Monte Albán y la Memoria Mixteca
Informe preliminar sobre investigaciones en progreso
Maarten E.R.G.N. Jansen
Facultad de Arqueología
Universidad de Leiden (Países Bajos)
Mayo 2012
Índice
Prefacio
3
La Identificación de Monte Albán en los Códices Mixtecos
6
Referencias ( 1)
21
Un Oráculo Mixteco en Monte Albán
23
Referencias (2)
75
2
Prefacio
El sitio de Monte Albán, cerca de la actual Ciudad de Oaxaca, es uno de los más famosos
emblemas de la arqueología mexicana. Las primeras construcciones remontan a± 500
años a.C. (la época preclásica: fase Monte Albán I) y su auge urbano se fecha entre± 200
d.C. y 850 1 900 d.C. (la época clásica: Monte Albán II, III A y B). Como centro cultural,
político y religioso ejerció una enorme influencia en todo el Sur de México. Se levanta
como acrópolis en un extenso valle, área históricamente habitada por hablantes de la
lengua zapoteca. Las montañas al Oeste - bien visibles, hasta cercanas, desde la plaza
principal - son de la Mixteca Alta. Elementos estilísticos en el arte de esa región, por
ejemplo en la cerámica, demuestran una interacción intensa y continua entre los Beni Zaa
(zapotecos) del valle y sus vecinos, los Ñuu Dzaui (mixtecos) de las montañas.
Una drástica incisión histórica y transformación socio-económica generaron una nueva
fase cultural: la época postclásica (Monte Albán IV y V). En esta crisis, aun poco
entendida, Monte Albán perdió su status como capital de imperio y fue en gran parte
abandonado. Sus majestuosos templos y palacios se convirtieron en ruinas. Sitios en el
Valle de Oaxaca - como Zaachila - emergieron como los nuevos núcleos de poder. Se
desarrolló un nuevo vocabulario artístico: el estilo Mixteca-Puebla, que está presente en
(re )ocupaciones temporales y actos rituales entre las ruinas del antiguo Monte Albán. El
ejemplo más famoso es el tesoro de la Tumba 7, construida en la época clásica temprana
(Monte Albán ll), pero reutilizada y repositorio de una gran cantidad de artefactos
preciosos en el Postclásico.
De ahí las preguntas: ¿Cuál fue la función y el significado de Monte Albán en la época
postclásica? ¿Cómo entender la presencia mixteca allí en ese tiempo? ¿Hay mención de
Monte Albán en la historiografía mixteca, por ejemplo en los manuscritos pictóricos
(códices), cuya narrativa remonta hasta el inicio del Postclásico?
Este informe preliminar reporta los resultados de las más recientes investigaciones que
realicé sobre este tema en los años 2010-2012. En ellas retomo publicaciones anteriores
sobre la identificación de Monte Albán y Zaachila en los códices mixtecos y sobre la
relación entre algunos huesos grabados de la Tumba 7 y la historia del origen de las
dinastías mixtecas.
Se reúnen aquí dos textos independientes pero íntimamente relacionados. El primero es
una ponencia presentada en 2011 en la Mesa Redonda de Monte Albán y se ha entregado
para ser publicado en la memoria de dicho congreso. El segundo es el borrador de una
contribución a una futura publicación sobre la Tumba 7, coordinada por la Doctora Nelly
Robles García. La discusión técnica, presentada a continuación, da argumentos para
anticipar la siguiente conclusión general.
* Monte Albán aparece en los códices mixtecos como la combinación diagnóstica de
Yucu Yoo, "Monte de Carrizo" o "Monte de la Luna", y Tiyuqh, "Lugar de Moscas" o
"Lugar de Piojos". Estos topónimos aparecen también en el Mapa de Xoxocotlan,
documento colonial que nos da una idea general de los topónimos (y jeroglíficos) de las
diferentes lomas y montañas que componen Monte Albán. Se presenta aquí nueva
evidencia para esta identificación: varios elementos del paisaje asociado con este
jeroglífico en el Códice Tonindeye (Nuttall) también se han podido localizar en el área de
Monte Albán. El signo Yucu Yoo-Tiyuqh, llamado en la literatura también "Monte que se
3
Abre - Abeja", designa en los códices un importante sitio de memoria para las dinastías
de Tilantongo y Teozacualco en la Mixteca Alta.
* La Tumba 7 de Monte Albán fue construida en la época clásica temprana, pero la
mayor parte de los artefactos hallados dentro de este subterráneo corresponde al
Postclásico. La distribución de los restos óseos sugiere que se trata de un entierro
secundario, concretamente de Envoltorios Sagrados con elementos óseos adentro. El arte
visual de la tumba incluye una serie de textos pictóricos (en los artefactos de oro y en
huesos de jaguar grabados): estos confirman la idea de que la Tumba 7 fue un santuario
para culto a y comunicación con Ancestros difuntos. Los aspectos estilísticos e
iconográficos son comparables con los códices mixtecos, e incluso hay varias conexiones
en cuanto al contenido.
* Algunos huesos grabados se refieren a un árbol de que nacen personajes, otros a un
conflicto con hombres que tienen en su cabeza el signo de "piedra". Evidentemente se
trata de la narrativa mixteca sobre un gran árbol (según una tradición situado en Apoala,
según otra en Achíutla), del que nacieron los fundadores de las dinastías mixtecas,
quienes luego vencieron a los "Hombres de Piedra".
* El famoso "Pectoral con Fechas" (Número 26) muestra el acto de hablar con o por los
difuntos (un hombre con mandíbula descarnada). Las fechas se refieren a un día (2
Pedernal) dentro de dos calendarios (cuentas de años). Esta doble referencia cronológica
documenta la presencia de dos culturas: la zapoteca y la mixteca. El día mismo remite al
rito funerario celebrado para el medio-hermano del famoso rey 8 Venado 'Garra de
jaguar': el Señor 12 Movimiento, hijo del sumo sacerdote de Tilantongo y de una
princesa del reino zapoteco de Zaachila. Según los códices mixtecos este Señor 12
Movimiento fue asesinado en un baño de vapor en 1101 d.C. y su Envoltorio fue
colocado en un templo precioso directamente asociado con el sitio que desciframos como
Monte Albán.
* La mayor parte de los artefactos depositados en la Tumba 7, sin embargo, muestra una
gran similitud estilística y técnica con los objetos encontrados en las Tumbas 1 y 2 de
Zaachila, lo que sugiere que datan del mismo tiempo. La Tumba 1 de Zaachila contiene
un relieve del Señor 5 Flor, que ha de ser el mismo que el Seí'íor 5 Flor de la dinastía de
Zaachila, quien aparece, con los mismos atavíos, en el Códice Tonindeye (Nuttall).
Sabemos que este hombre contrajo matrimonio con una princesa mixteca de Teozacualco,
la Seí'íora 4 Conejo 'Quetzal', alrededor de 1280 d.C. La combinación de estas
indicaciones sugiere que la Tumba 1 de Zaachila, y por eso también su contemporánea, la
Tumba 7 de Monte Albán, recibieron sus respectivos contenidos - al menos la mayor
parte- en las primeras décadas del siglo XIV d. C. Probablemente el culto a los Ancestros
mixtecos en este lugar fue impulsado por la misma Señora 4 Conejo 'Quetzal', reina
mixteca de Zaachila (en cuyo territorio estaba Monte Albán en aquel entonces).
* Un hueso grabado de la Tumba 7 de Monte Albán se refiere explícitamente al Señor 5
Flor en el acto de arreglar el matrimonio de su nieta con el príncipe heredero de
Tilantongo. Es probable que gran parte del tesoro fue colocada en la Tumba 7 como
ofrenda de gratitud por un oráculo positivo y como pedimento de buena fortuna.
* En varios huesos grabados de la Tumba 7 aparece un "Templo Precioso" o "Templo de
Joyas" como un lugar central de las actividades rituales. El mismo templo está asociado
con el sitio identificado como Monte Albán en el Códice Tonindeye (Nuttall). Esto nos
lleva a postular que dicho templo es la Tumba 7 misma.
4
Este trabajo forma parte de un proyecto a largo plazo sobre cultura, historia y lengua de
Ñuu Dzaui, el pueblo mixteco, que realizamos Gabina Aurora Pérez Jiménez y yo en la
Facultad de Arqueología de la Universidad de Leiden (Países Bajos), con el apoyo de la
Fundación Neerlandesa para el Fomento de Investigaciones Científicas (NWO) y de un
ERC Advanced Grant. Nuestra investigación se inscribe en el convenio de colaboración
científica firmada entre el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), México,
y la Universidad de Leiden, y se realiza en cooperación con el Centro Oaxaca del mismo
IN AH.
Este informe preliminar se presenta para reportar los avances al mencionado grupo de
trabajo dellNAH y a la Facultad de Arqueología, que me otorgó un medio año sabático
para esta investigación. Agradezco a la Doctora Nelly Robles García, quien dirige el
grupo de trabajo interdisciplinario sobre la Tumba 7 y me invitó a participar en él, así
como a los otros miembros del grupo, especialmente a los arqueólogos Ángel Iván Rivera
Guzmán y Dante García Ríos, por su valiosa colaboración.
El texto aquí presentado es un informe preliminar. No es aún definitivo, sino refleja un
estudio en progreso. Espero los comentarios de colegas y otros interesados para poder
mejorarlo.
Maarten Jansen
Leiden, 1 de Mayo, 2012.
5
La Identificación de Monte Albán en los Códices Mixtecos:
Nueva Evidencia
Maarten Jansen (Universidad de Leiden),
Dante García Ríos (I.N.A.H.),
Ángel Iván Rivera Guzmán (I.N.A.H.)
Grandes metrópolis y centros ceremoniales suelen seguir teniendo una presencia
importante en la memoria y la ideología mucho después de haber sido abandonados o de
haber perdido su función como cabecera de un reinado, como centro de una estructura
política en una época determinada. El caso de Roma es probablemente el más famoso: la
capital del imperio romano siguió siendo de gran importancia ideológica y artística, aun
en ruinas después de la caída del imperio. Aunque las situaciones no son idénticas,
tenemos razones para pensar que Monte Albán continuó presente en la memoria hasta
mucho después de su auge en el Clásico- tomando en cuenta la continuidad de población
en la misma área. Una prueba contundente de ello es la famosa Tumba 7, originalmente
construida como tumba en el Clásico Temprano, pero re-utilizada en el Postclásico,
cuando se depositaron en ella los restos óseos de varios individuos, acompañados por un
gran tesoro de artefactos preciosos (Caso 1969). Entre estos artefactos hay varios huesos
de jaguar con relieves muy finos en el estilo de los manuscritos pictóricos (códices)
mixtecos. De hecho, hay también importantes paralelos en su contenido, por ejemplo
algunos huesos refieren a eventos importantes de la historia dinástica mixteca, como el
nacimiento de los Fundadores de una Ceiba y como la lucha entre estos Fundadores y
1
seres de la época anterior, representados como 'Hombres de Piedra' .
Los códices mixtecos mismos narran la historia de las dinastías que gobernaban las
unidades políticas de la región (llamadas "ciudades estado" en los estudios arqueológicos
y yuvui tayu, "estera(s) y trono(s)", en lengua mixteca). De acuerdo a los cálculos del
mismo Alfonso Caso, ampliados y corregidos por Emily Rabin (2004), el inicio de esta
historia remonta al siglo X d.C., es decir que remonta al principio de la época
arqueológica conocida como 'El Postclásico' (aproximadamente 900 d.C. hasta 1521
d.C.). 2
Además es relevante notar que los códices mixtecos también refieren al Valle de Oaxaca,
concretamente a la dinastía de Zaachila, que se representa como una serie de gobernantes
con los atributos del Dios Xipe ("El Desollado"). El Códice Tonindeye (Nuttall), pp. 3335, registra varias generaciones de esta "dinastía de Xipe: los nombres calendáricos de
los personajes principales coinciden con los nombres de los gobernantes de Zaachila en el
Véase la lectura de uno de estos huesos (203i reproducido por Caso 1969: Fig. 185) en Anders, Jansen y
Pérez Jiménez 1992a: 117. Actualmente estamos realizando un estudio iconográfico detallado de este tema
en el marco de una nueva investigación de la Tumba 7 dirigida por la Dra. Nelly Robles García (I.N.A.H.,
Oaxaca).
2
Para una revisión general de estos códices, así como de los problemas y avances de su interpretación,
incluyendo la cronología, véase los estudios de Caso (1977/79), así como de Jansen y Pérez .Jiménez
(2007a, 2011 ). La obra editada por Blomster (2008) presenta los datos arqueológicos e históricos del Valle
de Oaxaca en el Postclásico.
1
6
3
Lienzo de Guevea. El jeroglífico toponímico asociado con miembros de esta dinastía
consiste de un armazón de tablas para cargar objetos en la espalda, conocido como
cacaxtli en náhuatl. El término mixteco para este artefacto es sito, palabra que con otro
tono - y apareciendo también en la forma elaborada sitoho o en la forma abreviada de
taha o to, significa "persona de respeto, señor(a), principal". En varios casos este signo
no está coloreado, es decir quedó en blanco, agregando así la palabra mixteca cuisi,
"blanco". 4 Tocuisi, "Señor( es) Blanco(s)", es el nombre mixteco de Zaachila.
Un miembro de esta dinastía es el Señor 5 Flor, hijo del Sr. 9 Serpiente, quien, según el
Códice Tonindeye (Nuttall), p. 33, se casó con la Señora 4 Conejo 'Quetzal' de la
dinastía de Teozacualco, a fines del siglo XIII: la pareja está frente al templo de Xipe
5
El
Quetzal.
de
Río
un
sobre
y
Tlaloc (Cocijo) situado al pie de una Roca Encorvada
mismo Señor 5 Flor, con idéntico atavío, está representado en el relieve de estuco en la
Tumba 1 en el palacio de Zaachila mismo, que fue excavada y publicada por Roberto
Gallegos (1978). La razón de la presencia de reyes zapotecos en un códice mixteco es su
alianza matrimonial con la dinastía mixteca de Teozacualco, el tema principal del Códice
Tonindeye (Nuttall) 'anverso'. Hay que recordar que Zaachila y Teozacualco fueron
reinos vecinos.
Por todo esto es lógico suponer que los códices mixtecos también conserven una
referencia a Monte Albán mismo.
La representación pictográfica de Monte Albán está bien conocida por documentos
coloniales. En la obra de Manuel Martínez Gracida (Biblioteca Pública Central, Oaxaca)
se conservan dos versiones - una coloreada, otra en blanco y negro - de una pintura de
Caso pensaba que esta dinastía de Xipe era la de los gobernantes mixtecos de Cuilapan. La observación de
la correspondencia entre el Códice Tonindeye (Nuttall) y el Lienzo de Guevea por Jansen (1982) fue la
(2000),
base para varios estudios posteriores (Jansen 1989, 1998) y para el doctorado de Michel Oud~jk
2000,
Jansen
y
Oudijk
(cf
Petapa
y
Guevea
en
lienzo
este
de
versiones
mas
quien dio a conocer e interpretó
así como Oudijk en Blomster 2008). Una síntesis posterior de estos trabajos originales fue publicada por
Van Doesburg (2007: 47).
4
Códice Tonindeye (Nuttall), p. 61-III (Anders, Jansen y Pérez Jiménez 1992b) y Códice Añute (Selden), p.
13-l (Jansen y Pérez Jiménez 2007b).
5
La Relación Geográfica de Teozapotlan (Zaachila) [1580] informa al respecto " ... preguntados cómo
vinieron ellos a esta provincia zapoteca, siendo ellos mixtecas, responden que por vía de un casamiento que
se hizo de una mixteca con un señor de Teozapotlan [Zaachila]. Vinieron más ha de trescientos años [= ±
1280]" (Acuña 1984, II: 157).
3
7
6
Cuilapan ("Escudo de Armas del Antiguo Coyolapan"). Esta pintura - cuyo original
probablemente fue pintado en la época colonial temprana- muestra en el centro el signo
toponímico de Cuilapan: el cascabel (coyolli en náhuatlf sobre el signo de la lucha o
guerra (agua y fuego) en combinación con un lanzadardos (atlatl) y una lanza, como
armas que simbolizan la valentía. Encima del conjunto está la concha del bautismo, que
indica que se trata de una comunidad católica. A nuestra mano derecha vemos el cacaxtli
blanco, jeroglífico del poderoso vecino Zaachila (Tocuisi), flanqueado por un nopal y un
árbol en que está sentado un águila con corona de oro al estilo europeo- probablemente
referencias a otras fuerzas que llegaron a dominar el valle de Oaxaca: el imperio de
Tenochtitlan, luego usurpado por los españoles. A nuestra mano izquierda está un cerro
amurallado con un jaguar, encima del cual sale el sol. Reconocemos la escena como una
vista de Cuilapan desde el Poniente (la Mixteca) hacia el Oriente: Zaachila está al Sur (a
8
nuestra mano derecha) de Cuilapan. El gran cerro que queda al Norte (es decir, a nuestra
izquierda), ha de ser Monte Albán: Cuilapan se ubica precisamente al pie de Monte
Albán y por eso se llama Saha Yucu, "Al Pie del Cerro" en lengua mixteca. La salida del
sol no sólo sirve para indicar la dirección, sino también connota una referencia a una
época primordial de acuerdo al simbolismo mesoamericano que describe la fundación de
reinos como "el tiempo que el sol salió por primera vez".
Escudo de Annas de Cuílapan (obra de Martinez Gracida)
La presencia de varias puntas de flecha negras (de obsidiana) y una blanca (de pedernal)
sobre el cerro amurallado confirma que se trata de un sitio precolonial. Algo similar se ve
como indicación general encima del signo de Zaachila: puntas de flecha (de obsidiana)
6
El manuscrito inédito de Manuel Martínez Gracida, Los indios Oaxaqueños y sus Monumentos
Arqueológicos (1910), tomo V, lámina 46 (publicada en Martínez Gracida 1986: 8). Para una introducción
general a la obra de este insigne historiador oaxaqueño, véase Jansen y Pérez Jiménez 2009, capítulo 7.
7
En el Códice Mendoza (Clark 1938) el jeroglífico de Cuilapan (Coyolapan) es un Río de Cascabel.
8
Para este descubrimiento y desciframiento, véase Jansen 1998, cuyo argumento es sintetizado por Van
Doesburg (2007: 53). La concha como índice de bautismo y de comunidad católica se ve también en el
relieve del escudo dominico sobre la entrada a la capilla abierta de Cuilapan.
8
como indicadores de los conflictos armados antiguos, en combinación con puntas de las
pencas de maguey, que son índices del autosacrificio y por lo tanto de la actividad ritual
mesoamericano precolonial.
Concluimos que en esta pintura Monte Albán es representado como Cerro Amurallado
del Jaguar.
Lo mismo vemos en los mapas de Xoxocotlan, comunidad situado en el valle al pie y al
Oriente de Monte Albán. Este documento ha sido analizado en detalle por Mary Elizabeth
Smith (1973: 202 ss.). Además Méndez Martínez & Méndez Torres (2007: 436 y 459,
462) han publicado estos mapas con una transcripción de las glosas y de los documentos
asociados.
Uno de estos mapas ahora se conserva en el Archivo de la Nación, México D.F. (Ramo
de Tierras vol. 129, exp. 4): fue copiado en 1686 de un original de fecha anterior. Sus
dimensiones: 87.5 x 76 cms. Muestra varias estructuras arqueológicas y coloniales en el
valle de Xoxocotlan, así como algunos signos pictográficos. En la parte superior del
mapa se representa Monte Albán como una cadena de montañas, entre las cuales se
destaca el Cerro Amurallado del Jaguar.
Mapa de Xoxocotlan, Biblioteca Orozco y Berra
Más detallado aún es el otro mapa de Xoxocotlan, del cual existen al menos dos versiones.
La más antigua es fechada en 1718: se trata de una pintura en color sobre papel europeo
(58 x 42.5 cms.), que se conserva en la Biblioteca Orozco y Berra, México D.F. (cf. Ruiz
Cervantes & Sánchez Silva 1997). Una versión más tardía es de 1771, una pintura en
blanco y negro, que se conserva en el Archivo General de la Nación, México D.F. (Ramo
de Tierras vol. 1064, exp. 13), y fue publicada y analizada por Mary Elizabeth Smith
9
(1973: 202 ss.). Con base en el estudio de Smith, Jan sen (1998) analizó de nuevo las
glosas. Van Doesburg (2007: 45) publicó una nueva fotografía con una reproducción del
análisis de Jansen (1998). Además esta versión (de 1718) ha sido publicada on-line por la
Ángel Iván Rivera Guzmán ha localizado fotos (en blanco y negro) de los dos mapas del Archivo General
de la Nación en la fototeca del I.N.A.H. en Pachuca. Probablemente son las fotos de Alfonso Caso (Méndez
Martínez & Méndez Torres (2007: 437).
9
9
Biblioteca Orozco y Berra: la excelente fotografía permite un estudio más preciso de las
glosas. 10
Las dos versiones de este mapa (de 1718 y 1771) se parecen mucho y han de derivarse
últimamente de un original común, pero a la vez por diferentes elementos de la pintura y
de la ortografía de las glosas es evidente que la versión de 1771 no es una copia de la
versión de 1718. Ambas versiones descienden de manera separada y propia del prototipo
ahora desconocido.
La pintura muestra la iglesia de Xoxocotlan en el centro. Por la perspectiva observamos
que para dibujar el contorno el pintor se situó frente a la iglesia. Desde allí pintó un
paisaje con los signos toponímicos de las mojoneras de la comunidad. En la parte
superior del mapa está la cadena de Monte Albán (vista desde Xoxocotlan, es decir desde
el Oriente hacia el Poniente). Entre los diferentes cerros vemos (a nuestra mano izquierda)
el Cerro del Jaguar, que corresponde a la parte sur de Monte Albán. Los elementos
jeroglíficos contienen glosas en náhuatl y mixteco. Los signos y las glosas en náhuatl son
bastante claros. Se nota, por otra parte, que las glosas en lengua mixteca son copias de
escrituras más antiguas y que a menudo muestran errores de transcripción probablemente porque los escribanos que las copiaban no conocían el mixteco.
Tomando como base la versión más antigua (1718), podemos leer la cadena de Monte
Albán desde nuestra mano izquierda (Sur) hacia nuestra mano derecha (Norte) en la
manera siguiente.
- Cerro de un Lazo (como en el signo del portador del año). Glosa en náhuatl:
Mecatepec, "Cerro del Mecate"; mixteco: Yucuyoho, "Cerro del Mecate".
-Cerro de una Banda Bicolor con Cuentas Blancas. Glosa en náhuatl: Chalchiu,tepeq
(Chalchiuhtepec), "Cerro de Jade"; mixteco: Yucu Yusi Dzeñoho, "Cerro de Turquesas y
Oro, es decir de Piedras Preciosas").
- Cerro del Jaguar. Glosa en náhuatl: Oselotepqe (Ocelotepec), "Cerro del Jaguar";
mixteco: Yucumizin Tocuisi. La primera palabra es de difícil lectura e interpretación; la
segunda, Toquisi, es el nombre de Zaachila. Por la imagen es de suponerse que
Yucumizin deriva de Yucu cuiñi "Cerro del Jaguar". La versión de 1771 dice Yucu quii,
lo que Smith (1973: 205) traduce como "Cerro del Tambor", relacionando la glosa con el
signo del tambor (qhu en mixteco) encima de este cerro. También es posible que Yucu
quii sea una transcripción deficiente de Yucu quiñi, "Cerro del Jaguar".
- Cerro del Edificio y del Señor. La versión de 1718 muestra la puerta de una casa o
tumba, que probablemente representa una estructura arqueológica todavía visible en
aquel entonces. El signo correspondiente en la versión de 1771 parece ser una mesa, un
altar o un trono. El señor es un rey precolonial, vestido en traje de guerrero águila,
sentado sobre un trono dentro de un óvalo de plumas de quetzal, enfrente del cual está
otro hombre (¿adorante?) vestido con el traje de manta colonial. Este es el centro de
Monte Albán, que corresponde a la plaza principal. La glosa en náhuatl dice:
Teuctli,tepeq (Teuctlitepec), "Cerro del Señor". La glosa en lengua mixteca es de difícil
lectura e interpretación, más aún porque no está claro cómo corresponde con el signo, ni
con la glosa en náhuatl. La primera parte de la glosa en el mapa de 1718 parece ser Yucu
dini: yucu es "cerro", y dini probablemente debe ser dzini, "cabeza, cumbre, cabecera" o
"cautivo sacrificado" (una lectura como dimi no da sentido en mixteco). Una
interpretación como "Cerro Cabeza" en el sentido de "cerro principal" parece lógica y
10
bJJJ2://w2.siap.sagarpa.¡.wb.mx/maputccu/mapas/ll76-0YB-7272-A- l.jpQ
10
relativamente cercana a la glosa náhuatl de Teuctlitepec. Lo que sigue es menos claro:
yodzo es "pluma larga (de quetzal)" o "llano", mientras que ñomana (ñumana) es "sueño.
Si conectamos yodzo con la palabra anterior dzíní, tendríamos: "cabeza de plumas", pero
esto deja ñomana como una agregado extraño. Smith (1973: 205) tradujo esta glosa como
"Cerro de la Cabeza Emplumada que está soñoliento ¿?" (the hill of the jeathered head
that is sleepy ??).Por otra parte a versión de 1771 dice Yucua níyyo doo ñomana, que
Smith (1973: 205) tradujo como "Cerro donde estaba el purificado soñoliento ¿ ?" (the
hill where was now - or was now seated - the purified one who is sleepy ??). Combinando
la glosa con la tradición referida por Smith (loe. cit.) que el nombre mixteco de Monte
Albán incluía el término oca ñaña (interpretado como nombre personal "Veinte Tigres"),
Jansen (1998) propuso leer esto como Yucu ani[ñe] yya dzoco ñaña, "Cerro del palacio
del señor, [y de las] tumbas". Una lectura de la primera parte como Yucu ani[ñe], "Cerro
del Palacio", tendría la ventaja que coincide con la imagen de una estructura (casa 1
tumba o altar) y se acerca a la glosa náhuatl por ser el palacio (tecpan) un lugar de
señores (teuctli). En cuanto a la segunda parte, la reconstrucción es posible pero carece de
pruebas. La presencia de un óvalo de plumas de quetzal (yodzo ), especialmente bien
visible en la versión de 1771, sugiere más bien que debemos leer su inicio efectivamente
como yodzo (la pluma que se usa también para significar el homónimo "llano"). La
palabra que sigue es extraña pero está claramente escrita en las dos versiones: ñomana
(sueño): no se trata de una visión soñada, sino de "tener sueño, estar soñoliento". En
conjunto la traducción más simple de la segunda parte de la glosa sería "Llano del
Sueño". Conectándolo con la imagen, tal vez debemos entender este término como
referencia al descanso eterno de los reyes o ancestros difuntos: el personaje en el óvalo es
un rey vestido a la usanza antigua, sentado sobre un trono; enfrente de él está un hombre
indígena de la época colonial que parece rendirle homenaje.
