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This text is the Spanish version of the article T o graphical models for the a al sis a d o pariso of artularies , published in Digital Medievalist, 10 (2015-2016). It is translated for the purpose of dissemination, but all scholarly citations should refer to the published text, accessible online at: http://www.digitalmedievalist.org/journal/10/escalona/ Este te to es u a ersió e astella o del artí ulo T o graphi al odels for the a al sis a d o pariso of artularies , pu li ado e Digital Medievalist, 10 (2015-2016). Esta traducción tiene por objeto difundir el trabajo, pero a efectos de citas académicas el texto de referencia es el de la publicación indicada, on-line en: http://www.digitalmedievalist.org/journal/10/escalona/ Dos modelos gráficos para analizar y comparar cartularios Julio Escalona Instituto de Historia – Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Madrid, Spain julio.escalona@cchs.csic.es Cristina Jular Pérez-Alfaro Instituto de Historia – Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Madrid, Spain cristina.jular@cchs.csic.es Anna Bellettini Instituto de Historia – Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Madrid, Spain anna.bellettini@cchs.csic.es Peer-Reviewed Article Accepting Editor: Els De Paermentier, Universiteit Gent. Recommending Reader: Paul Bertrand, Université Catholique de Louvain. Recommending Reader: Benoît-Michel Tock, Université de Strasbourg. Received: January 14, 2016 Revised: October 21, 2016 Published: January 12, 2017 Abstract: This paper presents and discusses two of a number of methods for the computeraided analysis of cartularies that are currently under development at the Instituto de Historia – CSIC. The first one, which we call the Order/Date Model, is oriented to the integral visualization and analysis of an individual cartulary as a project. The second, which we call the Order/Order Model, is applied to pairs of cartularies that share at least part of their contents, and is aimed to revealing to what extent the most recent one made use of the oldest. Our method is based upon a relational database that stores all the information about the cartularies and a number of statistical graphs that generate a two-dimensional grid (the Order/Date or the Order/Order grids) upon which additional variables can be displayed. Our method draws on traditional codicological and palaeographical methods of analysis, but it represents a significant development, as it allows to visualize in an intuitive way very complex phenomena that are otherwise hard to grasp or difficult to analyze manually. Palabras Clave: Computer-aided Analysis of Cartularies; Knowledge Discovery in Databases; Graphic Models for Data Visualization; Medieval Cartularies; Order/Data Model; Order/Order Model Acknowledgements: Este trabajo ha sido preparado con el apoyo de los proyectos de investigación del Plan Nacional de I+D del gobierno español ref. HAR2013-47889-C3-2-P (dirigido por Julio Escalona) y HAR2012-34756 (dirigido por Cristina Jular Pérez-Alfaro). Algnos aspe tos p eli i a es fue o p ese tados e el Co g eso I te a io al Ca tula ies in Medieval Eu ope: Te ts a d Co te ts , ele ado e Lis oa, Po tugal, el 11-12 de junio de 2015 y en el Seminario PraME (Séminaire Pratiques médiévales de l'écrit) de la Universidad de Namur, Bélgica, el 3 de diciembre de 2015. Los autores quieren agradecer las críticas y comentarios recibidos de los participanes en esos eventos. También muy especialmente, debemos agradecer los comentarios de Francesca Tinti (U. del País Vasco), quien leyó una versión preliminar de este texto. En las etapas iniciales de la investigación, nos beneficiamos de las sugerencias de Carmen Escalona Noguero, que agradecemos de todo corazón. Finalmente queremos reconocer las muy útiles sugerencias recibidas de los dos evaluadores anónimos de Digital Medievalist, que nos han ayudado mucho a perfilar la versión definitiva del texto. Cualquier error que persista, no obstante, es de la exclusiva responsabilidad de los autores. §1 El empleo de ordenadores para facilitar y potenciar el análisis de fuentes históricas de todo tipo ha suscitado el interés de los especialistas desde hace varias décadas, con una diversidad de iniciativas y de enfoques en consonancia con la de las propias fuentes. Más concretamente, los manuscritos medievales han formado parte muy destacada de esta renovación y lo siguen haciendo a medida que las tecnologías de la información se van imponiendo como vía de acceso primaria a la información que contienen. Sin embargo, una inspección detallada sugiere que este proceso experimentó un giro sustancial en torno al final de la década de los 1990, principalmente relacionado con la expansión de Internet y con el desarrollo de los lenguajes de marcado de texto. Hasta entonces la prioridad era desarrollar herramientas de escritorio que facilitaran al investigador el análisis exhaustivo de su fuente específica. Desde fines de los 90 el mundo cambió. Con la difusión de Internet se vivió un cambio de escala sustancial en la cantidad, alcance y en la propia naturaleza de los productos digitales. Fueron aumentando exponencialmente grandes iniciativas orientadas a proporcionar a unos usuarios globales el acceso en web a grandes conjuntos de información. Un rasgo particularmente llamativo en este cambio de tendencia es la proliferación de los sistemas de carácter catalográfico, que están diseñados para permitir la recuperación de ítems de información concretos (un documento de archivo, una imagen digital, un texto literario, etc.). El predominio relativo de este tipo de iniciativas se explica en parte por su alta visibilidad y su impacto inmediato, lo que también reorientó las prioridades de financiación, a la vista de los enormes beneficios que proporcionan a los usuarios. Sin embargo, la mayor parte de estos sistemas carecen de capacidades analíticas o las tienen sólo en grado muy básico. §2 Para los investigadores, el análisis asistido por ordenador de fuentes y manuscritos medievales ha seguido caminos diferentes, generalmente inspirados por el manejo de Big Data y los conceptos de Data Mining y Data Visualization. Así ocurre, por ejemplo, con los estudios de tipo lingüístico y lexicográfico y con algunos proyectos de base prosopográfica. En paralelo, el desarrollo de la edición textual asistida por ordenador marca otra de las grandes