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LA PARÁBOLA DEL BUEN SAMARITANO

2008, Revista Redemptio Nº152

Revista Redemptio 2008, Nº 152, pp. 46-66. This paper analyzes Parable of the Good Samaritan, helping us to find the second objective of Big Commandment, to know: “love God with all your Heart, with all your soul, with all your strength and with your entire mind, and your neighbour like yourself”. Being difficult to love God, how can we identify and love our neighbor? The difficulty of this answer, its application and importance today are matters we'll aboard, putting special emphasis in the dynamic of the mercy and the mercedarian work.

REVISTA REDEMPTIO 2008 “65 años de testimonio redentor mercedario” REVISTA REDEMPTIO 2008 EDITORIAL ......................................................................................................... 2 ARTICULOS Y TRABAJOS ―LA FE‖; Sr. Carlos Zárraga Olavarría ........................................................ 7 ―DINÁMICA DEL RETIRO MENSUAL‖; R.P. Carlos Anselmo Espinoza Ibacache........................................................................................ 19 ―REFORMA EDUCACIONAL, EL DESAFÍO QUE VIENE‖; R.P. Patricio Cavour Calderón............................................................................ 32 ―OBRAS DE SAN GREGORIO MAGNO‖ IMPLICANCIAS PARA NUESTRO TIEMPO‖; Fr. Rodrigo Aguilar Gómez ........................ 37 ―LA PARÁBOLA DEL BUEN SAMARITANO‖; Fr. Vladimir Antonio Molina Cruz................................................................................... 46 ―SAN PEDRO ARMENGOL EN UN PARALELO TEMPORAL PARA LA MERCED DE HOY‖; Hno. Jorge Candia Palma ....................... 67 VOCACIÓN MERCEDARIA ―HOMILIA: ORDENACIÓN SACERDOTAL DE FR. JUAN ARMANDO SÁNCHEZ‖; Mons. Cristian Contreras Molina.................... 77 ―AGRADECIMIENTOS POR MI CONSAGRACIÓN‖; Fr. Rodrigo Aguilar Gómez .............................................................................. 81 ―EL SIGNIFICADO DE DAR LA VIDA, INCLUSO CUANDO ÉSTA YA NO SE POSEE…‖ Fr. Carlos Patricio Suazo Escobar ................ 84 RECUERDOS “AD ETERNUM” Sobre ―ALFONSO MORALES‖ por R.P. Jorge Astroza ............................ 89 Sobre ―ORLANDO PÉREZ‖, por R.P. Héctor Guerrero ........................... 93 Sobre ―FERNANDO VÁSQUEZ‖, por Fr. Vladimir Molina .................... 96 ACTIVIDADES COMUNITARIAS Estudiantado Mercedario ........................................................................... 103 Cumpleaños ................................................................................................ 111 ARTÍCULOS Y TRABAJOS LA PARÁBOLA DEL BUEN SAMARITANO Fr. Vladimir Antonio Molina Cruz, O. de M. En memoria del R.P. Fernando Vásquez, amigo, hermano y maestro. INTRODUCCIÓN Este trabajo tiene como objetivo acercarnos a la parábola del Buen Samaritano, y el contenido de esta, acompañados de la misma pregunta que formula el legista a Jesús: ¿Quién es mi prójimo? Para esto haremos un acercamiento a las ideas principales del texto, sus personajes, factores importantes a considerar, gestos y acciones que tienen un contenido muy importante y nos llevan a resolver esta pregunta. Una vez resuelta la pregunta, nos queda dar un paso más: ¿como toca esto en nuestra vida? Para eso recurriremos a las conclusiones obtenidas, para de esta forma hacer vida aquello que Jesús narraba como un ejemplo, y pide que cada uno de sus seguidores seamos capaces de realizar. COMO SURGE LA NARRACIÓN DE LA PARÁBOLA tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo." Díjole entonces: "Bien has respondido. Haz eso y vivirás."» §1. Conversación de Jesús con el legista La parábola del Buen Samaritano está solo contenida en el Evangelio de Lucas, y viene como un ejemplo que utiliza Jesús frente a una segunda pregunta que le es formulada por un legista, que intenta ponerle a prueba frente a sus discípulos. La primera pregunta que le realiza este es la siguiente (Lucas 10, 25-28): «Se levantó un legista, y dijo, para ponerle a prueba: "Maestro, ¿que he de hacer para tener en herencia vida eterna?" El le dijo: "¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo lees?" Respondió: "Amarás al Señor tu Dios con todo Podemos distinguir que el inicio de esta conversación es narrada también en los tres evangelios sinópticos1, de los cuales se puede extraer diversas observaciones: Lugar: Según Lucas: Jesús va camino a Jerusalén. Según Mateo y Marcos: Jesús ya se encuentra predicando en Jerusalén. Para corroborar estos datos, obsérvense los textos de Mateo 22, 34-40 y Marcos 12, 28-31. 1 46 Vladimir Molina – EL BUEN SAMARITANO Situación: Según Lucas: Los discípulos de Jesús han regresado satisfactoriamente de la misión que les había sido encomendada, y todo esto alegra mucho a Jesús, de manera que comienza a dar gracias al Padre. Según Mateo y Marcos: Jesús se encuentra en pleno discurso. Pregunta: Lucas y Marcos coinciden en que es un legista quien pregunta, mientras que Mateo se limita a señalar que es uno de los Fariseos. Algunos fariseos eran legistas, por tanto se puede decir que es la misma persona. Respuesta: Lucas señala que Jesús no responde, sino que, por medio de otra pregunta, el legista responda, quien cita el resumen de la ley (Deuteronomio 5, 6 y Levítico 19, 18). En Mateo y Marcos es Jesús quien responde, y en el caso de Marcos, el legista responde con sensatez al reconocer la respuesta correcta pronunciada por Jesús. Conclusión: Mateo y Marcos señalan que quienes estaban con él no se atrevieron a hacerle más preguntas, aún así, Lucas señala que este legista se atreve a justificarse, preguntándole: y ¿quien es mi prójimo? (Lucas 10, 29). Es así como Jesús responde nuevamente no con una respuesta argumentativa, sino que esta vez relata una parábola, conocida como ―El Buen Samaritano‖. Esta es la que examinaremos más profundamente a continuación. LA PARÁBOLA DEL BUEN SAMARITANO (Lucas 10, 29-37) (29) Pero él, queriendo justificarse, dijo a Jesús: «Y ¿quién es mi prójimo?» (30) Jesús respondió: «Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de salteadores, que, después de despojarle y golpearle, se fueron dejándole medio muerto. (31) Casualmente, bajaba por aquel camino un sacerdote y, al verle, dio un rodeo. (32) De igual modo, un levita que pasaba por aquel sitio le vio y dio un rodeo. (33) Pero un samaritano que iba de camino llegó junto a él, y al verle tuvo compasión; (34) y, acercándose, vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino; y montándole sobre su propia cabalgadura, le llevó a una posada y cuidó de él. (35) Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y dijo: "Cuida de él y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva." (36) ¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores?» (37) El dijo: «El que practicó la misericordia con él.» Díjole Jesús: «Vete y haz tú lo mismo.» 