Anabe
abella Busso (coord.)
RELACIONES
REL
INTERN
RNACIONALES
LES EN
TIE
TIEMPOS
DE
PA
PANDEMIA
Buss
usso, Anabella Estela
Relaciones internacionales en tiempos
s de pandemia /
Anab
nabella Estela Busso ;
comp
ompilado por Anabella Estela Busso. - 1a edi
edición especial Rosa
osario : Anabella Estela Busso, 2020.
200 p. ; 21 x 30 cm.
Edici
dición para Centro de Investigaciones
s
Econ
conomía Internacional (CIPEI)
ISBN
SBN 978-987-86-4797-5
en
e
Política
y
1.. Política
Po
Internacional. 2. Economía Internacio
acional. I. Título.
CDD
DD 327.09
Esta obra se encuentra
tra bajo una licencia de Creative Common
mons Attribution
Non Commercial- Share
are A
Alike 4.0 International (CC BY-NC-SA
A4
4.0)
Centro de Investigacio
aciones en Política y Economía Interna
ernacional
Instituto de Investigaci
gaciones - Facultad de Ciencia Política
ica y Relaciones
Internacionales - Univers
versidad Nacional de Rosario
Riobamba 250 Bis. Mono
onoblock Nº 1, Centro Universitario Rosa
osario, 2000EKF
Rosario, Santa Fe. Argen
gentina
cipei@fcpolit.unr.edu.ar
.ar
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
INDICE
Introducción Por Anabella
bella Busso ................................................
......... 3
Orden internacional ................................................................
.......
.......... 5
Pandemia y orden inte
internacional: incertidumbre entre lo viejo
jo q
que
no quiere morir y lo nue
nuevo que no termina de nacer
Por Anabella Busso ................................................................
......
......... 6
El Ritmo Básico de Reproducción del COVID-19 en la
transformación del Siste
Sistema Internacional
Por Esteban Actis y Julieta
Julie Zelicovich .......................................
......... 23
Economía Internacional
nal ...........................................................
.......... 31
Economía internacional
nal en tiempos de pandemia
Por Gustavo Marini .......
...............................................................
......... 32
El impacto del COVID
VID-19 en las relaciones comerciales
internacionales
Por Julieta Zelicovich y Camila Romero ....................................
........ 41
Las deudas soberanas
as en el marco de la crisis del COVID-19
Por José Fernández Alon
Alonso ......................................................
......... 50
El impacto del COVID--19 en los mercados bursátiles
Por Luisina Ibañez .......
...............................................................
......... 59
Sistema financiero inte
internacional durante la pandemia. ¿Algo
nuevo bajo el sol?
cco ..........................................................
......... 66
Por Irene Ayelén Sacco
Seguridad y Cooperación
ción Internacionales ................................
.......... 72
La Seguridad Internacio
acional y el COVID-19: tendencias que se potencian
pote
Por Emilse Eliana Calde
alderón .....................................................
......... 73
Dinámicas de la coopera
peración internacional durante la pandemia
Por Marina Zalazar .......
...............................................................
......... 78
Actores centrales ...........
.................................................................
........ 84
La política internacional
onal china en los tiempos del COVID-19.. Retos
Re
ante
una coyuntura compleja
leja
Por Carla Oliva ............
................................................................
......... 85
Medidas internas aplica
licadas por el gobierno chino ante la emerge
ergencia del
COVID-19
......... 92
Por María Sol Ybañez y Florencia Gianina Bonanno .....................
1
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
De espaldas al mundo:
do: la administración Trump ante el nuevo
oe
escenario
mundial de pandemia
Por María Inés Gullo Ma
Maraví y María Florencia Marina ................
......... 98
‘not great, not terrible’
ible’: Rusia, COVID-19 y un orden internac
nacional en
disputa
....
......... 107
Por M. Rocío Novello .............................................................
La Unión Europea frente
ente a una nueva crisis: la pandemia dell COVID-19.
CO
“Plus ça change, plus
s c’
c’est la même chose?”
Por María Victoria Álvar
lvarez ......................................................
......... 122
Medio Oriente ................
.................................................................
.......... 128
El escenario convulso
so d
del Medio Oriente y Norte de África: respu
espuestas y
dinámicas frente al COV
COVID-19
Por Rubén Paredes Rod
Rodríguez .................................................
......... 129
Pandemia y política ex
externa en el Golfo. El caso de Emiratos
atos Árabes
Unidos
Por Ornela Fabani ........
..............................................................
......... 136
Política, economía y rreligión en tiempos de COVID-19: el caso de
Turquía
Por Luca Pace ..............
...............................................................
......... 140
Arabia Saudita: consecu
secuencias y derivaciones de la pandemia
Por Agustín Dip ...........
...............................................................
........ 147
El COVID-19 pone contr
ontra las cuerdas al régimen iraní
Por Verónica Deutsch ............................................................
...
......... 152
La pandemia en un Estado
Esta
erosionado: el arribo del COVID-19
19 a Siria y
las capacidades estatale
tales para afrontarlo
Por Nicolás Alesso ........
..............................................................
......... 160
América Latina ...............
.................................................................
.......... 169
Política internacional
al latinoamericana, cambios de ciclo y agenda
regional en la coyuntura
tura de pandemia
Por Eva Pignatta ..........
................................................................
....... 170
AMLO ante la pandemi
emia ¿una oportunidad perdida para el soft
sof power
mexicano?
Por Guadalupe Dithurbi
urbide ......................................................
......... 178
El accionar de Argentin
ntina en el escenario del Covid-19, ¿acción
ión regional
(des)concertada?
osta ... 186
Por Juan Cruz Alegre, M. Florencia Marina y Agustina Vienna Acosta
Bionotas de autores ................................................................
.......
.......... 194
2
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
INT
INTRODUCCIÓN
En diciembre de 2019 ell Co
Consejo Directivo de la Facultad de Ciencia
ncia Política
y Relaciones Internacionale
nales de la Universidad Nacional de Rosari
sario (UNR)
aprobó la creación dell Ce
Centro de Investigaciones en Política y Economía
E
Internacional (CIPEI) y autorizó su radicación en el Instit
nstituto de
Investigaciones de dicha
a Fa
Facultad.
La creación de este Ce
Centro institucionaliza una tarea conju
onjunta de
investigación que, durante
nte años, fue llevada adelante por docente
ntes de las
cátedras de Política Intern
ternacional, Política Internacional Latinoame
mericana y
Economía Internacional
al y que, en varias ocasiones, contó
tó con la
participación de otros estim
stimados colegas tanto de nuestra Facultad
tad como
c
de
otras universidades. La
a la
labor investigativa se canalizó principalm
ipalmente a
través de proyectos financi
anciados por la Secretaría de Ciencia y Tecno
cnología de
la UNR, la Agencia Nacion
acional de Promoción Científica y Tecnológ
ológica y el
Consejo Nacional de Invest
vestigaciones Científicas y Técnicas a lo que
ue se suma
la creación de Grupos de
e Es
Estudios coordinados por miembros dell CIP
CIPEI.
En las reuniones desarrolla
rolladas a lo largo de 2019, destinadas a elaborar
ela
el
plan de trabajo, el equipo
ipo debatió sobre los temas que más le inquietaban.
inqu
En ese marco se destacó,
acó, tal como se sostuvo en la fundamenta
entación del
proyecto de creación del Centro, que los últimos años fueron
n m
marco de
múltiples transformaciones
ones en la arena internacional, todas las cuales
pusieron, y aún ponen,
n, en evidencia la necesidad de profund
fundizar las
investigaciones en Relacion
ciones Internacionales desde un abordaje com
complejo y
comprehensivo. Sin ánimo
imo de presentar una lista cerrada, se advirtió
advi
que
tales transformaciones
s s
se manifestaron de múltiples mane
aneras: el
referéndum que aprobó
ó la salida del Reino Unido de la Unión Eur
Europea, la
elección de Donald Trump
mp a la presidencia de Estados Unidos, ell av
avance de
partidos y movimientos nac
nacionalistas en Europa, la disputa cada vez menos
velada entre Estados Unido
nidos y la República Popular China, la erosió
osión de los
indicadores macroeconómic
ómicos en las economías desarrolladas y em
emergentes
–particularmente de las
s co
conglomeradas en el acrónimo BRICS–,, la caída
consecuente de los precios
cios de las materias primas y el estallido de p
protestas
sociales en diversas latitu
titudes del globo: desde Hong Kong, pasa
asando por
Medio Oriente, hasta Ecu
Ecuador, Chile, Bolivia y Colombia en
n la región
latinoamericana. Cada uno de estos fenómenos y procesos dan cuen
cuenta de la
emergencia y/o profundiza
dización de crisis en las diversas áreas del contexto
c
mundial –política, económic
ómica, y social–, poniendo en evidencia la
a futilidad
f
u
obsolescencia de parte
e de las categorías tradicionales para abordar
abo
los
procesos y fenómenos que se suceden actualmente en la esfera mundial.
mun
En
este contexto, deviene cada vez más lejana o desafortunada la noció
oción de un
orden mundial liberal, ci
cimentado sobre las bases del multilatera
teralismo y
configurado por Estados
os U
Unidos como actor hegemónico indiscu
iscutido. Lo
propio puede señalarse res
respecto a la idea de globalización en tanto
nto proceso
inevitable e irreversible.
Estos ajustes no dejan indemnes
inde
a la región y a la República Argen
rgentina, en
particular. En efecto, cad
cada una de las modificaciones en las
as diversas
dimensiones del escenario
rio iinternacional condiciona tanto la configur
iguración de
los respectivos modelos
elos de desarrollo como así también
n de sus
3
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
correspondientes estrategia
egias de inserción internacional. Ante este
e panorama
pa
signado por la incertidumb
umbre, se impone necesario abordar investig
estigaciones
innovadoras y sistémicas
s so
sobre el escenario mundial contemporáneo
neo.
A partir de todo lo expuesto
esto el CIPEI se planteó como finalidad desa
esarrollar y
promover investigaciones
es s
sobre temas de economía y política inter
nternacional
contemporánea con foco
o en el siglo XXI. Dichas investigaciones se nutrirán
fundamentalmente de teorí
teorías de las relaciones internacionales, la economía
e
política internacional y los enfoques teórico-conceptuales sobre
e seguridad
se
internacional y política exterior,
ext
con una perspectiva interdisciplina
plinaria que
permita el diálogo con otras disciplinas de las Ciencias Sociales.
La pandemia de COVID-1
19 alteró los planes imaginados para
a inicios
in
de
2020, los que incluían un
una presentación “en sociedad” –presenci
encial y en
redes– y la puesta en
n fu
funcionamiento de nuestro plan de trabajo.
trab
Sin
embargo, al igual que gra
gran parte de la comunidad académica,, se decidió
adaptar el plan de activid
ividades a encuentros virtuales. En ese marco,
ma
los
miembros del CIPEI interc
tercambiamos opiniones sobre los impacto
actos de la
pandemia en diversas dim
dimensiones de las relaciones internacional
onales. Este
debate no se organizó sobr
sobre un eje temático específico ni sobre un proyecto
p
de investigación, sino qu
que se valió de los análisis que los
os distintos
investigadores y auxiliares
res de investigación realizaron en función del
de vínculo
del COVID-19 con su tema específico de pesquisa. A la vez, un
n grupo
g
de
miembros del CIPEI qu
que se desempeñan simultáneamente
ente como
coordinadores de grupos
os d
de estudios o como Directores Adjuntos
tos d
de otros
Institutos hicieron extens
tensiva la invitación a los integrantes de dichos
espacios para que se sumar
maran a la discusión académica.
A los efectos de que los resultados no quedasen sólo entre
tre quienes
participaron de los encuen
uentros virtuales se decidió sistematizarlos
rlos en este
documento de trabajo.. Pa
Para ello se organizó una tarea conjunta
unta con la
publicación “Perspectivas.
as. Revista en Ciencias Sociales”. Así, bajo
ajo el título
“Relaciones Internacionale
nales en tiempos de Pandemia” se avanza
anzaron 23
reflexiones preliminares
s en torno a las huellas de la pandemia sobre
sobr temas
tales como: el orden mun
mundial; la economía internacional; cuesti
estiones de
agenda global como la coop
cooperación y la seguridad y el paso de la pandemia
pa
por determinadas regiones
nes o países en particular.
La incertidumbre se cons
constituyó en el principal símbolo dell momento
m
mientras que las consecuen
cuencias del COVID-19 anticipan un futuro
o complejo.
co
Reflexionar con sustento
to y cautela sobre las secuelas de la pandem
demia en la
arena internacional es un d
desafío para las Ciencias Sociales. En est
este marco
se inserta nuestro aporte
orte que, aunque preliminar, intenta ir en esa
dirección.
Anabella
bella Busso
Directo
ectora CIPEI
4
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
O
ORDEN
INTER
TERNACIONAL
AL
5
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Pandemia
ia y orden internacional:
nal:
incertidumbr
mbre entre lo viejo que
ue no
n
quiere mor
morir y lo nuevo que no
term
termina de nacer
1
Anabella
lla Busso
B
Con la llegada de la pandem
ndemia de COVID-19 un mundo distópico,, qu
que hasta
ese momento sólo había
ía s
sido recreado en la literatura o el cine,
ine, parece
haberse instalado como
o pa
parte de la atmósfera global. La incertidu
tidumbre se
constituyó en el signo de
del momento. En este marco, pensarr el futuro,
imaginar un horizonte, plan
plantear los posibles escenarios del “Día desp
después” se
instituyeron no sólo como
mo iinquietudes individuales, sino también
n co
como ejes
del debate colectivo dent
entro del variado y rico espacio de las Ciencias
Sociales.
Así, preguntas sobre cómo
ómo afectará la pandemia la calidad de los s
sistemas
políticos; si transitamos
os h
hacia escenarios de mayor autoritarism
rismo; si la
economía global podrá re
recuperarse y cómo se repartirán los
s costos;
co
si
tendremos más Estado;; si a
asistimos o no a un proceso de des globa
lobalización;
si los mecanismos de go
gobernanza global fallaron; si los cientí
ientíficos se
empoderaron como actore
tores relevantes y protagónicos de la cooperación
coop
mundial; si la disputa Estad
stados Unidos-China se profundizará; si el big
bi data y
la trazabilidad serán usados
usad
como un control permanente de n
nuestros
actos; si nacerá un orden
den internacional diferente son, entre much
uchos más,
algunos de los interrogante
antes.
Al decir de García Linera
era (2020) estamos en “tiempos de inest
inestabilidad
generalizada en la que los h
horizontes compartidos se diluyen y nadie
adie sabe si
lo que viene mañana es lla repetición de lo de ahora, o un nuev
uevo orden
social más preocupado por el bienestar de las personas… o el abismo
ismo.”
En el fervor del momento
nto surgieron un número considerable de
e ensayos
en
y
reflexiones muy interesant
santes que, en líneas generales, tienden
n a pensar
futuros contrapuestos: algunos
alg
entienden que el escenario pos-pa
pandemia
mostrará un mañana totalm
talmente nuevo (Natanson, 2020) otros, en cambio,
argumentan que nada camb
ambiará (Rodrik, 2020).
Más allá del optimismo
o o el escepticismo, enfrentamos un tiempo
tie
de
vacilaciones y, por lo tanto, recurrir a narrativas determin
rministas o
predicciones inequívocas
s so
sobre el futuro es, a mi entender, un error
rror o como
mínimo un gran riesgo.
o. A
Así, con la precaución como guía, mii punto
p
de
partida no ubica a la pande
ndemia de COVID-19 como “la única gran
n ca
causa” de
un “posible” cambio del
el o
orden internacional, sino como un hecho
hec
muy
relevante en un proceso
ceso de deterioro de las condiciones
s políticas,
p
1
Magister en Ciencias Soci
Sociales. Profesora Titular en la UNR e Inve
nvestigadora
Independiente
de
CONIC
NICET.
Rosario,
Argentina.
Correo
electrónico:
ele
anabella.busso@fcpolit.unr.ed
r.edu.ar
6
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
económicas y sociales gene
generadas por el orden internacional que comenzó
com
a
gestarse en los años ochen
henta y se profundizó en la Posguerra Fría.
Desde los tiempos de Rea
Reagan y Thatcher con su propuesta de
e un
u orden
basado en la articulación
ión d
de neoliberalismo económico y conserva
ervadurismo
político enmarcado por la g
globalización, se fue consolidando un modelo
mo
de
capitalismo financiero que no sólo acentuó la concentración de la riqueza,
avanzó desmesuradamente
ente sobre la naturaleza, fomentó el individu
idualismo y
la meritocracia por sobre
re lo
los proyectos colectivos, sino que tambié
bién afectó
la calidad de nuestras dem
democracias. Las consecuencias de este proceso
proc
son
muchas y pueden relevars
varse desde mediados de los noventa, pero el año
2019 mostró a lo largo de lla geografía mundial una significativa can
cantidad de
reclamos encarnados por distintas sociedades nacionales que
e invocaron
in
tanto la necesidad de modificaciones
mod
en las políticas públicas nacionales–
nac
incluida la salud pública–
– como una oposición a las dinámicas
s políticas
po
y
económicas globales impue
puestas por el neoliberalismo. Si bien este
te e
escenario
no borró las grietas al inter
nterior de las sociedades encarnadas en ell cli
clivaje pro
y anti sistema, su nota dist
distintiva fue el hartazgo de la sociedad civil frente a
las élites políticas alejadas
adas de los problemas del ciudadano de
e a pie. La
actual pandemia puso sob
sobre la mesa varias de las consecuencia
ncias de la
globalización neoliberal –
–entre ellos los costos humanos deveni
venidos del
achicamiento del Estado
tado y los recortes en salud públi
ública– y,
simultáneamente, le imprim
primió a este momento las características
s propias
pr
de
un hecho epidemiológico
co c
capaz de generar un gran número de muertes
mu
y
ante el cual el único inst
instrumento de defensa, hasta el momento
ento, es el
aislamiento y el distanciam
iamiento social.
En consecuencia, la base
e sobre
so
la cual es posible identificar a los
s he
hechos del
presente como un potenci
encial punto de inflexión en la evolución
n del
de orden
internacional es la existenc
tencia conjunta de un escenario previo muy
uy c
complejo
y las peculiaridades médic
édicas y psicológicas del COVID-19. Este
te punto
p
de
partida comporta también
ién aceptar que conceptos y clivajes utilizad
lizados para
explicar los problemas de la globalización neoliberal aún son útil
útiles para
analizar el futuro, más
ás allá del surgimiento de otros destin
estinados a
comprender los aspectos
sd
desconocidos que conlleva la pandemia
a y distintas
amenazas globales como
o lla ambiental. En breve, tener en cuenta
enta hechos
previos al COVID-19y su
u ex
expansión a nivel global amplía la base con
conceptual
y empírica del análisis y m
muestra cuán difícil es analizar un posible
ible cambio
de orden en un contexto
xto donde lo viejo no quiere morir y lo
o nuevo
nu
no
termina de nacer.
Conceptos para abordar
dar el análisis
Las cuestiones vinculada
ladas al orden internacional u orden
n mundial,
m
dependiendo de los autores
tores2, son una preocupación permanente
e del
de campo
disciplinar de las Relacione
iones Internacionales. En palabras de John
n Ikenberry
Ik
(2001, p. 22), “el problem
lema central de las Relaciones Internacional
onales es el
problema del orden”.
2
Entre los autores que menci
encionaré más abajo, Bull diferencia entre orden
rden mundial
y orden internacional y Sorens
rensen usa el concepto orden mundial.
7
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
En este marco, autores
es como Bull (1977) que dieron forma
a inicial
i
al
concepto se preocuparon
ron por la anarquía predominante en la sociedad
internacional y por la búsq
búsqueda de mecanismos que ordenen los vínculos
entre los estados. Desde
de su
s perspectiva, las bases del orden inter
nternacional
se asientan en un conjunt
junto de objetivos que son comunes a tod
todo grupo
social: limitación de la vio
violencia, respeto de los acuerdos y respe
speto de la
propiedad. En consonancia
ncia con esta idea Bull argumenta que
e un
u orden
internacional está conforma
ormado por un conjunto de reglas y expecta
ectativas en
torno a los cuales actúa
úa una
u
sociedad de estados. En palabras
s de
d Barbé
(2004, p.6) para Bull, “la pervivencia de la propia sociedad de estados,
est
la
independencia de los estad
stados individuales que la componen y la
a paz
pa serían
los objetivos básicos del
el o
orden internacional, entendido como modelo
mo
de
regularidad de la vida socia
ocial.”
Con el transcurrir de los años, y muy especialmente para la etapa
eta
que
deseo analizar, en este ens
ensayo, cabe la pregunta sobre cuál es el rol
ro de los
actores no gubernamentale
ntales en la conformación del orden mundia
ndial. Georg
Sorensen (como se citó
ó en Barbé 2004, p. 7), entiende que ell de
debate en
torno al orden debe basar
asarse en los estados, porque estos constitu
stituyen las
entidades básicas del sistem
istema internacional y sean cuales sean los derechos
d
y deberes de los individuo
iduos, éstos se ejercen básicamente a travé
avés de los
estados de los cuales son ciudadanos. En este sentido, este
e a
autor no
desecha el rol de actor
ctores no estatales, como los empresar
esarios, los
movimientos sociales u O
ONG, en tanto los considera ciudadanos
anos de un
Estado. Simultáneamente
nte, argumenta que las cuestiones ligadas
liga
al
bienestar de los individuos
duos se encuentran cada vez más presente
entes en la
agenda de los estados,, lo
los cuales no limitan sus relaciones a un
una visión
estrecha de los intercambio
mbios interestatales sino que en las mismas
as abordan
temas como bienestar, seg
seguridad, libertad o justicia, que son propi
ropios de la
humanidad en sentido amp
amplio.
En este marco Sorensen
n (c
(como se citó en Barbé 2004, p.8) define
ine al orden
mundial como “acuerdos
s d
de gobierno entre estados que hacen fren
frente a las
demandas de orden en áre
áreas de máximo interés humano” y, de
e acuerdo
ac
a
Barbé (2004) su concepto
epto permite transferir al ámbito internaci
nacional un
hecho propio de nuestro
o tie
tiempo como es la transformación y amplia
pliación de
las funciones del Estado,
do, que se traducen en el contexto interna
rnacional a
través de la agenda global.
bal. Esta se conforma con un conjunto de
e tem
temas que
la mayoría de los líderes
s e
entienden como cuestiones que generan
an impactos
i
sobre la humanidad y que precisan de una solución global, tales
es como:
c
el
cambio climático, las ha
hambrunas, la delincuencia transnaciona
ional o las
pandemias (Barbé, 2003).
3).
Desde una valoración perso
ersonal, pero apoyada en literatura especiali
cializada de
Relaciones Internacionales
ales y especialmente la proveniente de la EPI
(Economía Política Internac
rnacional), acuerdo con que el rol del Estad
stado sigue
siendo central para la con
conformación de un orden internacional,
al, pero su
capacidad y muy especial
cialmente la voluntad de los líderes polític
líticos para
atender las cuestiones que generan gran impacto sobre la huma
umanidad e
implican tensiones con act
actores no gubernamentales –tal el caso
o de
del sector
financiero internacional– se ha visto deteriorada en las últimas
as d
décadas.
Quizás la expresión más
ás acabada al respecto fue la de Susan
an Strange
(1996), cuando se refirió
ió al “Estado hueco”.
8
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Contextualización histór
stórica de los procesos de cambio de orden
orde
Después de esta breve pre
presentación conceptual considero necesar
esario hacer
una conexión con la exper
xperiencia histórica. En el campo de las Re
Relaciones
Internacionales la conform
ormación de un nuevo orden internacional
nal siempre
estuvo asociada a un acon
acontecimiento previo de alto impacto (por
por ejemplo
una guerra), pero en real
realidad lo que conduce a la conformación
ión de otro
orden es un proceso donde
onde se catalizan tensiones de distinto tipo
ipo y donde
aparece una secuencia de acontecimientos previos (ellos también
ién de gran
envergadura), pero que no alcanzan a constituirse en “el punto de inflexión”
in
que dé origen a lo nuevo.
vo. A modo de ejemplo para transitar desde
sde la crisis
del orden de Balance de P
Poder al orden bipolar de Guerra Fría
ía e
el mundo
asistió a múltiples escenar
narios complejos y crueles: las guerras lim
limitadas –
generalmente en los Ba
Balcanes entre 1871 y 1914–; las
s tensiones
te
nacionalistas y armamen
entistas de preguerra conocidas como
o “la paz
armada”; la Primera Guerr
uerra Mundial; la pandemia de gripe español
añola desde
1918 a 19203; el período
o en
entre guerras que incluyó la crisis del 30,
0, el
e fin del
3
En estos momentos de pand
andemia la mención a la Gripe Española como
mo indicador
para el análisis en las Relacio
laciones Internacionales se ha vuelto común.. Si bien me
amparo en que no soy histo
istoriadora, debo reconocer con humildad que
ue nunca la
había visto mencionada entre
ntre las causas de cambio de orden internacio
acional en la
literatura de la disciplina. Por ello revisé alguna información general y,, además
ad
de
los datos sobre su letalidad
d (a
(aproximadamente 50 millones de muertos,, est
esto es casi
5 veces más que las bajas
jas e
en la Primera Guerra) encontré información
ción que me
pareció útil resaltar para nu
nuestro campo disciplinar. Esta pandemia se inició en
centros de instrucción militar
itar en Estados Unidos en 1918, pero hay anteced
ecedentes de
1917. A pesar de su letalidad
idad el presidente Wilson no evitó el traslado de soldados
al escenario europeo porque
ue e
era un signo de debilidad para un país que
e acababa
ac
de
ingresar a la guerra. La mis
misma reacción tuvieron los Aliados europeos.
os. Además,
ambos ocultaron información
ión (valga la ironía: aunque el enemigo era Alemania,
Alem
es
bueno saber que esta práctica
ctica también ocurrió mucho antes que China disputara
dis
la
hegemonía mundial). Como
o E
España fue neutral en la guerra pero la pandemia
pan
se
extendió también en ese país
país, hizo público los informes sobre la situació
ación y, por
ello, fue premiada con el nom
nombre de la pandemia (gripe española) aunque
que el origen
de la misma no se localiza
lizase en su territorio. Este tipo de gripe, la primera
pandemia causada por el virus
viru A del subtipo H1N1, afectó más a los hombr
mbres que a
las mujeres (se sostiene que la debilidad y el estrés de las trincheras y del
d campo
de batalla favorecieron esta
sta tendencia) y esto implicó un incremento
o notorio
no
del
campo laboral de las mujeres
eres e, inclusive, un aumento de sus salarios,
s, aunque
a
se
destacó su convocatoria par
para desempeñarse como enfermeras (datos
tos para los
estudios de género). La gestió
estión de los gobiernos frente a la pandemia tam
también fue
muy criticada, especialmente
nte en el marco de la relación metrópolis-colonia
lonia. El caso
más destacado fue el de la In
India donde se estima que las víctimas mortale
rtales fueron
entre 13 y 18 millones y el virus afectó más a los indios que a los
s residentes
re
británicos. Las estadísticas
s m
muestran que la tasa de mortalidad en las
s castas
ca
más
bajas alcanzó los 61,6 porr cada
ca
1.000 personas, mientras que entre los europeos
fue de menos de 9 por ca
cada 1.000. Así, los sectores nacionalista
listas indios
alimentaron la percepción de que los gobernantes británicos no habían ma
manejado la
crisis de forma adecuada
a (datos
(d
para evaluar la gestión de los gobie
obiernos, las
posturas contra el colonialis
ialismo y, desde una perspectiva comparativa
ativa con la
afectación del coronavirus
s a las poblaciones más pobres en general,
ral, y a los
9
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
patrón oro, los nacionalism
alismos (fascismo, nacional socialismo y militarismo
mil
japonés), la consolidación
ión d
del escenario comunista, la guerra civil
il española;
es
el fracaso de la Sociedad
ad d
de Naciones para mantener la paz y la S
Segunda
Guerra Mundial; hecho que
que, finalmente, dio lugar al nacimiento
o del
de orden
bipolar de Guerra Fría.
Si bien a partir de ese mo
momento las reglas y expectativas en torn
torno a las
cuales se organizaron
n llas relaciones entre los estados fueron
fu
la
confrontación ideológica
a es
este-oeste y las zonas de influencia, tam
también es
verdad que este proceso
ceso generó cambios que empoderaron
n p
patrones
occidentales. Así, Estados
os U
Unidos accedió a la condición de superpo
erpotencia y
lideró la generación de bien
bienes comunes globales (políticos, económi
ómicos y de
seguridad). Tuvo una parti
articipación cercana al 70% de PBI mundia
dial, buena
parte de la economía
mía mundial se organizó bajo los
s criterios
institucionalizados en Brett
Bretton Woods y consolidó el modelo de
e Es
Estado de
Bienestar lo que dio luga
lugar a los “treinta gloriosos” o “Edad de Oro del
capitalismo” donde se artic
articuló un modelo de capitalismo productiv
ctivo con la
democracia de masas, lo q
que permitió el ascenso de las clases
s me
medias en
los países centrales. Vale
le recordar
r
que a la periferia occidental, los “treinta
gloriosos” no llegaron de
e manera
m
intensiva ni pareja, pero algunas
as gotas
g
de
desarrollismo salpicaron
n a América
A
Latina y Argentina se refrescó
ó en ellas.
En conexión con lo que acontece
ac
en nuestros días, la descripción
ión anterior
muestra que a pesar de los detalles e impactos de la gripe
e e
española
mencionados en la nota
ta n
número3, esta no fue la causa que
e ge
generó el
cambio de orden.
Es igualmente oportuno
o re
revisar históricamente los cambios de ord
orden más
cercanos en el tiempo. A p
pesar de la afirmación certera de Gaddis
ddis (1992)
sobre que el orden de Gue
Guerra Fría había sido ‘injusto pero estable’
ble’ lo cierto
es que el mismo también
bién dio lugar a un proceso de tensiones
nes que lo
conduciría a su fin. Entre
tre dichas
d
tensiones subrayo: las limitacione
iones de los
modelos de Contención,, la crisis Sino-Soviética, la aparición de
e demanda
d
políticas y económicas del Tercer Mundo, las dificultades de la Diste
Distensión a
finales de los 70, la incapac
apacidad creciente de los organismos interna
ernacionales
como la ONU para liberars
rarse de las presiones este-oeste, la aparició
rición de la
propuesta de Nueva Gue
Guerra Fría de Reagan sobre la que se cimentó
afroamericanos y latinos en el caso particular de EE.UU). Algunos
os aspectos
alentadores: el daño causad
sado por la pandemia estimuló el avance de la salud
pública, que fue impulsada
a co
como el desarrollo de la medicina social. Much
uchos países
crearon o renovaron ministeri
sterios de salud en la década de 1920; con la creación
cre
de
la Sociedad de Naciones, se c
constituyó una rama destinada a la salud en rrespuesta
directa a la gripe. Ese organis
anismo se puede considerar el antecedente inmediato
inme
de
la actual Organización Mundi
undial de la Salud (OMS); la pandemia de viru
virus A tipo
H1N1, generó un proceso de inmunidad ante el mismo. Por ello, en 2009 cuando
apareció el virus (H1N1)pdm
dm09, que difería considerablemente de los
s vir
virus H1N1
que ya circulaban al momen
mento de la pandemia, pocas personas jóvene
venes tenían
algún grado de inmunidad
ad a
ante el mismo, pero alrededor de un tercio
terci de las
personas mayores de 60 años
año tenía anticuerpos contra este virus, proba
obablemente
debido a una exposición a un virus H1N1 en algún momento previo en sus
s
vidas
(Organización Mundial de la Salud, 2018; Duarte, 2020; 100 años de la gripe
española, 2018; Badía, 2018;
18; Historiadores analizan, 2020).
10
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
políticamente el cambio de ordenen simultáneo con la aplicación de políticas
estratégico-militares que
ue lograron acotar el poder soviético de manera
contundente (Iniciativa
a de
d
Defensa Estratégica). Todos estos
tos hechos
precedieron al momento
o qu
que George Kennan nos había anticipado
do en 1947
cuando en su obra “Las
as ffuentes de la conducta soviética” señaló
ñaló que el
sistema comunista llegaría
aría a su fin por causa de orden doméstico,
o, entre
e
las
que se destacaba el paso de la conducción del país a manos
nos de una
generación de líderes pos revolucionarios que tuvieran otras visiones
vis
e
experiencias históricas. Di
Dicha caída se daría por deterioro o implos
plosión. Así
aconteció: llegó Gorbacho
achov y después de un período de cam
cambios y
popularidad internacional
al se
s fue incrementando un escenario de
e crisis
cr
que
incluyó la pérdida de autor
utoridad de Moscú en su zona de influencia,
cia, la caída
del muro de Berlín y la im
implosión de la URSS. Fue entonces que
que, sin la
bipolaridad y con las propu
ropuestas de Reagan y Thatcher de conserva
ervadurismo
y neoliberalismo, se abrió
rió e
el camino a la Posguerra Fría.
Nuevamente en vinculaci
lación con los hechos del presente,, en
entre las
pandemias más notorias
s du
durante la Guerra Fría, sólo la de SIDA iniciada
inic
en
1981 tuvo impactos globale
bales en el área científica y política, pero no alcanzó
a constituirse en causa del cambio de orden.
Posguerra Fría y más allá…
allá
En el escenario de Posguerr
uerra Fría también se pueden identificar una serie de
tensiones muy relevantes
ntes que se cristalizaron con anteriorida
ridad a la
pandemia de COVID-19
9 y se convirtieron en demandas de cambio.
cam
Sin
embargo, a diferencia de llas etapas anteriores, asistimos de man
anera más
evidente a una interrelació
ación creciente entre las situaciones domésti
ésticas y su
proyección a nivel internac
nacional, característica que no sólo impacta
cta sobre la
conformación del orden,, sin
sino también sobre las futuras tensiones
s al interior
del mismo. En consecuenci
encia, las dificultades económicas, políticas,
as, sociales
y de seguridad que enfr
enfrentan las sociedades nacionales tend
tendieron a
convertirse en temas de
e ag
agenda global.
Un repaso de los grandes
es acontecimientos que desafiaron la vigenc
gencia de la
Posguerra Fría, así como
mo también de los vínculos del neoliberalis
ralismo con
distintas corrientes política
líticas y sus consecuencias sobre la econom
nomía y la
democracia abre el camino
ino para el análisis del presente.
Durante su devenir el orde
orden de Posguerra Fría afrontó acontecimie
imientos de
alcance global que fuero
ueron percibidos como puntos de inflexi
flexión que
cambiarían el rumbo. En
n pr
primer lugar, los ataques terroristas de septiembre
sep
de 2001 se globalizaron
n po
porque Washington, como respuesta, planteó
plan
una
nueva “pax americana”” impulsada
im
por propuestas neoconservador
doras. Esta
involucraba la idea de la p
primacía a través del uso de la fuerza y, por ello,
“la guerra contra el terror”
ror” se diseñó en términos binarios (el bien
en c
contra el
mal), se modificaron las
s a
alianzas internacionales y se militarizó
ó la política
exterior. Fue por entonces
nces cuando, como nota distintiva, apareci
recieron los
primeros reclamos desde
de el
e Norte para un retorno del Estado, en
n e
este caso
el Estado gendarme. A pe
pesar del reclamo por más Estado y de ciertas
rigideces iniciales del go
gobierno de Bush con Wall Street, finalmente
fin
conservadurismo y neolibe
liberalismo volvieron a estar juntos como
o en épocas
de Reagan y el ritmo de cam
cambio se ralentizó.
11
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
El segundo hecho fue la crisis financiera de 2008. Esta selló
ló c
cualquier
posibilidad electoral para
ra lo
los republicanos y contribuyó al triunfo
o de Barack
Obama. No hay duda sobre
obre el impacto global de esta crisis. Después
pués de una
cadena de estallidos financ
ancieros entre 1995 y 2001 acontecidas en distintas
d
periferias el problema tamb
ambién llegó a los estados centrales. Nuevam
vamente se
planteó la necesidad de
e la vuelta del Estado. En este caso como
o re
regulador
de la economía y como uno
un de los actores que, en forma conjunta
nta con sus
pares, debía fomentar la co
cooperación y la coordinación internaciona
ional. Ahí se
inscribe el G-20 y su obje
objetivo de buscar una regulación consensu
ensuada del
sistema financiero transnac
snacional.
En resumen, ambos escen
scenarios quedaron a mitad de camino com
como causa
para un cambio de orden
rden. Ambos reclamaron el retorno dell Estado
Es
en
diferentes versiones. Sii bie
bien estos reclamos se diluyeron y el neolibe
oliberalismo
con sus diversas conexion
xiones políticas sobrevivió, los dos hechos
os pusieron
p
sobre la mesa las inconsiste
sistencias del orden vigente.
A riesgo de ser repetitiv
titiva, como ya anticipé más arriba, desde
des
una
perspectiva económica, la g
globalización neoliberal se consolidó a lo largo de
los últimos cuarenta años
ños en forma paralela al traspaso del capitalismo
cap
productivo al capitalismo
o fin
financiero generando ganadores (sectorr financiero,
fin
empresas de software,, comercio
com
electrónico, Hollywood, entre otros)
otr
que
concentraron una gran cant
cantidad de riqueza y perdedores (todos los sectores
ligados a la producción más
má tradicional) que no sólo ganaron mucho
ucho menos
o no ganaron, sino que los trabajadores ligados a esas mod
modalidades
productivas conocieron el desempleo y la pobreza. Las referencia
ncias al 1%
más rico fueron cada vez más cotidianas y si bien muchos señal
ñalaron los
peligros que significaba la exclusión del 99% (en sentido simbólico)
lico) la idea
de ese nivel de concentra
ntración de riqueza se naturalizó a través
vés de una
narrativa triunfante de los m
medios de comunicación y de las élites
s políticas
po
y
económicas. Así, la influ
influencia cultural neoliberal sobre los
os sectores
desposeídos y las clases
s medias
me
fue exitosa y desmovilizante durant
rante varios
años.
No obstante, de manera
ra le
lenta aunque persistente el descontento
nto políticosocial fue surgiendo. Consecuentemente,
Con
la relación entre globa
lobalización
financiera y democracia
ia s
se tensó a los largo de los años, afect
fectando la
calidad de esta última.
a. D
De ahí que el descontento de las sociedades
soc
nacionales con sus gobier
biernos se manifestó de distintas maneras
ras a nivel
global. Un primer grupo,
o, e
eligió las alternativas de derecha apoyand
yando todas
sus variedades: populismos
mos de derecha (elección de Trump, apoyo
yo a
al Brexit,
algunos gobiernos en Euro
Europa oriental); derecha alternativa (Bolso
olsonaro) y
nuevas derechas (Macri,
ri, Piñera). Otros sectores sociales comen
menzaron a
admirar los resultados de gestión de las llamadas autocracias capitalistas
cap
(China, Rusia). Empero,, pa
para 2019, como ya lo adelanté en la intro
ntroducción,
todos los oficialismos, espe
especialmente los de derecha, pero también
bién los de
centro enfrentaron la mult
multiplicación de manifestaciones contra los efectos
negativos del neoliberalism
alismo. Si bien las grietas a favor y en contra
co
del
neoliberalismo no se sup
superaron, fue entonces que se consolida
olidaron las
críticas a las élites políticas
polít
en distintas partes del planeta
eta y muy
12
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
especialmente en Latinoa
inoamérica. Las sociedades nacionales saltaron
salt
al
centro de la escena como
os
sujetos del cambio4.
Para Nancy Fraser (2017),
17), la elección de Trump fue una más de
e una
u
serie
de insubordinaciones políti
olíticas espectaculares que, en conjunto,, ap
apuntan a
un colapso de la hegem
gemonía neoliberal. Entre esas insubordin
rdinaciones,
incluye el voto del Brexit
xit e
en el Reino Unido, el rechazo de las reformas
refo
de
Renzi en Italia, la camp
ampaña de Bernie Sanders para la nominación
nom
Demócrata en los Estados
dos Unidos en 2015 y el apoyo creciente
e cosechado
co
por el Frente Nacional en
n Fr
Francia. La autora argumenta que:
(…) aun cuando difie
ieren en ideología y objetivos, esos motine
otines
electorales compar
parten un blanco común: rechazan
n la
globalización
gran
gran-empresarial,
el
neoliberalismo
y
al establishment político
polí
que los ha promovido. En todos
s lo
los
casos, los votantes
tes dicen “¡No!” a la letal combinación
n de
d
austeridad, libre com
comercio, deuda predatoria y trabajo precar
ecario
y mal pagado que
e re
resulta característica del actual capitalism
lismo
financiarizado. Sus votos son una respuesta a la crisis
cris
estructural de esta
sta fforma de capitalismo, crisis que saltó
ó po
por
primera vez a la vista
vis
de todos con la casi fusión del orden
orde
financiero global en 2
2008 (Fraser, 2017, párr. 1).
De manera similar, Pablo
lo T
Tuzón (2020)5 sostiene que la elección
n de Trump
en 2016 es una muestra
ra d
de la crisis de las democracias occidentale
tales. Estas
transitaron por situaciones
nes de grieta, atomización y rupturas del
el consenso
c
político. Trump aparece
e como
co
una crítica a eso, pero en realida
alidad es la
última versión de la crisis
sis d
del neoliberalismo de los últimos 40 años.
os.
4
En nuestra región algunos
os ejemplos de protestas contra los efectos
s del
de modelo
neoliberal se dieron en Chile
Chile, Colombia, Ecuador y Haití. A esto se
e suman
su
los
cambios en las preferencias
cias sociales por propuestas críticas al neolib
eoliberalismo
manifestados a través de la v
vía electoral como en el caso de Argentina
na ((antes de
2019 ese mismo cambio se había dado en México). En otras partes
s del
de mundo
aparecieron fenómenos como
omo Los Chalecos Amarillos en Francia oponié
oniéndose al
aumento del combustible
e y, posteriormente, el paro general en cont
contra de la
reforma del sistema jubilator
latorio propuesta por Macron; las manifestacion
ciones en el
Líbano iniciadas por la decisi
ecisión del gobierno de imponer un impuesto
to al
a uso del
WhatsApp que, a pesar de
e haber
h
quedado sin efecto, no logró frenar las protestas
que acabaron convirtiéndose
ose en un reclamo generalizado contra el mal
al m
manejo de
la crisis, el costo de vida
vid
y la falta de empleo y de oportu
ortunidades;
las manifestaciones en Hong
ong Kong que comenzaron por exigir la retirada
reti
del
proyecto de ley de extradició
ición a China presentado por el gobierno de Carrie
Ca
Lam,
pero tras conseguir su objet
bjetivo continuaron demandando democracia
a para
pa
la ex
colonia británica. Finalmente,
nte, cuando en el texto menciono la perdurabilid
bilidad de las
grietas a nivel de las sociedad
edades nacionales entiendo que los casos de Venezuela
Ven
y
Bolivia fueron, aunque no los únicos, dos ejemplos claros en 2019. En el pr
primero no
se logró ningún tipo de acue
acuerdos ni avances entre Maduro y la oposició
sición, en el
segundo la grieta encontró
ó su máxima expresión en la destitución de Morales.
Mor
Sin
embargo, pensar que las grietas son sólo una propiedad de lo
los países
latinoamericanos es un error:
rror: Estados Unidos ha transitado en estos últim
últimos años
por esa experiencia.
5
Las ideas de Pablo Tuzón
ón las
l
tomé de su exposición en el Webinarr “E
“El Estado
después de la Pandemia” orga
organizado por la Usina de Ideas el 22 de abril
il del
de 2020.
13
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
¿Cómo explicar este proc
roceso de larga duración del neoliberalism
lismo y su
afectación a las democr
ocracias occidentales desde el punto
o de
d
vista
conceptual y político? De
e ac
acuerdo a Fraser (2019) una de las razone
ones es que
“el neoliberalismo no es
s un
una cosmovisión total (…), sino que se trata
trat de un
proyecto político-económic
mico que puede articularse con varios
s proyectos
pr
6
diferentes y hasta anta
antagónicos de reconocimiento
, incluid
cluidos los
progresistas.”(p. 71). En este contexto la autora aporta el conc
oncepto de
“neoliberalismo progresista
ista” para describir cómo se aceleró el dete
deterioro de
las clases trabajadoras,
as, las minorías y otros sectores cuando
cua
el
neoliberalismo se unió al progresismo en épocas de la admini
ministración
Clinton.
Después de la experiencia
cia ttradicional de asociación entre conservadu
vadurismo y
neoliberalismo, durante
e la
las últimas décadas en Estados Unidos
idos se fue
consolidando la alianza
a en
entre neoliberalismo y progresismo, la c
cual fue
ratificada por el triunfo ele
electoral de Bill Clinton en 1992.En palabr
labras de la
autora
Clinton fue el princ
rincipal ingeniero y portaestandarte de
e los
lo
‘Nuevos Demócrata
ratas’, el equivalente estadounidense del
d
‘Nuevo Laborismo’
o’ de Tony Blair. En vez de la coalición del New
Ne
Deal entre obreros
os iindustriales sindicalizados, afroamericano
canos
y clases medias urb
urbanas, Clinton forjó una nueva alianza
za d
de
empresarios, suburb
burbanitas, nuevos movimientos sociales
les y
juventud:
todos
os
proclamando
orgullosos
su bona
bon
fides moderna y pr
progresista, amante de la diversidad,
d, el
multiculturalismo y los
lo derechos de las mujeres. Aun cuando
do la
administración Clint
linton hizo suyas esas ideas progresista
istas,
cortejó a Wall Stree
treet. Pasando el mando de la economía
ía a
Goldman Sachs,, desreguló
de
el sistema bancario y negoc
goció
tratados
de
lib
libre
comercio
que
aceleraron
la
desindustrialización
ión (Fraser, 2017, párr. 4).
Emir Sader (2009) opina
na e
en la misma dirección. El autor reconoce
oce que los
actores fundacionales de
e la hegemonía neoliberal fueron Reagan y Thatcher,
T
pero argumenta que lo más
má notorio de este proceso de consolida
lidación del
dominio neoliberal es
s q
que se produce en los noventa bajo
b
las
administraciones Clinton
n y Blair quienes, en el marco discursivo
sivo “de la
tercera vía” que caracterizó
rizó a la socialdemocracia de la época, aplica
plicaron una
versión más light del mode
odelo, pero habilitaron el afianzamiento de u
un nuevo
bloque de poder constitu
stituido por los sectores financieros, los grandes
sectores agro exportadore
ores – especialmente los ligados a la soja–
soja y los
medios de comunicació
ación privados. En este marco, la mayoría
socialdemócrata se convert
vertía en portavoz de la globalización.
Volviendo a Fraser (2017)
17) su descripción del neoliberalismo progre
ogresista en
Estados Unidos no sólo
lo rrefiere al mecanismo de articulación,
n, sino
s
que
6
La autora trabaja dos concep
ceptos centrales. Uno refiere al aspecto redistrib
tributivo que
indica cómo la sociedad deber
ebería asignar los bienes divisibles, en especial
al el
e ingreso.
El aspecto del reconocimiento
ento expresa cómo la sociedad debería atribuir
ir e
el respeto
y la estima, que son las mar
marcas morales de la partencia y la integración
ción (Fraser,
2019, 25)
14
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
identifica a los actores que participaron y ganaron de esta asociació
iación. Para
ella es
Una alianza de las
la corrientes principales de los nuevo
uevos
movimientos
sociales
so
(feminismo,
antirracism
ismo,
multiculturalismo y derechos de los LGBTQ), por un lado,
o, y,
por el otro, sectores
tores de negocios de gama alta ‘simbólica’
ica’ y
sectores de servicios
icios (Wall Street, Silicon Valley y Hollywood
ood).
En esta alianza,
a, llas fuerzas progresistas se han unido
unid
efectivamente con
on las fuerzas del capitalismo cognitiv
itivo,
especialmente la fina
financiarización. Aunque maldita sea la grac
gracia,
lo cierto es que las p
primeras prestan su carisma a este último
ltimo.
Ideales como la div
diversidad y el ‘empoderamiento’ que,
e, en
e
principio podrían se
servir a diferentes propósitos, ahora da
dan
lustre a políticas
s q
que han resultado devastadoras para
ra la
industria manufactur
cturera y para las vidas de lo que otrora era la
clase media (Fraser,
ser, 2017, párr.3).
En breve, después de un
n pe
período inicial de optimismo a comienzos
os d
de los 90
cuando las élites económic
ómicas y políticas pensaron, siguiendo a Fukuyama
Fu
(1989), que la historia hab
había finalizado, y que el triunfo del neoliber
iberalismo y
su articulación con la democracia
dem
formal liberal estaba garantiza
ntizada, los
datos comenzaron a mostra
ostrar lo contrario. El orden de Posguerra Fría no era
tan estable ni desde el pun
punto de vista de la seguridad, ni tampoco
co d
desde el
punto de vista de sus
s fu
fundamentos centrales en cuanto a economía
econ
y
política. Los datos de creciente concentración de la
a riqueza,
desindustrialización, pobrez
breza y alejamiento de las élites de los proble
roblemas de
la gente fueron palpables.
les. Sin embargo, la notable influencia cultural
cult
del
bloque de poder dominant
nante y su capacidad de generar condicion
cionalidades
sobre los estados naciona
ionales generaron la idea de que ese era
ra el único
camino posible. El año
o 20
2019 mostró que ese supuesto comenzab
nzaba a ser
discutido por varias socieda
iedades nacionales.
En cuanto al rol de las
s pa
pandemias durante los años de Posguerra
erra Fría, y
especialmente en el siglo
glo XXI, varios virus han puesto en jaque
ue la salud
mundial. Entre ellos, se des
destacan el SARS o Síndrome de Respiració
ación Aguda,
que entre 2002 y 2003 ma
mató a cerca de 800 personas en Asia;; la gripe AH1N1 que cobró 18.000 vid
vidas en el 2009; el mortal brote del ébola
ola e
en África,
y los virus transmitidos
os por mosquito como el dengue, ell zika
zik y el
chikunguña en Latinoaméri
érica.
La propagación mundiall de
del coronavirus SARS-CoV-2 y los niveles
les ttanto de
aislamiento como de crisis
isis económica producidos por la pandemia
ia v
volvieron
a poner sobre la mesa los análisis sobre el incremento de la zoonosis.
zoo
El
informe World Livestock
ck 2
2013 Changing disease landscapes de la FAO
(2013) aporta un dato clav
clave: un 70% de las nuevas enfermedades
des que han
surgido en los seres human
manos en las últimas décadas son de origen
igen animal.
Este porcentaje pone de
e manifiesto
m
hasta qué punto la salud huma
umana está
estrechamente relacionada
ada con la ganadería y la salud de los anim
nimales. En
este mismo documento
nto se hace referencia a otros factor
ctores que
contribuyeron a la extensió
ensión de este tipo de enfermedades en los últimos
años, siendo algunos de ellos la pobreza, los sistemas de salud
salu y las
infraestructuras sanitarias
ias deficientes en algunos territorios, los viajes
via
y el
comercio internacional, el c
cambio climático y la creciente presión
ón sobre
s
los
15
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
ecosistemas. Entiendo,, a los fines de este análisis, que la descripción
des
anterior sustenta dos relac
elaciones: una de ellas es que el neoliberal
eralismo ha
avanzado desmesuradamen
mente sobre la naturaleza favoreciendo la zoonosis,
z
la segunda que el avance
nce sobre la naturaleza acelera la crisis
s ambiental
am
dejándonos a las puertas
s de la próxima gran crisis global.
Un dato adicional lo con
constituye la información previa sobre el posible
estallido de esta pandemi
emia, u otra similar, y la resistencia de
e las
la élites
económicas neoliberales
s ffrente a las advertencias del mundo
o po
político y
científico en torno a la nec
necesidad de prepararnos para este escena
enario. Una
revisión de discursos y do
documentos públicos así lo demuestra. George
Ge
W.
Bush se refirió al tema en 2005 y Obama en 20147; en 2007 un estudio
científico aclaraba que
e lo
los coronavirus pueden sufrir recombin
mbinaciones
genéticas que llevan a nu
nuevos brotes y que los grandes reservo
ervorios de
murciélagos junto a la tra
tradición cultural de comer mamíferos exó
exóticos en
China era una bomba de ti
tiempo (Cheng, Lau, Woo, Yuen, 2007,
7, p
p. 660) y
un informe del Nationall In
Intelligence Council de diciembre de 2004
04 titulado
Mapping the global future
ture 2020 adelanta que el proceso de globa
lobalización
podría ser detenido porr una
un pandemia, que sólo es una cuestión
n de tiempo
para que la misma aparezc
rezca, que podría ser similar a la gripe espa
española de
1918, que afectaría más
ás a las grandes urbes, que paralizaría el comercio
c
internacional y los viajes
es g
globales y que la cantidad de muertos
s obligaría
ob
a
los gobiernos a invertir
ir grandes
gr
sumas de dinero en la salud pública.
pú
Si
como afirma el dicho popu
opular: “para muestra, un botón” entiendo
ndo que los
cuatro botones de ejemplo
plo no dejan duda que la pandemia del COVI
OVID-19 no
es un cisne negro.
A modo de cierre: opinio
iniones, punteo de temas y dudas
¿Qué podemos esperar entonces
ent
sobre la evolución del orden intern
ternacional?
Como ya mencioné en
n lo
los puntos anteriores lo acontecido antes
ante de la
pandemia mostró signos
s cla
claros de disconformidad y reclamos de cambio
cam
por
parte de las sociedades
s na
nacionales ante las políticas aplicadas en e
el marco
del neoliberalismo y su art
articulación tanto con sectores conservadore
dores como
progresistas. El orden inter
internacional estaba en aprietos desde hacía
acía tiempo.
Los efectos de la pandemia
emia tales como el número de víctimas, la recesión
económica, el incremento
nto de la pobreza y el desempleo, potencia
enciaron los
aspectos negativos preexis
existentes. En este marco, es muy probable
able que los
gobiernos de distintos sign
signos políticos sean evaluados por sus vota
votantes en
función de los resultados
s al
alcanzados en la gestión de la crisis.
Sin pretender ser pesimist
mista entiendo que, lamentablemente, las
s te
tensiones
no desaparecerán. Globali
balizadores y globalizados seguirán disputa
putando. Es
probable que los primero
eros, superado el período de pico de muertes
mu
y
contagios, intenten restabl
tablecer varias pautas de la globalización
n neoliberal
ne
preexistente, tal como lo hicieron
h
en las otras instancias donde el orden
o
de
Posguerra Fría fue desafia
safiado. La actitud pro apertura y anti aislamiento
aisl
asumida por economistas
tas o
ortodoxos y políticos de derecha demues
uestra que
7
Los discursos de los presiden
identes Bush y Obama pueden verse respectivam
tivamente en
los
siguientes
links:
ks:
https://www.youtube.com/watch?v=spcj6
pcj6KUr4aA,
https://www.youtube.com/wa
/watch?v=GFQTYlRTJlE
16
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
esa continuará siendo su posición. Por otra parte, los globa
lobalizados,
especialmente los más
s da
dañados, continuarán reclamando en tanto
tan
ellos
sufrirán en mayor medida
ida los efectos epidemiológicos en el presen
esente y los
efectos económicos en el mediano
m
y largo plazo.
Un hecho a observar es
s si superada la pandemia las sociedades nacionales
na
volverán a actuar como su
sujetos de cambio a través de sus manifes
ifestaciones
y reclamos por menos neo
neoliberalismo y mejor democracia. En este
ste sentido,
es importante recordarr q
que los reclamos de 2019 estaban dirigidos
diri
al
conjunto de las élites polí
políticas y si bien se destacaban las crítica
ríticas a las
derechas, los partidos de centro izquierda no quedaron exentos.
os. Por otra
parte, si bien existe una
na crisis de legitimidad del neoliberalismo,
mo, lo que
implica debilitamiento de la dimensión de consenso de la hegemonía
heg
capitalista, también es verdad
ve
que las propuestas más progresis
esistas que
plantean el fin del capitalism
alismo y su reemplazo por formas totalmente
ente nuevas
que abarquen una agend
enda del decrecimiento económico (degr
egrowth) y
modificación de las pautas
tas de consumo, son deseables, pero poco
o pl
plausibles
en su aplicación integral.
al. S
Sin embargo, es importante subrayarr qu
que en el
marco de la pandemia algu
algunos ítems de esta agenda han sido puesto
estos sobre
la mesa8.
Es en este contexto donde
nde la afirmación de Gramsci en 1930 es
s pertinente
pe
para sintetizar el momento
ento: “Lo viejo está muriendo y lo nuevo
o n
no puede
nacer; en este interregn
regno se producen los más diversos fenómenos
fen
mórbidos”.
Entonces la pregunta es
s ¿q
¿qué actores, hechos o tendencias son mu
muestra de
lo viejo que no quiere
e morir?
m
No tengo una respuesta segura,
ra, sólo un
listado de actores y accion
cciones que percibo se opondrán a un cambio
cam
que
instaure un nuevo contrato
rato social. Entre ellos:
a- El sector financiero
ro ttransnacional que continuará presionando
ndo para la
perdurabilidad del
el n
neoliberalismo y la desregulación del sist
sistema. La
conducta de los acreedores
acr
ante los muy probables escena
cenarios de
default que se produ
oducirán en el mundo es un dato a observar;
var;
b- La búsqueda de ganancias
gana
excesivas, en ocasiones especulati
ulativas, por
parte de ciertas em
empresas beneficiadas por los consumos pro
propios de
la pandemia (Banco
ncos, empresas de venta on line, aplicaci
caciones de
distribución a domici
micilio, compañía de entretenimiento, sin mencionar
me
lo que puede ocurrir
urrir con los laboratorios que produzcan las futuras
vacunas si no hay una regulación universal) ponen en
n duda
d
su
vocación para cooper
operar;
c- El incremento de
e la pobreza y la recesión económica ampl
mpliarán la
capacidad de coerció
rción de las élites económicas neoliberales;
d- Persistirá la connive
nivencia de numerosos gobiernos de derech
echa con el
modelo neoliberall po
por sobre los grandes problemas de agenda
enda global.
Así lo muestran los casos
c
de Trump, Bolsonaro y Boris Johns
hnson en la
primera etapa de ges
gestión de la crisis, hasta que su propia vida estuvo
en juego;
8
Los detalles de esta propues
puesta en Argentina pueden encontrarse en gran
ran parte de
la producción escrita de Maris
aristella Svampa sobre la necesidad de un tráns
ránsito hacia
propuestas socio-ecológicas.
as.
17
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
e- La experiencia hist
histórica muestra una propensión a salir
alir de las
grandes crisis a trav
través de alternativas de derecha y/o autori
toritarismo.
Para que esto no ocurra tendríamos que encontrarnos
os con un
liderazgo internacion
acional que vaya en otra dirección (como
omo el de
Roosevelt en la crisis
cri
del 30), pero hasta el momento
nto eso no
acontece y, cuando
do asoma una posibilidad, como la candida
didatura de
Sanders en Estados
dos Unidos, Wall Street, los grandes med
edios y el
establishment polític
lítico –incluido el partido demócrata– se enca
encargan de
frenarlo. Además,
s, e
en el presente se podrían consolidar ten
tendencias
autoritarias preexiste
xistentes, sumar nuevas y agregarle un componente
com
de control sobre el co
conjunto de la sociedad a través de tecnol
cnologías ya
desarrolladas y utilizadas
utiliz
por varios países occidentales en los
l
años
9
anteriores , pero qu
que fueron perfeccionadas y utilizadas de manera
exponencial como
o m
mecanismos preventivos durante la pandemia,
pa
especialmente en Ch
China;
f- La disputa entre
e Ch
China y Estados Unidos por el liderazgo
azgo global
presenta característic
rísticas poco previsibles;
g- La evidente crisis
s de
del multilateralismo en todas sus variantes
ntes impide
un espacio de acción
ción para los estados más débiles y para la búsqueda
b
de la cooperación.
Si en cambio la pregunta
ta e
es ¿qué actores, hechos o tendencias son muestra
de lo nuevo que no termina
ina de nacer?, tampoco tengo una respuesta
esta segura,
pero al igual que en el punto
p
anterior menciono un mapa de
e ac
actores y
acciones que diviso como
mo m
más alentadores para un proceso de cambio
cam
del
orden internacional. Entre
tre e
ellos:
a- En el escenario pos
os p
pandemia continuarán las demandas sociales
soci
por
una mayor presencia
ncia del Estado como generador de políticas
cas públicas
9
Si bien la trazabilidad utiliza
tilizada por el gobierno chino incrementó –con
on razón–
r
la
alerta sobre el control social
ial rrealizado a través de la tecnología, esto no
o im
implica que
el occidente democrático no haya recurrido a mecanismos que también
ién permiten
importantes niveles de contro
ntrol sobre sus sociedades. A modo de ejemplo
plo se puede
mencionar que la ley patriótic
iótica aprobada en Estados Unidos en el 2001 en el marco
de la Guerra contra el Terro
errorismo extendió su vigencia hasta 2015; los trabajos
para distintos partidos polít
políticos y candidatos de compañías como Cambridge
C
Analytica que articularon el análisis de datos con la comunicación estraté
ratégica para
influir en procesos electorales
ales condicionando la postura de los electores
s a través
t
de
una segmentación de la inform
formación realizada en función de las preferencia
ncias que los
usuarios de Facebook mostra
straban en sus perfiles. En Latinoamérica, la tendencia
t
tiene un menor desarrollo tec
tecnológico, pero no está ausente. En Colombia
bia durante
enero de este año la Revista
sta S
Semana reveló pruebas de cómo el Ejército
to ej
ejecutó un
programa de seguimiento informático
inf
en el que la mayoría de sus blanco
ancos fueron
periodistas, políticos, genera
nerales, ONG’s y sindicalistas llegando el nú
número de
afectados a 130 personas.
as. En Argentina, el gobierno de Mauricio Macri
Ma
firmó
acuerdos con Israel que,
e, de
d acuerdo a Verbitsky (2017) “(…) comprenden
com
intercambio de datos sobre
bre circulación financiera, flujos de cuentas
s b
bancarias,
actualización de investigacion
ciones judiciales, tránsito de importaciones provenientes
prov
de países relacionados con
n el terrorismo, migraciones, metadatos de redes
des sociales,
seguimientos de escuchas
s h
habilitadas por orden judicial, monitoreo satelital
sa
de
aparatología militar y cargam
gamentos sospechosos, ciber seguridad y ciber
iber defensa.
Esto implica una penetración
ión profunda en dominios del Estado y de la sociedad
socie
civil
argentinos en función de obje
bjetivos políticos ajenos.”
18
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
y regulador del merc
ercado. En este campo corresponde señalar
alar que las
movilizaciones que
ue se produjeron durante 2019 incluían
n entre
en
sus
reclamos a la salud
lud, la educación y las pensiones pública
blicas como
derechos a ser atend
tendidos por el Estado.
b- La valorización soci
social y política de la comunidad científic
ntífica y su
voluntad
cooperati
rativa, especialmente
si
es
producc
ucción de
conocimiento con fin
financiamiento estatal o público-privada;
c- La aparición, porr pri
primera vez en años, de un discurso altern
lternativo al
de la ortodoxia económica
eco
proveniente de la comunidad
ad c
científica
como insumo para
ra lla toma de decisión de los gobiernos y para las
reflexiones de la com
comunidad académica en general.
d- La instalación en la agenda académica de que la próxima
a catástrofe
ca
global puede devenir
enir de la crisis ecológica y el colapso climáti
mático. Esto
tiene dos consecuen
uencias importantes: la imposibilidad de invocar
inv
un
nuevo cisne negro
o y el fortalecimiento del discurso de quienes
enes alertan
sobre la necesidad
d de buscar modelos productivos no contami
aminantes.
e- La restauración del debate, aún dentro de los márgenes del mundo
capitalista, sobre la necesidad de un salario universal. A partir
par
de la
pandemia esta prop
propuesta encontró avales diversos que abarcan
ab
a
10
quienes hace años
os defienden la propuesta , a los autores
ores de las
posturas socio-ecoló
cológicas (degrowth), al Papa Francisco y a varios
gobiernos que utiliza
tilizaron una modalidad de este tipo para
a atender
at
la
emergencia.
a ac
académico, los debates sobre “el día despu
espués” y la
Desde un punto de vista
posibilidad de encontrarr un futuro mejor también deberían tenerr en cuenta
algunos aspectos contex
textuales importantes. Se me ocurren
en algunas
sugerencias al respecto.
Las realidades de los paí
países son distintas y tanto la intensidad
idad de las
consecuencias como las
s posibilidades
p
de cambio serán diversas.
as. En este
marco, es muy probable
le q
que Latinoamérica se encuentre con un
n e
escenario
muy crítico.
Un futuro más inclusivo no dependerá solamente de la reposición
n de
d más y
mejor Estado, sino de la
a re
redefinición de la relación entre Estado y Sociedad.
S
La sociedad debe participar
cipar activamente y buscar altos niveles de c
consenso
para reorientar el orden
en internacional hacia políticas más inclus
clusivas. Es
importante conectar esta
sta idea con el concepto de orden inter
nternacional
mencionado más arriba
a qu
que lo define como “acuerdos de gobiern
ierno entre
estados que hacen frente
nte a las demandas de orden en áreas de máximo
interés humano” (Sorensen
sen, 2006). Por ello es necesario que las sociedades
soc
nacionales sean sujetos
s de cambio. La tarea no será simple por
or múltiples
m
razones. Como sostiene
ne María Esperanza Casullo (2020)“(…)
…) que se
requiera la mayor crisis
is sistémica
si
global en dos generaciones par
para volver
simplemente pensable una
na concepción (…) minimalista de estado
o b
bienestar
nos debe revelar cuánto
nto trabajo queda para hacer para desmo
smontar la
naturalización de un orden
den del mundo neoliberal.”
Entonces, un punto central,
tral, es iniciar el proceso de desnaturalización
ación de ese
mundo. Para ello hay que disminuir el impacto cultural del neolibe
oliberalismo
sobre los sectores sociale
iales que se ven negativamente afectados
dos por los
10
En el caso de Argentina me refiero especialmente a Rubén Lo Vuolo.
19
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
resultados de sus políticas
ticas, pero acatan su discurso. Como afirm
firma Silvio
Waisbord
Si algo aprendimos
os d
de cambios estructurales en la economía
mía y
la sociedad en ell últ
último medio siglo es la importancia de
e las
la
ideas circulantes y s
su capacidad de influencia en el poder.
r. La
Las
crisis abren la posib
osibilidad de cambio real, pero las accione
iones
dependen de las
s id
ideas existentes. La lección de cualquie
lquier
quiebre estructural
ural y giro social es desarrollar idea
ideas
alternativas, mostrar
strar su efectividad e institucionalizarlas hasta
hast
que parezca de sent
sentido común implementarlas. Esto fue dich
dicho
por Milton Friedman
man, ideólogo clave del neoliberalismo, pero
per
podía haber sido dicho
dich por cualquier revolucionario más allá
llá de
d
simpatías ideológicas
icas (2020, p. 128).
Por otra parte, es improbab
obable pensar en una des globalización total,
otal, existen
dimensiones de la globaliz
alización que tienen altos niveles de acepta
eptación en
diversos sectores y, por
or e
ello, el escenario futuro no se canalizará
zará en una
disputa de suma cero “ce
“cerrado vs abierto”, sino en una mixtur
ixtura entre
nacionalismos y globalizaci
ización, pero donde las demandas de las sociedades
soc
nacionales y el rol del Est
Estado ocuparán un lugar más visible. Que logren
imponerse es parte del deb
debate y el devenir político.
Por el momento los gobie
obiernos deberían concentrarse en la aplica
plicación de
políticas destinadas a limita
mitar el daño. Desde la ciencia en general
al pensar
pe
un
mundo nuevo involucra
a u
un trabajo multidisciplinar y, desde las ciencias
sociales en particular, el debate debe ser fundado y superador
ador de las
lecturas hacia las que la coyuntura crítica nos conduce prima
a facie.
f
La
importancia de iniciar el camino hacia un mundo mejor oblig
bliga a un
pensamiento sólido que,
e, a su vez, sea lo suficientemente flexib
lexible para
ampliar el espacio del deba
debate y altamente imaginativo para marcar
rcar la ruta
hacia un futuro mejor. La g
gravedad del presente nos impone enfre
nfrentar ese
desafío.
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22
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
El Ritmo Bá
Básico de Reproducció
cción
del COVID-19
19 en la transformac
mación
del Sistem
istema Internacional11
Esteban Actis12 y Julieta Zelico
elicovich13
Nunca nada cambia del
el to
todo en los procesos históricos. Buscando
do entre
e
los
escombros, siempre se encuentra
ra el
e pasado
(Pab
(Pablo Gerchunoff. El Nudo Argentino, El Dipló
Dipló, 2020)
“La pandemia del Covid-19
19 cambiará al mundo”. Esa afirmación se escucha
diariamente entre analis
nalistas y periodistas en distintos med
medios de
comunicación. Es indud
dudable que estamos siendo testigo
go de un
acontecimiento con impacto
imp
sistémico que conllevará importantes
imp
mutaciones en el orden
en internacional. Sin embargo, al interio
erior de la
disciplina de las RRII se
e ha conformado un relativo consenso al señ
señalar que
la crisis del COVID-19 acele
celerará fuerzas profundas preexistentes en el orden
internacional más que pro
producir nuevos e importantes cambios
s (Acharya,
(A
2020; Haas, 2020; Ben
n A
Ami 2020; Nye 2020, Rodrik, 2020;; Tokatlian,
To
2020).
Antes de que el virus
us apareciera en Wuhan (China) el mundo
mu
ya
experimentaba una serie
rie d
de tendencias que ahora parecen acentu
entuarse. A
saber: crisis de la goberna
nanza global, crisis de la globalización, crisis
cris de la
democracia liberal y la disputa
dis
hegemónica entre EEUU y China.
ina. En esa
línea, la clave tanto para
ara analistas como decisores es saber cuál será la
velocidad de aceleración
n qu
que la pandemia cause sobre estas crisis.
is. Dicho
D
de
otra forma, y utilizando categorías
cat
propias de la epidemiología, ¿cuál
¿cuá será el
Ritmo Básico de Repro
eproducción 14 -R- de los cambios que venía
experimentando el Orden
en Internacional? Todo parece indicar que cuanto
más se prolongue en ell tiempo
tie
la pandemia y cuantas más áreas
as del
d globo
se contagien, mayor será el R de los cambios que el mund
undo venía
experimentando.
El objetivo del presente tra
trabajo es exponer tres escenarios (R1, R2 y R3) en
función de la posible
e e
evolución de las siguientes variables
les de las
11
Este trabajo es una ampliac
pliación y profundización de un artículos que
e los autores
publicaron en el Diario Clarín
larín, titulado “El mundo en crisis: ¿cuál es el ritmo de
contagio?” 13/4/2020.
12
Doctor en Relaciones Inter
nternacionales. Universidad Nacional de Rosario
sario. Correo
electrónico: esteban.actis@fcp
@fcpolit.unr.edu.ar
13
Doctora en Relaciones
s IInternacionales. Universidad Nacional de Rosario.
Investigadora Asistente en Consejo Nacional de Investigaciones Científicas
Cien
y
Técnicas (CONICET). Correo
eo e
electrónico: julieta.zelicovich@fcpolit.unr.edu.
du.ar
14
En epidemiología, el núm
úmero básico de reproducción (a veces llama
amado ritmo
básico de reproducción, ratio
tio reproductiva básica y denotadas por R0, r subcero)
sub
de
una infección es el número
o promedio
pr
de casos nuevos que genera un caso
aso dado a lo
largo de un período infeccioso
ioso
23
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
dimensiones señaladas sup
supra: a) prevalencia de las instituciones,
s, acuerdos
a
y reglas del orden liberal,
al, b
b) funcionamiento de la globalización econ
económica y
de las cadenas globales
s de valor, c) fortaleza del rol del Estado,
do, entre la
democracia y el nacionalism
alismo, d) la relación bilateral entre EEUU y China.
