REVISTA REDEMPTIO 2008
“65 años de testimonio redentor
mercedario”
REVISTA REDEMPTIO 2008
EDITORIAL ......................................................................................................... 2
ARTICULOS Y TRABAJOS
―LA FE‖; Sr. Carlos Zárraga Olavarría ........................................................ 7
―DINÁMICA DEL RETIRO MENSUAL‖; R.P. Carlos Anselmo
Espinoza Ibacache........................................................................................ 19
―REFORMA EDUCACIONAL, EL DESAFÍO QUE VIENE‖; R.P.
Patricio Cavour Calderón............................................................................ 32
―OBRAS DE SAN GREGORIO MAGNO‖ IMPLICANCIAS
PARA NUESTRO TIEMPO‖; Fr. Rodrigo Aguilar Gómez ........................ 37
―LA PARÁBOLA DEL BUEN SAMARITANO‖; Fr. Vladimir
Antonio Molina Cruz................................................................................... 46
―SAN PEDRO ARMENGOL EN UN PARALELO TEMPORAL
PARA LA MERCED DE HOY‖; Hno. Jorge Candia Palma ....................... 67
VOCACIÓN MERCEDARIA
―HOMILIA: ORDENACIÓN SACERDOTAL DE FR. JUAN
ARMANDO SÁNCHEZ‖; Mons. Cristian Contreras Molina.................... 77
―AGRADECIMIENTOS POR MI CONSAGRACIÓN‖; Fr.
Rodrigo Aguilar Gómez .............................................................................. 81
―EL SIGNIFICADO DE DAR LA VIDA, INCLUSO CUANDO
ÉSTA YA NO SE POSEE…‖ Fr. Carlos Patricio Suazo Escobar ................ 84
RECUERDOS “AD ETERNUM”
Sobre ―ALFONSO MORALES‖ por R.P. Jorge Astroza ............................ 89
Sobre ―ORLANDO PÉREZ‖, por R.P. Héctor Guerrero ........................... 93
Sobre ―FERNANDO VÁSQUEZ‖, por Fr. Vladimir Molina .................... 96
ACTIVIDADES COMUNITARIAS
Estudiantado Mercedario ........................................................................... 103
Cumpleaños ................................................................................................ 111
ARTÍCULOS Y
TRABAJOS
LA PARÁBOLA DEL BUEN SAMARITANO
Fr. Vladimir Antonio Molina Cruz, O. de M.
En memoria del R.P. Fernando
Vásquez, amigo, hermano y maestro.
INTRODUCCIÓN
Este trabajo tiene como objetivo
acercarnos a la parábola del Buen
Samaritano, y el contenido de esta,
acompañados de la misma pregunta
que formula el legista a Jesús: ¿Quién
es mi prójimo? Para esto haremos un
acercamiento a las ideas principales
del texto, sus personajes, factores
importantes a considerar, gestos y
acciones que tienen un contenido muy
importante y nos llevan a resolver
esta pregunta. Una vez resuelta la
pregunta, nos queda dar un paso más:
¿como toca esto en nuestra vida? Para
eso recurriremos a las conclusiones
obtenidas, para de esta forma hacer
vida aquello que Jesús narraba como
un ejemplo, y pide que cada uno de
sus seguidores seamos capaces de
realizar.
COMO SURGE LA NARRACIÓN DE LA PARÁBOLA
tu corazón, con toda tu alma, con
todas tus fuerzas y con toda tu
mente; y a tu prójimo como a ti
mismo." Díjole entonces: "Bien
has respondido. Haz eso y
vivirás."»
§1.
Conversación de Jesús con el
legista
La
parábola
del
Buen
Samaritano está solo contenida en el
Evangelio de Lucas, y viene como un
ejemplo que utiliza Jesús frente a una
segunda pregunta que le es
formulada por un legista, que intenta
ponerle a prueba frente a sus
discípulos. La primera pregunta que
le realiza este es la siguiente (Lucas
10, 25-28):
«Se levantó un legista, y dijo, para
ponerle a prueba: "Maestro, ¿que
he de hacer para tener en
herencia vida eterna?" El le dijo:
"¿Qué está escrito en la Ley?
¿Cómo
lees?"
Respondió:
"Amarás al Señor tu Dios con todo
Podemos distinguir que el
inicio de esta conversación es narrada
también en los tres evangelios
sinópticos1, de los cuales se puede
extraer diversas observaciones:
Lugar:
Según Lucas: Jesús va
camino a Jerusalén. Según Mateo y
Marcos: Jesús ya se encuentra
predicando en Jerusalén.
Para corroborar estos datos, obsérvense
los textos de Mateo 22, 34-40 y Marcos 12,
28-31.
1
46
Vladimir Molina – EL BUEN SAMARITANO
Situación:
Según Lucas: Los
discípulos de Jesús han regresado
satisfactoriamente de la misión que
les había sido encomendada, y todo
esto alegra mucho a Jesús, de manera
que comienza a dar gracias al Padre.
Según Mateo y Marcos: Jesús se
encuentra en pleno discurso.
Pregunta:
Lucas
y
Marcos
coinciden en que es un legista quien
pregunta, mientras que Mateo se
limita a señalar que es uno de los
Fariseos. Algunos fariseos eran
legistas, por tanto se puede decir que
es la misma persona.
Respuesta:
Lucas señala que
Jesús no responde, sino que, por
medio de otra pregunta, el legista
responda, quien cita el resumen de la
ley (Deuteronomio 5, 6 y Levítico 19,
18). En Mateo y Marcos es Jesús quien
responde, y en el caso de Marcos, el
legista responde con sensatez al
reconocer la respuesta correcta
pronunciada por Jesús.
Conclusión:
Mateo
y
Marcos
señalan que quienes estaban con él no
se atrevieron a hacerle más preguntas,
aún así, Lucas señala que este legista
se atreve a justificarse, preguntándole:
y ¿quien es mi prójimo? (Lucas 10,
29).
Es así como Jesús responde
nuevamente no con una respuesta
argumentativa, sino que esta vez
relata una parábola, conocida como
―El Buen Samaritano‖. Esta es la que
examinaremos más profundamente a
continuación.
LA PARÁBOLA DEL BUEN SAMARITANO (Lucas 10, 29-37)
(29) Pero él, queriendo justificarse, dijo a Jesús: «Y
¿quién es mi prójimo?» (30) Jesús respondió: «Bajaba
un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de
salteadores, que, después de despojarle y golpearle, se
fueron dejándole medio muerto. (31) Casualmente,
bajaba por aquel camino un sacerdote y, al verle, dio
un rodeo. (32) De igual modo, un levita que pasaba
por aquel sitio le vio y dio un rodeo. (33) Pero un
samaritano que iba de camino llegó junto a él, y al
verle tuvo compasión; (34) y, acercándose, vendó sus
heridas, echando en ellas aceite y vino; y montándole
sobre su propia cabalgadura, le llevó a una posada y
cuidó de él. (35) Al día siguiente, sacando dos
denarios, se los dio al posadero y dijo: "Cuida de él y,
si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva." (36)
¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que
cayó en manos de los salteadores?» (37) El dijo: «El
que practicó la misericordia con él.» Díjole Jesús:
«Vete y haz tú lo mismo.»
