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ANGEL C. LOPEZ LOPEZ / ANTONIO ORIHUELA UZAL CUADERNOS DE LA ALHAMBRA Una nueva interpretación del texto de Ibn al-Jatib sobre la Alhambra en 1362 VOL. 26 GRANADA, 1990 UNA NUEVA INTERPRETACION DEL TEXTO DE IBN AL-JATIB SOBRE LA ALHAMBRA EN 1362 * ANGEL C. LOPEZ LOPEZ / ANTONIO ORIHUELA UZAL L de su reciente libro Foco de antigua luz a publicación por D. Emilio García Gómez sobre la Alhambra, en el que traduce y estudia un texto de Ibn al-Jatib referente a la celebración de la fiesta del mawlid del año 1362, donde describe las obras realizadas por Muhammad V en el Mexuar de la Alhambra, nos ha motivado a escribir estas breves páginas. El ilustre arabista, en varios capítulos de su libro, invita cordialmente a arqueólogos, arquitectos y estudiosos en general, a la consideración y estudio de las innovadoras hipótesis que en él se exponen, al objeto de admitirlas o rechazarlas. Aceptando esta gentil invitación nos dispusimos a hacer una recopilación de planimetría y documentación sobre el monumento, supeditada siempre a la búsqueda de los testimonios arqueológicos in situ, que nos permitieran corroborar o no estas hipótesis. Una vez iniciado el trabajo, para resolver las dudas que surgían, apreciamos la necesidad de revisar el texto árabe, tratando de ajustar al máximo el significado de los términos arquitectónicos que emplea Ibn al-Jatib, y de concordar la realidad arqueológica de íos edificios con la descripción literaria que él nos ofrece. El resultado de todo ello es una nueva versión del texto árabe, limitada a los capítulos que describen las obras, sin entrar en la detallada descripción de la fiesta, y una nueva interpretación del mismo notablemente distinta a la sostenida por García Gómez, aunque continuadora, en líneas generales, de las hipótesis mantenidas por la mayoría de los investigadores que han estudiado los palacios nazaríes durante el último siglo. El presente trabajo se organiza en tres partes. En la primera se ofrece una nueva traducción del texto árabe para la que hemos tomado como base la edición que hace García Gómez, indicando en nota aquellas ocasiones en que nos apartamos de él para tomar algunas de las lecturas de los manuscritos que se dan en la tabla de variantes. Es importante reseñar que se mantiene la subdivisión en parágrafos que hace el editor, excepto en lo que se refiere a los números I, que crece un tanto, y 11, que merma en igual medida, y que los títulos de los mismos los hemos acomodado a la nueva interpretación que aquí se ofrece. La enorme dificultad del texto, a pesar de haber trabajado sobre parva ya trillada, y las numerosas transformaciones que han sufrido las construcciones que se describen, dejan aún dudas razonables sobre la interpretación de algunos pasajes. En la segunda parte se hace un detallado estudio arquitectónico del texto, apoyado siempre en los testimonios arqueológicos subsistentes y en la amplia bibliografía que hay sobre el monumento. Por último, en la tercera parte, se traen a colación dos descripciones históricas del Mexuar, una referente a la Alhambra y otra al palacio.real de Fez que, por su parecido con la que nos ocupa, pueden servir de gran ayuda para conocer la ubicación y estructura del Mexuar en la Alhambra. Para facilitar la comprensión de lo expuesto hemos ilustrado el texto con algunas fotografías de documentos y restos arqueológicos subsistentes, y con un plano hipotético de las nuevas construcciones descritas para el que se ha tomado como base el plano de Planta principal de la Casa Real de la Alhambra trazado por Torres Balbás en 1925 (1). Al final se ofrece una tabla de siglas de la bibliografía más utilizada. 121 TRADUCCION DEL TEXTO ARABE 1. PREAMBULO En el mes de diciembre del año 1362, convidó el sultán a la gente principal a su magnífica edificación: velada de caballeros, tertulia de amigos, demostración de hidalguía y suma de toda bondad. Esta edificación la había hecho nueva con ocasión de su segundo reinado, el que nos libró de las adversidades y nos abrió acogedoramente las puertas del cielo, y la había dispuesto como sala común y atrio (2) general de su Mexuar (3). Con ella llenó de admiración al propio reino y a la capacidad de comprensión (de sus súbditos), obedeciendo a la doble finalidad de ensanchar el edificio y de superar los límites (de la belleza). Así pues tomó el antiguo Mexuar, obra de sus mayores (4), Y lo hizo demoler, y le añadió, para agrandarlo, todo lo que circundaba. 11. LA SALA DE SESIONES DONDE SE UBICA EL TRONO REAL alcanzan la máxima exageración. De ellos, dos techos grandes contrapuestos, uno al sur y otro al norte, destacan por su trazado pentagonal. En ambos hay variadas labores, múltiples trazas y engastes, delicados grabados y tinturas bien proporcionadas. En todos sus muros ondea un mar de azulejos que se eleva rodeado de cartelas (13), a modo de orilla, en las que hay grabado un poema que recoge hechos políticos (14). Láminas de oro obrizo cubren sus letras, y se amontona a su alrededor polvo de lazulita. Las puertas -que comunican con el vestíbulo del alcázar, con el patinillo (15) llamado «Alhacena de los perfumes», con la entrada a la referida cúpula para el común de la gente, y con la cúpula del «Tesoro de la Pagaduría Rea1» (16)- están recubiertas (17), en sus grandes hojas y en sus amplios batientes, con chapas de metal bruñido, grabadas con arte que perfila en su interior (18) formas vegetales doradas con oropel, y clavazón (19). III. EL MAJESTUOSO ATRIO DEL MEXUAR PRINCIPAL (Sala del Mexuar donde después estuvo la capilla cnstiana) (Patio del Mexuar, después llamado de Machuca) En su flanco oriental situó la Sala de Sesiones, estrado (5) del trono del emirato yalfombrada sede del sitial del rey, donde se le presta homenaje, lugar reservado (6) para las cosas que son propias de la opulencia de los califas: claridad y amplitud, .azulejos (7) y columnas, grabados y decoraciones varias. Su emplazamiento lo elevó más de una (8) braza sobre el suelo del atrio al que se asoman, desde esta sala, decorados arcos que se alzan sobre torneadas columnas de mármol. Esta altura impide el paso y estorba el alcanzarla con la mano, por lo que hay debajo de la sala tres escalones. Todo ello está recubierto de ladrillos encostrados de vidriados colores: unos derechos y otros tumbados, unos agrupados y otros separados. Cuatro columnas sostienen la techumbre de la altísima cúpula, (blancas) como si hubieran sido tajadas (9) de la claridad de la aurora. El torno las ha modelado por arriba (10) y ha dejado en ellas anillos y entalladuras que extasían la mirada y distraen el pensamiento. Sobre estas cuatro columnas se levanta la cúpula, más elevada que todos los demás techos (11) y ceñida por un mar de vidrio sin solución de continuidad: "Aviso para los que tienen ojos" (Corán XXIV, 44). Toda ella está rodeada de techos cuyos tableros (12) tienen extremada pompa, y sus alfarjes Delante de esta cúpula, una braza y un tercio (20) más abajo, se extiende el espacioso (21) recinto (22) que se conoce con el nombre (23) de Mexuar Principal (24), majestuoso atrio (25) donde se dilata la vista y donde reinan la llaneza y la sencillez, la amplitud (26) y la luminosidad. Su entrada está frente a la cúpula ya descrita, y comunica con el Mexuar Secundario. Este atrio está rodeado por una larga galería al- Walid (27), y cubierta que recuerda al ~alB que se alza sobre torneadas columnas de mármol, altivas como los cuellos de las bellas, que soportan toda la maravilla de las diademas de sus arcos. 