C
R1. Respuesta cooperati
rativa a la pandemia. Achatar la curva
ntempla un R1; es decir, un bajo nivel del
el ritmo
r
de
El primer escenario contem
reproducción de la pandem
demia. Parte del supuesto que ante una exposición
ex
relativamente breve al viru
virus el sistema internacional retomará las
s dinámicas
di
previas, con un elemento
nto adicional: frente a las dinámicas de c
crisis de
gobernanza global, crisis
is de la globalización, crisis de la democracia
cia liberal y
disputa hegemónica entre
tre EEUU y China, el COVID-19 provoca
a un
u shock
positivo para fortalecerr las
la dinámicas de cooperación internacio
acional. En
términos político-diplomátic
áticos sería una salida similar a la que se produjo
en el marco de la crisis
sis d
del 2008 cuando, a través del G20,, el sistema
financiero internacionall log
logró salir a flote. En esa línea, cobran
n re
relevancia
los argumentos de los insti
institucionalistas, como Robert Keohane (198
1988), para
quienes las instituciones
nes pueden canalizar la cooperación. So
Soluciones
globales, a problemas
as globales. Los principios del Orden
en Liberal
Internacional tales como
o lla promoción de la democracia como
o forma
fo
de
gobierno, y del libre-me
mercado como modelo económico, así
sí c
como la
existencia de una jerarquía
quía de facto de estados, que son soberanos
nos y autodeterminados (Ikenberry,
ry, 2
2011), se mantiene en un R1.
Este cuadro de situación
ción tiene como condición una interdepe
dependencia
cooperativa entre China y E
EEUU como sustento de la gobernanza
a gl
global. Un
escenario donde ambos países
paí
establecen mejores mecanismos de diálogo
d
y
de acción concertada para
ara reducir los costos de la emergencia sanitaria
san
y
económica. Se trata de
e la remoción de los escenarios de conflict
flictos, y el
encausamiento de los lazos
lazo entre potencias a través de un diálogo
diálo
más
fluido, enmarcado en instr
instrumentos como el “Acuerdo Fase 1” 15 . T
También
supone el retorno a las org
organizaciones internacionales y foros region
gionales. El
regreso de la reciprocidad
dad difusa en contraste a la reciprocidad específica,
es
como mecanismo ordenad
enador; y la existencia de una serie de valores
compartidos como precep
ecepto necesario para una estrategia mu
multilateral
(Zelicovich, 2018).
Así el resto de transforma
rmación de la globalización será menor. Los shocks
sobre la oferta y demanda
nda que ha provocado la pandemia tanto a través
tr
de
los efectos directos sobre
bre la ciudadanía como mediante las med
medidas de
contención a la misma que los Estados han aplicado, no generan
ran en este
escenario un cambio en
n lo
los modos de producción y de inversión
ón globales.
g
Este cambio, entendemos,
os, depende del nivel de incertidumbre global
glob 16 y el
15
El llamado “acuerdo de fase 1” puso fin al pico de tensión entre EEUU
U y China en
el marco de la llamada “guerr
uerra comercial”. La denominación formal dell acuerdo
ac
es
“Acuerdo Económico y Comerc
mercial entre el gobierno de EEUU y el gobierno
no d
de la Rep.
Popular China”, disponible en https://bit.ly/2TJDEFx
16
Los indicadores de incertidu
rtidumbre miden la mención del término “incertid
ertidumbre o
equivalente” en documentos
tos de gobierno o en noticias de prensa. Uno
o de los más
24
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
tiempo de exposición a la misma. En efecto, uno de los supue
puestos de
expansión de la economía
mía mediante cadenas globales de valorr ha sido la
priorización de costos por sobre la de riesgos. Conforme a la tesis de
Baldwin, gran parte del
el andamiaje
a
de acuerdos comerciales y tratados
bilaterales de inversión de la década del 90 y de los años 2000’
000’s puede
entenderse como un mec
mecanismo a través del cual empresas y estados
buscan reducir el riesgo
o en mercados menos confiables optimizando
ando así los
costos (Baldwin, 2011).
). La vigencia de garantías que permita
itan a las
empresas “hacer negocios
ios afuera” y “conectar las fábricas”, en los términos
t
planteados en la mencionad
onada obra de Baldwin, remite a un menor
or a
ajuste de
la globalización en un esce
scenario R1 (comportamiento de la economí
omía global
en forma de V). Sólo en alg
algunos sectores sensibles y estratégicos –como
–
las
tecnologías de telecomun
municaciones– se incrementan las tenden
dencias de
reshoring y el control sobr
sobre la IED, conforme viene aconteciendo
do desde
d
el
año 2016.
Desde la perspectiva del Estado, el R1 supone el fortalecimient
iento de la
noción de frontera, y con
on ello la revalorización de la “vecindad”,
”, a
así como
del papel estatal en la prov
provisión de bienes públicos, como la salud
lud pública.
La pandemia manifiesta
ta q
que el Estado sigue siendo el ordenador
ador de las
sociedades en momentos
os d
de crisis, aunque su capacidad encuentra
ntra límites
en las dinámicas globales
les –tales como las corporaciones financier
cieras o las
farmacéuticas–. Tal como
mo pasó en la crisis de 2008, una vez superado
sup
el
momento de mayor tensión
sión los estados vuelven a trasladar compet
petencias a
otros actores. En cuanto
nto a la democracia, si bien asoman durante
dur
la
pandemia mayores niveles
eles de intervención sobre las libertades individuales,
indiv
en este escenario se conse
onservan las instituciones. La democracia
ia li
liberal en
este escenario mostrarí
traría su resiliencia, canalizando en medios
institucionalizados las tens
ensiones de la sociedad. Los populismos
os están
e
en
alza, pero la democracia
a se mantiene.
R2. La trampa de Kindleb
dleberger y el fin de la hiper globalizació
ación
Un escenario diferente se configura
c
ante la ausencia de cooperación
ción efectiva
y el fracaso de “achatar
tar la curva”. Ante un R2 el mundo se dirige
dir
a la
profundización de las tend
endencias de cambio preexistentes, pero
o sin que la
pandemia suponga un sh
shock para la cooperación, sino la aceleración
ace
logarítmica de las tendenc
dencias previas. Las proyecciones de recup
ecuperación
para un sistema global con patologías preexistentes son menos auspiciosas
aus
(recuperación en forma de U).
La erosión de poder de
e lo
los EEUU y el catch-up Chino no se prese
resentan ni
lineales ni inevitables. La mayor exposición a la pandemia y un menor
incentivo a la cooperació
ación puede generar menores incentivos
os para la
provisión de bienes público
licos globales, y sin liderazgos claros –o volu
voluntad de
ejercer esos liderazgos– derivar en un orden preso de la “trampa
“tra
de
Kindleberger” (Nye, 2017)
17), en la cual la gobernanza global se de
debilita de
manera sustantiva. Mientra
ntras que EEUU conserva recursos –la estabil
tabilidad del
dólar, alianzas estratégica
gicas, soft power– para generar bienes
es públicos
utilizados
es
el
World
orld
Uncertainty
https://worlduncertaintyindex
dex.com/
Index
(WUI)
disponi
ponible
en
25
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
globales, pero no los quier
uiere utilizar; en tanto que China, aún no
o a
alcanza a
poseer recursos equivalent
lentes –de manifiesto en los límites de la
a Ruta
Ru de la
Seda, y la baja internacion
cionalización del Yuan– a pesar de mostrarse
arse mucho
más asertivo en la búsqued
ueda de un liderazgo.
Este escenario de R2 asume
a
la regionalización de la cooper
peración –
fragmentada y superpues
puesta– como forma de gobernanza global.
glo
La
redistribución del poder
er mundial conduce a un orden multipl
ltiplex: con
diversidad de agentes inte
intervinientes, cultural y políticamente diver
iverso, pero
interconectado e interdepen
ependiente. Descentrado, sin hegemonía glo
global pero
con múltiples capas de glo
globalización que se cruzan y superponen
en ((Acharya
2014; 2018); un orden
n q
que se percibe como más entrópico (Schweller,
(Sc
2014). Las instituciones
s de
del Orden Liberal crujen, pero ningún me
mecanismo
de alcance global emerge
ge e
en su paulatino derrumbe.
La mayor incertidumbre
re reorienta
r
las decisiones en materia eco
económica,
cadenas de valor que
e s
se desarticulan y privilegian la cercan
rcanía y la
certidumbre como ordenad
nadores; de la aversión al costo como paradi
radigma del
homo-economicus de la
a glo
globalización se pasa a la aversión al riesg
riesgo como
ordenador. Los procesos
s de reshoring se intensifican, y de la mano
ano de ello
cierta competencia entre
re Es
Estados por la atracción de inversiones expulsadas
exp
de sus territorios de local
ocalización por efectos de la pandemia –de
de hecho,
India, EEUU ya se encuentr
entran desarrollando programas de incentivo
tivos en esa
línea–. En este sentido,, tam
también la robotización aparece como un
n factor
fa
que
cobra mayor peso en los
os p
procesos productivos, desplazando a la mano
m
de
obra, y fomentando relocal
localizaciones. Las políticas comerciales del
el e
estilo del
America First y la aplicació
ación de medidas de restricción a las expor
portaciones
fortalecen la tendencia de retracción de las cadenas de valor. En
n relación
re
a
las negociaciones intern
ternacionales, se incrementa la apela
pelación a
instrumentos contractuales
ales donde la geopolítica está en el tope del tablero.
Los acuerdos comerciales
les no se firman como instrumentos de
e acceso
a
a
mercados sino como pa
parte de una lógica de alianzas guiad
uiadas por
interacciones estratégicas
icas. Como plantea Rodrik, más que
e u
una des
globalización se trata del
el fin de la hiper globalización (Rodrik 2020b)
0b).
En este escenario también
bién la democracia liberal acentúa su recon
econversión
hacia una forma con
n menores
m
libertades individuales; aunq
unque con
variaciones entre los paíse
aíses. La tendencia en este sentido era ya
a n
negativa:
conforme el Freedom Hous
ouse, para 2019 el índice de libertades globales
glob
ya
llevaba 14 años con tenden
ndencias contractivas. En este contexto, las medidas
de contención del virus
s h
han incorporado restricciones sobre libe
libertad de
movimiento, mayores niveles
niv
de vigilancia del Estado por sobre
so
los
individuos, suspensión d
de procesos electorales, menores niveles
niv
de
accountability. Prácticas
as q
que además se expanden a medida
ida que se
prolonga la pandemia
ia (Gebrekidan, 2020). Como menc
encionamos
anteriormente, frente al C
COVID–19 el Estado se fortalece, pero
ro si
s no se
fortalece la ciudadanía, en simultáneo, la democracia como tal va
a pe
perdiendo
valores.
R3. Transformación acele
acelerada del orden
El último escenario propues
puesto supone que la crisis global como conse
onsecuencia
de la pandemia del Covid
ovid-19 provocará una aceleración profunda
unda de los
26
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
cambios en el orden inter
nternacional que se venían visualizando.. Presupone
Pr
una dificultad de la comun
unidad internacional y de cada país en con
contener la
expansión del virus. La Pan
Pandemia y sus efectos permanecerán en e
el centro
de la agenda global por el resto de la década, generando un
una lenta
recuperación económica
a (fo
(forma de “L”)
La relación entre EEUU y China
C
ingresaría en una renovada fase
e co
conflictiva
motivada por el consenso
nso al interior de Washington de que la culpa
culp de la
extensión de la Pandemia,
ia, y por ende del descalabro global, la tien
tiene Beijin.
Según las últimas encues
cuestas realizadas por Pew Research 17 , la
l visión
negativa sobre China de lla población estadounidense alcanzó el pico de
66%. Cabe esperarse que de cara a la disputa electoral de noviem
viembre de
2020, tanto Demócratas
as c
como Republicanos refuercen la retórica
órica contra
China. Por su parte, la difi
dificultad de China de cumplir con los comp
ompromisos
asumidos en el acuerdo
rdo “Fase Uno” como consecuencia de
e la fuerte
desaceleración del crecimie
imiento económico haría tambalear la frági
rágil tregua
alcanzada. Ese contexto
to a
aumentaría la rigidez de la bipolaridad
ad (Actis &
Creus, 2018) y aproximaría
aría al mundo a la tan temida “Trampa de
e Tucídides”
Tu
(Allison, 2017). La desco
esconfianza mutua y las misperceptions
ns podrían
conducir a algún tipo de
e con
conflicto militar.
De manera relacionada,
da, tanto la cooperación internacionall como
c
la
globalización se verían aún más dañadas de lo planteado en el escen
scenario R2.
Los acuerdos internaciona
ionales (organizaciones, regímenes y princi
rincipios del
orden liberal) se alterarían
rían, por un lado, por el abandono de aque
quellos que
tenían a su cargo mantener
enerlo –en esa línea, cada vez tiene más voces
voc
en el
establishment conservador
dor norteamericano la salida de la OMC–.. Por
Po el otro,
también se debilita porr el cambio significativo en las relaciones
s de poder,
donde China acentúa su
u lid
liderazgo en los mercados y en la tecnologí
gía. Como
bien señala Kissinger (201
2011) cuando estos dos componentes del
el orden
o
se
alteran por completo, un
n cambio
ca
de orden es inevitable.
La crisis del Covid-19 desnu
esnuda la falta de capacidad de liderar el mu
mundo que
viene, tanto de EEUU, y d
de Alemania –UE– como de China, que ante la
desaceleración de su eco
economía contaría con menos recursos
s de
d poder
(Subramanian, 2020). Ello conduce a un orden difuso como el del R2,
R pero
mucho más conflictivo, dad
dado que la entropía solo puede increment
entarse. El
“desacople” de las Cad
Cadenas Globales de Valor entre el capital
estadounidense y el chino,
ino, el aumento de la tendencia de la naciona
ionalización
de firmas estratégicas
s y la apuesta por el reshoring de las firmas
transnacionales producto
to d
de la elevación del riesgo sistémico, mut
mutaría por
completo la globalización
ción tal cual fue conocida. La disputa
uta por la
internacionalización dell y
yuan sería central en el sistema finan
inanciero y
monetario como así tambié
mbién el intento de un desacople en la inversión
inve
en
cartera. El anuncio de la ad
administración de Trump de frenar el aport
porte de un
fondo de inversión gubernamental
gub
al MSCI World Index dado la
transferencia indirecta Ch
China –quien forma parte central dell MSCI–
MS
es
emblemático en esta direcc
rección18
17
Para más información véase
véa
“U.S. Views of China Increasingly Nega
gative Amid
Coronavirus Outbreake”, recu
ecuperado de https://pewrsr.ch/2TOlbb3
18
Véase “White House Cuts Off Savings Fund’s Investment in China
ina Stocks”,
Bloomberg,
12
12/5/2020,
recuperado
de
27
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Por último, la poca resilien
iliencia de las democracias occidentales par
para hacer
frente a los desafíos sanita
anitarios, económicos y políticos de la pande
andemia del
Covid-19 conduciría a un renovado auge de los nacionalismo
ismos y el
surgimiento de líderes
s a
antidemocráticos. Una “solución a lo H
Hungría”
extendida por todo el mun
undo democrático (Verhofstadta, 2020).. As
Asimismo,
la eficiencia de la autocra
ocracia china para frenar rápidamente la
a pandemia
pa
pondría aún más en apriet
prietos a las democracias en el sentido de q
que otro
modelo de gestión política
ica es posible. El Estado “regresaría” pero
o de la peor
manera. Un fuerte avance
nce sobre las libertades individuales –sobre
bre todo las
vinculadas a la privacidad
ad– reforzándose como nunca antes un Surveillance
Surv
Capitalism (Zuboff, 2019).
19). La noción de frontera ya no se revalorizaría
reva
sobre la “vecindad” sino cla
claramente sobre la “amenaza”.
Reflexiones finales
En el análisis de la transf
ansformación del sistema internacional no solo las
instituciones y reglas internacionales,
int
las dinámicas económica
micas o el
fortalecimiento/debilitamien
miento del Estado ocupan un rol central,
al, sino
s
que
también lo hace la variable
iable temporal. Así al incorporar el Ritmo
o Básico
B
de
Reproducción en este en
ensayo avanzamos una posible modeliza
elización de
escenarios sobre tales variables
varia
clásicas, en razón del tiempo de
e exposición
ex
a la pandemia, aunque
e co
como dice la frase “es difícil hacer predi
redicciones,
especialmente si se trata
ta del
d futuro”. Los mismos quedan esquem
ematizados
en la tabla que sigue:
Tabla 1. Escenarios de ttransformación del sistema internaci
acional en
el contexto del COVID-19
19
Variables /
escenarios
R1:: Re
Resiliencia
del Orden
O
Lib
Liberal
Intern
ternacional
R2: Trampa de
Kindleberger y
fin de la hiper
globalización
Instituciones,
reglas
y
principios
del
Orden
Internacional
Restable
ablecimiento
del
multilate
ilateralismo y
vigencia
ncia del
Orden
n Li
Liberal
Límites en la
provisión de
Bienes Públicos
Globales. Órdenes
regionales y
solapados
superpuestos al
global.
Globalización
Mercados
y Continui
inuidad de las Aversión al riesgo
como mecanismo
CGV,, con leve
ordenador.
reshorin
oring
Regionalización
R3: Trampa
Tra
de
Tucídid
ídides y des
global
balización
Relación
ión
conflictiv
ictiva entre
las poten
otencias y
cooperac
eración
restringid
ingida en
foco y alcance
alc
Reshorin
oring
acentuad
tuado, y
desacople
cople en los
mercados
ados globales
https://www.bloomberg.com/
om/news/articles/2020-05-12/white-house-cuts-offsavings-fund-s-investment-in
in-china-stocks
28
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
del offshoring,
más extendido.
Rol
de
los Fortaleci
alecimiento
Estados
y
el del Estad
stado
impacto en las limitado.
ado.
democracias
Democra
ocracias
resistent
tentes.
Recorte a las
libertades
individuales.
Debilitamiento de
la democracia
Auge de
nacionali
nalismos y
capitalism
alismo de
vigilancia
ncia
Relación
Interdep
rdependencia
bilateral
entre cooperat
erativa
EEUU y China
Trampa de
Kindleberger
Trampa
pa d
de
Tucídide
ides
Fuente: elaboración propia
pia
Como todo modelo, se trata de tipos ideales. Nada impide
de que las
dimensiones se desacoplen
plen entre sí y se presenten escenarios mix
mixtos. Por
ejemplo situaciones en
n las
l
cuales la globalización económica
ica avance
claramente en un R2 y el E
Estado y Democracia en un R3 –o R1–.. Es decir, si
bien en el orden liber
liberal internacional globalización, democ
mocracia y
gobernanza global funciona
ionaron acompasadas, no necesariamente
e un cambio
de orden debería significar
ificar que las tres dimensiones cambien de manera
simultánea.
En términos médicos ell R del COVID-19 se ubica entre los más
s elevados.
e
Los próximos meses/años
os serán claves para ver si el R en los cam
cambios del
orden mundial sigue la mism
misma trayectoria.
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CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
ECONOMÍA
ECO
INTER
TERNACIONAL
AL
31
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Economía
omía Internacional en
tiempo
mpos de pandemia
19
Gustavo
o Marini
M
La ausencia de vacunas
as y de tratamiento específico para la cura
c
del
coronavirus motivó, con
n di
distintos niveles de aceptación, la impleme
lementación
de la estrategia de aisla
aislamiento para enfrentar la propagación
ción de la
enfermedad.
Los efectos económicos
s ta
tanto en lo interno como en lo internac
nacional no
tardaron en hacerse evide
videntes. En este punto, surgió al poco
o tie
tiempo el
debate entre los académic
émicos tanto acerca de si la crisis que se estaba
desatando era consecuenci
encia del “parate” económico fruto de la cuarentena
cua
y su magnitud, o si esta
ta si
situación tan solo habría acelerado las ten
tendencias
ya preexistentes en el conju
onjunto de la economía. Hoy, a meses de iniciarse
ini
la
crisis, pocos dudan dell he
hecho de que la epidemia magnificó situac
ituaciones y
conflictos ya existentes.
Queda entonces en deuda
da un análisis de esta crisis que incluya el m
momento
presente y, a la vez, conten
ntenga una perspectiva más amplia y abarcat
rcativa.
La primera pregunta que
ue s
surge es ¿cuándo comenzó todo esto?
? Si bien no
existe un consenso, es imp
imposible soslayar el hecho de que las tensiones
ten
y
desequilibrios que generaro
raron la crisis financiera de 2008 no se supe
uperaron ni
en términos de sistema
a fi
financiero, ni de economías nacionales,
es, ni en lo
internacional. La crisis
s fue
fu contenida y apaciguada con extraor
raordinarios
estímulos financieros e incrementos
in
de deuda público – privada
ada que se
mantuvieron durante un largo
l
período de tiempo posibilitado
o po
por bajas
tasas de interés, lo que
e dis
disimuló el problema. Sin embargo, en los hechos
puede observarse un efect
fecto arrastre y acumulativo de inconsistenc
tencias que
más temprano que tarde
de volverían a eclosionar con mayor crude
udeza. Esta
crisis actual no sería más
ás que
q
la reaparición de la anterior con el agregado
a
de nuevas características
as q
que la convierten en más peligrosa y profu
rofunda. No
en vano, gran parte de los economistas se arriesgan a opinar que
e si
sin dudas
será peor, en cualquiera
ra d
de sus niveles de análisis, que la crisis
is d
de 1930,
elevándola a la categoría
ría de la mayor crisis del capitalismo de toda su
historia.
¿Cómo es que no se solucio
lucionaron los desequilibrios del 2008? A más de una
década de distancia de los acontecimientos podemos observar con mayor
detalle y detenimiento
to algunos hechos que hoy resultan
n claros
c
y
reconocidos. La mayoría
ría de los análisis se centran en dos cuestiones
cu
significativas. Por un lado
do la situación y comportamiento de las insti
instituciones
o actores del sistema finan
inanciero: bancos privados, agencias calificad
ficadoras de
riesgo, fondos de inversión
sión, bancos centrales, etc. así como el impacto
imp
de
los nuevos instrumentos
s fin
financieros complejos que aparecen en las décadas
19
Lic. en Relaciones Interna
ernacionales. Profesor titular en la UNR. Deca
ecano de la
Facultad de Ciencia Política
a y Relaciones Internacionales. Rosario, Argentin
ntina. Correo
electrónico: gustavo.marini@f
ni@fcpolit.ur.edu.ar
32
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
previas a la crisis, tales
s como
co
los derivados y sus variantes, cuya
ya e
escasa o
nula regulación determinaro
inaron una opacidad en el manejo de las operaciones
ope
que resultó ser un detonant
nante de la crisis.
En segundo lugar, la ac
acumulación de desequilibrios macroeco
económicos
nacionales, es decir los de las economías en sí, a nivel de balanza
za de
d pagos,
deuda, movimientos de capital internacional que durante un tiempo
pudieron ser encubiertos
os s
sin un impacto directo sobre la econom
nomía real,
pero que finalmente cuand
uando se desató esta crisis impactaron de manera
inevitable.
La mayoría de las medidas
idas que se tomaron frente a la crisis finan
inanciera de
2008 sólo sirvieron para salvar a un conjunto limitado de bancos
comerciales. No se atendió
dió de igual manera a los tomadores particu
rticulares de
crédito ni se consideró el d
deterioro de las cuentas públicas. Econom
onomistas y
políticos de reconocida filiac
filiación liberal de pronto redescubrieron la ne
necesidad
de las políticas contra cíclic
íclicas de inspiración keynesiana. Claro que
ue lla ayuda
financiera otorgada por
or el
e Estado fue para los bancos y no
o p
para los
consumidores.
m
importantes, los denominados “de
“demasiado
Esos bancos eran los más
grandes para caer”, una
na categoría restrictiva que discriminó y s
sesgó la
ayuda al interior del sistem
stema financiero norteamericano y europeo.
eo. Aun así,
no todos lograron sobreviv
revivir, algunos grandes bancos comerciales
iales fueron
arrastrados por la crisis
is y no pudieron ser salvados y por sobre
bre todo la
reestructuración del siste
istema recayó preferentemente en la banca
ba
de
inversión, cuyos princip
ncipales exponentes fueron a la qui
quiebra y
desaparecieron o fueron
n ab
absorbidos por otras instituciones.
Además, se dejó sin sostén
stén a un inmenso número de bancos u otro tipo de
instituciones financieras,
s, pe
pequeñas y medianas, muchos de ellos
s de alcance
local o regional. La cons
onsecuencia fue que el salvataje de los grandes
permitió de facto una conce
ncentración del sistema. Una discriminación
ción costosa
en términos financieros
s pa
para los estados que resultaron ser los
s pa
pagadores
finales del salvataje a parti
artir del incremento de la deuda pública,, agregando
ag
mayores tensiones y debili
ebilidades a la macro nacional. Más allá de todos
t
los
discursos liberales, de fac
facto, fueron la intervención y asistencia
ncia de los
estados nacionales los ga
garantes del sostén y supervivencia del
el sistema.
s
Detrás de las escusas y lam
lamentaciones, las reglas del mercado no
o operaron.
op
Paradójicamente se hizo
o ca
caso omiso a los desequilibrios macroeconó
conómicos y
a las causas estructurales
les d
de fondo que produjeron esta crisis dell 20
2008.
En lo que respecta all si
sistema financiero, los avances en térm
término de
regulación del sistema,, de transparencia en el uso de instrumento
entos, tales
como los derivados, o de iidentificación de responsabilidades, ya
a sea
se de los
grandes bancos como de la agencias calificadoras de riesgo,, quedaron
q
reducidos y se diluyeron
n en el tiempo. Tanto en los Congresos/Parla
Parlamentos
de los países más afecta
ectados como de las instituciones interna
ernacionales
intervinientes no pueden
den encontrarse avances legales significat
ficativos en
ninguno de estos aspectos.
tos.
En lo comercial pudo obse
bservarse desde 2008 en adelante un deten
etenimiento
del proceso de negociaci
ciación en la OMC. Las rondas subsiguie
guientes no
produjeron nada nuevo y s
se evidenció la creciente e insalvable difer
iferencia de
intereses entre los grandes
ndes actores. En lo empírico, lo más import
portante, el
persistente desbalance en el comercio internacional entre las econo
onomías de
33
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
China y Estados Unidos,
s, n
no ha variado significativamente durante
nte las dos
presidencias de Obama.
a. Con
C
la llegada al poder del presidente
ente Trump
cambia radicalmente la es
estrategia de negociación y la postura de Estados
Unidos en cuanto a los temas
tem
comerciales, forzando una renegocia
ociación de
los acuerdos con Europa
a y México-Canadá. Con la mira puesta en China,
C
el
objetivo de la nueva admin
ministración fue –y aún es– intentar reducir
cir el
e déficit
de la balanza comerciall bila
bilateral que, a todas luces, refleja una situ
situación de
creciente insustentabilidad
dad tanto para las finanzas en la medida
a en que es
compensado con un crecien
ciente endeudamiento público-privado, como
omo para la
estructura productiva n
norteamericana que padece una progresiva
pr
desindustrialización.
La situación actual se par
parece más a una recaída que a algo nuevo.
nue
Sin
embargo, la pandemia y lla cuarentena, con la reducción de la a
actividad
económica, aceleraron la reaparición y potenciación de las tensio
nsiones del
pasado a una escala desco
esconocida para la teoría y para la experienc
riencia de la
gestión económica. Estamo
amos en un escenario nunca visto ni conoc
nocido, con
situaciones desconcertante
antes tales como la caída del valor del
el barril
b
de
petróleo derivado de la gu
guerra de precios y de la saturación de
e stocks;
st
la
tendencia a las tasas de
e in
interés negativa en las economía de EEUU,
UU, Europa
Japón y los extraordinarios
rios niveles de déficit y deuda.
De todos los aspectos y pe
perspectivas posibles para analizar en el m
marco de
esta crisis nos interesa
a d
detenernos en los referidos al impacto
to s
sobre la
evolución del nivel de actividad y a las cuestiones financieras,
fina
especialmente, en lo que
e re
refiere al déficit fiscal y la deuda.
La recesión más importa
ortante de la historia del capitalismo
Si bien muchos economist
istas previamente a la cuarentena ya presagiaban
pres
una desaceleración para
ra 2020 o 2021 dado el prolongado período
per
de
crecimiento y a las señales
ales de agotamiento del mismo, la pandemia
mia produjo
una caída del producto
to bruto
b
mundial motivada por la clausur
sura de la
actividad económica en má
más de la mitad de la economía mundial.
Así como se prevé una fuerte
fue
caída en el corto plazo, persisten
n las
la dudas
acerca de las característic
ísticas de la recuperación. A decir verdad
ad nadie
n
se
anima a pronosticar dema
masiado en tiempos de elevada incertidum
umbre. Sin
embargo hay ciertas eviden
idencias que permiten diagnosticar una recup
ecuperación
lenta y fragmentada. No
o todos
to
los países se van a recuperar de
e la misma
manera ni al mismo tiempo
mpo, sino que esto dependerá de las caract
cterísticas
y el estado de situación de cada uno de ellos.
Si bien hay países que ya han superado lo peor, como se ve en
n el caso de
China cuyo crecimiento se pronostica del 4,8 al final del año, para
ara el resto
del mundo se estima un
n d
despegue o recuperación recién a partir
rtir d
de 2021
con un comportamiento
o m
más parecido a un serrucho antes que
e como
co
una
línea recta, como sucedió
ió e
en la crisis de 2009.
Lo mismo puede decirse
e en término de los distintos sectores. Entre
tre los más
lentos pueden verificarse
se lo
los vinculados al transporte (marítimo com
comercial y
recreacional y las aerolín
rolíneas); el turismo en general; la indus
dustria del
entretenimiento masivo;
o; e
el sector energético en general; los bi
bienes de
consumo durables (dada
da lla reticencia de los consumidores en ampliar
am
el
gasto y de los bancos de
e fin
financiar nuevos créditos), etc.
34
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Según estimaciones del FMI en Estados Unidos, todavía en plena
plen lucha
contra la pandemia y con
on un récord de contagios y muertes, su economía
e
podría retroceder hasta un 5,9% en 2020. En el caso de la eurozona
zona, donde
España e Italia, pero tambi
mbién Francia y Alemania sufrieron grandes
es pérdidas
humanas por la pandemia,
ia, se estima una caída del PIB este el prese
resente año
de hasta un - 7,5% en promedio: Alemania (- 7%), Francia (- 7,2%) y
sobre todo Italia (- 9,1%
9,1%). Además, los informes consideran
ran que la
economía de América Latin
atina y el Caribe sufrirá una retracción del - 4.6% en
el corriente año (el cálculo
culo no incluye a Venezuela) y en el caso puntual
pu
de
Brasil, la contracción ascen
scenderá a más del - 5%. Para el caso arge
rgentino, la
proyección de la CEPAL
L es
estima una caída del - 6,5% y marca diferencias
dif
entre el sector agropecuario
uario, que siguió trabajando a pleno y cuya
ya evolución
e
dependerá más de factore
ctores climáticos y de la evolución de los precios
internacionales que de la pandemia,
p
con la industria fuertemente
te a
afectada,
y los servicios que tuviero
ieron suerte muy variada: desde turismo,
o, h
hotelería,
gastronomía y comercio
io m
minorista casi en colapso, hasta sectore
tores como
tecnología e informática,, qu
que aceleraron el impulso que ya tenían
n (E
(Economía
tras coronavirus, 2020).
En términos generales para la economía global se pronostica una
a depresión
de
cuya representación gráfi
ráfica, a diferencia de otras crisis, muestra
mue
un
comportamiento del PBII m
mundial en forma de L. Los pronósticos
cos iniciales
más optimistas que refería
erían a una caída y recuperación en forma
a de
d V o W
están siendo desestimados.
dos.
Caminando en la cornisa
nisa: ¿hacia un default global?
Como era de esperarse
e la caída en el nivel de actividad produjo
dujo en los
primemos momentos un
n c
crac de los mercados de capital y bursá
rsátiles. En
esta crisis a diferencia de lla anteriores, encontramos los primeros
os impactos
i
negativos en la economí
omía real y luego su traslado a los
s m
mercados
financieros los cuales reacc
eaccionaron frente a los indicadores negativ
ativos de la
economía real retirándose
dose de sus posiciones. En este sentido
tido puede
observarse una retracción
ión generalizada del crédito en todas sus
s formas
for
(al
consumo, para viviendas,
das, para refinanciación de tarjetas de cr
crédito, a
empresas, etc.). A igual
ual que en otras circunstancias similares,
s, h
hubo un
vuelco hacia la seguridad
d y calidad de las inversiones en cartera.
Además, como en otros
s ep
episodios de crisis, puede observarse en
n lo
los países
de la periferia y los emerg
ergentes un incremento record de la retirad
irada de los
capitales de los mercados
os b
bursátiles. Esto puede observarse en Asia (India,
Indonesia, Malasia, Filipina
pinas, Corea del Sur y Tailandia) y en Améric
érica Latina
que, como era de esperar,
rar, no podía quedar exenta de esta tendenc
dencia de la
caída de las bolsas y fuga de capitales como se puede
de advertir
particularmente en los caso
casos de Brasil, Méjico, Argentina y Ecuador.
or.
Esto motivó tempranament
ente una decidida reacción de los bancos
os centrales
c
de todos los países. Las
as inyecciones
in
significativas de dinero desti
estinadas a
paquetes de ayuda sectoria
torial y la expansión del gasto para hacerr frente
fre
a la
crisis sanitaria y luego so
social trajeron aparejado una creciente
te inquietud
in
acerca de dos aspectos
s vinculados:
vi
la evolución del déficit fiscal
scal y de la
deuda para financiarlo.. La deuda global de todos los países del mundo
35
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
ascendió a finales de 2019
019 a 253,2 billones de dólares equivalente
nte al
a 322%
del PB global.
Con respecto a Estados
s Un
Unidos, El Departamento del Tesoro anunc
nunció hace
unos días que emitirá oblig
bligaciones de deuda por un récord de casi
si 3 billones
de dólares en el segundo
o tr
trimestre de 2020, esencialmente para fina
financiar el
“plan de reactivación de
e la economía paralizada por la pandemia incluyendo
inc
los gastos de la nuev
ueva legislación de ayuda a los hogares
hog
y
empresas", precisó el Te
Tesoro. Si bien el Estado Federal no tendrá
inconvenientes en encontr
ontrar interesados en estas emisiones por casi 3
billones de dólares, ya
a qu
que los bonos del Tesoro son considera
derados por
operadores del sistema
ma como los más seguros del planeta
pla
y
extremadamente buscados
dos como refugio en tiempos de crisis, el monto
m
no
puede dejar de resultar inq
inquietante (El tesoro de EE.UU., 2020).
El mercado para estos bon
bonos es tan importante que se considera
era casi tan
líquido como el efectivo
vo y
ya que se puede comprar y venderr títulos
tít
en
cualquier momento. La
a fuerte
f
demanda asegura además al g
gobierno
estadounidense obtenerr cré
crédito a un costo muy bajo dado el nivel
el a
actual de
las tasas de interés. En est
este escenario en su conjunto, los debates
tes sobre el
grado de endeudamiento
to d
de Estados Unidos quedaron, por el mom
omento en
el olvido, aunque su situación
si
sea cada vez más precaria.
ria. Según
estimaciones, la deuda pú
pública federal alcanzará a fines de 2020
020 los 23
billones de dólares equiva
uivalentes a más del 100% del PBI (El tesoro
te
de
EE.UU., 2020).
nto ha llevado a muchos economistas a com
comenzar a
La inquietud del momento
explorar la idea de que
e la Reserva Federal de los EEUU incursion
rsione en el
terreno de las tasas de
e in
interés negativas. Esta situación inédita
dita para la
economía norteamericana
ana permitiría junto con una leve y controlada
co
inflación reducir progresiva
sivamente el peso de la deuda tanto en térm
términos de
stock como de pagos de
e int
intereses (Rogoff, 2020).
Para empezar, igual que
e lo
los recortes de tasas en los viejos tiempo
mpos de los
tipos de interés positivos,
s, la
las tasas negativas salvarían del default
lt a muchos
estados, empresas y ciuda
iudades. Con una implementación correcta,
ta, llas tasas
negativas pueden, a la ma
manera de la política monetaria normal,, reforzar
ref
la
demanda agregada y aum
umentar el nivel de empleo. Así que ante
ntes de que
deba empezarse a reestr
estructurar deudas por todo el mundo,
o, algunos
economistas proponen qu
que sería mejor probar con este nuevo
vo tipo de
estímulo monetario. Sii bi
bien dicha propuesta cuenta con el apoyo
ap
del
Presidente Trump, la Reser
eserva Federal no tiene la misma opinión tal como lo
manifestó su Presidente,
nte, Jerome Powell, quien desestimó
ó su uso
sosteniendo la estrategia
ia d
de continuar con la inyección de dinero
ro a través
del aumento de la liquidez
idez vía préstamos y compra de bonos (La Reserva
Federal, 2020).
Es apropiado aclarar que para el resto del mundo esta medid
edida sería
conveniente solo si la baj
baja fuese copiada por el mercado para
a todos
to
los
países y no solamente par
para la economía norteamericana, hecho
o acerca
ac
del
cual no existe evidencia ni g
garantía.
No menos inquietante es
s la evolución de la deuda en la eurozona.
a. L
La deuda
conjunta de Europa aum
aumentará este año en un 20%. Frente
ente a las
dificultades crecientes para
pa
reunir fondos reaparecen propue
puestas ya
presentadas en otros mom
omentos de crisis. Originariamente sugerida
ridas por el
36
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Banco Central Europeo,
o, n
nueve países de la eurozona entre los que se
encuentran Francia, Italia,
lia, España y Portugal, presentaron a fines
es d
de marzo
una iniciativa de emisión
sión de una serie de nuevos bonos deno
enominados
“coronabonos” la cual no
op
prosperó por la oposición tanto de Aleman
mania como
de otros países del norte
rte europeo. Este mecanismo de apoyo al esfuerzo
e
financiero se inspira en los “eurobonos”, propuesta presenta con
n motivo
m
de
la crisis de la deuda griega
iega y su refinanciamiento en el 2010 e igualmente
ig
rechaza por Alemania.
El mecanismo tiene dos
s c
características distintivas: por un lado
o permitiría
pe
emitir deuda a una tasa
a de interés no vinculada al país en cuestión
stión, sino a
la tasa de la eurozona en su conjunto (que es menor) evitando
o pa
pagar una
prima de riesgo elevada,
ada, reduciendo el costo del endeudamie
miento. En
segundo lugar, la emisión
ión sería de la eurozona en su conjunto a través
tra
del
Banco Central Europeo y no de un país en particular, creando un gran
gra fondo
mutuo solidario del cual
al los
lo países retirarían fondos. El argumento
ento es que
estos países débiles de
e la eurozona se estarían enfrentando a un
u shock
extremo del cual no son responsables y cuyas consecuencias
cias serían
finalmente negativas para
ara todos. Si bien esta propuesta no pros
prosperó la
misma deja al descubierto
ierto las dificultades acerca de la financiació
iación de la
crisis (Los “coronabonos”,
s”, 2
2020).
Para el resto del mundo
o la pregunta adquiere otro tono. ¿Qué pasar
asará con la
deuda de muchos otros pa
países emergentes?, ¿nos encontramos frente
fren a un
escenario de default global
obal? Los montos y porcentajes resultan en muchos
casos insostenibles en el fu
futuro.
Por otra parte, los merca
rcados emergentes deben más de 8,4 billones
bill
de
dólares. Frente al debilitam
itamiento de la demanda mundial, la depresió
esión de los
precios de los commoditie
ities, la disminución de las reservas mundia
ndiales y el
lento crecimiento mundial
dial disminuye la solvencia de todos ellos
s y ya han
comenzado las operacione
iones de salvamento. Algunos países que
e ya tenían
problemas como Zambia,
ia, Surinam y Angola tiene rendimientos
s d
de bonos
superiores a los 1000 pu
puntos de la tasa de Estados Unidos,, lo que se
considera estrés financiero
iero y los enfrenta a la imposibilidad fáctica
ca d
de seguir
recurriendo al mercado pr
privado de capitales. Este escenario ha
a m
motivado
que hasta el momento
to 1
102 países solicitaran ayuda al FMII q
quien ha
otorgado exenciones a al m
menos 25 países. En su última reunión
ón virtual
v
el
G20 acordó otorgar en esto
estos días una moratoria por el resto dell añ
año sobre
la deuda bilateral oficial
al de
d las 76 economías más pobres dell mundo.
mu
El
nuevo concepto sobre el q
que batallan los países en dificultades es el de la
sostenibilidad, es decirr una
un deuda compatible a la vez con ell pago
pa
y el
crecimiento (Maki, 2020).
0).
En el ámbito regional tam
también puede observarse una tendencia
ia al uso de
estímulos monetarios y fisc
fiscales a los fines de enfrentar la crisis. En Brasil,
B
el
Comité de Política Moneta
etaria del Banco Central (COPOM), redujo
ujo el 6 de
mayo la tasa de interés
s bá
básica de la economía brasileña del 3,75%
,75% al 3%
por año. La decisión, de
e ca
carácter unánime, representa la séptima
a reducción
re
consecutiva y llevó la mism
isma a su nivel histórico más bajo para la ta
tasa Selic
desde 1999, cuando entró
tró e
en vigor el sistema de metas de inflación.
ión.
En cuanto al déficit fiscal,
cal, los números difundidos por el Tesoro
ro Nacional
N
prenden luces de alarma.
a. El déficit primario del sector público consolidado
con
(Gobierno Federal, Estados
ados y Municipios) puede trepar para el 202
2020 hasta
37
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
los 600.000 millones de
e re
reales (unos 100.000 millones de dólares)
res), un 8%
del PBI. El número es casi
asi diez veces superior al déficit registrado
do en
e 2019,
cuando el rojo se ubicaba
aba en 0,85% del Producto Bruto Interno
rno (61.000
millones de reales). Se esp
espera que para poder financiar el rojo
o se suceda
una aceleración en el endeu
ndeudamiento público y fuertes ajustes en
n el período
posterior a la pandemia.
Al mismo tiempo, al igual
ual que en otras economías emergentes, se observa
una fuerte retirada de ca
capitales. Paradójicamente, la tasa de interés
int
en
mínimos históricos si bien
ien facilita el crédito interno barato y una
a ba
baja en el
pago de intereses de la d
deuda nacional, la misma incentiva la fuga de
capitales y termina de dar forma a la tormenta perfecta. Según
n datos
d
del
Banco Central 30.000 m
millones de dólares salieron de Brasil
asil en los
tres primeros meses dell año,
añ siete veces más que en el mismo período
pe
de
2019. En este contexto el R
Real se devalúa a mínimos históricos.
Está claro entonces, que
ue al menos en el mediano plazo las previsiones,
prev
tanto a nivel mundial como
omo nacional, no son auspiciosas: el resulta
ultado de la
pandemia y la cuarentena
na será una economía más pobre, más ende
ndeudada y
más
desigual.
En
un
artículo
para
Project
Syndicate
cate, Nouriel
Roubini, apodado el “Doc
Doctor Catástrofe” por haber previsto
to la
l
crisis
financiera 2008/2009, enu
enumeró algunas características de lo que
ue llamó la
“Depresión más grande” que la iniciada en 1929 y que marcó
có llos años
treinta del siglo pasado.
do. Roubini avizora una economía mundi
ndial híper
endeudada y una era de
e de
defaults masivos debido al aumento de los déficits
y deudas fiscales y la pér
pérdida de ingresos de empresas y famil
milias, que
llevará a una cadena
a d
de insolvencias y comprometerá los
s sistemas
s
bancarios (Roubini, 2020).
0).
Esto plantea probablemente
ente los principales interrogantes acerca de la crisis.
¿Cuál es el costo total y quien
qu
va a pagarlo? A pesar de ser económ
nómica esta
crisis, sin embargo, no
o s
se parece a nada conocido en la historia
hist
del
capitalismo. No es clásica
sica; no es keynesiana; no es el resultado
ltado de un
problema de oferta, debido
deb
a trabas institucionales, tecnoló
nológicas o
provenientes de la disponi
ponibilidad insuficiente de los medios de producción
pro
(el capital, el trabajo y los recursos naturales) y no se ocasiona
na por una
caída repentina de la
a d
demanda. Esta crisis deriva esencialme
almente de
decisiones soberanas tom
tomadas individualmente por la mayoría
oría de los
estados que condujeron
n a la brutal contracción de sectores enteros
ente
del
aparato productivo (Cordon
rdonnier, 2020).
Consideraciones finales
les
¿Conducirá esta crisis a un
una retracción del proceso de globalizació
zación y del
multilateralismo? ¿O nos
s di
dirigimos hacia un nuevo orden multilatera
teral?
En cuanto a los escenario
arios imaginados de salida de la crisis hay tantas
propuestas como preferenc
rencias políticas. Sin pretender arriesgar futu
futurologías
hay ciertas tendencias
s presentes
p
en la economía mundiall que
q
nos
acompañarán en el median
diano plazo.
Ciertamente los cuellos de botella en la producción mundial y en el comercio
c
internacional nos enfrentan
ntan a un aumento creciente de la regionaliza
alización de
la economía mundial, con
on m
menos cadenas globales tornándose más
ás locales
l
o
regionales, con una tenden
dencia en el corto plazo a una des globaliza
lización. De
38
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
la profundidad de la mism
isma depende cuan traumática sea y en
n cu
cuanto se
agudizarán las tensiones.
s.
A pesar de otras opiniones
ones, esta crisis volverá a necesitar, como
o en 2008
pero a escala mayor, una coordinación multilateral decidida para mitigar
mit
sus
impactos. Esto incluye especialmente a las distintas instan
tancias de
gobernanza global que a diferencia de 1930 hoy están disponible
ibles. En lo
que respecta a nuestra región,
re
según el último informe de la CEPAL,
CE
la
crisis se ha transmitido a través de cinco canales: reducción del comercio
internacional, caída de prec
precios de los productos primarios, intensific
sificación de
la aversión al riesgo y el empeoramiento de las condiciones financieras
fin
mundiales, menor demand
anda de turismo y una reducción de las remesas.
Según el país de que se trate
tra el impacto de cada uno de ellos es variable.
var
El
derrumbe del precio de las materias primas afecta a Latinoamérica.
ica. La caída
del valor de petróleo imp
impacta con fuerza en las economías de países
productores como Venezue
zuela, México y Brasil. La disminución del precio de
los productos agrícolas afectará
afec
a Argentina, Uruguay y Brasil. En el mismo
sentido, la reducción en el valor de los minerales impactará en Boliv
olivia, Chile
y Perú. Finalmente, la redu
reducción de remesas hacia países centroam
americanos
y Méjico será muy significat
ificativa (CEPAL, 2020).
Se requiere repensar un modelo
m
de desarrollo y de inserción para la región
en consideración a las alte
alternativas de reactivación y cambios estru
structurales
que ocurrirán en la globaliz
balización y el mundo post COVID-19. Latino
tinoamérica
debe prepararse para el mundo post COVID-19 y pensar su futuro
considerando la nueva ge
geografía económica. Será necesario insistir
ins
en
reducir la dependencia de las manufacturas importadas para lo cual se
requieren nuevas polític
líticas industriales orientadas a fortalec
talecer sus
capacidades productivas y generar nuevas capacidades en sectores
estratégicos.
Solamente el fortalecimien
iento de su aparato productivo permitirá asegurar
sustentabilidad financiera
ra a los fines de hacer frente a los deseq
esequilibrios
financieros acumulados (La economía global, 2020).
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CIONALES
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anish
40
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
El impacto
cto d
del COVID-19 en
n las
la
relacion
aciones comerciales
inte
internacionales
21
Julieta Zelicovich20 y Camila Romero
Rom
Del mismo modo que la
a fie
fiebre o las alteraciones respiratorias son
on síntomas
s
de enfermedad en el cuerp
erpo, el comercio internacional es un indicad
icador de la
salud del sistema económ
nómico global; y al igual que en los pacie
acientes de
COVID-19, las patologías
as p
pre-existentes pueden incrementar los riesgos.
ries
En
este análisis buscamos identificar
ide
dichas patologías, así como analizar
an
la
evolución reciente del siste
istema de comercio internacional ante la pandemia.
pan
A finales de 2019 el com
comercio internacional mostraba algunos
s si
signos de
alerta. La mayor conflictivid
tividad en las relaciones comerciales internac
rnacionales,
con la “guerra comercial”
l” e
entre EEUU y China como protagonista central;
cen
así
como la apelación –globa
lobal– a un mayor intervencionismo en la política
comercial externa, llevaba
aban a que los indicadores de comercio mostraran
m
tendencias a la baja y pro
proyecciones en las que la relación entre
re comercio
c
mundial y PBI global seguía
guía contrayéndose.
Para la Organización Mund
undial del Comercio (OMC), a octubre de 2019 el
7,5% de las importaciones
ones mundiales estaban afectadas por medi
edidas que
restringen las importacione
iones, en un valor estimado de US$ 1,700
00 m
miles de
22
millones (OMC, 2019).. Si bien China y EEUU explicaban una gran
ran parte
p
de
ese porcentaje, en realid
alidad se trata de un fenómeno más extendido,
ex
alcanzando al menos a los primeros 10 exportadores e importadores
ores a nivel
global (Evenett & Fritz,, 20
2019). El comercio además, mostraba una mayor
tendencia a la servificación
ción -siendo que el comercio de servicios se expandió
e
más rápido que el comercio
ercio de bienes entre 2005 y 2017 (OMC,, 2019);
20
en
tanto que la Organización
ción Mundial de Comercio perdía, en el mes de
diciembre, la operatividad
idad del órgano de apelaciones al concre
ncretarse el
bloqueo de EEUU del nom
nombramiento de nuevos árbitros. En sí, el volumen
v
de comercio de mercancí
ancías en 2019 había alcanzado US$ 18,888,714
18,
millones de dólares y ell de servicios US$ 6,025,413 millones de dó
dólares; el
comercio de mercancías
s fu
fue de un 3% menos que el año anterior,
or, e
en tanto
que el de servicios increme
rementó 2%. Las proyecciones señalaban para
pa 2020
expectativas en las que las tendencias contractivas se acentuaban.
20
Doctora en Relaciones
es Internacionales, Universidad Nacional de Rosario.
Investigadora asistente en Consejo Nacional de Investigaciones Científicas
Cien
y
Técnicas
(CONICET).
Rosario,
Argentina,
Correo
electrónico:
ele
julieta.zelicovich@fcpolit.unr.e
nr.edu.ar
21
Estudiante avanzada de la
l Licenciatura en Relaciones Internacional
nales de la
Universidad Nacional de
e Rosario. Rosario, Argentina, Correo ele
electrónico:
romerobcamila@gmail.com
22
Una década atrás la cobertu
ertura de este tipo de medidas era de tan solo
lo 0,
0,6%.
41
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Es en ese contexto que
e el
e comercio internacional enfrenta a la crisis
c
del
COVID-19. El 31 de dicie
diciembre se hace pública la noticia relati
elativa a la
existencia de un nuevo viru
virus en la provincia de Wuhan, China. Lo
o que
qu en un
primer momento pareció
ió un
una enfermedad de alcance localizado como
com la del
SARS, llevó un mes más
ás tarde, el 30 de enero de 2020, a dec
declarar la
emergencia de salud p
pública de importancia internacional
al por la
Organización Mundial de
e la Salud (OMS). El 11 de marzo, se ofic
oficializó el
estado de pandemia, con
n ca
casos en los cinco continentes.
Los canales de “contagio”
gio” entre COVID-19 y el comercio mund
undial son
múltiples. Baldwin (2020)
20) ha planteado shocks tanto sobre la oferta
ofer como
sobre la demanda. Porr el lado de la oferta, el cierre de estableci
blecimientos
productivos, ya sea porr la enfermedad o por las medidas de aisl
islamiento
preventivo, suponen una contracción de la producción; que se ve
amplificada como restricci
ricciones en las cadenas de aprovisionam
namiento al
considerar la fragmentació
tación de la producción mundial a través
vés de las
cadenas de valor. En servicios,
ser
especialmente en aquellos rubro
ubros como
viajes y turismo que se basan
ba
en la interacción y movimiento de
e personas,
pe
los efectos son más acen
acentuados. Del lado de la demanda mundial,
mun
la
contracción se produce tan
tanto por la recesión macroeconómica que
ue generan
los shocks de oferta como
omo por la predisposición a “posponer” compras
com
y
decisiones de inversión –
–wait and see–. Asimismo hay que consid
nsiderar los
efectos sobre los precios
os m
mundiales de commodities; las restriccion
ciones en la
migración y movimiento
to de personas; y el impacto en la logística
log
e
infraestructura. Por último,
imo, y no menos importante, un canal adicional
adic
de
contagio son las políticas
icas comerciales aplicadas por los países,
ses, que al
restringir las exportaciones
ones o importaciones de ciertos bienes y s
servicios,
amplifican los efectos del
el C
COVID-19. Como veremos en la próxima
ima sección,
estos canales han llevado
do a una contracción histórica del comercio
io m
mundial.
Antes de avanzar en el relevamiento
rele
empírico restan señalar dos
s ele
elementos
que diferencian la naturale
raleza de estos impactos respecto de otras
tras crisis o
shocks globales: su alcanc
cance geográfico y la incertidumbre en términos
térm
de
duración –así como de eve
eventual reiteración–. Nunca antes una cri
crisis tuvo
shocks de oferta y demand
anda en todos los países del mundo; y nunca
nunc antes
el mundo tuvo tales nivel
iveles de incertidumbre respecto de la dur
duración y
naturaleza de los causales
ales de dichos shocks. Si bien algunas ec
economías
comienzan a reactivarse
se al momento de escribir estas líneas,
as, no hay
certidumbre alguna respect
pecto de la recuperación de la demanda mundial,
mu
ni
sobre la posibilidad o no
o de “recaídas”.
El comercio internaciona
ional, por etapas de contagio
A medida que la enferm
ermedad fue expandiéndose, y más cant
cantidad de
territorios comenzaron a presentar contagios y a tomar med
medidas de
prevención de contagio,
o, e
el comercio internacional fue viéndose
e a
afectado.
Planteamos una primera
a et
etapa en la cual el virus se mantuvo locali
ocalizado en
China y la región asiática,
ca, en los meses de enero y febrero; y una
na s
segunda
etapa con su expansión a Europa,
E
EEUU y el estallido de la pandemi
emia en los
meses de marzo y abril,
il, en los cuales las restricciones en y al comercio
com
se
vuelven globales.
42
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Durante los dos primeros
ros meses del año, ante el rápido aumento
ento de las
cifras de contagiados en
n China,
C
el gobierno reaccionó imponiendo
ndo severas
restricciones para evitarr un
una mayor propagación del virus. Estas medidas
me
de
contención impactaron rápi
rápidamente en el plano económico-comercia
rcial.
Siendo China el más importante
im
mercado de consumo y el corazón
manufacturero del mundo
ndo –con un papel fundamental en las cad
cadenas de
suministro globales–, la
a suspensión
su
de actividades y el cierre temporal
temp
de
fábricas en su territorio provocaron
pro
la contracción de los flujos de comercio
c
internacional. Según las estadísticas comerciales de la Admini
ministración
General de Aduanas de
e China,
Ch
la producción industrial en el país
aís asiático
cayó un 13,5 % en enero
ro y febrero combinado, en comparación con
co el año
anterior. Una caída severa
era si se pone en perspectiva con lo ocurrido
rido durante
el brote del SARS en 2002
200 y la crisis financiera de 2008. Asimis
imismo, las
exportaciones de mercancí
ancías del país al resto del mundo disminuy
inuyeron un
17,2%, mientras que las importaciones se redujeron un 4% durante
dur
los
meses de enero y febrer
brero frente al mismo período del año 2019.
20
Las
disminuciones, tanto de exportaciones como importaciones,
es, fueron
significativas en aquellos
os productos
p
que se utilizan como intermedi
edios en la
producción como: textiles,
les, equipos eléctricos y electrónicos.
Dentro de las manufactura
turas, los sectores más gravemente afectad
ctados –por
su complejo encadenamie
miento productivo y su alto valor y volúmenes
vo
comerciales– han sido la iindustria automotriz, textil y de alta tec
tecnología.
Conforme los datos dell Ba
Banco Mundial, para finales de febrero el comercio
c
mundial ya exhibía una
a contracción
co
de 5,7%, comparado con febrero
feb
de
2019.
Además de los efectos en la oferta mundial de bienes, la contracci
acción de la
demanda mundial de productos
pro
primarios de China, repercutió
utió en los
precios internacionales de los mismos. El Índice de los Productos
ctos Básicos
(CRB Commodities Index
dex en inglés), que mide la dirección del
de precio
agregado de alrededorr de 19 materias primas, cayó un 34%
% desde
d
la
confirmación del primer cas
caso23.
Para el mes de marzo,
o, d
dada la cantidad de casos que comen
menzaron a
reportarse en otras parte
artes del mundo, la declaración de pande
ndemia fue
inminente, y con ello se agravaron los efectos en el plano económicoeco
comercial internacionales.
es.
Estados Unidos, la nación
ación que, al momento de escribir este
te artículo,
encabeza el listado de
e m
mayor cantidad de contagios y muer
uertes por
coronavirus en el mund
undo, reportó una caída pronunciada
da de sus
exportaciones (9,3%) y sus importaciones (6,6%) para el mes de
e marzo,
m
en
comparación al mismo per
período durante el año 2019. La producció
cción se vio
reducida por dos factores
res claves: la falta de insumos del extranje
anjero, y la
imposición de la cuaren
arentena. Las caídas más pronunciadas
as de las
exportaciones se reflejaro
jaron en los suministros y materiales indu
industriales,
vehículos, piezas y motores
ores automotrices, y bienes de capital. Mient
ientras que,
por el lado de las importac
rtaciones, las mayores disminuciones se reportaron
rep
en los bienes de consumo
oc
como teléfonos celulares, autopartes y ac
accesorios
para vehículos provenientes
ntes de Asia (United States Census Bureau,, 2020).
2
23
Estos efectos sobre los
s pr
precios se combinaron con la reducción del
el p
precio del
petróleo vinculada a la crisis
sis p
política entre los países de la OPEP.
43
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
En Europa, las estadísticas
icas disponibles no logran reflejar aún la contracción
con
de los meses de marzo y a
abril, aunque sí muestran una reducción
ón del
d 1,6%
de las importaciones extra
tra europeas para el primer bimestre dell año,
añ y una
expansión de las export
ortaciones más lenta que la de 2019 (C
(Comisión
Europea, 2020a). El come
mercio con China, por ejemplo, se contraj
trajo 3,6%.
Las proyecciones de la Com
Comisión Europea sostienen que en el resto
sto del
d 2020
el comercio exterior de
e bloque
b
decrecerá un 9,7% (Comisión
n E
Europea,
2020b).
En la región asiática, los efectos han sido severos en India, con caídas
pronunciadas tanto de sus exportaciones (34,6%) como
o de sus
importaciones (28,7%) en marzo 2020 con respecto al mismo período
per
del
año anterior (Banco Mundia
ndial, 2020).
Por su parte, las exportacio
taciones de bienes y servicios de América Latina
La
y el
Caribe continúan una tend
endencia contractiva –en 2019 se redujeron
eron 2,4%–
(BID, 2020). Para las eco
economías caribeñas dependientes del turismo,
turi
el
cierre de fronteras y la p
prohibición para viajar condujeron a un
una caída
dramática de sus exportaci
taciones que también se verá reflejado en
n su PBI. En
el resto de la región el com
comercio de bienes también ha sido afectad
ctado por la
contracción de la demanda
nda mundial y la baja de los precios. En
n el mes de
marzo, por ejemplo, Arge
rgentina tuvo una reducción de un 15,9%
,9% de sus
exportaciones. En particula
cular las ventas a Brasil se redujeron 16%,
%, e
en tanto
que las exportaciones a Ch
China lo hicieron 17,4% y las destinadas
as a EEUU,
34% (INDEC, 2020). Brasi
rasil, asimismo, tuvo una reducción de 19% en las
exportaciones del mismo
om
mes, en relación a marzo del 2019.
Las perspectivas para lo que
q
resta del 2020 no son alentadoras
ras para la
economía mundial ni para
ra e
el comercio internacional. La magnitud
d de la crisis
parece superar a la dell año
a
2009 y a la de 1930. Y aún dentro
ntro de las
proyecciones disponibles
s ex
existe un elevado nivel de incertidumbre.
e.
La OMC ha estimado caída
aídas de entre 13% y 32% del comercio mu
mundial en
2020 –proyección que inc
incluye 20 puntos porcentuales de incertid
ertidumbre–
(OMC, 2020). El Fondo Mo
Monetario Internacional, por su parte, estima
esti
una
reducción del 11% dell comercio
co
de bienes y servicios. Las variaciones
var
dependen en gran parte
te d
de la duración de la pandemia y de las políticas
comerciales y económicas
cas que los Estados apliquen. Mayores restr
restricciones
al comercio, y menor nivel
nive de impulso a la economía, llevan a suponer
escenarios más pesimistas.
tas.
En la región de América
a La
Latina, el BID ha estimado que el PBI regional
reg
se
contraerá entre -1,8% y -5,5% en 2020. El comercio, por su parte,
presentará una contracción
ción de entre -12,9% y -31,3% según los
s escenarios
es
planteados por la CEPAL.
L. R
Resulta relevante considerar tanto la disminución
dism
de los precios de los pro
productos exportables de la región –estim
stimada en
8,8%– así como la contrac
tracción del volumen –de al menos 6%–,, explicada
e
principalmente por una
a a
agudización de la contracción de la d
demanda
mundial. La dependencia
ia d
de varios mercados a la demanda de China
Chi
o de
EEUU incrementa su vulner
lnerabilidad en estos contextos.
Las políticas comerciales
iales durante la pandemia
En última instancia, el impa
mpacto económico final de esta pandemia
a de
dependerá
de la eficacia de las medid
edidas tomadas a nivel nacional, regionall y mundial
44
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
como respuesta a la cri
crisis. Desde el plano económico nacio
acional, los
gobiernos del mundo han adoptado medidas en la esfera de la política
comercial y de la política
a fis
fiscal.
Con respecto a la primer
imera, a medida que el COVID-19 avanz
anzó sobre
diversas regiones del mun
mundo y ante el temor por el desabastec
stecimiento
interno de medicamentos,
tos, insumos médicos y sanitarios; e incluso
inc
de
alimentos, numerosos go
gobiernos recurrieron a las restricciones
ones a las
exportaciones.
Este tipo de medida come
omercial generalmente es utilizada en conte
ontextos de
aumento de los precios internacionales
int
de un determinado bien,, en pos de
proteger los precios domés
mésticos y, en última instancia, a los consu
nsumidores
nacionales. Pero a partir
ir de la declaración de pandemia, y ante el temor
te
por
la escasez de los rec
recursos, dichas políticas comenzaron
ron a ser
implementadas, ya no por razones de precios, sino más bien porr volúmenes
vo
de exportaciones.
Para el 21 de marzo, segú
según lo notificado a la OMC, 54 gobiernos
rnos habían
impuesto algún tipo de restricción a las exportaciones; cifra
ra que fue
progresivamente en aum
aumento, generando una especie de espiral
proteccionista (Baldwin & Evenett, 2020). A la fecha, más de
e 90 países
cuentan con algún tipo de m
medida de dicha índole.
Durante el mes de abril
il la Organización Mundial de Aduanas publi
ublicó "una
lista indicativa" 24 de sumin
uministros médicos esenciales utilizados du
durante la
pandemia, cuya producción
ción se encuentra altamente concentrada
a en manos
de unas pocas naciones
es desarrolladas –Alemania (14%), EEUU
UU (12%),
Suiza (9%), Países Bajos
jos (7%), Bélgica (7%), Irlanda (7%), Chin
hina (5%),
Francia (5%), Italia (4%)) y Reino Unido (4%)–, de las cuales, nuev
ueve de las
diez mantienen reglas de a
autorización de exportación o alguna otra barrera
al comercio.
El coronavirus no entiende
nde de fronteras y, en efecto, este tipo de políticas
comerciales no hacen más
ás que privar el acceso a las naciones impo
portadoras
–principalmente países en desarrollo– del “kit de supervivencia”” necesario
n
para mantener sus sistem
istemas de salud en funcionamiento y garantizar
ga
protección y bienestar a su población.
En paralelo, los países
ses comenzaron a liberalizar las import
portaciones,
facilitando las compras exte
externas de medicamentos y productos médi
édicos. Las
estadísticas oficiales de la O
OMC muestran que, antes del estallido de la crisis
sanitaria, el arancel aplicad
licado a dichos productos relacionados con
n el COVID19 se situaba en promedio
dio en el 4,8% (OMC, 2020). Actualmente,
e, a
alrededor
de 97 países han levan
vantado las barreras arancelarias aplicad
licadas con
anterioridad 25 . Aunque alg
algunos países han removido incluso medidas
med
no
arancelarias vinculadas
s co
con la simplificación de los procedimie
imientos de
aduana y la agilización
n d
de los requisitos en materia de aprob
probación y
licencias.
Con respecto a las medida
idas de política fiscal, para contrarrestarr los efectos
de la crisis en el plano econ
económico y social, los países adoptaron una serie de
24
Lista completa de sumini
ministros médicos esenciales durante la pand
andemia del
COVID-19: https://bit.ly/2M5
2M5NyNB
25
Para ver en detalle las me
medidas de restricción y facilitación de exporta
ortaciones e
importaciones en tiempo real,
eal, dirigirse a: https://macmap.org/covid19
45
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
medidas de emergencia qu
que ya ascendieron los US$ 8 billones (FMI
FMI, 2020).
Si bien la capacidad institu
stitucional y financiera de cada nación influy
nfluye en el
tamaño y el tipo de asiste
sistencia de emergencia otorgada, los paqu
aquetes de
ayuda están dirigidos princ
principalmente a 3 cuestiones: financiamien
iento a los
servicios de salud y de eme
emergencia; apoyo a los hogares para la adquisición
adq
de bienes y servicios básico
sicos; y ayuda a las empresas para evitarr el quiebre
y proteger a los trabajadore
dores de ser despedidos.
Además del accionar unilate
ilateral, desde el plano regional se buscaron
ron generar
algunas respuestas coordi
ordinadas. Durante el mes de abril, los
os distintos
esquemas de integración
ión latinoamericanos –como Mercosur, Alia
Alianza del
Pacífico, el Sistema de Integración Centroamericana y la Comunidad
Com
Andina, entre otros– han
an concertado virtualmente aunar sus esfu
esfuerzos y
contribuir a la salida de la c
crisis. En el caso del Mercosur si bien no se logró
un accionar coordinado en materia de sanidad y medidas de cont
ontención siendo muy distantes los
os m
modelos de Argentina y Brasil- sí se dio lugar al
intercambio de informació
ación, a la vez que a la creación de fondos
fon
de
emergencia en pos de mejo
ejorar las capacidades nacionales en la lucha
luch contra
la enfermedad26, poniendo
ndo de manifiesto que estos esquemas exce
xceden a la
vinculación estrictamente
te c
comercial.
En lo que respecta al plano
lano internacional, un grupo de siete países
íses –Nueva
Zelanda, Australia, Singa
ingapur, Canadá, Chile, Brunei y Myanm
anmar– se
comprometieron en una
na declaración de finales de marzo, a m
mantener
abiertas las cadenas de suministros
sum
y remover cualquier barrera al comercio
c
existente sobre bienes es
esenciales, específicamente suministros
os médicos.
m
Unos días después, el Grup
rupo de los 20 emitió una declaración minis
inisterial en
la misma dirección, promet
metiendo trabajar conjuntamente para gara
arantizar el
flujo de suministros y equip
quipos médicos.
Adicionalmente, la crecien
ciente demanda y volatilidad en los precios
cios de los
alimentos, el aumento del desempleo y la pobreza, y el miedo
do a que el
proteccionismo se extienda
enda a otros sectores e instrumentos polít
olíticos; ha
puesto en marcha esfuerzo
erzos conjuntos para contrarrestar los efect
fectos de la
pandemia en lo relativo
o a la provisión de productos agrícolas y ali
alimentos.
En este sentido, el 21 de abril, los Ministros de Agricultura del
el G-20,
G
en
reunión extraordinaria,, ha
han emitido una declaración con el com
compromiso
principal de preservar la seguridad
s
alimentaria y la nutrición, ase
asegurar el
normal flujo de alimentos
os y productos agrícolas, proteger a los traba
rabajadores
del sector y, en caso
o de necesidad, adoptar medidas comerci
erciales de
emergencia que sean tran
transparentes, proporcionales y temporales
ales (G-20,
2020). Para el 22 de ab
abril, en el marco de la OMC, alrededor
edor de 50
miembros (incluidos China
ina y EEUU), hicieron declaraciones similares
ares, en pos
de mantener el comercio
io en dicho sector abierto y predecible (WT/G
T/GC/208).
26
El Mercosur aprobó un fond
fondo de emergencia de US$ 16 millones para
a el proyecto
“Investigación, Educación y B
Biotecnología aplicadas a la Salud”, financiado
iado a través
del Fondo de Convergencia
a Es
Estructural (FOCEM).
46
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Perspectivas para las
s ne
negociaciones comerciales internaciona
ionales y la
gobernanza global
La pandemia también ha generado un freno sobre las dinámicas
icas de las
negociaciones comerciales
les internacionales. Durante los meses de febrero,
marzo y abril, la mayor
may
parte de las negociaciones comerciales
com
internacionales que venían
ían en curso –como la del RCEP en etapa
a final
fin en la
región asiática– o que ha
habían sido recientemente anunciadas –como
–
el
diálogo exploratorio entre
tre EEUU
E
y Kenia– entraron en un impasse,, y solo se
abordaron cuestiones técnicas
técn
vía videollamadas. La OMC suspen
spendió sus
actividades –e incluso la C
Conferencia Ministerial de Nur-Sultán–.. Con las
burocracias dedicadas a los temas urgentes la presión por nuevos
os acuerdos
a
comerciales pareció relajar
lajarse, sin que ello implicase estar comple
pletamente
ausente –como lo muestr
estra el caso de las negociaciones Méxic
éxico-Unión
Europea, concluidas el 28 d
de abril de 2020–.
Como mencionamos arriba
riba, la gobernanza del comercio internacio
acional prepandemia, ya estaba deb
debilitada. El multilateralismo como foro
ro para
p
las
negociaciones comerciales
iales registraba ya al menos una década
déc
de
disfuncionalidad, a lo que
ue s
se habían sumado limitaciones a la admini
ministración
de comercio en el ma
marco de la guerra comercial y del “nuevo
proteccionismo”, y el bloqu
loqueo en el órgano de apelaciones del me
mecanismo
de solución de controversia
rsias. No obstante, la dinámica prevaleciente
iente seguía
siendo la cooperativa; aun
aunque regional (Zelicovich, 2018). Como
mo sostiene
Steinberg (2009), los países
paíse en materia de comercio están “conde
ndenados a
cooperar”, y los acuerdos
os c
comerciales –con sus distintas variantes
tes– siguen
siendo el instrumento centr
entral para ello.
Así la primera observación
ción es que la pandemia no hará desapar
parecer las
negociaciones comerciales.
les. Si se toman en consideración los anuncios
anun
de
reactivación de diálogos
s di
diplomáticos vinculados al libre comercio
cio d
de mayo
2020, el mundo post-COV
COVID-19 en materia de agenda de negoc
gociaciones
comerciales internacionales
ales se parece mucho al anterior. En síí la agenda
aún no ha presentado cam
cambios. No obstante, las dinámicas relativ
lativas a las
políticas comerciales menci
encionadas más arriba sí permiten alertarr sobre
so
una
mayor saliencia de las medidas de restricción a las expor
portaciones
(especialmente en insumos
mos médicos o en las cadenas alimentarias
rias); sobre
la tensión entre facilitación
ción del comercio y –nuevos– controles fitosa
tosanitarios;
sobre la implementación
n d
de –nuevos– subsidios y medidas equival
ivalentes; y
sobre el creciente uso de plataformas digitales, lo que genera
ra m
mayores
incentivos a la negociación
ción de comercio electrónico. En un segund
undo plano,
asoman desafíos también
én e
en materia de propiedad intelectual y el de
desarrollo
de una vacuna para el COVID (Velásquez, 2020), tema que
ue ha sido
relacionado al comercio a tr
través del ADPIC.
Estos nuevos y reeditado
itados desafíos para la gobernanza del
el comercio
c
mundial demandan una
na respuesta global, pero sin embargo
go parecen
encontrar mayor eco en
n el ámbito regional que multilateral. Y en esto,
e
las
perspectivas también se
e pa
parecen bastante al mundo pre pandemia
mia. Con la
OMC limitada en sus capac
apacidades y presa de las tensiones que acompañan
aco
el reacomodamiento del
el o
orden internacional, los acuerdos regio
egionales o
preferenciales vuelven a tener centralidad como modo de resolver
reso
las
tensiones y fricciones del
el co
comercio internacional.