47 REDEMPTIO 2008 ESTRUCTURA DEL TEXTO §2. Personajes, lugares, gestos, instrumentos Jesús: Es el personaje principal dentro de toda esta historia (y de la historia), ya que los Evangelios narran su vida, hechos, dichos y palabras, por las cuales anunció el reino de Dios y trajo la salvación a todo el género humano. Es el sabio por excelencia, ya que es Dios mismo hecho carne, el Verbo encarnado Hijo de Dios, fuente de la sabiduría. Mucha gente lo seguía durante su predicación, y a ellos les enseñaba por medio de parábolas y compartiendo su misma vida, instituyendo un nuevo discipulado, donde se vive con y como el Maestro. Legista: Era un hombre instruido en la ley mosaica. Contaba con gran prestigio, y debía cumplir con todos los preceptos de la ley, que eran 613: 248 mandamientos y 365 prohibiciones, que llevaban atadas a sus mangas. Comúnmente era acompañado por un grupo de discípulos, que buscaban su instrucción. Mandamiento: Era aquel precepto por excelencia, que contenía aquello que Dios quería que el hombre cumpliera, para alcanzar la vida eterna. Los diez mandamientos fueron dados a Moisés en el Sinaí, para perpetuar la alianza entre Dios y el hombre, pero con el tiempo se fueron agregando más, hasta llegar a contarse 248. Jerusalén: ella estaba 48 ―La ciudad Santa‖, en el Templo. Fue conquistada por el rey David e instituida como capital del reino de Israel, en el periodo de la monarquía davídica y de Salomón. Se haya a 770 metros de altitud, y no tiene acceso por mar ni por río. Jericó: Era una ciudad situada al oeste del río Jordán, a 250 metros bajo el nivel del mar. Fue patria de un gran número de profetas en el tiempo de Elías y Eliseo. Camino de Sangre: Era un peligroso trayecto que unía Jerusalén y Jericó, donde abundaban los salteadores y por tanto era muy peligroso de transitar ya que los transeúntes eran atacados con violencia, de donde recibía este rudo nombre. Hombre solitario: Era un hombre, del cual no conocemos más, que bajaba de Jerusalén a Jericó. Quizá el que no se den detalles de él sirve para entender que en el se representa a todo y cualquier hombre, sin importar su procedencia, cultura o nacionalidad. Salteadores: Son bandidos que acechan en el ―Camino de Sangre‖, especialmente prontos a atacar a cualquier desconocido, para quitarles sus posesiones, dañándole brutalmente si es necesario. Vladimir Molina – EL BUEN SAMARITANO Heridas: perforación o desgarramiento en algún lugar de un cuerpo vivo; ofensa o agravio; aquello que aflige o atormenta el ánimo (Cf. Diccionario RAE). Es causada por aquellos que no respetan al hombre, y movidos por su propio interés, no dudan en infringirla al inocente. Cuando son heridas en la carne, manan sangre, y pueden adquirir infecciones. Samaritano: Aquel que es procedente de Samaría, (capital del Reino septentrional de Israel, ubicada en lo alto de una colina, junto a la ruta comercial que cruzaba Israel de norte a sur). Eran despreciados por los judíos al acusárseles de cismáticos y adoradores de ídolos. Los judíos y los samaritanos no se trataban, y se odiaban mutuamente. Misericordia: (έλεό = misericordiam) Sacerdote: Eran descendientes de Es el sentimiento que brota de lo más la familia de Aarón y estaban al profundo de la persona, en el caso de cuidado del Templo de Jerusalén, los judíos se entiende de las entrañas donde ofrecían los sacrificios. Podían (guardando íntima relación con «σπλαγνιζομαι», ver §6, ser saduceos y fariseos, o escribas. Uno de ellos pág. 53), pero en el Samaritanos: Eran era designado sumo pensamiento occidental sacerdote y presidía el se podría señalar como despreciados por los Sanedrín (Cf. Ex 29, 29; el corazón (del latín judíos al acusárseles ―cordis‖). Contiene la Lv 21, 22). de cismáticos y importancia de la Levita: adoradores de fidelidad, piedad y Ayudaban a los ídolos. Los judíos y compasión, de manera sacerdotes en las labores los samaritanos no que se asemeja al amor del Templo y en los entrañable y materno, se trataban, y se sacrificios. Los hijos de lleno de ternura. La odiaban la tribu de Leví fueron misericordia viene mutuamente. los que ayudaron a principalmente dada por Moisés a aplicar el Dios, quien es castigo cuando los misericordioso con el género humano, hebreos habían adorado al becerro de y por eso siempre perdona todas sus oro (Ex 32, 25-29; Nm 3, 12-13). faltas, por lo mismo envió a su Hijo Leyes de pureza: La pureza era la único para su salvación. disposición requerida para acercarse a Vino: Ya que contenía las cosas sagradas, y se procuraba alcohol, podía proteger de las mediante ritos. La pureza física era infecciones y limpiar las heridas. Era muy importante para los judíos, ya usado como bebida que no faltaba en que no podían tocar: lo que estaba toda celebración. Junto con el aceite y impuro (inmundicias Dt 23, 13ss); lo el trigo que produce tierra santa, enfermo, como la lepra (Lv 13-14); o forman parte del alimento cotidiano. corrompido, como los cadáveres (Num 19, 11-14). Era también una Aceite: Suaviza las heridas y protección contra el Paganismo. las protege. Con el aceite se ungía a los guerreros para que su cuerpo 49 REDEMPTIO 2008 fuera más resbaladizo en la batalla, y así puedan librarse fácilmente. Con aceite también se ungía a los Reyes, y hoy se utiliza en el sacramento de la confirmación. Junto con el vino y el trigo que produce tierra santa, forman parte del alimento cotidiano. llegar a ser un hermano. Pero en el NT cambia esta visión gracias a la profundidad de la enseñanza de Jesús, y esto es lo que trataremos a continuación. Cabalgadura: Se colocaba sobre la bestia que transportaba al viajero, y era un lugar elevado que brindaba protección, seguridad y control en caso de