47
REDEMPTIO 2008
ESTRUCTURA DEL TEXTO
§2.
Personajes, lugares, gestos,
instrumentos
Jesús:
Es
el
personaje
principal dentro de toda esta historia
(y de la historia), ya que los
Evangelios narran su vida, hechos,
dichos y palabras, por las cuales
anunció el reino de Dios y trajo la
salvación a todo el género humano. Es
el sabio por excelencia, ya que es Dios
mismo hecho carne, el Verbo
encarnado Hijo de Dios, fuente de la
sabiduría. Mucha gente lo seguía
durante su predicación, y a ellos les
enseñaba por medio de parábolas y
compartiendo
su misma vida,
instituyendo un nuevo discipulado,
donde se vive con y como el Maestro.
Legista:
Era
un
hombre
instruido en la ley mosaica. Contaba
con gran prestigio, y debía cumplir
con todos los preceptos de la ley, que
eran 613: 248 mandamientos y 365
prohibiciones, que llevaban atadas a
sus mangas. Comúnmente era
acompañado por un grupo de
discípulos,
que
buscaban
su
instrucción.
Mandamiento: Era aquel precepto
por excelencia, que contenía aquello
que Dios quería que el hombre
cumpliera, para alcanzar la vida
eterna. Los diez mandamientos
fueron dados a Moisés en el Sinaí,
para perpetuar la alianza entre Dios y
el hombre, pero con el tiempo se
fueron agregando más, hasta llegar a
contarse 248.
Jerusalén:
ella
estaba
48
―La ciudad Santa‖, en
el
Templo.
Fue
conquistada por el rey David e
instituida como capital del reino de
Israel, en el periodo de la monarquía
davídica y de Salomón. Se haya a 770
metros de altitud, y no tiene acceso
por mar ni por río.
Jericó:
Era
una
ciudad
situada al oeste del río Jordán, a 250
metros bajo el nivel del mar. Fue
patria de un gran número de profetas
en el tiempo de Elías y Eliseo.
Camino de Sangre: Era un peligroso
trayecto que unía Jerusalén y Jericó,
donde abundaban los salteadores y
por tanto era muy peligroso de
transitar ya que los transeúntes eran
atacados con violencia, de donde
recibía este rudo nombre.
Hombre solitario: Era un hombre, del
cual no conocemos más, que bajaba de
Jerusalén a Jericó. Quizá el que no se
den detalles de él sirve para entender
que en el se representa a todo y
cualquier hombre, sin importar su
procedencia, cultura o nacionalidad.
Salteadores:
Son bandidos que
acechan en el ―Camino de Sangre‖,
especialmente prontos a atacar a
cualquier desconocido, para quitarles
sus
posesiones,
dañándole
brutalmente si es necesario.
Vladimir Molina – EL BUEN SAMARITANO
Heridas:
perforación
o
desgarramiento en algún lugar de un
cuerpo vivo; ofensa o agravio; aquello
que aflige o atormenta el ánimo (Cf.
Diccionario RAE). Es causada por
aquellos que no respetan al hombre, y
movidos por su propio interés, no
dudan en infringirla al inocente.
Cuando son heridas en la carne,
manan sangre, y pueden adquirir
infecciones.
Samaritano:
Aquel
que
es
procedente de Samaría, (capital del
Reino septentrional de Israel, ubicada
en lo alto de una colina, junto a la ruta
comercial que cruzaba Israel de norte
a sur). Eran despreciados por los
judíos al acusárseles de cismáticos y
adoradores de ídolos. Los judíos y los
samaritanos no se trataban, y se
odiaban mutuamente.
Misericordia: (έλεό = misericordiam)
Sacerdote:
Eran descendientes de
Es el sentimiento que brota de lo más
la familia de Aarón y estaban al
profundo de la persona, en el caso de
cuidado del Templo de Jerusalén,
los judíos se entiende de las entrañas
donde ofrecían los sacrificios. Podían
(guardando íntima relación con
«σπλαγνιζομαι», ver §6,
ser saduceos y fariseos, o
escribas. Uno de ellos
pág. 53), pero en el
Samaritanos: Eran
era designado sumo
pensamiento occidental
sacerdote y presidía el
se podría señalar como
despreciados por los
Sanedrín (Cf. Ex 29, 29;
el corazón (del latín
judíos al acusárseles
―cordis‖). Contiene la
Lv 21, 22).
de cismáticos y
importancia
de
la
Levita:
adoradores de
fidelidad,
piedad
y
Ayudaban a los
ídolos. Los judíos y
compasión, de manera
sacerdotes en las labores
los samaritanos no
que se asemeja al amor
del Templo y en los
entrañable y materno,
se
trataban,
y
se
sacrificios. Los hijos de
lleno de ternura. La
odiaban
la tribu de Leví fueron
misericordia
viene
mutuamente.
los que ayudaron a
principalmente dada por
Moisés a aplicar el
Dios,
quien
es
castigo
cuando
los
misericordioso con el género humano,
hebreos habían adorado al becerro de
y por eso siempre perdona todas sus
oro (Ex 32, 25-29; Nm 3, 12-13).
faltas, por lo mismo envió a su Hijo
Leyes de pureza: La pureza era la
único para su salvación.
disposición requerida para acercarse a
Vino:
Ya
que
contenía
las cosas sagradas, y se procuraba
alcohol, podía proteger de las
mediante ritos. La pureza física era
infecciones y limpiar las heridas. Era
muy importante para los judíos, ya
usado como bebida que no faltaba en
que no podían tocar: lo que estaba
toda celebración. Junto con el aceite y
impuro (inmundicias Dt 23, 13ss); lo
el trigo que produce tierra santa,
enfermo, como la lepra (Lv 13-14); o
forman parte del alimento cotidiano.
corrompido, como los cadáveres
(Num 19, 11-14). Era también una
Aceite:
Suaviza las heridas y
protección contra el Paganismo.
las protege. Con el aceite se ungía a
los guerreros para que su cuerpo
49
REDEMPTIO 2008
fuera más resbaladizo en la batalla, y
así puedan librarse fácilmente. Con
aceite también se ungía a los Reyes, y
hoy se utiliza en el sacramento de la
confirmación. Junto con el vino y el
trigo que produce tierra santa, forman
parte del alimento cotidiano.
llegar a ser un hermano. Pero en el
NT cambia esta visión gracias a la
profundidad de la enseñanza de
Jesús, y esto es lo que trataremos a
continuación.
Cabalgadura: Se colocaba sobre la
bestia que transportaba al viajero, y
era un lugar elevado que brindaba
protección, seguridad y control en
caso de emergencia.
