias económi ómicas del coronavirus en la monarquía sau saudita han sido significativas, arrastran strando consigo a los otros miembros dell Consejo Con de Cooperación del Golfo y generando una crisis financiera intern ternacional. Empero, distintos analistas istas coincidieron al afirmar que el Reino o de Arabia Saudita es el Estado que ue se encuentra mejor preparado para mitigar mit los efectos derivados y sacar acar provecha de la misma. La compañía ñía saudita ARAMCO es la que me mejor posicionada se encuentra frente nte a sus competidores para sobrevi revivir un período largo de precios bajos. s. Además, A puede recuperarse rápido ido gracias a sus bajos costos productivos vos y a sus niveles de almacenamiento nto de stock superiores al resto (Occhiuto, o, 2020). 2 Sin embargo, el panorama ama dista de ser tan optimista. El gerente te g global de precios de commodities de la agencia financiera S&P Global Platt Platts, Dave Ernsberger, le dijo a la CNBC que tanto Ryad como Moscú cú son los ganadores, pero que se e tr trata de una victoria pírrica y relativa (M (Meredith, 2020). Esto se debe a que el resto de las producciones petroleras, as, como el Brent inglés, se están ace acercando a los niveles excedentes de los Estados Unidos. De esta forma, a, la competencia se elevaría a un nivel niv feroz generando una pérdida ida de la posición saudita en ell mercado m hidrocarburífero y la consig nsiguiente profundización de su crisis financie nciera. Esto atentaría fuertemen mente con los objetivos estratégicos s sauditas. s Progresivamente, se han n id ido alejando del perfil de un “swing produc ducer”, que oscilaba en la cantidad ad producida, para concentrarse en una política tendiente a captar mayore yores porciones del mercado. Es en función ión de esto que han venido aumentan tando su producción considerablemente, e, haciendo h que los precios del cru crudo se mantengan bajos para mejorar mejo su competitividad. Tradicionalmente, el reino eino ha seguido una política petrolífera que, que en el corto plazo, buscaba maxi aximizar los ingresos cediendo cuotas del el mercado m en función de otros jugador adores del tablero energético mundial (Fattou attouh, Sen, 2015). Sin embargo, en los últimos años y más fuertemente te desde d la llegada del príncipe Moham hammed Bin Salman al poder, esta estrateg ategia debió flexibilizarse debido a consi onsideraciones de largo plazo como la inversi ersión en el sector para ampliar la c capacidad de reserva, la diversificación ción de la economía de base, el cam cambio climático y políticas de seguridad energética en que afectan la demanda a de crudo saudita. El proyecto del príncipe pe heredero h conocido como la Visión 203 2030 busca preparar al reino para un una economía post-petróleo, proveyendo ndo nuevas oportunidades laborales les al tiempo que reduce la depe dependencia hidrocarburífera. El ente e en encargado de realizar inversiones para lograr logr dicho objetivo es el Fondo Público blico de Inversiones de Arabia Saudita. No o obstante, o la crisis generada por ell CO COVID-19 frenó casi de forma total su activ ctividad. En su lugar, la Monarquía a e está utilizando esos recursos para finan financiar un enorme plan de estímulos ulos y un paquete de alivio a la economía mía, en un esfuerzo para mantener er los lo empleos al mismo nivel anterior a la crisis (Occhiuto, 2020). Asimismo, es dable resalta altar las consecuencias del coronavirus en e el orden social saudita. La pandem demia podría reforzar las ya existentes s tensiones te societales. Como en la gra gran mayoría de los países de la región,, Ria Riad tomó 148 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN medidas sin precedentes tes en lo que respecta al distanciamiento ento social, imponiendo un toque de e qu queda parcial y restringiendo movimientos tos internos con motivos religiosos. Est Estas decisiones incrementaron la frustració ración de la porción más conservadora dora de la sociedad, que ya tienen dificult icultades en aceptar las reformas liberal erales implementadas por el príncipe hereder edero desde su llegada al poder. Para lograr adhesión a estas esta medidas, Arabia Saudita apeló a una na narrativa n nacionalista. Sin embargo argo, esto generó otro foco de tensión ión que es importante resaltar y mon monitorear que se ubicó entre los saudita ditas y los trabajadores expatriados, os, figuras claves de la economía ára árabe. La monarquía es hogar de más má de 10 millones de trabajadores extra xtranjeros y peregrinos de todo el mun mundo. Hubo acusaciones de deslealtad y falta de compromiso, especialmente ente a aquellos ciudadanos chiitas que habían bían estado recientemente en Irán (Fa (Farouk, 2020). No sólo eso, sino que la prensa p y algunos sectores del gobie obierno los acusó como “COVID-19 spread readers”, es decir, propagadores dell virus viru (Occhiuto, 2020). Asimismo, la pandemia tien tiene el potencial de relanzar las divisiones es s sectarias características de la socie ociedad saudita. Esto se ve particularment ente en la provincia oriental de All Qa Qatif, que viene denunciando sistemáticam camente los abusos por parte del gobie obierno de su población de mayoría chiíta. a. La misma fue una de las primeras en implementar medidas de contención dado que se la identificó como foco de lo los primeros casos de Covid-19 (Ghantous tous, 2020). Panorama geopolítico En una región tan convuls vulsa como Medio Oriente, la crisis desatad tada en los últimos meses tiene su cor correlato geopolítico. Más aún en el Reino od de Arabia Saudita, que se encuentra ntra atravesando un año clave para su rep reputación internacional. En primerr lug lugar, Mohammed Bin Salman se enfrentar ntará a una dura prueba en noviembre bre, cuando se celebre la decimoquinta Cum Cumbre del G-20 en Riad. Cabe record cordar que durante la Cumbre celebrada en Buenos Aires en 2018, todas las m miradas se fijaron en él luego del asesin sesinato del periodista Jamal Khashoggi oggi en la embajada saudita en Turquía. Es en este contexto que el príncipe heredero buscará el apoyo oyo de los Estados Unidos para sortear sort el escrutinio internacional al que ue se verá sometido. No obstante, e, y pese a que gozó de una excelente nte relación personal con el presiden dente norteamericano Donald Trump, los precios extremadamente bajos del petróleo tienen el potencial de tensarr la relación bilateral (Occhiuto, 202 2020). La guerra de los precios co contribuyó enormemente al colapso o de la industria energética estadounidense, se, al punto de que varios congresista sistas americanos le escribieron cartas abiertas ab a Trump para que presion sionase a Mohammed Bin Salman a fina finalizar la contienda. No sólo eso,, sino sin que numerosos republicanos llamaron ron al retiro de las tropas del territorio torio saudita (“Bill would remove U.S. troo troops from Saudi Arabia in 30 days”, ”, 2020). 149 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN A su vez, la decisión de d dejar de emitir visas para los musulma lmanes que quieren visitar los lugares res s santos en territorio saudita de La Mecca ca y Medina no fue bien recibida. Pese a ser una medida acertada debido o a la gran concentración de personas nas que se genera en dichos sitios, los paí países más conservadores de la región gión no vieron con buenos ojos esta cuesti estión dado que el 23 de abril comenzó nzó el mes del Ramadán. Otra cuestión que el Reino eino deberá atender es el conflicto de Yemen men. Desde 2015 que Arabia Saudita ita comanda una coalición internacionall de países árabes en contra del grup grupo rebelde conocido como los Hutíes,, a quienes acusa de ser un aliado proxy pr de Irán. La dispersión del virus s en tierras sauditas definitivamente te contribuyó a la decisión de los coaliga aligados de responder a los pedidos s de Naciones Unidas para un alto al fuego ego de dos semanas. En la mentalidad lidad de Riad, esto brindaría oxígeno al presupuesto pres estatal. Así y todo, los Hutíes Hutí ya anunciaron que continuarán atacan cando dado que ven en el coronavirus rus u una distracción que pueden aprovechar ar (O (Occhiuto, 2020). Por otro lado, otra de las facciones contendientes en Yemen, el Consejo Transicional del Sur (aliad aliado nominal de Arabia Saudita), tambié bién busca aprovechar el contexto o de caos generado por la pandemia. Es así que emitieron una declaración ción anunciando su autogobierno en deter eterminadas áreas del sur del pequeño eño país árabe (Ghobari y Mokhashef, 2020 020). Entre esas áreas, se encontrar traría la localidad de Aden y su puerto erto, punto geoestratégico clave. Cabe recordar que Yemen en e es el país más pobre del mundo árabe, e, que qu viene de una devastadora guerra erra civil con injerencia y derivaciones region gionales, en el que la población se encu encuentra sufriendo una de las peores famin inas de la historia. Al haberse detecta tectado los primeros casos de Covid-19, los temores crecieron debido al prácti ácticamente inexistente y ya saturado sistema sist de salud, lo que hace presagia agiar una catástrofe aún mayor. Reflexiones La diseminación del virus irus no discriminó países, etnias ni religion giones. Sus consecuencias trajeron efe efectos devastadores, en distinta medida a y planos, para todos los países. A la fecha, la estabilidad interna de Arabia Sa Saudita no se ha visto amenazada por la pandemia ni por la crisis económica a suscitada. su Empero, el país deberá ate atender urgentemente la crisis petrolífera. a. Entre E sus prioridades deben estarr la c capacidad del príncipe heredero de atraer raer a Putin a la mesa de negociaciones ones. Los expertos coinciden en que la única ica solución es un nuevo acuerdo de e re reducción de la producción entre la OPEP EP y Rusia, bajando la misma a 6 millones mil de barriles por día. Anticipándose ose, Arabia Saudita anunció el 11 de em mayo un nuevo recorte voluntario de un millón m de barriles diarios, medida a a la que se sumaron también Kuwait y E Emiratos Árabes Unidos. Sin embarg argo, habrá que esperar hasta el 10 de junio unio cuando se realizará la próxima reun reunión de la OPEP+. Por otro lado, el frente externo ext todavía se mantiene relativamente nte estable. Esto resulta clave para la economía e saudita dado que le permite e aliviar ali sus cuentas. Cabe recordarr qu que el conflicto de Yemen le ha demanda andado a la fecha más de 265 billones es d de dólares (Jalal, 2020). 150 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Lo cierto es que mientras tras más se prolongue la pandemia y la c crisis del petróleo, hay mayores probabilidades pro de que estas cuestiones se vuelvan sumamente problemáticas cas para el Reino de Arabia Saudita. Será á crucial cru ver como llega la imagen del rreino y de Mohammed Bin Salman a la próxima cumbre del G-20 en noviem viembre de este año. ficas Referencias bibliográfica Bill would remove U.S. troo troops from Saudi Arabia in 30 days. (9 de abril de 2020). Reuters. Recuperado Re de https://www.reuters.com/a m/article/usglobal-oil-usa-senate/b te/bill-would-remove-u-s-troops-from-saudi-arab arabia-in-30days-idUSKCN21R3HG HG Blas, J., Cho, S., y Cang, g, A A. (2 de febrero de 2020). 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Recupe uperado de https://time.com/5824 824263/coronavirus-negative-oil-prices-consolida olidation/ 151 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN El COVID ID-19 pone contra las cuerdas rdas al régimen iraní 87 Verónica Deutsch Deu El contexto de la llegada ada del COVID-19 El año 2020 comenzó con on u un sorpresivo asesinato que sacudió los os ci cimientos del régimen político iraní aní y que provocó una escalada de tensió nsión en la compleja relación que ma mantiene el país con los Estados Unido nidos, y en particular con su presidente ente Donald Trump. Apenas 3 días después és d de haber iniciado el mes de enero nero, el gobierno norteamericano ordenó nó ataques aéreos sobre territorio iraq iraquí, los cuales tenían como principall objetivo ob al comandante de las Fuerzas rzas Quds iraníes, el general Qasem Soleiman imani. El suceso provocó estupor por e en toda la comunidad internacional ante nte el e temor de que el conflicto desenca ncadenara en una guerra, que auguraba convertirse con en una de las más cruenta entas de los últimos años y que podría terminar term de implosionar la inestable le re región de Medio Oriente. Finalmente,, los países optaron por otras vías, que al menos ponían en suspenso la posibi sibilidad de un conflicto bélico. Por or su s parte, los Estados Unidos endurecie recieron las sanciones contra el régime imen iraní, presionando a su vez para que e los lo países que aún seguían comprand rando petróleo persa, principalmente China, ina, dejaran de hacerlo. Esta estrategia egia estaba basada en la idea de “máxima ma presión” ideada por Michel Pompe mpeo (Pompeo, 2018), Secretario de Estado Est del gobierno de Donald Trump ump, cuyo propósito era ahogar la econom nomía iraní hasta lograr la renegociaci iación del Acuerdo Nuclear88 bajo otras condiciones, cond que referían principalment ente a evitar la cada vez más activa prese resencia del país en la región de Medio dio Oriente O y en los conflictos que allí se enm enmarcan. En cuanto a Irán, el asesinato ases de uno de los hombres más fuertes fue del sistema político y de uno o de los principales ejecutores de la política ica rregional, supuso un profundo golpe olpe estratégico y anímico para la cúpula la de d poder 87 Licenciada en Relaciones s Internacionales In (UNR). Miembro del Instituto to Rosario R de Estudios del Mundo Árabe e Islámico I (IREMAI-UNR) y del Grupo de Estud studios sobre Medio Oriente (GEMO). Correo rreo electrónico: veronicadeut@gmail.com 88 También llamado Plan Int Integral de Acción Conjunta (JCPA por sus us siglas s en inglés), el Acuerdo fue firmad mado en el año 2015, tras casi 10 años de negoc egociaciones, por Irán y los países del llama lamado 5+1: Reino Unido, Francia, Estados Unido nidos, Rusia, China + Alemania. Allí, la a Re República Islámica se comprometía provisoria oriamente a disminuir o limitar su program rama nuclear, a cambio de un levantamiento o lim limitado de sanciones sobre sus exportac ortaciones de petróleo y algunos otros producto uctos (entre ellos la industria petroquím uímica y de automóviles). El Acuerdo fue duramente du criticado por Donald Trump p d durante su campaña electoral, ya que entend endía que se le había permitido al régim égimen iraní acceder a financiamiento en el sistema internacional que le había per permitido adoptar una presencia más firme y agresiva ag en la región. Una vez en la p presidencia, el mes de julio de 2018 Donal onald Trump anunció su salida del JCPA, PA, comunicando también la reimposición de sanciones s sobre la economía persa (Deu Deutsch, 2019). 152 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN iraní. El general Soleiman ani era además una figura muy respetada tada por la sociedad, que se movilizó izó para pedir justicia por lo ocurrido. Sii bie bien en un primer momento el gobie obierno parecía haber capitalizado parte rte de ese reclamo, el reconocimiento ento del derribo por error del avión Boeing ing 737, de aerolínea ucraniana y la forma en la que se manejó dicha a cuestión, c produjeron un gran descont contento en la población. Sumado a ello, la profund unda crisis en la que había caído la econom nomía iraní direccionaba gran parte te d de los reclamos y las críticas a la gestión ges del presidente Hasán Rohani ni y de la facción reformista a la que represe resenta. En ese contexto, dos días ant antes de celebrarse las elecciones parlame lamentarias, antesala de las presidenc enciales del próximo año, ante la presió esión de la sociedad por los creciente ientes rumores de la existencia de enferm fermos por coronavirus, el ministerio erio de Salud confirmó el 19 de febrero ero los dos primeros casos positivos s de del virus dentro de territorio iraní, en la ciudad ci de Qom (“Confirmaron los dos primeros casos”, 2020). io de elecciones parlamentarias El COVID-19 en medio Las elecciones parlamentar ntarias en Irán se desarrollaron el 21 de feb febrero del 2020. Aún lejos de categor egorizarse como pandemia, los alcances del virus v del COVID-19 eran hasta ento entonces poco conocidos más allá de las as fronteras f chinas. Sin embargo, ya circulaban sospechas de que el núm número de contagiados era mayorr a los que el gobierno persa reconocía (E (Espinosa, 2020). El eje de la jornada elector ctoral estuvo puesto en la arrolladora victori ctoria de los conservadores por sobre re lo los reformistas 89 , lo que posicionaba de manera favorable a la facción más ás radical, contraria a establecer negociacio iaciones con Occidente, crítica del Acuerdo Acue Nuclear y a la forma en la que e el e actual gobierno estaba llevando ndo adelante la economía. Entre sus us filas se encuentran los sectores es c cercanos al Ayatollah Alí Khamenei, i, así as como miembros del Cuerpo de lla Guardia Revolucionaria Islámica 90 , el cual ha logrado capitalizar enorm norme poder en los últimos años, gracias gra al financiamiento que destin stina Irán a fortalecer su presencia en n conflictos c regionales. Por su parte, rte, la derrota marcaba el devenir de e un u difícil escenario para los reformi rmistas, cuya figura principal, el presidente ente Hasán Rohani, habiendo cumplido plido su segundo mandato estaba imposibili sibilitado de presentarse nuevamente. te. 89 Cabe destacar que en Irán no existen los partidos políticos, los cuale uales fueron disueltos y prohibidos desde esde el año 1983. No obstante, el artículo lo 2 26 de la Constitución habilita la creaci eación de asociaciones político-religiosas. En base bas a estas asociaciones se desarrolla el proceso electoral iraní, siendo posible ident entificar dos facciones principales en torno orno a las cuales éstas se ubican: la facción reformista refo o moderada y la facción conse nservadora o principista. En líneas generales, s, lla facción conservadora insiste en que ue el gobierno debe mantenerse fiel a los ideales idea de la Revolución de 1979 y defend ender los valores islámicos. La facción reformist ista, por su parte, considera que hay límites límit a la implementación de dichos ideales,, ab abriendo la posibilidad de ciertos cambios bios en pos del interés nacional (Zaccara, 2010). 0). 90 El fallecido general Qasem em Soleimani pertenecía a las fuerzas Quds, responsable re de las operaciones extraterrito rritoriales de la Guardia Revolucionaria Islámica. ica. 153 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Uno de los fenómenos más relevantes del proceso electoral estuvo vo dado d por la merma en la participació ación de la ciudadanía, siendo de apenas un 42%, la más baja en la historia de la República Islámica de Irán y 20% menos me que las últimas elecciones parlamentarias pa de 2016 (“Confirmaron on los dos primeros casos”, 2020). 