-Cerro Redondo sin jeroglífico. Glosa en náhuatl: Quetzaltepeq (Quetzaltepec), "Cerro
del Quetzal"; mixteco: Yucu Yodzo Cucha "Cerro Redondo de la Pluma (de Quetzal) omenos probable - Cerro de la Pluma Redonda. Este paraje hoy se conoce como El
Plumaje.
- Cerro del Carrizo. Glosa en náhuatl: Acatepeq (Acatepec), "Cerro de la Caña";
mixteco: Yucuyoo, "Cerro de Carrizo". Hoy se conoce como El Mogollito. Según la
Relación Geográfica de Zaachila (Teozapotlan) en vísperas de la conquista española fue
el sitio de una guarnición azteca (Acuí1a 1984 II: 162); efectivamente es un lugar
apropiado para vigilar el paso por el valle desde la Mixteca hacia Soconusco.
- Cerro de la Mosca. Glosa en náhuatl: Saiol,tepeq (Sayultepec ), "Cerro de la Mosca";
mixteco: Tiyuqh, "mosca". Se ha documentado el nombre de Cerro del Mozcón (Smith
11
1973: 208); es el monte que inicia la cadena de Monte Albán chico.
- Cerro del Chapulín. Glosa en náhuatl: Chapultepeq (Chapultepec), "Cerro del
Chapulín" (mixteco: Yucu Tica, "Cerro del Chapulín").
- Cerro del Búho. Glosa en náhuatl: Teculutlan, "Cerro del Búho"; mixteco: Cahua
Tiñumi, "Peña del Búho".
En la versión de 1718 se agregó una palabra que, según Smith (1973: 208) parece especificar el tipo de
mosca: parece ser nduchi, "frijol" o "riñón", pero la terminación es de ditlcil lectura; podría también ser
nducha, "agua", por ejemplo.
11
11
Jansen (1998) observó que el Cerro del Carrizo y el Cerro de la Mosca aparecen como
dos signos de un conjunto toponímico importante en los códices mixtecos: Monte que se
Abre- Recinto de Carrizos- Loma de Insecto, que aparece junto con un Altar de Vasija
12
toponímico en que el Recinto de
del Dios de la Lluvia. Hay variantes de este con~ut
3
se explica porque el término
Esto
Luna.
la
de
Carrizos es sustituido por un Cerro
como "luna". Lo mismo
"carrizo"
mixteco es yoo, que, con tono diferente, significa tanto
vale para el insecto que aparece en distintas formas: una fue interpretada por Caso como
una abeja y también podría ser una mosca, mientras que otra forma es más bien de un
insecto nocivo que pica, rasga y muerde. Esto se explica porque la palabra mixteca tiyuqh
significa tanto "mosca" (chúkú en el mixteco de Chalcatongo) como "piojo" (chitku en el
mixteco de Chalcatongo ).
w,·~.'
~
Monte que se Abre- Insecto, Códice Y uta Tnoho, p. 42, y Códice Añute, p. 8-I.
Estos signos se dibujan en conexión con el topónimo Monte que se Abre, que aparece en
diversas formas. El Códice Yuta Tnoho (Vindobonensis), p. 42-III, p. 1-1 y p. II-3, lo
muestra como un cerro que es abierto o roto por un pequeño hombre anónimo. En el
Códice Ñuu Tnoo- Ndisi Nuu (Bodley), p. 4-II, es un cerro con una abertura o ruptura
flanqueada por dos manos. El Códice Tonindeye (Nuttall), p. 19, lo pinta como un monte
encorvado o doblado en combinación con una apertura. En lengua mixteca el acto de
"doblar" o "romper" es cahnu, palabra que, con otro tono, también significa "grande".
Alfonso Caso explicó por eso el signo Tablero (ñuu, "lugar") que se dobla o rompe
(cahnu) como el topónimo Chiyo Cahnu (Teozacualco), "Altar Grande" (Smith 1973: 57).
Códice Yuta Tnoho (Vindobonensis), p. 42-II (Andcrs, .Jansen y Pérez Jiménez 1992a) y Códice
Tonindeye (Nuttall), p. 19 (Anders, Jansen y Pérez Jiménez 1992b).
13
Códice Añute (Selden), p. 7-III (Jansen y Pérez Jiménez 2007) y Códice Ñuu Tnoo- Ndisi Nuu (Bodley),
pp. 4/3-Il (Jansen y Pérez Jiménez 2005). En el Códice Tonindeye (Nuttall), p. 19, se trata de un recinto
con cañas que tienen espigas como maíz.
12
12
Códice Tonindeye, p. 19
13
Por eso leemos Monte que se Abre o Monte Doblado como Yucu Cahnu, "Cerro Grande"
en lengua mixteca.
Este lugar Monte que se Abre -Recinto de Carrizos- Loma de Insecto aparece en la
época temprana de la historia dinástica mixteca (siglo X d.C.) como un gran centro
ceremonial del que viene la princesa fundadora de la dinastía de Tilantongo. También es
el escenario para eventos dramáticos en la vida de la Señora 6 Mono, princesa de Jaltepec,
a fines del siglo XI d. C. Después ya no se menciona en la historiografía.
Con base en la combinación de signos y el perfil del lugar, Jansen ( 1998) propuso que
Monte que se Abre - Recinto de Carrizos Loma de Insecto en los códices mixtecos
14
representa Monte Albán. Muy sugerente es la representación en el Códice Tonindeye
(Nuttall), p. 19, donde Monte que se Abre- Recinto de Carrizos- Loma de Insecto se
pinta como un gran paisaje, en el que se ubican los distintos sitios de manera similar al
Mapa de Xoxocotlan de 1718 y 1771. Observamos que en ambos casos el Recinto de
Carrizos y la Loma de Insecto se sitúan a nuestra mano derecha, es decir al lado Norte
visto desde Xoxocotlan. El centro es ocupado por una plaza: el Códice Tonindeye
(Nuttall) sitúa allí una procesión de personajes importantes de la época primordial
rindiendo homenaje a una princesa, la Señora 1 Muerte, que nació en Recinto de Carrizos
(Acatepec 1 Yucu Yoo ). En este último lugar está un altar (¿montículo?) en cuyo interior
se encuentra una vasija efigie con la cara del Dios de la Lluvia (el Cocijo zapoteco ), es
decir una típica "urna" de la época clásica. Encima se ha colocado un templo con una
joya (¿mosaico?) en el techo y grecas en la base, es decir con motivos decorativos
característicos del Postclásico, de modo que podemos interpretar esta superposición como
una estratigrafía Clásico-Postclásico.
Existe otra propuesta para identificar este paisaje del Códice Tonindeye (Nuttall), p. 19.
En su libro In the Realm oj 8 Deer (1994: 85-1 00) Bruce Byland y John Pohllocalizaron
estos jeroglíficos toponímicos en el área de Tilantongo (Mixteca Alta), donde habían
realizado un reconocimiento arqueológico. Concretamente se trata de algunos sitios
pequeños, principalmente de la época clásica que se hallan sobre una cresta entre
Tilantongo y Jaltepec. No queremos criticar, mucho menos minimizar, el trabajo de
Byland y Pohl, que es una valiosa contribución; compartimos la visión que se debe
buscar la coincidencia de datos arqueológicos con lo que nos dicen los códices. Su
razonamiento, sin embargo, en este caso no nos convence y debemos brevemente explicar
el porqué.
Byland y Pohl interpretan el Recinto de Carrizos como Yucu Yuhua, "Cerro del Recinto"
(Hill of the Enclosure ), un sitio bien visible sobre un promontorio entre Tilantongo y
Jaltepec. Como los autores mismos indican, yuhua tiene varios significados (los
habitantes locales les dieron muchas veces la traducción de "hielo"); entre esos está el de
"fortaleza" (fuerte), "muro de ciudad" o "cancha para el juego de pelota". De ahí Byland
y Pohl lo ven como un término apto para "recinto". Falta, sin embargo, la referencia a
caña o carrizo.
La Loma del Insecto la interpretan como el sitio Yuco Yoco, traducido como "Cerro de la
Avispa o Abeja" (Hill of the Wasp 1 Bee). Yoco puede efectivamente ser "avispa" o
"panal" (así como varias otras cosas). Aunque una forma de representación del insecto
14
Elaboración posterior: .Jansen 2001, .Jansen y Pérez Jiménez 2007a.
14
efectivamente se puede interpretar como una abeja, otra versión claramente se refiere a
un insecto distinto. Esta diferencia se resuelva con la idea que se trata de una mosca y un
piojo respectivamente (ambos tiyuqh en mixteco), por lo que pensamos que el insecto en
cuestión no se debe leer como yoco.
Monte que se Abre correspondería a un nombre alternativo para este lugar: Ndua Que 'a
Sina, que Byland y Pohl traducen como "Valle que se Abre" (Valley that is opened)
porque toman que 'a sina como equivalente de quena/sina (con una n en quena), que
aparece en el vocabulario de Arana y Swadesh (1965) como la combinación de dos raíces
(futuro y presente) del verbo yosina, "abrirse el cielo esclareciendo quitándose el agua" o
"dividirse una cosa como se dividió el mar bermejo en el tránsito de los hijos de Israel" .
Tal combinación de raíces sería muy extraña en un topónimo. Se trata de un sitio pequeño
(una plataforma con un montículo y una plaza); no hay modo de comprobar que el
topónimo remonta a la época precolonial.
La Peña Encorvada o Doblada con una cueva, que forma la parte final (a nuestra mano
izquierda) de este paisaje en el Códice Tonindeye (Nuttall), p.l9, sería Toto Cuee, "Peña
de la Enfermedad" (Great Rock ofiilness) o Cavua Colorada (Peña o Barranca Colorada).
Notamos que la roca encorvada en el códice no es colorada (roja), sino consiste de bandas
coloreadas que indican el material pétreo. Es muy interesante la discusión de Byland y
Pohl al respecto de este lugar como un sitio donde se continúan celebrando ritos de
curación hasta hoy. Con esto relacionan la presencia de la Serpiente de Fuego (yahui en
mixteco ), emblema del poder naualístico de los curanderos, que entra en la cueva
representada en el códice, pero esta asociación entre cuevas y nahuales está bien conocida
en todo Mesoamérica: tales sitios abundan en el Estado de Oaxaca.
En la misma área se encuentra una cuesta Toto Cuisi, "Peña Blanca", que Byland y Pohl
traducen también como Roca Encorvada o Lugar Estimado (White Rock, Bent Rock,
Esteemed Place) y la cual identifican como el monte blanco con cuchillos junto a la Peña
Encorvada en el códice. En realidad el monte blanco es pintado como un monte, no como
una roca o peña, pero esto es un detalle no muy significativo. Con la abundancia de
topónimos (y tomando en cuenta los posibles cambios de nombres a través del tiempo),
un nombre como "Peña Blanca" en sí no es muy diagnóstico.
Concluimos que hay varios elementos en el paisaje cerca de Tilantongo que se pueden
relacionar con la pintura en el Códice Tonindeye (Nuttall), p. 19, pero que la
correspondencia no es de ninguna manera completa, ni precisa, ni históricamente
documentada.
La identificación de Recinto de Carrizos y Loma de Insecto como el Monte de Carrizos
(Yucu Yoo) y el sitio Mosca o Piojo, componentes de Monte Albán (Jansen 1998), tiene
como argumento fuerte: 1) la documentación histórica de los nombres por estar presentes
en una fuente pictográfica, el Mapa de Xoxocotlan, 2) la coincidencia entre jeroglíficos y
topónimos, 3) la correspondencia entre su ubicación en el paisaje del Códice Tonindeye
(Nuttall), p. 19, y su localización en el Mapa de Xoxocotlan (y en la realidad geográfica).
También hay elementos débiles en esta identificación. En primer lugar aquí también hay
faltas de correspondencia precisa, aunque no parecen muy significativas. El elemento
'Recinto' no aparece en el jeroglífico de Yucu Yoo, pero esto se explicaría si
interpretamos este recinto como referencia a un sitio específico en el monte en cuestión.
En segundo lugar, el nombre mixteco Yucu Cahnu como lectura del 'Monte que se Abre'
15
no está documentado para Monte Albán, pero sí suena como una caracterización muy
plausible y adecuada del lugar.
Tercero, en las diversas versiones de 'Monte que se Abre' falta una referencia al Cerro
del Jaguar, que aparece en todas las representaciones pictóricas de Monte Albán. Para
explicar esto deberíamos suponer que la memoria mixteca se concentra para esta época
en la parte norte de Monte Albán.
La identificación del paisaje del Códice Tonindeye (Nuttall), p. 19, como Monte Albán se
vería reforzada significativamente si se pueden identificar los demás elementos de la
pintura en la realidad geográfica. Para este efecto hemos realizado un trabajo de campo
(en 2010-2011).
Códice Tonindeye (Nuttall), p. 19, nos muestra la boda de la princesa 3 Pedernal con el
sacerdote Señor 12 Viento. Una procesión ritual, con música de caracol, flores e incienso,
precede al sacerdote que carga a la novia, de acuerdo con la costumbre. El grupo baja de
un templo postclásico a nuestra mano derecha, es decir en la parte Norte del sitio, y pasa
por las laderas de la Loma del Insecto y del Recinto de Carrizo, es decir por el Yucu Yoo
(Acatepec) y Tiyuqh (Sayultepec ), para llegar a la parte central al pie del monte. Allí los
dos novios participan en la ceremonia del baño prenupcial bajo una especie de arco
rocoso, es decir en una cueva. Hasta hoy hay un camino que baja por la ladera del
Mogollito (Yucu Yoo ); y en fotos aéreas se identifica el camino antiguo que va bajando
por la ladera de Monte Albán (llena de terrazas). Este camino llega a cruzar la barranca
abajo de la plaza principal. Allí encontramos por referencias de habitantes conocedores
del lugar una cueva que se conoce hoy como la "Cueva de Juan Rosa". Los coordinados
son: 73.80.86 1 18.85.819 y la altura es 1750 m.s.n.m. Es una cueva como una recámara
amplia; su diámetros son 6.75 m (N-S) x 6.20 m (0-P), con una altitud de 2.80 m. La
entrada mira al Norte y mide aproximadamente 5.50 m. de ancho x 1.70 m. de alto.
Tepalcates en el suelo de la cueva comprueban su uso en la época precolonial. Se ubica
en la barranca junto a donde antes corría un arroyo, en posición central bajo la plaza exactamente donde la sitúa el Códice Tonindeye (Nuttall), p. 19. El arroyo que pasaba en
frente probablemente fue la fuente de agua para la ceremonia del baño prenupcial.
El palacio (aniñe en mixteco; tecpan en náhuatl) que en el códice aparece encima de la
cueva, podría corresponder a uno de los edificios de la plaza central, similar a la puerta (o
el altar) en el Mapa de Xoxocotlan. Junto a este palacio está un sacerdote sentado en un
trono, de manera muy similar al personaje sentado en el óvalo de plumas de quetzal en el
Mapa de Xoxocotlan.
16
Cueva de Juan Rosa
17
A nuestra mano izquierda la pintura del paisaje en el Códice Tonindeye (Nuttall), p. 19,
termina en una Roca Encorvada con una cueva por donde entra un ser que estudios
iconográficos llaman la Serpiente de Fuego: su nombre en mixteco es yahui y se trata de
una bola de lumbre que es el nahual (animal compañero o alter ego) de algún individuo
poderoso. Se le atribuía especialmente la capacidad de perforar paredes rocosas.
Buscando tal peña en el lado sur de Monte Albán encontramos allí el desfiladero que se
conoce localmente como "El Paredón". Dentro de esta pared rocosa hay también una
cueva pequeña que podría ser la referida en el Códice Tonindeye (Nuttall), p. 19.
El Paredón (con cueva)
Debajo del Paredón, directamente al Sur de Monte Albán se encuentra el sitio
arqueológico postclásico denominado "Casa Mixteca" que probablemente fue parte del
Antiguo Cuilapan, llamado en lengua mixteca: Saha Yucu, "Al Pie del Monte".
Abajo y junto a la Peña Encorvada en el Códice Tonindeye (Nuttall), p. 19, está un
Monte Blanco con Pedernales, donde se realiza un rito de fundación dinástica: el Fuego
Nuevo ante el Envoltorio Sagrado que contenía el pedernal del que había nacido el
Fundador Divino, el Señor 9 Viento (quien es la Serpiente Emplumada). En un momento
posterior de la narrativa en el Tonindeye (Nuttall), p. 21, volvemos a encontrar el mismo
lugar Monte Blanco de Pedernales como sitio donde se toman prisioneros en una fase del
conflicto primordial (denominado "la Guerra contra los Hombres de Piedra") -en este
caso el Señor 9 Viento está parado en una cancha del juego de pelota. Esta imagen
incluye en su base un tablero en los colores blanco y rojo, que, de acuerdo con las
18
Hay varios topónimos en el
convenciones, debemos leer como ñuu cuisi, "lugar blanco".
15
la importancia del sitio en
Dada
área que contienen referencias al color blanco (cuisi).
la historia primordial sería lo más lógico interpretar el signo como una referencia a la
época temprana del reino de Zaachila (Tocuisi), al Sur de Monte Albán.
El Códice Añute (Selden), p. 7-III, menciona el Cerro de la Luna (Yucu Yoo) y el Cerro
del Insecto (Tiyuqh) como el sitio a donde se dirige la Señora 6 Mono, princesa de
Jaltepec, para su boda. Allí se encuentra con dos hombres que son caracterizados con
signos de Cabello Largo en combinación con Monte Encorvado y Tablado para Cargar
(cacaxtli). El cabello largo no es un elemento normal en un signo onomástico de
individuos; probablemente se trata de un título similar al de los papahuaque, "los que
tienen cabello largo" en náhuatl, es decir: sacerdotes. Su función de sacerdotes se conecta
con lugares específicos: Monte Encorvado (= Grande), es decir Yucu Cahnu, que se
propone aquí como nombre de Monte Albán, y Lugar del Cacaxtli, es decir Tocuisi
(Zaachila). Esta escena en el Códice Añute (Selden) documenta entonces una vez más la
conexión entre los sitios Cerro de la Luna (Yucu Yoo), Cerro del Insecto (Tiyuqh),
Monte Encorvado o Grande (Yucu Cahnu, Monte Albán) y Zaachila.
El viaje de la Señora 6 Mono comenzó el día 9 Serpiente. Luego ella se siente ofendida
por lo que le dicen estos sacerdotes, de modo que regresa a la Cueva de la Diosa 9 Hierba
en territorio de Chalcatongo. Allí recibe el apoyo de guerreros, y el día 3 Hierba vuelve a
Cerro de la Luna (Yucu Yoo), Cerro del Insecto (Tiyuqh), para conquistar el sitio en los
16
días 3 Hierba y 4 Caña. El día 3 Hierba es 7 días después del día 9 Serpiente. Estos seis
o siete días son en principio suficientes para viajar (caminando) del Valle de Oaxaca a
Chalcatongo y regresar - si es que la Señora 6 Mono hizo tal viaje en la realidad y no
comunicó con la Diosa en otra manera: estamos leyendo una narrativa, no un reporte
histórico preciso.
n del color por la
Probablemente el pedernal refuerza el significado de "blanco", sea como explicació
o Pedernal es cusi
calendáric
signo
el
que
ya
fonético,
elemento
como
sea
suelo,
el
en
pedernal
presencia de
en mixteco antiguo.
del primer día o en
16
El hecho que se mencionan los dos días sugiere que el ataque comenzó en el atardecer
días.
ambos
la noche entre
15
19
Resumimos las correspondencias que nos llevan a identificar 'Monte que se Abre
Recinto de Carrizos Loma del Insecto' como Monte Albán.
l. Contexto
a) Se trata de un importante centro ceremonial, grande y complejo - que ocupa una
pintura de 2 páginas en el Códice Tonindeye (Nuttall).
b) Fue lugar de origen de las dinastías mixtecas (línea femenina) en el Postclásico
temprano.
e) El sitio desaparece después de la primera fase del Postclásico, pero sobrevive en la
memoria.
d) El sitio contiene una estratigrafía de estructuras clásicas y postclásicas: un Altar
(basamento) con Urna de Cocijo y un Templo con Grecas.
2. Coincidencia entre los jeroglíficos y los topónimos del sitio (¡ todos ubicados como en
la realidad !)
a) Yucu yoo (Cerro de Carrizo 1 de la Luna).
b) Tiyuqh (Cerro de la Mosca 1 del Piojo).
e) Camino que baja por la ladera al valle.
d) Cueva en barranca (con arroyo) debajo de plaza y palacio.
e) Pared rocosa con cueva en el extremo sur ("El Paredón").
t) Monte Blanco con Pedernales: probablemente el antiguo Zaachila (Tocuisi).
3. Conexión narrativa
a) 'Monte Encorvado', es decir Yucu Cahnu ("Monte Grande"), y Tocuisi (Zaachila) son
los lugares de origen de sacerdotes presentes en Cerro de la Luna (Yucu Y oo) y Cerro del
Insecto (Tiyuqh).
b) El viaje de ida y vuelta desde Monte Albán (Cerro de la Luna y Cerro del Insecto) a
Chalcatongo se puede realizar en seis o siete días.
La identificación propuesta se basa entonces en una notable coherencia geográfica e
histórica.
20
Referencia s
Acuña, René (ed.)
Relaciones Geográficas del siglo XVI: Antequera (I, Il). Universidad Nacional Autónoma de
1984
México, México.
Anders, Ferdinand & Maarten E.R.G.N. Jansen & G. Aurora Pérez Jiménez
Origen e Historia de los Reyes Mixtecos. Libro explicativo del llamado Códice
1992a
Vindobonensis. Fondo de Cultura Económica, México.
Crónica Mixteca: El rey 8 Venado, Garra de Jaguar, y la dinastía de Teozacualco-Zaachila.
1992b
Libro explicativo de/llamado Códice Zouche-Nuttall. Fondo de Cultura Económica, México.
Arana, Evangelina & Mauricio Swadesh
Los Elementos del Mixteco Antiguo. INI & INAH, México.
1965
Blomster, Jeffrey P. (ed.)
Afier Monte Albán. ]}·ansformation and Negotiation in Oaxaca, Mexico. University Press of
2008
Colorado, Boulder.
Byland, Bruce E. & John M.D. Pohl
In the Realm of8 Deer. University of Oklahoma Press, Norman 1 London.
1994
Caso, Alfonso
El Tesoro de Monte Albán. Instituto Nacional de Antropología e Historia, México.
1969
[Reimpresión como volumen 5 de las Obras de Alfonso Caso, publicadas por El Colegio
Nacional, México, 2006]
Reyes y Reinos de la Mixteca (!, II). Fondo de Cultura Económica, México.
1977/79
Clark, James Cooper
Codex Mendoza (3 vols.). Waterlow & Sons, Oxford 1 Londres.
1938
Gallegos Ruiz, Roberto
El Señor 9 Flor en Zaachila. Universidad Nacional Autónoma de México, México.
1978
Jansen, Maarten E.R.G.N.
Viaje al Otro Mundo: La Tumba I de Zaachila. Los Indígenas de México en la época
1982
precolombina y en la actualidad (Maarten Jansen & Ted Leyenaar, eds.), pp. 87-118. Leiden.
Nombres históricos e identidad étnica en los códices mixtecos. Revista Europea de E~tudios
1989
Latinoamericanos y del Caribe 47: 65-87. Amsterdam.
Monte Albán y Zaachila en los Códices Mixtecos. In: The Shadow of Monte Albán. Politics
1998
and Historiography in Postclassic Oaxaca, Mexico (Maarten E.R.G.N. Jansen & Peter
Krofges & Michel Oudijk): 67-122. Centre ofNon-Western Studies, Leiden.
Monte Albán y el origen de las dinastías mixtecas. In: Procesos de cambio y conceptualización del
2001
tiempo. Memoria de la Primera Mesa Redonda de Monte Albán (Nelly M. Robles García, ed.): 149164. CONACULTA-INAH, Mexico.
Jansen, Mamien E.R.G.N. & G. Aurora Pérez Jiménez
Codex Bodley. A Painted Chronicle from the Mixtec Highlands, Mexico. Bodleian Library,
2005
Oxford.
Encounter with the Plumed Serpent. Drama and Power in the Heart of Mesoamerica.
2007a
University of Colorado Press, Boulder.
Historia, literatura e ideología de Ñuu Dzaui. El Códice Añute y su contexto histórico2007b
cultural. Instituto Estatal de Educación Pública, Oaxaca.
21
2009
2011
La Lengua Señorial de Ñuu Dzaui. Cultura literaria de los antiguos reinos y transformación
colonial. Colegio Superior para la Educación fntegral Intercultural de Oaxaca & Gobierno del
Estado de Oaxaca & Yuu Núú A.C., Mexico.
The Mixtec Pictorial Manuscripts. Time, Agency, and Memory in Ancient Mexico. E.J. Brill,
Leiden 1 Boston
Martínez Gracida, Manuel
Los Indios Oaxaqueños y sus monumentos arqueológicos. Gobierno del Estado de Oaxaca.
1986
Méndez Martínez, Enrique & Enrique Méndez Torres
Historia de Zaachila, Cuilapan y Xoxocotlan. Tres pueblos unidos por sus orígenes. Instituto
2007
Cultural Oaxaqueño F.O. R.O., México.
Oudijk, Michel R.
Historiography of the Benizaa. The Postclassic and Early Colonial Periods ( 1000-1600 A.D.).
2000
CNWS, Leiden.
Oudijk, Michel R. & Maarten E.R.G.N. Jansen
Changing Ilistories in the Lienzos of Guevea and Santo Domingo Petapa. Ethnohistory 4 7 (2):
2000
281-332. Duke University Press.
Rabin, Emily
Toward a Unified Chronology of the Historical Codices and Pictorial Manuscripts of the
2004
Mixteca Alta, Costa and Baja: an Overview. En: Homenaje a John Paddock (Patricia Plunket,
ed.): 101-136. UDLA, Puebla.
Ruiz Cervantes, Francisco José & Carlos Sánchez Silva
La ciudad de Oaxaca a través de sus planos. Instituto Oaxaqueño de las Culturas, Oaxaca.
1997
Smith, Mary Elizabeth
Picture Writing from Ancient Southern Mexico. Mixtec Place Signs and Maps.University of
1973
Oklahoma Press, Norman.
Van Doesburg, Sebastián
La Fundación de Oaxaca. Antecedentes y contexto del título de ciudad de 1532. In: 475 años
2007
de la fundación de Oaxaca (Sebastián van Doesburg, coord.), tomo I: 33-101. Municipio de
Oaxaca & Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca & Editorial Almadías.