ριον) El denario
Denario:
(
(latín: denarius) era la moneda
romana, equivalente a la paga por un
día de trabajo. También es conocido
por jornal, por corresponder a una
jornada de labor. Valía un poco
menos que la dracma griega. Cf. Mt
18, 28; 20, 2; 22, 19; Mc 12, 45; 14, 5; Lc
7, 41; Jn 12, 5; Ap 6, 6.
Posada:
Lugar donde por
precio se hospedan o albergan
personas,
en especial arrieros,
viajantes, campesinos, etc. (Cf.
Diccionario de la RAE). El lugar
donde se pone a resguardo al hombre
y se le procurará lo necesario para su
completa mejora.
Posadero:
Persona que tiene
casa de posadas y hospeda en ella a
quienes se lo pagan. También tiene
por encargo procurar el buen
funcionamiento de la posada, para
garantizar un buen servicio.
Prójimo:
(
ον) Antes se
asimilaba a este prójimo con su
hermano, miembro del pueblo de
Israel. En el AT expresa la idea de
asociarse con alguno, de entrar en su
compañía. No está ligado, al contrario
del hermano, por una relación
natural, sino que es ―otro‖ que puede
50
§3.
Diálogo
parábola
que
suscita
la
Es aquel que se produce entre Jesús y
el legista:
Legista:
Es
quien
quiere
justificar-se (ό
λων δικαιουν έ
ν
= Ille autem volens iustificare
seipsum) frente a los presentes, ya
que ha caído en su propia trampa, al
preguntar por algo que debería
resultarle obvio en su calidad de
estudioso de la ley. Es por eso que
recurre a especificar la interrogante,
preguntando
por
quien
es
precisamente su ―prójimo‖ (
ον =
Vladimir Molina – EL BUEN SAMARITANO
responde a el termino hebreo «
=
rea’», que significa vecino o amigo;
proximus = inmediato, próximo,
vecino).
Jesús:
Esta vez, Jesús no le
pide que él mismo responda su
pregunta, sino le invita a escuchar la
parábola del ―Buen Samaritano‖ y a
sacar sus propias conclusiones.
Terminada su narración, le pregunta
al legista: “¿Quién de estos tres te parece
que fue prójimo del que cayó en manos de
los salteadores?”. Con esto, Jesús señala
la recíproca relación que conserva el
ser prójimo de otro, ya que frente a la
pregunta de ¿Quien es mi prójimo?, el
ahora pregunta ¿Quién fue prójimo?
Legista:
Frente a la fuerza y
veracidad del relato, el legista no se
atreve siquiera a nombrar al
samaritano, a quien el nunca hubiera
esperado ayudar, ya que era alguien
intratable, completamente ajeno a él.
Por eso le señala como: “El que practicó
la misericordia con él."(Qui fecit
misericordiam in illum = ό
σας το
έλεος μετ’ αύτου).
Jesús:
Por tanto, y visto que
el legista a podido reconocer
certeramente quien es su prójimo, le
manda que ponga en práctica la ley, y
así obre sin restricciones, movido por
misericordia para con todo aquel que
Dios pone junto a él, a semejanza del
ου
ει
ως
samaritano (
= Vade, et tu fac similiter = Ve, y haz
tú lo mismo).
§4.
Elementos
parábola
importantes
de
Podemos señalar situaciones en
que los personajes actúan de una
forma específica:
Hay un hombre (άνθροπος =
hombre de cualquier raza o
nación), que iba bajando (
νω
= ir hacia abajo, descender)
solitario de Jerusalén a Jericó, que
ha sido mal herido por unos
salteadores en cuyas manos a
caído
(
πτω
=
de
alrededor/del entorno le caen
encima), dejándole medio muerto
(ήμιθ ς) en el camino.
Hay unos salteadores (
ς =
ladrón) que le han provocado esta
desgracia al hombre, causándole
heridas (τραυμα = herida), y
despojándole de sus pertenencias.
Hay dos personas (el sacerdote y el
levita) que también iban bajando, y
al verle, no se han atrevido a
ayudar, y pasan haciendo un
ρχομαι = cruzó y
rodeo (ά
pasó por en frente, en paralelo).
Quizás temieron contaminarse por
la impureza del que parece ser un
cadáver, o quizás por verle perder
sangre (significaba que estaba
perdiendo su vida), o también por
no arriesgarse a caer en manos de
los salteadores, que podían estar
aún muy cerca. En definitiva,
procuraron su propio bienestar, y
los mueve su propio interés. Esto
no está mal, pues es el mero
cumplimiento de su deber, al
obedecer la prescripción referente
a la impureza.
51
REDEMPTIO 2008
Hay un samaritano que iba de
της
τις
ων),
camino (
que era aquel de quien nada se
podía esperar, ya que era
rechazado por los judíos y
totalmente lejano. Este personaje,
al
verle,
tuvo
compasión
(
ζομαι = fue tocado en las
viseras) y acudió en su ayuda, aún
a costa del peligro que podía
correr. El cura sus heridas,
colocando en ellas vino y aceite, y
luego lo coloca sobre su propia
σας
ν
cabalgadura (
ίδιον κτηνος), poniéndolo a salvo
(a costa de su propio peligro) y
llevándolo a una posada.
Hay un posadero a quien el
Samaritano le encarga el cuidado
del hombre, y para procurar su
bienestar, le entrega dos monedas
ρια) que equivalen al
( ο
sueldo de dos días. A este el
samaritano le promete su regreso,
y garantiza devolverle lo que gaste
de más durante ese tiempo.
5.
Momentos principales de la
parábola
Podemos
distinguir
siete
momentos que son muy importantes
en la parábola: los tres primeros
resultan contrarios a los tres últimos,
que vienen a indicar el actuar
conforme al amor impulsivo que
brota del cuarto momento, que es el
encuentro con el otro (y que
observaremos mas adelante, así como
también lo haremos con las
observaciones al séptimo momento).
Los momentos son los siguientes:
52
1. La
indigencia
del
hombre
solitario, y su vulnerabilidad en el
camino.
2. Lo dañino y peligroso de quienes
acechan y hacen el mal al hombre.
3. La indiferencia y alejamiento de
los judíos, que se someten a la ley.
4. El encuentro del samaritano con el
hombre: la misericordia.
5. La misericordia y entrega de aquel
que se muestra cercano, el
samaritano.
6. El cuidado y preocupación del
samaritano por la salud del
hombre.
7. La atención y cuidado que
procura el posadero, a quien se le
ha confiado.
Establecemos así los siguientes
paralelos contrapuestos en el texto:
5 v/s 3:
La
imagen
del
samaritano que es misericordioso, se
ve contrapuesta a la indiferencia de
los judíos, quienes, cegados por un
seguimiento riguroso de sus leyes de
pureza y la búsqueda del propio
bienestar, no son capaces de ayudar a
quien lo necesita, y pierden así todo
sentido común. El samaritano es lo
opuesto, se ve cegado por la
misericordia (véase §6, pág. 53), y no
se preocupa de otra cosa más que del
prójimo y su bienestar.