0). Muchos analistas adjudicaron este e hecho h al desencanto de la población ción con los funcionarios del gobierno y a las graves consecuencias que la crisi crisis económica estaría produciendo. Sin in e embargo, hubo quienes se arriesga sgaron a deslizar la posibilidad de que e e el temor provocado por el coronavir avirus hubiera coadyuvado a la escasa partic articipación. En este sentido, se deben ben resaltar las declaraciones del Líder Supremo Supr Alí Jamenei, quien incluso denunció den de “propaganda enemiga para exa exagerar la amenaza del coronavirus us e en el país e intentar disuadir a la gente ente de ir a votar” (“Confirmaron los s do dos primeros casos”, 2020). Desde un primer momento nto el gobierno iraní restó importancia signif gnificativa a los alcances que podía tene tener el virus, dejando pasar momentos claves clav para su efectiva contención. Los primeros casos fueron identificados en la ciudad de Qom, capital de la ho homónima provincia, que cuenta con más de un millón de habitantes, se encuentra a sólo 150 kilómetros de e la capital Teherán, es un punto centr entral para la clerecía chiíta y se trata porr lo tanto de una ciudad con una gran n ci circulación de personas, por lo que se pres presentaban numerosos factores que e da daban el indicio de que la situación podía ía ag agravarse. Las medidas adoptadas as A partir de los primeros os c casos anunciados el 19 de febrero, día ía a día se fueron sumando nuevos s co contagios, así como también decesos provocados pro por la enfermedad. En apenas apen unas semanas Irán se convirtió en n uno un de los epicentros del COVID-19 19 por la inmensa cantidad de enfermo rmos y de fallecidos. En este sentido, tido, desde algunos medios se manifestó que la alta tasa de mortalidad, que e en el momento inicial se ubicó cercana al 20%, 2 era el indicador de que el núm número de contagios era mucho mayorr al que se tenía conocimiento (Fassihi sihi y Gladstone, 2020). Se presentó además la pa particularidad de que importantes figuras ras políticas contrajeron la enfermedad, dad, llegando en algunos casos a perderr la vida. La ministra para los Asuntos tos d de las Mujeres y Familiares, Masoumeh eh Ebtekar, la mujer que posee el car cargo más alto dentro del gobierno fue una de las primeras en comunicarlo. lo. A ella se sumaron luego el viceministro ro de d Salud, Iraj Harirchi; el encargado ado del manejo del coronavirus en la ciudad ad de d Qom, Mohamad Reza Ghadir; ir; el e ministro de Herencia Cultural, Arte Artesanía y Turismo, Ali Ashgar Moune ounesan; el Ministro de Industria, Reza Rah Rahmani, e incluso también se sospe spechó del vicepresidente Eshaq Jahangir ngiri. El ex comandante de la Guardia rdia Revolucionaria, Farzad Tazari, así com como el ex embajador en Siria y ex asesor del canciller Mohammad Java avad Zarif, Hossein Sheikholesam,, ambos murieron a causa del virus viru (“El vicepresidente y dos minist inistros”, 2020). El día 11 de marzo la Orga rganización Mundial de la Salud declaró la pandemia pa por el coronavirus. Para ra esa fecha, el número de contagiados os en Irán superaba ampliamente e lo los 10.000 y había más de 500 fa fallecidos, ubicándose en ese entonce nces en el ranking mundial como el tercer er país p más afectado. A pesar de ello, llo, el gobierno se mostró reacio a declarar rar medidas 154 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN demasiado restrictivas,, co como la cuarentena obligatoria, que e pudieran p ejercer más presión sobre bre una economía extremadamente frágil, il, q que en el 2019 había caído más de un 9%. Recién el 16 de marzo se comunicó com la imposición de un cese par parcial de actividades, en el que si bien ien c cerraron mezquitas, escuelas, unive niversidades, parques, y gran parte de los negocios n comerciales, se habilitó que los principales motores productivos continuaran con trabajando y se apeló eló a la responsabilidad ciudadana para pa que permanecieran en sus casa casas por precaución (Boccacci, 2020). Atend tendiendo al hecho de que a fines s de marzo tendría lugar el año nuevo vo iraní, el presidente Hasán Rohaní ní in instó a los ciudadanos a evitar visitas a familiares fa o amigos, en un intento o de contribuir a romper la cadena de propa ropagación: “Hay que aprovechar las s vacaciones va para estar más en casa a fin de d cortar la cadena de propagación ón d del coronavirus (…) Vamos a convertir al Noruz N en una oportunidad para ven vencer el coronavirus y no para propagar garlo más” (“Rohani urge a cortar”,, 20 2020). Dentro de las medidas s ad adoptadas también estuvieron presentes tes aquellas destinadas a paliar la situación económica de quienes se vieron imposibilitados de ejercer cer su trabajo, otorgando una línea de créd créditos con baja tasa de interés, destin estinados a obreros de la construcción, traba rabajadores de temporada, taxistas,, vendedores ven ambulantes y personal de resta estaurantes, entre otros. Se calcula a qu que alrededor de 3 millones de familias lias podrían beneficiarse con esta medid edida (Kabir, 2020). Hacia el mes de abril el número de muertes a causa del COVID OVID-19 se acercaba a los 4.000 y los contagiados sumaban más de 60.000 0 personas, pe lo que demostraba que la situación estaba lejos aún de ser solucio lucionada. A pesar de ello, el régimen n ir iraní, presionado por la profunda crisis económica, eco anunció un plan para el paulatino pa levantamiento de las restriccion ciones, a la vez que declaró “por supu upuesto que no queremos que haya más ás víctimas, v pero al mismo tiempo no queremos que la gente se muera de hambre" h (Boccacci, 2020). El protoc otocolo estaba compuesto de tres etapas:: la primera de ellas inició el 11 de abril y permitió que pudieran volver a sus puestos pu de trabajo aquellos sectores es c con bajo riesgo de contagio, exceptuand uando de la medida a la capital Tehe Teherán, que recién podría hacerlo en n la l etapa siguiente; la segunda etapa tapa inició el 18 de abril, habilitando la reape apertura de industrias catalogadas de a alto riesgo; finalmente, la tercera fase e aú aún no ha sido puesta en práctica, a, y ya que contemplaba la reapertura de e e escuelas, mezquitas, instalaciones s de deportivas, entre otros lugares públicos. No obstante, el pasado o 3 de mayo se comunicó la decisión de que las mezquitas de aquellas loc localidades que tienen baja circulación n del de virus, podrían reabrir sus puert uertas a los fieles siempre que se respe espeten los protocolos de higiene. La n noticia no sorprende teniendo en cuenta ta q que el 23 de abril inició el mes del Ramadán para los musulmanes, en el que se practica el ayuno, se prior rioriza la reflexión y oración y su cumplim plimiento es considerado uno de los s pil pilares de la religión islámica. La fuerte te presencia p del clero en la República lica Islámica habría ejercido presión para ara que el gobierno ceda en la adopción ado de dicha medida, ya que “muc muchos no entienden cómo es que e bazares ba fueron abiertos, mientras sus centros cen de oración permanecen cerrad rrados” (Gómez Ángel, 2020). 155 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Primera aproximación n a las consecuencias del COVID-19 La situación está aún lejos de ser controlada en Irán, ya que, si b bien han disminuido la cantidad de v víctimas y la curva ha ido en descenso,, el número oficial de infectados supera pera los 100.000 y el de fallecidos es cerca ercano a los 6.500. Por el contrario, lue luego de la implementación del plan de reac reactivación de actividades, el número ero de nuevos contagios diarios ha ido en n constante co aumento, hasta haber alca alcanzado en el día 7 de mayo un pico de 1.485, 1 lo que representa un 50% m más del promedio que se venía observand ando en las últimas semanas. A la reapertura de las pue puertas de las mezquitas, se suma la decisión dec de abrir las escuelas a partir tir d de 16 de mayo para que puedan desarrol rrollarse los exámenes antes del receso eso escolar. Ante este panorama, desde el M Ministerio de Salud han advertido ido que, a pesar del levantamiento de algunas restricciones, Irán aún no h ha controlado el virus, y tampoco lo hará ará a menos que se tomen las correctas ctas medidas preventivas y se implemente nte un plan integral para su aplicación ión (“Iran’s coronavirus cases jump”, 2020). 20). En este sentido, aún no se puede de d determinar si ya se ha alcanzado el pico ico máximo de contagiados. Si bien n el país parecía tener la situación controla trolada y se había comenzado a implem plementar el relajamiento de algunas medi edidas, las cifras de la primera sema emana de mayo estarían indicando un alarmante al aumento del número de casos, que hace sonar las alarmas as s sobre la posibilidad de un rebrote te q que obligue nuevamente a poner al país bajo el cese parcial de actividades. des. Las consecuencias del coronavirus cor se han hecho sentir también bién en las rivalidades al interior del sistema político de la República Islámica. Islám El manejo de la crisis del CO COVID-19 se ha presentado como una opo oportunidad para que cada facción bus busque sacar el mayor rédito político de e cara ca a las elecciones presidenciales s de del 2021. El cuerpo de la Guardia Re Revolucionaria Islámica ha intentado capita pitalizar los errores de la administración ación Rohani, y se han sumado a las críticas cas respecto r a cómo se subestimó ell alc alcance del virus, incluso cuando gran can antidad de funcionarios habían sido ido infectados, implementando las medi edidas de aislamiento demasiado tarde. tard En este contexto, la estrategia dell cuerpo cu de élite de la revolución ha sido s la de intentar reforzar su imagen n dentro d la sociedad iraní, así como o también al exterior, mostrándose dispu ispuestos a ayudar a los más necesit esitados, distribuyendo fondos para la producción pro nacional de test y equipam ipamiento para combatir al virus (Tabatabai abai, 2020). Este último punto represe resenta una cuestión central para compren prender los efectos del coronavirus en Irán, y se encuentra entre los principales ales puntos en conflicto con el gobierno erno de los Estados Unidos. ínculos externos El COVID-19 en los víncu Al momento de hablar de c cómo afectó el coronavirus a la República lica Islámica en su vinculación externa, rna, la tensa y conflictiva relación con los Estados Unidos se hace nuevamen mente presente. Uno de los puntos más s polémicos po estuvo relacionado con n las l consecuencias que tuvieron las s sanciones sa impuestas por los norteam eamericanos en lo que respecta al acceso o p por parte de los servicios de salud d ira iraníes a equipamiento sumamente necesa cesario para 156 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN combatir al virus, como o re respiradores, test, máscaras y medicame amentos. El ministro de Relaciones Ex Exteriores, Mohamad Javad Zarif, llegó ó incluso in a denunciar terrorismo méd médico por parte del gobierno de Donald ald Trump, alegando que el bloqueo o de los recursos financieros imposibilita el acceso a a recursos médicos, lo que ue p podría llevar a una catástrofe humanitar itaria en el marco de la pandemia (“Irá (“Irán denuncia el terrorismo médico”, 2020). 20). Por su parte, el presidente ente norteamericano declaró en una confere ferencia de prensa que, en el caso de que Irán precisara de su ayuda para enfr enfrentar la dramática situación, estarí starían dispuestos a hacerlo siempre que e lo pidan, dando a entender que el levantamiento de sanciones se produc duciría solo luego de un proceso de negociación en el que Irán ceda ante nte algunos pedidos de los Estados Unidos. Uni La imposibilidad de arribar siquiera era al punto de partida de la negociació ación queda demostrada con el hecho de que, que desde el lado iraní han decla eclarado que solo estarían dispuestos s a iniciar conversaciones una vez z qu que las sanciones hayan sido suspendidas. as. A pesar de encontrarse en un punto unto crítico para su economía, ha quedado do c claro que el régimen iraní no está á dis dispuesto, al menos por el momento, a ced ceder ante la estrategia de máxima a pre presión de Washington. Sin embargo, la República lica Islámica debe buscar otras alternativas tivas que le permitan paliar las terri terribles consecuencias que las sanciones ones están causando a su economía, ía, q que sumado a la pandemia por el COVID VID-19, se ha convertido en el combo bo perfecto para hacer tambalear al régime imen de los Ayatollah. Es por ello por lo que, el canciller iraní anunció a medi ediados de marzo que el país había abía recurrido al Fondo Monetario Intern ternacional, organización multilateral al que q no le presta dinero desde 1962, 2, p para ser incluido dentro de los paíse aíses que recibirían ayuda a causa de la pand pandemia, a través del instrumento de Financiación Rápida, solicitando un monto m de aproximadamente 5.000 00 millones de dólares. En esta cuestió stión, Irán también puede sufrir los os e embates de la rivalidad con los Estados dos Unidos, quienes ya anunciaron que no avalarán que Irán, ni tampoco China ina, tengan acceso a esta herramienta nta (Lawder y Shalal, 2020). Cabe destacar que numero erosas personalidades internacionales han n ex exigido al gobierno norteamericano no e el levantamiento de sanciones. Uno de los más fervientes pedidos provino ino de un grupo de 24 diplomáticos, incluido uidos cuatro ex secretarios generales s de la OTAN, quienes urgieron a Donald Trump Tru para que cesen las sanciones s sobre so Irán en lo que respecta a la importa ortación de suministros médicos y ali alimentos, por perjudicar el trabajo de quienes combaten al coronavirus. us. Dicha solicitud contó también con el a apoyo de Federica Mogherini, ex alta representante de la Unión Europea para ara Asuntos Exteriores y Política de Seg Seguridad (“Former world officials call on US”, US 2020). Reflexiones finales El régimen iraní se enfren frenta a uno de sus peores momentos desd sde 1979, aquejado por una profun funda y grave crisis económica producto ucto de las sanciones impuestas por or lo los Estados Unidos, la pandemia por ell COVID-19 CO vino a sumar complejidad dad a una delicada situación interna. El número núm de víctimas fatales y contagio agios han ido in crescendo desde el mes s de febrero de 2020, hasta alcanzar ar c cifras devastadoras, que ubican a Irán n e entre los países más afectados a nive nivel mundial. 157 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN La tensión con los Estados dos Unidos, presente desde los inicios de la R República Islámica, no ha hecho más que crecer durante todo el gobierno o de Donald Trump. La pandemia no ha supuesto un relajamiento en este ste tipo de enfrentamientos, sino que que, por el contrario, ha sido un condimen imento más para acelerar la conflictiv ictividad de la relación. La estrategia de máxima presión no parecería esta estar funcionando, ya que desde Irán n rechazan r tajantemente la renegociac ciación de un acuerdo firmado y acordado o p por todas las partes, y por lo tanto nto exigen el levantamiento de sanciones es antes a de acercarse al diálogo. Sin embargo, la situación n al interior de Irán se ha complejizado do cada c vez más, lo que hace sospecha char cuánto tiempo más podrá mantener una actitud tan intransigente. Los recl reclamos de la sociedad, tremendamente te aquejada a por la crisis económica,, a lo que se han sumado reclamos de índole ole política, de una ciudadanía cada a v vez más desencantada con sus líderes, es, han ido socavando la estructura a de poder sobre la que se apoya el régim gimen, que está urgido de buscar altern lternativas para asegurar su permanencia. La pandemia del COVID-19 19 representa un nuevo obstáculo que e los líderes iraníes deben enfrentarr en el medio de una situación de por síí con conflictiva. Hasta el momento, parecie ecieran no haber dimensionado la gravedad ad del d virus y cómo podría empeorar rar las condiciones económicas y sociales les de una ciudadanía que empieza a a sentir los efectos de años y años de e sanciones sa internacionales y de errad rradas políticas internas, pudiendo conver vertirse en factores desestabilizantes. tes. En este sentido, la pandemia abre e un nuevo frente para el gobierno,, que deberá medir cada movimiento para sob sobrellevar la situación y salir lo meno enos afectado posible, en el marco de una na c cada vez más presente y profunda a ri rivalidad con los Estados Unidos. Referencias bibliográfica ficas Boccacci, J. M. (18 de abri abril de 2020). Irán: enfrentar el coronaviru virus con el lastre de Estado tados Unidos. Página 12. Recupera erado de https://www.pagina12. a12.com.ar/260401-iran-enfrentar-el-coronavirus irus-con-ellastre-de-estados-unid nido Confirmaron los dos primer imeros casos de coronavirus en Irán. 