122 IV. EL PABELLON QUE SE ASOMA SOBRE LA CIUDAD, LLAMADO DE LA VICTORIA (Torre de los Puñales o de Machuca) En la galería cubierta, a la izquierda del que entra, está el pabellón que se asoma sobre la ciudad, desde el que se alcanza a ver más allá de los puestos de la guardia y de los límites de las murallas (28). El oído del que está dentro puede escuchar las cadencias de las aguas que vienen de los derrames de las albercas de la fortaleza, yel bullicio de la gente de la ciudad. Tal el rumor de sus toses enfermizas (29) dentro de sus casas. En este pabellón estaba presente el sultán el día del conocido suceso (30). El lugar se caracteriza por sus excelentes vistas y su especial (31) opulencia, por lo que se le dio el sobrenombre de «la Victoria». V. EL ZAFARICHE DE PEREGRINA FORMA (La fuente del patio del Mexuar o de Machuca) En medio del patio (32) de este alcázar de dilatados contornos, aparece el zafariche (33) de peregrina forma, de grandes costados semicirculares, en el que vierten los albellones de las amplias pilas (34) cuyas dimensiones exceden a la braza de un hombre (35), y unos leones dorados de cobre que, por su perfección y tamaño, parecen cachorros del animal, y que están continuamente echando (36) agua (por sus bocas). VI. EL MEXUAR SECUNDARIO (El patio de la Mezquita Vieja, anterior al de Machuca) Comunica la entrada (al referido patio) con el Mexuar Secundario, inferior al primero en hechura y capacidad. Contiene azaquefas (37), lavabos, aposentos para los secretarios y la cúpula de la Cancillería Real (38), para la apertura de los escritos, la comparecencia de los agraviados y la presentación real para recibir el homenaje de la gente común. Su puerta comunica con la calle que está contigua a la Mezquita Vieja (39), detrás del cercado (40) que construyó el sultán Abü 1- Walid (41). VII. RECAPITULACION En esta construcción, sin par entre las demás construcciones de la tierra, celebró el sultán aquella noche el venerado natalicio del Profeta, a pesar de que su edificación estaba a medio terminar, pues no se había concluído la primera parte, cuanto menos la segunda. COMENTARIOS A LA TRADUCCION 1. PREAMBULO Parece difícil imaginar que Muhammad V se planteara realizar grandes programas arquitectónicos durante su primer mandato (1354-1358), al que accedió a los quince años, tras el asesinato de su padre Yüsuf 1. Pero al recuperar el poder a los veintitrés, después de su exilio en Marruecos, donde pudo conocer personalmente las nuevas corrientes arquitectónicas vigentes en la corte meriní, sí cabe pensar que necesitaba hacer un acto de propaganda política cuya mejor expresión era, en este tiempo, la renovación y mejora de los espacios públicos en los que habían ejercido el poder durante cuatro años los dos sultanes usurpadores, su medio hermano lsma 'i1 y su primo Muhammad VI. . El Mexuar, en el Occidente musulmán, es el sector del palacio destinado a las recepciones públicas y a las tareas administrativas, por lo que, como sucede en la Alhambra, está situado siempre inmediato a la entrada (42). El texto de lbn al-Jatib prueba que el nuevo Mexuar se hizo en el mismo lugar donde estaba el viejo, después de demolerlo parcialmente, por lo que no hay base para suponer un cambio de emplazamiento. Todavía hoy se pueden apreciar restos de decoración pintada del viejo Mexuar en un hueco de la pared meridional de la sala, y una inscripción, a nombre del sultán lsma'il l, abuelo de Muhammad V, en el interior de las jácenas que hay entre las cuatro columnas centrales que sostenían la cúpula (43). Las obras que se inauguraban con la celebración del mawlid, en diciembre del año 1362, se habían ejecutado en sólo nueve meses, ya que Mu~am ad V había recuperado el trono en el mes de marzo de ese año. En tan breve lapso los artesanos y alarifes sólo tuvieron tiempo de renovar la Sala del Mexuar y de ensanchar el patio que le precede, a costa de cubrir el foso o camino de ronda que lo limitaba al norte, construyendo arquerías en su perímetro. 11. LA SALA DEL MEXUAR En el flanco oriental del área del Mexuar se reconstruyó la Sala de Sesiones, conocida desde el siglo XVI hasta nuestros días como Mexuar (Lám. 1). La sala se encuentra situada a un nivel superior, en más de una braza, con respecto al patio precedente (44) y la comunicación entre ambos se realizaba por una puerta central a la que se accedía mediante una escalera recubierta de azulejos vidriados. A ambos lados de esta puerta habría ventanas que, debido a su tamaño, serían geminadas, con arcos decorados y columnas de mármol. Tipológicamente se trata de una sala rectangular, con cúpula central (45), rodeada de dos espacios laterales situados a norte y sur, así como de otros dos muy reducidos a saliente y poniente. La cúpula está sostenida por cuatro columnas de mármol, como sucede en la Sala de las Camas o sala de reposo del baño de Yüsuf l, y en la Torre de Abül-Hayyay o Peinador de la Reina. Los ámbitos laterales de la sala estarían cubiertos por 123 taujeles pintados de los que sólo se conservan en nuestros días los dos menores (46). El texto nos dice que los dos mayores destacaban por su trazado pentagonal, lo que probablemente hace referencia a una decoración compuesta por combinaciones de lazos de diez, menos frecuente en la Alhambra que otros tipos de lazo. Actualmente es difícil imaginar el efecto espacial que produciría esta sala, ya que ha sufrido numerosas transformaciones desde los primeros tiempos de la ocupación cristiana las cuales tuvieron por objeto la construcción de unas habitaciones en la planta alta y la adaptación de la planta baja para capilla. Para ello se desmochó la linterna de la cúpula y se regruesaron exteriormente los muros laterales para aumentar su resistencia ante el aumento de cargas ocasionado por la nueva planta alta que se añadía. En su extremo septentrional hubo, hasta el siglo XVI, un patinillo que fue cubierto, al hacer las habitaciones superiores, e incorporado a la sala cuando ésta se convirtió en capilla, al objeto de situar allí el coro y la tribuna elevada. La existencia del citado patinillo, con galería alrededor, fue descubierta por Gómez Moreno (47) y corroborada por Fernández Puertas en una reciente excavación (48). Las yeserías del muro derribado se trasladaron, al hacer la ampliación, al cerramiento septentrional del antiguo patinillo, tapando parcialmente las cajas de los canecillos del alero que allí existía (49). Suponemos que este patinillo, en cuyo testero norte aún subsisten restos de tres grandes alhacenas, es el que Ibn al-Jatib denomina "Alhacena de los perfumes", al qi.Ie se accedía por una puerta desde la Sala de Sesiones. En este tiempo no se había construído todavía el oratorio, parcialmente volado sobre la muralla para buscar la orientación