47
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
La pandemia ha puesto
to d
de manifiesto la debilidad de las instituciones
insti
existentes, y la dificultad
ltad para canalizar la cooperación a través
avés de las
mismas –incluso en mat
materia de comercio internacional–. Repe
epensar la
gobernanza del comercio
cio internacional es uno de los principales
les desafíos
que plantea el COVID-19.
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48
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CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
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49
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Las deudas
as s
soberanas en el marco
mar
de la cri
crisis del COVID-19
27
José Fernández Alonso
Al
La crisis del COVID-19
9 a
asestó un shock de exiguos precedent
entes a la
economía mundial, all de
deteriorar rauda y dramáticamente to
todos los
fundamentals globales.. E
El derroterro de los indicadores inhere
herentes al
endeudamiento soberano
o re
resulta una expresión cabal de ello. Para
ra empezar,
e
puede advertirse que desd
desde que la Organización Mundial de Salud
alud (OMS)
calificara al coronavirus
us como una “emergencia de salud pública
púb
de
preocupación internacional
onal” a fines de enero de 2020, se regi
registró un
aumento significativo de
e los
lo niveles de deuda soberana, tanto en términos
t
absolutos como relativos.
os. Todo ello, como resultado de las respuestas
res
financieras y monetarias
s a
adoptadas por gobiernos de diferentes lat
latitudes y
adscripciones político-ideol
deológicas en miras a sortear las urgencia
ncias sociosanitarias acarreadas por la pandemia como asimismo financiar
iar grandes
paquetes de estímulo en el marco del colapso económico
o mundial.
m
Adicionalmente, debe con
considerarse que, desde el brote de la mentada
m
enfermedad, un número
ro creciente
c
de países se adentraron en c
crisis de
deuda soberana, al man
manifestar dificultades para hacer frente
nte a sus
compromisos financieros
s ex
externos. A tales efectos, es de mencionar
nar que a la
República Argentina y Líba
Líbano (embarcados en procesos de reestruc
tructuración
en instancias previas a la pandemia), se le sumaron los casos de Zambia,
Ecuador, Ruanda e Islas
s Ma
Maldivas.
Las previsiones publicadas
das durante los últimos meses por los organismos
org
multilaterales de crédito
ito –el Fondo Monetario Internacionall (F
(FMI), en
particular-, agencias calif
calificadoras de riesgo, think tanks y re
referentes
académicos de diversas
as trayectorias convergieron en apuntar
ar que los
indicadores adversos en
n m
materia de deuda soberana se acentuarán
arán en los
tiempos venideros, profu
rofundizando las vulnerabilidades de los Estados
endeudados y complejizand
zando aún más las condiciones para la recup
ecuperación
económica mundial en el m
mediano y largo plazo.
Habida cuenta de su releva
evancia para el orden internacional, la contribución
cont
presente tiene por objetiv
jetivo analizar la problemática del endeud
eudamiento
soberano en el marco de la crisis del COVID-19. El trabajo parte
part de la
premisa de que el estallido
llido de la pandemia acentuó la curva alcist
lcista de los
niveles de endeudamiento
nto de los Estados como así también la
a estructura
es
asimétrica de los mercados
dos internacionales de deuda soberana.
27
Doctor en Relaciones Inte
Internacionales por la Universidad Nacionall de Rosario
(UNR). Investigador adjunto
nto del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas
Cie
y
Técnicas (CONICET). Docent
cente de Economía Internacional de la Licenci
enciatura en
Relaciones
Internacionale
nales
de
la
UNR.
Correo
ele
electrónico:
josefernandezalonso@conicet.
icet.gov.ar
50
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
A esta breve introducción,
ión, le continúan dos secciones de desarrollo
rollo y unas
reflexiones finales a modo
do de conclusión. En la primera sección, se analizan
las condiciones de la deud
euda soberana antes del estallido de la crisis
cris y sus
variaciones durante los
s pr
primeros meses de la crisis del COVID-19
19. En la
segunda sección, en tanto
anto, se aborda la cuestión de la crisis
s de deuda
soberana y las condiciones
nes actuales que refuerzan los diagnósticos
cos respecto
r
a la ocurrencia de una sucesión
suce
de crisis de deuda soberana.
La deuda soberana en tiempos
t
del COVID-19: hacia el refue
efuerzo de
las vulnerabilidades pre existentes
El estallido de la pandemia
mia del COVID-19 se contextualizó en un
n escenario
e
harto complejo en materia
eria de endeudamiento soberano. En este
te respecto,
r
es de notar que desde los últimos decenios, y muy particularmente
ente, desde
la crisis financiera iniciad
iciada en Estados Unidos en 2008 y pro
propagada
rápidamente a casi todas
as llas latitudes del globo, la deuda soberan
erana creció
de modo significativo. Sin
in ánimo
á
de dar una revisión detallada de
e las
la cifras,
basta marcar que a fines
nes de 2018 (momento del que datan los últimos
números consolidados a niv
nivel global), los índices de deuda pública
ica d
del 90%
de las economías desar
esarrolladas se presentaban más altos
s que los
registrados en los tiempos
pos inmediatos anteriores al inicio de la crisis
c
de
2008/2009. Tal como rem
remarcan Marialuz Moreno Badia y Paolo
aolo Dudine
(2019), a fines de 2018
8 la deuda pública se ubicó 30 puntos porce
orcentuales
más arriba que la conoci
nocida en 2007 en más del tercio de los países
desarrollados. En este universo
uni
de países, se identifican ratios
s de deuda
pública/PBI que resultan
n d
desafiantes: Japón (239%), Grecia (193%
93%), Italia
(147%), Portugal (138%)) y Estados Unidos (136%) (OCDE, 2020).
0).
Un derrotero semejante
e si
siguieron en el período mencionado los
s pa
países en
desarrollo. En este sentido
ntido, puede señalarse que, para los denom
enominados
“mercados emergentes”,
”, la relación deuda soberana/PBI aumentó
tó a niveles
comparables a los que pre
prevalecieron durante las crisis de mediado
iados de los
años ochenta y noventa.
a. S
Siguiendo con las observaciones de los
s pr
precitados
economistas,
los coeficientes de de
deuda pública a fines de 2018 se reportaba
taban
70 por ciento encim
ncima de lo reportado en 2007 en casii una
un
quinta parte de los países. Mientras tanto, ha habido
o un
u
aumento constante
nte de la deuda pública en los países
s e
en
desarrollo de bajos
jos ingresos en su conjunto, con dos quinto
intos
de ellos en tod
todo el mundo en alto riesgo d
de
sobreendeudamiento
ento o en dificultades28(Moreno Badia y Dudin
udine,
2019).
En continuidad con lo apu
apuntado en las líneas introductorias, se impone
marcar que como respuest
uesta a los desafíos acarreados por la pande
ndemia, un
colectivo cada día más crec
creciente de gobiernos puso en marcha paquetes
paqu
de
estímulo para apoyar a s
sus respectivas economías. Para su con
concreción,
anunciaron la adopción de políticas monetarias más laxas al tiemp
iempo de la
asunción de mayor deuda.
a. A modo de ejemplo, considérense los casos
cas de la
República Popular China
a (R
(RPCh) y Estados Unidos (EE.UU.) cuyos
s gobiernos
go
28
Traducción propia.
51
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
anunciaron paquetes de estímulo de tres y dos billones de dólares,
respectivamente. Del mis
mismo modo, Alemania cuya trayectori
toria fiscal
ortodoxa le valió los cue
cuestionamientos de buena parte de los Estados
miembros de la Unión Eur
Europea en la gestión de la crisis de deuda
deud de la
periferia de la Eurozona,
a, a
aceptó incrementar su endeudamiento
o ha
hasta 150
mil millones de Euros.
metido para
Según los pronósticos del FMI (2020), el gasto público compromet
hacer frente a la pandem
demia tendrá como resultado un increment
ento de la
deuda pública global de
e ca
casi 16 puntos porcentuales: del 69,4% al 85,3%.
En algunas regiones y país
países este fenómeno exigirá mayores porci
orciones de
sus presupuestos para ha
hacer frente a sus viejos y nuevos comp
ompromisos
soberanos. A modo ilustrati
trativo, se repara en la situación de EE.UU.,
U., lla mayor
economía hasta el momen
mento, que en 2019 debió destinar ell 8% de su
presupuesto anual al pago
pag de intereses por deuda soberana.
a. Dado el
incremento inminente de
e la deuda en el marco de la crisis del COVI
OVID-19, el
país aumentará los ítems destinados al pago de intereses y capital
tal de
d deuda
soberana a expensas de ““gastos discrecionales, incluyendo progra
ogramas de
defensa y transporte”29(McBride
(Mc
et. al., 2020). Esta situación condu
ondujo a no
pocos especialistas a alert
alertar el peligro de EE.UU. y de otras ec
economías
desarrolladas de incurrir
rir e
en una “trampa de deuda”, entendida
a como
c
un
estado de endeudamiento
to s
soberano muy alto el cual refrena toda
a po
posibilidad
de crecimiento, obligando
ando a su vez a contraer nuevas y m
mayores
obligaciones financieras
s ((Lynch, 2020). En breve, una circu
ircunstancia
experimentada por Japón
ón d
desde hace decenios, la cual suele invoca
ocarse para
escrutar su frágil desempeñ
peño económico.
Tabla 1. Relación deud
euda pública/PBI. Mundo, regiones y países
seleccionados. 2012-2020.
20. En porcentaje
2012 2013
013 2014 2015 2016 2017 2018 2019 2020
65,8
65,0
65,2
66,8
69,4
68,2
68,6
69,4
85,3
Mundo
76,7
75,9
75,7
75,8
77,5
75,9
76,0
76,6
94,2
Economías
desarrolladas
80,8
81,6
81,4
81,1
82,1
82,1
83,2
84,1
107,0
Estados
Unidos
73,2
75,7
75,9
74,7
74,3
72,2
70,5
69,1
81,3
Eurozona
80,0
83,0
85,5
86,3
89,2
89,5
89,6
89,8
106,7
Francia
59,6
58,6
55,0
52,1
49,3
45,7
42,9
41,3
49,2
Alemania
114,6 120,0
0,0 122,3 123,2 122,4 122,1 122,9 123,1 142,7
Italia
71,8
80,9
85,2
85,0
86,1
84,5
82,7
81,1
97,7
España
145,3 144,7
4,7 146,6 146,4 152,0 149,8 153,4 154,3 168,9
Japón
74,8
75,9
78,0
78,4
77,8
76,7
75,9
75,5
85,9
Reino Unido
28,9
29,7
28,5
28,4
28,7
27,9
26,5
25,9
40,7
Canadá
Mercados
emergentes
– Economías
de
ingreso
medio
Asia
22,7
22,9
24,2
28,6
34,6
36,0
36,8
38,3
45,8
...
...
...
...
...
...
...
...
...
29
Traducción propia.
52
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
32,0
31,6
29,6
Europa
29,6
29,7
32,3
América
Latina
-2,5
-3,4
-0,1
Medio
Oriente,
Norte de
África,
Pakistán y
Afganistán
Fuente: Elaboración propia
aap
partir de
28,8
35,7
31,0
41,1
30,1
43,3
30,7
44,1
30,6
45,3
36,9
51,7
15,3
29,2
29,7
31,1
35,2
46,6
datos de IMF (2020).
iagnóstico de Simon Baptist (2020), se advie
dvierte que
En coincidencia con el diag
en este escenario no todos
odos los Estados llegarán a acceder a la fina
financiación
requerida en el contexto
to a
actual, todo lo cual agigantará las brecha
chas en los
mercados internacionales
es d
de deuda soberana. Sin dudas, los más
s a
afectados
en este marco serán
n aquellos
a
catalogados como “en desar
sarrollo” o
“economías emergentes”,
s”, quienes deberán asumir el “gran des
desafío de
convencer a los inversores
res internacionales de que les presten más
ás d
dinero en
un momento en que los inversores buscan lugares más segur
guros para
estacionar sus fondos” 30 (Baptist, 2020). En contexto de incert
certidumbre
imperante, el redirecciona
ionamiento de capitales hacia estos países
íses sólo se
hará a expensas de may
mayores niveles de rentabilidad, aumentan
ntando por
consiguiente el riesgo a nivel
niv sistémico.
En función de lo antedicho
icho, puede bien colegirse que durante los
os próximos
p
meses -años, inclusive- se reporte un incremento de la brecha
a entre
e
los
riesgos soberanos de los Estados desarrollados y en desarrollo.
ollo. Con el
encarecimiento del crédit
édito, estos últimos países tenderán a rregistrar
mayores urgencias presup
supuestarias como consecuencia del increm
remento de
las partidas por el pago de intereses y un afianzamiento consiguient
iente de las
restricciones financieras
s ex
externas. Desde luego, la emisión de instru
nstrumentos
de deuda en moneda nacio
acional resulta siempre una opción viable -o
o incluso,
deseable al soslayar el denominado “pecado original” de la deuda
soberana31-, aunque más
ás o
onerosa ya que los inversores tienden a id
identificar
a estos activos como más
ás rriesgosos.
Crisis de deuda soberana
rana: ¿hacia una explosión de casos?
La crisis del coronavirus
s s
se desató en un escenario ya complejo
ejo para los
países en desarrollo, los
s cuales
cu
venían reportando un debilitamiento
iento de sus
condiciones
macroeconó
onómicas
desde
hacía
varios
trimestres.
trim
Concretamente, el sendero
dero marcadamemente negativo para ell grueso
gr
de
dichos países se inició du
durante los primeros meses de 2018, cuando
cua
los
decisores de las institucio
tuciones monetarias más gravitantes en
n la
l arena
internacional -la Reserva
va Federal de EE.UU., en lo principal- resolvieron
res
poner fin a la política de expansión cuantitativa llevada adelant
lante como
respuesta a la crisis finan
inanciera internacional de 2008. Tal determ
terminación,
30
Traducción propia.
Para una profundización de las teorizaciones en torno al “pecado origina
iginal” en los
mercados de deuda soberana
ana se sugiere consultar las obras de Ricardo Hausmann
Hau
y
Ugo Panizza (2003) y Barry
ry Ei
Eichengreen y Hausmann (2010).
31
53
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
consustanciada mediante
te la suba paulatina de las tasas de int
interés de
referencia internacional,
l, im
implicó una reversión de los flujos de capit
apital desde
los países de la periferia
a a llos centrales, bajo la lógica conocida como
com “vuelo
hacia la calidad”.
Dicho redireccionamiento
to en los movimientos internacionales de capital
estuvo acompañado por
or otro fenómeno sobre el cual los países
pa
en
desarrollo cuentan con lim
limitadas -o nulas- posibilidades de incidir:
idir: la baja
generalizada del valor de lo
los commodities. Aunque resulte una pero
perogrullada,
debe señalarse que los mis
mismos resultan los principales pilares de
e la canasta
exportadora para buena
a pa
parte de este contingente de países.
En consideración de las indagaciones empíricas de Carmen
n Reinhart,
R
Vincent Reinhart y Christop
istoph Trebbesh (2016) en torno a los ciclos
los globales
de los flujos de capital, es de subrayarse que los contextos histórico
ricos en los
que se dio una caída del precio de los commodities junto con una
un salida
generalizada de activos
s fin
financieros desde las economías en desar
esarrollo se
consignó un incremento sus
sustantivo del número de defaults soberano
anos.
Tal hecho estilizado, erigido
igido a partir de series históricas que se inici
inician en el
último cuarto del siglo XVI
XVIII, sólo había reportado una única excep
xcepción: la
segunda década del siglo
lo XXI.
X
En este sentido, y tal como remarca
rca Reinhart
(2019), a la caída concurre
urrente de precios de los commodities y la salida
s
de
los flujos de capital de los emergentes tras la crisis de 2008/200
/2009 no le
siguió una oleada de crisis
risis de deuda soberana. De acuerdo con su análisis,
el “enigma de los defaul
faults perdidos” se explica por el manejo
nejo macro
prudencial que llevaron adelante
ad
los gobiernos de los emergentes
tes durante
este período y la consolida
lidación de la RPCh como principal fuente
e de crédito
oficial para los países en desarrollo. No obstante, los meses inm
inmediatos
previos al estallido de la crisis,
c
se registraron una serie de proce
rocesos que
permiten colegir sobre la ralentización
r
-y hasta reversión- de tal
al situación.
si
En este orden de ideas,
as, se acentúa que la disminución de la tasa de
crecimiento de la RPCh
Ch y el agravamiento de la crisis en los países
latinoamericanos con los
s qu
que tiene mayor exposición crediticia (la
la R
República
Bolivariana de Venezuela,
ela, Brasil y Ecuador, en particular) coadyu
dyuvarán a
una merma de la diploma
lomacia financiera china, y junto a ello,, del
de factor
morigerador de las crisis
isis de deuda soberana luego de la últim
ltima crisis
financiera internacional.
l. El cúmulo de casos de crisis de deuda
a soberana
s
registrado en los últimos
os meses
m
da cuenta de una ratificación de
e tal
ta hecho
estilístico. En este context
texto, y en coincidencia con Colby Smith
ith y Robin
Wigglesworth, se recalca
lca que existe un creciente consenso por
or p
parte de
instituciones y especialist
alistas dedicados a la problemática de
e la deuda
soberana respecto a que
ue lla sucesión de crisis reportada recientem
temente no
supone sino la “punta de
e un iceberg”.
Llegado a este punto,, conviene
c
recordar que ante un escen
scenario de
dificultades para honrarr sus
su compromisos financieros externos, los Estados
disponen de dos grandes
s al
alternativas, a saber: por un lado, cumplir
plir con sus
compromisos soberanos
s s
sin alterar las condiciones y/o términos
inos de sus
deudas; por otro lado, procurar
proc
una revisión de esas obligaciones.
s. Cada
C
uno
de estos senderos se prese
resenta a su vez con un set de opciones esp
específicos.
En lo que respecta a la prim
primera opción, los decisores de los Estados
dos pueden
llevar adelante políticas
s de ajuste, solicitar nuevos créditos -a organismos
org
multilaterales de crédito,
o, e
en especial- o hacer una combinación de ambos.
54
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Por su parte, en lo que
e c
concierne a la opción de revisar los términos
tér
y
condiciones de los contrato
ratos, los Estados pueden reestructurar sus
us d
deudas o
repudiarlas.
En el contexto del COVID
VID-19, cada una de estas alternativas resulta
resu
más
intrincada que lo que implicaban
imp
en tiempos previos a la pande
ndemia. En
efecto, la posibilidad de lllevar adelante políticas de austeridad
ad fiscal
f
se
reconoce limitada por la necesidad de afrontar las demandas
ndas sociosanitarias acarreadas por la gestión de la pandemia y el agot
agotamiento
político-económico y social
cial ocasionado por la contundencia del colap
olapso y por
la imposibilidad de los
s m
mismos de responder con sus recurso
ursos a las
demandas crediticias con
concurrentes de sus miembros. Por último,
últ
la
alternativa de la reestru
structuración -al menos voluntaria- se
e reconoce
r
restringida por la incertid
rtidumbre económica actual. Del mismo
o modo,
m
el
camino de la reestructurac
uración se reconoce limitado por la ausenci
encia de un
régimen internacional para la resolución de crisis de deuda sobera
berana. Las
dificultades experimentada
tadas por Líbano y la República Argentina
tina en sus
procesos de reestructuració
ración de deuda con tenedores de títulos públicos
púb
en
monedas extranjeras ilust
ilustran sobremanera la complejidad del
el e
escenario
actual. Ante este escenario
ario, los Estados en crisis de deuda soberana
ana pueden
verse presionados por los grandes fondos de inversión, quienes
es ostentan
o
mayores incentivos para rechazar y/o obstruir todo proc
roceso de
reestructuración tras ell arr
arreglo que hiciera la administración presid
residida por
Mauricio Macri (2015-2019
019) con aquellos tenedores de títulos púb
públicos del
Estado argentino en situac
uación irregular (Smith y Wigglesworth, 202
2020). Este
acuerdo, el cual cerró la denominada
de
“saga de la deuda argentina”,
ina”, implicó
una victoria de facto para
ra aquellos que habían rehusado las ofertas
tas d
de canje
del país -holdouts- y muy
uy particularmente, para los denominados
dos “fondos
buitre”.
Del mismo modo, y confor
nforme se advierte en el gráfico No. 1, las crisis de
deuda soberana no sólo
o af
afectarán las vinculaciones de los Estados
dos con sus
acreedores privados, sino
ino también con una pluralidad de actores
es entre
e
los
que se distribuye el endeu
ndeudamiento de los países. De tal conting
tingente de
acreedores eventualmente
ente afectados por la oleada de crisis de deuda
soberana destaca el caso de las diferentes líneas de crédito
to p
provistas
durante los últimos años
ños por la RPCh. En este respecto, se abre el
interrogante sobre si este
te país
p
exigirá la ejecución de las garantías
ías sobre
s
las
que canalizó buena parte
te d
de sus créditos no concesionales a otros
os países
p
de
la periferia o por el contrario,
con
negociará procesos de reestruc
tructuración
bilaterales, procurando pre
preservar los activos de poder blando age
agenciados
mediante estos instrumento
entos propios de la “diplomacia financiera”.
”.
55
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Gráfico 1. Deuda en situación
situ
irregular a nivel mundial. 1975
975-2019
(En millones de dólares)
res)
500000
400000
300000
200000
100000
0
1975
1980
1985
985
1990
1995
2000
2005
2010
20
2015
Títulos públicos
icos en moneda nacional
Títulos públicos
icos en moneda extranjera
Créditos bancar
carios privados en moneda extranjera
Acreedores priv
privados
Otros acreedore
dores oficiales
República Popul
opular China
Club de París
Asociación Inter
nternacional de Fomento (AIF)
Banco Internaci
nacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF)
Fondo Monetario
tario Internacional (FMI)
Fuente: Elaboración propia
aap
partir de Bank of Canada – Bank of England
d (2019).
(2
En consideración de este
te pa
panorama, múltiples actores -gobiernos
s nacionales,
na
instituciones internacional
onales, think tanks, y referentes académ
adémicos y
políticos- comenzaron a p
propugnar iniciativas en torno a una
a moratoria
m
global de deuda soberana,
ana, para los países de bajos ingresos, sobre
sob
todo.
Los primeros pasos en tal sendero fueron ya adoptados por el G-2
20, quien
anunció a mediados de abr
abril la suspensión del cobro de intereses
s y capitales
c
correspondientes a las deud
deudas soberanas de los 76 países que opera
peran como
“prestatarios” de la Asociac
ociación Internacional de Fomento (AIF). Est
Esto es, en
resumidas cuentas, de los Estados con menor ingreso del mundo,
do, que han
visto reducir drásticamente
ente sus ingresos externos no sólo por la m
mentada
baja del generalizada del
el v
valor de los commodities, sino por ell colapso
col
de
56
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
las remesas y la parálisis
lisis de un sector clave para buena parte
te d
de ellos,
como es el turismo. Por último, conviene apuntar que tal resolución,
res
alcanzando la cifra de apr
aproximadamente 20.000 millones de dólares,
dóla
de
ningún modo implica una
na c
condonación, sino una reprogramación
n de
d pagos
para el bienio 2022-2024
4 (G
(G-20, 2020).
les
Consideraciones finales
La crisis del COVID-19
9 a
agravó raudamente los indicadores rela
relativos al
endeudamiento soberano
no a nivel global, los cuales eran identificado
icados como
alarmantes incluso antes
tes del estallido de la pandemia. Las
as medidas
adoptadas por los gobierno
ernos para afrontar las urgencias socio-sanita
anitarias del
contexto y llevar adelante
te p
políticas de estímulo económico en el con
contexto de
colapsos económicos nacio
acionales e internacionales no hizo -no haceha
sino
agravar el panorama. Diag
Diagnóstico semejante puede adoptarse en relación
con los países que tra
transitaban dificultades para cumplir
ir con
c
sus
compromisos financieros
s al iniciar la emergencia sanitaria mundial.
ial. En este
respecto, se subraya que
ue e
estos países -afectados por la baja del
el precio
p
de
los commodities y la rever
eversión de los flujos de capital desde princ
rincipios de
2018- conocen mayores
s di
dificultades por la acentuación de estos
os p
procesos
mutuamente reforzados.
En ausencia de una acción
ión coordinada, la búsqueda crediticia en sim
simultáneo
de los Estados redundará
rá en un cuello de botella, todo lo cual agud
gudizará las
asimetrías en las estructur
cturas de los mercados de deuda soberana.
na. En este
sentido, aquellos Estados
os con
c
mercados identificados históricamen
ente como
“seguros” tenderán a capta
aptar la mayor parte de los capitales, restri
estringiendo
consiguientemente el finan
inanciamiento para aquellos países calificado
cados como
“riesgosos” o “vulnerables”.
les”.
Del mismo modo, la falta
ta d
de una respuesta multilateral para la resolu
esolución de
crisis de deuda soberana
rana -fuera mediante condonación, redu
educción o
reestructuración- acentuar
tuará la vulnerabilidad de aquellos países
ses que ya
atraviesan problemas par
para honrar sus compromisos financiero
ieros como
asimismo de aquellos otros
tros que lo experimenten en los próximos
s meses
m
en
la convergencia de las externalidades negativas acarreadas
as por la
pandemia.
La ponderación de una
na salida cooperativa dista de ser un llamado
voluntarioso. Todo lo contra
ontrario, se impone como la salida más racion
cional en el
marco de un escenario atr
atravesado por la incertidumbre. En este
te respecto,
r
se advierte que las sa
salidas en solitario de la problemát
mática del
endeudamiento soberano
no n
no serían sino paliativos de corto plazo
o al implicar
mecanismos de contención
ción de la pandemia muy restringidos. En sintonía
con las formulaciones de Pierre-Olivier Gourinchas y Chang-Ta
Tai Hsieh
(2020) se advierte que
e p
para erradicar el virus en forma defini
efinitiva, se
requiere hacerlo en todas
as p
partes.
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58
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
El impacto
cto d
del COVID-19 en
n los
lo
merca
ercados bursátiles
Luisina
a Ib
Ibañez32
El 2020 se perfiló desde
sde el comienzo como un año desafiante
iante en lo
económico. A la guerra
ra c
comercial entre China y Estados Unido
nidos se le
sumaron las preocupacion
ciones acerca del crecimiento global. En
n enero,
e
el
Banco Mundial (BM) preveí
eveía un crecimiento de 0.1% con respecto
cto al 2019,
ubicándose en un 2,5% p
para el año en curso (Banco Mundial,, 2020).
20
No
obstante, al poco tiempo,
po, el foco de atención y preocupaciones
ones de los
líderes, académicos y empr
mpresas a nivel mundial se concentró en el brote
b
de
un virus desconocido en
n la ciudad china de Wuhan, el cual se convirtió
conv
en
pocas semanas en una prob
problemática de proporciones globales.
Pocos acontecimientos de la historia contemporánea han produ
oducido las
repercusiones que ha tenid
enido, tiene y tendrá la actual pandemia sobre
sob todos
los ámbitos de la realidad
ad internacional. En efecto, desde la declara
claración de
la emergencia sanitaria
ia a nivel global se han sucedido camb
ambios tan
significativos que no hay
ay a
aspecto de la vida de las personas y sociedades
soc
que haya permanecido ind
indiferente. El aporte presente tiene por
or propósito
p
escrutar el impacto dell COVID-19
CO
en los mercados bursátiles alred
lrededor del
mundo.
En primer lugar, es esencia
ncial destacar los elevados niveles de incert
certidumbre
que se produjeron en estos
stos mercados a partir de la emergencia sanitaria.
sani
La
pandemia de COVID-19 ha generado máximos históricos en la med
edición del
indicador de incertidumbre
bre elaborado por la división de investigació
gación de la
Reserva Federal de Saint
int L
Louis, conocida como Federal Reserve
e E
Economic
Data (FRED por sus siglas
glas en inglés). Como podemos ver en el siguiente
s
gráfico, pocas veces se ha generado un nivel tan elevado de incerti
ertidumbre,
el momento más cercano
ano comparativamente es al atentado a las Torres
Gemelas.
32
Licenciada en Relaciones
s In
Internacionales de la Universidad Nacionall de Rosario,
estudiante del ciclo superior
rior de Ciencia Política en la Universidad, miembro
miem
del
Grupo de Estudio de Finanzas
nzas Internacionales (GEFI), así como también
én del
d Grupo
de Estudio de la Unión Europea
Eur
(GEUE) y el Observatorio de Política
ítica Exterior
Argentina (OPEA). Correo elec
electrónico: lolaibanez16@gmail.com
59
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Gráfico 1. Índice de ince
incertidumbre sobre la política económi
ómica para
los Estados Unidos
Fuente: Federal Reserve Bank
ank of Saint Louis (2020).
En un contexto caracteriz
terizado por una incertidumbre tan eleva
levada, son
esperables también altos
os n
niveles de volatilidad. Al respecto, puede
ede notarse
que el índice de volatilida
ilidad VIX, elaborado por la Bolsa de Come
omercio de
Chicago (CBOE), alcanzó
zó el
e 16 de marzo un máximo de casi 83
3 puntos
pu
en
una escala de 0 a 100.. La volatilidad, la cual comenzó a acentuar
tuarse hacia
fines de febrero, tuvo su pu
punto álgido a mitad de marzo para ir decreciendo
decr
paulatinamente durante
e el mes de abril. Con todo, es de advertir
ir que
qu hasta
inicios de mayo, este indica
dicador se muestra en niveles que duplican
can aquellos
registrados durante las prim
primeras tres semanas de febrero.
Gráfico 2. Índice de volatilidad
vola
VIX a partir del 10 de febrero
ero
Fuente: Chicago Board of Exch
Exchange (2020).
La incertidumbre y volatil
latilidad impactaron severamente en los
s mercados
m
alrededor del mundo.. En
E
este contexto, los inversores em
emigraron
60
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
rápidamente hacia activos
ivos considerados más estables y confiable
ables. En el
gráfico 3, podemos observa
ervar que el índice dólar (indicador que mide
ide el valor
del dólar de EE.UU. con
n re
relación a una canasta determinada de
e monedas)
m
tuvo su pico durante el m
mismo período de mayor volatilidad. Si bien se
produjo una estabilización
ión que atenuó esta tendencia fuertemente
ente alcista,
este índice sigue operand
ando al cierre del presente artículo –princ
rincipios de
mayo de 2020- a niveles
les mucho mayores que los registrados durante
du
la
primera mitad de marzo.
Gráfico 3. Evolución del ííndice dólar (DXY)
Fuente: Market Watch (2020a
20a).
Los mercados desarrolla
ollados
En este contexto, las bolsa
olsas de las economías con mayor gravitació
itación en la
arena financiera internac
rnacional experimentaron una pronunciad
ciada caída
generalizada. En el caso
o de la bolsa de Shanghái, capital financiera
iera del país
epicentro de la pandemia
emia, el índice compuesto SSE experimen
imentó una
abrupta contracción el 20 d
de febrero. En esta fecha, el director gene
eneral de la
Organización Mundial de
e la Salud (OMS, 2020a) informó en una
a rrueda de
prensa que la RPCh había
bía notificado el registro de más de 74.000
000 casos y
que otros países también
nh
habían confirmado casos positivos del mismo
mism virus.
Si bien el índice SSE se rrecuperó durante la primera mitad del mes de
marzo, volvió a caer rápida
pidamente en la segunda mitad, especialmen
mente luego
de que la OMS declarara
a la actual situación sanitaria como pandemi
emia (OMS,
2020b).
61
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Gráfico 4. Evolución Sh
Shanghai Stock Exchange (SSE) Composite
Com
Index
Fuente: Market Watch (2020b
20b).
En el caso de Estados Unid
Unidos, decidimos utilizar el índice S&P 500 que es
ampliamente considerado
do c
como el más representativo de la situac
tuación real
de mercado y tradiciona
ionalmente utilizado como punto de referencia
re
(benchmark), ya que englo
ngloba 500 empresas por capitalización burs
bursátil que
cotizan en la Bolsa de Nuev
ueva York (NYSE) o en NASDAQ.
Gráfico 5. Evolución índic
índice S&P 500
Fuente: Market Watch (2020c
20c).
Como podemos observar
var en el gráfico 5, este índice tuvo una
un caída
sostenida a partir de la m
mencionada alocución del director gener
neral de la
OMS y a los días actuales
les n
no ha logrado recuperar los niveles que
ue mantenía
m
a principio de año. Todo
o ell
ello, a pesar de los estímulos fiscales y monetarios
mo
diseñados y ejecutados por el gobierno estadounidense (Tankersley
rsley, 2020)
y de la Reserva Federall (Co
(Cox, 2020).
Este patrón de desempeño
eño errático se replicó, por cierto, en las
as c
capitales
financieras europeas como
mo la Bolsa de París (CAC), de Londres (FTS
(FTSE 100),
de Milán (FTSE MIB), de
e Fr
Francfort y de Budapest (BUX). Con una
a caída
ca
más
o menos pronunciada, las bolsas europeas se comportaron de
e la misma
62
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
manera que su homólog
ólogo estadounidense y lograron retoma
mar cierto
dinamismo gracias a las
s me
medidas del Banco Central Europeo (BCE,
E, 2020).
2
Los mercados emergente
entes
En el caso de los denomina
inados mercados emergentes, el impacto
to sobre
so
sus
principales índices bursátile
átiles fue también pronunciado. A semejanz
janza de lo
ocurrido en los mercados
dos de los países desarrollados, el descenso
enso de los
índices bursátiles se aceler
eleró a partir del 20 de febrero, momento
to en
e el que
la OMS catalogó a la enfermedad
en
producida por el coronaviru
virus como
pandemia. En el gráfico
co 6
6, podemos detectar estos movimiento
entos en la
evolución del índice de la B
Bolsa de San Pablo.
Gráfico 6. Evolución índice
índic BOVESPA
Fuente: Market Watch (2020d
20d)
En el caso del MERVAL
AL (Argentina), se replican estas tenden
dencias de
movimiento durante un
n m
mismo período temporal haciendo que
e el gráfico
tenga características simila
milares a las de su contraparte brasileña, aunque
aun
los
movimientos del índice ME
MERVAL aparecen mucho más marcados
s que
qu en el
caso del BOVESPA.
Gráfico 7. Evolución índic
índice MERVAL
Fuente: Market Watch (2020e
20e).
63
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
El desafío para los mercado
cados emergentes es doble. No solo deben
en lidiar
li
con
una caída severa en las
s co
cotizaciones, sino también con la migració
ación de los
inversionistas, quienes cam
cambian a posiciones consideradas más seguras
seg
en
activos de mercados de
desarrollados. Un indicador ilustrativo
o d
de esta
problemática es el índice
ice MSCI EEM para mercados emergentes,
tes, que ha
experimentado el mismo
o re
recorrido de los demás índices que menc
encionamos
hasta ahora señalando un flujo de capitales que se alejan de los
s p
países en
desarrollo.
A modo de cierre
Según el Fondo Monetario
rio Internacional (FMI, 2020), se prevé que
ue en 2020
la economía se contraiga
ga u
un 3% para crecer un 5,8% en 2021. Esta
Est última
cifra puede parecer alenta
entadora pero es importante recordar que
ue luego
l
de
una brusca contracción eco
económica es normal el consiguiente efecto
fecto rebote
con períodos de crecimiento
iento elevado. La recuperación económica lue
luego de la
pandemia será ardua y desafiante, especialmente para los pa
países en
desarrollo que deberán hac
hacer frente a un escenario internacional
al con
co bajos
precios de los commodities
ities y volumen reducido de comercio, mientr
entras lidian
en muchos casos con altos
ltos niveles de deuda y poca capacidad fiscal.
cal.
El actual contexto de pa
pandemia ha sumido a todos por igual
ual en una
incertidumbre generalizada
zada y esta vez, no hay China ni India que puedan
volver a motorizar el crecim
recimiento global. Sin una recuperación conj
conjunta no
habrá una verdadera recuperación
rec
y el mundo en desarrollo
ollo seguirá
rezagado. La prevención
n de nuevas crisis depende también de promover
prom
el
desarrollo integral y susten
stentable de los países de renta media y baja,
ba
para
lograr que recuperen nivele
iveles viables de deuda y puedan destinarr los fondos
necesarios no solo para
a combatir
co
el virus, sino también para evitar
itar efectos
recesivos profundamente
te dañinos
d
en sus sociedades. Para esto,
o, llíderes a
nivel mundial y organizacio
aciones internacionales deberán aunar sus
us e
esfuerzos
para proveer una salida conjunta,
con
ya que la única respuesta pertine
tinente a un
desafío global es un aborda
ordaje multilateral.
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65
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Sistema financiero
fina
internaciona
cional
durant
rante la pandemia:
¿Algo
o nu
nuevo bajo el sol?
Irene Ayelén
nS
Sacco33
Introducción
La pandemia de la COVID
VID 19 generó un impacto económico y so
social sin
precedentes en la econom
nomía mundial. El Informe Especial de la C
Comisión
Económica para América
ca L
Latina y el Caribe (CEPAL) prevé una con
contracción
del PBI mundial en torno
torn al 2% con una mayor contracción
ción en las
economías desarrolladas
as q
que en las emergentes (CEPAL, 2020)
20). Como
resultado de la pandemia,
ia, se proyecta que la economía mundial
al su
sufra una
brusca contracción de 3%
% en 2020, mucho peor que la registrada
a durante
du
la
crisis financiera de 2008–09
09 (FMI, 2020).
Los mercados financieros
os ttambién se han visto gravemente afecta
ectados por
los efectos de la pandemia
emia con una salida masiva de capitales
s desde
de
los
mercados emergentes,, im
impacto conocido como flight-to-quality
ality, en la
medida que los inversores
ores buscan activos más seguros. La vulner
lnerabilidad
financiera se ha puesto
o de manifiesto en la acumulación de deud
euda global
que alcanzó un nuevo récor
écord de USD 255 billones ya en 2019 (IIF,
F, 2
2020).
La crisis de la COVID-19
9 s
se convirtió en una prueba para conocer
cer el grado
de respuesta de los Es
Estados en sus sistemas de salud.. D
Desde la
construcción de hospitales
ales de emergencia en China, a la disposició
sición de la
medicina privada al servici
rvicio del Estado en España o al dilema de
e pacientes
p
priorizados en Italia.
En este contexto, algunos
nos organismos multilaterales de crédito
ito lanzaron
l
nuevas líneas para financi
anciar -en forma diligente- el escenario crítico
crí
que
enfrentan los países más
s pobres
po
y en desarrollo para enfrentar la
a pa
pandemia.
Este artículo se organiza
a d
de la siguiente manera. Primero, presenta
ntamos las
decisiones que se articula
icularon desde el G20. Segundo, presenta
ntamos las
líneas de crédito y meca
ecanismos que están generando los organismos
org
multilaterales de crédito
dito para enfrentar la pandemia en economías
ec
emergentes. Tercero, nos
os centramos en analizar las medidas toma
omadas por
estos organismos con los p
países de renta baja del mundo. Por últi
último, nos
abocamos a realizar alguna
unas reflexiones finales.
33
Licenciada en Relaciones
s In
Internacionales por la Universidad Nacionall de Rosario
(UNR). Miembro del Grupo
o d
de Jóvenes Investigadores del Instituto de
e R
Relaciones
Internacionales (IRI) de la
a Un
Universidad Nacional de la Plata (UNLP). Integ
tegrante del
Grupo de Estudios sobre Finanzas
Fina
Internacionales y del Observatorio de Economía
E
Internacional
(UNR).
Rosario,
Argentina.
Correo
electrónico:
ele
irenesacco88@gmail.com
66
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
El G20 en un mundo de pandemia
p
El G20 nació en primera
era instancia como una cumbre de autoridades
auto
económicas y financieras
as en el año 1999 a raíz de la crisis asiá
asiática. No
obstante, fue recién en el a
año 2008, como catalizador de la crisis
is financiera
fin
internacional, que logró reu
reunir a los jefes de Estado de todo el mundo
mun
y se
convirtió en un espacio de d
deliberación política y económica global.
al.
El Grupo de los 20 es un foro que reúne a diecinueve m
miembros
permanentes de todos los continentes y la Unión Europea (UE).
). Además,
A
catorce organizaciones internacionales
inte
forman parte de este foro
ro entre
e
las
que se destacan el Fondo
ndo Monetario Internacional (FMI), Banco
nco Mundial
(BM), la Organización Mund
undial de la Salud (OMS), entre muchas otras.
otra
El foro se conformó a part
partir de dos crisis que necesitaban la coor
oordinación
entre las principales econo
conomías avanzadas y emergentes del mu
mundo. Su
objetivo inicial estaba asoc
sociado a la promoción de un espacio en
n el cual los
países “dialoguen a nivel
ivel político y técnico sobre el mejoramie
amiento del
sistema financiero y tambi
mbién sobre temas relacionados con el crecimiento
crec
de largo plazo como,, por
p
ejemplo, las políticas para morig
origerar el
calentamiento global” (Carr
Carrera, 2009, p. 220).
El impacto socioeconómico
mico de la crisis de la COVID-19 es un
n escenario
e
urgente para la coordinació
ación en un espacio multilateral como lo es el G20.
Sin embargo, este foro se rreunió por primera vez - en forma virtual
rtual – el 26
de marzo tras una solicitad
citada realizada por Arabia Saudita que actu
actualmente
ocupa la presidencia. Has
Hasta entonces, la mayoría de los Estados
dos habían
llevado adelante medidas
as d
de política monetaria, financieras, se decretaron
de
aislamientos sociales, cierre
ierre de fronteras, etc.
Tras el desarrollo de
e la Cumbre Extraordinaria, el G20 emitió
em
un
comunicado que resume
e llos acuerdos alcanzados por sus miemb
iembros. Se
trata de un documento
to d
de tres páginas con una introducción
n y cuatro
apartados.
Entre los principales puntos
ntos se pueden destacar los siguientes:
Los países miembros
bros se comprometen a tomar todas las med
medidas de
salud necesarias y p
procurar garantizar un adecuado financi
anciamiento
para contener la pan
pandemia y proteger a las personas, especi
pecialmente
a los más vulnerable
ables.
Aseguran que están
stán inyectando más de $USD 5 billone
lones en la
economía global, com
como parte de una política fiscal específica,
ica, medidas
económicas y esque
quemas de garantía para contrarrestar los
os impactos
i
sociales, económicos
icos y financieros de la pandemia.
Solicitan a los Mini
Ministros de Finanzas y Gobernadores del
de Banco
Central que coordine
dinen acciones para desarrollar un plan de
e ac
acción del
G20 en respuesta
aaC
COVID-19.
Apoyan los pasos
s da
dados por el FMI y el Grupo Banco Mundia
ndial (GBM)
para colaborar con
on los países que lo necesitan utilizando
o todos
to
los
instrumentos en la mayor medida posible como parte
rte de una
respuesta global
al coordinada y les piden que actualicen
ac
periódicamente al G
G20 sobre los impactos de la pand
ndemia, su
respuesta y recomen
mendaciones políticas.
Trabajarán decisiva
sivamente con las organizaciones interna
ernacionales
(OMS, el FMI, el GBM)
G
y los bancos de desarrollo multil
ultilateral y
67
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
regional para despl
esplegar un paquete financiero sólido, co
coherente,
coordinado y rápido.
ido.
Más allá de las decisiones
nes acordadas, no hay, hasta el momento,
to, medidas
globales que denoten una
na c
cooperación multilateral acentuada. De
e h
hecho, la
inyección de billones de dólares
d
a la que refiere el mismo comunicado
com
resulta de una simple suma
umatoria de los esfuerzos individuales e unilaterales
unil
que han emprendido los
s Es
Estados.
Organismos multilatera
terales de crédito: fondos adicionale
nales para
enfrentar la pandemia
El impacto externo de
e la pandemia de COVID-19 puso a la
a e
economía
mundial en caída libre.
bre. Al mismo tiempo, dejó al descub
cubierto la
vulnerabilidad de los países
íses en vías de desarrollo. Para éstos, el riesgo
ries
de la
pandemia se suma a la larg
larga lista de dificultades que deben afrontar
ntar.
En este contexto, la maner
anera de señales de los organismos multilate
ilaterales de
crédito es a través dell an
anuncio de nuevos paquetes de financiam
ciamiento y
ayuda técnica. En el caso
so d
del GBM se sumaron desembolsos por par
parte de la
Corporación Financiera Internacional
Inte
(IFC, por sus siglas en inglés),
és), la AIF y
del Banco Internacionall de Reconstrucción y Fomento (BIRF). Asim
simismo, el
Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anunció un novedoso
so enfoque
para dar respuesta a la eme
emergencia sanitaria.
Por parte del GBM se incluye hasta USD 2.700 millones en nuevo
financiamiento
del BIRF
RF;
USD 1.300 millones
de
la AIF,
que
q
se
complementarán con la
a re
reasignación de USD 2.000 millones de
e la cartera
actual del Banco, y USD 6.000 millones de IFC, que incorpora USD
US 2.000
millones de líneas existente
entes de financiamiento del comercio.
El BID lanzó USD 3.200 millones adicionales al programa de préstamos
pr
inicialmente estipulado para 2020 y a través de BID Invest, la institu
stitución de
este organismo que atiende
ende al sector privado, se pondrán hasta US
USD 5.000
millones. Los créditos res
responden a cuatro líneas de financia
iamiento:
respuesta inmediata para salud pública, redes de seguridad
d p
para las
poblaciones vulnerables,
s, p
productividad económica y empleo, y políticas
fiscales para aliviar impacto
actos económicos (BID, 2020).
El FMI dispuso un total de U
USD 50.000 millones a través de la re-ada
adaptación
de cuatro líneas: financia
nciamiento de emergencia (Servicio de Créditos
Rápidos e Instrumento de Financiamiento Rápido), Fondo Fiducia
uciario para
Alivio y Contención de Ca
Catástrofes, ampliación de programas vigentes,
vige
y
fortalecimiento de las capac
apacidades.
Para la región de Amér
mérica Latina y el Caribe, otra institu
titución de
financiamiento implementó
entó modalidades diferentes. El Banco de
e Desarrollo
De
de América Latina (CAF),
F), concluyó una emisión de deuda en el mercado
m
estadounidense, que dio
o co
como resultado la colocación de un nuevo
vo b
bono por
un monto de USD 800 mi
millones. Estos recursos se destinarán a financiar
f
parcialmente políticas antic
nticíclicas y sociales de los países miembros
bros por un
total de USD 2.500 millones
ones.
Estas cadenas de transmisi
misión financiera a velocidad e intensidad po
poco usual,
demuestra la debilidad
ad de los emergentes a la dependen
dencia del
financiamiento exteriorr y la elevada exposición de la deuda
da que se
contraerá en dólares. Una
na circunstancia que parece nueva con mecanismos
mec
68
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
innovadores, trae aparejad
jada problemas de sostenibilidad y vulnerabi
rabilidad de
los países en desarrollo
o qu
que deberán afrontar en una temporalidad
lidad no tan
larga.
Organismos multilaterale
erales de crédito y los países más pobres
res
Para analizar el vínculo de los organismos multilaterales de crédito
dito con los
países de renta baja nos
os debemos referir a la clasificación de
e los
lo países
según el nivel de ingreso
so e
elaborado por el BM y la Asociación Inter
nternacional
de Fomento (AIF).
El Banco Mundial clasifica
fica las economías del mundo en cuatro gr
grupos de
ingreso: alto, mediano alto
alto, mediano bajo y bajo. Esta clasificación
ción se basa
en el ingreso nacionall br
bruto (INB) per cápita realizado a partir
artir de un
método que, el mismo org
organismo, denomina “método del Atlas”.
s”. El
E INB y
los umbrales se expresan
an en
e dólares de los Estados Unidos (EEUU)
U) en valor
corriente.
Tabla 1. Clasificación en base al INB
Umbral
Julio 2019/USD (nuevo)
País de ingreso bajo
País de ingreso medio
bajo
País de ingreso medio
alto
País de ingreso alto
1,025 o menos
entre 1,026 y 3,995
Julio
201
2018/USD
(antiguo)
995 o menos
entre 996 y 3,895
3,89
entre 3,996 y 12,375
entre 3,896 y 12,055
12
más de 12,375
más de 12,055
Fuente: Elaboración propia
a en base a los datos del BM. Julio 2019
La AIF se creó en septiem
tiembre de 1960 como un organismo que
ue o
otorgaría
“créditos blandos” a los
os p
países en desarrollo, es un fondo del
el BM.
B
Una
coalición de sesenta gobiernos
gob
de todo el mundo son los miembros
m
donantes, mientras que,
ue, actualmente, setenta y seis países
es son los
prestatarios. En el Conven
venio Constitutivo de la AIF se destaca su objetivo
que consiste en “promo
omover el desarrollo económico, increme
ementar la
productividad y, de este
ste modo, elevar el nivel de vida en las
as rregiones
menos desarrolladas del
el m
mundo (…) especialmente mediante la aportación
ap
de recursos financieros”” (AIF,
(AI Art. 1º, 1960).
Con el estallido de la pan
pandemia, el GBM y el FMI decidieron elaborar
elab
un
comunicado para solicitar
itar a los países acreedores bilaterales su
suspender
momentáneamente el pag
pago de las deudas de los países de la AIF,
A
que
albergan una cuarta parte
rte d
de la población mundial y que son los que más se
verán afectados con esta
ta crisis
cr
sanitaria y socioeconómica.
Mediante el acuerdo de la directora
d
gerente del FMI, Kristalina Geor
eorgieva, y
el presidente del GBM,
M, D
David Malpass, a partir del 1º de
e m
mayo de
2020 entró en vigencia la s
suspensión de pagos de la deuda de los
os países
p
de
la AIF que soliciten un perí
período de gracia. Esta iniciativa es monitore
itoreada por
ambos organismos ya que se les solicita transparencia y elevación
ación de los
datos pertinentes para eva
evaluar la sostenibilidad de sus deudas y el uso que
hacen de los fondos ahorra
orrados en el servicio de las mismas.
69
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Mientras tanto, dos ex-fun
funcionarios del FMI recomendaron una
a moratoria
m
momentánea para todos
os los
lo países deudores emergentes, hasta
ta ttanto se
supere la actual pandemia.
mia. Se trata de una propuesta planteada
a por
po el exjefe del organismo, Kenne
nneth Roggoff y la ex-jefa de investigadore
dores de la
entidad, Carmen Reinhart,
art, quienes recomendaron "una moratoria
ria ttemporal
inmediata sobre los reembo
mbolsos de deuda externa para todos los soberanos,
sob
excepto los calificados com
como AAA" (Reinhart, C. y Rogoff K, 2020).
Reflexiones finales
El panorama que emerge
erge de esta crisis global abre un parag
araguas de
incertidumbres desde vario
arios frentes. Es, además, un escenario pos
post-COVID
19 desalentador para las
s estadísticas
es
mundiales.
No obstante, esta pandemi
emia puso sobre la mesa otros riesgos que estaban
latentes en el plano interna
ernacional. Es el caso de la crisis del multilate
tilateralismo
a través de un proceso
so d
de decadencia del institucionalismo liberal
libe
y la
interdependencia.
bservarse en el G20. Un foro –a todas luces
ces-carente
Esta situación puede obser
de liderazgo para asumir
ir la gobernanza global, la suma de los
s e
esfuerzos
individuales de los Estado
tados es insuficiente para convertirse en un foro
decisivo y a la altura de los acontecimientos.
Los intentos del GBM y e
el FMI para aliviar las deudas de los países
paí
más
pobres resulta, también,
n, un
una visión sesgada sobre la realidad que
ue a
afrontan
aquellos países, que, sin
in es
estar dentro de los umbrales de la pobrez
breza tienen
que hacer frente al dilema
dilem de pagar los altos niveles de deu
deudas ya
existentes o enfrentar los
os g
gastos necesarios de salud pública. Tall vez,
ve sea el
momento de revisar los estándares
est
que colocan a un país como pobr
pobre o no.
¿Algo nuevo bajo el sol?
l? D
Después del lanzamiento de apoyos flexibles
flexi
por
parte de los organismos
s m
multilaterales de crédito hay pocas certez
rtezas de lo
que pueda ocurrir con las
as d
deudas de los países –altamente- endeuda
eudados. Se
requieren medidas excep
cepcionales para hacer frente a una crisis
cr
sin
precedentes. Las “nuevas
as lí
líneas” parecen traer parte del viejo círculo
rculo.
Algo hay de cierto y nuevo
uevo, como ha dicho el economista indio ex jefe del
BM y actual presidente de la Asociación Económica Internacional,
nal, Kaushik
Basu, “el mundo que vere
veremos cuando hayamos salido del todo
o será
se
muy
distinto”.
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CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
La Segurida
ridad Internacionall y e
el
COVID-19:
19: tendencias que
e se
potencian
34
Emilse Eliana Calderón
Cald
Realizar elucubraciones ace
acerca del orden internacional pos COVID--19 suena
cuanto menos pretencioso
oso s
siendo que la pandemia aún no ha conclu
ncluido, que
la vacuna no fue hallada
ayq
que al momento de escribir estas líneas
as resuenan
r
en los titulares de los med
medios de comunicación más importantes
s del
de globo,
las posibilidades de rebrot
brote en los países que parecían haber apla
aplanado la
curva de contagio y están
tán saliendo progresivamente de la cuarente
entena. Más
aún si se considera que
e lo
los análisis sobre el orden internacionall ya venían
navegando en un marr d
de incertidumbre acorde con el mome
omento de
transición en lo relativo
o a
al liderazgo y las pujas de poder que
ue tienen
t
a
Estados Unidos y China com
como actores preponderantes, aunque no
o ex
exclusivos.
No obstante estas limitac
itaciones, hay varias aseveraciones genera
nerales que
parecieran resultar innega
egables. El mundo ya no va a ser ell mismo,
mi
la
globalización muy posiblem
blemente se vea limitada en su avance irrest
rrestricto, la
economía internacional va a atravesar mucho más que tiempos difíc
difíciles, los
estados se enfrentarán má
más claramente a la necesidad de apunt
untalar sus
sistemas sanitarios e imp
impulsar el desarrollo científico-tecnológic
ógico y las
decisiones que adopten
n a nivel de su política exterior con respect
pecto a sus
amistades a nivel global,
l, po
podrían resultar cruciales en el mediano
o plazo.
pla
Circunscribiendo la mirada
ada al ámbito de la Seguridad Internacional
nal también
se pueden identificar algun
lgunas premisas básicas, aunque no novedo
edosas, sin
temor al equívoco. Las
as m
mismas consisten en la confirmación
ión de tres
tendencias que se han ido desarrollando a lo largo de las décadas
das que ya
lleva el período de Posguer
guerra Fría y que, en el contexto de la pande
andemia, se
ven potenciadas. A saber:
ber: el proceso de complejización de la Seguridad
Se
Internacional debido a la a
articulación entre la conflictividad tradicio
icional y no
tradicional; el rol de la peri
eriferia como foco de generación de violenc
lencia cuyas
problemáticas estructurale
rales operan como condicionantes negativo
ativos; y la
puesta en valor del Estado
tado como actor soberano encargado de vela
velar por la
seguridad de la sociedad
dad nacional en un sentido amplio. Asim
simismo, es
importante aclarar que
e e
estas tendencias sistematizan fenómen
menos que
coexisten como parte de u
una misma realidad pese a discurrir en sentidos
opuestos, expresando dico
dicotomías que les son inherentes sin implicar
impl
por
esto un contrasentido. Ést
Éste es el caso de la consolidación de la ló
lógica de
conflictividad no tradiciona
ional que desdibuja la relevancia y centralida
alidad de la
figura del Estado y, porr ot
otro lado, la revalorización de ese mismo
ismo Estado
34
Doctora en Relaciones Internacionales,
Int
Investigadora Asistente de CONICET
CO
y
docente de la Facultad de Cie
Ciencia Política y Relaciones Internacionales
s de la UNR,
Rosario, Argentina. Correo ele
electrónico: emilsecalderon@hotmail.com
73
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
como sujeto encargado
o de proveer seguridad a sus connacionales
ales en las
múltiples dimensiones econ
conómica, ambiental, social, etc.
Ahora bien, como primera
era tendencia se puede observar que el paso
p
del
COVID-19, al igual que aco
aconteció con los atentados del 11 de septie
ptiembre de
2001, ha provocado un sal
salto cualitativo en el proceso de complejiza
lejización de
la Seguridad Internacional
nal como campo de análisis, consolidando
o la erosión
del paradigma westfaliano
ano y clausewitziano que acontece desde
e p
principios
de los años 70. Específicam
ficamente, dicha complejización discurre de manera
preponderante en lo relat
elativo al tipo de conflictividad no tradicio
icional que
vulnera la seguridad de los estados.
En este sentido, en prime
imer lugar, la dicotomía exterior-interiorr ca
carece de
sentido frente a una ame
amenaza cuya dinámica es transnacional
nal y corta
horizontalmente las fronte
onteras de los estados utilizando como correa
co
de
transmisión el movimiento
nto de los individuos alrededor del globo. Esto
Est quedó
demostrado con el más
ás q
que extenso recorrido que realizó el COVID-19
CO
partiendo desde Wuhan,, en la provincia china de Hubei y alcanzand
zando todos
los continentes del planeta
neta excepto la Antártida. En segunda insta
nstancia, se
flexibiliza al máximo la noc
noción de distancia porque los estados no
o ide
identifican
la amenaza del virus única
nicamente en función de su contexto region
gional y de
sus vecinos limítrofes. De hecho, por ejemplo, en el caso de Paraguay
Par
y
Argentina, el proceso de toma de decisiones con respecto al modo
m
de
afrontar la pandemia se
e co
concretó de manera anticipada a la llegada
ada masiva
del COVID-19 a la región
reg
latinoamericana y en función
ón de los
acontecimientos desencade
cadenados preponderantemente en otras
as latitudes
l
más lejanas del mundo.
o. En tercer término, se puede observar
var que los
afectados por la amenaza
za q
que conlleva el virus son, además de los estados,
los individuos e, incluso,
o, algunos
a
sectores puntuales de las poblaci
laciones en
función de su edad avanzad
nzada, de patologías respiratorias preexisten
stentes o de
la conjunción de ambas
s co
condiciones, como así también de la situación
situa
de
vulnerabilidad socio-económ
onómica en la cual se encuentran. Por consi
onsiguiente,
se ratifica la profundización
ción de la aplicación de la noción de segurid
uridad más
allá del Estado así como
o su abordaje desde dos criterios, uno geográ
ográfico y el
otro ligado al objeto de la s
seguridad.
Asimismo, en cuarto lugar
gar, se reafirma la tendencia a la ampliació
liación de la
concepción realista de la s
seguridad. Primero, dada la naturaleza
za sanitaria
s
que posee la amenaza del COVID-19 que compromete seriamente
nte la salud
pública y llevar al límite
te la
las capacidades de los sistemas sanitario
arios de los
estados. Segundo, en fun
función de su articulación e impacto en ámbitos
distintos y diversos de la re
realidad al interior de los estados y en lo relativo
re
a
sus vínculos internacional
onales. En ambos casos se confirma el carácter
multidimensional de la pandemia
pa
como amenaza que afecta, entre
ent
otras
muchas cuestiones, los vínc
vínculos de comercio internacional, las relac
elaciones de
poder entre los países
s centrales
ce
del sistema, los lazos de cooperación
coop
internacional, los sistema
emas económicos y financieros nacionale
ales y las
estructuras sociales de las n
naciones.
Consecuentemente la pand
andemia provocada por el virus COVID-19
19 se erige
en una amenaza no tradic
adicional y el escenario de Seguridad Inter
nternacional
instaurado como resultado
ltado directo pone en primer plano la noción
no
de
Seguridad Global. Este con
concepto apunta a expresar la existencia de una red
mundial de relaciones econ
económicas, sociales, comunicacionales, cultu
culturales y,
74
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
como quedó demostrado
o po
por la coyuntura en curso, también sanitar
nitarias, que
fractura la idea westfalian
aliana de Estado y da lugar a nuevas formas
for
de
inseguridad desplegadas
s al interior de las fronteras y que, al mismo
smo tiempo,
las transciende afectando
do a diferentes grupos de individuos en
n todos
to
los
rincones del globo.
Por otra parte, se puede
e apreciar
a
que el paso de la pandemia, corrobora
corr
y
potencia el impacto nega
egativo transversal que tienen las proble
oblemáticas
estructurales de tinte econ
económico, social e institucional con respe
specto a la
potenciación de las amena
enazas no tradicionales en la periferia del sistema
internacional. De este mod
odo se refuerza el enfoque de académicos
os como
c
M.
Ayoob, A. Acharya, S. Dav
David, S. Neumanny Lynn-Jonnes, entre otros,
otr
que
abordan el escenario de
e Se
Seguridad Internacional surgido en posgu
sguerra fría
otorgándole un rol destacad
acado a los estados periféricos en contraposi
posición a la
exclusión sistemática que estos países sufrieron de la agenda
enda sobre
Estudios de Seguridad que primó durante el conflicto bipolar, debi
debido a su
fuerte impronta eurocéntric
ntrica (Acharya, 1999).
Este conjunto de estados,
os, e
en líneas generales, en función de sus
s problemas
pr
estructurales económicos
os y sociales, la fragilidad de su institucion
cionalidad y
las dificultades de gobern
ernabilidad, desempeñan un rol centrall en lo que
respecta a la posibilidad
ad de convertirse en escenarios propicios
ios para el
surgimiento y posterior pro
propagación de amenazas multidimensiona
ionales cuyo
alcance transnacional impa
mpacte en la Seguridad Internacional a nivel
nive global,
incluidos los estados dell ce
centro del sistema. De hecho, en lo que se
e refiere a
la diseminación del coronav
onavirus está claro que las condiciones preex
reexistentes
en la periferia resultan,, cuanto
cu
menos, muy propicias para el avance
ava
del
contagio y potencian su ca
capacidad de daño. En este sentido la combinación
com
de pobreza, hacinamiento
nto en viviendas precarias, en muchos casos
asos con un
acceso muy limitado a condiciones
con
de higiene básicas y sistemas
s sa
sanitarios
vulnerables, resultan un
n contexto
co
de cultivo ideal para el contagio
io d
del virus.
Asimismo, también es de p
presuponer que existen amplias posibilid
bilidades de
que la permanencia y aum
aumento exponencial del COVID-19 en ese
se grupo
g
de
países resulte un condic
ndicionante negativo para los estados
os que se
encuentran en el centro
o de
del sistema internacional y que, presumib
miblemente
en función de sus recursos
rsos y capacidades mayores, puedan salir
lir con
c
más
rapidez de la crisis sanitar
itaria. Es por ello que, de manera inédita,
ta, el
e actual
contexto de pandemia
a rremite a la noción de Seguridad Global
Glo
por
excelencia dado que se v
vulnera de manera masiva y en simult
multáneo la
seguridad tanto del centro
tro c
como de la periferia del sistema internaci
nacional.
Por último, el paso de
e la pandemia muestra la necesidad imper
periosa de
contar con estructuras esta
estatales sólidas y eficientes que gestionen
n lo público
para superar la coyuntura
ra s
sanitaria así como la crisis económica y so
social que
ya se hizo presente con
n el incremento estrepitoso de los números
ros rrelativos
al desempleo y la caída de la actividad económica en general. En línea
lí
con
ello y, en lo que atañe a la idea de Seguridad Nacional, dicha gestión
ge
es
tarea y responsabilidad
d de
del Estado que se sirve de las Fuerzas
as Armadas
A
como un instrumento previsible.
pre
Esto en función de su experti
ertise para
manejar una situación de c
crisis en plazos de tiempo muy acotados
dos que dan
por resultado un escenario
ario imprevisible, en el cual se requieren capa
capacidades
logísticas, comunicacionale
nales y de movilidad amplias pero tamb
mbién una
mentalidad acorde a la necesidad de enfrentar situaciones de riesgo
75
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
(Escuela Superior de Guer
uerra Conjunta, 2020). En este sentido,, si bien la
respuesta sanitaria es prim
primigenia y fundamental no es la única porque
porq
para
evitar que el virus se expan
xpanda es necesario, por ejemplo, garantizar
izar tanto el
aislamiento efectivo con
on la vigilancia de puertos, aeropuertos
os y pasos
fronterizos, como la seguri
guridad de infraestructura crítica. De este
te modo
m
se
puede apreciar como los diferentes países se sirven del empleo
emp
del
instrumento militar para
a la concreción de una multiplicidad de tareas
tare
que,
por ejemplo, en Argentin
ntina son conceptualizadas como de apo
apoyo a la
comunidad nacional y tienen
tien
una naturaleza subsidiaria con relac
elación a la
misión principal de Defensa
ensa Nacional.
Por ende, independienteme
emente del caso nacional al cual se haga mención,
men
el
despliegue de las Fuerzas
rzas Armadas parece ineludible y esto rea
reafirma el
enfoque estadocéntrico
o d
de la Seguridad Internacional, más
ás allá de
considerar que la dinámic
ámica de conflictividad no tradicional prim
prima y es
esencial. De ahí la vigencia
ncia de la definición dada por Naciones Unid
Unidas, aún
antes de finalizada la Gue
Guerra Fría, acerca de la Seguridad Inter
nternacional
entendida como “Una condi
ondición en la que los Estados consideran que no hay
peligro de un ataque milita
ilitar, presión política ni coerción económica
mica, por lo
que pueden proseguir librem
ibremente su desarrollo y progreso propios”
s” (1986).
(
Para finalizar este ensayo,
yo, solo queda por señalar la inconveniencia
ncia de que,
en tiempos complejos com
como el que se está transitando, las reflexiones
ref
pongan el foco de aten
atención de manera unívoca y absoluta
luta en la
incertidumbre que se gene
enera de cara al futuro o bien que intenten
ten predecir
los cambios por venir en b
base a la presunción de que la coyuntura
tura que se
está viviendo es completam
etamente determinante al respecto. En ambo
mbos casos
se menosprecia la importa
ortancia de las tendencias que hasta el mom
omento se
venían desarrollando y que
que, de alguna manera, son las que poten
tenciaran o
ralentizaran los supuestos
tos vientos de cambios. Por eso, en lo que
e se refiere
a la Seguridad Internacion
cional y reflexionando sobre el modo en
n el que se
vienen desenvolviendo lo
los acontecimientos, si bien es cierto
rto que la
pandemia acarreada por
or e
el COVID-19 instaló un escenario comple
pletamente
inédito a nivel planetario,
rio, esto no equivale a decir que era absolu
solutamente
inesperado.
De hecho, por ejemplo, los documentos de seguridad estratégica de Estados
Unidos y España incluyen
yen las alertas sanitarias globales como escenarios
es
posibles de inseguridad
ad y Washington y Londres han desarrollado
desa
estrategias de biosegurid
uridad nacional como parte de su esque
squema de
seguridad estratégica hace ya algunos años. Ambos son datos
s co
concretos
que dan cuenta de la
a co
consciencia acerca del riesgo de atrave
avesar una
situación de pandemia fren
frente al descontrol de, en este caso, un virus,
v
en
función de la intensidad y v
velocidad de la globalización. En el mismo
smo sentido,
se podría decir que desde
sde el inicio del siglo XXI existe un reconoc
onocimiento
cada vez más extendido
o y consistente con respecto a la vinculació
lación entre
los problemas estructurale
rales de la periferia y los contextos de o
origen y
potenciación de ciertas am
amenazas no tradicionales como, por ejemplo,
ejem
el
crimen transnacional organizado
orga
en la región latinoamericana
na que es
conceptualizada como la más desigual del planeta desde una mirada
económica y social. Por últ
último, frente a una situación de emergenci
encia global
la centralidad del rol estat
statal materializado en la instrumentalizació
ación de las
Fuerzas Armadas y en la decisión
d
de replegarse fronteras adentro
tro ttampoco
76
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
es sorpresiva tratándose
e de un sistema internacional que hasta el momento
m
no ha dejado a un lado su naturaleza
n
anárquica.
Referencias bibliográfica
ficas
Acharya, A. (1999). The
e pe
periphery as the core: the third world and security
studies. York Univers
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egic Studies
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Paper,
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library.yorku.ca/xmlui/bitstream/handle/10315/1
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Escuela Superior de Guerr
uerra Conjunta de las Fuerzas Armadas
s (abril
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del
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torio de la crisis Covid-19. Recupera
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.ar/pdf/ESGCFFAA-2016_pdf-78.pdf
Naciones Unidas (1986). Los
Lo Conceptos de Seguridad. New York.
77
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Las dinámic
micas de la cooperació
ación
internacional
onal durante la pandem
demia
35
Marina Zalazar
Zal
Las transformaciones en
n el escenario internacional que han acaecid
ecido en los
últimos años han dejado
o marcas
m
en el sistema internacional de cooperación
coop
al desarrollo. La mayor par
participación de los denominados países eme
emergentes
y en particular de China,
na, la expansión de la cooperación sur – sur y la
cooperación triangular frent
frente al menor financiamiento disponible par
para países
de renta media, la nueva
va agenda de cooperación internacionall gui
guiada por
los Objetivos de Desarro
arrollo Sostenible, el involucramiento de actores
privados en los proyectos
tos de cooperación son algunos de los hec
hechos que
marcaron los últimos años
ños en el campo de la cooperación al desarrol
rrollo.
El actual escenario internac
rnacional de crisis sanitaria causado por la expansión
ex
del coronavirus a nivel mundial
mun
así como ha propiciado que algunos
nos Estados
tomen medidas de forma
ma unilateral y de corte nacionalista, tam
también ha
impulsado la expansión de la ayuda humanitaria provista por alguno
unos países
y organizaciones internacio
nacionales y en foros multilaterales de cooperación
coop
internacional. Ahora bien
bien: ¿el presente escenario ha modifi
dificado la
arquitectura internacional
nal de cooperación al desarrollo? Para resp
responder a
esta pregunta en el presen
esente artículo se hará un recorrido por las diversas
formas que tomó la coopera
peración internacional durante la crisis sanita
nitaria.
Antes de comenzar el reco
recorrido es pertinente señalar que el conc
concepto de
Cooperación Internacional
nal a
al Desarrollo (CID) que guiará el trabajo
ajo es el de
Bruno Ayllon (2007). Este concepto hace referencia a la participa
icipación de
actores estatales, no estat
statales y de carácter subnacional en accio
cciones que
persiguen el objetivo de impulsar el desarrollo en aquellos
llos países
vulnerables y que no puede
ueden lograrlo por sí solos36. En este sentido
tido, la CID
implica una transferencia
cia de recursos (materiales e inmateriales)
les) a estos
países vulnerables y conlle
nlleva en la mayoría de los casos un interé
terés mutuo
de los socios cooperant
rantes. En este punto es importante
te resaltar,
coincidiendo con Montúfar
far (2004),
(
que un enfoque integral del fenóm
enómeno de
la cooperación al desarrol
rrollo debe incluir tanto las teorías predom
dominantes
sobre el desarrollo, como
mo así también las consideraciones acerca
ca d
de cómo
las organizaciones interna
rnacionales y el poder e intereses de los estados
moldean al fenómeno en e
estudio. Es decir, un actor internacional
nal coopera
persiguiendo un interés pro
propio, inspirado en determinadas teorías
s ac
acerca de
35
Licenciada en Relaciones
s In
Internacionales por la Universidad Nacionall de Rosario
(UNR), Rosario, Argentina.. Co
Correo electrónico: marinazalazar15@gmail.com
.com
36
En concreto, Ayllon (2007:
7: 2
29) refiere a la CID como “el conjunto de acci
acciones que
realizan gobiernos y sus organismos
org
administrativos, así como entidad
idades de la
sociedad civil de un determin
rminado país o conjunto de países, orientadas
as a mejorar
las condiciones de vida e impu
pulsar los procesos de desarrollo en países en situación
de vulnerabilidad social, económica
econ
o política y que, además, no tienen
en suficiente
s
capacidad para mejorar su sit
situación por si solos”.
78
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
qué se entiende por desar
esarrollo y amparado por estructuras institu
stitucionales
multilaterales tanto regiona
ionales como internacionales.