tendencias (para una revisión reciente con abundantes referencias, ver Tinti 2015). Resulta, sin embargo, muy difícil encontrar iniciativas centradas en el análisis a pequeña escala y gran intensidad de fuentes específicas, como son, en el caso que nos ocupa, los cartularios medievales. La investigación sobre cartularios ha experimentado un vuelco conceptual y metodológico en las últimas décadas, consistente en superar el viejo enfoque que consideraba los cartularios como meros repositorios de documentación, a verlos como objetos culturales dignos de estudio en sí mismos.1 Al mismo tiempo se han multiplicado los estudios de piezas específicas o conjuntos de códices, incluyendo proyectos electrónicos, generalmente de carácter catalográfico o ecdótico y orientados a facilitar el acceso on-line a la fuente (e.g. CartulR 2006, Becerro Galicano Digital 2013). Sin embargo, los ejemplos de análisis por ordenador de cartularios son llamativamente escasos y, lo que es más significativo, se remontan en su mayor parte, a la década de los 1990, es decir, al momento anterior al boom de Internet (McCrank 1992). El caso es aún más llamativo si se tiene en cuenta que los cartularios son un tipo de fuente idóneo para un abordaje informático porque su naturaleza como códices (susceptibles de un análisis estructural meramente formal) va unida a un contenido o siste te e piezas i dividuales o de adas de a ue do o u ite io de auto . Los especialistas, por supuesto, son perfectamente conscientes de ello y lo tienen en cuenta en sus estudios, a diferentes niveles, incluyendo análisis cuantitativos y estadísticos más o menos automatizados de los contenidos documentales (distribución por franjas cronológicas, tipología documental, tipología de otorgantes/receptores, área geográfica, etc.). En cambio, se suele resolver por medio de análisis cualitativos manuales e intuitivos el estudio integral del cartulario como proyecto. §3 Precisamente es en este aspecto donde nuestra propuesta pretende incidir. Este breve artículo presenta algunos de los componentes de una metodología más amplia para el análisis integral de cartularios que venimos experimentando en el Instituto de Historia – CSIC. Se trata de un trabajo en curso, del cual algunos aspectos están más desarrollados, mientras otros apenas pasan de la fase de diseño. Nos interesa centrarnos en dos modelos gráficos (que denominamos Modelo Orden/Data y Modelo Orden/Orden) para la visualización y análisis del cartulario como proyecto. Estos modelos están ya suficientemente maduros para ser presentados, esperando que su puesta a prueba por otros investigadores contribuya a depurarlos más allá de las capacidades de un grupo de investigación individual. 1 La referencia clásica para este cambio de planteamientos es la mesa redonda de París de 1991 Les Cartulaires (Guyotjeannin, Morelle, y Parisse 1993), que dio paso a una oleada de estudios en casi todos los países europeos y que continúa en la actualidad. La investigación francesa sigue siendo la más active en este terreno, especialmente a través de los trabajos de P. Chastang, quien ha propuesto el término a tula izacio para definir el ascenso de los cartularios como género documental por excelencia en la Plena Edad Media (Chastang 2001, 2006). Otros hitos clave en este proceso son algunas reuniones científicas y volúmenes colectivos, como el Coloquio de 1999 de la Commission Internationale de Diplomatique en Princeton y Nueva York (Kosto y Winroth 2002) y el Congreso de 2002 en Montpellier sobre los Cartularios de la Francia meridional (Le Blévec 2006). El evento internacional más relevante en fechas recientes ha sido el Congreso de 2015 en Lisboa Cartularies in Medieval Europe (http://medievalcartularies.letras.ulisboa.pt/). Para una discusión contextual más detallada ver Escalona y Sirantoine 2013. §4 Los dos modelos que proponemos son meros procedimientos lógicos, independientes de un software específico y que cualquiera puede aplicar en un ordenador de escritorio convencional. Teóricamente –en casos sencillos- pueden ser aplicados manualmente, pero es más operativo utilizar cualquier sistema gestor de bases de datos (SGBD) capaz de generar tablas o gráficos estadísticos, como Filemaker™ o Mi osoft A ess™. Ta ié se puede e sa a , e los asos ás sencillos, con cualquier programa de hoja de cálculo (spreadsheet) como Microsoft E el™, pe o o lo e o e da os po ue los a álisis ás sofisti ados asi sie p e requieren partir de una estructura multitabular relacional. Los ejemplos que presentamos en este artículo han sido elaborados a partir de una base de datos ela io al eada e Mi osoft A ess™, ge e a do visualiza io es po edio del propio motor de gráficos de Access, aunque en alguna ocasión los datos han sido exportados a Excel para aprovechar su mayor versatilidad en la generación de gráficos. Las salidas gráficas han sido diseñadas de manera deliberadamente sencilla, para subrayar su operatividad conceptual por encima de las potencialidades de presentación visual. Cartularios y Diacronía §5 Entre los códices de época medieval y moderna los cartularios constituyen un caso teórico especial por la relevancia que cobra en ellos la diacronía, tanto en su estructura como en su contenido. Desde el punto de vista estructural, los cartularios suelen tener un desarrollo largo en el tiempo. Incluso cuando responden a un proyecto i i ial u ita io e ado , es u f e ue te ue at aviese fases su esivas de adiciones, continuaciones, i se io es odifi a io es ue da luga a ódi es o plejos , ta to desde el pu to de vista odi ológi o o o po o te ido. Apli a do una metáfora arqueológica, se podría decir que los cartularios están abiertos a un a álisis de tipo est atig áfi o , capaz de revelar sucesivas etapas de producción y modificación del proyecto, se reflejen o no en la materialidad del códice. Este carácter diacrónico, que es común –con matices– a otros tipos de códices, en el caso de los cartularios se ve reforzado por la naturaleza de su contenido. Los cartularios, en su sentido más general, registran –de forma completa o abreviada– documentos jurídicos que originalmente no formaban un corpus unitario, y lo hacen de acuerdo con uno o más criterios de ordenación que pueden variar mucho dependiendo del plan y la intencionalidad de cada proyecto. Un atributo crucial de los textos registrados es que recogen actos legales que tienen un lugar en el tiempo (también en el espacio, aunque en