de la alquibla, que es obra también de Muhammad V. En el muro de poniente de la Sala de Sesiones se abriría la puerta que en el texto se cita como "entrada a la cúpula para el común de la gente" que, por su situación, debía ser la puerta principal de la misma. El recrecido exterior de este muro (Lám. 2) nos priva de poder apreciar los restos de la portada que debió existir aquí, convertida después en gran ventana renacentista para la iluminación de la capilla, lo mismo que las dos ventanas laterales. La existencia de esta puerta central nunca ha sido insinuada antes, a pesar de que las bandas de yeserías que decoran interiormente la sala se elevan, al pasar sobre la ventana central, formando 124 una especie de alfiz de 2,25 m. de anchura (Lám. 3), lo que no sucede sobre las dos laterales. Este hecho indica por sí mismo la existencia de un vano central de mayor entidad que los laterales. Por otra parte, la coincidencia del motivo geométrico de los tableros de madera tallada (Lám. 4) que recubren por debajo los contrafuertes, situados entre las cuatro columnas de la cúpula y los muros a saliente y poniente de la sala, con el de las cenefas del alicatado que bordea los dos escudos de Carlos V, que se colocaron a ambos lados del altar de la capilla, nos induce a pensar que dicha cenefa pudo servir de marco decorativo a esta puerta. Esta hipótesis parece confirmarse por las siguientes razones: a. De las cuatro esquinas colocadas en inglete que tiene la cenefa en cada uno de los escudos, sólo las dos superiores del situado por Torres Balbás en la pared oriental presentan una solución correcta con continuidad en la trama geométrica (Láms. 5 y 6). b. La longitud de cenefa alicatada necesaria para decorar la puerta es coincidente con la que se reutilizó en los escudos, si a esta última se añade otro trozo del mismo alicatado que se encuentra completando la parte baja del zócalo que se instaló en esta sala, en las proximidades del escudo trasladado (Lám. 7). Otro dato que en nuestra opinión viene a confirmar definitivamente la existencia de esta puerta, es que en el exterior, bajo las jambas de la actual ventana, hay dos fisuras que llegan hasta el suelo del patio: el aparejo del muro de ladrillo presenta una discontinuidad en ambos lados que determina un vano de 1,64 m. de anchura donde se situarían los escalones de acceso (Lám. 8). Este hecho demuestra a su vez que la puerta se siguió usando con posterioridad al recrecido del muro, por lo que debió ser cerrada en las obras de reforma que se hicieron en tiempos del emperador Carlos V para la instalación de la capilla. El testero meridional de la sala fue elegido para colocar el altar renacentista, lo que motivó la clausura del acceso a través de la bella portada situada en ese lado, a la izquierda del altar, en un emplazamiento poco compatible con la normal celebración de los servicios religiosos. Torres Balbás volvió a abrir esta puerta que nosotros suponemos debe ser la que en el texto se dice que comunicaba con la cúpula del "Tesoro de la Pagaduría Real' '. Esta sala podría estar situada al sureste de la gran Sala del Mexuar, en una zona que ha sufrido múltiples transformaciones y demoliciones por lo que no hay testimonios arqueológicos evidentes que confirmen esta hipótesis (50). Ibn al-Jatib todavía cita la existencia de otra puerta que corrlUnicaba con el "vestíbulo del alcázar". Parece lógico que ésta se sitúe en el único lado que resta por estudiar, el oriental. En la actualidad hay aquí una puerta pequeña que comunica con el vestíbulo occidental de la fachada de Comares. Esta puerta se puede ver en el plano de Machuca, pero no en el realizado por los académicos de San Fernando a fines del XVIII. Posteriormente vuelve a aparecer en diversos planos del siglo XIX (51). Finalmente Torres Balbás, en su plano de 1925, la dibuja utilizando el grafismo correspondiente a las obras de época musulmana, después de haberla desmontado entre los días 7 y 22 de noviembre de 1924 y haber encontrado restos antiguos (52). Si se toma al pie de la letra la descripción de Ibn al-Jaub, es cierto que esta puerta pone en comunicació·n la Sala de Sesiones con el vestíbulo del alcázar o palacio de Comares, pues aunque en 1362 todavía no había sido construída la monumental fachada de este palacio, el vestíbulo de acceso debía estar en el mismo sitio. En este muro oriental existió otra puerta que servía de acceso a la capilla, desde el patio del Cuarto Dorado. Torres Balbás la consideró fruto de las modificaciones del siglo XVI que desfiguraron la gran sala, por lo que la tabicó, situando sobre ella el escudo de Carlos V citado anteriormente. Tanto por su desafortunada situación, si se considera su posición desde el interior de la sala o desde el patio, como por la diferencia de nivel existente entre ambos, que haría necesaria la construcción de una pequeña escalera exterior, es poco probable que se trate de una puerta medieval reutilizada en el siglo XVI. Las cuatro puertas citadas en el texto tenían sus hojas recubiertas de metal bruñido con encintados de latón y clavos, perfilando formas geométricas, y serían muy similares a las de la fachada de Comares, de las que parte de una hoja de la occidental conserva elementos originales (53), aunque la descripción indica que los espacios resultantes entre los encintados no estaban lisos, como ocurre en éstas, sino grabados con atauriques, tal como se puede ver en las puertas, que se conservan originales, de la Sala de Dos Hermanas, aunque en este caso son de madera. 11I. EL MEXUAR PRINCIPAL En este apartado se describen las obras realizadas en el Mexuar Principal, llamado en el siglo XVI' 'Patio del Mexuar" (54) y posteriormente "Patio de Machuca' '. Su entrada está centrada en el eje del recinto, frente a la Sala de Sesiones, y por ella se baja al Mexuar Secundario. El patio debía estar rodeado, en tres de sus lados, por una galería cubierta con arcos decorados, sostenidos sobre columnas de mármol. La tipología de este patio, con arquerías en tres lados y una gran sala en el lado restante, es muy frecuente en la arquitectura religiosa islámica. Lo encontramos en la gran mezquita de Damasco, lo que probablemente motivó que Ibn al-Ja~ib comparara, no sin cierta presunción, el Mexuar Principal de Mu1:Jammad V con el ~al B o galería cubierta de al- Walid I, el califa omeya constructor de esta mezquita. Debido al uso que en la arquitectura islámica se hace de tipos iguales para funciones diferentes, tanto religiosas como civiles, también encontramos esta misma tipología de patio en alguno de los grandes palacios omeyas de la primera mitad del siglo VIII, como es el caso del patio situado delante de la Sala de Audiencias Privadas en el palacio' de la ciudadela de Amman (55). Incluso en Granada encontramos una solución muy similar en el segundo patio de acceso al Generalife que cronológicamente es anterior al nuevo Mexuar de Muhammad V (56). El Mexuar Principal fue excavado por Modesto Cendoya y restaurado por Torres Balbás que consolidó el pórtico del lado norte y encontró los cimientos del correspondiente alIado sur. Mediante un seto de cipreses recortados rehizo sutilmente la silueta de esta arquería desaparecida (57) mientras que en el lado de poniente el seto se dejó continuo sin sugerir ningún tipo de arco o puerta. Sin embargo, Torres Balbás, en su plano de Planta principal de la Casa Real Alhambra de 1925, emplea la misma representación gráfica para los cerramientos de los lados meridional y poniente: dos líneas finas paralelas sin regruesar. Este grafismo es el que utiliza habitualmente para representar un cimiento continuo que no tiene prolongación evidente como muro sobre la rasante del pavimento, por lo que se podría interpretar la existencia de una galería en esta crujía, a ambos lados de la entrada situada en el eje este-oeste que comunica ambos patios (58). De confirmarse esta hipótesis que parece coincidir con la descripción de Ibn al-Jatib, obtendríamos una tipología de en la arquitectura civil de alpatio poco fr~cuent Andalus, pero de antigua tradición en el mundo islámico. 