Al respecto de qué se ent
entiende por desarrollo en la actualidad,
d, hay
h
que
hacer referencia al concept
cepto de Desarrollo Sostenible, es decir, aquel
aqu capaz
de satisfacer las necesidade
dades del presente sin comprometer la capac
apacidad de
las futuras generaciones
es p
para satisfacer las propias (Conferencia
cia Mundial
sobre Medio Ambiente y Desarrollo, 1987). Los Objetivos de Desarrollo
De
Sostenible (ODS) aprobado
bados en el año 2015 por la Asamblea Gen
General de
Naciones Unidas y que
e guían
gu
hoy a la CID son un conjunto
o de metas
globales relacionadas con
on ttemáticas económicas, sociales y ambient
ientales, de
gran amplitud por los tem
temas que involucran que van desde el cambio
climático hasta la necesidad
idad de formular alianzas para su logro. Con relación
a la crisis sanitaria que
e at
atraviesa al mundo actual, el objetivo
o número
nú
3
“Salud y Bienestar” contie
ntiene dos metas interesantes para remarc
arcar en el
presente contexto: “para
ara 2030, poner fin a las epidemias del
el SIDA,
S
la
tuberculosis, la malaria
ia y las enfermedades tropicales desaten
atendidas y
combatir la hepatitis, las enfermedades transmitidas por el agua
gua y otras
enfermedades transmisible
ibles”, y “Reforzar la capacidad de todos los países,
en particular los países
es e
en desarrollo, en materia de alerta temprana,
te
reducción de riesgos y gestión
ge
de los riesgos para la salud na
nacional y
mundial”.
La noción de desarrollo
o sostenible
so
y los ODS que guían a la CID fueron
adoptados en el marco
o de una organización multilateral internac
nacional, la
Organización de las Na
Naciones Unidas (ONU). En la actuali
tualidad, la
Organización Mundial de
e la Salud (OMS), agencia especializada de la ONU,
viene teniendo un rol prim
primordial en la coordinación de estrategi
tegias para
terminar con la propagaci
gación del coronavirus. Además del monito
onitoreo del
avance del virus, el organi
anismo especializado ha lanzado una iniciat
iciativa para
recaudar fondos con el objetivo
obje
de contribuir en la aplicación de un plan de
respuesta ante la pandemia
emia haciendo foco en los países más vulnera
nerables37.
Por fuera del sistema de Naciones Unidas, algunos foros multil
ultilaterales
internacionales y regionale
nales tomaron medidas de relevancia para
ra países
p
en
vías de desarrollo. Tall ve
vez la de mayor importancia sea la suspensión
sus
temporal del pago del serv
servicio de la deuda a los países más vulne
ulnerables y
38
39
pobres, medida sugerida
a po
por el G-7 , tomada por el G-20 y avalad
alada por el
Club de París. Por otro lado,
lad y siguiendo en línea con la importanc
tancia de la
cooperación sur-sur, los
s pa
países del grupo BRICS40 mantuvieron una serie de
reuniones virtuales entre
tre m
ministros de diversas carteras sectoriale
riales, como
así también la Asociación
ión de Naciones del Sudeste Asiático (ASEA
SEAN) y la
Organización de la Unión
nión Africana (OUA). En general las reuniones
re
realizadas versaron sobre
bre el intercambio de experiencias y las medidas
37
Puede consultarse más info
información sobre el “Fondo de Respuesta Solidaria
Solid
a la
COVID-19” en la página web
eb d
de la OMS: https://bit.ly/3gFURd8
38
El G-7, fundado en 1975,
5, está
es conformado por Alemania, Canadá, Estado
tados Unidos,
Francia, Italia, Japón y Reino
ino Unido.
39
El G-20 reúne a los países
país
más relevantes para la economía mun
undial. Fue
fundado en 1999 y reflotado
do lluego de la crisis del 2008.
40
Este foro reúne desde 2006
006 a los países de Brasil, Rusia, India, China
a y Sudáfrica
(desde 2010).
79
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
tomadas para evitar la mayor
ma
propagación del virus, como así también
tam
en
los efectos económicos
s d
del aislamiento y la necesidad de reforzar
refo
la
cooperación y coordinación
ción teniendo en cuenta el carácter transnac
snacional de
la pandemia.
Una cuestión llamativa
a en los comunicados y declaraciones oficiales
ofic
al
respecto de las reuniones
es m
mantenidas en los diversos foros multilate
ilaterales es
el manifiesto apoyo a la labor que realiza la OMS y un llamam
mamiento a
reforzar la cooperación y coordinación entre países. Llamativo po
porque en
foros como el G-7 y ell G
G-20 se encuentra Estados Unidos, cuyas
as medidas
tomadas para enfrentarr la pandemia distan de las recomendacio
aciones del
organismo especializado
o y se han caracterizado por ser unilater
laterales. El
presidente norteamericano
cano, Donald Trump, se manifestó en
n rrepetidas
ocasiones en contra dell ai
aislamiento preventivo recomendado por la OMS,
sostuvo también que esta había ayudado a China a ocultar el b
brote de
coronavirus e incluso retir
retiró su financiamiento al organismo intern
ternacional.
Otro de los países que sigu
siguió con esta línea de acción fue Brasil,
il, m
miembro
del foro BRICS en conju
njunto con Rusia, India, China y Sudáfri
dáfrica. Jair
Bolsonaro, el presidente
ente del país latinoamericano, se opone
op
al
establecimiento del aislam
lamiento preventivo en su país a pesar de que los
números de contagios son cada vez mayores, lo que ha llevado
o a algunos
estados brasileños a adopt
optar estas medidas de forma articular para que no
colapse el sistema sanita
anitario. Las declaraciones del diputado
do Eduardo
Bolsonaro (hijo del presi
residente) y del Ministro de Educación
n brasileño
b
llamando al coronavirus
s “v
“virus chino”, generaron rispideces con
n Ch
China, en
particular con la Embajada
jada China en Brasil. Sin embargo, no obstruyeron
obst
que la ayuda china llegara
ara al país sudamericano en forma de donaci
naciones de
suministros médicos.
Dentro de las instituciones
ones multilaterales que desarrollaron activid
tividades de
CID durante el escenario
io de crisis no puede dejarse de mencionarr a la Unión
Europea (UE), mayor prove
roveedor de cooperación a nivel mundial.. A pesar
p
de
que algunos de los países
ses miembros se vieron muy afectados por
or lla rápida
propagación del coronaviru
virus que colapsó sus sistemas sanitarios,, la UE llevó
a cabo algunas acciones
nes internacionales dirigidas principalment
ente a los
países vecinos de los Balca
alcanes y Europa del Este, como así también
ién a países
de la Región del Sahel en Á
África. En concreto, hoy en día, la UE dest
destinó más
de 15 billones de euros par
para proveer suministros médicos, reforzar
zar s
sistemas
de salud, asegurar la pr
provisión de agua y abordar las consec
nsecuencias
económicas más urgentes
ntes en países como Mauritania, Burkina
na Faso, la
República Centroafricana,
na, Kosovo, Georgia, Albania, Montenegro
egro, entre
otros. Sin desconocer la
a as
asistencia brindada por la UE a países de América
Latina y Asia, los socios
os c
cooperantes predilectos hasta el momen
ento en el
escenario actual de crisis
sis s
sanitaria han sido más acotados que las a
acciones
que generalmente desem
esempeña la UE en materia de cooperación
coop
internacional; limitándose
ose a países vecinos de Europa del Este
te y países
africanos con bajos niveles
es de desarrollo.
Otra de las organizaciones
nes multilaterales relevante para la CID es e
el Comité
de Ayuda al Desarrollo (CA
(CAD) de la Organización para la Cooperac
eración y el
Desarrollo Económico. El CAD se define en su página web 41 como “el
41
http://www.oecd.org/dac
80
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
principal foro internacional
onal de países proveedores de cooperación
ción para el
desarrollo”, conformado
o p
por 30 de los mayores donantes del
el mundo
m
y
creado en 1961. Para cump
umplir con su objetivo principal de fomentar
ntar la CID,
el Comité realiza tareas de monitoreo, de intercambio de buenas prácticas
prá
y
cumple un rol fundamental
ntal en el establecimiento de la agenda inter
nternacional
de la CID. En el CAD puede
pued verse una relación estrecha entre do
dos de los
factores que mencionaba
ba Montúfar (2004) como relevantes a la hora de
analizar la CID: las teor
teorías sobre el desarrollo y las organiz
anizaciones
internacionales; dado que el Comité ha tenido un rol fundament
ental en la
elaboración de los ODS y ffija los parámetros a partir de los cuáles
les se mide
la Ayuda Oficial al Desarroll
rrollo (AOD).
En el actual contexto de
e pa
pandemia, además del monitoreo de la cooperación
coop
que sus miembros están
stán brindando alrededor del mundo, emitió
em
un
comunicado apoyando la la
labor de los organismos especializados
s de ONU, y
de foros como el G-20 y el G-7; y estableciendo algunos lineamient
ientos de la
CID para terminar con la propagación del coronavirus. Entre
En
los
lineamientos expresados
os s
se sostiene como fundamental la ayud
yuda a los
países menos desarrollados
ados, no sólo para sortear el escenario de
e pandemia
pa
sino también en la recupe
uperación económica posterior. También se plantea
como relevante el papel
el del
de sector privado, de los bancos multilat
ltilaterales y
de organización de la sociedad
soci
civil (OCDE, 2020). En principio
io parecería
p
que el CAD mantuvo los
s lin
lineamientos de su accionar en comparació
ación con la
situación previa a la pande
ndemia, aunque con algunos matices dado
do e
el apoyo
que les ha prestado a los organismos de Naciones Unidas, que
ue están en
oposición a lo sostenido
o po
por países como Estados Unidos y el Rein
Reino Unido
(en menor medida) al resp
respecto de la supuesta complicidad entre
re la OMS y
China para ocultar los inicio
nicios de la pandemia.
China, país donde comenzó
enzó el brote de coronavirus, viene siendo
o uno
un de los
mayores cooperantes a ni
nivel bilateral durante la crisis sanitaria
ria mundial.
m
Donaciones de suministro
istros médicos, intercambio de experienc
iencias con
personal de salud extranje
anjero y envío de equipos de médicos y pers
personal de
salud a diversos países han sido las formas que tomó la cooperació
ación china;
además de la participación
ación activa en los diversos foros multilate
ilaterales. A
diferencia del accionarr de la UE, la cooperación china alcanza
nza a una
variedad de países en cua
cuanto a su nivel de desarrollo socio-eco
económico:
desde Alemania, pasando
do por México hasta la Unión Africana. Es decir, la
cooperación internacional
al d
de China no ha sido sólo CID sino que tam
también ha
involucrado ayuda humanit
anitaria a países con altos niveles de desarr
sarrollo. En
este punto no puede dejar
ejar de mencionarse la iniciativa del país asiático
asi
de
la Franja y la Ruta de la
a Se
Seda (conocida como OBOR, “One Belt, One Road”),
que también tiene su répli
réplica en el ámbito de la salud. La iniciativ
iativa OBOR
consiste en unir Asia con
nÁ
África y Europa a través de una serie de
e proyectos
pr
de infraestructura que
e a
aseguren las rutas comerciales marít
arítimas y
terrestres, como así tamb
mbién el desarrollo de las provincias del
el Norte
N
de
China. En el 2015, la Comi
omisión Nacional de Salud y Planificación Familiar
Fam
de
China elaboró un plan trien
trienal42 para la cooperación en materia de salud
s
en
el marco de la iniciativa
tiva OBOR que contemplaba el desarrollo
rollo de un
42
Puede consultarse la
a v
versión en inglés en la siguiente págin
ágina web:
http://www.chinadaily.com.cn
.cn/m/chinahealth/2015-12/18/content_227744
74412.htm
81
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
mecanismo de cooperación
ción, el control y prevención de las enferm
fermedades
infecciosas, el desarrollo
llo de
d capacidades en materia de salud,, respuesta
re
rápida y ayuda en emergen
rgencias, medicina tradicional, sistemas y políticas
pol
de
salud. En el contexto de
e pa
pandemia, la idea de una Ruta de la Seda
da e
en Salud
resurgió en una conversació
sación telefónica entre Xi Jinping, presidente
nte chino, y
Giuseppe Conte, primerr m
ministro de Italia. Esto no fue casuall dado
da
que
Italia se sumó a la iniciativ
iativa OBOR en el 2019, proyectando la cons
construcción
de dos puertos en Trieste
ste y Génova. La Ruta de la Seda en Salud
alud podría
decirse que ya está activa
tiva considerando la cantidad masiva de donaciones
don
(y ventas) de suministros
ros médicos que ha realizado China en los últimos
meses a países de África,
a, América
A
Latina, Europa y Asia; por vía terrestre
ter
y
también aérea.
En América Latina, un act
actor para destacar en la cooperación bila
bilateral ha
sido Cuba. El país carib
aribeño, que cuenta con un gran desarr
sarrollo en
cuestiones de salud, env
envió equipos de médicos a países del
el Caribe,
Sudamérica, Asia y África.
ica. La cooperación cubana debe ubicarse
e dentro
de
de
la categoría de cooperación
ción sur-sur, dado que tanto Cuba como
o su
sus socios
cooperantes son países en vías de desarrollo.
Otra dinámica interesante
ante de la CID durante la pandemia ha sido la
presencia de actores priva
rivados en las acciones de cooperación.. Empresas
Em
como Huawei y fundaciones
ones como la de Bill y Melinda Gates y la de Jack
J
Ma,
dueño de Alibaba, han cobr
cobrado un rol protagónico. Por un lado, Huawei
Hua
y la
fundación de Jack Ma dona
onaron suministros y equipamiento médico
ico a países
de todos los continentes.
es. Por
P
el otro, la fundación de Bill y Melind
linda Gates
decidió aumentar sus don
donaciones a la OMS luego de que Donald
nald Trump
retirara el financiamiento
to e
estadounidense a dicha organización.. Du
Durante la
pandemia del coronavirus
virus también surgieron algunas experien
riencias de
cooperación que involucra
lucraron a actores subnacionales, en particular
part
a
ciudades con acuerdos de hermanamiento. Las donaciones de suministros
sum
médicos y el intercambio
io d
de experiencias entre el personal de salud
alud fueron
las formas más comunes
nes que tomó esta cooperación, siendo
o chinas
c
la
mayoría de las ciudades
es q
que ofrecieron donaciones a ciudades hermanas.
he
En ambos casos, coope
ooperación de actores privados y de actores
subnacionales, aparece Chi
China como actor que lidera.
Haciendo un balance de
e lo hasta aquí expuesto puede observarse
rse que las
características principales
les del sistema internacional de coopera
peración al
desarrollo se mantienen,
n, e incluso algunas se profundizan. Por un lado, la
mayor presencia de China
hina en la CID continuó manteniéndose du
durante el
contexto de crisis sanitaria
aria, e incluso su accionar viene siendo mucho
muc
más
global que el de la Unión
ión Europea, principal socio cooperante del mundo.
Por otro lado, el fenómen
meno de la cooperación sur-sur se hizo
o vi
visible en
América Latina por el acci
accionar cubano, aunque no ha sido una
na d
dinámica
prevaleciente durante la pandemia.
pa
Esto puede deberse a las restr
restricciones
presupuestarias que presen
esentan muchos países del Sur y al nivell en que se
vieron afectados por el c
coronavirus. Además, la presencia de actores
privados en la CID vuelve
elve a observarse durante la pandemia e incluso
in
se
vuelve indispensable en
n al
algunos escenarios, lo que parecería confirmar
conf
la
tendencia al ascenso de
e la participación de actores no estatales
s en la CID.
El rol del CAD y de sus
us m
miembros durante la crisis sanitaria se observa
disminuido. Mientras que
e la Unión Europea y Japón decidieron contin
ontinuar con
82
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
la provisión de ayuda hu
humanitaria en este contexto pero cent
entrada en
regiones vecinas (Europa
ad
del Este y África para Europa, ASEAN para
ara Japón),
Estados Unidos retira finan
inanciamiento clave para organismos interna
ernacionales
y aumenta las tensiones
s co
con China al acusarla de disfrazar los núm
números de
infectados y afirmar que
e el virus se originó en un laboratorio en la ciudad
ci
de
Wuhan. En suma, el esce
scenario de pandemia por el coronavirus
us más
m
que
cambios ha confirmado ten
tendencias que se venían manifestando previamente
prev
en el sistema internacional
nal de CID.
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83
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
ACTORES
AC
CEN
CENTRALES
84
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
La política
ca internacional
in
china
ina e
en
los tiempos
pos del COVID-19. Retos
Reto
ante una
na coyuntura
c
compleja
leja
Carla
rla O
Oliva43
El COVID-19 ha generado
do una crisis sanitaria y económica a escala
cala global.
Si bien los científicos aún
ún no han precisado las causas de su surg
urgimiento,
sabemos que el fenómeno
no epidemiológico se detecta inicialmente
e en Wuhan,
una ciudad de 11 millones
ones de habitantes en la provincia china
a de Hubei,
donde hacia finales de 2019
201 se manifestó un nuevo coronavirus
s altamente
al
contagioso. Esta crisis san
sanitaria expone a China a cuestionamient
ientos que,
más allá de las discusiones
ones acerca de su asidero, suponen nuevos
os retos en
materia de política internac
rnacional para la conducción política del país.
aís.
No obstante, la coyuntura
ntura generada por la misma no ha alter
alterado las
tendencias preexistentes
tes en el escenario internacional. Entre
ntre ellas,
consideramos como centra
ntrales a los fines de este artículo, el pro
proceso de
transición y la reconfigurac
uración del orden mundial, en el que China
ina emerge
como potencia global con capacidades e intereses propios. Asim
simismo, la
pugna hegemónica previa
via entre Estados Unidos y China persiste
siste, ahora
atravesada por la pandemia
emia-y la campaña electoral estadounidense
nse-, que le
dan nueva forma, reforzand
zando las tensiones ideológico-políticas.
En este artículo analizamo
amos la política internacional china en tiempos
tiem
del
COVID-19 en función de
e tr
tres ideas centrales. La primera idea es q
que esta
crisis no altera la política
ca in
internacional china en términos de protag
otagonismo,
objetivos, principios y visio
isiones que orientan el accionar externo del gobierno
g
del presidente Xi. Esto
o se debe tanto a la continuidad característi
rística de la
política internacional china
ina como a la impronta personal del presiden
idente. Una
de las cuestiones que pond
pondrá a prueba esta coyuntura es si China
ina tiene la
disponibilidad para asumir
mir su responsabilidad internacional acord
corde a sus
capacidades globales.
La segunda idea es que China consolida su campaña comuni
unicacional
destinada a promover su
u si
sistema de gobernanza nacional y su propu
ropuesta de
gobernanza mundial. En
n m
medio de la pandemia Beijing refuerza su apuesta
por la retórica enfatizand
ando la superioridad de su sistema polític
ico y del
modelo de gobernabilid
bilidad alternativo formulado para el sistema
internacional.
La tercera idea es que el COVID-19 afecta principalmente al soft power44
(poder blando) chino. Beijin
eijing viene apuntalando su soft power desde
desd 2004,
43
Magíster en Integración y C
Cooperación Internacional. Coordinadora del Grupo de
Estudios sobre China y Arge
Argentina (GECHINA). Universidad Nacionall de Rosario
(UNR). Rosario, Argentina.. Co
Correo electrónico: carlaoliva@yahoo.com
44
“…el soft power es la habil
abilidad para conseguir lo que uno pretende mediante
me
la
seducción, y no por medio de la coerción o el pago. Surge del carácter atractivo
atr
de
la cultura, de la política o los iideales políticos de un país…” (Nye, 2005)
85
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
en el marco de la estrategi
tegia de Desarrollo Pacífico como doctrina
a de política
exterior. En relación a e
este tema, sostenemos que la finalidad
lidad de la
diplomacia cultural, esto
to es, aumentar el atractivo a los ojos
os d
de otros
influyendo positivamente
te en la opinión pública y en las élites
lites en el
extranjero, se ha visto dañada
daña
por la coyuntura actual.
La política internacional
nal de China en el gobierno de Xi Jinpin
inping y su
interacción con la crisis
isis s
sanitaria
Desde 2004, el Desarrollo
rollo Pacífico -con eje en la noción confuc
nfuciana de
armonía- es la doctrina
a q
que guía la política exterior. Esta surge
surg como
respuesta a las teorías de lla “amenaza china” postulando que el país llegará
a la condición de potencia
ncia mediante el crecimiento, la modernizac
ización y la
integración a la economía
ía mundial,
m
sustentada en innovaciones tecnológicas
tecn
e institucionales. Esta opc
opción se presenta como diferente a la d
de otras
potencias coloniales dell pa
pasado, cuya posición se basó en el saque
queo de los
recursos de otros países.
s. El Desarrollo Pacífico supone una continuid
nuidad en la
defensa de los Cinco Princ
Principios de Coexistencia Pacífica, tradicion
cional en la
política internacional china.
ina. Coincidimos con Moncada Durruti (2011
011:10) en
que la doctrina presenta
a pr
principios alternativos de gobernabilidad
d gl
global con
pretensiones de validez uni
niversal.
Bajo la presidencia de Xi Jinping iniciada en 2012, es no
notoria la
determinación por sostener
ener una política exterior basada en el énfas
nfasis en el
interés nacional, directam
tamente enlazado con el desarrollo económ
onómico de
China y, consecuentemen
ente, con la paz mundial y la unidad
d territorial
te
nacional.
Además, el gobierno de
e Xi marca una nueva etapa en términos
s de política
internacional en tanto pro
profundiza las decisiones y acciones desti
estinadas a
fortalecer el protagonismo
mo del país. Nos encontramos ante una Chin
ina con la
ambición de posicionarse
se c
como centro del sistema internacional,
l, que
q
pone
fin a los esfuerzos de mode
odestia y al bajo perfil característicos dell den
denguismo.
Para ello, se nutre de visio
visiones relacionadas con el lugar central
al que
q
debe
ocupar China en el orden
en mundial en función de su herencia cultu
ultural y de
sus aportes científicos y te
tecnológicos a la humanidad. En este nuevo
nue
ciclo,
el orgullo nacional porr la superación del atraso y la humillación
ión colonial
asume la forma de patriotis
iotismo, el cual es incentivado desde el gobie
obierno.
En palabras del presidente
nte
ahora más que en
n cu
cualquier otro período de la historia estamo
amos
más próximos al obj
objetivo de la gran revitalización de la nació
ación
china, más que en cualquier período de la historia contamo
amos
con la confianza y la capacidad para materializar ese objetiv
jetivo
(Xi, 2014: 44)
La revitalización de la gran
ran nación china constituye el sueño más
s grandioso
gr
de la nación en la era mod
moderna. Ese sueño aglutina “los deseos
s de
d varias
generaciones de chinos,, en
encarna al conjunto de los intereses de
e la nación
china y su población y repr
representa el anhelo común de todos los
s hij
hijos de la
nación” (Xi, 2012: 44). La esencia del sueño chino reside en la prosperidad
pros
y la fortaleza del país,, el fortalecimiento de la nación y la felic
felicidad del
pueblo. Esta concepción
ón s
se sustenta en el patriotismo, la reforma y la
innovación.
86
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
De acuerdo con la noción
ón d
del sueño chino, su realización beneficiará
iará no solo
a su pueblo sino también
én a los demás pueblos del mundo. En tanto
nto vivimos
en un entorno globalizado
zado e interdependiente, estamos en ell momento
m
oportuno para establecer
er re
relaciones mutuamente beneficiosas basad
asadas en la
cooperación. En concordan
dancia con lo anterior, el Libro Blanco dell Desarrollo
De
Pacífico sostiene que “El
El desarrollo de China no puede separa
pararse del
desarrollo mundial y la p
prosperidad y estabilidad mundiales no pueden
separarse tampoco de Chin
China” (Ministerio de Relaciones Exteriores
s de
d China,
2011). Por lo tanto, desd
esde la perspectiva china es posible conc
concebir un
sistema de relaciones in
internacionales basado en el win-win,, también
definido como ganancia com
ompartida.
Las iniciativas de la Nueva
eva Franja y Ruta de la Seda (OBOR por sus
us siglas
s
en
inglés), el Banco Asiático
ico en Inversión e Infraestructura (AIIB) y e
el Nuevo
Banco de Desarrollo son
n la expresión más acabada de las pretensi
ensiones de
protagonismo internaciona
ional de China. Entendemos a estas pro
propuestas
institucionales alternativa
tivas como un complemento a los principios
p
alternativos a la goberna
ernabilidad global presentados en la Doct
Doctrina de
Desarrollo Pacífico.
Xi ha dejado en claro que
ue se inicia un nuevo capítulo en la constru
strucción de
la diplomacia china, en el cual es determinante la comprensión
n de que el
país se encuentra ante
nte una oportunidad. De acuerdo con
on Malena
(2016:135), el diagnóstico
tico de los analistas chinos sostiene que
e el mundo
transita por una oportunida
nidad para construir un nuevo orden. Pese
se a ello, se
reconoce la preocupación
ón que
q
genera en occidente el crecimiento de China y
su transformación en un
n actor
ac
poderoso.
En esa dirección podríamos
mos interpretar la política de Trump quien,
n, desde
d
su
asunción como presidente
nte de Estados Unidos, inició una “guerra
a comercial”
co
con la imposición de limi
limitaciones a productos chinos. En realida
alidad, esta
contienda encubre una luc
lucha por la hegemonía mundial. Ante la re
reducción
de la brecha por el avance tecnológico de China, la respuesta
re
estadounidense se ha ex
exteriorizado mediante una retórica agresiva
agr
y
políticas inconsistentes.
El estallido de la pandem
demia abre una nueva ventana a la verborragia
ver
discursiva de Trump, quien
uien comienza a hablar de “virus chino”” y plantea
dudas sobre el accionar
ar d
de la Organización Mundial de la Salud
lud (OMS),
sugiriendo una supuesta
ta c
connivencia con Beijing. Según su argum
gumento, la
falta de transparencia de C
China y la OMS impidió valorar la magnit
gnitud de la
amenaza.
Avanzando un paso más
s e
en su estrategia de confrontación con Bei
Beijing, un
senador cercano al preside
sidente estadounidense presentó un proyect
yecto de ley
para permitir que las vícti
víctimas de la pandemia demanden directam
ctamente al
gobierno chino ante tribu
tribunales estadounidenses. La propuesta
sta supone
retirar al gobierno chino
no su
s inmunidad soberana y ayudar a ase
asegurar el
dinero de ese gobierno par
para las víctimas de Estados Unidos. Pensam
nsamos que
se trata de un ardid po
político en un contexto de campaña
a e
electoral,
puntualmente porque ell de
desempleo originado por la crisis económi
ómica en el
marco del COVID-19 amen
menaza las posibilidades de reelección de Tru
Trump. De
esa manera, focalizando
do la mirada en el “enemigo externo”” distrae
di
la
atención de su propia opinió
pinión pública.
87
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Como veremos en los apart
partados siguientes, el gobierno de Xi ha res
respondido
a esas acusaciones, pero
ro e
ello no impidió un cierto deterioro de
e la imagen
internacional de China.
Trump es la cara más visib
visible de los reclamos a China por la expan
pansión del
nuevo coronavirus. Sin em
embargo, no es la única. Desde el periódico
dico alemán
Bild, hasta particulares
s en diferentes lugares del mundo están
n buscando
b
culpables y China concent
centra las miradas en torno a los pedidos
dos de que
asuma la responsabilidad
ad internacional por el COVID-19. A la
a lu
luz de la
respuesta interna -basada
da en un férreo control y un dinámico accion
cionar en el
nivel sanitario y tecnológic
lógico- y de la acción internacional -centrad
trada en la
cooperación-, nos pregu
eguntamos hasta qué punto esos pedidos
pedi
de
responsabilidad hacia China
hina no ocultan la inacción de muchos gobier
biernos que,
advertidos de los aconte
ontecimientos de Wuhan, no tomaron
n medidas
inmediatas.
Por otra parte, la pandemia
emia tiene efectos dramáticos en la economí
omía, tanto
por el endeudamiento de lo
los gobiernos para afrontar el problema
a sanitario,
s
como por la retracción de la economía mundial, principalmente a raíz
ra de la
caída de la actividad en
n Ch
China. No obstante, las señales de una
a incipiente
in
recuperación económica
a e
en el país asiático pueden hacer pensa
ensar en la
posibilidad de una salida
am
más suave de la crisis.
acional
La campaña comunicacio
Desde sus inicios el gobi
gobierno de Xi se ha embarcado en una intensa
campaña comunicacional
onal encaminada a generar conocimie
cimiento y
entendimiento para aum
aumentar su poder comunicativo-cultura
ltural. Esta
campaña se realiza median
diante discursos y opiniones de representa
ntantes del
gobierno, a través de
e sus
su medios oficiales de información y de sus
diplomáticos en las redes
rede sociales. El fortalecimiento de la retórica
internacional se suma a otr
otras estrategias dirigidas a fortalecer su soft
so power.
Ante la pandemia, las autor
utoridades chinas se muestran notablemente
ente activas
en el nivel comunicativo,
ivo, afianzando su narrativa y respondiend
iendo a los
cuestionamientos sobre
e su gestión de la crisis. Como ejemplo
plo de ello
podemos citar el comunica
nicado emitido por la embajada china en
n A
Argentina
respondiendo a lo que
e c
consideran rumores. El mismo alude
e a teorías
conspirativas fundadas en lla intención de perjudicar a su país a través
trav de la
“epidemia de la informa
rmación” (Embajada Argentina en China,
ina, 2020).
Adicionalmente, presenta
ta u
una refutación basada en argumentos cien
científicos y
hechos que la respaldan.
an. En línea con lo anterior, los medios
os estatales
e
chinos viralizaron un video
ideo animado inusualmente agresivo en
n el que se
burlan de la respuesta estadounidense
esta
al nuevo coronavirus (China
hina Xinhua
News, 2020).
Esta contraofensiva comun
municacional aparece como respuesta a lo p
percibido
como una campaña antii ch
china. Estamos ante una disputa retórica
a entablada
en
principalmente en medio
edios digitales, en un ambiente de bombardeo
bom
informativo, teorías conspi
spirativas cruzadas y fake news.
En cuanto a la promoción
ción de su sistema de gobernanza naciona
ional, en la
coyuntura actual la propag
opaganda oficial muestra la construcción en tiempo
récord de hospitales; las conferencias de sus especialistas aseso
esorando a
colegas de otros países;; los recursos médicos y tecnológicos despleg
plegados en
88
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Wuhan y la ayuda mater
aterial y logística enviada al exterior. Xi ha sido
explícito en este sentido
o a
al mencionar que “Los resultados de la labor
l
de
prevención y control han
an vuelto a demostrar las notables ventaja
tajas de la
dirección del Partido Co
Comunista Chino y el sistema socialis
cialista con
características chinas” (Ekm
(Ekman, 2020).
La apreciación anterior es coincidente con la visión de los dirigente
ntes chinos
sobre el empantanamiento
ento de las democracias liberales occidentale
ntales, cuya
naturaleza antagonista llev
lleva a los países a la crisis y el caos (XIX
IX Congreso
C
Nacional, 2017). Contraria
ariamente, en su opinión, el estilo de “democracia
“dem
consultiva” desarrollado
o po
por China resuelve los problemas de la p
población
sin caer en las trampas
s vi
vinculadas a los controles, equilibrios de poder y
grietas propias de occident
dente. Las alocuciones anteriores y posterio
eriores a la
pandemia dan cuenta de la continuidad en la campaña comuni
unicacional
destinada a promover ell sis
sistema político chino.
En lo relativo a la gobernan
rnanza global, Xi ha transformado a la visión
visi
de la
“Comunidad de destino co
compartido para la humanidad” en el pilar
pila de su
política exterior dado que
ue e
es el enunciado en torno del cual giran
n todas
to
sus
propuestas de buena gob
gobernanza para las relaciones internacion
cionales de
cuño chino. En su planteo
teo el presidente sostiene que “…debemos
s u
unir a las
personas de diferentes pue
pueblos, diferentes creencias, diferentes
s culturas
cu
y
diferentes lugares para
a co
construir juntos dicha comunidad” (Con
oncepto de
comunidad, 2018).
La apelación a un mundo
do m
multipolar más inclusivo, seguro y estab
table busca
predisponer positivamente
nte a los otros países y crear un clima inter
nternacional
favorable para lograr la a
aceptación de su liderazgo. A la vez,
z, China
C
se
asegura la continuidad
d de su desarrollo económico, el cual,
cual como
mencionamos más arriba,
ba, es el interés nacional fundamental del
el gobierno
g
de Xi.
En el contexto de la pandem
ndemia, el embajador chino en el Reino Unido
Unid aludió
a la “Comunidad de destino
stino compartido para la humanidad” y señal
eñaló que la
batalla contra el COVID
VID-19 muestra la urgencia de avanzar
zar en su
construcción. En este senti
entido, observamos cómo en una situación
ión de crisis
China considera a su propo
oposición como superadora para el orden mundial.
mu
La afectación al soft pow
power chino
La diplomacia cultural ha d
desempeñado un papel relevante desde
de la misma
creación de la República
lica Popular en 1949, cuando se favorecie
recieron los
intercambios de escritore
tores y otras personalidades con la final
finalidad de
generar un acercamiento
to entre los pueblos. No obstante, recién a partir
p
de
la década de 2000, en consonancia con su emergencia global,
glo
las
autoridades despliegan
n u
una amplia red de recursos orient
ientados a
desempeñar un papel noda
odal en la construcción de la imagen internac
rnacional de
China mediante la exaltaci
ltación del pacifismo y la búsqueda de un
n de
desarrollo
conjunto.
Jintao (2002-2012) introdujo un discurso
rso político
El ex presidente Hu Jinta
inspirado en ideas de la cu
cultura tradicional china. Entre ellas sobre
obresalen la
evocación a las máximas
as c
confucianas (“no hagas a otro lo que no quieres
para ti mismo”; “quien ayu
ayuda a otros se ayuda a sí mismo”) y a la noción
n
de
armonía, central en el conf
confucianismo. El signo distintivo de su gobierno
gob
ha
89
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
sido la recuperación de
del Nuevo Confucianismo, una corrie
rriente de
pensamiento neoconservad
rvadora que aboga por la revitalización de
e la cultura
tradicional china identifica
ificada con la moral confuciana (Moncada
da Durruti,
2011: 10).
El legado cultural de la civi
civilización sínica es objeto de orgullo nacio
acional y su
difusión en el exterior favo
favorece la transmisión de una imagen posit
ositiva cuya
finalidad es asistir al ascens
censo chino. Cumpliendo su doble rol como
o factor
f
de
cohesión interno y expre
xpresión de la identidad-superioridad exte
externa, el
recurso a la cultura se int
intensificó a partir del gobierno de Hu y continúa
c
ocupando un lugar privile
ivilegiado en la presidencia de Xi. Según
gún Montiel
(2010: 8), se trata de un p
poder intangible que cimienta la capacida
cidad de un
Estado para señalar su pres
presencia en el mundo. Así, un país puede
de persuadir
p
–es decir, atraer y convenc
vencer- acerca de la conveniencia de sus
s valores,
va
al
punto de aceptar la modificación
mo
de una conducta determina
minada. La
movilización de los recurs
cursos intangibles con los que cuenta un país se
traduce en capacidad de
e inf
influencia. Por lo general, la capacidad de a
atracción,
propia del poder simbólico,
lico, conduce a la aceptación de posturas que intenta
defender un país, sin recurr
currir a prebendas o a la disuasión.
Hasta la crisis originada
ada por el COVID-19 podíamos afirmar
ar que la
estrategia china estaba dando
da
buenos resultados. Asistíamos a un proceso
gradual pero constante
e de aceptación de las percepciones y los valores
chinos. Esto no significa
ca que
q
no hubiera actores reticentes, sino que se
venía construyendo un poder
pod simbólico sobre la base de la organiza
nización de
eventos deportivos y cultur
lturales, intercambios educativos, ferias, ent
entre otros.
Esas herramientas culturale
rales han generado lazos de empatía y conoc
onocimiento
en el exterior.
A partir de la pandemia,
ia, el soft power chino ha sido afectado,
o, e
en tanto
asistimos a un retroceso
so e
en la imagen internacional del país. Las críticas
están fundadas en la demo
emora en informar sobre la nueva enfermed
medad y en
las dudas sobre la transpar
parencia en las cifras de contagiados y enfer
nfermos.
La diplomacia china está
tá ttrabajando con la finalidad de mitigarr el daño al
soft power. Particularm
armente, lo hace enfatizando la cooperación
coop
internacional que está llevando
lleva
adelante mediante la donación de insumos
médicos, la difusión diaria
diar
de información sobre los avances
es para la
elaboración de una vacu
vacuna, la realización de puentes aéreo
éreos y la
organización de video conf
conferencias informativas con profesionales
les de otros
países, entre otros. Más
s recientemente,
re
la publicación de un Manu
anual sobre
la estrategia de respuesta
sta hospitalaria ante el brote del COVID-19
19 expresa
la idea de solidaridad china
hina.
Reflexiones finales
La singularidad china n
nos conduce a repensar todas las
s n
nociones
previamente aprehendidas
idas sobre la conducta de las potencias
cias en el
escenario internacional.. En este sentido, sus percepciones y respu
espuestas a
situaciones como la surgid
rgida a partir de la pandemia mantienen coh
coherencia
con los presupuestos antes
tes esgrimidos.
A partir de los escenarios
os a
abiertos por el COVID-19 el gobierno ha
am
mostrado
su determinación por sostener
sost
su protagonismo internacional.. Asimismo,
As
90
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
persiste en su campaña
ña c
comunicacional consolidando su visión
ón sobre
s
la
gobernabilidad.
En cuanto a los vínculos
s co
con Estados Unidos, las fricciones van en aumento
a
y podrían trasladarse a otr
otras dimensiones del vínculo. Algunas predicciones
pred
en ese sentido apuntan a llos riesgos para la estabilidad internacion
cional de un
desacople entre ambos y el aumento de tensiones que podrían mani
anifestarse
en un escenario pos pandem
ndemia.
En relación a la afectación
ión a
al soft power chino, nos preguntamos si ese
e daño
es provisorio o permanen
nente. Nos inclinamos por la primera opción
opc
por
cuanto Beijing sigue demos
mostrando consistencia entre su visión de
e un mundo
ordenado en función de
e patrones
pa
cooperativos e instancias multilat
ltilaterales y
sus acciones internacionale
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idad tendrá
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91
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Medidas inte
internas aplicadas por el
gobierno chin
chino ante la emergen
gencia
de
del COVID-19
María Sol Ybañe
añez45 y Florencia Gianina Bona
onanno46
La pandemia del nuevo cor
coronavirus, denominado COVID-19, ha oca
ocasionado
una crisis sanitaria interna
ernacional cuya gestión de parte de los
s gobiernos
go
nacionales se ubica en el centro de la escena. Consideramos que ante la
situación actual es muy imp
importante analizar el modelo de gestión de la crisis
de parte del gobierno chin
chino, que ha dado resultados muy favorabl
rables en la
contención de la enfermed
medad y da cuenta de las lecciones aprend
rendidas de
situaciones similares dell pa
pasado.
El nuevo coronavirus, surgido
surg
en China, no es el primero que aparece
apa
en
ese país, ya que a lo llargo de su historia ha enfrentado diferentes
di
epidemias. Si hacemos un repaso cronológico, desde mediados del siglo XX
nos encontramos con regis
egistros de cinco epidemias diferentes con
n epicentro
e
en China. Así, en 1957 apa
apareció en la provincia de Guizhou la denominada
deno
“Gripe Asiática” causada
a po
por el virus A (H2N2), la cual se extendió
dió más
m
allá
de sus fronteras y tuvo
vo una segunda oleada en 1958 que oca
ocasionó la
muerte de más de un mill
millón de personas. Más tarde, en el año
ño 1968,
1
se
manifestó la “Gripe de Ho
Hong Kong” consistente en una cepa de virus A
(H3N2). En 1997 se detectó
tectó la presencia del virus A (H5N1), conocid
ocido como
“Gripe Aviar”, que reapare
areció en el país asiático durante 2003 y 2013.
2
En
esta última instancia, la n
nueva cepa A (H7N9) terminó por exten
xtenderse a
Asia, África y Europa. De
Desde noviembre de 2002 hasta junio
io de
d 2003
irrumpió en el escenario
o in
internacional el virus SARS (Síndrome Respiratorio
Res
Agudo Severo) originado
do e
en la provincia de Cantón. El SARS terminó
term
por
convertirse en la “primera
era pandemia del siglo XXI”, mostrando además
adem
una
elevada capacidad patogé
ogénica y potencial letal en tanto ocasion
sionó 8.422
contagios y 916 muertes
es e
en 29 países de los cinco continentes.
s. La quinta
emergencia sanitaria que
e tu
tuvo que enfrentar China fue la Gripe A (H1N1)
(H
en
2009-2010, ocasión en la cual, si bien el virus se detectó en México,
Mé
el
primer caso en Asia tuvo
o lu
lugar en Hong Kong (Soteras, 2020).
La aparición del COVID--19
Hacia finales de 2019 Chin
China se convirtió nuevamente en epicentro
ntro de una
crisis sanitaria mundial.. Según
Se
la Organización Mundial de la Salud
alud (OMS),
45
Estudiante de la carrera
ra Relaciones Internacionales. Miembro del
el G
Grupo de
Estudio sobre China y Argenti
entina (GECHINA). Universidad Nacional de Rosar
osario (UNR).
Rosario, Argentina. Correo ele
electrónico: msolybanez@gmail.com
46
Estudiante de la carrera
ra Relaciones Internacionales. Miembro del
el G
Grupo de
Estudio sobre China y Arge
Argentina (GECHINA). Universidad Nacionall de Rosario
(UNR). Rosario, Argentina.. Co
Correo electrónico: florenciabonanno93@gmail.c
ail.com
92
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
el 8 de diciembre de 2019
019 se registró el primer caso del nuevo virus
vir
en la
ciudad de Wuhan, el deno
enominado SARS-CoV-2 (COVID-19) o coronavirus.
coro
Sin embargo, medios locale
cales de Hong Kong -fuertemente críticos res
respecto al
gobierno chino- como South
Sou
China Morning Post (Ma, 2020), han dado a
conocer supuesta informac
mación del propio gobierno chino, cuyo reg
registro del
primer caso de un paciente
nte con síntomas del coronavirus habría teni
tenido lugar
el 17 de noviembre de 20
2019. A su vez, han ido surgiendo otros
ros casos a
partir de los cuales se afirm
afirma que la enfermedad ya existía mucho
ho antes
a
de
estas fechas, incluso en otr
otros países.
Existen múltiples teorías
ías sobre las causas de la enfermedad.
d. Algunos
especialistas sostienen que la transmisión se dio a partir de murcié
urciélagos y
pangolines, mientras que
ue o
otros indican que es un virus artificiall creado
cr
en
un laboratorio. Sin emba
mbargo, aún no hay certezas por parte
arte de la
comunidad científica acerca
erca de cómo ni dónde surgió este virus.
Por otro lado, el 20 de enero de 2019 China declaró oficialm
ialmente la
epidemia como un brote
e al determinarse que la transmisión era de persona
a persona, y comenzó co
con la implementación de medidas intern
ternas para
evitar la propagación del coronavirus. Según el Banco Interameri
ericano de
Desarrollo (BID), el primer
er caso de COVID-19 fuera de las frontera
teras chinas
se confirmó en Tailandia
ia el 13 de enero y poco después otros caso
asos fueron
confirmados en Corea del Norte, Corea del Sur y Taiwán. Para
ra el
e 15 de
enero la expansión del viru
virus continuó en Estados Unidos, al presen
esentarse el
primer caso sospechoso
o de un hombre que había estado en Wuhan
han y luego
volvió a su residencia en Washington,
W
quien finalmente resultó positivo
po
el
20 de enero. Más tarde,, el COVID-19 se propagó al Viejo Continente
ente, siendo
Francia el primer país euro
uropeo en tener casos confirmados. Posterio
teriormente,
Italia también se convirtió
irtió en escenario del coronavirus (Stein y Valencia,
V
2020). Ante esta situació
ación, el Director de la OMS, Tedros
s A
Adhanom
Ghebreyesus, declaró el 3
30 de enero estado de emergencia inter
nternacional
sanitaria por posibles conta
ontagios del COVID-19 (Organización Panam
namericana
de la Salud, 2020). De esta
est manera, el coronavirus adquirió el car
carácter de
pandemia, la cual resulta
lta menester nombrar como “la segunda
a pandemia
pa
del siglo XXI”.
Adelantarse a la amenaz
naza
La OMS ha destacado en rreiterados comunicados el hecho de que todo el
aparato estatal chino reacc
accionó rápidamente, sin demora y apenas
as surgió
s
la
amenaza epidemiológica.
a. A fines de febrero el organismo dio a conocer
con
un
informe acerca de los más
s recientes descubrimientos sobre la evoluc
olución y la
expansión del virus (OMS,
MS, 2020). En el mismo especifica que al detectar
algunos casos de neumoní
onía de un origen bastante incierto en Wu
Wuhan, las
autoridades nacionales chi
chinas comenzaron a trabajar de inmedi
ediato para
prevenir una mayor exten
xtensión de la enfermedad y evitar así una futura
propagación masiva. Como
omo prueba de ello, el escrito detalla, ent
entre otras
cosas, cómo el Comité Cen
Central y el Consejo de Estado del Partido
o Co
Comunista
Chino trataron a la situac
ituación con la categoría de emergencia
ia n
nacional.
Además, el presidente Xi Jinping
Ji
en persona dirigió todos los trabaj
abajos y los
convirtió en la prioridad
d a
absoluta del gobierno. La OMS enfatiza
za q
que este
gran esfuerzo conjunto de
del gobierno chino en todos sus niveles (nacional,
(n
93
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
provincial, prefectura y co
condado o distrito) para brindar una
a respuesta
re
temprana frente al peligro
ligro que representaba el virus permitió
ió g
ganar un
tiempo invaluable.
Una de las resoluciones
es m
más tempranas estuvo vinculada, como
omo señala
Zhao (2020), al área
a d
de transportes. Avizorando la llegada
ada de las
vacaciones del Año Nuev
uevo Chino y el consecuente desplazami
amiento de
millones de habitantes
es que dichas festividades suelen implicar,
impl
el
Organismo de Control y Prevención
Pr
de la Epidemia de Wuhan dictaminó
dicta
el
cese de los servicios de
e tr
transporte de larga distancia, tanto aéreo
éreos como
ferroviarios.
Otra de las medidas más
ás significativas
s
fue la decisión de las autorid
toridades de
poner en cuarentena a la ciudad de Wuhan en vísperas de los ya
mencionados festejos. En los días sucesivos, se tomaron reso
resoluciones
similares para otras ciudad
dades cercanas de modo que, como explica
plica Buzan,
se puso en aislamiento
o un total de 56 millones de habitantes.. Si bien la
cuarentena también fue
e u
una medida adoptada posteriormente
e por
po otras
ciudades como Guangdon
dong, Shanghai o Beijing, fue en las
s ciudades
c
pertenecientes a la provinc
vincia de Hubei donde se puso en práctica de manera
más estricta y rigurosa.. En
Entendemos que las palabras pronunciada
iadas por Xi
Jinping durante su primera
era visita a Wuhan el 10 de marzo resumen
men la idea
central de las autoridades
es: “La batalla continúa, pero la victoria est
está cerca.
Una victoria de Hubei es una victoria de China”. Durante esta
ta etapa,
e
la
ciudad de Wuhan perman
maneció sin poder contactarse con ell exterior
ex
y
abastecida únicamente por un dispositivo masivo de alimentación,
ión, agua y
servicios médicos suministr
nistrado por el gobierno (Cybel, 2020).
La gestión del gobierno ch
chino le otorgó una importancia crucial a testear
t
a
la mayor cantidad de ciuda
iudadanos posibles. Como indica Centeno (2020),
(20
se
implementó la toma de
e te
temperatura obligatoria en los espacios
os p
públicos,
ordenando el aislamiento
nto por 14 días de las personas cuya temp
temperatura
estuviera dentro de los par
parámetros para dar positivo de COVID-19.
19. Por otro
lado, los protocolos espec
specíficos que se siguieron con los infect
fectados se
encuentran bien ilustrados
ados en una guía informativa sobre la experiencia
exp
clínica del COVID-19 elabo
laborada por un grupo de expertos médicos
cos chinos y
publicado por iniciativa de La Fundación Jack Ma y la Fundación Ali
Alibaba. El
documento detalla que
e en aquellos pacientes que eran derivado
vados a los
hospitales o asistían a los centros de salud por voluntad propia y cumplían
c
con los criterios de evalu
valuación de los casos sospechosos, se re
realizaban
pruebas de ácido nucleico
ico (NAT) para diagnosticar si existía efectiv
ectivamente
una infección por SARS-CoV
CoV-2. En caso de que la prueba resultara
ra negativa
n
se debía repetir el test pas
pasadas las 24 horas; si era negativa por
or segunda
vez y sus manifestaciones
nes clínicas no eran alarmantes, el pacient
ciente podía
recibir el alta. Si la prueb
rueba era positiva, los pacientes eran aislados
aisl
en
cuartos individuales con instalaciones necesarias para man
mantenerlos
confinados allí. El informe
ed
destaca el rol central que adquirió la colab
colaboración
interdisciplinaria en este
te proceso.
p
Como ejemplo de ello podemos
mos citar la
creación de un equipo de expertos con médicos de los departame
mentos de
Enfermedades Infecciosas,
as, Medicina Respiratoria, Medicina de Labor
aboratorio y
otras especialidades porr pa
parte del Hospital FAHZU.
94
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Implementación de las
as Nuevas
N
Tecnologías
China no desperdició la opo
oportunidad para hacer alarde de todo el desarrollo
de
e inversión que viene rea
realizando desde hace décadas en el área
áre de la
tecnología y la innovación
ción, implementado muchos de esos avance
ances en la
lucha contra la epidemia.
ia. Uno de ellos fue el sistema QR utilizad
lizado en la
regulación de los movimien
mientos y los traslados de los habitantes.. Al instalar
en sus teléfonos una aplica
licación, los ciudadanos recibían un código
o QR
Q único.
Dicho código les asignaba
ba u
un color representado por los tonos dell se
semáforo:
el verde daba cuenta de
e una
un salud óptima y por lo tanto la movilidad
lidad estaba
permitida; el amarillo adv
advertía de un peligro moderado de contagio
con
y
obligaba a un confinamient
iento por 7 días; y el rojo señalaba un alto
lto riesgo
r
de
contagio y forzaba a perma
ermanecer en aislamiento por 14 días. Sii bien
bie en un
principio el uso efectivo de la aplicación constituyó un verdadero des
desafío, en
muchas ciudades se logró establecer su obligatoriedad para
a todos
to
los
transeúntes y exigir el esca
escaneo de dichos códigos telefónicos para
a ingresar
in
a
cualquier espacio público.
lico. Los datos cargados por los usuarios
os en el
dispositivo debían ser actualizados
actu
permanentemente, o de lo con
contrario el
dispositivo activaría el colo
color rojo y no se les permitiría movilizars
izarse. Otra
aplicación de similares cara
características fue desarrollada a fines de de
detectar si
los usuarios tuvieron contac
ntacto con posibles infectados.
En adición a esto, los
s drones comenzaron a sobrevolar las
s c
ciudades
enseñando el código QR de descarga de la aplicación para todos
os aquellos
ciudadanos que aún no lo habían hecho. El uso de drones por parte
part de las
autoridades nacionales se hizo habitual, y fueron utilizados tambi
mbién para
reproducir avisos por alta
altavoces e incluso, como mostró el porta
ortal Global
Times (2020) en un reciente
recie
video, para tomar la temperatura
tura de los
ciudadanos desde los balco
alcones de sus propias viviendas.
Otra de las tecnologías incorporadas
inco
fue la asistencia médica a la dis
distancia a
través de videoconferencia
ncias, que en palabras de Cybel (2020) colab
olaboró con
la detección temprana de casos. El Hospital de Xuhui se convirt
virtió en el
primer centro sanitario
io público de Shanghai aprobado para
ara ofrecer
asistencia sanitaria e inclus
cluso tratamiento a distancia.
Además, hubo una aplicac
licación intensiva de la robótica, algo nunc
unca antes
visto en la contención de u
una epidemia de esta magnitud. Como
o iindica la
agencia Bloomberg News (2020), el gobierno chino incentivó con
on s
subsidios
y otras prestaciones la com
compra de las camionetas de la empresa
a Neolix,
N
la
cual ofrece un servicio
io m
muy novedoso: el transporte autónomo
omo. Estos
vehículos cuentan con la particularidad no necesitar un condu
nductor, su
sistema driveless permite
ite un manejo robótico que reduce notablem
blemente el
contacto humano y con ello el riesgo de contagio. Las camionetas
as rrobóticas
han sido de mucha utilidad
dad para acercar suplementos de salud y provisiones
pro
a los hospitales de las
s z
zonas más críticas. Además, muchas
s em
empresas
(como Alibaba, Holding,, Meituan,
Me
Dianping, etc.) las emplearon para acercar
productos a los hogares
s qu
que habían realizado compras vía online.
ne. También
colaboraron con la desinfec
infección de la vía pública a través de la em
misión de
chorros de líquido desinfect
fectante.
95
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Pormenores y peculiarid
aridades ante una nueva forma de vivir
Como explica Aldama (202
(2020), una de las problemáticas más importantes
imp
para resolver fue la escasez
esc
de suministros y equipos de pr
protección
individual, principalmente
nte en el momento más crítico de la explo
xplosión del
virus. Este fue el caso part
particular de las mascarillas o barbijos, cuyo
uyo uso fue
decretado como obligator
atorio en muchas ciudades. El gobierno
no nacional
decidió entonces tomar cartas
car
en el asunto e impulsó la reanudació
ación de las
actividades de las fábricas
cas d
de barbijos con el objetivo de llevarlas
s al máximo
de su capacidad productiva
tiva en el menor tiempo posible.
Asimismo, se realizaron gra
grandes esfuerzos gubernamentales para
ra m
mantener
a la población informad
ada sobre las características del virus
irus y sus
manifestaciones, en particu
rticular a través de la difusión de folletos didá
didácticos y
muy gráficos que se distrib
tribuyeron en todo momento (Zhao, 2020).
Además, se hicieron enorm
normes esfuerzos para imponer nuevos hábitos
há
de
distanciamiento social entr
entre los habitantes, intentando convertirlos
irlos en una
nueva costumbre en las
s rel
relaciones sociales. La desinfección de las
as calles
c
fue
una de las disposiciones
es más notorias y conocidas, sobre todo
odo por su
importante repercusión
n e
en las redes sociales: imágenes de
e camiones
c
volcando sobre las acera
ceras litros de agua, así como de uniformados
unifo
realizando tareas de higieni
ienización, inundaron la mayoría de los porta
ortales web
y tuvieron una rápida virali
iralización.
Los próximos desafíos
s para
pa
China
Como consecuencia de las múltiples batallas sanitarias a las que China
Ch
tuvo
que hacer frente, las medid
edidas implementadas por el gobierno asiát
siático para
controlar las epidemias han ido mejorando con el paso del tiempo.
o. A su vez,
en base al recorrido plante
nteado podemos ver cómo toda la estructur
ctura social,
política y económica d
de China debió adaptarse y transf
ansformarse
drásticamente para benefic
eficiar la salud de la población.
Sin embargo, creemos
os que en un mundo donde existe una
u
alta
interdependencia entre los diferentes actores del escenario interna
ernacional y
gran parte de la economía
mía mundial depende de China, se conviert
ierte en un
deber para el gobierno
no del país asiático aumentar esfuerzos
rzos en la
securitización del área
a d
de salud para evitar futuros contagios
gios. Cabe
preguntarse entonces cómo
cóm se readaptará el país a este nuevo pa
paradigma
cuando se haya conseguido
uido derrotar finalmente al virus.
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RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
De espal
spaldas al mundo: la
administra
istración Trump ante
te el
nuevo esc
escenario mundiall de
pandemia
María Inés Gu
Gullo Maraví47 y María Florencia Ma
Marina48
Introducción
La pandemia del coronavir
avirus desafía al mundo entero. El virus del COVID19, generando la primera
era alarma de contagios en la ciudad de Wuhan,
China, se ha propagado alre
alrededor del globo, ningún país ha sido exceptuado
exc
de sus efectos. Lo que
e comenzó
co
siendo una crisis sanitaria ha
a generado
g
repercusiones en la econom
onomía mundial, así como en el mismo proceso
pro
de
globalización, ya que los países, reafirmando la soberanía nacion
cional, han
cerrado sus fronteras, disminuyendo
dism
los flujos comerciales y la circulación
cir
de las personas más allá de los límites nacionales. Los efecto
ectos de la
propagación del virus se
e ha
han hecho sentir en todas partes, y Estados
ados Unidos
no ha sido la excepción,, po
por el contrario, el país presenta un alto número
nú
de
contagiados, y gran cantida
tidad de muertes.
Por ello, el objetivo del
el a
artículo es analizar, de forma breve, la postura,
tanto nacional como intern
ternacional, del presidente Donald Trump en relación
a la crisis generada porr la propagación del COVID-19. Se consider
idera que la
postura anti-globalización
ón y la consigna America First que tanto marcaron
mar
la
campaña electoral del actu
actual presidente se encuentran muy prese
resentes en
las decisiones y accionar
nar de la administración frente al Covid-1
19 y sus
repercusiones. Trump sube
ubestimó los efectos y avance del virus, sobr
sobreestimó
la capacidad de Estados
s U
Unidos para lidiar con la pandemia, y opt
optó por la
confrontación con China,
a, da
dando así la espalda a la posibilidad de liderar
lide
una
cooperación internacional
al p
para superar la crisis sanitaria global.
La respuesta interna del presidente Trump al COVID-19
Donald Trump debe hacer
cer ffrente a un contexto interno complejo,, en un año
de elecciones presidencial
ciales, el coronavirus golpeó con fuerza
rza al país,
dejando gran cantidad de contagiados y muertos. Como consecue
ecuencia de
ello y del mal manejo que
ue iinicialmente se llevó adelante frente all av
avance del
47
Estudiante avanzada de la L
Lic. en Relaciones Internacionales. Auxiliarr alumna
al
en
la Cátedra Política Internacio
acional. Universidad Nacional de Rosario (UNR),
R), Rosario,
Argentina. Correo electrónico:
ico: gullo.ines@gmail.com
48
Estudiante avanzada de la L
Lic. en Relaciones Internacionales. Auxiliarr alumna
al
en
la cátedra Política Internacion
cional Latinoamericana. Universidad Nacionall de Rosario
(UNR), Rosario, Argentina.. Co
Correo electrónico: mflorenciamarina@hotmail.c
ail.com
98
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
contagio, el presidente est
estadounidense ha visto cuestionado su liderazgo
lide
y
capacidad para poder sobre
obrellevar una crisis de tal magnitud, al tiempo
tiem
que
tiene que lidiar con un
n sis
sistema de salud colapsado y una econo
onomía con
signos de recesión.
Estos aspectos no se deben
ben perder de vista ya que en noviembre se llevarán
adelante elecciones preside
esidenciales, y ellas se celebraran en un “e
“escenario
pos pandemia que determ
eterminará, en buena medida, la balanza
nza de las
preferencias del electorad
orado” y “sin duda, la irrupción no prevista
prev
del
coronavirus y el fuerte im
impacto que está teniendo en pérdida de vidas y
polarización política en EE. UU., puede cambiar por completo el resu
resultado de
las elecciones.” (Tirado,, Lajtman
Laj
y García Fernandez, 2020)
Ante este escenario, la ima
imagen que proyecta Trump es de suma importancia.
imp
Sin embargo, las tasas
s d
de aprobación del presidente han caído
aído. Según
Cilliza, de acuerdo a diferen
erentes sitios estadísticos, el índice de aprob
robación es
del 43%, lo que implica
plica que desde fines de marzo cayó 6 puntos
porcentuales, y se espera
era que esta brecha se continúe ampliando.
do. En gran
medida, las encuestas rem
remarcan que la principal razón de esta
ta caída
c
es
debido a la percepción neg
negativa que tiene la población en cuanto
o al manejo
de la crisis del coronavirus
irus (Cillizza, 2020).
Su imagen se ha visto per
perjudicada, el presidente de Estados Unido
nidos no ha
actuado con el liderazgo
o esperado.
es
De acuerdo a Joseph Nye (2020
020), frente
a las crisis se necesitan liderazgos
lide
que tengan la capacidad para ayu
ayudar a la
gente a formular y alcan
lcanzar sus metas, algo que el presidente
nte Donald
Trump no ha logrado. Tru
Trump subestimó los efectos y consecuen
uencias del
virus, por lo tanto no re
reaccionó al brote informando y educan
cando a la
ciudadanía; por el contrari
trario, priorizó la economía y los mercados
dos, afirmó
reiteradamente que ell virus
vi
estaba bajo control y que cualqu
alquier idea
contraria era una estrategia
tegia de los demócratas con el objetivo de
e criticar
cr
su
gestión (García Encina,
a, 2020). Sin embargo, el virus se propagó
rápidamente, y si bien
n se declaró situación de emergencia nacional,
naci
la
reacción fue tardía.
Esta situación ha dado lugar
luga a que recobre importancia el debate
te en
e torno
al sistema de salud no
norteamericano, un punto que los adversarios
adv
demócratas a Trump ve
venían proponiendo tratar en sus campañas
ca
presidenciales, principalme
lmente Bernie Sanders, que participó en las internas
demócratas, pero que actua
ctualmente se retiró y dio su apoyo al candid
ndidato Joe
Biden. En la actualidad,, e
en Estados Unidos, “30 millones de pers
personas no
poseen seguro médico,
o, y otros 40 millones sólo acceden
n a planes
insuficientes, con copagos
gos y seguros tan elevados que sólo pue
pueden ser
utilizados en situaciones
nes extremas” (García Encina, 2020),
), esto
e
ha
provocado que mucha gent
gente, por temor a no poder pagar las consu
onsultas, no
hayan acudido a los centro
ntros médicos para detectar si se habían contagiado
con
el virus. A su vez, en ell paí
país había una escasez de pruebas de diagn
iagnóstico y
durante más de un mes,
s, ca
cada estado debía enviar las muestras de posibles
contagios por correo post
postal a la sede de los Centros para ell Control
C
y
Prevención de las Enferme
rmedades en Atlanta, el único lugar autoriza
rizado para
realizar las pruebas (Vassal
ssallo, 2020).
Así mismo, a esta situació
ación deficiente del sistema de salud y ause
usencia del
gobierno federal se le debe
ebe sumar una situación económica compleja
pleja.
99
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
El gran problema
a es que ciertos esfuerzos que por lo demá
emás
resultan sensatos
s pa
para limitar la difusión de la COVID-19
19 —
confinamiento, dista
istanciamiento social, cierre de empresas
sas y
restricciones a los viajes— golpean duro a la economía
ía y
seguirán haciéndolo
olo por algún tiempo (Taylor, 2020).
Producto de ello, las inversi
ersiones disminuyen, el consumo interno se contrae,
y el índice de desempleo
o se incrementa.
En la semana que culminó
inó el 21 de marzo, un total de 3,28 mill
millones de
trabajadores estadouniden
idenses presentaron solicitudes de ayuda
ayu
por
desempleo (Bankia Estudi
tudios, 2020), además en una entrevista
ista con la
cadena financiera CNBC,
C, el asesor económico de la Casa Blanc
lanca Kevin
Hassett adelantó que la ta
tasa de desempleo alcanzará el 16% o 17%,
1
un
incremento significativo dado
dad que en marzo se registró el 4,4% (Belvedere,
(Be
2020). De acuerdo a la estimación del Departamento de Come
omercio de
Estados Unidos, el product
ducto interno bruto real del país se contraj
trajo a una
tasa anual del 4,8% en el
e primer trimestre; situación que la
a e
economía
estadounidense no había
ía experimentado
e
desde el cuarto trimestre
tre de 2008
(U.S. Department of Comm
mmerce, 2020).
Por lo tanto, es posible ded
deducir que este colapso del sistema de salud
salu junto
con la situación económica
ica por la que atraviesa el país, ha llevado
o a muchos
ciudadanos de EE.UU. a repensar y replantearse el funcionamie
amiento del
sistema de salud y el mal
al m
manejo de la crisis por parte del Gobierno
rno Federal.
Frente a ello, el precandida
didato demócrata a la presidencia, Joe Biden,
den, intenta
capitalizar los errores de la administración Trump, y presentar
tar así sus
propuestas para ganarr m
mayor apoyo político. Un ejemplo de ello
el
es la
presentación del “Plan par
para combatir el COVID-19 y para preparar
ararse para
futuras emergencias sanita
anitarias”, se trata de un ambicioso proyec
yecto en el
que propone una respuesta
esta decisiva por parte del sector de salud
ud pública
p
proponiendo la realización
ión de testeos gratuitos, la búsqueda de una vacuna
y un despliegue completo
pleto de los suministros, personal e insta
nstalaciones
necesarios-, así como de la economía -sugiriendo una remunera
neración de
emergencia para todos los afectados por el brote y brindando toda
da lla ayuda
necesaria a los trabajad
ajadores, las familias y las pequeñas
s em
empresas
afectadas por la crisis.. De esta manera, Biden, valiéndose de los errores
cometidos por el Gobiern
ierno, busca presentarse como un candid
didato que
ofrece el liderazgo que mu
muchos consideran que Donald Trump no
o fue
fu capaz
de tener.
Igualmente, a pesar de
e to
todo esto, no se debe dejar de mencio
ncionar que
Trump sigue contando
o co
con el apoyo de una parte importante
ante de la
ciudadanía, la cual consider
idera que la posición del presidente frente
e al COVID19 ha sido la correcta
ta. Una muestra del respaldo han
n sido
s
las
manifestaciones en diferen
rentes Estados, donde cientos de personas
nas salieron
a las calles con el objet
bjetivo de protestar contra el mantenimie
imiento del
aislamiento obligatorio, a la vez que llevaban consigo banderas de apoyo a
Trump. Los principales arg
argumentos son que el aislamiento es un atentado
a
contra la libertad así como
omo una restricción a la economía del país,
aís, ya que
aseguran que el cierre de lo
los negocios es un gran obstáculo y se requiere
req
la
“apertura” de la economía
ía (“Coronavirus
(
en EE.UU.”, 2020).
Entonces, el presidente
e d
de Estados Unidos se enfrenta a un
n e
escenario
interno complejo, donde
e el clima político se polariza, la economía
ía muestra
100
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
signos de debilidad, el sist
sistema de salud fracasa y la ciudadanía
ía e
está a la
expectativa del avance de llos acontecimientos y las medidas tomada
adas por el
gobierno para manejar la crisis.
c
La respuesta internacion
cional del presidente Trump al COVID-19
19
La respuesta brindada po
por Estados Unidos frente a la prolifera
feración del
coronavirus en su territo
rritorio fue tardía y titubeante. Inicialme
almente, el
presidente Trump, al igual
ual que otros líderes mundiales, se mostró
ró renuente
r
a priorizar esta temática
a y a identificarla como una grave amenaza
aza para su
sistema sanitario. Asimism
mismo, la falta de liderazgo federal llevó
levó a una
descoordinación entre los d
diferentes Estados que conforman el país
país, lo cual
generó que cada uno de
e el
ellos implementara políticas diferenciadas
das basadas
en el criterio de los gobern
ernadores. Los resultados de estos factores
res llevaron
a que crecieran las voces
oces críticas contra la administración gobernante,
gobe
fortaleciendo las divisiones
nes y tensiones políticas.
Ahora bien, de la misma
ma forma que la pandemia de Covid-19
9 afectó
a
el
desempeño interno del
el g
gobierno estadounidense, también lo hizo en
relación a su política exter
xterior, la cual no estuvo exenta de mome
omentos de
conflictividad y rispideces.
es.
Uno de los factores
es más notorios de presencia de actitudes
a
confrontacionistas está relacionado
rel
con las declaraciones efectua
ctuadas por
parte de distintos actores
res del gobierno estadounidense hacia la R
República
Popular China. El vínculo
culo entre ambos países, ya deteriorado
do por las
diferencias en materia de c
comercio bilateral, sufrió un mayor desga
esgaste tras
las acusaciones mutuas
as en torno al origen del virus. Desde
de el lado
norteamericano, figuras
s como
com el presidente Trump o el secretario
io de Estado
Pompeo, criticaron abierta
ertamente al gobierno chino por haber ocultado
ocu
y
manipulado información,
n, incluso
in
culpabilizándolo y responsabilizánd
izándolo por
no haber evitado la propaga
pagación global de la Covid-1949.
En la misma línea, ell g
gobierno liderado por Trump propinó
ó análogas
a
acusaciones a la Organizac
ización Mundial de la Salud (OMS). Sin emba
mbargo, en
esta ocasión la administra
istración fue más allá, al anunciar la sus
suspensión
temporal de su financiamie
amiento al organismo. Al mismo tiempo, se trató de
una de decisión que contrib
ntribuyó a perjudicar su relación con China.
a. E
En efecto,
Trump justificó la medida
ida argumentando que la OMS no sólo fracasó
fra
en
contener el brote de corona
ronavirus, sino que además era “cómplice”
e” d
de Pekín,
al supuestamente haberr defendido
de
al gobierno chino y convalidado
ado su falta
de transparencia (Mathus
us Ruiz,
R
2020).
El “golpe” asestado porr Tr
Trump a la OMS es sólo uno de varios
s ele
elementos
que evidencian la intención
ción de esta potencia de enfrentar el corona
onavirus de
forma individual y “puertas
rtas adentro”. A diferencia de lo ocurrido en el
e marco
de otras pandemias, como
omo por ejemplo durante la proliferación
n d
del Ébola
49
Mientras que Trump afirmó
rmó que el virus “Podría haber sido detenido
o en China”,
Pompeo fue más allá asegur
gurando que el gobierno de Estados Unidos
s cu
cuenta con
“pruebas” que establecen que
qu el nuevo coronavirus se originó en un
n laboratorio
la
ubicado en China (“Coronaviru
avirus: Donald Trump”, 2020; “Estados Unidos
s cuestionó”,
cu
2020).
101
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
entre 2014 y 2016, esta
ta v
vez Estados Unidos no ha intentado promover
prom
el
diseño e implementación
n de una solución global a la crisis sanitaria.
ria.
Frente a la expansión del virus, espacios multilaterales en los cuales
cua
este
país ejerce una manifiesta
iesta influencia, como el G7, el G20, e incluso
inc
las
Naciones Unidas, han pe
permanecido poco activos, produciéndo
ndose solo
algunas reuniones virtuale
tuales. Como resultado de ellas, el G7 y el G20
llegaron a acuerdos que
e re
redundaron, por ejemplo, en otorgar su ap
apoyo a la
suspensión temporal del servicio de la deuda de los países
íses pobres
(“Coronavirus: el G20”, 20
2020). Por su parte, si bien el Consejo de
e Seguridad
Se
se reunió a fin de debatir
tir so
sobre el abordaje a la crisis de COVID-19,
19, hasta el
momento no se ha logra
grado la aprobación de ninguna resolució
ución en la
materia. Ello indica que
e las medidas que han sido tomadas en el m
marco de
estos espacios han sido
o es
escasas e insuficientes, al tiempo que demuestran
dem
la baja proactividad estadou
adounidense.
La falta de voluntad de Es
Estados Unidos de erigirse como líder glob
global en la
contención de la pandemia
mia se ve reflejada no sólo en su pasividad
dd
dentro de
instituciones del orden mundial,
m
sino también en el hecho de que sus
políticas sanitarias para
a ge
gestionar la proliferación del virus no han tenido
buenos resultados hasta
a el momento. En este sentido, el país está
stá lejos de
contar con un modelo “exp
“exportable” de contención del virus y de manejo
ma
de
la crisis consecuente, lo cu
cual fue puesto en evidencia a fines de abril del
2020, cuando la cifra de personas contagiadas alcanzó el millón
llón (Peirón,
2020).
Asimismo, si bien el país
ís de
del Norte incrementó sustancialmente, en términos
t
cuantitativos, sus aportes
rtes financieros a la asistencia mundial
al s
sanitaria,
humanitaria y económica
mica provista a sus socios en el extranjero
ex
(Departamento de Estado
do d
de Estados Unidos, 2020), sus contribucio
uciones han
quedado en cierta forma
rma opacadas por el fuerte crecimiento
ento de la
cooperación internacional
nal provista por China. En el caso de este
ste Estado,
resulta más notoria su
u di
disposición a mejorar su imagen interna
rnacional a
partir del envío, a numeros
erosos países del mundo, de insumos de toda
tod índole
para prevención y trata
ratamiento del COVID-19. Ahora bien,
n, e
en esta
oportunidad, Estados Unido
nidos ha evitado erigirse como proveedorr de bienes
de distribución pública, rol que iría a contramano de una realidad
d que
qu debió
enfrentar su sistema de
e sa
salud en algunas partes del país: la insufic
suficiencia o
carencia de recursos human
manos y materiales.