6 v/s 2:
Los daños obrados
por quienes hacen el mal, se ven
contrapuestos
al
cuidado
y
preocupación que tiene el samaritano.
Mientras a unos no les molesta abrir
heridas, el otro se ocupa en cerrarlas. Ha
caído en la cuenta de que hay otro,
alguien quien le necesita y está ahí:
forma parte de su existencia. Ante
Vladimir Molina – EL BUEN SAMARITANO
cobra un cariz diferente, y la vida se
ilumina, se reordena en razón del
otro. Lo ve, lo conoce, tiene cierto
dominio sobre él, que no aprovecha
para colocarse sobre él, como
dominador, sino al contrario: se
7 v/s 1:
La posada y el
coloca a su servicio, lo atiende, baja de
posadero son un lugar seguro donde
aquel lugar seguro (pero solitario) para
el hombre puede descansar y
tocar suelo y, entrando en contacto
recuperarse, donde está
con él, hacer cuanto es
acompañado y se le
posible para brindarle la
El samaritano deja
cuida. Este lugar es lo
salud.
aquella condición
contrario al camino,
«
ζομαι» se
donde se encontraba
solitaria y se
traduce
comúnmente
indefenso. En el camino
comunica al hombre
por ―conmoverse‖, ―ser
experimentaba
la
caído, procurando
movido a compasión‖.
indigencia, la soledad, el
entregar lo mejor de
Es el movimiento o
abandono. Solo fruto del
sí para su rescate y
revoltijo de las entrañas
encuentro descubridor
mejoría,
haciendo
(σπλαγχνα = víceras), una
del otro, obrado en el
figura literaria fuerte
samaritano, está ahora
común algo que le
para expresar aquel
en
condiciones
de
es propio, pero que
sentimiento
que
habitar en un lugar que
ahora entrega y
prorrumpe y afecta al
procure su salud en
prodiga para quien
hombre frente a algo que
plena integridad, porque
le necesita.
le toca en lo profundo,
dejará de estar solo: hay
ahí donde se albergan
alguien velando por él.
los sentimientos tiernos. La atención a
la afección que suscita el otro en
§6.
4° momento de la Parábola:
necesidad, es lo que solemos llamar
La misericordia
―tener entrañas de misericordia‖,
porque
misericordia,
del
latín
ί ν
ν έ
σθη»:
«
misericoridiam,
se
puede
entender
―y viéndolo se conmovió‖: estas
como ―la piedad de corazón‖, amor
palabras contiene el momento
sublime que brota del corazón (ver §2,
fundamental que da sentido a la
pág. 49).
parábola. Desde aquí se ilumina todo
este
descubrimiento,
en
este
encuentro, deja de ser indiferente, y es
capaz de cuidar del otro, de volcarse a
él, y su propio cuidado es ahora
cuidado del otro.
su desarrollo, y en ella se sitúa el
cambio y giro que sufre la conducta
del hombre a la luz de la enseñanza
de Jesucristo.
ί ν» al verlo, al apropiarse
«
de su prójimo, al sentir como propio
su dolor, indigencia y vulnerabilidad
(porque también se apropian estas
sensaciones de él), ahí es cuando todo
Este es el momento en que el
silencio se rompe, pero no con
sonidos y palabras, sino con gestos: en
que el samaritano deja aquella
condición solitaria y se comunica al
hombre caído, procurando entregar lo
mejor de sí para su rescate y mejoría,
haciendo común algo que le es
propio, pero que ahora entrega y
53
REDEMPTIO 2008
prodiga para quien le necesita. No se
limita a atender a aquel que yace
abandonado, sino que ahora lo coloca
en aquel lugar que le pertenecía, le
brinda aquello que era su seguridad,
asumiendo el costo de ponerse él en
peligro. Ya nada más importa: el
centro de su preocupación es el otro,
el hombre, su prójimo, porque se ha
descubierto a sí mismo prójimo de
aquel que necesita de él, y todo pasa a
ser secundario o subordinado a esta
nueva realidad.
poniéndolo en las mejores manos, en
aquellas en que puede confiar.
§7.
7° momento de la Parábola:
La Providencia del Samaritano
Lucas 10, 35: « Al día siguiente,
sacando dos denarios, se los dio al
posadero y dijo: ―Cuida de él y, si
gastas algo más, te lo pagaré cuando
vuelva.‖». Es importante destacar
aquí el gesto del samaritano: deja al
cuidado del posadero al hombre,
mientras el esté ausente. Pero esta
ausencia no es total, sino que es una
presencia en la garantía del cuidado
asegurado por el samaritano. Con los
dos denarios hace posible y efectiva la
protección y recuperación del hombre
caído, de manera que a este no le falte
nada durante el tiempo en que él esté
ausente. El samaritano sigue siendo
providente, y de ninguna manera se
atreve a abandonar a quien ha
asumido cuidar, sino que promete
volver y compensar cualquier costo
adicional. Y es que la manifestación
de la caridad es esa: no solo atender a
aquel que está en necesidad, sino
implicarse sinceramente en el logro del
bienestar y salvación del otro. No se
conforma el samaritano con ayudar,
sino que se preocupa de procurar lo
mejor para el hombre caído,
54
Es muy interesante observar
que el samaritano entrega dos
denarios al posadero, lo cuál
representa dos días de labor pagados
de antemano (ver §2 y §4), los cuales
debieran bastar hasta su regreso. El
samaritano ha prometido regresar pasado
estos dos días. Esto nos hace recordar la
relación simbólica que se ha atribuido
al samaritano con Jesucristo, ya que
los dos prometen volver al tercer día.
El teólogo Orígenes pensaba que el
regreso del samaritano representaba la
segunda venida de Cristo1, lo cual nos
hace reparar en el rol del posadero a
quien se le encarga el cuidado del
hombre, que puede ser relacionado
con la Iglesia. La posada se actualiza
hoy, viniendo a ser sus posaderos
sujetos tan concretos que deben saber
1 ORÍGENE (1963) Homélies sur S. Luc.
Texte latin et fragments grecs. Les
Editions du cerf. Paris-France. Pág. 400410.
Vladimir Molina – EL BUEN SAMARITANO
atender a la misión dejada por ―el
Buen Samaritano‖, acogiendo a todo
hombre que ha caído víctima de los
peligros que acechan el cotidiano
vivir.
§8.
Observación: ¿Quién es mi
prójimo?
(que solo se quedan en cumplir ritos
vanos que no pueden salvar, y quizá
dando prioridad al puritanismo ritual,
actuando conforme a la formalidad de
la ley, pero sin poder rescatar el
sentido profundo de esta), y es por
eso que entrega todo lo que posee y
está a su alcance procurar, se arriesga
en el peligro y no titubea en acudir al
encuentro del otro, que es otro yo que
necesita precisamente de él.