este artículo prescindiremos de esa variable). En el caso de documentos no datados, asignarles una cronología depende de métodos de crítica diplomática bien establecidos que son independientes de nuestro análisis. Comprender el cartulario como proyecto implica visualizarlo como estrategia. ¿Qué tratamiento –descartes, selección, ordenación- se ha dado a los documentos individuales? ¿Cuál es la lógica de la ordenación? ¿Responde a un proyecto único o a varios? ¿Ha habido alteraciones sobre un plan inicial? El Modelo Orden/Data que discutimos en la primera parte de este trabajo explota esta dimensión diacrónica de los contenidos del cartulario para t ata de visualiza el p o e to ue ha det ás su vida poste io (Escalona y Sirantoine 2013). §6 El carácter diacrónico de los cartularios tiene todavía una dimensión de mayor o plejidad e los asos ue pode os de o i a de a tula iza ió últiple . No es infrecuente que una institución produzca a lo largo del tiempo más de un cartulario cuyos contenidos se solapen en mayor o menor medida. De esta forma el mismo corpus documental (o sucesivas fases de desarrollo del mismo) puede encontrar su reflejo en más de un cartulario. Esto plantea inevitablemente la difícil cuestión de los usos sucesivos que se da a una misma documentación, pero también a los cartularios precedentes. ¿Por qué el cartulario antiguo ya no basta para cubrir las necesidades del presente? ¿Qué tiene el nuevo que lo hace más adecuado? ¿Cuáles son las diferencias entre ambos? En la segunda parte de este artículo presentamos el Modelo Orden/Orden, que está concebido específicamente para calibrar hasta qué punto dos cartularios que registran (total o parcialmente) la misma colección diplomática coinciden o divergen en su planteamiento como proyectos. §7 Para presentar estos dos modelos analíticos utilizaremos algunos ejemplos hipotéticos y otros procedentes de cartularios reales, pero nuestra intención no es analizar en profundidad estos códices, sino presentar la utilidad del método y sugerir sus posibilidades de expansión futura. Por esta razón soslayaremos muchas de las cuestiones específicas que rodean a los códices concretos comentados y nos centraremos en la manera de analizarlos por medio de estos dos modelos. Visualizando la estructura de un cartulario: el Modelo Orden/Data §8 El Modelo Orden/Data explota el carácter inherentemente diacrónico de los a tula ios t a aja do a pa ti de u a hipótesis ula : ue los do u e tos del cartulario se presentan ordenados cronológicamente. Esta condición sólo se cumple en casos muy excepcionales, como los llamados cartularios-crónica, pero la hipótesis nula es útil en la medida en que rechazarla abre la puerta a otras alternativas. Para visualizar el orden cronológico del cartulario utilizamos dos variables, que dan nombre al modelo: - Orden: la posición de cada documento, tal y como parece en el cartulario. A los efectos de esta presentación y en aras de una mayor claridad expositiva, consideraremos un orden secuencial perfecto, haciendo abstracción de determinadas complejidades, como pueden ser la presencia de piezas insertas en los márgenes, que deben ser consideradas con cuidado en cualquier análisis de casos reales. - Data: el año de la data del documento (rara vez hará falta una resolución cronológica superior al año). De nuevo, en este caso partiremos de un teórico conjunto homogéneo de piezas datadas, dejando a un lado los problemas que plantean los documentos sin data y aquéllos a los que hay que asignar fechas dentro de un rango. §9 El Modelo Orden/Data consiste en representar gráficamente sobre un sistema de ejes de coordenadas la posición de cada documento en función de estas dos variables. En el eje horizontal (eje X) se dispone la ordenación secuencial del cartulario, desde el primer documento al último. En el eje vertical (eje Y) se representa el año de la data. Lo que se obtiene es una representación gráfica de cada uno de los documentos del cartulario, que tiene que ser interpretada. El foco del análisis deben ser los patrones gráficos que resultan de la imagen. Identificando patrones gráficos: patrón caótico, patrón coherente § 10 Trabajando a partir de la hipótesis nula, consideremos el caso (muy infrecuente) de un cartulario organizado por un criterio cronológico. Usando datos hipotéticos, la Figura 1 muestra esta posibilidad, lo cual produce una línea constantemente ascendente (los valores de data siempre aumentan o permanecen iguales, nunca disminuyen). Fig. 1: Modelo Orden/Data de un caso hipotético organizado por orden cronológico § 11 Por el contrario, si el cartulario no está en orden cronológico, la imagen resultante será una alternancia de posiciones verticales sin una pauta cronológica reconocible (Fig. 2). Fig. 2: Modelo Orden/Data de un caso hipotético organizado por orden no cronológico § 12 No obstante, el aspecto desordenado de este segundo patrón sólo puede ser definido en términos de escala de la representación, puesto que frecuentemente hay grupos de documentos que, sin estar en perfecto orden cronológico, se ajustan a rangos temporales más ceñidos que el resto de la documentación. Por lo tanto, a definir los patrones, hay que tener en cuenta la escala de visualización, como se ilustra más abajo en el caso real del cartulario de San Pedro de Arlanza (Fig. 3) § 13 En breve, el Modelo Orden/Data produce una imagen sobre la cual es necesario distinguir si la secuencia o partes de ella se ajustan a uno de u otro de dos patrones ideales:  Patrón caótico: Los documentos se distribuyen sin un patrón cronológico reconocible. La lectura inicial sería que se ha adoptado un orden no cronológico, sino basado en otros criterios (tipología de donantes, distribución geográfica, tipología del negocio jurídico, etc.) o, más a menudo, una combinación de varios.  