22
Un Oráculo Mixteco en Monte Albán
Nueva lectura de los textos pictóricos de la Tumba 7
Maarten E.R.G.N. Jansen (Universidad de Leiden)
La Tumba 7 es, sin duda, la manifestación más importante del arte postclásica en Monte
Albán. Su fama se debe en primer lugar a los cientos de artefactos preciosos que se
hallaron dispersos entre los restos óseos. Particularmente impresionantes son los
pectorales, máscaras, anillos, pendientes, collares, brazaletes y otros adornos de oro, plata,
jade, turquesa, obsidiana, concha, perlas, y coral. Varios de ellos tienen formas o
decoraciones específicas, que de acuerdo con las convenciones artísticas de su época,
transmiten algún significado. Esto vale en particular para los más de cuarenta huesos de
animales - en su mayoría de jaguar y algunos de águila -, en cuya superficie se ven
escenas grabadas en un relieve muy fino y preciso (casi arte de miniatura). En todos estos
casos se trata de verdaderos textos pictóricos, con un contenido sintético y preciso, que
permiten acceso al pensamiento y sentimiento de quienes dejaron estos objetos y restos
en la tumba. Podemos considerar la estructura y su contendido como una obra coherente,
un conjunto iconográfico, con un mensaje complejo pero específico, que aquí nos
17
proponemos a descifrar.
En su obra magistral El Tesoro de Monte Albán (1969), el descubridor de la Tumba 7, el
gran arqueólogo mexicano Alfonso Caso (1896-1970), presenta una detallada descripción
y análisis iconográfico de estos artefactos. Son tan claros, amplios y pormenorizados sus
comentarios que ofrecen una imagen bastante completa del hallazgo. Tal vez por esto
18
pocos investigadores se han dedicado a indagar más. Muchos aspectos de la Tumba 7,
sin embargo, todavía están enigmáticos, tanto en los detalles de la lectura de cada figura o
signo, como en la interpretación del conjunto. ¿Quiénes eran los sepultados, qué se puede
decir sobre su status socio-político, su género e identidad étnica? ¿Cuál fue la fecha y el
contexto histórico de este entierro? ¿Cuál ideología se expresa en su arte visual, qué nos
dice sobre las ideas antiguas acerca de las relaciones entre vivos y muertos y sobre las
prácticas rituales asociadas? En resumen: ¿Cuál es la narrativa de la Tumba 7?
17
Este trabajo es la continuación de un estudio prolongado de la iconografía y escritura pictórica del
México precolonial, realizado en colaboración con Gabina Aurora Pérez Jiménez en la Facultad de
Arqueología de la Universidad de Leiden, con el apoyo primero de la Fundación Neerlandesa para el
Fomento de Investigaciones Científicas NWO (Nederlands Wetenschappelijk Onderzoek) y ahora del
Europeo de Investigaciones (ERC). Agradezco la invitación de la Dra. Nelly Robles García
Cons~j
(Instituto Nacional de Antropología e Historia, México) para participar en el grupo de investigadores
dirigido por ella con el fin de reevaluar y reinterpretar la Tumba 7 de Monte Albán. El arqueólogo Ángel
Iván Rivera Guzmán y yo hemos estado analizando de manera conjunta la iconografía. En este contexto se
puso a nuestra disposición las nuevas fotos de los huesos grabados de la Tumba 7.
18
Joyce Marcus escribió un resumen y comentario sobre la Tumba 7 en la importante síntesis de trabajos
arqueológicos en Oaxaca, The Cloud People (Flannery & Marcus 1983: 282-285). Una nueva etapa fue
iniciada por los estudios de GeotTrey y Sharisse McCafferty (1994, 2003), que comentamos más adelante.
Cira Martínez López contribuyó un nuevo estudio de la residencia de la Tumba 7 al libro editado por De la
Cruz y Winter (2002). Recién (diciembre 2011) la revista Arqueología Mexicana dedicó una Edición
Especial (número 41) al Tesoro de Monte Albán, ofreciendo un catálogo general de los hallazgos con
excelentes nuevas fotograflas y los textos correspondientes del magnum opus de Caso.
23
En cuanto a la cronología, Caso estableció que la Tumba 7 pertenece a dos épocas. En
primer lugar la construcción de esta tumba como espacio físico debajo de un templo
remonta al inicio de la "época clásica". La fase denominada "época clásica" por los
arqueólogos se sitúa entre aproximadamente 200 d.C. y 850 1 900 d.C., y fue el auge del
19
desarrollo urbano en toda Mesoamérica. Esta fue la época en la que se construyó la
mayor parte de la ciudad de Monte Albán, en la cima y en las faldas de la gran acrópolis
que domina el valle de Oaxaca. Desde esta posición céntrica, Monte Albán ejercía su
influencia en una extensa región en el Sur de Mesoamérica. Probablemente fue la capital
de un imperio multiétnico, dominado por Beni Zaa (zapotecos). Se caracterizó por un
impresionante florecimiento arquitectónico y artístico, así como por un sistema de
escritura propio. Hubo contactos importantes con la metrópoli clásica Teotihuacan en el
Centro de México. Ahora bien, pocos elementos del arte visual en la Tumba 7 misma
datan de la época clásica: concretamente la inscripción calendárica en una lápida ahora
colocada en el techo, los restos fragmentarios de una pintura mural en la pared, y tres
vasijas efigie ("urnas"), que representan a un anciano flanqueado por dos imágenes del
Dios de la Lluvia (Cocijo en zapoteco )_2°
La gran mayoría de Jos artefactos hallados dentro de la Tumba 7 pertenecen a la fase que
los arqueólogos han denominado "época postclásica", es decir los seis siglos anteriores a
la colonización española (entre aproximadamente 900 d.C. y 1521 d.C.). Las formas o
decoraciones de estos objetos ostentan el característico estilo figurativo de la época
postclásica, el denominado "estilo Mixteca-Puebla", que se manifiesta también de manera
impresionante y fascinante en cerámicas poi icromas y en manuscritos rictóricos (códices
1
y lienzos), procedentes principalmente del Centro y Sur de México. En esa época el
imperio de Monte Albán ya había llegado a su fin y el sitio mismo había sido en gran
22
parte abandonado. Con justa razón Caso concluyó que la Tumba 7 fue construida y
utilizada en el inicio de la época clásica pero luego fue reutilizada en la época postclásica
como una especie de "unidad intrusiva" en la ciudad clásica de Monte Albán.
Aquí trataremos de la iconografía de estos artefactos postclásicos. Como ya observó Caso,
se impone la comparación con los manuscritos pictográficos (códices) de de la época
postclásica. Principalmente se trata de tres géneros: ( 1) los manuscritos sobre tributos y
posesión de tierras, como el Códice Mendoza, una piedra Rosetta para el desciframiento
23
de los signos pictográficos, (2) el grupo de los códices históricos de Ñuu Dzaui (el
2
pueblo mixteco ) \ y (2) el grupo de los "libros de sabiduría", es decir los códices
19
Evans (2008) es una de varias publicaciones recientes que sintetizan la secuencia arqueológica de
Mesoamérica (México y centro-América). Para una idea general de la arqueología de Monte Albán y su
contexto, véanse por ejemplo las monogratlas de Blanton et al. (1999), Urcid Serrano (2001 ), Marcus (2008)
y Joyce (2010).
20
El arqueólogo Ángel Iván Rivera Guzmán ha realizado un análisis pormenorizado de estos elementos
clásicos.
21
Para un estudio amplio de la cerámica Mixteca-Puebla, véase la disertación doctoral de Gilda Hernández
Sánchez (2005). De fundamental importancia es el artículo de Smith y Smith (1980).
22
Blomster (2008) da un panorama general de esta época.
23
Para un análisis preciso y un diccionario pictográfico básico, véase el estudio de Nowotny (1959), basado
en la edición de Clark (1938).
24
Estudios de los manuscritos pictóricos mixtecos son, por ejemplo: Caso (1977/79), Smith (1973ab),
Boone (2000), y Jansen & Pérez Jiménez (2007ab, 2011). Para una visión general del desarrollo de la
escritura mixteca, véase Jansen & Van Broekhoven 2008.
24
divinatorios-rituales, que se conoce como el "Grupo Borgia" y que aquí preferimos
25
llamar "Grupo Teoamoxtli".
El mismo Alfonso Caso (1977 /79) ha puesto el fundamento para el desciframiento de los
manuscritos pictóricos mixtecos, que contienen la historiografía de las dinastías que
gobernaban los diferentes reinos (yuvui tayu, "estera y trono", es decir "ciudades-estado")
en que estaba dividida Ñuu Dzaui, la región mixteca, durante la época postclásica. Como
veremos, varios elementos en los textos pictóricos de la Tumba 7 contienen referencias a
temas de la historia y cultura de Ñuu Dzaui, el pueblo mixteco, y paralelos directos en el
lenguaje pictórico de los códices mixtecos. Tomando en cuenta los avances en la
comprensión de dichos códices durante las últimas décadas trataremos de avanzar más en
el camino indicado por Caso.
En la pictografía postclásica las imágenes constituyen una verdadera escritura pictórica,
que es característica de los mencionados códices mixtecos, pero no se limita a ellos.
También otros pueblos usaron este tipo de pictografía en aquella época. De manera
similar, en la época clásica dominaba otro sistema de escritura o comunicación gráfica,
que ocupaba un estilo claramente distinto y en varias partes - como en Monte Albán 26
ocupaba jeroglíficos para registrar palabras y frases. Con frecuencia se ha referido al
sistema clásico como "zapoteco" y al sistema postclásico como "mixteco", pero tales
denominaciones pueden causar malentendidos, ya que los dos sistemas no se distinguen
por su dimensión étnica o lingüística, sino por la época en que estuvieron en uso (Clásico
vs. Postclásico ).
Así se explica que las Tumbas 1 y 2 de Zaachila, la capital zapoteca de la época
postclásica, contienen materiales muy similares a los de la Tumba 7 en cuanto a su
estilo. 27 Estas tumbas fueron descubiertas en 1962, treinta años después del
descubrimiento de la Tumba 7 de Monte Albán. Hoy, después del descubrimiento de
28
muchas más tumbas en la región oaxaqueña , sigue siendo llamativa la coincidencia en
estilo entre la Tumba 7 de Monte Albán, por un lado, y las Tumbas 1 y 2 de Zaachila, por
otro, así como la posición única de la Tumba 7 (por la abundancia de sus materiales
la presencia de
preciosos) en el conjunto de tumbas oaxaqueñas. Caso notó en Zaachila
29
las
observando
y,
235),
"objetos de oro, idénticos a los de Monte Albán" (Caso 1969:
correspondencias estilísticas entre algunos huesos grabados de la Tumba 7 de Monte
Albán y otros de las Tumbas 1 y 2 de Zaachila, se declaró "casi seguro" de que estos
artefactos específicos fueron tallados por los mismos maestros (Caso 1969: 179). Una
semejanza tal indica una producción contemporánea de los artefactos en cuestión. Esto
sitúa la Tumba 7 en el problema fascinante de las relaciones interétnicas (entre mixtecos
y zapotecos) en esta área durante la época postclásica, es decir en el desarrollo sociopolítico después de la "caída" de Monte Albán como metrópoli clásico.
En otros trabajos he identificado el jeroglífico de Zaachila en los códices mixtecos como
un armazón de tablas para cargar objetos en la espalda (náhuatl: cacaxtli). El término
Estudios del Grupo Teoamoxtli (Borgia) son, por ejemplo: Nowotny (1961), Anders y Jansen (1993,
1994 ), Boone (2007), y Mikulska-D<¡browska (2008). Para la propuesta de una nueva nomenclatura de los
códices, véase el artículo de Jansen & Pérez Jiménez (2004).
26
Urcid Serrano 2001, 2005.
27
Caso in Paddock (1966); Gallegos (1978); Miller (1995).
28
Miller ( 1995); De la Fuente & Fahmel Beber (2005).
29
Miller (1995: 157) está de acuerdo, citando la observación de Easby acerca de lo parecido entre anillos
de oro con figura de águila hallados en ambas localidades.
25
25
mixteco para este artefacto es sito, que se ocupa para poder expresar en pictografía la
palabra sitoho, "persona de respeto, señor(a), principal" - en la forma abreviada: toho o
to. En varios casos este signo no está coloreado, es decir quedó en blanco, agregando así
30
la palabra mixteca cuisi, "blanco". Tocuisi, "Señor( es) Blanco(s)", es el nombre
mixteco de Zaachila. La dinastía de esta capital zapoteca se representa como una serie de
gobernantes con los atributos del Dios Xipe ("El Desollado"). El Códice Tonindeye
(Nuttall), pp. 33-35, registra varias generaciones de esta "dinastía de Xipe": los nombres
calendáricos de los personajes principales coinciden con los nombres de los gobernantes
1
de Zaachila en el Lienzo de Guevea? Un miembro de esta dinastía es el Señor 5 Flor,
hijo del Sr. 9 Serpiente, quien, según el Códice Tonindeye (Nuttall), p. 33, se casó con la
Señora 4 Conejo 'Quetzal' de la dinastía de Teozacualco. El mismo Señor 5 Flor, con el
atavío de la Dinastía de Xipe, está representado en el relieve de estuco en la Tumba 1 en
el palacio de Zaachila mismo, que fue excavada y publicada por Roberto Gallegos (1978).
Su matrimonio ha de ser el evento mencionado por la Relación Geográfica de
Teozapotlan (Zaachila) [1580]:
"... preguntados cómo vinieron ellos a esta provincia zapoteca, siendo ellos
mixtecas, responden que por vía de un casamiento que se hizo de una mixteca con
un señor de Teozapotlan [Zaachila]. Vinieron más ha de trescientos años." (Acuña
1984, II: 157).
Esto sugiere que dicho matrimonio fue contraído en 1280, poco más o menos. La razón
de la presencia de reyes zapotecos en un códice mixteco es su alianza matrimonial con la
dinastía mixteca de Teozacualco, el tema principal del Códice Tonindeye (Nuttall)
'anverso'. Hay que recordar que Zaachila y Teozacualco fueron reinos vecinos.
La historia narrada por los códices mixtecos remonta hacia el inicio de la época
postclásica y - como era de esperarse - conserva una memoria de Monte Albán, que se
representa como "Monte que se Abre- Insecto". El Códice Tonindeye (Nuttall), p. 19,
ofrece un panorama grande de este sitio, como lugar central de diferentes eventos de
importancia dinástica en aquella época temprana. Varios elementos claves se pueden
32
identificar con la ayuda de un mapa colonial de Xoxocotlan.
Al igual que en aquel mapa, Monte Albán en el Códice Tonindeye (Nuttall), p. 19, es
visto desde la comunidad de Xoxocotlan (es decir del Oriente hacia el Oeste). Se pinta
como un Gran Cerro, que integra a nuestra mano derecha (en la parte norte) el Monte de
Carrizos (náhuatl: Acatepec; mixteco: Yucu Yoo) y el Monte del Insecto (náhuatl:
Sayultepec; mixteco: Tiyuqh). Ambos cerros aparecen de la misma manera en el mapa de
Xoxocotlan. En una cueva en la parte baja de este monte se realizó la boda de la Señora 3
Pedernal con el sacerdote visionario Señor 12 Viento - este Jugar se identifica como la
°
Códice Tonindeye (Nuttall), p. 61-III (Anders, Jansen y Pérez Jiménez 1992b) y Códice Añute (Selden),
p. 13-1 (Jansen y Pérez Jiménez 2007b).
31
La observación de la correspondencia entre el Códice Tonindeye (Nuttall) y el Lienzo de Guevea por
Jansen ( 1982) fue la base para varios estudios posteriores (Jansen 1982, 1998) y para el doctorado de
Michel Oudijk (2000), quien dio a conocer e interpretó mas versiones de este lienzo en Guevea y Petapa (cf.
OudUk y Jansen 2000, así como Oudijk en Blomster 2008).
32
http://w2.siap.sagarpa.iwb.mx:/mapotcca/milllas/ !176-0YB-7272-/\- ljpg. Cf. Smith 1973a: 202-21 O,
338-339; Jansen 1998.
3
26
"Cueva de Juan Rosa", efectivamente situada al pie del cerro, debajo de la plaza central
de Monte Albán. La pared rocosa del gran monte, a nuestra mano izquierda en la p. 19
(en la parte sur) se identifica como el desfiladero en la parte sur de Monte Albán, que se
conoce localmente como "El Paredón", situado arriba del sitio arqueológico postclásico
33
denominado "Casa Mixteca" que probablemente fue parte del Antiguo Cuilapan.
Tumba, osario o santuario
Cuando comparamos la Tumba 7 de Monte Albán con las Tumbas 1 y 2 de Zaachila
observamos diferencias importantes en cuanto al carácter de las tumbas mismas. Las dos
tumbas de Zaachila se ubican juntas abajo del patio central del Montículo A, una gran
plataforma con una compleja historia de construcción, que en la época postclásica
probablemente funcionó como el palacio real. Tanto la Tumba 1 como la Tumba 2 de
Zaachila contienen entierros primarios. En cuanto a la Tumba 1: "En la cámara había dos
esqueletos en decúbito dorsal extendido, orientados de sur a norte, así como un entierro
secundario que ocupaba la esquina noroeste". Los dos esqueletos extendidos parecen
relacionarse con dos hombres representados en los relieves de estuco en los dos lados de
la misma cámara. Los relieves de estuco muestran a dos individuos, el Señor 5 Flor y el
Señor 9 Flor, quienes siguen como sacerdotes (con la bolsa de copa! en la mano) y en
actitud de respeto religioso (con el brazo doblado), al Dios de la Muerte. Éste, precedido
por su pájaro mensajero, el búho, hace gestos, llamándoles, y les guía en un camino para
34
salir de la Tumba en dirección al Sur, es decir a su Reino. Esta lectura de los relieves de
estuco como un texto que expresa un deseo hacia los difuntos ("que sigan con piedad al
Dios de la Muerte ... ") sugiere que los dos protagonistas del texto pictórico son los
mismos que los dos personajes sepultados en la tumba.
Además había ocho esqueletos en la antecámara, todos correspondientes a enterramientos
primarios (Gallegos 1978: 77). En la tumba 2: "Gracias a la minuciosa exploración y
sobre todo a las pacientes observaciones del maestro Arturo Romano se lograron
identificar todos los esqueletos. De los trece esqueletos, doce corresponden a
enterramientos primarios, y uno a secundario" (Gallegos 1978: 98).
Esta tumba hace recordar la descripción que hace Antonio de Herrera y Tordesillas de las
costumbres mixtecas:
"Si moría (el cacique), se hacían las obsequias funerales con gran majestad:
ofrecían por el cuerpo del difunto, poníanse delante y hablábanle. Estaba delante un
esclavo vestido realmente y servido como si fuera el muerto. Enterrábanle a media
noche cuatro religiosos en los montes o prados o en alguna cueva. Y con el esclavo
que representaba al muerto, otros dos esclavos y tres mujeres que llevaban
borrachos. Y primero los ahogaban para que sirviesen al cacique en el otro siglo.
Amortejábanle con muchas mantas de algodón, con una máscara en la cara,
La propuesta original de identificar Monte Albán en los códices mixtecos (Jansen 1998) ha sido retomada
y ampliada con nuevas evidencias por Jansen, García Ríos y Rivera Guzmán en una ponencia presentada
durante la Mesa Redonda de Monte Albán (20 11 ). Dentro del Paredón hay también una cueva pequeña que
podría ser la referida en el Códice Tonindeye (Nuttall), p. 19.
34
Para una interpretación más detallada del arte de esta tumba, véase Jansen & Pérez 2009h: 65-78.
33
27
zarcillos de oro en las orejas, y joyas al cuello, y anillos en las manos y en la cabeza
una mitra. Poníanle una capa real, y así los enterraban en la sepultura, hueca, sin
echar tierra encima. Hacían cada año las honras en el día de su nacimiento y no en
5
el que moría." (Herrera: Década III, Libro III, Cáp. XIII)?
En cuanto a los restos óseos hallados en la Tumba 7, la conclusión del estudio anatómico
realizado por Daniel Rubín de la Borbolla fue:
"Los huesos humanos encontradas en la tumba 7 de Monte Albán forman una
osamenta muy irregularmente destruida y muy incompleta anatómicamente. Se
desconocen las causas exactas que motivaron ambos fenómenos, pero es posible
que hayan sufrido varios desenterramientos previos antes de su inhumación final
en Monte Albán y que en este proceso se destruyeran unos y perdieran otros. En
realidad se podría considerar la tumba 7 como un lugar accidental para este
enterramiento secundario." (Caso 1969: 303).
Los restos óseos de la Tumba 7 - generalmente incompletos y en mal estado de
preservación - pertenecen a por lo menos nueve individuos. Además hay algunos restos
óseos sueltos, a todas luces usados como artefactos: un cráneo decorado con mosaico y
cinco maxilares que probablemente formaban parte de máscaras bucales (Caso 1969: 6069). En la cámara principal de la Tumba 7 los conjuntos estaban separados por hileras de
piedras, que indican cierta cohesión conceptual. Caso dividía la tumba en seis "regiones",
siendo la primera región el fondo, es decir el extremo occidental, de la cámara, donde se
ubicaba, claramente en una posición central, un conjunto de huesos humanos denominado
"Esqueleto A": se trata de un conjunto relativamente completo de un solo individuo probablemente un fardo mortuorio- pero con algunos elementos óseos "intrusivos". Caso
lo identificó como "el más rico e importante" (Caso 1969: 122).
El doctor experto Rubín de la Borbolla identificó al "Esqueleto A" como "un esqueleto
muy incompleto y deteriorado, al que puede corresponder una calota osteopatológica"; se
trata en su opinión de un hombre adulto no mayor a 55 años de edad con una lesión en el
36
cráneo y huellas de artritis en algunos huesos. Esto llevó a Caso de proponer una
hipótesis interpretativa general de que el personaje sepultado ("Esqueleto A") "haya sido
un enfermo, que tenía un tumor en el cerebro, y que, por sus características craneanas,
probablemente era un demente, pues esto nos hace pensar que quizá fuera considerado
como la encarnación de Xolotl o dios de los monstruos, y se le atribuía un carácter
semidivino." (Caso 1969: 239).
Frente al Esqueleto A había dos alineamientos de piedra que delimitaban lo que Caso
llamó "la segunda región": allí estaban los restos fragmentarios de varios individuos (B,
C, y D): "Aparecen partes del esqueleto de un adulto masculino y del de un joven; así
Compárese la descripción detallada de Sahagún (Libro Ill, Apéndice, cap. 1), quien también menciona
que servidores acompañaban al rey para cuidarle y atenderle (hacer su comida y chocolate).
36
Rubín de la Borbolla sintetizó las opiniones de diferentes expertos acerca de la deformidad observada en
la bóveda craneana del Esqueleto A: "La lesión fue causada por la siembra hematógena de origen meníngeo,
de larga duración, de tipo tuberculoso, con un proceso osteítico deformante del tipo Piaget." (Caso 1969:
342).
35
28
como huesos de mujer, probablemente intrusivos" (Rubín de la Borbolla, en Caso 1969:
279). Se trataría de "huellas óseas de dos mujeres, una vieja y la otra joven" (Ibíd. 280).
El centro de la cámara, entre la hilera de piedras más oriental de la segunda región y las
regiones IV y V, lo llamó Caso: la tercera región. Aquí no se encontraron esqueletos pero
sí varios artefactos (entre ellos objetos de jade y oro); puede haber sido un espacio para
realizar actividades rituales. Hubo además varias piedras grandes sueltas contra la pared
norte y una hilera de piedras en forma de semicírculo contra la pared sur de la tumba.
La cuarta región es la esquina noreste de la cámara, donde se encontró otro conjunto de
huesos, el llamado "Esqueleto N", ya demasiado desintegrado e incompleto para poderlo
interpretar.
La quinta región es la esquina sureste de la cámara. Allí, dice Caso (1969: 226): "había
unos cuantos huesos, pero no podía considerarse que formaran un esqueleto. En cambio
las joyas que se encontraron fueron muy ricas."
La sexta región es el "umbral" (el paso entre antecámara y cámara) y la antecámara (en la
parte oriental de la tumba). La antecámara contenía los restos óseos de por lo menos 4
individuos, más el cráneo decorado y los maxilares de hombres adultos. Rubín de la
Borbolla caracteriza este conjunto como "un gran hacinamiento óseo" (Caso 1969: 275).
Con excepción del "Esqueleto A", los restos muestran ninguna posible relación
anatómica, sino son "montones de huesos" en una configuración de aspecto incompleto y
caótico. Esta situación es indicativa de entierros secundarios, concretamente como
contenidos de Fardos Mortuorios o Envoltorios Sagrados. Específicament37e en la cultura
postclásica mixteca los Envoltorios Sagrados están bien documentados. Un elemento
que apunta en la misma dirección de un uso ritual, conmemorativo y tal vez hasta
38
visionario, es la presencia de algunos fémures cortados y pintados (Caso 1969: 60-62).
Podemos comprender la diferencia entre la Tumba 7 de Monte Albán y la Tumba 1 de
Zaachila por un documento de la época colonial temprana, el Códice Vaticano A (p. 46
v ) 39 , que exp 1'ICa:
"La nación mixteca, zapoteca y mixe, hacían esta [fiesta] a sus difuntos casi al
modo que la nuestra hace los honores a los muertos, y ponían un monumento [¿una
tumba?] cubierto con paño negro y alrededor mucho de comer.
Ya que tratamos aquí de los muertos, será bueno poner el modo que tenían para
enterrar sus muertos, el cual era al modo nuestro, los pies hacia el oriente, en una
sepultura, extendidos. Después que los cuerpos eran comidos, excavaban los huesos
y los metían en otro lugar, como los osarios que se usan en las iglesias o
cementerios de nuestra España: eran construidos de modo muy pulido en los
cementerios de las iglesias. "
Podemos caracterizar las Tumbas 1 y 2 de Zaachila entonces como sepulturas primarias;
los individuos fueron sepultados allí de manera extendida. La Tumba 7 conforma más
Cf. Stenzel 1972; Jansen & Pérez Jiménez 2007b; Hermann Lejarazu 2008. Publicaciones de fondo sobre
ideas acerca de diferentes centros anímicos en el cuerpo humano: López Austin 1980 y Fowler 2004.
38
Feinman et al. (2010) documentan la ausencia (es decir extracción precolonial) de un fémur de una
sepultura en la Fortaleza de Mitla, y argumentan el uso de fémures como emblemas ancestrales.
39
Edición: Anders & Jansen 1996.
37
29
bien al "osario", donde se colocaban huesos excavados después de que los cuerpos
estaban consumidos. En este proceso se pueden haber perdido varios restos óseos.
Dos manuscritos pictóricos mixtecos de la época postclásica, el Códice Tonindeye
(Nuttall), pp. 81-82, y el Códice Iya Nacuaa II (Becker I), pp. 29-32, documentan de
manera gráfica tres fases en la preparación del cuerpo de un difunto: 1) el cuerpo, atado
como fardo, se seca en un armazón sobre un fuego, 2) la colocación de una máscara azul
(de turquesa) al fardo, con ropaje y tocado, 3) la separación (selección) del cráneo y de
40
algunos huesos, aparentemente en para ser colocados (como Envoltorio) en un "osario" .