Este último factor impulsó
lsó a
al gobierno de Estados Unidos a tomarr la decisión
de prohibir la exportació
ación de instrumentos considerados esen
senciales y
escasos para hacer frente
nte al virus, como respiradores, máscaras,
as, barbijos
protectores, guantes (Dom
omínguez y Pan, 2020). Aunque este país
aís no es el
único en haber implement
entado restricciones a este tipo de export
portaciones,
esto implica que la adm
administración incurrió en otra medida
a d
de corte
proteccionista con consecue
ecuencias poco favorables al comercio interna
ernacional.
Finalmente, cabe destacar
car que la tendencia de Trump de resolver
lver la crisis
de forma unilateral y asilad
ilada se puso de manifiesto en su política migratoria.
mig
Aduciendo la necesidad
d de evitar la propagación del virus, el ma
mandatario
ordenó el cierre de sus fron
fronteras y la suspensión temporal de la inmigración,
inm
lo cual generó rispideces
s con
co otros actores. En el caso de la Unión
ón Europea,
E
por ejemplo, las críticas
as p
provinieron por parte de los presidente
entes de la
Comisión Europea y dell Co
Consejo Europeo, Ursula von der Leyen
n y Charles
102
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Michel respectivamente,
e, q
quienes en un comunicado establecier
cieron que
“desaprueban el hecho de que la decisión de Estados Unidos de imponer
una prohibición a los viaje
viajes fuera tomada unilateralmente y sin ninguna
consulta” previa (Sánchez,
ez, 2020).
Reflexiones finales
Antes de la gestación de la pandemia, los rasgos que definían a la política
exterior de Trump eran
an su falta de coherencia y menor previ
revisibilidad
(Aguirre, 2008, como se citó en Grabendorff, 2018). A pesar
sar de ello,
pueden identificarse lineam
eamientos que la atraviesan en su totalida
lidad y que
permanecen marcadament
ente visibles a lo largo de la crisis inter
nternacional
desatada por la expansión
ión d
del coronavirus.
Trump llegó a la presidenci
encia en 2017 bajo la consigna America first
irst, eslogan
que le permitió condensar
sar las
l demandas de sectores críticos al fenóm
enómeno de
la globalización. A partir
ir de la última década las ideas anti-globalizac
lización han
proliferado rápidamente,
e, sobre todo en Estados Unidos y Europa,
impulsando el surgimiento
ento del nacionalismo, la xenofobia y el racismo.
r
Quienes adhieren a esta
ta ideología
id
creen que muchas de las proble
oblemáticas
actuales han sido causada
sadas por este proceso global, y en conse
onsecuencia
reclaman “recuperar ell con
control” de sus países (Otero-Iglesias y Steinberg,
St
2019).
En el caso de Estados Unid
Unidos, esta perspectiva recibe el apoyo de amplias
partes de los sectores med
medios y bajos, grupos que expresan su descontento
desc
frente al deterioro de su
u ca
calidad de vida producto del estancamient
iento de los
salarios y de la pérdida
a d
de empleos manufactureros (Rosales,, 20
2019). En
este sentido, si bien la glob
globalización fue inicialmente promovida por Estados
Unidos y ocasionó grandes
ndes beneficios económicos y políticos para
ara el país,
desde este enfoque se la considera como perjudicial. Los adscrip
criptos a la
anti-globalización creen que la misma ha provocado no sólo el deter
eterioro del
nivel de vida de gran
n p
parte de los ciudadanos estadounidense
enses, sino
también la declinación de la hegemonía de Estados Unidos a nive
nivel global.
Mientras tanto, interpretan
etan que ella favoreció con creces a paíse
aíses como
China, quien es definida
ida durante el gobierno de Trump como
o su rival
estratégico y la principall am
amenaza a su poder.
Esta forma de concebirr el orden internacional ha impactado de lleno
llen en la
política exterior estadounid
unidense. Efectivamente, en su cuestionam
namiento al
orden liberal global, Trump
Tru
ha ensayado en términos gener
enerales la
implementación de una
na p
política exterior más unilateral, confro
nfrontativa,
proteccionista y aislacionist
nista.
La decisión de retirarse
e de espacios multilaterales de todo tipo,
o, como
c
del
Acuerdo de París, del trata
tratado nuclear con Irán y de las negociaci
ciaciones de
comerciales como el Acuer
uerdo Transpacífico (TPP por sus siglas en iinglés) y
del Tratado Transatlántico
tico de Comercio e Inversiones (TTIP), son
n m
muestras
de ello. Ponen en evidencia
ncia la consideración del presidente de que
ep
participar
de estos espacios perjudi
judica los intereses estadounidenses all lim
limitar su
capacidad de acción.
Asimismo, Trump no sólo se ha embarcado en una fuerte comp
ompetencia
geopolítica, comercial y te
tecnológica con China, sino que también
bién se ha
alejado de aliados tradicio
icionales de Estados Unidos. Trump ha enfriado
enf
su
103
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
vínculo con la Unión Euro
uropea al considerar que se trata de una
na relación
desigual y perjudicial para
ara Estados Unidos, debido al déficit comer
mercial y al
mayor gasto en defensa
a que
qu este país aporta a la Organización del Tratado
del Atlántico Norte (OTAN).
AN).
Ahora bien, teniendo en c
cuenta el análisis realizado a lo largo
rgo de este
artículo, puede establecerse
cerse que aquellos rasgos que caracterizan
n la política
exterior de Trump aún
n a
antes de la pandemia, también se encuentran
enc
presentes en el tratamie
miento otorgado por Estados Unidos a la
l crisis
desatada por la proliferació
ación del COVID-19.
La pandemia ocurrió en
n u
un mundo en transición, marcado porr el relativo
declive hegemónico de Es
Estados Unidos y el ascenso de Asia-Pací
Pacífico con
China a la cabeza. Se trata de un contexto donde sobresalen las
s te
tensiones
entre quienes están a favo
favor de la globalización y quienes la recha
echazan. Lo
cierto es que incluso desde
esde antes de la expansión del virus, el orde
rden liberal
internacional tal como había
habí sido instaurado tras la Segunda Guerra
erra Mundial
estaba en crisis. La falta
a de compromiso y voluntad política de países
país
como
Estados Unidos de participa
icipar activamente de las instituciones multil
ultilaterales
constituye un factor determ
terminante para la existencia de esa crisis.
La disímil manera en que
ue lo
los países han afrontado la pandemia y la falta de
puesta en práctica de
e m
mecanismos que permitan dar una respuesta
re
internacional coordinada
a y conjunta, vino a profundizar la crisis
is q
que está
atravesando el orden internacional.
inte
Los espacios multilaterales
es se
s están
enfrentando con una nueva
eva prueba a superar, y en este sentido,, cre
crecen aún
más los interrogantes en
n to
torno a sus capacidades y efectividad.
Más allá del incremento
to d
de las voces opositoras a la globalizaci
ización, que
permitieron poner el eje
e en sus efectos negativos y llevaron a cues
uestionar la
idea de irreversibilidad de lla misma, lo cierto es que actualmente
te e
el mundo
está globalizado. Esto im
implica, entre otras cosas, que existen
en desafíos
globales y amenazas que indefectiblemente afectan al planeta
neta en su
totalidad. El cambio climát
mático, el crimen transnacional o la propaga
pagación de
enfermedades contagiosas
sas son cuestiones que entran en esta catego
tegoría.
La crisis del orden liberal
ral h
ha traído consigo la instalación de un
n debate
de
en
torno a cómo enfrentar est
este tipo de desafíos globales. Por su parte,
rte, la crisis
sanitaria provocada por
or e
el COVID-19 le dio aún mayor centra
ntralidad y
urgencia a esta discusión.
ón. Algunos de los interrogantes destacados
dos en este
contexto son: ¿de qué
é m
manera pueden darse soluciones comp
ompletas y
definitivas a las amenazas
zas internacionales, priorizando las medidas
das de corte
nacionalista o promoviend
viendo la coordinación de respuestas glo
globales y
articuladas? ¿Quién debe
be liderar las respuestas globales en caso
aso de que
éstas sean privilegiadas?
Hasta el momento, han prevalecido
pre
los enfoques individuales porr encima
en
de
los multilaterales. Pero aún no está todo dicho. Los efectos de la pandemia
pa
seguirán haciéndose sentir
entir debido al impacto que tendrá no sólo a nivel
sanitario sino también en el ámbito económico. Cómo la praxis
axis de las
potencias internacionales
es dé
d respuesta a estas preguntas definirá
irá el curso
de la crisis del orden intern
ternacional.
104
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EN TIEMPOS DE PANDEMIA
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RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
‘not great,
eat, not terrible’: Rusia
usia,
COVID-19 y u
un orden internacio
acional
en disputa
M. Rocío No
Novello50
En enero, apenas unos me
meses atrás, el 2020 aparecía como un
n m
momento
decisivo para el Kremlin.
lin. Tras 20 años en el gobierno, el proyecto
proy
de
reforma constitucional y la posibilidad de extender el poder de Vladimir
Putin más allá del 2024,, ab
abrían camino a especulaciones y cálculos
los políticos
tanto dentro como fuera
era de las fronteras rusas. Ahora bien,
n, s
semanas
después de que se anuncia
nciaran las enmiendas propuestas, el mundo
ndo pareció
detenerse, alterando la
a co
coyuntura rusa. La crisis global desatada
tada por la
pandemia de coronavirus
us y el colapso de los precios mundiales del
el petróleo,
p
complejizan el escenario
io po
político poniendo en tensión dinámicas de poder y
escenarios conflictivos pre
pre-existentes. El presente artículo busca adentrarse
ad
en la coyuntura rusa con
co el propósito de identificar y exam
aminar los
principales desafíos que
e en
enfrenta el Kremlin en un momento de p
profunda
incertidumbre.
Reforma política e incert
certidumbre: un juego abierto
El 15 de enero de 2020,
20, el Presidente Putin se dirigió a la Dum
uma en su
tradicional discurso del Est
Estado de la Nación51 para anunciar que el año que
se iniciaba constituía un hito
h
en la historia de Rusia. El comienz
ienzo de la
tercera década del Siglo
glo XXI, en tanto momento transicional,
l, d
depararía
desafíos históricos para la nación y por ello urgía la necesidad de impulsar
i
cambios sustanciales en el sistema político ruso a través
vés de la
implementación de una ser
serie de enmiendas constitucionales que fortalezcan
for
la soberanía, las tradiciones
ones y los valores nacionales y creen las condiciones
con
para el desarrollo evolutivo
tivo de Rusia en el largo plazo52 53.
50
Lic. en Relaciones Internac
rnacionales. Docente de la Facultad de Ciencia
cia Política y
Relaciones Internacionales
es de la Universidad Nacional de Rosario.
ario. Correo
electrónico: novelloro@gmail.
ail.com
51
Los documentos y discurs
cursos oficiales citados en el presente artículo
ulo han sido
consultados en sus versiones
nes en inglés y traducidas por la autora.
52
Entre las modificaciones
s pr
propuestas por el ejecutivo se destacan: Garantizar
Gara
la
soberanía de la nación de forma incondicional; Garantizar la priorida
ridad de la
Constitución Rusa dentro del m
marco legal nacional, es decir las leyes y decisiones
decis
de
los organismos internacionale
nales pueden ser válidas en el territorio ruso sólo hasta el
punto de que no restrinjan
jan los derechos y libertades de los ciudadan
danos y no
contradigan la Constitución;
ón; Garantizar que aquellos que ocupan posic
osiciones de
importancia crítica para la seguridad y la soberanía nacional no
o te
tengan la
ciudadanía o el permiso de residencia
r
en el extranjero ni ningún otro
o documento
do
que les permita vivir permane
anentemente en un Estado extranjero; Garantiza
tizar que los
candidatos presidenciales cue
cuenten con una residencia permanente en Rusia
usia durante
107
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Sorpresiva para algunos,
s, es
esperada por otros, la reforma del sistema
ema político
ruso se adentra en el cora
corazón de uno de los principales desafíos
íos políticos
que le deparan a Moscú
cú e
en la primera mitad de esta nueva déc
década: el
traspaso del poder. Cada
da vez
v
más cerca de la fecha límite para lo que
q
sería
-de acuerdo al régimen con
constitucional vigente- el último mandato
to de
d Putin,
el 2024 no deja de suscita
citar todo tipo de especulaciones. Frente a ello,
e
una
primera lectura de la propu
ropuesta de reforma constitucional permite
ite observar
o
al menos dos cuestiones.
s. P
Por un lado, los cambios propuestos, más allá de
un primer planteo discursiv
rsivo con cierto carácter democrático, no apuntan
ap
ni
a abrir ni a fortalecer un
n ju
juego de controles y equilibrios dentro del sistema
político sino que, en todo
do caso,
c
procuran abrir opciones a futuro.. La reforma
no se presenta de forma
rma explícita como la llave hacia una presidencia
pre
indefinida de Putin sino qu
que, en todo caso, parece orientarse a gen
generar las
condiciones necesarias par
para asegurar la continuidad de una dete
eterminada
estructura de poder (Gaval
avalakis y Vasyltsova, 2020). Por el otro,, el manejo
de los tiempos parece
e se
ser otra de las claves dentro de la estrategia.
est
Anticipándose a modificar
car llas reglas del juego político años antes
es d
de lo que
el calendario electorall pu
pueda señalar, conseguiría desligar la reforma
constitucional de cualquier
uier nombre candidateable, evitando la conso
onsolidación
de una oposición fuerte.. De
Debe notarse que el anuncio de la reforma
ma convocó
a las últimas manifestacion
ciones que se realizaron en Moscú, señalando
ando la falta
de transparencia y de tiem
iempo para que la sociedad pudiera interioriz
riorizarse en
el mismo. No obstante,
te, la emergencia sanitaria puso en susp
suspenso la
celeridad del proceso54.
al menos 25 años y no tengan
ngan ciudadanía o permiso de residencia en ell extranjero;
ex
Establecer que no se podrá
á ej
ejercer el cargo de Presidente de la Federación
ción por más
de dos períodos. Esta disposic
osición se aplicará al Presidente de la Federación
ción de Rusia
en ejercicio a partir de la e
entrada en vigor de la presente Ley, descon
scontando el
número de mandatos durant
rante los cuales esa persona haya ocupado ese cargo a
partir de la entrada en vigo
vigor de la presente Ley; Dar estatuto constitu
stitucional al
Consejo de Estado, figura que había sido recuperada por Putin en el año
ño 2
2000 y en
el que participan los jefes
fes de todas las regiones y coordina las interacciones
inte
estatales para determinarr la
las principales orientaciones de la política
ca interna
i
y
externa; Permitir que el par
parlamento designe ministros del gobierno,, in
incluido el
primer ministro (actualmente
nte son seleccionados por el presidente y aprob
probados por
el parlamento); Garantizarr que
qu el Presidente conserve el derecho a determ
eterminar las
tareas y prioridades del Gobie
obierno, así como el derecho a destituir al primer
imer ministro
y que tenga la facultad de nombrar a los jefes de todos los organi
ganismos de
seguridad tras consultar con el Consejo de la Federación (Presidentt of
o Russia,
2020a). Las propuestas enunc
nunciadas por Putin en su discurso del Estado de la Nación
pueden encontrarse más
ás desarrolladas en el sitio oficial dell g
gobierno:
http://en.kremlin.ru/acts/new
news/62988
53
Tras el anuncio del Presiden
idente Putin, el gabinete ruso en su totalidad ren
renunció. Si
bien se declaró que esta decis
ecisión apuntaba a facilitar que el presidente pueda
pue
llevar
adelante la reforma del siste
sistema político, es posible pensar que el bajo
ajo nivel de
popularidad que ya venía golpeando
gol
al gobierno en el último tiempo lueg
luego de las
impopulares reformas all sistema
sis
de pensiones, haya acelerado los tiempos,
profundizando la necesidad
d de buscar otros nombres para la gestión.
54
Si bien Rusia, ante la apa
aparición del Covid-19, cerró su frontera con China a
finales de enero, y más tarde
rde limitó los viajes desde otros países, no adop
doptó con la
108
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
De momento, el gobierno
rno ruso se vio obligado a aplazar la fecha
fec 55 del
referéndum sobre las enmi
nmiendas a la Constitución que estaba previ
revista para
el mes de abril y que sería
ería el cierre del proceso de reforma. Pero
ro eso
es no es
56
todo. La disminución del
el índice
ín
de aprobación de Putin en las encuestas
encu
,
las críticas sobre el mane
anejo de la crisis sanitaria por parte del
el g
gobierno
federal 57 , el ascenso de o
otras personalidades políticas, entre las que se
misma celeridad restriccione
iones internas. Después de reportar inicialmen
mente bajas
tasas de infección dentro
o de
d sus fronteras, la pandemia se fue ext
extendiendo
rápidamente alterando el pano
panorama. Independientemente de si ha sido por un error
en el análisis del gobierno ruso
rus durante las primeras semanas del brote
te epidémico
e
en donde se sostenía que
ue lla situación estaba bajo control (“Virus Situation
Sit
in
Russia”, 2020) o por un ocultamiento deliberado del número
o d
de casos
(Nechepurenko, 2020), en las últimas semanas comenzó a manifes
ifestarse un
significativo crecimiento en
n la curva. Tal es así que en sólo pocos días
as duplicó
d
la
cantidad de contagios, sup
superando la barrera de los 300.000 enfe
nfermos de
coronavirus. Producto de este
est reciente desarrollo, Rusia ya se ubica en el tercer
puesto dentro del ranking glob
global que lidera Estados Unidos y Brasil, dejand
jando atrás a
Reino Unido y España (John
Johns Hopkins University, 2020). Aunque de momento
m
sostiene una tasa de mortalid
talidad relativamente baja, un poco más de 3600
600 víctimas
fatales según informaron las autoridades
a
rusas (Russian Government, 2020),
202
cifras
que también han sido cuest
uestionadas, la evolución futura de la enferme
rmedad y la
consecuente gestión de cris
crisis que la situación conlleve permanecen
en como
c
un
interrogante. Luego de un
n m
mes de confinamiento, el Presidente comun
municó a la
población que a partir del 12 de
d mayo podrán retomarse las actividades
s eco
económicas
en todo el país, siguiendo
do llas indicaciones de las autoridades regiona
ionales y de
acuerdo a la gravedad de la situación sanitaria de cada territorio (“Coron
oronavirus in
Russia”, 2020).
55
Entre las suspensiones
s que
qu se vieron forzadas por la emergencia
ia sanitaria,
sobresale también la celebrac
bración del aniversario de la victoria en la Gran
Gra Guerra
Patriótica frente a la Alemani
ania nazi. De acuerdo a algunos análisis, ell objetivo
obj
del
acto era poner en escena una espectacular demostración de poder militar
itar ante una
gran asamblea de líderes mu
mundiales en la Plaza Roja para subrayar el prestigio
internacional de Rusia y de
e Pu
Putin en este momento de transición (Graham,
am, 2020).
56
Según la encuestadora Levada,
Lev
en abril alcanzó un 59% de aprobación
ación, siendo
uno de los índices más bajos
jos de su presidencia. Para mayor información,
n, c
consultar:
https://www.levada.ru/en/rat
/ratings/
57
En el comienzo de la cri
crisis, han sido los gobiernos regionales quie
quienes han
aplicado diversas estrategias
ias para combatir el virus. A medida que ell coronavirus
co
fue escalando dentro de Rus
Rusia, el Presidente Putin comenzó a ocuparr un rol más
destacado frente a lo que
e la emergencia sanitaria supone, al menos en el plano
comunicacional. Esto no debe
ebería llamar la atención en tanto en un gran
n número
nú
de
países, especialmente aquello
uellos con estructura federal, las medidas han quedado
subordinadas a los criterios
s im
implementados por unidades subnacionales
s priorizando
pr
las particularidades territorial
oriales que conlleva la expansión del virus. No o
obstante,
en el caso ruso concitó la aten
atención de varios medios y analistas: el ejercici
rcicio vertical
del poder hacía suponer otra
tra respuesta. Al respecto, se llegó a sostener
er que
q
“Putin
se ha desvinculado cada vez más de los asuntos rutinarios del gobierno
no y prefiere
delegarlos a otros” (Stanovay
vaya, 2020a) o que “el Sr. Putin parece menos
nos ejecutivo
que un monarca aburrido enc
encerrado en un palacio, revisando su relojj durante
du
las
videoconferencias televisadas
das con sus subordinados sobre la pandemia
ia mientras
sus índices de popularidad
d bajan”
ba
(Higgins, 2020) o “Putin ha delegado
do la lucha a
109
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
destaca la figura del alca
alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, y que podrían
poner en entredicho la fig
figura de autoridad (Sestanovich, 2020a)
0a) también
aparecen como desprend
endimientos de la crisis. Sin embargo,
o, en este
contexto, es inevitable pre
preguntar ¿en qué medida esta crisis afectará
afe
el
margen de maniobra de
e P
Putin para dar forma al futuro político
co d
del país?
Cuáles serán las consecuen
cuencias políticas de la pandemia, nadie lo sabe.
s
Lo
cierto es que las dinámicas
icas políticas al interior de Rusia nos exigen
igen ampliar
el marco de interpretació
tación sobre este tipo de procesos y al menos,
considerar otros factores
s qu
que pueden incidir en su desarrollo.
Ya sea sobre la continuid
inuidad del líder ruso al frente del gobier
bierno o la
emergencia de un posible
ible sucesor, esta discusión se presenta como
co
una
cuestión central, en gran
an m
medida, debido a dos cuestiones: los elementos
ele
identitarios que permean
n lo
los sentidos, percepciones e imaginarios
s sociales
so
y
las propias características
ticas del régimen político. En relación al primer
elemento, se destaca la reiteración de un conjunto de constru
nstrucciones
narrativas e imágenes al interior
in
de discurso oficial que permiten
n id
identificar
rasgos como el nacionalism
lismo, el excepcionalismo, el externalismo
o y el peso
del estado, las cuales, en tanto fuerzas profundas, cobran especia
ecial relieve
en un momento de crisi
crisis (Zubelzú, 2008). Al respecto sobre
obresale, la
necesidad de vincular el p
poderío ruso con la centralidad del estado
esta
y la
vertical del poder. En palab
alabras de Putin:
Debemos tomar una decisión sobre una cuestión fundament
ental
y delicada relativa
a al nivel más alto de la autoridad del Estado
tado,
que es el poder presidencial.
pres
Pienso y creo firmemente que
ue e
es
absolutamente nece
ecesaria una fuerte verticalidad presidenci
encial
para nuestro país,
s, pa
para Rusia. Y la situación económica actua
ctual,
como acabo de seña
eñalar, y la situación en otras esferas como
mo la
seguridad actúan co
como otro recordatorio (President of Russi
ussia,
2020b)58.
sus subordinados, tratando
ndo de evitar cualquier consecuencia directa
ecta de las
impopulares medidas de aislam
islamiento” (Dixon, 2020).
58
Además, es interesante
e no
notar cómo los cambios que están acontecien
ciendo en el
escenario internacional y los desafíos que dichos cambios conllevan,, in
incluido el
coronavirus, son vinculados
os de
d forma directa con la necesidad de implem
lementar las
reformas políticas doméstica
sticas como medio para hacerles frente. A modo
m
de
ejemplo, se puede observar
ar e
el discurso de Putin en una sesión plenaria de la Duma
que abordaba el proyecto de enmiendas: “El mundo está cambiando. Y no sólo por
el rápido y explosivo desarro
sarrollo de la tecnología, sino literalmente en ttodas las
esferas de la vida. Estos cam
cambios son cardinales y, yo diría, irreversibles.
les. Podemos
ver lo difícil que es la situació
ación en la política, la seguridad y la economía
mía mundial.
También estamos luchando
do c
contra el coronavirus ahora, los precios del petróleo
están fluctuando, junto con
n el tipo de cambio de la moneda nacional y las bolsas
b
de
valores. Estos son riesgos,
os, o desafíos como le dicen, que debemos
s enfrentar”
e
(President of Russia, 2020b)
0b). A partir del regreso de Putin a la preside
sidencia, en
2012, el discurso oficial se
e ha nutrido en mayor medida de elementos
s de carácter
conservador frente a la neces
cesidad de preservar la identidad rusa en un mundo
mu
más
abierto e interdependiente
nte (Claudín, 2019). Este rasgo identitario
tario parece
reafirmarse en la presente
e co
coyuntura. En efecto, es posible percibir la lec
lectura que
efectúa el Kremlin de la pande
andemia, como un momento histórico que valida
lida su visión
del mundo, donde el Estado
ado se reafirmará como el principal actor en la
l escena
mundial frente a la fragilidad
ad del
d globalismo (Trenin, 2020a).
110
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Sobre la segunda cuestión,
tión, y si bien se sostiene que las bases del sistema
político se construyeron en torno a la Constitución que emergió del período
de Yeltsin, lo cierto es que desde la llegada de Putin al poder, vein
veinte años
atrás, no sólo se ha inten
ntentado consolidar la recuperación del estatus
est
de
Rusia como gran potencia,
cia, sino que también se ha buscado recup
ecuperar un
modelo de gobernanza,, tra
tradicional en Rusia, eminentemente jerárquico
jerá
y
centralista (Ruiz, 2012).
). En este marco, y sin desdeñar las ambiciones
am
personales que puede o no tener Putin de extender su presidencia
cia más allá
de 2024, se hace present
sente la necesidad de no excluir del análi
nálisis otra
característica importante
te d
dentro de la dinámica de poder rusa:
sa: la gran
discrepancia que existe
te e
entre la estructura administrativa oficia
ficial y las
59
conexiones políticas inform
formales (Stanovaya, 2020b) . Esta carac
aracterística
nos habla de la existencia
ncia de una estructura de poder constituida
uida por un
conjunto de actores muy
uy heterogéneo, los cuales si bien puede
de haberse
visto fortalecidos bajo el m
mandato de Putin, no se reducen a él. En
E dicha
estructura se pueden incluir
inclu a los servicios de inteligencia, al ejé
ejército, la
policía y el establecimiento
nto industrial de defensa pero también a los círculos
de confianza del president
ente y la burocracia tecnocrática del estad
stado, entre
otros. No obstante, el hech
hecho de referirnos a este conjunto de actore
ctores como
una estructura de poderr no debería llevarnos a pensar que existe
te un
u único
interés compartido. En efecto,
efe
los intereses de cada uno de los sectores
difieren entre sí (Sestanovi
novich, 2020b).
En un contexto con elevad
evados niveles de incertidumbre, la futura
ura reforma
política no sólo deberá hace
hacer frente a las consecuencias más inmedi
ediatas del
avance del coronavirus,, sin
sino que también deberá cuidar los equilibri
ilibrios entre
las diferentes facciones
es de
d la élite rusa y atender cómo juegan
jue
las
construcciones identitarias,
rias, como uno de los principales desafíos
s de cara al
futuro.
onales, caída del precio del petróleo
eo y crisis
Sanciones internacional
sanitaria: los límites de u
una estrategia
Ahora bien, la dimensión
n económica
e
también acapara parte de la discusión.
di
El impacto económico de
e la pandemia, que ha afectado a la demand
anda global
no es el único elemento
o en juego. La caída de los precios del petró
etróleo que
de por sí influye en la economía rusa, en la que los hidroc
idrocarburos
representan un tercio
io del presupuesto nacional, se suma
ma a las
consecuencias generadas
as p
por más de seis años de sanciones interna
ernacionales
sobre Moscú 60 . Sobre es
este último punto, debemos recordar qu
que tanto
59
Según Stanovaya (2020b)
0b) es posible distinguir cinco grupos dentro
o d
de la élite
rusa: el séquito personal de P
Putin; los amigos y asociados de Putin; los
s tecnócratas
tec
que gestionan las políticas
s do
domésticas, de defensa y externa; y la élite
e po
política del
Gobierno ruso; los "protect
tectores" del régimen representada como el ala más
conservadora que supervisan
visan el ejército y la seguridad; y los ejecut
ecutores del
régimen.
60
De acuerdo al Fondo Mone
onetario Internacional, se pronostica una contra
ntracción del
producto interior bruto de Rusia
Ru
en un 5,5% este año, la mayor caída des
desde 2009.
Para mayor información, cons
onsultar: https://www.imf.org/en/Countries/RUS
RUS
111
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Estados Unidos como la
a Un
Unión Europea han impuesto, desde el año 201461,
duras sanciones económic
micas a los bancos, las empresas de ener
nergía y el
sector de la defensa de
e R
Rusia, impidiendo sobretodo el acceso ruso
ru
a los
mercados de capital intern
ternacional. Dichas sanciones junto con la caída
c
de
los precios mundiales del p
petróleo han ejercido presión sobre la economía
e
rusa en general haciendo
do m
más difícil que las empresas energéticas
as financien
f
nuevos proyectos, especia
ecialmente los que requieren un nivel de
e in
inversión
más elevado, como pueden
eden ser los proyectos en aguas profundas,
das, en alta
mar en el Ártico y/o los
s pro
proyectos de explotación de shale oil.
Asimismo, se debe tener
ner en cuenta otro factor que incide en el p
presente
escenario: la inestabilidad
ad en relación a los precios del petróleo.. En el mes
de abril del presente año, los precios a futuro del petróleo sufri
sufrieron su
mayor caída desde 1991
1 e incluso llegaron a ubicarse en valores
s ne
negativos,
una situación inaudita en el sector (Centro de Economía Intern
ternacional,
2020). Esta abrupta caída
aída si bien refleja las dificultades que ha estado
experimentando el mercad
rcado petrolero mundial debido al desplom
lome de la
demanda como consecuen
uencia de la pandemia, también da cuenta
nta de una
industria que ya venía exp
experimentando un nivel de tensión product
ducto de la
combinación simultánea
a de un incremento en la oferta y una reducci
ucción en la
demanda de crudo, ambos
bos procesos alentados tanto por el acciona
ionar de los
principales actores en la producción de hidrocarburos, como
mo por la
desaceleración del crecimie
cimiento global (Daicz y Monlezún, 2016).
). Frente
F
a
esta crítica situación, la
a OP
OPEP y Rusia, impulsados por EEUU, llegar
egaron a un
acuerdo para establecerr un nuevo recorte en la producción con el objetivo
de estabilizar el precio inte
internacional del crudo en medio de la pand
andemia de
coronavirus, el cual abarca
arcara a los integrantes de la OPEP como
o a estados
no miembros. Si bien la base de estos compromisos son inesta
estables, el
objetivo apunta a reducir
cir e
el nivel de producción en un porcentaje
aje h
histórico
en pos de controlar ell inc
incremento de la oferta (Golubkova, El G
Gamal y
Ghaddar, 2020).
A pesar de las dificultades
es q
que experimentó en los últimos años, el gobierno
g
ruso logró sobrevivir all do
doble desafío del colapso del precio dell pe
petróleo y
las sanciones occidentales.
les. De acuerdo a Miller (2018), esto se
e debe
de
a la
implementación de una
a es
estrategia económica de tres puntas.. En primer
lugar, se centró en la esta
estabilidad macroeconómica, priorizando los niveles
de deuda y la inflación
n po
por encima de todo. En segundo lugar,
ar, evitó el
descontento popular garan
arantizando un bajo nivel desempleo y pe
pensiones
estables. En tercer luga
lugar, se limitó el control estatal a sectores
estratégicamente importan
rtantes. Esta estrategia, que el autor denomin
ominó como
Putinomics, si bien no generó crecimiento económico, alcanz
canzó para
61
Tanto Estados Unidos com
como la Unión Europea aplicaron sanciones contra
con
Rusia
desde marzo de 2014, produc
oducto de la escala de tensiones en Ucrania y la posterior
anexión de Crimea. Entre otr
otras medidas, las sanciones limitaron el acces
cceso de las
empresas rusas a los mercad
rcados de capital de los Estados Unidos, y se dirigieron
d
específicamente a cuatro empresas
emp
energéticas rusas: Novatek, Rosneft,
eft, Gazprom
Neft y Transneft. Las sancio
nciones también prohibieron la exportación a Rusia de
bienes, servicios o tecnología
logía en apoyo de proyectos en aguas profund
undas, en el
Ártico o proyectos de explot
plotación de shale. La Unión Europea impuso
so s
sanciones
similares. Dichas sanciones
es s
se han amplificado en el curso de los últim
ltimos años.
Véase: https://www.eia.gov/i
ov/international/analysis/country/RUS
112
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
mantener el país estable
le y a la élite gobernante en el poder y con
n ca
capacidad
de desarrollar distintas incu
incursiones en el plano externo. Esto tambié
bién fue en
parte porque Rusia durante
ante la primera década del Siglo XXI, aprov
rovechando
los altos precios de los com
commodities, ahorró cientos de miles de mil
millones de
dólares, almacenando recursos
recu
en fondos de reserva para usarlos
rlos cuando
los precios del petróleo
eo cayesen 62 . Así, el Kremlin se vio fo
forzado a
prepararse para posibles
les shocks económicos como el que golp
golpea a la
economía global hoy en día
día.
Si bien existen análisis
s qu
que sostienen que "incluso en un mall escenario,
es
Rusia puede sobrevivir a e
este choque mejor que muchas otras economías"
eco
(Kramer, 2020), la ecuación
ación no está resuelta. Frente a los posibles
les impactos
i
financieros y comerciales
les d
de la pandemia y a otras variables, que si bien
aún no se han mencionad
onado, se deben tener en cuenta, como
o lo es la
acumulación de comprom
romisos en el exterior (el escenario sirio es un
ejemplo), las perspectiva
tivas económicas se vuelven más comple
mplejas. La
estrategia adoptada porr el Kremlin pudo haber contenido ciertas
as v
variables
macroeconómicas del país
aís y al gobierno en el poder, pero también
ién llo hizo a
expensas de inversión
n social en áreas como salud y ed
educación,
problemáticas que hoy se ven agudizadas. Existen diversos ind
indicadores
sobre la falta de sumini
ministros médicos, elementos de protecció
ección para
personal sanitario y equipa
uipamiento tecnológico. Uno de estos indicad
icadores se
desprende de la serie de
e cr
críticas y denuncias que se han hecho frent
rente al mal
manejo de la crisis a nivel
ni
doméstico, en especial refiriéndos
dose a las
insuficiencias del sistema
ma de salud ruso y las condiciones labor
borales del
personal médico y las pres
presiones ejercidas sobre aquellos que denu
enuncian la
falta de recursos. Pero tam
también encontramos un reconocimiento dir
directo del
gobierno, a partir de la iniciativa
inic
impulsada en el plano multilatera
teral en pos
de establecer green corrido
rridors. Según indicó el propio Putin: “es imp
importante
para el período de crisis
sis crear los llamados corredores verdes,
s, libres
li
de
guerras comerciales y sanciones
san
para el suministro mutuo de medicinas,
me
alimentos, equipos y tecno
ecnología". Asimismo, en la cumbre virtual
ual del G20
señaló como una cuestió
estión puramente humanitaria el establec
blecer una
moratoria conjunta sobre
re llas restricciones de los elementos esenc
enciales así
como a las transacciones
nes financieras para su adquisición (Pres
resident of
63
Russia, 2020g) . Esta
a in
iniciativa, fue interpretada por parte de algunos
analistas como un intento
to rruso por instrumentalizar y manipular la s
situación
de crisis desatada por el CO
COVID-19 para evadir las sanciones (Herd
erd, 2020).
Ahora bien, a ello se le sum
suman preocupantes indicadores económico
micos sobre
los efectos de la cuaren
rentena. De acuerdo a Bloomberg Econo
onomics la
producción general de Rus
Rusia se redujo en un cuarto el mes pasa
asado y se
62
Alcanzando, así, aproxim
ximadamente 600.000 millones de dólares
s e
en oro y
reservas de divisas que el país ha acumulado (Kramer, 2020).
63
Dicha propuesta a su vez
ez fue
f
abordada en plano bilateral, tanto con
n Ir
Irán como
con Venezuela, países que
e también
ta
se ven actualmente afectados por
or sanciones
s
internacionales (President of Russia, 2020 c y d) y trasladada a los integr
tegrantes de
la Unión Económica Euroasiát
siática a los efectos de alentar a los miembros
ros a reducir
aranceles en aquellos biene
ienes económica y socialmente significativos
vos en este
momento de crisis (aliment
entos, medicamentos, elementos de protecció
cción, entre
otros) y a simplificar los proc
procedimientos aduaneros correspondientes (Pre
(President of
Russia, 2020f; Russia to Expa
xpand ‘Green Corridors’, 2020).
113
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
prevé que la economía
ía se contraerá un 16% en el segundo
o trimestre,
tr
convirtiéndose en el peo
peor desempeño trimestral desde al menos
me
los
primeros años de la década
déc
de 1990 (Andrianova, 2020). Si bien el
gobierno, el 12 de mayo
ayo, levantó el período ‘no laborable’’ b
buscando
alivianar la situación, las principales ciudades del país continú
tinúan con
medidas restrictivas debido
bido a que son los epicentros de contagio
o en el país,
lo que podría agravar ell pan
panorama.
Nuevas amenazas, rivali
ivalidades y alianzas: un lugar al interio
erior de un
orden internacional en
nd
disputa
Desde la caída de la URSS,
URS
mucho se ha hablado sobre la apar
parición de
amenazas de nuevo tipo,
ipo, siendo este un eje que atraviesa los debates
políticos y académicos del p
período de posguerra fría. Sin embargo,
o, p
pareciera
ser que con la llegada del COVID-19, la jerarquía de las amena
enazas a la
seguridad mundial está cam
cambiando rápidamente, dejando expuesto
estos serios
dilemas a futuro. Más allá
llá del
d discurso bélico que un gran número
ro de
d países
adoptó para ‘combatir’
ir’ a
al ‘enemigo invisible’, lo cierto es
s q
que los
interrogantes que se desp
desprenden de la propagación de un virus
irus a nivel
global, atraviesan a estado
tados y organizaciones internacionales, por
or igual.
ig
De
acuerdo a Ivanov (2020):
):
la seguridad naciona
ional ya no debería definirse únicamente
e por
po
las capacidades mili
militares de un país. Las armas nucleares
res y
otras armas mode
odernas son incapaces de combatirr la
las
pandemias, el camb
ambio climático, la migración incontrolable
ble y
otros desafíos a lo
los que se enfrenta la humanidad en
n su
s
conjunto y cada país individualmente.
Para un actor con las carac
aracterísticas de Rusia, fuertemente centrado
rado en una
concepción de soberanía
ía n
nacional y, por ende, en una fuerte política
po
de
seguridad y defensa, asum
sumir el manejo de una crisis de salud puede
uede ser un
desafío en sí mismo. Con
ne
ello, no se pretende negar una concepción
ción realista
del conflicto, por el cont
contrario, Rusia aún hoy continúa involuc
olucrada en
distintos escenarios de con
conflictos bélicos como ser el de Ucrania o S
Siria, los
cuales apuntan a sostene
tener intereses vitales del país, ya sea
a b
brindado
profundidad estratégica o e
extendiendo un margen de influencia may
mayor en la
región de Medio Oriente.
e. S
Sin embargo, si se pretende señalar que el brote
de coronavirus ha dejado
do expuesto que las amenazas futuras van a exigir
otro tipo de capacidades,
s, el tiempo dirá si Rusia ha podido adaptarse
arse.
Más aún, dentro de la actu
actual crisis, también se observa otra tende
endencia: la
viralización de fakes news
new y teorías conspirativas por todo el mundo,
llegando a involucrar dire
directamente a los grandes poderes del sistema
internacional con acusaci
saciones sobre qué país es responsable
able de la
propagación del virus.. S
Si bien la proliferación de noticias fa
falsas no
constituye un fenómeno
eno novedoso, la situación de incert
certidumbre
generalizada que se desp
desprende de la presente crisis, intensific
sificaron su
difusión. Esto no sólo ha supuesto un desafío para el ámbito
o mediático
m
tradicional sino que tambié
mbién ha sacudido la legitimidad de un conjunto
conj
de
instituciones políticas de
em
manera impensada, llegando a un punto
to ta
tal que el
114
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
propio director de la Orga
Organización Mundial de la Salud ha declar
eclarado los
riesgos de una infodemia64 . Rusia no está exenta de esta trama.
Desde el comienzo de la e
emergencia sanitaria, la Federación Rusa
usa ha sido
acusada por Estados Unidos
idos y la Unión Europea tanto de ocultar información
info
sobre el número de casos
sos de afectados por Covid-19, como de ser una de
las principales responsabl
sables en la propagación de información
ión falsa y
propaganda. El accionar
nar internacional del gobierno ruso frent
frente a la
pandemia, con el envío de ayuda humanitaria a Italia y EEUU65 se presentó
p
como uno de los detona
onantes en medio de la denominada ‘gu
‘guerra de
desinformación’. A diferenc
rencia de lo sostenido por los portavoces
es rrusos de
que la ayuda brindada tiene carácter humanitario y no presenta relación
rela
con
la agenda política, para
ara algunos de sus contrapartes europeo
opeos, esta
iniciativa constituye sólo
lo un
una puesta en escena66. Además de las
s po
polémicas
generadas por la iniciativa
tiva rusa, Moscú ha sido acusada de utilizar
zar m
miles de
cuentas de redes sociale
iales para difundir información errónea
a sobre
s
el
coronavirus por el Depa
epartamento de Estado norteamericano
o 67 y por
agencias europea68. En par
paralelo, la denominada “guerra de desinfor
nformación”
64
La infodemia ha sido definid
finida como una práctica que consiste en difundi
ndir noticias
falsas sobre la pandemia y qu
que aumenta el pánico en las sociedades (Gheb
hebreyesus,
2020).
65
Rusia, en los primeros mom
momentos de la pandemia, envió quince aviones
nes militares
con equipamiento médico,, ele
elementos de protección y personal sanitario
rio a Italia y
uno avión con suministros
s m
médicos a Estados Unidos (Ministry of Foreign
reign Affairs,
2020a).
66
Sin embargo, dentro dell posicionamiento
p
occidental, no se observa un marco
m
de
interpretación homogéneo ace
acerca de cuáles serían los intereses rusos detrás
det
de lo
que podría ser representado
do c
como un gesto geopolítico del Kremlin. Porr un lado, se
reconoce un intento por proyectar
proy
una imagen internacional positiva de Rusia de
cara ‘a la guerra contra ell cor
coronavirus’, dando así cuenta de su capacidad
ad d
de acción
y liderazgo ante una situació
ación de crisis que desbordó a los países desa
desarrollados
(Khrushcheva, 2020); porr el otro, se observa una acción dirigida hacia
cia la Unión
Europea (UE), ya sea como
o in
intento de perjudicar la reputación de la Unión
nión dejando
al descubierto su incapacidad
dad para asistir con rapidez a un miembro en crisis,
cris
hasta
la posibilidad de influir en la p
propia UE en vistas de alcanzar el levantamien
iento de las
sanciones que afectan a la
a ec
economía rusa desde 2014 (“Rusia envía ayuda
yuda”, 2020;
“Ayuda rusa a Italia”, 2020;
0; ““Putin ayuda a Occidente”, 2020).
67
De acuerdo al Departa
artamento de Estado norteamericano: “las
s redes
r
de
desinformación rusas han trat
tratado de avanzar en los objetivos desestabiliza
ilizadores de
la política exterior de Mo
Moscú de crear confusión en nuestras sociedades
so
democráticas, y eso es justo
sto lo último que cualquiera de nosotros necesita
esita en este
momento. Basándonos en
n lo que hemos visto del ecosistema de desinf
sinformación
ruso históricamente, hay una buena posibilidad de que continúen hacié
aciéndolo. El
Departamento de Estado ha estado trabajando desde los primeros días
as d
de COVID
para exponer las tácticas
s rrusas y las de otros actores malignos...y
...y estamos
trabajando constantemente
te p
para compartir esa información con nuestro
estros socios
globales, incluyendo mucho
chos en Europa, porque queremos ser cap
capaces de
desarrollar contramedidas
s ju
juntos.”. Véase: https://www.state.gov/press
ress-briefingwith-ambassador-philip-reeke
eker-u-s-special-envoy-lea-gabrielle/
68
Según un reciente informe
rme interno de la Comisión Europea, y del East
ast Stratcom
Task Force del Servicio Euro
uropeo de Acción Exterior (SEAE), China y Rusia
Ru
están
aprovechando el contexto
o de esta crisis e intentan dar forma a las
s narrativas
n
internacionales sobre la pand
andemia con el objetivo de cuestionar la credib
edibilidad de
115
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
se ve amplificada por un c
conjunto muy significativo de notas periodísticas
perio
que lejos contener el avanc
ance de las fakes news parece alentarlo.
Más allá de la respuesta
a ru
rusa69, estos constantes ‘ataques’ y ‘contra
ntraataques’
entre noticias, declaracion
ciones y posteos en redes, no hacen
n más
m
que
confirmar que las construc
strucciones narrativas con las que se prete
retende dar
sentido al mundo en qu
que vivimos están en disputa. Esta disputa
disp
no
constituye un emergente
te p
pleno del contexto actual de pandemia,
ia, sino
s
que
profundiza rivalidades y desconfianzas preexistentes en medio
edio de un
escenario de acelerados
os c
cambios tecnológicos, climáticos, econó
onómicos y
políticos. En todo caso,, es posible sostener que la crisis precipitad
itada por la
pandemia de coronaviru
virus ha expuesto con mayor intensid
nsidad las
particularidades que reviste
viste el presente contexto internacional en
n u
un marco
de creciente incertidumbre
bre. El estado ruso se enfrenta, así, con
n un dilema
central en el plano exte
externo: ¿cómo sostener su poder y rep
reputación
internacional en un marco
rco de disputa global? Rusia no parece ser un
u actor
que acepte mirar el juego
go d
desde afuera. Según Morales (2012: 334)
34):
El estatus de gran
ran potencia es por tanto, para las élites
élite
políticas rusas, consustancial
cons
a la identidad de su país como
com
Estado; se fundamen
menta en elementos “permanentes” como
o su
s
extensión territorial
rial, sus recursos naturales o el potenci
encial
las instituciones democráticas
icas de la UE y de EEUU y su capacidad para gestionar
ges
la
crisis sanitaria. Aunque no s
se señalan elementos que puedan aseverar
erar que las
campañas de desinformación
ión están coordinadas directamente por el gobie
obierno ruso,
sí dan cuenta de que los medios
me
de comunicación que han difundido este
est tipo de
contenido han sido creados
os p
por el Kremlin, como sería el caso de Sputn
putnik, cuyo
miembro fundador es la Empresa
Em
Federal Estatal Unitaria Agencia Federal
Fe
de
Información 'Rossiya Segodny
odnya', o RT, definida como una organización sin fines de
lucro que recibe financiami
iamiento público de la Federación Rusa. Para
Par mayor
información ver: https://euvs
uvsdisinfo.eu/eeas-special-report-update-2-22--april/ Este
informe está siendo cuestiona
ionado metodológicamente por un grupo de investigación
inve
de la University of Manchest
hester que pertenece al proyecto “Reframing
ng R
Russia” y
aborda la problemática en
n cu
cuestión por alentar la propagación de desinfo
sinformación.
Véase https://reframingrussia
ussia.com/2020/04/06/covid-19-disinformation-tw
two-shortreports-on-the-russian-dimen
ension/
69
Por su parte, el gobierno
o rruso ordenó a las plataformas de Internett que
qu operan
en el país que eliminen las "noticias falsas" del coronavirus de sus plataformas
pla
(Federal Service for Supervis
rvision, 2020) y a su vez, María Zajárova, portavoz
port
del
Ministerio de Asuntos Exteri
xteriores de Rusia, ha acusado a medios per
periodísticos
extranjeros de dirigir una cam
campaña de desinformación intentando desacre
acreditar las
acciones del gobierno ruso
o pa
para combatir el COVID-19, sosteniendo que
ue se oculta
información sobre el número
ero de casos de fallecidos. En el comunicado,, la portavoz
sostiene: “No hemos dejado
do p
pasar desapercibidas las publicaciones que ap
aparecieron
en una serie de medios ext
extranjeros, en concreto, The New York Times
Time y The
Financial Times, en las que
e se indica que el número anunciado de muertos
rtos a causa
del virus en Rusia supuestam
tamente es “considerablemente inferior al real.
al. D
Dada esta
circunstancia, hemos redactad
ctado cartas dirigidas a las redacciones de dichos
chos medios.
Por vía de las mismas se ofre
ofrecen explicaciones y se solicita que sean publi
ublicadas las
refutaciones hechas pública
licas por las entidades encargadas y porr e
el Centro
Coordinador de lucha contra
tra la propagación del coronavirus.” (Ministry
ry of
o Foreign
Affairs, 2020, b y c).
116
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
nuclear, no en un
n eq
equilibrio transitorio de fuerzas entre paíse
aíses.
En consecuencia,, pe
pese a las sucesivas crisis y cambios
s que
qu
puedan producirse
se e
en la distribución internacional del pode
oder,
Rusia ha esperado
ado —y seguirá esperando— ser tenida
a e
en
cuenta como uno de los principales actores o “polos” de poder
pode
del sistema.
La anexión de Crimea
a implicó
im
una movida crucial para los
s intereses
in
geopolíticos de Rusia y el andamiaje diplomático-estratégico que ha ido
desplegando sobre Medio
dio O
Oriente, en particular, son una muestra
stra de esta
búsqueda constante.
No obstante, en este marc
arco, se considera fundamental destacarr el vínculo
que el Kremlin ha sabido
o co
construir con China desde principios del
el Siglo
Si
XXI,
tendencia que se profundiz
ndizó en un momento en que las relaciones
es de
d Moscú
con Occidente se deterio
ioraron. Esta alianza estratégica, ha
a p
permitido
construir, en los últimos
os años, un nuevo centro de gravitació
tación geoeconómica. Ahora bien,, el desarrollo de este escenario no está
á exento
ex
de
tensiones. En un momento
nto donde la rivalidad sino-americana se acr
acrecienta,
se puede observar que,, m
más allá de los consensos que reúnen
n a China y
Rusia, ambos actores
tienden a diferir,, particularmente
pa
en relación al grado y a las
la
modalidades de la contestación y del antagonismo con
n lo
los
Estados Unidos, entr
entre el énfasis en la multipolaridad por part
parte
de Moscú y el crecien
eciente acento en una bipolaridad por parte
rte d
de
Beijing (Serbin, 2019
019: 175).
Así, es posible ver que
e un
uno de los principales problemas geopolí
políticos de
Rusia en el futuro inmedi
ediato será mantener el equilibrio, aunqu
nque no la
equidistancia, entre los
s E
Estados Unidos y China, evitando no tanto
t
la
confrontación con EEUU sino
sin la posibilidad de caer en una Pax Sinica
inica, lo que
sería inaceptable para Rusia
usia (Trenin, 2020b).
Preguntas finales
La crisis global desatada
ada por la pandemia incrementó los niv
niveles de
incertidumbre y en gran
an medida afectó los márgenes de acción
ción de los
actores del sistema interna
rnacional. Rusia no fue la excepción. A partir
artir de este
breve recorrido por alguno
unos de los principales desafíos que enfrent
renta Rusia,
lejos de ofrecer una conclusión
co
cerrada, es posible acercar
ar algunos
interrogantes a seguir a fu
futuro. Este momento excepcional, el proceso
pro
de
reformas dentro del régime
gimen político ¿derivará en una mayor conce
ncentración
del poder? ¿cómo se resolv
solverá el juego de intereses entre los sector
ctores de la
élite gobernante? De cara
ara a la intensificación de la disputa sino-am
americana
experimentada en los últi
últimos años, ¿a través de qué estrategia
egias Rusia
buscará sostener su poder
der y reputación internacional ante el surgim
gimiento de
lo que se debate como
mo un nuevo orden internacional? Frente
rente a las
crecientes limitaciones
s e
económicas ¿podrá sostener y ampl
mpliar sus
compromisos en el exterior
rior?
En esta instancia, cualquie
lquier análisis de cómo evolucionen los escenarios
es
planteados parecen resumi
umirse en las palabras del personaje de la mini-serie
m
Chernobyl (HBO, 2019),
), el Ingeniero en Jefe de la Central Nuclear,
lear, Anatoli
Dyatlov, segundos después
ués de la explosión: not great, not terrible..
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CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
La Unión
nE
Europea frente a una
nueva cris
crisis: la pandemia del
COVID-19.
9. “Plus ça change,, plus
plu
c’est
st la même chose?”
María Victoria Álva
Álvarez70
La Unión Europea (UE)
E) lleva
l
más de una década sorteando
o crisis
c
de
diferente gravedad e impa
pacto: la crisis de la zona euro, el reto
o mi
migratorio
desde países africanos y d
de Medio Oriente, o la salida del Reino
o Unido
U
del
bloque o Brexit, sin contar
ntar las amenazas a su seguridad provenie
enientes del
yihadismo radical, el crecie
reciente euroescepticismo de la ciudadanía,
nía, el auge
de fuerzas políticas de extrema
ext
derecha, y los problemas causado
ados por el
envejecimiento de la poblac
blación.
La primera gran crisis fue
ue la
l crisis financiera y de la zona euro que
ue se inició
en 2008 y que hundió el PBI europeo. En 1990, la economía
ía de
d la UE
representaba el 25,5% de la riqueza mundial. Veinticinco años más
má tarde,
en 2014, esta porción habí
había caído al 17%, según la Comisión Euro
Europea. Su
impacto en términos socia
ociales fue enorme: un desempleo del 12%
12%, y un
desempleo juvenil de alrede
lrededor del 25% en promedio.
Sin que se haya recuperado
rado de los efectos económicos y sociales
s de la crisis
del euro, en 2015 la UE co
comenzó a recibir un inusual número de
e refugiados
ref
que huían del horror de la guerra en Siria, pero también de Irak,, Pakistán
Pa
y
del hambre y los conflictos
ictos civiles en países africanos. El impacto
cto de esta
crisis humanitaria no se c
contabilizó en puntos de caída del PBI sino en
trágicas muertes en el Mar Mediterráneo o en el incremento de la intención
in
de voto para partidos xenóf
enófobos de extrema derecha.
Mientras los países europeo
opeos intentaban reponerse de estas dificulta
cultades, en
2016 llegaría un shock sin p
precedentes. Por primera vez un Estado
do miembro
m
decidía abandonar el bloque
oque. La decisión del Reino Unido generó no s
solo una
crisis política en Bruselas
las y en Londres sino también el temor a un “efecto
contagio”. Así, en unos mes
meses, no solo se hablaba de Brexit sino tam
también de
Swexit (salida de Suecia),
a), Nexit (salida de Países Bajos) y un largo
rgo etcétera
de exits, apareciendo en
n el horizonte la posibilidad de la desintegrac
ración.
Por si esta sucesión de crisis
cris no hubiese sido suficiente, la UE, al igual
ig
que
todos los países en el mu
mundo, se enfrenta desde hace unos mes
meses a la
pandemia del COVID-19.
9. Y
Y, al igual que a los demás, la pandemia
mia la tomó
por sorpresa. No porque
e no se hubiera advertido la posibilidad de
eu
una crisis
de este tipo en los último
timos años, sino porque no estaba prepara
parada para
70
Docente de la Facultad
tad de Ciencia Política y Relaciones Interna
ernacionales,
Universidad Nacional de Rosar
osario (UNR). Coordinadora del Grupo de Estudio
udio sobre la
Unión Europea (GEUE). Coo
Coordinadora del Proyecto Jean Monnet “Acer
cercando la
Unión
Europea
a
Es
Estudiantes
y
la
Sociedad
Civil”.
”.
E-mail:
maria.alvarez@fcpolit.unr.edu
.edu.ar
122
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
hacerle frente. Según el C
Centro Europeo para la Prevención y Control
Co
de
Enfermedades, al 29 de ma
mayo, Europa tenía 1.384.703 casos confirm
nfirmados, y
el coronavirus se ha cobra
brado la vida de 163.515 personas. El Reino
eino Unido,
España, Francia e Italia
lia representan
r
más del 75% de los falleci
llecimientos
(ECDC, 2020). Europa pasó a ser el epicentro de la pandemia luego
go de Asia.
Sus consecuencias económ
nómicas son descomunales. Según el Banco
nco Central
Europeo, la economía de lla UE caerá dos veces más que durante
nte la gran
recesión por la crisis fina
financiera de 2008. Además, la pandemia
mia somete
nuevamente a una durísim
ísima prueba el proyecto europeo, mientras
as se
s abren
las viejas heridas entre paí
países del norte y del sur y fracasa a la hora de dar
una respuesta conjunta.
En este breve trabajo
o n
nos proponemos analizar el significado
cado de la
pandemia para el proces
oceso de integración europea, identifican
icando tres
dimensiones fundamentale
tales de vulnerabilidad que ya se manifesta
estaron con
fuerza en crisis pasadas:
s: las
la fisuras en la solidaridad europea, las
s am
amenazas
a la democracia y la vulnera
lnerabilidad geopolítica.
La solidaridad europea
Si hay una lección que se puede extraer de la crisis de la zona
a eu
euro y de
refugiados es que la solida
lidaridad no debe darse por sentada. A la
a hora
ho de la
verdad, la solidaridad finan
inanciera y presupuestaria, piedra fundamen
ental de la
integración europea, pasó
só a convertirse en una cuestión opcional,
al, evaluada
e
en términos nacionales.
Con el estallido de la cri
crisis financiera mundial, los países euro
uropeos se
concentraron en cálculos
os e
exclusivamente medidos en términos de interés
nacional. La crisis del euro abrió heridas entre Estados miembros
ros creando
grietas solo implícitas hasta
asta ese momento: los países ricos del norte
orte vs. los
países pobres del sur, los países acreedores vs. los deudores,, los
lo países
ahorradores vs. los despilfarradores.
desp
Se renovó el uso dell acrónimo
a
peyorativo PIGS71 en inglés
glés, para referir a Portugal, Italia, Grecia
ia y España
como los “cerdos”, cuya salvación
sal
provino de ayudas supranacionale
nales.
Estos países, precisamente
ente, debieron aplicar fuertes políticas de aju
ajuste que
derivaron en recesión y alto
a
desempleo. Pero la llegada de refug
efugiados e
inmigrantes a Europa, especialmente
esp
a partir de 2015, alcanzando
ndo niveles
históricos, añadieron pres
presión a las economías del sur y provocaron
pro
turbulentos debates polític
olíticos, donde la solidaridad fue, una vez más, la
víctima.
La postura de los gobierno
ernos nacionales frente a la crisis migratoria
toria estuvo
lejos de ser unificada y con
consensuada, a pesar de las recomendacione
iones de las
organizaciones internaciona
ionales. Se configuró una división entre, por un lado,
los países que intentaron
ron cerrar sus fronteras 72 , y, por el otro,
ro, -algunos
71
La prensa anglosajona acu
acuñó el despectivo término en los años noven
oventa, para
referirse a los problemas de la
las economías de Portugal, Italia, Grecia y Esp
España para
entrar en el euro. Después
s de la crisis de 2008, es común que se reemplac
place a Italia
por Irlanda, o que se incluya
ya a ambas (con el acrónimo PIIGS).
72
Hungría construyó una valla de 175 km en su frontera con Serbia, Reino
ino Unido
construyó una muralla de hormigón
horm
de 1 km en Calais, la frontera con Francia,
Fran
y
Austria selló su frontera con
on Eslovenia
E
mediante una valla de alambres de p
púas.
123
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
menos- que ofrecieron
n propuestas
p
más comprensivas y huma
umanitarias
(Cabeza, 2018). Se buscó
có lla solidaridad entre los países de la UE en materia
migratoria a través de las denominadas “cuotas” para reubicarr refugiados
re
en todo el territorio europeo,
euro
una iniciativa que generó ell categórico
ca
rechazo de Austria y los
s pa
países del Grupo de Visegrado73, y que ter
terminó en
un fracaso rotundo.
Se puede hacer extensivo
ivo a la crisis migratoria lo que se afirma
ma sobre la
crisis del euro: las estr
estrategias para hacer frente a la emergencia
eme
colaboraron con la desnatu
naturalización del sentido original de la cons
construcción
comunitaria (Cabeza, 201
2018). Al igual que ocurrió con estas
s c
crisis, la
pandemia del COVID-19
9 pu
puso a prueba la esencia solidaria de la UE.
La necesidad de ayudar
ar a los países más golpeados por la enfermedad
enfe
colocó de nuevo sobre la m
mesa la cuestión, esta vez, para resolver
er el
e dilema
entre empleo, economía
ía y salud pública. Alemania y Países Bajos
ajos, países
ricos y beneficiarios de la m
moneda común y del aumento de mano
ano de obra
gracias a la entrada de refugiados,
refu
se opusieron a destinar mayores
ores fondos
a países como Italia y Esp
España, naciones deudoras que estaban pro
procurando
salir de la recesión de
e los
lo últimos años mientras lidiaban con
on la crisis
humanitaria por la llegada
da m
masiva de refugiados e inmigrantes.
En este contexto, luego
go de unos primeros momentos de vacila
acilación, la
Comisión Europea present
sentó el 27 de mayo un plan de reactiva
tivación de
750.000 millones de euro
euros, cuyos principales beneficiarios debe
eberían ser
Italia y España. Hasta aquellos
aqu
que señalan el inmovilismo endémi
émico de la
UE reconocen que la estrate
trategia de mutualización de la deuda es inédita
inéd
para
el bloque. Para lograrlo,
lo, ffue necesario un cambio radical de posición
pos
de
Alemania, primera econom
nomía de la UE. Sin embargo, Países Bajos,
jos, Austria,
Suecia y Dinamarca continú
ntinúan manifestando sus reservas. Aún falta
faltan largas
negociaciones para saber
er si esta vez va a triunfar la solidaridad.
Las amenazas a la demo
mocracia
emocracias europeas en época de vulner
lnerabilidad
Los desafíos a las demo
económica o social es una constante de los últimos años. Las crisis
crisi hacen
mella en la opinión de los c
ciudadanos: tanto en la crisis económica
ica como
c
en
la de refugiados, la opinió
inión pública europea, con una imagen y confianza
c
descendentes respecto de las instituciones de la UE, hizo sentir su voto de
protesta y frustración. Los partidos euroescépticos ganaron posicion
ciones en el
Parlamento Europeo, pero
ero también a nivel nacional, convirtiéndose
dose en las
segundas o terceras fuerzas
rzas parlamentarias (Álvarez, 2018).
Este fenómeno no es en
enteramente una cuestión europea dado
ado que la
insatisfacción ciudadana
a co
con la democracia no ha dejado de aume
umentar en
todos los países desarrolla
rollados, pero su prolongación y agudizació
ación en el
tiempo solo empeora las cosas para Bruselas. Ahora, con la pandemia,
pa
muchos italianos y españo
añoles se sienten abandonados, igual que sucedió
durante la crisis migratoria
oria y la del euro.
Y las fuerzas de extrema
a d
derecha, que esperan sagaces el menor
or a
atisbo de
debilidad de Bruselas para arremeter, sacan provecho. Así encon
ncontramos,
por ejemplo, al ex vicepr
ceprimer ministro italiano, el euroescéptico
tico Matteo
73
Conformado por República
ica C
Checa, Eslovaquia, Hungría y Polonia.
124
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Salvini, esperando acumula
mular capital político de la crisis que vive
e su país, al
afirmar que los italianos
s de
deben “reevaluar el papel de Europa (la
la UE)
U
y de
Italia dentro de ella. No ha venido en nuestra ayuda” (Adler, 2020).
0).
Como afirma Garton As
Ash, es menester “entender exactamen
mente qué
consecuencias y de cuáles
les aspectos del liberalismo económico y social
soc
de la
era posmuro (y de los procesos relacionados, como el veloz
loz cambio
tecnológico) alienaron a tan
tanta gente que ahora vota por populistas,
tas, quienes
a su vez amenazan las bas
bases del liberalismo político en sus países
íses y en el
exterior” (2017: 59).
Una democracia iliberall co
como la húngara encontró a la pandem
emia como
excusa válida para avanzar
nzar sobre las instituciones democráticas.. Su primer
ministro, Viktor Orban,, log
logró que el parlamento aprobara una ley que le
permite alargar indefinidam
idamente el estado de alarma por la pande
ndemia. La
medida, muy criticada, aut
autoriza al Ejecutivo para gobernar por dec
decreto con
poderes extraordinarios
s sin límite temporal y sin ningún control,
ol, ttampoco
parlamentario.
Así, la UE no tiene únicame
amente que enfrentar la desconfianza y antipatía
anti
de
sus ciudadanos sino que
e sus
s
propios principios y valores son cuest
uestionados
por las actitudes desafi
safiantes de Estados miembros con gobiernos
go
populistas, nacionalistas
s y euroescépticos, como Hungría, Polonia
nia y otros
países de Europa del Este.
te.
La vulnerabilidad geopol
opolítica
Potencias como Rusia y Chi
China miraron de lejos la crisis de la zona
ae
euro o de
los refugiados. La anexión
ión de Crimea por parte del Kremlin, sin
in e
embargo,
generó un fuerte quiebre
bre de las relaciones de Europa con el régi
régimen de
Vladimir Putin. Desde ento
ntonces, Moscú interfiere con más frecuenci
encia y más
descaradamente en los asuntos internos de los Estados europeos:
eu
promueve aliados dondeq
dequiera que los encuentre, especialment
ente en la
extrema derecha. China,
a, por
po su parte, considerada por la UE a la vez
v
como
socia, competidora y rival
ival según el área de cuestiones, es un acto
actor con el
cual la UE busca ámbitos
s de cooperación y compromiso74.
Pero los intereses geopolíti
olíticos de estas potencias se manifestaron
on d
de forma
evidente con la pandemia.
ia. Paralelamente a las acusaciones a Brus
ruselas por
sus falencias y debilidades
ades en el manejo de la crisis por el coronavirus,
coro
Rusia y China aparecieron
eron en una gran puesta en escena acudie
udiendo “al
rescate” de los países eur
europeos con más casos de COVID-19 frente
fre
a la
supuesta inacción de la UE.
Así, desde hace un parr de meses, en Italia, pero también en Eslov
slovaquia o
en Hungría, se escuchan
n co
comentarios señalando la ineficacia y la len
lentitud de
la UE en asistir a los país
países afectados al mismo tiempo que se exalta
e
la
acción solidaria de Rusia
sia y China, como naciones “amigas” dispu
ispuestas a
ayudar.
74
Más allá de que las In
Instituciones de la UE lograron consensua
suar ciertos
lineamientos básicos respect
pecto de Rusia y China, las posturas de los Estados
miembros no son idénticas:
as: algunos tienen posturas de acercamiento
o y otros de
clara hostilidad.
125
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Rusia envió médicos a Italia
Ita
para ayudar a los trabajadores de lla salud,
pero también ha donado
do ttodo tipo de material sanitario. Con la etiqueta
“Desde Rusia con amor”,
r”, los camiones militares con materiall y médicos
recorriendo las carreteras
ras de Italia tuvieron un enorme impacto
acto por lo
simbólico de la imagen 75 . En cambio, los envíos aéreos de suministros
sum
médicos urgentes de la
a OT
OTAN a los aliados europeos no han tenido
tenid tanta
atención mediática.
Muchos consideran que la ayuda
a
no era verdadera solidaridad sino
ino u
un gesto
para reivindicar el poderío
erío ruso y extender su influencia. Otros sospechan
so
que detrás de la generosida
osidad rusa se esconden otras razones geopo
eopolíticas y
diplomáticas: Putin busca
ca poner un pie en un país miembro de la OTAN y
cosechar apoyos para que
qu el bloque levante las sanciones co
contra su
gobierno. El diario italiano
no La Stampa aseguró que el 80% del mate
aterial ruso
enviado a Italia es inútil
útil o de poca utilidad para el combate
e contra
c
el
coronavirus en ese país (In
(Infobae, 2020).
Por su parte, China envió
vió expertos médicos, toneladas de equipo,
po, y varios
cientos de miles de másc
áscaras de protección. Desde un punto
to d
de vista
comunicativo, ha sido el país que con Rusia mejor ha publicit
licitado sus
ayudas, con una campaña
aña alentada en los medios para mejorarr su imagen
hacia el exterior. Así, Chi
China trata de compensar la mala gestión
stión en los
inicios de la propagación
n del
de virus con un posicionamiento como imp
importante
donante internacional de
e ay
ayuda.
Reflexiones finales
La famosa frase del noveli
velista francés Karr “Cuanto más cambia
a algo,
al
más
se parece a lo mismo”,, po
podría aplicarse a la UE frente a la pande
andemia del
COVID-19. Los Estados
os m
miembros parecen no haber comprend
rendido las
lecciones que dejaron las c
crisis pasadas y vuelven a caer en viejo
iejos vicios.
Una vez más, la UE aparec
arece como un matrimonio de conveniencia
cia más
m
que
una verdadera unión de paí
países, ligados por valores y principios comu
omunes.
La pandemia constituye
e la última etapa en la secuencia del deterio
erioro de la
solidaridad entre Estados
os miembros que empezó con la crisis del euro y
siguió con la crisis de refugiados.
refu
Si hay algo que muestra el manejo
ma
del
coronavirus en Europa es q
que el primer –y último– responsable es e
el Estado
nacional, y la respuesta
a de Bruselas aparece en un lejano segund
undo plano,
descoordinada, titubeante
te y tardía.
Las rivalidades globales
s se filtran y una especie de “guerra de narrativas”
na
emerge entre la UE y opo
oponentes geoestratégicos como Rusia y China,
Ch
en
una muestra actual de la tradicional práctica de utilizar políticam
icamente la
ayuda internacional. Dejan
jando de lado el debate si la asistencia rusa o china
fue útil o no, en la era de la aceleración digital el consumo de inform
formación y
la configuración de la opini
pinión pública se vuelven cuestiones vitales.
ales. Así, en
un juego de suma cero,
ro, Europa se convierte en una víctima
a al no ser
percibida como eficaz en la lucha contra el virus y sus consecuenc
encias, y al
depender del nivel de con
confianza que, por estos motivos, le otorg
torguen los
75
Los aviones y camiones
s llevaban
ll
pegatinas gigantes que mostraban
an banderas
rusas e italianas en forma de corazón, una al lado de la otra.
126
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
ciudadanos. Varios Estados
ados miembros aprovechan la pandemia,, a su vez,
para continuar sus avances
ces contra los principios democráticos.
En definitiva, una UE que
ue no responde eficazmente, dividida por
or te
tensiones
internas, e incapaz de dar soluciones en forma y tiempo presenta
ta la misma
combinación peligrosa que en crisis pasadas. Una vez más, una cris
crisis global
pone en entredicho la es
esencia de la UE. En un momento en que las
fronteras reaparecen, el enorme
en
reto económico, político y de legitimidad
leg
puede dañar al proyecto
cto europeo, pero también puede ayudarla
arla a salir
reforzada, si rectifica y no c
comete los errores del pasado.
ficas
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CO
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ayu
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talia para el coronavirus es “inútil” en medio
m
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en-mediolos-temores-por-la-pre
presencia-de-militares-rusos-en-el-pais/
127
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
M
MEDIO
OR
ORIENTE
128
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
El escenario
ario convulso del Medi
edio
Oriente
te y Norte de África:
a:
respuestas
tas y dinámicas frente
nte al
COVID-19
Rubén Paredes Rodrí
odríguez76
A principios del siglo XXI,
XI, el especialista Paul Rogers advertía que era una
falacia suponer que el terrorismo
terro
se constituía en la principal amen
menaza a la
seguridad internacional.. Sobre
So
todo, cuando la probabilidad de pand
pandemias aunadas a condiciones de p
pobreza, sistemas sanitarios inadecuados
dos y mayor
conexión entre los países
íses- podían generar efectos devastadores
ores de no
mediar un compromiso seri
serio con una respuesta multilateral (Rogers,
ers, 2006).
La aparición en China de un nuevo Síndrome Respiratorio Agudo
udo Severo
(SARS) bautizado como CO
COVID-19 y su posterior propagación a nivel
nive global,
devino en una amenaza
a re
real. Por el momento, la ausencia de vacun
acunas o de
un tratamiento médico efica
eficaz puso al descubierto la vulnerabilidad
ad e
en la que
se encuentran los países,
s, te
teniendo que recurrir al distanciamiento
to social
so
con
las ensayadas cuarentenas
nas que existieron a lo largo de la historia.
oria. Pese a
que ninguna región en el m
mundo ha permanecido inmune, la detec
etección de
los primeros casos del virus en la región del Medio Oriente y Norte
rte de
d África
o MENA -por su sigla en iinglés- fue el preludio de una gran torm
ormenta de
arena que se aproximó cub
cubriéndolo todo.