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Su dominación no s se supedita solamente a ejercer coerción ón sobre s los habitantes que le asignaron aron tal función, sino también al control de rrecursos dentro de ese territorio.. Es Este control es el que garantiza la supervi ervivencia y desarrollo del Estado y, por ende, de la sociedad. Por tal motivo, mo la capacidad de desplegarr re recursos dependerá además de la autono onomía que posea para hacerlo. La capacidad estatal se def define como la aptitud del Estado para alcanzar alca los fines que se le asignan an ((Bertranou, 2015). Dicho de otro modo odo, es el conjunto de habilidades s em emanadas de su autoridad y legitimidad dentro de del territorio, en conjunto con la gestión de sus recursos para organ ganizarse y desplegar acciones en po pos de lograr determinados resultados: dos: hacer, innovar, responder, perm ermitir, impedir o solucionar. Dichas acciones acci se relacionan con tres elemen mentos condicionantes de las capacidades s estatales. es En primer lugar, los recu recursos del Estado son relativamente escasos esc en contraste con la inmensa nsa diversidad de necesidades que una na sociedad s puede tener a lo largo o d del tiempo. Relativo a ello, y en palabras pala de Bertranou (ibid., p. 41),, “el marco histórico-temporal” define la cont contingencia de los objetivos, aunque e e esta no es suficiente. En tercer lugar, el a abordaje de la contingencia con n recursos r relativamente escasos depende ende de la gestión de los responsab nsables de la toma de decisiones. Por or ello, e las capacidades estatales cons consisten en las posibilidades que un Estad stado tiene para desplegar soluciones nes más o menos efectivas entre sus habitantes, hab teniendo como variable las decisiones de los responsables del gobier bierno. Respecto al Estado sobre bre el cual es puesto el interés en este tra trabajo, el régimen sirio se apoya en ttres pilares fundamentales: el Partido Baa Baaz Árabe Socialista, las fuerzas arma rmadas y la élite de la facción alawita92 (Al-Mustafa, (Al 91 Licenciado en Relacion ciones Internacionales. Maestrando en Relaciones R Internacionales. Universidad ad Católica de Santa Fe, Santa Fe, Argentina tina. Correo electrónico: alessonicolas@gm gmail.com 92 Brevemente, el alawismo o e es una rama del islam chií, cuyo origen está est en las enseñanzas de Abu Shu’ab b M Muhammad Ibn Nusayr, discípulo del décimo o Imam, I en el siglo IX. Los alawitas, si b bien reconocidos como musulmanes por el Ayatollah Khomeini, son considerados os como c una secta por el islam sunita, corriente nte a la cual 160 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN 2020). De esta forma, la to toma de decisiones está enmarcada por or la rigidez de las instituciones (Kissing ssinger, 2016) y sus elementos constitutivos ivos, lo que explica la tendencia histór istórica a priorizar ciertos intereses partida tidarios por sobre la construcción de consensos, mecanismos autocráticos s por po sobre innovaciones -o reformas as- democráticas y la inequidad arbitrari traria en la posibilidad de acceso a los recursos. En tiempos de pandemia, y aú aún en la coyuntura en la que la población pob siria se encuentra inserta, esta a rigidez rig no se verá reformada. documento abordará el arribo de la pandemia pa Por tanto, este breve do producida por el virus COVID-19 CO a Siria, el contexto de este te p país, las capacidades de contingenci encia del gobierno central para ejecutar políticas polít con el objetivo de controlarr su desarrollo y minimizar sus consecuenc uencias, así como las primeras decisio cisiones destinadas a lograrlo. En este sen sentido, se argumenta que la gestión tión de la pandemia y sus consecuencias as no n es la mayor prioridad para el gobierno g sirio a nivel nacional, no sólo ólo por los escasos recursos para a afrontarla, sino también debido al inte interés de continuar presionando sobr sobre los frentes rebeldes con el fin de recuperar recu el control territorial. Siria: Estado erosionado ado, fuerzas en pugna y control territoria torial A modo de resumen, a partir par de la represión de las protestas de e m marzo de 2011 por parte del gobiern bierno de Bashar al Asad, luego enmarcada adas en los movimientos conocidos com como Primavera Árabe, el descontento social soc y los intereses políticos de distintas disti facciones convergieron en enfrenta entamientos armados con Damasco. A p pesar de los intentos de apaciguar las tensiones ten por ejemplo, a través del o otorgamiento de ciudadanía a la població lación kurda de la gobernación de Hasak asaka o la reforma constitucional de 2012-,, la guerra civil se desató ese año.. A Al día de hoy, el control sobre el territo rritorio sirio continúa en proceso de e reconfiguración r debido a los enfrentami tamientos y movimientos que se dan an entre e las múltiples facciones con sus res respectivos brazos armados-reunidas as e en distintos grupos y subgrupos según el ttiempo y la región-, el gobierno cent central sirio y las naciones que intervienen n a favor de alguna de las partes y/o /o e en contra de otra: Arabia Saudita, Turqu rquía, Irán, 93 Estados Unidos, Rusia e Israel . Además, deben incluirse las distintas organizaciones terroristas tas involucradas; actualmente, las más reco reconocidas por su actividad son Tahrir hrir al-Sham, Hezbollah y Estado Islámico co de d Irak y el Levante –o EI-. En estos nueve años,, la guerra ha provocado cambios de control con de distintas zonas y comunida nidades por parte de los bandos involucrado rados. Estas continuas sustituciones superpuestas sup no sólo han traído batallas constantes, con sino también la muerte e de civiles, pérdida de infraestructura y, una vez pertenecen dos tercios de la población p siria. Los alawitas, históricamente te rrelegados y perseguidos en Siria, comen menzaron a ser actores nodales en el poder y e el ejército con el golpe de Estado de Hafez al Asad (profeso alawita y padre e del d actual presidente) en la década de 1970. Para mayor profundidad acerca del el ascenso as al poder de los alawitas y su rol político actual, véase Fildis, 2012; y Goldsmit smith, 2012. 93 Estos, sin mencionar los s inv involucrados en la Coalición Internacional contr ontra Estado Islámico. 161 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN tomado el poder por una na n nueva facción, la persecución o discrimina minación de la población considerada a c como amenaza. Comunidades adyacentes ntes a Deir Ez-Zor en el Este, a Hama ma e en el Oeste o a Damasco han sufrido hasta hast nueve cambios de control territ erritorial hasta ahora (The Carter Center, ter, 2020). Particularmente, las poblac blaciones que estuvieron bajo control del EI h han sido víctimas de sometimient ientos, éxodos, mutilaciones y asesinat inatos con espantosa crueldad. Al día de hoy, el mapa a de Siria puede dividirse en cinco regione iones según quién detenta el control94.P .Por un lado, el gobierno central de Bashar shar al Asad controla alrededor del setenta sete por ciento del territorio, apoyado o por po Rusia, Irán y, por intermedio de e este último, el grupo extremista libanés s Hezbollah. H En el noreste, la región kur kurda más grande de Siria, autodenominada nada Rojavá, es liderada por el Partido tido de la Unión Democrática y respaldada ada por las Fuerzas Democráticas Siri Sirias y por Estados Unidos que, a pesar esar de los anuncios de 2019, continú tinúa con tropas operativas en la zona. El noroeste n del país adquiere la figura gura de un mosaico donde se intercalan po posiciones controladas por grupos reb rebeldes –en su mayoría agrupados en el Frente Fr de Liberación Nacional, au aunque mantienen relativa autonomía omía para operaciones- apoyados por Turquía y Arabia Saudita, y grupos denom enominados yihadistas, de los cuales s T Tahrir al-Sham mantiene mayor territorio orio. Ambos bandos, además de luchar char contra las tropas de Damasco y el EI, E están enfrentados entre sí por or el e control, particularmente, de la goberna ernación de Idlib. Las zonas bajo o co control del Frente de Liberación Nacional Naci se encuentran organizadas s ba bajo la administración del Gobierno Interin terino Sirio, cuya cúpula tiene tamb mbién residencia en Turquía, la cual al p participa activamente en su organiz anización política. Por último, el norte de Siria se encuentra militarmente co controlado por Ankara; zona que abarca ca desde d el noroeste de la gobernación ción de Alepo hasta la Zona de Seguridad dad pactada con Rusia en agosto de 20 2019 dentro del territorio otrora controlado lado por los kurdos. El Estado Islámico ico no controla territorios en Siria desde la batalla ba de Baghuz en marzo de 2019 019, aunque la cantidad de atentados perpetrados perp por la organización está creciendo cre nuevamente este año. Además de la internacio acionalización del conflicto, el crecimiento ento de la inestabilidad en la región, ión, la erosión de las capacidades estatale atales y los incontables daños material riales y de infraestructura, el resultado del conflicto puede contabilizarse95 en m más de trescientos ochenta mil muertos, tos, más de seis millones de refugiados dos y una cifra similar de desplazados intern ternos. Hoy, la pandemia causada por po el COVID-19 augura tener consec nsecuencias devastadoras en Siria, espe especialmente en las zonas donde se concen ncentran los choques armados y en los c campos de desplazados internos. 94 Esta división no tiene en c cuenta ciertos controles políticos coyunturale rales, como, por ejemplo, aquellas comunid unidades que, ante las limitadas capacidades est estatales de Damasco para proveer soluc oluciones a ciertas necesidades (como defensa nsa, agua y alimentos, etc.), han autogen generado precarias administraciones para conseg nseguir tales fines. Tal es el caso, por ejem ejemplo, de algunas comunidades drusas en la rregión de Haurán (Alami, 2018). 95 Las cifras de muertos, refugiados, refu desplazados y los campos donde e los últimos residen varían según la fuen fuente. Las presentes son tomadas según SOH OHR, 2020; UNHCR, 2020; UNOCHA, 2020 020. 162 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Pandemia, capacidades des erosionado estatales y decisiones en un Estado Este análisis intentará pres resentar tres variables a considerar. En prim primer lugar, existe un debate acerca ca d de las diferencias de información entre tre distintas fuentes en cuanto a cantida ntidad de muertos e infectados. En segundo do lugar, la situación según la región n y la cooperación o no de los actores territo rritoriales o extraterritoriales. En tercer rcer lugar, específicamente, las capacidades ades estales –y sus elementos relaciona ionados- para afrontar la pandemia. A fines de febrero, Nizar izar Yazigi –Ministro de Salud de Al Asad Asad- había anunciado que la Agencia cia Nacional de Noticias Siria96 sería la única nica fuente de información oficial acer acerca de la situación. El 22 de marzo, el g gobierno nacional confirmó el primer imer caso de infección por COVID-19 en el país. pa Para fines de mayo, las cifras s oficiales of comunican menos de sesenta infec infectados y menos de diez decesos.. Si Sin embargo, estos números son puestos tos en duda por diferentes organizacion ciones internacionales, así como medios opositores, opo que sostienen dos razones nes principales. Por un lado, se acusa al gobierno gob de controlar la información,, m modificando arbitrariamente las cifras (RSF, (RSF 2020; Independent 2020; SOHR, HR, 2020; Mustafa, 2020; Tsurkov y Jukhada adar, 2020), debido principalmente a q que los ánimos de la población dentro ntro de las regiones controladas por Damasco se agiten ante su incapacid acidad para gestionar la pandemia. a. Este E control de la información aparen rentemente incluye mecanismos de pre presión para silenciar a profesionales de la l salud. Por otro lado, el acceso o de Damasco a datos actualizados sobre e el número de contagios de las regione iones no controladas por el gobierno naciona ional resulta difícil más allá de las public ublicadas por las organizaciones políticas de facto, lo que, sumado a las limita mitaciones para realizar pruebas –por acc acceso y/o insumos- hace prácticamen mente imposible conocer el número aproxim oximado de contagios a nivel país s (N (Noticias ONU, 2020; OMS, 2020; RIC, RIC 2020; Gharibah y Mehchy, 2020; 20; Marks, 2020).Además, las cifras publica blicadas por los grupos que detentan n el control de las distintas áreas son sospec spechadas – hasta ahora, ningún conta ontagio- debido al acceso a kits de prueb ruebas y la continuación de enfrentam ntamientos y escaramuzas. Las comunidad idades bajo control de grupos terrorist oristas –en mayor medida, Tahrir al-Sham am- pueden ilustrarse como un agujero jero negro en cuanto al acceso de informaci ación sobre su situación. Inclusive,, p países limítrofes han manifestado ell ar arribo de personas contagiadas prove rovenientes de Siria (Alkoutami y Fahid, 2020). 2020 Respecto al potencial orige rigen de personas contagiadas que ingresan san a Siria, Irán ocupa el primer lug lugar, y Turquía el segundo. Si bien An Ankara ha superado a Teherán en cantidad can de contagios a nivel nacional, el b brote en esta última sucedió primero mero. De todas maneras, el tránsito de fuerz erzas entre Damasco y Teherán, por or u un lado, y Alepo y Ankara, por el otro, o, no n se ha detenido a pesar de los anuncios de cierres de frontera. Estas tas fuerzas incluyen al ejército turco, co, los l grupos paramilitares del Frente de e Lib Liberación Nacional, la Guardia Revolu volucionaria Islámica iraní –y las Brigadas s A Al-Quds-, miembros de Hezbollah y e el Ejército Árabe Sirio. En tercer lugar,, la frontera con Irak es tránsito de e m miembros de milicias con origen o destin estino a los 96 SANA, por sus siglas oficiale iciales. 163 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN territorios del Gobierno Reg Regional del Kurdistán. En la frontera con n Líbano, Lí al igual que en las demás, ás, el contrabando y el tránsito de refugiados ref aumentan los riesgos de circulación del virus. Distintos organismos org internacionales dependiente ientes de Naciones Unidas (Infobae, 2020), ), así a como el presidente Al Asad (Re (Reuters, 2020), han catalogado que un n b brote sin control podría ser una catástrofe cat para el país, y que los riesgos gos de que suceda permanecen altos. os. Según las distintas capacid acidades que los grupos que detentan ell co control de las distintas regiones posee oseen para afrontar la pandemia, estos han tomado medidas similares hacia a la población: aislamiento social, educación ción virtual, cierre de fronteras y suspensión su de la mayoría de las actividades act productivas y comercia rciales. Respecto al noroeste del país, pa los enfrentamientos armados dos y atentados no han cesado complet pletamente. Turquía es el principal acto ctor que aporta para la gestión de la pand andemia en esta región con provisión n de d insumos médicos, así como paso para ara la l ayuda humanitaria proveniente e de Naciones Unidas. En Rojavá, las capacid acidades de la administración son meno enores debido a dos variables principales: s: en primer lugar, la falta de acceso o a insumos médicos y kits de pruebas; en s segundo lugar, el acceso a recursos rsos vitales –como el agua- han sido interru terrumpidos en algunas comunidades s ya que el suministro depende de otras loc localidades que hoy se encuentran bajo control militar de Turquía. Según el análisis realizado zado por Gharibah y Mehchy (2020), Siria iria tiene la capacidad de dar atención ión adecuada a seis mil quinientos pacientes ntes97 antes de colapsar y deber toma omar medidas de racionamiento. Sin emba mbargo, las unidades de cuidados inten intensivos no están repartidas de manera a eq equitativa en todo el territorio. Porr ej ejemplo, mientras Damasco tiene alrededo edor de dos mil, la gobernación de De Deir Ez-Zor no tiene ninguna. Se estima tima que la región que corresponde e a Rojavá tiene menos de veinte, y la a zo zona bajo control del Gobierno Interin terino no más de veinticinco. Sin embargo, en Siria,, el Estado actúa como agente de erosión sión de sus propias capacidades. En n los nueve años de guerra, el noventa por or ciento c de los 595 ataques que tuv tuvieron como blanco facilidades médicas icas fueron realizadas por el Ejército ito Á Árabe Sirio o sus aliados (PHR, 2020). ). P Producto del conflicto armado, ell se setenta por ciento de los trabajadores de la salud dejaron el país (Gharibah ah y Mehchy, 2020), y poco menos de mil il perdieron p la vida (PHR, 2020). Se e ca calcula que la capacidad del sistema de e sa salud sirio está activa sólo en un cuarenta cuar por ciento (Saeed, como es citado do p por RIC, 2020) y, hasta el alto all fuego fu acordado entre Putin y Erdoğan en nm marzo, el ejército sirio y el ruso bomb ombardearon por meses hospitales y escuela uelas de las gobernaciones de Idlib y Al Alepo. Además, Damasco ha bloqu loqueado a Rojavá y al Gobierno Interino o del de acceso a la ayuda humanitaria y su suministros otorgados por distintas organiz anizaciones internacionales a través s de distintas barreras legales y logísticas s (S (Sekkaire, 2020). Esta decisión afecta fecta en mayor medida a la región kurda, a, d debido a que queda aislada de ap apoyo hasta tanto la ayuda anunciada iada por la Organización Mundial de e la Salud llegue. 97 El cálculo es realizado ten teniendo en cuenta la cantidad de camas de cuidados intensivos con respiradores es e en todo el país, el porcentaje promedio mundial mu de pacientes que necesitan este ste tipo t de asistencias y los tiempos de recuperac eración. 164 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Respecto los más de seis eis m millones de personas que están en cond ondición de desplazados internos en n to todo el país, las condiciones de hacinamie miento y la falta de acceso a condi ondiciones de higiene y a insumos mé médicos – especialmente en las área áreas no controladas por el gobierno- los os h hacen la población más vulnerable le a un brote imposible de controlar. En los últimos meses, la situación y cifra cifras de los desplazados se ha profundizad izado. En el Noroeste, alrededor de un millón se añadieron desde diciembre re de d 2019 producto de la ofensiva del Ejército Árabe Sirio y sus aliados98; en e el mismo tiempo, al menos sesenta ta y dos centros de salud fueron cerrados s (U (UNOCHA, 2020). En el Noreste,, las personas que huyeron de sus hogar gares para reubicarse en otras partes rtes desde octubre –debido a las operacione iones de las fuerzas de Ankara en la zonaz superan las doscientas mil99. Actua ctualmente, existen alrededor de 276 6 ca campos de desplazados internos formales les –no hay números concretos de la cantidad de asentamientos informales les-, de los cuales 141 se encuentran tran bajo control de Damasco, 124 del el Gobierno G Interino y 11 de Rojavá á (U (UNOCHA, 2014, 2018, 2020). La situació ación de los refugiados en Siria –prin principalmente, palestinos dentro de cam campos de refugiados- es similar. Otras gestiones del gobiern ierno de Al Asad que merecen ser menciona ionadas son los pedidos públicos, y a través de Rusia e Irán, de que las s sanciones sa puestas por naciones occid occidentales –principalmente, Estados Unido nidos- sean levantadas, cuestión que e aú aún no ha dado frutos. Conclusiones Generalmente, los recurso rsos con los que un Estado cuenta para a desplegar de con el objetivo de cubrir rir n necesidades de la población suelen ser er e escasos. Ante coyunturas como la ac actual, y teniendo en cuenta la realidad de Siria, el gobierno de Al Asad comi omienza a afrontar una pandemia con capacidades capa sumamente limitadas dent dentro del territorio controlado por él. Las as rregiones con gobiernos de facto poseen po aún menores capacidades para afrontar afr el brote. Desde el comienzo de la guerra, Damasco ha adoptado el bloqueo bloq de insumos médicos para las regiones fuera de su control como part parte de su estrategia. Así como Ali li (2 (2020) sostiene acerca del conflicto en n e el vecino Irak, en Siria los hospitales ales se convirtieron en objetivos y campos s de batalla. Incluso, Damasco bloquea uea o estorba la llegada de ayuda proveni veniente de organizaciones internaciona cionales a las zonas no controladas por el gobierno g nacional. dinadas entre los grupos que detentan contr ontrol sobre Mientras acciones coordina Siria podrían favorecer el u uso de las capacidades estatales erosiona ionadas por el conflicto, no existen inic iniciativas por parte de ninguno de los band andos ni de las fuerzas extranjeras involucradas, invo más allá de la mencionada tregua. treg Así, las escasas y también di divididas capacidades estatales para afrontar afro la pandemia por COVID-19 19 incluyen el cuarenta por ciento de los centros médicos funcionando, las as d dificultades de acceso por parte de la población pob a 98 Cifras aproximadas según n d datos de UNHCR, 2020; Amnistía Internacion cional, 2020; y UNOCHA, 2020. 