Códice Tonindeye, pp. 81-82 (lectura desde la derecha hacia la izquierda)
Información adicional leemos en un proceso inquisitorial (de 1544) contra el cacique y
otros nobles mixtecos de Yanhuitlan en la Mixteca Alta, ahora un documento de41suma
importancia para conocer la religión precolonial de Ñuu Dzaui (el pueblo mixteco).
Allí se describe cómo los restos de la difunta esposa del gobernante habían sido
colocados en un "aposento oscuro" o "cueva", es decir probablemente un santuario
subterráneo o tumba. El gobernante había ordenado hacer una imagen funeraria (máscara)
para honrar su memoria; el cabello de la difunta había sido cortado y conectado a esta
imagen. En el mismo lugar estaban varias imágenes de deidades y Envoltorios Sagrados,
entre ellos el "ídolo del pueblo" llamado Quequiyo (Que-huiyo: "9 Caña", una persona
divina o Diosa del tiempo primordial). Como acto de veneración y culto los adorantes
sacaron su sangre (de acuerdo con la costumbre mesoamericana perforándose lengua,
oreja o miembro viril) y la esparcieron sobre hojas o plumas, hicieron sahumerios,
sacrificaron codornices y palomas, así como colocaron ofrendas de comida. El sepelio de
gobernantes podía incluir el sacrificio de personas para acompañar al difunto y servirle en
el Más Allá.
El texto del Proceso Inquisitorial y la descripción pictórica de las diferentes fases de
preparar el cuerpo del difunto como envoltorio en el Códice Tonindeye (Nuttall), pp. 8182, sugieren que la preparación de la máscara del difunto fue un momento importante en
Edición del Códice Tonindeye (Nuttall): Anders & Jansen & Pérez Jiménez (1992b ); edición del Códice
!ya Nacuaa I (Colombino) y II (Becker I): León-Portilla (1996).
41
Las actas de este proceso se conservan en el Archivo General de la Nación (AGN, Ramo de Inquisición
37, expedientes 5 y 7-11). Para un estudio de su contenido, véase Jansen & Pérez Jiménez (2007b); para la
publicación del texto, véase Sepúlveda y Herrera (1999).
40
30
todo el procedimiento funerario. Con este hecho podemos relacionar la presencia de un
cráneo decorado con mosaico de turquesa (Caso 1969: 62-69; Lám. IV). Se trata de una
pieza muy significativa, que llama la atención: se hallaba en el ángulo suroeste de la
antecámara de la Tumba 7, es decir cerca del "umbral" o paso que conecta ambas
cámaras. A menudo tales cráneos aislados son vistos como "cabeza-trofeo", pero cuando
s citados arriba sugieren más
no hay referencias claras a actos de guerra, los testimonio
42
difuntos.
Ancestros
los
a
bien una función dentro del culto
Cráneo con mosaico, Tumba 7 (Caso 1969)
Dos manuscritos pictóricos postclásicos, el Códice Tonindeye (Nuttall), pp. 81-82, y el
Códice lya Nacuaa II (Becker), pp. 6-9, documentan de manera gráfica la preparación del
cuerpo de un difunto, en este caso el Señor 12 Movimiento (hermano del famoso Señor 8
Venado de Tilantongo ), quien había sido asesinado en un temascal el día 11 Muerte. El
rito funerario comenzó el cuarto día después del fallecimiento: el día 1 Agua. Primero el
cuerpo, atado como fardo, se secó en un armazón sobre un fuego y respetó un lapso de
nueve días (1 Agua - 9 Movimiento), celebrando el encendimiento del fuego con una
ofrenda de codornices y piciete (tabaco) molido. Sesenta y tres días después de esta
"novena", el día 7 Flor (un día de carácter festivo y de buen augurio), diferentes personas
vinieron a rendir homenaje al difunto ofreciéndole codornices, chocolate, una túnica
ceremonial (xicolli), pulque y una cadena de flores. El rito incluía procesiones de
personas armadas al son de una orquesta de tambores, trompetas de calabaza, sonajas y el
pegar de caparazones de tortuga con cuerno de venado. Bajo la supervisión del rey 8
Venado se le puso una máscara azul (probablemente de mosaico de turquesa) al fardo,
con una túnica roja y el tocado de la Serpiente Emplumada. Además se le presentaron
pulque, chocolate, guirnaldas de flores y ornamentos preciosos en forma de mariposas (de
jade y oro). Posteriormente hubo otras ofrendas de codorniz, piciete, pelota de hule y
Compárese el cráneo decorado con escenas en relieve, que parecen referir a la comunicación con el Más
La
Allá (Sánchez Nava et al. 2011). Para esta dimensión ritual, véase también Marcus & Plannery (1994).
que
mientras
zapoteca,
religión
la
de
aspectos
varios
obra editada por De la Cruz & Winter (2002) presenta
De la Cruz (20070 ofrece una revisión y nueva síntesis. Paralelos importantes se encuentran en el arte maya
(Freidel & Schele & Parker 1993; Houston & Stuart & Taube 2006).
42
31
fuego al cráneo y algunos huesos, aparentemente en proceso de ser colocados como
43
Envoltorio en un osario.
Sabemos que en la época postclásica los gobernantes de los diferentes reinos de Ñuu
Dzaui fueron sepultados en una gran cueva en la Cumbre de los Cervatillos en el
territorio extenso del reino de Ñuu Ndaya (Chalcatongo), que fue venerada por todos los
señoríos de la región. El cronista dominico, Fray Francisco de Burgoa, describe que este
lugar era considerado como la puerta o tránsito para las "amenas florestas", a donde iban
las almas de los difuntos. Su entrada estaba solamente permitida a sacerdotes especiales;
a otros que intentarían entrar les esperaba la pena de muerte. Toda la circunferencia
estaba muy barrida y cubierta con variedad de flores, que se crían en las frescuras de la
montaña. Adentro hubo una dilatadísima cuadra, alumbrada por la luz de unas ventanas,
que se habían abierto en lo alto. Por los lados estaban bases, como urnas de piedras, sobre
las que hubo una gran cantidad de cuerpos, por orden en hileras, con ricas vestiduras y
variedad de joyas, de piedras preciosas y medallas de oro. Más adentro hubo otra
recámara con altarcillos a modo de nichos, en que tenían inmensidad de ídolos, de
diversidad de figuras y variedad de materias de oro, metales, piedras, madera y lienzos de
pinturas ... (Burgoa 1934, I: 338-340).
Esta descripción de la Cueva Fúnebre nos recuerda que tales sitios contenían muchos
materiales que se han perdido con el tiempo: flores, objetos de madera, vestidos, lienzos
y posiblemente códices. Además sugiere que se trataba de un santuario a nivel regional,
un lugar de culto a los Ancestros dinásticos, físicamente presentes como fardos o
envoltorios (cuerpos con vestiduras) colocados sobre altares (bases) de piedra, y
conectados con las Deidades ("ídolos"). Como era de esperarse, también los códices
mixtecos contienen referencias a este importante sitio: el Templo de la Muerte o la Cueva
Fúnebre (huahi cahi) cerca de la Ciudad de la Muerte, Ñuu Ndaya (Chalcatongo), donde
mora la Señora 9 Hierba, una Diosa de la Muerte y del culto a los ancestros. La
representación de la Señora 9 Hierba es similar a la de la Diosa Cihuacoatl y seres
44
divinos similares de los mexica. El santuario de la Señora 9 Hierba funciona como
marcador del Sur en la serie de los topónimos simbólicos de los puntos cardinales, que
concuerda con la posición geográfico del antiguo señorío de Chalcatongo en la Mixteca
Alta. 45
Aunque la Tumba 7 de Monte Albán es uno de los hallazgos más famosos y
emblemáticos de la arqueología mexicana, ha recibido relativamente poca atención
después de la obra magna del descubridor ( 1969). El intento más notable para avanzar en
la interpretación ha sido propuesto por Sharisse y Geofffrey McCafferty, quienes,
43
Cf. Jansen & Pérez Jiménez 2007a: 244-246.
Cf. Klein 1988, 2000.
45
El diccionario colonial de fray Francisco de Alvarado (Jansen & Pércz Jiménez 2009a) registra huahi
cahi como término para el sur; hoy vehe kihin significa una cueva asociado con poderes peligrosos
("diabólicos" en términos católicos). Hay muchas cuevas que son calificadas como tal. La representación
en los códices indica que se trata de un santuario específico para los difuntos. El Códice Añute (Selden), p.
7-IV, narra la visita de la Señora 6 Mono de Jaltepec a este lugar para pedir el apoyo de la Señora 9 Hierba:
allí el Templo de la Muerte (la Cueva) aparece combinado con la Ciudad de la Muerte (Chalcatongo) y el
Cerro del Venado (Cumbre de los Cervatillos), por lo que entendemos que se trata de la cueva del panteón
de los reyes mixtecos descrita por Burgoa -véase la identificación propuesta por Jansen y Pérez Jiménez
(por ejemplo 2007b: 185-188 y 2011: 311-318).
44
32
examinando los aspectos iconográficos y funcionales de Jos artefactos en un artículo en
Curren! Anthropology (1994), concluyen - a diferencia de Caso - que 46la persona
principal enterrada en la tumba, "Esqueleto A", probablemente fue una mujer. Esta idea
ha causado toda una controversia, pero hasta hoy no se ha podido comprobar ni refutar de
manera contundente. Coincido con los McCafferty que en el arte visual de la Tumba 7
hay referencias claras al ámbito de la mujer. Efectivamente es un dato importante que se
encontraron junto al "Esqueleto A" seis malacates o pezones para el huso (Caso 1969:
157-159), ya que en Mesoamérica son índices de actividad femenina por excelencia.
Dentro de su hipótesis, Caso los interpretó como elementos del tocado de una imagen de
Xolotl, pero esto es poco convincente.
Hamann (1997) ha elaborado más la hipótesis de los McCafferty y sugiere un lazo entre
la Tumba 7 y la Señora 4 Conejo de la dinastía mixteca de Teozacualco que vino a
casarse con el Señor 5 Flor de Zaachila. Como se verá a continuación, efectivamente hay
varias razones para suponer que hubo tal lazo.
Los McCafferty también observan correspondencias con la iconografía de la Señora 9
Hierba "Cihuacoatl" en los códices. De hecho proponen que la Tumba 7 fue el mero
Templo de la Muerte donde residía esta deidad. Aunque aquí tenemos una discrepancia
pienso que aquel Templo de la Muerte fue la Cueva Fúnebre en el Cerro de los
Cervatillos en el territorio de Chalcatongo (posiblemente el Yuku Kasa Ñuu Anima cerca
de Itundujia) - comparto totalmente la interpretación de la Tumba 7 como un santuario
47
(entre varios) de la Señora 9 Hierba, es decir de un sitio de culto para los ancestros.
La interpretación de la Tumba 7 como un santuario se ve reforzada por las agudas
observaciones de Middleton et al. (1998), que sugieren que fue un sitio de uso, en que
hubo múltiples entradas para realizar actos de culto. Lo mismo enfatiza Miller en su
estudio de las tumbas de Oaxaca ( 1995).
Todo parece indicar que la Tumba 7 no sólo fue un sitio de morada y descanso para los
espíritus de los difuntos, sino también - y en primer lugar -- un lugar de culto, para
conmemorar a y comunicarse con Jos Ancestros. Esto contexto ritual carga a los restos
humanos y a toda esta arte funeraria con una enorme emoción religiosa.
La comunicación con los difuntos.
Uno de los hallazgos más impresionantes de la Tumba 7 es un objeto de oro, en forma de
una cabeza humana con dos hombros: el ornamento ("pectoral") de oro con fechas (Caso
1969: 83 ss. Núm. 26). Tiene una altura de 11.5 cms., una anchura de 8.5 cms., un grosor
una clase
de 2 mms. y un peso de 112 grs. La forma con los dos hombros es típica de toda
48
de artefactos y tiene su paralelo en los objetos de metal de Centro-América. La forma
Véanse también Hamann (1997) y McCafferty & McCafferty (2003). El análisis general de Rubín de la
Borbolla forma parte de la gran monografía de Caso (1969: 279).
47
Sobre el culto celebrado en tal santuario nos infonna el Códice Yoalli Ehecatl (Borgia), pp. 29-30, en un
famoso capítulo sobre actividades en un centro ceremonial consagrado a Cihuacoatl. Edición del Códice
Yoalli Ehecatl (Borgia) con comentario: Anders & Jansen & Reyes García 1993; véase también Jansen
2002. Como ya observó Seler, el mencionado capítulo extenso de este códice religioso tiene un paralelo
resumido en la representación de un templo similar en el Códice Tonindeye (Nuttall), pp. 15, 17, 18, 19.
48
En un estudio agregado a la obra de Caso (1969), Dudley Easby analiza la tecnología de los artefactos de
metal, notando su alta calidad. Otro trabajo reciente sobre la metalurgia (Camacho-Bragado et al. 2005) ha
46
33
misma aparece en los códices mixtecos como característica del oro, junto con otro signo
similar- el cascabel de oro.
Pectoral de las fechas
El Códice Yuta Tnoho (Vindobonensis), p. 49, menciona a un ser primordial - un
hombre con cabeza de perro - que se caracteriza por estos ornamentos en combinación
con cascabeles de oro. Tiene su paralelo en otro hombre con cabeza de perro que se
caracteriza por los motivos de jade. Los dos aparecen también en una escena en el Códice
Tonindeye (Nuttall), p. 76, donde el Señor 8 Venado se encuentra con personas que han
sido cautivados y sacrificados, es decir donde entra en el Reino de los Muertos, antes de
49
llegar a entrevistarse con el Señor Sol. En este caso se trata de una personificación del
ornamento de oro: es el mismo ornamento que tiene rostro Allí aprendemos que el
nombre calendárico de cada uno es: Señor 7 Flor. Parece entonces que se trata de
gemelos o - dicho de otra manera - de un personaje o Espíritu de dos manifestaciones
(como un difrasismo) "Oro y Jade", es decir "Riqueza". El día 7 Flor se asocia
efectivamente con el brillo del sol, riqueza, fiestas, alegría. Caso observó correctamente
que este Señor "Perro" comparte atributos del Dios Quetzalcoatl-Ehecatl, la Serpiente
Emplumada que es el Remolino y por eso lo interpretó como un ser similar al Xolotl de
los mexica (que se pinta como un perro especial). Podemos identificarlo en el contexto
mixteco de manera precisa: Ta-ina, "Señor Perro", es "el Dios de la de los Mercaderes",
demostrado la contribución original de los orfebres mixtecos, quienes mejoraron las técnicas introducidas
desde el sur (Costa Rica Panamá - Colombia- Norte del Perú). Caso los interpretó como pectorales.
Efectivamente pueden haber sido usados como tales, a la vez pueden haber sido usados como adornos de
vestido o quizás para sujetar un vestido o una cobija de algodón (conocida como tilmatl el náhuatl),
introduciéndose como una especie de botón o nodo, pasando por dos aperturas u ojales de dos pedazos de
tela y así juntándolos.
49
Cf. Anders & Jansen & Pérez Jiménez 1992a: 88-89, así como Jansen & Pérez Jiménez 2007a: 237.
34
50
según la Relación Geográfica de Mixtepec y de Putla. La forma del ornamento lleva
entonces la connotación de la presencia espiritual del Dios Toina.
Al&
®
Códice Yuta Tnoho, p.49
-....
Códice Tondindeye, p. 76
El ornamento de oro Número 26 se halló en la antecámara cerca del paso entre ambas
cámaras, como un objeto colocado en acto de ofrenda ante la cámara principal de la
tumba. Pero, desde Juego, no sabemos hasta qué punto la distribución de los objetos
colocados en la tumba ya fue alterada en la época precolonial.
La cabeza lleva un impresionante tocado, que Alfonso Caso correctamente comparó con
el tocado de la Señora 3 Pedernal en el Códice Tonindeye (Nuttall), p. 14. Algo similar
ostenta el Envoltorio del Señor 12 Movimiento al ser venerado en el Códice Tonindeye
(Nuttall), p. 82. Este tocado o penacho está compuesto en forma de una Serpiente
Emplumada. En la iconografía postclásica tal elemento puede señalar el nombre, título
y/o nahual (animal compañero) del personaje. Probablemente identifica a un hombre en
función sacerdotal, quien tuvo el nombre y el poder de este importante ser divino. La
Serpiente Emplumada, llamada Quetzalcoatl entre los mexica y Coo Dzavui (Koo Sau),
"Serpiente de la Lluvia", entre los mixtecos es una metáfora del Remolino como ser
creador y un importante nahual. Es el protagonista de la historia de la creación en el
1
Códice Yuta Tnoho (Vindobonensis), donde aparece como el Señor 9 Viento. 5
La preciosidad del penacho (con sus motivos de plumas de quetzal y rosetones de jade),
así como la presencia de orejeras elaboradas en forma de finas cabezas de serpientes, una
52
nariguera en forma de varita de jade y un collar con cuentas o cascabeles de oro, y con
Acuña 1984, I: 293, 313. Hay toda una serie de más pequeños ornamentos similares- también de oroque ostentan penachos similares pero cabezas de una deidad solar, mirando desde el pico de un ave, o de
otros seres como el Dios de la Lluvia, un jaguar y un tlacuache (Caso 1969: 93-94).
50
Cf. Jansen & Pérez Jiménez 2007a: Cáp. III, así como Witter 2011. El penacho de la Serpiente
Emplumada es también un atributo del Señor 4 Jaguar, rey tolteca, a quien he identificado como el
"Quetzalcoatl histórico" (.lansen & Pérez Jiménez 2007a; Jan sen 201 O)
52
El mismo tipo de nariguera en forma de varita preciosa lo lleva el Señor 7 Flor, el ornamento de oro
personificado en el Códice Tonindeye (Nuttall), p. 76.
51
35
una ave que cae en el centro (otra vez de oro), sugieren que se trata de un personaje de la
nobleza o familia real. La cinta que sostiene el penacho está decorado con un motivo de
grecas que en lengua mixteca se lee ñuu, "pueblo" y sugiere que se trata de un tocado
propio de la familia real.
El hombre tiene la mandíbula descarnada, por lo que Caso y otros lo han identificado
como un Dios de la Muerte (Mictlantecuhtli en lengua náhuatl). En los códices mixtecos
encontramos la mandíbula descarnada como un atributo de la Señora 9 Hierba
'Cihuacoatl', Dueña del Templo de la Muerte, pero también como índice de una actividad
o status específico de sacerdotes. Un ejemplo clave, ya mencionado por Caso, es el Señor
5 Lagarto (padre del Señor 8 Venado) en el Códice Tonindeye (Nuttall), p.25, donde,
como sacerdote con mandíbula descarnada realiza un autosacrificio ante un Envoltorio
53
Sagrado en el templo principal de Tilantongo.
Códice Tonindeye, p. 25: Sr. 5 Lagarto
Códice Tonindeye, p. 44: Sra. 9 Hierba
Probablemente el ornamento de la Tumba 7 refiere al mismo tipo de actividad ritual,
asociado con la Señora 9 Hierba, concretamente a un acto de comunicación con
Envoltorios Sagrados, que representan a los Ancestros. Lo realiza un sacerdote cuyo
nombre 1 título 1 nahual es 'Serpiente Emplumada'. El simbolismo de la serpiente
emplumada- como nahual arquetípico - a su vez remite a la práctica de comunicarse con
el "Otro Mundo" por medio de experiencias nahualistas y visionarias.
Podemos interpretar la mandíbula descarnada entonces como una representación gráfica
de "hablar con o por los difuntos". De hecho, cinco de tales mandíbulas han sido
encontrados cerca de este ornamento de oro en la antecámara de la Tumba 7 y contienen
huellas (perforaciones) de haber sido utilizadas como máscaras bucales (Caso 1969: 63).
En un punzón grabado de la Tumba l de Zaachila vemos una mujer sentada, con la mandíbula
descarnada, de donde sale la voluta del habla (Gallegos 1978: 86). En el Códice Yuta Tnoho
(Vindobonensis), pp. 15-14, vemos cómo los que atienden y rinden homenaje a la Señora 9 Hierba son
sacerdotes con mandíbulas descarnadas y con algodón en la oreja. Posiblemente los hilos de oro que
del personaje en el ornamento de oro de la Tumba 7 representen algodón y remiten
cuelgan de las oreja~
al mismo detalle de los atavíos rituales.
53
36
Maxilares de la Tumba 7
Códice Yuta Tnoho, p.l4: sacerdotes de Sra. 9 Hierba
También se han encontrado dentro de la Tumba 7 algunos perforadores de hueso,
similares al objeto usado por el Sr. 5 Lagarto en el códice para perforar su oreja y
ofrendar su sangre. Fémures cortados y cráneos pueden haber funcionado como
4
"instrumentos de percusión" durante una velada para generar visiones. 5
Otro artefacto de función ritual relacionada es una calabaza de oro, del tipo usado por
sacerdotes para conservar piciete (tabaco alucinógeno: nicotiana rustica), usado para
55
purificar el ambiente, y también para provocar un trance visionario.
Todo esto sugiere que el ornamento de oro registra y fecha un acto real de culto a (y
comunicación con) los Envoltorios de los Ancestros, que efectivamente se llevó a cabo en
la Tumba 7, y a la vez lo marca de manera simbólica. La presencia de varias mandíbulas
en la Tumba 7 sugiere que el acto ritual referido fue repetido allí mismo varias veces.
El ornamento de oro mismo contiene una fecha, que probablemente es la que corresponde
al día en que este acto ritual se llevó a cabo por primera vez. En su hombro derecho (a
mano izquierda para el espectador) está el signo del portador del año (que se asemeja a
una A y una O entrelazadas: un rayo de sol encadenado) rellenado con la máscara del
Dios del Viento, es decir el día 'Viento' (posición II en el ciclo de los 20 días). La cara
del signo 'Viento" mira hacia la derecha (para nosotros), lo que sugiere que esta es la
dirección de la lectura: primero el hombro derecho, luego el hombro izquierdo. Este
signo del año 'Viento' está rodeado por 10 puntos, de modo que debemos leerlo como
"Año 1O Viento". Tal año no pertenece a la bien conocida cuenta mixteca (y mexica) de
los años, según la cual los portadores de los años son los signos Caña, Pedernal, Casa y
Conejo (posiciones III, VIII, XIII y XVHI en el ciclo de los 20 días). El año 'Viento'
pertenece a otra cuenta (que ocupa los días que corresponden a las posiciones II, VII, XII
Tal ceremonia es representada en el Códice Yuta Tnoho (Vindobonensis), p. 24. Por su parte, el Códice
Tonindeye (Nuttall), p. 82, y su paralelo en el Códice Iya Nacuaa II (Becker 1), p. 6, contienen una imagen
de la selección y preparación de cráneo y fémur como un conjunto de elementos rituales. Otra combinación
diagnóstica es la de cráneo y caracol (cf. Jansen, en Sánchez Nava et al. 2011 ): un caracol formaba parte de
la ofrenda depositada sobre la Tumba 7 (Caso 1969: Lám. III). Escenas rituales, como las del Códice Yuta
Tnoho (Vindobonensis), pp. 20, 18, 16, 13, 11, demuestran el uso del caracol en actos ceremoniales.
55
Véase la identificación de Caso (1969: 123 y Lám. XXI) y compárese mi interpretación de la urna clásica
mixteca ("estilo ñuiñe") de la Tumba 5 de Cerro de las Minas, Huajuapan (Jansen 2002; .Jansen & Pérez
Jiménez 2007a: 61-63). La calabacita o buJe para el piciete molido es un atributo de sacerdotes: códice
Añute (Selden), p. 2-I. Las hojas entrelazadas del piciete forman el cuerpo de la Diosa Cihuacoatl en el
Códice Yoalli Ehecatl (Borgia), p. 29 ss., y a la vez conforman el signo para autosacrificio y vigilia
(náhuatl: nezahualli) en combinación con esparcir el polvo del piciete e incensar copa!, en el Códice Añute
(Selden), p. 5-II. El Hueso 203j de la Tumba 7 (Caso 1969: 193-194; Fig. 189) muestra un motivo muy
similar en combinación con ojos (posiblemente en referencia a la vigilia).
54
37
y XVII en el ciclo de los 20 días). Esta cuenta está documentada por los códices
cuicatecos (llamados "Porfirio Díaz" y "Fernández Leal") y por los códices de Azoyú
(Estado de Guerrero) en la época postclásica y colonial temprana, pero también por las
56
inscripciones clásicas zapotecas.
En el hombro izquierdo (a mano derecha para el espectador) está otro signo de un
portador del año, esta vez rellenado con el signo Casa (posición III en el ciclo de los 20
días), rodeado por 11 puntos, es decir: "Año 11 Casa", un año que sí pertenece a la bien
conocida cuenta mixteca (y mexica). Además el signo del año lleva a los dos lados de su
parte superior ojos decorados con plumas, un motivo que se presenta también en Jos
códices mixtecos y que se explica por la homonimia de "ojo" y "en" (ambos: nuu) en la
lengua mixteca. Este elemento garantiza la lectura mixteca del signo como nuu cuiya, "en
57
el año", lo que nos documenta la presencia de la lengua mixteca en la Tumba 7.
En medio de los dos portadores, directamente frente al signo 'Viento' está otro elemento
calendárico: 2 Pedernal. Esto ha de ser el día a que se refiere todo este texto cronológico.
No hay otro, de modo que la lectura más probable es que se trate de un mismo día (2
Pedernal) en dos modos de contar los años, como ya dijo Alfonso Caso (1969: 92).
Recordemos que los portadores de los años forman su propio ciclo de 52 años. Después
de haberse completado esta rueda, se repetían todas las fechas en su secuencia cíclica fija.
Aquí estamos entonces ante la posición de un día en dos ciclos distintos de los 52
portadores de los años. Los portadores 1O Viento y 11 Casa son días consecutivos, lo que
sugiere que en realidad estos dos modos de contar los años solamente diferenciaban un
día: en otras palabras, las ceremonias de iniciar el año en Jos dos sistemas se celebraban
en días consecutivos.
El fechamiento en dos cuentas calendáricas, entonces contiene una especie de correlación.
Hubo comunicación con los Envoltorios Sagrados de los Ancestros el día 2 Pedernal del
Año 1O Viento de la cuenta zapoteca, que corresponde al Año 11 Casa de la cuenta
mixteca. Por esta referencia el ornamento de oro se identifica como una obra con validez
para dos sistemas temporales, es decir nos documenta la presencia de dos entidades
lingüísticas, culturales, étnicas y políticas. Por el contexto geográfico inmediato, las dos
cuentas calendáricas han de ser las de los zapotecos (portador 'Viento') y de los mixtecos
(portador 'Casa').