Así, el nuevo coronavirus
us se
s hizo presente en un escenario intrínsec
nsecamente
convulso actuando como
mo una “fuerza de integración”, que como
com bien
plantea John Lewis Gaddi
addis, no necesariamente presupone una
a idea
i
con
connotación positiva (Gadd
addis, 1992)77. La pandemia terminó integr
tegrando al
MENA por medio de un
n agente
a
viral en donde los Estados tuvie
uvieron que
reaccionar adoptando medi
edidas similares para evitar una crisis sanita
anitaria. Sin
embargo, y en virtud de
e las condiciones previas en el terreno, la pe
percepción
de que todo podía perman
anecer inmóvil hasta tanto la tormenta llegue
lleg
a su
fin resultó estar equivoca
vocada. Las propias dinámicas le imprim
rimieron al
76
Doctor en Relaciones Internacionales.
Inte
Universidad Nacional de Rosari
sario (UNR),
Rosario, Argentina. Miembro
ro del
d CIPEI, CERIR y Director Adjunto del IREM
REMAI-GEMO
(UNR) Correo electrónico: rub
ruben.paredes@fcpolit.unr.edu.ar
77
John Lewis Gaddis en ell art
artículo publicado en la Revista Foreign Affairs
airs en 1992
planteó que en el Orden de P
Post Guerra Fría iban a coexistir dos tipos
s de fuerzas.
Por un lado, las fuerzas de iintegración que unirían al mundo bajo ell pr
proceso de
globalización, sin desconocer
cer la naturaleza positiva y negativa de las mism
ismas. Y por
el otro, las fuerzas de fragmen
mentación, de carácter disruptivo y conflictivo.
129
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
escenario regional una m
mayor complejidad, en la que se ha puesto
pu
en
evidencia una instancia de “fragmegración” (Rosenau, 1997)78.
En tal sentido, en el pre
presente artículo se busca examinar el contexto
c
regional en el que irrumpi
mpió la pandemia e identificarlas respuesta
estas como
también las dinámicas que de manera explícita y soterrada se han venido
desenvolviendo en múltip
últiples dimensiones, poniendo al descub
cubierto la
presencia de una superficie
ficie aún más inestable y movediza.
El MENA antes del COVID
VID-19
La región del MENA inició
ició el 2020 con una escalada diplomática
ica y militar
entre la República Islámica
mica de Irán y los Estados Unidos. El asesi
sesinato en
Irak del General Qassen
n S
Soleimani -jefe de los servicios secretos
tos y de las
Fuerzas Quds, un regim
gimiento de élite en el Cuerpo de la Guardia
Revolucionaria Iraní- augu
uguraba para muchos -aunque de manera
ra erróneae
un conflicto de envergadura
dura mundial que marcaría la agenda dell nuevo
nue
año.
Sin embargo, luego de la respuesta de Teherán -con el previo avi
aviso a las
autoridades iraquíes par
para que evacuen a los efectivos
s militares
m
norteamericanos de las ins
instalaciones de Ain Al Asad, en el oeste
e de
del país y
de Erbil, en el Kurdistán
tán iraquí- la tensión se disipó y los tamb
ambores de
guerra dejaron de resonar
nar79.
Hasta ese entonces, ell MENA
ME
se encontraba atravesando por una “oscura
geopolítica” producto de
e a
años de antiguos conflictos que se reedi
eeditaban y
otros nuevos que coady
adyuvaban a imprimirle el carácter convulso
conv
al
escenario regional (Amirah
irahmadi, 2015). Entre las condiciones prev
previas a la
aparición del COVID-19 se pueden identificar:
la rivalidad saudit
udita-iraní, con la utilización instrumen
mental del
sectarismo y el ap
apoyo a los denominados aliados proxy
oxy en los
diferentes conflictos
tos abiertos;
las interminables
s gu
guerras en Libia, Siria y Yemen que hicieron
hicie
del
MENA la región con
on e
el mayor número de desplazados y refugi
fugiados del
mundo de acuerdo
rdo con los informes de la Organización
ción de las
Naciones Unidas (ON
(ONU) y demás organizaciones internacional
nales como
Human Rights Watch
atch y Amnesty International entre otras;
el retorno de un aut
autoritarismo, luego del fracaso de la prima
rimavera en
el mundo árabe donde
don
se demandaba por una apertura política
polí
y la
vigencia de la democ
mocracia, que dio paso al invierno autoritario
ario;
el regreso de las pro
protestas y movilizaciones masivas en Arge
rgelia, Irak
y el Líbano pidiendo
do por cambios económicos, el fin de la corrupción
corr
y
reformas políticas,
as, sin que ello genere un efecto
o contagio
c
transnacional hacia
cia ttodo el resto de la región;
78
James Rosenau en 1997
97 planteó la teoría de la complejidad de los sistemas
sociales y acuñó el concepto
pto de fragmegración para dar cuenta de cómo
mo en estos
pueden coexistir fuerzas que
ue iintegran y que a la vez fragmentan.
79
En el mismo ataque, Estado
tados Unidos también mató a Abu Mahdi al-Muha
uhandis, jefe
de Kata'ib Hezbollah y el c
comandante militar de las Unidades de Movilización
Mo
Popular de Irak (PMU). Amb
Ambas milicias actuaron en Siria e Irak en
n co
contra del
denominado Califato o Estado
ado Islámico.
130
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
la presencia de Estad
stados Fallidos producto de las guerras en el
e que se
solapan y enfrentan
ntan distintos actores pugnando por la
a to
toma del
poder, conviviendo
do con el crimen organizado (mercado
o n
negro de
armas, narcotráfico
ico y trata de personas);
la capacidad de re
resiliencia del islamismo radical en su versión
yihadista -Al-qaeda
da y el residual Estado Islámico- para adap
adaptarse a
las condiciones de
e lu
lucha y movilidad hacia otros territorios;
las crisis políticas
s in
internas para formar gobiernos, en los
os c
casos de
Irak e Israel; o la crisis
cr
económica del Líbano que declaró
ró e
el default
de la deuda;
el fracaso del den
denominado Acuerdo del Siglo propuesto
sto por la
administración Trum
Trump para alcanzar la paz entre pales
alestinos e
israelíes;
la crisis petrolera
a en
entre Arabia Saudita y Rusia en el marc
arco de la
OPEP para reducir
ir la producción de crudo;
y, por último, la co
competencia y continua penetración de
e potencias
p
extra regionales per
persiguiendo distintos intereses, como así también
generando “alianzas
nzas líquidas” que se acomodan (Soler
er I Lecha,
2017), a las condicio
iciones del terreno movedizo y volátil dell MENA.
ME
Las cuestiones mencionada
adas ut supra se encontraban vigentes al momento
m
de conocerse las primeras
ras noticias acerca del COVID-19 que prove
rovenían de
China. En un primer mom
omento, algunos países expresaron su solidaridad,
soli
como el caso de Irán que
ue mantuvo contactos aéreos con Wuhan
n d
dado que
de esa manera sorteaba
ba la
las sanciones impuestas por los Estados
dos Unidos,
mientras que otros, empren
prendieron una diplomacia humanitaria de
ea
alto perfil
enviando suministros san
sanitarios a China (entre los que se destacaron
des
Turquía, Kuwait, Qatar y Em
Emiratos Árabes Unidos). En un segundo
om
momento,
se puede decir los países
es s
subestimaron la enfermedad en lo que
e respecta
res
a
la velocidad y el ritmo de contagio, pese a los antecedentes del
el S
SARS de
2003 y de la experiencia
cia con el Síndrome Respiratorio de Orient
iente Medio
(MERS) -por su sigla en
n in
inglés- de 2012 que afectó particularmen
mente a los
80
países de la región (WHO,
O, 2019)
2
.
Las respuestas y las diná
dinámicas frente el COVID-19
Una vez que China establ
tableció la cuarentena frontera adentro y cerró el
espacio aéreo con el mund
undo exterior, empezaron a aparecer los
os p
primeros
números de infectados en E
Europa, Estados Unidos y Medio Oriente.
te. A
Así, Irán
se convirtió en el epicent
centro de la enfermedad por COVID-19 cuando
cu
se
detectó el 19 de febrero
o en la ciudad de Qom el paciente Cero.
La rápida expansión dell vir
virus por todo el país produjo la cifra de m
más 100
mil infectados y 6000 muer
uertos como así también las primeras evalu
valuaciones.
En primer lugar, las med
edidas de confinamiento del gobierno de Hassan
Rohani fueron desoídas
s por
p
las propias autoridades religiosas
as -que se
80
En 2012, Arabia Saudita
a fue identificado como el epicentro del nuevo coronavirus
cor
conocido como MERS, cuyo
yo agente de transmisión han sido los dromed
medarios. El
virus produjo un centenarr de víctimas y afectó en particular: EAU, Kuwai
wait, Omán,
Qatar, Jordania y Túnez.
131
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
negaron a cerrar las mezqu
ezquitas- como así también por parte de los sectores
considerados reformistas
as q
que viajaron por todo el país para fes
festejar el
feriado del Año Nuevo Pers
Persa. En segundo lugar, si bien los mayore
yores de 65
años eran la población de riesgo, a la escasez de insumos como
o barbijos
ba
y
respiradores se le sumó
ó lla presencia de 100 mil personas que
ue padecen
enfermedades respiratorias
rias crónicas producto de las armas químicas
icas que se
emplearon durante la guerr
uerra Irak-Irán (Middle East Monitor, 2020).
0).
Algunos países en el marco
arco del Consejo de Cooperación del Golfo
lfo (CCG)
(
le
brindaron ayuda sanitaria,
aria, ya sea por miedo al contagio transfr
nsfronterizo
como también por la situa
ituación económico-social que atravesaba
a el
e país a
causa del restablecimiento
ento de las sanciones económicas impuesta
estas por la
administración Trump. El p
pedido para que éstas se levanten o en
n su defecto
se flexibilicen al igual que
ue lla ayuda financiera de acceso rápido solicitada
solic
al
Fondo Monetario Internaci
nacional (FMI) de 5 mil millones no encont
contraron la
respuesta esperada. Como
mo una tormenta de arena, el COVID-19 se esparció
como “fuerza” que integró
gró al resto de los países de la región. En
n la medida
que se fueron anunciando
do los
l primeros contagiados, las respuestas
tas a
ante una
amenaza que parecía cubri
ubrir todas las condiciones preexistentes se dieron a
conocer.
En este punto, conviene
e dis
distinguir dos grandes tipos de medidas ado
adoptadas,
las orientadas al ámbito
o do
doméstico y las orientadas al ámbito intern
ternacional.
Entre las primeras, se
e pu
pueden mencionar la decisión del cierre
erre de las
fronteras terrestres y marí
arítimas; la prohibición de vuelos internacio
nacionales a
los destinos más afectado
tados como también al interior de los países;
pa
la
prohibición de todas las
s actividades
ac
económicas consideradas no esenciales
es
y la autorización a para
a re
realizar home-office o teletrabajo en deter
eterminados
rubros que así lo permitan;
itan; el cierre de los establecimientos educat
ucativos, los
lugares de esparcimientos
tos y los puntos de congregación religiosa.
a. En
E lo que
respecta a la forma de im
implementación, se recurrió al establecimi
cimiento de
cuarentenas -con el fin de a
achatar la curva de contagios importados
dos y evitar
los comunitarios; la introdu
roducción o prolongación de las leyes de emergencia
eme
-para concentrar la toma
a de
d decisiones en los gobiernos y la adopción
adop
de
medidas de excepcionalida
alidad- como también el anuncio de los
s to
toques de
queda parciales o totales.
La declaración de emerge
ergencia sanitaria en los países ha respo
spondido a
condiciones sociales objet
bjetivas. En el mundo árabe, los centros
ros urbanos
tradicionalmente han conce
oncentrado la mayor densidad demográfica,
ca, a lo que
se suma la presencia de
e un
una gran población joven capaz de constit
nstituirse en
el vector de contagio asint
sintomático sobre los sectores de riesgo.. As
Asimismo,
dado que el 30% de la eco
economía en general es de carácter informa
rmal, se ha
evitado la concentración
n de las personas en los conocidos bazares
s y la venta
ambulante de la que vive
ve la población.
Las prácticas religiosas arraigadas
arr
en la población se han constitu
stituido, en
muchos casos, en un prob
roblema difícil de gestionar. Por ejemplo,, en Israel,
los sectores ultra-ortodoxo
oxos se negaron a cumplir en un primer
er momento
m
las decisiones del ejecutivo
utivo –por las propias prácticas comunitaria
arias, entre
ellas, la celebración de la P
Pascua Judía- hasta que finalmente la rea
realidad se
impuso con el incremento
nto del número de contagios. En el mundo
do iislámico,
se alteró el tradicional llam
llamado a la oración de los viernes en las
s mezquitas
m
y se prohibió la celebració
ración del Iftar, la cena de cierre del ayun
yuno diario
132
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
durante el mes de Rama
amadán que en el 2020 comenzó el 23
3 d
de abril,
coincidiendo con la plena
a expansión
ex
de la pandemia81.
Si bien ningún país de la región del MENA -y del mundo- se encontraba
enc
preparado para enfrentar
tar e
el COVID-19, en todos los países se ha buscado
evitar el colapso de los
os rrespectivos sistemas de salud recurrien
riendo a la
imposición del aislamiento
nto social. Sin embargo, no se puede perder
der de vista
que la forma de impleme
ementación de las medidas ha conducido
do desde
d
lo
discursivo y de la praxis
is a una “securitización”. Frases que evoca
ocan a una
situación de conflicto com
como ‘estamos ante la presencia de un e
enemigo
invisible’; ‘en guerra cont
contra un virus’ y ‘los médicos y enferm
ermeros se
encuentran en el frente de batalla’ se hicieron presente en la mayor
yoría de las
autoridades políticas (Hoffm
offman, 2020). Por tal motivo, los toque
e d
de queda
total y parcial (Argelia,
a, A
Arabia Saudita, EAU, Egipto, Irak, Jordania,
Jord
el
Líbano, Siria y la Autoridad
ridad Nacional Palestina), el control estricto
cto sobre la
prensa para evitar fake
e n
news (Egipto, Arabia Saudita, EAU, Turqu
urquía), las
multas a quienes contradig
radigan las decisiones gubernamentales (Jordania
(Jor
y
Omán) la utilización de
e A
APP y la inteligencia artificial para dete
detectar los
movimientos de los ciudad
dadanos (Israel) han sido decisiones implem
lementadas
desde los Ministerios de
e De
Defensa, los aparatos de seguridad y los servicios
s
de inteligencia interna e int
internacional siguiendo las directrices sanita
nitarias.
Ahora bien, entre las me
medidas orientadas al ámbito internacio
acional, fue
importante el pedido del
el S
Secretario General de la ONU António
io Guterres
G
acerca de la necesidad de comprender que el virus no distingue
ue entre la
nacionalidad, la religión o lla etnicidad. En tal sentido, sostuvo: “Tha
That is why
today, I am calling for an immediate global ceasefire in all corner
rners of the
world. It is time to putt arm
armed conflict on lockdown and focus together
toge
on
the true fight of our lives”” ((UnitedNations;2020).
Las acciones externas no s
se hicieron esperar entre los actores invo
involucrados
en los conflictos abiertos
os e
en el MENA. En Siria, Yemen y Libia se a
aceptó el
cese al fuego con el objeti
jetivo de brindar asistencia sanitaria a la
a po
población,
teniendo en cuenta que
e en dichos países la infraestructura hospita
spitalaria se
encuentra destruida o daña
añada y, en muchos casos, sin electricidad,
ad, insumos
de limpieza y agua potable
able necesaria para mantener las medidas
s de higiene
de acuerdo con los protoco
tocolos de la Organización Mundial de la
a Sa
Salud. En
general, carecen de perso
ersonal médico, recursos humanos especia
ecializados,
salas de cuidados intensiv
nsivos, respiradores, kits de seguridad y test de
diagnóstico del virus.
Por tal motivo, los campos
pos de refugiados y de desplazados en Siria,
iria, Turquía
y el Líbano, el teatro de operaciones
o
en Yemen y Libia, como también
tam
el
bloqueo a la Franja de Gaz
Gaza han encendido las alarmas de preocupa
cupación en
la región y en la comunida
nidad internacional. La ayuda internacional
nal se hace
necesaria ante las condicio
diciones de hacinamiento donde la distancia
cia social y
la higiene no se pueden
n garantizar
ga
como tampoco la adecuada información
info
alertando de los peligros
s de
del COVID-19 a la gente que allí se encuen
uentra.
81
Desde el siglo XVIII, el Haj
Hajj (peregrinación a la Meca), que es uno de
e los
lo pilares
del Islam, no se había inte
interrumpido. En esta oportunidad, Arabia Sa
Saudita no
permitió el ingreso de los
os ffieles con el cierre de sus fronteras. Una
na situación
análoga se adoptó en la mezq
ezquita de Al-Aqsa en Jerusalén.
133
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
La aparente competencia
ia e
entre EAU y Qatar en Libia, Arabia Saudita
dita y Qatar
en Siria, Arabia Saudita
a y EAU en Yemen, pareció haberse frenado
nado con el
despliegue diplomático y la
las medidas humanitarias realizadas. En el inicio
de la pandemia, Doha,, Riad
Ria y Abu Dhabi salieron en ayuda de
e la región,
pero también de China y lla OMS (Soubrier, 2020). Para muchos,
os, esto ha
sido una señal de distens
tensión después de la crisis diplomática
ca de
d 2017
producida en el marco
o de
del CCG, dado que se han vuelto a reunir
re
los
Ministros de Finanzas de
em
manera virtual el pasado 3 de abril.
Sin embargo, en el frag
fragor de la pandemia no se pueden aventurar
av
conjeturas cuando existen
ten determinadas dinámicas que alertan so
sobre una
fragmentación del escenari
nario regional. Primero, porque la ayuda oficial
ofi
y la
diplomacia humanitaria de los países exportadores de hidrocarbu
arburos del
Golfo está en entredicho.
ho. La caída histórica de los precios interna
ernacionales
del barril de crudo afectó
tó a los presupuestos públicos, a los mega
a proyectos
pr
de infraestructura -como
o la Visión 2030 saudita- a la capacidad de s
subsidiar
directamente los recursos
sos b
básicos de la población -y de ese modo
do comprar
la paz social- y a la pro
probabilidad de no poder alcanzar la
a se
seguridad
alimentaria.
Segundo, los países no exp
exportadores de crudo, con alto índice de de
desempleo
y pobreza, población joven
jov
desempleada y disminución de
e lla renta
proveniente del turismo
o tu
tuvieron que recurrir al financiamiento mu
multilateral
(con el FMI), poniendo
o a
al descubierto que las condiciones que
ue hicieron
posible la primavera árab
rabe siguen vigentes. El descontento soci
ocial se ha
profundizado, pero perman
manece controlado por las medidas de emergencia
eme
sanitaria implementadas.
s.
Tercero, los conflictos han seguido su curso, pero con otra intens
ensidad, ya
sea porque los Estados
s e
están enfrentando la amenaza del COV
OVID-19 o
porque la comunidad intern
ternacional no está prestando atención al escenario
e
de arenas movedizas. En Libia, el General Khalif Haftar se autop
utoproclamó
presidente con el apoyo
o de EAU y Egipto, pero con el rechazo de Turquía,
Qatar y Marruecos, que
e lo consideraron un golpe de estado al e
entonces
gobierno reconocido interna
ernacionalmente en Trípoli.
En Siria, con el apoyo de R
Rusia, Turquía e Irán se alcanzó un cese
ese el fuego
humanitario en Idlib, pero se abrió un nuevo frente con los ataques
ata
de
Israel a los centros de investigaciones
inve
militares en Alepo y en Deir
eir Ezzor
E
en
el mencionado país. Asimi
simismo, se reanudaron los habituales ataqu
taques a la
Franja de Gaza y se sumó
mó otro sobre posiciones iraníes en las fronteras
fron
de
los Altos del Golán. En ple
plena crisis del COVID-19, la República Islámica
Islá
de
Irán exasperó los nervios
ios de la diplomacia de Tel Aviv cuando informó
inf
el
lanzamiento con éxito de u
un satélite con capacidad de monitoreo
reo sobre el
espacio israelí.
Por último, cuando todo
odo parecía indicar que había desaparec
arecido del
escenario regional, el Esta
Estado Islámico -desde la virtualidad de
e la
las redes
sociales- llamó al COVID--19 ‘el castigo de Allah a los infieles’ y rec
recomendó
evitar viajar a los destinos
tinos más afectados por la pandemia. Sii bie
bien había
transcurrido un año sin registrarse actividades de la organiza
nización, a
principio de mayo, previa
revias incursiones en el territorio iraquí,
uí, regresó
cometiendo ataques sorpre
rpresivos en Saladino, a un centenar de kilóm
ilómetros al
norte de Bagdad.
134
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Reflexión final
Los países del MENA, como
com los de cualquier otro lugar del mun
mundo, han
enfrentado una amenaza
za a la salud pública. Sin embargo, la
a diferencia
di
estriba en las condicio
iciones preexistentes donde el escena
enario era
intrínsecamente convulso.
so.
Si bien el COVID-19se es
espació como una fuerza de integración,
ión, bajo la
percepción de cubrirlo tod
todo, las turbulencias en el terreno genera
neraron una
complejidad sin preceden
dentes. Las respuestas a la pandemia
a como
co
las
propias dinámicas regiona
ionales han puesto al descubierto una situación
situa
de
fragmegración, en donde
de el MENA queda preso de experimentar
tar peligros
mayores si se ignora la continuidad de las condiciones move
ovedizas e
inestables que se ciernen
ne
en el escenario regional.
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135
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Pandemia
ia y política externa en el
Golfo. El cas
caso de Emiratos Árab
rabes
Unidos
82
Ornela
a Fabani
Fa
Conforme con datos al 11 de
d mayo, los países árabes de Medio Orie
Oriente y el
Norte de África superan
n lo
los 230.000 infectados por coronavirus.
s. De
D entre
ellos, aquel que detenta
ta el mayor número de casos es Arabia
bia Saudita,
seguido por Qatar y Em
Emiratos Árabes Unidos (EAU). En efecto,
efe
las
monarquías del Golfo -Ara
Arabia Saudita, Bahréin, Emiratos Árabes
bes Unidos,
Kuwait, Qatar y Omán- sob
sobresalen por presentar más de una terce
ercera parte
de los infectados de entre
tre los países árabes de la región. No obsta
bstante ello,
si se consideran los Estado
tados no árabes de la zona se evidencia que,
que pese a
haberse dado difusión a la situación de Irán como una de las más
ás críticas
c
a
nivel global, en la actua
ctualidad Turquía ha sobrepasado al país
paí persa
convirtiéndose en la nación
ción que presenta el mayor número de conta
ontagios en
la región de Medio Oriente
nte a la fecha.
En lo que respecta a EAU
EAU, este fue el primer país árabe de la
a región
re
en
detectar un caso positivo
ivo d
de COVID-19 el 29 de enero. Desde entonces
ent
el
número de infectados
s se
s
ha venido incrementando, mostra
strando un
importante aumento en las últimas semanas, que se en
encuentra
directamente relacionado
do c
con la campaña de testeo masivo que este país ha
implementado, permitiéndo
ndole ubicarse en los primeros lugares en
n el ranking
de naciones con mayor test
testeo per cápita (The National, 14/04/2020)
020).
Dicho esto, el siguiente trabajo
trab
busca analizar el impacto que la emergencia
eme
del COVID-19 ha tenido
o so
sobre la política externa de Emiratos, en tanto se
entiende que su respues
uesta a la pandemia ha propiciado no sólo un
acercamiento a Irán sino
no ttambién roces, cuando no un distanciamie
amiento, de
otros actores tanto regiona
ionales como extra-regionales.
En el plano externo, Em
Emiratos se caracteriza por una política
ica exterior
proactiva y crecientemente
nte independiente. En esta línea, el país del Golfo ha
respondido a la crisis que
ue h
ha supuesto el brote de COVID-19 recur
curriendo a
uno de los pilares de su
u po
política exterior: la ayuda humanitaria.. En efecto,
este país, que se ha conve
vertido en uno de los mayores donantes
es de
d ayuda
humanitaria a nivel interna
ernacional, ha entregado más de 270 tonel
oneladas de
material sanitario y equipo
uipos de protección, entre otros insumos,, a diversos
países. Entre ellos: Italia,
ia, A
Afganistán, Botswana, Mauritania, Serbia,
bia, Croacia,
Malasia, Grecia, Etiopía,, Co
Colombia, Sudán, Chipre y las Islas Seychel
chelles.
En este sentido, es import
portante mencionar que la ayuda humanitar
itaria se ha
convertido en un instrum
trumento de soft power que Emiratos ha venido
empleando con vistas a obt
obtener reconocimiento, incluso a lograrr pro
proyección
82
Doctora en Relaciones
s IInternacionales. Universidad Nacional de Rosario.
Universidad Nacional de
e Rosario. Rosario, Argentina. Correo ele
electrónico:
ornelafabanigarelli@gmail.com
.com
136
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
internacional; convirtiéndo
ndose, asimismo, en un recurso que su
suele ser
empleado en pos de la o
obtención de nuevos contratos y la aper
apertura de
mercados.
Entre los actores que han receptado ayuda humanitaria emiratí,
tí, c
conviene
detenerse en los casos de China e Irán, dos de los países más
s golpeados
go
por la pandemia. En torno
rno al primero, es importante mencionar que,
que tras el
inicio del brote, Emiratos
tos se convirtió en uno de los primeros
s países
pa
en
ofrecer ayuda y concretar
etar el envío de insumos médicos a Pekín
ekín. Desde
entonces ambos países
s h
han mantenido comunicaciones a través
avés de las
cuales han buscado los medios
med
para coordinar acciones en la lucha
ha c
contra el
virus. Inclusive, en un gest
gesto simbólico, Emiratos, que precisa prese
reservar sus
lazos comerciales así com
como también continuar recibiendo turistas
stas chinos,
tiñó de rojo el Burj Al Khali
halifa en apoyo a la lucha contra el virus del gigante
asiático.
China representa un imp
importante mercado para los hidrocarbu
arburos de
Emiratos. Además, este
e pa
país se ha afianzado como un destino de turismo
internacional de lujo, que
ue recibe
r
un el 6% de turistas chinos. De
e hecho,
he
se
caracteriza por ser la nació
ación de Medio Oriente que recepta el mayor
yor número
de turistas procedentes de
del Estado asiático que arriban a la región,
ión, uno de
cada 16 visitantes a los
s Em
Emiratos Árabes Unidos proviene de China
hina (Turak,
2020).
En lo que atañe a la Repúb
epública Islámica, la posición adoptada frente
ente al país
vecino expone, no sólo las dificultades que un organismo subregion
gional como
es el caso del Consejo de C
Cooperación de Estados Árabes del Golfo
olfo (CCG)83
encuentra para adoptarr cie
ciertos lineamientos comunes de política
ica externa,
sino también el distanciami
iamiento que se ha venido gestando entre Emiratos
Em
y
Arabia Saudita.
Al respecto, mientras Irán
rán presentaba el mayor número de casos
os positivos
p
en el escenario de Medio
io O
Oriente, Arabia Saudita y Bahréin lo acusaron
acus
de
tener una “responsabilidad
idad directa” en la propagación del virus en el
e Golfo,
al haber permitido que ciu
ciudadanos de los países vecinos ingresas
esasen a su
territorio sin sellar sus pasaportes.
pa
Todavía más, el ministro de Asuntos
Internos de Bahréin den
denunció a Teherán de haber incurrido
ido en una
“agresión biológica”, all ent
entender que este país encubrió la graveda
vedad de la
situación interna, favorecie
eciendo los contagios en la zona (Al Jazeera
era, 2020).
La agresividad de la retóric
órica podrá comprenderse si atiende a la luch
lucha por el
liderazgo regional en la
a cu
cual Arabia Saudita e Irán se han visto
o e
envueltos
por décadas, así como tam
también al férreo alineamiento de un peque
equeño país
insular como Bahréin con
n la política exterior saudita.
Como contrapartida, en la vereda de enfrente, Kuwait, Qatar
atar y UAE
decidieron brindar asisten
istencia a Teherán. En esta línea, Emira
miratos ha
efectuado diversos envíos
íos de material sanitario que han tenido por destino
el Estado persa. Por su par
parte, Kuwait anunció una donación de 10 millones
de dólares. En tanto, Qata
atar ofreció tanto ayuda financiera como
o m
material y
ya ha enviado toneladas
s de equipos y suministros médicos al país
ís vecino.
ve
Al respecto, no puede deja
dejar de señalarse que la relación entre
e Te
Teherán y
Doha sólo se ha profundiza
dizado tras la ruptura de relaciones diplomát
máticas y el
83
Organismo subregionall co
conformado en 1981, compuesto por Arabia
bia Saudita,
Bahréin, Emiratos Árabes Unid
Unidos, Kuwait, Omán y Qatar.
137
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
posterior embargo que Ar
Arabia Saudita, Emiratos y Bahréin le aplican
a
a
Qatar desde 2017.
Aún más, lejos del acerc
cercamiento que algunos especialistas auspiciaron
aus
previo a la cuadragésima
ma cumbre del CCG, que tomó lugar en
n diciembre
di
último, la crisis suscitada
da por
p la irrupción del COVID-19 sólo ha
a pr
propiciado
nuevos roces entre estos
tos socios, que hoy se encuentran enfrenta
entados. En
efecto, otro claro ejemplo
lo d
de lo expuesto emerge al considerar el entredicho
en
que se suscitó entre Mana
anama y Doha a raíz de un grupo de ciudadanos
ciu
bahreiníes que regresaban
ban de Irán y quedaron varados en Qatar,
r, a quienes
el gobierno qatarí intent
entó repatriar ocasionando un entredicho
ho con las
autoridades bahreiníes.
Retornando a la política
a ex
exterior emiratí, se insiste en que la decisión
dec
de
Abu Dhabi de brindar ayud
yuda a Irán es una muestra más de cómo
o Emiratos
E
ha tomado distancia del
el e
estrecho vínculo que lo unía a Arabia
bia Saudita,
particularmente tras inicio
inic
de la primavera árabe. En efec
efecto, los
levantamientos que tuviero
ieron lugar en el escenario regional desde
e finales
fin
de
2010 operaron a favorr de un alineamiento de Emiratos para co
con quien
tradicionalmente ha actuad
tuado como hermano mayor dentro del Con
Consejo de
Cooperación del Golfo. Aho
hora bien, la apertura de la Embajada de E
Emiratos
Árabes en la capital de Siria
Siria, Damasco, que ha ido de la mano con
on una
u
serie
de declaraciones de funcion
ncionarios nacionales en respaldo del gobiern
bierno de Al
Assad, la retirada de Emira
miratos del escenario yemení y el ya referid
ferido envío
de ayuda humanitaria,, jun
junto con una serie de contactos telefóni
fónicos con
funcionarios iraníes de al
alto nivel, exponen que Abu Dhabi ha tomado
distancia de Riad.
Aún más, esta aproximació
ación con Irán también se encuentra a contramano
con
de la campaña de máxim
áxima presión que continúa llevando adelante
ade
el
gobierno norteamericano.
no. Tal es así que, el compromiso de Emiratos
Emir
de
brindar asistencia a la
a R
República Islámica llegó poco después
és de que
Estados Unidos, principal
pal garante de la seguridad de las monarq
arquías del
Golfo, bloquease el otorga
orgamiento de un empréstito a Irán porr parte
p
del
Fondo Monetario Internacio
acional. Una política que, por otro lado, cuenta
cue
con
el firme respaldo de Arabi
rabia Saudita, cuyo rol resultó crucial para
ara vetar la
condena a Estados Unidos
dos por la aplicación de sanciones a Irán en el
e marco
del Movimiento No Alineado
eados.
Ahora bien, la pandemia
ia n
no sólo ha suscitado rispideces entre
e los
lo países
miembros del Consejo de C
Cooperación de Estados Árabes del Golfo
lfo s
sino que
también ha derivado en roces
roc
entre UAE y un conjunto de países
s del
de Sur de
Asia, cuyos nacionales eme
emergen como la columna vertebral de la fu
fuerza de
trabajo del país del Golfo.
Al respecto, no puede pasa
pasarse por alto que en Emiratos un 88.5%
.5% de sus
habitantes son extranjeros
ros (ProChile, 2020). En efecto, el país dete
etenta más
de 8 millones de trabajado
jadores migrantes, de los cuales la mayorr pa
parte son
trabajadores de bajos ingre
ingresos, procedentes de distintos países del
de Sur de
Asia, como es el caso
so de India, Pakistán, Nepal, Bangladesh
desh. Estos
trabajadores, que se dese
desempeñan en los sectores de la construc
trucción, el
transporte, la hotelería y los servicios, resultan una buena parte
arte de los
infectados por el virus. De allí que la pandemia ha resultado un catalizador
cat
para que la comunidad inte
internacional dirija su mirada hacia la situaci
uación en la
que viven estas personas
nas. En este sentido, diversas organizacio
zaciones no
138
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
gubernamentales han den
denunciado las condiciones de hacinamie
amiento, el
deficiente acceso a la ate
atención médica, incluso la falta de sane
aneamiento
adecuado y de alimentos
s nu
nutritivos que sufren los mismos.
En este marco, en una ins
instancia en la cual en el Emirato cae la
a de
demanda,
disminuye la llegada de
e turistas
tur
y se contrae el sector inmobiliario
ario muchos
de estos trabajadores han
an sido despedidos, mientras que otros han recibido
licencia sin goce de suel
sueldo. De allí que, frente a la imposibil
sibilidad de
sostenerse sin un ingreso,
eso, muchos de los mismos deseen retorna
ornar a sus
hogares. Ante esta situac
tuación el gobierno emiratí ha intentado
o organizar
o
vuelos de repatriación par
para todos aquellos expatriados que den
n negativos
n
en los testeos, en tanto,
to, se ha dispuesto que quienes arrojen
n re
resultado
positivo serán tratados en e
el país. Una política que, por otra parte,
e, responde
r
al reconocimiento del gobie
obierno emiratí de la gravedad de la situaci
uación en la
que se encuentran estas
s pe
personas, muchas de ellas en la indigencia
encia, y aún
más ampliamente expuesta
estas al virus dada la imposibilidad que muchas
mu
de
las mismas presentan para
ara respetar el aislamiento social.
Dicho esto, el conflicto
to s
se ha suscitado ante la negativa de distintos
d
gobiernos asiáticos, como
oe
es el caso de India y Pakistán, que han
an rehusado
r
recibir a sus nacionales
es a
alegando su imposibilidad de aislarlos
los tras su
llegada al país, inclusive
ive señalando la presión que el retorno
rno de sus
ciudadanos supondría sobre
obre sus sistemas sanitarios, ya sujetos a una
un fuerte
sobrecarga. A raíz de
e e
esta situación Emiratos amenazó incluso
inclu
con
reevaluar los lazos laboral
orales con estos estados, más específicame
amente con
suspender memorándums
ms de entendimiento relativos a temas laborales
labo
o,
incluso, con establecer cuo
cuotas futuras para los trabajadores que
e p
procedan
de dichos destinos. Una
a d
decisión que podría tener un impacto mayúsculo
ma
considerando que las rem
remesas que los mismos envían a sus res
respectivos
países resultan un importan
rtante componente del PBI de los mismos.
En definitiva, tal como se h
ha expuesto a lo largo de la presentación,
ión, el brote
de COVID-19 no sólo ha
a su
supuesto el desencadenamiento de una emergencia
eme
sanitaria, sino que tamb
ambién ha tenido impacto sobre las re
relaciones
exteriores. En el caso emir
miratí la pandemia ha favorecido un acercam
rcamiento a
Irán mientras que, par
paralelamente ha redundado en favor
vor de un
distanciamiento de otros
tros socios exponiendo, asimismo, los
s conflictos
c
latentes al interior del Cons
onsejo de Cooperación del Golfo.
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RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Política,, economía
eco
y religión
n en
tiempos de C
COVID-19: el caso
so de
d
Turquía
Luca
uca Pace84
Introducción
Desde su asunción al poder
pod
en 2003, el actual presidente turco
urco, Recep
Tayyip Erdogan, se propuso
puso modificar algunos aspectos de la vida
da política
p
y
religiosa del país. A partir
rtir de su condición islamista, y habiendo fundado
fun
la
organización partidaria tro
troncal del juego político interno, el Partid
artido de la
Justicia y el Desarrollo
lo ((AKP, por sus siglas en turco), ha
a avanzado
a
progresivamente en un pro
proyecto reformista que apunta a la reislam
islamización
de la sociedad y a la hegem
gemonía en el tablero político.
Bajo el diagrama de u
un proyecto de poder estructurado
o sobre
s
la
cosmovisión de Erdogan
n y su círculo gobernante, Turquía ha sorte
orteado con
relativo éxito primero y de
delicada fragilidad luego los avatares del sistema
internacional. Esto se debió
deb
en parte, en una primera instanc
ancia, a la
receptividad de las medid
edidas internas y acciones de política exte
xterior que
encontró el gobierno del AKP en sus aliados tradicionales de
e E
Europa y
Estados Unidos. Sin embar
bargo, cuando las condiciones del contexto
xto regional
y global cambiaron, esto
sto es, principalmente a partir de las expe
expectativas
desmesuradas y erróneas
as q
que los principales decisores políticos dep
depositaron
en la denominada Primav
avera Árabe, Turquía pasó a estar regida
gida por la
urgencia y la incertidumbre
bre, lo cual ha calado hondo en el esquema
ma de toma
de decisiones.
desfavorable para Turquía se agrega una
un crisis
Al contexto general desf
pandémica internacional
al sin
s
precedentes en los últimos cien año
años. En lo
doméstico conjuga una luc
lucha aguda entre los polos políticos del
el sistema
si
y
una crisis económica profu
profunda que ha provocado el desplome
e de la lira
turca, el aumento de la infl
inflación y la subida del riesgo país. En el escenario
e
regional se ha cargado de tensión en la frontera con Siria, llevando
ando a cabo
una serie de operaciones
sm
militares contra objetivos kurdos sirios y contra
co
las
propias fuerzas militares
s de
del Estado sirio.
En este trabajo se observar
rvará cómo el contexto de la pandemia de
e COVID-19
CO
ha afectado y estructurado
rado en Turquía los asuntos políticos y económicos,
econ
tanto internos como extern
xternos, al igual que las cuestiones religiosa
iosas. A su
vez, se plantearán una
a se
serie de reflexiones que serán important
tantes para
pensar en un escenario distinto
dist
de post-pandemia.
84
Licenciado en Relaciones
s Internacionales.
In
Universidad Nacional de Rosar
sario (UNR),
Rosario, Argentina. Docente
te adscripto
a
del Seminario “Política, Religión y E
Economía
en las Relaciones Internacio
acionales del Medio Oriente”. Miembro e Investigador
Inv
graduado del IREMAI-GEMO.
O. C
Correo electrónico: luca.pace@hotmail.com
140
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Respuestas sanitarias
Cuando el 11 de marzo
zo d
del presente año la Organización Mundi
ndial de la
Salud (OMS) caracterizab
izaba al brote de COVID-19 como pandem
ndemia, los
principales países europe
ropeos ya contaban con importantes cifras
ci
de
contagiados y las víctim
ctimas iban en aumento. El caso de
e IItalia es
ejemplificador cuando se dimensiona que en esa fecha las muertes
mu
se
aproximaban al millar y lo
los contagios superaban los 10.000. Es en esta
coyuntura que Turquía con
conoce su primer caso positivo. La tardía llegada
lleg
del
virus al país le permitió
ó ga
ganar tiempo a las autoridades sanitarias
rias del país
para estudiarlo e implemen
mentar medidas tempranas, entre las que se cuentan
el rápido equipamiento
o y compra de insumos médicos, las prue
ruebas con
antivirales y antimaláricos
cos c
como la hidroxicloroquina –cuestionada
da p
por parte
de la comunidad epidemiol
miológica– y la rápida implementación de
e pr
protocolos
sanitarios en establecimien
ientos de salud.
Empero, hasta la fecha de rredacción de este trabajo, más precisame
amente el 9
de mayo de 2020, las cifras
ifras oficiales arrojan una desproporción en cuanto
c
a
contagiados y víctimas:
s: 1
137.115 y 3.739 respectivamente, con 89.480
recuperados. Estos datos
os so
son necesarios para observar el caso turco
urco, ya que,
pese a ser el noveno país
ís c
con mayor cantidad de infectados, demue
uestra una
tasa de mortalidad sustanc
tancialmente baja. Esto se debe, en parte,
e, al estudio
temprano del virus, a una población relativamente joven –una
a media
m
de
31,5 años– y a un sistem
istema de salud –público y privado– prep
reparado y
modernizado como consec
secuencia de crecientes inversiones en los últimos
veinte años (Mourenza, 202
2020).
La importancia de las cifras
ifras, más allá de su variación en el tiempo,
o, rradica en
el hecho de que les ha
a p
permitido adoptar a las autoridades sanitarias
sani
y
políticas locales un discurso
urso eficiente y ciertamente alentador sobre
bre el curso
de la pandemia en el país.
aís. De todos modos, todo está sometido
o a la lucha
política, incluso los propi
ropios números. Hay informes 85 que des
deslizan la
posibilidad de que haya
a u
un 25% más de víctimas fatales de las que se
computan oficialmente. Aún si se considerase esta eventualidad,, la tasa de
mortalidad continuaría sie
siendo relativamente baja.
Dinámicas políticas y eco
económicas
Independientemente de los casos, el COVID-19 ha sacudido íntegram
gramente la
superficie de la política
tica turca. Partiendo de la base de te
tensiones
preexistentes en el escena
enario político interno, las medidas y decisio
cisiones del
gobierno en este contexto
xto h
han exacerbado los humores de la oposic
osición y de
organizaciones de derech
rechos humanos. Más allá de las med
edidas de
distanciamiento social que se implementaron, estas no suscitaron
ron grandes
críticas en lo general. Lo q
que se ha objetado es la instrumentalizac
lización que
85
Mourenza (2020) analiza
liza el registro de muertes en los ayuntamien
mientos que
ofrecen información de maner
anera pública y llega a la conclusión de que el año
a
2020,
comparativamente con años
ños anteriores, arroja mayores números de víctimas
fatales. Si bien todo ese exce
exceso no puede considerarse como muertes por
po COVID19, el porcentaje total adicion
icional de las víctimas en Turquía se aloja alreded
ededor de un
25%.
141
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
se ha hecho del virus en aras de obtener mayores réditos políti
olíticos. Un
ejemplo plausible ha sid
sido la prohibición para las municipalida
alidades de
recolectar y distribuir autó
utónomamente donaciones privadas. Este hecho ha
golpeado esencialmente
e a llas municipalidades comandadas por la op
oposición,
cuyo caso más resonante
nte es el de Estambul, gobernada desde
e 2019
2
por
Ekrem Imamoglu del Partid
artido Republicano del Pueblo (CHP, por sus
us siglas
s
en
turco).
e para
pa pensar la construcción de poder de Erdogan,
E
El ejemplo es elocuente
cimentada en la definició
inición de un otro como adversario político.
polí
La
prohibición para la recauda
audación de las municipalidades fue expues
uesta como
una herramienta para evita
vitar la consolidación de Estados paralelos
s dentro
de
del
Estado que pudieran socav
ocavar su legitimidad. La narrativa guberna
ernamental,
incluso como se ve actual
tualmente en tiempos de pandemia, ha ne
necesitado
insuflar la tensión política
ca p
para recolectar todo tipo de apoyo popular
ular.
En esta dirección se ha ma
mantenido el gobierno, de centralización en la toma
de decisiones y, por lo tanto,
t
de intransigencia en la coordina
dinación de
acciones directas con los
os m
municipios en manos opositoras, entendie
ndiendo que
el acuerdo es equivalente
nte a ceder poder. Justamente esta reticenc
ncia es la
que derivó en el desastre
re de
d la cuarentena del fin de semana dell 11 y 12 de
abril. El ministro del Interio
terior, Süleyman Soylu, había anunciado el inicio de
la cuarentena rígida en varias
var
partes del país tan sólo unas horas
as a
antes, lo
cual provocó aglomeracio
aciones masivas en supermercados y tien
tiendas. El
desmanejo de la situación
ión fue lo que condujo a la renuncia fallida
ad
de Soylu.
A partir de este hecho,
o, u
un contrapunto se produjo entre el alcalde
alc
de
Estambul y el gobierno del
de AKP, pulso que se vislumbra como clav
clave en el
devenir de la política turca.
rca.
El uso político del COVID--19 por parte del gobierno también se ha visto en
la intensificación de las
s pe
persecuciones políticas a sus críticos. De
Del mismo
modo, bajo el argumento
nto de combatir las fake news, las autorida
ridades han
profundizado la censura y e
el control de la información en Internet.
t. A su vez,
organizaciones de derechos
chos humanos han visibilizado el trato irreg
rregular que
han recibido los periodista
distas encarcelados y otros presos políticos
icos, en un
contexto de liberación de
ep
presos comunes (Schenk, 2020).
A la luz de estos casos,
os, entre la negación del adversario polít
olítico y la
persecución a opositores
es y críticos, el gobierno de Erdogan, en el contexto
c
de lucha contra el coronav
onavirus, ha densificado su deriva autoritar
aria. Esto
significa, para ponerlo en otros términos, que ha transformado
o el tablero
político en un juego de
e su
suma cero entre las partes, en donde
e to
todos los
medios pueden ser posible
sibles para obtener un fin, el de sobreponer
onerse ante
sus rivales.
Una consecuencia del ras
rasgo autoritario de los sistemas es la e
excesiva
estructuración y dependenc
dencia de un determinado actor político. Es y
ya harto
conocido que el sistema
a p
político turco se ha caracterizado en los últimos
tiempos por adaptarse y p
por funcionar exclusivamente en torno a la figura
de Erdogan, al igual que
e se ha centralizado la toma de decisiones
s en él y en
su círculo íntimo. De ahíí es que según sus principios, ideas y priorid
ioridades se
construya el rumbo de
e lo
los acontecimientos. En este caso, su p
prioridad
constante, desde marzo
o de este año, ha sido la de mantener la a
actividad
económica en marcha en la medida de las posibilidades. No debe
be olvidarse
o
que Turquía continúa cap
capeando desde mediados de 2018 una
a s
situación
142
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
económica sumamente frág
frágil, marcada por tasas negativas de crecimiento,
crec
desempleo creciente, aume
umento de la inflación y de los niveles de
e de
deuda. En
consecuencia, Erdogan ha b
buscado la manera de evitar la profundiza
ndización de
la recesión y revertir el complejo
com
cuadro macroeconómico.
Esto ha chocado con la visi
visión del ministro de Salud, Fahrettin Koca,
ca, y con la
del grupo de asesores sa
sanitarios que recomendaron tempraname
amente las
medidas de distanciamiento
iento social y cierre de espacios públicos.. A pesar
p
de
que en un principio de la pandemia Erdogan era reacio a la adop
adopción de
medidas más restrictivas,
s, e
el aumento de los casos lo llevó indefectib
ctiblemente
a implementar políticas
s d
de distanciamiento y de aislamiento y algunos
cierres comerciales. El dilem
dilema entre salvar la economía o la vida,, pu
puesto en
términos reduccionistas, también impregnó anticipadamente ell debate
de
al
interior del gobierno entre
tre el propio Erdogan y los expertos en Salud
alud (Kirisci,
2020).
Por cierto, lejos han queda
uedado las previsiones optimistas que se
e realizaron
re
para el año 2020. Mientras
tras que en enero el Fondo Monetario Inter
nternacional
(FMI) había proyectado un crecimiento mundial de 3.3% para este
ste año
a
y de
2.5% para las economías
mías emergentes –entre las cuales se
e cu
cuenta a
Turquía–, la Organización
ión para la Cooperación y el Desarrollo Económico
Ec
(OCDE), antes que la OMS
MS declarase la pandemia, había increment
entado sus
previsiones de crecimiento
nto para la economía turca de 0.9% a 2.7%.
2.7% A su
vez, la OCDE había conside
siderado la posibilidad de que la economía
ía o
obtuviese
resultados positivos de
e aplicarse rápidamente las medidas sanitarias
sa
pertinentes. En el plano
no interno, el ministro de Finanzas –y
y yerno
y
de
Erdogan–, Berat Albayrak,
ak, había llegado a aventurar un crecimiento
ento del PBI
del orden del 5%.
Sin embargo, el impacto
to global
g
de la pandemia debió recalibrar
ar todas
to
las
proyecciones económicas
as re
realizadas tan sólo meses atrás. El inform
orme de las
Perspectivas Económicas
as M
Mundiales del FMI de abril de 2020 refleja
refl
una
contracción económica mun
mundial del 3%, mientras que sobre Turquí
rquía arroja
una caída del 5% del PBI,
BI, u
un desempleo del 17.2% y una inflación
ión del 12%
(FMI, 2020). En adición,
ión, la prohibición de vuelos internacion
cionales ha
golpeado duramente al sec
sector del turismo, uno de los pilares de la economía
e
turca.
Así como el COVID-19 ha tenido un impacto negativo en el juego
ego político
interno, agudizando las
as ttendencias autoritarias preexistentes,
s, y en la
economía, revirtiendo las
as p
previsiones optimistas por proyecciones
s sombrías,
so
el gobierno turco ha busca
scado en las relaciones internacionales un respiro
r
y
un canal para achicar
ar el
e distanciamiento existente con sus aliados
tradicionales. Por medio
dio del Centro Euroatlántico de Coordina
dinación de
Respuestas ante Desastre
stres de la Organización del Tratado del
el Atlántico
A
Norte (OTAN) –principal
pal mecanismo de respuesta de la alian
lianza ante
situaciones de crisis–, y e
en una acción conjunta con los miembro
bros de la
alianza, Turquía se encargó
argó de proveer insumos y recursos con dest
estino a los
países europeos más afect
fectados por la pandemia, entre los que se cuentan
Italia, España y el Reino
o Un
Unido. A su vez, también Turquía envió
ó ins
insumos y
equipamientos médicos a los Estados Unidos, en medio de una
na s
situación
delicada en la relación bilateral
bila
a causa de los desacuerdos sobre
re S
Siria, las
sanciones a Irán y en tor
torno a la adquisición turca del sistema
a defensivo
d
antimisiles S-400, de orig
origen ruso. Con respecto a esto último,
o, en
e plena
143
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
pandemia Turquía ha posp
ospuesto la activación de dicho sistema,, lo cual se
entiende como un pequeño
eño guiño más hacia los Estados Unidos, a la espera
de obtener, en paralelo,, un swap de monedas para aliviar la frágil
gil s
situación
económica. En esta tónic
tónica, el COVID-19 ha proporcionado la excusa
perfecta para Erdogan para asistir a sus aliados y cambiar relativam
ivamente su
imagen, mostrando un ma
mayor compromiso y responsabilidad inter
nternacional
(Tol y Bechev, 2020).
En la región, de igual modo
odo el gobierno turco ha proporcionado mascarillas,
mas
barbijos, tests, entre otros
tros insumos, a Irán, Irak, Líbano, Argelia,
ia, Yemen
Y
y
Túnez, al igual que al Gob
obierno de Acuerdo Nacional libio, aliado turco
tur
en la
guerra civil libia. En adici
adición, ha mostrado una relajación con
n Israel,
Is
al
tiempo que ha mantenido
ido su asistencia a Palestina. Mientras que en los
Balcanes, zona de influenci
encia naturalmente turca según el gobierno
rno del
d AKP,
ha profundizado su inserció
rción desde fines de marzo (Tol y Bechev,, 20
2020).
Pese a que el COVID-19
9 ca
causará estragos en el corto y mediano pla
plazo en la
economía, profundizando
do la caída del PBI, extendiendo la recesión
rec
y
empeorando los índices
s m
macroeconómicos, y, al mismo tiempo,, do
dotará de
mayor incertidumbre ell d
devenir de la política doméstica, con un mayor
ajuste autoritario y polar
olarización en el sistema de fuerzas polít
políticas, el
gobierno ha buscado contra
ntrarrestar estos costos con éxitos relativos
ivos puertas
afuera. La cooperación y as
asistencia humanitaria y médica a aliados,
os, socios y
rivales se impone como
o lla opción más eficiente en estos mome
omentos de
incertidumbre. Sobre todo
odo, el gobierno busca que la ayuda a los países
europeos y a los Estados
dos Unidos redunde en beneficios económic
micos tales
que le permitan sortear
ar el
e negativo escenario venidero. Sólo
o el tiempo
demostrará si estos esfuerz
uerzos son suficientes.
Política y religión: roll de
del Diyanet
El Directorio de Asuntos
s R
Religiosos (Diyanet, según su acepción
n en turco),
fue creado en 1923 porr Mu
Mustafa Kemal Atatürk tras la abolición del califato.
Su función es la de regu
egular todos los asuntos referidos a las
as p
prácticas
islámicas. Desde la llegada
ada al poder del AKP, un partido de raíces
s islamistas,
isla
el Diyanet se ha vuelto en un órgano altamente influyente en la vid
vida diaria
de la sociedad turca y en
n la reislamización parcial de la misma, con
on cerca
c
de
89.000 mezquitas bajo
o su órbita de control. En los nuevos tiem
tiempos de
pandemia, las autoridade
dades religiosas, bajo los designios del círculo
gobernante, han buscado
do la forma de conciliar el distanciamiento
o social
so
con
las prácticas religiosas.
Dos días después del prim
primer caso positivo, el Diyanet alertó que quienes
tuvieran los síntomas propios
prop
del COVID-19 rezaran desde sus
us c
casas en
lugar de acudir a los templos.
tem
A continuación, el Directorio ordenó
or
la
suspensión de todo tipo
o de rituales religiosos, entre ellos las oraci
raciones de
los días viernes, las cuale
uales pasaron a ser transmitidas por televis
levisión. De
este modo, desde mediado
iados de marzo del presente año, todos los
so
ojos y los
oídos se dirigieron hacia
cia el Diyanet como guía en la modifica
ificación sin
precedentes de las práctica
ticas cotidianas.
Ali Erbas, presidente dell Di
Directorio, fue, no obstante, sometido a crít
críticas por
su manejo sobre los pere
peregrinos que regresaban de los lugares
ares santos
situados en Arabia Saudita
udita. Junto con Erdogan, fueron objetados
dos por no
144
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
establecer una cuarentena
ena rígida hacia todos aquellos fieles que regresaran
reg
al país –muchos de ellos
s ad
adultos mayores–, quienes son verdaderam
eramente la
más sólida base de apoyo
yo del gobierno. Si bien hubo sectores de
e fieles
fie
que
fueron puestos en cuarent
rentena, como consecuencia de los laxos
s controles,
co
Turquía, de ser un país
aís con pocos casos positivos al principio
cipio de la
generalización del virus,, rá
rápidamente pasó a ser uno de los diez países
paí
más
afectados en el mundo.
En este campo, como se puede vislumbrar, también se suscita
ita la lucha
política en torno a la figura
gura de Erdogan. Reconociéndola como una
na cuestión
de gravedad institucional
onal y de afrenta a su poder y legitim
itimidad, el
presidente turco denunció
ció que las críticas al Diyanet eran ataques
ues directos
al Islam y al Estado. Y por si no quedara claro que la democracia
cia tturca ha
entrado en los últimos añ
años en las sendas del autoritarismo, fisc
fiscales del
Estado iniciaron una invest
vestigación sobre el Colegio de Abogados
s de Ankara
por insultar los valores religiosos.
relig
En definitiva, la reislamizac
ización de la sociedad turca se produce hoy en día
en paralelo a la continua
nua deriva autoritaria del gobierno de Erdo
dogan. El
pulso con la oposición y c
con los sectores seculares no es más
ás q
que otra
faceta de la lucha por ell po
poder en Turquía.
Reflexiones finales
No hay dudas que el COV
COVID-19 ha sacudido fuertemente las
s di
dinámicas
políticas y económicas no s
solamente de Turquía, sino del mundo en general.
Particularmente en el cas
caso que aquí compete, el impacto es
s aún
a
más
profundo si se tiene en cue
cuenta la especial situación política y económ
nómica que
atraviesa el país. En otras
tras palabras, la pandemia ha agudizado ten
tendencias
ya preexistentes en Turquía:
Turq
la polarización del sistema pol
político, la
naturalización del autorita
ritarismo en las esferas públicas y privad
ivadas y la
complejización de la crisis
risis económica. En el corto plazo, no parec
arece haber
más opciones que éstas.
teresante es pensar en el largo plazo,, ya que el
Lo que es sin duda intere
porvenir suscita mayores
res incertidumbres. Sobre la base de lo hasta
ha
aquí
expuesto es posible plantea
ntear algunas cuestiones.
En primer lugar, habrá que poner especial énfasis en cómo el gobier
bierno turco
continúa combatiendo la pandemia
pa
e, igualmente, al accionar dell alcalde
al
de
Estambul, Imanoglu. Ell manejo
ma
de crisis será vital para la construc
strucción de
discursos e imágenes
s c
colectivas de cara a las lejanas elecciones
ele
presidenciales de 2023.
3. P
Pese a que falta todavía tiempo, este
ste dato es
importante ya que serán
án llas segundas elecciones bajo el nuevo
vo esquema
e
constitucional salido dell ref
referéndum del año 2017. Otra cuestión ser
será seguir
con atención las estrategia
tegias políticas que adopten Ahmet Davutog
utoglu y Ali
Babacan, otrora funcionar
narios del gobierno. Sobre el reacomodam
damiento y
adaptación de estas pieza
iezas políticas circulará seguramente la discusión
d
política en el contexto de post-pandemia. De todas formas, la figura
fi
de
Imamoglu, desde su pos
posición en la gestión, es una amenaza
aza directa
Erdogan, por lo que debe
ebe esperarse en el devenir de la política
ica turca
t
un
mayor grado de autoritarism
arismo del gobierno.
En segundo lugar, habrá
rá q
que ver hasta dónde la crisis económica
ica e
es capaz
de erosionar las bases
es d
de sustentación política del AKP. Sii bien
b
las
145
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
proyecciones del FMI arr
arrojan un 17.2% de desempleo, estim
stimaciones
privadas más fatalistas llegan
lleg
a conjurar un número cercano all 30%
30
para
este año. Como pequeño
ño dato
d
alentador para la economía turca,, el FMI, en
el informe consignado prev
previamente, estima un crecimiento de 5% del PBI,
un desempleo del 15.6%
% y una inflación que se mantiene en ell 12%.
12
Sea
como fuere, no son más
s qu
que previsiones económicas futuras en un contexto
c
de dramática incertidumb
umbre. No debe olvidarse que el info
informe de
Perspectivas del FMI de a
abril modificó el optimismo del que había
ha
sido
publicado tan sólo tres
s m
meses atrás cuando del COVID-19 no se
s tenía
conocimiento.
Finalmente, deberá serr ex
examinado el rol de Turquía como actor
acto en la
cooperación y asistencia
cia médica internacional, esto es, si las ayudas
provistas a sus aliados
dos occidentales podrán redundar en be
beneficios
materiales tangibles que
e p
permitan alivianar el peso de la crisis económica.
eco
En este sentido, habrá que poner la lupa sobre la evolución de la relación
bilateral con los Estados
os U
Unidos, ya que la pandemia trajo la
a provisoria
pr
suspensión de la activación
ción del sistema ruso S-400. Aún más, antes
ant
de la
generalización del virus,, el rol de Turquía en Siria había llegado al p
punto de
chocar militarmente con
n las fuerzas del régimen de Al-Assad, lo que abre el
interrogante de hacia qu
qué caminos surcará la relación con Rusia.
Ru
Es
prematuro para hablarr d
de normalización del vínculo con Occid
ccidente o
distanciamiento de Rusia,
ia, p
pero lo seguro es que el gobierno turco
o no dudará
en ubicarse junto al que
e m
mayores recursos le otorgue para superar
erar la crisis
económica y junto al que
ue m
menos obstáculos le coloque en torno a la política
sobre Siria.
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146
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Arabia Saud
audita: consecuencias
cias y
derivacion
ciones de la pandemia
mia
Agustín
stín Dip86
La crisis provocada por la pandemia trajo aparejada una
a serie
s
de
consecuencias no sólo pa
para la salud mundial, sino para la
a e
economía
globalizada en su conjunto
unto. En las últimas semanas, hemos asisti
sistido a un
escenario desolador en distintos
dist
lugares del mundo como Italia, Chi
China, Irán
y los Estados Unidos. Ell pro
propósito de este ensayo es analizar la otra cara de
los efectos generados o pr
profundizados por el Covid-19, particularm
larmente en
el Reino de Arabia Saudita.
ita.
Su situación económica
a c
comenzó a deteriorarse fuertemente cua
cuando en
febrero China redujo sus
s im
importaciones a 3 millones de barriles por día. Así,
el destino top de las expor
portaciones sauditas pasó a demandar solo
olo un 20%
de su total (Cang, Blas y C
Cho, 2020). Esto generó que la Organiza
nización de
Países Exportadores de Pet
Petróleo (OPEP) convocase una cumbre en Viena el
pasado 5 de marzo. Allí,
í, los miembros acordaron un recorte adiciona
ional de 1.5
millones de barriles por día a lo largo del segundo cuarto del año,
o, hasta
ha
el 9
de junio cuando se va
a a realizar la próxima reunión (Meredith,
ith, Ellyatt,
2020). Además, la OPEP
P invitó
in
a que Rusia y otros Estados produc
ductores no
miembros acataran lo deci
decidido en Viena. Sin embargo, el Kremlin
lin rechazó
dicho pedido, provocando
do que el precio de cotización del barril
il cayera
ca
un
10% más.
En las semanas previas
as s
se veía el poco margen de negociació
ación de la
monarquía frente a Rusi
Rusia. Durante las negociaciones, oficiale
iales rusos
declararon que era muy pro
pronto para hacer recortes a la producción
ión debido
d
a
que no se conocía el verd
verdadero impacto que el coronavirus tendr
ndría en la
demanda. Luego de que
e el Kremlin se negara a recortar su produc
oducción de
petróleo, la monarquía comenzó
com
a ejercer su poder de formadorr de precios
generando lo que se conoc
noce como la “guerra de precios del petróle
róleo” entre
Arabia Saudita y la Federac
eración de Rusia.
Estas cuestiones generaro
raron que el lunes 20 de abril ocurriera
ra algo sin
precedentes en la historia
toria del capitalismo. Por primera vez, los precios
futuros del crudo norteame
americano, conocido como West Texas Inter
ntermediate
(WTI) cayeron a niveles
s ne
negativos. Esto se debió a la gran acumula
mulación de
stock generada por la falt
falta demanda que se derivó de la pande
ndemia. La
producción de hidrocarburo
buros no puede ser cortada a cero. Incluso
o el mínimo
nivel generaría excedentes
ntes en la oferta. Además, la industria no
o tiene
ti
una
capacidad de almacenaje
je q
que cubra todos los barriles que no encuentren
enc
compradores, es por lo qu
que los tenedores de estos llegaron a pagar
pag
para
quitárselos de encima (Wor
Worland, 2020).
86
Licenciado en Relaciones
s Internacionales.
In
Universidad Nacional de Rosar
sario (UNR).
Miembro e Investigador gradu
raduado Instituto Rosario de Estudios del Mundo
ndo Árabe e
Islámico (IREMAI-UNR) y del
de Grupo de Estudios sobre Medio Oriente
nte (GEMO).
Correo electrónico: dipagustin
stin@gmail.com
147
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
El impacto económico
oys
social al interior de la Monarquía
Las consecuencias económi
ómicas del coronavirus en la monarquía sau
saudita han
sido significativas, arrastran
strando consigo a los otros miembros dell Consejo
Con
de
Cooperación del Golfo y generando una crisis financiera intern
ternacional.
Empero, distintos analistas
istas coincidieron al afirmar que el Reino
o de Arabia
Saudita es el Estado que
ue se encuentra mejor preparado para mitigar
mit
los
efectos derivados y sacar
acar provecha de la misma. La compañía
ñía saudita
ARAMCO es la que me
mejor posicionada se encuentra frente
nte a sus
competidores para sobrevi
revivir un período largo de precios bajos.
s. Además,
A
puede recuperarse rápido
ido gracias a sus bajos costos productivos
vos y a sus
niveles de almacenamiento
nto de stock superiores al resto (Occhiuto,
o, 2020).
2
Sin embargo, el panorama
ama dista de ser tan optimista. El gerente
te g
global de
precios de commodities de la agencia financiera S&P Global Platt
Platts, Dave
Ernsberger, le dijo a la CNBC que tanto Ryad como Moscú
cú son los
ganadores, pero que se
e tr
trata de una victoria pírrica y relativa (M
(Meredith,
2020). Esto se debe a que el resto de las producciones petroleras,
as, como el
Brent inglés, se están ace
acercando a los niveles excedentes de los Estados
Unidos. De esta forma,
a, la competencia se elevaría a un nivel
niv
feroz
generando una pérdida
ida de la posición saudita en ell mercado
m
hidrocarburífero y la consig
nsiguiente profundización de su crisis financie
nciera.
Esto atentaría fuertemen
mente con los objetivos estratégicos
s sauditas.
s
Progresivamente, se han
n id
ido alejando del perfil de un “swing produc
ducer”, que
oscilaba en la cantidad
ad producida, para concentrarse en una política
tendiente a captar mayore
yores porciones del mercado. Es en función
ión de esto
que han venido aumentan
tando su producción considerablemente,
e, haciendo
h
que los precios del cru
crudo se mantengan bajos para mejorar
mejo
su
competitividad.
Tradicionalmente, el reino
eino ha seguido una política petrolífera que,
que en el
corto plazo, buscaba maxi
aximizar los ingresos cediendo cuotas del
el mercado
m
en función de otros jugador
adores del tablero energético mundial (Fattou
attouh, Sen,
2015). Sin embargo, en los últimos años y más fuertemente
te desde
d
la
llegada del príncipe Moham
hammed Bin Salman al poder, esta estrateg
ategia debió
flexibilizarse debido a consi
onsideraciones de largo plazo como la inversi
ersión en el
sector para ampliar la c
capacidad de reserva, la diversificación
ción de la
economía de base, el cam
cambio climático y políticas de seguridad energética
en
que afectan la demanda
a de crudo saudita.
El proyecto del príncipe
pe heredero
h
conocido como la Visión 203
2030 busca
preparar al reino para un
una economía post-petróleo, proveyendo
ndo nuevas
oportunidades laborales
les al tiempo que reduce la depe
dependencia
hidrocarburífera. El ente
e en
encargado de realizar inversiones para lograr
logr dicho
objetivo es el Fondo Público
blico de Inversiones de Arabia Saudita. No
o obstante,
o
la crisis generada por ell CO
COVID-19 frenó casi de forma total su activ
ctividad. En
su lugar, la Monarquía
a e
está utilizando esos recursos para finan
financiar un
enorme plan de estímulos
ulos y un paquete de alivio a la economía
mía, en un
esfuerzo para mantener
er los
lo empleos al mismo nivel anterior a la crisis
(Occhiuto, 2020).
Asimismo, es dable resalta
altar las consecuencias del coronavirus en e
el orden
social saudita. La pandem
demia podría reforzar las ya existentes
s tensiones
te
societales. Como en la gra
gran mayoría de los países de la región,, Ria
Riad tomó
148
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
medidas sin precedentes
tes en lo que respecta al distanciamiento
ento social,
imponiendo un toque de
e qu
queda parcial y restringiendo movimientos
tos internos
con motivos religiosos. Est
Estas decisiones incrementaron la frustració
ración de la
porción más conservadora
dora de la sociedad, que ya tienen dificult
icultades en
aceptar las reformas liberal
erales implementadas por el príncipe hereder
edero desde
su llegada al poder.
Para lograr adhesión a estas
esta medidas, Arabia Saudita apeló a una
na narrativa
n
nacionalista. Sin embargo
argo, esto generó otro foco de tensión
ión que es
importante resaltar y mon
monitorear que se ubicó entre los saudita
ditas y los
trabajadores expatriados,
os, figuras claves de la economía ára
árabe. La
monarquía es hogar de más
má de 10 millones de trabajadores extra
xtranjeros y
peregrinos de todo el mun
mundo. Hubo acusaciones de deslealtad y falta de
compromiso, especialmente
ente a aquellos ciudadanos chiitas que habían
bían estado
recientemente en Irán (Fa
(Farouk, 2020). No sólo eso, sino que la prensa
p
y
algunos sectores del gobie
obierno los acusó como “COVID-19 spread
readers”, es
decir, propagadores dell virus
viru (Occhiuto, 2020).
Asimismo, la pandemia tien
tiene el potencial de relanzar las divisiones
es s
sectarias
características de la socie
ociedad saudita. Esto se ve particularment
ente en la
provincia oriental de All Qa
Qatif, que viene denunciando sistemáticam
camente los
abusos por parte del gobie
obierno de su población de mayoría chiíta.
a. La misma
fue una de las primeras en implementar medidas de contención dado que se
la identificó como foco de lo
los primeros casos de Covid-19 (Ghantous
tous, 2020).
Panorama geopolítico
En una región tan convuls
vulsa como Medio Oriente, la crisis desatad
tada en los
últimos meses tiene su cor
correlato geopolítico. Más aún en el Reino
od
de Arabia
Saudita, que se encuentra
ntra atravesando un año clave para su rep
reputación
internacional. En primerr lug
lugar, Mohammed Bin Salman se enfrentar
ntará a una
dura prueba en noviembre
bre, cuando se celebre la decimoquinta Cum
Cumbre del
G-20 en Riad. Cabe record
cordar que durante la Cumbre celebrada en Buenos
Aires en 2018, todas las m
miradas se fijaron en él luego del asesin
sesinato del
periodista Jamal Khashoggi
oggi en la embajada saudita en Turquía.
Es en este contexto que el príncipe heredero buscará el apoyo
oyo de los
Estados Unidos para sortear
sort
el escrutinio internacional al que
ue se verá
sometido. No obstante,
e, y pese a que gozó de una excelente
nte relación
personal con el presiden
dente norteamericano Donald Trump, los precios
extremadamente bajos del petróleo tienen el potencial de tensarr la relación
bilateral (Occhiuto, 202
2020). La guerra de los precios co
contribuyó
enormemente al colapso
o de la industria energética estadounidense,
se, al punto
de que varios congresista
sistas americanos le escribieron cartas abiertas
ab
a
Trump para que presion
sionase a Mohammed Bin Salman a fina
finalizar la
contienda. No sólo eso,, sino
sin que numerosos republicanos llamaron
ron al retiro
de las tropas del territorio
torio saudita (“Bill would remove U.S. troo
troops from
Saudi Arabia in 30 days”,
”, 2020).
149
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
A su vez, la decisión de d
dejar de emitir visas para los musulma
lmanes que
quieren visitar los lugares
res s
santos en territorio saudita de La Mecca
ca y Medina
no fue bien recibida. Pese a ser una medida acertada debido
o a la gran
concentración de personas
nas que se genera en dichos sitios, los paí
países más
conservadores de la región
gión no vieron con buenos ojos esta cuesti
estión dado
que el 23 de abril comenzó
nzó el mes del Ramadán.
Otra cuestión que el Reino
eino deberá atender es el conflicto de Yemen
men. Desde
2015 que Arabia Saudita
ita comanda una coalición internacionall de países
árabes en contra del grup
grupo rebelde conocido como los Hutíes,, a quienes
acusa de ser un aliado proxy
pr
de Irán. La dispersión del virus
s en tierras
sauditas definitivamente
te contribuyó a la decisión de los coaliga
aligados de
responder a los pedidos
s de Naciones Unidas para un alto al fuego
ego de dos
semanas. En la mentalidad
lidad de Riad, esto brindaría oxígeno al presupuesto
pres
estatal. Así y todo, los Hutíes
Hutí ya anunciaron que continuarán atacan
cando dado
que ven en el coronavirus
rus u
una distracción que pueden aprovechar
ar (O
(Occhiuto,
2020).
Por otro lado, otra de las facciones contendientes en Yemen, el Consejo
Transicional del Sur (aliad
aliado nominal de Arabia Saudita), tambié
bién busca
aprovechar el contexto
o de caos generado por la pandemia. Es así que
emitieron una declaración
ción anunciando su autogobierno en deter
eterminadas
áreas del sur del pequeño
eño país árabe (Ghobari y Mokhashef, 2020
020). Entre
esas áreas, se encontrar
traría la localidad de Aden y su puerto
erto, punto
geoestratégico clave.