emergencia. ριον) El denario Denario: ( (latín: denarius) era la moneda romana, equivalente a la paga por un día de trabajo. También es conocido por jornal, por corresponder a una jornada de labor. Valía un poco menos que la dracma griega. Cf. Mt 18, 28; 20, 2; 22, 19; Mc 12, 45; 14, 5; Lc 7, 41; Jn 12, 5; Ap 6, 6. Posada: Lugar donde por precio se hospedan o albergan personas, en especial arrieros, viajantes, campesinos, etc. (Cf. Diccionario de la RAE). El lugar donde se pone a resguardo al hombre y se le procurará lo necesario para su completa mejora. Posadero: Persona que tiene casa de posadas y hospeda en ella a quienes se lo pagan. También tiene por encargo procurar el buen funcionamiento de la posada, para garantizar un buen servicio. Prójimo: ( ον) Antes se asimilaba a este prójimo con su hermano, miembro del pueblo de Israel. En el AT expresa la idea de asociarse con alguno, de entrar en su compañía. No está ligado, al contrario del hermano, por una relación natural, sino que es ―otro‖ que puede 50 §3. Diálogo parábola que suscita la Es aquel que se produce entre Jesús y el legista: Legista: Es quien quiere justificar-se (ό λων δικαιουν έ ν = Ille autem volens iustificare seipsum) frente a los presentes, ya que ha caído en su propia trampa, al preguntar por algo que debería resultarle obvio en su calidad de estudioso de la ley. Es por eso que recurre a especificar la interrogante, preguntando por quien es precisamente su ―prójimo‖ ( ον = Vladimir Molina – EL BUEN SAMARITANO responde a el termino hebreo « = rea’», que significa vecino o amigo; proximus = inmediato, próximo, vecino). Jesús: Esta vez, Jesús no le pide que él mismo responda su pregunta, sino le invita a escuchar la parábola del ―Buen Samaritano‖ y a sacar sus propias conclusiones. Terminada su narración, le pregunta al legista: “¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores?”. Con esto, Jesús señala la recíproca relación que conserva el ser prójimo de otro, ya que frente a la pregunta de ¿Quien es mi prójimo?, el ahora pregunta ¿Quién fue prójimo? Legista: Frente a la fuerza y veracidad del relato, el legista no se atreve siquiera a nombrar al samaritano, a quien el nunca hubiera esperado ayudar, ya que era alguien intratable, completamente ajeno a él. Por eso le señala como: “El que practicó la misericordia con él."(Qui fecit misericordiam in illum = ό σας το έλεος μετ’ αύτου). Jesús: Por tanto, y visto que el legista a podido reconocer certeramente quien es su prójimo, le manda que ponga en práctica la ley, y así obre sin restricciones, movido por misericordia para con todo aquel que Dios pone junto a él, a semejanza del ου ει ως samaritano ( = Vade, et tu fac similiter = Ve, y haz tú lo mismo). §4. Elementos parábola importantes de Podemos señalar situaciones en que los personajes actúan de una forma específica: Hay un hombre (άνθροπος = hombre de cualquier raza o nación), que iba bajando ( νω = ir hacia abajo, descender) solitario de Jerusalén a Jericó, que ha sido mal herido por unos salteadores en cuyas manos a caído ( πτω = de alrededor/del entorno le caen encima), dejándole medio muerto (ήμιθ ς) en el camino. Hay unos salteadores ( ς = ladrón) que le han provocado esta desgracia al hombre, causándole heridas (τραυμα = herida), y despojándole de sus pertenencias. Hay dos personas (el sacerdote y el levita) que también iban bajando, y al verle, no se han atrevido a ayudar, y pasan haciendo un ρχομαι = cruzó y rodeo (ά pasó por en frente, en paralelo). Quizás temieron contaminarse por la impureza del que parece ser un cadáver, o quizás por verle perder sangre (significaba que estaba perdiendo su vida), o también por no arriesgarse a caer en manos de los salteadores, que podían estar aún muy cerca. En definitiva, procuraron su propio bienestar, y los mueve su propio interés. Esto no está mal, pues es el mero cumplimiento de su deber, al obedecer la prescripción referente a la impureza. 51 REDEMPTIO 2008 Hay un samaritano que iba de της τις ων), camino ( que era aquel de quien nada se podía esperar, ya que era rechazado por los judíos y totalmente lejano. Este personaje, al verle, tuvo compasión ( ζομαι = fue tocado en las viseras) y acudió en su ayuda, aún a costa del peligro que podía correr. El cura sus heridas, colocando en ellas vino y aceite, y luego lo coloca sobre su propia σας ν cabalgadura ( ίδιον κτηνος), poniéndolo a salvo (a costa de su propio peligro) y llevándolo a una posada. Hay un posadero a quien el Samaritano le encarga el cuidado del hombre, y para procurar su bienestar, le entrega dos monedas ρια) que equivalen al ( ο sueldo de dos días. A este el samaritano le promete su regreso, y garantiza devolverle lo que gaste de más durante ese tiempo. 5. Momentos principales de la parábola Podemos distinguir siete momentos que son muy importantes en la parábola: los tres primeros resultan contrarios a los tres últimos, que vienen a indicar el actuar conforme al amor impulsivo que brota del cuarto momento, que es el encuentro con el otro (y que observaremos mas adelante, así como también lo haremos con las observaciones al séptimo momento). Los momentos son los siguientes: 52 1. La indigencia del hombre solitario, y su vulnerabilidad en el camino. 2. Lo dañino y peligroso de quienes acechan y hacen el mal al hombre. 3. La indiferencia y alejamiento de los judíos, que se someten a la ley. 4. El encuentro del samaritano con el hombre: la misericordia. 5. La misericordia y entrega de aquel que se muestra cercano, el samaritano. 6. El cuidado y preocupación del samaritano por la salud del hombre. 7. La atención y cuidado que procura el posadero, a quien se le ha confiado. Establecemos así los siguientes paralelos contrapuestos en el texto: 5 v/s 3: La imagen del samaritano que es misericordioso, se ve contrapuesta a la indiferencia de los judíos, quienes, cegados por un seguimiento riguroso de sus leyes de pureza y la búsqueda del propio bienestar, no son capaces de ayudar a quien lo necesita, y pierden así todo sentido común. El samaritano es lo opuesto, se ve cegado por la misericordia (véase §6, pág. 53), y no se preocupa de otra cosa más que del prójimo y su bienestar. 