El samaritano, que es movido
por la misericordia, se hace prójimo de
aquel que le necesita, quien ya era su
prójimo, al estar los dos
Es así como se
en
una
vinculación
llega a manifestar el
El samaritano, que
recíproca. El no se
sentido más profundo y
es movido por la
preocupa de otra cosa
efectivo
del
gran
que no sea el otro, su
misericordia, se
mandamiento. ―Amar a
prójimo, a quien ha
Dios sobre todo, y al
hace prójimo de
descubierto
en
su
prójimo como a sí
aquel que le
cotidianidad
como
mismo‖ implica no solo
necesita, quien ya
alguien próximo a él,
amar a Dios, sino que
era su prójimo, al
que está a su lado y a sí
también reclama el amor
estar los dos en una
mismo al lado de él, y a
a sí mismo, como
quien tiene el deber de
vinculación
supuesto para amar al
ayudar,
no
por
otro; pero todo esto no
recíproca.
imposición, sino por
se da si no hay
com-pasión.
conciencia de sí mismo,
lo
que
implica
el momento de
El Samaritano no ve límite en
alteridad,
del
otro,
del
prójimo, el cual
su amor, no hace distinción de raza o
no se experimenta como tal hasta que
nacionalidad, ya que el impacto de
descubrimos la indigencia de la vida y
experimentar al otro como otro yo
necesidad de uno a otro como conecesitado le impide dejarse llevar
existentes y pro-curadores.
por la insensibilidad e indiferencia
que caracterizó al sacerdote y el levita
APLICACIÓN A LA VIDA PERSONAL
§9.
Ser buen samaritano hoy
El Problema actual
Las personas hoy lo que menos
quieren oír son la ley y sus preceptos.
Les parecen odiosos, e incluso ajenos
a la libertad del hombre: son quienes
también permanecen indiferentes a
las necesidades, que no ven a su
prójimo, sino a un simple ―flagelo de
la sociedad‖, ―un problema‖, una
molestia que querrían no estuviera
55
REDEMPTIO 2008
presente, ya que se han descomprometido de ellos, nada les
valen, y el egoísmo les tiene tan
velados, que solo buscan sus propios
placeres y beneficios. Entre ellos hay
quienes utilizan estas ―palabras
talismán‖1 (prójimo, pobreza, caridad,
solidaridad, etc.) para ganar más
adeptos a sus ideologías, pero en lo
menos que reparan es en la verdadera
existencia del prójimo como otro yo.
Frente a ellos, el Buen Samaritano es
lo opuesto.
Hoy, nuevamente se quita la
mirada de aquellos que necesitan
ayuda. Es una indiferencia que trae
como consecuencia el velar por los
intereses de los más ricos, que con sus
ansias de poder tienden las redes de
la fantasía y el consumismo,
mostrando una pseudo-vida feliz que
oculta la pobreza, y la señala como un
mal de las minorías, un porcentaje de
personas que no cuentan. Las masas no
caen en la cuenta que con buscar
aquel beneficio aparente sustentan la
riqueza de aquellos que los
manipulan. Así como ellos ―han
matado‖ al prójimo pobre, hacen que
suceda lo mismo con la religión: esta
ya no cuenta en la vida.
De la misma forma, se presta
esta
indiferencia
para
una
manifestación aún más horrorosa y
des-edificante: hay quienes llenan sus
discursos de palabras referentes al
Término acuñado por el Padre
mercedario Alfonso López Quintás, filósofo
y pedagogo español. Son muy útiles,
porque afectan las emociones de las
personas, en beneficio de algún interés
personal, asegurando una respuesta
positiva que parece ineludible, necesaria y
correcta.
1
56
ecologismo, lloran y se estremecen al
ver caer un árbol y el despojo de un
animal, promoviendo campañas e
instituciones globales, pero aún así
son los primeros en apoyar el aborto y
la eutanasia. ¿Qué sensibilidad es
esta?
La Respuesta: una
aceptar el desafío hoy
invitación
a
Hoy
la
sociedad
vive
nuevamente sumergida en el pecado,
y una de sus armas más terribles es la
indiferencia. Este hielo que se muestra
imposible de romper, solo puede ser
derretido por el fuego que más arde:
el fuego del Amor. Jesús nos invita a
arder de amor, y para eso debemos
amar como él, sin límites, a todo aquel
que es nuestro prójimo, con
misericordia infinita, así como el lo ha
hecho con nosotros.
Esta invitación de Cristo debe
hacerse patente en nuestras vidas. Es
una invitación y una actitud que debe
Vladimir Molina – EL BUEN SAMARITANO
comenzar a funcionar en nosotros,
para así contagiar a otros. Nos
desenvolvemos en un entorno social,
y es ahí donde debemos practicar la
misericordia. Ya sea en la familia, con
los amigos, los compañeros e incluso
nuestra competencia (aquellos que
nos consideran su enemigo), debemos
ser capaces, como Cristo lo fue, de
mirar con amor a nuestro prójimo y
auxiliar a TODO aquel que nos
necesite, aún cuando este no quiera
aceptar de buena gana nuestra ayuda,
ya que muchas veces puede estar
cegado por los mismos males de la
sociedad.
constatada en el hermano. De esta
forma sabe hacer presente a Jesucristo
en el mundo, por medio del amor
misericordioso.
La invitación de
invitación al amor
Dios
es
una
La actitud del hombre debe ser
el amor. Ya no piensa para sí, sino que
existe para Dios y el prójimo, como
respuesta a ese amor primero y
original que ha experimentado como
manifestación en el encuentro con
Cristo y su misterio redentor (cf. 1Jn 4,
9), que le ha procurado la salvación y
el perdón de sus pecados, que le ha
permitido vivir en él;
Es
ahí donde
todo eso por Amor. Dios
cobra mayor sentido y
Es una invitación y
se vuelve así el centro
fuerza el anuncio del
una actitud que
del amor del hombre,
Evangelio: cuando se
debe comenzar a
porque ―Dios es Amor‖
marca una diferencia
funcionar
en
(1Jn 4, 8), amor que se
fundamental frente a los
nosotros, para así
vuelca
al
hombreotros
sistemas
(que
prójimo, pues al amar
contagiar a otros.
buscan su propio lucro y
completamente a Dios es
riqueza), y se vela por la
Nos desenvolvemos
capaz de expresar su
dignidad de la persona,
en un entorno
amor en la existencia, en
que
puede
estar
social, y es ahí
aquello que se presenta
encadenada
por
el
donde
debemos
en ese salir fuera de sí, y
pecado, herida por su
practicar
la
que
reclama
ser
violencia y a quien es
atendido por ser otro a
misericordia.
necesario
salvar
así
quien se puede amar.
como Cristo lo hizo con
Renunciar a amar al prójimo es
nosotros. Cuando menos beneficios se
renunciar amar, y por eso no puede
obtienen y muchos son los peligros
haber un verdadero amor a Dios sin
que se corren, incluso cuando se pone
amor al prójimo (Cf. 1Jn 4, 20).