99 Cifras aproximadas según n da datos de UNHCR, 2019; y Gharibah y Mehchy, hy, 2020. 165 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN dichos centros, la falta de suministros médicos generales y kits de pruebas y una economía devastada tada. Ante este panorama, la población siria en las distintas regiones y campo mpos de desplazados internos se preparan ran para lo que, de no mediar la colab olaboración –o, al menos, el no estorbo- y la l ayuda internacional, profundizará ará el desastre humanitario. ficas Referencias bibliográfica Agencia de Naciones Unid nidas para Refugiados. (2019, 17 de novi noviembre). UNHCR Syria Situatio ation Report for the North East Syria Huma umanitarian Emergency. Recupe uperado de https://reliefweb.int/report/syr /syrian-arabrepublic/unhcr-syria-situ situation-report-north-east-syria-humanitarian-emergency-0 Agencia de Naciones Unida nidas para Refugiados. (2020).Operations s on o Syrian Arab Republic. Recupe uperado de: http://reporting.unhcr.org/node/25 e/2530 Agencia de Naciones Unida nidas para Refugiados. (2020). Syria Refuge fugee Crisis Explained. Recupera perado de https://www.unrefugees.org/ne /news/syriarefugee-crisis-explained ned Agencia de Naciones Unida nidas para Refugiados. 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La pandem demia de la enfermedad por COVID--19 configura una coyuntura crítica que a las tendencias recientes le aña añade una suma de interrogantes de diferent rente orden en torno hacia dónde trans ransita la región y el mundo en general. Concebir Con los acontecimientos y procesos esos recientes como parte de una coyuntur ntura crítica supone asumir que estamo amos en un período histórico en el que tien tienen lugar cambios significativos —co con distintas formas en diferentes países íses u otras unidades de análisis— y que a su vez produce una serie de legados distintivos (R. Collier y D. C Collier, 1991). Si bien partimos desde de una perspectiva politológica y de Re Relaciones Internacionales, la coyuntu untura latinoamericana a la sombra de la a expansión ex de la pandemia mundial dial puede ser analizada desde múltiples les aristas. Además, la política intern nternacional latinoamericana concierne a diversos actores con políticas exte exteriores cambiantes, a correlaciones de fuerza influidas por variables de diverso orden —con peso significativo o de d las de tipo sistémica en función ión de la condición periférica de la regió egión— y a agendas en permanente, e, au aunque no invariable, disputa. En este marco, a fin de aportar al análisis de las repercusione iones de la pandemia en la agenda a de la política internacional latinoamericana cana, en las siguientes líneas se hilvana vanan algunos puntos de partida sobre el e escenario regional con las tendencias cias recientes de la política latinoamericana ana y, a su turno, se esbozan alguno gunos ejes en clave de preguntas y respuestas res tentativas o provisorias —y — no de certezas— en esta siempre contingente con realidad. 100 Dra. en Relaciones Internac rnacionales y Profesora Adjunta de la Facultad d d de Ciencia Política y RRII (UNR UNR), Rosario, Argentina. Correo electrónico: ele evapignatta@gmail.com 170 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN En función de lo mencion cionado, para abordar la política internaci nacional en nuestra región en tiempos pos de pandemia y frente a los desafíos fíos que se presentan y nos interpelan lan es menester realizar un balance sobre e el devenir reciente en los que condicio diciones materiales, ideas e instituciones interactúan inte de forma recíproca y sin determinismos (Cox, 1986), con la a n necesaria articulación de lo internac rnacional, lo regional y lo estatal entendido didos como niveles de análisis relaciona ionados. En Latinoamérica las déc décadas de 1990 y 2000 resultan contra ntrapuestas (Sader, 2009), discrepante ntes en sus correlaciones de fuerzas y orien rientaciones políticas e incluso antagóni gónicas en cuanto a los enfoques que se priorizaron pri para responder a diversos sos temas de la agenda regional. Mientras s que q en la década del noventa el zeit zeitgeist que se respiraba en la región era ra tr tributario del auge del neoliberalismo smo, el comienzo del nuevo siglo se cobraba aba la crisis del modelo neoliberal y su consecuente impugnación y/o crítica alentaba ale el inicio de un itinerario descr escripto como de giro a la izquierda o cambio bio político. Lo propio y característico tico de este giro fue objeto de distintas s lec lecturas y debates, pero lo que inter nteresa en este punto destacar es el relieve lieve de los cambios, los cuales supusie usieron la conformación de una atmósfera ra diferente d a la de la década anterior. ior. El mapa político de la regió egión en la primera década del siglo XXI incluyó incl una mayoría de gobiernos pr progresistas que, con elementos en co común y diferencias en términos s p programáticos y de implementación de políticas (Moreyra, Raus y Gómez z Le Leyton, 2008), buscaron diversificar sus s ví vínculos y ajustaron o modificaron n s sus estrategias de vinculación con la p potencia hegemónica: mientras que los modelos de acoplamiento parecían cían perder vigencia y atractivo, se multiplicaron las estrategias asociada das a un horizonte de búsqueda de mayor autonomía. El pasaje del alineam eamiento a un regreso de la autonomía mía como horizonte de política exterior coinc oincidió con el pasaje del Consenso de Washington al Consenso de los Commod modities en términos de Svampa (201 2017). A esto se sumaba el predominio o de ciertas percepciones que resulta ultaban alejadas –sino antagónicas– a las que dominaron en la década a de los noventa en lo referido a temas de agenda interna, externa e interm erméstica: el rol del Estado y el vínculo ulo EstadoMercado, las políticas soc sociales, desarrollo y ambiente, los modelos mod de integración y cooperación, ón, e entre otras relevantes cuestiones. La idea de agenda refiere re a una serie de asuntos públicos y priorita ritarios que son de interés para un n conjunto c de actores. En el caso de la agenda regional estos actores son on llos Estados latinoamericanos especialmen mente, pero no de forma única en la a m medida que estados extra regionales, insti instituciones regionales y actores no est estatales –movimientos sociales nacionales ales y trans nacionales, redes de inf influencia, organizaciones de la socieda iedad civil, comunidades epistémicas, cas, entre otros– inciden y se involucran cran en el establecimiento de la mism isma. Si tomamos como referencia las defi definiciones de agenda gubernamental ntal desarrolladas en el ámbito del análisis sis de las políticas públicas para adap adaptarlo a la agenda regional, podemos señalar, señ en términos generales, que ue s su establecimiento contempla como sus puntos principales el decidir sobre obre qué decidir y cómo decidir (Hogwood od y Gunn, 1984). Esto supone selec seleccionar y ordenar el conjunto de problemas, pro demandas, cuestiones y a asuntos sobre los que se considera que ue se debe actuar (Aguilar Villanueva, va, 1993). 171 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN A su vez, los nexos y las s interconexiones in entre los diversos tipos s de agenda –por ejemplo entre la agen agenda pública y la agenda de gobierno101– resultan relevantes al considerarr la agenda regional en tanto la misma, por un lado, puede ser precedida, proye royectada o incluso determinada por las age agendas de los estados/gobiernos que forman parte de la región. Por otro ro llado, las agendas nacionales puede ueden ser influenciadas por las preocupac paciones y prioridades regionales.. En consecuencia, las distintas agendas das pueden presentar coincidencias y d diferencias en mayor o menor medida a y esto no es inocuo: pareciera que ue c cuantas más discrepancias hay entre e la agenda regional y las agendas das nacionales, se registran mayores res niveles conflictividad y dificultades des para encontrar denominadores comunes nes a fin de diseñar acciones y políticas icas regionales. Simultáneamente, un dato to que qu no se puede eludir es que ell de devenir de la agenda regional cristaliza a en buena medida la estructura de e po poder que domina efectivamente la hechu chura de la política regional. En la primera década del el si siglo XXI la agenda regional fue reconfigur figurada con cierta distancia del panam anamericanismo impulsado por EEUU en n llos años noventa y a partir de la incorporación de perspectivas influidas as por tres órdenes de cuestiones: es: un orden internacional en transici sición, las orientaciones políticas pred predominantes en la región y las propias ias agendas nacionales/intermésticas. s. E En lo relativo a la primera cuestión, el e escenario internacional incluía cuestio estionamientos a la supremacía de EEUU, el ““ascenso del Sur” (PNUD, 2013)) y particularmente el ascenso de China hina con el consecuente corrimiento to d del eje de poder de Occidente a Ori Oriente, el creciente activismo de las potencias emergentes como los BRICS ICS (Brasil, Rusia, India, China y Sud Sudáfrica) y el incremento de los precios cios de las materias primas que daría ría origen al denominado boom de los precio ecios de los commodities. En segundo do lugar, en lo referido a la dimensión regional reg un dato insoslayable fue el predominio y la simultaneidad de gobiernos go progresistas producto del el d descontento de los electorados con el desempeño des de los gobiernos neoliber liberales del período anterior; esto sumad mado a la existencia de liderazgos s rregionales que articularon políticas y proyectos pr regionales resultan clave ve p para la definición de la agenda regional nal en este período. En tercer lugar, r, a nivel nacional –y lindando lo intermés méstico– se pueden mencionar, sin hac hacer una lista taxativa, los siguientes elementos: ele un reposicionamiento del Estado vis a vis el mercado, el aumento aum y sostenimiento de los nive niveles de empleo, la ampliación de las políticas sociales y particularmente ente de las políticas de transferencia de ingreso condicionadas, el extractivi ctivismo en una nueva clave, entre otros. En aquel escenario la ag agenda regional se forjó a la luz de la agenda heredada de los años noventa, nov pero con una serie de cambios os ttanto en torno a la jerarquía y los os enfoques e de los temas preexistentes como com por la incorporación de nuevos s temas te y la supresión o pérdida de releva levancia de otros. Las decisiones sob sobre qué decidir y cómo decidir implic plicaron la continuidad de temas s e estructurales para la región —regio gionalismo, concertación, democracia, ia, desarrollo y ambiente, seguridad, porr mencionar me algunos—, pero filtrados dos y enfocados con otras perspectivas, as, con la impronta que los gobiernos rnos progresistas lograron imponer en las s relaciones re 101 Véase: Cobb y Elder (1986) 986); Aguilar Villanueva (1993). 172 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN internacionales latinoamer mericanas de esos años (Busso, 2018 018). Para ejemplificar esta modifica ificación, tres temas de la agenda regio egional son referidos brevemente: el rregionalismo, la defensa de la democraci racia y, por su relevancia en el escen cenario de pandemia, las iniciativas region gionales en materia de salud. El regio egionalismo fue percibido e implementado do bajo un nuevo enfoque que impl implicó la pérdida de peso de la modal odalidad de “regionalismo abierto” fren frente al regionalismo pos hegemónico (Rigg Riggirozzi y Tussie, 2012) y que tuvo vo s su correlato empírico en iniciativas diversa ersas como Unasur, Celac, ALBA así sí co como en el relanzamiento del Mercosur. ur. Por otra parte, la defensa de la d democracia y la mediación en conflicto lictos desde ámbitos multilaterales con continuó como asunto de la agenda, pero ro con una creciente marginación de las propuestas panamericanistas —OEA OEA— para poner en valor inst instancias subregionales latinoamerica ricanas o sudamericanas 102 . En lo rrelativo a las iniciativas regionales en materia sanitaria cabe señalarr q que su incorporación tiene sus antec ntecedentes históricos previos al siglo glo XXI. En particular el Mercosur cuenta a desde de los años noventa con una reun reunión sectorial de Ministros de Salud del el M Mercosur (RMS) a fin de armonizar izar las políticas de salud de los Estados os P Partes y Asociados. Además, existe iste el Subgrupo de Trabajo Nº 11, un foro técnico destinado a homologarr la las normativas nacionales que faciliten ten la libre circulación de bienes, perso ersonas y servicios dentro del bloque. La Unasur, Una por su parte, creó el Consejo sejo Suramericano de Salud (Unasur Salud) Salu que proponía “consolidar Suram uramérica como un espacio de integración ón en e salud que contribuya a la salu salud para todos y al desarrollo, incorpor rporando e integrando los esfuerzos s y logros subregionales de Mercosur, ORAS AS-CONHU, y OTCA” 103 . Bajo el Con Consejo Suramericano de Salud se estab stableció el Instituto Sudamericano de Gobierno de la Salud (ISAGS) como espacio esp de reunión de expertos104. En el derrotero de la segun egunda década del siglo XXI nos encontramo amos con el repliegue de los gobiern iernos progresistas y la avanzada de gobiernos go liberales-conservadores ca catalogados por algunos analistas como o parte p de 102 Un ejemplo fue la crisis risis de marzo de 2008 originada por ell bo bombardeo colombiano al territorio ecuat uatoriano y el rol activo que desempeñó el Grup rupo de Río. Otro ejemplo es la crisis boliv boliviana desencadenada en septiembre de 2008 008. En esta oportunidad el activo involuc olucramiento subregional a través de la Unasu nasur estuvo motorizado en gran medida a p por la conflictiva relación entre EEEU y Bolivia livia. A estos dos casos se agrega el del intento de golpe de estado en Ecuador or en e 2010. Consecuencia de este evento ento en la IV Cumbre de Jefas y Jefes de Estado Esta y de Gobierno de la Unasur de 2010 201 en Georgetown se debatió sobre la incorpo rporación de una cláusula democrática y se s aprobó el Protocolo adicional al tratado co constitutivo de Unasur sobre compromiso iso con la democracia. 103 Este Consejo había desarro sarrollado un plan quinquenal que contenía cinco inco áreas de trabajo: 1. Red Suramericana ana de Vigilancia y Respuesta en Salud; 2. Desarrollo Desa de Sistemas de Salud Universale sales; 3. Acceso Universal a Medicamentos; 4. Promoción P de la Salud y acción sobre los determinantes de la Salud; 5. Desarrollo y Gestión G de Recursos Humanos (Unasur, ur, 2010). 2 104 Su trabajo brindó import portantes aportes de investigación para los procesos pro de toma de decisiones de los s m ministerios de Salud de los países miembros, os, así como para la formulación de po políticas comunes en respaldo a las nego egociaciones internacionales (Riggirozzi, i, 20 2017). 173 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN una nueva derecha y p por otros como parte de una restauración resta conservadora. La llegada da d de Mauricio Macri al poder en Argentina ina en 2015 suele ser señalada como o u una fecha simbólica que marcaría el inicio icio de este giro que ya contaba con on a antecedentes —golpe en Honduras en n 20 2009 y el desplazamiento de Lugo o a ttravés de un juicio político express en Par Paraguay— y que fue continuado por or e el impeachment contra Dilma Rousseff, f, la derrota de Evo Morales en el refere ferendo sobre la posibilidad de reelección,, la elección de Piñera como presidente nte por segunda vez, el viraje de Lenin More oreno y las victorias electorales de Jair Bolsonaro e Iván Duque en 2018. Si bien b este giro político, al igual que su antecesor, no fue homogéneo —y y en este sentido lo evidencia la vict victoria de AMLO en México contrariando,, de alguna manera, las tendencias s re regionales—, sí marcó su impronta en el devenir regional reciente y en la ag agenda regional contemporánea. Este escenario de giro a la derecha vino precedido por la presencia ncia de una serie de factores que in incrementaron la vulnerabilidad de la rregión y simultáneamente debilitaro taron a los oficialismos: la caída de los precio recios de las materias primas y sus cons consecuencias al interior de los estados de lla región que incluyó el deterioro o de las balanzas fiscales y cierto estancam camiento de las mejoras sociales que e se venían desarrollando, entre otras cuest uestiones. A este panorama se suma maron otros elementos: la crisis en el mundo desarrollado, el cuestionam namiento del gobierno de Trump al multilate tilateralismo liberal, las disputas cada a vez ve más significativas entre EEUU y China ina y cierto desencanto con la coope operación Sur-Sur. En la dimensión regio regional, se registró la pérdida de lide liderazgos regionales con capacidad de ve vehiculizar proyectos políticos y temas mas de agenda —como lo ensayaron Brasil sil con c Lula y Venezuela con Chávez— — al mismo tiempo que retrocedieron las opciones o de política exterior desaf esafiantes u opositoras a Washington de cara a políticas exteriores de e m mayor alineamiento a dicho poder, er, aunque autodefinidas como “pragm agmáticas” y “desideologizadas” (Sanahuja ja y Comini, 2018). Las crisis políticas cas y las protestas que estallaron el año pasado pa en Haití, Honduras, Ecuador, or, Perú, Bolivia, Colombia y Chile expres presaron un profundo descontento socia cial, demandas ciudadanas sin respuestas as e estatales, pobreza, vulnerabilidad y desigualdad. Este escenario junto a la derrota electoral de Macri abrieron ron interrogantes acerca de los alcances de este e giro y favorecieron las hipótesis tesis que consideran este período como un n in intervalo, un repliegue temporario oyn no un fin de ciclo para el progresismo. En suma, la agenda regional reg se construyó a la luz de una a serie s de elementos