6 v/s 2: Los daños obrados por quienes hacen el mal, se ven contrapuestos al cuidado y preocupación que tiene el samaritano. Mientras a unos no les molesta abrir heridas, el otro se ocupa en cerrarlas. Ha caído en la cuenta de que hay otro, alguien quien le necesita y está ahí: forma parte de su existencia. Ante Vladimir Molina – EL BUEN SAMARITANO cobra un cariz diferente, y la vida se ilumina, se reordena en razón del otro. Lo ve, lo conoce, tiene cierto dominio sobre él, que no aprovecha para colocarse sobre él, como dominador, sino al contrario: se 7 v/s 1: La posada y el coloca a su servicio, lo atiende, baja de posadero son un lugar seguro donde aquel lugar seguro (pero solitario) para el hombre puede descansar y tocar suelo y, entrando en contacto recuperarse, donde está con él, hacer cuanto es acompañado y se le posible para brindarle la El samaritano deja cuida. Este lugar es lo salud. aquella condición contrario al camino, « ζομαι» se donde se encontraba solitaria y se traduce comúnmente indefenso. En el camino comunica al hombre por ―conmoverse‖, ―ser experimentaba la caído, procurando movido a compasión‖. indigencia, la soledad, el entregar lo mejor de Es el movimiento o abandono. Solo fruto del sí para su rescate y revoltijo de las entrañas encuentro descubridor mejoría, haciendo (σπλαγχνα = víceras), una del otro, obrado en el figura literaria fuerte samaritano, está ahora común algo que le para expresar aquel en condiciones de es propio, pero que sentimiento que habitar en un lugar que ahora entrega y prorrumpe y afecta al procure su salud en prodiga para quien hombre frente a algo que plena integridad, porque le necesita. le toca en lo profundo, dejará de estar solo: hay ahí donde se albergan alguien velando por él. los sentimientos tiernos. La atención a la afección que suscita el otro en §6. 4° momento de la Parábola: necesidad, es lo que solemos llamar La misericordia ―tener entrañas de misericordia‖, porque misericordia, del latín ί ν ν έ σθη»: « misericoridiam, se puede entender ―y viéndolo se conmovió‖: estas como ―la piedad de corazón‖, amor palabras contiene el momento sublime que brota del corazón (ver §2, fundamental que da sentido a la pág. 49). parábola. Desde aquí se ilumina todo este descubrimiento, en este encuentro, deja de ser indiferente, y es capaz de cuidar del otro, de volcarse a él, y su propio cuidado es ahora cuidado del otro. su desarrollo, y en ella se sitúa el cambio y giro que sufre la conducta del hombre a la luz de la enseñanza de Jesucristo. ί ν» al verlo, al apropiarse « de su prójimo, al sentir como propio su dolor, indigencia y vulnerabilidad (porque también se apropian estas sensaciones de él), ahí es cuando todo Este es el momento en que el silencio se rompe, pero no con sonidos y palabras, sino con gestos: en que el samaritano deja aquella condición solitaria y se comunica al hombre caído, procurando entregar lo mejor de sí para su rescate y mejoría, haciendo común algo que le es propio, pero que ahora entrega y 53 REDEMPTIO 2008 prodiga para quien le necesita. No se limita a atender a aquel que yace abandonado, sino que ahora lo coloca en aquel lugar que le pertenecía, le brinda aquello que era su seguridad, asumiendo el costo de ponerse él en peligro. Ya nada más importa: el centro de su preocupación es el otro, el hombre, su prójimo, porque se ha descubierto a sí mismo prójimo de aquel que necesita de él, y todo pasa a ser secundario o subordinado a esta nueva realidad. poniéndolo en las mejores manos, en aquellas en que puede confiar. §7. 7° momento de la Parábola: La Providencia del Samaritano Lucas 10, 35: « Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y dijo: ―Cuida de él y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva.‖». Es importante destacar aquí el gesto del samaritano: deja al cuidado del posadero al hombre, mientras el esté ausente. Pero esta ausencia no es total, sino que es una presencia en la garantía del cuidado asegurado por el samaritano. Con los dos denarios hace posible y efectiva la protección y recuperación del hombre caído, de manera que a este no le falte nada durante el tiempo en que él esté ausente. El samaritano sigue siendo providente, y de ninguna manera se atreve a abandonar a quien ha asumido cuidar, sino que promete volver y compensar cualquier costo adicional. Y es que la manifestación de la caridad es esa: no solo atender a aquel que está en necesidad, sino implicarse sinceramente en el logro del bienestar y salvación del otro. No se conforma el samaritano con ayudar, sino que se preocupa de procurar lo mejor para el hombre caído, 54 Es muy interesante observar que el samaritano entrega dos denarios al posadero, lo cuál representa dos días de labor pagados de antemano (ver §2 y §4), los cuales debieran bastar hasta su regreso. El samaritano ha prometido regresar pasado estos dos días. Esto nos hace recordar la relación simbólica que se ha atribuido al samaritano con Jesucristo, ya que los dos prometen volver al tercer día. El teólogo Orígenes pensaba que el regreso del samaritano representaba la segunda venida de Cristo1, lo cual nos hace reparar en el rol del posadero a quien se le encarga el cuidado del hombre, que puede ser relacionado con la Iglesia. La posada se actualiza hoy, viniendo a ser sus posaderos sujetos tan concretos que deben saber 1 ORÍGENE (1963) Homélies sur S. Luc. Texte latin et fragments grecs. Les Editions du cerf. Paris-France. Pág. 400410. Vladimir Molina – EL BUEN SAMARITANO atender a la misión dejada por ―el Buen Samaritano‖, acogiendo a todo hombre que ha caído víctima de los peligros que acechan el cotidiano vivir. §8. Observación: ¿Quién es mi prójimo? (que solo se quedan en cumplir ritos vanos que no pueden salvar, y quizá dando prioridad al puritanismo ritual, actuando conforme a la formalidad de la ley, pero sin poder rescatar el sentido profundo de esta), y es por eso que entrega todo lo que posee y está a su alcance procurar, se arriesga en el peligro y no titubea en acudir al encuentro del otro, que es otro yo que necesita precisamente de él. El samaritano, que es movido por la misericordia, se hace prójimo de aquel que le necesita, quien ya era su prójimo, al estar los dos Es así como se en una vinculación llega a manifestar el El samaritano, que recíproca. El no se sentido más profundo y es movido por la preocupa de otra cosa efectivo del gran que no