Patrón coherente: Este patrón es más difícil de definir, pero su identificación es crucial para interpretar el modelo. Es una distribución de documentos que presenta un patrón cronológicamente significativo, bien porque sigue un orden temporal, bien porque se ciñe a un rango temporal discernible, aunque internamente no se organice en orden cronológico estricto. § 14 Rara vez un caso real se ciñe a uno sólo de los patrones. Lo normal es que unas secciones se ajusten a uno y otras al otro, y la identificación de los puntos de inflexión es fundamental para comprender la naturaleza diacrónica de un cartulario como objeto histórico. Para ilustrar esto más claramente es necesario usar un caso real: el cartulario de San Pedro de Arlanza. El Modelo Orden/Data sencillo: sólo dos variables § 15 El primer Modelo Orden/Data fue diseñado por Julio Escalona y Pilar Azcárate y publicado en 2001 como parte de una estrategia para analizar este importante cartulario castellano, que desapareció durante la Guerra Civil de 1936-1939 (Escalona y Azcarate 2001, Escalona, Azcárate, y Larrañaga 2002, Azcárate Aguilar-Amat et al. 2006). Los contenidos de este cartulario se han transmitido en parte gracias a una Fig. 3: Modelo Orden/Data del cartulario de San Pedro de Arlanza. (Los nums. - y - corresponden a adiciones del siglo XIII en el primer folio que carecen de numeración en la edición de Serrano) edición publicada once años antes de su desaparición (Serrano 1925). Esta edición copia los documentos por orden cronológico, pero apenas proporciona otro dato sobre el cartulario que el lugar de orden que cada uno ocupaba en el códice. En este caso, correlacionar los datos internos de los documentos –principalmente la data– con su posición era la única forma de explorar la estructura del cartulario. El Modelo Orden/Data elaborado entre 1998 y 2000 –y que aún no llevaba ese nombre– sorprendió por lo elocuente del patrón que mostraba, tal y como refleja la Fig. 3. § 16 Llama inmediatamente la atención el contraste entre un patrón caótico dominante al comienzo, seguido a partir del nº 78 por un bloque coherente de documentos que corresponden a una franja cronológica estrecha, entre 1130 y 1156. Un análisis pormenorizado permitió definir no dos, sino hasta cuatro bloques (Fig. 4).  Fig. 4: Modelo Orden/Data del cartulario de San Pedro de Arlanza (las cajas indican los bloques A y B) El Bloque A muestra un patrón muy irregular, con fuertes alternancias en las datas. Esto es propio de un cartulario organizado por criterios no cronológicos, cuyas fechas más altas apuntan a 1119 como fecha post-quem para su confección.  En cambio, el Bloque B representa una estrategia radicalmente distinta, puesto que, sin guardar estricto orden cronológico, sus componentes se ciñen, como se ha dicho, a un rango temporal mucho más coherente, de 1130 a 1156. El patrón del Bloque B puede describirse como una adición efectuada después de cerrar la etapa inicial de producción del cartulario y que se limita a actualizarlo incorporando documentos obtenidos después de ese período.  El bloque C vuelve a un patrón caótico, con la complejidad añadida de que incluye dos piezas sin datar, que en este caso aparecen convencionalmente representadas sobre el eje X.  Finalmente, el bloque D corresponde a cuatro inserciones mucho más tardías que fueron incorporadas tanto al comienzo como al final del cartulario. § 17 De esta forma, el gráfico Orden/Data permite interpretar la trayectoria de este cartulario desaparecido. El proyecto inicial –quizás concebido en tono al período 11201130- se reconoce en su patrón cronológicamente caótico (Bloque A). Este cartulario inicial fue objeto de una continuación en algún momento posterior a 1156, consistente en añadir una serie de documentos pertenecientes a un arco temporal muy ceñido (Bloque B). Más tarde se añadieron diversas piezas heterogéneas (Bloque C) y finalmente unas pocas incorporaciones del siglo XIII al comienzo y final (Bloque D). Veremos en seguida que es posible hacer precisiones mayores sobre el caso de Arlanza, pero de momento baste con constatar que el modelo Orden/Data sencillo permitió generar hipótesis sobre el proyecto de cartularización y, por lo que interesa al presente artículo, definir los dos patrones gráficos fundamentales, coherente y caótico. El modelo Orden/Data complejo: añadiendo más variables § 18 El núcleo principal del cartulario de Arlanza se caracteriza por un patrón cronológicamente caótico. Esto permite distinguirlo de la fase posterior, pero no constituye en sí mismo una herramienta de análisis muy potente. Sin embargo, el hecho de que el patrón sea aóti o o uie e de i ue ha a ue e u ia a analizarlo. Es posible poner en pie y probar hipótesis alternativas añadiendo variables adicionales a las dos básicas de orden y data, y explorar si existen agrupaciones de tipo conceptual independientes de la ordenación cronológica. En el caso de Arlanza, si incorporamos una tercera variable, como es el otorgante de los documentos podemos interpretar más a fondo las estrategias subyacentes. En la Figura 5 el Modelo Orden/Data de los bloques A y B distingue los documentos otorgados por los reyes de León o los condes de Castilla del resto. Fig. 5: Modelo Orden/Data del cartulario de San Pedro de Arlanza. Bloques A y B simbolizados por otorgante § 19 Se aprecia inmediatamente que el Bloque B muestra una proporción muy alta de documentación regia, lo que sugiere que no sólo consistió en la adición de piezas en el rango 1130-1156, sino que dicha documentación había sido seleccionada dando preferencia a los diplomas regios. En cuanto al Bloque A, se aprecia igualmente una división interna. Los diplomas condales y regios no forman un continuo al comienzo del códice, pero sí aparecen en una proporción mucho más alta en los treinta primeros textos que en el resto. Esto permite sugerir que en el proyecto original el cartulario se organizaba por bloques del dominio, los cuales tenían a menudo origen en una donación condal/regia, de ahí que este tipo de piezas aparezcan concentradas, pero sin continuidad. El resto del Bloque A recoge documentación más variopinta, con gran proporción de documentos particulares. § 20 Si el caso de Arlanza es relativamente sencillo, el panorama se enriquece notablemente cuando se trabaja sobre un códice de mayor complejidad, y en lo tocante a complejidad difícilmente se podrá señalar en la Península Ibérica un caso más extremo que el llamado Becerro Gótico de Valpuesta. Se trata de un códice facticio que reúne diversos fragmentos creados en momentos diferentes en los siglos XI y XII, cada uno con su propia puesta en página, caligrafía, contenidos, etc., que nunca compusieron un proyecto unitario, pero fueron encuadernados juntos en algún momento anterior a 1236. Cuenta con la ventaja adicional de haber sido objeto recientemente de una edición espléndida que incluye la reproducción facsimilar del códice y un estudio exhaustivo de sus aspectos codicológicos, paleográficos y diplomáticos (Ruiz Asencio, Ruiz Albi, y Herrero