Hay una importante asociación simbólica del día 2 Pedernal con la muerte (es decir con
los Ancestros): el Señor de la Noche asociado al día 2 Pedernal es el Dios de Jos Muertos
(Mictlantecuhtli). El día 2 Pedernal es además 6 días después del día 9 Hierba, que remite
a la Señora 9 Hierba, guardiana divina de los reyes mixtecos sepultados en la gran cueva
funeraria de Chalcatongo. De la misma manera 2 Pedernal cae 7 días antes del día 9
Serpiente, asociada con la Señora 9 Caña, la Fuerza Divina de las Puntas de Flechas y de
los Cuchillos, que encontraremos más tarde en nuestra investigación.
El Año 11 Casa, día 2 Pedernal, registrado en este famoso ornamento de oro de la Tumba
7, fue la fecha de la ceremonia funeraria para el Señor 12 Movimiento, el medio hermano
Para una explicación del funcionamiento del calendario mesoamericano antiguo, véase otro estudio
fundamental de Caso (1967), así como la obra fundamental de Nowotny (1961 ). Urcid (2001, 2005) explica
el calendario zapoteco clásico. Edición de los códices cuicatecos con comentario: Van Doesburg 2001. Para
el Códice Azoyú, véase el estudio de Gutiérrez Mendoza (en: Jansen & Van Broekhoven 2008).
57
Cf. Jansen & Pérez Jiménez 2011: 22-29.
56
38
58
del gran rey Señor 8 Venado, después de que fue asesinado en un temascal. Según el
Códice Tonindeye (Nuttall), p. 82, este fue el día en que fue preparado su Envoltorio y en
que le fue colocada su máscara funeraria de mosaico de turquesa, con ofrendas de pulque,
cacao y guirnaldas de flores. El Señor 8 Venado mismo supervisó los actos rituales. Este
Año 11 Casa corresponde a 1101 d.C. y el día 2 Pedernal, según la correlación más
aceptada, caería en el 11 de octubre de ese año (juliano).
La escena paralela en el Códice Iya Nacuaa ll (Becker 1), pp. 8-9 agrega otros detalles de
los actos rituales relacionados con la muerte del Señor 12 Movimiento. Inspeccionando
bien la representación notamos que no se trata de la ceremonia del entierro mismo, sino
de un ritual organizado después, frente a un Templo Precioso (que contiene jade en su
base y discos en el techo y en el muro del patio, que lo identifican como un edificio de la
realeza). Dentro de este templo está un Envoltorio Sagrado, probablemente el Envoltorio
conmemorativo del mismo Señor 12 Movimiento.
Códice Iya Nacuaa ll, p. 9: santuario donde se colocó el Envoltorio del Sr. 12 Movimiento
El templo a su vez está asociado con tres signos toponímicos: 1) Monte de la Luna, de
donde emanan volutas del habla, 2) Lugar donde Surge el Espíritu (Ñuhu) Sin Rostro, y 3)
Monte de la Serpiente de Fuego, de donde emanan volutas del habla. Las volutas pueden
indicar que se trata de dos montes famosos o de oráculos (o de ambos). Los dos montes
coinciden con puntos de la geografía de Monte Albán, tal como la presenta el Códice
Tonindeye (Nuttall), p. 19. El Monte de la Luna es una representación alternativa bien
establecida del Monte de Carrizo, en mixteco Yucu Yoo (siendo yoo tanto "luna" como
'carrizo"), llamado Acatepec en náhuatl, en la parte norte de Monte Albán. El Monte de
la Serpiente de Fuego parece referir a una cueva en el Paredón, la parte sur de Monte
Para el contexto, véase Jansen & Pérez Jiménez 2007a: 243-246. El Códice Tonindeye (Nuttall)
menciona el día 2 Pedernal de manera aislada, sin indicar el año, pero éste se reconstruye a base del
contexto. Los eventos anteriores se sitúan en el Año 1O Pedernal (11 00 d.C). Se mencionan los días 8
Águila (día 37 después del portador de aquel año), 11 Muerte (día 248), que es el del asesinato, 1 Agua- 9
Movimiento (días 251-259), que son los nueve dfas del primer luto, 7 Flor (día 322) que es el de la primera
parte del ritual. El día 2 Pedernal es 138 días después del día 7 Flor, de modo que ya no puede formar parte
del Año 1O Pedernal, sino que debe caer en el año siguiente, 11 Casa: de hecho es el día 95 después del
portador de aquel año. Después, el Señor 8 Venado inicia su "campaña de castigo" el día 12 Mono (día 248)
del Año 11 Casa, exactamente 365 días después del asesinato.
58
39
Albán. El Lugar donde Surge el Espíritu (Ñuhu) Sin Rostro puede ser una referencia a un
59
sitio donde se manifiestan los Ancestros. Todo esto indica que el Envoltorio del Sefíor
12 Movimiento fue depositado y venerado en una tumba en Monte Albán. El ritual que se
describe en los códices por una parte tiene como objetivo honrar su memoria, por otra ya
es la preparación de un acto de guerra que el Sefíor 8 Venado realizara posteriormente
contra quienes declaró culpables del asesinato. A ocasión de esta ceremonia se
una serie de joyas, especialmente en forma de
depositaron allí - ante el templo
mariposas. En el Códice Tonindeye (Nuttall) el Envoltorio del Sefíor 12 Movimiento
lleva como tocado el mismo penacho de Serpiente Emplumada que aparece en el
ornamento de oro de la Tumba 7.
Una correspondencia tan precisa en cuanto a las fechas y sus elementos contextuales no
puede ser casualidad. Debemos concluir que el ornamento de oro en la Tumba 7 remite a
la ceremonia funeraria del Sefíor 12 Movimiento.
Un fechamiento preciso del artefacto deberá clarificar en el futuro sí se trata de un
artefacto contemporáneo a aquellos eventos, es decir una obra encargada por el Sefíor 8
Venado mismo, o sí es un objeto conmemorativo de fecha posterior, cuyo depósito debía
establecer una relación intertextual directa con aquel evento. En ambos casos el
ornamento de oro remite a un momento dramático de la epopeya del mitificado Sefíor 8
Venado. Hay que tomar en cuenta que la vida de este famoso rey mixteco fue
determinada por las influencias de la Sefíora 9 Hierba (Chalcatongo) y la Sefíora 9 Cafía
(Tonalá), deidades que juegan también un papel importante en los textos pictográficos de
la Tumba 7 (Jansen & Pérez Jiménez 2007a). La presencia de un ornamento de oro
explícitamente relacionado con la ceremonia funeraria del Sefíor 12 Movimiento sugiere
que el lugar donde se depositó el Envoltorio Sagrado de este personaje histórico fue
precisamente la Tumba 7 de Monte Albán. Esto no es de extrafíarse: la madre del Sefíor
12 Movimiento, la Sefíora 9 Águila, perteneció a la "Dinastía de Xipe", es decir a la
familia &obernante de Zaachila (que en aquella época controlaba el área de Monte
Albán). 6
Queda como pregunta sí algún resto óseo podría identificarse como perteneciente a este
Sefíor 12 Movimiento, procedente de Tilantongo, medio hermano del Sefíor 8 Venado.
Conocemos con precisión las fechas de su vida: nació el Afío 7 Casa (1 045 d. C. en la
correlación de Rabín) y murió el Afío 11 Casa (11 01 d.C.). Llegó por eso a la edad de 55
afíos, por lo que podría corresponder al "Esqueleto A", según lo analizó Rubín de la
Borbolla, pero faltan confirmaciones de la antropología física moderna.
Es interesante recordar que el Sefíor 12 Movimiento fue el hijo primogénito del Sefíor 5
Lagarto, quien fue el sumo sacerdote de Tilantongo, cuyos actos rituales incluían, según
el Códice Tonindeye (Nuttall), p. 25, precisamente el "hablar con o por los Ancestros
difuntos". La forma y el material del objeto son una manifestación (y evocan la presencia
espiritual) de Taina, el Dios de las Riquezas. Con esto el artefacto se autodefine como
una ofrenda preciosa con poder religioso.
Para la identificación de estos sitios como parte de Monte Albán, véase Jansen 1998. El Espíritu (Ñuhu)
Sin Rostro es uno de los títulos de los seres primordiales en el Códice Yuta Tnoho (Vindobonensis), p. 34.
60
En el Códice Tonindeye (Nuttall), p. 42, la Señora 9 Águila tiene la característica pintura facial de la
Dinastía de Xipe, tal como aparece en los pp. 33-35 del mismo códice.
59
40
El protagonista de la imagen se identifica por su penacho con la Serpiente Emplumada
(Señor 9 Viento 'Quetzalcoatl') y por la mandíbula descarnada con la Guardiana de los
Ancestros (Señora 9 Hierba 'Cihuacoatl'). Esta combinación no es extraña, sino más bien
tiene un valor simbólico profundo: los mismos atributos caracterizan a la Pareja
Primordial - Señora 1 Venado y Señor 1 Venado - en el Códice Yuta Tnoho
61
(Vindobonensis), p. 51. Se trata de la conexión de la creatividad, artisticidad, piedad y
visión sacerdotal (9 Viento) con la fuerza y la sabiduría de los Ancestros (9 Hierba). En
resumen: el ciclo de culto, la unión de vida y muerte, que nos llega como herencia de
Nuestra Abuela y Nuestro Abuelo, la Primera Pareja. Lo que Clarissa Pinkola Estés
denomina "vida-muerte-vida". A la vez se connota el difrasismo "noche y viento" (yoalli
ehecatl en náhuatl) que es la referencia al misterio, a la esencia de los poderes divinos
mismos.
El Códice Tonindeye (Nuttall), p. 82, indica que el penacho corresponde al Envoltorio
Sagrado del Señor 12 Movimiento, de modo que el personaje en el ornamento de oro
puede ser él mismo, como persona con quien se comunica y quien habla a nosotros.
El Árbol de la Dinastía
Se encontraron en la Tumba 7 más de cuarenta huesos grabados de animales - en su
62
mayoría de jaguar y algunos de águila - que han sido grabados con motivos o, en
algunos casos, escenas completas en el mismo estilo y de acuerdo con las mismas
convenciones iconográficas que las de los códices mixtecos postclásicos. De hecho varios
de ellos son verdaderos códices en miniatura, grabados con admirable precisión y
maestría. También en cuanto al contenido varios elementos en los huesos grabados
remiten a la historia mixteca.
Los huesos de jaguar labrados generalmente tienen puntas en sus dos extremos y por eso
se asemejan a la forma de un "machete" para tejer (o "plegadera"), artefacto que aparece
a menudo en las manos de las damas en los códices. Por esto la forma por lo menos
connota una referencia al ámbito de acción femenina, así como asociaciones con el
simbolismo y la creatividad del tejido. Por otra parte la forma puntiaguda puede referir al
uso posible en rituales de autosacrificio, en que tales objetos se pasaron por perforaciones
hechas con punzones, para aumentar el derrame de sangre y a la vez bañar los textos
63
grabados en esa misma sangre, como para darles más vida, fuerza y valor.
En verdad los huesos grabados son textos, discursos. Podemos afirmarlo por la presencia
de elementos del discurso ceremonial que conocemos también de los códices y además de
la tradición oral de hoy día. Muchas veces las áreas de las puntas de los huesos han sido
marcadas y separadas de la escena que cubre la mayor parte del hueso. En tal caso se ve
en estas puntas algún signo especial. Con frecuencia es la cabeza de un lagarto. Como el
lagarto es el primero de los veinte signos del calendario postclásico del Centro y Sur de
México, podemos interpretar su presencia aquí como índice de la cuenta de los días
(Náhuatl: tonalpoalli) o del principio del tiempo en general. El lagarto remite a
61
asociaciones simbólicas, véase Jansen & Pérez Jiménez 2007b: Cáp. VI.
Para esta~
Véase el estudio arqueo-zoológico de Manelik Olivera Martínez.
63
El autosacrificio es uno de los actos más característicos del culto mesoamericano, cf. Anders & Jansen &
Reyes García 1991:75 ss.
62
41
Cipactonal, el personaje primordial que creó el calendario y actúa como el arquetípico
sacerdote que cuida y explica el calendario (Náhuatl: tonalpouhqui, "contador de los
días").
Signos alternativos en esta posición son (a) la cabeza del quetzal, que evoca asociaciones
con la nobleza y el arte, (b) la cabeza de una águila con una voluta del habla o del canto o
(e) una cabeza humana con tal voluta - ambos signos connotan un discurso noble e
importante en que se enmarca la escena central y principal del hueso labrado.
Estos huesos grabados se encuentran dispersos por la cámara, el umbral y la antecámara.
Como no sabemos cuándo ni cómo fueron colocados, no podemos derivar conclusiones
claras de la posición de estos huesos grabados dentro de la Tumba 7, aunque que algunos
casos ésta es sugerente.
Directamente en frente del "Esqueleto A" se encontraba un hueso grabado: el Hueso 215
(Caso 1969: 196; Fig. 195). Su posición central da un significado extra a su temática.
Hueso 215 (Caso 1969)
En vista de la mirada de los personajes, la dirección de la lectura es desde la derecha
hacia la izquierda. El relato entonces comienza con un edificio. En el techo vemos un
plumón que generalmente caracteriza objetos o gentes como consagrados a determinado
poder divino; como signo parece transmitir el término mixteco ii, "sagrado, delicado". En
la banda encima de la puerta vemos un motivo decorativo en forma de conchas. Bandas
similares con discos (pintados o como mosaicos de piedra) son el signo por excelencia de
64
En el Códice Yuta Tnoho (Vindobonensis) aparecen también
un palacio (aniñe).
edificios similares, que por el contexto han de ser templos. Dentro de la apertura de la
puerta está el signo de jade, que califica a este edificio como muy precioso. El edificio
está encima de una plataforma con una escalera, en la pictografía generalmente una
característica de templos ("pirámides"). La plataforma contiene un tablero con grecas,
que en mixteco se lee ñuu, "pueblo" (Smith l973a). En su conjunto podemos interpretar
este edificio como un templo precioso, el edificio principal del pueblo.
Frente al templo está sentado un adorante que lleva en la mano una bolsa de copa! y un
conjunto de dos punzones (uno de hueso y otro de maguey) y que está hablando. Por su
collar, su tocado de plumas y sus sandalias se trata de alguien de la nobleza. La bolsa y
Jos punzones le caracterizan como una persona en función sacerdotal. Su discurso, por
eso, ha de ser un rezo.
El noble adorante sigue a un personaje central con la cabeza de Taina, "Señor Perro", el
Dios de la de los Mercaderes y de las Riquezas, que lleva un tocado de plumas ricas. Este
personaje divino agarra una codorniz, que es el ave característica de las ofrendas.
64
Para la identificación véase Batalla Rosado 1997.
42
Además tiene colocado en el suelo un plato con una cabeza con un corazón y una concha
iso de entregarse con toda
encima- probablemente se trata de una plegaria, un comprom
65
la cabeza (dzini), todo el corazón (ini) y toda la fuerza (yee).
se
El destinatario de toda esta ofrenda y las plegarias que la acompañan es un árbol que
la
El
).
alargado
l
horizonta
marco
el
en
ción
inclina (tal vez por razones de la composi
sugiere
hueso
el
en
escena
La
ya.
cima está un ave, de cabeza calva tal vez una guacama
que el adorante expresa su veneración a través del poder divino del tesoro. Toina mismo
da, o más bien, personifica la ofrenda: el Espíritu del tesoro habla por el rey al Árbol.
la
Recordemos que Toina es también el ornamento (pectoral) de oro que se depositó en
Tumba 7. El ave en la cima del árbol establece un paralelismo con los árboles
direccionales en los códices del Grupo Teoamoxtli (Borgia), pero también con las
representaciones del árbol sagrado (cruciforme) en el relieve sobre el sarcófago del rey
Pacal en el Templo de las Inscripciones así como en relieves mayas similares de la época
66
ad
clásica en Palenque. El árbol en el contexto funerario parece simbolizar la continuid
una
ser
de la vida y de la dinastía real. La ofrenda al árbol, por lo mismo, parece
invocación de Ancestros del propio linaje. El ave representa entonces el oráculo que este
árbol, es decir, este emblema de los Ancestros, transmite al adorante.
El Templo Precioso en el Hueso 215, donde un adorante se dirige al Árbol de Origen,
se
ocupando al Espíritu de Riqueza (Toina) como intermediario, es decir el sitio donde
realiza este acto, ha de ser la misma Tumba 7.
Un conjunto relativamente grande de huesos grabados (números 200, 201, 202, 203a-l)
la
acompañaba directamente al "Esqueleto A". Entre estos hay dos que clarifican
nacen
que
en
escenas
hay
ambos
En
200.
importancia del Árbol: Hueso 203i y Hueso
personas del Árbol, lo que es un evento importante en la época primordial de la historia
mixteca.
un
En el Hueso 203 i (Caso 1969: 192; Fig. 185) vemos un árbol espinoso, claramente
37,
p.
pochote. Esto es un paralelo directo con el Códice Yuta Tnoho (Vindobonensis),
en
donde los Fundadores de las dinastías mixtecas nacen de la Gran Madre Pochote
A"
to
"Esquele
al
junto
colocado
estaba
Apoala. El hecho que el hueso en cuestión
establece una relación entre este individuo y la narrativa acerca del origen de las dinastía
mixtecas.
La escena está compuesta de manera vertical, siendo la dirección de la lectura desde
abajo (la izquierda) hacia arriba (la derecha). Podemos leer el texto pictórico en los
siguientes términos:
"El quetzal canta (o: "Éste es el noble canto").
En las fauces de la tierra
Está firmemente arraigada, y llena de fuerza,
La ceiba espinosa, que se abre.
Ella es la divina Madre Primordial, que da origen
Al sagrado Señor 7 Flor 'Quetzal ',
Que tiene su punzón en la mano (signo de piedad).
65
66
La concha en mixteco se lee yee, que es un homónimo de yee, "fuerza".
Véase la discusión de este simbolismo en Jansen & Pérez Jiménez 2007b, cap. VI.
43
El Señor Perro, Toina, Espíritu de la Riqueza, canta.
Entre jades y plumas ricas
Está firmemente arraigada, y llena de fuerza,
La ceiba espinosa, que se abre.
Es el divino Padre Primordial, que da origen y vida (ojo y habla)
A la sagrada Señora 9 Caña,
Que tiene su punzón en la mano (signo de piedad)."
El ave quetzal que mira por su espalda es un antiguo ícono que remonta a la época clásica
de Teotihuacan, y por lo mismo ha de connotar una nobleza antigua. Su paralelo en el
texto es la cabeza de un perro, similar al Xolotl de la iconografía mexica, pero en el
contexto mixteco aparece como un poder primordial asociado con oro y jade: Toina,
"Señor Perro", Dios de los mercaderes y de la riqueza.
La mujer desnuda y el hombre desnudo aparecen también como los primeros que salen
del Árbol de Origen en el Códice Yuta Tnoho (Vindobonensis), p. 37, y que parecen
representar un título como "Madre Primordial, Padre Primordial".
Los personajes mencionados en el Hueso 203i, el Señor 7 Flor y la Señora 9 Caña,
aparecen también como personajes importantes de la época primordial en el Códice Y uta
Tnoho (Vindobonensis), p. 33, donde se registra el relato del Árbol de Origen, la Madre
Ceiba de Apoala. El Señor 7 Flor es un príncipe precioso, un Dios solar, que aparece
junto con Toina en la ceremonia de fundación de un reino el Códice Yuta Tnoho
(Vindobonensis), p. 18. La Señora 9 Caña es la misma que el "ídolo del pueblo" llamado
Quequiyo, un envoltorio sagrado venerado en un subterráneo, que aparece en el proceso
inquisitorial contra el cacique de Yanhuitlan. La misma Señora 9 Caña aparece en otro
hueso grabado de la Tumba 7 (Hueso 174a), que interpretaremos con más detalle en un
párrafo posterior.
Hueso 203i (Caso 1969)
44
Sra. 9 Caña en Hueso 203i y Hueso 174a
Otra escena en que nacen personas de un árbol se ve en el Hueso 200 (Caso 1969: 197,
Láms. XXXVI y XXXVII). Este hueso tiene forma de un perforador para el
autosacrificio y estaba colocado cerca del "Esqueleto A". Al inicio de la escena está un
signo del año (en mixteco: cuiya) con ojos (en mixteco: nuu), lo que se lee en mixteco
como nuu cuiya, "en el año". No se distingue el día portador del año, pero es probable
que fuera 1 Caña, que con frecuencia acompaña escenas de fundación o de la época
primordial. La fecha se debería leer entonces como "en el inicio de los tiempos". Luego
sigue el signo de las fauces abiertos de lagarto, que simboliza la tierra. De ahí crece un
árbol con espinas- es decir un pochote- calificado por una cara humana y una camisa
triangular (quechquemitl) como una mujer, es decir como Nuestra Gran Madre, de
manera similar a la representación del Árbol de Origen en el Códice Yuta Tnoho
(Vindobonensis), p. 37. Del árbol nace, conectado a él por un cordón umbilical, un
hombre con las manos levantadas en alto e identificado por la cabeza de un animal en su
45
frente. Detrás de él, separados por un signo de año, hay seis señores más, sentados.
Tienen la mano derecha levantada y extendida (casi tocando la espalda de la persona
sentada antes) - una convención pictórica que expresa acuerdo o disposición positiva
para realizar algún trabajo encargado o algún compromiso. A la vez tienen el brazo
izquierdo doblado enfrente de sí, lo que señala respeto y obediencia.
en el
Este grupo de siete hombres que nace de un Árbol de Origen tiene su paralelo
67
Achiutla.
en
Códice Añute (Selden), p. 2- en ese caso se trata de una Ceiba
Hueso 200 (reconstrucción en dibujo, Caso 1969)
La Guerra contra los Hombres de Piedra
Los casos analizados arriba demuestran la presencia de temas mixtecos en el conjunto de
la Tumba 7: el árbol de origen, Taina y el signo del año con ojos. Otros huesos grabados
también refieren a la época primordial de la historia mixteca, concretamente a la guerra
de los Fundadores (asociados con Apoala) contra los habitantes de la creación anterior:
los Hombres de Piedra. El Hueso 203b muestra los éxitos iniciales de los Hombres de
Piedra en esta guerra, mientras que el Hueso 174a muestra la victoria definitiva de la
Señora 9 Caña (la misma que nació del árbol en el Hueso 203i) sobre los Hombres de
Piedra. Estas escenas tienen su paralelo en el Códice Tonindeye (Nuttall), pp. 3 y 20.
Los Hombres de Piedra parecen representar a los Tay Nuhu o Na Nuhu, "Hombres o
Mujeres del Centro de la Tierra" mencionados por Fray Antonio de los Reyes en el
prólogo de su Arte en Lengua Mixteca (1593). Se trata de una población original que
había procedido del centro de la tierra (Anuhu, que significa también "abismo" e
"inframundo"). Podemos relacionar este tema narrativo con ideas actuales sobre gentes
que se tiraron al abismo y se convirtieron en piedras cuando salió el Sol por primera
68
vez.
Los señores procedentes de los árboles de Apoala vencieron a los Hombres de Piedra.
Esta guerra aparece en el Códice Tonindeye (Nuttall), pp. 3 y 20: los Hombres de 69Piedra
atacaron a los Señores procedentes de Apoala, pero éstos se defendieron con éxito.
Edición del Códice Añute (Selden) con comentario: Jansen & Pérez Jiménez 2007b.
Jansen & Pérez Jiménez 2005: 133 ss.
69
Edición con comentario: Jansen & Pérez Jiménez 1992b. Para una descripción analítica de las escenas de
la "Guerra contra los Hombres de Piedra", también conocida como la "Guerra del Cielo" véase Rabin 1979.
67
68
46
Claramente se trata de un conflicto primordial, narrado en términos metafóricos, sobre
cómo se estableció una nueva orden en el inicio de la época Postclásica, dominada por las
70
dinastías que derivaban su origen de Apoala.
c:onqu,i{l;.af~
Gua antes que l01¡dichos feñor~s
dl:a tiei:ra avia endl¡_vnos pueblos· .• y a. !o~
moradores d:e eUgs llamaua.n.tay nuhu.l. n~"
,nuhu.l.tai mfino.l. u y nifai ñuhU,y eftos i.!e1it
a ver faiido de el centro de la tierra que la.~'
anuhu,tin defcendéeia de los fcñores.de Apui
la ,fino que avian parec1do [obre l;r. t..ierra y a.
po.deradole -de ella, y que d.l:os eran tos roeN~
y verdaderos Mixtecos y feñores de la lengu'
e. ':
que agora Íe habl:t. '
de..;
Apuala
de
.. De los feñore.os que yinicron
..
,a ver fiJo, y ya fandizo fanai;yya nifatJ.~
~ian
dzo huidw fahu,los feñores que.t:ra."eronh)S
'·
mandamientos_y le~ esa la tiera~
Fray Antonio de los Reyes, Arte en Lengua Mixteca (1593) describe los Hombres de Piedra.
Hueso 203b (Caso 1969)
Hombre de Piedra en Códice Tonindeye, p. 20, y en Hueso 203b
70
Para un análisis más detallada, véase Jansen & Pérez Jiménez 2007a.
47
Motivo de piedra en Códice Y uta Tnoho y en Hueso l74a.
En los huesos de la Tumba 7 los Hombres de Piedra se identifican por su tocado
particular que tiene las protuberancias características de la representación de la piedra en
la pictografía mixteca.
El Hueso 203 b (Caso 1969: 183; Fig. 170) fue parte del conjunto de huesos asociados con
"Esqueleto A". Se lee de la derecha hacia la izquierda. La escena comienza con un día 5
Lluvia. Un Hombre de Piedra ata una montaña adentro de la cual se ve una cuenta de jade
y un conjunto de lo que podrán ser plumas. Como Cerro de jade y plumas este signo
71
coincide con el de Yucu Yusi (Acatlan, Pue.), en la Mixteca Baja.
Códice Tonindeye, p. 3
71
Smith 1973a: 60-62.
48
Efectivamente la Guerra contra los Hombres de Piedra en gran parte parece haberse
llevado a cabo en la Mixteca Baja. El Códice Tonindeye (Nuttall), p. 3, menciona además:
Icxitlan (Ciudad de Pies: Ñuu Saha), Miltepec (Lugar de la Flecha Parada: Ndaa Nduvua)
y Tetaltepec (Monte de Fuego: Yucu Ihni), Tonalá (Ciudad de Sangre, que representa
Ñuu Nit1e, Ciudad Caliente), Juxtlahuaca (Llano Verde y Blanco: Yodzo Cuii Yaa),
72
Guaxolotitlan (Cancha de Grava: Yuhua Cuchi).
Regresemos al Hueso 203b: de la cima del Monte de Jade y Plumas salen llamas y desde
abajo una vírgula, en este contexto probablemente de humo, que juntos indican que el
lugar sufrió destrucción después de ser conquistado (como la convención pictórica de
conquistas que vemos en el Códice Mendoza).