sea el otro, su misericordia, se mandamiento. ―Amar a prójimo, a quien ha Dios sobre todo, y al hace prójimo de descubierto en su prójimo como a sí aquel que le cotidianidad como mismo‖ implica no solo necesita, quien ya alguien próximo a él, amar a Dios, sino que era su prójimo, al que está a su lado y a sí también reclama el amor estar los dos en una mismo al lado de él, y a a sí mismo, como quien tiene el deber de vinculación supuesto para amar al ayudar, no por otro; pero todo esto no recíproca. imposición, sino por se da si no hay com-pasión. conciencia de sí mismo, lo que implica el momento de El Samaritano no ve límite en alteridad, del otro, del prójimo, el cual su amor, no hace distinción de raza o no se experimenta como tal hasta que nacionalidad, ya que el impacto de descubrimos la indigencia de la vida y experimentar al otro como otro yo necesidad de uno a otro como conecesitado le impide dejarse llevar existentes y pro-curadores. por la insensibilidad e indiferencia que caracterizó al sacerdote y el levita APLICACIÓN A LA VIDA PERSONAL §9. Ser buen samaritano hoy El Problema actual Las personas hoy lo que menos quieren oír son la ley y sus preceptos. Les parecen odiosos, e incluso ajenos a la libertad del hombre: son quienes también permanecen indiferentes a las necesidades, que no ven a su prójimo, sino a un simple ―flagelo de la sociedad‖, ―un problema‖, una molestia que querrían no estuviera 55 REDEMPTIO 2008 presente, ya que se han descomprometido de ellos, nada les valen, y el egoísmo les tiene tan velados, que solo buscan sus propios placeres y beneficios. Entre ellos hay quienes utilizan estas ―palabras talismán‖1 (prójimo, pobreza, caridad, solidaridad, etc.) para ganar más adeptos a sus ideologías, pero en lo menos que reparan es en la verdadera existencia del prójimo como otro yo. Frente a ellos, el Buen Samaritano es lo opuesto. Hoy, nuevamente se quita la mirada de aquellos que necesitan ayuda. Es una indiferencia que trae como consecuencia el velar por los intereses de los más ricos, que con sus ansias de poder tienden las redes de la fantasía y el consumismo, mostrando una pseudo-vida feliz que oculta la pobreza, y la señala como un mal de las minorías, un porcentaje de personas que no cuentan. Las masas no caen en la cuenta que con buscar aquel beneficio aparente sustentan la riqueza de aquellos que los manipulan. Así como ellos ―han matado‖ al prójimo pobre, hacen que suceda lo mismo con la religión: esta ya no cuenta en la vida. De la misma forma, se presta esta indiferencia para una manifestación aún más horrorosa y des-edificante: hay quienes llenan sus discursos de palabras referentes al Término acuñado por el Padre mercedario Alfonso López Quintás, filósofo y pedagogo español. Son muy útiles, porque afectan las emociones de las personas, en beneficio de algún interés personal, asegurando una respuesta positiva que parece ineludible, necesaria y correcta. 1 56 ecologismo, lloran y se estremecen al ver caer un árbol y el despojo de un animal, promoviendo campañas e instituciones globales, pero aún así son los primeros en apoyar el aborto y la eutanasia. ¿Qué sensibilidad es esta? La Respuesta: una aceptar el desafío hoy invitación a Hoy la sociedad vive nuevamente sumergida en el pecado, y una de sus armas más terribles es la indiferencia. Este hielo que se muestra imposible de romper, solo puede ser derretido por el fuego que más arde: el fuego del Amor. Jesús nos invita a arder de amor, y para eso debemos amar como él, sin límites, a todo aquel que es nuestro prójimo, con misericordia infinita, así como el lo ha hecho con nosotros. Esta invitación de Cristo debe hacerse patente en nuestras vidas. Es una invitación y una actitud que debe Vladimir Molina – EL BUEN SAMARITANO comenzar a funcionar en nosotros, para así contagiar a otros. Nos desenvolvemos en un entorno social, y es ahí donde debemos practicar la misericordia. Ya sea en la familia, con los amigos, los compañeros e incluso nuestra competencia (aquellos que nos consideran su enemigo), debemos ser capaces, como Cristo lo fue, de mirar con amor a nuestro prójimo y auxiliar a TODO aquel que nos necesite, aún cuando este no quiera aceptar de buena gana nuestra ayuda, ya que muchas veces puede estar cegado por los mismos males de la sociedad. constatada en el hermano. De esta forma sabe hacer presente a Jesucristo en el mundo, por medio del amor misericordioso. La invitación de invitación al amor Dios es una La actitud del hombre debe ser el amor. Ya no piensa para sí, sino que existe para Dios y el prójimo, como respuesta a ese amor primero y original que ha experimentado como manifestación en el encuentro con Cristo y su misterio redentor (cf. 1Jn 4, 9), que le ha procurado la salvación y el perdón de sus pecados, que le ha permitido vivir en él; Es ahí donde todo eso por Amor. Dios cobra mayor sentido y Es una invitación y se vuelve así el centro fuerza el anuncio del una actitud que del amor del hombre, Evangelio: cuando se debe comenzar a porque ―Dios es Amor‖ marca una diferencia funcionar en (1Jn 4, 8), amor que se fundamental frente a los nosotros, para así vuelca al hombreotros sistemas (que prójimo, pues al amar contagiar a otros. buscan su propio lucro y completamente a Dios es riqueza), y se vela por la Nos desenvolvemos capaz de expresar su dignidad de la persona, en un entorno amor en la existencia, en que puede estar social, y es ahí aquello que se presenta encadenada por el donde debemos en ese salir fuera de sí, y pecado, herida por su practicar la que reclama ser violencia y a quien es atendido por ser otro a misericordia. necesario salvar así quien se puede amar. como Cristo lo hizo con Renunciar a amar al prójimo es nosotros. Cuando menos beneficios se renunciar amar, y por eso no puede obtienen y muchos son los peligros haber un verdadero amor a Dios sin que se corren, incluso cuando se pone amor al prójimo (Cf. 1Jn 4, 20). en peligro la misma vida, es cuando somos similares al Buen Samaritano, En el amor al prójimo se que ha sabido actuar movido por la expresa el amor a sí mismo, y la misericordia, inundado por esta entrega a Dios. El amor es el sentido suscitación apasionadora impulsiva, que de la ley, y por eso la ley no puede compromete y resulta efectiva a la violar