125 IV. LA TORRE DE LA VICTORIA Esta torre, conocida en la actualidad como "Torre de los Puñales" o "Torre Machuca", se encuentra detrás del pórtico norte del Mexuar Principal, a mano izquierda según se entra. Es una torre-pabellón de escasa utilidad militar, cuya decoración parece corresponder al periodo de Yúsuf 1. Se cubre con una armadura de limas mohamares, apeinazada, que no es frecuente en la Alhambra. Su situación como mirador, frente al antiguo barrio de Ajsaris y al cauce del Darro, es privilegiada. Cuando se construyó era una torre saliente sobre la muralla, separada del viejo Mexuar por el foso o camino de ronda, cuya única sala se elevabapor encima del nivel del adarve para permitir con comodidad el paso de la guardia bajo ella. Pero al ensanchar Muhammad V la nueva construcción, cubriendo eI"foso, incorporó la torre al Mexuar Principal quedando, como testigo de las diferentes etapas constructivas, el descentramiento existente entre el pórtico norte y esta torre. V. EL ZAFARICHE El original conjunto de alberca de lados semicirculares a la que vierten, por medio de canalillos ocultos, dos pilas y dos surtidores con forma de león, es probablemente uno de los nuevos diseños arquitectónicos que Muhammad V conoció en su estancia en Marruecos.. El origen de este diseño puede estar inspirado directamente en Volúbilis, antigua ciudad romana situada a escasa distancia de Fez, o en algún modelo tomado por los meriníes a partir de ninfeos romanos subsistentes en el Magreb occidental (59) (Lám. 9). 'Por su originalidad en al-Andalus, el zafariche mereció un detallado comentario dentro de la descripción de las novedades introducidas en el nuevo Mexuar. En el plano de Machuca, antes citado, se dibuja el conjunto con bastante exactitud (Lám. 10), pero después desaparece oculto por el vertido de escombros hasta que es excavado por Modesto Cendoya bajo la atenta mirada de Gómez Moreno, quien dibuja el croquis de la alberca y del conjunto a la vez que describe el sistema de funcionamiento (60) (Lám. 11). Actualmente sólo se mantiene la alberca central, pues las pilas laterales no fueron restauradas por Torres Balbás, quizá por considerar que fueron añadidas en el siglo XVI (61). No hay evidencia, sin embargo, del emplazamientode los leones dorados que servían de 126 surtidor pero, en nuestra opinión, su posición más lógica sería en el centro de los dos lados mayores del estanque, lo que contribuiría a potenciar la simetría del conjunto. Esta posición supuesta de los leones es muy similar a la que ocupaban los dos que había en la alberca del Maristán, fundado por el mismo sultán en 1367, según nos revelan los planos que dibujó el arquitecto Francisco Entíquez antes de su demolición parcial en el siglo pasado (62). VI. EL MEXUAR SECUNDARIO El Mexuar Secundario es el que llama Torres Balbás "Primer patio" (63) y Bermúdez Pareja "Patio apeadero" (64). En él se encuentran los restos de la Mezquita Vieja de nuestro texto, que el primero de estos autores identifica como "ruinas de mezquita u oratorio con alminar adosado' , y el segundo como' 'Madraza de los príncipes". En este patio se desarrollaban las tareas ad- . ministrativas de los secretarios y funcionarios de la corte que podían, sin mayor inconveniente, cumplir allí mismo sus deberes religiosos, para lo que contaba con letrinas y un pilar monumental útil para las abluciones. Pero su característica más destacada era ser sede de la Cancillería Real, donde se tramitaba la correspondencia, se permitía la comparecencia de los agraviados y, ocasionalmente, se presentaba el sultán para recibir el homenaje de la gente común. Esta última función requiere una sala con un lugar bien protegido y destacado que sirva de asiento para el soberano. De las seis salas existentes en el patio, la única que presenta unas características diferentes a las demás es la que ocupa el lado meridional. Tiene dos puertas situadas en los extremos de su fachada, que permiten la fácil entrada y salida de mucha gente, y un nicho central en el que Torres Balbás construyó el arranque de una estrecha e incómoda escalera por la que creía que se accedería al alminar de la mezquita. Sin embargo, al consultar su Diario de obras podemos leer textualmente: "En la habitación a Sur se construyeron los primeros peldaños de una escalera, de la cual no existían datos" (65); pues reconoce que, como consecuencia de las excavaciones de Cendoya, lo único que encontró de la mezquita y el alminar fueron zanjas, indicadoras de haber quitado su fábrica de ladrillo para reaprovechar el material, por lo que no era posible conocer el primitivo acceso al alminar. Esta sincera confesión del gran restaurador de la Alhambra sirve de base a nuestro trabajo de investigación en este sector. Así pues, si se elimina la errónea escalera planteada en el nicho citado y se ~yurtsnocer su tlen.e jamba izquierda con la misma forma q~e la derecha, nos encontramos con un cunoso 01cho de tamaño similar a algunos mihrabes, situado exactamente en el centro de la sala, y con unas dimensiones interiores aproximadas de 1,45 m. de anchura por 1,15 m. de profundidad. Este debía ser el lugar de la cúpula donde, velado tras una cortina, se situaba el sultán, para recibir el homenaje de la gente común. A la izquierda del nicho Torres Balbás reconstruyó una alhacena, pero no hizo lo mismo a su derecha, por lo que el conjunto se desvirtúa al faltarle la composición simétrica tan cara a la arquitectura nazarí. Sin embargo esta alhacena existió dey es posible descubrirla tras una o~servación tenida del aparejo del muro de ladnllo, a la derecha del nicho central, donde hay unas discontinuidades verticales que marcan un hueco de 90 cm. de anchura, la misma que tiene la que subsiste a la izquierda (Lám. 12). Es probable que esta alhacena fuese confundida con una puerta de nueva apertura para acceso directo a la letrina que hay detrás de esta sala, y por tanto cegada en la restauración. Saliendo fuera del Mexuar Secundario se llega a una plaza de la que parte la llamada' 'Ca.lle la~R Baja" que limita por detrás con la MezqUIta VIeja situada en este patio. VII. RECAPITULACION Según relata el texto, en diciembre de 1362, todavía no se habían determinado las obras del Mexuar