Sigue una serie de otros signos toponímicos, todos perforados por flechas y a veces con
llamas, es decir conquistas realizadas por el mismo Hombre de Piedra. En los códices
mixtecos los Hombres de Piedra en este conflicto primordial generalmente son anónimos
-por eso es probable que el día 5 Lluvia no represente el nombre calendárico del Hombre
de Piedra, sino el día en que se inician los hechos. En el otro extremo del hueso se ve el
aí1o: Aí1o 7 Caí1a. El hombre de Piedra viste un maxtlatl (cet1idor). Orejeras y brazaletes
indican su alto status.
La flecha de la conquista perfora Ciudad de la Tortuga Preciosa (con cuentas de jade en
sus patas y en su pico). Llamas y humo: conquista y destrucción.
7
Día 6 o 7 Agua. La flecha de la conquista perfora Ciudad de la Escalera donde reside el
Set1or Noble consagrado a Xipe (cuyo atributo de tela cortada en forma de cola de
golondrina cuelga de su pecho). La Ciudad de la Escalera puede representar el topónimo
mixteco de Cholula (Ñuu Ndiyo), pero en este contexto no podemos estar seguros de tal
referencia a un lugar tan cercano (aunque famoso e importante para la Mixteca).n
Aparentemente se trata de una ciudad que estuvo en posesión de los Seí1ores de Apoala.
Día 7 Movimiento. La flecha de la conquista perfora Ciudad del Pedernal, donde reside el
Seí1or Noble consagrado a Xipe (cuyo atributo de tela cortada en forma de cola de
golondrina cuelga de su pecho).
El día coincide con el nombre de un Seí1or asociado con el Grupo de los Señores de
Apoala que jugó un papel importante en la Guerra contra los Hombres de Piedra, según el
Códice Tonindeye (Nuttall), p. 3, donde sacrifica a un Hombre de Piedra prisionero, en
Monte de Joya y Plumas, es decir Yucu Yusi, conocido con su nombre en náhuatl:
74
Acatlan, en la Mixteca Baja.
El signo Ciudad del Pedernal ha sido identificado como Ñuu Yuchi, "Ciudad de
Pedernal", el actual sitio arqueológico de Mogote del Cacique cerca Tilantongo, que
juega un papel importante en la historia dinástica mixteca- no podemos estar seguros de
75
que aquí represente el mismo lugar.
El signo del pedernal conecta con el siguiente topónimo.
72
Jansen & Pérez Jiménez 2011: 327-337.
El signo de agua se da aquí en una variante poco común - se distinguen claramente 6 puntos, con otro
punto (algo más grueso) bajo la mano de la tortuga- que también podría ser un objeto que carga en la
mano.
74
La misma asociación se ve en el Códice Y uta Tnoho (Vindobonensis), p. 4.
75
Para la identificación véase Jansen & Pérez Jiménez 2011: 293-294.
73
49
Día 2 (?) Lluvia. La flecha de la conquista perfora Ciudad del Cerro Cortado (que podría
76
representar Ñuu Ñañu, Tamazola).
Día 9 (?) Flor. La flecha de la conquista perfora Cancha de Pelota con Joyas, que por el
paralelismo con el Códice Tonindeye (Nuttall), p. 3, podría ser Guaxolotitlan (Cancha de
77
Grava: Yuhua Cuchi).
La flecha de la conquistafserfora Río del Hombre (de Piedra) Sentado- posiblemente una
8
representación de Chila. Sigue el día asociado: 1O Lagarto. Los diez puntos parecen
combinar con el signo Lagarto. Hay también un signo Casa, pero éste parece más bien
como representación de una localidad o topónimo (los signos calendáricos Casa suelen
ser más pequeños (cf. Hueso 174a). La casa o más bien el templo que sigue interpretamos
como un sitio que al parecer no estuvo afectado por la conquista (no hay flecha que lo
perfora).
La escena cierra con el Año 7 Caña (que se asocia con varios lugares de la Mixteca Baja
en el Códice Y uta Tnoho, pp. 44-43).
Hueso 174a (Caso 1969)
El Hueso 174a (Caso 1969: 202; Fig. 206) se encontró en la región IV, cerca del
"Esqueleto N". Tiene el signo Lagarto en los dos extremos, lo que leemos como
referencia al tiempo primordial (la narrativa se sitúa "en los primeros días"). La lectura es
de la derecha hacia la izquierda. La escena comienza con el día 5 Flor. Arriba está una
gran estrella que se debe leer como "(Lugar) del Cielo". De ahí baja una cuerda con un
plumón, que tiene un paralelo en el Códice Yuta Tnoho (Vindobonensis), p. 48, donde el
Señor 9 Viento baja sobre una cuerda similar del Lugar del Cielo (identificado como el
79
monte Cavua Caa Andevui inmediatamente al Oriente de Apoala). Otros paralelos hay
en el Códice Tonindeye (N uttall), pp. 18 y 19, donde el protagonista es el sacerdote Señor
12 Viento.
76
Jansen & Pérez .Jiménez 2011: 297.
Jansen & Pérez .Jiménez 2011: 334.
78
Chita se menciona en el Códice Y uta Tnoho (Vindobonensis), p. 43 - véase Jansen & Pérez .Jiménez
2011: 339.
79
.Jansen & Pérez Jiménez 2005: 71 ss.
77
50
La cuerda que baja del cielo: Códice Y uta Tnoho, p. 48, y Hueso 174a.
Códice Ñuu Tnoo- Ndisi Nuu, p. 3-Ill: la guerra que bajó del cielo.
La cuerda en el Hueso 174a se combine además con el motivo de piedra, lo que sugiere
que estamos todavía en "el tiempo de los Hombres de Piedra".
La protagonista de la acción es la Señora 9 Caña. Su cabello está entrelazado con
serpientes, exactamente igual a como aparece en los códices Yuta Tnoho (Vindobonensis)
y Tonindeye (Nuttall). En la mano izquierda blandea un mazo o una porra con cabezas de
piedra en los extremos, cargado con fuerza espiritual (un "mazo mágico"). En la mano
derecha sostiene un escudo con flechas y una bandera - atributos típicos de un guerrero.
So posición es como flotante: la interpretamos como personaje que viene bajando en
vuelo mágico desde el Lugar del Cielo.
La fecha es: 10 Casa, día 9 Viento, que corresponde al día de nacimiento del Señor 9
Viento en el Códice Yuta Tnoho (Vindobonensis), p. 49. Un plumón encima del año lo
califica como sagrado.
La(s) Ciudad( es) donde residen los Hombres de Piedra es 1 son quemada(s) (sale humo);
ellos mismos son sacrificados (plumón encima de la cabeza).
El Hombre de Piedra yace muerto (con ojo cerrado) y sacrificado en la milpa.
Encima de él está una cuerda con plumones índice de tomar prisioneros (y sacrificarlos).
Cabezas de Hombres de Piedra cortadas (¿?) en Año 13 Conejo, día 13 Zopilote.
Las Montañas y Casas de (los Hombres de) Piedras son conquistados y quemados.
Día 1 Perro o Jaguar. La flecha de la conquista perfora La Ciudad y el Llano del Fuego,
donde estaban los Ancianos (Antiguos) Hombres de Piedra.
Podría ser una referencia a Achiutla, Ciudad de las Llamas.
De la ciudad salen llamas y humo: conquista.
Se nota el diente en la boca que indica edad avanzada.
Podemos leer Jos dos huesos de manera conjunta como paralelo a Códice Tonindeye
(Nuttall), p. 3. Primero, en Hueso 203b, el Hombre de Piedra logra una serie de
conquistas a costo de los Señores de Apoala- especialmente en la Mixteca Baja.
Luego, en el Hueso 174a, sigue la retaliación: la Sefíora 9 Caña baja del Cielo (el lugar
religioso asociado con Apoala) para atacar a y acabar con los Hombres de Piedra. Esta
Sefíora 9 Cafía es la misma que en el Hueso 203i nació del Árbol de Origen (de Apoala).
Se trata de una versión Mixteca de la Diosa de las Puntas de Flechas y Cuchillos, llamada
51
Itzpapalotl o Itzcueye por los mexica. Tuvo su santuario en el Boquerón de Tonalá, sitio
impresionante y hasta ahora conocido como encantado. El Proceso Inquisitorial de
Yanhuitlan también la menciona: Quequiyo (9 Caña) fue una deidad llamada "el ídolo del
pueblo", que Don Francisco guardaba en el santuario subterráneo de su casa (el mismo
donde se llevaba a cabo el culto para su difunta esposa). Se le hacían sacrificios de
palomas y codornices en su fiesta. Un testigo acusó a Don Francisco de haber sacrificado
un muchacho a ella.
La Salida del Sol y La Creación del Tiempo
Hueso 302 (Caso 1969: 200; Fig. 201) es un punzón para el autosacrificio, que se halló en
la región 11. A los dos lados se ven dos serpientes emplumadas, que se levantan
entrelazadas desde las Fauces de la Tierra hacia arriba. En su cuerpo llevan discos
80
(esgrafiados como si trataran de mosaico): símbolos de la realeza.
Rodean en su movimiento un disco adentro del cual vemos un hombre sentado, con un
penacho en la cabeza. El hombre en el disco ha de ser el Dios del Sol. Las serpientes que
lo rodean tienen un paralelo, como ya observó Caso, en la famosa Piedra del Sol o
Calendario Azteca, donde dos Serpientes de Fuego circulan el disco solar. Otros paralelos
se encuentran en el Códice Añute (Selden), p. 2, donde serpientes de nube y oscuridad (es
decir: misteriosas) rodean el Árbol de Origen, y en los lienzos del Valle de Coixtlahuaca
donde serpientes similares rodean el cerro donde se taladra el Fuego Nuevo y donde se
hace la fundación del reino. En todos estos casos dichas serpientes parecen simbolizar
una fuerza misteriosa y protectora, que sitúa la escena en el ámbito divino (la esfera de
los anuales).
El disco con el Dios sentado tiene su paralelo en el Códice Y uta Tnoho (Vindobonensis),
p. 23, donde se trata de la primera salida del sol, como parte de la historia primordial de
la fundación de las dinastías mixtecas.
El Hueso 2031 (Caso 1969: 195-196; Fig. 193), junto al "Esqueleto A", parece pertenecer
al mismo tema de la (primera) salida del sol. Contiene ojos que representan la oscuridad y
estrellas (con cabezas que hacen constar su carácter de seres vivos, divinos). Un paralelo
es la banda del cielo en el Códice Yuta Tnoho (Vindobonensis), p. 52, que inicia la
historia primordial mixteca.
El Hueso 172i (Caso 1969: 204-207; Fig. 213) se había colocado en la esquina sur-este de
la cámara, cerca del umbral. Contiene la primera trecena del tonalpoalli (de la derecha
hacia la izquierda): 1 Lagarto a 13 Caña. En muchos casos se trata de figuras completastal como también aparecen en los códices Yoalli Ehecatl (Borgia) y Tlamanalli (Cospi).
La banda de figuras flanqueada por cabezas de quetzal (con collar de cascabeles a nuestra
derecha, y con otro ornamento a nuestra izquierda) que cantan.
El mismo motivo de los discos (que también suelen caracterizar el aniñe, "palacio real") se ve inscrito
sobre el Árbol de Origen mismo en Códice Yuta Tnoho (Vindobonensis), p. 37.
80
52
Hueso 302
Códice Y uta Tnoho, p. 23
El Hueso 203k (Caso 1969: 194-196; Fig. 192) contiene una escena similar, pero se lee
de la izquierda hacia la derecha, desde [Lagarto] (signo dañado) hasta Hierba. No es una
trecena completa, sino la lista de Jos primeros doce signos. Los signos son separados por
bandas con círculos o discos - en diferentes números - es decir el motivo del palacio
(aniñe).
A veces hay números dentro de los cuadrantes de los signos: 2 Viento ... , 4 Lagartija, 5
Serpiente, 6 Muerte . . . . Esta numeración sugiere que la escena se deriva de un prototipo
en que todos los signos tenían un número, desde 1 Lagarto hasta 12 Hierba, o, más bien
13 Caña.
El Rito de Pulque
El Hueso 174b (Caso 1969: 202-204; Fig. 21 O) ostenta las cabezas de lagarto en los
extremos (una de las cuales se ha dañado y está casi desaparecida) y, por eso, parece
referirse a un tema de los primeros días, de la época primordial. Se encontró cerca de del
Hueso 174a, que muestra las victorias de la Señora 9 Caña en la Guerra contra los
Hombres de Piedra. En el Hueso 174b la escena está compuesta de manera vertical.
53
Abajo está una ave que parece a una guacamaya: carga una bolsa (¿ ?) en la espalda, de la
cual salen volutas con un plumón, probablemente un canto sagrado. Alrededor del ojo
lleva un anillo, similar al atributo del Dios de la Lluvia.
Sigue - en nuestra lectura desde abajo hacia arriba - una mujer que se caracteriza por
81
tener mazorcas en su cabeza. La comparamos con la Señora que tiene espigas de maíz
(Yoco) en su cabeza y aparece en el Códice Yuta Tnoho (Vindobonensis), p. 49, como
"hermana mayor" de Toina. Ella nació de la tierra y está asociado con el Corazón de la
Tierra, es decir el centro del mundo, en el Códice Y uta Tnoho (Vindobonensis), p.l2.
Tiene el ojo abierto: está viva. De su cuerpo baja una voluta, que en combinación con el
primer signo del ave que carga cantos, sugiere que ella es protagonista de cantos.
En la mano izquierda lleva una jícara de pulque; la otra mano la levanta hacia arriba,
como en señal de un saludo.
Sigue una mujer (vestida de huipil y quechquemitl) y un hombre (vestido de maxtlatl
decorado) con ojos cerrados, es decir: son difuntos. Cada uno lleva sandalias y orejeras y
tiene una cadena de cuentas de jade en su cabeza, junto con una figura emblemática en la
frente (en el caso del hombre una cabecilla de mariposa)- todo indica que pertenecen a la
nobleza, posiblemente la realeza. Ambos levantan la mano derecha en alto, como en acto
de saludo. La mujer lleva también una jícara de pulque, al igual que la Mujer Mazorca. El
hombre lleva en su mano izquierda una especie de bastón o palo. Tomando en cuenta la
representación de la ceremonia de tomar pulque es posible que sea un pedazo de la penca
del maguey, que se combina con el acto de tomar la jícara. Entonces debemos leer las
representaciones de hombre y mujer de manera conjunta como imagen paralela (casi
como difrasismo ): hombre y mujer toman pulque juntos, tocándolo con un pedazo de
penca de maguey.
Es interesante notar que en la historia primordial mixteca los Dioses y Primeros Señores
toman pulque como un rito que antecede la primera salida del sol: Códice Y uta Tnoho
(Vindobonensis), p. 25. Por otro lado el tomar pulque forma parte de la ceremonia
funeraria: Códice Tonindeye (Nuttall), pp. 81-82.
Puede ser que estas escenas expresan un deseo para los difuntos, de encontrarse bien en el
Más Allá- sea allí donde está el Dios de la Lluvia o donde cantan las aves del sol. O la
referencia puede ser a los que quedaron vivos y ahora brindan en homenaje a los
Ancestros durante una ceremonia funeraria. La figura de la Señora Mazorca parece ser
una deidad invocada en esta ceremonia. En el Hueso 174b parece ser ella que toma con
una pareja de difuntos. Se impone una lectura como el buen deseo de los que quedaron
vivos hacia la pareja (posiblemente los padres o abuelos difuntos). Notamos que el rito
de pulque en el Códice Yuta Tnoho (Vindobonensis), p. 25, fue iniciado por una mujer
con mandíbula descamada (Señora 3 Lagarto) y con presencia de la Señora 9 Hierba.
Obviamente la presencia de la Señora Mazorca conecta estos punzones de Zaachila con
los huesos grabados de la Tumba 7.
Este hueso 174b tiene paralelos directos en punzones encontrados en las dos tumbas de Zaachila
(Gallegos 1978: 86, 109). En uno de éstos, hallado en la Tumba 2 de Zaachila, encontramos de nuevo a la
Señora Mazorca con jícara de pulque en la mano, junto con otra mujer.
81
54
'""''
Rito de pulque en Hueso l74b y Códice Yuta Tnoho, p. 25
55
El Señor 5 Flor de Zaachila
Ya vimos que los huesos grabados de de la Tumba 7 tienen su paralelo directo en los
huesos grabados encontrados en las Tumbas 1 y 2 de Zaachila: una gran similitud en
cuanto a estilo y convenciones iconográficas. Esta semejanza sugiere que el depósito de
la Tumba 7 de Monte Albán es contemporáneo con los contenidos de las Tumbas 1 y 2 de
Zaachila. Ya notamos que las tumbas de Zaachila sí contienen restos óseos de personas
sepultadas de manera extendida. La representación del Señor 5 Flor en un relieve de
estuco en la pared de la Tumba 1 de Zaachila sugiere que esta Tumba 1 contiene sus
restos.
Relieve de la Tumba 1 de Zaachila
Códice Tondindeye, p. 33
La Relación Geográfica de Teozapotlan documenta que este Señor 5 Flor se casó
alrededor de 1280 d.C. Esto sugiere que murió y fue enterrado en las primeras décadas
del sigo XIV (entre aproximadamente 13 00 y 13 3O d.C. ). Este argumento iconográfico e
histórico sugiere una fecha similar para gran parte del depósito funerario en la Tumba 7.
En el tiempo señalado (las primeras décadas del siglo XIV) el cerro de Monte Albán debe
haber formado parte del territorio del reino zapoteco de Zaachila. El carácter precioso de
los artefactos depositados en la Tumba 7 establece una clara relación con la familia real.
Las referencias al mundo mixteco apuntan concretamente a la reina en aquel entonces: la
Señora 4 Conejo 'Quetzal', que era mixteca y perteneció a la dinastía de Teozacualco,
señorío mixteco vecino de Zaachila, y se casó con el príncipe zapoteco Señor 5 Flor de
Zaachila, matrimonio "interétnico" que ha de ser el referido por la Relación Geográfica
de Teozapotlan y fechado alrededor de 1280 d.C. La presencia de artefactos asociados
con actividades típicamente femeninas, como los malacates hallados en la Tumba 7,
pueden explicarse también de esta manera (cf. McCafferty & McCafferty 2003).
56
Códice Tonindeye, p. 33
En este contexto de relaciones familiares y genealógicas tratamos de leer el Hueso 124 de
la Tumba 7 de Monte Albán (Caso 1969: 214; Fig. 232). El tema es una alianza
matrimonial: el encuentro de una mujer y un hombre que vienen de los dos lados de la
escena grabada en el hueso.
Hueso 124
Hueso 124: 9 Serpiente
Hueso 124: 5 Flor
Hueso 124 (Caso 1969)
57
A nuestra mano izquierda vemos cómo baja el Dios de la Lluvia desde arriba, pronuncia
un discurso complejo, que parece contener -directamente frente a Jos dientes - una banda
de cheurones que en mixteco se lee yecu, "guerra" (Smith 1973b ), en combinación con un
motivo floral. Extiende su mano derecho dando un conjunto difícil de descifrar, que
claramente contiene una cuenta de jade. Interpretamos esta acción como referencia al
Dios Patrón de la Mixteca que da- posiblemente en tiempos de conflicto -una joya, es
82
decir hace nacer una persona. Luego vemos que efectivamente presenta a una mujer
sentada, ricamente ataviada - notamos las cuentas de jade en su pelo, la orejera elaborada,
el adorno de plumas, la nariguera escalonada (atributo de la Diosa del agua, llamada
Chalchiuhtlicue en náhuatl). Frente a ella: su nombre calendárico: seis puntos con una
especie de plato adentro del cual el signo abstracto Agua, en combinación con un motivo
de holas de líquido, que conectan con un templo o palacio (aniñe). Dicha estructura está
fundada sobre las fauces de la tierra, es decir en este caso probablemente sobre una cueva.
La Señora 6 Agua está pronunciando un discurso complejo.
Siguiendo nuestra lectura desde la izquierda hacia la derecha, encontramos un hombre,
cuyo nombre calendárico es 5 Flor. Está vestido de ceñidor (maxtlatl) con un elaborado
elemento de tela en su espalda. Sandalias, orejera, nariguera, brazaletes Jo califican como
un personaje de alto status. Lleva un yelmo de jaguar en la cabeza, sea como nombre sea
como un aspecto de nahualismo que lo caracteriza como un guerrero valiente y poderoso.
El Señor 5 Flor 'Jaguar' ofrece un conjunto de armas (escudo, dardos, y un macana con
puntas de obsidiana ante el Templo de Jade que se encuentra en el centro de la escena
sobre este hueso. El templo - que lo vemos de manera frontal - está fundado sobre una
cueva (fauces de lagarto). De los dos lados del templo salen volutas: es decir se dan
consultas o discursos.
La escena hasta aquí nos dice que la Señora 6 Agua, procedió del Dios de la Lluvia posiblemente de la Tierra de la Lluvia, la Mixteca. Primero mostró su respeto ante un
Templo del Agua ("Casa de la Lluvia" en términos mixtecos). Luego sigue al Señor 5
Flor 'Jaguar', quien le guía a un importante Templo Precioso donde se emiten discursos,
es decir - en este contexto religioso - oráculos. Él viene a establecer la paz, dejando y
depositando sus armas.
La siguiente parte de la escena muestra una mujer sentada y un hombre que llega de prisa.
Están frente a frente, es decir entran en una relación de noviazgo o matrimonio. La mujer
no tiene nombre calendárico, pero sí lleva la misma nariguera, orejera y penacho. De ahí
es probable que sea la misma mujer, es decir la Señora 6 Agua. Además esta
interpretación concuerda con la idea que el Señor 5 Flor lleva a la Señora 6 Agua al
Templo Precioso y que allí desea forjar la paz - algo que bien puede resultar en un
matrimonio que se arregla con fines políticos.
La Señora 6 Agua habla un discurso amplio al hombre que llega para entrevistarse con
ella. Éste le ofrece incienso. Los dos se saludan, levantando una mano. Un tocado de
cabeza de águila parece indicar el nombre o poder de nahual de este hombre. Detrás de él
está un nombre calendárico: 9 Serpiente.
Podemos comparar la escena con la del Códice Tonindeye (Nuttall), p. 15, donde la Abuela l Águila
(Diosa de la Procreación) da una cuenta de jade a la Señora 3 Pedernal que la visita, como signo de que ella
va a quedar encinta y va a dar a luz a una hija (Anders & Jansen & Pérez Jiménez 1992b: 115-116). La
metáfora de joya para "niño" también es mencionada por Sahagún (por ejemplo en Libro III, Apéndice, cap.
4).
82
58
Detrás de este signo otro hombre lo mira, está sentado sobre un asiento - es decir tiene
poder de gobernante. Está ricamente ataviado (sandalias, maxtlatl con motivo de jade,
nariguera de jade, collar, penacho, ornamento de la espalda). Echa un polvo (piciete) al
aire, santificando el evento enfrente de él.
En la punta extrema de la escena está una fecha: Año 1 Caña. Hay otro signo Caña en el
mismo signo del año, de modo que podemos leer Año 1 Caña, día 1 Caña. Una fecha de
este tipo sugiere el inicio de algo, de una nueva fase dinástica, una nueve época.
Alrededor de la fecha hay varios plumones que subrayan el carácter sagrado del momento.
Adentro tiene el signo de jade, que simboliza su carácter precioso y de buen augurio. Con
esto debemos conectar las plumas que salen del lado del signo del año: probablemente
indican que la fecha es de importancia para la nobleza y la realeza. Su pronóstico es de
buena fortuna.
Leemos la última parte de la escena como la alianza matrimonial entre la Señora 6 Agua
y el Señor 'Águila'. La Señora 6 Agua fue guiada hasta este evento por el Señor 5 Flor,
quien vino a establecer la paz. De la misma manera el Señor 'Águila' fue empujado por
otro hombre, el Señor 9 Serpiente, quien, sentado en un trono, ha de ser gobernante de un
reino.
Todas estas personas se pueden identificar en los códices mixtecos. El Señor 5 Flor es el
príncipe de Zaachila que se casó con la Señora 4 Conejo 'Quetzal' de Teozacualco. El
hijo de esta pareja, el Señor 2 Perro, fue el heredero del reinado de Teozacualco y tuvo
83
como hija a una Señora 6 Agua- nieta entonces del Señor 5 Flor.
En otras palabras, la Señora 6 Agua efectivamente vino de la Tierra del Dios de la Lluvia,
la Mixteca. El que la guió al Templo Precioso, el Señor 5 Flor, fue su abuelo paterno. Su
futuro esposo, el Señor Águila, ha de ser el Señor 4 Agua 'Águila de Sangre', quien
84
efectivamente se casó con la Señora 6 Agua.
El Señor 4 Agua 'Águila de Sangre' fue el hijo primogénito del rey de Tilantongo, el
Señor 9 Serpiente, 'Jaguar que Enciende la Guerra', quien aparece en este hueso como la
persona que de su parte empuja al Señor [4 Agua ] 'Águila' [de Sangre] para casarse con
la Señora 6 Agua, que por la complejidad genealógica fue su sobrina, la Señora 6 Agua
de Teozacualco (ya que su madre era hermana del Señor 4 Agua 'Águila de Sangre',
mientras que su padre era hijo del Señor 5 Flor de Zaachila).
Códice Yuta Tnoho, reverso, p. XII
Hueso 124
de la Guerra Florida'
'Joya
Agua
6
Sra.
y
Sangre'
de
'Águila
Agua
4
Sr.
del
Casamiento
83
84
Véase el Códice Tonindeye (Nuttall), pp. 32-33.
Véase el Códice Ñuu Tnoo -- Ndisi Nuu (Bodley), pp. 16/17-III/JV.
59
Códice Yuta Tnoho, reverso, p. XI-1 (de la derecha hacia la izquierda): Sr. 9 Serpiente y sus esposas;
nacimiento de su hijo, Sr. 4 Agua 'Águila de Sangre'
Hueso 124: Sr. [4 Agua] 'Águila [de Sangre]' y el quien arregló su matrimonio [su padre]: Sr. 9 Serpiente
a la
La Señora 6 Agua y el Señor 4 Agua 'Águila de Sangre' no tuvieron hijos, debido
85
temprana muerte del Señor 4 Agua en el Año 4 Casa, que corresponde a 1341 d.C.
La madre de la Señora 6 Agua probablemente nació poco después de 1301 - la fecha en
que nació su hermano, el Señor 4 Agua -, y se casó con su esposo antes de que ambos
86
entraron como gobernantes en Teozacualco en 1321.
Esto sugiere que la Señora 6 Agua misma nació poco después de 1321 y se casó con el
Señor 4 Agua poco antes de 1341. La alianza del matrimonio puede haber sido forjada
antes del matrimonio mismo, lo que nos da un periodo entre aproximadamente 1325 y
1340 para el evento registrado en el Hueso 124. Esto no concuerda con el Año 1 Caña,
que podría corresponder a 1299 (demasiado temprano) o 1351 (demasiado tarde).