Jiménez 2010). Sin entrar en más detalles sobre el códice, vamos a utilizarlo como ejemplo para mostrar cómo, cuanto más rica es la información, más potencia analítica alcanza el Modelo Orden/Data. Las Fig. 6 y 7 presentan el Modelo Orden/Data del Becerro Gótico de Valpuesta, primero en su versión más sencilla, con el orden y la fecha como únicas variables, y después añadiendo una tercera variable. Fig. 6: Modelo Orden/Data del Becerro Gótico de Valpuesta § 21 Llama la atención inmediatamente su aspecto heterogéneo, con una alternancia entre bloques muy contrastantes: unos muestran el patrón que hemos denominado caótico, mientras que otros, como ocurría en el Bloque B de Arlanza, se ciñen al patrón coherente: documentos –no necesariamente ordenados cronológicamente– que cubren un rango temporal corto. Pero en el caso de Valpuesta la información disponible permite incorporar más variables y profundizar en el análisis. Podemos, por ejemplo, simbolizar la gráfica en función de la estructura codicológica, marcando con color distinto cada cuaderno (Fig. 7). Fig. 7: Modelo Orden/Data del Becerro Gótico de Valpuesta simbolizado por cuadernos § 22 Al hacerlo salta a la vista que hay una alta correlación entre los cambios de patrón antes indicados y la estructura codicológica, lo cual, tratándose de un códice facticio, da pie a interpretarlo como fases de producción independientes o alteraciones subsiguientes. § 23 Todavía es posible generar una imagen más compleja si consideramos que los cuadernos son una variable secuencial, que, por tanto, puede ser representada sobre el eje X, lo que deja espacio para incorporar una variable más, en este caso, el tipo de escritura (Fig. 8). § 24 Ahora el eje X muestra una doble agrupación: por orden de documentos y por cuadernos, mientras que la gráfica representa los dos tipos principales de escritura del códice. Los editores del cartulario identificaron un total de treinta y dos manos diferentes cuya representación gráfica permite muchas más precisiones. Sin embargo, en aras de la claridad de exposición, en este gráfico nos limitamos a distinguir entre manos visigóticas y manos carolinas. La gráfica ilustra elocuentemente cómo los bloques en escritura carolina tienden a formar unidades compactas insertas entre otras en letra visigótica y cómo ello suele coincidir con unidades codicológicas (cuadernos 5-7, cuaderno 11), confirmando su carácter de bloques independientes encuadernados entre otros fragmentos más antiguos. Yendo más allá, el Modelo Orden/Data revela además que dos de los fragmentos en visigótica (cuadernos 1-4, cuaderno 13) adoptan el patrón caótico, propio de una ordenación no cronológica y ue i di a ía u a tula io típi o . No lo ha e el uade o 8, ue, o la e ep ió de una pieza al comienzo, se ciñe al patrón coherente (rango cronológico estrecho), lo que indicaría una adición al bloque formado por los cuadernos 1-4; tampoco lo hace el cuaderno 14, un dossier monográfico sobre el monasterio de San Pedro de Buezo que constituye un caso especial al recoger sólo documentos del año 950, y que contiene en medio un folio inserto con varios textos en carolina (Ruiz Asencio, Ruiz Albi, y Herrero Jiménez 2010, p. 54). En cambio, los bloques en carolina adoptan claramente el patrón coherente. Esto indica una divergencia de plan notable. Los dos principales bloques en visigóti a o espo de a a tula ios típi os (de he ho se ha p opuesto, o ue criterio, que el Becerro Gótico de Valpuesta contiene fragmentos de dos cartularios en letra visigótica originalmente independientes: Ruiz Asencio, Ruiz Albi, y Herrero Jiménez (2010), pp. 58-60) mientras que los bloques en carolina formarían, bien dossiers sueltos, o bien adiciones posteriores a uno u otro de los bloques en visigótica. Fig. 8: Modelo Orden/Data del Becerro Gótico de Valpuesta simbolizado por tipo de escritura (C = Carolina; V = Visigótica) § 25 Los casos presentados hasta ahora han sido seleccionados con el fin de ilustrar de manera progresiva las posibilidades básicas de aplicación del Modelo Orden/Data. La potencialidad (y las dificultades de análisis) aumentan notablemente ante cartularios más complejos, como demuestra el ejemplo de Valpuesta. Sólo hemos presentado unos pocos rasgos básicos para mostrar cómo el método puede producir visualizaciones muy intuitivas, en este caso apoyándonos en el exhaustivo análisis llevado a cabo por los editores. También es posible profundizar en el análisis añadiendo más variables y produciendo gráficos ad hoc para examinar secciones concretas del códice, pero este no es el propósito de este artículo y lo haría excesivamente largo. Sí es, en cambio, pertinente dar detalles sobre cómo el Modelo Orden/Data puede aplicarse a cartularios complejos, como el Becerro Gótico de Cardeña, el más importante de los cartularios castellanos anteriores al siglo XII (Serrano 1910, Martínez Díez 1998, Fernández Flórez 2014). Es un cartulario de gran calidad formal y tamaño, que contiene 373 textos distribuidos en 99 folios, con una ordenación que, en general, privilegia las agrupaciones por unidades del dominio monástico. El Modelo Orden/Data permite visualizar integralmente esta complejidad (Fig. 9), pero también centrar el análisis en componentes específicos (Fig. 10), y esta complejidad puede ser deconstruida de manera multiescalar, haciendo zoom sobre secciones específicas (Fig. 11). Fig. 9: Modelo Orden/Data del Becerro Gótico de Cardeña § 26 La secuencia, tal y como se visualiza en el gráfico sencillo (Fig. 9) es difícil de interpretar por la densidad de información, pero en seguida se advierten algunos patrones. En general es fácil percibir que el grueso de los documentos de Cardeña fueron producidos, bien a mediados del siglo X, bien en el segundo tercio del siglo XI, con una fase intermedia mucho menos densa. No obstante, esto no es decir mucho. La imagen general es demasiado caótica para interpretarla. § 27 En el caso de Cardeña, disponemos de la ayuda adicional de los títulos de los documentos, puesto que casi todas las entradas del cartulario llevan una rúbrica que identifica el tema principal por el que fueron clasificadas. Añadiendo esta infromación como tercera variable, podemos mostrar la localización de los documentos que tienen el mismo título a lo largo del cartulario. La Fig. 10 muestra un cuadro muy elocuente, aunque pueda parecer a primera vista confuso. Hay evidentes agrupaciones de documentos con