el amor. Para Dios, los ritos y posterioridad en todos sus actos, al sacrificios de la ley antigua no tienen ser asumida como regla rectora que ningún valor si no se está en ilumina el trato con el otro, al concordancia con lo que se vive y comprender la propia indigencia 57 REDEMPTIO 2008 hace, si no se es capaz de amar. Es así como se nos invita siempre a procurar el amor al prójimo y la buena relación con este, ya que luego vendrán los sacrificios, cuando el hombre pueda presentarse grato frente a Dios y sin conflictos con su hermano.2 Todo hombre es capaz de actuar con misericordia La misericordia en inherente a todo hombre, que como creatura de Dios, la ha adquirido de él en la creación y participación de él. Por tanto, el samaritano es misericordioso, porque aún, sin saberlo, Dios es misericordioso en máxima expresión, y su reacción es una imitación de Dios, ya que la misericordia viene de él. El Samaritano simplemente la ha hecho vida, al descubrir al prójimo en necesidad. Por tanto, el ejemplo de misericordia viene enseñado por el mismo Dios, quien ya ha obrado así con nosotros, perdonando nuestros pecados, por misericordia e iniciativa suya. El Ejemplo del buen samaritano debe movernos a romper todo límite o frontera que nos aísla, haciéndonos salir del individualismo y egoísmo. Esto se logra solo cuando somos capaces de amar y practicar la misericordia, cuando somos capaces de ―com-padecer-nos‖ con aquel que sufre y necesita de nosotros, en el aquí y ahora, moviéndonos a entregar nuestra pronta ayuda, sin condiciones, comprometiendo incluso Cf. Fr. Pedro de Jesús María (1978) Como se ha de Amar al prójimo. Liturgia de las Horas. Propio de la Orden de la B. Virgen María de la Merced. Typis Polyglottis vaticanis. Roma-Italia. Pág. 185. 2 58 nuestra propia vida, a semejanza del Redentor. El Samaritano no ve el peligro que corre, ya que está ciego de compasión, afectado en lo profundo por la misericordia, y aún si llegase a tomar en cuenta lo peligroso de su actuar, es algo de tan poco peso al estar más ocupado en auxiliar a su prójimo. Esa actitud pronta a actuar es la que tenemos que saber ejercitar, de manera que nunca se nos pase la oportunidad de ayudar a quien nos necesita. Amar al prójimo implica dolor. Amor y Cruz Aún así, hay voces que nos exhortan a abandonar el amor al prójimo. Un amor desinteresado por todas y cada una de las personas con que co-existimos es algo absurdo, porque la mayoría de estas no son capaces de corresponder a nuestro amor. Muchos otros solo velan por nuestro mal, o simplemente son tan diferentes que resultan intolerables. Lo importante es el propio bienestar, la comodidad, y no la ocupación en otros que no pueden agradecer en la misma medida. El amor al prójimo es así una perdida de tiempo, una dedicación que no surte resultados, que solo nos provoca sufrimiento y desgaste. Ante esto, recordemos aquello que alguna vez dijo la Madre Teresa de Calcuta: “No basta con que digamos: Yo amo a Dios pero no amo a mi prójimo. San Juan dice que somos mentirosos si afirmamos que amamos a Dios y no amamos a nuestro prójimo. Es muy importante para nosotros darse cuenta de que el amor para que sea auténtico tiene que doler.” Y es que el amor implica Vladimir Molina – EL BUEN SAMARITANO necesariamente el dolor, un dolor de cruz, que es lo mismo que el amor de Cruz. Cruz y dolor se identifican, y las dos se viven en razón del amor. No hay sentido de vivir el dolor por el dolor, sino que el amor es el verdadero sostén de este. Cuando experimentamos el dolor es porque hay algo que amamos y que ahora nos es irremediablemente ausente, porque algo dentro de nosotros se ha desgarrado de manera violenta, y era parte cotidiana de nuestra existencia. También es la afección de algo que nos incomoda, que no queremos que sea así, porque va contra aquello que estamos acostumbrados a sentir. Ciertamente nadie busca experimentar el dolor, lo rehusamos, y quien ama el dolor por el dolor es un masoquista. Pero el dolor-cruz es diferente: es un misterioso dolor que causa sufrimiento, a veces más del que podríamos y quisiéramos esperar, cuyo sentido va más allá de la satisfacción personal o solidaria. Se sufre por Amor, por una entrega de amor sobreabundante que va más allá del objeto directo de nuestro actuar, un amor que busca y quiere aquello que está más allá de nuestro entendimiento, que desde esa oscuridad en que se encuentra nos llama a su cercanía, camino no fácil de transitar y que exige el sacrificio del dolor encarnado. Se sufre el dolor por amor a Dios, porque a él amamos cuando amamos al prójimo. También hay quienes sufren el dolor por amor al prójimo (especialmente en los miembros de su familia), sin que en momento alguno tenga a Dios presente conscientemente, pero esto es porque el amor se prodiga sin excepción de personas, porque en cada persona hay una semilla de la verdad que le mueve a amar para alcanzar la felicidad. El amor al prójimo necesariamente implica dolor, a veces porque no se entiende, otras porque no hay capacidad de retribución. Pero esto no es porque el amor al prójimo sea impracticable o incorrecto, sino porque a veces aquellas personas a quienes entregamos nuestro amor no son capaces de experimentarlo con radicalidad ya sea por imposibilidad o insensibilidad personal. Recordemos que Dios ya había prodigado su amor a todos los hombres, pero estos no habían sabido corresponder a este amor, como sucede en el Antiguo Testamento: la alianza hecha entre Dios y su pueblo, y la constante infidelidad del hombre a esta alianza. Dios también experimentó este dolor, pero antes de renunciar a su amor prefirió continuar su entrega, hasta dar la vida de su 59 REDEMPTIO 2008 propio Hijo. Jesús sufre la cruz por y sencillos tienen esa capacidad de amor a Dios y su voluntad, porque el amar que otros no han podido Verbo se ha encarnado y ha integrar. Estos son los privilegiados experimentado la naturaleza humana del Señor, a quienes tenemos que ser con radicalidad, y en esta proximidad, capaces de acudir con especial en este ser otro en relación a su dedicación, porque ellos también nos prójimo ha querido entregarse, enseñan a amar, e incluso resulta que asumiendo el dolor y sus son ellos quienes resultan entregar consecuencias: la muerte y Cruz. La más que lo