Interpretamos, por eso, el Año 1 Caña en sentido simbólico como la nueva era se
esperaba de este matrimonio de gran importancia dinástica.
Véa..<;e el Códice Ñuu Tnoo- Ndisi Nuu (Bodley), p. 16/15-IV.
Fecha mencionada en el Mapa de Teozacualco (Jansen & Pérez Jiménez 2005: 25). Véase también el
Códice Yuta Tnoho (Vindobonensis) Reverso, p. XI.
85
86
60
Según nuestra lectura hipotética, el (anciano) Señor 5 Flor de Zaachila depositó el Hueso
124 en la Tumba 7: anunció el compromiso de matrimonio, paz y continua alianza entre
la dinastía zapoteca de Zaachila y la dinastía mixteca de Tilantongo. Tal vez pidió un
oráculo o agradeció una consulta anterior. Poco después él mismo falleció y fue sepultado
en la Tumba 1 de Zaachila. Fue en el tiempo de este gobernante, el Señor 5 Flor, que se
depositó gran parte del tesoro en la Tumba 7.
Nos damos cuenta de que el Hueso 124 menciona en el centro a un Templo de las Joyas o
Templo Precioso encima de - o en - una cueva o subterráneo. Este templo emite volutas
de habla, que sugieren una función como oráculo. En el contexto de esta narrativa
reconstruida el Templo Precioso en un subterráneo, donde se va para consultar con el
Más Allá, sería precisamente la Tumba 7 misma.
Si el Hueso 124 y el ornamento (pectoral) de oro fueron depositados en fechas cercanas a
los eventos que estos artefactos mismos parecen fechar, hay obviamente una discrepancia
cronológica (de dos siglos), que se podría explicar por múltiples entradas en la Tumba 7
para realizar actos de culto ( cf. Middleton et al. 1998).
Los diferentes elementos discutidos hasta ahora apuntan a un culto prolongado. La
finalidad del culto parece haber sido la comunicación con los Envoltorios Sagrados de los
Ancestros y obtener de su parte orientación y consejo. La Tumba 7 parece haberse
concebido como "Templo de Joyas", un santuario subterráneo que daba oráculos - tal
como aparece en el centro del Hueso 124. De hecho la referencia a la preciosidad del
santuario ("Templo de las Joyas") coincide bien, por supuesto, con el depósito de un
enorme tesoro en este lugar. La idea de múltiples entradas implica que este depósito
puede haberse acumulado a través del tiempo. La coherencia estilística y técnica sugieren,
sin embargo, que la mayor parte de los artefactos de la Tumba 7 son del mismo tiempo
que los artefactos similares hallados en las Tumbas 1 y 2 de Zaachila, es decir del tiempo
en que reinaba el Señor 5 Flor.
Oráculo y tesoro
Las referencias claras a la historia primordial mixteca no dejan lugar a dudas que la
Tumba 7 fue un santuario de gran importancia para nobles mixtecos. Las indicaciones
cronológicas nos llevan al reinado del Señor 5 Flor de Zaachila. Los elementos mixtecos
apuntan, por eso, a su esposa, la Señora 4 Conejo 'Quetzal' de la dinastía de Teozacualco.
De ahí la hipótesis de que fue ella quien usó o revivió este santuario - conocido desde
antes como el lugar donde descansaba el Envoltorio Sagrado del Señor 12 Movimiento.
El enfoque de su atención fue precisamente tener un lugar especial para comunicar con
sus ancestros.
Para comprender esta función, debemos primero reflexionar sobre el porqué de la
existencia de este santuario en este lugar. En el tiempo de la ocupación de la Tumba 7,
Monte Albán consistía de ruinas, en gran parte abandonadas, ecos de un pasado remoto,
fundamentos de templos y palacios de una época antigua, anterior a la salida del presente
Sol. Para la Señora 4 Conejo 'Quetzal' de la dinastía de Teozacualco, que en 1280 vino
61
desde la Mixteca a casarse con el Señor 5 Flor, príncipe zapoteco de Zaachila, Monte
Albán ha de haber sido un sitio fascinante en el reino que le tocó ca-gobernar.
El Códice Tonindeye (Nuttall) registra precisamente que los orígenes de la dinastía de
Teozacualco remontaban a Monte Albán (p. 19). La investigación osteológica moderna
podrá arrojar luces sobre la cuestión sí entre los restos óseos en la Tumba 7 hay algunos
que pertenecen a una mujer de Teozacualco de esa época, y por lo tanto posiblemente a la
Señora 4 Conejo misma. Si fuera así, podemos especular que los ritos de "hablar con los
difuntos" resultaron en importantes instrucciones al Señor 5 Flor por parte de la misma
Señora 4 Conejo- y, más al fondo, de la Señora 9 Hierba.
Monte Albán fue un sitio de memoria para la Señora 4 Conejo, un punto de contacto con
sus propios ancestros mixtecos, dentro de un reino zapoteco, un sitio lleno de referencias
religiosas a la época primordial, de la primera salida del Sol. Hubo un antecedente
importante para realizar un culto mixteco aquí. Ya vimos que los varios huesos sitúan la
acción que relatan en un Templo Precioso o Templo de las Joyas, situado en un
subterráneo. Este Templo de las Joyas también fue el lugar donde se colocó el Envoltorio
del Señor 12 Movimiento.
Templo de las Joyas en Hueso 124 y Hueso 215
El Códice Tonindeye (Nuttall), p. 19, registra la presencia de un Templo de la Joya,
donde se veneraba un Envoltorio Sagrado, el Bastón de Mando de las dinastías mixtecas
y el instrumento para taladrar el Fuego Nuevo. Este Templo se localizaba en la parte
norte de Monte Albán, donde estuvo colocado encima de un altar que contenía una vasija
con el rostro del Dios de la Lluvia. Tomando en cuenta el contexto interpretamos esta
configuración como la fundación de un templo mixteco postclásico encima de una
subestructura clásica en cuyo interior se encontraban urnas tipo Cocijo. En otras
representaciones de este Templo de la Joya en el Códice Tonindeye (Nuttall), pp. 15, 17 y
18, vemos que se caracteriza como un santuario de la Serpiente Emplumada, fundado
encima de un subterráneo consagrado a la muerte (es decir un lugar de contacto con los
Ancestros difuntos). Las asociaciones toponímicas tanto en el Códice Tonindeye como en
el Códice Iya Nacuaa JI asocian el Templo de las Joyas con la parte norte del conjunto de
Monte Albán, cercano al Acatepec.
62
.~¡"
•.
\~m
~,
A
Templo de las Joyas en Códice Tonindeye, p. 19 y p. 15.
Por una parte este templo corresponde a una categoría o especie de santuario que vemos
también en el Códice Yoalli Ehecatl (Borgia), pp. 33-34. Por otra parte parece que en la
memoria mixteca hubo uno o varios templos de este tipo.
Combinando las diferentes indicaciones, podemos pensar que fue la Señora 4 Conejo de
la dinastía mixteca de Teozacualco, quien, al llegar a ser reina de Zaachila por
matrimonio, (re )inició un culto en este sitio ancestral. Posiblemente, después de su
muerte, la Tumba 7 fue escogida para depositar también un Envoltorio Sagrado de ella
misma. En este proceso se marcó la afiliación con el origen de las dinastías mixtecas, a
través de imágenes (invocaciones) del Árbol de Apoala y de la victoria de los Fundadores
de esas dinastías sobre los Hombres de Piedra. En todo esto se hizo referencia especial a
la Señora 9 Caña, posiblemente como un personaje femenino ejemplar, una Diosa modelo
87
para la Sefíora 4 Conejo.
El Hueso 124 demuestra que la Tumba 7 fue el sitio religioso donde -· ante los Ancestros
- se forjaban también alianzas matrimoniales importantes. El protagonista en este evento
fue el Sefíor 5 Flor, el rey de Zaachila. Es probable que él se dirigiera al Tumba 7
("Templo de las Joyas") precisamente para contactar con los Envoltorios cuyo culto había
sido promovido por su esposa mixteca, la Señora 4 Conejo. El contexto nos hace pensar
que aparece haciendo esto porque la Señora 4 Conejo misma ya había fallecido (ya que
de otra manera ella hubiera sido la persona indicada para jugar este papel). En tal caso el
Señor 5 Flor tal vez se dirigió sobre todo a su difunta esposa misma, rindiendo culto a su
memoria y consultándole para este asunto importante de la alianza matrimonial de su
nieta con la importante dinastía mixteca de Tilantongo.
La referencia al Señor 7 Flor (que nace junto con la Señora 9 Caña del Árbol) puede haber jugado el
mismo papel para el Señor 5 Flor.
87
63
El aspecto de la Tumba 7 que hoy más llama la atención es el depósito de tantos objetos
de materiales preciosos: gran cantidad de collares de cuentas, cascabeles, conchas de
tortuga- todos de oro, otros combinando con coral, perlas, turquesa, ámbar y azabacheasí como orejeras de obsidíana, de jade y de cristal de roca, varios vasos de tecalli y
vasija de plata, anillos de jade, narigueras de jade, una hacha de cobre, pinza de oro,
brazaletes e oro y plata, mango de abanico de oro, anillos y pendientes de oro y plata con
figuras de aves, mariposas etc.; "falsas uñas", bezote de oro y jade en forma de cabeza de
ave, etc. (Caso 1969).
Pero sí la Tumba 7 no fue en primer lugar una sepultura, sino un "osario", más bien dicho
un santuario para comunicar con los difuntos, ¿cómo explicar la presencia de todas estas
joyas? Obviamente no pertenecen al atavío propio de los difuntos sepultados, sino más
bien fueron colocados en frente o encima de Envoltorios Sagrados. ¿Qué función tenían
entonces?
Para comprender la presencia de este extraordinario tesoro y de manera más general la
función de la Tumba 7, nos ayuda la comparación con otras referencias a oráculos en la
Mixteca. Entre los oráculos que tuvieron los míxtecos antiguos el más importante estuvo
en Achiutla, que se conocía como "el Templo Mayor de esta Nación" y donde se
veneraba un Envoltorio Sagrado que contenía una figura de jade que representaba a la
Serpiente Emplumada. Además los códices no dejan lugar a dudas que el Templo de la
Muerte, donde reinaba la Señora 9 Hierba, también funcionaba como un oráculo,
relacionado con los Ancestros difuntos.
Es muy ilustrativa la escena en que la Señora 6 Mono de Jaltepec visita el Templo de la
Muerte o Cueva Funeraria de Chalcatongo- como reportan el Códice Añute (Selden), p.
6-IV) y el Códice Ñuu Tnoo- Ndisi Nuu (Bodley), p. 36-II. Allí la Señora 9 Hierba, la
divina guardiana de los Ancestros sepultados en dicha cueva, le da instrucciones para
casarse, de hecho indica su futuro esposo. En gratitud la Señora 6 Mono deposita una
gran ofrenda de diversas joyas, collares de conchas, de cascabeles de oro, y cuentas de
jade, más otros objetos preciosos, así como cadenas de flores, vaso de pulque y
vestimenta para la Señora 9 Hierba. La lista de estas joyas comienza con una joya en
forma de cabeza de Ñuhu (Espíritu, Dios) y otra joya en forma de un corazón. El mismo
difrasismo vimos en la ofrenda al Árbol, representada en el Hueso 215, pero también lo
encontramos en los objetos de oro en la Tumba 7.
Una pequeña máscara de oro, hallada en la región II, representa Xipe, el Dios del
DesoJiamiento (Caso 1969: Lám. X), Dios Patrono de Zaachila y de la dinastía zapoteca
que allí gobernaba. El simbolismo de este Dios refiere a limpiar los campos, y por lo
tanto a la primavera y la nueva siembra. Posiblemente se colocó en el santuario como una
ofrenda o un recuerdo del rey de Zaachila. A la vez un broche de oro, haJiado en el área
del "umbral" entre la antecámara y la cámara, está decorado con el relieve de un corazón,
88
rodeado por sangre (Caso 1969: 115; Lám. XVII).
La ofrenda de la Señora 6 Mono a la Señora 9 Hierba, como paralelo evidente, nos lleva a
interpretar la Tumba 7 como un santuario para comunicarse con los ancestros difuntos (y
Caso interpretó esta figura como una especie de araña pequeña, que también aparece en las imágenes
divinatorias del Códice Cihuacoatl (Borbónico). Cf. Anders & Jansen & Reyes García 1991: 71-72. Se trata
de un pinahuiztli, una especie de m·añita roja de cuyos movimientos se podía divinar el destino, incluso
podía pronosticar la muerte.
88
64
otros seres divinos como la Señora 9 Hierba) y para recibir consejos, instrucciones y
oráculos de ellos, por ejemplo en el caso de arreglar importantes matrimonios dinásticos
(como en el Hueso 124). Los tesoros depositados se explican, por lo menos en parte,
como ofrendas de gratitud y respeto para los ancestros. Es probable que fueran
acumulados a través de los años durante consecutivas sesiones rituales en la Tumba 7.
El oráculo parece haber sido utilizado por la familia real de Zaachila, por lo menos desde
11 O1 cuando allí se depositó el Envoltorio del Señor 12 Movimiento (quien por su madre
perteneció a dicha dinastía).
Códice Aftute, pp. 6-IV 1 7-I.
Códice Iya Nacuaa II, p. 8-II: figuras de mariposas en la ceremonia funeraria del Sr. 12 Movimiento
Adorno de águila con mariposa (Caso 1969)
Códice Af'íute, p. 6-IV: joya de mariposa
Las joyas de la Tumba 7 tienen correspondencias generales con las joyas mencionadas en
los códices para los contextos arriba señalados. Por ejemplo, el brazalete de concha
65
Número 156 (Caso 1969: 161; Fig. 131ab) contiene el motivo del S (náhuatl:89xonecuilli)
que también aparece en la vestimenta de la Señora 9 Hierba 'Cihuacoatl' . Entre las
joyas que ofrece la Señora 6 Mono hay también un caracol cortado con el mismo motivo:
una gran S rojo. A la vez vemos allí una joya en forma de mariposa. También durante la
ceremonia funeraria para el Señor 12 Movimiento se ofrendó una serie de mariposas de
oro, de jade y de diversos colores. En la Tumba 7 el motivo de la mariposa ocurre en los
objetos de oro: por ejemplo hay un pendiente de oro en forma de un "águila que cae" que
sostiene una mariposa en su pico (Caso 1969: Lám. XIII) y otro donde el Dios
Quetzalcoatl sostiene la mariposa (Caso 1969: Lám. XIII). Recordemos al respecto un
texto ilustrativo de Sahagún acerca del culto a señores difuntos y deificados en el antiguo
Teotihuacan:
"Y se llamó Teotihuacan, el pueblo de Teotl, que es dios, porque Jos señores que
allí se enterraban después de muertos los canonizaban por dioses y que no se
morían sino que despertaban de un sueño en que habían vivido; por lo cual decían
los antiguos que cuando morían los hombres no perecían, sino que de nuevo
comenzaban a vivir, casi despertando de su sueño, y se volvían en espíritus o dioses.
Les decían: 'Señor, señora, despiértate que ya comienza a amanecer, que ya es el
alba, que ya comienzan a cantar las aves de plumas amarillas, y que andan volando
las mariposas de diversos colores'. Y cuando alguno se moría, de él solían decir que
ya era teotl, que quiere decir que ya era muerto, para ser espíritu, o dios; y creían
los antiguos ... que los señores cuando morían se volvían en dioses, lo cual decían
porque fuesen obedecidos o temidos los señores que regían, y que unos se volvían
en sol y otros en luna, y otros en otros planetas." (Sahagún: Libro X, cap. 29, § 12)
El lenguaje de las joyas depositadas parece contener Jos mismos puntos de referencia que
aquellos textos antiguos: apuntan a "la gloria", la vida después de la muerte, cuya calidad
es enfatizada por volátiles específicos asociados con el Sol, como águilas (símbolos de
valentía), quetzales (símbolos de nobleza), colibríes y mariposas (símbolos del alma).
Un tema frecuente en las escenas centrales de los huesos es el motivo de un lazo de flores
con volutas. Caso lo leyó como "la cuerda enflorada que los mexicanos llamaban
xochimécatl y que era un símbolo de sacrificio" (1969: 218). Tomando en cuenta la
ausencia de referencias al sacrificio y la presencia de signos del discurso (volutas del
Códice Añute (Selden), p. 6-IV y p. 7-I. El brazalete fue hallado en el centro del "umbral"; su decoración
combina el xonecuilli con un motivo de estrellas, que también es un atributo de Cihuacoatl como Diosa de
la Vía Láctea (cf. Jansen 2002; Jansen & Pérez .liménez 2007a: 264-267).
89
66
habla), podemos pensar, sin embargo, que más bien se trata del conocido difrasismo "flor
y canto", omnipresente en los textos poéticos náhuatl e incluso presente en el arte popular
contemporáneo. Este motivo nos da como contexto o marco para tales escenas el discurso
90
"florido" o ceremonial.
Caso (1969: 180) correctamente observó que este mismo motivo ocurre a menudo en los
tambores de madera, lo que confirma su asociación con canto y música.
s
La frecuencia de este motivo en la Tumba 7 nos sugiere que todos los elemento
huesos.
demás
los
en
escenas
las
artísticos son parte de un discurso, que rodea o enmarca
la
Vista en su conjunto esta referencia al discurso florido se puede conectar con
e
'Serpient
referencia arriba mencion ada a un personaje que habla, es decir el sacerdote
91
Emplumada' en el ornamento de oro.
Flor y canto: tecomate de Olinalá 1Hueso 169 de la Tumba 7 (Caso 1969)
y
A menudo este motivo de flor y canto se combina con una serie de cabezas de animales
de
trata
se
casos
estos
todos
en
mente
Probable
humanos o deidades (como Toina).
s
invocaciones (en discurso florido) de Ancestros (de manera personal con elemento
adas
simboliz
,
calidades
sus
onomásticos o más bien de manera genérica y metafórica por
de
por los animales) con el fin de recibir la característica, la fuerza, la virtud o la fortuna
9
como el Popo! Vuh o
°Compárese la importancia del discurso ceremonial en el inicio de textos religiosos
Véanse también León Portilla
Códice Yuta Tnoho (Vindobonensis), p. 52 ("esta es la palabra sagrada").
197 4 y López García 2007.
mundo de los
91
Compárese el discurso en el relieve de un caracol labrado, que también se asocia con el
1).
201
al.
et
Nava
(Sánchez
Ancestros
67
92
estos animales simbólicos. Un uno de los huesos grabados (Hueso 114) la lista de
cabezas comienza con un difrasismo conocido e ilustrativo: águila (yaha) y serpiente de
fuego (yahui) forman una combinación diagnóstica que se lee yaha yahui, lo que fray
Antonio de los Reyes tradujo como "nigromántico señor" hoy diríamos: "chamán".
Ya vimos cómo en el Hueso 203i Toina y quetzal son los dos signos que inician el
discurso sobre el Árbol de Origen. La misma combinación aparece también en Hueso
203c (Caso 1969: 185-186; Fig. 173), donde Toina y quetzal están alternando, separados
por bandas con el motivo de círculos que simboliza el palacio (aniñe en mixteco) y,
alternando con éste, el motivo de la espina dorsal - ambos motivos juntos se pueden leer
como una referencia al reino de los Ancestros difuntos.
Un paralelo se encuentra en el Hueso 203d (Caso 1969: 186-187; Fig. 174). La escena
está flanqueada por cabezas de lagarto (referencia al tiempo) y contiene seis cuadrantes
con cabezas- entre ellos Toina y quetzal- que cantan, separadas por bandas alternantes
que se caracterizan por el motivo del palacio y el motivo en forma de S (náhuatl:
xonecuilli), que en la iconografía mixteca está asociado a la Señora 9 Hierba- otra vez se
93
trata de una combinación que se puede leer como "reino de Ancestros difuntos".
El Hueso 50 (Caso 1969: 210-211; Fig. 221) fue hallado en la antecámara junto a collares
y orejeras. La lectura va de la derecha hacia la izquierda. Vemos diferentes tipos de
perros entre pescados voladores de diferentes tipos. Conchas alrededor confirman que se
trata de un ambiente acuático. Posiblemente se trata de perros que cruzan el agua, escena
que podemos relacionar con la idea mesoamericana de que el perro guía el alma de su
difunto amo al Otro Mundo. Tanto los perros como los peces cantan. Esto sugiere que se
94
pide un ambiente alegre para confortar al difunto en su viaje al Más Allá.
Hueso 50
Entre las cosas que entrega la Señora 6 Mono a la Diosa 9 Hierba está una joya en forma
95
de una cancha para el juego de pelota, acompafí.ada por un yugo. La joya incluye el
motivo del tablero de grecas, que se lee ñuu, "pueblo", y la cabeza de un murciélago,
mientras que el yugo se combina con la cabeza de un búho. De manera conjunta estos
Los animales bordados en el huipil de la novia en la Costa Mixteca tienen un significado similar (cf. La
contribución de Alejandra Cruz Ortiz en Anders & Jansen 1994).
93
Otro ejemplo del mismo tema es el Hueso 94 (Caso 1969: 212; Fig. 228). La lectura de la derecha hacia
la izquierda. En el centro están Taina (de jade) y una Seftora (o un sacerdote). Les 11anquean Jos signos de
Jaguar y Quetzal. En los extremos del hueso hay cabezas de serpientes emplumadas.
94
Un hueso muy similar se halló en la Tumba 2 de Zaachila (Gallegos 1978: 109; Fig. 70), que muestra
cuadrúpedos que pueden ser perros pero se parecen más bien a jaguares, que cargan tres tipos de conchas:
spondylus, caracol, y caracol cortado. En medio de ellos va un ser humano, caminando como animal, con
las mismas garras, que no carga nada. Posiblemente sea una representación alternativa del viaje al Otro
Mundo.
95
Códice Ñuu Tnoo- Ndisi Nuu (Bodley), p. 36-II. Para identificar el signo en forma de anillo como yugo,
compárese la representación similar de este objeto en el Códice Tonindeyc (Nuttall), p.45.
92
68
signos (murciélago, búho) relacionan el juego de pelota con el lnframundo. Recordemos
la narrativa del Popol Vuh, donde los héroes gemelos bajan allnframundo para jugar a la
pelota con los Señores de la Muerte allí, y donde un gran murciélago descabeza a uno de
ellos.
Pectoral de varias secciones (Caso 1969)
Códice Ñuu Tnoo- Ndi si Nuu, p. 36-II.
Este juego de pelota tiene su paralelo entre las joyas de la Tumba 7 en el magnífico
"pectoral de varias secciones" (Caso 1969: 95 ss. Núm. 167, Lám IX), que en su parte
superior contiene una cancha del juego de pelota, con sus anillos en forma de serpientes.
En la cancha hay dos hombres, jugadores, que levantan una mano y sostienen en la otra
sostienen cada uno una pelota. Uno (a nuestra mano derecha) tiene una diadema de
cuentas de jade, con la figura de un ave en la frente. Otro (a nuestra mano izquierda) tiene
la mandíbula descarnada. Podemos leer su oposición como una confrontación entre luz y
96
oscuridad, vida y muerte. En el centro entre ambos está un cráneo humano con un
cuchillo en la cavidad de la nariz. En diferentes códices la cancha del juego de pelota es
marcada por cráneos: lo interpretamos como un lugar liminal donde se realizan
La escena nos hace recordar además que el Sefíor 8 Venado, en un momento temprano y determinante de
su vida, confronta a un poder divino en el juego de pelota. Según el Códice Ñuu Tnoo Ndisi Nuu
(Bodley), p. 10-IV, su adversario fue el Dios Venus, Sefíor 1 Movimiento, cuyo atributo es un cráneo con
mandíbula descamada. Según el Códice Iya Nacuaa 1 (Colombino), p. 2-II, fue un personaje con diadema
de cuentas de jade, el Dios Sol. Viendo este paralelo podemos pensar que el pectoral alude o connota a los
mismos personajes divinos contra quienes jugaba el Sefíor 8 Venado en las dos versiones: el Dios Sol y el
Dios Venus (con un aspecto nocturno y fúnebre). Ambos Dioses, tirando las Hechas de la primera luz,
inician la narrativa del Códice Afíute (Selden), p. 1-1 (cf. Jansen & Pérez Jiménez 2007a: 257-258)
96
69
confrontaciones en que se arriesga a ganar la gloria o perder la vida. El juego
simbólicamente representa la vida humana como un reto de enfrentar las influencias de
97
los poderes divinos.
La segunda imagen en el pectoral, debajo de la cancha del juego de pelota, es la del Sol.
Su disco es rodeado por una corriente de líquido, probablemente sangre (como dice Caso
1969: 96). En el centro del disco se ve un cráneo humano, configuración que tiene su
paralelo en el Códice Tonindeye (Nuttall), p. 21. Probablemente el cráneo es una
referencia al nombre calendárico del Sol, que para los mixtecos es el Señor 1 Muerte (!ya
Camaa en el diccionario de Alvarado ).
La corriente de sangre probablemente representa su fuerza: la luz - como nos lo muestra
el Códice Yuta Tnoho (Vindobonensis), p. 23, donde el Sol se levanta (en su primera
salida) en un camino rojo de sangre y luz. La salida del Sol significa origen de una era, el
inicio de la historia y convivencia humanas (compárese el Hueso 302). El Sol también es
la vista, el conocimiento, el juicio y la justicia. A la vez, el Sol puede representar la gloria
(Náhuatl: Tonatiuh Ichan, "Casa del Sol") que espera a los valientes que murieron en
combate o a los príncipes que se convirtieron en Dioses. También en la Tumba 2 de
Zaachila se halló un pectoral de oro en forma de disco solar con cara del Dios en el centro
(Gallegos 1978: 116).
La tercera imagen del pectoral es un Pedernal humanizado (con cara y boca), que "mira"
hacia abajo y que tiene en su parte superior el motivo de fuego y humo, que se asemeja al
signo del Espejo Humeante que caracteriza al Dios Tezcatlipoca. Debajo del pedernal, es
decir frente a su rostro está algo que se asemeja a un atado, tal vez el Haz de Varas, que
ocurre como objeto sagrado en los códices mixtecos.
En el Códice Tonindeye (Nuttall), pp. 15 y 19, el pedernal aparece junto con el
Envoltorio Sagrado en el Templo Precioso de la Serpiente Emplumada. En una ocasión se
asocia con el nombre calendárico de 9 Viento. Efectivamente el gran héroe cultural, el
Dios Remolino, la Serpiente Emplumada, Señor 9 Viento, nació de un gran cuchillo de
pedernal, según el Códice Y uta Tnoho (Vindobonensis), p. 49.
La cuarta imagen consiste de las Fauces de Lagarto (mirando hacia abajo), signo de la
Tierra, que da origen a cuatro pendientes en fonna de plumas de águilas con cascabeles,
aludiendo a la valentía y música (canto, gloria).