Principal y, menos aún, las del Secundario. Esta afirmación parece concordar con lo que nos dice Ibn Zamrak en una casida fechada en 1365, cuado ya se habían terminado completamente las obras: En horabuena por tu jeliz construcción, Aszlo para días de consejo y de dádiva; ¡Qué bella su cúpula, más alta que los cielos, que rebasa la vista del espectador! (66). DOS TEXTOS HISlORICOS 1. El primero de los textos está tomado de la Historia eclesiástica de Granada, obra de F. Bermúdez de Pedraza que se publicó en esta ciudad en el año 1639, y dice así: "La casa de los Reyes Moros se diuidia en dos. ÚI primera y más pequeña era de dos salas; en la primera que estaua luego entrando por la puerta, daua audiencia el Cadt; que es el Magistrado mayor de los Moros, y tenia sobre la puerta vn azulejo con' letras Arabes, que dizen assi. Entra no temas, pide justicia y la hallaras. Yen otra pieya mas retirada daua audiencia el Rey, y hazia consejo de guerra. Tenia el Rey su aposento de verano en este alcayar al cieryo, para mas fresco, y de inuierno habitava en el quarto de los leones, que esta mas adelante, y mas abngado (67). En esta descripción que aclara notablemente la de Mármol Carvajal (68), y que coincide con la se aprecia perfectamenque nos da Ibn al-Ja~¡b, te la distinción entre la parte pública y la parte privada de los palacios de la Alhambra. La et~ap pública, o sea el Mexuar, se dividía en dos patlOs que aquí llama salas. En el primero de ellos, según se entra, correspondiente al "Mexuar Secundario", estaba la "Cancillería Real", donde daba audiencia el cadí, y en el segundo, más interior, correspondiente al "Mexuar Principal", estaba la ,'Sala de Sesiones' " sede del trono real donde celebraba consejo el rey. La parte privada, donde estaban los laposentos de la familia real, estaba a su vez constituída por dos palacios: el de Comares y el de los Leones. 2. El segundo texto es de los Viajes por Marruecos de Domingo Badía, el famoso Alí Bey, quien nos hace una detallada descripción del Mexuar del palacio real de Fez tal como él lo vio en el año 1803. Dice así: "El palacio del sultán se compone de muchos patios, (. ..). En elpn'mero se ven ya guardias y puertas cerradas que sólo se abren a los empleados, a los cnados de la casa o a los que gozan de privtlegio particular. En el tercer patio se halla una casita de madera, semejante a las de los dependientes de aduanas de Europa; súbese a ella por cuatro escalones. Por dentro la cubre una tela pintada y sobre el pavimento hay una alfombra. En frente de la puerta hay una cama con sus cortinas, a un lado un stllón y al otro un pequeño colchón. La amplitud de este gabinete no excede quince pies cuadrados y es el sitio donde el sultán, sentado en la stlla o recostado sobre la cama, recibe a las personas que han obtenido elpermiso de serie presentadas y que jamás pasan de la puerta; sólo los favon'tos tienen el privtlegio de entrar y sentarse sobre el colchón. (. ..) (69). Hay en el mismo patio una captlla o pequeña mezquita en que el sultán hace dian'amente sus oraciones, menos los viernes en cuyo día se traslada a la gran mezquita de palacio, que está abierta al público por medio de una puerta que cae a la calle. En el segundo patio se hallan las oficinas del ministeno" (70). La coincidencia de esta descripción con la de Ibn al-Jatib es sorprendente y prueba, una vez más, la continuidad cultural entre la Granada nazarí y la corte de Marruecos. El Mexuar del palacio real de Fez estaba dividido en tres patios. El primero, de acceso y 127 destinado a la guardia, tiene su paralelismo en la Alhambra en la gran explanada que hayal norte de la Plaza de los Aljibes. El segundo, de carácter administrativo, se corresponde con el "Mexuar Secundario" del texto, donde estaban los aposentos de los secretarios. Y el tercer patio, donde estaba la sala del trono real, a la que se accedía subiendo cuatro escalones, es exactamente igual al "Mexuar Principal" de la Alhambra, donde estaba la "Sala de Sesiones' " la sede del trono real. Había también en el Mexuar del palacio real de Fez una pequeña mezquita para el rezo privado del sultán, tal como ocurría en el "Mexuar Secundario" de la Alhambra en esta fecha, aunque poco después Muhammad V construyó otra más pequeña en el "M"CXuar Principal' " junto a la sala del trono. 4. 5. 6. BIBLIOGRAFIA AlCALA: F. Corriente, El léxico árabe andalusí según P. de Alcalá, Madrid, Universidad Complutense, 1988. DOZY: R. Dozy, Supplément aux dietionaires árabes, 3a ed., Leycie-París, Brill-Maisonneuve Larose, 1%7. 2 Vol. GARCIA GOMEZ, Foco: E. García Gómez, Foco de antigua luz sobre la Alhambra, Madrid, Instituto Egipcio, 1988. GARCIA GOMEZ, Poemas: E. García Gómez, Poemas árabes en los muros y fuentes de la Alhambra, Madrid, Instituto Egipcio, 1985. GOMEZ MORENO: M. Gómez Moreno, Guía de Granada, facsimil de la ed. de 1892 con anotaciones posteriores del autor, Granada, Universidad, 1982. 2 Vals. OLIVER: José & Manuel Oliver Hurtado, Granada y sus monumentos árabes, Málaga 1875. REVAULT, :s~F J Revault & c., Palais et demeures de Fes. I Epoques mérintde et saadienne (XIVéXVIle siecles), PaÍ15, C.N.R.S., 1985. REVAULT, Tunis: J. Revault, Palais et demeures de Tunis (XVle et XVIle siec/es), París, C.N.R.S., 1980. TORRES BALBAS, L.: La Alhambra y el Generalije, Madrid, Plus Ultra, 1953. VIlCHEZ: C. Vílchez, La Alhambra de Leopoldo Torres Balbás, Granada, Comares, 1988. 7. 8. nosotros rechazamos. 9. lO. 12. (*) Este trabajo fue presentado como comunicación en el II Co- 1. 2. 3. 128 Una reproducción del mismo a escala reducida puede verse en VILCHEZ, Pp. 58, Fig. nO 7. Sobre este término vid infra §IlI, nota nO 25. Con respecro al término «Maswar» que ALCALA, Pp. 114 A, traduce por "consejo real" y "chancillería (real)", considera· mas importante reseñar un texto de DOZY, Vol. 1, Pp. 800 B, que aquí traducimos, donde habla de su forma y funciones: "Mexuar es vocablo magrebí que significa propiamente ellu· gar donde el monarca celebra consejo y donde trata con los grandes del reino los asuntos públicos. Se compone de un gran pa- Adviértase que en la tabla de variantes que ofrece el editor hay una errata donde dice "qudidna'; que ha de ser "qudidta': tal como aparece en el texto. El texto dice literalmente "por su principio" que GARCIA GOMEZ traduce "por abajo". Nosottos hemos preferido traducir "por arriba" pues la descripción se centra sobre todo en las partes altas de la sala. Además, la parte superior de las columnas suele estar más labrada que la inferior, y ptobablemente en esre, caso la parte inferior estaría rapada por las alfombras que recubrían el suelo o por los almadraques dispuestos para sentarse. 