que teníamos esperado angustia del Getsemaní es una clara entregar. Aquel doloroso Amor de muestra de este asumir el dolor, dolor cruz es siempre cruz de salvación que no se quiere pero se acepta en redentora. La clave está en entregarse. razón del amor a Dios y al prójimo, Otro ejemplo: Nietzsche nos porque se sabe que hay un bien dice, refiriéndose a los hombres que mayor buscado y apetecido que brota intentan amar al de la misericordia, y que prójimo: « El uno va al es inevitable eludir para Asumir esta cruz es prójimo porque se busca a quien se ha visto sí mismo, y el otro, porque atreverse a amar fascinado, enloquecido quisiera perderse. Vuestro hasta el extremo, y por el amor. mal amor a vosotros de esta forma mismos es lo que os trueca Nosotros también la soledad en prisión.»3 La debemos imitar esta cumplir el gran búsqueda del prójimo es capacidad de amor mandamiento. así un huir de si mismo divino, ella debe ser la Somos privilegiados y su realidad. Pero un tal luz que ilumine nuestro ensimismamiento es actuar, el motor que la de poder amar con imposible: no nos impulse a avanzar por esta radicalidad conocemos a nosotros si los más temibles divina a la que Dios no conocemos a otro. La senderos a enfrentar. diferencia con el otro es Asumir esta cruz es nos invita. fundamental para ser sí atreverse a amar hasta el mismo. Y el extremo, y de esta forma enfrentamiento con este es una etapa cumplir el gran mandamiento. Somos necesaria para que todos nuestros privilegiados de poder amar con esta empeños no se queden en la radicalidad divina a la que Dios nos inmanencia de la efímera vida, sino invita. Pero no todo es tan doloroso que, para alcanzar la trascendencia como parece. Tampoco olvidemos que tan buscada, tenemos que trascender así como algunos no corresponden al ese espacio insoslayable que media amor del prójimo, hay quienes sí entre el tu y el yo, y así, por medio de agradecen este amor manifestado, y lo retribuyen desde su sencillez. Es un momento que debiera animarnos a 3 NIETZSCHE, Friedrich (1998) Así Habló continuar nuestra labor. Siempre el Zaratustra. Introducción, traducción y amor puede más de lo que nosotros notas de Andrés Sánchez Pascual. Alianza podemos pensar, y los más pequeños Editorial. Madrid-España. Pág. 103. 60 Vladimir Molina – EL BUEN SAMARITANO la comunicación con el otro, podamos vislumbrar aquel Otro que está siempre más allá. No se trueca la soledad en prisión, sino que esta soledad se vuelve nuestra prisión a manera nociva y destructiva cuando no nos arriesgamos a ganarnos a nosotros mismos en la salida de sí y el encuentro con el otro, movimiento que no se realiza imprudentemente, sino iluminado por aquella Luz que guía nuestro actuar, aquel Amor que nos orienta y transparenta la oscuridad de la soledad. El Amar al Prójimo comunión con Dios obrar de la misma manera, y dejar nuevamente grabada la huella del cristianismo en la historia, de una forma original y revolucionaria, que es la misma que Jesús ha dejado establecida, por medio de la ley del Amor. implica Toda esta labor no es una misión imposible, sino un gran desafío que se nos presenta en la existencia, como parte de nuestro proceso de santificación. Esto nos exige la íntima comunión con Dios, su amor y voluntad: «esta comunión de voluntad crece en la comunión del pensamiento y del sentimiento, de modo que nuestro querer y la voluntad de Dios ya no es para mí algo extraño que los mandamientos me imponen desde fuera, sino que es mi propia voluntad, habiendo experimentado que Dios está más dentro de mí que lo más íntimo mío.» (Deus Caritas Est, 17). Cuando aprendemos a mirar con los ojos de Cristo, cuando desde Él todo otro es nuestro amigo, el trato con el prójimo toma aquella consistencia mayor que deja de ser un sentimiento, y nos hace reconocer en el otro la imagen divina. Al igual que muchos santos que han sabido responder en su época y hacer presente el Reino de Dios entre ellos, nosotros también podemos §10. Desafío al carisma mercedario. Aplicación Pastoral El ejemplo del buen samaritano es claro: toda obra de misericordia y apostolado redentor, debe realizarse sin ninguna búsqueda de beneficio propio, ni mucho menos esperando recompensa alguna, ya que todo acto de misericordia conserva valor en sí mismo, y nos acerca al beneficio mayor que no puede ser obtenido por meritos propios, sino que lo heredamos de Dios: ―la vida eterna‖. Por tanto, para que la misericordia alcance su plena expresión, debe ser practicada espontáneamente y en ayuda auxiliadora incondicional al otro, en el momento que la necesidad y 61 REDEMPTIO 2008 cautividad acontece y reclama una respuesta concreta, que haga olvidarse de sí mismo para acudir en rescate del cautivo, siendo así el mercedario capaz de lograr las cosas que parecen más imposibles. también de recatar a cuantos aún quedaban tirados, abandonados en las frías mazmorras y senderos de la indiferencia, yendo a su encuentro para devolverles su humanidad y dignidad. Nonato es uno de aquellos valientes que se han atrevido a seguir Este tipo de itinerario no es un el ejemplo del Buen Samaritano, el sueño, basta con ver la vida de ejemplo del maestro: se ha atrevido a nuestros santos, y darse cuenta como encarnar la misericordia. Sucede de han sido capaces de tanto, por medio forma similar en cada de la oración, el amor, y mercedario que ha sido la convicción (confianza) Merced siempre capaz de amar hasta el de que Dios nunca les habrá mientras haya extremo, marcando el defraudaría en la misión camino para nuestro Dios y alguien que designada. Tal confianza actuar. fue la nota distintiva de esté pronto a su actuar, que no Como escuchar su voz, escatimaba en gastos al mercedarios la parábola experimentando así momento de vislumbrar del Buen Samaritano la necesidad de su labor marca una máxima de su misericordia; redentora. vida: no basta con pero mercedarios querer cumplir una Pensemos en el solo habrá en determinada formalidad ejemplo de San Ramón que sustente nuestra concordancia al Nonato: El no dudó en continuidad en el amor redentor que quedar cautivo y tiempo, ya sea como sometido al poder de los se manifestó en San institución o como sarracenos a cambio de familia en un mismo Pedro Nolasco, dar libertad a quienes carisma (como sucede estaban en