el mismo título (que aparecen con el mismo símbolo en el gráfico). Las líneas verticales o casi verticales que unen puntos adyacentes (como en las dos primeras agrupaciones a la izquierda) indican que los documentos se refieren al mismo asunto o localidad y están jntos en el cartulario aunque sus datas puedan ser muy distintas. Sin embargo, casi todos los grupos tienen también componentes desligados (representados por las líneas horizontales o diagonales). Así ocurre con el segundo grupo de la izquierda (color marrón), cuyos componentes se agrupan al comienzo del libro, pero con un caso suelto hacia la mitad y dos más al final. Así, el patrón aparentemente ilegible del cartulario de Cardeña cobra sentido. Los compiladores del cartulario pueden haber marcado cada pieza con un título, pero su ordenación no es perfecta, lo que está abierto a interpretación, incluyendo la hipótesis de que pueda ser una refacción de otro cartulario más antiguo. Fig. 4: Modelo Orden/Data del Becerro Gótico de Cardeña simbolizado por materia. El número de materias identificadas (basado en las rúbricas que encabezan cada entrada) es de 98. El patrón resultante es muy difícil de interpretar de forma integral, pero el gráfico permite orientar el análisis subsiguiente (ver Fig. 11) Fig. 5: Modelo Orden/Data del Becerro Gótico de Cardeña contrastando una materia frente al resto § 28 La eficacia del Modelo Orden-Data para estudiar un cartulario complejo como el de Cardeña se puede ampliar a base de filtrar los datos para representar casos concretos (o pequeños grupos de ellos). La Fig. 11 muestra el gráfico general individualizando los do u e tos ue lleva el título Bu gos . La imagen ilustra muy bien la impresión antes apuntada: los documentos tienden a agruparse en un bloque, pero tienen piezas sueltas, especialmente hacia el final del códice. Un estudio pormenorizado de los grupos podría confirmar si esta inconsistencia aparente se repite a lo largo de toda la secuencia o afecta sólo a períodos o a títulos concretos. Comparando Cartularios: el Modelo Orden/Orden § 29 El segundo método que proponemos está orientado a facilitar la comparación entre dos cartularios que contengan al menos un bloque significativo de documentación en común.2 Esta situación se da principalmente cuando una institución produce a lo largo de su historia más de un cartulario, fenómeno cuyas causas y características individuales están sujetos a una enorme variabilidad. Hay cartularios de segu da ge e a ió ue tie e la e a fu ió de a tualiza ejo a ot o ás antiguo que se considera obsoleto, pero también pueden producirse nuevos cartularios para ser utilizados en operaciones específicas o bien porque adoptan un carácter temático selectivo (recogiendo, por ejemplo, sólo documentación real, o sólo pontificia). Cuando se conservan dos cartularios que registran –total o parcialmente– la misma documentación es posible compararlos de acuerdo con una pregunta básica: ¿hasta qué punto el segundo cartulario replica la estructura del primero? En este caso la hipótesis nula que habría que contrastar sería que el segundo cartulario sigue fielmente los pasos del primero. Para ello proponemos un método de representación gráfica que denominamos Modelo Orden/Orden. La razón de este nombre es que consiste en comparar en dos ejes la ordenación de los documentos en cada uno de los códices. § 30 A la hora de construir el Modelo Orden/Orden, hemos de partir de una matriz organizada sobre la base de las piezas documentales copiadas en cada uno de los dos cartularios que queremos comparar. A esa primera columna habrá que añadir otras dos que registran la posición de cada texto en el cartulario A y en el cartulario B. Por tanto se trata de tripletes de valores en los cuales el nº de documento identifica la pieza individual, mientras que los otros dos (posición en A, posición en B) funcionan como un par de coordenadas para su representación gráfica. A partir de esta matriz se genera una gráfica en la que el eje X representa el orden de posiciones en el cartulario A y el eje Y el orden de posiciones en el cartulario B. Cuando un documento aparece sólo en uno de los dos cartularios, su valor de posición en el otro será 0, por lo que aparecerá representado sobre el eje respectivo. § 31 ¿Cómo leer un Modelo Orden/Orden? El Modelo parte de un principio sencillo: un cartulario se basa en la estructura de otro más antiguo en la medida en que copia los documentos en el mismo orden que éste. Lo que se busca es valorar hasta qué punto hay correlación en la forma de ordenar los documentos en ambos cartularios. Existe correlación cuando para un incremento de una unidad en la posición de los documentos en el cartulario A se da un incremento igual en el cartulario B. En este caso se genera una línea recta cuya pendiente es 1 (45 o). La Fig. 12 representa un caso ideal –e improbable– de correlación perfecta: los documentos ocupan exactamente la misma posición en A y en B, luego el segundo es una copia exacta del primero (en su estructura, no necesariamente en los detalles de los textos). 2 Los casos de cartularización múltiple han sido hasta ahora insuficientemente investigados. Su estudio es una línea de indagación muy prometedora para el futuro. En la Península Ibérica se han dado pasos en esta dirección recientemente, como muestran lso análisis comparativos de tres casos presentados en el Congreso Internacional Ca tula ies i Medieval Eu ope: Te ts a d Co te ts , celebrado en Lisboa en Junio de 2015 (Tinti, Peterson, y Agúndez 2015). Fig. 6: Modelo Orden/Orden de un caso hipotético de correlación total entre dos cartularios (el cartulario B es una copia perfecta del cartulario A) § 32 Pero en la práctica las correlaciones no son perfectas, y para interpretar el modelo es necesario tener en cuenta que lo importante no son las posiciones absolutas, sino los incrementos relativos en el orden de los documentos. En otro ejemplo ideal, pero menos homogéneo (Fig. 13) se muestra una secuencia más compleja: el cartulario B omite los primeros cuatro documentos de A (que aparecen sobre el eje X con valor 0), y luego copia los documentos n os 5-16 en el mismo orden y posición que A, con la excepción del nº 15, que omite (de nuevo valor 0). Finalmente, los documentos que en A ocupan las posiciones 17-20 en B aparecen al comienzo. Fig. 7: Modelo Orden/Orden de un caso hipotético de correlación parcial entre dos cartularios (el cartulario B