relacionados, s, pe pero analíticamente identificables en los ámbitos internacional, regional y e estatal. Así, las decisiones sobre qué ué y cómo decidir —elementos central trales del establecimiento de la agenda— parecieron pa orientarse bajo la lógica a de las preferencias de Washington y se orga organizaron, por una parte, en torno rno a la pérdida de prioridad de la age agenda del regionalismo pos liberal ral y favoreciendo los asuntos de libera iberalización comercial materializados, s, p por ejemplo, en la Alianza del Pacífico y, por otra parte, colocando la crisis is d de Venezuela al tope de la agenda e incluy cluyendo la creación del Grupo de Lima ima para impulsar su solución. Con relación a la primera era cuestión mencionada, el desmantelami lamiento de Unasur es un ejemplo em empírico claro. El organismo que estuvo o in integrado por 12 países fue abandon donado a raíz de diferencias político-ideológ ológicas por gran parte de sus miembr mbros durante 2018. Entre ellos estaban Ar Argentina, 174 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Brasil, Chile, Colombia,, Pa Paraguay, Perú y Ecuador a los que en 2020 2 se sumó Uruguay luego de lla derrota del candidato por la preside sidencia del Frente Amplio por un peque equeño margen. El abandono de la CELAC C an anunciada por Brasil en enero de es este año es otro elemento que da cuenta enta de un regionalismo roto, mientra ntras que el Prosur como sustituto no logra gra anclaje, dinamismo ni estructura. ra. De esta manera, el predominio de e gobiernos go liberales-conservadores no solo implicó la desarticulación de regio egionalismo que, con sus limitaciones es y críticas, configuró un espacio para ell diálogo, diá la cooperación y la solución ión de conflictos, sino también la imposibi sibilidad de generar mínimos denomina minadores comunes para converger en una agenda de temas compartidos,, a aunque en disputa. Asimismo, esto significó sign el abandono de la agenda a sa sanitaria que la Unasur contemplaba a través tra del accionar del Consejo Sura uramericano de la Salud y del grupo de expertos e reunido en el ISAGS. Por su parte, la crisis s ve venezolana y la búsqueda de una soluc olución que contemple como condición ición sine qua non la salida de Maduro permeó pe al regionalismo de la Unasur asur y alentó un accionar de la OEA que incluyó medidas que sientan un preocupante antecedente y se alejan an de las tradiciones y nociones bá básicas del Derecho Internacional Públic blico en la región: permitir que Guai Guaidó como presidente autoproclamado, o, pero p sin ejercer la autoridad en el tterritorio, sea reconocido como represent sentante de Venezuela en el Consejo jo P Permanente del organismo y convocarr al TIAR — instrumento propio de la Guerra Fría— para sancionar a Venez enezuela y, eventualmente, poder recu ecurrir incluso a la fuerza. En este difícil escenario, o, la pandemia por COVID-19 ingresó en n la agenda regional latinoamericana. a. L La reacción y respuesta de América Latina La fue heterogénea y descoordin rdinada. Sin hacer un listado cerrado o p podemos mencionar diferencias en relación con: la definición de la crisis cris y su gravedad, la intensidad de las medidas de distanciamiento sociall ensayadas, en los niveles de aceptación ción y credibilidad de estas medidas, cu cuestiones relativas a los sistemas s d de salud como las capacidades de teste esteos y de respuesta sanitaria, las me medidas de estímulo a la economía y de e pr protección a los sectores más vulnera nerables, entre otras cuestiones que se des desprenden de esta pandemia. Sobresa resale en este punto cómo la crisis en buena ena medida coloca a los estados nacion cionales en un rol preponderante y pone de rrelieve la crisis de multilateralismo mo no solo en Latinoamérica sino tambié bién en la dimensión internacional. l. Relacionado R con esto último, asoma a la pobre coordinación regional para ara el abordaje de la enfermedad en una a coyuntura co de fragmentación, grave e de debilitamiento de los mecanismos de integ ntegración y concertación y desmantela ntelamiento de la agenda programática (Herrero (He y Lombardi Bouza, 2020). A modo de cierre nos preg preguntamos acerca de cuáles son/serán alg algunos de los legados que esta coyun yuntura crítica nos imponga. A modo provis ovisorio nos detenemos en cuatro cuest uestiones. 1- Las condiciones del el rregionalismo y multilateralismo regional: al: La pandemia puso en evide videncia una coordinación limitada entre los estados de la región desde los ám ámbitos multilaterales. Las instituciones esp específicas de la Unasur —como el C Consejo Suramericano de Salud y el ISA ISAGS que venían trabajando en una dirección que hoy resultaría valiosa— quedaron truncas. El Mercosur intenta inte lograr mayores niveles de cooper operación y 175 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN coordinación; la CELAC tam también se lo propone, aunque dada su lax laxitud y la ausencia de Brasil, los s a alcances de su acción desde el inicio cio resultan acotados. Por su parte, te, la OEA durante las primeras semana anas de la pandemia estuvo más conc concentrada en su proceso electoral para el c cargo de la Secretaría General en el que Luis Almagro finalmente cons onsiguió la reelección, esta vez con on u un apoyo muy mermado y con una importante imp crítica a la realización del proceso por las recomendaciones de aislamiento aisl social imperantes. No pare pareciera que la pandemia empeore las condiciones con del multilateralismo, sino ino q que lo pone en evidencia y en ocasione iones en un primer plano. La pregunta a que se desprende es si frente a estos s de desafíos la región podrá navegar nuev nuevamente por un multilateralismo y coordinación coor más asertivo. El panorama ama no es alentador en función de la desarti sarticulación del regionalismo, particular ularmente de Unasur y de limitaciones en materia ma de liderazgos. ecciones: 2- Suspensión de elecci Los procesos electorales les en la región y en el mundo se encuentran enc interrumpidos debido a la pandemia y en función del cuidado de la salud pública. Estas suspensiones ones, en conjugación con la vigencia del desc descontento social y las aspiraciones nes incumplidas expresadas en las protes otestas que estallaron en varios estado tados en 2019, podrían traer aparejado algú algún riesgo político. Así, la delicada situ situación del gobierno de Áñez en Bolivia frente fre a su falta de legitimidad de origen ori y a los crecientes cuestionamientos ntos por su desempeño en la pandem demia son datos a tener en cuenta. En Chile la postergación del plebiscito cito sobre la reforma de la constitución here eredada de la dictadura, una agenda nda pública que no es atendida por la agenda gubernamental y las preo preocupaciones acerca de la gestión del el ejecutivo e nacional al respecto de la pandemia p abren un escenario que puede de tornarse incierto. Es necesario por or ttanto tener presentes las consecuencias ias d de estas dilaciones en función de los riesgos en materia de gobernabilidad. 3- La necesidad de resp respuesta a las desigualdades: Las desigualdades sociales les y económicas han quedado más expuesta estas con la pandemia. Las noticias s acerca a de la región como epicentro ro de esta pandemia no auguran un buen pronóstico en esta materia. No es algo nuevo en América Latina y, de hecho, los índices sociales venían mo mostrando cierto deterioro. Los sector ctores más vulnerables en un sentido ampl mplio están siendo los más afectados os p por esta crisis sobre la que prima la incert ertidumbre acerca de su alcance temp emporal y su profundidad. El Estado devien viene en un actor clave para sostener ner a estos sectores a través de la progra ogramas de protección social como part parte de las políticas sociales. Y una propue puesta que, aunque no es nueva, emerg erge con fuerza —y es recomendada porr la CEPAL— es la de avanzar hacia un ingreso in ciudadano universal. 4- Crisis y agendas: Las crisis suelen generar ar u una revisión de las decisiones sobre qué y cómo decidir y esto habilita a disputas di por lograr que las agendas s otorguen o prioridad a asuntos que ue nos n movilizan. En este escenario de e pandemia pa desde diferentes lugares es se s hace mención a que la crisis puede e abrir a una “ventana de oportunidad” dad” que habilite reformas que hasta ah ahora no parecían viables. La necesi cesidad de incluir o jerarquizar temas que e se habían subordinado como la salu salud, la educación, lo ambiental, la inves nvestigación científica, la seguridad alim alimentaria aparece como una opción. Tam También se 176 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN impulsan iniciativas de m mayor alcance que incluyen la necesidad idad de un nuevo pacto como el propu opuesto por Svampa y Viale (2020), Para poder incidir en una agenda de cambios América Latina necesitaría ne contar con una voz region ional fuerte. Sin Brasil, esto podría ser más arduo. Mientras será necesario o no olvidar que como “lo prueba la Historia toria (…) en este mundo no se consigu sigue nunca lo posible si no se intenta lo im imposible una y otra vez” (Weber,, 19 1995: 178). Referencias bibliográfica ficas Aguilar Villanueva, L. (ed (ed.) (1993). Problemas Públicos y Agenda Age de Gobierno. México:: M Miguel Ángel Porrúa. Busso, A. (2018). 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Guadalupe Dithurb hurbide105 México tiene recursos para ampliar su soft power, como el peso o q que tiene en la cultura latinoamerica ricana y el aporte que ha realizado a la a misma, m el reconocimiento externo a la figura de Andrés Manuel López Obrador dor (AMLO) por parte de los progresism sismos latinoamericanos, y su característica tica de país puente que ocupa asientos ntos en diferentes mesas de discusión. No o obstante, o la reticencia de AMLO de apropiarse de la expectativa externa a sobre s su figura como líder progresis esista regional y la respuesta tardía a la emergencia eme por la pandemia de COVID VID-19 ponen de manifiesto los límites de e la relación entre agencia y estructur ctura. Aquí nos proponemos demostrarr que q este escenario puede haberr si sido una oportunidad perdida para que México despliegue una política exte exterior que aumente su soft power. Determinantes del soft oft p power mexicano México parece encontrarse rse en una situación paradójica que nos plantea pla los límites de la relación en entre agencia y estructura. Ante la emergencia eme sanitaria de la pandemia ia p por COVID-19 la diplomacia mexicana a ha h hecho una apuesta por el multila ltilateralismo que podría aumentar el soft ft p power, al mismo tiempo que su u P Presidente adoptó una actitud esquiva uiva y una respuesta tardía que afectó ectó su imagen y aprobación. Para abordar la política a e exterior mexicana contemporánea, ensay nsayaremos una suerte de inventario io d de recursos de poder con que cuenta el g gobierno mexicano para ejercerla. rla. Identificamos restricciones para aumen mentar sus recursos de poder duro, uro, a la vez que aparecen oportunidad dades para incrementar sus recursos os d de soft power, o poder blando. Joseph Nye Jr (2004) defin define a éste último como la habilidad para ara moldear las preferencias de otros, tros, pero no sólo entendido como capac pacidad de persuasión o influencia ncia sino como poder de atracción ón basado fundamentalmente en valor valores compartidos. Soft power y poder duro no son conceptos opuestos, emper pero son dos aspectos de la capacidad de alcanzar un objetivo propio por medio me de la influencia del comportamiento iento de los otros (Nye, 2004: 7). El poder blando cobra va valor para un país como México que encuentra en limitaciones internas y exte externas para aumentar su poder, como por ejemplo el impacto que el proteccio ccionismo comercial de los Estados Unidos s tuvo tu en la 105 Licenciada en Relaciones nes Internacionales. Docente de Política Internacional Inte Latinoamericana, Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionale nales (UNR). Centro de Investigaciones s en Política y Economía Internacional (CIPEI). EI). Rosario, Argentina. Correo electrónico: ico: gdithurbide@gmail.com 178 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN economía mexicana, la a tr trágica crisis de seguridad interna por or llos altos niveles de violencia asociad ociados el crimen organizado, las crisis huma umanitarias por la combinación de e é éxodos masivos desde Centroamérica rica con el endurecimiento de las políticas pol migratorias en los Estados Unido nidos, entre otros. Sin embargo, estos factore tores negativos no han socavado la importan rtancia que tiene el acervo cultural al mexicano m fuera de sus límites geográf gráficos, el reconocimiento dado a sus aportes a la identidad latinoamericana na e incluso a sus valores políticos regio egionales. Este recurso de soft power wer es conocido por la diplomacia mexicana, na, y desde la creación de la Agenc encia Mexicana de Cooperación Internac nacional al Desarrollo (AMEXCID) la cooperación co cultural es una de las áreas s qu que guían su trabajo. Lo que apare arece como novedad es un inexplorado o potencial p recurso de poder blando: o: la construcción discursiva desde afuera a de México de un liderazgo progresista sista latinoamericano en la figura de Andrés drés Manuel López Obrador (AMLO) des desde su llegada a la Presidencia mexicana cana a fines de 2018. Desde el fin de la hegem gemonía neoliberal en América Latina en los l años noventa, los procesos polít políticos mexicanos y sudamericanos parece recen haber sufrido un desacople. Tant anto por condicionantes domésticos como o externos e (su vecindad con los Estado tados Unidos es un dato insoslayable) la “marea “ma rosa” llega a las costas mexicana canas cuando está en franca retirada en el resto de Latinoamérica. Es por ello llo que la elección de Andrés Manuel López pez Obrador en 2018 representó par para los partidos y movimientos progresistas prog latinoamericanos un estím stímulo y un dato optimista en el impulso ulso a una posible nueva ola. En Argentina, el entonces nces candidato a Presidente Alberto Fernán rnández en reiteradas oportunidades es había h hecho pública su amistad con refere ferentes de 106 la izquierda latinoamerican icana e hizo de su pertenencia al Grupo de Puebla P un elemento central de e su plataforma de campaña en materia de política exterior. El acercamiento nto a México, ahora gobernada por un partido progresista como Movimien miento de Regeneración Nacional (MORENA) NA), fue un factor de equilibrio y contra ontrapeso para la difícil relación que se perfil erfilaba con el Brasil de Bolsonaro.. Por Po ello, durante la campaña Alberto Fe Fernández recibió en sus oficinas all su subsecretario para América Latina y el Caribe Cari de la Cancillería de México, Max Maximiliano Reyes Zúñiga – quien tambié bién forma parte del Grupo de Puebla bla -, y dotó de peso simbólico al vínculo con México cuando lo eligió como o destino d de su primer viaje internaciona ional como Presidente electo. La expectativa de liderazgo azgo de AMLO del progresismo latinoameric ericano y el capital que constituye la cu cultura mexicana son una oportunidad tangible tan de acrecentar el soft power mexicano. m Podría esperarse que este lidera derazgo sea 106 El Grupo de Puebla es un espacio de reflexión e intercambio bio político latinoamericano creado en jjulio de 2019. Está conformado por refere ferentes del progresismo latinoamericano ano de diferentes partidos políticos, muchos de ellos han ocupado cargos en ejecutivos tivos como Pepe Mujica, Lula da Silva, Ernesto sto Samper, Evo Morales, entre otros. Si b bien AMLO no participa, en la primera declar claración del grupo se celebró su triunfo fo electoral e en México como un aliento a los os li liderazgos populares. 179 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN de bajo perfil, ya que la personalidad per parsimoniosa de AMLO y su u negativa ne a viajar al exterior dista mu mucho del reconocido carisma de una figur figura como Lula, y es evidente que ue su gobierno se encuentra condicionado ado por la situación doméstica mexica xicana. Sin embargo, creemos que el princip ncipal límite no será un factor externo, no, sino que se encuentra en una autolimita mitación del gobierno mexicano. Al comienzo com de su gestión AMLO afirmó “vamos mos a hacer una política exterior no o pr protagónica, no queremos ser candil de e la calle y oscuridad de la casa. La a mejor m política exterior es la interior” (Pre (Presidencia de la República, 28/06/ /06/2019), postura que sostuvo en re reiteradas oportunidades. Esta afirmación del Preside esidente nos enfrenta a la naturaleza relaci lacional del poder, ya que como sostien stiene Raymond Aron, el poder potencial es d diferente del poder real. Si el Gobier bierno mexicano no pone en juego estos recursos recu de poder blando, no habrá tal capacidad de atracción porque no habrá brá quién q se sienta atraído por él. Enriqu nrique Peña Nieto se había propuesto que durante du su mandato México se convirt nvirtiera en un actor con responsabilidad d global, gl en cambio Andrés Manuel Lópe López Obrador articuló su propuesta política ica e en torno a la necesidad de impulsa ulsar una “cuarta transformación” que, luego lueg de la independencia, la reforma rma y la revolución, lleve a cabo una regen egeneración nacional (de allí el nombre bre de su partido político) que implica un cambio moral y ético. Esto dema emandaría una profunda revisión hacia ade adentro de México, y por ello para el Presidente P el escenario doméstico es la p prioridad de su gestión. La respuesta de AMLO O a la pandemia Ante la excepcionalidad de la pandemia, se ponen en juego los valores valo que subyacen en los proyectos ctos políticos. En un muy breve lapso de e tie tiempo, la pandemia de COVID-19 de declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en marzo de 2020, 20, alteró completamente las agendas de gobierno g de todos los países del mun mundo. Esa es quizás su característica más ás distintiva, d que ningún país del globo bo h ha sido indiferente a ella y que la globaliz alización de las comunicaciones hace e qu que las respuestas ensayadas estén bajo jo constante co escrutinio. Como lo señalan otros os artículos de esta publicación del Ce Centro de Investigaciones en Política tica y Economía Internacional, las respuestas tas iniciales no apelaron a la cooperació ración sino que fueron unilaterales, recordán rdándonos a los internacionalistas que aquel concepto tan recurrente, la a soberanía so estatal, no estaba en decad ecadencia sino sólo en espera. El segundo rasgo distintiv intivo que tiene la