peligro no amor acontecido que con el sacerdote y levita solo de perder su vida, nada guarda para sí de la parábola). Si sino sobre todo la fe. La atendemos a lo porque se vuelca al privación de libertad era accesorio, a lo un costo menor, un prójimo en meramente necesario y peligro insignificante a necesidad. correcto, sin mirar a las cambio del rescate de verdaderas necesidades sus hermanos. Y no concretas, aquellas cautividades conformándose con eso, continuaba actuales y reales de nuestros animando a los cautivos en las hermanos, pronto los mercedarios nos mazmorras, convirtiendo incluso a extinguiremos y llegaremos a un sus carceleros, al punto que hayan punto en que el sinsentido corroerá tratado de silenciarlo poniendo un no solo nuestros huesos, sino candado en su boca. No bastaba con principalmente nuestras entrañas, bajar de la montura y rescatar al corriendo nuevamente el peligro de la indigente, sino que con ello trataba extinción como una vez se vislumbró 62 Vladimir Molina – EL BUEN SAMARITANO cuando pareció que ya no quedaban cautivos a quienes redimir. Merced siempre habrá mientras haya Dios y alguien que esté pronto a escuchar su voz, experimentando así su misericordia; pero mercedarios solo habrá en concordancia al amor redentor que se manifestó en San Pedro Nolasco, amor acontecido que nada guarda para sí porque se vuelca al prójimo en necesidad. Solo cuando nos atrevamos sinceramente a hacer efectivo este nuestro carisma mercedario sin limitación alguna, atendiendo con devoción al cautivo en necesidad, ahí es cuando nuevamente brillará el esplendor que alguna vez encandiló a tantos hermanos, y forjó una historia que estamos cada día llamados a escribir a costa de nuestro sudor y sangre. Si una nota distintiva de nuestro carisma es «dar la vida como Cristo la dio por nosotros, si fuere necesario, para salvar a los cristianos que se encuentran en extremo peligro de perder su fe, en las nuevas formas de cautividad» (COM 14) no soslayemos tal imperativo, sino estemos dispuestos al martirio diario que implica tal vocación redentora. Esa es nuestra nota característica, ese el desafío al que tenemos que arriesgarnos, ahí está manifestada aquella caridad heroica que distinguió y santificó a tantos mercedarios de antaño. Pero rescatar la presencia del prójimo, caer nuevamente en la cuenta de que la cautividad está más presente y efectiva que nunca, solo podemos lograrlo si estamos dispuestos a volcar en exclusividad y con primacía nuestra vida a Cristo Redentor, acogiéndonos en los brazos de María Nuestra Madre de la Merced (Merced, que viene de Misericordia). Si estamos dispuestos a empaparnos de aquel amor misericordioso que ella derrama sobre nosotros como don divino proveniente del Padre, si somos constantes en la contemplación del misterio divino que se prodiga en los diferentes lugares privilegiados de encuentro con Dios Trino (Oración, Eucaristía, Sagrada Escritura), si en definitiva, nos abrimos de corazón a dejarnos invadir por la presencia de Dios en nuestras vidas, solo así estaremos configurados con la fuente de la misericordia para poder actuar conforme a ella, atender a su llamado cuando necesite ser realizada, dejar que la divinidad invada nuestro encuentro y trato con aquel que nos espera en lo cotidiano, y necesita de aquella libertad que nosotros estamos llamados a entregar. En la sonrisa, en el saludo afectuoso, en la compañía, en el consejo sincero, en el llanto que acompaña porque se atreve a sufrir con el otro, en el júbilo y alegría de la celebración ante lo más sencillo y lo magnífico de la vida, incluso también 63 REDEMPTIO 2008 en el silencio que habla más elocuentemente que cualquier discurso; en todas y cada una de estas instancias (¡y hay muchas más!) podemos realizar la redención, podemos ser instancia de redención, si estamos dispuestos a que Ella obre por nosotros, gracias al constante contacto y cultivo de la apertura a su fuente, el misterio redentor de la divinidad. Estas son atenciones del Buen Samaritano, porque brotan de haber experimentado la misericordia, de haberse conmovido frente al prójimo y quieren hacer efectiva en la vida su ayuda, rescatando y sanando así las heridas de la cautividad con aquello que han adquirido de la constante comunión con el Amor de Dios. Nadie da lo que no tiene, y por eso es necesario que el mercedario se alimente de ese amor, se llene de él, esté rebalsado de su riqueza para entregarlo al prójimo en necesidad. Solo así podrá obrar la redención con plena libertad, con sinceridad y sin interés de conveniencia. CONCLUSIÓN « ¿Quién es mi prójimo?» Mi prójimo es todo aquel que Dios, en su infinita misericordia, ha puesto junto a mí para poner en práctica la ley del amor, aquella que santifica, que lleva a heredar la vida eterna. Jesús ha sido el prójimo por excelencia: él es imagen perfecta que excede al Buen Samaritano, ―el ha sido el Buen Samaritano de todo el género humano‖ (S.S. Papa Juan Pablo II), y como tal, nos ha dado el ejemplo que debemos seguir entre nosotros para vivir en el amor. El nos ha dejado la misión de obrar como el, ―movidos a misericordia‖, haciéndonos prójimo de todo aquel que nos necesita, llevando su palabra, anunciando su salvación y procurando el bienestar de todos los hombres. No debemos ser temerosos de los peligros, sino más bien confiados en el Señor, de manera que llevemos a buen término la misión dejada, aquel envío al encuentro con el otro. Hoy, debemos nuevamente encarnar al Buen Samaritano: ser totalmente contrarios 64 a la apatía dominante, al pecado que se cubre bajo bellos nombres (libertad, independencia, subjetivismo) y que busca perder al hombre. Nuestra arma tiene que ser la misericordia, y con ella, venceremos y ganaremos nuevamente a más hombres para Cristo, por medio de la renovada, siempre valida y eficaz “Ley del Amor”. Vladimir Molina – EL BUEN SAMARITANO BIBLIOGRAFÍA Biblia de Jerusalén (1999) Nueva Biblia de Jerusalén: Edición Española. Editorial Desclée de Brouwer. Bilbao, España. Biblia Vulgata (1946) BIBLIA SACRA iuxta Vulgatam Clementinam. Biblioteca de Autores Cristianos. Madrid-España. Biblia Griega (1966) Η ΚΑΙΝΕ ΔΙΑΞΗΚΕ. Second Edition. The british and foreign bible society. London-Great Britain. 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