replica al cartulario A con varias modificaciones) Un caso de alta correlación: los cartularios de Santa María de Valpuesta § 33 Como en el apartado anterior, podemos aplicar el Modelo Orden/Orden a casos reales. Utilizamos, en primer lugar, los dos cartularios denominados Becerro Gótico y Becerro Galicano de Santa María de Valpuesta (Fig. 14). El más antiguo (Gót.) es, como se indicó más arriba, un códice facticio muy heterogéneo compuesto en los siglos XI y XII (Ruiz Asencio, Ruiz Albi, y Herrero Jiménez 2010). El más moderno (Gal.) es un códice muy homogéneo, datado en 1236, y que declara explícitamente en su colofón se opia del Góti o, al ue p ete de e ova (Ruiz de Loizaga 1995). Fig. 8: Modelo Orden/Orden sencillo de los Cartularios de Valpuesta § 34 Basta un vistazo para apreciar una correlación muy alta, marcada por la línea diagonal dominante. Las anomalías consisten sobre todo en documentos que sólo figuran en uno de los dos y en algunos elementos que aparecen en posición diferente. Los documentos de Gót. omitidos por Gal. aparecen en el valor 0 del eje X. Los tres únicos casos de documentos añadidos por Gal. que no estaban en Gót. aparecen en el valor 0 del eje Y. Los documentos que se ubican en puntos diferentes en los dos cartularios aparecen como puntos que escapan de la tendencia general a la línea recta de pendiente 1. Sin entrar en más detalles concretos (cuestión que queda para otro trabajo específico), el modelo Orden/Orden refleja claramente cómo el Becerro Galicano sigue muy de cerca la ordenación del Gótico, a la vez que permite visualizar cuáles son los puntos en los que esta correlación no se cumple, para poder centrar el análisis en ellos incorporando otras cuestiones, como codicología o contenido de los textos. Dos proyectos diferentes: los cartularios de San Miguel de Villamayor de Treviño § 35 El monasterio premonstratense de Treviño cuenta con dos cartularios elaborados en fechas muy distantes: los siglos XII y XIII para el primero, al que denominaremos Cartulario, y el año 1676 para el segundo, al que llamaremos Becerro.3 De un total de 231 documentos identificados, ambos códices tienen en 3 Cartulario: España. Ministerio de Cultura. Archivo Histórico Nacional. AHN, Diversos y Colecciones, Códice 998. Becerro: España. Ministerio de Cultura. Archivo Histórico Nacional. AHN, Diversos y Colecciones, Códice 1375. Los dos códices han sido digitalizados en el marco del proyecto CRELOC común un total de 122 (53%), lo que constituye un solapamiento suficiente para el análisis. Como en el caso de Valpuesta, no es posible en este trabajo hacer una presentación detallada de estos códices, de los problemas que plantea su estudio, ni de su enorme riqueza formal y de contenido. Nos limitaremos a comparar la estructura de ambos a partir del Modelo Orden/Orden. El caso de Treviño es particularmente elocuente en este sentido porque el Becerro de 1676 declara en el prólogo cuál es su lógica interna, y esa lógica no es la misma que la del Cartulario medieval.4 Para sondear este principio organizativo hemos representado con símbolos diferentes la tipología documental. Tratándose de proyectos de cartulario diferentes, cabría esperar en este caso una total discordancia entre los dos códices, pero, el Modelo Orden/Orden demuestra que no es así (Fig. 15). Fig. 9: Modelo Orden/Orden complejo del Cartulario y el Becerro de San Miguel de Treviño simbolizados por tipo de contenido del documento § 36 En primer lugar, el antes citado porcentaje de solapamiento del 53% se expresa en el alto número de documentos que se sitúan sobre los valores 0 de los dos ejes: los que están sobre el eje horizontal son textos que no existen en el Cartulario medieval, pero sí en el Becerro del XVII; los que están sobre el eje vertical son piezas del Cartulario que el Becerro decidió no incluir. En segundo lugar, en la parte en que los dos coinciden, se observan cinco bloques bien diferenciados: 1. La lectura de izquierda a derecha indica que del documento 2 al 20 el Becerro sigue su propio plan: cuando copia documentos que ya estaban en el Cartulario, dirigido por Cristina Jular, y las imágenes pueden ser consultadas en www.creloc.net (Jular Pérez-Alfaro 2006). 4 El plan del Becerro anuncia ocho capítulos: 1) Fundación del monasterio; 2) Donaciones de los fundadores; 3) Donaciones de bienhechores; 4) Confirmaciones papales y regias; 5) Ventas y compras; 6) Juros; 7) Censos; 8) Abadologio (que probablemente acabó derivando a un volumen independiente). AHN, Cod. 1375, fols 1v-2r. el resultado es un patrón totalmente caótico en el que no se puede distinguir una tendencia definida; a medida que nos desplazamos hacia la derecha, los documentos aparecen unas veces más arriba y otras veces más abajo respecto del eje Y. En principio –y sin excluir ulteriores precisiones- se podría interpretar esta imagen como indicio de que el autor del Becerro quizás trabajó en esta parte sobre la documentación del archivo o quizá utilizó el Cartulario, pero en todo caso lo hizo ignorando la organización de éste. Es importante indicar que si la totalidad de la obra hubiera sido independiente, toda la secuencia debería resultar igualmente caótica, pero, como veremos, no es así. 2. Entre los documentos 20 y 40 se observa un patrón diferente: todos los documentos que copia el Becerro aparecen en el mismo orden secuencial que en el Cartulario, aunque no sean consecutivos. De izquierda a derecha, cada documento aparece siempre con un valor de Y superior al anterior, aunque haya intermitencias. Esto resulta enormemente revelador, porque indica que si en el Bloque A el autor del Becerro tenía mucho interés en presentar su propio plan, en este nuevo bloque (correspondiente al capítulo de Donaciones de Benefactores) extrajo del Cartulario las piezas que encajaban con la tipología deseada (donaciones) prescindiendo de las otras, pero siempre en una progresión hacia adelante. 3. Entre los documentos 40 y 75 hay un nuevo cambio de plan. Ahora el Becerro copia documentación tardía, obtenida por el monasterio después de la confección del Cartulario y que, por tanto, no había sido incorporada a éste. Por eso aparecen sobre el eje X, con la excepción de algún documento que sí estaba en el Cartulario, pero probablemente el autor del Becerro no lo advirtió y lo incluyó a partir de los originales del archivo. Del mismo modo, aunque predomina la tipología de donación o confirmación, se intercalan tres documentos de tipo diferente, quizás porque el autor consideró que su tipología podía homologarse, como ocurre también en las compraventas. 