Cabe recordar que Yemen
en e
es el país más pobre del mundo árabe,
e, que
qu viene
de una devastadora guerra
erra civil con injerencia y derivaciones region
gionales, en
el que la población se encu
encuentra sufriendo una de las peores famin
inas de la
historia. Al haberse detecta
tectado los primeros casos de Covid-19, los temores
crecieron debido al prácti
ácticamente inexistente y ya saturado sistema
sist
de
salud, lo que hace presagia
agiar una catástrofe aún mayor.
Reflexiones
La diseminación del virus
irus no discriminó países, etnias ni religion
giones. Sus
consecuencias trajeron efe
efectos devastadores, en distinta medida
a y planos,
para todos los países. A la fecha, la estabilidad interna de Arabia Sa
Saudita no
se ha visto amenazada por la pandemia ni por la crisis económica
a suscitada.
su
Empero, el país deberá ate
atender urgentemente la crisis petrolífera.
a. Entre
E
sus
prioridades deben estarr la c
capacidad del príncipe heredero de atraer
raer a Putin
a la mesa de negociaciones
ones. Los expertos coinciden en que la única
ica solución
es un nuevo acuerdo de
e re
reducción de la producción entre la OPEP
EP y Rusia,
bajando la misma a 6 millones
mil
de barriles por día. Anticipándose
ose, Arabia
Saudita anunció el 11 de
em
mayo un nuevo recorte voluntario de un millón
m
de
barriles diarios, medida
a a la que se sumaron también Kuwait y E
Emiratos
Árabes Unidos. Sin embarg
argo, habrá que esperar hasta el 10 de junio
unio cuando
se realizará la próxima reun
reunión de la OPEP+.
Por otro lado, el frente externo
ext
todavía se mantiene relativamente
nte estable.
Esto resulta clave para la economía
e
saudita dado que le permite
e aliviar
ali
sus
cuentas. Cabe recordarr qu
que el conflicto de Yemen le ha demanda
andado a la
fecha más de 265 billones
es d
de dólares (Jalal, 2020).
150
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Lo cierto es que mientras
tras más se prolongue la pandemia y la c
crisis del
petróleo, hay mayores probabilidades
pro
de que estas cuestiones se vuelvan
sumamente problemáticas
cas para el Reino de Arabia Saudita. Será
á crucial
cru
ver
como llega la imagen del rreino y de Mohammed Bin Salman a la próxima
cumbre del G-20 en noviem
viembre de este año.
ficas
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151
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
El COVID
ID-19 pone contra las
cuerdas
rdas al régimen iraní
87
Verónica Deutsch
Deu
El contexto de la llegada
ada del COVID-19
El año 2020 comenzó con
on u
un sorpresivo asesinato que sacudió los
os ci
cimientos
del régimen político iraní
aní y que provocó una escalada de tensió
nsión en la
compleja relación que ma
mantiene el país con los Estados Unido
nidos, y en
particular con su presidente
ente Donald Trump. Apenas 3 días después
és d
de haber
iniciado el mes de enero
nero, el gobierno norteamericano ordenó
nó ataques
aéreos sobre territorio iraq
iraquí, los cuales tenían como principall objetivo
ob
al
comandante de las Fuerzas
rzas Quds iraníes, el general Qasem Soleiman
imani.
El suceso provocó estupor
por e
en toda la comunidad internacional ante
nte el
e temor
de que el conflicto desenca
ncadenara en una guerra, que auguraba convertirse
con
en una de las más cruenta
entas de los últimos años y que podría terminar
term
de
implosionar la inestable
le re
región de Medio Oriente. Finalmente,, los países
optaron por otras vías, que al menos ponían en suspenso la posibi
sibilidad de
un conflicto bélico. Por
or su
s parte, los Estados Unidos endurecie
recieron las
sanciones contra el régime
imen iraní, presionando a su vez para que
e los
lo países
que aún seguían comprand
rando petróleo persa, principalmente China,
ina, dejaran
de hacerlo. Esta estrategia
egia estaba basada en la idea de “máxima
ma presión”
ideada por Michel Pompe
mpeo (Pompeo, 2018), Secretario de Estado
Est
del
gobierno de Donald Trump
ump, cuyo propósito era ahogar la econom
nomía iraní
hasta lograr la renegociaci
iación del Acuerdo Nuclear88 bajo otras condiciones,
cond
que referían principalment
ente a evitar la cada vez más activa prese
resencia del
país en la región de Medio
dio Oriente
O
y en los conflictos que allí se enm
enmarcan.
En cuanto a Irán, el asesinato
ases
de uno de los hombres más fuertes
fue
del
sistema político y de uno
o de los principales ejecutores de la política
ica rregional,
supuso un profundo golpe
olpe estratégico y anímico para la cúpula
la de
d poder
87
Licenciada en Relaciones
s Internacionales
In
(UNR). Miembro del Instituto
to Rosario
R
de
Estudios del Mundo Árabe e Islámico
I
(IREMAI-UNR) y del Grupo de Estud
studios sobre
Medio Oriente (GEMO). Correo
rreo electrónico: veronicadeut@gmail.com
88
También llamado Plan Int
Integral de Acción Conjunta (JCPA por sus
us siglas
s
en
inglés), el Acuerdo fue firmad
mado en el año 2015, tras casi 10 años de negoc
egociaciones,
por Irán y los países del llama
lamado 5+1: Reino Unido, Francia, Estados Unido
nidos, Rusia,
China + Alemania. Allí, la
a Re
República Islámica se comprometía provisoria
oriamente a
disminuir o limitar su program
rama nuclear, a cambio de un levantamiento
o lim
limitado de
sanciones sobre sus exportac
ortaciones de petróleo y algunos otros producto
uctos (entre
ellos la industria petroquím
uímica y de automóviles). El Acuerdo fue duramente
du
criticado por Donald Trump
p d
durante su campaña electoral, ya que entend
endía que se
le había permitido al régim
égimen iraní acceder a financiamiento en el sistema
internacional que le había per
permitido adoptar una presencia más firme y agresiva
ag
en
la región. Una vez en la p
presidencia, el mes de julio de 2018 Donal
onald Trump
anunció su salida del JCPA,
PA, comunicando también la reimposición de sanciones
s
sobre la economía persa (Deu
Deutsch, 2019).
152
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
iraní. El general Soleiman
ani era además una figura muy respetada
tada por la
sociedad, que se movilizó
izó para pedir justicia por lo ocurrido. Sii bie
bien en un
primer momento el gobie
obierno parecía haber capitalizado parte
rte de ese
reclamo, el reconocimiento
ento del derribo por error del avión Boeing
ing 737, de
aerolínea ucraniana y la forma en la que se manejó dicha
a cuestión,
c
produjeron un gran descont
contento en la población.
Sumado a ello, la profund
unda crisis en la que había caído la econom
nomía iraní
direccionaba gran parte
te d
de los reclamos y las críticas a la gestión
ges
del
presidente Hasán Rohani
ni y de la facción reformista a la que represe
resenta. En
ese contexto, dos días ant
antes de celebrarse las elecciones parlame
lamentarias,
antesala de las presidenc
enciales del próximo año, ante la presió
esión de la
sociedad por los creciente
ientes rumores de la existencia de enferm
fermos por
coronavirus, el ministerio
erio de Salud confirmó el 19 de febrero
ero los dos
primeros casos positivos
s de
del virus dentro de territorio iraní, en la ciudad
ci
de
Qom (“Confirmaron los dos primeros casos”, 2020).
io de elecciones parlamentarias
El COVID-19 en medio
Las elecciones parlamentar
ntarias en Irán se desarrollaron el 21 de feb
febrero del
2020. Aún lejos de categor
egorizarse como pandemia, los alcances del virus
v
del
COVID-19 eran hasta ento
entonces poco conocidos más allá de las
as fronteras
f
chinas. Sin embargo, ya circulaban sospechas de que el núm
número de
contagiados era mayorr a los que el gobierno persa reconocía (E
(Espinosa,
2020).
El eje de la jornada elector
ctoral estuvo puesto en la arrolladora victori
ctoria de los
conservadores por sobre
re lo
los reformistas 89 , lo que posicionaba de manera
favorable a la facción más
ás radical, contraria a establecer negociacio
iaciones con
Occidente, crítica del Acuerdo
Acue
Nuclear y a la forma en la que
e el
e actual
gobierno estaba llevando
ndo adelante la economía. Entre sus
us filas se
encuentran los sectores
es c
cercanos al Ayatollah Alí Khamenei,
i, así
as como
miembros del Cuerpo de lla Guardia Revolucionaria Islámica 90 , el cual ha
logrado capitalizar enorm
norme poder en los últimos años, gracias
gra
al
financiamiento que destin
stina Irán a fortalecer su presencia en
n conflictos
c
regionales. Por su parte,
rte, la derrota marcaba el devenir de
e un
u difícil
escenario para los reformi
rmistas, cuya figura principal, el presidente
ente Hasán
Rohani, habiendo cumplido
plido su segundo mandato estaba imposibili
sibilitado de
presentarse nuevamente.
te.
89
Cabe destacar que en Irán no existen los partidos políticos, los cuale
uales fueron
disueltos y prohibidos desde
esde el año 1983. No obstante, el artículo
lo 2
26 de la
Constitución habilita la creaci
eación de asociaciones político-religiosas. En base
bas a estas
asociaciones se desarrolla el proceso electoral iraní, siendo posible ident
entificar dos
facciones principales en torno
orno a las cuales éstas se ubican: la facción reformista
refo
o
moderada y la facción conse
nservadora o principista. En líneas generales,
s, lla facción
conservadora insiste en que
ue el gobierno debe mantenerse fiel a los ideales
idea
de la
Revolución de 1979 y defend
ender los valores islámicos. La facción reformist
ista, por su
parte, considera que hay límites
límit
a la implementación de dichos ideales,, ab
abriendo la
posibilidad de ciertos cambios
bios en pos del interés nacional (Zaccara, 2010).
0).
90
El fallecido general Qasem
em Soleimani pertenecía a las fuerzas Quds, responsable
re
de las operaciones extraterrito
rritoriales de la Guardia Revolucionaria Islámica.
ica.
153
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Uno de los fenómenos más relevantes del proceso electoral estuvo
vo dado
d
por
la merma en la participació
ación de la ciudadanía, siendo de apenas un 42%, la
más baja en la historia de la República Islámica de Irán y 20% menos
me
que
las últimas elecciones parlamentarias
pa
de 2016 (“Confirmaron
on los dos
primeros casos”, 2020).
0). Muchos analistas adjudicaron este
e hecho
h
al
desencanto de la población
ción con los funcionarios del gobierno y a las graves
consecuencias que la crisi
crisis económica estaría produciendo. Sin
in e
embargo,
hubo quienes se arriesga
sgaron a deslizar la posibilidad de que
e e
el temor
provocado por el coronavir
avirus hubiera coadyuvado a la escasa partic
articipación.
En este sentido, se deben
ben resaltar las declaraciones del Líder Supremo
Supr
Alí
Jamenei, quien incluso denunció
den
de “propaganda enemiga para exa
exagerar la
amenaza del coronavirus
us e
en el país e intentar disuadir a la gente
ente de ir a
votar” (“Confirmaron los
s do
dos primeros casos”, 2020).
Desde un primer momento
nto el gobierno iraní restó importancia signif
gnificativa a
los alcances que podía tene
tener el virus, dejando pasar momentos claves
clav
para
su efectiva contención. Los primeros casos fueron identificados en la ciudad
de Qom, capital de la ho
homónima provincia, que cuenta con más de un
millón de habitantes, se encuentra a sólo 150 kilómetros de
e la capital
Teherán, es un punto centr
entral para la clerecía chiíta y se trata porr lo tanto de
una ciudad con una gran
n ci
circulación de personas, por lo que se pres
presentaban
numerosos factores que
e da
daban el indicio de que la situación podía
ía ag
agravarse.
Las medidas adoptadas
as
A partir de los primeros
os c
casos anunciados el 19 de febrero, día
ía a día se
fueron sumando nuevos
s co
contagios, así como también decesos provocados
pro
por la enfermedad. En apenas
apen unas semanas Irán se convirtió en
n uno
un de los
epicentros del COVID-19
19 por la inmensa cantidad de enfermo
rmos y de
fallecidos. En este sentido,
tido, desde algunos medios se manifestó que la alta
tasa de mortalidad, que
e en el momento inicial se ubicó cercana al 20%,
2
era
el indicador de que el núm
número de contagios era mucho mayorr al que se
tenía conocimiento (Fassihi
sihi y Gladstone, 2020).
Se presentó además la pa
particularidad de que importantes figuras
ras políticas
contrajeron la enfermedad,
dad, llegando en algunos casos a perderr la vida. La
ministra para los Asuntos
tos d
de las Mujeres y Familiares, Masoumeh
eh Ebtekar,
la mujer que posee el car
cargo más alto dentro del gobierno fue una de las
primeras en comunicarlo.
lo. A ella se sumaron luego el viceministro
ro de
d Salud,
Iraj Harirchi; el encargado
ado del manejo del coronavirus en la ciudad
ad de
d Qom,
Mohamad Reza Ghadir;
ir; el
e ministro de Herencia Cultural, Arte
Artesanía y
Turismo, Ali Ashgar Moune
ounesan; el Ministro de Industria, Reza Rah
Rahmani, e
incluso también se sospe
spechó del vicepresidente Eshaq Jahangir
ngiri. El ex
comandante de la Guardia
rdia Revolucionaria, Farzad Tazari, así com
como el ex
embajador en Siria y ex asesor del canciller Mohammad Java
avad Zarif,
Hossein Sheikholesam,, ambos murieron a causa del virus
viru
(“El
vicepresidente y dos minist
inistros”, 2020).
El día 11 de marzo la Orga
rganización Mundial de la Salud declaró la pandemia
pa
por el coronavirus. Para
ra esa fecha, el número de contagiados
os en Irán
superaba ampliamente
e lo
los 10.000 y había más de 500 fa
fallecidos,
ubicándose en ese entonce
nces en el ranking mundial como el tercer
er país
p
más
afectado. A pesar de ello,
llo, el gobierno se mostró reacio a declarar
rar medidas
154
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
demasiado restrictivas,, co
como la cuarentena obligatoria, que
e pudieran
p
ejercer más presión sobre
bre una economía extremadamente frágil,
il, q
que en el
2019 había caído más de un 9%. Recién el 16 de marzo se comunicó
com
la
imposición de un cese par
parcial de actividades, en el que si bien
ien c
cerraron
mezquitas, escuelas, unive
niversidades, parques, y gran parte de los negocios
n
comerciales, se habilitó que los principales motores productivos continuaran
con
trabajando y se apeló
eló a la responsabilidad ciudadana para
pa
que
permanecieran en sus casa
casas por precaución (Boccacci, 2020). Atend
tendiendo al
hecho de que a fines
s de marzo tendría lugar el año nuevo
vo iraní, el
presidente Hasán Rohaní
ní in
instó a los ciudadanos a evitar visitas a familiares
fa
o amigos, en un intento
o de contribuir a romper la cadena de propa
ropagación:
“Hay que aprovechar las
s vacaciones
va
para estar más en casa a fin de
d cortar
la cadena de propagación
ón d
del coronavirus (…) Vamos a convertir al Noruz
N
en
una oportunidad para ven
vencer el coronavirus y no para propagar
garlo más”
(“Rohani urge a cortar”,, 20
2020).
Dentro de las medidas
s ad
adoptadas también estuvieron presentes
tes aquellas
destinadas a paliar la situación económica de quienes se vieron
imposibilitados de ejercer
cer su trabajo, otorgando una línea de créd
créditos con
baja tasa de interés, destin
estinados a obreros de la construcción, traba
rabajadores
de temporada, taxistas,, vendedores
ven
ambulantes y personal de resta
estaurantes,
entre otros. Se calcula
a qu
que alrededor de 3 millones de familias
lias podrían
beneficiarse con esta medid
edida (Kabir, 2020).
Hacia el mes de abril el número de muertes a causa del COVID
OVID-19 se
acercaba a los 4.000 y los contagiados sumaban más de 60.000
0 personas,
pe
lo que demostraba que la situación estaba lejos aún de ser solucio
lucionada. A
pesar de ello, el régimen
n ir
iraní, presionado por la profunda crisis económica,
eco
anunció un plan para el paulatino
pa
levantamiento de las restriccion
ciones, a la
vez que declaró “por supu
upuesto que no queremos que haya más
ás víctimas,
v
pero al mismo tiempo no queremos que la gente se muera de hambre"
h
(Boccacci, 2020). El protoc
otocolo estaba compuesto de tres etapas:: la primera
de ellas inició el 11 de abril y permitió que pudieran volver a sus puestos
pu
de
trabajo aquellos sectores
es c
con bajo riesgo de contagio, exceptuand
uando de la
medida a la capital Tehe
Teherán, que recién podría hacerlo en
n la
l etapa
siguiente; la segunda etapa
tapa inició el 18 de abril, habilitando la reape
apertura de
industrias catalogadas de a
alto riesgo; finalmente, la tercera fase
e aú
aún no ha
sido puesta en práctica,
a, y
ya que contemplaba la reapertura de
e e
escuelas,
mezquitas, instalaciones
s de
deportivas, entre otros lugares públicos.
No obstante, el pasado
o 3 de mayo se comunicó la decisión de que las
mezquitas de aquellas loc
localidades que tienen baja circulación
n del
de virus,
podrían reabrir sus puert
uertas a los fieles siempre que se respe
espeten los
protocolos de higiene. La n
noticia no sorprende teniendo en cuenta
ta q
que el 23
de abril inició el mes del Ramadán para los musulmanes, en el que se
practica el ayuno, se prior
rioriza la reflexión y oración y su cumplim
plimiento es
considerado uno de los
s pil
pilares de la religión islámica. La fuerte
te presencia
p
del clero en la República
lica Islámica habría ejercido presión para
ara que el
gobierno ceda en la adopción
ado
de dicha medida, ya que “muc
muchos no
entienden cómo es que
e bazares
ba
fueron abiertos, mientras sus centros
cen
de
oración permanecen cerrad
rrados” (Gómez Ángel, 2020).
155
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Primera aproximación
n a las consecuencias del COVID-19
La situación está aún lejos de ser controlada en Irán, ya que, si b
bien han
disminuido la cantidad de v
víctimas y la curva ha ido en descenso,, el número
oficial de infectados supera
pera los 100.000 y el de fallecidos es cerca
ercano a los
6.500. Por el contrario, lue
luego de la implementación del plan de reac
reactivación
de actividades, el número
ero de nuevos contagios diarios ha ido en
n constante
co
aumento, hasta haber alca
alcanzado en el día 7 de mayo un pico de 1.485,
1
lo
que representa un 50% m
más del promedio que se venía observand
ando en las
últimas semanas.
A la reapertura de las pue
puertas de las mezquitas, se suma la decisión
dec
de
abrir las escuelas a partir
tir d
de 16 de mayo para que puedan desarrol
rrollarse los
exámenes antes del receso
eso escolar. Ante este panorama, desde el M
Ministerio
de Salud han advertido
ido que, a pesar del levantamiento de algunas
restricciones, Irán aún no h
ha controlado el virus, y tampoco lo hará
ará a menos
que se tomen las correctas
ctas medidas preventivas y se implemente
nte un plan
integral para su aplicación
ión (“Iran’s coronavirus cases jump”, 2020).
20). En este
sentido, aún no se puede
de d
determinar si ya se ha alcanzado el pico
ico máximo
de contagiados. Si bien
n el país parecía tener la situación controla
trolada y se
había comenzado a implem
plementar el relajamiento de algunas medi
edidas, las
cifras de la primera sema
emana de mayo estarían indicando un alarmante
al
aumento del número de casos, que hace sonar las alarmas
as s
sobre la
posibilidad de un rebrote
te q
que obligue nuevamente a poner al país bajo el
cese parcial de actividades.
des.
Las consecuencias del coronavirus
cor
se han hecho sentir también
bién en las
rivalidades al interior del sistema político de la República Islámica.
Islám
El
manejo de la crisis del CO
COVID-19 se ha presentado como una opo
oportunidad
para que cada facción bus
busque sacar el mayor rédito político de
e cara
ca
a las
elecciones presidenciales
s de
del 2021.
El cuerpo de la Guardia Re
Revolucionaria Islámica ha intentado capita
pitalizar los
errores de la administración
ación Rohani, y se han sumado a las críticas
cas respecto
r
a cómo se subestimó ell alc
alcance del virus, incluso cuando gran can
antidad de
funcionarios habían sido
ido infectados, implementando las medi
edidas de
aislamiento demasiado tarde.
tard En este contexto, la estrategia dell cuerpo
cu
de
élite de la revolución ha sido
s
la de intentar reforzar su imagen
n dentro
d
la
sociedad iraní, así como
o también al exterior, mostrándose dispu
ispuestos a
ayudar a los más necesit
esitados, distribuyendo fondos para la producción
pro
nacional de test y equipam
ipamiento para combatir al virus (Tabatabai
abai, 2020).
Este último punto represe
resenta una cuestión central para compren
prender los
efectos del coronavirus en Irán, y se encuentra entre los principales
ales puntos
en conflicto con el gobierno
erno de los Estados Unidos.
ínculos externos
El COVID-19 en los víncu
Al momento de hablar de c
cómo afectó el coronavirus a la República
lica Islámica
en su vinculación externa,
rna, la tensa y conflictiva relación con los Estados
Unidos se hace nuevamen
mente presente. Uno de los puntos más
s polémicos
po
estuvo relacionado con
n las
l
consecuencias que tuvieron las
s sanciones
sa
impuestas por los norteam
eamericanos en lo que respecta al acceso
o p
por parte
de los servicios de salud
d ira
iraníes a equipamiento sumamente necesa
cesario para
156
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
combatir al virus, como
o re
respiradores, test, máscaras y medicame
amentos. El
ministro de Relaciones Ex
Exteriores, Mohamad Javad Zarif, llegó
ó incluso
in
a
denunciar terrorismo méd
médico por parte del gobierno de Donald
ald Trump,
alegando que el bloqueo
o de los recursos financieros imposibilita el acceso
a
a
recursos médicos, lo que
ue p
podría llevar a una catástrofe humanitar
itaria en el
marco de la pandemia (“Irá
(“Irán denuncia el terrorismo médico”, 2020).
20).
Por su parte, el presidente
ente norteamericano declaró en una confere
ferencia de
prensa que, en el caso de que Irán precisara de su ayuda para enfr
enfrentar la
dramática situación, estarí
starían dispuestos a hacerlo siempre que
e lo pidan,
dando a entender que el levantamiento de sanciones se produc
duciría solo
luego de un proceso de negociación en el que Irán ceda ante
nte algunos
pedidos de los Estados Unidos.
Uni
La imposibilidad de arribar siquiera
era al punto
de partida de la negociació
ación queda demostrada con el hecho de que,
que desde
el lado iraní han decla
eclarado que solo estarían dispuestos
s a iniciar
conversaciones una vez
z qu
que las sanciones hayan sido suspendidas.
as. A pesar
de encontrarse en un punto
unto crítico para su economía, ha quedado
do c
claro que
el régimen iraní no está
á dis
dispuesto, al menos por el momento, a ced
ceder ante
la estrategia de máxima
a pre
presión de Washington.
Sin embargo, la República
lica Islámica debe buscar otras alternativas
tivas que le
permitan paliar las terri
terribles consecuencias que las sanciones
ones están
causando a su economía,
ía, q
que sumado a la pandemia por el COVID
VID-19, se
ha convertido en el combo
bo perfecto para hacer tambalear al régime
imen de los
Ayatollah. Es por ello por lo que, el canciller iraní anunció a medi
ediados de
marzo que el país había
abía recurrido al Fondo Monetario Intern
ternacional,
organización multilateral
al que
q
no le presta dinero desde 1962,
2, p
para ser
incluido dentro de los paíse
aíses que recibirían ayuda a causa de la pand
pandemia, a
través del instrumento de Financiación Rápida, solicitando un monto
m
de
aproximadamente 5.000
00 millones de dólares. En esta cuestió
stión, Irán
también puede sufrir los
os e
embates de la rivalidad con los Estados
dos Unidos,
quienes ya anunciaron que no avalarán que Irán, ni tampoco China
ina, tengan
acceso a esta herramienta
nta (Lawder y Shalal, 2020).
Cabe destacar que numero
erosas personalidades internacionales han
n ex
exigido al
gobierno norteamericano
no e
el levantamiento de sanciones. Uno de los más
fervientes pedidos provino
ino de un grupo de 24 diplomáticos, incluido
uidos cuatro
ex secretarios generales
s de la OTAN, quienes urgieron a Donald Trump
Tru
para
que cesen las sanciones
s sobre
so
Irán en lo que respecta a la importa
ortación de
suministros médicos y ali
alimentos, por perjudicar el trabajo de quienes
combaten al coronavirus.
us. Dicha solicitud contó también con el a
apoyo de
Federica Mogherini, ex alta representante de la Unión Europea para
ara Asuntos
Exteriores y Política de Seg
Seguridad (“Former world officials call on US”,
US 2020).
Reflexiones finales
El régimen iraní se enfren
frenta a uno de sus peores momentos desd
sde 1979,
aquejado por una profun
funda y grave crisis económica producto
ucto de las
sanciones impuestas por
or lo
los Estados Unidos, la pandemia por ell COVID-19
CO
vino a sumar complejidad
dad a una delicada situación interna. El número
núm
de
víctimas fatales y contagio
agios han ido in crescendo desde el mes
s de febrero
de 2020, hasta alcanzar
ar c
cifras devastadoras, que ubican a Irán
n e
entre los
países más afectados a nive
nivel mundial.
157
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
La tensión con los Estados
dos Unidos, presente desde los inicios de la R
República
Islámica, no ha hecho más que crecer durante todo el gobierno
o de Donald
Trump. La pandemia no ha supuesto un relajamiento en este
ste tipo de
enfrentamientos, sino que
que, por el contrario, ha sido un condimen
imento más
para acelerar la conflictiv
ictividad de la relación. La estrategia de máxima
presión no parecería esta
estar funcionando, ya que desde Irán
n rechazan
r
tajantemente la renegociac
ciación de un acuerdo firmado y acordado
o p
por todas
las partes, y por lo tanto
nto exigen el levantamiento de sanciones
es antes
a
de
acercarse al diálogo.
Sin embargo, la situación
n al interior de Irán se ha complejizado
do cada
c
vez
más, lo que hace sospecha
char cuánto tiempo más podrá mantener una actitud
tan intransigente. Los recl
reclamos de la sociedad, tremendamente
te aquejada
a
por la crisis económica,, a lo que se han sumado reclamos de índole
ole política,
de una ciudadanía cada
a v
vez más desencantada con sus líderes,
es, han ido
socavando la estructura
a de poder sobre la que se apoya el régim
gimen, que
está urgido de buscar altern
lternativas para asegurar su permanencia.
La pandemia del COVID-19
19 representa un nuevo obstáculo que
e los líderes
iraníes deben enfrentarr en el medio de una situación de por síí con
conflictiva.
Hasta el momento, parecie
ecieran no haber dimensionado la gravedad
ad del
d virus
y cómo podría empeorar
rar las condiciones económicas y sociales
les de una
ciudadanía que empieza
a a sentir los efectos de años y años de
e sanciones
sa
internacionales y de errad
rradas políticas internas, pudiendo conver
vertirse en
factores desestabilizantes.
tes. En este sentido, la pandemia abre
e un nuevo
frente para el gobierno,, que deberá medir cada movimiento para sob
sobrellevar
la situación y salir lo meno
enos afectado posible, en el marco de una
na c
cada vez
más presente y profunda
a ri
rivalidad con los Estados Unidos.
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CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
La pande
ndemia en un Estado
do
erosionado:
do: el arribo del COVID
VID19 a Siria
iria y las capacidades
des
estatale
tales para afrontarlo
Nicolás Al
Alesso91
Introducción
Como sostiene O’Donnell,
ell, “el Estado es el componente específic
cíficamente
político de la dominación
n en una sociedad territorialmente delimitada
itada” (1977,
p. 23). Su dominación no s
se supedita solamente a ejercer coerción
ón sobre
s
los
habitantes que le asignaron
aron tal función, sino también al control de rrecursos
dentro de ese territorio.. Es
Este control es el que garantiza la supervi
ervivencia y
desarrollo del Estado y, por ende, de la sociedad. Por tal motivo,
mo
la
capacidad de desplegarr re
recursos dependerá además de la autono
onomía que
posea para hacerlo.
La capacidad estatal se def
define como la aptitud del Estado para alcanzar
alca
los
fines que se le asignan
an ((Bertranou, 2015). Dicho de otro modo
odo, es el
conjunto de habilidades
s em
emanadas de su autoridad y legitimidad dentro
de
del
territorio, en conjunto con la gestión de sus recursos para organ
ganizarse y
desplegar acciones en po
pos de lograr determinados resultados:
dos: hacer,
innovar, responder, perm
ermitir, impedir o solucionar. Dichas acciones
acci
se
relacionan con tres elemen
mentos condicionantes de las capacidades
s estatales.
es
En primer lugar, los recu
recursos del Estado son relativamente escasos
esc
en
contraste con la inmensa
nsa diversidad de necesidades que una
na sociedad
s
puede tener a lo largo
o d
del tiempo. Relativo a ello, y en palabras
pala
de
Bertranou (ibid., p. 41),, “el marco histórico-temporal” define la cont
contingencia
de los objetivos, aunque
e e
esta no es suficiente. En tercer lugar, el a
abordaje
de la contingencia con
n recursos
r
relativamente escasos depende
ende de la
gestión de los responsab
nsables de la toma de decisiones. Por
or ello,
e
las
capacidades estatales cons
consisten en las posibilidades que un Estad
stado tiene
para desplegar soluciones
nes más o menos efectivas entre sus habitantes,
hab
teniendo como variable las decisiones de los responsables del gobier
bierno.
Respecto al Estado sobre
bre el cual es puesto el interés en este tra
trabajo, el
régimen sirio se apoya en ttres pilares fundamentales: el Partido Baa
Baaz Árabe
Socialista, las fuerzas arma
rmadas y la élite de la facción alawita92 (Al-Mustafa,
(Al
91
Licenciado en Relacion
ciones Internacionales. Maestrando en Relaciones
R
Internacionales. Universidad
ad Católica de Santa Fe, Santa Fe, Argentina
tina. Correo
electrónico: alessonicolas@gm
gmail.com
92
Brevemente, el alawismo
o e
es una rama del islam chií, cuyo origen está
est en las
enseñanzas de Abu Shu’ab
b M
Muhammad Ibn Nusayr, discípulo del décimo
o Imam,
I
en
el siglo IX. Los alawitas, si b
bien reconocidos como musulmanes por el Ayatollah
Khomeini, son considerados
os como
c
una secta por el islam sunita, corriente
nte a la cual
160
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
2020). De esta forma, la to
toma de decisiones está enmarcada por
or la rigidez
de las instituciones (Kissing
ssinger, 2016) y sus elementos constitutivos
ivos, lo que
explica la tendencia histór
istórica a priorizar ciertos intereses partida
tidarios por
sobre la construcción de consensos, mecanismos autocráticos
s por
po sobre
innovaciones -o reformas
as- democráticas y la inequidad arbitrari
traria en la
posibilidad de acceso a los recursos. En tiempos de pandemia, y aú
aún en la
coyuntura en la que la población
pob
siria se encuentra inserta, esta
a rigidez
rig
no
se verá reformada.
documento abordará el arribo de la pandemia
pa
Por tanto, este breve do
producida por el virus COVID-19
CO
a Siria, el contexto de este
te p
país, las
capacidades de contingenci
encia del gobierno central para ejecutar políticas
polít
con
el objetivo de controlarr su desarrollo y minimizar sus consecuenc
uencias, así
como las primeras decisio
cisiones destinadas a lograrlo. En este sen
sentido, se
argumenta que la gestión
tión de la pandemia y sus consecuencias
as no
n es la
mayor prioridad para el gobierno
g
sirio a nivel nacional, no sólo
ólo por los
escasos recursos para a
afrontarla, sino también debido al inte
interés de
continuar presionando sobr
sobre los frentes rebeldes con el fin de recuperar
recu
el
control territorial.
Siria: Estado erosionado
ado, fuerzas en pugna y control territoria
torial
A modo de resumen, a partir
par
de la represión de las protestas de
e m
marzo de
2011 por parte del gobiern
bierno de Bashar al Asad, luego enmarcada
adas en los
movimientos conocidos com
como Primavera Árabe, el descontento social
soc
y los
intereses políticos de distintas
disti
facciones convergieron en enfrenta
entamientos
armados con Damasco. A p
pesar de los intentos de apaciguar las tensiones
ten
por ejemplo, a través del o
otorgamiento de ciudadanía a la població
lación kurda
de la gobernación de Hasak
asaka o la reforma constitucional de 2012-,, la guerra
civil se desató ese año.. A
Al día de hoy, el control sobre el territo
rritorio sirio
continúa en proceso de
e reconfiguración
r
debido a los enfrentami
tamientos y
movimientos que se dan
an entre
e
las múltiples facciones con sus res
respectivos
brazos armados-reunidas
as e
en distintos grupos y subgrupos según el ttiempo y
la región-, el gobierno cent
central sirio y las naciones que intervienen
n a favor de
alguna de las partes y/o
/o e
en contra de otra: Arabia Saudita, Turqu
rquía, Irán,
93
Estados Unidos, Rusia e Israel . Además, deben incluirse las distintas
organizaciones terroristas
tas involucradas; actualmente, las más reco
reconocidas
por su actividad son Tahrir
hrir al-Sham, Hezbollah y Estado Islámico
co de
d Irak y
el Levante –o EI-.
En estos nueve años,, la guerra ha provocado cambios de control
con
de
distintas zonas y comunida
nidades por parte de los bandos involucrado
rados. Estas
continuas sustituciones superpuestas
sup
no sólo han traído batallas constantes,
con
sino también la muerte
e de civiles, pérdida de infraestructura y, una vez
pertenecen dos tercios de la población
p
siria. Los alawitas, históricamente
te rrelegados
y perseguidos en Siria, comen
menzaron a ser actores nodales en el poder y e
el ejército
con el golpe de Estado de Hafez al Asad (profeso alawita y padre
e del
d
actual
presidente) en la década de 1970. Para mayor profundidad acerca del
el ascenso
as
al
poder de los alawitas y su rol político actual, véase Fildis, 2012; y Goldsmit
smith, 2012.
93
Estos, sin mencionar los
s inv
involucrados en la Coalición Internacional contr
ontra Estado
Islámico.
161
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
tomado el poder por una
na n
nueva facción, la persecución o discrimina
minación de
la población considerada
a c
como amenaza. Comunidades adyacentes
ntes a Deir
Ez-Zor en el Este, a Hama
ma e
en el Oeste o a Damasco han sufrido hasta
hast nueve
cambios de control territ
erritorial hasta ahora (The Carter Center,
ter, 2020).
Particularmente, las poblac
blaciones que estuvieron bajo control del EI h
han sido
víctimas de sometimient
ientos, éxodos, mutilaciones y asesinat
inatos con
espantosa crueldad.
Al día de hoy, el mapa
a de Siria puede dividirse en cinco regione
iones según
quién detenta el control94.P
.Por un lado, el gobierno central de Bashar
shar al Asad
controla alrededor del setenta
sete
por ciento del territorio, apoyado
o por
po Rusia,
Irán y, por intermedio de e
este último, el grupo extremista libanés
s Hezbollah.
H
En el noreste, la región kur
kurda más grande de Siria, autodenominada
nada Rojavá,
es liderada por el Partido
tido de la Unión Democrática y respaldada
ada por las
Fuerzas Democráticas Siri
Sirias y por Estados Unidos que, a pesar
esar de los
anuncios de 2019, continú
tinúa con tropas operativas en la zona. El noroeste
n
del país adquiere la figura
gura de un mosaico donde se intercalan po
posiciones
controladas por grupos reb
rebeldes –en su mayoría agrupados en el Frente
Fr
de
Liberación Nacional, au
aunque mantienen relativa autonomía
omía para
operaciones- apoyados por Turquía y Arabia Saudita, y grupos denom
enominados
yihadistas, de los cuales
s T
Tahrir al-Sham mantiene mayor territorio
orio. Ambos
bandos, además de luchar
char contra las tropas de Damasco y el EI,
E están
enfrentados entre sí por
or el
e control, particularmente, de la goberna
ernación de
Idlib. Las zonas bajo
o co
control del Frente de Liberación Nacional
Naci
se
encuentran organizadas
s ba
bajo la administración del Gobierno Interin
terino Sirio,
cuya cúpula tiene tamb
mbién residencia en Turquía, la cual
al p
participa
activamente en su organiz
anización política. Por último, el norte de Siria se
encuentra militarmente co
controlado por Ankara; zona que abarca
ca desde
d
el
noroeste de la gobernación
ción de Alepo hasta la Zona de Seguridad
dad pactada
con Rusia en agosto de 20
2019 dentro del territorio otrora controlado
lado por los
kurdos. El Estado Islámico
ico no controla territorios en Siria desde la batalla
ba
de
Baghuz en marzo de 2019
019, aunque la cantidad de atentados perpetrados
perp
por la organización está creciendo
cre
nuevamente este año.
Además de la internacio
acionalización del conflicto, el crecimiento
ento de la
inestabilidad en la región,
ión, la erosión de las capacidades estatale
atales y los
incontables daños material
riales y de infraestructura, el resultado del conflicto
puede contabilizarse95 en m
más de trescientos ochenta mil muertos,
tos, más de
seis millones de refugiados
dos y una cifra similar de desplazados intern
ternos. Hoy,
la pandemia causada por
po el COVID-19 augura tener consec
nsecuencias
devastadoras en Siria, espe
especialmente en las zonas donde se concen
ncentran los
choques armados y en los c
campos de desplazados internos.
94
Esta división no tiene en c
cuenta ciertos controles políticos coyunturale
rales, como,
por ejemplo, aquellas comunid
unidades que, ante las limitadas capacidades est
estatales de
Damasco para proveer soluc
oluciones a ciertas necesidades (como defensa
nsa, agua y
alimentos, etc.), han autogen
generado precarias administraciones para conseg
nseguir tales
fines. Tal es el caso, por ejem
ejemplo, de algunas comunidades drusas en la rregión de
Haurán (Alami, 2018).
95
Las cifras de muertos, refugiados,
refu
desplazados y los campos donde
e los últimos
residen varían según la fuen
fuente. Las presentes son tomadas según SOH
OHR, 2020;
UNHCR, 2020; UNOCHA, 2020
020.
162
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Pandemia, capacidades
des
erosionado
estatales
y
decisiones
en
un
Estado
Este análisis intentará pres
resentar tres variables a considerar. En prim
primer lugar,
existe un debate acerca
ca d
de las diferencias de información entre
tre distintas
fuentes en cuanto a cantida
ntidad de muertos e infectados. En segundo
do lugar, la
situación según la región
n y la cooperación o no de los actores territo
rritoriales o
extraterritoriales. En tercer
rcer lugar, específicamente, las capacidades
ades estales
–y sus elementos relaciona
ionados- para afrontar la pandemia.
A fines de febrero, Nizar
izar Yazigi –Ministro de Salud de Al Asad
Asad- había
anunciado que la Agencia
cia Nacional de Noticias Siria96 sería la única
nica fuente
de información oficial acer
acerca de la situación. El 22 de marzo, el g
gobierno
nacional confirmó el primer
imer caso de infección por COVID-19 en el país.
pa
Para
fines de mayo, las cifras
s oficiales
of
comunican menos de sesenta infec
infectados y
menos de diez decesos.. Si
Sin embargo, estos números son puestos
tos en duda
por diferentes organizacion
ciones internacionales, así como medios opositores,
opo
que sostienen dos razones
nes principales. Por un lado, se acusa al gobierno
gob
de
controlar la información,, m
modificando arbitrariamente las cifras (RSF,
(RSF 2020;
Independent 2020; SOHR,
HR, 2020; Mustafa, 2020; Tsurkov y Jukhada
adar, 2020),
debido principalmente a q
que los ánimos de la población dentro
ntro de las
regiones controladas por Damasco se agiten ante su incapacid
acidad para
gestionar la pandemia.
a. Este
E
control de la información aparen
rentemente
incluye mecanismos de pre
presión para silenciar a profesionales de la
l salud.
Por otro lado, el acceso
o de Damasco a datos actualizados sobre
e el número
de contagios de las regione
iones no controladas por el gobierno naciona
ional resulta
difícil más allá de las public
ublicadas por las organizaciones políticas de facto, lo
que, sumado a las limita
mitaciones para realizar pruebas –por acc
acceso y/o
insumos- hace prácticamen
mente imposible conocer el número aproxim
oximado de
contagios a nivel país
s (N
(Noticias ONU, 2020; OMS, 2020; RIC,
RIC 2020;
Gharibah y Mehchy, 2020;
20; Marks, 2020).Además, las cifras publica
blicadas por
los grupos que detentan
n el control de las distintas áreas son sospec
spechadas –
hasta ahora, ningún conta
ontagio- debido al acceso a kits de prueb
ruebas y la
continuación de enfrentam
ntamientos y escaramuzas. Las comunidad
idades bajo
control de grupos terrorist
oristas –en mayor medida, Tahrir al-Sham
am- pueden
ilustrarse como un agujero
jero negro en cuanto al acceso de informaci
ación sobre
su situación. Inclusive,, p
países limítrofes han manifestado ell ar
arribo de
personas contagiadas prove
rovenientes de Siria (Alkoutami y Fahid, 2020).
2020
Respecto al potencial orige
rigen de personas contagiadas que ingresan
san a Siria,
Irán ocupa el primer lug
lugar, y Turquía el segundo. Si bien An
Ankara ha
superado a Teherán en cantidad
can
de contagios a nivel nacional, el b
brote en
esta última sucedió primero
mero. De todas maneras, el tránsito de fuerz
erzas entre
Damasco y Teherán, por
or u
un lado, y Alepo y Ankara, por el otro,
o, no
n se ha
detenido a pesar de los anuncios de cierres de frontera. Estas
tas fuerzas
incluyen al ejército turco,
co, los
l
grupos paramilitares del Frente de
e Lib
Liberación
Nacional, la Guardia Revolu
volucionaria Islámica iraní –y las Brigadas
s A
Al-Quds-,
miembros de Hezbollah y e
el Ejército Árabe Sirio. En tercer lugar,, la frontera
con Irak es tránsito de
e m
miembros de milicias con origen o destin
estino a los
96
SANA, por sus siglas oficiale
iciales.
163
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
territorios del Gobierno Reg
Regional del Kurdistán. En la frontera con
n Líbano,
Lí
al
igual que en las demás,
ás, el contrabando y el tránsito de refugiados
ref
aumentan los riesgos de circulación del virus. Distintos organismos
org
internacionales dependiente
ientes de Naciones Unidas (Infobae, 2020),
), así
a como
el presidente Al Asad (Re
(Reuters, 2020), han catalogado que un
n b
brote sin
control podría ser una catástrofe
cat
para el país, y que los riesgos
gos de que
suceda permanecen altos.
os.
Según las distintas capacid
acidades que los grupos que detentan ell co
control de
las distintas regiones posee
oseen para afrontar la pandemia, estos han tomado
medidas similares hacia
a la población: aislamiento social, educación
ción virtual,
cierre de fronteras y suspensión
su
de la mayoría de las actividades
act
productivas y comercia
rciales. Respecto al noroeste del país,
pa
los
enfrentamientos armados
dos y atentados no han cesado complet
pletamente.
Turquía es el principal acto
ctor que aporta para la gestión de la pand
andemia en
esta región con provisión
n de
d insumos médicos, así como paso para
ara la
l ayuda
humanitaria proveniente
e de Naciones Unidas. En Rojavá, las capacid
acidades de
la administración son meno
enores debido a dos variables principales:
s: en primer
lugar, la falta de acceso
o a insumos médicos y kits de pruebas; en s
segundo
lugar, el acceso a recursos
rsos vitales –como el agua- han sido interru
terrumpidos
en algunas comunidades
s ya que el suministro depende de otras loc
localidades
que hoy se encuentran bajo control militar de Turquía.
Según el análisis realizado
zado por Gharibah y Mehchy (2020), Siria
iria tiene la
capacidad de dar atención
ión adecuada a seis mil quinientos pacientes
ntes97 antes
de colapsar y deber toma
omar medidas de racionamiento. Sin emba
mbargo, las
unidades de cuidados inten
intensivos no están repartidas de manera
a eq
equitativa
en todo el territorio. Porr ej
ejemplo, mientras Damasco tiene alrededo
edor de dos
mil, la gobernación de De
Deir Ez-Zor no tiene ninguna. Se estima
tima que la
región que corresponde
e a Rojavá tiene menos de veinte, y la
a zo
zona bajo
control del Gobierno Interin
terino no más de veinticinco.
Sin embargo, en Siria,, el Estado actúa como agente de erosión
sión de sus
propias capacidades. En
n los nueve años de guerra, el noventa por
or ciento
c
de
los 595 ataques que tuv
tuvieron como blanco facilidades médicas
icas fueron
realizadas por el Ejército
ito Á
Árabe Sirio o sus aliados (PHR, 2020).
). P
Producto
del conflicto armado, ell se
setenta por ciento de los trabajadores de la salud
dejaron el país (Gharibah
ah y Mehchy, 2020), y poco menos de mil
il perdieron
p
la vida (PHR, 2020). Se
e ca
calcula que la capacidad del sistema de
e sa
salud sirio
está activa sólo en un cuarenta
cuar
por ciento (Saeed, como es citado
do p
por RIC,
2020) y, hasta el alto all fuego
fu
acordado entre Putin y Erdoğan en
nm
marzo, el
ejército sirio y el ruso bomb
ombardearon por meses hospitales y escuela
uelas de las
gobernaciones de Idlib y Al
Alepo.
Además, Damasco ha bloqu
loqueado a Rojavá y al Gobierno Interino
o del
de acceso
a la ayuda humanitaria y su
suministros otorgados por distintas organiz
anizaciones
internacionales a través
s de distintas barreras legales y logísticas
s (S
(Sekkaire,
2020). Esta decisión afecta
fecta en mayor medida a la región kurda,
a, d
debido a
que queda aislada de ap
apoyo hasta tanto la ayuda anunciada
iada por la
Organización Mundial de
e la Salud llegue.
97
El cálculo es realizado ten
teniendo en cuenta la cantidad de camas de cuidados
intensivos con respiradores
es e
en todo el país, el porcentaje promedio mundial
mu
de
pacientes que necesitan este
ste tipo
t
de asistencias y los tiempos de recuperac
eración.
164
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Respecto los más de seis
eis m
millones de personas que están en cond
ondición de
desplazados internos en
n to
todo el país, las condiciones de hacinamie
miento y la
falta de acceso a condi
ondiciones de higiene y a insumos mé
médicos –
especialmente en las área
áreas no controladas por el gobierno- los
os h
hacen la
población más vulnerable
le a un brote imposible de controlar. En los últimos
meses, la situación y cifra
cifras de los desplazados se ha profundizad
izado. En el
Noroeste, alrededor de un millón se añadieron desde diciembre
re de
d 2019
producto de la ofensiva del Ejército Árabe Sirio y sus aliados98; en e
el mismo
tiempo, al menos sesenta
ta y dos centros de salud fueron cerrados
s (U
(UNOCHA,
2020). En el Noreste,, las personas que huyeron de sus hogar
gares para
reubicarse en otras partes
rtes desde octubre –debido a las operacione
iones de las
fuerzas de Ankara en la zonaz
superan las doscientas mil99. Actua
ctualmente,
existen alrededor de 276
6 ca
campos de desplazados internos formales
les –no hay
números concretos de la cantidad de asentamientos informales
les-, de los
cuales 141 se encuentran
tran bajo control de Damasco, 124 del
el Gobierno
G
Interino y 11 de Rojavá
á (U
(UNOCHA, 2014, 2018, 2020). La situació
ación de los
refugiados en Siria –prin
principalmente, palestinos dentro de cam
campos de
refugiados- es similar.
Otras gestiones del gobiern
ierno de Al Asad que merecen ser menciona
ionadas son
los pedidos públicos, y a través de Rusia e Irán, de que las
s sanciones
sa
puestas por naciones occid
occidentales –principalmente, Estados Unido
nidos- sean
levantadas, cuestión que
e aú
aún no ha dado frutos.
Conclusiones
Generalmente, los recurso
rsos con los que un Estado cuenta para
a desplegar
de
con el objetivo de cubrir
rir n
necesidades de la población suelen ser
er e
escasos.
Ante coyunturas como la ac
actual, y teniendo en cuenta la realidad de Siria, el
gobierno de Al Asad comi
omienza a afrontar una pandemia con capacidades
capa
sumamente limitadas dent
dentro del territorio controlado por él. Las
as rregiones
con gobiernos de facto poseen
po
aún menores capacidades para afrontar
afr
el
brote.
Desde el comienzo de la guerra, Damasco ha adoptado el bloqueo
bloq
de
insumos médicos para las regiones fuera de su control como part
parte de su
estrategia. Así como Ali
li (2
(2020) sostiene acerca del conflicto en
n e
el vecino
Irak, en Siria los hospitales
ales se convirtieron en objetivos y campos
s de batalla.
Incluso, Damasco bloquea
uea o estorba la llegada de ayuda proveni
veniente de
organizaciones internaciona
cionales a las zonas no controladas por el gobierno
g
nacional.
dinadas entre los grupos que detentan contr
ontrol sobre
Mientras acciones coordina
Siria podrían favorecer el u
uso de las capacidades estatales erosiona
ionadas por
el conflicto, no existen inic
iniciativas por parte de ninguno de los band
andos ni de
las fuerzas extranjeras involucradas,
invo
más allá de la mencionada tregua.
treg
Así,
las escasas y también di
divididas capacidades estatales para afrontar
afro
la
pandemia por COVID-19
19 incluyen el cuarenta por ciento de los centros
médicos funcionando, las
as d
dificultades de acceso por parte de la población
pob
a
98
Cifras aproximadas según
n d
datos de UNHCR, 2020; Amnistía Internacion
cional, 2020;
y UNOCHA, 2020.
99
Cifras aproximadas según
n da
datos de UNHCR, 2019; y Gharibah y Mehchy,
hy, 2020.
165
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
dichos centros, la falta de suministros médicos generales y kits de pruebas
y una economía devastada
tada. Ante este panorama, la población siria en las
distintas regiones y campo
mpos de desplazados internos se preparan
ran para lo
que, de no mediar la colab
olaboración –o, al menos, el no estorbo- y la
l ayuda
internacional, profundizará
ará el desastre humanitario.
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167
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
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Revolution NINE years
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168
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
AM
AMÉRICA
LA
LATINA
169
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Polític
lítica internacional
latinoameric
ericana, cambios de
e ciclo
cic
y agenda reg
regional en la coyuntu
untura
de pandemia
Eva Pigna
ignatta100
América Latina ha transita
nsitado en las últimas tres décadas porr diferentes
di
ciclos políticos con caracter
cterísticas y, en términos generales, aires
es de
d época
singulares: el fin de la guerra fría con el reacomodo en
n clave
c
de
globalización neoliberal y alineamiento
a
en los noventa; el giro a la iz
izquierda
junto al auge de los precio
ecios de los commodities traccionado porr Ch
China y la
búsqueda de diversificació
ación con horizontes de mayor autonomí
omía en la
primera década del siglo
lo XXI;
X
y un giro a la derecha en el trayec
yecto de la
segunda década del siglo
lo X
XXI que, aun cuando se presentó como
o reparador,
rep
mostró tempranamente imp
impugnaciones tanto en las urnas como en la
l ola de
protestas que experimentar
ntaron varios países de la región. La pandem
demia de la
enfermedad por COVID--19 configura una coyuntura crítica que a las
tendencias recientes le aña
añade una suma de interrogantes de diferent
rente orden
en torno hacia dónde trans
ransita la región y el mundo en general. Concebir
Con
los
acontecimientos y procesos
esos recientes como parte de una coyuntur
ntura crítica
supone asumir que estamo
amos en un período histórico en el que tien
tienen lugar
cambios significativos —co
con distintas formas en diferentes países
íses u otras
unidades de análisis— y que a su vez produce una serie de legados
distintivos (R. Collier y D. C
Collier, 1991).
Si bien partimos desde
de una perspectiva politológica y de Re
Relaciones
Internacionales, la coyuntu
untura latinoamericana a la sombra de la
a expansión
ex
de la pandemia mundial
dial puede ser analizada desde múltiples
les aristas.
Además, la política intern
nternacional latinoamericana concierne a diversos
actores con políticas exte
exteriores cambiantes, a correlaciones de fuerza
influidas por variables de diverso orden —con peso significativo
o de
d las de
tipo sistémica en función
ión de la condición periférica de la regió
egión— y a
agendas en permanente,
e, au
aunque no invariable, disputa.
En este marco, a fin de aportar al análisis de las repercusione
iones de la
pandemia en la agenda
a de la política internacional latinoamericana
cana, en las
siguientes líneas se hilvana
vanan algunos puntos de partida sobre el e
escenario
regional con las tendencias
cias recientes de la política latinoamericana
ana y, a su
turno, se esbozan alguno
gunos ejes en clave de preguntas y respuestas
res
tentativas o provisorias —y
— no de certezas— en esta siempre contingente
con
realidad.
100
Dra. en Relaciones Internac
rnacionales y Profesora Adjunta de la Facultad
d d
de Ciencia
Política
y
RRII
(UNR
UNR),
Rosario,
Argentina.
Correo
electrónico:
ele
evapignatta@gmail.com
170
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
En función de lo mencion
cionado, para abordar la política internaci
nacional en
nuestra región en tiempos
pos de pandemia y frente a los desafíos
fíos que se
presentan y nos interpelan
lan es menester realizar un balance sobre
e el devenir
reciente en los que condicio
diciones materiales, ideas e instituciones interactúan
inte
de forma recíproca y sin determinismos (Cox, 1986), con la
a n
necesaria
articulación de lo internac
rnacional, lo regional y lo estatal entendido
didos como
niveles de análisis relaciona
ionados.
En Latinoamérica las déc
décadas de 1990 y 2000 resultan contra
ntrapuestas
(Sader, 2009), discrepante
ntes en sus correlaciones de fuerzas y orien
rientaciones
políticas e incluso antagóni
gónicas en cuanto a los enfoques que se priorizaron
pri
para responder a diversos
sos temas de la agenda regional. Mientras
s que
q
en la
década del noventa el zeit
zeitgeist que se respiraba en la región era
ra tr
tributario
del auge del neoliberalismo
smo, el comienzo del nuevo siglo se cobraba
aba la crisis
del modelo neoliberal y su consecuente impugnación y/o crítica alentaba
ale
el
inicio de un itinerario descr
escripto como de giro a la izquierda o cambio
bio político.
Lo propio y característico
tico de este giro fue objeto de distintas
s lec
lecturas y
debates, pero lo que inter
nteresa en este punto destacar es el relieve
lieve de los
cambios, los cuales supusie
usieron la conformación de una atmósfera
ra diferente
d
a la de la década anterior.
ior.
El mapa político de la regió
egión en la primera década del siglo XXI incluyó
incl
una
mayoría de gobiernos pr
progresistas que, con elementos en co
común y
diferencias en términos
s p
programáticos y de implementación de políticas
(Moreyra, Raus y Gómez
z Le
Leyton, 2008), buscaron diversificar sus
s ví
vínculos y
ajustaron o modificaron
n s
sus estrategias de vinculación con la p
potencia
hegemónica: mientras que los modelos de acoplamiento parecían
cían perder
vigencia y atractivo, se multiplicaron las estrategias asociada
das a un
horizonte de búsqueda de mayor autonomía. El pasaje del alineam
eamiento a
un regreso de la autonomía
mía como horizonte de política exterior coinc
oincidió con
el pasaje del Consenso de Washington al Consenso de los Commod
modities en
términos de Svampa (201
2017). A esto se sumaba el predominio
o de ciertas
percepciones que resulta
ultaban alejadas –sino antagónicas– a las que
dominaron en la década
a de los noventa en lo referido a temas de agenda
interna, externa e interm
erméstica: el rol del Estado y el vínculo
ulo EstadoMercado, las políticas soc
sociales, desarrollo y ambiente, los modelos
mod
de
integración y cooperación,
ón, e
entre otras relevantes cuestiones.
La idea de agenda refiere
re a una serie de asuntos públicos y priorita
ritarios que
son de interés para un
n conjunto
c
de actores. En el caso de la agenda
regional estos actores son
on llos Estados latinoamericanos especialmen
mente, pero
no de forma única en la
a m
medida que estados extra regionales, insti
instituciones
regionales y actores no est
estatales –movimientos sociales nacionales
ales y trans
nacionales, redes de inf
influencia, organizaciones de la socieda
iedad civil,
comunidades epistémicas,
cas, entre otros– inciden y se involucran
cran en el
establecimiento de la mism
isma. Si tomamos como referencia las defi
definiciones
de agenda gubernamental
ntal desarrolladas en el ámbito del análisis
sis de las
políticas públicas para adap
adaptarlo a la agenda regional, podemos señalar,
señ
en
términos generales, que
ue s
su establecimiento contempla como sus puntos
principales el decidir sobre
obre qué decidir y cómo decidir (Hogwood
od y Gunn,
1984). Esto supone selec
seleccionar y ordenar el conjunto de problemas,
pro
demandas, cuestiones y a
asuntos sobre los que se considera que
ue se debe
actuar (Aguilar Villanueva,
va, 1993).
171
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
A su vez, los nexos y las
s interconexiones
in
entre los diversos tipos
s de agenda
–por ejemplo entre la agen
agenda pública y la agenda de gobierno101– resultan
relevantes al considerarr la agenda regional en tanto la misma, por un lado,
puede ser precedida, proye
royectada o incluso determinada por las age
agendas de
los estados/gobiernos que forman parte de la región. Por otro
ro llado, las
agendas nacionales puede
ueden ser influenciadas por las preocupac
paciones y
prioridades regionales.. En consecuencia, las distintas agendas
das pueden
presentar coincidencias y d
diferencias en mayor o menor medida
a y esto no
es inocuo: pareciera que
ue c
cuantas más discrepancias hay entre
e la agenda
regional y las agendas
das nacionales, se registran mayores
res niveles
conflictividad y dificultades
des para encontrar denominadores comunes
nes a fin de
diseñar acciones y políticas
icas regionales. Simultáneamente, un dato
to que
qu no se
puede eludir es que ell de
devenir de la agenda regional cristaliza
a en buena
medida la estructura de
e po
poder que domina efectivamente la hechu
chura de la
política regional.
En la primera década del
el si
siglo XXI la agenda regional fue reconfigur
figurada con
cierta distancia del panam
anamericanismo impulsado por EEUU en
n llos años
noventa y a partir de la incorporación de perspectivas influidas
as por tres
órdenes de cuestiones:
es: un orden internacional en transici
sición, las
orientaciones políticas pred
predominantes en la región y las propias
ias agendas
nacionales/intermésticas.
s. E
En lo relativo a la primera cuestión, el e
escenario
internacional incluía cuestio
estionamientos a la supremacía de EEUU, el ““ascenso
del Sur” (PNUD, 2013)) y particularmente el ascenso de China
hina con el
consecuente corrimiento
to d
del eje de poder de Occidente a Ori
Oriente, el
creciente activismo de las potencias emergentes como los BRICS
ICS (Brasil,
Rusia, India, China y Sud
Sudáfrica) y el incremento de los precios
cios de las
materias primas que daría
ría origen al denominado boom de los precio
ecios de los
commodities. En segundo
do lugar, en lo referido a la dimensión regional
reg
un
dato insoslayable fue el predominio y la simultaneidad de gobiernos
go
progresistas producto del
el d
descontento de los electorados con el desempeño
des
de los gobiernos neoliber
liberales del período anterior; esto sumad
mado a la
existencia de liderazgos
s rregionales que articularon políticas y proyectos
pr
regionales resultan clave
ve p
para la definición de la agenda regional
nal en este
período. En tercer lugar,
r, a nivel nacional –y lindando lo intermés
méstico– se
pueden mencionar, sin hac
hacer una lista taxativa, los siguientes elementos:
ele
un reposicionamiento del Estado vis a vis el mercado, el aumento
aum
y
sostenimiento de los nive
niveles de empleo, la ampliación de las políticas
sociales y particularmente
ente de las políticas de transferencia de ingreso
condicionadas, el extractivi
ctivismo en una nueva clave, entre otros.
En aquel escenario la ag
agenda regional se forjó a la luz de la agenda
heredada de los años noventa,
nov
pero con una serie de cambios
os ttanto en
torno a la jerarquía y los
os enfoques
e
de los temas preexistentes como
com por la
incorporación de nuevos
s temas
te
y la supresión o pérdida de releva
levancia de
otros. Las decisiones sob
sobre qué decidir y cómo decidir implic
plicaron la
continuidad de temas
s e
estructurales para la región —regio
gionalismo,
concertación, democracia,
ia, desarrollo y ambiente, seguridad, porr mencionar
me
algunos—, pero filtrados
dos y enfocados con otras perspectivas,
as, con la
impronta que los gobiernos
rnos progresistas lograron imponer en las
s relaciones
re
101
Véase: Cobb y Elder (1986)
986); Aguilar Villanueva (1993).
172
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
internacionales latinoamer
mericanas de esos años (Busso, 2018
018). Para
ejemplificar esta modifica
ificación, tres temas de la agenda regio
egional son
referidos brevemente: el rregionalismo, la defensa de la democraci
racia y, por
su relevancia en el escen
cenario de pandemia, las iniciativas region
gionales en
materia de salud. El regio
egionalismo fue percibido e implementado
do bajo un
nuevo enfoque que impl
implicó la pérdida de peso de la modal
odalidad de
“regionalismo abierto” fren
frente al regionalismo pos hegemónico (Rigg
Riggirozzi y
Tussie, 2012) y que tuvo
vo s
su correlato empírico en iniciativas diversa
ersas como
Unasur, Celac, ALBA así
sí co
como en el relanzamiento del Mercosur.
ur. Por otra
parte, la defensa de la d
democracia y la mediación en conflicto
lictos desde
ámbitos multilaterales con
continuó como asunto de la agenda, pero
ro con una
creciente marginación de las propuestas panamericanistas —OEA
OEA— para
poner
en
valor
inst
instancias
subregionales
latinoamerica
ricanas
o
sudamericanas 102 . En lo rrelativo a las iniciativas regionales en materia
sanitaria cabe señalarr q
que su incorporación tiene sus antec
ntecedentes
históricos previos al siglo
glo XXI. En particular el Mercosur cuenta
a desde
de
los
años noventa con una reun
reunión sectorial de Ministros de Salud del
el M
Mercosur
(RMS) a fin de armonizar
izar las políticas de salud de los Estados
os P
Partes y
Asociados. Además, existe
iste el Subgrupo de Trabajo Nº 11, un foro técnico
destinado a homologarr la
las normativas nacionales que faciliten
ten la libre
circulación de bienes, perso
ersonas y servicios dentro del bloque. La Unasur,
Una
por
su parte, creó el Consejo
sejo Suramericano de Salud (Unasur Salud)
Salu
que
proponía “consolidar Suram
uramérica como un espacio de integración
ón en
e salud
que contribuya a la salu
salud para todos y al desarrollo, incorpor
rporando e
integrando los esfuerzos
s y logros subregionales de Mercosur, ORAS
AS-CONHU,
y OTCA” 103 . Bajo el Con
Consejo Suramericano de Salud se estab
stableció el
Instituto Sudamericano de Gobierno de la Salud (ISAGS) como espacio
esp
de
reunión de expertos104.
En el derrotero de la segun
egunda década del siglo XXI nos encontramo
amos con el
repliegue de los gobiern
iernos progresistas y la avanzada de gobiernos
go
liberales-conservadores ca
catalogados por algunos analistas como
o parte
p
de
102
Un ejemplo fue la crisis
risis de marzo de 2008 originada por ell bo
bombardeo
colombiano al territorio ecuat
uatoriano y el rol activo que desempeñó el Grup
rupo de Río.
Otro ejemplo es la crisis boliv
boliviana desencadenada en septiembre de 2008
008. En esta
oportunidad el activo involuc
olucramiento subregional a través de la Unasu
nasur estuvo
motorizado en gran medida
a p
por la conflictiva relación entre EEEU y Bolivia
livia. A estos
dos casos se agrega el del intento de golpe de estado en Ecuador
or en
e 2010.
Consecuencia de este evento
ento en la IV Cumbre de Jefas y Jefes de Estado
Esta
y de
Gobierno de la Unasur de 2010
201 en Georgetown se debatió sobre la incorpo
rporación de
una cláusula democrática y se
s aprobó el Protocolo adicional al tratado co
constitutivo
de Unasur sobre compromiso
iso con la democracia.
103
Este Consejo había desarro
sarrollado un plan quinquenal que contenía cinco
inco áreas de
trabajo: 1. Red Suramericana
ana de Vigilancia y Respuesta en Salud; 2. Desarrollo
Desa
de
Sistemas de Salud Universale
sales; 3. Acceso Universal a Medicamentos; 4. Promoción
P
de la Salud y acción sobre los determinantes de la Salud; 5. Desarrollo y Gestión
G
de
Recursos Humanos (Unasur,
ur, 2010).
2
104
Su trabajo brindó import
portantes aportes de investigación para los procesos
pro
de
toma de decisiones de los
s m
ministerios de Salud de los países miembros,
os, así como
para la formulación de po
políticas comunes en respaldo a las nego
egociaciones
internacionales (Riggirozzi,
i, 20
2017).
173
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
una nueva derecha y p
por otros como parte de una restauración
resta
conservadora. La llegada
da d
de Mauricio Macri al poder en Argentina
ina en 2015
suele ser señalada como
o u
una fecha simbólica que marcaría el inicio
icio de este
giro que ya contaba con
on a
antecedentes —golpe en Honduras en
n 20
2009 y el
desplazamiento de Lugo
o a ttravés de un juicio político express en Par
Paraguay—
y que fue continuado por
or e
el impeachment contra Dilma Rousseff,
f, la derrota
de Evo Morales en el refere
ferendo sobre la posibilidad de reelección,, la elección
de Piñera como presidente
nte por segunda vez, el viraje de Lenin More
oreno y las
victorias electorales de Jair Bolsonaro e Iván Duque en 2018. Si bien
b
este
giro político, al igual que su antecesor, no fue homogéneo —y
y en este
sentido lo evidencia la vict
victoria de AMLO en México contrariando,, de alguna
manera, las tendencias
s re
regionales—, sí marcó su impronta en el devenir
regional reciente y en la ag
agenda regional contemporánea.
Este escenario de giro a la derecha vino precedido por la presencia
ncia de una
serie de factores que in
incrementaron la vulnerabilidad de la rregión y
simultáneamente debilitaro
taron a los oficialismos: la caída de los precio
recios de las
materias primas y sus cons
consecuencias al interior de los estados de lla región
que incluyó el deterioro
o de las balanzas fiscales y cierto estancam
camiento de
las mejoras sociales que
e se venían desarrollando, entre otras cuest
uestiones. A
este panorama se suma
maron otros elementos: la crisis en el mundo
desarrollado, el cuestionam
namiento del gobierno de Trump al multilate
tilateralismo
liberal, las disputas cada
a vez
ve más significativas entre EEUU y China
ina y cierto
desencanto con la coope
operación Sur-Sur. En la dimensión regio
regional, se
registró la pérdida de lide
liderazgos regionales con capacidad de ve
vehiculizar
proyectos políticos y temas
mas de agenda —como lo ensayaron Brasil
sil con
c
Lula
y Venezuela con Chávez—
— al mismo tiempo que retrocedieron las opciones
o
de política exterior desaf
esafiantes u opositoras a Washington de cara a
políticas exteriores de
e m
mayor alineamiento a dicho poder,
er, aunque
autodefinidas como “pragm
agmáticas” y “desideologizadas” (Sanahuja
ja y Comini,
2018). Las crisis políticas
cas y las protestas que estallaron el año pasado
pa
en
Haití, Honduras, Ecuador,
or, Perú, Bolivia, Colombia y Chile expres
presaron un
profundo descontento socia
cial, demandas ciudadanas sin respuestas
as e
estatales,
pobreza, vulnerabilidad y desigualdad. Este escenario junto a la derrota
electoral de Macri abrieron
ron interrogantes acerca de los alcances de este
e
giro
y favorecieron las hipótesis
tesis que consideran este período como un
n in
intervalo,
un repliegue temporario
oyn
no un fin de ciclo para el progresismo.
En suma, la agenda regional
reg
se construyó a la luz de una
a serie
s
de
elementos relacionados,
s, pe
pero analíticamente identificables en los ámbitos
internacional, regional y e
estatal. Así, las decisiones sobre qué
ué y cómo
decidir —elementos central
trales del establecimiento de la agenda— parecieron
pa
orientarse bajo la lógica
a de las preferencias de Washington y se orga
organizaron,
por una parte, en torno
rno a la pérdida de prioridad de la age
agenda del
regionalismo pos liberal
ral y favoreciendo los asuntos de libera
iberalización
comercial materializados,
s, p
por ejemplo, en la Alianza del Pacífico y, por otra
parte, colocando la crisis
is d
de Venezuela al tope de la agenda e incluy
cluyendo la
creación del Grupo de Lima
ima para impulsar su solución.
Con relación a la primera
era cuestión mencionada, el desmantelami
lamiento de
Unasur es un ejemplo em
empírico claro. El organismo que estuvo
o in
integrado
por 12 países fue abandon
donado a raíz de diferencias político-ideológ
ológicas por
gran parte de sus miembr
mbros durante 2018. Entre ellos estaban Ar
Argentina,
174
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Brasil, Chile, Colombia,, Pa
Paraguay, Perú y Ecuador a los que en 2020
2
se
sumó Uruguay luego de lla derrota del candidato por la preside
sidencia del
Frente Amplio por un peque
equeño margen. El abandono de la CELAC
C an
anunciada
por Brasil en enero de es
este año es otro elemento que da cuenta
enta de un
regionalismo roto, mientra
ntras que el Prosur como sustituto no logra
gra anclaje,
dinamismo ni estructura.
ra. De esta manera, el predominio de
e gobiernos
go
liberales-conservadores no solo implicó la desarticulación de regio
egionalismo
que, con sus limitaciones
es y críticas, configuró un espacio para ell diálogo,
diá
la
cooperación y la solución
ión de conflictos, sino también la imposibi
sibilidad de
generar mínimos denomina
minadores comunes para converger en una agenda
de temas compartidos,, a
aunque en disputa. Asimismo, esto significó
sign
el
abandono de la agenda
a sa
sanitaria que la Unasur contemplaba a través
tra
del
accionar del Consejo Sura
uramericano de la Salud y del grupo de expertos
e
reunido en el ISAGS.
Por su parte, la crisis
s ve
venezolana y la búsqueda de una soluc
olución que
contemple como condición
ición sine qua non la salida de Maduro permeó
pe
al
regionalismo de la Unasur
asur y alentó un accionar de la OEA que incluyó
medidas que sientan un preocupante antecedente y se alejan
an de las
tradiciones y nociones bá
básicas del Derecho Internacional Públic
blico en la
región: permitir que Guai
Guaidó como presidente autoproclamado,
o, pero
p
sin
ejercer la autoridad en el tterritorio, sea reconocido como represent
sentante de
Venezuela en el Consejo
jo P
Permanente del organismo y convocarr al TIAR —
instrumento propio de la Guerra Fría— para sancionar a Venez
enezuela y,
eventualmente, poder recu
ecurrir incluso a la fuerza.
En este difícil escenario,
o, la pandemia por COVID-19 ingresó en
n la agenda
regional latinoamericana.
a. L
La reacción y respuesta de América Latina
La
fue
heterogénea y descoordin
rdinada. Sin hacer un listado cerrado
o p
podemos
mencionar diferencias en relación con: la definición de la crisis
cris
y su
gravedad, la intensidad de las medidas de distanciamiento sociall ensayadas,
en
los niveles de aceptación
ción y credibilidad de estas medidas, cu
cuestiones
relativas a los sistemas
s d
de salud como las capacidades de teste
esteos y de
respuesta sanitaria, las me
medidas de estímulo a la economía y de
e pr
protección
a los sectores más vulnera
nerables, entre otras cuestiones que se des
desprenden
de esta pandemia. Sobresa
resale en este punto cómo la crisis en buena
ena medida
coloca a los estados nacion
cionales en un rol preponderante y pone de rrelieve la
crisis de multilateralismo
mo no solo en Latinoamérica sino tambié
bién en la
dimensión internacional.
l. Relacionado
R
con esto último, asoma
a la pobre
coordinación regional para
ara el abordaje de la enfermedad en una
a coyuntura
co
de fragmentación, grave
e de
debilitamiento de los mecanismos de integ
ntegración y
concertación y desmantela
ntelamiento de la agenda programática (Herrero
(He
y
Lombardi Bouza, 2020).