11. NOTAS loquio Hispano-Marroquí de Ciencias Históricas, celebrado en Granada en Noviembre de 1989. tia, rodeado de muros, ordinariamente descubierto, y adornado con columnas y bajorrelieves en mármol. En él celebra el soberano las audiencias públicas para impartir justicia. Por otra parte el soberano cena en esta sala con los grandes del reino y en ella hace algunas de sus oraciones". El habitual sentido colectivo de la palabra "sala!'; que recogen casi todos los diccionarios, fue puesto claramente de manifiesto por]. LERCHUNDl & F). SIMONET en su Crestomatía arábigo-española, Granada 1883, Vol. n, Pp. 169, quienes la traducen por "mayores, ascendientes, antepasados". El término que aquí traducimos "muntasab" significa literal· mente" lugar elevado o destacado" Cabe recordar que en los versos que hay sobre la puerta de la entrada sur a la Sala de Mexuar, sala que efectivamente tiene el suelo má.l elevado que todas'las que la circundan, se le llama "mansib al-mulk alrafi"', . "alto estrado de la realeza", utilizando un término de la misma raíz cuyo significado viene a ser equivalente. Vid. GARCIA GOMEZ, Poemas, Pp. 90-91. Hemos preferido mantener la lectura del ms. de Leiden (L) «agba '», ligeramente deformada en el Rabat (T), que es plural de ''gabi'' y que E.W LANE, Arabie english lexieon, Cambridge 1984, Vol. n, Pp. 2228 A, recoge con el sentido de "ignorante", aunque según A. de B. Kazimirski, Dietionaire arabe,~tafn r París 1860, Vol. n, Pp. 435 A, significa también "guardado",' "reservado a la vista". Adviértase la errata del texto que dice "zulayj" donde debe decir "zulayY". El r~tide añade en este punto la palabra "ntSf'; "mitad ", que 13. 14. Como ~e puede deducir fácilmente del contexto, la descripción se hacel desde dentro de la sala, por tanto es má.llógico hablar de "rechos" que de "tejados", aun cuando la palabra árabe que traducimos pueda tener ambos significados. De todas formas resulta difícil discernir entre la diferencia conceptual y la mera sinonimia literaria en los cuatro vocablos diferentes que Ibn al-Jatib utiliza para referirse a este concepto. La ~rbal p ',¡a.<lb': que lireralmente es "madera", puede bien traducirse por' 'vigas", como hace GARC1A GOMEZ, pero en este caso no están a la vista en los techos de la Sala del Mexuar cuatro grandes tableros labrados en madera que cubren y sí ~ah las jácenas situadas entre las columnas. El término que aquí traducimos, plural de ''¡arim': lo traduce DOZY, Vol. I, Pp. 351 B, por "figure d'une mosaique", y REVAULT, Tunis, Pp. 344, por "(sceau) rosace entrelacée ou étoi· lée, ocrogone étoilé' '. Esre pdema es aquel del que dice Ibn al-Jatib que "se grabó en la Qubba del nuevo Mexuar" el cual ha sido editado y traducidolPor GARCIA GOMEZ, Poemas, Pp. 165-170. Diferimos de la interpreración que él hace de los versos dos y tres, en los que basa su reoría sobre la ubicación del Mexuar en la Sala de Dos Hermanas. Nuestra versión es ésta: 2. Soy única en mi tiempo, porque la reltg,ión prohibe casarse con dos hermanas a la vez 3. Mi existencia es pues una imposición de la creencia ortodoxa, ya que la Fortuna no me ha liberado de esta obligación I religiosa. 15. 16. 17. 18. 19. 20. Pensamos que estos versos no son más que una artificiosa meráfora para poner de manifiesto la unicidad de! lugar, que no ti~ne parangón por su belleza y que es la sede oficial de! trono, aun cuando ocasionalmente pueda ser considerada como tal cualquier otra estancia donde se halle e! sultán. El nombre de' 'Sala de Dos Hermanas" no parece estar documentado antes de finales de! siglo XVII, pues en e! XVI recibía e! nombre de "Sala de las ulZas", o de las losas, con un marcado ceceo que puede ser indicio de pronunciación morisca. Vid. OLIVER, Pp. 497-499, donde se documenta e! nombre de "cuadra o cuarto de las Lozas" entre los años 1537-1546; e ibidem, Pp. 540, donde se documenta e! nombre de "Sala de las Dos Hermanas" en e! año 1691. Para e! término "duwayra'; literalmente "casita", que GARCIA GOMEZ traduce por' 'saleta", Vid. REVAULT, Fes. pág. 221, que lo da por "courerte". Creemos innecesaria la corrección de! texto que propone e! editor, interpretándolo como plural, "tesoro de las pagas", para traducir por "pagaduría militar". Nosotros mantenemos la lectura de ambos manuscritos y, basándonos en ALCALA, Pp. 138 A, que traduce este término por "dadivosidad", lo interpretamos como nombre propio, ''Tesoro de la dadivosidad' " lo cual se ajusta perfectamente al modelo de los pomposos nombres poéticos que se solían dar a las dependencias de los palacios, y lo traducimos por "Pagaduría Real". Adviértase la errata de! texto que dice '" uJiyat" donde de be decir "guiiyat': Literalmente dice "entre sus bordes", o sea en e! interior. No creemos necesario corregir la lectura de esta palabra -en singular- que traen ambos manuscritos, y que puede traducirse perfectamente por un colectivo. Considerando que esta medida es la misma de que se habla en el § I1, donde se dice "más de una braza", parece lógico pensar que e! texto está corrupto, por lo que se puede leer, con una mínima corrección, "tul! wa -1- qama'; es decir 'una bra- 26. 27. 28. 29. 30. 31. 32. 33. ¡ 21. 22. 23. 24. 25. za y un tercio': medida que coincide exactamente con la diferencia de nivel entre el Patio y la Sala del Mexuar Esta traducción de! término "qawra" que GARCIA GOMEZ rechaza, se confirma en e! § V donde se dice que era de "dilatados contornos' '. El texto dice "dar" que literalmente es "casa". GARCIA GOMEZ traduce por' 'sala' " sin embargo esta palabra implica, casi siempre, la idea de un patio central, por reducido que este sea. Cfr. en e! § I1, nota nO 15, donde aparece la misma palabra en diminutivo que traducimos por "patinillo". Adviértase la errata de! rexto que dice "n 'sm" donde debe decir "bi-sm ': El término' 'jass" significa literalmente' 'especial, ptopio' " pero, en contraposición a "fiini" que es "secundario", cabe traducirlo por "principal". Vid. ALCALA, Pp. 58 A, donde da "bi kUfÚf" por "prinCIpalmente': La diferencia entre ambos era de ubicación, cada uno en torno a un patio, de forma y decoración, uno más suntuoso y el otro más sencillo, y de rango y función' uno de carácter protocolario y e! otro de carácter administrativo. El empleo de! término "iwan" en la Granada nazarí era tan literario, al menos, como lo es e! de "atrio" en e! español actual, pero su significado, en este caso, se conforma perfectamente con la definición que de él da la Academia: "Espacio descubierto y por lo común cercado de pórticos, que hay en algunos edificios". El "zwan': término que no empleamos aquí para 34. 35. 36. 37. evitar confusiones, es una concepción arquitectónica oriental, de origen persa, que consistía en una sala cubierta con bóveda y abierta en uno de sus extremos. Adviértase la errata de! texto que dice "wa-I-itjisilh': donde debe decir "wa - 1- infisah ". Sin descartar totalmente la interpretación de GARCIA GOMEZ, que supone una alteración de! texto, pensamos que serrata más bien de una alusión literaria al patio de la gran mezquita de Damasco, donde había una galería cubierta que era conocida por este nombre, por haber sido construida por e! califa omeya al- Walid 1. Vid. DOZY, Vol. 1, Pp. III B. El término "tugitr': pI. de "ragr'; cuyo significado habitual es "fronteras", parece referirse en este contexto a las murallas de la ciudad. Vid. DOZY, '101. 1, Pp. 159 B, que lo da por' 'forteresse", y LJ. BRESNIER, Chrestomathie árabe, Alger 1871, Pp. 287, donde tra¡:1uce "tagr al - Yazd. 