pandemia de COVID--19 como fenómeno global es que e no nos pone frente a un dilema moral (porr el impacto económico que tienen las m medidas requeridas para preservar la salud) sal que debe resolverse desde la política, como mencionábamos más s arriba. ar El clivaje derecha/izquierda da no parece adecuado como categoría ría para el intento de explicar las s m medidas adoptadas por los gobernantes ntes en los diferentes niveles del Esta Estado. De hecho, alteró totalmente ell cálculo cá de pesos y contrapesos realiz ealizado por el Gobierno argentino para a m mantener estable el delicado equili quilibrio regional: al desencadenarse ell b brote en Occidente (en particularr en España e Italia) Argentina rápidamente ente adoptó 180 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN medidas de aislamiento to social preventivo obligatorio 107 y el Gobierno G Federal de Brasil, por ell contrario, co adoptaba una postura negacionis ionista de la emergencia sanitaria mie mientras los Gobiernos Estaduales recl reclamaban políticas restrictivas. ¿Qué haría México? Se es esperaba de AMLO una respuesta centrad trada en la ética y la moral de la defe defensa del bien común, porque su proyecto ecto político apunta en ese sentido. Sin embargo, la demora en la reacción del el Gobierno G Federal mexicano y las s de declaraciones públicas del Presidente ape apelando a mantener una sensación n de normalidad en la población y contradicie diciendo las recomendaciones de la OM OMS, generaron dos efectos adversos. Por un lado, al igual que en Brasil, sil, emergieron conflictos domésticos ya que los Gobiernos Estaduales ad adoptaron sus propias medidas restric strictivas y reclamaron al Gobierno Fed Federal que también lo haga y, por otro,, so socavaron la popularidad del Presiden idente. De acuerdo a Murillo y Quijano (01/0 1/03/2020) la aprobación presidencia ncial desde la declaración de la pande ndemia ha descendido por debajo del 50% por primera vez desde su asunción, ión, a la par que ascendía la de los gob gobernadores, entre ellos la de la Jefa de G Gobierno de la Ciudad de México co Claudia C Sheinbaum, estrecha aliada política po de AMLO. El aporte mexicano pa para la construcción de un multilate lateralismo eficaz La postura adoptada por or e el Gobierno mexicano para la gestión de la crisis fronteras adentro evidenc encia la disociación entre la política inter nterna y la política externa que subya ubyace en aquella citada frase de AMLO, O, tanto t en plano discursivo como en e el de las acciones concretas. A la vez,, podría po ser una señal sobre el marge argen de autonomía con que cuenta la dip diplomacia mexicana en el proceso de toma de decisión de la política exterior, r, ya y que la Secretaría de Relaciones nes Exteriores (SRE) ha adoptado una a serie s de iniciativas en los espacios ios multilaterales que se ajustan a las expectativas expe de liderazgo a las que nos referíamos anteriormente y que se amp amparan en los valores éticos y morales ales que sostienen el proyecto político gobern bernante. En la XXXI la Reunión de eE Embajadores y Cónsules mexicanos que e se realizó en enero del corriente año año, el Canciller Ebrard manifestó el objetiv jetivo de la diplomacia mexicana de e abonar a a la construcción de un multilate tilateralismo eficaz. Un hito en este te objetivo o será la búsqueda de un asient iento en el Consejo de Seguridad de e la ONU, tarea para la que la SRE viene trabajando tra en la conformación de e co coaliciones y la búsqueda de apoyos s de países aliados. Mencionaremos tres ejem ejemplos de iniciativas mexicanas en ámbitos multilaterales como respu spuesta a la pandemia de COVID-19 que podrían contribuir a ampliar el soft power del país y que, además, son reflejo refle de la particularidad de México o co como país puente (González González, 2005). 200 Esto es, mediador entre el Amé América del Norte y Latinoamérica, entre e lo los países desarrollados - con los que comparte espacios como la OCDE o el G-20 y 107 El Presidente argentino o Alb Alberto Fernández afirmó que plantear una dicotomía dic o dilema entre la economía a y la salud era falso, ya que la economía ía s se puede recuperar pero la vida no. 181 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN firma Tratados de Libre e Co Comercio con Estados Unidos, Canadá y la l Unión Europea - y los países s en desarrollo que constituyen la mayoría yoría en su vecindario. a- CELAC La Comunidad de Estados dos Latinoamericanos y del Caribe (CELAC LAC) es un espacio de concertación n política po con una fuerte impronta mexicana, ana, ya que fue creada en la Cumbre re d de la Unidad de América Latina y el Caribe Carib de la Riviera Maya de 2010 por or la propia iniciativa del Gobierno de México xico. El fin del ciclo progresista sta y de voluntad política de los líderes de e la región, impactó de lleno en los procesos pro de concertación política regionales ales y cuyo ejemplo más acabado fu fue el desfinanciamiento primero, y abandono ab después, de la Unión Sudam udamericana de Naciones (UNASUR) por parte part de los países gobernados por par partidos políticos que no se veían reflejado jados en el ideario de estas institucion ciones. La crisis del multilateralismo en el sistema internacional en su conjun njunto también se vivió en la región, y si la CELAC logró permanecer vigente te p probablemente sea por el reconocimiento nto externo que le brindan socios com como China por medio del Foro CHINA-CEL CELAC y la Unión Europea, aunque e llas Cumbres CELAC-UE se descontinua tinuaron, sí tuvieron lugar reuniones s de Ministros. Cuando en octubre de 20 2019 México asumió la Presidencia Pro ro T Témpore (PPT), se propuso el cum cumplimiento de un Plan de Trabajo que e rompa ro la parálisis en la que se encon ncontraba sumergida la CELAC. La emergenc gencia de la pandemia de COVID-19 19 cambió las prioridades del Plan de Trabajo, orientándolas hacia tareas eas vinculadas a fortalecer iniciativas de cooperación coop internacional y el multilate ilateralismo para atender al impacto de la pandemia pa en la región. El 30 de enero de 2020, 0, la PPT mexicana convocó al Primer Encue ncuentro de Especialistas CELAC para ara el Monitoreo del Coronavirus. Allí se decidió establecer una red de espe specialistas regionales a fin de atender y de desarrollar investigaciones para pre prevenir riesgos de contagios y comb mbatir las enfermedades ya existente entes en la región. La “Red de Expertos en Agentes Infecciosos y Enfermedade ades Emergentes y Reemergentes de la CEL CELAC”, se ideó un mecanismo de iden identificación, vigilancia y control de virus y bacterias, b así como ser un frente te común ante emergencias virales regio egionales o universales. Se espera,, ad además, que en el largo plazo impulse la creación de un centro de investiga stigación regional para desarrollo de vacun acunas y el estudio de los virus presen esentes en la región. A la fecha se han reu reunido de manera virtual en tres oportunidades, op la última de ellas el 16 de Abril y cuenta con la cooperació ración técnica de la Oficina de la Orga rganización Panamericana de la Salud ud ((OPS/Oficina regional de la OMS) en Méxic éxico. En paralelo, a fines dell m mes de marzo el Canciller Ebrard convoc vocó a una Reunión Ministerial Virtual tual sobre Asuntos de Salud para la Atenc tención y el Seguimiento de la Pandem demia de COVID-19 en América Latina y el e Caribe, que contó con la participac ipación de cancilleres, ministros y representa entantes de salud de 30 países de la a CELAC. CE Se tejió en torno a esta acción una alianza de organismos internacion cionales como la OPS, la Comisión Económ ómica para América Latina y el Caribe ibe (CEPAL), la Secretaría General Iberoam roamericana (SEGIB), la Comunidad ad del Caribe (Caricom), el Sistema Ec Económico Latinoamericano y del Carib Caribe (SELA), la Organización de Estados s del de Caribe Oriental, e incorporó tambié mbién a la Comisión Nacional de Salud de China. C 182 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Finalmente, la PPT Mexica xicana solicitó a la Organización de las as N Naciones Unidas para la Alimentació tación y la Agricultura (FAO) la elaboración ción de un informe sobre el impacto acto que la pandemia tendrá sobre la a seguridad se alimentaria en Latinoamér mérica. El mismo concluye que repercutirá utirá en un incremento del hambre y la pobreza en los países de la CELAC. Esto sto se debe a que la región ha visto o em empeorar su seguridad alimentaria en los últimos años, y esta nueva crisis sis p podrá impactar de forma especialmente te severa s a ciertos países y territorios. ios. b- G20 El 26 de marzo el Preside sidente mexicano participó de la Cumbre e vi virtual de Líderes del G20. Allí AMLO MLO manifestó su convicción que esta situación situa de crisis sanitaria debe serr afr afrontada de modo humanista y no especu peculativo o lucrativo, en especial dada la escasez de materiales y equipos os m médicos, medicamentos y equipamie miento de protección personal para el person rsonal de la salud que la propia OMS S ha advertido será cada vez mayor. AMLO hizo un llamado a afrontar esta situación con mayor coop ooperación internacional y solicitó que qu la ONU controle todo lo relacionado ado con el comercio de medicamentos ntos y de equipos, para evitar el acaparam ramiento de aquellos que tienen más s po posibilidades económicas y garantizar a todos t los pueblos y los países porr ig igual el acceso a estos bienes. El mensaje aje final del mandatario fue que la frate raternidad universal vencerá. c- ONU Retomando el espíritu de la propuesta presentada por el Presidente ente ante el G20, México impulsó la ado adopción de la Asamblea de Naciones Unidas idas de una Resolución sobre coopera peración internacional para garantizar el acceso mundial a los medicament entos, las vacunas y el equipo médico con los que hacer frente a la COVID-19 19 (Resolución 274). En la misma se exhor xhorta a los Estados Miembros y a otros interesados pertinentes a que adopten ten medidas inmediatamente para evita vitar, dentro de sus respectivos marcos jurídicos, jurí la especulación y la acumulac ulación indebida que puedan obstaculizar el acceso a a los medicamentos esenciale ciales, las vacunas, el equipo de protección ión personal p y el equipo médico inocuos, uos, eficaces y asequibles. La iniciativa mexicana ante la Asamblea General fue acompañada da por 173 países, por lo que creemos os es un dato alentador en el perfil de la diplomacia dip mexicana apostando por or e el multilateralismo y la cooperación intern ternacional, ambos valores muy importa ortantes para la construcción de soft power. er. Reflexiones finales La construcción de recurso ursos de poder blando es una tarea a largo rgo plazo, a veces silenciosa y que no llega a los titulares de los medios masivos mas de comunicación. Sin embargo argo, como el ejemplo del valor del acervo rvo cultural mexicano lo demuestra,, un una vez alcanzado ese poder de atracción ón a anhelado como recurso intangible es una carta muy importante para la diplom lomacia. En un escenario internacio acional cada vez más restrictivo para las acciones a autonomistas y a pesarr de del mandato presidencial de desplegar una política exterior de bajo perfil, l, la Secretaría de Relaciones Exteriores s mexicana m parece haber encontrado o en los foros multilaterales un espacio cómo ómodo para desplegar acciones de polí política exterior con potencial de crecimient iento y que 183 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN reflejan los valores éticos cos y morales de la gestión de gobierno o entendida en como proyecto político. El problema es que ell mu multilateralismo está en crisis, y la pande andemia de COVID-19 sólo hizo eviden idente un proceso que tiene larga data. La narrativa n del fraternalismo, construcc trucción de bienes públicos globales y la búsq úsqueda de soluciones concertadas sin dejar a nadie atrás cedió su lugar a las medidas unilaterales y – literalmente ente – al cerramiento de los países sobre sí mismos. En este escenario los aport portes de la diplomacia mexicana son valios liosos, pero parecen insuficientes para ara una respuesta multilateral eficaz y hum umanista a la pandemia. Dado que no se puede e se ser candil en la calle y oscuridad en la c casa, las iniciativas llevadas a cabo bo por la diplomacia mexicana frente a la pandemia pa de COVID-19 contrastan n co con el tratamiento de la crisis sanitaria ia al interior del país. Si a esta situació ación adicionamos la actitud esquiva dell Presidente Pr frente a la expectativa que el progresismo latinoamericano tenía en él como líder regional, podríamos os estar e ante una gran oportunidad para ampliar am los recursos de soft power que ha sido desaprovechada. Referencias bibliográfica ficas Andrés Manuel López Obrad brador (26/02/2020). Cumbre Mundial de Líderes Líd del G20 [Archivo ivo de video]. Recuperado do de https://www.youtube.c be.com/watch?v=rVghqd9UOMU Andrés Manuel López Obra brador (26/02/2020). 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Si bien existieron países que se v vieron mayormente perjudicados por el virus, la comunidad internacionall en su conjunto se vio obligada a tomar medidas med en pos de combatir el mismo. o. Si revisamos desde los año años ‘90 a la fecha, las pandemias que golpearon golp a la humanidad, podremos os encontrar e que el COVID-19, no es la primera prim de ellas; se encuentran tambié mbién el virus de inmunod unodeficiencia humano (VIH), los brotes s d del síndrome respiratorio torio agudo severo (SARS) en China y Canadá nadá, o la propagación de la influenza pandémica A (H1N1) entre entr México y Estados os U Unidos; fenómenos que no respetan n la las fronteras estatales les o la noción de soberanía (Riggirozz irozzi, 2020:1). Ahora bien, pareciera ser que el distanciamiento social sugerido rido por los especialistas en salud, también tam fue replicado en un distanciamiento ento político a nivel internacional. Los Estados dejaron de lado el abordaje rdaje de la pandemia en los espacios ios m multilaterales, tanto a nivel global como o regional, r para trabajar fronteras ade adentro y desarrollar en sus territorios los sp planes de acción que consideran mejo ejor para combatir el COVID-19. Aunque, debemos mencion cionar, existieron ciertas iniciativas. Por ejemplo, eje el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, se reunió en abril para par tratar esta temática; y si bien n ex existen antecedentes de su trabajo en ma materia de problemáticas de salud a nivel n global, como es el caso del VIH o e el Ébola, 108 Estudiante avanzado de la Lic. en Relaciones Internacionales. Nacional de Rosario (U (UNR), Rosario, Argentina. Correo juancruzalegre@gmail.com 109 Estudiante avanzada de la Lic. en Relaciones Internacionales. Nacional de Rosario (U (UNR), Rosario, Argentina. Correo mflorenciamarina@hotmail.co il.com 110 Estudiante avanzada de la Lic. en Relaciones Internacionales. Nacional de Rosario (U (UNR), Rosario, Argentina. Correo aviennaacosta@gmail.com Universidad Un electrónico: ele Universidad Un electrónico: ele Universidad Un electrónico: ele 186 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN parece ser que las rivalid validades políticas actuales entre China y Estados Unidos, impiden que se log logre llegar a un acuerdo entre las partes tes de d cómo resolver la pandemia (Nicho ichols, 2020). La falta de una coordinació ación en políticas de salud, en protocolos s sa sanitarios, en el uso de los recursos sos para la adquisición de insumos e inclus cluso en la búsqueda de una cura,, viene vie a poner en duda el accionar de los os e espacios multilaterales y coloca al Estado como el actor garante de una na s solución. Realizando un paralelismo mo con lo acontecido en la crisis financiera ra d desatada en el 2008, la cual all ig igual que la pandemia, afectó al sistema tema en su conjunto, puede observarse se que existieron mayores esfuerzos multil ultilaterales para intentar dar una reso resolución al estallido financiero. En aquella lla ocasión, sobresalió la actuación del G-20, espacio donde los Estados busca uscaron una solución conjunta al problema, prob entendiendo que tanto las pri principales economías del mundo, com como las emergentes, debían estar present sentes en la mesa de negociación. Pero este no parece ser el caso con ell COVID-19. CO ¿Será que los Estados son más proclives a cooperar en asuntos financieros fin que en salud? ¿Es porqu rque la salud se encuentra en distinto o orden o de prioridad en cada país? A nivel regional, también én h hay una carencia de coordinación de políticas polí en materia de salud, y un insu insuficiente abordaje de las mismas en los e espacios preexistentes de diálogo o qu que construyeron los Estados. Sumado a el ello, el fin del auge de los regionalism lismos posliberales, como es el caso de UNA UNASUR, en donde los temas de salud alud se presentaban en una agenda conjun njunta, y la llegada al poder de gobier biernos con distintas orientaciones políticas ticas en los países de la región, alejan lejan aún más la posibilidad de un plan n de acción conjunto. En este escenario donde de las fronteras parecen endurecerse para todos, menos para el COVID-19, 9, q que la humanidad se encuentra en mano anos de sus respectivos gobiernos y sus sistemas de salud, Argentina no está á ex exenta de ello. Debido a esto, en el si siguiente trabajo, se intentará analizar cómo cóm actuó tanto a nivel interno, com como en el plano regional, para luego o identificar id cuáles fueron los factores res q que influyeron en su trabajo en conjunto nto con los demás Estados, teniendo oe en cuenta las características del escenario ario descrito en los párrafos anteriores. es. pacto en la política argentina El COVID-19 y su impact En este complejo contexto texto, con el objetivo de poder identificar car algunos lineamientos generales s qu que hacen a la política exterior argen gentina, es necesario adentrarse en n e el espacio nacional para poder lograr un análisis más completo. Es tempran rano para realizar un debate crítico profundo ndo ya que la pandemia sigue su curso urso en el país, la región y el mundo, pero ro a su vez queda de manifiesto que algunas reglas de juego se fueron n y se van modificando permanenteme emente El Estado aún eje ejerce un poder regulador indudable le e indiscutible sobre las decisiones en materia de salud pública ica e en sus propios límites ites territoriales. Pero por su alcance ce e implicancias como o problema p transfronterizo y global, la salu salud se convierte tambié bién en un elemento central de la polític olítica exterior (Riggirozzi, zi, 2020: 2 p. 1). 