A modo de cierre nos preg
preguntamos acerca de cuáles son/serán alg
algunos de
los legados que esta coyun
yuntura crítica nos imponga. A modo provis
ovisorio nos
detenemos en cuatro cuest
uestiones.
1- Las condiciones del
el rregionalismo y multilateralismo regional:
al:
La pandemia puso en evide
videncia una coordinación limitada entre los estados
de la región desde los ám
ámbitos multilaterales. Las instituciones esp
específicas
de la Unasur —como el C
Consejo Suramericano de Salud y el ISA
ISAGS que
venían trabajando en una dirección que hoy resultaría valiosa— quedaron
truncas. El Mercosur intenta
inte
lograr mayores niveles de cooper
operación y
175
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
coordinación; la CELAC tam
también se lo propone, aunque dada su lax
laxitud y la
ausencia de Brasil, los
s a
alcances de su acción desde el inicio
cio resultan
acotados. Por su parte,
te, la OEA durante las primeras semana
anas de la
pandemia estuvo más conc
concentrada en su proceso electoral para el c
cargo de
la Secretaría General en el que Luis Almagro finalmente cons
onsiguió la
reelección, esta vez con
on u
un apoyo muy mermado y con una importante
imp
crítica a la realización del proceso por las recomendaciones de aislamiento
aisl
social imperantes. No pare
pareciera que la pandemia empeore las condiciones
con
del multilateralismo, sino
ino q
que lo pone en evidencia y en ocasione
iones en un
primer plano. La pregunta
a que se desprende es si frente a estos
s de
desafíos la
región podrá navegar nuev
nuevamente por un multilateralismo y coordinación
coor
más asertivo. El panorama
ama no es alentador en función de la desarti
sarticulación
del regionalismo, particular
ularmente de Unasur y de limitaciones en materia
ma
de
liderazgos.
ecciones:
2- Suspensión de elecci
Los procesos electorales
les en la región y en el mundo se encuentran
enc
interrumpidos debido a la pandemia y en función del cuidado de la salud
pública. Estas suspensiones
ones, en conjugación con la vigencia del desc
descontento
social y las aspiraciones
nes incumplidas expresadas en las protes
otestas que
estallaron en varios estado
tados en 2019, podrían traer aparejado algú
algún riesgo
político. Así, la delicada situ
situación del gobierno de Áñez en Bolivia frente
fre
a su
falta de legitimidad de origen
ori
y a los crecientes cuestionamientos
ntos por su
desempeño en la pandem
demia son datos a tener en cuenta. En Chile la
postergación del plebiscito
cito sobre la reforma de la constitución here
eredada de
la dictadura, una agenda
nda pública que no es atendida por la agenda
gubernamental y las preo
preocupaciones acerca de la gestión del
el ejecutivo
e
nacional al respecto de la pandemia
p
abren un escenario que puede
de tornarse
incierto. Es necesario por
or ttanto tener presentes las consecuencias
ias d
de estas
dilaciones en función de los riesgos en materia de gobernabilidad.
3- La necesidad de resp
respuesta a las desigualdades:
Las desigualdades sociales
les y económicas han quedado más expuesta
estas con la
pandemia. Las noticias
s acerca
a
de la región
como epicentro
ro de esta
pandemia no auguran un buen pronóstico en esta materia. No es algo
nuevo en América Latina y, de hecho, los índices sociales venían mo
mostrando
cierto deterioro. Los sector
ctores más vulnerables en un sentido ampl
mplio están
siendo los más afectados
os p
por esta crisis sobre la que prima la incert
ertidumbre
acerca de su alcance temp
emporal y su profundidad. El Estado devien
viene en un
actor clave para sostener
ner a estos sectores a través de la progra
ogramas de
protección social como part
parte de las políticas sociales. Y una propue
puesta que,
aunque no es nueva, emerg
erge con fuerza —y es recomendada porr la CEPAL—
es la de avanzar hacia un ingreso
in
ciudadano universal.
4- Crisis y agendas:
Las crisis suelen generar
ar u
una revisión de las decisiones sobre qué y cómo
decidir y esto habilita
a disputas
di
por lograr que las agendas
s otorguen
o
prioridad a asuntos que
ue nos
n
movilizan. En este escenario de
e pandemia
pa
desde diferentes lugares
es se
s hace mención a que la crisis puede
e abrir
a
una
“ventana de oportunidad”
dad” que habilite reformas que hasta ah
ahora no
parecían viables. La necesi
cesidad de incluir o jerarquizar temas que
e se habían
subordinado como la salu
salud, la educación, lo ambiental, la inves
nvestigación
científica, la seguridad alim
alimentaria aparece como una opción. Tam
También se
176
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
impulsan iniciativas de m
mayor alcance que incluyen la necesidad
idad de un
nuevo pacto como el propu
opuesto por Svampa y Viale (2020),
Para poder incidir en una agenda de cambios América Latina necesitaría
ne
contar con una voz region
ional fuerte. Sin Brasil, esto podría ser más arduo.
Mientras será necesario
o no olvidar que como “lo prueba la Historia
toria (…) en
este mundo no se consigu
sigue nunca lo posible si no se intenta lo im
imposible
una y otra vez” (Weber,, 19
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177
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
AMLO frente
ente a la pandemia ¿un
¿una
oportunidad
idad perdida para el soft
so
pow
power mexicano?
Guadalupe Dithurb
hurbide105
México tiene recursos para ampliar su soft power, como el peso
o q
que tiene
en la cultura latinoamerica
ricana y el aporte que ha realizado a la
a misma,
m
el
reconocimiento externo a la figura de Andrés Manuel López Obrador
dor (AMLO)
por parte de los progresism
sismos latinoamericanos, y su característica
tica de país
puente que ocupa asientos
ntos en diferentes mesas de discusión. No
o obstante,
o
la reticencia de AMLO de apropiarse de la expectativa externa
a sobre
s
su
figura como líder progresis
esista regional y la respuesta tardía a la emergencia
eme
por la pandemia de COVID
VID-19 ponen de manifiesto los límites de
e la relación
entre agencia y estructur
ctura. Aquí nos proponemos demostrarr que
q
este
escenario puede haberr si
sido una oportunidad perdida para que México
despliegue una política exte
exterior que aumente su soft power.
Determinantes del soft
oft p
power mexicano
México parece encontrarse
rse en una situación paradójica que nos plantea
pla
los
límites de la relación en
entre agencia y estructura. Ante la emergencia
eme
sanitaria de la pandemia
ia p
por COVID-19 la diplomacia mexicana
a ha
h hecho
una apuesta por el multila
ltilateralismo que podría aumentar el soft
ft p
power, al
mismo tiempo que su
u P
Presidente adoptó una actitud esquiva
uiva y una
respuesta tardía que afectó
ectó su imagen y aprobación.
Para abordar la política
a e
exterior mexicana contemporánea, ensay
nsayaremos
una suerte de inventario
io d
de recursos de poder con que cuenta el g
gobierno
mexicano para ejercerla.
rla. Identificamos restricciones para aumen
mentar sus
recursos de poder duro,
uro, a la vez que aparecen oportunidad
dades para
incrementar sus recursos
os d
de soft power, o poder blando.
Joseph Nye Jr (2004) defin
define a éste último como la habilidad para
ara moldear
las preferencias de otros,
tros, pero no sólo entendido como capac
pacidad de
persuasión o influencia
ncia sino como poder de atracción
ón basado
fundamentalmente en valor
valores compartidos. Soft power y poder duro no son
conceptos opuestos, emper
pero son dos aspectos de la capacidad de alcanzar
un objetivo propio por medio
me
de la influencia del comportamiento
iento de los
otros (Nye, 2004: 7).
El poder blando cobra va
valor para un país como México que encuentra
en
limitaciones internas y exte
externas para aumentar su poder, como por ejemplo
el impacto que el proteccio
ccionismo comercial de los Estados Unidos
s tuvo
tu
en la
105
Licenciada en Relaciones
nes Internacionales. Docente de Política Internacional
Inte
Latinoamericana, Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionale
nales (UNR).
Centro de Investigaciones
s en Política y Economía Internacional (CIPEI).
EI). Rosario,
Argentina. Correo electrónico:
ico: gdithurbide@gmail.com
178
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
economía mexicana, la
a tr
trágica crisis de seguridad interna por
or llos altos
niveles de violencia asociad
ociados el crimen organizado, las crisis huma
umanitarias
por la combinación de
e é
éxodos masivos desde Centroamérica
rica con el
endurecimiento de las políticas
pol
migratorias en los Estados Unido
nidos, entre
otros.
Sin embargo, estos factore
tores negativos no han socavado la importan
rtancia que
tiene el acervo cultural
al mexicano
m
fuera de sus límites geográf
gráficos, el
reconocimiento dado a sus aportes a la identidad latinoamericana
na e incluso
a sus valores políticos regio
egionales.
Este recurso de soft power
wer es conocido por la diplomacia mexicana,
na, y desde
la creación de la Agenc
encia Mexicana de Cooperación Internac
nacional al
Desarrollo (AMEXCID) la cooperación
co
cultural es una de las áreas
s qu
que guían
su trabajo. Lo que apare
arece como novedad es un inexplorado
o potencial
p
recurso de poder blando:
o: la construcción discursiva desde afuera
a de México
de un liderazgo progresista
sista latinoamericano en la figura de Andrés
drés Manuel
López Obrador (AMLO) des
desde su llegada a la Presidencia mexicana
cana a fines
de 2018.
Desde el fin de la hegem
gemonía neoliberal en América Latina en los
l
años
noventa, los procesos polít
políticos mexicanos y sudamericanos parece
recen haber
sufrido un desacople. Tant
anto por condicionantes domésticos como
o externos
e
(su vecindad con los Estado
tados Unidos es un dato insoslayable) la “marea
“ma
rosa”
llega a las costas mexicana
canas cuando está en franca retirada en el resto de
Latinoamérica. Es por ello
llo que la elección de Andrés Manuel López
pez Obrador
en 2018 representó par
para los partidos y movimientos progresistas
prog
latinoamericanos un estím
stímulo y un dato optimista en el impulso
ulso a una
posible nueva ola.
En Argentina, el entonces
nces candidato a Presidente Alberto Fernán
rnández en
reiteradas oportunidades
es había
h
hecho pública su amistad con refere
ferentes de
106
la izquierda latinoamerican
icana e hizo de su pertenencia al Grupo de Puebla
P
un elemento central de
e su plataforma de campaña en materia de política
exterior. El acercamiento
nto a México, ahora gobernada por un partido
progresista como Movimien
miento de Regeneración Nacional (MORENA)
NA), fue un
factor de equilibrio y contra
ontrapeso para la difícil relación que se perfil
erfilaba con
el Brasil de Bolsonaro.. Por
Po ello, durante la campaña Alberto Fe
Fernández
recibió en sus oficinas all su
subsecretario para América Latina y el Caribe
Cari
de la
Cancillería de México, Max
Maximiliano Reyes Zúñiga – quien tambié
bién forma
parte del Grupo de Puebla
bla -, y dotó de peso simbólico al vínculo con México
cuando lo eligió como
o destino
d
de su primer viaje internaciona
ional como
Presidente electo.
La expectativa de liderazgo
azgo de AMLO del progresismo latinoameric
ericano y el
capital que constituye la cu
cultura mexicana son una oportunidad tangible
tan
de
acrecentar el soft power mexicano.
m
Podría esperarse que este lidera
derazgo sea
106
El Grupo de Puebla es un espacio de reflexión e intercambio
bio político
latinoamericano creado en jjulio de 2019. Está conformado por refere
ferentes del
progresismo latinoamericano
ano de diferentes partidos políticos, muchos de ellos han
ocupado cargos en ejecutivos
tivos como Pepe Mujica, Lula da Silva, Ernesto
sto Samper,
Evo Morales, entre otros. Si b
bien AMLO no participa, en la primera declar
claración del
grupo se celebró su triunfo
fo electoral
e
en México como un aliento a los
os li
liderazgos
populares.
179
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
de bajo perfil, ya que la personalidad
per
parsimoniosa de AMLO y su
u negativa
ne
a
viajar al exterior dista mu
mucho del reconocido carisma de una figur
figura como
Lula, y es evidente que
ue su gobierno se encuentra condicionado
ado por la
situación doméstica mexica
xicana. Sin embargo, creemos que el princip
ncipal límite
no será un factor externo,
no, sino que se encuentra en una autolimita
mitación del
gobierno mexicano. Al comienzo
com
de su gestión AMLO afirmó “vamos
mos a hacer
una política exterior no
o pr
protagónica, no queremos ser candil de
e la calle y
oscuridad de la casa. La
a mejor
m
política exterior es la interior” (Pre
(Presidencia
de la República, 28/06/
/06/2019), postura que sostuvo en re
reiteradas
oportunidades.
Esta afirmación del Preside
esidente nos enfrenta a la naturaleza relaci
lacional del
poder, ya que como sostien
stiene Raymond Aron, el poder potencial es d
diferente
del poder real. Si el Gobier
bierno mexicano no pone en juego estos recursos
recu
de
poder blando, no habrá tal capacidad de atracción porque no habrá
brá quién
q
se
sienta atraído por él. Enriqu
nrique Peña Nieto se había propuesto que durante
du
su
mandato México se convirt
nvirtiera en un actor con responsabilidad
d global,
gl
en
cambio Andrés Manuel Lópe
López Obrador articuló su propuesta política
ica e
en torno
a la necesidad de impulsa
ulsar una “cuarta transformación” que, luego
lueg de la
independencia, la reforma
rma y la revolución, lleve a cabo una regen
egeneración
nacional (de allí el nombre
bre de su partido político) que implica un cambio
moral y ético. Esto dema
emandaría una profunda revisión hacia ade
adentro de
México, y por ello para el Presidente
P
el escenario doméstico es la p
prioridad
de su gestión.
La respuesta de AMLO
O a la pandemia
Ante la excepcionalidad de la pandemia, se ponen en juego los valores
valo
que
subyacen en los proyectos
ctos políticos. En un muy breve lapso de
e tie
tiempo, la
pandemia de COVID-19 de
declarada por la Organización Mundial de la Salud
(OMS) en marzo de 2020,
20, alteró completamente las agendas de gobierno
g
de todos los países del mun
mundo. Esa es quizás su característica más
ás distintiva,
d
que ningún país del globo
bo h
ha sido indiferente a ella y que la globaliz
alización de
las comunicaciones hace
e qu
que las respuestas ensayadas estén bajo
jo constante
co
escrutinio.
Como lo señalan otros
os artículos de esta publicación del Ce
Centro de
Investigaciones en Política
tica y Economía Internacional, las respuestas
tas iniciales
no apelaron a la cooperació
ración sino que fueron unilaterales, recordán
rdándonos a
los internacionalistas que aquel concepto tan recurrente, la
a soberanía
so
estatal, no estaba en decad
ecadencia sino sólo en espera.
El segundo rasgo distintiv
intivo que tiene la pandemia de COVID--19 como
fenómeno global es que
e no
nos pone frente a un dilema moral (porr el impacto
económico que tienen las m
medidas requeridas para preservar la salud)
sal
que
debe resolverse desde la política, como mencionábamos más
s arriba.
ar
El
clivaje derecha/izquierda
da no parece adecuado como categoría
ría para el
intento de explicar las
s m
medidas adoptadas por los gobernantes
ntes en los
diferentes niveles del Esta
Estado. De hecho, alteró totalmente ell cálculo
cá
de
pesos y contrapesos realiz
ealizado por el Gobierno argentino para
a m
mantener
estable el delicado equili
quilibrio regional: al desencadenarse ell b
brote en
Occidente (en particularr en España e Italia) Argentina rápidamente
ente adoptó
180
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
medidas de aislamiento
to social preventivo obligatorio 107 y el Gobierno
G
Federal de Brasil, por ell contrario,
co
adoptaba una postura negacionis
ionista de la
emergencia sanitaria mie
mientras los Gobiernos Estaduales recl
reclamaban
políticas restrictivas.
¿Qué haría México? Se es
esperaba de AMLO una respuesta centrad
trada en la
ética y la moral de la defe
defensa del bien común, porque su proyecto
ecto político
apunta en ese sentido. Sin embargo, la demora en la reacción del
el Gobierno
G
Federal mexicano y las
s de
declaraciones públicas del Presidente ape
apelando a
mantener una sensación
n de normalidad en la población y contradicie
diciendo las
recomendaciones de la OM
OMS, generaron dos efectos adversos. Por un lado,
al igual que en Brasil,
sil, emergieron conflictos domésticos ya que los
Gobiernos Estaduales ad
adoptaron sus propias medidas restric
strictivas y
reclamaron al Gobierno Fed
Federal que también lo haga y, por otro,, so
socavaron
la popularidad del Presiden
idente. De acuerdo a Murillo y Quijano (01/0
1/03/2020)
la aprobación presidencia
ncial desde la declaración de la pande
ndemia ha
descendido por debajo del 50% por primera vez desde su asunción,
ión, a la par
que ascendía la de los gob
gobernadores, entre ellos la de la Jefa de G
Gobierno
de la Ciudad de México
co Claudia
C
Sheinbaum, estrecha aliada política
po
de
AMLO.
El aporte mexicano pa
para la construcción de un multilate
lateralismo
eficaz
La postura adoptada por
or e
el Gobierno mexicano para la gestión de la crisis
fronteras adentro evidenc
encia la disociación entre la política inter
nterna y la
política externa que subya
ubyace en aquella citada frase de AMLO,
O, tanto
t
en
plano discursivo como en e
el de las acciones concretas. A la vez,, podría
po
ser
una señal sobre el marge
argen de autonomía con que cuenta la dip
diplomacia
mexicana en el proceso de toma de decisión de la política exterior,
r, ya
y que la
Secretaría de Relaciones
nes Exteriores (SRE) ha adoptado una
a serie
s
de
iniciativas en los espacios
ios multilaterales que se ajustan a las expectativas
expe
de liderazgo a las que nos referíamos anteriormente y que se amp
amparan en
los valores éticos y morales
ales que sostienen el proyecto político gobern
bernante.
En la XXXI la Reunión de
eE
Embajadores y Cónsules mexicanos que
e se realizó
en enero del corriente año
año, el Canciller Ebrard manifestó el objetiv
jetivo de la
diplomacia mexicana de
e abonar
a
a la construcción de un multilate
tilateralismo
eficaz. Un hito en este
te objetivo
o
será la búsqueda de un asient
iento en el
Consejo de Seguridad de
e la ONU, tarea para la que la SRE viene trabajando
tra
en la conformación de
e co
coaliciones y la búsqueda de apoyos
s de países
aliados.
Mencionaremos tres ejem
ejemplos de iniciativas mexicanas en ámbitos
multilaterales como respu
spuesta a la pandemia de COVID-19 que podrían
contribuir a ampliar el soft power del país y que, además, son reflejo
refle de la
particularidad de México
o co
como país puente (González González, 2005).
200
Esto
es, mediador entre el Amé
América del Norte y Latinoamérica, entre
e lo
los países
desarrollados - con los que comparte espacios como la OCDE o el G-20 y
107
El Presidente argentino
o Alb
Alberto Fernández afirmó que plantear una dicotomía
dic
o
dilema entre la economía
a y la salud era falso, ya que la economía
ía s
se puede
recuperar pero la vida no.
181
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
firma Tratados de Libre
e Co
Comercio con Estados Unidos, Canadá y la
l Unión
Europea - y los países
s en desarrollo que constituyen la mayoría
yoría en su
vecindario.
a- CELAC
La Comunidad de Estados
dos Latinoamericanos y del Caribe (CELAC
LAC) es un
espacio de concertación
n política
po
con una fuerte impronta mexicana,
ana, ya que
fue creada en la Cumbre
re d
de la Unidad de América Latina y el Caribe
Carib de la
Riviera Maya de 2010 por
or la propia iniciativa del Gobierno de México
xico.
El fin del ciclo progresista
sta y de voluntad política de los líderes de
e la región,
impactó de lleno en los procesos
pro
de concertación política regionales
ales y cuyo
ejemplo más acabado fu
fue el desfinanciamiento primero, y abandono
ab
después, de la Unión Sudam
udamericana de Naciones (UNASUR) por parte
part de los
países gobernados por par
partidos políticos que no se veían reflejado
jados en el
ideario de estas institucion
ciones. La crisis del multilateralismo en el sistema
internacional en su conjun
njunto también se vivió en la región, y si la CELAC
logró permanecer vigente
te p
probablemente sea por el reconocimiento
nto externo
que le brindan socios com
como China por medio del Foro CHINA-CEL
CELAC y la
Unión Europea, aunque
e llas Cumbres CELAC-UE se descontinua
tinuaron, sí
tuvieron lugar reuniones
s de Ministros.
Cuando en octubre de 20
2019 México asumió la Presidencia Pro
ro T
Témpore
(PPT), se propuso el cum
cumplimiento de un Plan de Trabajo que
e rompa
ro
la
parálisis en la que se encon
ncontraba sumergida la CELAC. La emergenc
gencia de la
pandemia de COVID-19
19 cambió las prioridades del Plan de Trabajo,
orientándolas hacia tareas
eas vinculadas a fortalecer iniciativas de cooperación
coop
internacional y el multilate
ilateralismo para atender al impacto de la pandemia
pa
en la región.
El 30 de enero de 2020,
0, la PPT mexicana convocó al Primer Encue
ncuentro de
Especialistas CELAC para
ara el Monitoreo del Coronavirus. Allí se decidió
establecer una red de espe
specialistas regionales a fin de atender y de
desarrollar
investigaciones para pre
prevenir riesgos de contagios y comb
mbatir las
enfermedades ya existente
entes en la región. La “Red de Expertos en Agentes
Infecciosos y Enfermedade
ades Emergentes y Reemergentes de la CEL
CELAC”, se
ideó un mecanismo de iden
identificación, vigilancia y control de virus y bacterias,
b
así como ser un frente
te común ante emergencias virales regio
egionales o
universales. Se espera,, ad
además, que en el largo plazo impulse la creación
de un centro de investiga
stigación regional para desarrollo de vacun
acunas y el
estudio de los virus presen
esentes en la región. A la fecha se han reu
reunido de
manera virtual en tres oportunidades,
op
la última de ellas el 16 de Abril y
cuenta con la cooperació
ración técnica de la Oficina de la Orga
rganización
Panamericana de la Salud
ud ((OPS/Oficina regional de la OMS) en Méxic
éxico.
En paralelo, a fines dell m
mes de marzo el Canciller Ebrard convoc
vocó a una
Reunión Ministerial Virtual
tual sobre Asuntos de Salud para la Atenc
tención y el
Seguimiento de la Pandem
demia de COVID-19 en América Latina y el
e Caribe,
que contó con la participac
ipación de cancilleres, ministros y representa
entantes de
salud de 30 países de la
a CELAC.
CE
Se tejió en torno a esta acción una alianza
de organismos internacion
cionales como la OPS, la Comisión Económ
ómica para
América Latina y el Caribe
ibe (CEPAL), la Secretaría General Iberoam
roamericana
(SEGIB), la Comunidad
ad del Caribe (Caricom), el Sistema Ec
Económico
Latinoamericano y del Carib
Caribe (SELA), la Organización de Estados
s del
de Caribe
Oriental, e incorporó tambié
mbién a la Comisión Nacional de Salud de China.
C
182
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Finalmente, la PPT Mexica
xicana solicitó a la Organización de las
as N
Naciones
Unidas para la Alimentació
tación y la Agricultura (FAO) la elaboración
ción de un
informe sobre el impacto
acto que la pandemia tendrá sobre la
a seguridad
se
alimentaria en Latinoamér
mérica. El mismo concluye que repercutirá
utirá en un
incremento del hambre y la pobreza en los países de la CELAC. Esto
sto se debe
a que la región ha visto
o em
empeorar su seguridad alimentaria en los últimos
años, y esta nueva crisis
sis p
podrá impactar de forma especialmente
te severa
s
a
ciertos países y territorios.
ios.
b- G20
El 26 de marzo el Preside
sidente mexicano participó de la Cumbre
e vi
virtual de
Líderes del G20. Allí AMLO
MLO manifestó su convicción que esta situación
situa
de
crisis sanitaria debe serr afr
afrontada de modo humanista y no especu
peculativo o
lucrativo, en especial dada la escasez de materiales y equipos
os m
médicos,
medicamentos y equipamie
miento de protección personal para el person
rsonal de la
salud que la propia OMS
S ha advertido será cada vez mayor.
AMLO hizo un llamado a afrontar esta situación con mayor coop
ooperación
internacional y solicitó que
qu la ONU controle todo lo relacionado
ado con el
comercio de medicamentos
ntos y de equipos, para evitar el acaparam
ramiento de
aquellos que tienen más
s po
posibilidades económicas y garantizar a todos
t
los
pueblos y los países porr ig
igual el acceso a estos bienes. El mensaje
aje final del
mandatario fue que la frate
raternidad universal vencerá.
c- ONU
Retomando el espíritu de la propuesta presentada por el Presidente
ente ante el
G20, México impulsó la ado
adopción de la Asamblea de Naciones Unidas
idas de una
Resolución sobre coopera
peración internacional para garantizar el acceso
mundial a los medicament
entos, las vacunas y el equipo médico con los que
hacer frente a la COVID-19
19 (Resolución 274). En la misma se exhor
xhorta a los
Estados Miembros y a otros interesados pertinentes a que adopten
ten medidas
inmediatamente para evita
vitar, dentro de sus respectivos marcos jurídicos,
jurí
la
especulación y la acumulac
ulación indebida que puedan obstaculizar el acceso
a
a
los medicamentos esenciale
ciales, las vacunas, el equipo de protección
ión personal
p
y el equipo médico inocuos,
uos, eficaces y asequibles.
La iniciativa mexicana ante la Asamblea General fue acompañada
da por 173
países, por lo que creemos
os es un dato alentador en el perfil de la diplomacia
dip
mexicana apostando por
or e
el multilateralismo y la cooperación intern
ternacional,
ambos valores muy importa
ortantes para la construcción de soft power.
er.
Reflexiones finales
La construcción de recurso
ursos de poder blando es una tarea a largo
rgo plazo, a
veces silenciosa y que no llega a los titulares de los medios masivos
mas
de
comunicación. Sin embargo
argo, como el ejemplo del valor del acervo
rvo cultural
mexicano lo demuestra,, un
una vez alcanzado ese poder de atracción
ón a
anhelado
como recurso intangible es una carta muy importante para la diplom
lomacia.
En un escenario internacio
acional cada vez más restrictivo para las acciones
a
autonomistas y a pesarr de
del mandato presidencial de desplegar una política
exterior de bajo perfil,
l, la Secretaría de Relaciones Exteriores
s mexicana
m
parece haber encontrado
o en los foros multilaterales un espacio cómo
ómodo para
desplegar acciones de polí
política exterior con potencial de crecimient
iento y que
183
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
reflejan los valores éticos
cos y morales de la gestión de gobierno
o entendida
en
como proyecto político.
El problema es que ell mu
multilateralismo está en crisis, y la pande
andemia de
COVID-19 sólo hizo eviden
idente un proceso que tiene larga data. La narrativa
n
del fraternalismo, construcc
trucción de bienes públicos globales y la búsq
úsqueda de
soluciones concertadas sin dejar a nadie atrás cedió su lugar a las medidas
unilaterales y – literalmente
ente – al cerramiento de los países sobre sí mismos.
En este escenario los aport
portes de la diplomacia mexicana son valios
liosos, pero
parecen insuficientes para
ara una respuesta multilateral eficaz y hum
umanista a
la pandemia.
Dado que no se puede
e se
ser candil en la calle y oscuridad en la c
casa, las
iniciativas llevadas a cabo
bo por la diplomacia mexicana frente a la pandemia
pa
de COVID-19 contrastan
n co
con el tratamiento de la crisis sanitaria
ia al interior
del país. Si a esta situació
ación adicionamos la actitud esquiva dell Presidente
Pr
frente a la expectativa que el progresismo latinoamericano tenía en él como
líder regional, podríamos
os estar
e
ante una gran oportunidad para ampliar
am
los
recursos de soft power que ha sido desaprovechada.
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mundial-a-medicamentos-y-equipo-medico
185
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
El accionar
onar de Argentina en
ne
el
escenari
nario del COVID-19:
¿Acción regio
egional (des)concertad
rtada?
Juan Cruz Alegre108; María Florencia Marina109 y Agustina
tina Vienna
110
Ac
Acosta
Introducción
La tercera década del siglo
iglo XXI comenzó con lo que la Organización
ción Mundial
de la Salud no tardó en denominar en el mes de marzo co
como una
“pandemia”. La llegada del COVID-19 al escenario internacionall ge
generó sin
duda una gran crisis sanita
nitaria, atravesando el planeta entero, hacie
aciendo que
las cifras de personas conta
ontagiadas y muertas ascendiera día a día,
ía, p
poniendo
en alerta a las clases polític
olíticas y sociedades civiles de todo el mundo
ndo. Si bien
existieron países que se v
vieron mayormente perjudicados por el virus, la
comunidad internacionall en su conjunto se vio obligada a tomar medidas
med
en
pos de combatir el mismo.
o.
Si revisamos desde los año
años ‘90 a la fecha, las pandemias que golpearon
golp
a
la humanidad, podremos
os encontrar
e
que el COVID-19, no es la primera
prim
de
ellas; se encuentran tambié
mbién
el virus de inmunod
unodeficiencia humano (VIH), los brotes
s d
del
síndrome respiratorio
torio agudo severo (SARS) en China y Canadá
nadá,
o la propagación de la influenza pandémica A (H1N1) entre
entr
México y Estados
os U
Unidos; fenómenos que no respetan
n la
las
fronteras estatales
les o la noción de soberanía (Riggirozz
irozzi,
2020:1).
Ahora bien, pareciera ser que el distanciamiento social sugerido
rido por los
especialistas en salud, también
tam
fue replicado en un distanciamiento
ento político
a nivel internacional. Los Estados dejaron de lado el abordaje
rdaje de la
pandemia en los espacios
ios m
multilaterales, tanto a nivel global como
o regional,
r
para trabajar fronteras ade
adentro y desarrollar en sus territorios los
sp
planes de
acción que consideran mejo
ejor para combatir el COVID-19.
Aunque, debemos mencion
cionar, existieron ciertas iniciativas. Por ejemplo,
eje
el
Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, se reunió en abril para
par tratar
esta temática; y si bien
n ex
existen antecedentes de su trabajo en ma
materia de
problemáticas de salud a nivel
n
global, como es el caso del VIH o e
el Ébola,
108
Estudiante avanzado de la Lic. en Relaciones Internacionales.
Nacional
de
Rosario
(U
(UNR),
Rosario,
Argentina.
Correo
juancruzalegre@gmail.com
109
Estudiante avanzada de la Lic. en Relaciones Internacionales.
Nacional
de
Rosario
(U
(UNR),
Rosario,
Argentina.
Correo
mflorenciamarina@hotmail.co
il.com
110
Estudiante avanzada de la Lic. en Relaciones Internacionales.
Nacional
de
Rosario
(U
(UNR),
Rosario,
Argentina.
Correo
aviennaacosta@gmail.com
Universidad
Un
electrónico:
ele
Universidad
Un
electrónico:
ele
Universidad
Un
electrónico:
ele
186
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
parece ser que las rivalid
validades políticas actuales entre China y Estados
Unidos, impiden que se log
logre llegar a un acuerdo entre las partes
tes de
d cómo
resolver la pandemia (Nicho
ichols, 2020).
La falta de una coordinació
ación en políticas de salud, en protocolos
s sa
sanitarios,
en el uso de los recursos
sos para la adquisición de insumos e inclus
cluso en la
búsqueda de una cura,, viene
vie
a poner en duda el accionar de los
os e
espacios
multilaterales y coloca al Estado como el actor garante de una
na s
solución.
Realizando un paralelismo
mo con lo acontecido en la crisis financiera
ra d
desatada
en el 2008, la cual all ig
igual que la pandemia, afectó al sistema
tema en su
conjunto, puede observarse
se que existieron mayores esfuerzos multil
ultilaterales
para intentar dar una reso
resolución al estallido financiero. En aquella
lla ocasión,
sobresalió la actuación del G-20, espacio donde los Estados busca
uscaron una
solución conjunta al problema,
prob
entendiendo que tanto las pri
principales
economías del mundo, com
como las emergentes, debían estar present
sentes en la
mesa de negociación. Pero este no parece ser el caso con ell COVID-19.
CO
¿Será que los Estados son más proclives a cooperar en asuntos financieros
fin
que en salud? ¿Es porqu
rque la salud se encuentra en distinto
o orden
o
de
prioridad en cada país?
A nivel regional, también
én h
hay una carencia de coordinación de políticas
polí
en
materia de salud, y un insu
insuficiente abordaje de las mismas en los e
espacios
preexistentes de diálogo
o qu
que construyeron los Estados. Sumado a el
ello, el fin
del auge de los regionalism
lismos posliberales, como es el caso de UNA
UNASUR, en
donde los temas de salud
alud se presentaban en una agenda conjun
njunta, y la
llegada al poder de gobier
biernos con distintas orientaciones políticas
ticas en los
países de la región, alejan
lejan aún más la posibilidad de un plan
n de acción
conjunto.
En este escenario donde
de las fronteras parecen endurecerse para todos,
menos para el COVID-19,
9, q
que la humanidad se encuentra en mano
anos de sus
respectivos gobiernos y sus sistemas de salud, Argentina no está
á ex
exenta de
ello. Debido a esto, en el si
siguiente trabajo, se intentará analizar cómo
cóm actuó
tanto a nivel interno, com
como en el plano regional, para luego
o identificar
id
cuáles fueron los factores
res q
que influyeron en su trabajo en conjunto
nto con los
demás Estados, teniendo
oe
en cuenta las características del escenario
ario descrito
en los párrafos anteriores.
es.
pacto en la política argentina
El COVID-19 y su impact
En este complejo contexto
texto, con el objetivo de poder identificar
car algunos
lineamientos generales
s qu
que hacen a la política exterior argen
gentina, es
necesario adentrarse en
n e
el espacio nacional para poder lograr un análisis
más completo. Es tempran
rano para realizar un debate crítico profundo
ndo ya que
la pandemia sigue su curso
urso en el país, la región y el mundo, pero
ro a su vez
queda de manifiesto que algunas reglas de juego se fueron
n y se van
modificando permanenteme
emente
El Estado aún eje
ejerce un poder regulador indudable
le e
indiscutible sobre las decisiones en materia de salud pública
ica e
en
sus propios límites
ites territoriales. Pero por su alcance
ce e
implicancias como
o problema
p
transfronterizo y global, la salu
salud
se convierte tambié
bién en un elemento central de la polític
olítica
exterior (Riggirozzi,
zi, 2020:
2
p. 1).
187
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Por consecuente, la crisis
is provocada
p
por la pandemia del COVID-19
19 puso en
jaque el juego político
co ttal cual la conocíamos. Expuso aún
ún más la
irrelevancia de los espacio
acios multilaterales para poder manejarr un suceso
como este, y por otro lado,
lado las medidas de tipo nacionalista aflorar
oraron en la
región y en el mundo.. E
Es por ello que resulta interesante rem
remarcar el
trabajo argentino para lueg
luego observar su comportamiento en sus
s re
relaciones
regionales.
El análisis del escenario
rio n
nacional ha sido foco de debates intern
nternos que
pusieron sobre la mesa
a algunos
al
aspectos centrales del mismo.. E
El dilema
“Salud o Economía” y la
a ori
orientación hacia la salud adoptada por el Gobierno,
G
gozó en un inicio de un
n cierto
c
consenso generalizado. Cabe desta
estacar, sin
embargo, que el presidente
ente Alberto Fernández se ha mostrado en oposición
o
a la idea de elegir, per
pero ha realizado ciertas declaraciones
es en sus
conferencias donde deja
a ve
ver su postura, poniendo en claro que la economía
e
se puede recuperar pero
o las pérdidas de vidas humanas no.
Efectivamente, tras la propagación
pr
del virus, el gobierno priorizó
pri
la
implementación de medida
didas de contención del mismo a través del Decreto
297/2020 que establece
e la obligatoriedad de acatar un Aislamiento
iento Social,
Preventivo y Obligatorio.
io. Esto
E
implicó que las actividades económ
nómicas se
redujeran a la producción
ión d
de bienes esenciales, al tiempo que se
e en
enfocó en
fortalecer la capacidad de rrespuesta del sistema de salud argentino.
ino.
Difícilmente se pueda ima
imaginar esta estrategia nacional sin ell contacto
con
y
apoyo de los distintos
s n
niveles subnacionales, tanto provinciale
iales como
municipales. Los gobernad
nadores e intendentes son actores claves
s a la hora
de poder llevar al territorio
torio las diversas medidas adoptadas desde
sde la Casa
Rosada, por lo que es pre
preciso identificar algunos aspectos que
e se fueron
desarrollando a partir del
el D
Decreto que proclamó las medidas de aislamiento
aisl
social preventivo y obligato
gatorio.
En primer lugar, desde el iinicio de esta crisis y a diferencia de lo s
sucedido
en la mayoría de los Estad
stados de la región, Argentina mostró cierta
ierta unidad
política a la hora de llevar
var adelante estas medidas de carácter preventivas.
prev
El presidente se mantuvo
tuvo en contacto estrecho con los represe
resentantes
provinciales, municipales,
les, de la sociedad civil, tanto oficialista
listas como
opositores y ha escucha
uchado sus críticas y opiniones para
a que
q
las
disposiciones se puedan
n a
adaptar de una manera más adecuada
ada a cada
territorio y sector. Asimism
ismo, el gobierno nacional apoyó financiera
ieramente a
las provincias y municip
icipios para que estas puedan paliarr las
la crisis
económicas por las cuales
les e
están atravesadas y que se agravaría por la caída
de la recaudación impositiv
sitiva.
Las medidas de contenc
tención adoptadas que resultaban “exitos
xitosas” en
términos sanitarios provoca
vocaban un efecto opuesto en la economía
ía nacional,
n
dejando ciertos resquebra
ebrajamientos a esta suerte de unidad
dad política
nacional. La situación indu
inducida por la pandemia se vio agravada
ada por las
consecuencias negativas
s de las medidas de corte neoliberal aplicada
cadas por la
gestión presidencial anterio
terior. A fin de mitigar el estancamiento eco
económico,
además de los fondos
s transferidos
t
a las provincias y munici
nicipios ya
mencionados, el Estado
o la
lanzó un paquete de medidas entre las que se
encontraban subsidios y ay
ayudas sociales, que si bien representaron
ron un
u alivio
parcial, no constituyeron
n una
un solución definitiva.
188
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Esto dio a lugar a un escen
cenario donde el apoyo demostrado en un p
principio
a las políticas contra el coro
coronavirus se fue diluyendo conforme la
a crisis
cri
y las
dificultades económicas iban
iba avanzando. Si bien la crisis en la econ
conomía es
un problema que afecta
ta al mundo entero, existen ciertas cuest
uestiones e
inquietudes propias de cada región o provincia, que hacen aún más
ás difícil su
tratamiento, ya sea porr inc
incapacidades de recursos, o por factores
es ajenos
a
a
las mismas.
Algunos ejemplos para m
mencionar son, las provincias patagónica
nicas cuyas
economías tienen gran dep
dependencia a la explotación petrolera y la bajante
del precio del crudo ha afec
afectado de manera singular a esta región
n (Serrichio,
(S
2020), o en el Noreste de
del país, en la región del impenetrable
e chaqueño,
ch
donde se puede ver la cons
consolidación de una organización social denominada
deno
“guardia Wichí Washek”” q
que está poniendo en jaque el rol de
e la policía
provincial y nacional al con
controlar ingresos y egresos de la región par
para poder
frenar el avance de los con
contagios en esa provincia (“Tensión con la guardia
Wichí Washek,”, 2020).
). O también la realización de un “cacerol
erolazo” en
diversos puntos de las
s gr
grandes ciudades argentinas con el obje
objetivo de
expresar el malestar frente
ente a la concesión por parte del Poderr Judicial
Jud
de
prisiones domiciliarias en el
e afán de evitar grandes focos de contagi
tagio en las
cárceles.
Otra temática que pone
e de relieve la necesidad del gobierno argen
rgentino de
articular consensos tanto
anto a nivel interno como internacional
onal es la
negociación de la deuda
da externa, proceso que se está iniciando
ndo y que
indefectiblemente va a tene
tener consecuencias para la política nacional.
nal.
En términos generales, en el accionar del gobierno primó el conse
nsenso y la
unidad de intereses con
n ot
otros actores del territorio nacional, lo
o cu
cual distó
mucho con respecto a lo su
sucedido en la región, como se verá a cont
ontinuación.
Argentina y el
convulsionada
COV
OVID-19
en
una
región
fragment
entada
y
La vuelta del peronismo
mo al poder en Argentina en diciembre
re d
de 2019
significó un reacomodamien
miento de fuerzas en Latinoamérica. Al mom
omento de
inicio del mandato presi
residencial de Alberto Fernández, la región
re
se
encontraba gobernada en su mayoría por administraciones de orientación
orie
liberal-conservadora, con
on la excepción de México y Venezuela. La llegada
ll
y
consolidación de este tipo
ipo d
de gobiernos, que implicó un fuerte retro
etroceso del
fenómeno de la “marea
rea rosa”, dejó su impronta en los proce
rocesos de
concertación política e int
integración regionales de los cuales forma
form parte
Argentina.
En efecto, durante los últim
ltimos años se atestiguaron diferentes camb
mbios en la
materia. Por un lado, se abandonaron
a
los esfuerzos destinados
s a avanzar
hacia un Mercosur producti
uctivo y social. En contraposición, su agenda
enda pasó a
estar dominada por cuestio
stiones de índole comercial, al tiempo que
e se instaló
en la misma el objetivo de la “flexibilización” del bloque (Sanahuja
uja, 2019).
Por el otro, uno de los org
organismos regionales que había nacido
o gr
gracias al
liderazgo brasileño en ell marco
m
del apogeo de los gobiernos progres
gresistas, la
Unión de Naciones Sudame
americanas (Unasur), sufrió un fuerte declive
clive cuando
más de la mitad de su
sus países miembros –entre ellos, Arg
Argentina-,
189
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
decidieron retirarse de ella de forma definitiva111 criticando su “exceso
“ex
de
ideologismo y burocracia”
ia” ((Frenkel, 2019). En su lugar, la mayoría
ría d
de estos
Estados decidieron embar
barcarse en un nuevo proyecto, que ve
vendría a
sustituir al anterior, el Foro para el Progreso de América del Sur (Pr
(Prosur)112,
el cual se presentó com
como una propuesta flexible, pragmática
tica y proglobalización. Finalmente,
te, la Comunidad de Estados Latinoameri
ericanos y
Caribeños (Celac), que al ig
igual que Unasur contaba con una agenda
enda amplia
y había sido conformado
do durante el “giro a la izquierda”, profun
ofundizó su
proceso de parálisis relativa
ativa.
Ahora bien, además de la polarización política causada por la existe
xistencia de
gobiernos de distinta orientación
orie
ideológica, y de las transform
formaciones
acontecidas a nivel conc
concertación e integración, el panorama
ma general
latinoamericano al moment
ento de la expansión de la pandemia dell COVID-19
CO
se completaba con la pres
resencia de fuertes conflictos internos en
n cada
c
uno
de los países de la regió
egión. Entre los cuales sobresalieron el a
auge del
descontento social y de
e llas movilizaciones populares, el aument
ento de la
represión a las protestas,
tas, el marcado deterioro de las economí
omías y el
creciente choque de interes
ereses al interior de algunas administraciones
ones.
En este marco, al desat
esatarse la pandemia, los Estados de
e la región
ensayaron principalmente
nte medidas unilaterales de contención del
de virus.
Como se observó anterior
riormente, Argentina no permaneció ajena
jena a esta
tendencia. La prioridad oto
otorgada a la implementación de políticas
as iinternas,
dejó poco lugar a la coordi
ordinación entre los países latinoamericanos
nos para el
diseño de estrategias regionales.
regi
No obstante, a pesar de las diferencias
dif
políticas y de los divergent
gentes enfoques que cada administración
n ad
adoptó, el
gobierno de Fernández
z colaboró
co
con muchos de estos Estados
os a fin de
gestionar la repatriación
n de ciudadanos a sus respectivos países
s de origen,
al tiempo que participó de distintos canales regionales de diálogo
go que han
permanecido activos.
En este sentido, cabe desta
estacar que el mandatario argentino estuvo
vo p
presente
en una reunión virtual inédita
iné
que se realizó entre los presidente
ntes de los
países miembros de Merco
ercosur y Prosur. Asimismo, Argentina por vía de
teleconferencia participó
ó de múltiples encuentros en el ámbito espec
specífico del
Mercosur representada po
por funcionarios de diferente rango. Aho
Ahora bien,
estas reuniones pusieron
on d
de manifiesto la falta de consenso y de voluntad
v
política para la puesta en marcha
m
de estrategias conjuntas de conten
ntención de
la pandemia y de coordina
dinación económica. Hasta el momento, en términos
t
puntuales, Argentina y sus pares del Mercosur se han lim
limitado a
comprometerse a relevar
var y compartir entre sí información, estadísticas
esta
sobre la evolución del coro
coronavirus y datos de vigilancia epidemiológ
iológica, y a
eliminar obstáculos all trá
tránsito de suministros y elementos esenciales
es
(Riggirozzi, 2020).
Si bien se han tomado
o otras medidas concretas, como por eje
ejemplo la
asignación de un aporte
rte financiero adicional al Proyecto del
el M
Mercosur
“Investigación, Educación
ón y Biotecnologías aplicadas a la Salud”,
”, de
destinado
a fortalecer la respuesta
ta s
sanitaria de los países miembros a la
a pandemia
p
111
Argentina, Brasil, Colombia
mbia, Chile, Ecuador, Perú, Paraguay y Uruguay.
ay.
Se trata de Argentina,, Br
Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Pa
Paraguay y
Perú, a los que luego se incorp
corporó Uruguay.
112
190
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
(FOCEM, 2020), la región
ión n
no ha ido más allá de la evaluación de
e cursos
cu
de
trabajo conjunto. Aunque
ue desde
d
el punto de vista discursivo predom
dominó una
visión que destacaba la necesidad de una coordinación de
e medidas
sanitarias, comerciales y económicas
e
a nivel regional en el marc
arco de la
pandemia (Mercosur, 2020)
020), esto no tuvo su correlato en la práctica
tica.
El enfoque acerca de un
n a
accionar político “puertas adentro” está
tá re
reforzado
por la carencia de una valo
valoración en común acerca de lo que entien
ntienden los
diversos Estados de la región
regi
por “salud” humana y por la fuerte
te in
influencia
que ejerce en los sistemas
mas sanitarios latinoamericanos las concepci
epciones de
modelos de protección so
social y sistemas de salud eurocéntricos
cos (Basile,
2020). Este último element
ento se ve reflejado en el hecho de que en muchos
de estos países se ha
han adoptado esquemas sanitarios pensados
p
originalmente para realidad
lidades muy distintas a las latinoamericanas
nas, lo cual
ha provocado entre otr
otras cosas la mercantilización de la salud,
incrementando la desiguald
ualdad en el acceso y afectando su calidad.
El proceso de contestaci
stación institucional y normativa al regio
egionalismo
posliberal protagonizado
o po
por los nuevos gobiernos de derecha de lla región
(Sanahuja, 2019), trajo
ajo consigo una agenda donde la cuestiones
cu
económicas fueron priori
riorizadas por sobre las sociales. Una
na de las
consecuencias de ello fue
ue q
que los esfuerzos en pos de construir y coordinar
c
la soberanía en salud, obj
objetivo que se habían planteado bloques
es como el
Mercosur y la Unasur dura
durante la primera década del siglo XXI (Riggirozzi,
(Ri
2020), se vieron fuertemen
mente limitados. Con ello, a su vez, se ven
n reducidas
re
las posibilidades de armoni
onizar sus sistemas de salud y asumir una postura
unificada en esta materia
ia a nivel internacional.
Reflexiones finales
A lo largo del desarrollo
llo d
de este trabajo, se pudo dar cuenta que
qu aquel
escenario de consenso logrado
logr
entre distintos actores a nivel intern
nterno en la
Argentina para enfrentarr la pandemia no pudo encontrar, hasta el momento,
m
su correlato a la hora de trabajar con sus pares regionales. Asim
simismo, el
presente análisis permitió
itió reconocer cuáles fueron los elemen
entos que
obstaculizaron la cooperac
eración regional y la implementación de medidas
conjuntas de contención
n ne
negociadas entre los Estados latinoamerica
ericanos. En
efecto, los diversos y es
escasos contactos mantenidos entre el gobierno
g
nacional y sus vecinos no se han traducido en el establecimiento
to de
d líneas
de acción consensuadas
as que excedan los intercambios de dato
datos y de
experiencias nacionales de contención del virus.
Sin embargo, teniendo en cuenta que como plantea Harari (2020),
(20
"la
Historia indica que la ve
verdadera protección (frente a las pandemias)
pan
proviene de compartirr in
información científica fiable y de la solidaridad
sol
mundial", puede establece
lecerse que los pequeños avances logrados
ados por la
región en materia de coo
cooperación, si bien son insuficientes, pod
podrían ser
positivos. Siguiendo all autor,
au
lo valioso del intercambio de info
información
entre países radica en
n que
q
permite fortalecer una respuesta
ta científica
c
definitiva a la propagación
ión del virus. Además, en el caso de la regi
región, este
tipo de acercamientos podr
podrían brindar el puntapié inicial para la gen
generación
de acciones más concretas
tas para enfrentar tanto la crisis actual y como
com crisis
futuras.
191
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Se debe tener en cuenta
enta que la región estaba envuelta en una
un crisis
económica que data de
e an
antes del inicio de la pandemia. Las medidas
med
de
contención del virus están
stán generando efectos devastadores en
n todas
to
las
economías del mundo, los cuales son aún más graves para países
es como
c
los
latinoamericanos, que da
dadas sus debilidades estructurales son
so
más
susceptibles a los cimbro
bronazos externos. Este escenario hace
e a
aún más
urgente la necesidad de
e po
poder concertar y cooperar para resolver
er los
lo temas
que afectan por igual a esta zona del mundo.
Ahora bien, los debates
s so
sobre cuáles son los métodos más efectiv
ectivos para
afrontar y vencer a esta
a cri
crisis sanitaria, continúan su curso, aument
entando así,
el desafío por conciliarr un
una solución. La incertidumbre provocada
cada por la
pandemia del COVID-19,
9, c
como la disidencia a la hora de pensar
ar la
l salud,
genera una oportunidad
d p
para que los Estados de Latinoamérica
ica intenten
implementar una nueva
eva gestión de la misma. La teoría
oría crítica
latinoamericana sanitaria
ria p
provee interesantes aportes en este sentido,
sen
al
proponer el diseño y aplic
aplicación de un modelo de organización,
ón, redes y
gestión de salud construid
truido a partir de la universalidad, integra
tegralidad e
interdependencia, lo cual
al e
está más en sintonía con las necesidade
ades de las
complejas e inequitativas
as s
sociedades de Latinoamérica y el Caribe
ribe (Basile,
2020).
En este marco, también
ién aparece robustecida la posibilidad de trabajar
regionalmente a fin de lograr
logr la soberanía sanitaria, tal como se
e re
realizó en
el marco del Mercosur y la Unasur en la década pasada (Riggirozzi,
zzi, 2020) y
así pensar la opción de abr
abrir el juego político en materia de salud
d a sectores
de la sociedad civil, pensan
sando no sólo en una articulación multinivel
ivel nacional
sino también en la genera
neración de canales regionales de diálogo
go para un
abordaje en conjunto.
Es conveniente mantener
er e
el estado de alerta para ver la evolución
ción de esta
crisis pandémica. Ningún
nE
Estado se esperaba la magnitud que ha
a tomado
to
la
problemática, por lo tanto
nto ninguno estaba preparado para afronta
ontarla. Sin
embargo, el análisis de
e lo
los sucesos y el desenvolvimiento de los hechos
puede servir para analizar
lizar y proponer cursos de acción distintos
ntos y más
eficientes para enfrentarr un
una crisis futura.
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193
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
BIONOTAS DE AUTO
UTORES
Anabella Busso
olítica por la Universidad Nacional de Rosario
sario (UNR),
Licenciada en Ciencia Políti
Diploma de Posgrado en Ciencias Sociales de FLACSO y Magí
Magíster en
Ciencias Sociales de la mis
misma institución. Investigadora Independ
endiente de
Consejo Nacional de Inve
nvestigaciones Científicas y Técnicas (CON
CONICET) e
Investigadora Categoría
ría I del sistema de Docentes-Investig
estigadores.
Profesora Titular en las cátedras de Política Internacionall y Política
Internacional
Latinoamer
mericana
en la
Licenciatura
en Re
Relaciones
Internacionales de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones
Re
Internacionales de la UNR
UNR. Docente de posgrado en la UNR, Univ
Universidad
Nacional de La Plata; Unive
niversidad Nacional de Córdoba; Universidad
dad Católica
de Santa Fe y Universidad
dad de La República, Uruguay. Directora del IInstituto
de Investigaciones de
e la Facultad de Ciencia Política y Re
Relaciones
Internacionales de la UNR
UNR. Miembro del CERIR (Centro de Estudios
Estu
en
Relaciones Internacionale
nales de Rosario). Directora del Centro
Cen
de
Investigaciones de Política
ica y Economía Internacional (CIPEI).
Gustavo Marini
Licenciado en Ciencia Políti
olítica por la Universidad Nacional de Rosario
sario (UNR).
Diploma de Posgrado en Ciencias Sociales de FLACSO. Investigador
Inve
categoría III del sistema
a de Docentes-Investigadores. Profesorr Ti
Titular de
Economía Internacional en la Licenciatura en Relaciones Internacion
acionales de
la Facultad de Ciencia Po
Política y Relaciones Internacionales de la UNR.
Coordinador del Grupo de Estudios sobre Finanzas Internacional
onales. Fue
Director de la Escuela de R
Relaciones Internacionales durante dos
os p
períodos.
Miembro del CERIR (Centr
entro de Estudios en Relaciones Internacion
cionales de
Rosario). Actualmente se desempeña como Decano de la Facultad
Facu
de
Ciencia Política y Relacion
ciones Internacionales. Co-Director dell Centro
Ce
de
Investigaciones de Política
ica y Economía Internacional (CIPEI).
Carla Oliva
Licenciada en Relaciones
es Internacionales por la Universidad Naci
Nacional de
Rosario (UNR). Magísterr en Integración y Cooperación Internacional
onal (CERIR
- UNR). Docente en la cáte
cátedra de Política Internacional en la Licencia
enciatura en
Relaciones Internacionales
ales de la Facultad de Ciencia Política y Re
Relaciones
Internacionales de la UNR
UNR. Miembro del CERIR (Centro de Estu
Estudios en
Relaciones Internacionales
les de Rosario) y de la Red China América
ca Latina
L
de
la UNAM. Ex becaria de CON
CONICET. Coordinadora del Grupo de Estudio
tudios sobre
China y Argentina. Investig
stigadora del Centro de Investigaciones de Política
P
y
Economía Internacionall (CI
(CIPEI).
Rubén Paredes Rodrígue
íguez
Licenciado en Relaciones
es Internacionales por la Universidad Nacional
Naci
de
Rosario (UNR), Magíster
ter en Integración y Cooperación Internac
rnacional y
Doctor en Relaciones Internacionales
Inte
por la UNR. Director Adju
Adjunto del
Instituto Rosario de Estud
tudios del Mundo Árabe e Islámico (IREMA
EMAI) de la
UNR y coordinador del Gru
Grupo de Estudios del Medio Oriente (GEMO
EMO) de la
194
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Facultad de Ciencia Política
lítica y Relaciones Internacionales. Profesor
sor Adjunto
de Economía Internaciona
ional y Profesor a cargo del Seminario
io Religión,
R
Política y Economía en las Relaciones Internacionales del Medio
io O
Oriente y
Norte de África en la Lic
Licenciatura en Relaciones Internacionale
nales de la
Facultad de Ciencia Polít
Política y Relaciones Internacionales de
e la
l UNR.
Miembro del CERIR (Centr
entro de Estudios de Relaciones Internacion
cionales de
Rosario) y del Grupo de Investigación
I
de América Latina- Medio
dio Oriente.
Investigador del Centro
tro de Investigaciones de Política y E
Economía
Internacional (CIPEI).
María Eva Pignatta
Doctora en Relaciones
s In
Internacionales por la Universidad Nacional
Naci
de
Rosario (UNR). Profesora
ra adjunta
a
de Política Internacional Latinoam
oamericana
en la Licenciatura en Relac
elaciones Internacionales de la Facultad de Ciencia
Política y Relaciones In
Internacionales de la UNR. Co-directo
rectora del
Departamento de Améri
mérica del Norte del Instituto de Re
Relaciones
Internacionales (IRI) de
e la Universidad Nacional de La Plata. Inves
vestigadora
del Centro de Investigacion
ciones de Política y Economía Internacional
al (CIPEI).
(C
José Fernández Alonso
Doctor en Relaciones Intern
ternacionales por la Universidad Nacionall de Rosario
(UNR). Máster en Agente
te F
Financiero y Negocio Bancario por la Universidad
Univ
de Alcalá de Henares (UAH
UAH). Investigador adjunto del Consejo Nacional
Nac
de
Investigaciones Científicas
icas y Técnicas (CONICET). Docente de
e Economía
E
Internacional en la Licencia
nciatura en Relaciones Internacionales de la Facultad
de Ciencia Política y Relaci
elaciones Internacionales de la UNR. Co-coo
coordinador
del Grupo de Estudios
s so
sobre Finanzas Internacionales. Investiga
stigador del
Centro de investigaciones
es en
e Política y Economía Internacional (CIPE
CIPEI).
Emilse Calderón
Doctora en Relaciones
s In
Internacionales por la Universidad Naci
Nacional de
Rosario (UNR). Docente
te d
de Política Internacional en la Licencia
nciatura en
Relaciones Internacionales
ales de la Facultad de Ciencia Política y Re
Relaciones
Internacionales de la UNR
NR. Investigadora Asistente del Consejo Nac
Nacional de
Investigaciones Científicas
icas y Técnicas (CONICET). Ex becaria
a CO
CONICET,
Fullbright y National Defens
fense University. Coordinadora del Grupo
o de Estudio
de Defensa y Seguridad
dad en Sudamérica. Investigadora del Centro
Ce
de
investigaciones en Política
ica y Economía Internacional (CIPEI).
Julieta Zelicovich
Doctora en Relaciones Inter
Internacionales de la Universidad Nacionall de Rosario
(UNR). Magíster en Relac
elaciones Comerciales Internacionales, Universidad
Univ
Nacional de Tres de Febrer
brero. Investigadora Asistente del Consejo
ejo Nacional
N
de Investigaciones Científic
tíficas y Técnicas (CONICET). Docente de
e la cátedra
Economía Internacionall en la Licenciatura en Relaciones Internacion
acionales de
la Facultad de Ciencia Po
Política y Relaciones Internacionales de la UNR.
Coordinadora del Grupo
po de Estudios sobre Negociaciones Com
Comerciales
Internacionales. Investigad
igadora del Centro de investigaciones en
n Política
P
y
Economía Internacionall (CI
(CIPEI).
195
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Esteban Actis
Doctor en Relaciones Intern
ternacionales por la Universidad Nacionall de Rosario
(UNR). Docente de la cáte
cátedra de Política Internacional Latinoameri
mericana de
la Licenciatura en Relacio
laciones Internacionales en la Facultad de Ciencia
Política y Relaciones Inte
Internacionales de la UNR. Ex Becario Do
Doctoral y
Posdoctoral del CONICET,
T, e
ex Becario Fulbright. Investigador dell sistema
sis
de
Docentes-Investigadores.
s. Miembro del Centro de Estudios Comparados
Com
(CEC). Investigador dell Ce
Centro de investigaciones en Política y E
Economía
Internacional (CIPEI).
Ornela Fabani
Doctora en Relaciones
s In
Internacionales por la Universidad Naci
Nacional de
Rosario (UNR). Magísterr en Integración y Cooperación Internacional
onal (CERIR
- UNR). Ex Becaria Docto
octoral y Posdoctoral del CONICET. Docent
cente de la
cátedra Política Interna
ernacional de la Licenciatura en Relaciones
Re
Internacionales en la Facultad de Ciencia Política y Relaciones
Re
Internacionales de la UNR
NR. Miembro del Centro de Estudios en Relaciones
R
Internacionales de Rosario
ario (CERIR) y del Departamento de Medio
dio Oriente
del Instituto de Relaciones
nes Internacionales (IRI) de La Plata. Inves
vestigadora
del Centro de investigacion
ciones en Política y Economía Internacional
al (CIPEI).
(C
Guadalupe Dithurbide
Licenciada en Relaciones
es Internacionales por la Universidad Nacional
Naci
de
Rosario (UNR). Docente
te d
de Política Internacional Latinoamerican
icana de la
Licenciatura en Relaciones
nes Internacionales en la Facultad de Ciencia
ncia Política
y Relaciones Internacional
onales de la UNR. Miembro del Departam
tamento de
América del Norte del Instituto
Inst
de Relaciones Internacionales, Univ
Universidad
Nacional de La Plata. Inves
vestigadora del Centro de investigaciones
s en Política
y Economía Internacional
al (CIPEI).
(C
Rocío Novello
Licenciada en Relaciones
es Internacionales por la Universidad Naci
Nacional de
Rosario (UNR). Docente
te d
de las cátedras Política Internacionall y Política
Internacional
Latinoamer
mericana de
la
Licenciatura
en Re
Relaciones
Internacionales de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones
Re
Internacionales de la UNR.
NR. Integrante Docente del Grupo de Estud
studio sobre
Rusia de Rosario (GERR).
R). Investigadora del Centro de investigaci
gaciones en
Política y Economía Interna
rnacional (CIPEI).
Marina Zalazar
Licenciada en Relaciones
es Internacionales por la Universidad Naci
Nacional de
Rosario. Actualmente curs
cursando la Maestría en Integración y Cooperación
Coop
Internacional, del CERIR
IR-UNR. Profesora adscripta en las cátedras
cáte
de
Geografía del Turismo en la Lic. en Turismo y de Política Internacion
cional en la
Lic. en Relaciones Internac
rnacionales, ambas de la Facultad de Ciencia
ncia Política
y Relaciones Internacional
onales de la UNR. Miembro del Grupo de Estudios
sobre China y Argentina
a (G
(GEChina) y del Observatorio de Política
tica Exterior
Argentina (OPEA). Investig
stigadora del Centro de Investigaciones de Política
P
y
Economía Internacionall (CI
(CIPEI).
196
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
María Victoria Álvarez
Doctora en Relaciones
s In
Internacionales por la Universidad Naci
Nacional de
Rosario (UNR). Magísterr e
en Integración y Cooperación Internacion
cional (UNR
Argentina y Universidad
d K. U. Leuven, Bélgica), y un posgrado en Derecho
de la Unión Europea y Estudios
Es
Económicos Europeos (París I Panteón
Pa
Sorbona, Francia). Docente
ente de la Licenciatura en Relaciones Interna
ernacionales
de la Facultad de Ciencia
ia P
Política y RRII de la UNR. Docente de posgrado
posg
de
la UNR. Miembro del Centr
entro de Estudios en Relaciones Internacion
cionales de
Rosario (CERIR). Coordin
rdinadora del Grupo de Estudios sobre
e la Unión
Europea (GEUE) y del Gru
Grupo de Estudio sobre Rusia de Rosario
rio (GERR),
radicados en el Instituto
uto de Investigaciones de la Facultad de Ciencia
Política y RRII de la UNR
UNR. Actualmente Directora de un proyec
oyecto Jean
Monnet en el marco dell pro
programa Erasmus+ de la Unión Europea.
Nicolás Alesso
Licenciado en Relaciones
es Internacionales por la Universidad Cat
Católica de
Santa Fe. Maestrando en
nR
Relaciones Internacionales en la misma
a institución.
ins
Profesor de Inglés. Adscr
dscripto en la cátedra Política Internaciona
ional en la
Licenciatura en Relaciones
nes Internacionales de la Facultad de Ciencia
ncia Política
y Relaciones Internacional
onales de la UNR. Miembro del Grupo de Jóvenes
Investigadores del Instituto
ituto de Relaciones Internacionales de la Univ
Universidad
Nacional de la Plata. Invest
vestigador del Centro de Investigaciones de P
Política y
Economía Internacionall (CI
(CIPEI).
María Florencia Marina
Estudiante avanzada de
e la Licenciatura en Relaciones Internacional
onales en la
Universidad Nacional de
e R
Rosario (UNR). Ayudante alumna en las c
cátedras
Política Internacional Lat
Latinoamericana e Historia de las Re
Relaciones
Internacionales Latinoame
americanas y Argentinas en la Licenciat
nciatura en
Relaciones Internacionales
ales de la Facultad de Ciencia Política y Re
Relaciones
Internacionales de la UNR
UNR. Miembro del Observatorio de Política
tica Exterior
Argentina (OPEA) de la U
UNR. Asistente de Investigación dell Centro
Ce
de
Investigaciones de Política
ica y Economía Internacional (CIPEI).
María Inés Maraví Gullo
llo
Estudiante avanzada de
e la Licenciatura en Relaciones Internacional
onales en la
Universidad Nacional de
e R
Rosario (UNR). Ayudante alumna en la materia
Política Internacional de
e la Licenciatura en Relaciones Internacional
onales en la
Facultad de Ciencia Polític
olítica y Relaciones Internacionales de la UNR.
U
Ex
Becaria CIN (Consejo
jo Interuniversitario Nacional). Asisten
istente de
Investigación del Centro
tro de Investigaciones de Política y Economía
E
Internacional (CIPEI).
Agustina Vienna Acosta
sta
Estudiante avanzada de
e la Licenciatura en Relaciones Internacional
onales en la
Universidad Nacional de
e R
Rosario (UNR). Ayudante alumna en la materia
Política Internacional de
e la Licenciatura en Relaciones Internacional
onales en la
Facultad de Ciencia Polít
Política y Relaciones Internacionales de
e lla UNR.
Miembro del Programa de E
Estudios América Latina y África (PEALA)
LA), dentro
del Programa de Relaciones
ones y Cooperación Sur-Sur (PRECSUR). Asistente
Asis
de
197
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Investigación Centro de
e in
investigación en Política y Economía Inter
nternacional
(CIPEI).
Juan Cruz Alegre
Estudiante avanzado de la Licenciatura en Relaciones Internacionale
nales por la
Universidad Nacional de
e Ro
Rosario (UNR). Ayudante alumno de las materias
m
Inglés III y Política Int
Internacional de la Licenciatura en Relaciones
Re
Internacionales en la Facultad de Ciencia Política y Relaciones
Re
Internacionales de la
a U
UNR. Asistente de Investigación Centro
Cen
de
investigación en Política y Economía
E
Internacional (CIPEI).
Camila Romero
Estudiante avanzada de
e la Licenciatura en Relaciones Internacional
onales de la
Universidad Nacional de
e Ro
Rosario (UNR). Miembro del Grupo de Estudio
Est
de
Negociaciones Comerciale
iales Internacionales (GENCI) del Instit
nstituto de
Investigaciones de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones
Re
Internacionales (UNR);; y del Observatorio de Economía Intern
ternacional,
perteneciente a la cátedra
edra de Economía Internacional de la Facu
Facultad de
Ciencia Política y Relaciones
ones Internacionales (UNR).
Verónica Deutsch
Licenciada en Relaciones
es IInternacionales (UNR). Docente de Teoría
eoría de las
Relaciones Internacionales
ales y docente adscripta en el Seminario
io ‘Religión,
‘R
política y economía en las relaciones internacionales del Medio
io Oriente
O
y
Norte de África', ambas de la Licenciatura en Relaciones Internacion
acionales en
la Facultad de Ciencia P
Política y Relaciones Internacionales de la UNR.
Maestranda en Integració
ración y Cooperación Internacional (CERI
ERIR-UNR).
Miembro del Instituto Ros
Rosario de Estudios del Mundo Árabe e Islámico
(IREMAI-UNR) y del Grupo
rupo de Estudios de Medio Oriente (GEMO)
O)-Facultad
de Ciencia Política y Relacio
laciones Internacionales.
Luca Pace
Licenciado en Relaciones
es IInternacionales. Universidad Nacionall de Rosario
(UNR). Docente adscripto
to d
del Seminario “Política, Religión y Econom
omía en las
Relaciones Internacionales
ales del Medio Oriente” de la Licencia
nciatura en
Relaciones Internacionales
ales en la Facultad de Ciencia Política y Re
Relaciones
Internacionales de la UNR
NR. Miembro del Instituto Rosario de Estudios
Estu
del
Mundo Árabe e Islámico
o (I
(IREMAI-UNR) y del Grupo de Estudios
os d
de Medio
Oriente (GEMO) Facultad
d de Ciencia Política y Relaciones Internacion
cionales.
Agustín Dip
Licenciado en Relaciones
es IInternacionales. Universidad Nacionall de Rosario
(UNR). Docente adscripto
to d
del Seminario “Política, Religión y Econom
omía en las
Relaciones Internacionales
ales del Medio Oriente” de la Licencia
nciatura en
Relaciones Internacionales
ales en la Facultad de Ciencia Política y Re
Relaciones
Internacionales de la UNR
NR. Miembro del Instituto Rosario de Estudios
Estu
del
Mundo Árabe e Islámico
o (I
(IREMAI-UNR) y del Grupo de Estudios
os d
de Medio
Oriente (GEMO) Facultad
d de Ciencia Política y Relaciones Internacion
cionales.
198
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
Luisina Ibañez
Licenciada en Relaciones
s In
Internacionales de Universidad Nacionall de Rosario
(UNR). Estudiante del ciclo superior de Ciencia Política en la UNR.
R. Miembro
M
del Grupo de Estudio de Finanzas Internacionales (GEFI), dell Grupo
G
de
Estudio de la Unión Europe
ropea (GEUE) y del Observatorio de Política
tica Exterior
Argentina (OPEA).
Irene Sacco
Licenciada en Relaciones
es Internacionales por la Universidad Nacional
Naci
de
Rosario (UNR). Miembro
o de
del Grupo de Jóvenes Investigadores del Instituto
I
de Relaciones Internaciona
ionales (IRI) de la Universidad Nacional de la Plata
(UNLP). Integrante del Grupo
Gru
de Estudios sobre Finanzas Internacio
nacionales y
del Observatorio de Econom
nomía Internacional (UNR).
María Sol Ybañez
Estudiante de la carrera
era Relaciones Internacionales de la Univ
Universidad
Nacional de Rosario (UNR)
NR). Miembro del Grupo de Estudio sobre
bre China y
Argentina (GECHINA) y del Grupo de Estudio sobre Seguridad y Def
Defensa en
Sudamérica.
nanno
Florencia Gianina Bonan
Estudiante de la carrera
era Relaciones Internacionales de la Univ
Universidad
Nacional de Rosario (UNR)
NR). Miembro del Grupo de Estudio sobre
bre China y
Argentina (GECHINA) y del Observatorio de Política Exteriorr A
Argentina
(OPEA).
199
RELACIONES INTERNACIO
CIONALES
EN TIEMPOS DE PANDEMIA
PAN
MIEMBROS DEL
L CE
CENTRO DE INVESTIGACIONES
NES EN
POLÍTICA Y ECONOMÍA
E
INTERNACIONAL
AL
Directora
Mg. Anabella Busso
Co-director
Lic. Gustavo Marini
Investigadores
Mg. Carla Oliva
Dr. Rubén Paredes Rodrígu
ríguez
Dra. María Eva Pignatta
Dr. José Fernández Alonso
nso
Dra. Emilse Calderón
Dra. Julieta Zelicovich
Dr. Esteban Actis
Dra. Ornela Fabani
Dr. Roberto Falcón
Lic. Guadalupe Dithurbide
Lic. Maximiliano Barreto
Lic. Rocío Novello
Lic. Marina Zalazar
Asistentes de investigaci
gación
Lic. Nicolás Alesso
María Florencia Marina
María Inés Maraví Gullo
Agustina Vienna Acosta
Juan Cruz Alegre
200