en peligro la misma vida, es cuando
somos similares al Buen Samaritano,
En el amor al prójimo se
que ha sabido actuar movido por la
expresa el amor a sí mismo, y la
misericordia, inundado por esta
entrega a Dios. El amor es el sentido
suscitación apasionadora impulsiva, que
de la ley, y por eso la ley no puede
compromete y resulta efectiva a la
violar el amor. Para Dios, los ritos y
posterioridad en todos sus actos, al
sacrificios de la ley antigua no tienen
ser asumida como regla rectora que
ningún valor si no se está en
ilumina el trato con el otro, al
concordancia con lo que se vive y
comprender la propia indigencia
57
REDEMPTIO 2008
hace, si no se es capaz de amar. Es así
como se nos invita siempre a procurar
el amor al prójimo y la buena relación
con este, ya que luego vendrán los
sacrificios, cuando el hombre pueda
presentarse grato frente a Dios y sin
conflictos con su hermano.2
Todo hombre es capaz de actuar con
misericordia
La misericordia en inherente a
todo hombre, que como creatura de
Dios, la ha adquirido de él en la
creación y participación de él. Por
tanto, el samaritano es misericordioso,
porque aún, sin saberlo, Dios es
misericordioso en máxima expresión,
y su reacción es una imitación de
Dios, ya que la misericordia viene de
él. El Samaritano simplemente la ha
hecho vida, al descubrir al prójimo en
necesidad. Por tanto, el ejemplo de
misericordia viene enseñado por el
mismo Dios, quien ya ha obrado así
con nosotros, perdonando nuestros
pecados, por misericordia e iniciativa
suya.
El Ejemplo del buen samaritano
debe movernos a romper todo límite o
frontera que nos aísla, haciéndonos
salir del individualismo y egoísmo.
Esto se logra solo cuando somos
capaces de amar y practicar la
misericordia, cuando somos capaces
de ―com-padecer-nos‖ con aquel que
sufre y necesita de nosotros, en el aquí
y ahora, moviéndonos a entregar
nuestra
pronta
ayuda,
sin
condiciones, comprometiendo incluso
Cf. Fr. Pedro de Jesús María (1978) Como
se ha de Amar al prójimo. Liturgia de las
Horas. Propio de la Orden de la B. Virgen
María de la Merced. Typis Polyglottis
vaticanis. Roma-Italia. Pág. 185.
2
58
nuestra propia vida, a semejanza del
Redentor. El Samaritano no ve el
peligro que corre, ya que está ciego de
compasión, afectado en lo profundo
por la misericordia, y aún si llegase a
tomar en cuenta lo peligroso de su
actuar, es algo de tan poco peso al
estar más ocupado en auxiliar a su
prójimo. Esa actitud pronta a actuar es
la que tenemos que saber ejercitar, de
manera que nunca se nos pase la
oportunidad de ayudar a quien nos
necesita.
Amar al prójimo implica dolor. Amor
y Cruz
Aún así, hay voces que nos
exhortan a abandonar el amor al
prójimo. Un amor desinteresado por
todas y cada una de las personas con
que co-existimos es algo absurdo,
porque la mayoría de estas no son
capaces de corresponder a nuestro
amor. Muchos otros solo velan por
nuestro mal, o simplemente son tan
diferentes que resultan intolerables.
Lo importante es el propio bienestar,
la comodidad, y no la ocupación en
otros que no pueden agradecer en la
misma medida. El amor al prójimo es
así una perdida de tiempo, una
dedicación que no surte resultados,
que solo nos provoca sufrimiento y
desgaste.
Ante esto, recordemos aquello
que alguna vez dijo la Madre Teresa
de Calcuta: “No basta con que digamos:
Yo amo a Dios pero no amo a mi prójimo.
San Juan dice que somos mentirosos si
afirmamos que amamos a Dios y no
amamos a nuestro prójimo. Es muy
importante para nosotros darse cuenta de
que el amor para que sea auténtico tiene
que doler.” Y es que el amor implica
Vladimir Molina – EL BUEN SAMARITANO
necesariamente el dolor, un dolor de
cruz, que es lo mismo que el amor de
Cruz. Cruz y dolor se identifican, y
las dos se viven en razón del amor.
No hay sentido de vivir el dolor por el
dolor, sino que el amor es el
verdadero sostén de este. Cuando
experimentamos el dolor es porque
hay algo que amamos y que ahora nos
es irremediablemente ausente, porque
algo dentro de nosotros se ha
desgarrado de manera violenta, y era
parte cotidiana de nuestra existencia.
También es la afección de algo que
nos incomoda, que no queremos que
sea así, porque va contra aquello que
estamos acostumbrados a sentir.
Ciertamente
nadie
busca
experimentar el dolor, lo rehusamos,
y quien ama el dolor por el dolor es
un masoquista. Pero el dolor-cruz es
diferente: es un misterioso dolor que
causa sufrimiento, a veces más del
que podríamos y quisiéramos esperar,
cuyo sentido va más allá de la
satisfacción personal o solidaria. Se
sufre por Amor, por una entrega de
amor sobreabundante que va más allá
del objeto directo de nuestro actuar,
un amor que busca y quiere aquello
que está más allá de nuestro
entendimiento,
que
desde
esa
oscuridad en que se encuentra nos
llama a su cercanía, camino no fácil de
transitar y que exige el sacrificio del
dolor encarnado. Se sufre el dolor por
amor a Dios, porque a él amamos
cuando amamos al prójimo. También
hay quienes sufren el dolor por amor
al prójimo (especialmente en los
miembros de su familia), sin que en
momento alguno tenga a Dios
presente conscientemente, pero esto
es porque el amor se prodiga sin
excepción de personas, porque en
cada persona hay una semilla de la
verdad que le mueve a amar para
alcanzar la felicidad.
El
amor
al
prójimo
necesariamente implica dolor, a veces
porque no se entiende, otras porque
no hay capacidad de retribución. Pero
esto no es porque el amor al prójimo
sea impracticable o incorrecto, sino
porque a veces aquellas personas a
quienes entregamos nuestro amor no
son capaces de experimentarlo con
radicalidad ya sea por imposibilidad
o
insensibilidad
personal.