'ir" por "la place forte d'Alger". Mantenemos en este punto la lectura de! ms. de Rabat (T), "dawzyi - ha" mínimamente alterada en e! de Leiden (L), considerando que Ibn al-Jatib juega aquí con el doble significado de este término que, como sustantivo, significa "ruido, resonancia" y, como adjetivo, "malsano, enfermizo". Por tanto no es necesaria la adición, "wa - ma': que propone el editor. Parece probable, como apunta GARCIA GOMEZ, Foco, Pp. 71, que Ibn al-Jatib se refiera aquí, sin nombrarlo, al medio hermano de Muhammad V y usurpador de! trono Isma'j] I1, quien se encontraba en una torre "asomada sobre la ciudad" cuando fue derrocado por e! primo de ambos Muhammad VI. Vid. Ibn al-Jatib, lamha aI- badriyya, Beirut 1978 (2 a ), Pp. 128; la referencia a la torre está en las líneas 16 - 17. No creemos necesaria la corrección de! texto que propone e! editor, contraviniendo la lectura de ambos manuscritos y rompiendo e! parale!ismo de esta frase con la anterior. Para mayor claridad hemos preferido aunar en la traducción los dos significados que puede tener la palabra "wast': A la referencia que da GARCIA GOMEZ para su interpretación añadimos las de REVAULT, Fes, Pp. 229, Y Tunis, Pp. 358. El significado preciso de este término que no está de! todo claro, nos parece que pueda ser' 'alberca o estanque en e! que viertan sus aguas fuentes o surtidores próximos". Esto explicaría el arabismo castellano "jaraiz" que de aquí deriva, cuya estructura más simple es una pila, donde se pisa la uva, con una canal que vierte e! mosto en otro recipiente. vid. T. GARULO, "Toponimia hispano-árabe. AI-:jahnY; AI- Qantara I (1980), Pp. 27 - 41; Y B. PAVON MALDONADO, Notas sobre arte y arqueología hispanomusulmana en Andalucía: II El equivalente arquitectónico de la voz árabe "al- SahnY: Andalucía Islámica 11-III (1981-82), Pp. 209-10. . Para la traducción de! término' 'jusas '; PI. de 'Jtwa" (la vocalización puede ser en ambos casos' fluctuante), Vid. ALCALA, Pp. 58 A, que lo da por "cuenca, pila" y por "fuentes para lavar manos"; DOZY, Vol. 1, Pp. 375 B, que lo da por "réservoir, bassin"; y REVAULT, Fes, Pp. 220, que lo da por' 'vasque' '. Mantenemos la misma traducción que ya hemos puesto antes dos veces, para e! término "qiima'; aun cuando también pueda traducirse por "talla':, pues que la talla y la braza de un mismo hombre, que proporcionalmente son cuatro codos o seis pies, suelen ser equivalentes. Parece mucho más lógico aceptar la lectura de! ms. de Rabat (T), "tunsilbu'; forma VII de la raíz VSYB que todos los diccionarios dan con e! sentido de "fluir", que no la extrañísima lectura de! ms. de Leiden (L), "tatasa 'abu': que propone e! editor y que no recoge ningún diccionario. Azaquefa es palabra antigua, derivada de! árabe ''al-saqifa': cuyo plural aquí traducimos, y su significado, en este caso, pa- 129 38. 39. 40. 41. 42. 43. 44. 45. 46. 47. 48. 49. 130 rece ser "portalejo" o "pequeño zaguán". Vid. REVAULT, Tunis, Pp. 349, que lo da por "couloir d'enrrée". La "Qubbat al -'Ard" que aquí traducimos por "Cancillería Real" -adviértase que ésta es una de las rraducciones que da ALCALA, Pp. 114 A, de la palabra "Mafwar''--- era la dependencia del registro general de toda la documentación oficial de la corte y, al mismo tiempo, la sede del tribunal superior de apelación. Vid. DOZY, Vol. 11, Pp. 113 A. Ibn al-Jatib habla en la Ihata, Ed. 'lnan, El Cairo 1973-77, Vol. 1, Pp. 162, línea 5, de una mezquita en la Alhambra, distinta a la mezquita aljama, a la que llama "masjid al -sultan" que es probablemente esta de que aquí se trata. Sin duda esta mezquita fue conocida por este nombre para distinguirla de la mezquita nueva que Muhammad V construyó después junto a la_ Sala del Mexuar, entr'e el Patio de Machuca y el Cuarto Dorado. Esta mezquita vieja parece haber sufrido graves de'sperfectos en el año 1590 con la explosión del molino de pólvora que había junto a la iglesia de San Pedro pues en un "Expediente de Obras" que se hizo con ocasión de este desastre, se dice: "Así mesmo el tejado de la Capilla de la Mezquita vieja está todo abierto por muchas partes á punto de hundirse é muchas tejas menos". Vid. OLIVER, Pp. 518. Sin embargo aparece todavía en pie en algunos grabados del siglo XVIII donde se aprecian perfectamente el alminar y la cúpula, muy semejante a la que aún existe en la capilla de la Madraza. Vid. F. IZQUIERDO, Apografía y plagio en el grabado de tema granadino, Madrid 1982, Pp. 22-23. Sin descartar la opinión de GARClA GOMEZ, hemos preferido atriesgar esta otra interpretación, apoyándonos en DOZY, Vol. 1, Pp. 583 A, que registra la voz "zafrafa'; tomada del viajero granadino Ibn Yubayr, como "enceinte de murailles autour d'une réunion de biitiments". o está claro a qué sultán se refiere aquí lbn al-Jatib. Si se trata de lsma' JI 1, abuelo de Muhammad V, resulta exrraña la supresión, en ambos manuscritos, de la piadosa locución, usual después del nombre de los difuntos, que añade el editor, y, caso de aceptar su versión del texto, el negativo juicio de valor que emite sobre sus obras. Resulta más lógico pensar en el usurpador lsma' JI 11, a quien ya se ha referido con anterioridad sin nombrarlo y sin acompañar ninguna fórmula piadosa. Cfr. § IV nora n° 30. Este por miedo, dado que había accedido al poder por un golpe de estado, pudo muy bien construir un cercado protector altededor de los palacios. Vid. TORRES BALBAS, Pp. 53 Así lo dice GOMEZ MORENO, Pp. 104, pero la inscripción, tal como se lee actualmente parece referirse a Muhammad V. En la actualidad la diferencia de cota es de 2,25 m., medida muy aproximada a lo que sería una braza y un tercio que vienen a ser unos 2,23 m. Para conocer el valor simbólico de la "Qubba" en la arquitectura hispanoárabe es importante ver el arrículo de B. PAVON MALDONADO "En torno a la Qubba real en la arquitecrura hispano-musulmana", Actas de las jornadas de Cultura Arabe e Islámica (1978), Madrid 1981, Pp. 247-262. Estos rechos han sido restaurados en 1987, pudiéndose apreciar hoy la belleza de su policromía. Vid. Cuadernos de la Alhambra, n° 24 (1988), Pp. 226. Vid. GOMEZ MORE O, nota nO 257c. Aquí el autor dibuja un ctoquis que titula "Proyecto de restauración del Mejuar", en el que aparece claramente el citado patinillo. La memoria de esra excavación se publicó en Cuadernos de la Alhambra, nO 18 (1982). Vid. A. FERNANDEZ PUERTAS, La fachada del palacio de Comares, Granada 1980, Pp. 4. 50. 51. 52 53. 54. 55. 56. 57. 58. 59. 60. 61. 62. 63. 64. 65. 66. 67. En esta zona reconstruyó TORRES BALBAS un reducido paria, del que había encontrado restos musulmanes (Vid. VILCHEZ, Pp. 150), tomando como base las trazas de los planos de Machuca (Puede verse en E.E. ROSENTHAL, El Palacio de Carlos Ven Granada, Madrid 1988, ilustración XVII) y de los Académicos de San Fernando (Vid. P. LOZA O, Antigüedades Arabes de España, Madrid 1804, lámina VI). Su forma cuadrada y su reducido tamaño -su medida es igual que la de la cúpula de la Sala de las Camas en el Baño Real, pero no hay patios de esta forma y tamaño en la Alhambra-, permiten pensar que en otro tiempo pudo haber en él una cúpula que sería identificable con la cúpula de la "Pagaduría Real" de que se habla en el texto. Entre Otros en los de J.c. MURPHY, The arabian antiquities 01 Spain, London 1813, y OWENJONES &JULES GOURY, Plans, elevatiom, sectiom and detmls 01the Alhambra, London 1837. Vid. VILCHEZ, Pp. 144. Vid. A. FERNANDEZ PUERTAS, "Las puertas chapadas hispano - musulmanas", Miscelanea de estudios árabes y hebraicos, XXlXJXXX-1° (1980-81), Pp. 164-176. En el plano general de Pedro Machuca de 1528 se puede leer del Mexuar donde en el lugar correspondiente a este patio "Pati~ posaba la reyna Germana' '. Vid. A. ALMAGRO GORBEA, El palacio omeya de Amman: I La arquitectura, Madrid 1983, Pp. 47, Fig 2 Y Pp. 155. Vid.]