187 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Por consecuente, la crisis is provocada p por la pandemia del COVID-19 19 puso en jaque el juego político co ttal cual la conocíamos. Expuso aún ún más la irrelevancia de los espacio acios multilaterales para poder manejarr un suceso como este, y por otro lado, lado las medidas de tipo nacionalista aflorar oraron en la región y en el mundo.. E Es por ello que resulta interesante rem remarcar el trabajo argentino para lueg luego observar su comportamiento en sus s re relaciones regionales. El análisis del escenario rio n nacional ha sido foco de debates intern nternos que pusieron sobre la mesa a algunos al aspectos centrales del mismo.. E El dilema “Salud o Economía” y la a ori orientación hacia la salud adoptada por el Gobierno, G gozó en un inicio de un n cierto c consenso generalizado. Cabe desta estacar, sin embargo, que el presidente ente Alberto Fernández se ha mostrado en oposición o a la idea de elegir, per pero ha realizado ciertas declaraciones es en sus conferencias donde deja a ve ver su postura, poniendo en claro que la economía e se puede recuperar pero o las pérdidas de vidas humanas no. Efectivamente, tras la propagación pr del virus, el gobierno priorizó pri la implementación de medida didas de contención del mismo a través del Decreto 297/2020 que establece e la obligatoriedad de acatar un Aislamiento iento Social, Preventivo y Obligatorio. io. Esto E implicó que las actividades económ nómicas se redujeran a la producción ión d de bienes esenciales, al tiempo que se e en enfocó en fortalecer la capacidad de rrespuesta del sistema de salud argentino. ino. Difícilmente se pueda ima imaginar esta estrategia nacional sin ell contacto con y apoyo de los distintos s n niveles subnacionales, tanto provinciale iales como municipales. Los gobernad nadores e intendentes son actores claves s a la hora de poder llevar al territorio torio las diversas medidas adoptadas desde sde la Casa Rosada, por lo que es pre preciso identificar algunos aspectos que e se fueron desarrollando a partir del el D Decreto que proclamó las medidas de aislamiento aisl social preventivo y obligato gatorio. En primer lugar, desde el iinicio de esta crisis y a diferencia de lo s sucedido en la mayoría de los Estad stados de la región, Argentina mostró cierta ierta unidad política a la hora de llevar var adelante estas medidas de carácter preventivas. prev El presidente se mantuvo tuvo en contacto estrecho con los represe resentantes provinciales, municipales, les, de la sociedad civil, tanto oficialista listas como opositores y ha escucha uchado sus críticas y opiniones para a que q las disposiciones se puedan n a adaptar de una manera más adecuada ada a cada territorio y sector. Asimism ismo, el gobierno nacional apoyó financiera ieramente a las provincias y municip icipios para que estas puedan paliarr las la crisis económicas por las cuales les e están atravesadas y que se agravaría por la caída de la recaudación impositiv sitiva. Las medidas de contenc tención adoptadas que resultaban “exitos xitosas” en términos sanitarios provoca vocaban un efecto opuesto en la economía ía nacional, n dejando ciertos resquebra ebrajamientos a esta suerte de unidad dad política nacional. La situación indu inducida por la pandemia se vio agravada ada por las consecuencias negativas s de las medidas de corte neoliberal aplicada cadas por la gestión presidencial anterio terior. A fin de mitigar el estancamiento eco económico, además de los fondos s transferidos t a las provincias y munici nicipios ya mencionados, el Estado o la lanzó un paquete de medidas entre las que se encontraban subsidios y ay ayudas sociales, que si bien representaron ron un u alivio parcial, no constituyeron n una un solución definitiva. 188 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Esto dio a lugar a un escen cenario donde el apoyo demostrado en un p principio a las políticas contra el coro coronavirus se fue diluyendo conforme la a crisis cri y las dificultades económicas iban iba avanzando. Si bien la crisis en la econ conomía es un problema que afecta ta al mundo entero, existen ciertas cuest uestiones e inquietudes propias de cada región o provincia, que hacen aún más ás difícil su tratamiento, ya sea porr inc incapacidades de recursos, o por factores es ajenos a a las mismas. Algunos ejemplos para m mencionar son, las provincias patagónica nicas cuyas economías tienen gran dep dependencia a la explotación petrolera y la bajante del precio del crudo ha afec afectado de manera singular a esta región n (Serrichio, (S 2020), o en el Noreste de del país, en la región del impenetrable e chaqueño, ch donde se puede ver la cons consolidación de una organización social denominada deno “guardia Wichí Washek”” q que está poniendo en jaque el rol de e la policía provincial y nacional al con controlar ingresos y egresos de la región par para poder frenar el avance de los con contagios en esa provincia (“Tensión con la guardia Wichí Washek,”, 2020). ). O también la realización de un “cacerol erolazo” en diversos puntos de las s gr grandes ciudades argentinas con el obje objetivo de expresar el malestar frente ente a la concesión por parte del Poderr Judicial Jud de prisiones domiciliarias en el e afán de evitar grandes focos de contagi tagio en las cárceles. Otra temática que pone e de relieve la necesidad del gobierno argen rgentino de articular consensos tanto anto a nivel interno como internacional onal es la negociación de la deuda da externa, proceso que se está iniciando ndo y que indefectiblemente va a tene tener consecuencias para la política nacional. nal. En términos generales, en el accionar del gobierno primó el conse nsenso y la unidad de intereses con n ot otros actores del territorio nacional, lo o cu cual distó mucho con respecto a lo su sucedido en la región, como se verá a cont ontinuación. Argentina y el convulsionada COV OVID-19 en una región fragment entada y La vuelta del peronismo mo al poder en Argentina en diciembre re d de 2019 significó un reacomodamien miento de fuerzas en Latinoamérica. Al mom omento de inicio del mandato presi residencial de Alberto Fernández, la región re se encontraba gobernada en su mayoría por administraciones de orientación orie liberal-conservadora, con on la excepción de México y Venezuela. La llegada ll y consolidación de este tipo ipo d de gobiernos, que implicó un fuerte retro etroceso del fenómeno de la “marea rea rosa”, dejó su impronta en los proce rocesos de concertación política e int integración regionales de los cuales forma form parte Argentina. En efecto, durante los últim ltimos años se atestiguaron diferentes camb mbios en la materia. Por un lado, se abandonaron a los esfuerzos destinados s a avanzar hacia un Mercosur producti uctivo y social. En contraposición, su agenda enda pasó a estar dominada por cuestio stiones de índole comercial, al tiempo que e se instaló en la misma el objetivo de la “flexibilización” del bloque (Sanahuja uja, 2019). Por el otro, uno de los org organismos regionales que había nacido o gr gracias al liderazgo brasileño en ell marco m del apogeo de los gobiernos progres gresistas, la Unión de Naciones Sudame americanas (Unasur), sufrió un fuerte declive clive cuando más de la mitad de su sus países miembros –entre ellos, Arg Argentina-, 189 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN decidieron retirarse de ella de forma definitiva111 criticando su “exceso “ex de ideologismo y burocracia” ia” ((Frenkel, 2019). En su lugar, la mayoría ría d de estos Estados decidieron embar barcarse en un nuevo proyecto, que ve vendría a sustituir al anterior, el Foro para el Progreso de América del Sur (Pr (Prosur)112, el cual se presentó com como una propuesta flexible, pragmática tica y proglobalización. Finalmente, te, la Comunidad de Estados Latinoameri ericanos y Caribeños (Celac), que al ig igual que Unasur contaba con una agenda enda amplia y había sido conformado do durante el “giro a la izquierda”, profun ofundizó su proceso de parálisis relativa ativa. Ahora bien, además de la polarización política causada por la existe xistencia de gobiernos de distinta orientación orie ideológica, y de las transform formaciones acontecidas a nivel conc concertación e integración, el panorama ma general latinoamericano al moment ento de la expansión de la pandemia dell COVID-19 CO se completaba con la pres resencia de fuertes conflictos internos en n cada c uno de los países de la regió egión. Entre los cuales sobresalieron el a auge del descontento social y de e llas movilizaciones populares, el aument ento de la represión a las protestas, tas, el marcado deterioro de las economí omías y el creciente choque de interes ereses al interior de algunas administraciones ones. En este marco, al desat esatarse la pandemia, los Estados de e la región ensayaron principalmente nte medidas unilaterales de contención del de virus. Como se observó anterior riormente, Argentina no permaneció ajena jena a esta tendencia. La prioridad oto otorgada a la implementación de políticas as iinternas, dejó poco lugar a la coordi ordinación entre los países latinoamericanos nos para el diseño de estrategias regionales. regi No obstante, a pesar de las diferencias dif políticas y de los divergent gentes enfoques que cada administración n ad adoptó, el gobierno de Fernández z colaboró co con muchos de estos Estados os a fin de gestionar la repatriación n de ciudadanos a sus respectivos países s de origen, al tiempo que participó de distintos canales regionales de diálogo go que han permanecido activos. En este sentido, cabe desta estacar que el mandatario argentino estuvo vo p presente en una reunión virtual inédita iné que se realizó entre los presidente ntes de los países miembros de Merco ercosur y Prosur. Asimismo, Argentina por vía de teleconferencia participó ó de múltiples encuentros en el ámbito espec specífico del Mercosur representada po por funcionarios de diferente rango. Aho Ahora bien, estas reuniones pusieron on d de manifiesto la falta de consenso y de voluntad v política para la puesta en marcha m de estrategias conjuntas de conten ntención de la pandemia y de coordina dinación económica. Hasta el momento, en términos t puntuales, Argentina y sus pares del Mercosur se han lim limitado a comprometerse a relevar var y compartir entre sí información, estadísticas esta sobre la evolución del coro coronavirus y datos de vigilancia epidemiológ iológica, y a eliminar obstáculos all trá tránsito de suministros y elementos esenciales es (Riggirozzi, 2020). Si bien se han tomado o otras medidas concretas, como por eje ejemplo la asignación de un aporte rte financiero adicional al Proyecto del el M Mercosur “Investigación, Educación ón y Biotecnologías aplicadas a la Salud”, ”, de destinado a fortalecer la respuesta ta s sanitaria de los países miembros a la a pandemia p 111 Argentina, Brasil, Colombia mbia, Chile, Ecuador, Perú, Paraguay y Uruguay. ay. Se trata de Argentina,, Br Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Pa Paraguay y Perú, a los que luego se incorp corporó Uruguay. 112 190 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN (FOCEM, 2020), la región ión n no ha ido más allá de la evaluación de e cursos cu de trabajo conjunto. Aunque ue desde d el punto de vista discursivo predom dominó una visión que destacaba la necesidad de una coordinación de e medidas sanitarias, comerciales y económicas e a nivel regional en el marc arco de la pandemia (Mercosur, 2020) 020), esto no tuvo su correlato en la práctica tica. El enfoque acerca de un n a accionar político “puertas adentro” está tá re reforzado por la carencia de una valo valoración en común acerca de lo que entien ntienden los diversos Estados de la región regi por “salud” humana y por la fuerte te in influencia que ejerce en los sistemas mas sanitarios latinoamericanos las concepci epciones de modelos de protección so social y sistemas de salud eurocéntricos cos (Basile, 2020). Este último element ento se ve reflejado en el hecho de que en muchos de estos países se ha han adoptado esquemas sanitarios pensados p originalmente para realidad lidades muy distintas a las latinoamericanas nas, lo cual ha provocado entre otr otras cosas la mercantilización de la salud, incrementando la desiguald ualdad en el acceso y afectando su calidad. El proceso de contestaci stación institucional y normativa al regio egionalismo posliberal protagonizado o po por los nuevos gobiernos de derecha de lla región (Sanahuja, 2019), trajo ajo consigo una agenda donde la cuestiones cu económicas fueron priori riorizadas por sobre las sociales. Una na de las consecuencias de ello fue ue q que los esfuerzos en pos de construir y coordinar c la soberanía en salud, obj objetivo que se habían planteado bloques es como el Mercosur y la Unasur dura durante la primera década del siglo XXI (Riggirozzi, (Ri 2020), se vieron fuertemen mente limitados. Con ello, a su vez, se ven n reducidas re las posibilidades de armoni onizar sus sistemas de salud y asumir una postura unificada en esta materia ia a nivel internacional. Reflexiones finales A lo largo del desarrollo llo d de este trabajo, se pudo dar cuenta que qu aquel escenario de consenso logrado logr entre distintos actores a nivel intern nterno en la Argentina para enfrentarr la pandemia no pudo encontrar, hasta el momento, m su correlato a la hora de trabajar con sus pares regionales. Asim simismo, el presente análisis permitió itió reconocer cuáles fueron los elemen entos que obstaculizaron la cooperac eración regional y la implementación de medidas conjuntas de contención n ne negociadas entre los Estados latinoamerica ericanos. En efecto, los diversos y es escasos contactos mantenidos entre el gobierno g nacional y sus vecinos no se han traducido en el establecimiento to de d líneas de acción consensuadas as que excedan los intercambios de dato datos y de experiencias nacionales de contención del virus. Sin embargo, teniendo en cuenta que como plantea Harari (2020), (20 "la Historia indica que la ve verdadera protección (frente a las pandemias) pan proviene de compartirr in información científica fiable y de la solidaridad sol mundial", puede establece lecerse que los pequeños avances logrados ados por la región en materia de coo cooperación, si bien son insuficientes, pod podrían ser positivos. Siguiendo all autor, au lo valioso del intercambio de info información entre países radica en n que q permite fortalecer una respuesta ta científica c definitiva a la propagación ión del virus. Además, en el caso de la regi región, este tipo de acercamientos podr podrían brindar el puntapié inicial para la gen generación de acciones más concretas tas para enfrentar tanto la crisis actual y como com crisis futuras. 191 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Se debe tener en cuenta enta que la región estaba envuelta en una un crisis económica que data de e an antes del inicio de la pandemia. Las medidas med de contención del virus están stán generando efectos devastadores en n todas to las economías del mundo, los cuales son aún más graves para países es como c los latinoamericanos, que da dadas sus debilidades estructurales son so más susceptibles a los cimbro bronazos externos. Este escenario hace e a aún más urgente la necesidad de e po poder concertar y cooperar para resolver er los lo temas que afectan por igual a esta zona del mundo. Ahora bien, los debates s so sobre cuáles son los métodos más efectiv ectivos para afrontar y vencer a esta a cri crisis sanitaria, continúan su curso, aument entando así, el desafío por conciliarr un una solución. La incertidumbre provocada cada por la pandemia del COVID-19, 9, c como la disidencia a la hora de pensar ar la l salud, genera una oportunidad d p para que los Estados de Latinoamérica ica intenten implementar una nueva eva gestión de la misma. La teoría oría crítica latinoamericana sanitaria ria p provee interesantes aportes en este sentido, sen al proponer el diseño y aplic aplicación de un modelo de organización, ón, redes y gestión de salud construid truido a partir de la universalidad, integra tegralidad e interdependencia, lo cual al e está más en sintonía con las necesidade ades de las complejas e inequitativas as s sociedades de Latinoamérica y el Caribe ribe (Basile, 2020). En este marco, también ién aparece robustecida la posibilidad de trabajar regionalmente a fin de lograr logr la soberanía sanitaria, tal como se e re realizó en el marco del Mercosur y la Unasur en la década pasada (Riggirozzi, zzi, 2020) y así pensar la opción de abr abrir el juego político en materia de salud d a sectores de la sociedad civil, pensan sando no sólo en una articulación multinivel ivel nacional sino también en la genera neración de canales regionales de diálogo go para un abordaje en conjunto. Es conveniente mantener er e el estado de alerta para ver la evolución ción de esta crisis pandémica. Ningún nE Estado se esperaba la magnitud que ha a tomado to la problemática, por lo tanto nto ninguno estaba preparado para afronta ontarla. Sin embargo, el análisis de e lo los sucesos y el desenvolvimiento de los hechos puede servir para analizar lizar y proponer cursos de acción distintos ntos y más eficientes para enfrentarr un una crisis futura. Referencias bibliográfica ficas Basile, G. (2020). Repen pensar y descolonizar la teoría y política íticas sobre sistemas de salud lud en Latinoamérica y Caribe. Cuader dernos del pensamiento crítico ico llatinoamericano, n°73. Cibeira, F. (30 de marzo o d de 2020). Alberto Fernández: "De la econ conomía se vuelve, de las s m muertes no". Página 12. Recupera erado de: https://www.pagina12. a12.com.ar/256235-alberto-fernandez-de-la-econ economiase-vuelve-de-las-muer uertes-no Dinatale, M. (8 de abril il de 2020). El Gobierno empieza a girarr $ $120.000 millones a las provin ovincias para enfrentar la pandemia del coronavirus. coro Infobae. Recuperado de: https://www.infobae.co e.com/politica/2020/04/08/el-gobierno-empieza ieza-a-girar120000-millones-a-las las-provincias-para-enfrentar-la-pandemia-del-coronavirus/ 192 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN FOCEM. (2020). El Merco ercosur aprueba mayores recursos para ra proyecto p FOCEM sobre biotecn cnologías aplicadas a la salud destinados s a la lucha contra el COVID-19. 