Recordemos que Dios ya había
prodigado su amor a todos los
hombres, pero estos no habían sabido
corresponder a este amor, como
sucede en el Antiguo Testamento: la
alianza hecha entre Dios y su pueblo,
y la constante infidelidad del hombre
a esta alianza. Dios también
experimentó este dolor, pero antes de
renunciar a su amor prefirió continuar
su entrega, hasta dar la vida de su
59
REDEMPTIO 2008
propio Hijo. Jesús sufre la cruz por
y sencillos tienen esa capacidad de
amor a Dios y su voluntad, porque el
amar que otros no han podido
Verbo se ha encarnado y ha
integrar. Estos son los privilegiados
experimentado la naturaleza humana
del Señor, a quienes tenemos que ser
con radicalidad, y en esta proximidad,
capaces de acudir con especial
en este ser otro en relación a su
dedicación, porque ellos también nos
prójimo ha querido entregarse,
enseñan a amar, e incluso resulta que
asumiendo
el
dolor
y
sus
son ellos quienes resultan entregar
consecuencias: la muerte y Cruz. La
más que lo que teníamos esperado
angustia del Getsemaní es una clara
entregar. Aquel doloroso Amor de
muestra de este asumir el dolor, dolor
cruz es siempre cruz de salvación
que no se quiere pero se acepta en
redentora. La clave está en entregarse.
razón del amor a Dios y al prójimo,
Otro ejemplo: Nietzsche nos
porque se sabe que hay un bien
dice, refiriéndose a los hombres que
mayor buscado y apetecido que brota
intentan
amar
al
de la misericordia, y que
prójimo: « El uno va al
es inevitable eludir para
Asumir esta cruz es
prójimo porque se busca a
quien se ha visto
sí mismo, y el otro, porque
atreverse a amar
fascinado, enloquecido
quisiera perderse. Vuestro
hasta el extremo, y
por el amor.
mal amor a vosotros
de esta forma
mismos es lo que os trueca
Nosotros también
la soledad en prisión.»3 La
debemos imitar esta
cumplir el gran
búsqueda del prójimo es
capacidad
de
amor
mandamiento.
así un huir de si mismo
divino, ella debe ser la
Somos privilegiados
y su realidad. Pero un tal
luz que ilumine nuestro
ensimismamiento
es
actuar, el motor que la
de poder amar con
imposible:
no
nos
impulse a avanzar por
esta radicalidad
conocemos a nosotros si
los
más
temibles
divina
a
la
que
Dios
no conocemos a otro. La
senderos a enfrentar.
diferencia con el otro es
Asumir esta cruz es
nos invita.
fundamental para ser sí
atreverse a amar hasta el
mismo.
Y
el
extremo, y de esta forma
enfrentamiento con este es una etapa
cumplir el gran mandamiento. Somos
necesaria para que todos nuestros
privilegiados de poder amar con esta
empeños no se queden en la
radicalidad divina a la que Dios nos
inmanencia de la efímera vida, sino
invita. Pero no todo es tan doloroso
que, para alcanzar la trascendencia
como parece. Tampoco olvidemos que
tan buscada, tenemos que trascender
así como algunos no corresponden al
ese espacio insoslayable que media
amor del prójimo, hay quienes sí
entre el tu y el yo, y así, por medio de
agradecen este amor manifestado, y lo
retribuyen desde su sencillez. Es un
momento que debiera animarnos a
3 NIETZSCHE, Friedrich (1998) Así Habló
continuar nuestra labor. Siempre el
Zaratustra. Introducción, traducción y
amor puede más de lo que nosotros
notas de Andrés Sánchez Pascual. Alianza
podemos pensar, y los más pequeños
Editorial. Madrid-España. Pág. 103.
60
Vladimir Molina – EL BUEN SAMARITANO
la comunicación con el otro, podamos
vislumbrar aquel Otro que está
siempre más allá. No se trueca la
soledad en prisión, sino que esta
soledad se vuelve nuestra prisión a
manera nociva y destructiva cuando no
nos arriesgamos a ganarnos a nosotros
mismos en la salida de sí y el encuentro
con el otro, movimiento que no se
realiza
imprudentemente,
sino
iluminado por aquella Luz que guía
nuestro actuar, aquel Amor que nos
orienta y transparenta la oscuridad de
la soledad.
El Amar al Prójimo
comunión con Dios
obrar de la misma manera, y dejar
nuevamente grabada la huella del
cristianismo en la historia, de una
forma original y revolucionaria, que
es la misma que Jesús ha dejado
establecida, por medio de la ley del
Amor.
implica
Toda esta labor no es una
misión imposible, sino un gran
desafío que se nos presenta en la
existencia, como parte de nuestro
proceso de santificación. Esto nos
exige la íntima comunión con Dios, su
amor y voluntad: «esta comunión de
voluntad crece en la comunión del
pensamiento y del sentimiento, de
modo que nuestro querer y la
voluntad de Dios ya no es para mí
algo extraño que los mandamientos
me imponen desde fuera, sino que es
mi propia voluntad, habiendo
experimentado que Dios está más
dentro de mí que lo más íntimo mío.»
(Deus Caritas Est, 17). Cuando
aprendemos a mirar con los ojos de
Cristo, cuando desde Él todo otro es
nuestro amigo, el trato con el prójimo
toma aquella consistencia mayor que
deja de ser un sentimiento, y nos hace
reconocer en el otro la imagen divina.
Al igual que muchos santos que
han sabido responder en su época y
hacer presente el Reino de Dios entre
ellos, nosotros también podemos
§10.
Desafío
al
carisma
mercedario. Aplicación Pastoral
El ejemplo del buen samaritano
es claro: toda obra de misericordia y
apostolado redentor, debe realizarse
sin ninguna búsqueda de beneficio
propio, ni mucho menos esperando
recompensa alguna, ya que todo acto
de misericordia conserva valor en sí
mismo, y nos acerca al beneficio
mayor que no puede ser obtenido por
meritos propios, sino que lo
heredamos de Dios: ―la vida eterna‖.
Por tanto, para que la
misericordia
alcance
su
plena
expresión, debe ser practicada
espontáneamente
y
en
ayuda
auxiliadora incondicional al otro, en el
momento que la necesidad y
61
REDEMPTIO 2008
cautividad acontece y reclama una
respuesta
concreta,
que
haga
olvidarse de sí mismo para acudir en
rescate del cautivo, siendo así el
mercedario capaz de lograr las cosas
que parecen más imposibles.
también de recatar a cuantos aún
quedaban tirados, abandonados en las
frías mazmorras y senderos de la
indiferencia, yendo a su encuentro
para devolverles su humanidad y
dignidad. Nonato es uno de aquellos
valientes que se han atrevido a seguir
Este tipo de itinerario no es un
el ejemplo del Buen Samaritano, el
sueño, basta con ver la vida de
ejemplo del maestro: se ha atrevido a
nuestros santos, y darse cuenta como
encarnar la misericordia. Sucede de
han sido capaces de tanto, por medio
forma similar en cada
de la oración, el amor, y
mercedario que ha sido
la convicción (confianza)
Merced siempre
capaz de amar hasta el
de que Dios nunca les
habrá mientras haya
extremo, marcando el
defraudaría en la misión
camino para nuestro
Dios y alguien que
designada. Tal confianza
actuar.
fue la nota distintiva de
esté pronto a
su actuar, que no
Como
escuchar su voz,
escatimaba en gastos al
mercedarios la parábola
experimentando así
momento de vislumbrar
del Buen Samaritano
la necesidad de su labor
marca una máxima de
su misericordia;
redentora.