. BERMUDEZ PAREJA, "El Generalife después del incendio de 1958", Cuad~rnos de la Alhambra n° 1 (1965), Pp. 19. Vid. TORRES BALBAS, Pp. 52, donde precisa que los dos pórticos norte y sur tuvieron ambos nueve arcos iguales de medio punto, lo que había sido ya insinuado por GOMEZ MORENO, Pp. 71. El deterioro de esta arquería es quizá debido a haber sido siruada aquí duranre el siglo XVI una caballeriza. Vid. OLIVER, Pp. 520. Debido a la posición de la vieja mezquita, siruada en el área del Mexuar, formando un ángulo de unos 45° con los ejes compositivos del mismo, los dos ámbitos de esta crujía oeste, es decir los siruados a narre y sur de la puerta de acceso al mismo, tienen caracterísricas diferenres que imposibilitan suponer una distribución simétrica de la arquería de ese lado, a no ser que se supongan machones ciegos en los extremos. En una reciente visita a Volúbilis hemos encontrado un modelo exactamente igual al de esta alberca en la casa número 31, denominada "Casa de las Prensas" que está situada en el Decumanus Maximus, aunque la alberca del zafariche del Mexuar viene a tener casi el doble de tamaño que la de Volúbilis. El plano de esta casa ha sido publicado por R. ETIENNE en su obra Le quartier Nord-Est de Volubzlia, París 1960. Vid. GOMEZ MORENO, notas nO 266d, 267b, 267d Y 268b. Sin embargo el zafariche, compuesto de alberca con pilas a los lados, es un ripo bastante frecuente en la arquitectura meriní, del que acrualmente se conservan en Marruecos numerosos ejemplos, entre los que cabe destacar el que subsiste en la Chella de Rabar. Vid. GARCIA GRANADOS, GIRON lRUESTE, SALVATIERRA CUENCA, El Maristán de Granada, Granada 1989. Vid. TORRES BALBAS, Pp. 46 y 51. Vid.]. BERMUDEZ PAREJA: "La Alhambra. La Casa Real." Forma y color nO lO, Granada - Firenze, 1967, s. p. Vid. VlLCHEZ, Pp. 114. Vid. E. GARCIA GOMEZ: Ibn Zamrak, elpoeta de la Alhambra, Madrid 1943, Pp. 65. Fals. 36V-37R. De esta obra hay una reciente edición facsímil, con prólogo de 1. HENARES CUELLAR, publicada por la Universidad de Granada en 1989. 68. 69. Vid. L. MARMüL CARVAJAL: Historia de la rebelión y castigo de los moriscos del reino de Granada, Madrid, Biblioteca de Autores Españoles, 1946, Pp. 132. El editor advierte en nota que este gabinete, al que accedía el sultán directamente desde sus aposentos, como ocurría también en la Alhambra, era llamado "Qubbat al - Na{''', y remite a la obra de E. AUBIN, Le Maroc d'aujourd'huz; París 1905, Pp. 70. 202. Es interesante no obstante ver todo el capírulo XI de esta obra titulado "Le gouvernement du Matoc", Pp. 195-255, donde se habla de la distribución y funcionamiento del Majzén en el palacio real de Fez, todo ello muy similar a lo que debió ser la corte nazarí de la Alhambra. Vid. AL! BEY, Viajes por Marruecos, ed. S. Barberá, Madrid 1984, Pp. 207 . • 131 Lám. 1. Vista general de la Sala de Sesiones. 133 Lám. 2. Detalle del ángulo NE del patio del Mexuar Principal donde se observa el recrecido exterior del muro. 134 Lám. 3. Antigua puerta principal de acceso a la Sala de Sesiones vista desde el interior. 135 Lám. 4. Cenefa geométrica tallada en madera del contrafuerte que am'ostra la columna del ángulo SO de la Sala de Sesiones. 136 ,~ /; ~'J. Y~' I :, . .~ Lám. 5. Escudo situado en el muro S con solución errónea en los cuatro ángulos de la cenefá alicatada. ...... U-> --.j Lám. 6. Escudo situado actualmente en el muro E que presenta solución correcta solamente en los dos ángulos superiores de la cenefá alicatada. Lám. 7. Detalle del trozo de cenefa alicatada, igual a la de los escudos, que se usó para completar la parte inferior del zócalo, en el muro E de la Sala. 138 Lám. 8. Detalle de las discontinuidades del aparejo del muro en el exterior de la puerta principal de acceso. 139 .. I ~ """l:l t 1 / ~ 1I , , ~ , I 1 1 rrI t I ,, t O 1 ~ I~ d I t , 1 '" , ~ 1 t- -_ _I I t \ -' : .. t 1 ";:J • t . . \..--- .----~ ~ \ 1 óí 1=-, !oí er ! · · 4 + ¡ I + I L..:... ~ O '- 00 t~ L , (0 ·· .' te 1 t b ~ F, " ~ _. .... , ... 4.... ~ t t, - -- •. It~1 - t 4 - L.J • • 1 1 4 4 • • 1 T 01{3~6 1 - Lám. 9. Planta de la Casa de las dos Prensas, publicada por R. Etienne en "Le quartier Nord-Est de Volubz/ia': 140 10 o ~-14 ri h 266d. Refiriéndose al "patio", observa: "Anteriormente se llamaba "patio del Mexuar", añadiéndose en el antiguo plano de la Casa Real. "donde posaba la Reyna Germana", segunda mujer del Rey Católico. Este patio convertido en jardín ahora, Illedía 23 metros de largo por otro tanto de ancho. y en su centro hubo una reducida alberca de forma rectangular con tres semicírculos en sus extremos, y no muy lcjos de estos había una fuente para surtir dc agua el estanque, por cañerías ocultas". 267b. Después de "alberca" anade: No grande, tenía W debió ser muy esta forma y por la parte de los extremos había a poca distancia dos fuentes que debían alimentar el estanque pasando el agua por bajo de tierra (plano)". 267d. Sustituye "alberca" por "estangue de forma rectangular, con tres semicírculos en cada extremo, que recibía el agua de unas fucntecitas que había algo separadas de los extremos". 268b. Refiriéndose a "angosta nave de aposentos" hace un dibujo: Galeda Aposento de la Reina Germana. m 000 Patio del Mejuar MexlUr Lám. 11. Croquis trazados por Gómez Moreno durante las excavaciones del Patio del Mexuar. 142 Lám. 12. Vista del interior de la Canc¡llería Real donde se observa a la derecha la alhacena cegada en la restauración. 143 EL MEXUAR DE LA ALHAMBRA EN 1362 (AD.) ANGEL LOPEZ, arabista. ANTONIO ORIHUELA, arquitecto. Escuela de Estudios Arabes (C.S.J.c.) ffi 150 1 2 .3 4 5 6 7 B 9 10 20mts 11 10 :":":-:a :-:-:a::" a:::'" "a:" 14 ol¡" ~lo 13 ~ 13 14 10 r7 1~n 1. Sala de Sesiones donde está la cúpula del trono. 6 Entrada principal a la Sala de Sesiones. 2. 3. 4. 5. Puerta de acceso al vestíbulo del Alcázar. Vestíbulo del Alcázar. Puerta de acceso al patinillo. Patinillo llamado «Alhacena de los perfumes». 7. Puerta de acceso a la Pagaduría Real. 8. Cúpula del «Tesoro de la Pagaduría Real». 9. Patio del Mexuar principal. 10. Galerías dd atrio del Mexuar principal. 11. Torre llamada de la Victoria (Torre de Jos Puñales). 16. Fuente para abluciones. 12. Zafarichc en el centro del patio. 17. Letrinas. 13. Grandes pilas de mármol. 18. Aposentos para [os sccrctaríos. 14. Surtidores en forma de león. 19 Sala de la cúpula de la Cancillcría Rcal. IS. Patio del Mexuar secundario. 20. Mczquita vicja. D r;] b éJ 21. Puerta de acceso desde el exterior. 22. Calle contigua a la Mezquita vieja (Calle Real baja). ~ ~ .-< i JUl1TR DE \1l(U D1l~ Consejería de Cultura y Medio Ambiente • Patronato de /a A/hambra y Genera/ife