Caso (1969: 96) cita a la Leyenda de los Soles que registra el nombre de 4 Pedernal para
la Luna y al historiador mexica Tezozomoc, quien menciona "la cancha de las estrellas"
(citlaltlachtli) como nombre de las estrellas del norte. Estos datos le llevan a concluir que
el pectoral representa "el cielo de las estrellas, el sol, la luna y la tierra, es decir el
98
universo" (Caso 1969: 97). Efectivamente la organización de estos cuatro elementos
Cf. Códice Magliabechi, p. 79v, y Códice Tudela, pp. 67 anverso y reverso, donde el campo es marcado
por la presencia de cráneos en la línea central y en las esquinas (Anders & Jansen et al. 1996; Batalla
Rosado 2002). Como ya observó Caso, hay otro paralelo en el Códice Yoalli Ehecatl (Borgia), p. 21, donde
se confrontan el Tezcatlipoca Negro (obsidiana) con el Tezeatlipoca Rojo (cobre) en el juego de pelota. Allí
se trata de una imagen adivinatoria, que pronostica peligros para jugadores de pelota en el segmento de
tiempo asociado, pero la imagen de la cancha es muy similar que la en el pectoral de la Tumba 7: también
tiene anillos en forma de serpientes, y el campo está marcado por cráneo, hueso y dos corazones.
98
Paddoek 1985 también comenta sobre este pectoral, expresando dudas de su relación- sugerida por Caso
-con la luna y con Tezcatlipoca.
97
70
parece basarse en la estructura vertical del cosmos, y por lo tanto connotar la validez
universal de la escena.
Por otra parte, los signos principales de este pectoral pertenecen al idioma mántico-ritual
mesoamericano, y concretamente juegan un papel importante en el capítulo sobre los
rituales en un gran centro ceremonial, presentado en la parte central del Códice Yoalli
Ehecatl (Borgia), pp. 29-4 7. Entre los templos principales de este centro ceremonial
encontramos el Templo del Cielo (pp. 33-34, 37), que tiene importantes características en
común con el arriba mencionado Templo de las Joyas o Templo de la Serpiente
Emplumada del Códice Tonindeye (Nuttall).
-""'
Vi),
.-
¡;:-~
Códice Yoalli Ehecatl, p. 42: Entrada en la tierra y Juego de Pelota
71
En ese espacio se realizan nueve grandes ritos, iniciados y supervisados por (el sacerdote
de) la Diosa Cihuacoatl. Los actos rituales a menudo se llevan a cabo en la oscuridad o en
un ambiente funerario. Presenciamos bailes alrededor del divino Cuchillo de Pedernal en
un gran patio oscuro (p. 32), el culto al Envoltorio Sagrado (pp. 35-36), diversos juegos
de pelota (pp. 35, 40, 42), entradas en las Fauces de Lagarto que representan la Tierra (pp.
37, 39), sacrificios del Sol en diferentes aspectos (pp. 40, 43) y ofrendas de corazón,
sangre, flores y joyas a un árbol (p. 44).
Los objetos pueden ser manifestaciones de un poder divino. Por ejemplo hay pedernales
con rostros de Tezcatlipoca (Negro y Rojo) encima del techo de dos versiones del propio
Templo del Cielo (pp. 33-34). Obviamente la primera asociación ritual del pedernal es su
uso como cuchillo de sacrificio. Como tal, el cuchillo de pedernal aparece como "hijo" de
la Diosa Cihuacoatl, simbolizando la llamada que la Diosa hace a los humanos para hacer
99
sacrificios, y recibió culto. A la vez el cuchillo es el instrumento que corta el cordón
umbilical, simbólicamente implicando que la vida es sacrificio, y que de ahí nace la
fuerza religiosa. Por ejemplo el Códice Tezcatlipoca (Fejérváry-Mayer), p. 26, contiene
la imagen adivinatoria del Dios del Sol que corta con un cuchillo el cordón umbilical del
100
recién nacido, que está conectado con el sol como vocación a la gloria.
"
/\
Izq: Códice Tezcatlipoca, p. 26: El Dios Sol, como Patrono Divino de este periodo, corta el cordón
umbilical del recién nacido y define su destino como glorioso (consagrado al Sol).
Der.: Códice Yuta Tnoho, p. 49: El Señor 9 Viento 'Quetzalcoatl' nace de un gran Pedernal.
Anders & Jansen & Reyes García 1993: 178-179, 200, citando a Sahagún (Libro!, cap. 6) y Mendieta
(Libro ll, cap. 1).
100
Edición y comentario: Anders & .Jansen & Pérez Jiménez 1994.
99
72
Los signos del pectoral, por eso, parecen ser índices de actos rituales y a la vez connotan
los augurios del destino. Los elementos representados parecen tener un valor simbólico
para el ethos cultural y la filosofía mesoamericana. La cancha nos remite a la lucha, la
confrontación, el reto de la vida. El sol connota la vocación del ser humano para ser justo
y valiente, y también alcanzar la gloria sacrificándose. El cuchillo remite al destino de la
vida: desde cortar el cordón umbilical hasta las obligaciones de sacrificio. La Tierra es la
de donde nacemos y adonde regresamos cuando morimos. En su totalidad las imágenes
parecen decirnos que la dinámica (el juego de pelota) de los diferentes niveles del cosmos:
el sacrificio y la lucha que definen el camino del ser humano desde la tierra hacia el sol,
desde la oscuridad a la luz, y de vuelta a la tierra: vida-muerte-vida en términos de Estés.
Hay muerte en el nacimiento pero también luz, crecimiento y gloria.
De esta manera el pectoral de oro en sus secciones resume la visión simbólica y el ethos
cultural que permean la iconografía y los textos pictóricos de la Tumba 7 de Monte Albán.
Podemos comparar este universo artístico como una serie de invocaciones y a la vez
como expresión de pedimentos de bienestar tanto para los difuntos como para Jos vivos.
Los pedimentos se depositan "por escrito" es decir como textos pictóricos. La respuesta
se puede haber dado en visión o experiencia del contacto divino, tal vez como voces del
Más Allá (representadas como volutas en los textos pictóricos), o tal vez quedó en un
silencio de suspense y misterio. Algo similar pasa ahora con los pedimentos que se
realizan en lugares sagrados: la construcción del pedimento con piedras, piñitas u otros
elementos de la naturaleza, para representar de manera concreta el deseo que se pide al
poder divino del Lugar.
Pedimentos modernos rodean la capilla en el sitio arqueológico de Sachio
73
Conclusión
Los restos óseos de la Tumba 7 representan entierros secundarios: su distribución indica
que formaban parte de Envoltorios Sagrados. Según la interpretación propuesta aquí, la
tumba fue un santuario donde se veneraba a y se consultaba con los Ancestros difuntos.
El acto de comunicarse con los difuntos es representado en el arte visual por medio de un
individuo con la mandíbula descarnada. Así lo vemos claramente en el ornamento de oro
que representa a un Señor 'Serpiente Emplumada' realizando esta acción sacerdotal. La
fecha registrada en este artefacto corresponde a un momento en el rito funerario para el
Señor 12 Movimiento, medio hermano del Señor 8 Venado, en 1101 d.C. Los códices
mixtecos indican que su Envoltorio fue colocado en un Templo Precioso en Monte Albán.
Este mismo Templo Precioso o "Templo de las Joyas situado en un subterráneo" aparece
como sitio central de acción en algunos huesos grabados hallados en la Tumba 7
(especialmente Hueso 124). Pensamos, por eso, que el Templo de las Joyas representa la
Tumba 7 misma y que fue aquí donde se colocó el Envoltorio Sagrado del Señor 12
Movimiento. Esto fue un momento importante - y una primera referencia cronológica en el uso de la Tumba 7 como santuario. Con esto el texto pictórico establece un lazo
claro con la epopeya del Señor 8 Venado, época formativa y dramática de la historia
dinástica mixteca.
Por otro lado, la semejanza con objetos encontrados en Zaachila sugiere que la mayor
parte de estos huesos grabados y otros objetos del tesoro de la Tumba 7 datan del reinado
del Señor 5 Flor de Zaachila (cuya sepultura es la Tumba 1 de Zaachila). Esto nos da una
segunda referencia cronológica: las primeras décadas del siglo XIV d.C. El carácter
mixteco de los mensajes registrados indica que los que realizaban los actos de culto en la
Tumba 7 fueron mixtecos o personas cercanas a ellos. Los textos pictóricos grabados en
los huesos de jaguares establecen una relación con el origen de las dinastías mixtecas: nos
hablan del Árbol de Apoala, de la guerra contra los Hombres de Piedra, y de la primera
salida del Sol.
Buscando una persona mixteca importante en el contorno del Señor 5 Flor, encontramos a
su esposa, la Señora 4 Conejo 'Quetzal', quien pertenecía a la dinastía de Teozacualco.
La memoria genealógica de esta dinastía, según vemos en el Códice Tonindeye (Nuttall),
remontaba a un matrimonio en Monte Albán a principios del Postclásico (la Señora 3
Pedernal y el Señor 12 Viento). Además, la Señora 4 Conejo descendía de la princesa
zapoteca que fue la madre del Señor 12 Movimiento.
El gran tesoro depositado como ofrenda en la Tumba 7 sugiere que este santuario tuvo la
función de un oráculo: aquí se pudo consultar a los Envoltorios Sagrados de Jos
Ancestros difuntos. Probablemente esta función inició con el entierro del Seüor 12
Movimiento pero tuvo un nuevo auge por la actividad ritual de la Señora 4 Conejo - y
posiblemente en memoria de ella, una vez que había fallecido.
En los textos pictóricos grabados en los huesos encontramos un ejemplo importante de
las consultas que tuvieron Jugar en este sitio: la alianza matrimonial entre la nieta de la
Sefiora 4 Conejo y un príncipe mixteco de Tilantongo. El mismo Seüor 5 Flor de Zaachila
aparece como el que forjó esta alianza. El depósito del gran tesoro expresa la gratitud por
el oráculo obtenido y el pedimento de un buen resultado por parte del rey de Zaachila, así
como el respeto y cariño que sentía por su esposa, la Señora 4 Conejo 'Quetzal'.
74
Referencias
Acufta, René (ed.)
Autónoma de
Relaciones Geográficas del siglo XVI: Antequera (1, II). Universidad Nacional
1984
México, México.
Alvarado, Fray Francisco de
tambén Jansen & Pérez
1962 (1593) Vocabulario en Lengua Mixteca. INAH & !NI, México. [véase
2009a]
Jiménez
Anders, Ferdinand & Maarten E.R.G.N. Jansen
Fondo de Cultura
El Manual del Adivino. Libro explicativo del llamado Códice Vaticano B.
1993
Económica, México.
Laud Fondo de
Pintura de la Muerte y de los Destinos. Libro explicativo del llamado Códice
1994
Cultura Económica, México.
del llamado Códice
Religión, Costumbres e Historia de los Antiguos Mexicanos. Libro explicativo
1996
México.
ca,
Económi
Cultura
de
Fondo
3738).
Vaticano
Vaticano A (Códice
Serie: Códices
Libro de la Vida. Texto explicativo del llamado Códice Magliabechiano.
1996
México.
ca,
Mexicanos. Fondo de Cultura Económi
Anders, Ferdinand & Maarten E.R.G.N. Jansen & G. Aurora Pérez .Timénez
Códice Vindobonensis.
1992a Origen e Historia de los Reyes Mixtecos. Libro explicativo del llamado
Fondo de Cultura Económica, México.
de Teozacualco-Zaachila.
1992b Crónica Mixteca: El rey 8 Venado, Garra de Jaguar, y la dinastía
México.
ca,
Económi
Cultura
de
Fondo
uttall.
Zouche-N
Códice
do
Libro explicativo de/llama
Códice F~j'ervayEl Libro de Tezcatlipoca, Sef\or del Tiempo. Libro Explicativo del llamado
1994
México.
Mayer. Fondo de Cultura Económica,
Anders, Ferdinand & Maarten E.R.G.N . .Tansen & Luis Reyes García
o del llamado
El Libro del Ciuacoatl. Homenaje para el año del Fuego Nuevo. Libro explicativ
1991
México.
ca,
Económi
Cultura
de
Fondo
o.
Borbónic
Códice
o del llamado
Los Templos del Cielo y de la Oscuridad: Oráculos y Liturgia. Libro explicativ
1993
México.
ca,
Económi
Códice Borgia. Fondo de Cultura
Arqueología Mexicana (revista)
41.
El Tesoro de Monte Albán. Catálogo Visual. Arqueología Mexicana, Edición Especial
2011
Batalla Rosado, Juan José
y Comunidades
El Palacio Real Mexica. Análisis iconográfico escrituraría. In: Códices, Caciques
1997
5, AfHLA
ericana
Latinoam
Historia
de
s
(Maarten Jansen & Luis Reyes García, eds.): 65-101. Cuaderno
rk.
Ridderke
),
Europeos
s
ericanista
(Asociación de Historiadores Latinoam
Madrid.
El Códice Tudela y el Grupo Magliabechiano. Colección Thesaurus Americae,
2002
M. Nicho las
Blanton, Richard E. & Gary M. Feinman & Stephen A. Kowalewski & Linda
Press.
y
Universit
ge
Cambrid
Oaxaca.
Ancient
1999
Blomster, Jeffrey P. (ed.)
y Press of
Af/.er Monte Albán. Transformation and Negotiation in Oaxaca, Mexico. Universit
2008
Colorado, Boulder.
Boone, Elizabeth Hill
y ofTexas Press,
Stories in Red and Black. Pictorial histories ofthe Aztecs and Mixtecs. Universit
2000
Austin.
Press, Austin.
Cycles ofTime and Meaning in the Mexican Books of Fate. University ofTexas
2007
75
Burgoa, Fray Francisco de
Geográfica Descripción (I, II). Publicaciones del AGN 25, 26, México (original edition: 1674).
1934
Reimpresión Editorial Porrúa, México 1989.
Caso, Alfonso
Los Calendarios Prehispánicos. Universidad Nacional Autónoma de México, Mexico.
1967
El Tesoro de Monte A lbán. Instituto Nacional de Antropología e Historia, México. [Reimpresión
1969
como volumen 5 de las Obras de Alfonso Caso, publicadas por El Colegio Nacional, México, 2006]
1977179 Reyes y Reinos de la Mixteca (l, ll). Fondo de Cultura Económica, México.
Clark, James Cooper
Codex Mendoza (3 vols.). Waterlow & Sons, Oxford 1 London.
1938
De la Cruz, Víctor
El Pensamiento de los Binnigula 'sa: Cosmovisión, Religión y Calendario, con especial reforencia
2007
a los Binnizá. Publicaciones de la Casa Chata, México.
De la Cruz, Víctor & Marcus Winter (coords.)
La Religión de los Binnigula 'sa '. IEEPO-IOC, Oaxaca.
2002
De la Fuente, Beatriz & Bemd Fahmel Beber (eds.)
La Pintura Mural Prehispánica en México: Oaxaca (2 tomos). Instituto de Investigaciones
2005
Estéticas, Universidad Nacional Autónoma de México. México.
De los Reyes, Fray Antonio
Arte en Lengua Mixteca. Casa de Pedro Bailli, Mexico.
1593
Arte en Lengua Mixteca. Vanderbilt University Publications in Anthropology 14, Nashville.
1976
Estés, Clarissa Pinkola
Women who run with the Wolves. Myths and Stories of the Wild Woman Archetype. Ballantine
1992
Book,
Evans, Susan T.
Ancient Mexico and Central America. Archaeology and Culture History. Thames & Hudson, New
2008
York.
Feinman, Gary M. & Linda M. Ni cholas & Lindsey C. Barker
The Missing Femur at the Mi tia Fortress and its Implications. Antiquity 84: 1089-1 101.
201 O
Flannery, Kent & Joyce Marcus (eds.)
The Cloud People: Divergent Evolution ofthe Zapotec and Mixtec Civilizations. Academic Press,
1983
Nueva York.
Fowler, Chris
The Archaeology of Personhood. An anthropological approach. Routledgc, London.
2004
Freidel, David & Linda Schele & Joy Parker
Maya Cosmos. Three thousand years on the shaman 's path. Morrow, New York.
1993
Gallegos Ruiz, Roberto
El Señor 9 Flor en Zaachila. Universidad Nacional Autónoma de México, México.
1978
Hamann, Byron E.
Weaving and the Iconography of Prcstige: The royal gender symbolism of Lord 5 Flower's 1 Lady
1997
4 Rabbit's family. In: Women in Prehistory. North America and Mesoamerica (Cheryl Claessen &
Rosemary Joyce, eds.): 153-172. Univcrsity ofPennsylvania Press, Philadelphia.
76
Hermann Lejarazu, Manuel A.
Religiosidad y Bultos Sagrados en la Mixteca prehispánica. Desacatos 27: 75-94.
2008
Hernández Sánchez, Gilda
Vasijas para Ceremonia. Iconografla de la Cerámica Tipo Códice del Estilo Mixteca Puebla.
2005
CNWS Research School of Asian, African and Amerindian Studies, Leiden.
Herrera y Tordesillas, Antonio
Historia General de los Hechos de los Castellanos en las Islas y Tierra firme del Mar Océano.
1947
Madrid.
Houston, Stephen & David Stuart & Karl Taube
The Memory of Eones. Body, Being, and Experience among the Classic Maya. University ofTexas
2006
Press, Austin.
Jansen, Maarten E.R.G.N.
Viaje al Otro Mundo: La Tumba 1 de Zaachila. Los Indfgenas de México en la época
1982
precolombina y en la actualidad (Maarten Jansen & Ted Leyenaar eds.), pp. 87-118. Leiden.
Monte Albán y Zaachila en los Códices Mixtecos. In: The Shadow of Monte Albán. Politics and
1998
Historiography in Postclassic Oaxaca, Mexico (Maarten E.R.G.N. Jansen & Peter Kri:ifges & Michel
Oudijk): 67-122. Centre ofNon-Western Studies, Leiden.
Una mirada al interior del Templo de Cihuacoatl. Aspectos de la función religiosa de la escritura
2002
pictórica. In: Libros y Escritura de Tradición Indígena. Ensayos sobre los códices prehispánicos y
coloniales de México (Carmen Arellano & Peer Schmidt & Xavier Noguez, eds.): 279-326. El Colegio
Mexiquense, Zinacantepec.
The Historical Profile of Kukulcan. En: The Maya and their Neighbours: interna! and externa!
2010
contacts through time (Laura van Broekhoven & Rogelio Valencia Rivera & Benjamín Vis & Frauke
Sachse, eds.): 89-104. Acta Mesoamericana vol. 22, Verlag Anton Sauerwein, Markt Schwaben.
Jansen, Maarten E.R.G.N. & G. Aurora Pérez Jiménez
Renaming the Mexican Codices. Ancient Mesoamerica 15: 267-271. Cambridge University Press.
2004
Codex Bodley. A Painted Chroniclefrom the Mixtec Highlands, Mexico. Bodleian Library, Oxford
2005
2007a Encounter with the Plumed Serpent. Drama and Power in the Heart of Mesoamerica. University
of Colorado Press, Boulder.
2007b Historia, literatura e ideología de Ñuu Dzaui. El Códice Añute y su contexto histórico-cultura!.
Instituto Estatal de Educación Pública, Oaxaca.
2009a Voces del Dzaha Dzavui (mixteco clásico). Análisis y Conversión del Vocabulario de fray
Francisco de Alvarado (1593). Colegio Superior para la Educación Integral Jntercultural de Oaxaca &
Gobierno del Estado de Oaxaca & Yuu Núú A.C., México.
2009b La Lengua Señorial de Ñuu Dzaui. Cultura literaria de los antiguos reinos y transformación
colonial. Colegio Superior para la Educación Integral Intercultural de Oaxaca & Gobierno del Estado de
Oaxaca & Yuu Núú A.C., México.
The Mixtec Pictorial Manuscripts. Time, Agency, and Memory in Ancient Mexico. E..l. Brill,
2011
Leiden 1 Boston
Jansen, Maarten E.R.G.N. & Laura N.K. van Broekhoven (eds.)
Mixtec Writing and Society 1 Escritura de Ñuu Dzaui. KNA W Press, Amsterdam.
2008
Joyce, Arthur A.
Mixtecs, Zapotecs and Chatinos. Ancient Peoples of Southern Mexico. Wilcy-Blackwell, Mal den
2010
& Oxford.
Klein, Cecelia F.
77
Rethinking Cihuacoatl: azteca Political Imagery ofthe Conquered Woman. En: Smoke and Mist:
1988
Mesoamerican Studies in Memory ofThelma D. Sullivan (J. Kathryn Josserand & Karen Dakin, eds.) Part I:
237-277. BAR IS 402. Oxford.
The Devil and the Skirt: An Iconographic Inquiry into the Prehispanic Nature of the Tzitzimime.
2000
Estudios de Cultura Nahuat/31 : 17-74
León-Portilla, Miguel
La Filosofia Náhuatl estudiada en sus fuentes. Universidad Nacional Autónoma de México,
1974
México.
Códice Alfonso Caso. La vida de 8-Venado, Garra de Tigre (Colombino-Becker !). Patronato
1996
Indígena, México.
López Austin, Alfredo
Cuerpo humano e ideología. UNAM, Mexico.
1980
López García, U baldo
Sa 'vi. Discursos ceremoniales de Yutsa To 'on (Apoala). Tesis doctoral, Universidad de Leiden.
2007
Marcus, Joyce
Monte Albán. El Colegio de México, México.
2008
Marcus, Joyce & Kent V. Flannery
Ancient Zapotec ritual and religion: an application of the direct historical approach. En: The
1994
Ancient Mind: elements of cognitive archaeology (Colín Renfrew & Ezra B. Zubrow, eds.): 55-74.
Cambridge University Press.
McCafferty, Sharisse D. & Geoffrey G. McCafferty
Engendering Tomb 7 at Monte Albán. Respinning an Old Yam. Curren! Anthropology 35: 2, pp.
1994
143-166. Chicago.
Questioning a Queen? A Gender-lnformed Evaluation of Monte Alban's Tomb 7. En: Ancient
2003
Queens: Archaeological Explorations (Sarah Milledge Nelson, ed.): 41-58. Altamira Press, Walnut Grove.
Middleton, Wil!iam D. & Gary M. Feinman & and Guillermo Molina Vi llegas
Tomb Use and Reuse in Oaxaca, Mexico. Ancient Mesoamerica, 9: 297-307.
1998
Mikulska-Dqbrowska, Katarzyna
El Lenguaje Enmascarado. Un acercamiento a las representaciones gráficas de deidades nahuas.
2008
Instituto de Investigaciones Antropológicas, Universidad Nacional Autónoma de México 1 Sociedad Polaca
de Estudios Latinoamericanos 1 Instituto de Estudios Ibéricos e Iberoamericanos, Universidad de Varsovia,
Mexico.
Miller, Arthur G.
The Painted Tombs of Oaxaca, Mexico. Living with the Dead. Cambridge University Press.
1995
Nowotny, Karl Anton
1959 Die Hieroglyphen des Codex Mendoza: der Bau einer mittelamerikanischen Wortschrift. Mitteilungen
Museumfür Volkerkunde und Vorgeschichte Hamburg, XXV: 97-113.
Tlacuilolli, die mexikanischen Bilderhandschriflen, Stil und Jnhalt, mit einem Katalog der Codex
1961
Borgia Gruppe. Monumenta Americana. Gebr. Mann, Berlin. English translation: Tlacuilolli: Style and
Contents of the Mexican Pictorial Manuscripts with a Catalog of the Borgia Group, University of
Oklahoma Press, Norman 2005.
Oudijk, Michel R.
Historiography of the Benizaa. The Postclassic and Early Colonial Periods (1000-1600 A.D.).
2000
CNWS, Leiden.
78
Oudijk, Michel R. & Maarten E.R.G.N. Jansen
Ethnohistory 47 (2):
Changing Histories in the Lienzos of Guevea and Santo Domingo Petapa.
2000
281-332. Duke University Press.
Paddock, John (ed.)
University Press,
Ancient Oaxaca. Discoveries in Mexican Archae!ogy and History. Stanford
1966
Stanford.
Tezcatlipoca in Oaxaca En: Ethnohistory, Vol. 32, No. 4: 309-325.
1985
Popo! Vuh (diferentes ediciones y traducciones):
por Agustín
Popo! Vuh (edición facsimilar del manuscrito de fray Francisco Ximénez, anotada
1973
la.
Guatema
!barra",
Pineda
Estrada Monroy). Editorial "José de
Dennis Tedlock).
Popo! Vuh. The Mayan Book of the Dawn of Lije. (traducción y comentario de
1985
Simon & Schuster, Nueva York.
Sahagún, Fray Bernardino de
Garibay). Editorial Porrúa,
1975 Historia General de las cosas de Nueva España (edited by Angel María
México.
and translated by Arthur
1950/78 Florentine Codex, General History of the Things of New Spain (edited
y ofUtah, Santa Fe.
Universit
1
Research
American
of
School
J.O. Anderson and Charles E. Dibble). The
Castillo Mangas (coords.)
Sánchez Nava, Pedro Francisco & Ángel Iván Rivera Guzmán & María Teresa
do. Instituto Nacional de
recupera
io
Patrimon
uebla.
Mixteca-P
estilo
de
Un cráneo y un caracol
2011
Antropología e Historia, México.
Sepúlved a y Herrera, María Teresa
1544-1546. Instituto
Proceso por idolatría al cacique, gobernadores y sacerdotes de Yanhuitlán
1999
México.
396,
a
Científic
n
Nacional de Antropología e Historia, Colecció
Smith, Mary Elizabeth
and Maps. University of
1973a Picture Writing from Ancient Southern Mexico, Mixtec Place Signs
Norman.
Oklahom a Press,
Mixtec language. In: Meso1973b The Relationship between Mixtec manuscript painting and the
Washington.
Oaks,
n
Dumbarto
47-98.
ed.):
Benson
P.
h
american Writing Systems (Elizabet
Smith, Michael E. & Cyntia M. Smith
Puebla Concept.
Waves of Int1uence in Postclassic Mesoamerica ? A Critique of the Mixteca1980
Anthropology IV (2): 15-50.
Stenzel, Werner
onal Congress of
The Sacred Bundles in Mesaoamerican Religion. Acts of the XXXV!!! Internati
1972
Americanists, II: 347-352. Stuttgart.
Urcid Serrano, Javier
Zapatee Hieroglyphic Writing. Dumbarton Oaks, Washington D.C ..
2001
University.
Zapatee Writing: Knowledge, Power and Memory in Ancient Oaxaca. Brandeis
2005
Van Doesburg, Sebastián
Angel Porrúa, México.
2001 Códices Cuicatecos Porfirio Díaz y Fernández Leal, Grupo Editorial Miguel
Witter, Hans-Jorg
zum mixtekischDie Gejiederte Schlange und Christus. Eine religionshistorische Studie
2011
Leiden.
de
ad
Universid
christlichen Synkretismus. Disertaci ón doctoral,
79