4. Desde el documento 75 el Becerro vuelve a seguir muy de cerca al Cartulario. Prescinde de algunos documentos, pero la tendencia ascendente de la línea no deja lugar a dudas: está trabajando sobre el Cartulario. En este caso, al simbolizar la gráfica en función de la tipología documental se aprecian mejor algunas decisiones del autor del Becerro. Al registrar las compraventas no se molesta en reordenarlas, sino que las toma directamente del Cartulario. 5. El último bloque corresponde a tipologías tardías (juros y censos) que no existían en el momento de confección del Cartulario y, por lo tanto, aparecen sobre el eje X. § 37 Un elemento adicional a tener en cuenta es que determinadas tipologías documentales no interesan al autor del Becerro, como ocurre con las remembranzas, que ocupan una parte importante del Cartulario, pero son sistemáticamente excluidas del Becerro, por lo que aparecen sobre el eje Y del gráfico. En definitiva, el Modelo Orden/Orden demuestra que el autor del Becerro de 1676 hizo un uso complejo del Cartulario medieval, prescindiendo de él para articular su propio discurso al comienzo y siguiéndolo de cerca cuando no precisaba una reordenación del material. La capacidad del Modelo Orden/Orden para conjugar las posiciones relativas de los documentos en ambos códices con la simbolización de sus elementos cualitativos se revela como una potente herramienta para visualizar relaciones que de otra forma son difíciles de apreciar y de poner a prueba. Conclusiones § 38 En este artículo hemos presentado dos métodos gráficos para analizar cartularios. El primero, el Modelo Orden/Data permite visualizar y analizar la estructura integral de un cartulario, o bien centrarse en secciones del mismo, partiendo de una representación bidimensional (orden / data de los documentos) a la que se puede añadir otras variables para hacer más sofisticado el análisis. También hemos mostrado algunas vías para la interpretación de los resultados, partiendo de la identificación de dos patrones básicos: un patrón caótico, propio de cartularios que no se organizan cronológicamente, y un patrón coherente, que muestra, bien una ordenación cronológica, bien una concentración de ítems en un rango temporal restringido. Los ejemplos presentados ilustran ambas situaciones, así como las interpretaciones que pueden derivarse de su detección sobre casos reales, como Arlanza o Valpuesta. § 39 En segundo lugar, hemos presentado un método, el Modelo Orden/Orden, para comparar cartularios cuyos contenidos presenten un suficiente grado de solapamiento. Como en el caso anterior, la base es un gráfico bidimensional generado a partir de los valores de posición de cada documento en los dos cartularios comparados, pudiéndose añadir una tercera variable para profundizar en el análisis. Este modelo permite valorar hasta qué punto un cartulario reproduce la ordenación de otro anterior y facilita visualizar los puntos de concordancia/discordancia. Los ejemplos presentados ilustran la potencia del método. Los cartularios de Valpuesta resultan seguir un patrón muy concordante, mientras que los de Treviño muestran un panorama mucho más rico y complejo en el que se pueden apreciar las diferentes estrategias aplicadas por el autor del siglo XVII a la hora de manipular el Cartulario medieval para producir el Becerro. § 40 Los dos métodos presentados son sólo algunas de las formas de abordar el estudio de cartularios a partir de la generación de gráficas bidimensionales. Nuestro equipo viene experimentando otras opciones que permiten sondear con eficacia aspectos concretos, como la estructura codicológica, el formato y la puesta en página, las intervenciones de diferentes manos o el análisis de las inserciones y alteraciones, cuestiones que serán objeto de trabajos monográficos en el futuro. Una de las áreas más prometedoras es la capacidad de analizar cartularios cuya estructura codicológica original ha sido alterada, y tratar de generar reconstrucciones hipotéticas. Del mismo modo, integrando los datos en un Sistema de Información Geográfica permitiría aplicar técnicas de análisis espacial para explorar cartularios organizados por zonas geográficas. Todos estos aspectos están ya siendo ensayados por nuestro grupo de investigación. § 41 Puesto que los principios del método descansan sobre procesos lógicos independientes de cualquier sistema concreto, en teoría podrían llevarse a la práctica de forma manual. Sin embargo, la implementación sobre un sistema informático es imprescindible para optimizar el esfuerzo y alcanzar análisis suficientemente sofisticados. Un sistema gestor de bases de datos asociado a un motor de gráficos es el mínimo imprescindible para alcanzar operatividad. No obstante, nuestro objetivo a medio plazo es integrar estas herramientas en un software específico para analizar cartularios, el cual deberá contar con capacidades de visualización más potentes de las presentadas aquí y con rutinas para el reconocimiento automático de los patrones que de momento sólo reconocemos de manera visual. Lo mismo se puede decir de la identificación de discontinuidades o puntos de inflexión que pueden parecer obvios en los gráficos más sencillos, pero son mucho menos evidentes en códices grandes y complejos. Debe destacarse, no obstante, que la capacidad de visualizar la totalidad del códice en una sola imagen es una herramienta mucho más potentes que cualquiera basada en tablas o descripciones textuales. § 42 Finalmente, querríamos animar a la comunidad científica a contribuir a poner a prueba y refinar estos métodos no sólo con fines de investigación, sino también docentes o de divulgación al público. Esperamos que algunos de ellos, especialmente el Modelo Orden/Data puedan en el futuro próximo convertirse en estándares de aplicación general en el estudio y edición de este tipo de fuentes históricas. Bibliografía Citada          Azcárate, Pilar; Julio Escalona; Cristina Jular; y Miguel Larrañaga. 2006. Volver a nacer: historia e identidad en los monasterios de Arlanza, San Millán y Silos en el siglo XIII en Fei d e, leu e , fausse : fi tio et falsifi atio da s l'Espag e médiévale, ed. C. Heusch. Monográfico. Cahiers d'Études Hispaniques Médiévales 29: 359-394. 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