vida: no basta con
pero mercedarios
querer cumplir
una
Pensemos en el
solo habrá en
determinada formalidad
ejemplo de San Ramón
que sustente nuestra
concordancia al
Nonato: El no dudó en
continuidad
en
el
amor redentor que
quedar
cautivo
y
tiempo, ya sea como
sometido al poder de los
se manifestó en San
institución
o
como
sarracenos a cambio de
familia
en
un
mismo
Pedro Nolasco,
dar libertad a quienes
carisma (como sucede
estaban en peligro no
amor acontecido que
con el sacerdote y levita
solo de perder su vida,
nada guarda para sí
de la parábola). Si
sino sobre todo la fe. La
atendemos
a
lo
porque
se
vuelca
al
privación de libertad era
accesorio,
a
lo
un costo menor, un
prójimo en
meramente necesario y
peligro insignificante a
necesidad.
correcto, sin mirar a las
cambio del rescate de
verdaderas necesidades
sus hermanos. Y no
concretas,
aquellas
cautividades
conformándose con eso, continuaba
actuales y reales de nuestros
animando a los cautivos en las
hermanos, pronto los mercedarios nos
mazmorras, convirtiendo incluso a
extinguiremos y llegaremos a un
sus carceleros, al punto que hayan
punto en que el sinsentido corroerá
tratado de silenciarlo poniendo un
no solo nuestros huesos, sino
candado en su boca. No bastaba con
principalmente nuestras entrañas,
bajar de la montura y rescatar al
corriendo nuevamente el peligro de la
indigente, sino que con ello trataba
extinción como una vez se vislumbró
62
Vladimir Molina – EL BUEN SAMARITANO
cuando pareció que ya no quedaban
cautivos a quienes redimir. Merced
siempre habrá mientras haya Dios y
alguien que esté pronto a escuchar su voz,
experimentando así su misericordia; pero
mercedarios solo habrá en concordancia al
amor redentor que se manifestó en San
Pedro Nolasco, amor acontecido que nada
guarda para sí porque se vuelca al prójimo
en necesidad. Solo cuando nos
atrevamos sinceramente a hacer
efectivo
este
nuestro
carisma
mercedario sin limitación alguna,
atendiendo con devoción al cautivo
en necesidad, ahí es cuando
nuevamente brillará el esplendor que
alguna vez encandiló a tantos
hermanos, y forjó una historia que
estamos cada día llamados a escribir a
costa de nuestro sudor y sangre. Si
una nota distintiva de nuestro carisma
es «dar la vida como Cristo la dio por
nosotros, si fuere necesario, para
salvar a los cristianos que se
encuentran en extremo peligro de
perder su fe, en las nuevas formas de
cautividad» (COM 14) no soslayemos
tal
imperativo,
sino
estemos
dispuestos al martirio diario que
implica tal vocación redentora. Esa es
nuestra nota característica, ese el
desafío
al que tenemos
que
arriesgarnos, ahí está manifestada
aquella caridad heroica que distinguió
y santificó a tantos mercedarios de
antaño.
Pero rescatar la presencia del
prójimo, caer nuevamente en la
cuenta de que la cautividad está más
presente y efectiva que nunca, solo
podemos
lograrlo
si
estamos
dispuestos a volcar en exclusividad y
con primacía nuestra vida a Cristo
Redentor, acogiéndonos en los brazos
de María Nuestra Madre de la Merced
(Merced, que viene de Misericordia).
Si estamos dispuestos a empaparnos
de aquel amor misericordioso que ella
derrama sobre nosotros como don
divino proveniente del Padre, si
somos constantes en la contemplación
del misterio divino que se prodiga en
los diferentes lugares privilegiados de
encuentro con Dios Trino (Oración,
Eucaristía, Sagrada Escritura), si en
definitiva, nos abrimos de corazón a
dejarnos invadir por la presencia de
Dios en nuestras vidas, solo así
estaremos configurados con la fuente
de la misericordia para poder actuar
conforme a ella, atender a su llamado
cuando necesite ser realizada, dejar
que la divinidad invada nuestro
encuentro y trato con aquel que nos
espera en lo cotidiano, y necesita de
aquella libertad que nosotros estamos
llamados a entregar.
En la sonrisa, en el saludo
afectuoso, en la compañía, en el
consejo sincero, en el llanto que
acompaña porque se atreve a sufrir
con el otro, en el júbilo y alegría de la
celebración ante lo más sencillo y lo
magnífico de la vida, incluso también
63
REDEMPTIO 2008
en el silencio que habla más
elocuentemente
que
cualquier
discurso; en todas y cada una de estas
instancias (¡y hay muchas más!)
podemos realizar la redención,
podemos ser instancia de redención, si
estamos dispuestos a que Ella obre por
nosotros, gracias al constante contacto
y cultivo de la apertura a su fuente, el
misterio redentor de la divinidad.
Estas son atenciones del Buen
Samaritano, porque brotan de haber
experimentado la misericordia, de
haberse conmovido frente al prójimo
y quieren hacer efectiva en la vida su
ayuda, rescatando y sanando así las
heridas de la cautividad con aquello
que han adquirido de la constante
comunión con el Amor de Dios. Nadie
da lo que no tiene, y por eso es
necesario que el mercedario se
alimente de ese amor, se llene de él,
esté rebalsado de su riqueza para
entregarlo al prójimo en necesidad.
Solo así podrá obrar la redención con
plena libertad, con sinceridad y sin
interés de conveniencia.
CONCLUSIÓN
« ¿Quién es mi prójimo?» Mi
prójimo es todo aquel que Dios, en su
infinita misericordia, ha puesto junto
a mí para poner en práctica la ley del
amor, aquella que santifica, que lleva
a heredar la vida eterna. Jesús ha sido
el prójimo por excelencia: él es
imagen perfecta que excede al Buen
Samaritano, ―el ha sido el Buen
Samaritano de todo el género
humano‖ (S.S. Papa Juan Pablo II), y
como tal, nos ha dado el ejemplo que
debemos seguir entre nosotros para
vivir en el amor. El nos ha dejado la
misión de obrar como el, ―movidos a
misericordia‖, haciéndonos prójimo
de todo aquel que nos necesita,
llevando su palabra, anunciando su
salvación y procurando el bienestar
de todos los hombres. No debemos
ser temerosos de los peligros, sino
más bien confiados en el Señor, de
manera que llevemos a buen término
la misión dejada, aquel envío al
encuentro con el otro. Hoy, debemos
nuevamente
encarnar
al Buen
Samaritano: ser totalmente contrarios
64
a la apatía dominante, al pecado que
se cubre bajo bellos nombres (libertad,
independencia, subjetivismo) y que
busca perder al hombre. Nuestra
arma tiene que ser la misericordia, y
con ella, venceremos y ganaremos
nuevamente a más hombres para
Cristo, por medio de la renovada,
siempre valida y eficaz “Ley del
Amor”.
Vladimir Molina – EL BUEN SAMARITANO
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66
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