19. Recuperado de: https://bit.ly/2M8CDCN Frenkel, A. (junio de 2019) 19). Prosur: el último Frankenstein de la integración inte sudamericana. Nueva Sociedad. Recuperado do de: https://nuso.org/articu rticulo/prosur-integracion-america-latina-derecha cha-alianza/ Harari, Y. (2020). En la a ba batalla contra el coronavirus, nos falta el liderazgo l mundial. Fundació ación Embajada Abierta. Recuperad rado de: https://www.embajada jadaabierta.org/post/en-la-batalla-contra-el-coro oronavirusnos-falta-liderazgo-mu mundial-por-yuval-noah-harari MERCOSUR. (2020). Los os p presidentes de la región acuerdan medid edidas para combatir el COVID--19. Recuperado de: https://www.mercosu cosur.int/lospresidentes-de-la-regio egion-acuerdan-medidas-para-combatir-el-covid vid-19/ Nichols, M. (2020). 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Recuper perado de: https://www.diarionort norte.com/article/191236/tension-con-la-guardia rdia-wichiwashek-amenazaron--e-intimidaron-a-la-policia-de-el-sauzalito 193 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN BIONOTAS DE AUTO UTORES Anabella Busso olítica por la Universidad Nacional de Rosario sario (UNR), Licenciada en Ciencia Políti Diploma de Posgrado en Ciencias Sociales de FLACSO y Magí Magíster en Ciencias Sociales de la mis misma institución. Investigadora Independ endiente de Consejo Nacional de Inve nvestigaciones Científicas y Técnicas (CON CONICET) e Investigadora Categoría ría I del sistema de Docentes-Investig estigadores. Profesora Titular en las cátedras de Política Internacionall y Política Internacional Latinoamer mericana en la Licenciatura en Re Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Re Internacionales de la UNR UNR. Docente de posgrado en la UNR, Univ Universidad Nacional de La Plata; Unive niversidad Nacional de Córdoba; Universidad dad Católica de Santa Fe y Universidad dad de La República, Uruguay. Directora del IInstituto de Investigaciones de e la Facultad de Ciencia Política y Re Relaciones Internacionales de la UNR UNR. Miembro del CERIR (Centro de Estudios Estu en Relaciones Internacionale nales de Rosario). Directora del Centro Cen de Investigaciones de Política ica y Economía Internacional (CIPEI). Gustavo Marini Licenciado en Ciencia Políti olítica por la Universidad Nacional de Rosario sario (UNR). Diploma de Posgrado en Ciencias Sociales de FLACSO. Investigador Inve categoría III del sistema a de Docentes-Investigadores. Profesorr Ti Titular de Economía Internacional en la Licenciatura en Relaciones Internacion acionales de la Facultad de Ciencia Po Política y Relaciones Internacionales de la UNR. Coordinador del Grupo de Estudios sobre Finanzas Internacional onales. Fue Director de la Escuela de R Relaciones Internacionales durante dos os p períodos. Miembro del CERIR (Centr entro de Estudios en Relaciones Internacion cionales de Rosario). Actualmente se desempeña como Decano de la Facultad Facu de Ciencia Política y Relacion ciones Internacionales. Co-Director dell Centro Ce de Investigaciones de Política ica y Economía Internacional (CIPEI). Carla Oliva Licenciada en Relaciones es Internacionales por la Universidad Naci Nacional de Rosario (UNR). Magísterr en Integración y Cooperación Internacional onal (CERIR - UNR). Docente en la cáte cátedra de Política Internacional en la Licencia enciatura en Relaciones Internacionales ales de la Facultad de Ciencia Política y Re Relaciones Internacionales de la UNR UNR. Miembro del CERIR (Centro de Estu Estudios en Relaciones Internacionales les de Rosario) y de la Red China América ca Latina L de la UNAM. Ex becaria de CON CONICET. Coordinadora del Grupo de Estudio tudios sobre China y Argentina. Investig stigadora del Centro de Investigaciones de Política P y Economía Internacionall (CI (CIPEI). Rubén Paredes Rodrígue íguez Licenciado en Relaciones es Internacionales por la Universidad Nacional Naci de Rosario (UNR), Magíster ter en Integración y Cooperación Internac rnacional y Doctor en Relaciones Internacionales Inte por la UNR. Director Adju Adjunto del Instituto Rosario de Estud tudios del Mundo Árabe e Islámico (IREMA EMAI) de la UNR y coordinador del Gru Grupo de Estudios del Medio Oriente (GEMO EMO) de la 194 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Facultad de Ciencia Política lítica y Relaciones Internacionales. Profesor sor Adjunto de Economía Internaciona ional y Profesor a cargo del Seminario io Religión, R Política y Economía en las Relaciones Internacionales del Medio io O Oriente y Norte de África en la Lic Licenciatura en Relaciones Internacionale nales de la Facultad de Ciencia Polít Política y Relaciones Internacionales de e la l UNR. Miembro del CERIR (Centr entro de Estudios de Relaciones Internacion cionales de Rosario) y del Grupo de Investigación I de América Latina- Medio dio Oriente. Investigador del Centro tro de Investigaciones de Política y E Economía Internacional (CIPEI). María Eva Pignatta Doctora en Relaciones s In Internacionales por la Universidad Nacional Naci de Rosario (UNR). Profesora ra adjunta a de Política Internacional Latinoam oamericana en la Licenciatura en Relac elaciones Internacionales de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones In Internacionales de la UNR. Co-directo rectora del Departamento de Améri mérica del Norte del Instituto de Re Relaciones Internacionales (IRI) de e la Universidad Nacional de La Plata. Inves vestigadora del Centro de Investigacion ciones de Política y Economía Internacional al (CIPEI). (C José Fernández Alonso Doctor en Relaciones Intern ternacionales por la Universidad Nacionall de Rosario (UNR). Máster en Agente te F Financiero y Negocio Bancario por la Universidad Univ de Alcalá de Henares (UAH UAH). Investigador adjunto del Consejo Nacional Nac de Investigaciones Científicas icas y Técnicas (CONICET). Docente de e Economía E Internacional en la Licencia nciatura en Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencia Política y Relaci elaciones Internacionales de la UNR. Co-coo coordinador del Grupo de Estudios s so sobre Finanzas Internacionales. Investiga stigador del Centro de investigaciones es en e Política y Economía Internacional (CIPE CIPEI). Emilse Calderón Doctora en Relaciones s In Internacionales por la Universidad Naci Nacional de Rosario (UNR). Docente te d de Política Internacional en la Licencia nciatura en Relaciones Internacionales ales de la Facultad de Ciencia Política y Re Relaciones Internacionales de la UNR NR. Investigadora Asistente del Consejo Nac Nacional de Investigaciones Científicas icas y Técnicas (CONICET). Ex becaria a CO CONICET, Fullbright y National Defens fense University. Coordinadora del Grupo o de Estudio de Defensa y Seguridad dad en Sudamérica. Investigadora del Centro Ce de investigaciones en Política ica y Economía Internacional (CIPEI). Julieta Zelicovich Doctora en Relaciones Inter Internacionales de la Universidad Nacionall de Rosario (UNR). Magíster en Relac elaciones Comerciales Internacionales, Universidad Univ Nacional de Tres de Febrer brero. Investigadora Asistente del Consejo ejo Nacional N de Investigaciones Científic tíficas y Técnicas (CONICET). Docente de e la cátedra Economía Internacionall en la Licenciatura en Relaciones Internacion acionales de la Facultad de Ciencia Po Política y Relaciones Internacionales de la UNR. Coordinadora del Grupo po de Estudios sobre Negociaciones Com Comerciales Internacionales. Investigad igadora del Centro de investigaciones en n Política P y Economía Internacionall (CI (CIPEI). 195 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Esteban Actis Doctor en Relaciones Intern ternacionales por la Universidad Nacionall de Rosario (UNR). Docente de la cáte cátedra de Política Internacional Latinoameri mericana de la Licenciatura en Relacio laciones Internacionales en la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Inte Internacionales de la UNR. Ex Becario Do Doctoral y Posdoctoral del CONICET, T, e ex Becario Fulbright. Investigador dell sistema sis de Docentes-Investigadores. s. Miembro del Centro de Estudios Comparados Com (CEC). Investigador dell Ce Centro de investigaciones en Política y E Economía Internacional (CIPEI). Ornela Fabani Doctora en Relaciones s In Internacionales por la Universidad Naci Nacional de Rosario (UNR). Magísterr en Integración y Cooperación Internacional onal (CERIR - UNR). Ex Becaria Docto octoral y Posdoctoral del CONICET. Docent cente de la cátedra Política Interna ernacional de la Licenciatura en Relaciones Re Internacionales en la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Re Internacionales de la UNR NR. Miembro del Centro de Estudios en Relaciones R Internacionales de Rosario ario (CERIR) y del Departamento de Medio dio Oriente del Instituto de Relaciones nes Internacionales (IRI) de La Plata. Inves vestigadora del Centro de investigacion ciones en Política y Economía Internacional al (CIPEI). (C Guadalupe Dithurbide Licenciada en Relaciones es Internacionales por la Universidad Nacional Naci de Rosario (UNR). Docente te d de Política Internacional Latinoamerican icana de la Licenciatura en Relaciones nes Internacionales en la Facultad de Ciencia ncia Política y Relaciones Internacional onales de la UNR. Miembro del Departam tamento de América del Norte del Instituto Inst de Relaciones Internacionales, Univ Universidad Nacional de La Plata. Inves vestigadora del Centro de investigaciones s en Política y Economía Internacional al (CIPEI). (C Rocío Novello Licenciada en Relaciones es Internacionales por la Universidad Naci Nacional de Rosario (UNR). Docente te d de las cátedras Política Internacionall y Política Internacional Latinoamer mericana de la Licenciatura en Re Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Re Internacionales de la UNR. NR. Integrante Docente del Grupo de Estud studio sobre Rusia de Rosario (GERR). R). Investigadora del Centro de investigaci gaciones en Política y Economía Interna rnacional (CIPEI). Marina Zalazar Licenciada en Relaciones es Internacionales por la Universidad Naci Nacional de Rosario. Actualmente curs cursando la Maestría en Integración y Cooperación Coop Internacional, del CERIR IR-UNR. Profesora adscripta en las cátedras cáte de Geografía del Turismo en la Lic. en Turismo y de Política Internacion cional en la Lic. en Relaciones Internac rnacionales, ambas de la Facultad de Ciencia ncia Política y Relaciones Internacional onales de la UNR. Miembro del Grupo de Estudios sobre China y Argentina a (G (GEChina) y del Observatorio de Política tica Exterior Argentina (OPEA). Investig stigadora del Centro de Investigaciones de Política P y Economía Internacionall (CI (CIPEI). 196 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN María Victoria Álvarez Doctora en Relaciones s In Internacionales por la Universidad Naci Nacional de Rosario (UNR). Magísterr e en Integración y Cooperación Internacion cional (UNR Argentina y Universidad d K. U. Leuven, Bélgica), y un posgrado en Derecho de la Unión Europea y Estudios Es Económicos Europeos (París I Panteón Pa Sorbona, Francia). Docente ente de la Licenciatura en Relaciones Interna ernacionales de la Facultad de Ciencia ia P Política y RRII de la UNR. Docente de posgrado posg de la UNR. Miembro del Centr entro de Estudios en Relaciones Internacion cionales de Rosario (CERIR). Coordin rdinadora del Grupo de Estudios sobre e la Unión Europea (GEUE) y del Gru Grupo de Estudio sobre Rusia de Rosario rio (GERR), radicados en el Instituto uto de Investigaciones de la Facultad de Ciencia Política y RRII de la UNR UNR. Actualmente Directora de un proyec oyecto Jean Monnet en el marco dell pro programa Erasmus+ de la Unión Europea. Nicolás Alesso Licenciado en Relaciones es Internacionales por la Universidad Cat Católica de Santa Fe. Maestrando en nR Relaciones Internacionales en la misma a institución. ins Profesor de Inglés. Adscr dscripto en la cátedra Política Internaciona ional en la Licenciatura en Relaciones nes Internacionales de la Facultad de Ciencia ncia Política y Relaciones Internacional onales de la UNR. Miembro del Grupo de Jóvenes Investigadores del Instituto ituto de Relaciones Internacionales de la Univ Universidad Nacional de la Plata. Invest vestigador del Centro de Investigaciones de P Política y Economía Internacionall (CI (CIPEI). María Florencia Marina Estudiante avanzada de e la Licenciatura en Relaciones Internacional onales en la Universidad Nacional de e R Rosario (UNR). Ayudante alumna en las c cátedras Política Internacional Lat Latinoamericana e Historia de las Re Relaciones Internacionales Latinoame americanas y Argentinas en la Licenciat nciatura en Relaciones Internacionales ales de la Facultad de Ciencia Política y Re Relaciones Internacionales de la UNR UNR. Miembro del Observatorio de Política tica Exterior Argentina (OPEA) de la U UNR. Asistente de Investigación dell Centro Ce de Investigaciones de Política ica y Economía Internacional (CIPEI). María Inés Maraví Gullo llo Estudiante avanzada de e la Licenciatura en Relaciones Internacional onales en la Universidad Nacional de e R Rosario (UNR). Ayudante alumna en la materia Política Internacional de e la Licenciatura en Relaciones Internacional onales en la Facultad de Ciencia Polític olítica y Relaciones Internacionales de la UNR. U Ex Becaria CIN (Consejo jo Interuniversitario Nacional). Asisten istente de Investigación del Centro tro de Investigaciones de Política y Economía E Internacional (CIPEI). Agustina Vienna Acosta sta Estudiante avanzada de e la Licenciatura en Relaciones Internacional onales en la Universidad Nacional de e R Rosario (UNR). Ayudante alumna en la materia Política Internacional de e la Licenciatura en Relaciones Internacional onales en la Facultad de Ciencia Polít Política y Relaciones Internacionales de e lla UNR. Miembro del Programa de E Estudios América Latina y África (PEALA) LA), dentro del Programa de Relaciones ones y Cooperación Sur-Sur (PRECSUR). Asistente Asis de 197 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Investigación Centro de e in investigación en Política y Economía Inter nternacional (CIPEI). Juan Cruz Alegre Estudiante avanzado de la Licenciatura en Relaciones Internacionale nales por la Universidad Nacional de e Ro Rosario (UNR). Ayudante alumno de las materias m Inglés III y Política Int Internacional de la Licenciatura en Relaciones Re Internacionales en la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Re Internacionales de la a U UNR. Asistente de Investigación Centro Cen de investigación en Política y Economía E Internacional (CIPEI). Camila Romero Estudiante avanzada de e la Licenciatura en Relaciones Internacional onales de la Universidad Nacional de e Ro Rosario (UNR). Miembro del Grupo de Estudio Est de Negociaciones Comerciale iales Internacionales (GENCI) del Instit nstituto de Investigaciones de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Re Internacionales (UNR);; y del Observatorio de Economía Intern ternacional, perteneciente a la cátedra edra de Economía Internacional de la Facu Facultad de Ciencia Política y Relaciones ones Internacionales (UNR). Verónica Deutsch Licenciada en Relaciones es IInternacionales (UNR). Docente de Teoría eoría de las Relaciones Internacionales ales y docente adscripta en el Seminario io ‘Religión, ‘R política y economía en las relaciones internacionales del Medio io Oriente O y Norte de África', ambas de la Licenciatura en Relaciones Internacion acionales en la Facultad de Ciencia P Política y Relaciones Internacionales de la UNR. Maestranda en Integració ración y Cooperación Internacional (CERI ERIR-UNR). Miembro del Instituto Ros Rosario de Estudios del Mundo Árabe e Islámico (IREMAI-UNR) y del Grupo rupo de Estudios de Medio Oriente (GEMO) O)-Facultad de Ciencia Política y Relacio laciones Internacionales. Luca Pace Licenciado en Relaciones es IInternacionales. Universidad Nacionall de Rosario (UNR). Docente adscripto to d del Seminario “Política, Religión y Econom omía en las Relaciones Internacionales ales del Medio Oriente” de la Licencia nciatura en Relaciones Internacionales ales en la Facultad de Ciencia Política y Re Relaciones Internacionales de la UNR NR. Miembro del Instituto Rosario de Estudios Estu del Mundo Árabe e Islámico o (I (IREMAI-UNR) y del Grupo de Estudios os d de Medio Oriente (GEMO) Facultad d de Ciencia Política y Relaciones Internacion cionales. Agustín Dip Licenciado en Relaciones es IInternacionales. Universidad Nacionall de Rosario (UNR). Docente adscripto to d del Seminario “Política, Religión y Econom omía en las Relaciones Internacionales ales del Medio Oriente” de la Licencia nciatura en Relaciones Internacionales ales en la Facultad de Ciencia Política y Re Relaciones Internacionales de la UNR NR. Miembro del Instituto Rosario de Estudios Estu del Mundo Árabe e Islámico o (I (IREMAI-UNR) y del Grupo de Estudios os d de Medio Oriente (GEMO) Facultad d de Ciencia Política y Relaciones Internacion cionales. 198 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN Luisina Ibañez Licenciada en Relaciones s In Internacionales de Universidad Nacionall de Rosario (UNR). Estudiante del ciclo superior de Ciencia Política en la UNR. R. Miembro M del Grupo de Estudio de Finanzas Internacionales (GEFI), dell Grupo G de Estudio de la Unión Europe ropea (GEUE) y del Observatorio de Política tica Exterior Argentina (OPEA). Irene Sacco Licenciada en Relaciones es Internacionales por la Universidad Nacional Naci de Rosario (UNR). Miembro o de del Grupo de Jóvenes Investigadores del Instituto I de Relaciones Internaciona ionales (IRI) de la Universidad Nacional de la Plata (UNLP). Integrante del Grupo Gru de Estudios sobre Finanzas Internacio nacionales y del Observatorio de Econom nomía Internacional (UNR). María Sol Ybañez Estudiante de la carrera era Relaciones Internacionales de la Univ Universidad Nacional de Rosario (UNR) NR). Miembro del Grupo de Estudio sobre bre China y Argentina (GECHINA) y del Grupo de Estudio sobre Seguridad y Def Defensa en Sudamérica. nanno Florencia Gianina Bonan Estudiante de la carrera era Relaciones Internacionales de la Univ Universidad Nacional de Rosario (UNR) NR). Miembro del Grupo de Estudio sobre bre China y Argentina (GECHINA) y del Observatorio de Política Exteriorr A Argentina (OPEA). 199 RELACIONES INTERNACIO CIONALES EN TIEMPOS DE PANDEMIA PAN MIEMBROS DEL L CE CENTRO DE INVESTIGACIONES NES EN POLÍTICA Y ECONOMÍA E INTERNACIONAL AL Directora Mg. Anabella Busso Co-director Lic. Gustavo Marini Investigadores Mg. Carla Oliva Dr. Rubén Paredes Rodrígu ríguez Dra. María Eva Pignatta Dr. José Fernández Alonso nso Dra. Emilse Calderón Dra. Julieta Zelicovich Dr. Esteban Actis Dra. Ornela Fabani Dr. Roberto Falcón Lic. Guadalupe Dithurbide Lic. Maximiliano Barreto Lic. Rocío Novello Lic. Marina Zalazar Asistentes de investigaci gación Lic. Nicolás Alesso María Florencia Marina María Inés Maraví Gullo Agustina Vienna Acosta Juan Cruz Alegre 200